Contexto Ed. 69

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PERIODISMO UNIVERSITARIO

ISSN 1909-650X

El periódico de los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo

Medellín, diciembre 2018 - enero 2019

No. 69

Distribución gratuita

EFECTO DOMINÓ

El auge constructor en Medellín y el Valle de Aburrá ha traído diversas situaciones que rodean proyectos de vivienda; algunas se relacionan con licencias irregulares; otras con retrasos y problemas de financiamiento; otros casos, más notorios, obedecen a errores constructivos, tras los que pasan años, sin que los afectados tengan compensación efectiva. En esta edición de Contexto abordamos el caso más reciente, en el que las autoridades debieron intervenir ante errores en un proyecto de

Foto: Valentina Aramburo

vivienda, tras lo cual, tuvieron que asumir responsabilidades, sobre las cuales los constructores no ofrecieron respuesta. Ahora, ocurre en Itagüí. De otro lado, conocemos la situación actual del proyecto Nuevo Naranjal, los mecánicos del barrio han debido regresar al lugar del que salieron, en espera de una debida compensación y los pocos residentes de los nuevos edificios esperan la culminación del proyecto, que ha tenido notorios retrasos.

Lea en Contexto

8y9 Rostros

El debate por la educación no debe ser solo económico: Rector general de la UPB Reflexiones a propósito de la reciente acreditación nacional.

4y5

Este tiempo

Elecciones inciden en amenazas a periodistas Dice la Fundación para la Libertad de Prensa, sobre la situación en Colombia.

10 y 11 Este tiempo

Mascotas que amenazan nuestro planeta Tener animales silvestres como mascotas es un delito.


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OPINIÓN

La era de la contradicción Simón Moreno Salinas / simon.moreno@upb.edu.co

A muchos nos siguen asombrando esos oxímorones particulares de la era digital, esos que, a veces, sin percibirlo, terminan convirtiéndose en nuestros victimarios. Accesos inaccesibles, posibilidades imposibles, recuerdos olvidados. Paradójico es, por ejemplo, hoy que se supone que es más sencillo ver películas (con todas las plataformas digitales, con la portabilidad de los dispositivos de almacenamiento, con la reproductibilidad de las obras artísticas y, sobre todo, con esa enorme fuente sincrónica de archivos intercambiables

Una crítica para el ejercicio de educar Valentina Higuita Flórez / valentina.higuita@upb.edu.co

En 2018 se vivieron las elecciones para Congreso, Senado y Presidencia de la República, eventos fuertemente marcados por los pensamientos de derecha e izquierda de los partidos políticos y por la polarización de los votantes hacia alguno de estos. Dicha decisión de afiliarse a cierto pensamiento estuvo en las manos de cada sufragante y dependió de su mismo ideal, análisis de propuestas, inclinación por los candidatos

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que es internet), los espacios en la ciudad donde se puede asistir a consumir cine autoral —o de culto, género, artístico, como quiera adjetivar el espectador a esa producción que se separa de lo comercial— son cada vez más difíciles de encontrar, si no es que están desapareciendo por la despiadada lógica comercial. Mi generación se ha criado escuchando a sus padres, tíos y profesores decir que era un plan inigualable asistir al Teatro Lido y a muchos otros sitios a ver las cintas de Coppola, Scorsese, Spielberg, Truffaut, Howard Hawks, Rohmer, Fellini, Lumet, Leone y muchos otros e, incluso, también a ver un cine mucho más provocativo, como el de Godard o Fassbinder. Por supuesto que había lugar para el cine clásico (lo que vendría a ser el equivalente del cine comercial actual), pero los cinéfilos de entonces se formaron en unas salas con un espíritu artístico, cuyos satélites se extendían mucho más allá de la función en su sentido estricto: los cineclubes, cineforos, revistas culturales —hoy, también, cada vez más pocas o migradas a un formato digital, que establece una relación distinta con su receptor—. Hoy las condiciones difieren mucho de entonces, no solo porque son menos los lugares para acceder al cine autoral (con muchos esfuerzos y financián-

dose de otras fuentes de ingresos, lo hacen el Museo de Arte Moderno y el Colombo Americano), sino, porque, por las mismas características del cine comercial, que crea un espectador irreflexivo, perezoso y vacuo, la misma lógica comercial termina desplazando a las propuestas, con un lenguaje audiovisual disruptivo, creativo y artístico. No se trata de que el cine comercial (con toda su gama de subgéneros, como el drama, la acción y demás) deba ser desmontado, se refiere a que en un escenario ideal, ambos cines deberían coexistir, por más incompatibles que sean, pero, tal parece que, esto último resulta ser un escollo. Tal es la jerarquía del uno sobre el otro que, incluso, en los aspectos formales, el cine comercial se engulle a sí mismo y sucede que, por ejemplo, cuando un espectador del gusto autoral asiste a una película comercial, tiene que soportar que la cinta esté doblada al castellano o, lo que es peor aún, solo esté disponible en 3D. Son estas las contradicciones de nuestra incipiente industria cinematográfica y el panorama para los que aspiramos a un cine menos prototípico. La era digital apenas comienza y parece que todo eso que está muy a la mano, cada vez, se escapa más de nuestra vista.

de cierto partido político o, simplemente, porque se dejó convencer de alguien que le dijo quién era el o la mejor. Muchos se dejaron meter cucarachas en la cabeza, que si el castrochavismo, el socialismo, el fracking, las FARC y así sucesivamente, la difamación y engaño se convirtió en la mejor manera de hacer política, porque la propaganda del miedo funciona mejor en un país, donde el pensamiento crítico no se fomenta desde la educación. La educación en Colombia no fomenta el pensamiento crítico, pues se basa en la memorización de la idea que alguien más tuvo; sobre esa misma información nos evalúan y, si me logro aprender el planteamiento de Aristóteles, Sócrates o Platón puedo pasar la evaluación, pero, ¿dónde queda mi propio raciocinio? Los colegios se jactan de decir que sí se fomenta el pensamiento crítico, pero desde que entramos a las instituciones educativas nos dan unas reglas que, incluso, violan el derecho al libre desarrollo de la personalidad, establecido en el artículo 16 de la Constitución política de Colombia; estar en desacuerdo signifi-

ca no seguir unos lineamientos ya establecidos en los manuales de convivencia, no se puede refutar, no se piensa diferente. Nos educan para ver como caballos de carga, con anteojeras a los lados, para que miremos solo de frente, no analicemos matices ni busquemos otros caminos, no nos dan alternativas de pensamiento, nos enseñan el qué de los acontecimientos de la historia, pero no por qué y sin este, no tenemos el contexto ni entendemos la situación, solo una historia más que se arruma en la mente. Quizá no les interesa que tengamos pensamiento crítico, pues si lo tuviéramos, esa propaganda del miedo ya no funcionaría, la política del engaño ya no atraería a los votantes. Me atreveré a decir que a nosotros mismos nos da miedo tener pensamiento crítico, debido a que en Colombia pensar diferente y expresarlo, significa cargar con el rencor del afectado y una posible venganza que, en varias ocasiones, ha llevado a la muerte de quienes no se callaron y se quitaron las anteojeras.

CUANDO DESPERTÓ, LOLA SEGUÍA AHÍ Manuela Rendón Uribe Semillero Óptico

Cam (2018) es un filme de suspenso, dirigido por Daniel Goldhaber y escrita por Isa Mazzei, donde Alice Ackerman (Madeline Brewer), una mujer que, ha decidido hacer como camgirl (modelo de cámara web) su vía de ingresos, descubre que su

cuenta ha sido hackeada y su identidad usurpada. El largometraje fue coproducido por Divide/Conquer, Gunpowder & Sky y Blumhouse (productora de filmes como: Get out, Truth or dare, y Happy death day) y distribuida por Netflix, después de ser galardonada en festivales como: Brooklyn Horror Film Festival, por mejor actriz y mejor diseño de producción y en el Fantasia Internacional Film Festival, por mejor largometraje y mejor guion. En los 94 minutos de duración del filme, Mazzei logra mezclar sus experiencias personales en el mundo de las camgirl, con pinceladas de gore (estética basada en la violencia extrema) y suspenso; arranca el velo de la ignorancia, frente al negocio del modelaje virtual y muestra cómo es el día a día de alguien que decide hacer de esto, su trabajo: la necesidad de algunas mujeres de ocultarlo por temor a un estigma social, la percepción machista de los hombres y el esfuerzo y compromiso que esta labor puede conllevar.

La intención de la guionista por resolver algunos mitos sobre esta profesión, se encaja con una trama que, a primera vista, aparenta ser bizarra, pero que, en los últimos momentos del filme, se revela como una propuesta innovadora hacia lo que es el suspenso contemporáneo, puesto que se juega con algo tan actual, como lo son las relaciones personales, la identidad a través de la Internet y la relación que tenemos con esta. ¿Quién soy en la web? ¿Cuánta información sobre mí hay en Internet? Son preguntas que funcionan como conclusiones, a las que Cam llega por medio de una desconcertante e inesperada escena de suspenso, porque, aunque no es la primera obra que trata el misterio a través de las nuevas tecnologías y plataformas, sí es la primera en intercalarla con algo tan poco tratado, como lo es el modelaje virtual. Y, aunque para ciertos espectadores Alice (Lola cuando transmite) es una muestra idónea de mujer fuerte y real (es insegura, ambiciosa, leal…), el símbolo que plantean puede retraerse, cuando se quiebra en momentos poco climáticos o raya de manera atrevida, lo verosímil de la obra. Algo es claro: aquel que haya llegado al largometraje por curiosidad, en el personaje de Alice Ackerman, su mundo de webcamer y el robo de su identidad encontrará razones para quedarse por el interés que suscita la historia de Cam y las ansias de resolver qué hay más allá de un filme que para nada aparentaba impactar a los espectadores.


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EDITORIAL

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ABUSAR DE LA CONFIANZA, HASTA PERDERLA periodico.contexto@upb.edu.co

“¿Usted no sabe quién soy yo?”. La frase es tristemente famosa, porque se usa con recurrencia y por el sentido amenazante que encierra. Ese otro que desconocemos, necesariamente, puede afectarnos, pasar por encima de nosotros, en el escenario extremo de otro principio de vida, en los tiempos que corren: ser mejor que el otro, así no haya certeza del porqué y para qué. Al cómo no hacemos referencia, para no alargar demasiado estas líneas. “Deje así, entonces”: Reza otra de nuestras expresiones. De modo que no resulta muy alentador interesarse por el otro, si lo primero que todos intuimos de ello, es riesgo. Y así se van debilitando los lazos de comunidad entre nosotros. Ese es un efecto que tienen las recurrentes noticias sobre investigaciones abiertas, hallazgos, condenas y otras decisiones sobre casos de corrupción y, en general, sobre situaciones que vulne-

ran la confianza pública; desde el truculento caso de los sobornos de Oderbrecht, que cuestiona cada vez más al fiscal general de la Nación, con la muerte, por esclarecer, de uno de sus denunciantes y la tragedia familiar que ha rodeado ese fallecimiento; hasta la captura, a finales de noviembre, de un grupo de funcionarios públicos de Envigado, entre los cuales estaban el mandatario local, un concejal y varios secretarios de despacho, por su implicación, en celebración indebida de contratos, irregularidades en pagos a contratistas y negocios fraudulentos con recursos públicos. Retrasos inexplicables en proyectos urbanísticos, historias repetidas de edificios mal construidos, que amenazan con caer y dejar sin patrimonio a decenas de familias, por mencionar dos situaciones que abordamos en la presente edición de Contexto, los cuales ofrecen un inventario extenso de casos que afectan la confianza pública.

Hay que señalar que este es el contexto del no rotundo de la opinión pública, a la propuesta del presidente Iván Duque, en el pago voluntario de impuestos, para financiar la educación superior pública. La propuesta no es nueva: en Bogotá se hizo antes, con buen suceso, para proyectos educativos y acceso a agua potable, pero la negativa nacional puede interpretarse como una señal de la desconfianza que cunde por estos días. No solo está afectada la relación entre los ciudadanos y el Estado, que es sobre la cual influyen más las noticias diarias. Está débil la relación entre los ciudadanos; los que temen hacer un negocio para cumplir el sueño de su casa propia; los que optan por la violencia, ante la necesidad de conciliar por un accidente de tránsito; los que, de entrada, pagan y no hacen pacientemente la fila para un concierto, el estadio o el banco; los que se resignan a que la

única forma de emprender una carrera profesional y llegar a un cargo, no por sus méritos, sino, por sus relaciones personales o políticas. Ante el miedo al tiempo perdido y los esfuerzos en vano, se hace recurrente el “torcido”, como primera opción”. Cuando la desconfianza media no solo en las relaciones que le dan rumbo al país, sino que, también, toca a fondo las relaciones que, desde lo pequeño, van determinando esa ruta colectiva, es urgente un llamado a recuperar la confianza desde los actos cotidianos, que se nos han vuelto paisaje o los subestimamos, porque, en circunstancias en que “el mejor” es el que saca cualquier ventaja del otro, la solidaridad, el trabajo en equipo, el apoyo al otro y en el otro se leen como gestos de candidez y debilidad. Usted, amable lector, conoce los vulgarismos que a diario se usan para referirse a ello y que parecen dar a entender que la fe en el otro y lo que ella puede hacer, son motivo de vergüenza. En nuestro voto constante, a favor de las nuevas generaciones, desde aquí sentimos y hacemos el llamado a persistir en la confianza, con la certeza de que el buen ejemplo comunica, se propaga y de que usted que nos lee, probablemente, ya empezó la tarea.

