Alma mater 642

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Nº 642 Medellín, mayo de 2015

SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

Austeridad, transparencia y buen gobierno: Alviar Ramírez

Carlos Gaviria Díaz

un maestro, un humanista, un legado...

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Liberarán mosquitos para controlar el dengue Página 15

Jesús María Valle vuelve a la memoria Página 24

Carnaval en el Teatro Universitario Página 32

Ilustración: Juan Andrés Álvarez

Dos documentales


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Foto: Luis Javier Londoño Balbín

Nº 642, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, mayo de 2015

“Los invito a proteger nuestra universidad, a rodearla con el respaldo que necesita…” Palabras del profesor Mauricio Alviar Ramírez en la ceremonia de posesión como rector de la Universidad de Antioquia, para el periodo 2015-2018

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o hay un solo lugar en el que el derecho humano de saber se realice más plenamente que en la universidad. En ella tienen cabida todas nuestras preguntas, en ella se cultivan, se comparten, se ofrecen a una juiciosa indagación. La universidad es el espacio por excelencia para tomar conciencia de lo humano, de lo mejor que lo constituye y del riesgo de lo peor que le toca enfrentar. Es ella una comunidad de viajeros por el conocimiento, comprendemos quiénes somos, de dónde venimos, lo que podemos y lo que debemos. En la universidad aprendemos a pensar para decidir, descartamos lo que nos mutila, potenciamos lo que nos empuja a ideales cada vez más altos y plausibles. La universidad es el lugar para aprender a vivir en comunidad, por supuesto que este es un aprendizaje que se lleva a cabo desde niños en la escuela, solo que la universidad es un labora-

torio riguroso y sofisticado para la práctica de la conversación inteligente. En ella encarnamos la idea de que la cultura y el conocimiento alejan y ponen en cintura todas las terribles manifestaciones de la crueldad. Por eso la universidad es clave e insustituible: los ciudadanos esperan de ella respuestas, generosidad en el decir, invención de formas cada vez más sofisticadas de acción y de conocimiento. La inteligencia social aspira a que la universidad lleve sus preguntas hasta la excelencia y que esta sepa plasmar el conocimiento en fórmulas y artefactos, en respuestas y alternativas que hagan la vida en sociedad más incluyente y más justa. Por eso los ojos de los ciudadanos nunca se apartan de lo que decimos y hacemos y la responsabilidad de todos los días de los universitarios es el cultivo de lo humano, la búsqueda de la virtud compartida, el ejercicio cabal de la bondad y la autenticidad.

A partir de este convencimiento acerca del carácter esencial de la universidad en la sociedad vamos a orientar el destino de esta gran institución, convencido como estoy del poder vinculante de la universidad con lo más preciado del alma ciudadana de los antioqueños en concierto con el país y con el mundo. No puede ser otro el lema que inspirará esta rectoría: la Universidad es el espacio para aprender a conversar, a actuar de acuerdo con razonamientos abiertos y solidarios, a disentir y construir en la diferencia un mundo en el que todos tengamos lugar para la búsqueda del fin más noble: el derecho a la realización plena de los individuos y de los pueblos. Aprendí desde mi infancia el valor de la educación en todos y cada uno de sus niveles; entre otras razones, porque tuve el privilegio de nacer y crecer en un hogar donde mi papá y mi mamá nos transmitieron a mis

hermanos y a mí, el amor por las ciencias y las artes. La lectura, la escritura, las matemáticas y la música hicieron parte de aquellos primeros años de vida que, al mismo tiempo, se fueron llenando de valores como la solidaridad, la generosidad, el respeto a los demás y el aprecio por lo público y lo colectivo. Ahora, en calidad de rector de esta magna institución, tengo el deber de poner en práctica, como lo he hecho siempre, el respeto por lo público y el bien común. Esa práctica se verá reflejada en la austeridad en el gasto, la transparencia y el buen gobierno, ejerciendo la autoridad y el liderazgo basados en los principios de autonomía y responsabilidad social. Academia y cultura: dos pilares fundamentales de la Universidad de Antioquia sobre los cuales se sustentan sus actividades misionales que ahora tengo el mandato de proteger y hacer crecer para beneficio de Antio-


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quia y de Colombia. Hoy más que nunca tenemos la inmensa responsabilidad con la sociedad, representada especialmente en sus jóvenes, de lograr transmitir no solo conocimientos, sino todas aquellas formas en las cuales se expresa la cultura pero entendiendo que la Universidad debe ser transformadora y no reproductora de la realidad social compleja que vive nuestro país. Quiero manifestar un mensaje de gratitud al Consejo Superior Universitario por honrarme con esta designación como rector de nuestra Alma Máter, mi compromiso total con el cumplimiento del deber para orientar los destinos de esta casa del conocimiento y la cultura. Agradezco profundamente a la comunidad universitaria por todo el apoyo a este proyecto universitario que llega hoy a la rectoría. Quiero también expresar el más sincero agradecimiento universitario al rector Alberto Uribe Correa y a todos los integrantes del equipo que lo acompañó durante estos años. Estoy seguro de que tuvieron las mejores intenciones de contribuir al crecimiento de la Universidad y al logro de muchos objetivos propuestos para bien de la comunidad universitaria. (…) No podría terminar estas líneas sin manifestar un reconocimiento y una inmensa gratitud a mi familia. A mi padre quien hoy me acompaña en este acto, y a mi madre aunque ausente sé que desde donde está, sonríe con una paz infinita. Lo mismo a mis hermanas Lía Isabel, Cecilia y María Victoria, a mi hermano Juan Fernando y a mis sobrinos adorados Ana María y Juan José; a la prima Clara y su familia, todos ellos autores de los momentos más entrañables de mi vida. Quiero compartir la alegría de esta tarde con un grupo maravilloso de amigos que me han acompañado siempre desde la infancia, en la primera juventud y ahora en la madurez de mi vida. Ellas y ellos saben a quiénes me refiero y que han sido fuente de inspiración y apoyo incondicional para llegar donde hoy me encuentro. A todos los aquí presentes quiero extender una invitación de universitario: los invito a proteger nuestra universidad, a rodearla con el respaldo que necesita para cumplir su misión y a ser veedores permanentes de lo que sucede en estos claustros. Los invito también a contribuir, como mejor lo consideren, para que la Universidad de Antioquia continúe invicta en su fecundidad. Muchas gracias

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Al equipo de rectoría llegan nuevos integrantes En la posesión del cargo, el 7 de abril de 2015, en el Paraninfo, el rector Mauricio Alviar Ramírez dio una afectuosa bienvenida a los miembros del equipo rectoral designados a la fecha: profesora Luz Stella Isaza, vicerrectora de Docencia; profesora María Patricia Arbeláez, vicerrectora de Investigación; profesor José Aedo Cobo, vicerrector de Extensión; profesor Carlos Vásquez, vicerrector General; profesor Fernando Tobón, vicerrector Administrativo. En días recientes nombró como directora encargada de Regionalización a la profesora Claudia Montoya, Secretario General al abogado Robert Uribe Álvarez, y director de la Unidad de Asesoría Jurídica al abogado Richard Ramírez Grisales.

Claudia Elena Montoya Aguirre, Directora encargada de Regionalización Licenciada en educación preescolar de la Universidad de San Buenaventura, Medellín, y especialista en enseñanza de las lenguas extranjeras de la Universidad de Antioquia. Asistente de la Dirección de Regionalización desde 2007, también se ha desempeñado como docente, jefa de la Sección de Servicios de la Escuela de Idiomas de la Alma Máter, donde coordinó los programas Multilingua, de Competencia lectora y de Capacitación docente en lenguas extranjeras. Asimismo, fue durante 10 años docente en la básica en educación preescolar. Hace parte del grupo de investigación Enseñanza y aprendizaje de las lenguas extranjeras, de la Escuela de Idiomas, con énfasis en la formación de maestros.

Roberth Augusto Uribe Álvarez Secretario General Abogado de la Universidad de Antioquia, magíster en derecho penal de la Universidad Eafit y candidato a doctor en derecho por la Universidad de León (España). Recientemente se desempeñó como decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Buenaventura, Medellín. En la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Alma Máter se ha desempeñado como docente y director del Departamento de Formación Académica. También ha sido docente de la Universidad de San Buenaventura, en Cali, y de la Universidad de Boyacá, en Tunja. Ha publicado como investigador artículos en las áreas de filosofía del derecho, educación superior, derecho penal y enseñanza del derecho en revistas nacionales e internacionales.

Richard Steve Ramírez Grisales, Director de la Unidad de Asesoría Jurídica Abogado de la Universidad de Antioquia, especialista en derecho administrativo, magíster en derecho económico, candidato a doctor de la Universidad Externado de Colombia e integrante activo del Centro de Estudios de Derecho Administrativo, Ceda. Recientemente se desempeñó como Magistrado Auxiliar del Consejo de Estado; estuvo vinculado con las Empresas Públicas de Medellín y la Empresa de Desarrollo Urbano. Ha sido docente de varias universidades, entre ellas la Alma Máter, en los campos del derecho administrativo, los servicios públicos y la contratación estatal. Autor de los libros “La autorregulación”, “La subcontratación” y “Cesión”, y de más de una decena de artículos de investigación, uno de los cuales fue galardonado en 2011 con el premio “José Ignacio de Márquez”, como mejor artículo nacional en investigación en derecho económico: “Explicación de la Ley 142 de 1994 desde una perspectiva de análisis económico del derecho”.


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32.644 aspirantes buscan uno de los 5.755 cupos

Inscritos por estrato socioeconómico

Al proceso de admisión que adelanta la Universidad de Antioquia para el segundo semestre de 2015 se inscribieron 32.644 aspirantes, los cuales esperan ocupar uno de los 5.755 cupos ofrecidos —3.265 para los programas en Medellín, 1.890 para los presenciales en las regiones y 600 para los programas virtuales ofrecidos solo en regiones. El total de programas ofertados en 2015-2 son 131. Las gráficas dan cuenta del comportamiento del proceso en cuanto a los programas más demandados y la composición de los aspirantes por estrato socioeconómico, tipo de colegio y género.

Programas con más de 500 inscritos por primera opción

Inscritos por tipo de colegio

Inscritos por género Inscritos por sedes

Inscritos por departamento de residencia Inscritos 2007-2 a 2015-2

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El inglés, eje del Programa de formación en lengua extranjera para pregrado Por ALEJANDRA JARAMILLO ZAPATA

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

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l Consejo Académico avaló la creación del Programa de formación en lengua extranjera para todos los programas de pregrado de la Universidad de Antioquia. La Política de competencia en lengua extranjera —Acuerdo Académico 467 del 4 de diciembre de 2014— busca promover la internacionalización, impulsar el intercambio de saberes y culturas, procurar mejores oportunidades profesionales para los estudiantes, orientar una metodología uniforme de enseñanza de la lengua extranjera para toda la Universidad y optimizar los recursos financieros. El objetivo principal de la política es promover el aprendizaje del inglés como medio para interactuar con la comunidad académica internacional y para estimular la movilidad universitaria. Establece como lengua extranjera el inglés, puesto que se ha convertido en el idioma más usado en el ámbito académico y científico del mundo. La política precisa que todos los programas de pregrado que conduzcan a título profesional deben incorporar en sus planes de estudio cinco niveles de inglés y los que conduzcan a título de técnico o de tecnólogo incorporarán dos niveles de competencia lectora en inglés. Cada uno de estos niveles tendrá dos créditos académicos y un acompañamiento docente de sesenta y cuatro horas. “El equipo que lideró la discusión sobre la política reconoce y valora el compromiso y las iniciativas existentes en algunas unidades académicas para la enseñanza y el aprendizaje del inglés dentro de los planes de estudio de pregrado; con certeza será igual durante la construcción de los contenidos de los cursos y la formulación de la reglamentación de la política, que en este momento se adelantan. Ahora la Universidad y todos sus estudiantes de pregrado ganarán al contar con una oferta de formación unificada para lograr un nivel adecuado de habilidad comunicativa en inglés”, dice el profesor Eduard Emiro Rodríguez Ramírez, jefe de Programación Académica de la Vicerrectoría de Docencia.

La política de competencia en inglés se instaurará de manera escalonada en todas las unidades académicas de la Universidad.

