CHA965 008-012 EMPRESA.qxp:Maquetación 1
30/3/11
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fertilizantes, que realizan ellos mismos, se utilizan tarjetas y se testea permanentemente la calidad de la pulverización llevada a cabo.
Buena data Soja de segunda en Las Martinetas. Cebada y trigo compiten por formar tándem con la oleaginosa más popular.
Millet prueba maíz de segunda. La idea es comparar sus números con los de la soja y decidir abrir el juego o no.
Pero hay más. En Las Martinetas abundan los ensayos de nuevos materiales genéticos y de fertilización, un hábito que se perpetúa año tras año. “Logramos muchos datos propios que se usan en la toma de decisión del año siguiente. Por ejemplo, en su momento se hicieron los ensayos de distanciamiento y ahí surgió que la soja debe ir a 40 cm y no a otra distancia. Y tratamos todos los maíces contra roya porque hace cuatro años que ensayamos esta cuestión y sabemos que vamos a tener retorno. Lo mismo en soja, al contar con el dato ponderado se conoce de antemano qué conviene hacer con las pulverizaciones. Se mide a pequeña escala, y si funciona se aplica en todo el campo”. El manejo se completa con el uso de modelos de simulación, como Triguero y Maicero de Aacrea, para tomar la decisión de cuantos kilos de nitrógeno (N) echar en cada combinación de cultivo, ambiente y agua útil disponible. Se cargan ciertos datos (supuestos de precios y otros), se hace correr el modelo y éste ofrece una opción de máxima y mínima, en función de la cual se elige la dosis de N por aplicar. Como decíamos al comienzo, una suma de pequeñas grandes cosas que indudablemente influyen en el resultado final.
Flexible En los bajos reina el sorgo, aliado indiscutido en la recuperación de estas áreas deprimidas.
Las Martinetas es un campo netamente agrícola –rotundo predominio de los suelos de la Serie Rojas, de clase 1–, ni si-
quiera los bajos quedan sin sembrar, salvo en años muy húmedos en que se convierten en un ojo de agua –“la ganadería se eliminó hace más de diez años y no tenemos intenciones de reponerla”–. La rotación presenta variantes y se maneja por ambientes. Su base se afinca en el esquema tradicional –un tercio de trigo/soja, y otro tanto de maíz y de soja–, pero en determinados ambientes el planteo se intensifica de manera programada. Precisamente en los bajos –son superficies chicas– se busca mayor presencia de gramíneas, como sorgo, o incluso más trigo y cebada. La idea es no dejar el suelo descubierto en ningún caso. A su vez, en los mejores ambientes se prefiere rotar sólo soja y maíz. Y en todo esto también juegan las perspectivas que tiene el cultivo al momento de presupuestar. Cada campaña, entre marzo y abril, se arman los presupuestos y se tiran los márgenes para entrever qué forma se dará a la secuencia de cultivos. Por ejemplo, esta última cosecha, en materia de números cerró mejor cebada/soja que trigo/soja. Finalmente fueron 1.900 hectáreas de soja de primera, 1.300 de maíz y 600 hectáreas de fina/soja.
Intercambio “Estar dentro de la red CREA implica manejar una metodología de trabajo en cuanto a medirlo todo y llevar debidamente anotada cada cosa que estamos haciendo. Por otro lado, comparar un campo con otro te permite ver en qué te estás equivocando. Es la oportunidad para consultar y recibir una opinión calificada, la gran chance de compartir un intercambio de opiniones con tipos que la tienen muy clara”. (Millet)