Se nos borró “su historia” “El periodismo universitario tiene su historia”. Ése es el título de nuestra edición número 68. Las ansias por entregarla a nuestros lectores nos condujeron a perder de vista el borrado accidental de parte de ese titular, durante los preparativos para impresión. Lamentamos la equivocación. Todo puede leerse de nuevo en la página https://issuu. com/periodicocontexto Tentación. Por: Kmilo Caricaturas. Trabajo participante en el Salón del Cómic, Manga y Caricatura UPB, 2018.

El periódico de los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Miembro de la Red Colombiana de Periodismo Universitario • Rector: Pbro. Julio Jairo Ceballos Sepúlveda / Decano Escuela de Ciencias Sociales: Ramón Arturo Maya Gualdrón / Directora Facultad de Comunicación SocialPeriodismo: María Victoria Pabón Montealegre / Coordinador del Área de Periodismo: Juan Manuel Muñoz Muñoz / Dirección: Joaquín A. Gómez Meneses / Redactores en esta edición: María Camila Ramírez • Valentina Aramburo Villa • Juan Pablo Patiño Osorio • Daniela Morales Medina • Juan Manuel Cano Londoño • María Alejandra Durango Mercado • Andrés Bedoya (Desde la Raya) • Patricia Durán López / Diseño: Estefanía Mesa B. • Carlos Mario Pareja P. / Diagramación y corrección de textos: Editorial UPB / Impresión: La Patria // Universidad Pontificia Bolivariana • Facultad de Comunicación Social - Periodismo / Dirección: Circular 1a No 70 - 01 Bloque 7 Oficina 401 / Teléfono: 354 4558 / Twiter: @pcontexto / Correo electrónico: periodico.contexto@upb.edu.co / ISSN 1909-650X


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ESTE TIEMPO

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Dice la Fundación para la Libertad de Prensa sobre la situación en Colombia

ELECCIONES INCIDEN EN AMENAZAS A PERIODISTAS María Camila Ramírez / maria.ramirezc@upb.edu.co

“Han existido amenazas anónimas a periodistas, desde antes de que se masificaran las redes sociales, lo distinto es la complicidad” (Pedro Vaca, director de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP). En el último año han sido repetitivas las agresiones a la prensa. A noviembre de 2018, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha registrado 175 casos de amenazas a periodistas. Pedro Vaca es el director ejecutivo de la FLIP, una organización no gubernamental, que defiende y promueve la libertad de prensa en Colombia. Él ayuda a entender la situación actual de los periodistas, en el ejercicio de su libertad de informar: ¿A qué se debe el aumento de agresiones y violencia contra la prensa? En poco tiempo han amenazado a muchos periodistas de reconocimiento nacional, eso preocupa, porque el aumento es claro. Las cifras hablan de que en siete meses de 2018 se doblaron las amenazas registradas en 2014 y se superó la cifra total de agresiones del año pasado. No hay un victimario homogéneo, las motivaciones que llevan a agredir a la prensa cambian de región a región. Sin embargo, desde las elecciones, los líderes públicos alientan o permiten las amenazas. La polarización y la forma en la que algunos políticos se refieren a la prensa, son componentes contra medios y periodistas. ¿Cuáles líderes públicos fomentan las amenazas? Hay varios, tanto de izquierda como de derecha. Los dos ejemplos más icónicos son Álvaro Uribe, en cuanto al ambiente que genera con Noticias uno, Daniel Coronell y Gustavo Petro con RCN. Además, cuando Santos era presidente dijo que el clima de inseguridad era porque los medios lo habían creado y que eran malos periodistas. Esto genera un ambiente adverso y desconoce estándares de libertad. Hay varios ejemplos en los que políticos interfieren con el derecho a informar, como el asesinato de Eudoro Galarza. ¿Qué representa ese caso para la defensa de la libertad de prensa? Es un caso menos conocido de lo que debería. A Galarza lo asesinó un militar y Gaitán fue el abogado defensor. Es una paradoja, por ser un liberal que defiende el honor militar, sacar adelante esta tesis y absolver al homicida. Eso contradice mucho el referente que se tiene de Gaitán, lamentablemente, no es tan conocido ni mencionado por la sociedad como debería serlo. ¿Cómo era el papel de la libertad de prensa en 1938 y cómo es ahora? De 1938 no hay muchos registros; se tiene la investigación de Adriana Villegas sobre el asesinato de Galarza, a quien se le consideró el primer periodista asesinado en Colombia. Sucedió con la Constitución de 1886, donde había una protección muy fuerte a las autoridades. Tanto así, que la Corte Suprema de Justicia absolvió al asesino de Galarza, porque consideró legítimo el homicidio en defensa del honor militar. Se ha avanzado notablemente, si comparamos esa situación con la actual. No creo que hoy haya juez que se atreva a tomar la misma decisión de entonces.

Las presiones contra el ejercicio libre de los periodistas resulta mayor en las regiones. El acoso judicial es una de las manifestaciones más frecuentes. Foto: Contexto.

¿Considera que el aumento de amenazas a periodistas se debe a que el auge de la era digital permite el anonimato a los agresores? No, no es el anonimato, es un problema de alfabetización digital. La gente cree que hay impunidad tras el anonimato en internet, eso es falso y demuestra que la sociedad consume herramientas digitales, sin conocer su funcionamiento. Han existido amenazas de anónimos, desde mucho antes de que se masificaran las redes sociales. Lo distinto es la complicidad de los eventos y la receptividad de las entidades ante las amenazas. Hoy en día, no solo se recibe anónimamente, muchas veces, se ve cómo la amenaza es aplaudida y respaldada por muchos sectores. ¿Cómo se podría evitar que las personas aplaudan las amenazas en redes sociales? Se evita si los líderes públicos toman una postura neutral frente a alguna situación inesperada, en lugar de incentivarla a través de la estigmatización. Y, por otro lado, hay que avanzar en educación y alfabetización, porque la gente no sabe cómo funciona la tecnología. Finalmente, una democracia que respeta la controversia y la valora, no debería permitir las amenazas, pues en esta no tendrían aceptación social; serían aborrecidas y expulsadas del debate público. ¿Se le podría poner algún tipo de sanción a quienes validan amenazas en redes sociales? El problema no es la masa que aplaude, sino la impunidad del que amenaza. Lo importante es que no haya impunidad. Si hay sanción, las masas en redes sociales pensarán dos veces antes de validar las agresiones. Aunque son pocos, vemos con esperanza los avances de la Fiscalía en algunos casos, donde se identificaron a los responsables de estos delitos. Habrá impacto en la reiteración de las amenazas, si los responsables empiezan a tener persecución judicial.

¿Por qué no hay persecución judicial para todos los que amenazan? Por la negligencia. Generalmente, los canales de denuncia y judicialización son muy ineficientes. Además, los fiscales que reciben los casos tienen déficits técnicos. Se hace poco si las amenazas llegan por Internet y no hay personal cualificado del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).

La realidad laboral de los periodistas en Medellín En agosto de 2018, el Laboratorio de Periodismo de la UPB reveló los resultados de una investigación en la que participaron 131 periodistas. El 15 % de los encuestados dijo ser víctima de algún tipo de agresión, el 13 % fue presionado para no publicar una información y el 9 % se autocensuró. La mitad del total de la muestra gana entre uno y tres S.M.M.L.V (salarios mínimos mensuales legales vigentes). Un periodista no recibe sueldo y el 5,3 % gana 10 salarios mínimos. Por otra parte, la mayoría de ellos son profesionales de la comunicación y el periodismo, pocos son empíricos. Ellos afirmaron que desean continuar su formación, especialmente, con cursos cortos. Sin embargo, en los 223 medios identificados, no se le da importancia a las capacitaciones que obtienen los periodistas. Las posibilidades de ascensos son mínimas.


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ESTE TIEMPO

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¿Qué protección reciben los periodistas amenazados por ejercer su oficio? El sistema de protección consiste en lo siguiente: El riesgo es un incendio, el Estado da un traje de bombero, pero no hay nadie apagando el incendio. La protección son medidas físicas: chalecos antibalas, botones de pánico, escoltas, vehículos blindados… No se toman medidas para el control y eliminación del factor de riesgo, ahí es donde deberían entrar las investigaciones de la Fiscalía. El programa de protección ha evitado el asesinato de otros periodistas porque, de no tener estas garantías materiales, estarían en una situación muy distinta. No las reciben todos los amenazados, porque la Unidad Nacional de Protección (UNP) analiza el riesgo y decide si otorgar o no medidas preventivas. Eso va más allá de lo que hacemos en la FLIP, nosotros conocemos los casos y los reportamos, pero no decidimos. Un caso emblemático fue el homicidio de Luis Carlos Cervantes. ¿Considera que la UNP fue responsable del asesinato? Sí hubo responsabilidad de la UNP. Más allá de la evaluación de riesgo, Cervantes era una persona protegida, se le retiraron las medidas de protección por decisión del Estado y lo asesinaron. Además, un juez condenó a la UNP a una demanda administrativa por el caso. ¿Cuál fue el rol de la FLIP para evitar el asesinato de Cervantes? Él perdió contacto con nosotros antes del asesinato, por eso, después la documentación fue muy difícil. En las visitas se verificó que a través de Morena Estéreo no había emisión de noticias, el periodista no estaba haciendo periodismo. Se insistió en que había unas amenazas, desde el 2010, por parte de personas, al parecer, vinculadas con la Administración local y se solicitó permanentemente una investigación. Recuerdo que en las investigaciones de las amenazas había solo una entrevista a Cervantes, nada más. Al final, la UNP reevaluó el riesgo y llegó a la conclusión de que no era vigente, pero sí lo era y por eso lo asesinaron. ¿Qué medidas tomó la FLIP, luego del asesinato de Luis Carlos Cervantes, para evitar que otro periodista se quedara sin protección de la UNP y después lo mataran? Nosotros planteamos que antes de quitarle la protección a cualquier periodista, se tuviera un dictamen del avance de las investigaciones sobre el origen del riesgo. Hay que entender que el esquema de protección tiene vigencia de un año. Al cumplirse el tiempo, la UNP vuelve a evaluar el riesgo y decide si mantener las medidas o retirarlas. ¿Cómo se hacía y se hace? Si durante ese año se registran nuevas amenazas, la UNP renueva las medidas de protección. Si no hubo nuevas, considera que se extinguió el riesgo. Desde el asesinato de Cervantes, exigimos que antes de retirar la protección, se debe tener un dictamen de la Fiscalía sobre el riesgo inicial.

Crimen absuelto antes de El Bogotazo El 12 de octubre de 1938, Eudoro Galarza fue asesinado. Es el primer caso registrado de homicidio a un periodista por ejercer su oficio. El autor del crimen fue Jesús María Cortés, sus motivaciones fueron las denuncias de Galarza en La voz de Caldas, sobre el maltrato de Cortés a su tropa. Según él, esa información perjudicaba su honor militar. Diez años después, Jorge Eliécer Gaitán defendió a Cortés. “La defensa que Gaitán estructuró, para lograr la absolución del teniente Jesús María Cortés Poveda, se basó en la tesis jurídica de la legítima defensa del honor militar”, dijo Adriana Villegas Botero en su investigación: La historia de Eudoro Galarza Ossa, el primer periodista asesinado en Colombia. El 8 de abril de 1948 se realizó el juicio del caso, finalizó a las 2:05 a. m. del 9 de abril. El mismo día de El Bogotazo.