Agrega que “dada la incorporación de la formación en inglés en todos los planes de estudio de pregrado, no será necesario ofrecer formación en esta lengua en el programa Multilingua, el cual continuará la formación en las demás lenguas extranjeras”. La Vicerrectoría de Docencia y la Escuela de Idiomas tienen la responsabilidad de implementar y coordinar esta política, articulando las diferentes iniciativas que actualmente funcionan en la Universidad, según los lineamientos definidos. Diana Isabel Quinchía Ortiz, profesora asociada y coordinadora del Programa institucional de forma-

ción en lengua extranjera - inglés describe que “la propuesta de la Escuela de Idiomas para el Programa enmarca la enseñanza de esta lengua con propósitos académicos generales. El objetivo es integrar las cuatro habilidades (habla, escucha, escritura y lectura) por medio de una metodología centrada en tareas comunicativas y en proyectos relacionados con temáticas y actividades del ámbito educativo y personal para los cinco niveles que establece la política. Asimismo, se propone la integración con las TIC y la articulación transversal del inglés a la oferta de materias de contenido disciplinar avanzado en los diferentes programas académicos.”

Al finalizar los niveles de formación en inglés, los estudiantes, dentro de su ámbito personal y educativo, estarán en capacidad de desenvolverse de manera espontánea en conversaciones y en exposiciones sencillas, y producir textos cohesivos y coherentes de naturaleza descriptiva, narrativa y argumentativa, que no presenten mayor nivel de complejidad. Además, podrán comprender la temática de textos orales toda vez que el lenguaje empleado sea claro, conciso y con una fluidez relativamente lenta. De igual manera, comprenderán el tema, la idea general e ideas secundarias de una variedad de textos escritos de naturaleza descriptiva, narrativa e informativa sin mayor nivel de complejidad. La implementación de la política se hará de forma gradual, aplicándola a los estudiantes que ingresen como nuevos, en tres grupos, de la siguiente manera: primer grupo, que comienza en el semestre 2016-1: facultades de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, Ciencias Agrarias, Comunicaciones, Ciencias Exactas y Naturales, Enfermería, Derecho y Ciencias Políticas, e Instituto Universitario de Educación Física. Segundo grupo, que comienza en el semestre 2016-2: facultades de Ingeniería, Ciencias Económicas, y Medicina. Tercer grupo, que comienza en el semestre 2017-1: facultades de Artes, Ciencias Sociales y Humanas, Educación, Odontología, Salud Pública; escuelas de Bibliotecología, de Microbiología, y de Nutrición y Dietética, Instituto de Filosofía, y Corporación Académica Ambiental. Las unidades académicas harán la programación de los cursos de inglés y dispondrán los espacios, los recursos tecnológicos y bibliográficos necesarios para impartir los cursos. La política sólo exime de su cumplimiento a los estudiantes de los programas dirigidos especialmente a comunidades indígenas, como la Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra, lo mismo que a los estudiantes pertenecientes a la comunidad sorda cuya lengua materna es la lengua de señas y a los estudiantes de pregrado de la Escuela de Idiomas.


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Foto: Segio Alzate

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Movilidad en Medellín: doble vía Por SERGIO ALZATE

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a construcción del primer tramo de Parques del río, proyecto bandera de la administración del alcalde Aníbal Gaviria, y que pretende recuperar las márgenes del río Medellín como sitios de esparcimiento, ha puesto, una vez más, sobre la mesa el tema de movilidad en la urbe. ¿Están la ciudad y el Valle de Aburrá preparados para afrontar logísticamente un proyecto de tal envergadura? ¿Ayudará o empeorará el flujo vehicular? ¿Su implementación actual es, a los ojos de los expertos, correcta o no? Para el ingeniero civil Rodrigo Salazar, invitado al programa La fuerza de los argumentos, las respuestas tienen un carácter negativo. Aunque este planificador de transporte y medio ambiente de la Universidad Birmingham y exsecretario de transporte de Medellín matiza que no está en contra, “lo que pasa es que quienes diseñaron y supervisaron el proyecto se equivocaron”. La base de su aseveración es el hecho de que Parques del río

“ahorca la posibilidad de un carril ferroviario, expreso y semiexpreso, indispensable para la metrópoli; que en unas décadas ya no será la de Medellín, sino la del Valle de Aburrá”. El punto es compartido parcialmente por Marta Lucía Suárez, ingeniera civil y líder de prospectiva de la Secretaría de Movilidad de Medellín. Desde su posición oficial, entiende las preocupaciones de su colega; sin embargo, cree que “el gran reto futuro será el cómo vamos a respetar el metro suburbano, necesario para la movilidad de la ciudad”. Rodrigo Salazar se muestra escéptico y arremete en contra de los consultores de la obra, a quienes “no les importa si eso le conviene o no a la ciudad”. Además, agrega, “no aporta nada a la movilidad actual y bloquea la movilidad futura”. La ingeniera Suárez, quien también fue invitada al programa de televisión La fuerza de los argumentos, opina lo contrario. “La construcción de Parques del río cambiará la dinámica de todo el sector”, precisa, y señala que la intención con este proyecto es trascender, más allá de la movilidad, y darle espacios a una ciudadanía que requiere nuevas maneras de movilización.

Vehículo particular, bicicleta y buses Pero Parques del río no es el único aspecto debatido sobre la mo-

vilidad en Medellín. Rodrigo Salazar cree que la ciudad se encuentra cerca al colapso en este aspecto. “Hay personas que se están demorando más de dos horas diarias en sus viajes de desplazamiento dentro del Valle de Aburrá”, asegura el ingeniero. Por su parte, Marta Lucía Suárez, con base en la encuesta “Origen y destino”, precisa que solo una parte de la población demora más de dos horas en el desplazamiento intraurbano, mientras que el promedio de viaje en la ciudad es de 34 minutos. De igual modo, ella recuerda que el transporte no solo es infraestructura, sino que también “hay que hablar de componentes como la sostenibilidad, lo medioambiental, lo cultural, las regulaciones y el control”. Una de las estrategias transversales desde la administración municipal a tales componentes es desestimular el uso del vehículo particular, para permitirle a la ciudadanía satisfacer necesidades básicas cerca al sitio de residencia, y evitar así desplazamientos innecesarios. Suárez se muestra optimista al respecto, mientras que el ingeniero Salazar cree que es precipitado desincentivar el uso del carro. “Primero mejoren la infraestructura vial; después denle duro, todo lo que quieran, al transporte privado”, plantea Salazar. En su opinión, poniendo como ejemplo el caso de

Quito, Ecuador, se debería estimular la implementación de los buses de transporte rápido. En conjunto con el tren expreso y semiexpreso, para él, serían formas de volver más atractivo el transporte público frente a los vehículos privados. Pero la administración local ha conseguido avances al respecto, asegura Marta Lucía Suárez, y aclara que no se busca limitar la tenencia de carros particulares, sino su uso. “Yo creo que hoy las ciudades deben pensar en las diferentes posibilidades de movilización; la bicicleta es una más de ellas que, además de ser saludable y ser amigable con el medio ambiente, es una alternativa de transporte”, dice Suárez. Igualmente, resalta el papel que ha tenido, desde su lanzamiento en 2011, el proyecto Encicla: bicicletas públicas que cubren ciertos tramos de la ciudad. Aunque su funcionalidad se concibe más como parte de un posible sistema multimodal de transporte: un tramo hecho en bicicleta, otro en un sistema de transporte masivo. Los resultados de estos planes, sin embargo, solo se verán a futuro. La conveniencia de proyectos como el tranvía de Ayacucho, Parques del río y la renuncia momentánea del tren expreso y semiexpreso no es algo palpable ahora. El tiempo será el que le dé la razón a la administración o a sus detractores.


Foto: Luis Javier Londoño Balbín

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“Hay que aceptar que las mujeres se masculinicen y los hombres se feminicen” Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA

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a bióloga y directora del Instituto de investigación de recursos biológicos Alexander Von Humboldt, Brigitte Baptiste, fue invitada a la cátedra pública Héctor Abad Gómez a hablar de la “Evolución biológica y cultural de la sexualidad”. Baptiste se aparta de la categoría que define lo femenino de la hembra y lo masculino del macho

como universal. Asegura que gran parte de nuestra propia historia como sociedades humanas se construye sobre el ejercicio de delimitar esas condiciones, lo cual —dice— no debería preocuparnos, y sobre todo ese esfuerzo y ese afán por definirnos, vernos, sentirnos como hombres o mujeres. Sus razones están sustentadas desde la historia, la filosofía y la biología. Explica que en el pasado, la necesidad de delimitar lo que somos tenía que ver con la reproducción, ya que las especies necesitaban garantizar la transferencia ingénita

y nuevas generaciones, para lo cual la identificación de parejas viables era muy importante. Agrega que, además de encontrar el complemento sexual, la viabilidad reproductiva contiene otras señales como la edad, la fertilidad, el vigor y otras características, utilizadas por Darwin para hablar de la selección natural del macho por la hembra. “Así surge la teoría de la selección sexual, una tarea bastante pobre que ha tenido poco desarrollo en los últimos años y es un asunto ideológico. Nótese en las implicaciones que tiene trasladar la selección sexual a nuestra sociedad. ¿La hembra escoge al macho con base en qué? ¿Por bonito y simpático? ¿Por su billetera, el modelo de celular, el carro?”, cuestiona Baptiste. Y plantea que el problema de la humanidad ya no es la reproducción, que ahora se asume con mayor responsabilidad y ya no es una necesidad, y por tanto la delimitación de lo masculino y lo femenino tiene que ver con lo reproductivo, pero ya no es el dilema central. Y entonces usa dos lenguajes, uno para hacer referencia al género, que son los roles, y otra para hablar de lo biológico, que son las anatomías, las genéticas. En el sentido filosófico, la directora del Alexander Von Humboldt manifiesta que la delimitación implica discriminación positiva en el sentido de separar las cosas para indagar en las propiedades de cada una. “El ser conscientes nos lleva a saber si existe un conocimiento o una subjetividad masculina o femenina y en qué radica. Si es útil o interesante desde el punto de vista de la innovación. Por eso ahí pasamos más del tema de la carne o de la mente sin que estén separados, porque la mente está encarnada y todo lo que hacemos tiene sentido físico”, expresa Baptiste. Insiste en que la reflexión sobre el género y su eventual correlación con la sexualidad, históricamente ha sido muy marcada: las mujeres son femeninas y los hombres son masculinos, lo cual —asegura— se ha demostrado hasta la saciedad que es falso, pues no existe ese paralelismo entre sexo y género. “Nada más promiscuo y resistente a la clasificación de las plantas que son hermafroditas, se polinizan a sí mismas y usan a terceros para hacerlo. Hay toda clase de comercios sexuales entre las plantas. En la fauna eventualmente pueden ser más regulados. Sin embargo, lo que uno observa en los comportamientos sexuales y en los roles de género, es que en los animales existe la misma gigantesca variabilidad que hoy en día nos negamos como sociedad humana”, plantea. Para Brigitte la sexualidad es un mecanismo comunicacional: todas las sociedades expresan distintas formas de relacionarse entre sí que

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incluyen relaciones sexuales de todo tipo, en los animales, entre hermanos; relaciones incestuosas que en la cultura están prohibidas por efectos relacionados con la salud mental y reproductiva. En ese sentido —observa Baptiste—, lo reproductivo tiene un fin de cuidado colectivo. Y hace referencia a los tíos que ayudaron en nuestra crianza ante la necesidad de los padres de salir a trabajar, y a los hermanos adoptivos, a los ahijados, para señalar que hay una red de afectos de contacto entre los cuales muchas veces se desarrollan relaciones sexuales de manera violenta y abusiva. “La violencia intrafamiliar y el abuso es proverbial y eso marca una parte de los problemas de socialización de las personas”. Por eso sugiere que se debe entender la sexualidad de una manera más amplia, más como un artilugio comunicacional, como un dispositivo de construir sociedad, lo cual es más complejo que una cópula, porque se trata de sexualidad llena de significados, de cargas emotivas y sensibles. Como problema complejo, tiene incertidumbres y tampoco se puede controlar, porque cualquier intento de hacerlo deviene en respuestas de rebeldía, insatisfacción y violencia. En ese sentido —precisa—, la biología difiere, pues cree que la selección natural se da por unidades genéticas y no por unidades agregadas. La verdadera liberación a la que estamos enfrentados en este momento —afirma— es a asumir las masculinidades y feminidades como construcciones deliberadas, ricas, llenas de sentido, con las que nos sintamos satisfechos. Lo mismo para la sexualidad: no hay ningún contenido moral en la definición de las sexualidades salvo que atente contra la voluntad y el bienestar de terceros. Brigitte Baptiste expresa que todavía es muy duro pensar de esta manera porque sí transgrede las bases originales con las que está construida la cultura. De ahí que todavía a ella le dicen —recuerda—: “es que mijito, necesitamos saber si eres hombre o mujer” ¿Cómo para qué?, pregunta. “En Colombia de pronto será importante para recibir la pensión cinco años antes”, responde. Baptise, bióloga y directora del Instituto Humboldt, habla de una redistribución del erotismo, de la sensualidad y de la capacidad de sentir la vida, de olfatearla, de tocarla, de saborearla, de construir relaciones significativas. Y considera que la delimitación de las sexualidades va en contravía, y que hay aceptar que los hombres se feminicen y que las mujeres se masculinicen, porque no pasa nada. “Es parte de la amplitud con que la evolución nos ha permitido llegar hasta acá y debemos disfrutarlo”, concluye.


