La prensa en 7 tardes 2014

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Índice 3 Laureles para una centenaria corrida de la prensa

Juan Antonio De Heras

La prensa en 7 tardes Edita: Colegio Oficial de Periodistas y Asociación de la Prensa de la Región de Murcia Gran Vía Escultor Salzillo, 5, Entlo. 30.004 Murcia Teléfono y Fax: 968 225106 Email: colegio@periodistasrm.es Director: Alberto Castillo Baños Coordinación: Nuria Torreira Cardillo Redacción: Juan Antonio de Heras, Alberto Castillo, Guillermo Lorente, Paco Ojados, Manolo Guillén, Alfonso Avilés, Antonio González Barnés, Pedro Soler, Tomás García, María Luján, Andrés Salas, Soren Peñalver, Pascual García, MªAdela Díaz Párraga, Martín Páez, Paco Vera, Antonio Botías, José Luis Ramón. Fotografías: Fotografías e ilustraciones de los autores, Colegio de Periodistas de la Región de Murcia, Javier Salinas, Fundación Antonio Campillo, Vladimir Terán, Miki, Lika Mccuntz Diseño y Maquetación: Olga Hidalgo Ríos Agradecimientos: Nuria Lledó Fernández y Carmen Gómez-Limón Fernández Impresión: gfgimpresores Depósito Legal: MU-1382-2010 COLEGIO DE PERIODISTAS JUNTA DE GOBIERNO Decano: Juan Antonio De Heras Vicedecanos: Arturo Andreu Pablo Blesa Joaquín Azpárren Secretaria: Carmen Guardia Tesorero: José Manuel Serrano Vocales: Julia Uriol Jesús Serrano José Rocamora Francisco Martínez-Campos Julián Mollejo Enrique Arnaldos Dámaris Ojeda Alberto Castillo Luis Alcázar Reyes Paredes Las opiniones expresadas no reflejan necesariamente aquellas de los editores. Se prohíbe la reproducción de cualquier parte de esta publicación sin el permiso por escrito de los editores

4 Actos para un centenario Alberto Castillo Baños

6 La corrida del centenario Alberto Castillo Baños

10 La Feria 2014 sobre el papel Guillermo Lorente

12 El amateur

José Francisco Bayona

13 Operario, el toro de la corrida de la Prensa

Guillermo Lorente

14 La feria de Rafaelillo y Operario Francisco Ojados

16 Respeto a la afición Alfonso Avilés

18 Aquel periodismo taurino Antonio González Barnés

20 Mucho más que un centenario Manolo Guillén

28 La fiesta de los toros de Murcia a través de los documentos de prensa (II): 1911-1921 María Luján Ortega y Tomás García Martínez

40 La corrida de la prensa y Juan Belmonte Andrés Salas

42 1914, El año de oro de las revistas taurinas Jose Luís Ramón

46 Parte de la historia taurina de Cartagena 1914-2014 Paco vera

48 La corrida de toros de la asociación de la prensa de murcia en 1914 Tomás García Martínez

52 El toro es un ejercicio más de pintura Pedro Soler

55 ¡Gracias, maestro! Pedro Soler

56 Incendio en el ruedo Soren Peñalver

57 Sueño y arena Pascual García

58 Saltillos para la prensa Mª Adela Díaz Párraga

60 Toreros de Campillo para el

Centenario de la Corrida de la Prensa Martín Páez Burruezo

63 Lola se puso La Condomina por montera Antonio Botías



Laureles para una centenaria corrida de la prensa Juan Antonio De Heras Decano del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia

Hace un siglo, las Fiestas de Primavera de Murcia se adornaron con un acontecimiento inédito. La Asociación de la Prensa, que había sido fundada en 1906 y que había relanzado su actividad a finales de 1913, recibía el encargo de plantear un evento que tuviera capacidad para realzar la oferta y el atractivo de la ciudad en unas fechas tan señaladas para los murcianos. Dicha petición de ayuda era formulada directamente por el alcalde del consistorio, Laureano Albadalejo, preocupado por el descenso del número de visitantes que se venía experimentando en los últimos años y por las consecuencias negativas que tal situación reportaba.

Colegio de Periodistas ha querido arropar con la organización de distintas actividades culturales, no en vano los toros son un bien de esta naturaleza y no menos estrecho es el vínculo de los periodistas y del periodismo con los artistas y con el arte. Mundos entrecruzados que se han ido dando la mano hasta convertir en tradición que, la revista que publicamos bajo la cabecera ‘La prensa en 7 tardes’ dedique todos los años su portada a una obra relacionada con la tauromaquia y parte de sus páginas interiores a dar a conocer y proyectar a sus creadores, que constituyen en sí mismos el mejor patrimonio de nuestra sociedad.

Dicho y hecho. La directiva de la Asociación de la Prensa, bajo la presidencia de José Martínez Tornel, recogió el guante, se puso manos a la obra, e ideó como propuesta la organización de una corrida de toros, al estilo de la que ya, desde el año 1900, organizaba la Asociación de la Prensa de Madrid.

Gracias a ellos y a todas las personas, empresas e instituciones que han colaborado en la organización de estos eventos y en la elaboración de esta revista. Gracias, singularmente, a los miembros del Comité de Honor y a quien lo preside, la Infanta Doña Elena, sin cuyo estímulo y aliento no habríamos sido capaces de proponer un repertorio tan completo de actuaciones. Entre ellas, para la posteridad, el pasodoble ‘Laureles de Murcia’, compuesto para la ocasión por el maestro José Ibañez Barrachina, y el cuadro de nuestra portada, que es obra del pintor Carlos Pardo Gómez.

Fueron meses intensos de trabajo, pero el esfuerzo dio sus frutos. La simple lectura de la crónica que el Diario de Murcia dedicó a la Corrida de la Prensa, que finalmente se celebró el día 15 de abril de 1914, da buena muestra del éxito de la convocatoria: “Desde la hora de los primeros trenes de a mañana comenzó a notarse en las calles de la población ese movimiento característico que precede a los grandes acontecimientos taurinos. Por las calles de la Trapería y Platería era casi imposible dar un paso, tal era el número de personas que por ellas transitaban.

Nuestro deseo es que cuanto hemos organizado y propuesto para la conmemoración de tan singular acontecimiento, sea del agrado de todos, por su dimensión histórica y cultural y porque no otra cosa nos mueve que el impulso de corresponder, desde la gratitud, a las generaciones de periodistas que nos han precedido y, por supuesto, a toda la sociedad, a la que pretendemos servir fielmente.

La puerta del Casino estaba totalmente ocupada por forasteros y el entusiasmo que se notaba por asistir a la corrida de toros era grande, inmenso. En los labios de todos y entremezcladas con la conversación, se oían las siguientes palabras: Veragua, Belmonte, Cochero, Paco Madrid y Posada”. Han transcurrido cien años y hoy Murcia puede presumir de seguir manteniendo viva la Corrida de la Prensa, trasladada al contexto que ahora mejor le corresponde, como es el de la Feria de Septiembre, dentro del cartel que para esas fechas organiza la empresa Toros del Sureste, propietaria del monumental coso de La Condomina. Un evento central, la Corrida del Centenario, que el

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Actos para un centenario Alberto Castillo Baños

Como bien saben ya, todos ustedes, este año 2014 se cumplen cien años de la Corrida de la Prensa en nuestra ciudad y con tal motivo el Colegio Oficial de Periodistas de la Region,, heredero y continuador de la centenaria Asociacion de la Prensa, ha organizado una serie de actos para celebrar con los murcianos esta efemérides.

de Caballos de la Plaza de la Condomina, se descubrirá un mosaico del mas puro estilo murciano, que quedará expuesto para siempre en el coso murciano donde, los periodistas, dejamos patente nuestro agradecimiento a la empresa Toros Sureste por mantener viva esta tradición de la Corrida de la Prensa.

Se cuenta con un Comité de Honor que preside S.A.R la Infanta doña Elena de Borbón que como ocurriera con sus ilustres antepasados y su propia familia es una gran aficionada a la tauromaquia y, desde que se le propuso por parte de los periodistas murcianos, aceptó la presidencia de estos actos del centenario.

Asi mismo, el profesor y compositor Jose Ibañez, ha compuesto un Pasodoble para la ocasión que hemos bautizado con el titulo “Laureles de Murcia”. Este afamado músico valenciano, afincado en Murcia, atesora varios premios de composición. Da clase en el Real Conservatorio Superior de Musica de nuestra ciudad y, a la misma vez, dirige la Banda de Musica de Guadalupe que será la institución que lo estrenará la noche del día 11 en la Plaza de Romea de la capital murciana.

Tenemos, en el Palacio del Almudi, una exposición de pintura con parte de los fondos pictóricos que conserva y custodia la sede de los periodistas en gran Vía, junto a carteles, publicaciones y recortes de prensa donde se habla de aquel acontecimiento de 1914. Junto a todo lo expuesto, y por donación expresa del diestro Pepin Liria, también podemos contemplar el traje de su alternativa pues, el maestro de la ciudad de las Maravillas, la tomo en una corrida de la Prensa. En el capitulo de exposiciones, y en la sala adecuada para ello en el Corte Ingles, se muestra una amplia y pormenorizada exposición de fotografías, vídeos y reportajes de nuestros compañeros gráficos. El viernes día 12, por la mañana, antes del sorteo de los novillos que se lidiaran por la tarde y en el Patio

“Laureles de Murcia” quiere ser un homenaje a la ciudad, a la Corrida de la Prensa y a la Asociacion de la Prensa de ahí que utilicemos lo de “laureles” al ser estos el máximo galardón y reconocimiento que la Fundación Laureles de Murcia entrega para homenajear a personas y entidades merecedoras de ellos. Y por supuesto, para finalizar, esta publicación que tienen ustedes en sus manos que este año, en casi todos sus contenidos, hace un recorrido por los acontecimientos taurinos y murcianos que tuvieron lugar aquel lejano 1914 cuando, hace cien años, se celebró por primera vez “La Corrida de la Prensa de Murcia”

PROGRAMA DE ACTOS CENTENARIO CORRIDA DE LA PRENSA Miércoles 27 de agosto de 2014, Palacio Almudí 12:00h. Presentación rueda de prensa del Ciclo Feria y Toros del Almudí Martes 2 de septiembre de 2014 Colegio de Periodistas 12:00h. Presentación rueda de prensa de los actos del Centenario de la Corrida de la Prensa Palacio Almudí 21:00h. Inauguración de la exposición “Colección Antológica Centenario Corrida de la Prensa”

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Lunes 8 de septiembre de 2014, Club Taurino de Murcia 13:00h. Presentación de la revista “La Prensa en 7 Tardes”, edición especial Centenario Corrida de la Prensa Jueves 11 de septiembre de 2014, Plaza del Romea 21:00h. Concierto conmemorativo del Centenario de la Corrida de la Prensa y estreno del pasodoble “Laureles de Murcia” compuesto para la ocasión Viernes 12 de septiembre de 2014 Patio de Caballos de la Plaza de Toros de Murcia 11:30h. Inauguración del Mosaico conmemorativo del Centenario de la Corrida de la Prensa Sala de Exposiciones de El Corte Inglés 12:00h. Inauguración de la exposición “Prensa Gráfica y Toros” Lunes 15 de septiembre de 2014, Plaza de Toros de la Condomina 18:00h. Corrida de la Prensa Cartel: Rafaelillo, Sebastián Castella y Alejandro Talavante Toros de Juan Pedro Domecq / Parladé

COMITÉ DE HONOR CENTENARIO CORRIDA DE LA PRENSA Presidencia: S.A.R Doña Elena de Borbón

Comité: D. Alberto Garre López, Presidente de la CARM D. Joaquín Bascuñana García, Delegado del Gobierno D. Pedro Antonio Sánchez, Consejero de Cultura D. Rafael Gómez Carrasco, Concejal de Cultura y Festejos D. Miguel Ángel Cámara Botía, Alcalde de Murcia D. Ángel Bernal Manzanera empresario Plaza de Toros de Murcia D. Carlos Egea Krauel, Presidente de BMN D. José Dasí, Director de El Corte Inglés Región de Murcia D. Patricio Valverde Espín, Director General de Estrella de Levante D. Patricio Valverde Megías, Delegado Territorial de Iberdrola D. José Luis Mendoza, Presidente de la UCAM D. Alfonso Avilés, Presidente del Club Taurino de

Murcia

D. Tomás Fuertes, Presidente de El Pozo D. Juan Antonio de Heras Tudela. Decano del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia

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La corrida del centenario Alberto Castillo Baños

La Feria Taurina del presente año, cuando conmemoramos el Centenario de la Corrida de la Prensa, es un ciclo que me gusta mucho debo confesarlo. Desde que la empresa la presentara allá por las calendas de junio no he dejado de ver ventajas a la misma. Carteles rematados, están todos los que son. Las fechas, un gran acierto sin duda y la composición de la misma, con lo que representa de novedoso al ir “de menos a mas”. Comenzar con los festejos menores, los alumnos de las Escuelas Taurinas, el miércoles y jueves. La novillada con picadores, un gran acierto recuperarla, el viernes. La corrida de rejones el sábado y ya, domingo, lunes y martes, las tres corridas de toros. Ese martes, día 16, día de la Romería, la feria taurina junto al ciclo ferial general, será historia. Y esto me ha gustado mucho.

esta hermosa tradición y que la conserven y cultiven para que algo tan bonito y que se mantiene gracias a su padre, no caiga en el olvido ni se pierda. Ojala, dentro de cien años, celebren los periodistas murcianos el segundo centenario. Y vamos ya con la Corrida del Centenario, la de 2014 Tarde del lunes 15 y víspera de la Romeria. Una gran tarde sin duda pues, Murcia ese día, vive una extraña jornada de puente y en el

Sabido es por todos que, en Murcia, una vez que acaba la jornada festiva de la Romeria, cuando la Patrona llega al Santuario de la sierra, la feria ha terminado. Cuantos intentos se han realizado para “demorarla hasta el siguiente domingo” han resultado infructuosos pues, el día después del traslado de la Fuensanta, todo vuelve a la normalidad. El curso escolar, el trabajo, la rutina en suma. Dejar festejos taurinos para esa semana y tenerlos en cartel hasta el domingo no tenia mucho sentido aunque se haya estado haciendo bastantes años.

Ese martes, día 16, día de la Romería, la feria taurina será historia Por eso aplaudo la decisión de la empresa Toros Sureste al haber “acomodado” la Feria Taurina dentro del gran programa ferial y hacerlo, ademas, coincidiendo con las grandes fechas de este acontecimiento festivo. Para nadie es un secreto que, Murcia, vive sus días mas grandes de Feria precisamente desde el viernes al martes de Romeria que, este año, son las fechas escogidas para la celebración de los festejos taurinos. Un gran acierto. También, y si de la empresa hablamos, los periodistas murcianos agradecemos a Toros Sureste, Angel Bernal Manzanera, que quiera mantener esta centenaria tradición de dedicar una de las corridas a la Prensa en general y a la murciana en particular. Vieja tradición que, mientras que se ha perdido en otras plazas de España donde se celebraba, no es el caso de Murcia donde todos los años se celebra. De verdad y sinceramente gracias a Angel Bernal Manzanera. Me tomo la licencia, así mismo, de pedir desde aquí a sus hijos Angel y Rocio, continuadores de la labor de su padre, que en un mañana muy lejano cuando ya no estemos nosotros y sean ellos los responsables de la Plaza, les pido humildemente, que mantengan

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Sebastian Castella

ambiente se respira la “fiesta” Es una tarde de toros, de desfile de Moros y Cristianos que conmemoran la entrega de la ciudad. Tarde noche de procesión con la Virgen de la Arrixaca, antigua patrona de Murcia, que entre


Sebastian Castella

antorchas es llevada en procesión por las callejas medievales de la ciudad. Noche de ronda y vigilia de miles de murcianos que acuden a la Catedral para despedirse de la Fuensanta. Grupos de Folklore, corales, cuadrillas y auroros acuden al primer templo de la Diocesis para rendir homenaje a la “Morenica”. En fin es una tarde especial y en esta jornada tan murciana, la empresa, ha ubicado la Centenaria Corrida de la Prensa. Llega Sebastian Castella a Murcia con mas de treinta festejos lidiados en la presente temporada y ocupando el sexto puesto en el escalafón de matadores de toros. El francés ha toreado en diez plazas de primera, catorce de segunda y cinco de tercera. Ha cortado veintisiete orejas y un rabo. Sin duda lleva una buen año. Su toreo, su manera de concebir la lidia, siempre ha gustado en esta ciudad e incluso han venido a las gradas de la Condomina peñas y seguidores que tiene en las localidades limítrofes del Levante español. Aparte de buenos aficionados galos que desean ver a su paisano en la Feria de Murcia. En los diferentes paseíllos que, Castella, ha hecho en Murcia ha tenido de todo. Luces y sombras en sus actuaciones pero garantía de disfrutar de un toreo bueno a nada que le salgan las cosas medianamente bien y este a gusto con el ganado que le toque en suerte. Alejandro Talavante es un matador de toros querido en estas tierras. Ya fue triunfador de una feria recientemente y, los murcianos, no olvidamos que fue un torero que “se hizo” por estos lares cuando le vimos vestir de luces por primera vez en la plaza de Cehegin en aquellos días cuando, su carrera, estaba en manos del lorquino Juan Reverte.

Es un torero de los llamados de “concepción artística” y su carrera ha estado marcada por luces y sombras. Ha tenido temporadas muy buenas e inolvidables y por contra, otras, donde su presencia ha pasado desapercibida. Dependiendo también, en gran medida, de quien ha llevado su carrera desde los despachos. En la presente temporada, Talavante, ha toreado mas de veinte festejos. Ocupa el lugar decimoquinto en el escalafón. Lleva cortadas veintitrés orejas. Ha toreado en seis plazas de primera, doce de segunda y tres de tercera.

Talavante es un torero de los llamados de concepción artística Reconozco, públicamente, que me gusta mucho el toreo de Talavante y espero, confío, que esta tarde en Murcia a Alejandro le salgan las cosas medianamente bien. Disfrutaremos todos seguro. Rafael Rubio “Rafaelillo” Tras el éxito clamoroso del pasado año, en la Corrida de la Prensa, cuando el diestro del Barrio del Carmen indultó su primer toro en su tierra, el murciano, se presenta ante sus paisanos tras un ciclo completo sin pisar las arenas de la Condomina. Llega en clara desventaja con sus compañeros de terna, pues Rafaelillo, con diferencia lleva muchísimos menos

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nueve de septiembre en la localidad de Villanueva del Arzobispo donde forma terna junto a Javier Castaño y J.Carlos Venegas para lidiar un encierro de Miura. Deseamos toda la suerte del mundo allí en Jaen al matador murciano.

Como buen torero, no se deja pisar los terrenos y más si, esos terrenos, son los de su plaza. Su ciudad Ahora solo necesitamos que el encierro que mande a Murcia, Juan Pedro Domecq, con su hierro y el de Parlade, que son la misma cosa, de buen juego para que la Corrida del Centenario de la Prensa sea, ojalá fuera así, la corrida de la Feria. Con esa ilusión quedamos emplazados en los tendidos de la Condomina el lunes quince de septiembre de dos mil catorce. Cien años de Corrida de la Prensa.

Rafaelillo haciendo un pase

números en sus festejos de este año pero, no me cabe duda, que el torero murciano suplirá con entrega, torería y corazón esas cifras que le faltan para igualar condiciones al resto de la terna. Aparte que, como buen torero, no se deja pisar los terrenos y mas si, esos terrenos, son los de su plaza. Su ciudad. Rafaelillo hace el paseíllo en Murcia ocupando el puesto vigésimo noveno en el escalafón. Lleva solamente nueve festejos lidiados con un resultado de siete orejas cortadas. Ha toreado siete corridas en plazas de primera, ninguna en segunda, y una en plazas de tercera y cuarta. Estos son los números fríos de las estadísticas pero ojo: de las corridas lidiadas hay que destacar el triunfo incontestable en la localidad francesa de Monte de Marsan, en las Landas, cuando lidiando Miuras en aquella plaza de primera abrió la puerta grande. No menos importante, esta temporada, la salida a hombros en Valencia cuando, el murciano, rindió a sus pies a la afición que llenaba el coso de la calle Xativa y tampoco podemos olvidar que, el torero murciano, cosechó un gran éxito en Bilbao donde, sino hubiera fallado a espadas, no se le habría resistido la puerta grande del coso vasco. Cuando escribimos este articulo, despidiendo ya el mes de agosto, Rafaelillo tiene un serio compromiso el

Rafaelillo dirigiendose a las gradas

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La Feria 2014 sobre el papel Guillermo Lorente

La Feria Taurina de Murcia arrancará el miércoles 10 y jueves 11 con sendas novilladas sin picadores a modo de clase práctica que con entrada gratuita, y auguran como en años precedentes, un gran colorido en los tendidos y el éxito artístico de los noveles. La Escuela de Tauromaquia de Murcia como anfitriona, anuncia a sus alumnos más destacados junto con una representación de los alumnos más destacados de las más prestigiosas escuelas taurinas de España. Para este año los representantes murcianos en ambos festejos serán el ceheginero Fernández de la Torre, uno de los veteranos de la actual nómina de alumnos que ya vislumbra en un horizonte no muy lejano su salto al escalafón de los del castoreño. Fran Ferrer de Beniel, que en apenas un par de años en la escuela, ha evolucionado de manera sorprendente y ya representa a Murcia en algunos de los intercambios más importantes que la escuela lleva a cabo a lo largo de la temporada. José Nicolás de Yéchar, un alumno joven de edad pero veterano en la escuela, que acaba de debutar de luces hace unos meses y que es otra de las grandes ilusiones de la afición murciana. Y por último, Parrita Chico de Murcia, un chaval que no pudo actuar en las clases prácticas anunciadas en años anteriores en La Condomina por no tener cumplida la edad mínima reglamentaria y que este año, por fin, podrá ver cumplido su sueño de matar su primer novillo ante el público de Murcia que tantas esperanzas ha depositado sobre él. El viernes 12 se recupera la novillada con picadores del ciclo que el pasado año se suprimió no sin polémica entre aficionados y profesionales. Para la vuelta a la feria de la misma, la empresa ha elaborado un cartel con suficiente atractivo para el aficionado. El sevillano Lama de Góngora, uno de los nombres destacados y punteros del escalafón de novilleros, se verá las caras con dos novilleros murcianos. Por un lado un Pablo Belando que vuelve a Murcia después de varios años de ausencia de su última comparecencia en el coso de La Condomina, en una temporada en la que ha recobrado la ilusión, sus actuaciones se suman por triunfos y vuelve a ser muy esperado por el aficionado. Y por otro, el calasparreño Filiberto cuyo triunfo en esta misma plaza en el último festival a beneficio de la Asociación Contra el Cáncer celebrado el pasado mes de abril y sus triunfos dentro de una importante campaña que le sitúan como uno de los novilleros más importantes del momento, le otorgan con justicia un puesto en este cartel. La terna se enfrentará a una novillada con el hierro de Fuente Ymbro lo que en principio es sinónimo de garantía, en un año en que la vacada gaditana que no lidiará corrida de toros en el ciclo. Tras el arranque de feria con las novilladas, la corrida de rejones que tradicionalmente ha puesto punto y final a las ferias, se adelanta este año al sábado 13 sirviendo de nexo de unión entre las novilladas y el grueso de las corridas de toros. Un año más, Ángel Bernal ha conseguido juntar en un mismo cartel a las dos máximas figuras del rejoneo como son Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, algo que se produce en contadas ocasiones a lo largo de la temporada debido a una más que sabida rivalidad entre ambos que traspasa el límite de los ruedos. Junto a ellos se anuncia Sergio Galán, un rejoneador que ya dejó su impronta en el pasado Festival del Cáncer celebrado en abril, y al que sus triunfos en plazas de importancia como la de Madrid, le han posibilita-

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do ganarse el puesto en un festejo en el que la rivalidad y la variedad está más que asegurada. Como viene siendo habitual, una corrida con el hierro de Fermín Bohórquez que tan buenos resultados ha dado año tras año en este festejo, será la reseñada para la ocasión. El domingo 14 con la conmemoración del Centenario de la Corrida de la Prensa, que ya ha sido analizada en otro capítulo de esta revista, se inicia el ciclo de corridas de toros de la feria.Tras ésta, el lunes 15 se anuncian el francés Sebastián Castella, que si bien atraviesa un momento de cierta irregularidad, no deja de ser un torero de contrastada capacidad y de gran carácter competitivo, junto a un Alejandro Talavante que llega a Murcia más definido en su concepto y más depurado en sus formas tras su apoderamiento por Curro Vázquez. Junto a ellos se anuncia el murciano Rafaelillo para defender su condición de Triunfador de la pasada feria en la que firmó una de las más importantes actuaciones de su carrera que culminó con el indulto del toro ‘Operario’ de Fuente Ymbro. Para esta corrida se han reseñado toros de las ganaderías de Juan Pedro Domecq y Parladé. El martes de Romería, día 15 se pone punto y final a la Feria 2014 con la tercera y última corrida de toros programada. En el cartel se anuncian los dos toreros con más capacidad del momento. Por un lado El Juli que un año más continúa al más alto nivel en todos los sentidos, y por otro, Miguel Ángel Perera quien a día de hoy es el torero más importante del escalafón. Sus triunfos en las principales ferias de la temporada, la rotundidad de los mismos y su regularidad, le sitúan como el torero a batir. Como tercer espada en este cartel de máximo nivel, se anuncia Finito de Córdoba, un torero de evidente corte estético y artístico que está ocupando puestos en los carteles de mayor peso en las principales ferias de la temporada. A buen seguro que si los toros de la ganadería de Victoriano del Río, que atraviesa un gran momento, embisten, la tarde dejará momentos brillantes en la memoria de los aficionados. Con este proyecto de feria en marcha, sólo falta que suenen clarines y timbales, que Dios reparta suerte, y que los tres pilares en los que se sustenta el toreo se unan para triunfo de todos, o lo que sería lo mismo, para triunfo de la Fiesta.