¿El Comité de Riesgo y Recomendación de Medidas (Cerrem) cumplió la petición de la FLIP? El Cerrem no nos puso cuidado. Luego de un tiempo de insistir, decidimos irnos del programa, porque consideramos que se toman decisiones temerarias, entre ellas, el retiro de medidas de protección. No compartimos las razones para apartar el esquema, ellos se fijan en nuevas amenazas y nosotros, en el informe judicial. ¿Se sigue investigando el caso de Luis Carlos Cervantes?, ¿aún buscan autores intelectuales? Frente a los autores intelectuales, según el informe que nos dio la Fiscalía, no hay judicialización. La obligación de investigar no se extingue por cuenta de la sentencia administrativa a la UNP, se sigue investigando. Los asesinatos a periodistas tienen un lapso de 30 años para ser resueltos en lo penal, dentro de la Fiscalía. Digamos que aún hay tiempo para investigar el caso. Cervantes es un caso donde las amenazas de muerte se cumplen, ¿esta situación es común?, ¿las amenazas se hacen efectivas o se traducen en daños físicos? Agresiones graves que hemos registrado en los últimos tiempos no tienen como precedente una amenaza, por ejemplo: el asesinato de los periodistas ecuatorianos y otros hechos de los años recientes. Esto quiere decir que el Estado y la sociedad han avanzado. Sin embargo, la infraestructura del sistema de protección no cumple la función de prevenir. Un ejemplo es Efigenia Vásquez, que fue asesinada en una protesta. Esa situación no tiene una amenaza previa, pero se pudo prever. Desde la sociedad, ¿qué se puede hacer para mitigar los efectos de las amenazas a periodistas? La solución es el respaldo social a la labor de la prensa. Un ejemplo, es Carmen Aristegui, su periodismo es muy importante para la democracia mexicana y es el país de América donde matan más periodistas. Un factor fundamental de protección para ella es su audiencia. En Colombia, la sociedad está un poco lejana a sus periodistas y medios, ellos han contribuido a esa dis-

tancia. Para acercar a medios y ciudadanos tienen que haber una conversación sobre los medios. Ya está instalada, pero están desaprovechando la oportunidad. Redacción al desnudo, de Fidel Cano en El Espectador, es un ejemplo valioso, pero escaso. ¿Qué consecuencias directas o indirectas traen las amenazas de muerte? Las amenazas se pueden agravar, además, ellas en sí mismas tienen un efecto de censura. Cuando el periodista es amenazado, antes de hablar sobre su agresor, lo pensará dos veces. La amenaza alecciona a otros periodistas, si a alguien lo amenazaron por cubrir estos temas, otros periodistas van a tener resistencias para hablar de eso. Al final, se le quita información o posibilidades de informarse a la sociedad o a la gente. ¿Cómo se pueden mitigar los efectos de censura? Volvemos al tema de la justicia. Pero otro reto en Colombia es superar la autocensura. Hay unos procedimientos, estándares de documentación y entidades del Estado, que deberían responder cuando un periodista es amenazado. Mientras que el clima de autocensura es más complejo, requiere medidas a mediano plazo, con autoridades locales y una depuración de las rentas ilegales, con respecto al poder político. Todo eso implica un esfuerzo mayor.

Amenazas cumplidas por no tener protección Luis Carlos Cervantes fue asesinado el 12 de agosto de 2014 en Tarazá, Bajo Cauca, Antioquia. Trabajaba para la emisora comunitaria Morena F.M. y fue corresponsal de Teleantioquia, hasta 2013. Recibió la primera amenaza de muerte en 2010. Vendrían más, debido a las denuncias que hacía acerca de la corrupción del Gobierno local y su presunta relación con los Urabeños. “En 2012, la UNP le implementó un esquema de seguridad compuesto por dos hombres y un vehículo blindado”, dijo la FLIP. A finales de 2013, luego de una explosión cerca a la emisora, decidió dejar de presentar noticias y solo poner música en Morena F.M. Continuó con el sistema de protección, hasta junio de 2014, la UNP reevaluó el riesgo y le retiraron la protección, por no tener amenazas nuevas. En 2015, se conocieron los autores del homicidio de Cervantes. En el interrogatorio, alias Morroco “admitió que conocía las razones por las que la organización criminal acabó con la vida del reportero y señaló a alias Manuel, uno de los jefes de la banda criminal”, según publicó la FLIP en su informe del caso.

Según Pedro Vaca, director de la FLIP, las amenazas contra los periodistas tienen un efecto de censura que afecta el poder democrático. Imagen: licencia Creative Commons Zero.

En junio de 2018, el Juzgado Sexto Administrativo Oral del Circuito de Medellín condenó a la UNP, a pagar una indemnización a la familia de Cervantes. El argumento de la sentencia fue que ellos cometieron una falla en el servicio, al retirarle el esquema de protección.


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ESTE TIEMPO

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Las familias afectadas no saben quién responderá por los perjuicios

BABILONIA: ¿UNA TORRE DE DOMINÓ? Valentina Aramburo Villa / valentina.aramburo@upb.edu.co

Como en un dominó, uno sobre otro, 36 apartamentos y cinco locales comerciales caerán al piso. Serán demolidos por orden de las autoridades urbanísticas de Itagüí, sur del Valle de Aburrá. Las propiedades fueron evacuadas, por riesgo de colapso inminente en la estructura, el pasado 29 de junio. La medida dejó damnificadas más de 70 personas. La historia del edificio Babilonia, sellado en noviembre con la orden de demolición, es el capítulo más reciente de la gran novela de estafa inmobiliaria del Valle de Aburrá. Al igual que Space y Bernavento; el primero, en El Poblado; y el segundo, en la Loma de los Bernal, otra edificación del Valle de Aburrá será demolida por fallas estructurales. Se trata de Babilonia, estructura ubicada en el municipio de Itagüí, en la diagonal 41 N° 39-33, cerca al almacén Éxito. El edificio, que inició su construcción en noviembre de 2011, a cargo de la firma constructora Ruiz Sánchez y Asociados, será demolido. Desde el 29 de junio de este año, Babilonia recibió orden de evacuación, por parte de organismos de socorro del municipio, que consultaron con expertos como los del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD) de Medellín y la Unidad de Gestión del Riesgo de Itagüí. En ese momento, los especialistas identificaron un alto riesgo de colapso. Por eso, recomendaron el desalojo y la salida inmediata de todos los residentes. La medida, se informó en ese momento, fue necesaria para proteger la vida de quienes ocupaban los apartamentos y trabajaban en los locales. Debido a la condición que presenta el edificio, a las fallas estructurales en la construcción y al inminente riesgo de colapso es necesario demoler la edificación. Lo más seguro, como ocurrió con Space y Bernavento, es que se haga por implosión. Aseguran expertos en este tipo de trabajos, que es la técnica recomendada, porque minimiza los daños materiales y ambientales. Demoler fue la decisión de las autoridades urbanísticas y la Alcaldía de Itagüí. La medida se tomó este martes 6 de noviembre, en una audiencia pública, la segunda del caso, a la que asistieron 36 copropietarios de Babilonia, luego de hacer un extenso análisis a los estudios de vulnerabilidad estructural, presentado por la constructora encargada del proyecto. Los dueños de los apartamentos, quienes en silencio escucharon la sentencia, reclamaron la presencia de la firma. Representantes de esta no asistieron a la audiencia, como tampoco lo hicieron el pasado 30 de octubre, fecha en la cual se efectuó la primera diligencia y donde se pidió a la constructora un informe detallado de la edificación. A pesar de la propuesta de rehabilitación de la estructura, para su-

Los propietarios han pasado meses sin soluciones claras, desde las primeras fallas, hasta la decisión judicial de evacuación y demolición. Falta el tiempo que tome ejecutar esa decisión con un acuerdo satisfactorio para las partes. Foto: Valentina Aramburo.

perar los riesgos latentes, que incluía compensar los inconvenientes ocasionados a los residentes y responder por los daños ocasionados, la solución de la constructora Ruiz Sánchez y Asociados no fue aceptada por la Alcaldía. Esta pretendía crear un fideicomiso que evaluara las propiedades de la firma, para disponer de ellas y garantizar recursos para costear la repotenciación de la estructura. Sin embargo, el concepto de la Administración municipal indicó que el daño estructural es tan severo, que ni una repotenciación salvaría el edificio. Además, en el auditorio, donde se llevó a cabo el segundo procedimiento ante el Tribunal de Itagüí, se dio a conocer que el edificio Babilonia no contaba con los permisos requeridos de ocupación ni poseía los recibos satisfactorios de la obra. Por esto, el municipio no había autorizado los apartamentos y

locales comerciales, que fueron entregados por la constructora en 2013, a pesar de no contar con la documentación legal necesaria. La resolución, leída en la audiencia, indicó que el edificio posee un alto riesgo de derrumbe, debido a que: “el diseño estructural no cumple con las condiciones técnicas requeridas ni con las normas de sismorresistencia”. A esto se suman los resultados de estudios realizados por las autoridades municipales, luego de una visita de revisión técnica, por parte del equipo de Planeación e Infraestructura de Itagüí. Según esos resultados, la falla es producto de la columna estructural principal, que da soporte a la edificación, con lo cual, los expertos en patología constatan que el riesgo es latente y es ocasionado por malos cálculos, inadecuada construcción de dicha co-

lumna, otros defectos, materiales que no son suficientemente resistentes y problemas asociados al agotamiento estructural, que han debilitado progresivamente el edificio. El abogado de la constructora, aunque dio datos detallados, aseveró que los informes preliminares demuestran que el fallo estructural presente en la columna principal se remonta a un error en el diseño inicial, presentado por un ingeniero estructural externo a la constructora y con el cual, no se logrado establecer nuevamente contacto. “No aparece, pero vamos a tratar de localizarlo, porque hay que llamarlo a declarar dentro del proceso. Y emprenderíamos acciones legales contra todas las personas que consideremos que, por su accionar, pudieron haberle causado perjuicios a los compradores y a nosotros”, agregó el abogado.


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Según las licencias de construcción aprobadas por la Curaduría Primera de Itagüí, Jhónier Iván Mena Romaña y Adriana Aguirre Castaño son los calculistas del proyecto. Sin embargo, ellos afirmaron no ser los encargados de ese proceso, a pesar de que en los documentos están relacionados como tales, con sus nombres, matrículas profesionales, firmas y sellos. Esto, de acuerdo con las autoridades, genera dudas y vacíos de responsabilidad en la ejecución de la obra. El documento presentado dio muestras claras de que el proceso nunca se hizo acorde a las licencias entregadas por la Curaduría Primera y que no se tiene la certeza de que el edificio haya contado con la profundidad necesaria en sus fundaciones, debido a que nunca ha existido un registro adecuado con el proceso de construcción.

¿Qué sucedió? Ángela Ramírez, administradora del edificio y propietaria de uno de los apartamentos, asegura que la edificación presentó problemas desde el inicio, pero que no fueron percibidos, debido a que, en ese entonces, la obra apenas había sido entregada. Ramírez aseguró que, durante las fechas posteriores a la finalización del proyecto, el sótano se inundó y, poco a poco, fueron apareciendo fisuras en los apartamentos de los pisos cinco y seis, lo cual, una vez reportado, fue solucionado inmediatamente por la constructora, que pareció desconocer la gravedad del asunto y terminó por enmendar superficialmente las fisuras que continuaban reapareciendo, a lo que el constructor respondió, que eran producto del asentamiento, por ende, normales. Los problemas con la construcción tuvieron lugar, cuando las fisuras en las paredes se convirtieron en grietas, que recorrían todo el edificio, asunto que, gradualmente, fue empeorando y llegó a su punto crítico, en marzo de este año, cuando la fachada de los pisos afectados empezó a abultarse, alertando a los propietarios, quienes solicitaron una revisión por parte de las entidades competentes. Ante dicha situación, el ingeniero calculista determinó la necesidad de tumbar un pedazo de la fachada, con el fin de estudiar qué estaba causando el daño y reparar el problema. Entonces, se dieron cuenta de que las vigas se estaban desmoronando y las varillas estaban dobladas. Por lo cual, se pidió a la empresa constructora una intervención inmediata, lo que dio inicio a obras de reparación, estando el edificio ocupado. Ese procedimiento fue irregular y generó la intervención de las autoridades urbanísticas de Itagüí, porque obras de recuperación y repotenciación no se pueden realizar, mientras la construcción está habitada. Así nos dimos cuenta de la falla en una de las columnas, aseguró Ángela Ramírez. Eso generó la orden de evacuación de la estructura.

Una medida drástica El lunes 22 de octubre, funcionarios de la Alcaldía, representantes de las víctimas y un delegado de la Superintenden-

A mediadios de noviembre de 2018 todavía no se habían aclarado los asuntos legales necesarios para proceder con la demolición del edificio. Foto: Valentina Aramburo.

cia de Industria y Comercio se reunieron para analizar el informe preliminar de la constructora, entregado el 8 de octubre y relacionado con la vulnerabilidad estructural. Ese día anticiparon que derribarían el edificio, para evitar un colapso, era, tal vez, la única opción. Ángela Ramírez aseguró que, tras conocer el documento, quedaban pocas esperanzas, “debido a que no había nada que se pudiera hacer; la conclusión que sacamos de lo que nos presentaron fue pésima. La construcción tiene fallas estructurales, hay fallas de suelo y de materiales. El edificio tampoco pidió el permiso de habitabilidad”, explicó la afectada y administradora. El fallo del juez ordenó a la constructora entregar, en máximo 30 días, el plan de demolición, incluyendo planes sociales, ambientales, jurídicos y de mitigación de impacto. Luego de ser aprobado, Ruiz Sánchez y Asociados deberá ejecutar el operativo de demolición que está presupuestado en $ 2 000 millones. De lo contrario, el municipio se hará cargo del procedimiento e imputará cargos a los implicados.

Y, ¿las víctimas? Ángela Ramírez anunció que ya se radicaron las denuncias correspondientes contra el constructor. “El equipo de abogados, que representa a los 36 propietarios, estudia actualmente qué otras acciones legales pueden tomar, para exigir la reparación a las víctimas, que llevamos cinco meses esperando una respuesta”, aseguró la vocera de los propietarios. Por otra parte, el secretario jurídico de Itagüí, Óscar Darío Muñoz, afirmó que: “La firma constructora deberá cumplir con la entrega de subsidios a los habitantes del lugar. En caso de no hacerlo, la Alcaldía de Itagüí dispondrá de un subsidio del 70 % de un salario míni-

mo”. Destacó que ya fueron aprobados los recursos para los primeros quince subsidios. “Estamos haciendo lo que corresponde para ayudar a los afectados”, concluyó el secretario.