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A propósito de la reciente avalancha del río Tapató

Olvido y fallas socioculturales, * constantes en eventos catastróficos

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olombia es vulnerable a múltiples amenazas de tipo antrópico y natural, y muchas de éstas últimas son cíclicas, con períodos largos (como los lahares en la zona de Armero) o medianos y cortos (como avalanchas y sismos). Los colombianos olvidan dichos eventos adversos, lo que afecta la percepción del riesgo en el individuo y en las comunidades, en el mediano y largo plazo. Sólo se conservan en la memoria por algún tiempo, los eventos donde se han presentado víctimas, y la información pasa a las siguientes generaciones por tradición oral. En la madrugada del 11 de abril de 2015 se presentó una inundación en el río San Juan y algunos tributarios. A las 5:15 y a las 7:45 de la mañana, dos avenidas torrenciales descendieron por el cauce principal del río Tapartó, luego de una intensa precipitación en la parte alta de la cuenca. Destruyó dos casas, afectó la vía veredal y arrancó los espolones de un puente, con lo cual quedaron incomunicadas varias veredas. Por fortuna, en esta ocasión no se registraron pérdidas humanas en la creciente, cosa contraria a lo ocurrido en la noche del 25 al 26 de abril de 1993, cuando resultaron gran cantidad de viviendas arrasadas, 120 muertos, 320 personas damnificadas, 9 puentes afectados, 6 kilómetros de vías destruidas y más de un millar de pesos en pérdidas (Piedrahita, I., y Hermelin, M., 2005). En la memoria de los campesinos todavía está la historia de un deslizamiento, hace cerca de cien años, cuando también llovió bastante, pero nada comparable a lo ocurrido en 1993. De eventos anteriores, se tiene registros de rocas que fueron relocalizadas a 80 metros por encima del cauce actual, evidenciando de la fuerte dinámica y periodicidad de estos flujos (Piedrahita, I., y Hermelin, M., 2005). El río Tapartó que desemboca en el río San Juan, es límite administrativo de los municipios de Andes y Betania, Suroeste antioqueño. En una distancia de 27 kilómetros en línea recta desciende cerca de 3.000 metros, convirtiéndolo en una corriente natural propensa a avenidas torrenciales, es decir, a crecientes súbitas del

nivel del río, con un consiguiente aumento en la velocidad de flujo y arrastre de material sólido (Departamento Administrativo de Planeación de Antioquia, 2009).

Antes y después Las avenidas torrenciales tienen la capacidad de introducir modificaciones notorias al paisaje en cortos periodos de tiempo. El arrastre de material de diferentes tamaños, el socavamiento del cauce y la apertura de nuevos canales para evacuación del flujo hídrico son factores que hacen de las avenidas torrenciales eventos extremos con una importante huella física. En el caso de la cuenca del Tapartó, luego de la avenida torrencial de abril de 2015 esa evidencia física es tangible en varios puntos del cauce, en especial en aquellos donde las condiciones hidráulicas del cauce principal configuran puntos críticos como curvas, abanicos aluviales y llanuras inundables. Uno de los cambios físicos más importante luego de la creciente del 11 de abril de 2015 es la que ocurrió en la llanura de inundación ubicada aguas arriba del casco urbano del corregimiento de Tapartó, entre las veredas Palenque (Betania) y La Rochela (Andes). En este punto del cauce, dada una

curva natural del río, a un cambio de pendientes fuertes a pendientes más moderadas y a que el flujo pasa de estar confinado por el relieve a un llanura de inundación, se produjo un evento de socavamiento de las dos orillas que significó inclusive la pérdida de banca de la vía que conduce hacia la vereda La Rochela. Adicionalmente se produjo una agradación de rocas en un ancho aproximado de 15 metros. Según datos recogidos en campo, la altura de la lámina de agua en este punto superó los 6 metros sobre el nivel actual del río. En general, en otros puntos visitados se observaron cambios en las zonas adyacentes a todo el drenaje principal como el arranque de la vegetación ribereña, el arrastre de rocas del lecho (de hasta 2 metros de diámetro), la pérdida de bases de estructuras metálicas de protección de la vía construida sobre la margen izquierda del río (en el sentido oriente-occidente), la destrucción de estructuras de contención tales como jarillones y espolones, el socavamiento de ambas márgenes del río, la acumulación de material sólido a causa del evento fluvio-torrencial y cambios en la profundidad del canal (disminución para la zona media y aumento en la zona baja

Fotos: cortesía grupos de investigación Salud y ambiente y GeoLimna.

de la cuenca). Las consecuencias de tales cambios para las poblaciones asentadas en la cuenca son afectación de cultivos, viviendas, animales y demás elementos que se encontraban en la zona de inundación del río.

Recuerdos de un olvido Gracias al aviso que dieron los caballos, no hubo víctimas, ya que fueron los animales los que sirvieron de sistema de alerta temprana y permitieron que la población se pusiera a salvo, no así fue la suerte de los animales. Los pobladores afectados tienen en sus recuerdos, que donde estaban edificadas sus viviendas, por allí pasó el evento de 1993, y que las habían reconstruido allí mismo “porque la tierra es de ellos y no del río”, sin que ninguna autoridad hubiera controlado los retiros que por ley le corresponden a las fuentes de agua, ni capacitado a la población en gestión del riesgo. Inclusive algunos de los pobladores llegaron a afirmar que les habían dicho que el evento de 1993 era el último de esa magnitud, que sucedería en la cuenca del Tapartó, desconociendo por completo la dinámica hidrológica y la topografía de la cuenca. En las afectaciones en los puentes, similares al evento de 1993, se observa claramente que no cuentan con protecciones en sus cimentaciones, además que las barreras de protección están colocadas aguas abajo de las estructuras del puente y no por lógica, agua arriba. Lo más seguro es que en el futuro vuelvan a ocurrir y sigan ocurriendo episodios de inundación, de diferente intensidad y diferente magnitud de afectación. No basta con tener normas de retiro, ni saber que las llanuras de inundación están sometidas precisamente a eso, a inundaciones periódicas. La principal falla es de tipo sociocultural materializada en la ignorancia, la pobreza, necesidades básicas insatisfechas, el abuso de algunos propietarios de las tierras que destinan zonas de riesgo al uso en viviendas y cultivos, exponiendo el capital y la vida. *Análisis de profesores y estudiantes de las facultades Nacional de Salud Pública e Ingeniería, del Semillero Guarda Ríos Seccional Suroeste U. de A., integrantes de los grupos de investigación Salud y ambiente y GeoLimna.


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Seccional de Bajo Cauca estrena laboratorios de ciencias básicas Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO

Foto: Cortesía

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Aunque se cuenta con una amplia oferta de programas de pregrado en la seccional, los estudiantes expresan la necesidad de complementarse profesionalmente. David Medina, coordinador del programa de Psicología y docente en la seccional, señala: “Los alumnos se sienten orgullosos de pertenecer a la Universidad en el Bajo Cauca pero muchos sienten la preocupación por la educación continua, por la posibilidad de traer nuevos posgrados a la región, ellos están interesados en continuar complementando sus estudios”.

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

n su primera primera visita a las regiones el rector Mauricio Alviar Ramírez hizo entrega de los laboratorios de ciencias básicas a la Seccional Bajo Cauca en compañía del gobernador Sergio Fajardo Valderrama, como parte del fortalecimiento de la calidad educativa y autonomía regional de la Alma Máter que se propone para el próximo trienio. En medio del clima cálido y la exuberante vegetación de la sede bioclimática de Caucasia, el gobernador, los alcaldes de la zona y el rector ratificaron su compromiso con el afianzamiento de la calidad educativa en la subregión y el departamento. “Esta seccional debe dar un salto importante en su alcance como institución de educación superior. Ahora nuestro propósito será llegar a Caucasia con más actividades de extensión e investigación, con más programas y sobre todo fortaleciendo la calidad educativa”, declaró el rector Mauricio Alviar Ramírez. “La U es la casa de todos en nuestro territorio”, expresaron los estudiantes de la institución educativa Bijao de El Bagre en el acto cultural y académico al que asistieron más de 400 estudiantes de instituciones y colegios de municipios como Zaragoza, Caucasia, El Bagre y Nechí. En los laboratorios se invirtieron en total $2.244 millones, de los cuales $1.283 los aportó el Departamento, $683 millones las alcaldías del Bajo Cauca y $278 millones la Universidad de Antioquia. Los nuevos espacios beneficiarán a programas como Tecnología de Alimentos, Tecnología en Regencia de Farmacia, Licenciatura en Ciencias Naturales, Licenciatura en Pedagogía Infantil, Licenciatura en Educación Especial, Ingeniería Agropecuaria, Ingeniería Ambiental. Pero también abrirán la posibilidad de ofertar nuevos programas como Biología, Microbiología y Zootecnia. Además de la infraestructura física, los laboratorios estarán dotados con elementos como agitadores de vidrio y magnéticos, balanzas, beakers, buretas, equipos para condensación, crisoles,

En la actualidad, la seccional cuenta con 693 estudiantes de pregrado, 90 estudiantes de posgrado y cerca de 220 estudiantes de las ingenierías en modalidad virtual: Ambiental, Industrial, Sistemas y Telecomunicaciones. Además, ofrece veinticinco pregrados, cuatro posgrados, tres especializaciones y una maestría. Aproximadamente 70 profesores viajan semanalmente desde Medellín a dar sus cátedras en la región, 25 profesores son originarios o viven en la zona del Bajo Cauca y un profesor es vinculado y de planta. Una gran evidencia sobre el aporte de la seccional a la zona radica en sus egresados: de un aproximado de 1.224 casi 900 trabajan en municipios de la región.

erlenmeyers, hornilla eléctrica superficie lisa, pipetas graduadas, probetas y tubos de ensayo, entre otros elementos, lo cual coadyuvará a la formación de muchos estudiantes que hasta la fecha debían trasladarse a otras instituciones educativas de la región para poder realizar sus prácticas. Aunque esta obra es un gran paso en la ruta de consolidación de la Alma Máter en la región, aún quedan muchos compromisos por ejecutar. “Hay que hacer que más docentes de estos municipios trabajen en la Seccional para avanzar en pertinencia y calidad. También comenzaremos la construcción del bloque de aulas y mejoraremos el escenario deportivo, lo que nos costaría aproximadamente 8.000 millones de pesos. Este año en particular techaremos la placa polideportiva y le pondremos aire acondicionado al auditorio”, afirmó el rector Alviar Ramírez. Por su parte, el gobernador Sergio Fajardo Valderrama reiteró el papel de la educación como motor de transformación. “La Universidad es el camino a las oportunidades y el reto que tenemos en esta sede es que todos los bachilleres que hoy nos acompañan puedan llegar acá encaminados a la libertad, por que quien se educa no tiene precio y nosotros que hemos sido víctimas de la violencia, debemos declararle a los violentos que no tenemos miedo, que no nos vamos a arrodillar, que la educación es nuestra riqueza”. A su turno, José Nadín Arabia Abisaad, alcalde de Caucasia, manifestó: “agradecemos inconmensurablemente el acompañamiento que le están dando a nuestros jóvenes, nos sentimos esperanzados y orgullosos de tener una universidad en la puerta de nuestra casa y seguiremos apoyando el crecimiento de la sede universitaria”. El rector de la Alma Máter invitó a proteger la Universidad como el patrimonio más importante de los antioqueños. “Detrás de cada mil pesos que paga un estudiante en la Universidad hay cinco millones que pone la sociedad para su formación académica. Nuestro compromiso es proteger estos laboratorios; defendamos lo público porque en ello está el fundamento del bien común”, dijo.