Viernes 12 Fuente Ymbro Pablo Belando

Lama de Góngora

Filiberto

Pablo Belando Hernández Nacimiento: Murcia, 09.02.1990 Debut como novillero: Murcia, 12.09.2008

Francisco Lama de Góngora Nacimiento: Sevilla, 23.09.1992 Debut como novillero: Olivenza, 03.03.2013

Filiberto Martínez Nacimiento: Calasparra, 07.05.1994 Debut como novillero: Illescas, 26/05/2013

Sábado 13 Fermín Bohorquez Hermoso de Mendoza Pablo Hermoso deMendoza Cantón Nacimiento: Estella (Navarra), 11.04.1966 Debut: Pamplona, 12.10.1985 Alternativa: Tafalla, 18.08.1989 Confirmación: 12.05.1995

Sergio Galán

Diego Ventura

Sergio Galán Izquierdo Nacimiento: Madrid, 23.08.1980 Debut: Santa Eulalia (Portugal), 12.04.1998

Diego Antonio Espíritu Santo Ventura Nacimiento: Lisboa (Portugal) 04.11.1982 Debut: Churriana, 21.02.1998 Alternativa: Utiel (Valencia) 13.09.1998 Confirmación: Campo Pequeno de Lisboa (Portugal) 03.06.2000

Domingo 14 García Jiménez - Olga Jiménez Enrique Ponce

Fandi

Enrique Ponce Martínez Nacimiento: Chiva (Valencia) 08.12.1971 Debut: Castellón 09.03.1988 Alternativa:Valencia, 16.03.1990 Confirmación: Madrid, 30.10.1990

David Fandila Marín Nacimiento: Granada, 13.06.1981 Debut: Santa Fé (Granada), 19.04.1998 Alternativa: Granada, 18.06.2000 Confirmación: Madrid, 17.05.2002

Jose Mª Manzanares José Mª Dolls Samper Nacimiento: Alicante, 03.02.1982 Debut:Nimes (Francia), 22.02.2002 Alternativa: Alicante, 24.06.2003 Confirmación: Madrid, 17.05.2006

Lunes 15 J. P. Domecq - Parladé Corrida de la Pensa. Centenario. Rafaelillo, Talavante y Castella. En esta revista encontrará el lector un análisis de la misma

Martes 16 Victoriano Del Río Finito de Córdoba Juan Serrano Pineda Nacimiento: Sabadell (Barcelona), 06.10.1971 Debut: Marbella, 25.03.1989 Alternativa: Córdoba, 23.05.1991 Confirmación: Madrid, 13.05.1993

Juli Julián López Escobar Nacimiento: Madrid, 03.10.1982 Debut: Méjico, 16.03.1997 Alternativa: Nimes (Francia), 18.09.1998 Confirmación: Madrid, 17.05.2000

Miguel Ángel Perera Miguel Ángel Perera Díaz Nacimiento: Puebla del Prior (Badajoz), 27.11.1982 Debut: San Sebastián, 23.02.2002 Alternativa:Badajoz, 23.06.2004 Confirmación: Madrid, 26.05.2005

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El amateur José Francisco Bayona

Todo profesional comienza como amateur. De lo que sea. Incluso si tiene un título que acredita una formación, lo cual es imprescindible dependiendo de la cosa que se vaya a hacer. Un médico puede ser bueno o malo, pero nadie –o casi nadie– se pondría en manos de alguien que sólo dice ser médico. Para ejercer como abogado hay que tener terminada la carrera de Derecho. Eso parece no admitir discusión. Y para acceder una oposición se necesita la titulación oportuna. Para ejercer otras profesiones, sin embargo, no parece tan crucial la cuestión de los estudios, a todas luces necesarios. Cuantos más mejor. El saber no ocupa lugar. Pero teniendo todo lo que se pueda requerir, estando al día en todo lo que se pueda exigir, a pesar de todo, cuando se empieza a ejercer se empieza de amateur. Aunque sea cobrando un sueldo de profesional. El mundo del toro se nutre de una casta bastante denostada de gente que hace periodismo sin ser periodista ni pretenderlo. La voz del toreo, a la que se pone continuamente sordina, está compuesta por cientos de amateurs que lo aman y que, sin querer vivir de él, lo cuentan.

Hoy, que sin tener título creo haber alcanzado el grado de profesional, me siento aliado de la figura del periodista taurino amateur. Entre todos, a nuestra manera, contamos lo que pasa en el mundo del toro.Y el mundo del toro, que muchas veces nos rechaza y hasta nos desprecia, no se da cuenta de lo necesario que es que haya gente dispuesta a contar algo de toros. Lo necesitado que está el toreo de altavoz para llegar a una sociedad cada vez más alejada de él. Molestan las críticas negativas, se grita que tal o cual es un chufla, que no tiene ni idea y, probablemente, haya mucho de cierto en esa queja. Uno de nuestros grandes pecados es opinar con demasiada ligereza sobre la obra de un hombre que pone en riesgo su vida, su dedicación, sus sueños. No es tanto una cuestión de no saber, sino de tener cierta empatía. Y no siempre la tenemos, es cierto. Pero incluso en ese escenario, reconociendo nuestros errores, el papel de la prensa taurina amateur es de capital importancia para el futuro del espectáculo. No basta con pegar derechazos y naturales. Alguien tiene que contarlo. Y en la presión periodística hay muy pocos con la vocación específica del toro. Ese espacio lo cubre el amateur, al que el toreo debería rendir este homenaje y desearle larga vida.

Hubo un tiempo que estuve en contra del amateur Este año se cumplen cien de la Corrida de la Prensa de Murcia. Y, es curioso, la prensa taurina profesional de Murcia es muy limitada. La mayoría de los que la han ejercido y la ejercen a día de hoy son gente que tiene otro oficio y que dedica parte de su tiempo al toreo sin más motivación que la hacer un servicio. Paco Ojados, Jesús Cano, Paco Sastre, Pedro Mellinas, Mariano Molina, Amparo Lucas, Pepe Castillo, Manolo Guillén, Antonio José Candel, Higinio Córdoba… Me dejo a muchos. Todos ellos tienen un oficio y, sin embargo, su pasión es el toreo y a ella dedican muchos de sus esfuerzos. Hubo un tiempo en que estuve en contra del amateur, siéndolo yo también, curiosamente. Quizás porque veía en sus formas una intención didáctica que no corresponde al que cuenta las cosas. Una ambición opinadora –menudo palabro– que excedía las competencias del periodista, profesional o amateur. Porque todos queremos tener razón y nadie escapa a la posibilidad de dar su punto de vista y defenderlo hasta el fin. Y esa actitud es humana, no periodística.

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Ilustración de Álvaro Peñalver


Operario, el toro de la corrida de la Prensa Guillermo Lorente

El 15 de septiembre de 2013, Operario destacaba en los corrales de La Condomina de entre los ocho toros que Ricardo Gallardo había enviado a Murcia para la primera de abono. Las cuadrillas se disponían a enlotar las reses para su sorteo con la duda de si Operario entraría en la corrida. Al parecer una ligera cojera en una de sus extremidades posteriores fruto de un golpe que alguno de sus hermanos le podía haber propinado el día antes en los corrales de la plaza, tenía en duda su aprobación para ser lidiado, a falta de un último examen veterinario. Poco antes de sortear, Manuel Sanes, que encabezaba ese día el equipo veterinario designado para las labores preceptivas, echaba un último vistazo al toro en presencia de Ángel Bernal, y daba el visto bueno para que Operario, completamente restablecido de su problema, entrara en la corrida. La bolita de papel de fumar con el número 157 que Operario lleva marcado a fuego en su costillar, recaía en Rafaelillo tras su sorteo. La cuadrilla decidió echar al 157 en segundo lugar de su lote, lo que suponía que en el orden de lidia de la corrida Operario saltaría al ruedo en quinto lugar. Hasta ese quinto, la corrida de toros se desarrolló con poca historia. Iván Fandiño había cortado una oreja del tercero, pero el escaso juego de la corrida hasta ese momento, no hacía suponer que la cosa mejorase. Pero saltó al ruedo Operario y se hizo historia. Bajo, hondo, reunido, con cuajo, de perfecta conformación de la cara, estrecho de sienes y de excelente expresión, el de Fuente Ymbro comenzó a embestir desde el saludo de capote del diestro murciano. Rafaelillo recibió al toro con una larga cambiada, toreando relajado a la verónica y por chicuelinas al paso. Luego, con la muleta, toreó largo y ligado en una faena que siempre fue a más, a la par que la embestida entregada, humillada, profunda y enclasada de su oponente. Faena de inspiración, de toreo profundo, por momentos abandonado el torero, rotunda y sobre todo sentida. El toro, como la faena duró mucho, hasta que el presidente sacó el pañuelo naranja que pasaportaba al toro a la vida y al torero a la gloria. Operario volvió a los corrales y nada más finalizar la corrida, el equipo veterinario de la plaza junto al mayoral y ganadero, realizaban al toro la primera cura. Se extrajeron los arpones de las banderillas, se limpiaron y desinfectaron las heridas, y se le administró antibiótico al astado. Esa misma noche el toro se embarcaba y partía rumbo a la localidad gaditana de San José del Valle, donde a primera hora de la mañana siguiente, Operario lle-

gaba de vuelta a la finca Los Romerales. Allí le esperaba el equipo veterinario de la ganadería para intervenirle de las heridas, especialmente del único puyazo que recibió durante la lidia, que a pesar de ser breve en cuanto al tiempo que permaneció el toro en el peto, las lesiones eran importantes porque además presentaba dos trayectorias, o lo que es lo mismo, dos puyazos en uno. La intervención fue un éxito, y Operario se recuperó sin mayores complicaciones en un tiempo relativamente corto. Por las hechuras del toro y su reata, el ganadero Ricardo Gallardo tenía muy claro que el destino de Operario una vez recuperado sería echarle a las vacas para padrear. Operario es hijo del toro ‘Almonteño’ y de la vaca ‘Operaria’. Se da la curiosa circunstancia de que ‘Almonteño’ es un toro que indultó el murciano Pepín Liria en la plaza de toros de Baeza el 12 de agosto de 2005 y que desde entonces es un semental destacado en la ganadería de Fuente Ymbro. Por su parte ‘Operaria’ es una vaca que proviene de una extraordinaria reata de la misma ganadería. Otra de las circunstancias curiosas del toro es su llamativo pelaje, poco corriente en esta vacada. Según su propietario, el pelaje proviene de un toro de la ganadería de Jandilla llamado ‘Tramposo’ que Diego Puerta indultó en Huelva y que debido a que genéticamente los toros suelen ‘abuelear’ algunos caracteres, el toro indultado en Murcia heredó ese pelaje tan llamativo, a pesar de que tanto ‘Almonteño’ como ‘Operaria’ son de pelo negro. En el mes de Noviembre, completamente recuperado, Operario era echado a las vacas. Una punta de treinta hembras esperaba a Operario para pasar la segunda prueba antes de quedarse definitivamente en Fuente Ymbro como semental. Primero la prueba de la plaza que pasó con sobresaliente y ahora la de comprobar si ‘liga’ sus caracteres de bravura en su descendencia. Los primeros hijos de Operario llegaban al mundo el pasado mes de julio. Ahora habrá que esperar dos años para que se tienten en el campo las primeras becerras y tres o cuatro años para que se lidien los primeros machos, bien en novilladas con picadores o en corridas de toros. El tiempo dirá si Operario aporta a sus hijos sus caracteres de bravura y su bella morfología, pero a buen seguro que, por su reata y sus preciosas hechuras, dentro de algunos años veremos lidiar algún hijo de Operario en la plaza de toros de Murcia, y por qué no, en una Corrida de la Prensa que le vio ganarse la vida y escribir su nombre con letras de oro en su centenaria hisoria.

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La feria de Rafaelillo y Operario Francisco Ojados

La de 2013 quedará para el recuerdo de los aficionados como la Feria de Rafaelillo y `Operario´, el toro de Fuente Ymbro indultado en la plaza de toros de Murcia en la primera corrida de la feria del año pasado, precisamente la Corrida de la Prensa, que este año 2014 alcanza el primer centenario de su celebración en la Región. Parece como si Rafaelillo lo supiera y hubiera querido dejar el listón muy alto para esta edición.

Toreó sin pensar en el cuerpo, con el espíritu, con suavidad y abandonado La faena de Rafaelillo fue la mejor de las realizadas hasta la fecha por este torero murciano sobre el albero de La Condomina. `Operario´es un precioso toro colorao, marcado con el número 157 en los costillares, que en la báscula de Murcia pesó 507 Kilogramos. Toro bajo, hondo, rematado de carnes y precioso de hechuras que embistió con clase y duró para hacerle dos faenas. Con ese caramelo, Rafaelillo, deseoso de entrar de una vez con todas las de ley en la plaza de su ciudad, no podía hacer otra cosa que endulzarse la vida durante el tiempo que dura una obra de arte tan efímera como una faena. Labor completa de un Rafaelillo que esa tarde de domingo, la del 15 de septiembre de 2013, se revelaba para los que solo tenían de él la imagen del torero aguerrido, como el torero artista que lleva en el alma. Ya con el capote dejaron atisbar toro y torero la compenetración entre hombre y animal que vendría después durante la faena de muleta. Una larga cambiada, cinco verónicas acompasadas y una media a pies juntos de mucho empaque, con el toro siguiendo con ritmo los vuelos del capote, ya fueron presagio de la magnífica obra de arte que Rafael –cada día que pasa se le queda más pequeño el apodo- construiría tras el brindis. Y es que el torero del Barrio del Carmen toreó sin pensar en el cuerpo, con el espíritu, con suavidad y abandonado, como si el motivo de su existencia fuera torear a `Operario´. La pureza del toreo fundamental y los detalles de pellizco con los que salpicó el trasteo fueron acogidos con fervor por, esta vez sí, su público de Murcia. Y todo desembocó en la mayor alegría de la feria. La de un toro volviendo a la finca de Los Romerales para padrear y la de un torero exultante de felicidad, dando una vuelta al ruedo inolvidable, con los máximos trofeos simbólicos en las manos y con la banda de música interpretando la más murciana de las melodías, la Parranda.

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Esa primera tarde de la feria debutaba en Murcia Iván Fandiño. El de Orduña, buen profesional, pasearía una oreja de su primero y le faltó toro para redondear su tarde con el que cerró el festejo, mientras que Padilla, animoso, sorteó un lote falto de fuerzas, pasando casi de puntillas en la tarde de su regreso a Murcia tras muchos años ausente. Ese fue el inicio de la Feria de septiembre más corta de los últimos años, en la que no hubo novillada picada y solo se anunciaron tres corridas de toros y una de rejones, completando el serial dos clases prácticas con alumnos de la Escuelas Taurinas. De lo visto en las otras dos corridas de toros, la tarde del lunes, la de mejor entrada de público, destacó una compacta y artística faena de José Mari Manzanares, malograda con la espada, algo inusual en el alicantino. Se la realizó al tercero de la tarde, el mejor toro de un bonito encierro de Juan Pedro Domecq. El saludo a la verónica fue espléndido, de muy bella composición, como la media que firmó de remate. La faena de muleta fue de una ligazón extraordinaria. Faena bien estructurada dando tiempo y aire entre las series al bovino para torear con temple y belleza. Al de Alicante lo acompañaban en el cartel más rematado del ciclo Enrique Ponce y El Juli, que sí pasearon una oreja cada uno pese a no esta finos tampoco con la espada. Lo cierto es que si hubieran funcionado los aceros los tres espadas se hubieran marchado a hombros por la puerta grande. Ponce, sin poder cuajar una faena de las buenas suyas, volvió a dejar patente ante un lote mediocre porque es una gran figura del toreo. Superó con creces las condiciones de sus oponentes, un primero flojito al que fue haciendo poco a poco y un segundo que tuvo muchos defectos y al que toreó con temple e inteligencia. También se justifico El Juli, que se lució con variedad en el capote y firmó dos trasteos presididos por la firmeza de plantas y la ligazón. Quieto, muy quieto, se quedó el madrileño para ligar los muletazos en un palmo de terreno. Como sus compañeros pinchó, y como ellos, se marchó de la plaza a pie por la puerta de cuadrillas. En esa corrida, algo que hacía mucho tiempo en Murcia no se daba, llegaron a devolverse dos toros a los corrales. Feria accidentada en este aspecto ya que al día siguiente otro toro seguiría los mismos pasos. El martes de la Romería se lidió una corrida de Benjumea, hierro de Cuvillo, de presentación irreprochable pero vacía por dentro. Fue tarde de poco contenido rescatada por la imaginación de Alejandro Talavante, otro de los toreros que perdió la puerta grande en la feria por no acertar a espadas. El extremeño estuvo fresco de ideas, se acopló a la velocidad del tercero de la tarde, toreó bien al natural y cambió las embestidas


del toro por un pitón y por el toro, burlándolo como si de un prestidigitador se tratara. Cortó la oreja del toro que cerró plaza y puso luz a una tarde grisácea en la que El Fandi, buen conocedor de esta plaza, paseó una oreja facilona, ganada con las tres largas de rodillas de rodillas con las que saludó a su primero, sus espectaculares tercios e banderillas y una faena de muleta finalizada bajo los tendidos de sol con pases de rodillas y en la que tiró de repertorio. Perera también paseó un trofeo del segundo de la tarde, un toro blando al que cuidó en el caballo y con el que acabó metido entre los pitones.

Con entrada gratuita, las dos clases prácticas para alumnos de las Escuelas Taurinas congregaron el viernes y sábado más de siete mil espectadores cada día. Grandes entradas, comparado con el tercio de entrada de la primera de feria, y las medias entradas del martes y del domingo de rejones –la corrida con Ponce, Juli y Manzanares fue la única que se salvó en este apartado con tres cuartos de entrada-. El alicantino Jorge Rico se mostró muy vivo en la segunda clase, logrando los máximos trofeos. Muy buenas maneras mostró esa tarde el salmantino Alejandro Marcos, que paseó una oreja y tuvo que dar dos vueltas al ruedo. Valor derrochó el alumno de Málaga `El Lauri´, que obtuvo dos orejas, las mismas que el alumno de Murcia Fernández de la Torre, que toreó con gusto en una buena faena. El otro alumno de la Escuela de Murcia actuante esa tarde, Cristian Marcos y el almeriense Rubén Martínez, obtuvieron un apéndice cada uno. La tarde anterior salieron a hombros los murcianos José

Entrega de trofeos a los toreros en la Corrida de la Prensa 2013

Hasta llegar a la corrida de rejones que puso broche a la feria el domingo 22 de septiembre, hubo dos días sin toros, el miércoles y el jueves. De los rejoneadores volvió a alzarse como gran triunfador Diego Ventura, que paseó dos apéndices del toro de Bohórquez lidiado en segundo lugar, al que dominó de principio a fin, siendo el único de los tres jinetes en salir a hombros. A buen nivel estuvo Andy Cartagena, que volvía a pisar una plaza donde ha conseguido grandes triunfos. Su fallo con el rejón ante el primero le privó de salir a hombros. Pasearía un trofeo del cuarto por una meritoria faena. Debutó Manuel Manzanares, aún con mucho camino por recorrer para alcanzar a los dos que le precedían en el cartel. Sería injusto al hacer un resumen de la feria no acordarse de los chavales que empiezan.

Nicolás y Fran Ferrer junto al sevillano Carlos Conrradi. Una oreja por coleta se llevaron Diego Carretero, de Albacete, Emilio Gimeno, de Almería, y Cristian Ortuño, de Alicante.

Fue el inicio de la Feria de Septiembre más corto de los últimos años Esto es lo que dio de sí una feria con una única puerta grande entre los nueve matadores de toros actuantes, la de Rafaelillo, y un solo rejoneador izado a hombros, Diego Ventura. Un serial fruto de la crisis económica, con un abono más corto, con poca gente en los tendidos y menos alegría que la acostumbrada por estas latitudes. Motivos para la reflexión, de la que nace una feria 2014 más compacta, sin días vacíos, con final el martes de la Romería, una notable bajada de precios de las localidades de sol y la recuperación de la novillada.

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Respeto a la afición Alfonso Avilés

Cuando me pongo ante el ordenador a escribir este artículo reconozco que no estoy con mi mejor ánimo, por lo que no es de extrañar que se me escape algo hacia las dos vertientes, la del olvido o la beligerante. Este año se celebra en Murcia un impor tante hito, el centenario de la Corrida de la Prensa. Hace tres años lo era el 125 aniversario del Club y la Plaza de Toros de Murcia. Ambas efemérides creadas, financiadas, ver tebradas -y no sé cuantos más verbos utilizar- por aficionados. Porque aficionados son los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia; los de la Junta Directiva del Club Taurino de Murcia y, en definitiva, los miembros de la familia Bernal. Aunque en estos se dé la condición, también, de apoderados y empresarios.

fuera declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio Cultural Inmaterial en la Región de Murcia. Como aficionados hemos reivindicado ante las Administraciones Públicas la redacción de un reglamento taurino, otro para las Escuelas Taurinas de nuestra comunidad y otro que regule el uso, que no abuso, de las plazas portátiles; y también la creación de un órgano consultivo en materia taurina, entre otras iniciativas. Y, ¿qué hemos recibido a cambio? En el mejor de los casos, reconocimientos, sonrisas y palmaditas en la espalda pero, en realidad,

Manzanares haciendo un brindis al público

Desde nuestra posición de aficionados, y no quiero con esto parecer redundante, hemos protagonizado hechos históricos para la tauromaquia regional, como fueron las propuestas para que la fiesta

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nada estructural. Ante todo este bagaje que ofrecemos gratuitamente, dedicando tiempo y dinero a una afición que no se ve compen-


sada por nadie, no recibimos a cambio ni tan siquiera el mínimo respeto. Porque una falta de respeto es que determinadas figuras boicoteen a la afición su presencia en una feria tan emblemática como la de Sevilla. Porque falta de respeto es la ausencia de profesionalidad de tantos y tantos taurinos a la hora de interpretar las suer tes del toreo. Porque falta de respeto es el boicot de algunos toreros a compañeros de profesión y periodistas. Porque falta de respeto es que determinados empresarios no aprecien la realidad social y económica de este país y no vean que los precios de las entradas en algunas plazas de toros están más que alejados de esa realidad, o hagan lo que les venga en gana en defensa, legítima, de sus exclusivos intereses.