Un fenómeno que crece La estafa inmobiliaria en Medellín y todo el Valle de Aburrá es una modalidad delictiva de gran magnitud, que se presenta en los últimos años, con una creciente preocupación. Esta se encuentra enmarcada como actividad de obtención de dinero de manera irregular en el sector inmobiliario y de la construcción, dos de los que mayor peso tienen en las finanzas del país. La estafa inmobiliaria en Medellín y el Valle de Aburrá es, sin duda, un problema multifactorial, que implican empresas privadas, grupos delictivos especializados y constructores piratas que, desde luego, también cuentan con la complicidad, por corrupción y falta de control, de las entidades públicas.

Cifras El concejal de Medellín, Bernardo Alejandro Guerra, insiste en que, en lo

corrido del año, se han presentado 83 casos de proyectos de vivienda, que han derivado en estafas inmobiliarias. Esto ha generado cerca de medio billón de pesos en pérdidas, que hoy son objeto de investigación por parte de la Vigilancia Administrativa de la Personería de Medellín. “La estafa inmobiliaria en la capital antioqueña llegó a un nivel tan crítico, que la cifra de víctimas podría llenar un estadio de fútbol”, afirmó Guerra Hoyos, concejal de Medellín. El corporado denunció que, sumado a casos de años anteriores, habría más de cincuenta mil víctimas y que, en lo transcurrido de 2018, se han presentado seis denuncias ante la Fiscalía General de la Nación.

Opiniones Luis Alberto Muñoz, arquitecto, constructor, urbanista y exsubdirector de Planeación de Medellín en el gobierno de Luis Pérez Gutiérrez, resalta que la estafa inmobiliaria ha generado pérdidas millonarias y que la cifra de víctimas tiene un aumento alarmante, por esto, es importante que las personas investiguen los proyectos de vivienda antes de invertir. “Eviten procesos judiciales y medidas sancionatorias. Lo importante es prevenir y salvaguardar el capital”, recomendó el arquitecto.

“La estafa inmobiliaria en la capital antioqueña llegó a un nivel tan crítico que la cifra de víctimas podría llenar un estadio de fútbol”, afirmó Guerra Hoyos, concejal de Medellín.


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Reflexiones a propósito de la reciente acreditación nacional…

EL DEBATE POR LA EDUCACIÓN NO DEBE SER SOLO ECONÓMICO: RECTOR GENERAL DE LA UPB Juan Pablo Patiño Osorio / Joaquín Gómez Meneses

La Acreditación en Alta Calidad Multicampus para la Universidad Pontificia Bolivariana es garantía de calidad, por encima de las distancias y los contextos diversos, bajo los que opera la Institución que, con poco más de ochenta años de fundación, toma, definitivamente, un lugar de liderazgo nacional. El rector general, presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda compartió con los lectores de Contexto, su visión del proceso de acreditación, las implicaciones del mismo y una mirada a los debates actuales sobre la educación superior en Colombia. Cuando el 24 de octubre pasado, el Ministerio de Educación Nacional expidió la resolución 017228 que le otorgaba a la Universidad Pontificia Bolivariana la Acreditación de Alta Calidad Multicampus, para la Institución culminó la primera etapa de una carrera iniciada hace más de diez años. “Lo primero fue la acreditación de los programas. Este era uno de los requisitos que están en todo lo que tiene que ver con los procesos de acreditación: programas acreditados, egresados, posgrados, temas de financiación, bienestar y proyección social”, explicó Ceballos Sepúlveda, sobre los retos y cambios que la UPB asumió para emprender su acreditación en todo el país. Alcanzar el reconocimiento en el ámbito multicampus seguía siendo el reto y el paso siguiente fue la acreditación institucional de las sedes, lo cual condujo a la revisión de la Misión, Visión, los Principios y el Proyecto Educativo Institucional, en concordancia con los factores bajo los cuales, el Ministerio de Educación da su aval a los programas e instituciones de educación superior. Años de tareas cumplidas y logros debieron documentarse debidamente. La normativa ministerial cambió constantemente: primero, fijó vigencias para las acreditaciones, en 2014 estableció que las universidades con varias sedes debían buscar la categoría multicampus y así explicó el rector general de la UPB: Ya habíamos hecho el ejercicio con las seccionales desde 2014, entonces, dijimos: “Bueno, ahora nos tenemos que poner juiciosos y vamos a hacer el proceso para presentarnos multicampus”. Con unos riesgos: que la sede central recibiera una nueva visita y que nos dijeran que íbamos por menos tiempo o que nos dijeran que no estábamos para ser acreditados y la sede central perdiera su acreditación. Las normas reversaron y, de nuevo, se abrió la posibilidad de la acreditación sede por sede, pero la UPB había comenzado su tarea y no pararía hasta el 31 de octubre, que se recibió la noticia de la Acreditación Multicampus, luego de las visitas a las diferentes sedes, de las reuniones en que directivos, docentes y estudiantes presentaron las evidencias de que la UPB estaba en condiciones de recibir el reconocimiento ministerial, ante evaluadores de la talla del exmagistrado José Gregorio Hernández, entre otros. Sobre el impacto regional este reconocimiento, consciente de los múltiples factores que constituyen un atractivo para las personas que buscan estudiar en una institución de educación superior, el rector general explicó: Llevamos a las seccionales a una categoría de calidad muy importante y es muy destacable, porque en Montería, ninguna de las universidades estaba acreditada, o sea, que somos los primeros. (…) De las universidades que hay en Palmira, la UPB es la única privada que está acreditada. Bucaramanga sí tiene más universidades acreditadas, pero, nosotros también necesitábamos presentarnos con este sello allí.

UPB Colombia para el mundo

Una acreditación para toda la UPB en Colombia trae posibilidades que la comunidad universitaria comienza a conocer. También conlleva tareas que ya están en marcha. Foto: Yuri Morelos Morelo.

Sobre lo que todo esto significa para las regiones, Ceballos Sepúlveda añadió: Una región que tenga una universidad acreditada, ya tiene una institución con un respaldo de alta calidad en todos los procesos: administrativos, financieros, formativos, académicos, de investigación. Y le da una proyección de credibilidad mucho más alta en todos los medios: gubernamentales, empresariales y en la sociedad, en general, porque se vuelve un referente. De otro lado, la resolución de acreditación del Ministerio de Educación Nacional también señala nuevas tareas y explica el presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda: Esas recomendaciones son con las que la Universidad tiene que empezar a trabajar para su renovación de acreditación, para dentro de seis años. Eso significa que en estos seis años… cinco años, porque la documentación debe ser presentada un año antes de que termine el periodo de acreditación, nosotros tenemos que dar cuenta de que esas recomendaciones que nos hicieron, sí las pudimos superar, eso es lo fundamental. Y sobre los impactos para la organización de la Universidad cita un ejemplo: La Unidad de Planeación estaba muy dedicada al tema de calidad, pero ahora va a tener una nueva perspectiva, porque tendrá una unidad dedicada a la parte de calidad y otra encargada de la estrategia de la Universidad; es la unidad que debe fijar toda la proyección de metodología y todo el plan de mejoramiento, que tiene que hacer la Universidad, para que esas recomendaciones las podamos ir subsanando durante todo este tiempo.

Ránquines internacionales han dado visibilidad a la tarea de la UPB, más allá de las fronteras: la edición 2019 del Times Higher Education y el de la compañía británica Qacquarelli Symonds dan cuenta de un significativo ascenso en lo regional y en América Latina, por la calidad de su docencia, la proyección internacional de su labor y la influencia de su investigación, entre otros factores, los convenios para doble titulación, pasantías u otras actividades con universidades de Europa, Asia, Oceanía, América Latina y Estados Unidos. Los estudiantes extranjeros son frecuentes en las aulas de la UPB. No obstante, en esa proyección, el rector general plantea tareas como:

… optimizar aquello que ya tenemos y estar pendientes de que eso realmente funcione. (…) El otro punto es lo que tiene que ver con la acreditación internacional: hoy tenemos tres programas acreditados internacionalmente, pero, nosotros, como institución, tendríamos también que empezar a evaluar la posibilidad de presentarnos a una acreditación de orden internacional, señala Ceballos Sepúlveda, sobre lo que considera un buen medidor del lugar de la UPB en el mundo.

El nivel de la región y un lugar que hay que cuidar Según explica el rector general de la UPB, en Antioquia, el panorama de la calidad de la educación superior es el de una conversación de alto nivel: “En Medellín, prácticamente, todas las universidades están acreditadas. Ya entró el ITM, el Politécnico está en ese proceso y la Cooperativa también lo está. (…) Antioquia ocupa el primer lugar en universidades acreditadas, comparando por regiones”. Señala que, en ese panorama, está bajo prueba constante la capacidad de gestión de cada institución: En las universidades privadas, el 70 %, casi que el 75 % de los ingresos son las matrículas. Por lo tanto, cualquier bajón en temas de inscripciones y de matrículas nos afecta, por eso, aquí tenemos un equipo que se llama: Junta Orientadora de la Universidad y está compuesto por varios empresarios egresados de la Institución; ellos nos ayudan mucho con el análisis de las finanzas de la Universidad y el manejo de ellas.


Dic. 2018 - ene. 2019 CONTEXTO No. 69 UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA Ante la Acreditación Multicampus, el presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda cita ejemplos del modo en que estos reconocimientos aumentan la preferencia de los aspirantes, uno de los cuales es el Programa de Sicología en Montería, sede en la cual creció el número de inscripciones, al conocerse la Acreditación Multicampus. Establece en todo ello una relación causa-efecto, y destaca un nuevo ejemplo: la certificación de la Clínica Universitaria Bolivariana como hospital universitario, lo cual describe como fruto de un esfuerzo institucional y financiero extraordinario. Entre las estrategias para planificar y racionalizar las inversiones y costos de la Universidad, el rector cita también el trabajo de un equipo de análisis financiero, de gastos, costos, presupuesto, desarrollo tecnológico e infraestructura. Desde hace por lo menos cuatro años, por ejemplo, las obras son parte del paisaje en el campus de Medellín, todo como parte del Plan Maestro de la Universidad, que llega también a sus demás seccionales. El reclamo de comodidad en las instalaciones, que ha sido recurrente en las últimas autoevaluaciones institucionales, condujo a inversiones en nuevos bloques, remodelación de otros más, intervención de zonas cercanas al campus y la ampliación de áreas de estudio, en concordancia con las rutinas de estudiantes que, con mayor frecuencia, pasan más tiempo en la Universidad, según cuenta el rector general de la UPB, quien refiere como otra fuente de ideas en esa materia, al intercambio de experiencias con otras universidades y explico: Acabamos de hacer el ejercicio de la biblioteca abierta 24 horas. Ya lo habían hecho la Nacional y Eafit, nosotros ya conocíamos la experiencia y quisimos hacerlo acá. Analizamos todo lo que nos traen los representantes de los estudiantes, vamos mirando, buscamos los espacios. Y sobre las inversiones en infraestructura añadió: Tenemos una clínica y esta también y esta sufre lo que sufren todas las entidades de salud en el país. (…) pero también la clínica tiene los desarrollos en las tecnologías (…). Todo eso exige un manejo muy consciente y responsable de los recursos que tiene la Universidad. Por eso, muchas veces dicen que somos amarrados; no es que seamos amarrados, tenemos que ser cuidadosos con lo que la Universidad tiene.

Bajan las admisiones, ¿suben las matrículas? El presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda reconoce una baja de admisiones en las universidades privadas, situación que constata con otros rectores de las redes interuniversitarias que integra la UPB, en lo nacional (G10), regional (G8) y como universidad católica (avanza la creación de una red con 59 de estas instituciones en el país). Explicó que en el caso propio, es bajo el número de matriculados, pero con un aumento en el número de créditos (unidades que sirven para la tasación de la intensidad horaria y costos educativos, entre otras variables), que tomaron los estudiantes inscritos, lo que equilibró la situación. La Rectoría comprende los temores de que la Acreditación Multicampus generará aumentos en los costos de matrícula. Al respecto Ceballos Sepúlveda explicó: La Universidad no puede subir la matrícula a su antojo. Todo eso está regulado por el Ministerio de Educación. Nosotros tenemos que subir acá y cada una de las seccionales tiene que subir ante el Ministerio los derechos pecuniarios, donde está el tema de las matrículas, derechos de grado, papelería, todas esas cosas. Las instituciones acreditadas tienen un valor por encima de las otras, unos topes, un poco más altos que las otras. ¿Aquí qué se hace? Un estudio de todas y cada una de las facultades; se mira su comportamiento, porque no todas se comportan igual en temas financieros: hay unas que