Foto: Rodrigo González Cifuentes

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Audiencia de conciliación en el Consultorio Jurídico ubicado en las instalaciones de la Antigua Escuela de Derecho, calle 49 (Ayacucho) 42 A - 39 (Girardot)

Mediación como alternativa para resolver conflictos Por JULIANA ECHAVARRÍA RESTREPO

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os mecanismos alternativos de resolución de conflictos —MARC— reconocidos legalmente, son formas alternas a la administración de justicia que el Estado brinda para construir acuerdos, y resultan beneficiosos en un contexto de hegemónico conflicto como el colombiano. En los mecanismos alternativos de resolución de conflictos lo importante es “devolver el protagonismo a las personas en conflicto, y no al Estado, para que puedan solucionar sus problemas. La idea es que ellas se hagan responsables en la búsqueda de opciones, de acordar o no acordar y de cumplir los acuerdos”, explicó Luis Fernando Builes Builes, abogado y coordinador del Centro de Mediación adscrito al Consultorio Jurídico “Guillermo Peña Alzate” de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Alma Máter. Por su parte, Ana Milena Monsalve Flórez, coordinadora del Centro

de Conciliación “Luis Fernando Vélez Vélez”, adscrito también al Consultorio Jurídico, explica que “lo alternativo debería ser la administración de justicia que ofrece el Estado, y el medio primario de la resolución de los conflictos deberían ser los MARC, porque permiten a las partes gestionar los conflictos directamente o con el acompañamiento de un tercero neutral e imparcial que les ayude en el proceso comunicativo y verifique la conformidad con las normas colombianas”. Según la coordinadora del Centro de Mediación, tramitar los conflictos a través de estos mecanismos reporta otros beneficios. “Históricamente los colombianos acudimos a alguien para que nos diga qué hacer y cómo hacerlo. Con los MARC nos formamos en cultura democrática participativa, es decir, entendemos nuestro poder como ciudadanos libres e iguales para construir acuerdos con los otros. Las personas en conflicto son las que mejor saben cómo pueden solucionarlos”. En el contexto de diálogos de paz que vive el país, los mecanismos alternativos de resolución de conflictos también aportan en la reducción de las violencias, porque

son ejercicios en los que “aprendemos a escuchar al otro, a reconocerlo en la diferencia y llegar a entenderlo así no aceptemos muchas de las situaciones que alimentan el conflicto”, explica Monsalve Flórez. Dos de estos mecanismos de naturaleza autocompositiva son la conciliación y la mediación, pues son directamente las personas en desacuerdo las que pactan una solución, con la intervención de un tercero imparcial que ayuda pero no impone la decisión a las partes. Tales mecanismos son connaturales al devenir del Consultorio Jurídico de la Universidad de Antioquia, en el cual funciona desde hace 24 años el Centro de Conciliación, y hace dos semestres el Centro de Mediación. La conciliación tiene además la particularidad de ser, en los casos que establece la ley —por ejemplo los derechos de contenido económico, la cuota de alimentos o el régimen de visitas en asuntos de familia— un requisito de procedibilidad que, por tanto, debe ser agotado para acudir a la justicia ordinaria.

Servicios En estos años, mediante la audiencia de conciliación, como un

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servicio social que presta el Consultorio, se ha buscado gestionar la resolución de alrededor de 8.500 conflictos. El 40% de las audiencias no se realizan debido a la no comparecencia de las partes, mientras que del 60% que sí se realizan, más de la mitad de las audiencias terminan en acuerdo, observa Ana Milena Monsalve Flórez. Por su parte, y a pesar de apenas el año que lleva en funcionamiento, el Centro de Mediación ya recibió 20 casos durante 2014, siete de los cuales han terminado en acuerdo. Actualmente cuatro siguen en proceso y nueve fueron archivados o remitidos al Consultorio Jurídico porque las partes no estuvieron interesadas en gestionar su conflicto a través de este mecanismo. Y en lo que va de 2015 el Centro ha recibido siete casos, cinco de los cuales están en conocimiento de los estudiantes en práctica, mientras que los otros 2, por su complejidad, están en conocimiento de los mediadores adscritos al Centro de Mediación, detalla la profesora Paola Sampedro. Además, este centro logró que los fiscales del Centro Especializado para Adolescentes pusieran a disposición de los estudiantes y profesores de la Universidad de Antioquia cerca de 600 expedientes con denuncias penales en contra de menores de edad, en los que se presume son autores de delitos por violencia intrafamiliar. La idea es iniciar procesos de mediación para estos conflictos. La mediación también es concebida como una forma de justicia restaurativa en el sistema penal y con la ley 1620 que creó el Sistema Nacional de Convivencia Escolar, se generó un cambio en el que no importa tanto la sanción disciplinaria a los estudiantes sino la gestión de los conflictos o violencias en términos retributivos, explica el profesor Builes. Para poder llegar a la adecuada asesoría y formación en MARC por parte de los estudiantes, el pregrado de Derecho de la Universidad de Antioquia en la más reciente reforma curricular evidencia la apuesta por estos mecanismos, pues se incluyeron asignaturas en torno al tema de manera obligatoria con el fin de que el perfil de los nuevos egresados incluya la formación en estos mecanismos autocompositivos y heterocompositivos —arbitraje y amigable composición—. Además, los estudiantes de la Facultad no solo realizan sus prácticas académicas en el consultorio mediante las asesorías a usuarios en la Antigua Escuela de Derecho, donde funciona el Consultorio Jurídico, sino que además asisten a instituciones educativas o a organizaciones sociales donde brindan capacitación jurídica y política en temas como la resolución de conflictos por las vías alternativas.


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Por DIANA ISABEL RIVERA HINCAPIÉ

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ecenas de hombres y mujeres con cabellos grises y blancos, pliegues en la piel de su rostro y el cuerpo fatigado, esperan de pie en una fila que dobla la esquina y llega hasta la mitad de la cuadra. Esa mañana se levantaron muy temprano y fueron hasta el centro de la ciudad para reclamar 150 mil pesos que reciben cada dos meses en la Unidad de adultos mayores de la alcaldía de Medellín, Amautta. La Amautta, además de subsidios económicos, ofrece diferentes servicios y programas de atención al adulto mayor, la promoción del envejecimiento y la restitución de sus derechos cuando han sido transgredidos. En Colombia, según el Índice Global de Envejecimiento 2014, el 9,9% de la población es mayor de 60 años, es decir 4.8 millones de personas; y en Medellín, de acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida 2013, esta cifra corresponde al 14.4% de la población, lo que equivale a 349.181 ciudadanos. Se estima que para 2020 la proporción de personas mayores será de uno a uno con respecto a la de los menores de 15 años. Eso significa que la pirámide poblacional cada vez se parecerá más a una estructura rectangular. Lo preocupante es que más de la mitad de los adultos mayores en Medellín se encuentra en algún grado de vulnerabilidad, lo cual se agrava si se tiene en cuenta que esta es una de las ciudades cuya población está envejeciendo más rápido en el país, y ni las familias, ni las instituciones, ni el Estado están lo suficientemente preparados para responder a esta situación, según lo afirma la profesora María Isabel Zuluaga Callejas, quien coordina la línea de investigación en envejecimiento y trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia. “Esta situación —dice la sicóloga y magíster en salud pública—, acentuará muchas problemáticas. Las familias cada vez son más verticales y hay menos disponibilidad de cuidadores; en especial cuando las personas mayores tienen dependencia física, la situación familiar y social que viven puede agudizar el deterioro”, y agrega que según cifras del Ministerio de Trabajo, de las personas en edad de pensionarse en Colombia, solamente el 30% recibe la pensión, las demás dependen del Estado, de sus familiares o tienen que seguir trabajando pese a su edad en empleos no calificados, sin ningún tipo de seguridad social. Zuluaga Callejas observa que en materia de seguridad social, las repercusiones se expresan principalmente en el aumento en

La ciudad debe prepararse mejor para atender la vejez la necesidad de asistencia médica, psicológica y socioeconómica, debido al incremento en la frecuencia de enfermedades crónicas, degenerativas, causantes de invalidez, que requieren servicios especializados de alto costo y atención multidisciplinaria.

Indiferencia La Amautta atiende a los adultos mayores de estratos más bajos, con programas como los centros de vida gerontológicos, el proyecto de cuidadores para el adulto mayor, el dormitorio social, la red de asistencia social y los clubes de vida. También cuenta con la Colonia Belencito, dirigida a adultos mayores que no tienen residencia ni redes de apoyo social o familiar y que se encuentran en extrema vulnerabilidad biopsicosocial; brinda alojamiento, alimentación, vestuario, terapia ocupacional, atención psicológica, servicios de gerontología y trabajo social. Este centro de bienestar fue administrado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas entre 2005 y 2010. Allí la profesora Zuluaga Callejas fue testigo de las dificultades, rechazos y abandonos que enfrentan las personas mayores. “En 2008 —recuerda— llevaron a un anciano con una enfermedad crónica, degenerativa e incapacitante, quien había sido dejado por su familia afuera de un centro de salud donde tampoco lo atendieron. Durante tres días estuvo en la calle. Fue un caso de total negligencia y de abandono de la

familia, del Estado y del sistema de salud. Estaba en unas condiciones infrahumanas. Pero recuperó su vida gracias al equipo de la Alcaldía y la Universidad. Ahí entendí que los viejos en esta ciudad mueren por pura indiferencia”. A partir de estas experiencias, hace dos años, Zuluaga decidió crear la línea de investigación, integrada por un equipo multidisciplinario de sociólogos, psicólogos, enfermero, gerontóloga, gerentes en sistemas de información y epidemiólogo.

Adultos mayores en la U Desde entonces el equipo asesora a entidades y ejecuta proyectos dirigidos a esta población. Por ejemplo, para Suramericana S.A., realizó un estudio de calidad de vida de los adultos mayores asegurados por ellos, generando indicadores que se espera sean incorporados en sus políticas, tanto con los empleados como con los usuarios. También se está desarrollando una evaluación del impacto de su plan de servicios para personas mayores, y se están estableciendo estrategias de intervención con el adulto mayor sano. Los resultados del trabajo de grado de maestría de Zuluaga Callejas, referido a la protección social integral de las personas mayores en la ciudad —que derivó en la línea de investigación— coincidieron con los hallazgos de un estudio exploratorio realizado por la Asociación de Profesores Jubilados de la Universidad de Antioquia, Aprojudea, entre 2013

y 2014, en el cual se encontró que entre 2004 y 2014 aún había pocas investigaciones sobre vejez, en comparación con la amplia producción académica en torno a la niñez. Dicho estudio también identificó programas de extensión que “si bien no son representativos en términos cuantitativos, sí lo son en términos cualitativos y constituyen para los mayores nichos de apoyo emocional, social, educativo y cultural”, señala Luz Beatriz Morales, de la junta directiva de Aprojudea. Tales programas son el Aula universitaria de mayores, de la Facultad de Enfermería; Proyección pedagógica, del Instituto Universitario de Educación Física y Deportes, que por más de 30 años atiende las necesidades de mantenimiento físico, socialización y recreación de un promedio de 300 personas; la iniciativa Helios, del Museo Universitario, como respuesta a necesidades culturales, sociales, educativas y recreativas de dicha población; y los programas de Adulto activo de la IPS Universitaria, y En familia, del programa de salud institucional. “La mayoría de las instituciones de educación no cuentan dentro de sus prioridades la temática relacionada con las personas mayores”, afirma Luz Beatriz. Es por ello que, desde instancias como Aprojudea y la línea de investigación en vejez se están planteando propuestas para la Universidad y la ciudad, pues el envejecimiento de la población es una realidad, y los problemas que devienen con ello son inminentes.


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Consorcios internacionales movilizan talentos regionales Por ANDREA QUINTERO CARDONA

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a Universidad de Antioquia acogió a representantes de 20 universidades latinoamericanas y europeas que conforman el Consorcio Eurica, el cual hace parte del programa Erasmus Mundus de la Unión Europea. Con un presupuesto de $ 4’330.000 euros, el objetivo de Eurica es fortalecer la cooperación y movilidad internacional en la educación superior, con becas para intercambios de pregrado, maestría, doctorado, posdoctorado, y para personal académico, en el periodo 2014 – 2017. En el encuentro, que se cumplió el 20 y 21 de abril, se eligieron los beneficiarios de la segunda convocatoria del programa; sin embargo, los resultados oficiales se harán públicos en mayo. Las nuevas convocatorias se abrirán en el segundo semestre de 2015. “Los estudiantes son nuestro norte y un programa como Eurica es la posibilidad de que el mundo sea finalmente para ellos, que conozcan otros idiomas, culturas y visiones del mundo, y que sean portadores de ese universo en las comunidades a las que pertenecen”, dice Carlos Vásquez Tamayo, vicerrector General de la Universi-

dad de Antioquia. En Eurica participan trece socios latinoamericanos de Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua; y siete socios de República Checa, Estonia, Italia, Holanda, Polonia, Rumania y España. La coordinación la tiene la Universidad de Groningen en Holanda, mientras que la co-coordinadora regional es la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. La Universidad de Antioquia junto con la Universidad del Magdalena son las únicas instituciones colombianas participantes, y durante la primera convocatoria, realizada en 2014, la Alma Máter obtuvo 9 becas por un total de 137.300 euros. . “Con programas como estos se mantienen vivas las relaciones de cooperación académica tradicionales entre universidades latinas y europeas; al tiempo que se conocen nuevos socios, que son parte de una extensa red internacional de Europa que empieza a generar movilidad académica hacia Latinoamérica, y de cuya sinergia logramos beneficiarnos con financiamiento y con su experiencia y conocimiento”, observa Carolina Laverde, directora de Relaciones Internacionales de la Universidad.