Una afición que no se ve compensada por nadie

Porque falta de respeto es que algunos ganaderos se atrevan a presentar algunas reses para la lidia. Porque falta de respeto es que unos gobernantes se deshagan en elogios hacia los resultados macroeconómicos del país y, sin embargo, no quieran enterarse de que el españolito medio lo sigue pasando muy mal, y si quisieran que acudan a las plazas de toros, que ya lo decía Ortega, una plaza de toros es el termómetro que mide la temperatura de España. Porque falta de respeto son esas llamadas “nuevas sensibilidades” que no hacen sino utilizar la demagogia y la violencia en defensa de no sé que animalismo. Continuará. Además, ha irrumpido en el panorama político un partido que, sin ambages, quiere la abolición de la tauromaquia y así lo expresa en su ideario. Me refiero a Podemos. Con más de un millón de votos han respaldado sus propuestas, entre ellas, repito, la abolición de la tauromaquia. Y el sector taurino qué dice: nada o menos que nada. Como mucho participar en peleas internas. Y los partidos políticos también se han lucido, limitándose a señalar a la nueva formación política como un “peligro” y a calificar a su líder de “friki”, acusándoles de apoyar a ETA y a los separatistas…De su ánimo de acabar con los toros, ni una palabra. Y esto, señores, como hace años se decía, es el NO-DO, que la película viene después. Pero lo que más siento es la desidia del sector taurino.

Novilleros saludando (foto de Manolo Guillén)

Están, unos y otros, encantados de haberse conocido. Antes hacía unas reflexiones sobre la falta de respeto que define esa inanición, a la que agregamos que los miles de ciudadanos que somos aficionados a la tauromaquia, en toda la extensión del término, somos Hacienda, pagamos nuestros impuestos y, sin embargo, no se revierten parte de los mismos hacia uno de los mayores exponentes de nuestra realidad cultural y tradicional. Cine, teatro, literatura, pintura, etc. tienen apoyos públicos. El toro no. ¿Por qué?

Cine, teatro, literatura, pintura, etc. tienen apoyos públicos. El toro no, ¿por qué? Con este panorama, el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia tiene arrestos y afición para conmemorar el Centenario de la Corrida de la Prensa. Un centenario que va estar cuajado de acontecimientos y del que buena muestra de ellos es que la S.A.R. la Infanta Elena haya aceptado presidir el Comité de Honor del mismo. En mi calidad de presidente del decano, les doy la bienvenida al “Club de los 100” y les agradezco el gesto de incluirme en dicho Comité, en la seguridad de que va a ser todo un éxito la conmemoración de su efeméride. Una vez más, se demuestra que hace más quien quiere que quien puede.

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Aquel periodismo taurino Antonio González Barnés

Llego al periodismo taurino a finales de los 60. Era la época en la que estaba abierto el Hotel Victoria, “el de los toreros” como muchos le llamaban. En las tardes de feria, los antiguos coches de cuadrillas, casi todos americanos y de enorme volumen, llevaban en la vaca los esportones y hasta el botijo, aparcaban en su puerta. “El Baviera”, la cafetería de los bajos del hotel que daba a la Plaza Martínez Tornel, estaba abierta y en su terraza se sentaban a tomar un café los matadores del momento, sus subalternos, apoderados, críticos taurinos, aficionados de solera… En “El 42”, pegado a la Jara Carrillo y muy cerca del edificio del periódico “Línea”, era el lugar del aperitivo, en el patio del hotel se celebrara más que una tertulia, mientras en su habitación, descansaba el matador al que sólo se le veía cuando bajaba a comer. Adolfo Fernández me invitó a trabajar en Radio Juventud de Murcia, luego Radiocadena Española, y por último Radio 5 de RNE, hasta que desaparece de Isaac Albeniz y empieza a emitir desde los estudios de Radio Nacional en Plaza Fuensanta. Le pido hacer información de toros y me da luz verde.

El crítico taurino de la casa era Pedro Sastre, y mientras él hacía la crónica de cada festejo, a mí me correspondían las entrevistas que grababa a los protagonistas de cada tarde en la puerta de cuadrillas o en el callejón, con un viejo magnetofón.

No se tocaba a nadie para mentir Las “vacas sagradas” de aquel momento en la prensa especializada en toros en esta Región eran José Antonio Ganga, Alfredo Margarito, Blas Cano, Ropalo (Romualdo Pastor López), Alfonso Guzmán, Bienvenido Campoy (Don Bienve), un incipiente Diego Vera y un Felipe de Paco que ya trabaja de corresponsal… y pocos más, aunque me deleité en más de una ocasión leyendo crónicas de Manolo Carles (jefe de Deportes de La Verdad), de Juan Ignacio de Ibarra… y es que, cuando existe la calidad literaria (recientemente lo hemos visto con Pe-

Blas Cano, Gonzalez Barnés, Mariano Molina, Pedro Sastre y Diego Vera

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dro Soler), es igual escribir de fútbol, política, hacer entrevistas o sentir esta fiesta o tu profesión mirando y contando lo que ocurre en el ruedo. A nivel nacional ahí estaban Vicente Zabala, Navalón, Manolo Molés, Mariví Romero, Vidal, Matías Prats (padre)… las grandes plumas y voces de Pueblo, Televisión Española, El País… Conozco la época del “sobre”, ese que repartían Casimiro Sánchez Molina o Martín del Pueblo (ayudas de los mozos de espadas y ellos también lo eran), quienes tenían una lista de los que ponían el cazo. Eran otros años, en donde pese no vivirse mal, un extra para cenar o llenar la “fresquera”, venía de maravilla. No se “tocaba” a nadie para mentir. Si se había cortado una oreja y se había estado birlongo, pues se ponía la oreja y se añadía “tras una gran faena”, y aquello justificaba el sobrecito. Nunca estuve en ninguna lista. Cuando acababan los toros en septiembre, y salvo la cita de Abarán, se acababa la historia y con aquella juventud, ya perdida, uno no quería estar parado. “Me pasé” al periodismo deportivo de la mano del maestro Ibarra, quien de la radio también me llevó a colaborar en “Línea”, en donde escribía cositas de toros. Pedro Sastre se marchó a la SER y me quedé al frente de los toros en la ya Radiocadena Española, no solo haciendo la crítica, sino llevando los micrófonos a las plazas para en directo transmitir las corridas. Allí empezó a colaborar conmigo Mariano Molina, y con Ramón Sáez de Paco de técnico, nos pegábamos unas ferias de currar de verdad. Conocí la reaparición del “Diario de Murcia”, y pese a ser su jefe de Deportes, asumí también la crítica de toros. Me “fichó” la COPE, con Pedro Javier Cáceres dirigiendo el programa taurino nacional. Fuero unos años extraordinarios en aquella casa, en donde no sólo hice un programa semanal, sino transmití íntegras la corridas de Murcia y me tocó hacer de igual manera la Feria de Lorca, en el coso de Sutullena (#SutullenaYA) cuando Oché Cortes dirigía la COPE en la Ciudad del Sol. Con la inclusión en la plantilla de La Opinión cambiamos el periodismo taurino. Ahí está la hemeroteca del periódico para verlo. Todas las semanas del año, hubieran o no toros, con Ramón Ferrando de director, se sacó un suplemento taurino semanal de 6 a 8 páginas dedicadas a la Fiesta, el mismo que se mantenía todos los días de Feria, ofreciendo la mayor cobertura en papel que se ha cono-

Sede del viejo diario Línea

cido en la prensa murciana. Con Clemente García, Carlos Saavedra, Antonio Parra, Ángel Montiel, Pepe Díaz Cano… y Bayona, aquello marcó un antes y un después. En el burladero habían cambiado las caras. Uno se fueron para siempre y otros se apartaron de la crítica y siguen siendo unos grandes aficionados. Ahora permanecen de aquella “vieja guardia”, Diego Vera, Felipe de Paco, un servidor y Mariano Molina, y vimos llegar a los Bayona, Miguel Massotti, Alberto Castillo, Jesús Cano, Pepe Castillo, Guillermo Lorente, Candel, Pedro Mellinas, Paco Sastre, Paco Ojados… y crecer el número de medios, romper las nuevas tecnologías, crearse los gabinetes de prensa, ofrecerse vídeos y fotos por internet…

Pero yo sigo oliendo la tinta de Mari Loli Pero yo sigo oliendo la tinta de “Mari Loli”, como se le llamaba a la vieja rotativa de Línea, viendo a los linotipistas y el plomo, y teniendo como amigos a Pepe Belmar y José María Galiana, quienes eran “mi competencia”, recordando la voz de Ganga decir en algún acto al verme aparecer “ha llegado “navaloncito”, y es que en radio, prensa, televisión (Telesdistrito-4) y ahora en un periódico digital, amén de ser corresponsal en mi época política de EL MUNDO, uno sigue “dando” caña como hacía Alfonso Navalón. Ahora, cuando se celebra el centenario de la Corrida de Prensa, me doy cuenta de que camino hacia el medio siglo escribiendo y hablando de toros. ¡Dios, que mayor me he hecho!, cuántas cosas he vistos, a cuántos toreros y ganaderías, cumplir aniversarios, pasar de tener un “Museo Taulino”, digo bien Taulino porque ocupó la sede de un restaurante chino, a un pedazo de Club y Museo… de ver crecer y descender la feria, de recordar a Pepe Barceló, Luis Alegre, Angel Bernal Romero, Papa Rafael, El Nines, Emilio, don Angel Bermal, Benito… ¡gloria a los buenos taurinos!

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Mucho más que un centenario Manolo Guillén

Cuando La Condomina abrió sus puertas aquél 15 de abril de 1914 estaba marcando una efeméride histórica. Se celebraba la primera de lo que con el tiempo se convertiría en una extensa relación de corridas a beneficio de la Asociación de la Prensa. Ahora, que se han cumplido nada más y nada menos que cien años de aquella ocasión, es digno de alabanza que el Colegio de Periodistas se haya encargado de rememorar y conmemorar con todos los honores el centenario de la puesta en marcha de un festejo que se mantiene plenamente vigente en nuestra plaza de toros. Y cuya ilusión se renueva anualmente en cada feria, gracias a la gentileza de la empresa Toros Sureste y en primera persona de los hombres que la regentan, que mantienen viva la memoria de este evento que en su día estaba organizado por la Asociación de la Prensa destinando los beneficios a favor de la Tienda Asilo.

El 12 de junio del año 1900 tuvo lugar en Madrid el primer festejo conocido como de la Prensa

Nadie puede olvidar que José fue lo que se llama una figura máxima del toreo, de los que “mandan”, de los que pueden presumir de haber estado en todas las ferias del orbe taurino nacional e internacional escogiendo fecha, ganadería, compañeros,… En una palabra, lo que se dice un auténtico figurón, ratificado en su condición con cinco puertas grandes en la llamada primera plaza del mundo, como es la de Las Ventas de Madrid. Su primer gran éxito venteño fue ganado con todo merecimiento en la Corrida de la Prensa de 1982, donde indultó al toro “Velador”, único ejemplar que -hasta la fecha en esa plaza- ha logrado tan codiciado perdón. Lo hizo acaparando todos los trofeos de aquel festejo que se jugó en modalidad de corrida concurso de ganaderías con ejemplares de hierros conocidos por su dureza, entre los que también se encontraban los de Miura, Salvador Guardiola, Celestino Cuadri, Fermín

Aquella primera Corrida de la Prensa celebrada en Murcia hace cien años no fue la pionera con esta misma filosofía que se celebraba en España. Para conocer el origen de este tipo de festejos tendríamos que remontarnos todavía catorce años más atrás, ya que el 12 de junio del año 1900 tuvo lugar en Madrid el primer festejo conocido como “de la Prensa”, en el antiguo coso que se erigía en la Puer ta de Alcalá (actualmente denominada Avenida de Felipe II). Fueron los espadas don Luis Mazzantini, Antonio Fuentes, Emilio Torres “Bombita” y José García “Algabeño” quienes despacharon el lote de ocho toros que envió desde la dehesa sevillana la Viuda de Saltillo. Ciento catorce años han pasado y a día de hoy la capital de España tampoco ha renunciado al testimonio de un festejo con la trayectoria tan destacada y relevante como la Corrida de la Prensa de Madrid. Un evento que en las últimas décadas se integró acer tadamente –aunque fuera de abono- dentro de la principal feria de la temporada como es San Isidro, también conocidos como los “mundiales del toreo”. Un ciclo que en su más reciente edición ha superado la treintena de festejos, batiendo records históricos que se mantiene más vivo que nunca a pesar de las circunstancias económicas que atraviesa la nación, y de que la Fiesta de Toros no esté atravesando socialmente su momento de mayor auge. Aunque esto último no tenga correlación con el hecho incontestable de que en la actualidad se torea mejor, más perfecto y más rotundo, que nunca antes, y contamos con una baraja de figuras del toreo que sería la envidia de cualquier época pasada, por dorada que se la considerase en los tratados de tauromaquia. Es reseñable que en una Corrida de la Prensa madrileña escribió una bella página un murciano de Cartagena: José Ortega Cano.

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Cartel de 1914


Plaza de las flores

Bohórquez e incluso Hernández Plá, ganadería santacolomeña que por su excesiva dureza y escaso juego incluso se ha visto avocada a la desaparición. Aquella tarde histórica para los anales de la Historia de Las Ventas y también para la Historia de la Tauromaquia, hicieron el paseíllo junto al propio Ortega los sevillanos José Antonio Campuzano y Manolo Cortés.

Pronto proliferaron este tipo de eventos organizados por las diferentes asociaciones de periodistas de diferentes localidades Volviendo a la Corrida de la Prensa organizada en Murcia aquél año de 1914, tampoco era la primera con estos fines que se celebraba dentro de los límites de nuestra geografía regional. La primera “de la Prensa” en ruedos murcianos había tenido lugar en la inolvidable y semiderruida plaza de toros de Cartagena el 9 de mayo de 1909 con un mano a mano entre Ricardo Torres “Bombita” y Rafael González “Machaquito”, que se saldó con gran éxito de público y unos beneficios de 4.838,40 pesetas de las de aquella época. Como era de esperar, tratándose de una corrida de la Prensa, lo que deparó artísticamente el festejo tuvo amplia difusión

en los medios de comunicación de la época. Incluso el diario ABC se hizo eco publicando esta crónica en sus páginas de información taurina, que por tratarse de un testimonio histórico para las Corridas de la Prensa de nuestra Región de Murcia rescatamos, a pesar de que curiosamente es anónima y ni siquiera aclara la ganadería a la que pertenecían los toros lidiados: “Con animación grandísima, se ha celebrado la corrida a beneficio de la Asociación de la Prensa. Actúan las cuadrillas de Bomba y Machaco, y al hacer el paseo la plaza está completamente llena. El primer toro que pisa la arena atendía por Caprichoso, y su pelo era cárdeno. Se las entendió tres veces con los varilargueros, sin causar bajas en las caballerizas, y en el segundo tercio quedó bien el Barquero banderilleando. Bombita muletea con valentía y acaba con el bicho de una estocada que vale al diestro de Tomares ruidosa ovación. Segundo. Llogacero de mote, sufre cuatro picotazos, sin detrimento para las cabalgaduras. En banderillas sobresale Camará. Machaquito da varios pases de cerca y una buena estocada, que es premiada con muchos aplausos. Tercero. Carlitos, negro bragao. En la suerte de varas sobresale el Arriero. En banderillas no ocurrió nada notable. Al estoquear cumplió regularmente Ricardo, y al caer el toro escuchó palmas. Cuarto. Bonito, negro bragao. Toma seis varas a cambio de un penco. Zurito fue aplaudido en una vara. Los banderilleros le adornan con tres pares, sobresaliendo uno de Blanquet.

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Las cuatro esquinas

Machaquito pasa de muleta con alguna desconfianza; pero al entrar a matar enmienda la faena, cobrando una gran estocada que hizo cisco al toro. (Ovación). Quinto. Arrogante, negro zaino. Cuatro veces le tomaron la piel, sacando ilesas las caballerías los piqueros. Parean los maestros, entrando primero Machaquito con un par regular. Le sigue Bomba, saliendo trompicado de la suerte y cayendo en la cara de la res. Esta hace por él, y logra alcanzarle con un puntazo en la cara. Bomba, valiente y temerario, cita nuevamente, y coloca un magnífico para en las agujas que le vale una gran ovación. Luego, provisto de muleta y estoque, se dirige a Arrogante, que no está para floreos, y lo prepara con habilidad, rematándolo con una estocada baja por hacer un extraño el toro. Sexto y último. Portugués, negro zaino. Toma seis varas y se van de rositas dos piqueros. Vuelven los maestros a coger las banderillas, colocando Machaquito un buen par, y Bombita dos afiligranados. Machaco muletea entre los pitones, derrochando alegría, y termina colocando todo el estoque en lo alto, cayendo Portugués hecho una pelota. (Ovación). Tal fue el éxito que cosecharon estos festejos y el ambiente que despertaron, que pronto proliferaron este tipo de eventos organizados por las diferentes asociaciones de periodistas de diferentes localidades. Precisamente en 1909 se fundaba la Asociación de la Prensa de Sevilla, y ese mismo año la

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Real Maestranza de Caballería de Sevilla ya acogía el primero de estos eventos organizado por los periodistas de la capital hispalense. Perduraría durante nueve décadas hasta su última edición que tuvo lugar en 1999, quedándose a las puertas de alcanzar la centuria. Aún así, en esos noventa años de historia, también tuvo oportunidad de rubricar un sonado triunfo otro torero de nuestra tierra como Pepín Liria, quien en 1997 amarró la Puerta del Príncipe en la Corrida de la Prensa en la que estoqueó en solitario seis toros de lo que en su día se anunciaba como Sánchez Ybargüen –y que hace apenas unos meses ha cambiado su denominación para lidiarse a partir de ahora bajo la marca de “Peñas Blancas”- a los que cortó un total de tres orejas. Un festejo con el que el ceheginero coronaba la excelente estadística de trofeos conseguidos en el ruedo maestrante a lo largo de su trayectoria profesional.

España entera se encontraba dividida entre los partidarios de Joselito y los acérrimos de Juan Belmonte La moda de este tipo de festejos se extendió paulatinamente registrándose corridas de la Prensa en Bilbao, Valencia, Zaragoza, Málaga, Burgos, entre otras que no han perdurado hasta el centenario. Más bien fueron eventos que tuvieron su momento, que se anunciaron esporádicamente, como esa moda pasajera que con el tiempo se desvanece. No alcanzaron la consolidación que sí se ha logrado en Murcia, donde la Corrida de la Prensa se ha convertido en un festejo que si bien no es indispensable para la celebración de la feria, por parte de la empresa parece existir un compromiso no escrito, tácito, que se ha venido labrando con el paso de los años, y que convierte a esta corrida en algo tan tradicional que renunciar a ella entre los carteles de la Feria de Septiembre de Murcia sería algo impensable a día de hoy. Por eso es digna de elogio la actuación de la familia


Bernal, por manifestarse tan receptiva e involucrada año tras año con este festejo en nuestra plaza de La Condomina. Si no fuera por su voluntad, habría desaparecido hace años.

ESTADO DE LA CUESTIÓN TAURINA EN 1914 Mucho ha cambiado el toreo, la tauromaquia y también la sociedad desde aquél entonces hasta ahora. Eran tiempos en los que España “entera” se encontraba dividida entre los que se manifestaban partidarios de Joselito y los que por el contrario eran acérrimos de Juan Belmonte. Simpatizantes de uno y otro torero llegaban incluso a las manos por tratar de defender a “su” torero. Ambos dos, José y Juan, eran el centro de discusión en los soportales de las casas, en las cafeterías, kioskos, barberías,… Se hablaba mucho de toros. Y no tanto de fútbol, que, traído de Inglaterra, todavía estaba adentrándose en España. Joselito no estuvo anunciado en aquella primera Corrida de la Prensa murciana, pero sí el otro coloso del toreo: Juan Belmonte. Un Belmonte que estaba dando sus primeros pasos en el escalafón superior, y que apenas contaba con seis meses como matador de alternativa. La había recibido en la vieja plaza de Madrid el 16 de octubre de 1913 de manos del diestro cordobés Rafael González “Machaquito” –que se casó con la cartagenera doña Ángeles Clementson-, en presencia de Rafael El Gallo, y toros de Bañuelos.

Recién doctorado, aquél invierno, viajó a México para sumar 18 festejos. A su regreso de la campaña americana toreó en plazas de relevancia, como Barcelona y Sevilla, ésta última en la corrida del Domingo de Resurrección apenas tres días antes del festejo que nos ocupa de Murcia. Volvía a estar anunciado en La Maestranza para el día 20, con “miuras”. Por eso fue tan sonado el palizón que recibió en La Condomina, que le dejó herido y maltrecho, y a punto estuvo de ocasionarle la pérdida de realizar nuevamente el paseíllo ante sus paisanos y en una corrida tan trascendental para sus partidarios. Al final, acudió in extremis. Al palizón del toro de Veragua y de los galenos, tendría que añadirle el del viaje en ferrocarril desde Murcia hasta la capital bética. Sacó fuerzas de flaqueza para firmar una gran actuación, y acabar siendo paseado en volandas por sus más apasionados seguidores. Faltaban muy pocos días para el magno acontecimiento que tendría lugar otra vez en Madrid. Sería el 2 de mayo, cuando Belmonte y Joselito dirimirían su primer encontronazo, frente a toros de Juan Contreras, echándose por delante de ambos en el cartel al mayor de los Gallo, al genial Rafael. Esa fue la primera de las más de doscientas cincuenta veces que hicieron el paseíllo juntos como matadores de toros entre ese año 1914 y el de 1920, cuando el destino se llevó para siempre a Joselito, el bien llamado “Rey de los toreros”. Dicen que Belmonte fue el sueño de Joselito. Lo cierto es que fueron dos toreros complementarios, que auparon la Fiesta y que sembraron el camino que debería recorrer –todavía hoy se sigue recorriendo, y han pasado cien años- el hilo del toreo.

Santa Isabel

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dro Domecq. Eran más habituales que ahora aquellas corridas de ocho toros. Incluso en épocas posteriores se mantuvo esa estructura de carteles con cuarteto de espadas. Pero desde hace décadas predominan los festejos de seis toros para una terna de matadores.

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Si torearon juntos 250 tardes en aquellas escasas 8 temporadas, la media de festejos en los que coincidieron es superior a 30 corridas por cada año. Eso en una época en la que el que más toreaba superaba escasamente las 70 corridas por temporada. Precisamente sería Joselito el que con su estadística personal pulverizaría esas cifras hasta superar las 100 por primera vez al año siguiente, en 1915. Una cantidad récord si encuadramos la gesta en las décadas iniciales del siglo XX; sobre todo, considerando que el medio de transporte más eficaz en aquellos tiempos era el tren. Esa temporada de 1914 el “top 10” de matadores que más actuaciones consiguieron quedó como sigue, según estadística recogida en el libro “Joselito, el rey de los toreros”, de Paco Aguado (Editorial Espasa):

Encabezaba el octeto de toreros que participaron en Murcia, Cástor Jaureguibeitia “Cocherito de Bilbao” a quien curiosamente se anunció en los carteles como Cástor Ibarra, dando preponderancia a su apellido materno, y sustrayendo en la imprenta el “Jaureguibeitia”. Anécdotas aparte, “Cocherito” era, a esas alturas de su carrera, un torero con la madurez que dan los años en la profesión y que a sus 37 años de edad estaba celebrando su décimo aniversario como matador de alternativa. Caminaba hacia el ocaso de una trayectoria muy meritoria, cuyo punto de partida se fechaba en la plaza de Madrid, donde tuvo lugar la ceremonia de su alternativa allá por 1904. En sus años más florecientes se había medido en los carteles con lo más granado del escalafón. Cocherito actuó en el ruedo de La Condomina en varias ocasiones, una de ellas con motivo del 25º aniversario de la inauguración del coso murciano. Además fue titular de uno del celebérrimo Club Taurino Cocherito de Bilbao, con el que el Club Taurino de Murcia mantuvo en su día un litigio por tratar de defender el decanato de los clubes taurinos que en el mundo han sido. Dirimida la gestión a favor del club que tiene su sede en la calle Francisco Rabal, nos jactamos en Murcia de contar con “El Decano” de los clubes.

José Gómez “Joselito” 75 Juan Belmonte 72 Rafael “El Gallo” 71 Curro Posada 53 Rodolfo Gaona 49 Paco Madrid 49 Vicente Pastor 36 Curro Martín Vázquez 31 “Manolete” (padre) 23 Luis Freg 23

El tercer puesto del cartel lo ocupaba el malagueño Paco Madrid, que cumplía su tercera temporada como matador de toros. Aunque no hay muchos testimonios que ensalcen el concepto y arte de este Paco Madrid, al parecer sí debió ser un efectivo estoqueador. Se cuenta que incluso había aficionados que acudían al desolladero para comprobar la trayectoria tan letal que había descrito su espada en muchas de sus célebres estocadas, de las que solían salir los toros rodados sin puntilla. Algo habría en él para que su nombre figurara en tantas y tantas ocasiones junto a Gallito y Belmonte.