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dan pérdidas, las que dan excedentes tienen que soportar un poco a las otras. Se hace un estudio y eso hay que cruzarlo con las inversiones de la Universidad, no solo el tema salarial, también el tema de infraestructura, nuevas tecnologías y otros desarrollos como la investigación. Puede que se suba un poquito más de lo que “Nos interesa, porque es un debate de carácter nacional y de orden educativo sea el tope, un puny formativo”, dice el Rector General de la UPB sobre las discusiones en torno to o medio punto, a la educación superior en el país. Considera válidas las manifestaciones a favor por parte pero eso no se puede los estudiantes de la Universidad. Foto: Contexto. de hacer si no hay una autorización del este problema para que vuelvan a estudiar y Ministerio de Educación. ¿Cómo se autoriza? culminen el año”. Tiene que persistir un proceJustificando eso con la investigación, becas, auso permanente de vigilancia, diálogo, relacioxilios de estudio, apoyo alimentario, manutennamiento con las rectorías de las universidades ción, Fundación Solidaria, todo lo que hacemos públicas y con los representantes de los estuy que tiene que presentarse en un solo bloque. diantes. El rector general de la UPB aclaró que el menEl apoyo y diálogo entre universidades privadas cionado estudio está sujeto a un promedio de los costos de matrícula, en las diferentes carreras, para y públicas es frecuente en escenarios como el G8 en establecer el porcentaje de aumento. Reveló que la Medellín. Ceballos Sepúlveda señala que la universidiferenciación de costos a partir del estrato del cole- dad privada no está al margen del debate por la edugio de origen de los admitidos, ya no representa ma- cación pública: yor diferencia y, por eso, se abre paso a consolidar el Lo peor sería decir que las universidades prisistema de cobro basado en créditos: “Usted puede vadas no tenemos problemas o que “ese es un matricular las materias que pueda, con el dinero que problema de ellos y no nos interesa”. Al revés, disponga”, explica y cita las opciones de pago: “Tenenos interesa, porque es un debate de carácmos créditos estudiantiles, el Icetex, la Cooperativa…”. ter nacional y de orden educativo y formativo. Consciente de que existen situaciones en las ¡Ojalá no solo fuera de estricto sentido econóque las condiciones dificultan la permanencia de los mico!, sino, para que subiéramos el nivel y la estudiantes, el rector revela el objetivo institucional: responsabilidad en el campo del estudio, de la investigación y de la proyección de la universiRetener el mayor número de aspirantes a la dad en todo sentido. Las universidades públicas Universidad, ofreciendo posibilidades para que son muy buenas, tienen sus problemáticas y no puedan acceder a la matrícula y permanecer. se han solucionado totalmente. No es solamente con los nuevos, también con los que están, porque hemos identificado que hay un número bastante considerable de estudiantes que, en el tercero, cuarto y quinto semestre, se van. Ahí es donde tiene que trabajar El nuevo programa del Gobierno Nacional propone la Unidad de Permanencia, identificando esos que los estudiantes que opten por estudiar en univercasos; a lo mejor esa persona no conoce otras sidades privadas tendrán matrícula cofinanciada entre posibilidades que le ofrece la Universidad, enel Estado, la institución que los acoge y recursos aportonces, ese es un ejercicio que estamos hacientados por el sector privado. “El nuevo programa apundo permanentemente. ta a que participen, no solo las universidades acreditadas, sino instituciones con programas acreditados”, explica el rector al considerar que Generación E abre un poco más el abanico de posibilidades. Sobre Ser Pilo Paga, el rector general de la UPB sostuvo: Desde su lugar, dentro del G8 y otras redes en las que trabaja con universidades públicas del país, el rector Sin ese programa, cuarenta mil familias del país no podrían haber tenido un profesional en su general de la UPB analiza las discusiones actuales socasa. Tiene defectos, claro, no todo es perfecbre la educación superior en Colombia y opinó: to, uno va viendo en el proceso que hay difiEn primer lugar, el debate hoy es de presupuescultades. (…) Para las mismas universidades fue to, porque hoy se dio la oportunidad de discutir sobre un reto: Tuvimos que crear otras unidades de eso, pero la deuda del Estado con las universidades apoyo como Permanencia. No todo se los da el públicas es una deuda histórica. En segundo lugar, Gobierno, nosotros les hicimos unos descuenhay que mirar, también, el tema de la Administración tos, les colaboramos con el tema de la segunda pública, cómo se administran los recursos desde ella. lengua, manutención, entre otros aspectos. Pienso que es un debate válido. También, señaló el rector general de la UPB: 2019 será el año de los primeros egresados de Ser Pilo Paga, con esa expectativa y basado en la exLas necesidades de las universidades públicas periencia, el rector general de la UPB anticipó: “Debeson las mismas de las universidades privadas, mos mirar las capacidades que tengamos en cupos con una diferencia: Las universidades públicas tienen el soporte del Estado, que debe apoyar y en disponibilidad de la Universidad. No podemos con presupuesto su financiamiento y todos sus abrirnos completamente a todo, porque eso también desarrollos, además, las universidades públicas nos abriría un hueco fiscal”. Confía en que así como su también tienen que hacer gestión para otros equipo administrativo y docente adquirió experiencia ingresos y de hecho, la hacen y la realizan muy en las sucesivas acreditaciones de programas y sedes, bien: investigación, internacionalización, paantes del reconocimiento ministerial en el ámbito tentes... (…) Este es un debate abierto y tendrá multicampus, la experiencia de Ser Pilo Paga nos dejó que seguir siendo abierto, porque eso no está lecciones y capacidades para recibir a los estudiantes en que el Gobierno diga: “Les solucionamos de la Generación E.

Generación E

El debate de la educación en Colombia


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Tener animales silvestres como mascotas es un delito

MASCOTAS QUE AMENAZAN NUESTRO PLANETA Daniela Morales Medina / daniela.moralesm@upb.edu.co

La tenencia ilegal de fauna silvestre siempre ha estado reglamentada, pero por razones sociales, nunca se le había prestado la debida atención. Conozca cuáles son los controles que se hacen en la materia y cómo puede colaborar con ellos. Actualmente, Colombia ocupa el segundo lugar dentro de los países con mayor biodiversidad del mundo, superado, únicamente, por Brasil. Según el más reciente informe (diciembre de 2017) de la organización internacional Global Biodiversity Information Facility, Colombia posee 62 889 especies, de las cuales, 9 153 son consideradas endémicas, 1 345 se encuentran amenazadas, 1 514 son objeto de comercio y 922 son introducidas, invasoras o trasplantadas en el país. Esto ha generado un gran atractivo para los comerciantes del tráfico ilegal de fauna y flora de diferentes países, quienes, aproximadamente, trafican 833 especies de plantas, 527 especies de vertebrados y 143 especies de invertebrados al año, únicamente, en Colombia. Sin embargo, el tráfico ilegal de fauna y flora en Colombia no es algo nuevo. Desde hace aproximadamente nueve años, esta actividad comenzó a considerarse como un delito en el país y se prohibió su ejercicio mediante el artículo 333 de 2009 del Código penal y la Ley 1453 de 2011 de la Constitución política de Colombia, las cuales establecen condenas de 48 a 108 meses de prisión, por la explotación ilegal de fauna y flora silvestre y una multa de 35 000 salarios mínimos mensuales legales vigentes, y si las especies están amenazadas, en vía de extinción o son migratorias, la pena se incrementa de una tercera parte, a un 50 %, según el caso. No obstante, a pesar de las diversas medidas policiales, jurídicas y pedagógicas que existen en el país contra este delito, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente, a finales del año pasado, 23 605 ejemplares de fauna fueron incautados, además de 246 320 plantas. Dentro de las cifras de fauna silvestre, la tortuga, la hicotea y la babilla continúan siendo parte del grupo de animales que más se comercializan, mientras que, en el grupo de flora, la palma de cera, la palma de vino y la guadua se posicionan como las especies de plantas más demandadas. Aunque el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre es un negocio que afecta a diferentes lugares de Colombia, ya sea con el fin de capturar nuevas especies o venderlas, el Centro de Atención y Valoración de Fauna del Área Metropolitana (CAV) indicó al periódico El Espectador, que más del 80 % de las incautaciones o recuperaciones que se realizan son en el municipio de Medellín, además, en esta ciudad se encuentran los dos lugares de paso más utilizados por las autoridades ambientales, al momento de necesitar

un sitio donde ubicar temporalmente a la especie, antes de ser liberada, como lo son: El Jardín Botánico de Medellín, Joaquín Antonio Uribe y el Zoológico Santa Fe. Todo esto sumado al adecuado y flexible clima que posee el municipio, convierte a la Ciudad de la Eterna Primavera como uno de los principales blancos, tanto para las autoridades ambientales como para los comerciantes. El subintendente de la Policía Ambiental de Medellín, Edgar Rodríguez, explicó por qué esta actividad sigue vigente y cuáles son los impactos que supone. ¿Qué tan grave está el panorama del tráfico de fauna silvestre en Medellín? El tráfico de fauna silvestre es el cuarto delito con el que más se lucran las personas; primero, está el de drogas; luego, el de armas; seguido, el de trata de personas; y por último, el de especies de fauna silvestre. Este delito, al igual que el resto, ha evolucionado, ha pasado a otros aspectos y ya no tiene la misma metodología de tráfico que usaban en otros tiempos, como, por ejemplo, encontrar estas especies en exhibición en la Minorista o contactar directamente a los traficantes en los barrios, para así conseguir el animal que fuera. Este delito ya ha traspasado a las redes sociales, en dónde es más fácil ubicar a los comerciantes, y donde encontramos ahora que, junto al grupo de delitos ambientales que tiene la Policía, es donde más se está trabajando, para dar captura a los traficantes que se dedican a esta actividad. ¿Se puede estimar un número aproximado de animales incautados al día o al mes? Es difícil hacer ese cálculo. Como puede haber días que recuperemos muchos animales, puede haber otros en que no rescatamos tantos. Nosotros (la Policía

La vida en cautiverio afecta los hábitos alimenticios y otros comportamientos de los animales. El colorido de las guacamayas se ha convertido en la principal razón de su persecución. Foto: Daniela Morales Medina.

Ambiental) sacamos todos los días una patrulla que corresponde a los casos de maltrato animal y de emergencia de fauna silvestre. Dentro de esos casos, tenemos las entregas voluntarias y las emergencias que se presentan, muchas

“Las loras junto con las tortugas tienen los primeros lugares. Las loras, principalmente, porque las personas piensan que pueden hablar y no es así, solo repiten lo que escuchan”, subintendente Edgar Rodríguez, Policía Ambiental.

veces, a causa de la irracionalidad humana. Un número aproximado de animales silvestres incautados al día sería de cinco a diez especies y al mes tendríamos, si multiplicamos esto por 30, 300 especies. ¿A qué casos se refiere cuando dice “a causa de la irracionalidad humana”? Por ejemplo, cuando algunas personas matan las zarigüeyas, porque las asocian con una plaga, como las ratas, y es completamente lo contrario, a ellos no les importa que es la mamá de unas crías, no se dan cuenta de eso, a menos de que lleguemos a hacer el rescate y nos demos cuenta que tenía sus crías en el marsupio. Entonces, casos como esos hay muchos. Ahora que empezamos época invernal, tenemos muchos pro-


Dic. 2018 - ene. 2019 CONTEXTO No. 69 UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA blemas con serpientes en zonas verdes que, debido a la tendencia de las personas a invadir, cada vez más, las zonas rurales, les quitamos el espacio a ellas, lo cual produce que se vean envueltas en estos ecosistemas urbanos, ajenos totalmente a su hábitat. ¿Cuáles son las especies silvestres más comercializadas (o incautadas) en la ciudad de Medellín? Hay muchas variables. Encontramos que las loras junto con las tortugas tienen los primeros lugares. Las loras, principalmente, porque las personas piensan que pueden hablar y no es así, solo repiten lo que escuchan. Además, son la especie más amenazada en el grupo de las aves y la que más se encuentra en los hogares colombianos. Seguido está la tortuga, la cual, suelen definir como un animal tranquilo, un animal que no requiere mucho cuidado, sin saber que puede ser un transmisor de enfermedades, debido a que todos los reptiles transmiten una bacteria que se llama la salmonela. Ya luego seguiríamos con los animales de canto, como los sinsontes, los cuales, en una época eran muy comunes de tener por su canto, sin saber si cantaban de felicidad o tristeza. Y ya en el cuarto y quinto lugar, entrarían los mamíferos, como los primates y reptiles. ¿A dónde van estos animales, una vez han sido incautados por tenencia doméstica ilegal? ¿Vuelven a su hábitat o a algún lugar de paso? Este trabajo de recuperación de fauna silvestre no lo hacemos solo nosotros como Policía Ambiental Ecológica, sino que es un trabajo articulado con todos los entes que tienen que ver con la recuperación de especies silvestres. Es como una cadena, que primero parte de la persona que quiere entregar un animal silvestre y que en un comienzo nunca tuvo por qué tenerlo, pudo ser por desconocimiento o, en muchos casos, por ser el producto de algún choque automovilístico; cuando la persona acude a la Policía Ambiental, inmediatamente, miembros altamente capacitados de este ente acuden a rescatar al animal. Luego, dependiendo del

grado de estrés en el que el animal se encuentre, se puede llevar a un hogar de paso ubicado en el Jardín Botánico, el cual, pretende minimizar la tensión del animal, producto de la pérdida de su hábitat o del forzamiento a vivir en un hogar doméstico. En este lugar se suelen ubicar todo el día con cuidados de un profesional. Ya en las horas de la tarde, la Policía Ambiental y las Unidades de Rescate de los municipios trasladan a todos los animales incautados en el área metropolitana a Barbosa, al Centro de Atención de Fauna Silvestre, para que allí, un equipo de biólogos, veterinarios, médicos, zootecnistas y nutricionistas se encarguen de la rehabilitación y posterior liberación de los animales, cuando las características físicas y comportamentales de estos, así lo requieren. ¿Se ha reconocido alguna ruta o lugar de procedencia del tráfico ilegal de fauna silvestre en Medellín? Ahora que empieza la temporada vacacional, se ubican ciertos lugares de la costa, en donde se tiene gran variedad faunística y, por lo tanto, se encuentran unos sitios establecidos en las vías, en los que los comerciantes salen a vender especies silvestres. Esto ya se está trabajando con personal de la Civil para las respectivas capturas y demás, pero el mensaje es más para que las personas no compren este tipo de fauna ni siquiera para entregarlos, porque estamos fomentando un tráfico ilegal. Nos han llegado varios casos de personas que compraban los animales sobre la vía y manifestaban que: “Lo compré para entregarlo”, pero no se hace nada, porque se sigue lucrando este negocio. Las principales rutas de ingreso de fauna silvestre ilegal a Medellín es el norte y la región de la costa.

