Tota veritas 8

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VIII


8 El SeBaSs estaba tan nervioso que el Dr Izquierdo le permitió fumar marihuana en su despacho. El brillo incandescente del porro bailaba entre sus dedos al son de la música que éstos repiqueteaban contra el reposabrazos del sofá. -¿Entonces no sabes dónde está Marta? -¡Ya te lo dije, tron, aquél pavo…! -Está bien, está bien. Calma. Volvamos a empezar y esta vez un poco más despacio. Trata de explicarte en un registro en que te entienda mejor. -¿Qué hable como los pijos? -Si, como los pijos. Pero sin más „tíos‟ y „o-seas‟ de los imprescindibles, por favor. -Bueno, primero consultamos en un mapa el primer par de coordenas, 21.42251 y 39.826182. -Hasta ahí conozco la historia. Las coordenadas dónde se encuentra la Kaaba, la piedra sagrada del Islam. Gracias a mí la universidad pagó vuestro viaje La Meca ¿recuerdas? -A todos nos pareció superfuerte. El avión nos dejó en el aeropuerto Jedai. -Jeddah. -Ah. Es que como había frikis moviendo espadas láser en mitad de la pista… Desde el aeropuerto cogimos un tren hasta la Meca. Entonces Marta se puso un poco paranóica. Decía que había visto a un tío del avión en nuestro mismo tren. -¿Cómo le reconoció? -Decía que era más blanco que un guiri. Anda que si vas a poner a alguien a espiar o robar o cualquier cosa que necesite discreción, vas a elegir a alguien así, por-fa-vor. Blanco

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fluerescente para que destaque bien en la oscuridad, todo el mundo se acuerde de él y se le identifique en un plis. -Podría maquillarse. -Como mínimo ¿Verdad? Pero Marta dice que le vio tal cual. -Vaya, pues será una casualidad. Nadie va a ser tan tonto. Vamos, que si apareciese algo así en un libro o una película sería una cagada importante. -Bastante importante, si. Bueno sigo: De la estación de tren fuimos a la plaza esa pero no pudimos entrar porque había un montón de tipos que acababan de salir de la ducha. -¿De la ducha? -Si, todavía iban en bata, con chanclas y la toalla enrollada en la cabeza. Así que nos fuimos al hotel y acordamos probar suerte por la noche. -¿Y qué pasó por la noche? -Resulta que eso tiene una vigilancia que es to-tal. Pero las puertas estaban abiertas y los guardias muertos. Nos acojonamos y pensamos si continuar o buscar a la policía. Marta quería llegar hasta el fragmento de MOCO y me crié en un barrio dónde por mirar mal a la vespino del cani equivocado te rajan y te quitan los oros, así que continuamos. Estaba todo desierto. Llegamos hasta la piedra y Marta se adelantó para tocarla. Antes de que lo consiguiera sonó un disparo y cayó al suelo. Le dije que iba a pedir ayuda pero insistió en que la herida de su hombro no era grave y necesitaba comprobar si lo del MOCO era verdad. Así que yo me acerqué a la piedra y la toqué. -¿Y no pasó nada? -Nada. -Bueno, normal, la han tocado miles de peregrinos antes. -Si, pero ellos no habían leído “Todo lo que querías saber pero nunca te habías atrevido a preguntar sobre la vida, el

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universo y todo en general” de Rafael Umbriosa. Hay que decir algo a tocarlo. Así que toqué la piedra y dije bien alto y claro „¡Ojete!‟. -¿Y qué pasó? -Ahora la piedra negra es la piedra marrón. -¿Y algo más? -Se me cruzaron los cables. Marta decía que no me entendía al hablar. Pero yo lo entendía todo. Entendía cada sílaba que masticaba la megafonía. -¿Macarrones de oferta en el pasillo tres? -Muerte a los infieles. -Sí, ya lo suponía, o lo de los macarrones o eso. -Quj‟a Kling on jadij qaj. -Si vas a esputar hazlo en la papelera. -Significa „Hasta sé klingon‟ en klingon. -Muy interesante. Pero antes de discutir eso cuéntame qué fue de Marta. ¿Le volvieron a disparar? -El francotirador no, pero la puerta por la que entramos estaba llena de hombres armados que iban hacia nosotros. La de enfrente, en cambio, estaba abierta. Salimos por ella y tratamos de despistarlos por las callejuelas de la ciudad. Marta se cayó, estaba sangrando bastante. Cuando me di cuenta y miré atrás, los vigilantes estaban a punto de cogerla. Pero un instante antes alguien cayó sobre ella, la cogió del suelo y desapareció dando un salto sobrehumano. -¿Y no recuerdas nada de ese alguien? -Era una figura alta y delgada. Y bastante pálida.

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