Entendimiento Consciente de las diferencias en los sistemas de educación superior de América Latina y Europa, el

Miembros del Consorcio Eurica durante el tercer encuentro en la Universidad de Antioquia.

consorcio Eurica procura el entendimiento de las culturas de investigación y de los métodos para la formación de investigadores. “Esta diversidad es muy interesante, y la refleja el consorcio. Son enfoques diferentes que te hacen crecer y te ayudan a replantear tus propios métodos y formas de proceder en movilidad y cooperación internacional”, considera Joyce Fongers, coordinadora para América Latina de la Universidad de Groningen. “Aun así —precisa Fongers— Eurica y la internacionalización en general no hacen referencia a las diferencias, sino a la identificación de un terreno común que permita dar valor agregado a la educación, la investigación y el desarrollo de la excelencia en los individuos. Si miramos más allá de las diferencias, somos capaces de combinar lo mejor de ambos mundos”. Algunas cualidades que posibilitan la participación de la Alma Máter en el consorcio son su papel vital y representativo en Colombia, tener una población estudiantil de escasos recursos (y en algunos casos en condiciones de vulnerabilidad), la acreditación de sus programas y su diseño basado en competencias y centrado en el estudiante, y la internacionalización concebida como una política educativa institucional e integral. “Si las acciones de cooperación no están alineadas con los planes nacionales de educación respectivos, estos corren el riesgo de conver-

tirse en acciones o eventos aislados, sin orientación e impacto social”, señala Angélica Castillo, directora de cooperación académica de la UNAM. Por lo mismo, los esfuerzos de Eurica buscan fundamentarse en los desafíos nacionales e institucionales de desarrollo regional. “Con estas becas a la excelencia, contribuimos al desarrollo de recursos humanos, formando a los beneficiarios desde una perspectiva multicultural e intercultural”, añade Castillo.

Erasmus plus Apostando a relaciones más bilaterales e integrando objetivos de Erasmus Mundus, el nuevo programa de la Unión Europea para el periodo 2014-2020 es Erasmus plus. Su finalidad es trabajar en los ámbitos de la educación, la formación, la juventud y el deporte, vinculando las acciones de financiamiento y cooperación al aprendizaje no formal e informal, de modo que puedan prevenirse los cambios socioeconómicos traumáticos, el desempleo juvenil y la marginación social por falta de educación formal. Gracias a la buena experiencia con Eurica, la Universidad de Antioquia se está postulando en dos líneas de acción de Erasmus plus: movilidad por motivos de aprendizaje, y cooperación para la innovación y el intercambio de buenas prácticas. Las facultades de Medicina y Ciencias Exactas y Naturales; las vicerrectorías de Docencia y de Extensión, y la dirección de Relaciones Internacionales son las dependencias responsables de los 8 proyectos propuestos. “Seguir con Erasmus plus es continuar sumándole recursos a los convenios y alianzas estratégicas. Podríamos fortalecer la doble titulación de doctorado que tenemos entre la Universidad de Groningen y la Corporación Ciencias Básicas Biomédicas, así como continuar con la propuesta de una doble titulación de maestría en medicina innovativa con la Facultad de Medicina de Mannheim de la Universidad Heidelberg en Alemania, entre muchos otros ejemplos de colaboración”, apunta Carolina Laverde. El tercer encuentro de Eurica con sede en la Alma Máter finalizó con una excelente evaluación por parte de las instituciones participantes, quienes reconocieron en la Universidad de Antioquia un liderazgo en procesos de interacción académica y científica en el ámbito latinoamericano, lo cual es una fortaleza para avanzar en las nuevas posibilidades de Erasmus plus.


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El futuro de tres humedales colombianos Por JULIO EDUARDO CAÑÓN BARRIGA*

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olombia es reconocida como una de las regiones con mayor abundancia de agua en el mundo. Sin embargo, la realidad nos demuestra continuamente que esa abundancia es relativa y que es importante determinar la supervivencia de nuestros humedales ante las perspectivas de un clima cambiante y una mayor presión de uso de nuestros recursos naturales. Esta es la motivación principal detrás del proyecto “Impactos del cambio climático en lagos y ciénagas de Colombia”, cuyo objetivo es proyectar el futuro de tres de los más importantes humedales del país (los lagos Tota y la Cocha y la ciénaga de Ayapel) para determinar su resiliencia ante distintos escenarios de cambio climático e intervención antrópica. El proyecto comenzó en el segundo semestre de 2012, financiado con recursos del programa PEER de las agencias USAID y NSF de los Estados Unidos. En la investigación participan conjuntamente profesores de los grupos GAIA y GeoLimna de la Escuela Ambiental, con estudiantes de pregrado, maestría y doctorado en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Antioquia. Algunos estudiantes extranjeros de Alemania y México también han realizado pasantías cortas, y en colaboración con la profesora Francina Domínguez de la Universidad de Arizona, Estados Unidos. En el marco del proyecto, los investigadores han desarrollado modelos matemáticos para simular el comportamiento hídrico de los humedales ante diferentes escenarios de cambio del clima y bajo distintas intervenciones de usuarios como agricultores, pescadores, acueductos e industrias en un horizonte de cincuenta años. Los modelos calculan tanto la disponibilidad como la calidad del agua para condiciones críticas de aumento de temperaturas y disminución o aumento de las precipitaciones. En la investigación se han determinado relaciones significativas entre variables de los humedales (como la temperatura, la precipitación y los niveles) y las tempe-

Proyección de los niveles del lago Tota, considerando extracciones para agricultura, industrias y acueductos en el escenario más crítico (mayor temperatura, menor precipitación).

Miembros del proyecto instalan una estación hidrológica en Ayapel con el apoyo de personal de CorpoAyapel raturas de los océanos Atlántico y Pacífico, las cuales están asociadas con la ocurrencia de fenómenos climáticos como El Niño. Con el apoyo de la investigadora Francina Domínguez se han corrido, así mismo, modelos para determinar los orígenes de las fuentes de humedad sobre el territorio andino colombiano, cuyos resultados preliminares resaltan la importancia de flujos de humedad provenientes del Atlántico, el Amazonas, el Orinoco y la lluvia que se recicla sobre la misma región andina, en diferentes épocas del año. Cada humedal estudiado cuenta una historia distinta. La Cocha (Nariño), el segundo lago montañoso del país, presenta condiciones ambientales más naturales protegidas dentro de la convención internacional de humedales Ramsar. En el escenario más crítico para este humedal se proyecta una disminución estacional de los niveles, pero sin alteraciones significativas en el ciclo anual. En este sentido, La Co-

cha sirve como caso de referencia para interpretar los cambios que pueden esperarse bajo condiciones naturales de variabilidad climática. En el lago Tota (Boyacá), el más grande lago de montaña en extensión, se pone en evidencia la importancia de regular las extracciones con fines domésticos e industriales y de controlar los problemas relacionados con la calidad de las aguas por acumulación de nutrientes como el fósforo, debido a actividades agrícolas y domésticas que pueden llevar a condiciones de eutrofización. En el escenario más crítico, las fluctuaciones de los niveles pueden ser importantes como consecuencia de las extracciones, aunque también es necesario considerar las posibles inundaciones que se presentarían debido a un control estricto de las derivaciones del agua. El caso de la ciénaga de Ayapel (Córdoba), revistió un reto especial debido a las fuertes alteraciones sufridas por la falla de un dique

sobre el río Cauca en 2010 que interrumpió el pulso normal de inundación de la ciénaga hasta 2013. El modelo desarrollado sirvió para estimar la cantidad de agua que se desvió desde el Cauca hacia la ciénaga como consecuencia de esta falla. Los problemas ambientales en Ayapel derivados de esta situación (la mortandad de los mangles y la alteración de las dinámicas tróficas) son actualmente motivo de investigación. La principal conclusión del estudio es alentadora en el sentido de que estos tres humedales podrían subsistir en las condiciones planteadas por los escenarios más críticos más allá de 2050. Sin embargo, el estudio alerta sobre la importancia del buen manejo del recurso hídrico pues, en términos de calidad del agua e incluso de disponibilidad, la supervivencia de los humedales dependerá de las decisiones que tomen las comunidades que dependen de ellos. El proyecto se encuentra en su etapa final, en la que los resultados de los modelos serán divulgados a las comunidades de los tres humedales a través de talleres y conferencias. Uno de los objetivos ha sido la creación de vínculos con instituciones académicas como la Universidad Mariana de Pasto, corporaciones ambientales como Corpoboyacá y oeneges como CorpoAyapel y la Fundación Montecito para mantener vigente el trabajo con estaciones hidrológicas construidas por el proyecto con el apoyo del grupo GITA e instaladas en los sitios de estudio. La información derivada de la investigación y los resultados del trabajo serán también divulgados a través de la página web del proyecto www.peerlagoscolombia.udea. edu.co. La página incluirá algunas herramientas interactivas para crear conciencia en los usuarios acerca de la importancia de sus decisiones de uso en la preservación de los recursos hídricos. El propósito en el largo plazo es mantener actualizada la información de estos tres lagos e incorporar eventualmente otros humedales a la base de datos de la página. *Profesor asociado e investigador principal del proyecto, julio.canon@udea.edu.co


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Investigadores de la UdeA apoyan al departamento de Vichada Por SERGIO A. URQUIJO M.

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l grupo de Biología y control de enfermedades infecciosas, BCEI, y las autoridades de salud del departamento de Vichada, comenzaron un amplio programa para establecer allí un sistema de vigilancia y control de enfermedades transmitidas por vectores —ETV—. Las ETV son aquellas enfermedades cuyos parásitos, virus o bacterias causantes son transmitidos al ser humano o a otros animales por insectos denominados vectores. “Son enfermedades muy extendidas en el país, que afectan principalmente a las comunidades más vulnerables”, explicó el biólogo Omar Cantillo, del BCEI. “Vichada posee actualmente zonas muy conservadas que nos permitirán conocer cómo suceden las dinámicas de transmisión en este tipo de ambiente” En marzo, el rector saliente Alberto Uribe Correa y el delegado del gobernador de Vichada, el biólogo Cesil Solís Medina, oficializa-

ron el convenio para dar comienzo a la cooperación en investigación, que incluye la formación de una red de vigilancia y la creación de un laboratorio de referencia para el estudio de las ETV y de las especies que operan como vectores. Solís, responsable de la Unidad de entomología del laboratorio departamental de salud pública del Vichada, indicó que este proyecto “busca los insumos para generar una mejor vigilancia y regulación de las ETV en las zonas donde pueden ocurrir”. Este es uno de los proyectos con lo que la Universidad participa en la construcción de capacidades científicas para el desarrollo social del país; es financiado con recursos del departamento de Vichada del Fondo de ciencia, tecnología e innovación del sistema general de regalías. El proyecto, planeado a dos años, estudiará las enfermedades más comunes transmitidas por vectores en este departamento oriental del país: dengue, malaria, enfermedad de Chagas y leishmaniasis, desde la óptica de la ecoepidemiología. “Este es un abordaje ideal pues integra puntos de vistas diversos, donde no solo se evalúan los vectores, sino también los hospederos, el clima, la

vegetación y otros factores” indicó Omar Cantillo. “El abordaje planteado nos permitirá comparar con las zonas con asentamientos humanos donde las ETV representan un problema de salud pública. De esta manera es posible comprender las situaciones que derivan en la aparición de focos de estas enfermedades, para proponer y evaluar medidas que ayuden a controlar y mitigar el impacto de las ETV apropiadas para cada punto”. Para lograr este objetivo, se hará una recolección de información en campo. “El talento humano del departamento será capacitado en abordaje ecoepidemiológico de las enfermedades y sus vectores. Así se contará con un personal suficiente y óptimo para la toma de datos en campo y para una efectiva vigilancia”, señala Omar Cantillo, biólogo del grupo BCEI. Como parte esencial del enfoque, la comunidad estará firmemente involucrada en el trabajo: la gente de las zonas priorizadas será capacitada y tomará parte en la vigilancia y el desarrollo de medidas. “Habrá procesos de vigilancia comunitaria. Se hará una red de vigilancia, con una unidad primaria de generación de datos”, señaló Cesil Solís.