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No olvidemos que los índices delincuenciales siempre se han enfocado en las drogas, narcotráfico, secuestros, terrorismo y demás. Ahora que estamos más alertas, en cuanto al cambio climático y a la extinción de algunas especies, apenas nos estamos dando cuenta del daño que les hacemos a los animales, pero la normatividad siempre ha estado desde la Constitución de 1991. En el Código penal, el artículo 328 y la Ley 1453, encontrada en el artículo 29, datan sobre el ilícito aprovechamiento de los recursos naturales, pero, también, podemos encontrar datos de la tenencia ilegal en el Código de los recursos naturales. De igual manera, la ley 1801, que se encuentra en el Código Conductas que las personas encuentran cómicas, son, de seguridad ciudadana, en muchos casos y en realidad, traumas producto del también establece algucautiverio de aves como estas. Foto: Daniela Morales. nos artículos en cuanto a sanciones por la tenencia y maltrato a especies domésticas y silvestres. Todas estas reglas, normas y leyes son muy útiles a la hora de incautar a un animal silvestre.

Diez razones para no tener animales silvestres como mascotas

1. La tenencia ilegal de fauna silvestre es un delito tipificado en la normativa ambiental. 2. Estos animales requieren de alimentos que solo consiguen en su ¿Cuáles son las principales razones por hábitat natural. las que el tráfico ilegal de fauna silves3. Necesitan ambientes propicios tre sigue vigente, a pesar de las leyes para poderse reproducir y evitar su y normas establecidas que protegen extinción. estos animales? 4. Deben estar rodeados de individuos de su misma especie, para Más que el tráfico, la tenencia de fauna estimular su supervivencia. silvestre siempre ha estado reglamen5. Un animal en cautiverio termina tada, pero por razones sociales, nunca por demostrar un comportamiento se le había prestado la debida atención. agresivo y temperamental, en muchos casos, sin provocación alguna, llegando a convertirse en amenaza para el ser humano. 6. Fuera de su hábitat, los animales no pueden realizar funciones importantísimas, como dispersar semillas y controlar plagas, entre otras, que mantienen el equilibro en los ecosistemas. 7. Estos animales se enferman, deprimen y debilitan, muchas veces, sin importar lo bien que los queramos tratar; condiciones que los llevan Tener pequeños primates como mascotas supone también un riesgo tanto para ellos como para quienes asumen su cuidado, ante el posible contagio de enfermedades para las que sus sistemas inmunes no están a la muerte en preparados. Foto: Daniela Morales. poco tiempo.

El tráfico de fauna silvestre es el cuarto delito con el que más se lucran las personas; primero, está el de drogas; luego, el de armas; seguido, el de trata de personas; y por último, el de especies de fauna silvestre.

8. Cuando se compra un animal silvestre para tenerlo como mascota, se está fomentando el tráfico ilegal, se está pagando por la destrucción del planeta y se está contribuyendo con la extinción de las especies. 9. Por cada ejemplar de fauna silvestre enjaulado o secuestrado, aproximadamente, 10 individuos mueren en el proceso de apresamiento, transporte y comercialización. 10. Los animales silvestres son portadores de muchas enfermedades que pueden transmitir a los humanos o a los animales domésticos (enfermedades zoonóticas), ocasionándoles graves dolencias e, inclusive, la muerte. Con información de la Policía Nacional y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Ayude al rescate de animales silvestres En caso de detectar animales silvestres en viviendas o en la vía pública, la Policía recomienda acudir a la línea de emergencia 123. La Policía Ambiental habilitó el número: 304 628 9337 para recibir mensajes vía Whatsapp. También está la línea: 3856000 del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.


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RASTROS

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En la intervención urbanística del Centro de Medellín

EL HALLAZGO HISTÓRICO DE LA CALLE BOYACÁ Juan Manuel Cano / juan.canol@upb.edu.co

Bajo de la estación Parque Berrío del metro y me encuentro con un cerco de mallas anaranjadas que rodean y separan, en dos cuadrados, un tramo del paseo Bolívar. Una leve neblina de polvo y un taladrar incesante acompañan el normal bullicio y ajetreo del caótico lugar. Esta es una de las obras del programa de renovación del centro, que la Alcaldía ha comenzado a ejecutar y que se extiende a otros sectores como La Playa, Junín, Amador y Boyacá, a donde me dirijo. Para llegar, solo basta con caminar un par de cuadras, siguiendo la hilera de conos alargados que dan cuenta de la construcción, hasta la altura de la iglesia de La Veracruz, en donde se puede advertir una sobrecubierta negra de plástico, que se toma gran parte de la calle. En el lugar, a pesar de contar con el mismo cerco de mallas anaranjadas que parece repetirse en cada esquina del centro, se labora en una obra muy distinta a las demás: arqueólogos, antropólogos, obreros y oficiales llevan un poco más de cuatro meses en el hallazgo de la calle Boyacá. Cuatro sistemas de acueductos y dos canales de alcantarillado del siglo XIX fueron encontrados el pasado mes de marzo, mientras se adelantaba la ejecución del proyecto gubernamental ya mencionado, en la calle 51 del centro de Medellín. “Un compañero, en su primer día de trabajo, estaba realizando el monitoreo arqueológico y, de un momento a otro, cuando estaban removiendo la tierra, apareció un atanor (tubo en barro cocido)”, comenta Guillermo Alzate, antropólogo encargado de la obra. Sale con dificultad del agujero, se quita los guantes sucios por el barro y me extiende la mano. Luego de expresarle mi interés por el hallazgo arqueológico, me invita a entrar. Camino con cuidado por el resbaladizo terreno, que da cuenta del aguacero de la noche anterior, hasta el punto en el que la tierra se hunde e inicia el hueco; allí, un tanto precavido, pregunto por dónde debo pisar, pues estoy a punto de adentrarme en, quizá, el primer acueducto de Medellín, un sistema de aproximadamente 150 años.

La obra Cuando bajo, Guillermo me pide que lo espere un momento y parte, me deja en medio del barro, la humedad y la tubería anacrónica. Aunque, encorvado, puedo caminar por las estrechas zanjas, que permiten la movilidad en la obra y aprovecho para tomar fotos. La carpa negra que se encuentra arriba, además de apaciguar un poco el sol de las tres y media de la tarde, intenta aislar los trabajos que en el lugar se realizan, de todo lo que ocurre afuera, pero no lo logra. Una rendija queda entre la calle y la sobrecubierta, lo que provoca que un hilo de luz acompañe la escenografía del hallazgo; esta, así no lo pretenda, sirve como recordatorio del lugar en el que se encuentran: se ven pasar pies, motos, pies, pies, motos y más pies, cada minuto, por los andenes contiguos. Se aprecia fácilmente cómo los transeúntes se chocan entre sí, al pasar por las angostas aceras, cómo los comerciantes se la juegan para vender sus productos y cómo esperan algunas mujeres, recostadas en las paredes de la iglesia, la llegada de algún hombre en búsqueda de un “amor de urgencia”. Vuelve el antropólogo con dos bolsas de papel en la mano, una para él y la otra para Fredy Cardona, el oficial del proyecto. Se sientan en una roca y sacan de las bolsas, un pastel de queso de la Cafetería Boyacá, que queda justo al lado. “El olor a pan es impresio-

La excavación y preservación del antiguo sistema de alcantarillado descubierto en la calle Boyacá se hace mientras, a algunos centímetros, esta vía central mantiene su ritmo cotidiano. Foto: Juan Manuel Cano.

nante todo el día; por la mañana y a esta hora están calienticos, hay que aprovechar”, me dicen después de haberme ofrecido un mordisco del pastel. Mientras comen, me van explicando aspectos generales de la obra, que cuenta con cuatro fases: excavación, restauración (en la que se encuentran en este momento), obra civil y musealización: la transformación de este lugar en un museo, sin afectar su utilidad actual. “El día inicia a las 7:30 de la mañana y termina, más o menos, a las cinco de la tarde”, comenta Guillermo. Además del horario, los trabajadores tienen que lidiar con ciertos factores que hacen difícil la labor: “El espacio es muy reducido, por lo que no se pueden entrar coches para sacar el material y la sobrecubierta hace que uno esté agachado todo el tiempo”. Esto los obliga a trabajar con baldes, palustres y palas pequeñas, haciendo que “el tiempo que se emplee sea mucho y el esfuerzo, mayor”. Para Fredy, a pesar de estar de acuerdo con su compañero en que es complicado trabajar agachado, la carpa es fundamental, debido a que sin ella, “el sol sería terrible”. Terminada la merienda, pues me rehúso a pensar que era el almuerzo, Guillermo me da un recorrido por el hallazgo patrimonial. Me explica con detenimiento, que “estos no eran acueductos públicos del municipio, sino acueductos privados, que la gente más pudiente podía pagar a artesanos de la ciudad”. Pero para entender eso, es necesario “tener en cuenta que, para la mitad del siglo XIX, la ciudad de Medellín olía

“El espacio es muy reducido, por lo que no se pueden entrar coches para sacar el material y la sobrecubierta hace que uno esté agachado todo el tiempo”. Esto los obliga a trabajar con baldes, palustres y palas pequeñas, haciendo que “el tiempo que se emplee sea mucho y el esfuerzo, mayor”. bastante mal. La mayoría de las personas no tenían alcantarillado”, por lo que el agua era sucia, contaminada y los problemas de salud pública abundaban. “No hay que verlo en un sentido muy romántico, de que era una gran tubería que abastecía bastante agua”, apunta el antropólogo, un tanto crudo, pero, realista, pues en la época no había sistemas de presión y el acueducto funcionaba por la gravedad y, más si se tiene en cuenta, la poca pendiente que hay en la calle Boyacá, antigua calle Real. En un momento de la entrevista, un señor al otro lado de la calle levanta la mano y lo saluda, le pregunta a Guillermo cómo va y él le contesta en positivo. Me intereso por la interacción con las personas y el antropólogo responde categórico:


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La gente se comporta de diversas maneras: hay a quienes les fascina que estemos haciendo esto e, incluso, se sientan a preguntarnos sobre la obra, pero hay otras personas que dicen que esto es dinero que se está robando, que esto no se debería hacer. De igual forma, ocurre con Hugo Ospina, obrero del proyecto, que cree que, incluso, más que el calor o el espacio, “lo más complicado de todo es la gente”.

Entre lo sagrado y lo profano El lugar en el que se halló el antiguo acueducto es, quizá, uno de los puntos más complejos y diversos en el centro de la ciudad. Allí convergen distintas problemáticas, que dan cuenta de la realidad social en la que se encuentra la Comuna 10: consumo y expendio de drogas, delincuencia común y prostitución son algunos de los factores, que hoy son parte de la dinámica propia del sector. La diversidad también es religiosa, algo poco común en un mismo lugar de la ciudad. En uno de los costados de la obra se encuentra la iglesia de La Veracruz, la única construcción en pie, de arquitectura colonial en Medellín y uno de los templos católicos más tradicionales y representativos. Sobre el otro andén está el centro cultural Govinda’s, que es también el primer restaurante vegetariano de la ciudad y un lugar que guarda, en su cuarto piso, el único templo Hare Krishna de Antioquia: santuario de uno de los movimientos espirituales “más antiguos del mundo”, según Esteban Restrepo o Visvakarma —su nombre espiritual y como prefiere que lo llamen—, integrante del movimiento. Mientras lo espero para un breve recorrido por el templo, veo, en el mostrador de la entrada, a una señora comprando varitas de esencias de la India: pide de canela, vainilla y coco. Pregunta por el jabón Don Juan del dinero y ante la respuesta negativa, decide dar por terminada la compra. Paga treinta y nueve mil pesos y sale a la calle con más de cincuenta cajas de cartón, con varitas de fragancias para vender. “Yo comercio con la suerte”, me dice entre risas. Llega Visvakarma y me cuenta en qué consiste la “ciencia espiritual” hindú que profesa; luego, así se note un poco reacio por el tema, me habla sobre la obra que se encuentra al frente de la fachada. Dice que el hallazgo tiene “un significado muy importante para los arqueólogos”, pero duda que así lo sea para él. Apunta que las ventas de esencias y fragancias han decaído notoriamente, al igual que la afluencia de personas al templo. A pesar de esto, confía en que “todo eso quede bonito”, pues el proyecto podría servir como alivio para el “marginado lugar”; el mismo al que Madhavi Prahna —“madre” del templo— agrade-

Cada una de las piezas de barro del viejo alcantarillado se incorpora a un cuidadoso inventario. Foto: Juan Manuel Cano.

ce, pues, como dice ella, “son en lugares como estos en los que Krishna le gusta estar”. En la parroquia cristiana, la apreciación no es distinta; colaboradores y auxiliares de la iglesia son indiferentes ante la obra, que queda a unos escasos cinco pasos del atrio. Para el presbítero Eliseo Velásquez, párroco de la iglesia de La Veracruz, el proyecto “solo sirve para robarse la plata”, pues, según dice, “están acabando con la gente, ya nadie quiere venir”. Los comerciantes de la calle Boyacá, así sean quienes más se han visto damnificados por la reducción en sus ventas, parecen ser los que más conocimiento tienen sobre lo que ocurre debajo del plástico negro. César Montes, propietario de la Cafetería Boyacá, luego de aclararme que más que el pastel de queso, lo más apetecido del establecimiento son las tortas de cumpleaños, me expresa que es optimista respecto al proyecto arqueológico: “Me voy a beneficiar, esto se va a convertir en un punto de referencia de los turistas”. Algo similar ocurre con Flor Lilian Montoya, quien lleva más de 25 años vendiendo chance en el lugar y cree que el proyecto es una buena inversión. “Desde que encontraron la tubería, ya aparecemos en los noticieros. Si desde ya se está llamando la atención, ¡imagínese cuando quede terminado!”, comenta eufórica.