Salvo Cocherito de Bilbao, que ya era un torero avezado, en el cartel de la primera Corrida de la Prensa celebrada en La Condomina actuaban tres de los seis espadas que más festejos sumarían en aquella temporada de 1914. Se trataba por tanto de un festejo, si no de relumbrón, con atractivos suficientes para el público y aficionados, que congregaba un interesante cuarteto de toreros para ocho toros de una ganadería tan prestigiosa como de la del Duque de Veragua, cuyo hierro sigue viéndose en las plazas de toros gracias a la propiedad de un hierro con el que se marcan las reses de Juan Pe-

El otro “Paco” del cartel era Curro Posada, que era hijo del fundador de la denominada Dinastía Posada. Curro era uno de los hijos del que fuera afamado rejoneador de finales del siglo XIX, Francisco de Posada, que tuvo una “prolífica trayectoria profesional y había amasado una gran fortuna. Sin embargo terminó por arruinarse y lo hicieron guarda mayor de Tablada, una dehesa situada frente a La

TOREROS FESTEJOS

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Maestranza” (NOTA: Posada, dinastía torera. Diario Hoy 19/12/2010. Autora: Estefanía Zarallo. http://www.hoy. es/v/20101219/toros/posada-dinastia-torera-20101219. html). Curro tenía dos hermanos: Antonio, que también fue matador; y Faustino, que según cuentan las crónicas murió corneado en el cuello por un Miura de 8 años tan sólo quince días antes de la fecha en la que debería haber tomado la alternativa. Y una hermana de ellos, Rocío, era la madre de Juan Barranco Posada, quien se anunciaba en los carteles como Juan Posada y alcanzó fama de torero encastado. Tras decir adiós a los ruedos se “trasplantó” al periodismo taurino, alcanzando sus mayores cotas como crítico en Diario 16 y La Razón, en el programa “Fiesta” en Radio 5, de Radio Nacional de España, y sobre todo, en sus libros “Juan Belmonte, el sueño de Joselito” (1991), “La Fiesta del Siglo XXI” (2000), entre otros. Su hijo prosiguió la dinastía, también fue matador de toros, utilizando el mismo nombre de Juan Posada.Y nietos suyos son también el matador Santiago Ambel Posada y su hermano Posada de Maravillas, que todavía es novillero con picadores.

CUATRO CORRIDAS DE LA PRENSA EN LA CONDOMINA EN 1914 No podemos pasar por alto que ese mismo año y de nuevo en la plaza de toros de Murcia iban a celebrarse hasta cuatro ediciones de la Corrida de la Prensa, como prueba insoslayable del éxito que éstas habían despertado. La del 21 de mayo genera dudas en cuanto a si fue una corrida de toros propiamente dicha, o una novillada. Es curioso que ante toros de la viuda de Soler (procedencia Ibarra) actuaran como matadores Manuel Navarro, José García “Alcalareño” y Enrique Cano “Gavira”; ya que “Alcalareño” tomaría su alternativa en la feria de septiembre, precisamente en la cuarta de estas corridas; y más largo recorrido faltaba para que el cartagenero Enrique Cano “Gavira” hiciera lo propio, acontecimiento que tendría lugar siete años más tarde en su ciudad natal el 22 de abril de 1923. De ahí que, aunque las reseñas de la época identifican el ganado lidiado como “toros”, por lógica debería tratarse de una corrida de novillos. Así las cosas, el diario ABC ofrecía una reseña con esta breve descripción: “Los toros de la viuda de Soler resultaron buenos. Navarro quedó bien y superior, cortando una oreja. Alcalareño, superior en los dos. También se llevó una oreja. Gavira, muy valiente, pero ignorantón”. El martes 8 de septiembre de 1914, la Asociación de la Prensa organizaba una nueva corrida. Ésta vez coincidiendo con el “Día Grande” de las Fiestas de Septiembre, la capital de la Huerta del Segura iba a acoger en su seno esta corrida en la que repetía el nombre de uno de los diestros del festejo inaugural –por identificarlo de alguna manera- celebrado en primavera: Juan Belmonte. El Pasmo de Triana cerraba una terna en la que también figuraban Rafael “El Gallo” y Martín Vázquez, que despacharían seis toros de Saltillo. Cuentan las crónicas que aquella tarde que:

“Gallo, en el primero, estuvo mal; desquitose con el otro, en el que estuvo magistral desde que dio el primer capotazo, puso banderillas, hizo con la muleta una gran faena y mató muy bien. Vázquez, superior en los dos, lo mismo toreando que matando. Belmonte, en el único que mató, estuvo desgraciadísimo”. (Publicado el 9 de septiembre de 1914 en Diario ABC. Edición 1ª, página 17). A lo que habría que añadir la circunstancia anecdótica de que a la hora del comienzo del festejo cayó tal tromba de agua que para recomponer el estado del ruedo se tardó cerca de hora y media. Como la plaza –era lo habitual en aquella época- no estaba dotada de iluminación artificial, el festejo tuvo que suspenderse a la muerte del quinto. Y quedose Juan Belmonte sin posibilidad de enmendar la nula fortuna que había tenido ante el primero de su lote. Al domingo siguiente, 13 de septiembre, cuarta corrida organizada por la Asociación de la Prensa, en la que se doctora José García “Alcalareño” de manos de Rafael Gómez “El Gallo” y su hermano “Joselito” que cedieron la muerte del toro “Campanito”, perteneciente a la ganadería de Gregorio Campos. La crónica del festejo publicada en el diario ABC relata con entusiasmo lo sucedido en el ruedo: “Una gran entrada. Primero. Jabonero, grande. Alcalareño veroniquea bien. El toro toma cuatro varas. Los espadas hacen quites vistosos. Alcalareño, que viene deseoso de palmas, quiebra un par de las cortas, del que se cae un palo. (Ovación). Toma los trastos de manos de Rafael y hace una faena vistosa y ceñida, rematada con una gran estocada. (Ovación grande y oreja). Segundo. Negro zaíno. Joselito veroniquea y es aplaudido. El toro, mansito, cumple en fuerza de acosarle. Los banderilleros, muy bien. Joselito hace una de esas faenas suyas, para obligar a los toros mansos, metiéndose entre los pitones y entusiasmando al público. Coloca medio estoque superiormente y descabella. (Ovación estruendosa y oreja). Tercero. Sale, corretea, y aún dura la ovación a Joselito. Rafael el Gallo veroniquea sin lucimiento. El toro acude bien a los caballos. Gallo empieza pasando de rodillas y sigue la faena con arte y valentía. Da dos estocadas sin estrecharse y un descabello. (Palmas). Cuarto. Toma con codicia cinco varas. Rafael coge los palos a petición de la asamblea y pone un gran par de frente. Terminan sus banderilleros. Gallo brinda a unos amigos, hace una faena valentísima, emocionante, luciendo todo su repertorio; el público le jalea en cada lance; entrando recto y ceñido, da un volapié superior. (Ovación entusiasta y oreja). Quinto. Joselito, lanceando superiormente pone fin a la ovación de su hermano, que es de las mayores que se han tributado en esta plaza.

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Manolo Guillén

El toro toma cuatro varas. Joselito, cuando sale a matar, le encuentra reservón, y hace una faena entre los pitones para desengañar al receloso animal. Un pinchazo, quedándose el toro. Segunda faena, bonita y lucida, y una gran estocada, que mata sin puntilla. (Ovación) Sexto. Berrendo en negro. Alcalareño veroniquea perdiendo terreno, y sale cogido aparatosamente. Al quite, oportunísimo Joselito. (Ovación). Alcalareño, que encuentra al toro avisado, hace una faena ayudado eficazmente por Joselito, y da una gran estocada. (Ovación). La corrida ha sido de las mejores que se recuerdan. La Asociación de la Prensa, organizadora del festejo, ha sido ovacionada varias veces durante el espectáculo”.

TAMBIÉN SUCEDIÓ EN 1914 En abril de ese mismo año de 1914 se había inaugurado en Barcelona la plaza inicialmente conocida como del “Sport”, que acabaría reconvirtiéndose y rebautizándose en La Monumental de Barcelona, que ha sido

utilizada por el anti-taurinismo político y militante para cercenar la Fiesta de Toros en Cataluña en un atentado contra la libertad jamás pensado hace cien años. La temporada taurina en Murcia de aquél 1914 quedó registrada en los anales además de por esos cuatro festejos organizados por la Asociación de la Prensa de Murcia por el triste desenlace de la muer te de un matador en la vecina plaza de Car tagena el 9 de agosto, donde Fermín Muñoz “Corchaito” recibía una cornada mor tal de necesidad. El percance sobrevino cuando el diestro cordobés entraba nuevamente a matar a “Distinguido”, de la ganadería colmenareña de Félix Gómez. El toro se había echado previamente como consecuencia de un pinchazo, y “Corchaíto”, por vergüenza torera, ordenó que se lo levantaran con intención de enterrar el estoque en todo lo alto. Pero en esas, sobrevino la cogida tan cer tera como que el toro le par tió el corazón en ese intento postrero de estoquear junto a las tablas. No vi esta cogida mor tal, pero tuve ocasión de escuchar el relato de los hechos que realizaba un Maestro de Maestros del Periodismo, como el ya desaparecido Matías Prats Cañete. Fue con motivo de la presentación del libro de su amigo el escritor car tagenero Ángel Serrano Botella titulado “Chumbe toro. Apuntes para la Historia Taurina de Car tagena”, cuando revivió cómo su paisano “Corchao” pereció trágicamente en las astas de “Distinguido”, quizás por su terquedad o mejor dicho por un muy acusado sentido de la responsabilidad ante el toro y ante el público.

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La fiesta de los toros de Murcia a través de los documentos de prensa (11): 1911 – 1921 María Luján Ortega y Tomás García Martínez

1.- LA HEMEROTECA COMO FUENTE DE INFORMACIÓN PARA CONOCER LA HISTORIA DE LOS TOROS. “Periódico es toda serie de impresos que salgan a la luz una o más veces al día, o por intervalos regulares de tiempo o irregulares, que no excedan de treinta días, con título constante1”. La Hemeroteca fue constituida por primera vez en el año mil novecientos ocho, en París, por el bibliotecario francés Enrique Martín. Espacio cultural y emblemático repleto de hitos históricos basado en la recopilación, custodia, conservación, puesta en valor y uso de cientos de documentos considerados como fuentes primarias para el análisis y el conocimiento de épocas vividas. En ellas, el periódico, encargado de asumir y programar la noticia, recoge entre sus paginas vivencias y acontecimientos que ayudan a conocer mejor los aspectos de la historia humana.

izado el trabajo de campo, obteniendo un elevado número de citas periodistas enmarcadas en nuestro periodo de estudio (1911-1921) acordes a la temática (los acontecimientos taurinos en la Feria de Septiembre de Murcia). El periódico, es el reflejo de la historia inmediata, en él encuentra el escritor referencias y noticias sobre todo tipo de hechos, que narran directamente los periodistas como testigos de la realidad que transmiten. Estas noticias, en apariencia efímeras, alcanzan con el paso del tiempo un valor fundamental para la reconstrucción de la historia, afianzando de esta forma la importancia que desde su creación tienen las hemerotecas.

2.- LAS CORRIDAS DE SEPTIEMBRE EN MURCIA ENTRE 1911 - 1921 A través del trabajo de campo realizado en la prensa local de Murcia, hemos podido documentar el presente

Tal y como indica la archivera Maria Ángeles Jover2, directora del Archivo Municipal de Murcia, el periódico esta considerado como objeto y fuente para la historia siempre que este disponga de las características propias de esa fuente. A lo largo de la historia, en determinadas épocas, un sector de historiadores e investigadores expresaron su escaso valor científico a la prensa, derivado según estos por varios factores entre los que se encontraba la parcialidad de la información contenida en ellos. Sin embargo el paso de los años y del tiempo ha convertido al periódico en una fuente complementaría y de relevado interés para la reconstrucción de la historia. No ha sido hasta los años 50 del pasado siglo XX el momento de cambio, tiempo este en el que comenzó a valorarse esta fuente de información por los historiadores e investigadores del momento, observando que junto con las propias fuentes documentales, proporcionan un caudal de información útil para sus investigaciones. Es por ello que para nuestra investigación los diarios El Tiempo, El Liberal o La Verdad, representan la base fundamental por la cual hemos realGazeta de Madrid. 8 de enero de 1879. JOVER CARRIÓN, M. A.: “Fondos Hemerográficos del Archivo Municipal de Murcia”. En: Hemerotecas. Aportaciones al estudio y tratamiento de publicaciones periódicas. Biblioteca básica murciana, Extra 5. Murcia: Consejería de Cultura y Educación, 1995, p. 143-158.

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El Tiempo - 25 de agosto de 1911


capítulo dedicados a la fiesta de los toros, a dotar de vida los acontecimientos que ocurrieron entre los últimos días de agosto hasta mediados de septiembre en la ciudad de Murcia, entre los años 1911 a 1921.

[1911] Para optar a la subasta de carne de los toros que se iban a lidiar en la plaza de toros de Murcia los días 7, 8 y 10 de septiembre, era necesario el abono de 250 pesetas. Genaro Albadalejo firmaba el presente comunicado publicado en el Diario El Tiempo, un 24 de agosto de 19113 “por la presente anuncio la subasta bajo pliego cerrado para la venta de la carne de los toros que han de lidiarse en esta Plaza los días 7, 8 y 10 del próximo septiembre que tendrá lugar el 29 del corriente en la calle del Príncipe Alfonso, núm. 31, de esta ciudad”. Genaro enviaba un telegrama fechado el 23 de agosto del mismo año4 en el que informaba sobre su visita a la ganadería cordobesa de Antonio Guerra, con la intención de elegir los toros para la corrida del 8 de septiembre “los toros escogidos son: dos colorados, dos berrendos cárdenos y dos negros, con muchas arrobas y con nota en la ganadería”. De igual forma, llegaban noticias a las redacciones del los Diarios relacionados con la compra de un buen número de caballos para los toros, comprados en Córdoba por el empresario de las corridas murcianas Genaro Albaladejo5. La feria de Septiembre de 1911 no sería buena para la empresa de toros, primeramente por la enfermedad del torero Vicente Pastor y en segundo lugar por la desgracia ocurrida a Regaterin. A pesar de todo ello, del gasto en viajes, y gastos de administración, la empresa mantenía entre sus propósitos “servir bien a la afición6”, por ello Genaro fue de Norte a Sur del país buscando dignos sustitutos. Uno de los suplentes de Vicente Pastor fue Bienvenida, el diario El Tiempo facilitaba la noticia a todos los aficionados en portada el 5 de septiembre de 19117, recibiendo muy buena acogida por todos los aficionados al toreo, ya que era uno de las pocas figuras que podría figurar en el cartel, debido a su altura artística “Manolo Megías es un gran torero que ha sabido poner su nombre a la altura de los de primera fila a fuerza de trabajo y de valentía”. Plaza de Toros de Murcia. Anuncio de subasta. El Tiempo. 24 de agosto de 1911, p. 2. 4 La corrida del 8. Toros de Antonio Guerra. El Tiempo. 24 de agosto de 1911, p. 2. 5 Caballos para los toros. El Liberal. 1 de septiembre de 1911, p. 2. 6 Las corridas de Feria. El Tiempo. 1 de septiembre de 1911, p. 1. 7 Las corridas. Bienvenida. El Tiempo. 5 de septiembre de 1911, p. 1. 3

Cartel anunciador Gallito, R. Gaona y Chiquito de Begoña

Para la corrida del día 8 de septiembre se anunciaban en los carteles, con 6 toros de Antonio Guerrera, Machaquito, Bienvenida y Gaona, y para la corrida del 10 de septiembre, Gallito, Gaona y Chiquito de Begoña, con 9 escogidos toros de la ganadería de Ángel Sánchez Cabezudo. El presidente de la corrida8, Enrique Guillamón, daba la señal para que aparecieran las cuadrillas y comenzar la faena con los toros Corchito (retino, gacho, astillado del derecho y de peso), Javalí (del mismo pelo que Corchito), Erendero (abierto y corto de alfileres), Gasta, con el número 55, “salió buscando la dehesa y salto al callejón”, Herraor fue el quinto, hermano de Gasta, manso, y Seijaito (negro, zaino, bien puesto). Los accidentes y altercados, estaban a la orden del día, en esta ocasión, los guardias de seguridad conducían al Hospital a un niño de 14 años, Antonio Huertas Rodríguez, el cual caía a la Plaza de Toros desde una ventana, causándose lesiones de pronóstico reservado9.

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La corrida del 8. El Liberal. 9 de septiembre de 1911, p. 2. Herido. El Liberal. 10 de septiembre de 1911, p. 2.

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LA SEGUNDA10 Vamos a los toros, vamos a la plaza, diestros de la tarde de la Virgen santa; ni los toros huyen de las alabardas y están recelosos y no dan la cara en los ojos negros de nuestras murcianas, quemad vuestra sangre, templad las espadas, y lanzad los brindis viendo su mirada; que matan los ojos de nuestras paisanas bastante más breve que dos estocadas, Machaco, Gaona, Bienvenida, vaya por los ojos negros que hay en nuestra plaza. El 10 de septiembre, se abrían las puertas de la Plaza a la una, a las tres y media tuvo lugar la corrida, de nuevo toros con la célebre y antigua ganadería de don Antonio Sánchez Cabezudo, procedente de Colmenar Viejo, con divisas amarilla, verde y azul. El día de la corrida, El Liberal, hacía una reseña comentando la gran expectación que había para presenciar la corrida, así como la “excelente lámina del ganado y la justa fama de los matadores11”, hacían que este acontecimiento taurino de feria, estuviera considerado de primer orden. Las gestiones para disponer de ciertos toreros en el acontecimiento no fueron fáciles. Gracias a la empresa, se pudo encontrar sustituto 10 11

La corrida del 8. El Liberal. 9 de septiembre de 1911, p. 2. La corrida de hoy. El Liberal. 10 de septiembre de 1911, p. 2.

de Regaterín, para la corrida del día 10, Rafael Gómez “Gallito” era escriturado, viéndose modificados los presupuestos que los empresarios tenían previstos, quedándoles el consuelo de su buena faena “el toreo de capa y de muleta, fino, clásico de Rafael Gómez, llevará a la plaza no solo a la afición murciana sino también a la de la región, especialmente de Cartagena12”. Para torear en la segunda de feria, se contó con la presencia de Gallito y Chiquito de Begoña, acompañados de sus cuadrillas. Un cartel, sin duda alguna, tal y como indicaba el rotativo13 “magnifico en verdad, organizado por Genaro”, en el que público y empresario se daban por satisfechos con los resultados obtenidos. Al igual que ocurre en la actualidad, un evento taurino atrae a multitud de aficionados, revirtiendo positivamente en el comercio de la zona. Así ocurría en 1911, las crónicas realizadas por PICA TOSTE, haciendo evaluación de lo ocurrido en las corridas de Feria, alababan la labor de los empresarios, los cuales apostaban con su dinero para traer las mejores ganaderías y toreros. De esta forma “sin estas tres corridas, no hubiera venido nadie a Murcia, y ese dinero que ha ido a parar a comerciantes e industriales, no hubiera ingresado en sus cajas como ha ingresado en gran cantidad14”.

[1912] La mañana del 8 de septiembre de 1912 amanecía lluvioso, mientras se realizaba el enchiqueramiento, el agua caía con fuerza en la zona de la Plaza. Al mediodía, la atmósfera comenzaba a despejarse, quedándose una buena tarde de toros. Lluvia la de la mañana la cual frenó a los aficionados, ya que en Alicante y Cartagena llovía al igual que en la ciudad de Murcia. Los palcos, a mitad de ocupación, lucían bellísimas mujeres, siendo unas 8.000 las almas que aproximadamente llenaban el coso. Una corrida cuya entrada fue destinada únicamente para cubrir gastos. Una presidencia especial la de 1912 con Baeza Pérez, ya que según indicaba el redactor del Liberal, demostró “conocer muchísimo el cargo que desempeñaba, estando oportunísimo en los cambios de suerte, cosa rara, rarísima, en los tiempos que corremos, que todos quieran aparecer en la poltrona presidencial sin conocer ni haber leído una vez siquiera el reglamento de toros15”. El Tiempo. 3 de septiembre de 1911, p. 1. La última corrida. El Tiempo. 9 de septiembre de 1911, p. 1. 14 Las corridas de Feria. El Tiempo. 11 de septiembre de 1911, p. 1. 15 La corrida de ayer. El Liberal. 9 de septiembre 12 13

El Tiempo - 20 de agosto de 1912

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27 de agosto de 1914, se indicaba a los aficionados al toreo la presencia de Joselito, de la mano del apoderado del torero y el doctor que lo estaba asistiendo en ese momento18. En el local de la Asociación de la Prensa, se instalaba el despacho para la compra de localidades, los precios para cada corrida eran, entrada general 5 pesetas. Medía a 3,50, con la posibilidad de sacar abono a las dos corridas por 18 cupones a nueve pesetas.

Cartel anunciador Bombita Chico y Vazquez

La gestión de la Plaza de Toros de Murcia, pasaba por unos buenos años, los señores Gimeno y Cayuela, con su esfuerzo y dedicación dejaban satisfechos a los aficionados al toreo. Los seis toros de Eduardo Mira, en la primera de Feria, fueron para las espadas Cocherito de Bilbao, Manolete y Martín Vázquez16. El domingo 15 de septiembre de 1912, se anunciaba una gran corrida con seis magníficos Miuras a cargo de los espadas Bombita chico y Vázquez, acompañados de sus correspondientes cuadrillas. Para ese acontecimiento la entrada general era de 2,50 pesetas, y la media entrada, para señora y niños, a 1,66 pesetas. El día de la festividad de la Excelsa Patrona de Murcia, Nuestra Señora de la Fuensanta, amanecía lluvioso. Sin duda alguna las pretensiones era poder celebrar la segunda corrida de Feria, a buenos precios, ya que tal y como indicaba el diario El Tiempo17 “ha llevado la alegría a la gente trabajadora que ya no le importa tirar tres pesetas en pasar una tarde alegre”. Los Miura observados en los corrales, prometían una buena corrida, a juzgar por los aficionados que se agolpaban en el entorno de los corrales.

[1913] Durante la feria de septiembre en Murcia, la prensa localizada no se hace eco de los días de Feria.

[1914] La Asociación de la Prensa anunciaba dos corridas de Feria en el año 1914. El día 8 de septiembre con seis toros del Saltillo, para los matadores Rafael Gómez “Gallo”, Francisco Martínez Vázquez y Juan Belmonte; y para la corrida del 13 de septiembre, con seis toros de V. Martínez para los matadores, Rafael Gómez “Gallo”, Joselito Gómez “Gallito” y José García “Alcarreño” el cual tomaba alternativa ese año de la mano de los Gallos. El de 1912, p. 3. 16 La primera de feria. El Tiempo. 9 de septiembre de 1912, p. 2. 17 Los toros. El Tiempo. 15 de septiembre de 1912, p. 1.