Conocimiento UdeA para toda Colombia “La Universidad de Antioquia hará en este proyecto un apoyo logístico y técnico, que parte del diseño de una estrategia de prevención de las ETV”, indicó el biólogo Omar Cantillo, del BCEI. Otro punto central es el traslado de conocimiento y tecnología a los laboratorios departamentales, que comenzará por la conformación de un laboratorio de referencia donde se realizarán análisis moleculares de diagnóstico de vectores, con lo que se podrá hacer vigilancia epidemiológica. Adicionalmente, se prestará apoyo en el diagnóstico de pacientes. El desafío que también asumen el BCEI y la gobernación del Vichada es que este proceso se convierta en un programa continuo, para lo que se deben mantener recursos y dinámicas, pues es una proyección a futuro. “Se contempla que en Vichada la población se triplicará en los próximos 5 años, dados los proyectos agroindustriales que se están implementando y la infraestructura que conllevan”, señaló Cesil Solís. “La Gobernación quiere estar preparada para controlar enfermedades que, de lo contrario, se expandirían preocupantemente”.


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Una bacteria ayudará a controlar transmisión del dengue La Universidad de Antioquia iniciará la prueba piloto de control biológico del dengue en el barrio París, de Bello, dentro del proyecto Eliminar el dengue, desafío Colombia. Por ÁNGELA AGUDELO

la Universidad de Antioquia y el compromiso con el conocimiento y, en este caso, el conocimiento al servicio de las comunidades, de la gente de un sector tan deprimido como es el barrio París”.

Una enfermedad en aumento El dengue se presenta en países tropicales y subtropicales, con una prevalencia de 300 millones de casos al año a nivel global. El decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Monash, en Australia, y líder mundial de la iniciativa “Eliminar el dengue, nuestro desafío”, Scott O’Neill, resaltó que a la difusión de esta enfermedad, contribuyen factores como la urbanización (favorece el aumento de la población de mosquitos vectores del virus) y la movilidad alrededor del mundo (10 millones de personas al año viajan en avión y pueden estar transportando con ellas el virus de la enfermedad). “En este momento no hay una

fórmula efectiva para controlar el dengue; no podemos quedarnos esperando, tenemos que hacer control preventivo”, afirmó el líder investigador, al presentar el panorama de la enfermedad en el planeta, que solo en América representa gastos por 2.1 billones de dólares y cuyos costos terminan siendo asumidos por las familias en un 45%. El objetivo es contrarrestar el avance de la enfermedad, que en 2014 presentó una tasa de incidencia de más de 200 casos por cada 100.000 habitantes en Brasil, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Colombia, Honduras, Bélice, Costa Rica, El Salvador, Martinica y Puerto Rico, entre otros países de América Latina. La metodología propuesta utiliza la bacteria Wolbaquia, que se encuentra de forma natural en aproximadamente el 60% de las especies de insectos (en mariposas, moscas de la fruta, libélulas, polillas, entre otras) y no representa ningún riesgo para las personas, los animales y el ambiente. Estudios hechos

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espués de dos años de investigación y pruebas, los científicos del Pecet están listos para empezar la liberación del mosquito con la bacteria Wolbaquia, que disminuye la replicación del virus del dengue en los mosquitos y, por ende, la transmisión de la enfermedad a través de ellos. “Tenemos ya todos los exámenes de laboratorio que muestran la seguridad de la medida de control; en la Facultad de Medicina, y concretamente en el Pecet, contamos con los insectarios apropiados para garantizar la producción de los mosquitos”, dice el director de este grupo de investigación de la Alma Máter, Iván Darío Vélez Bernal, al destacar que el proyecto tiene las aprobaciones de las autoridades respectivas y el apoyo de la comunidad del barrio París, en Bello, donde se realizará la prueba piloto. Más de 5.000 familias que habitan el área de estudio, de 0.6 kilómetros cuadrados, han sido visitadas por los dinamizadores comunitarios. De ellas, 94.8% dieron su consentimiento para continuar la investigación en campo. Ya en laboratorio se pudo comprobar que cuando se aparean los mosquitos que contienen Wolbaquia con los mosquitos de esa comunidad, las nuevas generaciones nacen con esta bacteria, que bloquea el virus del dengue. “Es un barrio muy agradecido por la presencia de la Universidad de Antioquia, que los está educando y acompañando. Queremos que el proyecto tenga siempre el alcance y la discusión de los líderes”, explicó Vélez Bernal durante la presentación de los avances y perspectivas del proyecto Eliminar el dengue, desafío Colombia , junto con representantes de la Universidad de Monash (Australia), de Wisconsin (Estados Unidos), de la Universidad Nacional de Colombia y autoridades locales. El secretario de Salud de Bello, Carlos Augusto Arango Serna, se mostró esperanzado con la iniciativa “no solamente por la aceptación que tiene dentro de la comunidad, sino sobre todo por la seriedad que implica tener un aliado como

en Australia demostraron que ella reduce la capacidad del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue, para transmitir este virus.

Mosquitos que no transmitan “Imagina un mosquito que no transmita el virus del dengue”, dice uno de los boletines pedagógicos con los que la Alma Máter ha querido llegar a los habitantes de París, Bello, uno de los lugares del mundo donde se estudia esta nueva forma de controlar la transmisión del dengue. El director del Pecet destaca que se ha hecho “un trabajo enorme con la comunidad, familiarizándola con la investigación y sensibilizándola frente al problema”. Para ello se cuenta con una clínica de la fiebre (que ha confirmado casos de dengue en 74 personas, de las 174 a las que se les han hecho exámenes de laboratorio y que han acudido con fiebre entre mayo de 2014 y abril de 2015), un aula móvil y un equipo de profesionales, que brindan atención primaria, capacitan y orientan a la comunidad. Aunque la muestra que se utilizó en laboratorio aún es pequeña, se ha detectado la presencia de 3 de los 4 serotipos que tiene el virus del dengue, circulando simultáneamente entre la comunidad, agregó el investigador de la Alma Máter. Según el viceministro de Salud pública y prestación de servicios, Fernando Ruiz Gómez, el dengue el año pasado afectó a casi 115 mil personas a nivel nacional. “Nosotros indudablemente estamos en la zona donde el dengue es un evento de salud pública muy importante; cualquier alternativa nos va generar la posibilidad realmente de visualizar en un mediano plazo un control a este problema tan severo de la salud pública colombiana”, precisó. “Vemos que todo se ha hecho con un nivel de calidad muy alto; nos entusiasma mucho trabajar con la comunidad y hablarle sobre cualquier duda frente al proyecto, que es muy probable que tenga un gran impacto en la enfermedad de dengue y ayude a reducirla”, aseguró, por su parte, el investigador de la Universidad de Monash, Scott O’Neill.


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Ayude a prevenir el A

Programa de Zootecnia, reacreditado por 10 años El programa de Zootecnia de la Facultad de Ciencias Agrarias logró la renovación de la acreditación de alta calidad por diez años, y se constituye, así, en el primer pregrado de la Universidad de Antioquia en recibir una acreditación por el máximo tiempo. Los pares académicos del Consejo Nacional de Acreditación CNA, destacan, entre otras fortalezas, el énfasis del proyecto educativo del programa y la aplicación de un modelo pedagógico orientado a la formación integral de los estudiantes; el número adecuado y la preparación profesional del cuerpo docente; productividad académica de material docente expresada en más de 300 productos, tales como: libros, manuales, resúmenes y capítulos en memorias, así como el programa de extensión solidaria, el cual busca mejorar la eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad de los sistemas de producción agropecuaria de los productores rurales en Antioquia, a través de diferentes servicios de capacitación y asesoría. De igual forma, fue reconocida la visibilidad nacional e internacional con 77 convenios regionales, nacionales e internaciones de cooperación; y la promoción de la investigación e innovación con alta participación de estudiantes, además de la existencia de cuatro grupos de investigación con alto número de publicaciones. Logros como el de la reacreditación de alta calidad, representan el compromiso institucional para el mejoramiento continuo, con el propósito de obtener la excelencia en la calidad educativa de la Universidad de Antioquia, el cual es realizado gracias al compromiso de la rectoría, de la decanatura de la Facultad de Ciencias Agrarias, con el acompañamiento permanente de la vicerrectoría de Docencia, la vicedecanatura y demás directivos de la Facultad, los docentes, estudiantes, egresados y personal administrativo.

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Voluntarios para estudio sobre gené

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l Laboratorio QST de la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia, que dirige el profesor investigador Luis Miguel Ramírez Aristeguieta, invita tanto a voluntarios que participaron del proyecto Candela y a nuevos participantes, entre los 18 y los 40 años, que estén físicamente saludables, no reporten dolor y no estén ingiriendo medicamentos, para adelantar la segunda fase de la iniciativa científica que comenzó hace tres años en Medellín, encaminada a entender las bases genéticas y moleculares del dolor. Los interesados en participar deben llenar un corto cuestionario por internet y cumplir una cita de 60 minutos en la que se mide la habilidad para sentir varios estímulos (térmico, químico, mecánico… etc) aplicados a la piel. Si se trata de voluntarios participantes de la primera fase (los pioneros del proyecto Candela), ya no es necesaria la toma de la muestra de sangre ya que el perfil genético se obtuvo entonces. El propósito es medir una serie de sensaciones solo en personas sanas. El trabajo, adelantado de manera paralela con colaboradores de la Universidad de Oxford, UCL y King´s College de Londres, y la Universidad de McGill en Canadá, busca genes candidatos al dolor que permitan el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas que faciliten aliviar de forma más precisa la dolencia y desde luego procurar mayor bienestar.


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Alzheimer

ética del dolor humano En Medellín el equipo investigador, que a la fecha ha logrado caracterizar las respuestas sensoriales de 700 voluntarios, procura alcanzar los 2.000 voluntarios, mientras los colaboradores adelantan similar tarea con 2.700 en Canadá y con 3.500 gemelos en Londres, Reino Unido. Este proyecto nace de uno mayor y precursor en Colombia y en el mundo, que midió en casi 8.000 personas de toda Latinoamérica (y 1.700 colombianos) la proporción ancestral en su ADN, permitiéndoles saber cuánto de su genoma pertenecía a su pasado nativo americano, afrodescendiente y europeo. Los interesados, para quienes el proyecto dispone de un apoyo económico por transporte, pueden ampliar la información en Facebook (Laboratorio QST), en el teléfono 2196467 o en el correo laboratorioqst@gmail.com. Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia (Calle 64 52-59. Laboratorio QST, 225).

UdeA tiene el 20% de los grupos de investigación A1 en Colombia Un total de 247 grupos de investigación de la Universidad de Antioquia fueron reconocidos —y de estos, 237 fueron clasificados en categorías— en la convocatoria 694 de Colciencias para medición y reconocimiento de grupos e investigadores. De acuerdo con los resultados definitivos publicados el 2 de abril en el sitio web de la entidad, la Universidad de Antioquia es la segunda en grupos de investigación en el país, después de la Universidad Nacional de Colombia. La Alma Máter ganó en número de grupos; así mismo, los grupos A y B aumentaron, lo que indica que mejoró el nivel de grupos que antes eran C y D. La Universidad de Antioquia, que tiene el 6% de los grupos de investigación reconocidos en el país, cuenta con el 20% de los grupos del más alto nivel (categoría A1), lo que demuestra la apuesta institucional por la calidad. Entre los resultados también destaca los 666 investigadores de la institución que fueron reconocidos, entre ellos 132 investigadores sénior, que es la más alta consideración de experiencia y productividad en el modelo de Colciencias.


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La solidez intelectual del doctor Carlos Gaviria “La luz se gana como se gana el pan” León Felipe

Por IVÁN DARÍO ARANGO*

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No cabe duda de que el doctor Gaviria tenía un admirable temperamento literario, que se observaba tanto en la excelencia de su conversación y sus entrevistas como en la agudeza de sus conferencias y polémicas. Sin embargo, en ocasiones ese temperamento eclipsaba la solidez de su pensamiento filosófico, que él siempre buscaba ilustrar con ejemplos relativos a los problemas sociales de actualidad. Tales ejemplos podían desviar la atención del núcleo de su pensamiento, que correspondía al racionalismo moral o idealismo de la libertad, tal como se encuentra inicialmente en Sócrates, su filósofo preferido, pero también en Rousseau y en Kant, quienes forman la base conceptual de su filosofía moral y política, como pude apreciarse en su última conferencia en el Gimnasio Moderno de Bogotá, solo veinte días antes de su muerte. La filosofía de la democracia de Rousseau y la ética de Kant hacen parte del Estado de derecho, la institución que corresponde a las concepciones modernas de la legitimidad política y de la autonomía moral, y que están apoyadas ambas en la idea de libertad, entendida como autodeterminación: tanto del ciudadano participativo como del sujeto moral. Esa idea de libertad está referida a un ámbito institucional, en el que los límites del poder político están definidos.

