Propuesta Cultural Nuestro objetivo como gobierno es contribuir al desarrollo de un país y a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. El ámbito de la Cultura es un aspecto fundamental en este contexto.
Principios. “Construir sin Destruir; Remodelar sin Derribar” No es desdoroso reconocer el avance que ha significado para el área de la cultura y las artes la instalación desde el año 2004 de una institucionalidad con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes CNCA como buque insignia, institucionalidad que trasciende a las administraciones de turno y que por lo tanto asumimos como representativa de la sociedad civil. Lo anterior sin perjuicio de asumir también el desafío de perfeccionar aquellos aspectos aún insolutos, como la institucionalidad del Patrimonio Cultural, simplificar, acercar, transparentar y hacer más eficientes los mecanismos de asignación de los fondos para proyectos culturales, entre otros temas pendientes. “La Cultura, Finalidad Última del Desarrollo” Desde una mirada de Estado –y con el fin concreto de mejorar la calidad de vida de la población– son múltiples los autores que consideran de vital importancia el vínculo entre cultura y desarrollo. Existe hoy consenso en que el desarrollo es éticamente justificable sólo si es sostenible cultural y ambientalmente y si se tienen en cuenta en su formulación las diferencias culturales. En tal sentido, un desarrollo cultural que respete y valore la diversidad cultural es, en un país como Chile, un imperativo. Lo anterior debe expresarse también en un desarrollo participativo que sea concebido por la ciudadanía y que contribuya a hacer realidad sus sueños y aspiraciones. Por otra parte, asumiendo que el centralismo exacerbado es la señal más clara del subdesarrollo, en el ámbito de la cultura será un principio fundamental el fomento a la autonomía y a las iniciativas regionales. En este contexto, el municipio debe constituirse como un actor protagónico ya que, por su proximidad con la población, tiene la capacidad de trabajar directamente con los sectores más postergados, promoviendo la identidad y el patrimonio local, e incrementando los niveles de participación ciudadana.
“Educación Sin Cultura es Sólo Adiestramiento” Creemos que la educación es un área que no sólo no debe estar alejada del ámbito de la cultura, sino que ambas deben ser prácticamente como hermanos siameses, inseparables y que se necesitan mutua y vitalmente. La relación entre cultura y educación podemos analizarla desde dos puntos de vista: El primero en relación con la importancia de vincular la práctica de las disciplinas artísticas como parte del currículum escolar, y está muy bien, ya que la formación de audiencias (término que ocupamos a la espera de uno mejor), es una tarea permanente e indispensable. Un público educado, con criterio y espíritu crítico es la mejor garantía de elevar el nivel de las artes en todas sus vertientes. Pero el segundo punto de vista, fundamental a nuestro parecer, tiene que ver con un enfoque de fondo de las políticas educacionales: Cómo son las personas que queremos formar?. Estamos creando piezas adecuadas de una maquinaria productiva bien aceitada?, o pensamos más bien en ciudadanos con poder de discriminación, con criterio y con opinión fundamentados en una formación de acuerdo a los cánones de nuestra civilización? Las sucesivas reformas educacionales desde el año 1964 no han ido acaso generando una pérdida de nivel cultural de sucesivas generaciones? Lo anterior con la complicidad de nuestro sistema universitario que plantea unas pruebas de ingreso a la educación superior en que se valora lo cuantitativo sobre lo cualitativo, en que ya no se considera digno de evaluar los conocimientos adquiridos en la asignatura de historia. Pensemos en países desarrollados en los cuales esta asignatura es el eje de la formación y de los ejercicios intelectuales, rigurosos y exigentes que se plantean a los estudiantes. Debemos subir la vara de medida, nuestros estudiantes pueden dar mucho más de lo que se les está exigiendo y, lo más importante, ellos están dispuestos a responder a ese nivel de exigencia; hoy nos lo están pidiendo. “Construyamos Hoy el Patrimonio de Mañana” Construir hoy el patrimonio del mañana implica