A primeros de septiembre, los diarios regionales, entre los que se encontraba El Porvenir de Cartagena19, recogían en sus crónicas los ecos de las corridas a celebrar el 8 y el 13 respectivamente. Para la primera corrida, Gallo, Martín Vázquez y Belmonte se anunciaban con la lidia de la ganadería de Saltillos, mientras que para la segunda, los toros del ganado de Gregorio Campos serían para Gallos y Alcalareño. Sin duda alguna, un entrañable cartel, de primera categoría propio de “un sincero aplauso par la Asociación de la Prensa murciana”. En la mañana del 6 de septiembre de 191420, llegaban los toros de don Gregorio Campos en el tren mixto de la mañana. A través del comunicado de Manuel Acedo, la Asociación y los taurinos, conocía el magnífico estado del ganado. 78, Lusitano, negro; 57, Bragadillo, negro con bragas; 74, Aguacero, negro; 11, Comparito, cárdeno ensabanao y 24, Trompetero, negro girón. Al acto del descajonamiento, en la tarde del domingo a las cinco, estaba previsto la participación de la Rondalla valenciana21 y el estruendo de una gran traca. A través de un telefonema remitido por Joselito Gómez, solicitaba a los organizadores de la corrida, una habitación en uno de los hoteles de Murcia, para su hermano Rafael y para el propio torero. El redactor del diario El Tiempo, ofrecía una entrañable crónica repleta de emociones y sentimientos hacía las corridas de toros de la Feria de 1914, en la que elogiaba a los organizadores, calificando el cartel como uno de los más importantes ya que depositaba todas las esperanzas en el colosal Gallo “el indiscutible torero vuelve a Murcia a reverdecer sus triunfos22”. La primera corrida de feria no llego a ser lo buena que el público esperaba, en las crónicas de los días sucesi18 Las corridas de feria. El Tiempo. 27 de agosto de 1914, p. 2. 19 Las corridas de feria. Ecos de la Prensa. El Liberal. 5 de septiembre de 1914, p. 3. 20 Los toros de Campos. El Tiempo. 6 de septiembre de 1914, p. 2. 21 El 6 de septiembre llegaba a Murcia la comparsa “Rondalla Valenciana” a la estación del Barrio del Carmen acompañados al centro de la ciudad por la banda de Música de la Misericordia. Dicho grupo, llamó la atención a los murcianos por los típicos atavíos valencianos y la belleza de las mujeres que formaban parte de aquella agrupación. Visitaron la Asociación de la Prensa, en la que saludaron a los periodistas que allí se encontraban trabajando, obsequiándoles con alguna de las canciones de su repertorio. De allí partieron al Casino de Murcia realizando en uno de los patios bailes y cantos, siendo obsequiados por helados. En: La Rondalla valenciana. El Tiempo. 7 de septiembre de 1914, p. 3. 22 ¡¡A los toros!!. El Tiempo. 7 de septiembre de 1914, p. 1.

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vos a la corrida, se reflejaba la decepción reinante entre los aficionados y periodistas debido a la lluvia, el público, sin duda alguna, no fue complacido totalmente debido a las inclemencias naturales, ajenas a la organización. Sin duda alguna, la desgracia de aquel aguacero y cuanto después ocurrió, deslució por completo la Fiesta. Los organizadores de la corrida del 13, trabajaban para ofrecer lo mejor al aficionado murciano y a los cientos de taurinos que llegaban de otras provincias con un interesante cartel con Joselito, el cual toreaba el 10 en Albacete, el 12 en Baza y el 13 en Murcia. Alcalareño llegaba a Murcia triunfante de Monovar y Rafael, llegaba a Murcia con muchos deseos, ya que sería la primeva vez que torearía en la compañía de su hermano23. Pese a los torpes augurios que alguien ha echado a volar, llegó la hora de los toros con un sol casi triunfal24. En una tarde esplendida tomaba posesión a las cuatro de la tarde el primer teniente alcalde don Joaquín Amo, abriendo “la puerta de los sustos25” por el murciano Benito Belmar “Buñolero”. Una corrida preciosa, con un ganado “sin pasarse de bravo”. Gallo, bien en su primero y superior en el segundo, Joselito, estupendamente colosal en el primero y muy inteligente en el segundo, Alcalareño superiorísimo en el primero y bien en el último, donde la presidencia estuvo acertada, la entrada fue buena y la tarde esplendida.26

[1915]

gos en la taquilla establecida en el domicilio de la Asociación de la Prensa. Aquel año, el desencajonamiento de los toros estaba previsto para el día 5 de septiembre, siendo necesario para presenciar aquel momento la muestra de la localidad adquirida. La hoja de ruta marcada no cumplía con sus objetivos en materia de ganado, el Diario El Tiempo, el 3 de septiembre de 191528, publicaba una columna bajo el título “Los toros de Gama” en el que se informaba al lector sobre el encajonamiento de los toros. Los cuatro toros del duque de Tovar, eran desechados por su tamaño, en vista de lo ocurrido la empresa tuvo que adquirir otros cuatro toros de Gama. El 7 de septiembre en el correo llegaban a Murcia los toreros Alcalareño y Posada, mientras tanto, Joselito y Salero, al torear en Málaga no llegaban a Murcia hasta el día previo a la corrida. La empresa organizadora de la corrida, al no poder ofrecer al público el desencajonamiento, decidió dedicar toda la cantidad recaudada para un extraordinario de pan a los pobres el día de la Virgen. La empresa, comunicaba a los diarios murcianos sobre la apertura de las puertas de la plaza para visitar los toros a cualquier hora del día29. El verano de 1915 fue como casi todos los veranos, con escasas precipitaciones y días de calor, sin embargo, las dos corridas de feria serían pasadas por agua, así en la celebrada el 8 de septiembre, el agua hacía acto de presencia “los aficionados a los toros tocaban el cielo con las manos, los enemigos de la corrida, que también los hay, se esponjaban de satisfacción; y el Manolito Acedo, empresario de la corrida, perdió unos cuantos kilos de peso”, de esta forma el corresponsal del Diario El Tiempo30, hacía su crónica con cierto humor satírico. Sin duda alguna, el agua, quitaba el encanto a la corrida de Feria, bajo el título “toros aguados”, el periodista del Tiempo, indicaba la complicada faena que los toreros tuvieron que desarrollar en el coso. Un aguacero acompaño a los toreros y aficionados durante toda la corrida, el público buscó defensa en las gradas y palcos, el piso fue preciso arreglarlo varias veces, el ruedo estaba convertido en una laguna.

Para la Feria de 1915 se anunciaba una gran corrida de ocho toros para el día 8 de septiembre. En aquella corrida se iban a lidiar cuatro toros de D. Antonio López (antes Gama), procedentes de MURUBE y cuatro del Duque de TOVAR para los matadores Joselito, anunciado como “el emperador de estas cosas”, Posada, Saleri II y Alcalareño, denominado como “el chico que tantas simpatías cuenta en esta región”. Desde el día 31 de agosto27, los abonados a localidades podían pasar para hacer sus encar23 Las corridas de feria. Las del domingo. 10 de septiembre de 1914, p. 3. 24 Las corridas de la prensa. La segunda de la Feria. El Tiempo. 14 de septiembre de 1914, p. 2. 25 La corrida de ayer, El Liberal. 14 de septiembre de 1914, p. 1. 26 Las corridas de la prensa. La segunda de la Feria. El Tiempo. 14 de septiembre de 1914, p. 2. 27 La corrida de feria. El ganado. 31 de agosto de 1915, p. 2.

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Ocho toros de Pérez Gama Matadores: Joselito, Posada, Saleri II y Alcalareño Como querer, no quiero echarles de profeta, y no acierto la suerte que correrá la empresa, si perderá mil duros o ganará cien perras; lo que sostengo y firmo con sangre de mis venas, es que en Murcia discurre la gente en <<baldomeras>>, que hay muchos forasteros y están las calles plenas de hermosas providencias, airosas y hechiceras; que el día de la Virgen Los toros de Gama. El Tiempo, el 3 de septiembre de 1915, p. 3. La corrida del 8. El Tiempo. 6 de septiembre de 1915, p. 3. 30 En plena Feria. El Tiempo. 9 de septiembre de 1915, p. 2. 28 29


da aquí una nota excelsa, con jubiloso ambiente de tradición y fiestas; que está esa Trapería regocijada, espléndida, con el bullicio sano de una ciudad sin penas. Se oye el grito ¡a la plaza! con que el auriga atruena, y suenan de las músicas las marchas más toreras. ¿Quién a tal incentivo pone la cara seria? ¿quién resiste al encanto de la española fiesta? ¡a la plaza! Señores, veamos las proezas de Joselito el único, el émulo del Guerra; de Posada el correcto, con su rondeña escuela; de Saleri arrogante, derroche de guapeza, y aquel Alcarreño que singular descuella buscando en los pitones la mina que él anhela. Y basta ya de ripios, que es posible que llueva. Al decir esto un trueno en los cielos retiembla, y un chaparrón le sigue y otro después comienza. ¿Si se aguará la fiesta? veremos si algo queda.

[1916] Para la corrida de Feria del 8 de septiembre de 1916, se notificaban seis hermosos toros de Tres Palacios para los afamados diestros Joselito, Belmonte y Saleri II, a una entrada general de 5 pesetas, y 3 para media. En la prensa regional se rumoreaba que la figura taurina de Belmonte31 no torearía en la corrida murciana, siendo desmentido radicalmente por el Diario El Tiempo el 1 de septiembre de 191632 “ayer se recibieron los telegramas del propios Juan y de García Nieto, en los que se afirma que viene ese día”. Ese mismo día, se anunciaba el embarque de los toros de la dehesa de Salamanca, Trespalacios, hacía Murcia, prevista su llegada el día 3 en el tren mixto. Su filiación era:

Número 5. <<Cerrajero>>, negro. Número 31. <<Bolatero>>, janonero sucio. Para ese año la afluencia de aficionados de Murcia y provincias cercanas estaba asegurada, el día 3 de septiembre se anunciaba en el Liberal de Murcia la fuerte demanda de localidades, siendo necesario la reserva de las misas antes de su puesta a la venta. De igual forma, para presenciar el desencajonamiento del día 5 de septiembre33 en la tarde, era necesaria una tarjeta de invitación o el billete de la localidad, al igual que venía ocurriendo años atrás. Aquella tarde, desfilaron infinidad de aficionados por la plaza para contemplar a los seis toros de Trespalaciones, los cuales causaron impresión entre los aficionados al ver sus arrobas, su finura y armadura. Sin duda alguna, el aficionado ha sido siempre el pilar fundamental de las corridas, al llegar los días previos a la corrida, se anunciaban los denominados Trenes Toreros por la Compañía de ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA). Esta compañía publicaba en los diarios locales, las rebajas en el precio de los billetes para los aficionados al toreo, sirva de ejemplo34 “Chinchilla de 11,55 a 6,60; Cieza de 4,70 a 3,30; La Palma de 4,60 a 2,75 o Cartagena de 4,40 a 2,75”. De forma especial, el día de la corrida se ponía a disposición de los aficionados un tren especial desde Cartagena, saliendo a las 8’60 de la mañana, para regresar a las 20’45. El redactor del Diario El Liberal35, Pica Pica, ofrecía su particular sección “Toros y toreros”, en la que anunciaba todo lo relacionado con el mundo taurino. Corroboraba lo que otros diarios locales indicaban respecto a los toros, para Pica Pica, presentaban buen tipo y kilos. En la tarde del 7 de septiembre, llegaba el tren de Lorca con el torero José Gómez Gallito, acompañado de su cuadrilla, el matador se hospedaba en el hotel Patrón y los subalternos en el Reina Victoria de Murcia. La mañana del 8, el día de la corrida, llegaban el resto de matadores. Una gran animación se presenció en las principales calles de la ciudad de Murcia el día de la corrida. Al igual que ocurría todos los años, gran número de forasteros llegados de Cartagena, Alicante, Lorca y otros pueblos de la región, venían a presenciar la corrida. Las calles de la ciudad estuvieron repletas de gente hasta las tres de la tarde donde la gente, en su inmensa mayoría, comenzaba a desfilar hacía la plaza para “admirar las faenas de los maestros coletudos36”.

Número 10. <<Polvorillo>>, negro bragao. Número 17. <<Fogonero>>, negro calcetero. Número 3. <<Rosquillero>>, cárdeno claro. Número 8. <<Traginero>>, salpicado.

La entrada del 8 de septiembre de la corrida del 16 fue superior, la Banda de música de Beniaján cruzaba el ruedo, seguida de los exploradores, la de Caravaca y Elche. La plaza presentaba un aspecto hermoso, en los palcos y barreras se presenciaban infinidad de caras bonitas luciendo la clásica mantilla blanca y el rico mantón de

31 Belmento viajaba a Calzadilla para torear varios becerros Tres Palacios. De allí estaba prevista su visita a Murcia para la corrida del día 8 siendo la primera corrida en la que tomaría partes después del percance sufrido. 32 La corrida del 8. El Tiempo. 1 de septiembre de 1916, p. 1.

Los toros. El Tiempo. 5 de septiembre de 1916, p. 1. Trenes toreros. El Tiempo. 6 de septiembre de 1916, p .1. 35 Toros y toreros. El Liberal. 8 de septiembre de 1916, p. 1. 36 La corrida de toros. El Liberal. 9 de septiembre de 1916, p. 2. 33 34

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Manila. Tras la señal realizada por el presidente, las cuadrillas salían al ruedo, capitaneadas por Cochero, Gallito y Saleri II, estallando una ruidosa ovación para todos ellos.

[1917] Dos extraordinarias corridas de toros se anunciaban para la feria de Murcia en el mes de septiembre de 191737. En los días 8 y 9 se iban a lidiar seis hermosos toros de don Esteban Hernández por los matadores Vázquez, Posada y Saleri II, el día 8 de septiembre; mientras que para el día 9, se correrían ocho magníficos toros de don Manuel Albarrán para los diestros Manolete, Paco Madrid, Vázquez y Algabeño II. La animación en los pasillos de los corrales y galerías altas de la plaza de toros de Murcia era una constante los días previos a la corrida. Todas las tardes acudían los aficionados para admirar el ganado preparado para las dos grandes corridas, los aficionados salían de los corrales con un buen sabor de boca e impresión ya que el ganado era interesante. Los presagios eran buenos38 “la primera corrida será de don Esteban Hernández. Este ganadero ha enviado una corrida fina de preciosa presentación. Si los toros responden a su presencia no tiene duda que vamos a presenciar una corrida muy bonita”. De igual forma, los ocho toros de Albarrán destacaban por su buena presencia. El reputado doctor Mascarell telegrafeaba a la Empresa anunciando su presencia para la corrida del 8, en la que estaba previsto lidiar los toros de don Esteban.

La primera de Feria39 Seis toros de Esteban Hernández para Vázquez, Posada y Saleri. Atruena el ruido de los cascabeles, y sin hacer caso nadie de Noeles, para hacía la plaza la gran muchedumbre: no se suda, el astro Rey no da su lumbre. Vamos a ver, Curro si sale una res y nos das el disco de tus volapiés. Y a ver tú, Currito Poasadas si escancias el florido tarro de tus elegancias. pues con eso y con que Julián también justifique porque torea las cien, en la tarde de hoy con razón presumo que habrá muchas palmas Plaza de toros de Murcia. El Liberal. 1 de septiembre de 1917, p. 3. 38 Las corridas de Feria. El Tiempo. 6 de septiembre de 1917, p. 1. 39 El Liberal. 9 de septiembre de 1917, p. 2. 37

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y que echarán humo. se oyen los clarines; ¡para, tartanero! entramos de prisa que salí el primero. Sin duda alguna la corrida del día 8 fue muy buena, con una aceptable entrada, en los palcos se veían muchas chicas luciendo la clásica mantilla de encajes y madroños. La presidencia la ocupaba el oficial del gobierno señor Saavedra. Los días de Feria40 eran disfrutados por multitud de vecinos de la propia ciudad de Murcia y de los huertanos, los cuales hacían visita a la ciudad para disfrutar de las atracciones, los puestos de venta, las veladas musicales y las corridas de toros. De igual forma los forasteros se dejaban ver por las principales calles de la ciudad al igual que los estudiantes, los cuales adelantaban su llegada antes de hacer los exámenes. El 16 de septiembre tenía lugar la novilla con los toros de Albarrán, considerada por el Diario El Liberal41 como “una de las ganaderías que tienen más porvenir en España”. Tras la adquisición por parte de D. Manuel Albarrán de la ganadería y su cría de las reses bravas, este ganadero conseguía en escaso espacio de tiempo una importante ganadería, obteniendo interesantes resultados, en boca de notables críticos taurinos de la época entre los que se encontraba Corrochano “ya son los Albarranes toros de fina estampa y de bravura semejante a las reses de las ganaderías de más renombre. El entusiasmo y el cuidado exquisito que ha tenido este ganadero dedicando temporadas enteras al cuidado de su ganadería ha tenido su recompensa”. La ganadería, no paraba de alcanzar durante el año 17, la gloria en multitud de plazas, Murcia, Andalucía, Badajoz, etc. Prueba de su esfuerzo se vio recompensado en la muestra que dio en la corrida del día 9 de septiembre. Su novillada del domingo 16 se presentaba en prensa como muy buenas connotaciones. Del ganado se esperaba mucho al igual que de los diestros Vaquerito y Rodalito, encargados de estoquear las reses. En la capital y los pueblos de la huerta, la animación era máxima. Para esa novillada, el despacho de localidades quedaba abierto en la peluquería de <<los dos amigos>>, ubicada en la calle del Príncipe Alfonso. Las circunstancias cambiaron algunos aspectos de la novillada, por un lado 40 La Feria. El Liberal. 10 de septiembre de 1917, p. 1. 41 La novillada del 16. El Liberal. 14 de septiembre de 1917, p. 1.


es escaso número de público, unos 2.500 aficionados, la rotura del coche en el que viajaban los diestros a la plaza, retrasando la hora de inicio. La fiesta la presidió el señor gobernador civil don Luís Saavedra, asesorado por el inteligente aficionado Palazón. Los toros corridos en primero y segundo lugar, salieron bravos en el primer tercio. En cuanto los chicos pinchaban una vez, les era difícil el volver a entrar42, “unas veces porque achuchaban por ambos lados cuando veían llegar el bruto y otras por quedarse quietos esperando a que lo expusieran todos los matadores”. Sin duda alguna, los maestros se deshicieron de ellos a fuerza de pinchazos y sablazos, sacando a Vaquerito al entrar a mater la última vez, por cierto con valentía, unas contusiones en el lado izquierdo del cuellos y mano del mismo lado. Pica Pica, redactor del Liberal, redactaba en su crónica la suavidad del resto de bravos, menos broncos, en los que “los chicos sacaron sus respectivos repertorios haciendo quites vistosos, elegantes y aplaudidos”, ejecutando faenas de muleta valientes y adornos, arrancando alguna que otra vez ovaciones del público. Los toros tomaron entre buenas y malas varas 17, derribaron 10 veces y despacharon ocho caballerías. La Feria de 1917, recibía por lo tanto buenas críticas ya que la empresa encargada de organizar las corridas, dispuso las tres corridas en los días adecuados, para que los aficionados pudieran acudir, de igual forma se rebajaron los precios. Sin duda alguna, las corridas de toros, eran el motor económico de la Feria, ya que comerciantes y hosteleros veían crecer sus cajas con la llegada de forasteros y aficionados de diversos puntos de la geografía española.

[1918] Gallito, Saleri y Fortuna, con sus correspondientes cuadrillas fueron los toreros encargados de lidiar los seis toros de la acreditada ganadería de D. Vicente Martínez el 8 de septiembre43, festividad de la Virgen. Los señores don Joaquín Miñano y Jesús Bernal, salían en el correo de Madrid a finales del mes de agosto en busca de los seis toros a la ganadería de los herederos de don Vicente Martínez. De allí estaba previsto su traslado a Las Cabezas de San Juan (Sevilla) en la que realizarían las mismas operaciones con las reses de Surga para la novillada del día 1544. Las pretensiones eran buenas, ya que los gana-

deros tenían buenos deseos de cumplir bien con Murcia “en esta plaza se han corrido toros de esta ganadería y siempre dejaron muy bien puesto el pabellos”. Los rumores sobre la enfermedad de Joselito se iban resolviendo, desterradas las fiebres que le habían hecho perder las corridas de Bilbao y San Sebastián, se preparaba para la corrida del día 8 en Murcia. Saleri, seguía cosechando triunfos a finales del mes de agosto por las corridas que pasaba y Fortuna, se recuperaba de sus lesiones, volviendo con éxito a las lides taurinas45. El 4 de septiembre, Pica Pica, redactor del Diario El Tiempo, visitaba los corrales de la mano de Benito, encargado de ellos. Muchísimos eran los aficionados que ocupaban todas las alturas de pasillos y galerías contemplando los seis toros enviados por don Vicente Martínez “con todo género de garantías y con la absoluta seguridad que han de mantener con brillantez el pabellón de la vacada”. La afición, tal y como se indicaba en la crónica, salían satisfechos de los corrales, aplaudiendo la elección de los toros46. Llegaba el día 8, el día esperado por los aficionados, con una entrada bastante buena, el calor fue uno de los protagonistas de la jornada, “la plaza estaba, como vulgarmente se dice, que daba un trueno47”. Presidió la corrida el señor Saavedra, asesorado por el señor Palazón, y a la hora anunciada, las cuatro y media de la tarde, se hizo el desfile “protestando el público porque faltaba Fortuna que llego un poco más tarde”. El primero de la tarde era berrendo en negro, armado y de bonita presencia, el segundo, de color negro, falto de bravura y voluntad, el tercero se caracterizó por abertura en defensa, cornalón de color negro, falto de bravura, achuchando y volviendo a veles la cara. El cuarto, de color negro, salía con fuerza, siendo recibido por Joselito, el quinto “abierto de cuernas y con bastantes píes” es recibido por Saleri con unas verónicas, para acabar la tarde con el sexto de color negro y muy desarrollado de cuerna.

[1919] Para los días 7 y 8 de septiembre de 191948 se iban a celebrar las dos corridas de Feria. La primera de ellas con seis toros de la ganadería de don Antonio Flores, antes Duque de Braganza para los matadores Joselito, Belmonte y Camará. Para el día 8, se anunciaban seis toros de la afamada ganadería de Samuel Hermanos, Dehesa de Alarcones para los mismos matadores. Las dos corridas a las cinco de la tarde. La empresa recibía un telegrama el 1 de septiembre49 en el que se anunciaba el traslado de los toros hacía Murcia, todos ellos de excelente nota. Número 1. <<Necetillo>>, jabonero. Número 5. <<Pimpollito>>, jabonero. Número 18. <<Corralero>>, negro entrepelado. Número 57. <<Calectero>>, negro. Número 78. <<Segundo>>, negro. Número 58. <<Montenegro>>, castaño jirón.

Las corridas de Feria. El Tiempo. 31 de agosto de 1918, p. 1. Los toros del domingo. 5 de septiembre de 1918, p. 1. 47 La corrida de ayer. El Tiempo. 9 de septiembre de 1918, p. 1. 48 El Liberal, 27 de agosto de 1919, p. 3. 49 Las corridas de feria. El Tiempo. 1 de septiembre de 1919, p. 1. 45

La novillada de feria. El Liberal. 17 de septiembre de 1917, p. 2. 43 27 de agosto de 1918, p. 3. 44 Toros y toreros. 30 de agosto de 1918, p. 2. 42

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“la plaza va a tener gente hasta en los tejados50”, de esta forma anunciaban en la prensa local el esperado éxito con la contratación de los matadores de toros y la elección de ganadería. A primeros de mes, los toros ya estaban en los corrales, y se oían entre los aficionados lamentaciones por no tener localidad y sin posibilidad de encontrarla “en pocos días, cosa que jamás ha ocurrido, se han terminado totalmente las barreras de primera y segunda fila”. Tanto para el día 7, como para el día de la festividad de la Virgen, el precio de las entradas era el mismo, caballeros y señores a cinto pesetas, y para niños y militares sin graduación, tres pesetas. Era de esperar que ocurriera, en la primera corrida de Feria, la plaza estaba repleta de aficionados “no hacemos cálculos porque no hay posibilidad de acertar nunca; pero millar arriba o abajo, la entrada era para ganar”. Salía el primero, vestido de negro, grande, con muchas arrobas y cabeza bien puesta es recibido por Joselito a través de una secuencia de verónicas obteniendo tras una interesante faena, ovación, oreja, rabo y vuelta al ruedo. El segundo de la tarde, Jabonero oscuro, de muchos píes y con la cabeza bastante fea, un aspecto solamente de vaca. Tras unas verónicas, no muy limpias, el torero se encontró con un bicho bastante difícil. La faena acaba con muchos aplausos con vuelta al ruedo. El tercero, Jabonero sucio, también era feo en cabeza. Camará mostro unas verónicas bastante movidas recibiendo ovación y oreja. El cuarto toro, negro de arrobas y de buen tipo mato a un caballo. Ovación, oreja y vuelta al ruedo con salida a los medios para recibir numerosos aplausos, fue el resultado obtenido tras la faena de Joselito. El quinto toro, negro y abundado en carnes salía al ruedo, quedando en el coso aún algunos aplausos de la anterior faena. Camarero dejaba medio muerto al toro de un puyazo. El último de la tarde, gordo, colorao, con bragas y una barbaridad de píes, Camará hizo su faena por bajo y en tablas51. La segunda de Feria comenzaba a las cinco en punto de la tarde con un lleno, los toros de Samuel Hermanos, fueron buenos Las corridas de feria. El Tiempo. 4 de septiembre de 1919, p. 1. Los toros. La primera de feria. El Tiempo. 8 de septiembre de 1919, p. 1. 50 51

en general, con mucho poder y bravura el segundo y el cuarto, el cual por el excesivo castigo, llego a la muerte, aplomado, los restantes cumplieron bien, aunque el último no fue bueno del todo. Joselito, toreó de capa muy superiormente, galleó a su segundo muy bien, y como banderillero suave, valiente y artista. Con la muleta realizaba dos buenas faenas “valiente y bonita la primera e inteligentísima la segunda52”. Belmonte dio a su primero cuatro grandes verónicas, con la muleta hizo una hermosa faena, dando pases sobresaliente, uno de pecho y otro natural. El quinto también trabajó muy valiente. Camará fue el más desgraciado en los lotes de toros, tanto en la primera como en la segunda de Feria. No hizo mal papel, toreando de capa y con la muleta trabajó inteligente y valiente. Por último para el domingo 14 de septiembre53 se anunciaba una novillada con los seis novillos-toros de la ganadería de D. Agustín Flores, de Peñascosa (Albacete), con divisa azul y encarnada, procedentes del cruce de Santa Coloma. Los matadores para ese año fueron Valencia, La-Rosa y Jardinero, todos ellos acompañados de sus correspondientes cuadrillas. La novillada anunciada para las cinco en punto, tenía un coste de 2’50 pesetas para caballero, y 1’50 para señoras, niños y militares sin graduación. En la crónica realizada por los corresponsales al día siguiente a la corrida, destaca el párrafo dedicado a los malos olores que en la plaza se apreciaban. La plaza “olía que apestaba debido a haber dejado sin limpiar la sangre en el ruedo las corridas anteriores”. En la novillada de ese año, los toros no llegaron a cumplir las expectativas, un par de ellos fueron aceptables, los demás fueron considerados como malos.