Restauración, construcción de muros de contención y obras complementarias, anteceden la transformación de este punto del centro en un museo al aire libre. Foto: Juan Manuel Cano.

A pocos metros de la obra y de la famosa iglesia de La Veracruz, el único templo Hare Krishna de Antioquia es ejemplo de los contrastes de la calle Boyacá. Foto: Juan Manuel Cano.

Musealización Aunque haya sido un acueducto de barro del siglo XIX lo encontrado, lo que se piensa hacer con el hallazgo patrimonial es, tal vez, lo más llamativo de la obra. La musealización de la tubería se convertiría en el primer proyecto in situ de estas características en Antioquia, una iniciativa que es liderada por Inés Correa, arqueóloga y directora del proyecto. Terminada la etapa de restauración, lo que prosigue es la construcción de unos muros de contención, que confinen el hallazgo, con los cuales se podría iniciar, posteriormente, la organización del museo al aire libre, que se piensa hacer: un cristal cubrirá la obra y podrá ser apreciada por transeúntes locales y extranjeros. Museo que, según lo planeado, será entregado en el mes de diciembre. Que este hallazgo se convierta en un museo, es un hecho muy importante, pues, como Guillermo Alzate lo dice, “si vos podés contar la historia del agua de una ciudad, estás contando un elemento fundamental de la historia de ella y su gente”. “En la medida en que el hombre se ha establecido, ha necesitado del agua como un recurso vital” y es a partir de ella, en la que se busca que la historia de Medellín o un lado de ella sea conocida por sus habitantes. Un proyecto en el que el patrimonio busca ser integrado a la ciudadanía y, ¿por qué no?, generar un impacto social en el sector. Faltan algunos minutos para las cinco de la tarde. Guillermo, Fredy, Hugo y los demás obreros cubren con un plástico los atanores de barro y las rocas que los rodean. Parten a sus casas y la noche cubre la calle Boyacá.


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Estudiar en otra ciudad, en otro mundo

EL PRECIO PARA UN SUEÑO María Alejandra Durango Mercado / mariaa.durango@upb.edu.co

Mientras las lágrimas de mi madre se asomaban por sus ojos achinados, en mis entrañas, un dolor muy leve se hacía presente. “Ya es hora”, nos avisó mi papá. Mi madre no paraba de llorar: “Te me cuidas mucho, nena. Tú sabes que siempre estaremos contigo”. No respondí nada, porque no quería que me viera llorando, en cambio, solo la abracé. “Te quiero mucho”, le dije antes de desprenderme de ella. La noche estaba fría, no había nubes y las estrellas, por un momento, me parecieron infinitas, me subí a la moto que me llevaría a la terminal de transporte donde, horas más tarde, saldría mi bus rumbo a Medellín, la selva de concreto, a la que el destino me lanzó. Mi nombre es María Durango y hace 10 meses me separé de mi familia, para venir a una ciudad desconocida, en busca de ese sueño que tenemos miles de jóvenes en el país: salir adelante y estudiar una carrera universitaria. Decir que en mi lugar de origen (Córdoba) no lo podía hacer, sería un engaño, dado que allí hay institutos para la formación superior como, por ejemplo, la Universidad de Córdoba y varios centros de educación técnica y tecnológica, al igual que otras universidades de índole privada. La razón por la cual no opté por una universidad en Córdoba, fue la oportunidad que me dio el programa Ser Pilo Paga. Siendo beneficiaria, no puedo escoger una universidad que no esté acreditada en alta calidad, razón que me arrojó a otra ciudad extraña y, considerablemente, lejos de mi hogar, donde, al igual que muchos otros jóvenes, me ha tocado adaptarme y empezar una nueva vida, lejos de casa. Aunque yo no haya elegido un centro educativo en mi departamento, muchas personas sí lo hicieron. La Universidad de Córdoba, que es el principal centro público de educación superior en la zona, reveló que 6 901 personas se inscribieron, en busca de acceder a uno de los programas, pero de ellas solo fueron admitidas 1 700. Situación que demuestra la gran cantidad de bachilleres que, por una u otra razón, quedan por fuera de la cobertura de la educación superior. Cabe decir, igualmente, que gran parte de la población estudiantil de esta Universidad son jóvenes de zonas rurales que, al igual que yo, deben dejar sus hogares y establecerse en la ciudad, en este caso Montería, para poder continuar sus estudios, aunque la Universidad de Córdoba cuente con sedes en algunos municipios, la calidad de los programas no tiene el suficiente reconocimiento público o no corresponde a las áreas que los jóvenes buscan. Por ello hay una migración hacia la capital.

Si solo 48 de 100 estudiantes llegaron a grado once en la zona rural, las posibilidades de que, por lo menos, el 60 % de ellos entre a una universidad, es prácticamente mínima.

Entre los 1700 jóvenes que entraron a estudiar en el segundo periodo de 2018, se encuentra Sindi Paola Cogollo, oriunda del corregimiento de Guayabal, en el municipio de Sahagún, Córdoba. Ella es una de los migrantes de las veredas a la ciudad, en busca de un mejor futuro. Uno de los grandes problemas con los que los jóvenes como Sindi se encuentran, son los costos: “Es difícil para mí, debido a que me tocó mudarme de mi casa, porque viajar, casi todos los días, a la Universidad salía muy caro. No tengo familia en Montería, por lo que me ha tocado pagar una pensión, con el esfuerzo de mis padres y ha resultado, verdaderamente, difícil”, afirma Sindi. Los padres de Sindi Paola, sin ningún tipo de préstamo, lograron que, al menos, uno de sus tres hijos entrara a la universidad. “Mi papá trabaja como vendedor ambulante y mi mamá, todos los días, desde temprano, atiende un restaurante, con sus trabajos no podrían sostener mi educación. Así que yo planeo ser la mejor alumna en mi carrera, para que, en los próximos semestres, la Universidad me premie y así ayudarles también. Además, no soy hija única y mis hermanos también necesitan de ellos”, explica Sindi. Entre las historias de familias y jóvenes que trabajan, estudian y se endeudan, también hay otros a los que, como a mí, el destino les sonrió. Oportunidades como las que nos dio Ser Pilo Paga son un salvavidas, en un mar lleno de dificultades, para acceder a la educación superior. Derwin Arenas, beneficiario del programa, contó que, “cuando estaba en grado11, veía difícil estudiar una carrera universitaria, en mi pueblo o en cualquier otro lugar. La beca cambió eso”. Es originario de Puerto Asís, Putumayo, y con 20 años, recién cumplidos, Arenas dejó atrás su casa y se aventuró a viajar a Medellín, para estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Pontificia Bolivariana. “En esa época, no tenía un solo conocido y tuve que llegar a un hotel, y buscar a dónde vivir, en menos de dos días”. Encontrar un lugar para vivir, resulta ser, en muchos casos, un reto. “No estaba capacitado económicamente, pero asumí el riesgo, porque el programa nos había prometido subsidios de manutención. Y han cumplido bien con ello”, señala Derwin. Pero subsistir en otra ciudad implica muchos más gastos, como lo

La presencia de estudiantes de procedencias diferentes obliga las universidades a disponer lo necesario para su plena integración, como factor clave en el éxito de su experiencia formativa. Aquí, estudiantes de la Universidad Pontificia Bolivariana en jornada de inducción. Foto: Comunicaciones UPB.

son: vivienda y comida. Derwin no se encuentra estudiando, debido a problemas económicos y aplazó un semestre, para trabajar y ahorrar, y así poder financiar los gastos finales de su carrera: “Si bien el apoyo del Gobierno es bueno y, muchas veces, basta; en mi caso y debido a lo avanzado de mi carrera, los proyectos finales, cada vez, eran más costosos y me exigían recursos que no tenía”, afirma Derwin. Según la Encuesta nacional de calidad de vida de 2008, de cada 100 matriculados en la zona rural; 71 llegaron a 6º grado; 60, a 9º; y 48, a 11º. En la zona urbana, los mismos datos correspondían a 98, 90 y 82, respectivamente. Estas cifras son desalentadoras para el panorama educativo en las zonas rurales. Si solo 48 de 100 estudiantes llegaron a grado once en la zona rural, las posibilidades de que, por lo menos, el 60 % de ellos entre a una universidad, es prácticamente mínima. Luis López, nativo de Pasto, pero graduado como bachiller en el departamento del Quindío, hace parte del grupo de Ser Pilo Paga 4, accedió a una institución de educación superior de alta calidad. No podemos ignorar que el departamento del Quindío tiene una taza de absorción del 43,73 %, lo que, en cifras del Ministerio de Educación Nacional, quiere decir que, para el año 2013, había matriculados en grado 11, 6 076 estudiantes y para el año siguiente, solo 2 657 alumnos se encontraban registrados para la educación terciaria. López, actualmente, estudia Derecho en la UPB, pero en sus planes

nunca estuvo esta profesión, dado que las oportunidades de estudiar esta carrera eran mínimas en su departamento: “La Universidad del Quindío, que es la única pública que hay en Armenia, no tenía Derecho y todas las universidades que lo tenían, eran privadas, , yo no tenía la oportunidad económica de entrar a alguna de esas”, afirma Luis. Despertar cada mañana, en una habitación ajena y sin mamá ni papá al lado, es uno de los mayores retos para los jóvenes migrantes. Así lo plantea Luis López: “Yo digo que uno puede estar en cualquier lugar con la familia y no le va a dar tan duro. Es difícil llegar a casa y que nadie te pregunte cómo te fue, si perdiste el parcial o sacaste la mejor nota, si anotaste un gol o peleaste con alguien”, afirma López. En el momento en el que yo llegué a Medellín tenía 16 años, mucho miedo y muchos sentimientos encontrados, es una sensación inexplicable de: “es real, estoy sola en una ciudad de la cual no sé nada”. “El día que venía para Medellín, traté de disfrutar al máximo a mi familia y amigos, cuando ya iban siendo las 11:30 p. m. empecé a arreglar todo, porque mi flota salía a la medianoche. Cuando acabé, me di cuenta de que sí era verdad. Al principio, todo es como un sueño: ‘¡Ay, me voy para Medellín!’, ‘¡voy a estudiar en la UPB!’. Después, uno ve que ya es la realidad y ahí es donde se vuelve difícil… Uno empieza a reflexionar y a darse cuenta que se está enfrentando a algo muy grande y se siente miedo al pensar, que no estamos preparados”.


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DESDE LA RAYA

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Un trabajo serio, de 25 años

LA CIUDAD QUE CRECE DEPORTIVAMENTE Andrés Bedoya / bedoyaandres10@gmail.com Desde la raya

Más que abrir y cuidar espacios para hacer deporte, durante 25 años, el INDER ha aplicado el viejo principio de “mente sana en cuerpo sano, para toda una ciudad”. Desde 1993 ha estado el Inder llevando el deporte a todos los rincones de Medellín, transformando a la ciudad por medio de una oferta que abarca todo el territorio y con la construcción de mejores escenarios o el mantenimiento de aquellos que han sido históricos, como la última remodelación, que se llevó a cabo en la cancha del barrio Moravia que, con una inversión de 1 480 millones, beneficiará a 40 600 personas de la Comuna 4. Son muchas las intervenciones que se hacen para tener lugares adecuados, en los cuales practicar deportes y variadas propuestas para hacerlo. No solo es cambiar un espacio, es transformar con ello, la mentalidad de las personas y sus costumbres. La tarea del Instituto de Deporte y Recreación de Medellín es todo el “ecosistema del deporte”, como lo define el director, Daniel Palacio. La historia de la infraestructura deportiva en Medellín se considera iniciada con la construcción, en 1956, de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot. Con su creación, en 1993, el Inder pasa a ser “el articulador de un montón de infraestructuras deportivas, que se dieron en la ciudad espontáneamente y de algunas, como las unidades deportivas principales, que se dan de manera planeada y pensada por los administradores de la ciudad”, así lo expresa Juan Esteban Restrepo, subdirector de Escenarios. El Inder cuenta con una oferta institucional de deporte, recreación y actividad física para todos los segmentos poblacionales: niños de cero a cinco años, en iniciación al movimiento y estimulación para las madres gestantes; chicos de seis a doce años, con iniciación deportiva, los programas Ludotekas, Recreando y Escolares; los adolescentes de 13 a 17 años cuentan con una oferta de Puntos activos; están los núcleos juveniles, para personas de 17 a 28 años; hay formación deportiva para adultos; y en el último segmento, de mayores de 54 años, se cuenta con la oferta de Canas al aire. También hay proyectos para las familias como: caminatas, el programa Vías activas y saludables, las ciclovías, el programa Deporte sin límite, para personas con discapacidad, acompañamiento a los clubes deportivos desde lo económico y social, y los eventos conocidos como Adrenalina, para la práctica de nuevas tendencias en deportes alternativos.