2. Mantener presente ese trasfondo institucional fue el antídoto que

encontró el doctor Gaviria, ante las veleidades de las modas intelectuales de la década del setenta y frente a las jergas de la llamada “posmodernidad”: modas y jergas que pretendieron negar el carácter emancipador de los valores de la igualdad y la libertad, para luego reducirlos a meros encubrimientos de la sociedad burguesa. Para el doctor Gaviria como para su maestro Gerardo Molina esos valores eran la base de una sociedad más civilizada y pluralista: ambos asumieron la ardua tarea de buscar materializarlos a través de los derechos sociales y económicos. El doctor Gaviria realizó el trabajo que normalmente realizan varios hombres: como académico y magistrado ejemplar, como conferencista y escritor brillante, como intelectual y valiente activista político. Su figura y su memoria van a agigantarse ahora que la profundidad de su pensamiento puede ayudarnos a buscar el entendimiento ante el propósito de todos los colombianos, que consiste en consolidar el Estado social de derecho. Otra forma de denominar el racionalismo moral es el idealismo de la libertad, lo que explica la obsesión del doctor Gaviria por el valor de la libertad de decidir, que lo sitúa en las antípodas de cualquier forma de determinismo, ya sea histórico o psíquico y, además, es lo que explica su interés por la ética, casi como su único tema, cuando se ocupaba del derecho o de la política, de la estética o de la literatura. Para él la ética lo comprendía todo, porque estamos condenados a la libertad de decidir, como repetía citando a Sartre, hasta en su última conferencia.

3. Es cierto que el idealismo de la libertad puede parecer ingenuo en un primer momento, pero nunca en la filosofía del doctor Gaviria, pues él entendía que el principio del libre desarrollo de la personalidad, pro-

tege “comportamientos que sólo al individuo atañen y sobre los cuales cada persona es dueña de decidir”, según escribe en su ponencia sobre la despenalización del consumo de la dosis personal de estupefacientes. Ponencia en la que curiosamente puede apreciarse la profundidad con la que él entiende la libertad de decidir, que comprende situaciones de decisión radicales, las cuales requieren de una tolerancia actitudinal, muy distinta a la tolerancia formal, que es propia de un liberalismo superficial. Ahora que el país busca salir del provincialismo que nos ha caracterizado y que ha sido tan útil para los partidos tradicionales, será necesario estudiar a fondo la filosofía moral del doctor Gaviria, quien conocía también la cara oscura del ser humano: la credulidad arraigada y los motivos irracionales que impulsan hacia la ignorancia y el sectarismo que han hecho de nuestra historia una espiral interminable de odio y de barbarie. El libro de Etienne de La Boétie, Discurso de la servidumbre voluntaria, era uno de sus libros preferidos y consiste en una fenomenología de la dominación, pues presenta un verdadero catálogo de las fuerzas irracionales que explican el autoritarismo y la subordinación: entre ellas, la costumbre, el engaño y las distintas formas de la fantasía. Con motivo de la muerte del doctor Gaviria, se ha recordado su admiración por Ludwig Wittgenstein, por su idea de la ética como la estética de la vida. Es en la dignidad de la persona que él logró encarnar, donde coinciden la virtud y la belleza. Nunca podré olvidar sus palabras el día del entierro de los profesores Héctor Abad y Leonardo Betancur, quizás el día más doloroso de la vida de nuestra Universidad de Antioquia. En esa ocasión terminó con el verso “La luz se gana como se gana el pan”, de León Felipe. *Profesor del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia.


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ntre todos los homenajes que se le han hecho al Maestro Gaviria en estos días, se ha mencionado los múltiples legados que ha dejado como persona, ciudadano, profesor, magistrado, político y como pedagogo de todos los días y en todos los sitios quisiera rescatar uno, que le concierne particularmente a su Facultad de Derecho y Ciencias Políticas: la manera como entendió el derecho y la forma de enseñarlo. Ello fue una preocupación que no sólo lo ocupó cuando se desempeñó como profesor, sino que estuvo presente a lo largo de su vida, porque nunca abandonó esa tarea. Y fue una preocupación que lo impulsó a hacer una reforma del pensum, en los años 60 del siglo pasado, cuando ocupó el cargo de decano, reforma que sin duda modernizó la facultad de una manera irreversible. El Maestro se quejaba de que la enseñanza del derecho se había convertido en un ejercicio intelectual de una esterilidad insoportable y por eso consideraba que el objetivo principal de la reforma debería ser: “Rescatar el rango del derecho como disciplina científica y como ejercicio profesional socialmente útil [...]” (Gaviria Díaz, Restructuración académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia, 1968)1. En una época en que todavía se consideraba que estudiar derecho era aprenderse el código de memoria, esta propuesta estaba dirigida a producir una transformación muy importante. Se trataba, por un lado, de hacer del aula de clase un espacio de confrontación de ideas, donde los estudiantes, previa preparación para cada sesión, pudieran entablar un diálogo con el docente en el cual se pudiera precisar conceptos, afinar ideas y, sobre todo, formarse sus propias opiniones, después de escuchar atentamente las de los compañeros y las del profesor. Esas transformaciones estaban enmarcadas en un propósito general que era “[…] formar juristas o sea personas que hagan del derecho su constante y primordial

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El maestro Gaviria y la enseñanza del derecho Por JULIO GONZÁLEZ ZAPATA*

objeto de meditación, de quehacer mental, que alienten y estimulen el progreso de la ciencia jurídica y consecuentemente de las propias instituciones que conforman y hacen posible la vida comunitaria” (Gaviria Díaz, 1968 : 9-10) Como toda gran reforma, ésta también tuvo sus tropiezos, sus resistencias y sus altibajos, pero en términos generales, señaló un rumbo a la facultad, que en muchos aspectos gravita fuertemente en su presente. Hoy en día nadie osaría apostarle a un ejercicio memorístico del derecho, pero a veces se incurre en exageraciones que pueden poner en peligro ese gran legado. Quisiera hablar de algunos de esos peligros. En primer lugar, se observa un movimiento pendular según el cual hoy se ha vuelto moneda normal hablar con desdén de la cátedra magistral, como si el conocimiento fuera un bien repartido por iguales proporciones y que, por tanto, una opinión debidamente fundada, tuviera el mismo valor de una afirmación de sentido común. Cada vez nos gusta hablar más y más de metodologías participativas que distraen las energías de los profesores en el cómo de la enseñanza y descuidan el qué. Es cierto que no es admisible un profesor que apenas se limite a exponer su saber para que los estudiantes tomen nota de él y después lo re-

produzcan, pero es indudable que se requiere de alguien que pueda funcionar como un orientador, un guía y, sobre todo, un crítico del lugar común y de las evidencias que pasan por verdades indiscutibles. Por otro lado, goza de un prestigio indiscutido, y para algunos indiscutible, la interdisciplinariedad, con una concepción de ella que hace que los abogados descuiden el estudio del derecho y en su lugar se conviertan en sociólogos, economistas, politólogos o antropólogos empíricos y pigmeos, que obviamente, ni saben de estas disciplinas, pero tampoco de derecho. En tercer lugar, hoy parecería que la enseñanza del derecho se ha convertido en una tecnología, más preocupada por formatos, metodologías, pedagogías y didácticas, que por el derecho. Nos enfrascamos en discusiones interminables, hacemos conversatorios infinitos, talleres y otras actividades sobre cómo deberíamos enseñar el derecho, y nos olvidamos de preguntarnos, qué es lo que tendríamos que enseñar. Son eventos en los que rara vez discutimos sobre el derecho, cuando a él también lo acechan tecnologías (guiadas por la preocupación por el eficientismo, el resultado inmediato y los productos consolidados, a la manera de cualquier empresa) y, neologismos de toda clase, especialmente neoconstitucionalismos que mu-

chas veces no son sino maneras de introducir en la discusión más o menos tramposamente, moralismos y economicismos globalizantes y, entonces, corremos el riesgo de que nuestros estudiantes aprendan a hacer muchas cosas, pero que pierdan su norte: el derecho. No hay que preocuparse tanto de si nuestros estudiantes no se mantienen en contacto con los juzgados, los usuarios y en actividades diversas; un ejercicio intelectual serio del derecho, habilita por sí mismo para ello. El Maestro Gaviria fue el mejor paradigma de ello: su permanente preocupación intelectual no le impidió ejercer, con lujo de competencia, la magistratura y la política, ejercicios prácticos por excelencia. Mi invitación, como el mejor homenaje que le podemos hacer al Maestro, es a que no descuidemos la reflexión sobre el derecho, porque un abogado que conoce adecuadamente el derecho, podrá encarar cualquier ejercicio práctico con solvencia; me temo que desde ejercicios prácticos tan pragmáticos los estudiantes no queden suficientemente habilitados para entender el derecho, ese artefacto cultural tan complejo del que nos enseñó tanto el Maestro Gaviria. *Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas 1. Copiar los datos de la revista 73.


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El laicismo y el relativismo ético: dos actitudes democráticas de Carlos Gaviria Por ROBERTH URIBE ÁLVAREZ*

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omo profesor de teoría del derecho Carlos Gaviria reivindicó una filosofía práctica liberal y una filosofía jurídica positivista. De estas dos concepciones hay sendos aspectos de los cuales Gaviria, como ciudadano coherente con sus compromisos teóricos, hizo eco como actitudes democráticas: el laicismo y el relativismo ético. Su liberalismo filosófico tenía al laicismo como uno de sus conceptos centrales, pues sólo escindiendo las relaciones entre Estado e iglesia(s); entre derecho y religión, es posible una adecuada garantía de la libertad como valor moral y como derecho fundamental. Su laicismo trascendía a los tres ámbitos filosófico-prácticos de la libertad: la libertad moral, la libertad política y la libertad jurídica. En el ámbito de la libertad moral tienen asidero, entre otras, las libertades civiles, constitucionalmente garantizadas, de pensamiento, conciencia y de cultos. En el de la libertad política las libertades de reunión, de asociación, de elección democrática, de profesión u oficio, trabajo y educación. En el ámbito de la libertad jurídica lo tienen las libertades de autonomía personal y de locomoción. Su relativismo ético, por su parte, desafiando las corrientes mayoritarias de distintos objetivismos morales, tanto religiosos como civiles, reivindicaba la diversidad de juicios éticos como criterios válidos en el marco de las formas subjetivas e intersubjetivas de encarar la dinámica social de la convivencia. Con ello pretendía asegurar indispensables niveles de pluralismo ético e ideológico y de tolerancia como instrumentos necesarios para la consolidación de la democracia como un espacio de diálogo abierto y no violento,

como un espacio de consensos y de disensos y diferencias. Es desde la concurrencia de estas dos actitudes que Gaviria promueve, como magistrado de la Corte Constitucional, la generación de una doctrina constitucional que acepta las proyecciones de la autonomía personal como principio regulador de las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, limitador de la injerencia del Estado en la vida privada de éstos. En aquellos ejercicios del libre desarrollo de la personalidad en los que no hay un daño que pueda ser considerado una conducta que injiera en la vida de los demás (como por ejemplo en el consumo de sustancias alucinógenas o en la decisión de autorizar la eutanasia, cumpliéndose los requisitos legales y médico-científicos), estamos ante una acción no-interferida y, por ende, respecto de ellas los ciudadanos son titulares de una legítima potestad de autogobierno que veda al Estado alguna facultad de intromisión. Su conocida adhesión al agnosticismo, de otro lado, le permitió así mismo proyectar un laicismo que remarcó la importancia del pluralismo ideológico, del ecumenismo religioso y de la secularización de los problemas jurídicos. La des-sacralización del valor de la vida y su tratamiento como un derecho no-absoluto posibilitan la creación de marcos de análisis que rehabilitan el relativismo axiológico como un instrumento de pensamiento que es racional y apropiado para la solución de problemas que involucran afectaciones a la vida y a otros valores constitucionales. Estas dos actitudes dan cuenta de los compromisos discursivos metaéticos de Gaviria con la democracia y el Estado de derecho. Su discurso metaético de construcción y análisis conceptual de los juicios morales, en lugar de

comprometerse con ambiciosas e inconmensurables proposiciones éticas sobre la bondad o maldad de ciertas acciones y omisiones, en perspectiva de un objetivismo axiológico, se ocupaba de la enunciación de valoraciones éticas que no pretendían un alcance objetivo ni mucho menos universal, pero que, como juicios subjetivos, derivaban de su compromiso, como agente moral, con el Estado constitucional y sus principios más caros. Pero esta reivindicación de la libertad y la subjetividad era tan sólo una cara de la moneda de la filosofía práctica de Carlos Gaviria. Para ella enarbolaba su liberalismo filosófico. Para la otra cara, la del ámbito de las acciones interferidas o injerentes, es decir, de la intersubjetividad, esgrimía una dimensión político-social consistente en la asignación de una doble función a los sujetos de la política: de un lado, el papel que asignaba al Estado está más ligado a su importancia como agente generador de igualdad política y de equilibrio social, que de un típico Leviatán. De otro lado, el papel de la sociedad civil radica en demandar el cumplimiento de dicha obligación estatal. Como iusfilósofo y como ciudadano Carlos Gaviria nos deja el legado de la relevancia y la pertinencia del laicismo y del relativismo ético como actitudes democráticas potenciadoras del diálogo, la deliberación y la tolerancia en un país que, como Colombia, enfrenta las vicisitudes históricas de ser una democracia a la que no le cueste el cultivo de la alteridad y del respeto intransigible por el diferente, especialmente por el que disiente. En la que el disenso, especialmente el político, no tenga como costo la pérdida violenta de la vida, la desaparición ni el destierro de ninguno de aquellos que lo ejercen. * Secretario General UdeA.