[1920] Para el 7 de septiembre se anunciaban los toros de Murube para Belmonte, Fortuna y Sánchez Megías. Para el 8, los toros de Parladé para Gallo, Belmonte y Sánchez Megías. Una corrida la de 1920 la cual iban destinados sus beneficios para la Casa de la Misericordia. La noche del 1 de septiembre llegaban a la ciudad de Murcia los toros de las dos ganaderías, Murube y Parladé, teniendo previsto por parte de la organización el desencajonamiento para el día 2 por la mañana, al cual para su contemplación era necesario dis-

Liberal de murcia de 1920

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52 Toros. La segunda de feria. El Liberal. 9 de septiembre de 1919, p. 1. 53 El Tiempo. 9 de septiembre de 1919, p. 3.


poner de invitación54 “a fin de evitar algún contratiempo muy frecuente en estas operaciones”. De igual forma, la empresa de la plaza de toros ponía en conocimiento a los aficionados la venta de localidades con asiento de burladeros (entrebarreras) a 25 pesetas uno. Pedro Jara Carrillo, escribía en 1920 una sentida crónica en el Diario El Liberal55 bajo el título la feria triste, en ella mostraba el descontento por los vecinos de Murcia con la situación que Murcia vivía en relación al pan, consecuencia directa en el sentir de los habitantes de Murcia “no hay faroles en las calles, ni mujeres en los paseos, ni alegría en ninguna parte”. Los murcianos se quejaban de la escasa calidad que se daba en Murcia esos días, falto de peso, agrio, crudo y cochinamente trabajado con gurullos de masa dentro de la miga. Murcia, mientras celebraba su feria anual, y se preparaban las corridas de toros para los días 7 y 8, a primeros de septiembre existía falta de pan para la población. Las colas de redoblaban, en algunas panaderías no se vendió ni un kilo de pan, en otros lugares el pan se revendía, pagándose a quince o veinte céntimos más caro de lo habitual. A primera vista56, los seis toros de Murube tenían mejor presencia que los toros de Parladé, en la tarde del desencajonamiento, las dos ganaderías agradecieron a todo el público su presencia. Los toros estaban muy bien armados, de pelo negro. Desde primera57 hora de la mañana, en Murcia había muy buena animación para presenciar la primera de Feria, con los seis toros de Murube. Los trenes procedentes de Alicante y Cartagena llegaron a la estación del Carmen repletos de público, aumentando el ambiente en las principales calles de la ciudad. La plaza de La Condomina ofrecía un hermoso aspecto, con palcos adornados con polícromos mantones de Manila. De igual forma, los diarios locales, entre los que se encontrada La Verdad, felicitaban en sus crónicas58 al señor Lorencio, por la nueva distribución de la plaza en tendidos de sol y sombra “pues a peonar de ser la primeva vez, el público entró en sus respectivas localidades con perfecto orden”. Ese mismo año, la prensa se veía beneficiada por la instalación de unos balconcillos preferentes en donde pudieron ejercer mejor su labor periodística. A la plaza acudió gente, pero no la que se esperaba ya que era día laborable. <<Maridito>>, <<Incediso>>, <<Farruco>>, <<Nazareno>>, <<Monigero>> fueron los toros de aquella primera corrida, el sexto de la tarde, según las crónicas no aparece su denominación. En la segunda corrida de Feria tuvieron lugar varios acontecimientos relacionados con la historia del toreo. 54 Las corridas de Feria. Llegada de los toros. El Liberal. 2 de septiembre de 1920, p. 1. 55 Jara Carrillo, P.: La feria triste. El liberal. 3 de septiembre de 1920, p. 1. 56 Cosas de la Feria. El Liberal. 3 de septiembre de 1920, p. 1. 57 Toros en Murcia. 8 de septiembre de 1920, p. 1. 58 Las corridas de Feria. La Verdad. 8 de septiembre de 1920, p. 3.

Machaquito, acudía a presenciar la corrida en el tendido 5, justo frente al lugar en el que fue corneado el malogrado <Perete>> por el toro <<Estudiante>> de la ganadería de Perladé hacía 1910. La tarde del 8 salía al ruedo los toros de aquella vacada, y para colmo, tal y como indicaba el redactor de El Liberal “el toro <<Receloso>>, que correrá ahora en cuarto lugar, es hermano del <<Estudiante>> que llevó al sepulcro a un torero”. La plaza estaba rebosante de aficionados, una buena tarde aquella para la empresa, los clarines comenzaron a sonar, el portón se abría: Ya salen las cuadrillas de los toreros; de los toreros Gallo y Belmonte, que con Megías son los tres capitanes de las cuadrillas. Al iniciarse el paseo de las cuadrillas, la arena solamente fue atravesada en un primer momento por los matadores, las cuadrillas no salieron, en ese momento el público escandalizado aclamaba su presencia. De repente salieron “un montón de toreros que desordenadamente” se dirigieron a la puerta de la presidencia recibiendo silbidos, y protestas. Los toros de la segunda corrida fueron, <<Gaspinegro>>, de pelo negro y cuerna bien puesta; <<Carpintero>>, negro y bien armado; <<Tonelero>>, negro astifino; <<Receloso>> hermano del histórico <<Estudiante>> de pelo negro y corniabierto; <<Carbonero>>, cornicorto y algo apretado y el sexto <<Almegito>>, negro, y cornicorto de cuerna.

Durante la lidia del sexto toro el diestro Juan Belmonte59 paso a la enfermería para curarle una herida en la falange del dedo índice de la mano izquierda. Los doctores Gallego y Abellán, a requerimientos del trianero que sufría un intenso dolos en la muñeca derecha, le reconocieron detenidamente la zona con dolor, poniéndose de acuerdos los dos facultativos en una parada torera de Belmonte debido a “una distensión ligamentosa en la muñeca”.

[1921] En la plaza de Toros de Murcia para los días 7, 8, 9 y 11 de septiembre60 se anunciaban grandiosas corridas de toros con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impedía. Para el 7, estaba previsto la lidia de seis toros de la renombrada ganadería de don José Luís y don Felipe de Pablo Romero, vecino de Sevilla, con divisa celeste y blanca, por los renombrados diestros Fortuna, Sánchez 59 Belmonte no torea. El Liberal. 9 de septiembre de 1920, p. 2. 60 Cartel de las corridas de toros de 1921. La Verdad. 25 de agosto de 1921, p. 2.

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Megías y Granero. Para el día 8, festividad de la Virgen de los Remedios, se presentaban seis toros de la acreditada ganadería de doña Carmen de Federico, antes MURUBE, vecino de Sevilla, con divisa encarnada y negra por los valientes diestros Gallo, Larita y Sánchez Megías. De igual forma para la tercera, el día 9 de septiembre, estaba previsto un espectáculo sensacional con la lidia de seis toros de la ganadería Campos Varela, con divisa blanca, celeste y rosa para el colosal matador de toros Ignacio Sánchez Megías. Por último, el día 11, festividad de la Virgen de la Fuensanta, los diestros Larita, Fortuna y La Rosa, torearían, según información proporcionada por los carteles publicados en la prensa local, seis magníficos ejemplares de don José Pereira Palha, vecino de Portugal, con divisa azul y blanca. Para ese año61, durante la corridas estaba previsto realizar tres regalos entre los asistentes. 1º un magnifico par de novillas pura raza castellana. 2º setecientas cincuenta pesetas en monedas de oro y 3º quinientas en un billete del Banco de España. Diez y ocho toros eran desencajonados durante la tarde del 3 de septiembre en el circo taurino de Murcia procedentes de las ganaderías de Murube, Pablo Romero y Campos Varela. En realidad el acontecimiento estaba anunciados día previos para ser realizado por la mañana, pero “dificultades surgidas en el transporte de la estación a la plaza” impidieron realizarlo. En primer lugar salían los de Pablo Romero, siendo acogidos con aplausos por los aficionados que presenciaban el tradicional acto de toros los años. En segundo lugar le toco el turno al ganado de Campos Varela, siendo los de Murube los últimos. La plaza de toros de Murcia, solamente tenía patios para alojar a tres corridas, es por ello que los toros de Palhas estaban previsto que llegarán unos días después, tras la primera corrida, y así ocupar estos el patio libre62. Difícil era transitar en la mañana del 7 de septiembre63 por las calles Trapería y Platería, ya que los cientos de aficionados llegados en tren y de la huerta, llenaban las principales calles de la ciudad. Una incertidumbre reinaba para esta primera corrida de feria, el periodista del Diario El Tiempo se preguntaba en su artículo ¿se puede saber quien torea?, hasta la hora del mediodía, el publico ignoraba quienes iban a ser los toreros que El Liberal. 31 de agosto de 1921, p. 3. Las corridas de feria. El Tiempo. 4 de septiembre de 1921, p. 2. 63 Las corridas de feria. El Tiempo. 8 de septiembre de 1921, p. 1.

Cartel de septiembre de 1921

actuarían en la corrida de la tarde. Nadie sabía si Granero, cogido por un toro, y Sánchez Megías, se encontraban en Murcia. El propio redactor del Diario, en su crónica redactaba que acudió a la plaza “a ver lo que pasaba”. A las cuatro salía el alguacilillo solicitando la llave, dirigiéndose a su correspondiente lugar de presidencia de las cuadrillas. A los diez minutos de reloj, las cuadrillas seguían sin salir, algunos aficionados comenzaron a protestar, fue tras la impaciencia de algunos aficionados las que hicieron salir a las cuadrillas de Fortuna y Granero, llegando a ser más grande el escándalo ya que la gente se arrojaba al ruedo “con ánimo de impedir que se efectuase la fiesta”, en vista de no aparecer Sánchez Megías. Todas las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir debido al revuelo montado en el ruedo. Por fin, entre una inmensa ovación, aparecía el diestro en la plaza, por un retraso del tren. Aquella tarde el héroe de la corrida sin duda alguna fue Granero64 por sus verónicas elegantes, suavidad

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64 Durante la lidia del tercer toro ingreso en la enfermería siendo curado de una herida contusa de pronóstico leve en la región costal derecha, lesión que no le impidió continuar la lidia. La herida de Granero. El Tiempo. 8 de septiembre de 1921, p. 1.


en el movimiento de brazos, valentía serena, y por “la manera de mover la mano izquierda en las faenas de muleta”. Para el 8, se celebro la segunda de Feria con seis toros de Murube para Gallo, Larita y Sánchez Megías. Con una entrada mejor que la del día 7, los aficionados se agolpaban en mayor número en el tendido de sol que en el de sombra. En palabras de Malmira, redactor del Diario El Tiempo65, “la corrida que presenciamos ayer fue casi completa, hubo interés, emoción, amenidad, valentía”, en definitiva todo lo necesario para disfrutar de una buena corrida. uno de los grandes vencedores de la tarde fue El Gallo, entre los aficionados se comentaba que el torero no iba a tener una tarde de triunfo tan colosal como la del 8 de septiembre. Curioso fue el gesto de los toreros, tras el tercer toro, los maestro del capote realizaron una colecta para los soldados heridos en África, recogiendo calderilla y plata, los toreros, en la recolecta fueron ayudados por los artilleros. El ganado de Muruve en general fue bueno y bien presentado. Para la corrida de toros del 11 de septiembre, se esperaba buena entrada, debido a la bajada de precios. La prensa local alababa la labor de la Empresa por las corridas que para el presente año había organizado66. Las crónicas de la última corrida de feria indicaban el lamentable estado del espectáculo. Los toros hicieron honor a la fama de que venían precedidos, pues demostraron ser “unos perfectos bueyancones, traicioneros y criminales”. Fortuna se deshizo de su primero de dos sablazos entrando de cualquier manera. En su segundo, tampoco pudo hacer nada “seguramente por ser el toro más cuidado de toda la corrida”. Salió sembrado el pánico entre los piqueros, el presidente cambió la suerte antes de tiempo propiciando una bronca entre los aficionados. El público indignado se levanto de los asientos y se encaró a la presidencia protestando enérgicamente, el toro paso a manos de Fortuna67 “pesimamente lidiado. El muchacho hizo lo que pudo, pero como pudo tampoco, pues resultó un verdadero desastre”.

Las corridas de Feria. 9 de septiembre de 1921, p. 1. La corrida de esta tarde. 11 de septiembre de 1921, p. 5. 67 La última de Feria. 13 de septiembre de 1921, p. 1. 65 66

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La corrida de la prensa y Juan Belmonte Andrés Salas

Pues señor, en este año que está transcurriendo se ha cumplido ya el siglo de la primera corrida que la Asociación de la Prensa murciana organizó. Lo que os voy a contar, es el recuerdo de lo que, a mí, me contaba mi padre espectador de aquel acontecimiento. Los periodistas de Murcia echaron la casa por la ventana en aquel 15 de abril de 1914. Nada más y nada menos que la presentación, en nuestra ciudad, de Juan Belmonte, el revolucionario del toreo, el hombre que, enseguida, se convirtió en un mito. El que trajo e impuso en el toreo lo de “Parar, templar y mandar”

El trianero, que había fracasado estrepitosamente en su debut de Sevilla en 1912, se refugió en Valencia recomenzando allí su carrera y muy lejos de su ciudad natal.Y ocurrió que, actuando de sobresaliente en una becerrada nocturna, en el coso de la calle Xátiva de la ciudad del Turia hizo un quite tan asombroso que, los valencianos, se llevaron las manos a la cabeza ante aquella forma de interpretar el toreo total y completamente distinta a lo que estaba en uso.

Trajo e impuso en el toreo lo de Parar, templar y mandar Frente a aquel toreo sobre las piernas, de poder a poder, Belmonte empezó a imponer un toreo de quietud de pies y juego de brazos que eran los que dirigían la trayectoria del toro. Por tanto, Valencia, fue la primera que lo descubrió y tal fue el eco de aquellos lances que, Sevilla, lo reclamó inmediatamente. Y ahí empezó todo hasta desembocar en la alternativa en octubre de 1913 en la vieja Plaza de Madrid. Cartel de lujo: Machaquito de padrino y Rafael el Gallo de testigo. El refrán no falló en esta ocasión así que a la expectación que levantó el acontecimiento le sucedió una decepción tremenda pues, ese día, saltaron al ruedo once toros al ser devueltos a los corrales cinco de ellos. Por unos y por otros defectos los otros. Esto mismo ocurrió una tarde en el último San Isidro como verán, por tanto, no hay nada nuevo bajo el sol. Aquel invierno, Belmonte, hizo temporada en México donde continuó desarrollando su tauromaquia y asombrando a aquellos públicos. Así que, cuando regresó a España, su fama había aumentado y por tanto la expectación por verle. De ahí que fuera un gran acierto, aunque supongo que un enorme esfuerzo, el que hicieron los periodistas murcianos para contratarle en aquella primera corrida de la prensa que se daba en nuestra ciudad.

Retrato de Belmonte

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Los carteles anunciaban aquel 15 de abril ocho toros del Duque de Veragua para Cocherito de Bilbao, Paco Madrid. Francisco Posada y Juan Belmonte.


Evidentemente, el trianero, era el único y gran atractivo del cartel puesto que los otros tres diestros eran toreros de mucho oficio pero de segunda fila. Por eso y de ahí la inquietud de los periodistas organizadores ante la posibilidad de que, Juan Belmonte, sufriera algún percance que le impidiera estar en Murcia. Hay que tener en cuenta que, en esos momentos, no había perfeccionado su toreo y las cogidas que sufría eran frecuentes. Dos actuaciones importantes tenía el diestro antes de llegar a Murcia. Una en Sevilla, el día 12 de abril, Domingo de Resurrección y la otra al día siguiente, lunes de Pascua y día 13, en Madrid. Las noches de aquellos días, en la puerta de los periódicos del momento (La Verdad y el Liberal) se ponía una gran pizarra en la que se decía: “Belmonte ha toreado hoy en Sevilla. Ha salido ileso” y al otro día “Belmonte ha toreado hoy en Madrid y ha salido ileso. Mañana llegará a Murcia en el expreso de Madrid¨ Aquella noticia de la llegada del diestro de Triana a Murcia causó la alegría general e inmediatamente la Banda de Música de la Misericordia recorrió la ciudad anunciando la buena nueva al compás de alegres pasodobles. Es de suponer, e imaginar, la expectación a la hora de hacer el paseíllo pero... ¡Oh dolor! en su primer toro fue cogido, aunque de poca importancia desde luego, pero en aquella ocasión el fenómeno que tantas ilusiones había despertado en Murcia quedó inédito para el público que llenaba los tendidos de la plaza de la Condomina.

Cuando lo vieron descender del tren, apoyado en el hombro de un amigo, casi sin poder andar el estupor, entonces, fue enorme. ¿Pero este hombre va a matar esta tarde dos torazos de Miura?..... y en aquel ambiente de inquietud hicieron el paseíllo en la Maestranza: Gaona, Joselito y Belmonte.

Se iban a encontrar, por primera vez en la Maestranza, Joselito y Belmonte Casi sin facultades, Juan, está asombroso. Tanto que, en un adorno, hace lo que nadie había hecho hasta la fecha jamás a un toro de D.Eduardo Miura. Belmonte, de rodillas, acarició un cuerno desde la punta hasta la mazorca. Cuando, al término de la corrida, el mayoral se acercó al domicilio de don Eduardo Miura, en la Plaza de la Encarnación, a darle cuenta de juego de los toros (los Miuras en aquellos días no iban a ver lidiar sus toros a las plazas) el ganadero no se podía creer lo que le estaba contando su hombre de confianza “Pero..¿Habrá sido solo la punta nooo? le preguntó el ganadero al mayoral y éste le dijo: “No señorito, por la mazorca” Dicen que el legendario ganadero se quedó abatido y triste. Sus toros habían sido vencidos por un hombre sin facultades. Y desde aquel día, en adelante, Juan Belmonte, fue culminando la revolución de su toreo. De ese toreo que sigue bebiendo en sus fuentes.

Pero este percance dio lugar a una de sus hazañas más sonadas en el universo belmontino. El 18 de abril, tres días después de la Corrida de la Prensa de Murcia, empezaba la Feria de Abril de Sevilla y en ella se iban a encontrar, por vez primera en la Maestranza, Joselito y Belmonte. Desilusión general al conocerse el percance de Murcia. Transcurren las tres primeras corridas sin el trianero pero, en el transcurso de la corrida del día 20, empieza a correr por los tendidos la noticia de que Juan, al día siguiente 21, precisamente en la corrida de los Miuras, va a torear en Sevilla. Ver para creer. Los aficionados se van, a la mañana siguiente, la de la corrida, a la estación de la Plaza de Armas a esperar a su ídolo que llegaba en el Correo de Madrid.

Belmonte entrando a matar

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1914, El año de oro de las revistas taurinas Jose Luís Ramón

En 1914 soplaban nuevos vientos en el toreo. Las retiradas al finalizar la temporada anterior de Bombita y Machaquito, unido a la consolidación en 1913 de Gallito como figura del toreo, y a la fulgurante llegada de Juan Belmonte, que tomó la alternativa en el octubre último, además de a la presencia en las ferias de un grupo sólido de buenos toreros que se complementaban con las figuras, permitió que el toreo viviera una momento de absoluto esplendor.

El Toreo

En ese exacto momento, Belmonte y Gallito revolucionaron el arte de torear, indagando sobre las distancias y los terrenos, sobre las alturas y la ligazón, sobre la colocación del torero y también sobre la forma de embestir de los toros.

9 agosto 1915-Joselito

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Como es lógico, los aficionados siguieron con pasión esta evolución histórica de la Fiesta. Y pronto comprendieron que algo nuevo estaba sucediendo ante sus ojos. Esa afición apasionada se concretó en la demanda de información taurina escrita, único medio entonces de seguir el desarrollo de la temporada y las evoluciones de sus nuevos ídolos. Hubo demanda de prensa generalista con secciones taurinas, y sobre


todo la hubo de revistas especializadas, que en aquellos años vivieron una auténtica época dorada. Los semanarios, editados en muchas ciudades españolas, tomaron partido por uno u otro torero, al tiempo que dejaron constancia de cómo con la llegada de los nuevos espadas se modificaron los conceptos. En ese momento histórico tuvo lugar una definitiva transformación en los cánones del toreo, de manera que es a partir de esos años cuando puede afirmarse que nace el toreo moderno.

Los aficionados comprendieron que algo nuevo estaba sucediendo ante sus ojos Y la prensa supo estar a la altura de un momento crucial en la historia de la Tauromaquia. Primero contando lo que sucedía en los ruedos; después, confeccionado los carteles de las Corridas de la Prensa, que tuvieron –y aún tienen– una doble función:

La Lidia (Madrid. 1914)

la de servir de fuente de ingresos económicos a las Asociaciones de la Prensa y la de crear carteles que suponían auténticos acontecimientos en la temporada; por último, con la aparición de numerosos semanarios especializados, muchos de ellos de vida efímera, que al poco de nacer morían y eran sustituidos por otras cabeceras que pronto corrían la misma suerte.

La prensa supo estar a la altura de un momento crucial en la historia de la Tauromaquia El toro negro

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Por poner un ejemplo, que probablemente sirvió de modelo a la Corrida de la Prensa de Murcia, su homónima de Madrid, pionera entre las de su género, nació en 1900, y catorce años después la torearon Vicente Pastor, El Gallo, Gallito y Juan Belmonte. Ese

temporada. Ese año casualmente no hubo ninguna en activo en Murcia, aunque en 1911 se había fundado Ovación y oreja; en 1912 nació El resumen; en 1913 apareció El golletazo; y en 1919 se editaría Afición taurina. Con anterioridad, en 1895 se había lanzado Murcia Taurina; en 1895 había visto la luz El Taurino, y en 1896 llegó La corrida. De Cartagena fueron El trueno (1883), El estuche (1895), El cuerno (1897), además de Y de los toros… qué? (1897). A todo esto, en diferentes años, hay que sumarle los anuarios (de la Asociación de la Prensa y del Club Taurino, fundamentalmente) y los periódicos diarios de información general. A una época dorada del toreo le correspondió una época no menos dorada del periodismo taurino. No obstante, hay que hacer notar que en este sentido el año de 1914 no fue diferente a 1913 o 1915 (o a los anteriores y posteriores), años de auténtico auge de las revistas taurinas. Resulta imposible una catalogación definitiva de publicaciones taurómacas, que no está hecha todavía por los estudiosos del tema, aunque sí es posible presentar al lector actual una seria aproximación, lo más exhaustiva que las diversas fuentes documentales han permitido

Revista taurina sangre y arena

mismo año 1914, en la primera que se celebraba organizada por los periodistas murcianos torearon Cocherito de Bilbao, Paco Madrid, Francisco Posada y Juan Belmonte, que lidiaron ocho toros de Veragua. Un cartel de relumbrón para un acontecimiento importantísimo en la ciudad. En 1914 había en España nada menos que veinticinco revistas taurinas, la mayoría de periodicidad semanal, sin contar los anuarios y libros estadísticos que llegaban a las librerías una vez finalizada la

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Sol y sombra


The kon leche. 1914

Resulta imposible una catalogación definitiva de publicaciones taurómacas De las veinticinco revistas catalogadas y en funcionamiento en 1914, cinco tuvieron muchas más importancia que las demás: El Toreo, Sol y Sombra, La Lidia, Palmas y Pitos y The Kon Leche, todas ellas editadas en Madrid, y que, al menos las cuatro primeras, se encuentran entre las publicaciones más clásicas e importante, tanto de ese periodo como de la historia del periodismo taurino.