La gestión del INDER suma inversión en espacios a una oferta acorde a las expectativas y necesidades de la comunidad. Foto: Andrés Bedoya.

La oferta Las Escuelas Populares del Deporte son el programa con más reconocimiento. Los niños y jóvenes pueden escoger qué deporte practicar en clases personalizadas. En una hora y media, dos o tres veces a la semana, el profesor va dibujando en su lienzo, que es la cancha, con su pincel y pinturas, que son sus conos, aros, estacas y demás, los ejercicios para la mejora de los jugadores en lo técnico, táctico y físico. El fútbol es el deporte rey también en estas escuelas, con un trabajo que desdice el prejuicio que carga contra el fútbol Estrellas históricas del fútbol compartieron su testimonio sobre la promoción del deporte y lo define como, simplemente, correr en la ciudad, durante los conversatorios organizados por el INDER Medellín como parte detrás de un balón. Se toma rigurosade su programación de aniversario. Foto: INDER Medellín. mente la asistencia y así se hace valer el compromiso de los jugadores y sus familias, al momento Giovanny Ruiz, subdirector de Fomento Deportide realizar la inscripción. vo y Recreativo del Inder explica que, “toda esta oferta Las Escuelas Populares del Deporte están en las está distribuida en los 21 territorios (comunas y corre16 comunas de Medellín y en los corregimientos de San gimientos) de la ciudad”, los cuales se trabajan, depenCristóbal, San Antonio de Prado, Santa Elena y Altavista, diendo de las problemáticas particulares, aunque toda con la oferta de 34 disciplinas deportivas. la oferta tiene “muy buena acogida”. La Encuesta de Los Puntos activos son una propuesta para adul- hábitos y preferencias permite “conocer la cotidianidad tos entre los 29 y 54 años que incluye aeróbicos, rumba, de las personas y los patrones para tomar la decisión de tae-bo, yoga, multiclase, fitness, tonificación, hidrogim- cómo se debe distribuir esta oferta”. nasia, gimnasia de mantenimiento al aire libre y bajo techo, con máquinas de musculación. Los grupos se reúnen tres veces por semana. Las coreografías y formaciones en las que los participantes se ejercitan, son la imagen de una propuesta que busca la promoción de la Ruiz analiza los cambios en la oferta durante los 25 años salud y la prevención de las enfermedades cardio y cere- del Instituto: “Ha crecido, debido a que le hemos dado brovasculares, según la presentación que hace el Institu- una visión diferente al deporte, la actividad física y la reto sobre este proyecto. creación, y se le ha ofrecido a la ciudadanía como una Las Ludotekas son espacios pensados para la re- modelo de desarrollo que, en esta Administración, heunión de niños y niñas menores de 10 años, donde en- mos podido construir a manera de un modelo deportivo cuentran juegos, juguetes y alternativas pedagógicas, de ciudad y que ahora se está afianzando”. No se administran “canchas sintéticas o de areque además les permiten obtener competencias sociales. Cuando los niños llegan, vuelan los zapatos. En estos nilla, sino, que se administra el territorio y no se trabaja espacios se debe estar sin calzado y los pequeños corren para una cancha o una piscina, sino, para la gente”. Sepor los juguetes favoritos, que suelen tener previamente gún Juan Esteban Restrepo, la visión es generar espacios ubicados, para imaginar juegos en mundos que sobrepa- de felicidad para el ciudadano. Restrepo añade que se piensa en: san las cuatro paredes. Proyectos más soñadores, que no por eso dejaDentro de estos espacios infantiles hay salas de: roles, videos, bebés, juegos de mesa, lectura y gimna- mos de diseñar y aspirar a tenerlos, por ejemplo, el velósio infantil. Permanecen dos profesoras o ludotekarias, dromo municipal: Medellín necesita un velódromo, tamcomo son conocidas por los usuarios que pueden ser bién, se debe pensar en la remodelación y actualización grupos de alguna institución o simplemente niños acom- de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, con luces led, pañados por adultos, que van a jugar en el espacio. Con cubierta para las tribunas norte, oriental y sur. Además, esto se busca el fortalecimiento de los valores, pues la conectividad entre los escenarios deportivos: hoy, el las actividades y talleres de las profesoras siempre van proyecto bandera de esta Administración es Distrito D, también está la consolidación de las unidades y escenaacompañados por un tema relacionado con ellos. Salir a montar bicicleta es cada vez más común. rios deportivos, de manera que nosotros podamos ir de Las ciclovías del Inder brindan un espacio adecuado para un ambiente deportivo a otro, de manera sostenible y hacerlo. Pequeños grupos de familias y amigos llenan amigable, utilizando la bicicleta, trotando o corriendo, este espacio de norte a sur o de sur a norte, lo que me- esto es movilidad limpia. Todo se basa en el modelo deportivo de ciudad nos importa es el sentido del recorrido, lo relevante es andar tantos kilómetros, como sea posible, para hacer Drafe (deporte, recreación, actividad física y escenadeporte, compartir y disfrutar del paisaje de la ciudad, rios), para hacer una labor que “trascienda más allá en las 12 rutas que se abren los domingos y festivos, de de una cancha, piscina, quehaceres y actividades diasiete de la mañana a una de la tarde, incluidas, las ba- rias, y le apunte a una Medellín más equitativa, legal rriales, que van de ocho de la mañana a una de la tar- y sostenible, todo esto por medio de Cultura D: conde, los domingos y festivos, y las nocturnas, que son los vivencia a través del deporte”, según explica Daniel Palacio, director del Inder. martes y jueves de siete a nueve la noche.

¿Cuál es la idea?


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RASTROS

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Falta de presupuesto, retrasos y bandazos en el proyecto, que tienen en vilo a nuevos y viejos habitantes

EN NARANJAL SE BORRA LA HISTORIA Y EL FUTURO ES INCIERTO Patricia Durán López / yaileny.duran@upb.edu.co

Los mecánicos que todavía siguen trabajando en la zona conocida como Naranjal, en la Comuna 11 (Laureles-Estadio) temen porque, en cualquier momento, deben entregar sus negocios. Hace cinco años se inició la construcción del proyecto Nuevo Naranjal, que era considerado, en el momento, como un gran avance, en términos de trasformación urbana, para la ciudad de Medellín. Las obras debieron ser entregadas hace un año, lo que ha representado pérdidas para los compradores de los apartamentos, pero, los más afectados son los mecánicos del lugar, quienes han estado esperando por más de cuatro años, la construcción del Centro Automotriz, donde serán reubicados de manera permanente aquellos que cumplan con los requisitos y trabajen en la formalidad. El proyecto Nuevo Naranjal es realizado por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y tiene como objetivo construir dos unidades; una de cuatro torres, con un total de 240 apartamentos, 114 oficinas y 68 locales comerciales; y la segunda, con 176 apartamentos, 69 locales comerciales y 114 oficinas. Cuando se iniciaron las labores de construcción, en 2013, la EDU acordó el traslado de los mecánicos para un sitio conocido como El Caracol, ubicado en el sector de Caribe. Según la contratista Gladys Toro Bedoya, quien hace parte de la Dirección de Gestión Social y Comunicaciones de la EDU, la entidad cumplió debidamente con la reubicación y el pago de compensaciones a los propietarios y moradores de Naranjal, según lo estipulado en el documento técnico de soporte Plan parcial.

Los mecánicos recibieron un dinero por seis meses y con alojamiento en el sector El Caracol y al terminarse el plazo, debían pagar arriendo y servicios, “en el Naranjal había un deterioro del espacio público, era sucio, no pagaban nada, se colgaban ilegalmente de los servicios, era inseguro y gran parte trabajaba de manera informal; en El Caracol se les brindó capacitaciones, pero muy pocos lograron formalizarse”, dijo Toro Bedoya. Elkin flores, quien lleva 24 años siendo mecánico y, además, es dueño de uno de los talleres de la zona, comenta que la EDU, al principio, les pidió vender los predios a los mecánicos ubicados en la cuadra del frente, ofreciéndoles poco, para lo que realmente valían: entre diez y doce millones de pesos, pero muchos no tuvieron otra opción que aceptar. “La EDU sacó la gente de mala forma, si negociaban, bien; si no, los expropiaban, primando el bien de ellos y no el particular”. A esto Toro Bedoya respondió que, “los dueños de los talleres preferían ser expropiados, como excusa, para que los arrendatarios salieran de los locales”. En El Caracol, los mecánicos fueron instalados en contenedores que cumplían el papel de locales, estuvieron ahí por cuatro años, hasta que les volvieron a pedir que desocuparan, con un plazo que venció el 30 de diciembre de 2017. Según la EDU, esto se debió a que no se cumplió con el objetivo de que estos trabajadores se formalizaran y el traslado hacia esa zona era una estrategia temporal, además, el terreno donde estaban, iba a ser usado en un proyecto de residuos de la empresa Emvarias de Medellín. De los 22 mecánicos que estaban en El Caracol, solo tres pidieron reubicación, el resto quiso que se les indemnizara. Según Toro Bedoya, “a los formales se les dieron 24 salarios mínimos vigentes —en el año 2013— y a los informales, 12 salarios mínimos”. Ómar Suárez es otro mecánico de los tantos afectados por esta construcción, cuenta que El paisaje actual de Naranjal es un contraste entre la EDU empezó con relos avances del proyecto residencial y la presencia histórica uniones periódicas con de los talleres de mecánica que hicieron característico las personas del sector, al sector. Foto: Patricia Durán.

Mientras siguen algunas de las obras en las torres construidas, algunos apartamentos ya han sido ocupados por sus compradores. Foto: Patricia Durán.

donde les hacían promesas que los beneficiarían, “pero nos llevaron a El caracol, mientras encontraban un lugar donde mandarnos, estuvimos cuatro años tras una mentira, porque nunca se hizo nada…, nos presionaron y nos sacaron a la calle. No salieron con nada”. Ómar trabajó durante más de 15 años en Naranjal y el cambio de lugar lo afectó económicamente, debido a que los clientes ya no iban hasta el barrio Caribe, porque les tocaba atravesar la ciudad. El trabajo ahora es poco, pero siguen esperando el lugar que les prometieron, pues con el retraso, no se ha construido el Centro Automotriz. Elkin Flores espera, con zozobra, el momento que le pidan que desaloje para la construcción de las torres que hacen falta, “estoy en el dilema, pues en cualquier momento, nos vamos no sé a dónde… Yo tenía ocho trabajadores y ahora, tres, antes venía gente y ya, no, porque piensan que no hay talleres. Son pérdidas”. En la primera etapa del proyecto Nuevo Naranjal ya hay dos torres terminadas, algunos apartamentos fueron entregados, los otros dos edificios tienen demoras de más de un año en la construcción y uno de los socios inversionistas, el Grupo Solarte, quien es investigado por corrupción y, además, está en pleitos legales con la EDU, por el incumplimiento en la entrega del dinero que habían prometido dar como socios: de los 30 000 millones de pesos establecidos para el proyecto, solo se han entregado 16 000 millones y esa es una de las razones de la demora en la entrega.

De los 240 apartamentos que hacen parte del proyecto, solo hay 120 construidos, apenas 85 han sido entregados a sus dueños y muy pocos están habitados, pues 75 compradores desistieron del negocio, debido a los atrasos. Jorge Alzate vive desde hace seis meses en uno de los apartamentos y, aunque dice que es tedioso estar ahí, porque la obra está en construcción, se siente bien y no tenía idea del retraso. Por su parte, una joven, que pidió la reserva de su identidad, manifestó que vive desde hace cinco meses en uno de los apartamentos y le incomodan los ruidos, el polvo y todo lo que conlleva vivir en medio de la construcción, cuenta, además, que el parqueadero tiene fallas y se inunda, obligando a algunos residentes a buscar otros lugares donde dejar sus carros. Frente a la situación, Gladys Toro Bedoya sostuvo que los atrasos causados por la falta de capital del proyecto, no han permitido hacer los arreglos de acueducto de las torres. Elkin Flores ha visto cómo han desalojado cuadra por cuadra y espera el momento en el que le corresponda hacerlo a él. Todo esto lo ha afectado laboralmente, porque la gente ya no va como antes en busca de mecánicos, pues piensan que ya no están, “he tenido pérdidas económicas”, dice. El paso del tiempo pone el tono de los días, para nuevos y viejos habitantes en Naranjal. Preguntándole cómo hacen para salir adelante, responde: “Uno no se recupera, uno se acostumbra, estoy obligado a vivir con lo poco que entra”.


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