considerarnos insertos dentro de un continuo histórico, lo cual implica elevar nuestra autovaloración como sociedad y adoptar íntimamente y colectivamente la “cultura de hacer bien las cosas”. El valorar nuestras actividades y el producto de ellas contribuirá a apreciar de mejor manera los testimonios tangibles e intangibles de nuestro patrimonio cultural en toda su diversidad y riqueza. La valoración del patrimonio es una tendencia afortunadamente creciente en Chile, cada vez con más fuerza se escuchan voces que protestan ante la depredación de nuestro patrimonio cultural tanto tangible como intangible, como del patrimonio natural. Sabemos que cuando uno conoce algo, recién está en condiciones de quererlo. De allí la importancia de abrirle los ojos y la sensibilidad a los niños a temprana edad y a los jóvenes reencantarlos y conectarlos con el patrimonio con sus propios "paradigmas", valores y lenguajes generacionales. En esta línea se podría proponer la creación de un programa de acción homologable a lo que realiza el programa Explora de CONICYT en el área de las ciencias y que tiene por objetivo: 1° conocer las ciencias, 2° sentirlas cercanas y propias, 3° formar científicos (en nuestro caso, formar audiencias y ciudadanos que serán los futuros responsables del patrimonio). Construir el patrimonio significa también estimular la industria cultural, ya que de esa manera estamos generando las expresiones artísticas que se unirán a nuestro acervo cultural futuro. Lo
anterior implica la protección de los legítimos derechos de los autores sobre el producto de su creatividad.
TRES principales medidas culturales. El objetivo central que nos hemos planteado en nuestro Programa de Gobierno es lograr acercar la cultura a la gente y la gente a la cultura. Para ello hemos elaborado una serie de propuestas, entre las cuales quisiera destacar la siguiente: a.Tomaremos medidas eficaces para masificar la lectura. Si bien nuestros índices de alfabetización en Chile son altos, los índices de lectura y comprensión son paupérrimos. Para ello construiremos y habilitaremos bibliotecas públicas de primer nivel en todas las capitales provinciales, siguiendo el modelo de la Biblioteca Nacional de Santiago. También haremos una completa evaluación del verdadero impacto social del actual Plan Nacional de Fomento a la Lectura y proyectos específicos como el Maletín Literario. Aunque parezca increíble, pese a que proyectos como estos han significado una enorme cantidad de recursos públicos, nunca han sido evaluados socialmente por lo que es imposible saber si requieren ser perfeccionados o lisa y llanamente reemplazados. b.Crearemos una red cultural digital, que permita a cualquier chileno acceder gratuitamente a todos los museos, bibliotecas, galerías de arte y sitios históricos del mundo. De acuerdo a nuestras estimaciones, la rentabilidad social de una propuesta como ésta es tan alta, que estamos evaluando seriamente la implementación de una banda ancha gratuita en todo el territorio nacional. También, nos hemos propuesto la creación de una Biblioteca-Museo Digital, semejante a la recientemente lanzada “Europeana”, que ya tiene dos millones de entradas y proyecta próximamente 10 millones de visitas al año. Un sitio como éste albergaría libros digitalizados, películas, música, periódicos, revistas y colecciones de todo tipo, tanto nacionales como extranjeras, y tiene la ventaja que permite a los cibernautas interactuar y no sólo recibir información. c.Llevaremos la cultura a las regiones, para lo cual descentralizaremos las políticas de desarrollo como de promoción de la cultura en Chile. A este respecto, tenemos varias ideas en mente. Por ejemplo, identificaremos y rescataremos centenares de sitios históricos, que en su gran mayoría no están en Santiago. Además, hemos diseñado un plan de recuperación de zonas típicas y comunidades rurales, que requerirá una completa revisión de la Ley de Monumentos Nacionales y políticas específicas para apoyar las manifestaciones culturales de nuestros pueblos originarios, como su lengua, arquitectura y cosmogonía. Es decir, pretendemos rescatar lo más significativo de cada zona y potenciarlo de manera que sea un orgullo y una fuente de ingreso para sus habitantes a través del turismo.