La Lidia tuvo varios periodos, siendo la editada entre 1882 y 1900 la mejor y más importante, por la nómina de escritores y dibujantes. Entre sus secciones más importantes destacaban las famosas litografías de Daniel Perea. Sol y Sombra fue una de las grandes revistas del periodismo taurino mundial. Y una de las principales que vieron la luz en el siglo XIX, tan prolífico en este aspecto. El número 1 apareció en Madrid el 22 de abril de 1897, y el último, el número 1480, en el año 1948, si bien durante este medio siglo hubo dos largas interrupciones. El Toreo es, entre las españolas, la revista de más larga duración en activo con un mismo título: el número 1 se vendió el 6 de abril de 1874 y se mantuvo vigente hasta 1927, cuando el 20 de agosto apareció el número 2.903 y último. La revista Palmas y Pitos fue una de las mejores publicaciones taurinas de todos los tiempos. Durante los tres años que estuvo en activo (entre 1913 y 1915) compitió con las más importantes de su época, igualándolas en muchos aspectos, superándolas en otros y, lo que es más relevante, marcando nuevos caminos a la prensa taurina seriada. Hay subtítulos de publicaciones que lo dicen todo sobre sus intenciones, y el del semanario The Kon Leche no podía ser más explícito: “Sinceridad, imparcialidad y poca amistad con los toreros”. El número 1 llegó a los puntos de venta el 7 de abril de 1912, y finalizó su andadura el 14 de agosto de 1916, tras lanzar el número 228. También en Madrid, entre 1911 y 1915 estuvo en activo El Arte Taurino, la revista taurina ilustrada más importante de su momento. Otras publicaciones madrileñas fueron El Descabello, que se editó entre 1912 y 1914; El eco taurino, importante semanario que abarcó los años 1910 y 1935, con una segunda época en 1946; El Fenómeno, subtitulado “Primer espada del periodismo”, y que sólo vio la luz en 1914; El paso-atrás, revista de toros, teatros y espectáculos, publicada entre 1912 y 1914, y de distribución gratuita; y Sangre y arena, semanario que se fundó en 1913 y cerró en 1915, al llegar al número 89. Guardando relación directa con la cantidad de toros que se celebraban en sus tres plazas, Barcelona fue una ciudad también muy activa en cuanto a las publicaciones taurinas. En 1914 se publicaban Blanco y verde, La crónica, El toro negro y La reseña. De Valencia, una ciudad con gran tradición, son El toreo verdad, La puntilla, El Choto y El toro. Dos revistas se publicaron en Santander: el quincenal El hule, activo en 1914 y 1915, y Palitroques, que se editó entre 1911 y 1918. De Málaga es la Fiesta Nacional, revista activa entre 1912 y 1921; finalmente, de Bilbao son Cúchares y El Tío Cañí.

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Parte de la historia taurina de Cartagena 1914-2014 Paco Vera Pte. Foro Cultural Taurino de Cartagena

Corría un 9 de agosto de 1914, hace ahora justo cien años, cuando la tragedia se cernió sobre la ciudad departamental en el Coso de la Calle de Ángel. El Torero Fermín Muñoz “Corchaito” que formaba cartel con “Lagartijillo” y “Celita” y el toro de nombre “Distinguido” de la ganadería de Félix Gómez. El astado le arrebató la vida al joven de 33 años, torero de valor, entrega y sabedor de lo que era sufrir la incomprensión de quienes entonces manejaban el tema de apoderamientos con lo que le suponía torear verdaderas “alimañas” para poder mantener a su familia. En sus orígenes, con 18 años, formó parte de la cuadrilla de “Chicuelo” y, siendo novillero, toreó con “Cocherito de Bilbao” y “Manzanito” en Madrid, creo que fue hacia 1903. En Septiembre de 1907, tomó la alternativa en Madrid con toros de Murube, de padrino Vicente Pas-

Corchaito en el ruedo

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tor y testigo nada menos que Rafael “El Gallo”. Antes de 1914, sufrió varias cornadas muy graves, pues era un torero muy valiente y exponía mucho. Ese fatídico día en nuestra Cartagena se hizo la tragedia y ante una estocada defectuosa, en lugar de ser apuntillado el astado, el torero quiso levantarlo para volver a entrar a matar con tan mala fortuna que “Distinguido” le espetó una certera cornada que le rompió el corazón. Como curiosidad les puedo decir que ha sido el único torero que ha muerto en la Plaza de Toros de Cartagena y fue amortajado, rezado y despedido en la misma enfermería de la plaza antes de partir con destino a Córdoba, su ciudad natal. El reportaje que impulsó como fotógrafo importante a D. José Casaú fue sin duda el de la tragedia del torero “Corchaito”, fotos que estuvieron expuestas en los escaparates de Fotos Casaú en la calle


Cocherito de Bilbao, Regaterín y Manolete

Mayor de Cartagena. Algunas parejas de toreros muy famosos que pasaron por Cartagena y que calentaban los carteles, eran esperadas por los aficionados cartageneros por los piques que entonces se daban en el ruedo (piques que desgraciadamente han pasado a ser historia) Lagartijo y Frascuelo, Espartero y Guerrita, Fuentes y Algabeño, Bombita y Machaquito, Joselito y Belmente, entre otros.

Algunas parejas de toreros muy famosos eran esperadas por los aficionados por los piques que se daban en el ruedo En 1914, hace exactamente 100 años, se inauguró la plaza de toros Monumental de Barcelona, con el nombre de Plaza de “El Sport”, ahora cerrada por motivos políticos en connivencia con unos empresarios malos aficionados a los toros y muy aficionados al dinero, aun faltando unos meses para cumplir los 100 años de historia. El cartel de inauguración fue.- Vicente Pastor, Manolo Bienvenida y Torquito, con reses de Veragua. En ese mismo año de 1914 mata 6 toros en esa plaza el torero “Celita”. Otra efeméride importante es que la primera vez que torearon juntos en Madrid Joselito y Belmonte fue el 2 de Mayo de 1.914. Que disfruten Vds. de la fiesta de los toros en Murcia 2014

Cuadro de Elias Ros

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La corrida de toros de la asociación de la prensa de murcia en 1914 Tomás García Martínez

Mujeres, flores, Abril, canciones de primavera, Murcia mística y torera abre a España su pensil1. Despertar el entusiasmo entre los aficionados al toro era uno de los fines que pretendía la Asociación de la Prensa de Murcia con la preparación y gestión de la corrida a celebrar el 15 de abril de 1914. La prensa murciana publicaba el 1 de febrero de 1914 una de la primeras noticias relativas al mencionado festejo, denominada como “una de las más grandes que se han presentado en esta población2”, y así debería de ser, ya que durante varios meses, los organizadores no cesaron en el trabajo y en la gestión del evento, intentando armonizar fechas para traer a la plaza de la Condomina los mejores diestros del momento: “en estos momentos se están ultimando los contratos de los toreros y muy pronto podremos dar noticias

definitivas de esa corrida que ha de despertar verdadero entusiasmo entre los aficionados de Muria y la región3”. El Diario El Liberal, publicaba en primera página un 2 de febrero de 19144, una noticia relacionada con la visita que, algunos componentes de la junta directiva de la Asociación de la Prensa, realizaban ante la crítica situación por la que pasaban los preparativos de las fiestas de Murcia en 1914. En la tarde del 8 de febrero5, en el despacho de la Alcaldía, se reunían los presidentes designados para las organización de los festejos de Abril, el alcalde señor Albadalejo, varios concejales y representantes de la Prensa local, con el fin de tratar la complicada realidad en la que se hallaba la organización de las fiestas de aquel año. “El alcalde hizo uso de la palabra manifestando su complacencia porque los presidentes que habían dimitido, a requerimientos suyos y del señor Tornel en nombre de la Asociación de la Prensa, hubieran La corrida de Abril. El Tiempo. 1 de febrero de 1914, p. 3. El Liberal. 2 de febrero de 1914, p. 1. 5 Las fiestas de Abril. La reunión de ayer. El Liberal. 9 de febrero de 1914, p. 1. 3 4

1 2

Las fiestas de Abril. El Liberal. 2 de febrero de 1914, p. 1. La corrida de Abril. El Tiempo. 1 de febrero de 1914, p. 3.

Cartel de 8 y 13 de septiembre de 1914

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retirado las dimisiones expresando a todos su agradecimiento en nombre de la población, que habría sido la única perjudicada si los encargados de hacer sus fiestas este año”. Entre los puntos del día acordados, se trató principalmente el acoplamiento de las fiestas en el programa, acordándose de aplazar la resolución definitiva hasta que quedara ultimada la corrida de toros, que corría a cargo de la Asociación de la Prensa. Las primeras noticias relacionadas con el cartel comienzan a ser reflejadas en la prensa en torno al 17 de febrero de 19146, el Diario El Tiempo, se hacía eco de ello anunciando la lidia de 6 todos del Duque de Veragua7, estocados por Cocherito de Bilbao, el matador Paco Madrid y Juan Belmonte. Entre las negociaciones realizadas por los organizadores, el Diario informaba a los lectores que “se está negociando con el gran torero Joselito para que pueda tomar parte en esta corrida”. A mitad del mes de marzo, El Liberal y El Tiempo informaban a sus lectores y aficionados al toro sobre la impresión de los cupones de la corrida para niños y señoras, “ya están impresos los cupones de señoras y niños, y se admiten pedidos para los expendedores que lo deseen8” disponiendo de La corrida de la Prensa. El Tiempo. 17 de febrero de 1914, p. 3. 7 Don Pedro de Alcántara y Colón de Larreategui, Duque de Veragua, lo primero que hizo al adquirir el ganado fue eliminar todas las reses procedentes del cruce con los toros de casta Jijona, volviendo a mantener el origen vazqueño. Para ello, contó con la colaboración y complicidad del mayoral Sebastián Minués, que sabedor del patrimonio genético vazqueño marcó personalmente a todas las crías y descendencia del cruce jijón con una hendida sólo conocida por él, esto facilitó al Duque una rápida estructuración de la vacada. A la muerte del XIII Duque de Veragua en 1866 le sucedió su hijo Don Cristóbal Colón de la Cerda, quien con el título de XIV Duque de Veragua continuó esmerándose en la labor de crianza y selección con grandes resultados y éxitos. De toda la familia fue el que más celo puso en el empeño ganadero.Tentaba los utreros de cuatro hierbas todos los años, mandando al matadero los menos bravos, haciendo lo mismo con las vacas cada cinco o seis años. A la muerte de este duque en 1910, le sucedió al frente de la ganadería su hijo Don Cristóbal Colón y Toledo, XV Duque de Veragua. Durante los 93 años que la ganadería perteneció a los duques de Veragua, logró alcanzar las máximas cotas de prestigio, tanto que a un billete de mil pesetas se le conocía como un «veragua», pues fueron los primeros ganaderos en cobrar cuatro mil reales por un toro. En: http://cultoro.com/ portal CULTORO. 27 de diciembre del 2013. 8 La Corrida de la Prensa. Los cupones. El Libe6

Cartel 15 de abril de 1914

una serie de condiciones, “cada seis cupones a 50 céntimos, tendrá opción a una entrada”. Una combinación que economizaba 25 céntimos por cada billete, ya que las medias entradas tenían un precio de 3,25 pesetas. Unos cupones los cuales tenían un punto de venta asignado en varios establecimientos de Murcia entre los que se encontraban el establecimiento de tejidos de los señores Martí y Pérez, en la calle del Príncipe Alfonso. Los Amigos, peluquería ubicada en la misma calle. Hermanos Izquierdo, bodega instalada en la calle Montijo. Imprenta de José Jiménez o los diferentes periódicos locales, El Tiempo, El Fomento o el Liberal. Una Comisión de periodistas viajaba a Madrid a finales del mes de marzo de 1914 para realizar las primeras gestiones y elegir los ocho toros veragüeños que debían correr en el circo murciano el 15 de abril del mencionado. La prensa en alusión al viaje comentaba en relación a los comisionados9 “no se han dormido en las pajas, pues tan pronto ha pisado el suelo madrileño ha comenzado a agitarse, y lo prueba el telefonema que desde la Corte nos transmiten nuestros compañeros”. Una de las grandes expectaciones de la corrida estaba centrada en la elección del ganado. El Diario El Tiempo ofrecía una exclusiva relacionada con los ocho toros elegidos para la fiesta de la prensa, información obtenida gracias a Jora y Reverte. Los compañeros de la Prensa, acompañados de Anselmo Lorencio y del duque de Veragua, apartaban para la corrida cuatro toros jaboneros descritos como “unos magníficos ejemplares10”. ¿Puede pedirse más?, de esta forma se cuestionaban los compañeros de la Prensa, ya que el duque de Veraguna solamente disponía de un número muy reducido de ral. 15 de marzo de 1914, p. 2. 9 La Corrida de la Prensa. El Liberal. 28 de marzo de 1914, p. 3. 10 La corrida de abril. El ganado. El Tiempo. 3 de abril de 1914, p. 1.

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el movimiento característico que precede a los grandes acontecimientos taurinos. En las principales calles de la ciudad, Traperia y Platería, era casi imposible dar un paso por ellas, dejándose ver y oír la Estudiantina, grupo de mujeres encargadas de cantar las tradicionales jotas de la tierra por las calles de la ciudad y bellos pasodobles, alegrando con sus notas a los murcianos. Los ocho toros de Veragua, iban a ser estoqueados por Cocherito de Bilbao12, Paco Madrid, Francisco Posada y Juanito Belmonte, ambos llegaron atestados de aficionados, arropados en todo momento, en las calles de la ciudad no se podía dar un paso en la hora del mediodía. Ya por la tarde, tras la comida, la afición se extendía por todas las calles de la ciudad “calculándose muchos miles de almas13”. La gente se agolpaba junto a las taquillas pugnando por conseguir la tan deseada entrada para poder presenciar la corrida organizada por la Asociación de la Prensa.

Nota venta de localidades

jaboneros, los cuales los iba administrando con “cuenta gotas para atender a todos”, y a Murcia venían cuatro. La hoja de ruta estaba bien marcada, el día 9 por la tarde estaba previsto encajonar los toros en el encerradero que el duque tenía en la estación de Getafe, el 10 de madrugada viaje en mercancías a la estación de Aranjuez, para viajar con el tren mixto de Cartagena, llegando a Murcia el Sábado de Gloria a las cinco de la mañana. La expectación por la corrida se iba creando día tras día a través de los artículos y reseñas que se hacían en los diarios de Cartagena, Lorca, Alicante,Valencia o Albacete, elogiando y animando a los aficionados a través de sus escritos. A la llegada de los toros a Murcia, poco a poco se fueron agolpando los curiosos a la estación a contemplar cómo se descargaban de los cajones los mencionados toros y se amarraban fuertemente a ocho carretas de vacas para ser conducidas a la plaza de toros la cual estaba repleta de público deseoso de presenciarlos. Aquella mañana de fiesta, Jara, Reverte, Anselmo y el corresponsal del Liberal, PICAPICA, degustaron unas migas con chocolate preparadas por la señora del conserje de la plaza de Murcia.

En el interior de la plaza, un abanico multicolor aderezaba el paisaje taurino con el colorido de los trajes femeninos y la mancha oscura de los trajes masculinos. La corrida fue presidida por al alcalde don Carlos Soriano Salomón, las cuadrillas entre grandes aplausos y al son del pasodoble torero cruzaron el ruedo recibiendo ovaciones de la concurrencia antes de salir a la arena el primer toro, Calderero. El segundo, Molinero; tercero, Feo; cuarto, Rodao; quinto, Cañamón; Sexto, Canario; séptimo, Balconero y octavo, Regalón14. Los astados fueron picados en varias ocasiones, algunos hasta siete veces. De igual forma, tampoco sorprendió a nadie que murieran, de certeras cornadas, seis caballos15. CÁSTOR JAUREGUIBEITIA IBARRA, COCHERITO DE BILBAO. Bilbao, 20 de diciembre de 1876 – Madrid, 28 de febrero de 1928. Alternativa: 16 de septiembre de 1904, en Madrid. 13 La Corrida de la Prensa. El Liberal. 16 de abril de 1914, p. 2. 14 La Corrida de la Prensa. 15 de abril de 1914, p. 3. 15 BOTÍAS, A.: La Prensa salió por la puerta grande. La Verdad. 23 de marzo de 1914. 12

La corrida de toros de la Prensa era una realidad, el 13 de abril de 1914, el redactor del Diario El Tiempo redactaba en su crónica11 “la afición murciana no duda ya un solo instante de que canto le veníamos hablando referente a la corrida de toros organizada por la Asociación de la Prensa para el día 15”. De esta forma, los aficionados podían ir a los corrales de la plaza a ver los ocho toros del duque de Veragua para contemplarlos en los días previos a la corrida y ver todo lo que trían dentro. El día de la corrida, desde primera hora de la mañana, los trenes comenzaron a notarse en las calles de la ciudad, la población fue aumentando y observándose 11

La corrida de toros. El Tiempo. 13 de abril de 1914, p. 1.

Nota sobre Juan Belmonte

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El toro es un ejercicio más de pintura Pedro Soler

El pintor Carlos Pardo es autor del cartel que conmemora el centenario de la corrida de la Asociación de la Prensa Es para sentirse satisfecho y para que no pase desapercibido su nombre y su obra, que quedan reflejados en dos acontecimientos públicos de primer orden. Por una parte su cartel anuncia la Feria de Septiembre de Murcia; por otra, un cuadro suyo es el que anuncia la conmemoración del centenario de la tradicional Corrida de la Asociación de la prensa. Es el pintor Carlos Pardo. No le gusta alardear, ni buscar ocasiones oportunistas, pero, en su sencillez, se muestra orgulloso, “porque me han requerido para una y otra cosa. Y puedo llegar a pensar que será porque han visto que mi pintura tiene determinado interés y capacidad para llamar la atención y gustar” Aprendió del contacto, que mantuvo -variado, bueno y constante- con artistas que él considera sus maestros más directos, como fueron su padre, el escultor Pedro Pardo, y su abuelo, el gran especialista en el arte de las carrozas, como fue Carlos Gómez, amén de respetable pintor. Junto a uno y otro, aprendió a modelar, a dibujar, a plasmar, a utilizar los pinceles y a todo cuanto tiene que ver con la idea que él se trazó con la mayor libertad, en relación con su vida artística. «Mi padre y mi abuelo fueron mis maestros. Ellos fueron mi escuela”, afirma con orgullo. Se declara persona rebelde que “de alguna manera quería huir de seguir la tradición familiar. Lo que sucede es que, desde niño, he tenido muchas ganas de pintar, aunque también haya aprendido a hacer escultura”. El cree que paso definitivo en su entrega a la pintura fue la ausencia de su padre y de su abuelo. Fue hace más de un cuarto de siglo, “cuando decidí que la pintura era mi futuro, con todos los inconvenientes que me planteara. Y sigo aferrado con el fervor que siempre he tenido por ella. Me ha gustado permanecer envuelto en mi modo de ver las cosas, pero también he querido someterme a una evolución que yo acepto como algo natural. Yo diría que mi obra es un trabajo constante de investigación sobre la luz y el color, pero también sobre la composición, porque me gusta mucho la arquitectura y la escultura”. Pero su pintura es un todo que abarca cualquier escena que puede introducirse en un cuadro: paisajes, bodegos, retratos, desnudos…, precisamente, porque como Carlos reconoce, “me ha gustado siempre hacer de todo y adentrarme más en el mundo de los colores. Diría que

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todos tienen cabida en mis obras, siempre aplicados en función del protagonista de cada cuadro. Lo importante es acabar todo aquello que me proponga, aunque soy consciente de que unas obras me provocarán más dificultades que otras”. Su taller es una muestra enorme de sus inquietudes artísticas, porque parece una recopilación de su ya veterana trayectoria, pero, también, el visitante se encuentra con

cuadros de grandes dimensiones, que marcan la valentía que el artista debe tener para enfrentarse, por ejemplo, a un paisaje, y en los que aparecen unos horizontes cuajados de fogosidad y vida. Confiesa que no tiene miedo a enfrentarse a estas obras casi descomunales, porque “el miedo siempre está, porque el artista cree que el cuadro te va a poder. Es una lucha constante, y hay que intentar terminarlo. Es el mejor modo de darse cuenta de que han podido tú más que él”.

Pintura del Centenario de Carlos Pardo

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Carlos Pardo junto al cuadro del Centenario

¿Tampoco le ha dado miedo enfrentarse a un toro tan soberbio como el que ha pintado para esta conmemoración taurina? “No, porque para mí el toro es uno de los que podría definir como ejercicio de mi pintura. Es un protagonista más como lo es el paisaje, el retrato, la figura, el desnudo… Busco que responda a mi modo de interpretar. Es algo que he tocado muy poco, pero ha sido muy atractivo hacerlo”. ¿Por qué no lo ha tocado? “Acaso porque no es un tema muy requerido por un público que, quizá, prefiere contemplar al toro que pasta en el campo, antes que en una plaza, envuelto en sangre”. De un modo u otro sabe que es una temática “que ha tenido grandes seguidores. Ahí están Goya, Picasso, Manet, Ramón casas, Barjola… Me gustaría pintar los toros que ellos han pintado”.

Lo consiga o no, lo cier to es que el cuadro espléndido de Carlos Pardo preside la exposición que se presentará en la planta alta del Palacio del Almudí, con los fondos ar tísticos del Colegio de Periodistas.

Para mi el toro es uno de los que podría definir como ejercicio de mi pintura, un protagonista más Carlos Pardo Gómez

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¡Gracias, maestro! Pedro Soler

Actual director de la banda de música de Guadalupe, José Ibáñez ha compuesto un pasodoble dedicado a la corrida de la Asociación de la Prensa Desde hace doce años pertenece al Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas de la Región de Murcia, en el que ejerce como profesor de trompeta. Y no hay que extrañarse, porque José Ibáñez Barrachina (Paterna -1972) cursó estudios de trompeta en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, y, además, obtuvo el título de profesor de este instrumento, con la máximas calificaciones. Y, por si algo le faltaba a su especialización musical, consiguió el Premio de Honor extraordinario de fin de carrera como trompetista, y Mención de Honor en la especialidad de Armonía.

inspiración y firma lleva el pasodoble”‘Laureles de Murcia”, con el que se ha unido a este centenario que el Colegio de Periodistas celebra, a propósito de la corrida de la Asociación de la Prensa, cuya primera edición se celebró en 1914.Un gesto muy de agradecer, aunque el maestro Ibáñez Barrachina, ya se haya presentado en los medios taurinos con pasodobles como ‘Tercio de Flandes’, estrenado en agosto de 2005, o ‘Las Musas’, que lo fue en junio de 2009, en el Auditorio Víctor Villegas, y que dedicó a la banda que actualmente dirige, con motivo del XXV centenario de su creación.

El compositor José Ibáñez junto al Decano y Vicedecano

Su biografía musical es muy densa como trompetista, compositor o director. Actualmente –y desde 2006- dirige la Agrupación MúsicoCultural “Las Musas”, de Guadalupe, con la que ha alcanzado relevantes puestos en las sucesivas ediciones del Certamen Nacional de Banda de Música que se viene celebrando en Murcia. Y antes, en su etapa como director de la banda de Vilamarxant, también supo acaparar importantes distinciones en certámenes celebrados en Valencia. La banda de la Unión Musical de Liria fue dirigida por él durante una gira por Japón. La labor musical de José Ibáñez abarca también la composición, y como compositor, principalmente, aparece en estas páginas, ya que su

Está incluido en el CD ‘Pasodobles murcianos’. También ha compuesto villancicos, marcha moras o seguidillas andaluzas; pero, en esta ocasión, lo llamativo es ese pasodoble que evoca el centenario de una corrida que, pese a los cambios y las crisis –surgió en una etapa, en la que dominaba una crisis corrosiva- ha acumulado valores suficientes para hacerse centenaria y para que sobre ella se componga un pasodoble tan poderos y valioso como el del maestro Ibáñez Barrachina. No queda más remedio que exclamar: ¡Gracias, maestro!

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Incendio en el ruedo Soren Peñalver

En torno a Magdala, Psicoartista, taurina de vanguardia Había caído la noche, presentíamos, aunque no era visible el cielo veraniego y sus señales estrelladas. Estábamos reunidos en íntima camarilla, en un espacio sombrío como de una bodega de las “catacumbas” de esta Plaza. Y, de pronto, las imágenes y las palabras… Estábamos contemplado y escuchando un filme que nos comunicaba con una dimensión desconocida, pero que existe detrás del azogue cegador la apariencia de lo real. Escuchábamos los argumentos , enmudecíamos ante las imágenes. Argumentaciones e imágenes nos llevaban al centro de lo que la artista y escritora nos quería transmitir. Sentíamos, sin embargo, que éramos elegidos para ser coparticipes de su verdad por esa mujer de profunda mente y arrolladora personalidad, Magdala: un nombre paradigmático entre

los que más, pero que en ella adquiere una significancia sin par. Y fuimos entendiendo lo que ella deseaba darnos, hacernos sentir, sin darnos cuenta de ello. Magdala apoyaba su exposición, su perfor­ mance, en otras artes y otros artistas plásticos; en psicoanálisis y mitologías; acudía a la vida descarnada , a la génesis de la niña que fue, a su relación con el padre, el hermano, el amor, la sangre… Entre el grupo a su alrededor reunido, fascinado , yo recordé un título literario: La mujer, el toro y el torero, la novela de Alberto Insua leída de niño; también , rememoré algunas secuencias de la película de Fernando Butragueño, que, en 1950, distrajo a los españoles de las penurias de la postguerra y el recuerdo de la masacre fatricida.Dice Magdala que “ni el amor ni la muerte se eligen”. Ciertamente, ella nos indica, nos otorga el acceso al lugar del otro, que no es sino el torero, el héroe de Alamares, su filme que sigue proyectándose a sí mismo, intentando ajustarse a la banda sonora, a las notas hipnóticas con las que Pedro José García Gamín también intenta encadenar al piano y envolver de música la bravura y belleza del toro. Peter Feldman, Sindy Sherman, Picasso, Leon Harmon, Dave McKean, Joan Fontcuberta… pero, también, Platón Freud, Melanie Klein, Leonardo, Durero, acreditan culturalmente Alamares de Magdala ,como el futuro que el autor de Poeta en Nueva York bien pudo visionar entre La Habana y Manhattan, pues como afirmó José Bergamín del mismo Federico, “un sabor de profecía” impulsa los hechos del Genio. Relacionar lo sublime con la tauromaquia… Lo sublime es un efecto psicológico de atracciónrepulsión; se relaciona con todo aquello que por su magnitud es capaz de impresionar sobremanera a la imaginación, despertando sentimientos de miedo, vértigo, vacío y recordando al sujeto su finitud, junto a una estética plástica que nos evoque placer, esto podría explicar la disparidad de emociones que surgen ante lo sublime, ante lo taurino, pues el vértigo tan pronto nos repele como nos atrae al abismo.

Performance de Magdala

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(Magdala)


Sueño y arena Pascual García

Pisan el albero deslumbrados por el sol de la seis de la tarde los tres espadas, que van a lidiar por estricto orden de antigüedad los seis toros encerrados en los chiqueros; a la derecha, a la izquierda y en el centro de cara al espectador respectivamente. Arrecia el calor del mes de julio y tensan los diestros el rictus de la cara, aprietan la mandíbula, estiran la figura y van colocándose con parsimonia el capote de paseo, la vistosa seda que muy pronto cambiarán por el basto percal. Miran al frente, pero tal vez no estén mirando a parte alguna o estén mirando al infinito, al otro lado de la vida, quién lo sabe; vienen detrás las cuadrillas, tres subalternos por torero, dos picadores subidos a sus caballos y flanqueados por los correspondientes monosabios, las mulillas y los encargados de conducirlas en la tarea de arrastrar al toro ya muerto hasta el desolladero. Al final, en el último escalón de una pirámide rigurosa, protocolaria e inamovible que se manifiesta en el paseíllo, están ellos, los areneros, y está Juan, que alguna vez, hace bastantes años, anduvo por capeas y tentaderos, se arriesgó a hacer la luna y estuvo a punto de tirarse al ruedo en una tarde cualquiera de inspiración y de impulso ciego. Aquello fue, desde luego, parte de un sueño al que en lo más íntimo no ha renunciado nunca, como no renunciamos a lo que alguna vez nos hizo libres y felices. Hoy, entre sus compañeros de cuadrilla, vestidos con vistosos blusones azules y amplios pantalones rojos, es solo parte de la pequeña y modesta ingeniería de una plaza de toros, el responsable de que la arena esté compacta y llana y de que no haya huecos en los que puedan tropezar los toreros ni quebrarse una pata los cornúpetas, el encargado casi invisible de adecentar el dorado albero, de quitar entre toro y toro las boñigas de los animales, el último peón de un espectáculo deslumbrante y sobrecogedor.

casi en mitad de la gente; sabe que no va a dudar en ofrecer su vida a cambio, porque merece la pena y que, tal vez, el astado intuya el desafío y aproveche su temeridad. Ni siquiera la muerte, la temible y natural posibilidad de que el morlaco se lo eche a los lomos en cualquier momento le enturbia la estampa deslumbrante que está contemplando en ese presente imaginario y falso, acaso porque no dudaría en jugarse la vida aquella misma tarde, si le dejaran vestirse de luces, coger los trastos y acercarse al animal que le permitirá el triunfo. Tiene en las palmas de las manos, en la punta de los dedos esa magia del viaje templado de la muleta desde la cara del animal hasta el fondo del todo, hasta la otra cadera, muy bajo, muy despacio, muy profundo; le sobran cuatro o cinco tandas de naturales y un espadazo certero y contundente. Coge el rastrillo, coño, que estás empanado, oye la voz brusca de su compañero y, en ese instante, cae en la cuenta de que acaba de morir el primer toro y de que le toca allanar la arena y limpiarla de inmundicias. Se enjuga en secreto el atisbo de una lágrima y persiste en su tarea de costumbre. Nadie le quitará nunca el éxtasis de un deseo imperecedero. Clarines y timbales anuncian la salida del segundo toro.

Y Juan lo sabe, porque conoce el ceremonial, la esencia última y la verdad del toreo; observa a los espadas, el brillo de sus chaquetillas, la lozanía de sus miembros y ese aura inmaterial de héroes antiguos; y no puede evitar verse entre ellos, uno más en el escalafón de los diestros más destacados. Casi tiene la sensación del miedo apretándole el estómago y cerrándole la garganta, y, a la vez y en una extraña mezcla, el entusiasmo de encontrarse entre los elegidos, de provocar los aplausos del público y la aquiescencia del usía, que no dudará en concederle las orejas mientras el respetable espolvorea de pañuelos blancos la abarrotada plaza. Reconoce el éxito en sus sueños, la lenta y dulce vuelta al ruedo acompañado de su cuadrilla, la oportunidad de cortar otra oreja en el siguiente toro y salir a hombros por la puerta grande. Se siente hombre, torero, un Dios

Ilustración Francisca Fe Montoya

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Saltillos para la prensa Mª Adela Díaz Párraga

Pues sí señores, de Saltillo fueron los toros que se lidiaron en aquella Corrida de la Prensa, el día de la Virgen de septiembre, hace ahora un siglo. En realidad, los periodistas ya habían organizado, ese mismo año, dos corridas a beneficio de la Tienda Asilo, una de ellas, la del 15 de abril, sacó al ruedo ocho toros de Veragua que se repartieron Cocherito de Bilbao, Paco Madrid, Francisco Posada y Juan Belmonte. Y tan bien les fueron las cosas que, en septiembre, en plena feria murciana, decidieron organizar otras. Para el día 8, día grande de la feria murciana, se anunció una corrida con un cartel de postín. Nada menos que Rafael Gómez, El Gallo, Francisco Martín Vázquez y Juan Belmonte, que se las verían con los toros de Saltillo. Como los organizadores eran los chicos de la prensa, la gente empezó a llamarla así. Y fue mala suerte, o los malos mengues del toro, porque en esta tierra en la que apenas llueve, aquella tarde lo hizo a cántaros, hasta el punto de que tuvieron que retrasar la corrida una vez que escampó, nada menos que hora y media, hasta que se pudo dejar el ruedo en condiciones de lidia.

Los Saltillos siempre han tenido fama y ha sido una ganadería favorita en muchos toreros entre ellos Guerrita Según se recoge en los periódicos de la época, esa tarde hubo de todo, porque El Gallo, aunque en su primero estuvo bastante deslucido, se sacó la espina con el segundo desde el primer capotazo. Una faena magnífica, de esas que no se olvidan, al poner las banderillas, con la muleta, matando de una forma magistral. Martín Vázquez estuvo superior en los dos astados que le tocaron pero Belmonte, señores, el Pasmo de Triana, dejó “pasmao” al respetable, con una faena mala de antología. Que todo el mundo tiene sus tardes más o menos desgraciadas, pero en aquella Corrida de la Prensa, Belmonte se lució a lo malo. En su segundo, que era el último de la tarde, no pudo demostrar nada, porque no se lidió por falta de luz, ya que como les decía antes, la corrida comenzó bastante tarde. Pero volviendo a los toros, los Saltillos siempre han tenido fama, y han sido una de las ganaderías favoritas de varios toreros, entre ellos Guerrita, que lidió muchos de estos toros, lo mismo que Bombita o Joselito El Gallo. La fundó el Conde de Vistahermosa en la segunda mitad del siglo XVIII. En el año 1821 murió el Conde, y dos años después, su hermana Luisa, vendió la ganadería en partes. Una de ellas a Juan Domínguez Ortiz, el Barbero de Utrera, que una no sabe porque lo llamarían así ya que el hombre nunca ejerció ese menester. Otra parte la vendió en el 1823 a Salvador Varea, y fue pasando de mano en mano, ya que en 1825 la revendió a Ignacio Martin, y en 1827, la compró don Pedro

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José Picavea de Lesaca, hasta 1845 en que la adquirió Antonio Rueda de Quintanilla, Marqués de Saltillo. La afición y el cuido del marqués, la convirtió en una vacada puntera en su época, creando un toro que unía a su gran bravura, la nobleza en la embestida. Cuando murió el marqués, y después de pasar a su viuda, la ganadería queda en manos de su hijo Rafael Rueda Osborne, que no tenía tanta afición como su padre, y fue vendiendo distintos lotes de ganado, que por fin liquidaron sus herederos. Por consejo de Guerrita, que antes les mentaba y era un enamorado de estos toros, don Félix Moreno Ardanuy adquirió el hierro y la vacada en 1918. Casi medio millón de pesetas le costó al hombre, que en aquellos tiempos era un dineral. Don Félix, consiguió devolver su prestigio a la ganadería, y hasta creó un hierro para su esposa doña Enriqueta de la Cova, encastándola con vacas y sementales Saltillos puro. Y se mantuvieron muy bien hasta los años cuarenta del pasado siglo, en que comenzaron a decaer, pero la familia cuidó con mimo el pequeño grupo que les quedaban, manteniendo en toda su pureza la esencia de los Saltillos. Su estilo es inconfundible, un toro fino, no muy grande, de lomo recto, con un hocico afilado y una viva mirada. Famosos han sido aquel Ruidón, que le tocó lidiar en Cáceres a Ruiz Miguel, y que fue tan bueno que mereció el indulto, terminando su vida como semental. Y tan buena casta era, que su nieto Tinajero, también fue indultado. Tardes de gloria dieron entre otros Riverito, que toreo Gitanillo de Triana en Salamanca, Guardillo, que lidio Manolete en Valencia, o Morisquito, que le tocó a Luis Miguel Dominguín en Sevilla. Don Félix murió en el año 1960, y la ganadería se repartió entre sus herederos, formando vacadas independientes. El de Satillo pasó a su hijo Félix Moreno de la Cova, que en 1969 anuncia como La Vega, y en 1978 retoma Saltillo. Después quedaron sus hijos Félix y Enrique Moreno de la Cova Maestre. El más joven de los hijos de Moreno Ardanuy, Alonso Moreno, heredó la parte


Ilustración de El Liberal

Los Saltillos siempre han sido una de las ganaderías favoritas de varios toreros de su madre, lidiando como Charco Blanco, que cambió por Moreno Silva. Él fue quien decidió revitalizar la sangre de sus toros, eliminando todo lo que no valiera, y quedándose con lo

mejorcito, cincuenta vacas en total, y pronto se advirtió una mejoría en el juego de los toros, lo que les abrió nuevamente el camino a la historia a fuerza de bravura, nobleza y calidad. Alonso Moreno falleció en 1992, y la ganadería quedó en manos de su hijo Jose Joaquin Moreno de Silva. Los toros de Urcola desaparecieron, y en el año 2013, Joaquín compró a sus primos Moreno de la Cova, su ganadería de Saltillo. Los toros que pastaban en Miravalles llegaron a la finca de La Vera, y la divisa blanca y celeste de los Saltillo sigue haciendo historia.

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Toreros de Campillo para el Centenario de la Corrida de la Prensa Martín Páez Burruezo

Cuando se cumple el centenario de la Corrida de la Prensa, nos vienen a la memoria, como imágenes fijas proyectadas por un antiguo aparato de diapositivas, escenas que nos recuerdan con enorme entusiasmo, aquellas actividades en las que participábamos ilusionados con el Club de Prensa. La colección que ha ido atesorando la Asociación de la Prensa nos habla de su historia y de los nombres significativos del arte regional. Las esculturas y pinturas que adornan su sede suponen un bello tesoro local. Cuadros de Séiquer, Sánchez Picazo, Antonio Nicolás, Bonafé, Gaya, Pontones, Falgas… y esculturas de Planes, Campillo y Hernández Cano enriquecen las estancias de esta entidad. Otras obras procedentes de las portadas de la revista de la Corrida de la Prensa forman una colección específica de tema taurino que representa una estupenda miscelánea de los valores actuales de la plástica murciana. La Corrida de la Prensa, extraordinaria colaboración entre la empresa Toros del Sureste y el Club de Prensa, ha significado desde siempre el encuentro septembrino entre los periodistas murcianos y el mundo de los toros. La publicación de una revista taurina con colaboraciones tan diversas como las distintas personalidades de periodistas y escritores ha hecho posible un proyecto de interés cultural para la Feria de Murcia.

Antonio Campillo cultivó desde su juventud la escultura taurina Uno de los artistas más queridos en los últimos años, colaborador de esta Asociación ha sido el escultor Antonio Campillo (1926-2009). El artista pertenece a esa escuela personalísima murciana, formado en el taller de González Moreno y completado sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, es una de las figuras representativas de la escultura española de la 2ª mitad del siglo XX. Escultor enraizado en la tradición, ha desarrollado una obra encuadrada en el arte levantino, con la luminosidad de nuestra tierra, inmersa en el concepto de lo mediterráneo, que mantiene ese latido hereditario del modelado del barro como materia noble y la figura humana como motivo de inspiración.

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Motivo taurino de Campillo

Antonio Campillo enamorado de los valores plásticos de la Tauromaquia cultivó desde su juventud la escultura taurina. La elegancia del caballo tanto en las faenas del toro, como en los lances del rejoneo, el volumen envolvente de caballo y picador como una unidad estética, o la figura del torero, son obras que Campillo siempre interpretó con el entusiasmo de un artista que vislumbraba en la fiesta todo el misterio ancestral que conlleva la eterna tauromaquia.


Rejoneador entrando a matar de Campillo

La afición del escultor por los toros se acrecentó con el triunfo en los ruedos de Manuel Cascales. Fue un seguidor impenitente del diestro murciano, asistiendo a las distintas plazas donde toreó. Más tarde en Córdoba, donde ejerció como profesor de la Escuela de Artes y Oficios, se impregnó del ambiente taurino y se incrementó su interés por el arte de Cúchares. Antonio Campillo ha hecho de su escultura dedicada a la Fiesta Nacional un canto de belleza, un himno apacible, sosegado de los protagonistas de la Fiesta. El escultor no ha reproducido los lances taurinos, ni ese encuentro entre toro y torero, porque su testimonio artístico pretende ser testigo con unas figuras coloristas, llenas de vida, ajenas a la lidia cruenta. Campillo, humanista de las formas, no entra al albero para expresar la lucha artística de la lidia, sino para ofrecernos a sus protagonistas. En la obra de nuestro escultor no aparece el gran maestro, con la verticalidad de su cuerpo enfrentado a las voluminosas reses bravas. El artista nos ofrece, quizá valorando la labor callada de los hombres de plata, al peón de brega, al torero de hechuras normales, casi regordete, estático, toreros del pueblo, pero con la galanía de espíritu. Alejado de la estética apolínea, nos muestra esa visión personal de torero “anti-arquetipo” de la Fiesta Nacio-

nal. El escultor ha creado unos personajes pintorescos, distanciados, quizá, de toda exaltación taurina.

Su afición por los toros se acrecentó con el triunfo en los ruedos de Manuel Cascales Antonio Campillo, Laurel de Murcia, 2002, premio otorgado por la Asociación de la prensa, donó en 2004 un Torero para la colección del Club de Prensa. Más tarde en 2012 una obra suya fue portada de la revista de la Asociación para la corrida de la Prensa. En la actualidad, en recuerdo del maestro, en su quinto aniversario, la Fundación A. Campillo, ha decidido donar Tres Toreros, en bronce, para agasajar a la terna de maestros que lidiarán la Corrida de la Prensa, 2014. Un acto que brillará, con una luz tan intensa como el sol de Murcia, sobre el albero de la plaza, gracias a la feliz colaboración de una Asociación de la Prensa que siempre ha tenido en cuenta la labor cultural y artística de los creadores murcianos. De la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca.

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Lola se puso La Condomina por montera Antonio Botías

Una murciana desafió en 1954 la prohibición de que las mujeres lidiaran toros Dolores Gómez Rodríguez, cuando nadie lo esperaba, decidió cambiar los trapos de la limpieza por el capote. Porque Dolores, quien trabajaba como empleada en un bar de Murcia, tenía el sueño de convertirse en una gran torera. Así que aquella tarde, solo con saltar la barrera de La Condomina como espontánea, cuando menos, se erigió en la sorpresa taurina del año. Dolores contaba el 19 de diciembre de 1954 con 20 años de edad. La decisión de dar la campanada en el coso no fue espontánea. Dolores llevaba meses entrenando junto a otros jóvenes que también aspiraban a triunfar en el espinoso mundo del toreo. Aunque desde niña había sentido pasión por la tauromaquia, apenas había presenciado tres o cuatro corridas, suficientes para convencerse de que su diestro predilecto era el murciano Manolo Cascales y que quería emular sus hazañas. Los hechos ocurrieron en un festival taurino organizado, por la cercanía de las fiestas navideñas, para recaudar fondos con los que socorrer a los necesitados. El semanario Hoja del Lunes relató al día siguiente que Dolores, duran-

Maestra. El diario Línea se hizo eco, el 15 de mayo de 1956, del triunfo de la murciana en Francia

te la lidia del sexto novillo, intentó lanzarse al ruedo, “si bien fue detenida por los agentes de la autoridad antes de que pudiera pisar la arena”. El instante fue inmortalizado por el genial fotógrafo Federico Zapata Garrot, Charles.

Su diestro predilecto era Manolo Cascales y quería emular sus hazañas La joven vestía bajo sus ropas unos pantalones azules “y empuñaba muy decidida la roja franela armada con grueso estoque de madera”. La prensa destacó también que no fue tarea fácil reducir a “esta señorita torera”, pues se resistió “tozudamente a la acción de los guardias, que se vieron y desearon para hacerla desistir de sus propósitos”. Aquella tarde, en cambio, sí triunfó su torero predilecto.

Del coso al calabozo

Histórica. Instantánea del fotógrafo Charles de la detención de Lola Gómez en La Condomina

La publicación revelaba que a Dolores se la conocía con el sobrenombre de La Moratallera y que estaba empleada como doméstica en un establecimiento del barrio del Carmen frecuentado por otros aspirantes a toreros. Su jefe, Bartolomé Fernández, sería su gran valedor porque,

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giosos ganaderos salmantinos” a varias tientas. El resultado no pudo ser más exitoso. El diario Línea publicó el 3 de mayo que Lola Gómez –su nuevo nombre artístico- consiguió ser contratada para actuar en dos plazas francesas y otras dos en Portugal. Era el inicio de una leyenda. Una semana después, el rotativo volvía a entrevistar a la novillera, de quien decían que “se empeñó en emular a Cascales y se ha salido con la suya”.

Triunfo en Francia El tono de la entrevista, apenas una temporada después de su detención, varió de forma evidente. De entrada, el periodista la describía como una “fenómeno”. Lola recordaba el episodio en La Condomina y aclaraba que, si el año anterior se había lanzado al ruedo de cabeza, “ahora saldré como las grandes, de pie y más torera que el Guerra”. No le faltaba razón pues su agenda para los meses siguientes estaba repleta de actuaciones.

Carrera. Anuncio publicado en 1956 en un diario portugués sobre el debut de Lola en el país vecino

como aseguró muchos años más tarde ya convertido en su apoderado, “no había manera de hacerla desistir de la idea de hacerse lidiadora”. Unos días después de su curiosa gesta, Dolores lamentó en las páginas del diario Línea que la Guardia Civil la hubiera detenido. “Debían de haberme dejado darle a aquel toraco un pase o dos”, aseguraba. El delito de Dolores era doble si tenemos en cuenta que, en aquella época, estaba prohibido que las mujeres torearan. El 2 de Junio de 1908, el murciano y ministro Juan de la Cierva, dictó una Real Orden que prohibía a las mujeres torear a pie en las plazas españolas. La norma fue derogada durante la II República, aunque se rehabilitó tras la Guerra Civil. Habría que espera a 1974 para que se reconocieran los derechos de las mujeres sobre el albero. Dolores lo tenía claro dos décadas antes cuando afirmaba que “debemos estar equiparadas en todo a los hombres”. Por eso planeaba repetir su faena pues “no he hecho nada más que empezar”. El entrevistador apenas ocultaba su rechazo hacia Dolores. “¿Por qué no tratas de casarte y dejas eso del toreo”, le espetó en un instante de la entrevista. “Ni pensarlo – respondía la joven-. Ese es un fuego que llevo dentro”. El periodista insistía: “Sin embargo, un hombre…”.Y Dolores, tajante, le advertía: “No me haga el artículo. He tenido un novio once años y terminé con él por lo del toreo”. Quienes creían que la afición de Dolores era pasajera se equivocaron. De ello dio cuenta la prensa en 1956 al anunciar que la novillera había sido invitada “por presti-

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En las mismas declaraciones reconocía que, a pesar de la prohibición de lidiar toros, ella incluso actuaba en público. De hecho, para entonces había actuado en las plazas de Muro (Mallorca), Pego (Alicante) y en su Alcantarilla natal. Aquel atrevimiento le costó otro paseíllo menos placentero: el que llevaba desde el coso a la comisaría de turno. Pero tampoco flaqueaba. Su meta era viajar a Méjico para alternar con caballos. En mayo de 1956 debutó en la plaza francesa de Manosque, alcanzando un éxito sin precedentes al matar al único novillo que toreó. El triunfo en la arena le valió varios contratos aquella misma tarde, a pesar de que a la semana siguiente ya tenía apalabrado su debut en Lisboa.

Quienes creían que la afición de Dolores era pasajera se equivocaron En Portugal también afrontó diversos problemas para torear. Sin embargo, el llamado Sindicato del Espectáculo, al contrario que en España, le allanó el camino. Así, los días 3 y 5 de julio de 1956 celebró sendos mano a mano con la torera americana Patricia Hayes. Eso sí, como era costumbre, los toros no fueron picados y se retiraron antes de la suerte de matar. La murciana, pese a todo, salió a hombros en su primera tarde. Sería una de las muchas jornadas en que la torera triunfaría, tanto en plazas portuguesas como en Francia. El célebre cronista taurino José Antonio Ganga actualizaría en 1974 en el diario La Verdad la historia de la valiente Lola Gómez, quien había establecido su residencia en Francia, estaba casada y tenía dos hijos. No triunfó de forma plena sobre el albero y aquella gloria que persiguió se reduce hoy a una calle en su Alcantarilla natal con el nombre de Lola Gómez, la Torera.




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