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¿Qué es el derecho, según Carlos Gaviria? Por TULIO CHINCHILLA

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urante su formación como jurista, el estudiante Carlos Gaviria supo liberarse de la concepción del derecho natural —retórica empalagosa reinante en las escuelas de derecho— y abrazó con entusiasmo la concepción positivista: el derecho como simple orden normativo, creado por el Estado para regular el ejercicio legítimo de la coerción y garantizar la convivencia en paz (una técnica de control social). Lo sedujo el positivismo jurídico en su versión más rigurosa, la lógica insobornable de Hans Kelsen. Entonces, de la mano del gran jurista austriaco, publicó, en 1962, un ensayo sobre la abolición de los falsos dualismos en el derecho (Estado vs derecho, derecho público vs derecho privado, derecho internacional vs derecho nacional). Esta adhesión se anclaba profundamente en su aspiración de entronizar el razonamiento riguroso en la argumentación jurídica, una ciencia jurídica regida por una lógica cercana a la objetividad de las ciencias positivas. Tras el ideal de un derecho rigurosamente pensado y ejercido, liberado de manipulaciones emotivas o intuiciones morales acomodaticias, luchó como profesor rebelde e innovador y como decano. Fue el Carlos Gaviria positivista de los años sesentas y principios de los setentas. Pero su pensamiento evolucionó y tras su paso por Harvard lo atrajo poderosamente el realismo jurídico (más la versión sofisticada escandinava de Alf Ross que la descarnada estadounidense de O. W. Holmes o de J. Frank): el derecho no es más que el conjunto de decisiones que los jueces adoptan cotidianamente y las predicciones que sobre ellas podemos hacer los abogados (con alguna probabilidad). Se hermanaba esa visión con el ideal de sociedad en la que es el juez quien tiene la última palabra en la solución de los conflictos. Subyace a esta concepción el paradigma —muy anglosajón— del Estado de derecho como gobierno de los jueces. El mito del juez. Pero la mente siempre abierta de Gaviria buscaba nuevos espacios para definir el fenómeno jurídico y encontró en las primorosas disecciones de H. L. A. Hart la más completa explicación de las complejidades del orden jurídico como técnica normativa y de la ardua práctica de los juristas. Aunque, como buen liberal y positivista propugnó la separación

Aunque, como buen liberal y positivista propugnó la separación lógica entre ética y derecho (argumentar lo jurídicamente válido no necesariamente confluye con sustentar lo moralmente correcto), Carlos Gaviria nunca perdió la perspectiva de que el éxito del derecho positivo para moldear una buena convivencia depende de un entorno social en el que la moral tiene que reforzar la eficacia de la ley. lógica entre ética y derecho (argumentar lo jurídicamente válido no necesariamente confluye con sustentar lo moralmente correcto), Carlos Gaviria nunca perdió la perspectiva de que el éxito del derecho positivo para moldear una buena convivencia depende de un entorno social en el que la moral tiene que reforzar la eficacia de la ley. Entonces su preocupación intelectual durante los años ochentas derivó hacia la reflexión ética, se concentró en buscar ese “lazo invisible que une a la ley con el corazón humano”, en palabras de Rousseau. Cuando en 1988 en el recinto Quirama caracterizó nuestro descalabro social como “anomia”, dejó bien claro que no se trataba de una “ausencia de normas” (“por el contrario, decía, hay demasiadas leyes”) sino de una terrible carencia del valor intrínseco de la ley en la conciencia ciudadana, la ley como un simple instrumento dúctil para favorecer intereses o como arma arrojadiza contra los enemigos. Entonces escribió: nuestra tragedia se origina ante todo en una falta de ética, que en el fondo, y siguiendo a Wittgenstein, es una falta de estética, “es ordinariez humana”. Llegado a este punto, sus energías se encaminaron hacia la construcción pedagógica del sujeto indispensable para la democracia: el buen ciudadano, dotado de convicciones éticas, auto-gobernado

por una ética civil exigente. El diálogo Menón (De la virtud) de Platón le suministró la pregunta clave: el joven griego indaga a Sócrates si la virtud —hoy diríamos: el respeto a los derechos humanos y a la diferencia, la tolerancia, el apego a la ley— puede enseñarse o no. Y si puede enseñarse, ¿cómo se enseña? ¿Con una explicación racional como en la geometría, con un mito de refuerzo (una creencia religiosa), con el ejemplo, etc.? Cuando en un foro de cortes constitucionales en 1998 se preguntó a los participantes sobre qué limita y quién controla al juez constitucional —órgano de cierre del sistema jurídico—, el magistrado Gaviria sólo pudo enlazar esta respuesta: su conciencia y el imperativo lógico y ético de la coherencia, es decir, la fidelidad escrupulosa del magistrado a unos mismos principios con los que ha tomado y seguirá tomando decisiones. Alguien biliosamente le espetó a tal postura ser la expresión soberbia del solipsismo constitucional. No fue propiamente un neoconstitucionalista (neo-constitucionalismo igual a pan-constitucionalismo o intoxicación constitucional). Jamás lo sedujeron las palabras ni los autores de moda. Por ejemplo, ni mitificaba la Constitución como una norma-madre del orden jurídico ni creía que la interpretación constitucional se diferenciaba mucho de la hermenéutica de la ley. Concebía la Constitución como instrumento útil, entre varios, en la construcción de una sociedad pacífica, civilizada, plena de libertad y oportunidades reales —garantizadas por el Estado— para realizar, cada cual, sus fines vitales según la diversidad de preferencias. Como magistrado buscó acercarse bastante a la definición que los indios cubeos del Vaupés, en su idioma sencillo, dan de Corte Constitucional: “ancianos que saben leer lo que está escrito en la corteza del árbol de la vida de Colombia”.

. . . n u e s t ra tragedia se origina ante todo en una falta de ética, que en el fondo, y siguiendo a Wittgenstein, es una falta de estética, “es ordinariez humana”.


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Biblioteca Central Carlos Gaviria Díaz

Por JAIME ZAPATA VILLARREAL

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o es casualidad que muchos de los recuerdos asociados con Carlos Gaviria Díaz tengan como base la lectura de un libro o la discusión en una librería o biblioteca. Y no es casualidad, tampoco, que la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia lleve ahora su nombre. El 8 de mayo, día que coincide con su natalicio, los universitarios desvelarán una placa conmemorativa del maestro del derecho, de la ética, de la política, fallecido el 31 de marzo en Bogotá. En el homenaje póstumo que la familia, los amigos y la comunidad universitaria le tributaron el 10 de abril en el Paraninfo al exmagistrado de la Corte Constitucional, el rector de la Universidad Mauricio Alviar Ramírez leyó la resolución rectoral 40005 del 9 de abril de 2015, mediante la cual la Biblioteca Central llevará el nombre del connotado jurista. “El maestro Carlos Gaviria Díaz se distinguió como un auténtico intelectual que se apropió de los autores y de las teorías más importantes, no como un ejercicio de vana erudición, sino como una manera de construirse a sí mismo como un sujeto valioso, y poder servir a la sociedad en la que vivió”, resalta la resolución. Egresado sobresaliente, maestro inigualable, Carlos Gaviria

ejerció un magisterio formativo en la Universidad de Antioquia que dejó y sigue dejando profundas huellas en varias generaciones de estudiantes. Tulio Elí Chinchilla, docente de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas y antiguo alumno de Gaviria Díaz, lo recuerda como un profesor riguroso y estricto pero de una gran apertura y bondad intelectual. Según Elí Chinchilla, más allá de sus conocimientos en ciencias políticas y jurisdicción internacional, Gaviria Díaz desplegaba en sus clases un abanico de referencias culturales que repasaba todos los ámbitos posibles, “y que cautivaba la atención de los estudiantes y los hacía olvidarse del tiempo de la clase”. De Sócrates a Canetti, de Rousseau a Borges, Gaviria se desplazaba por los territorios de la literatura con la honesta felicidad de un niño curioso. Su biblioteca personal estaba repleta de libros, de clásicos del pensamiento y la literatura universal, tal como se lee en un extenso reportaje realizado por la periodista Ana Cristina Restrepo y publicado en la Revista de la Universidad de Antioquia: “La biblioteca se convierte en una caja de resonancia polifónica en la cual todos los libros hablan a través de Carlos. Con un orden pasmoso, señala los anaqueles: historia, economía, política y sociología, derecho y literatura. Su época literaria más querida se ubica en la Viena de Wittgenstein, de entreguerras: Arthur Schnitzler, Hugo von Hof-

mannsthal y Elías Canetti”, reseña. De esto hace hincapié Dora Inés Villegas Londoño, directora del Departamento de Bibliotecas, quien asegura que “Carlos Gaviria Díaz, además de doctor en leyes, político y magistrado fue un gran lector de literatura y amante de los libros y las bibliotecas. Conversador exquisito y gustoso cultor de nuestro idioma, él mismo cultivó ricas bibliotecas personales donde vivió y fue, por lo tanto, conocedor avezado de los mejores escritores”. En una de las consideraciones de la resolución rectoral para otorgarle este reconocimiento a Carlos Gaviria Díaz, se lee: “Las casas que habitó, las oficinas que ocupó y los espacios que le pertenecieron estuvieron ocupados, casi en su totalidad, por los libros, porque en ellos siempre encontraba una respuesta a su sed de conocimiento, a sus inquietudes intelectuales y a sus aspiraciones estéticas”. Esas respuestas se afincaban en una sed íntima por conocer lo que le estaba vedado; por despejar la duda e instaurar un asomo de certeza, una claridad necesaria en un entorno intelectual agreste y sombrío como el colombiano. “Vivir como se piensa y pensar como se vive fue una norma de conducta que guió su existencia y por eso su vida también se convierte en paradigma en un país en el cual se cree tan frecuentemente que los fines justifican los medios, o que la ética es apenas un adorno para justificar ciertas decisiones,

o que el derecho es apenas un dispositivo para imponer política”, asegura Clemencia Uribe Restrepo, decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, reafirmando así, desde su visión, la imagen de hombre coherente y comprometido con su época que demostró Carlos Gaviria durante toda su trayectoria. Es así como el humanista y agudo crítico de las cuestiones públicas y morales que fue Carlos Gaviria Díaz pudo erigir una memoria en vida que le granjeó el respeto de todos sus allegados, y de los no tanto. Su legado, ahora un mito intelectual que se irá forjando en el Alma Máter a través de los años, quedará emplazado junto a sus más sinceras pasiones: los libros, los espacios de esa biblioteca que recorrió en sus épocas de estudiante y docente. Y como dice un apartado de la resolución rectoral: ser ejemplo, un modelo necesario para todos los que se acerquen a su pensamiento: “Exaltar al maestro Carlos Gaviria Díaz, al distinguir con su nombre a la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, no representa sólo un reconocimiento a uno de sus más destacados hijos, sino un ejercicio pedagógico de indudable importancia: con este reconocimiento la Universidad de Antioquia también quiere invitar a las nuevas generaciones para que, como el maestro, encuentren en los libros una manera de conocer el mundo que nos rodea, de soslayarse en los placeres de la cultura”.


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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

Carlos Gaviria Díaz: jurista, profesor y político Por JOSÉ FERNANDO OCAMPO TRUJILLO*

C

arlos Gaviria fue un jurista consumado, un magistrado incólume, un profesor del derecho, un político de izquierda, un hombre culto, un baluarte del Polo Democrático Alternativo, un gran personaje nacional. Pero también fue mi amigo y quiero comunicar aquí cuatro recuerdos personales con él que dejaron impacto en mi vida. Me invitó a ser profesor de la Universidad de Antioquia, fui testigo allí de su lucha por la transformación de la enseñanza del derecho, estuve junto a él en la fundación y dirección del PDA y participé en su campaña presidencial. Su muerte significa una pérdida inmensa para el Polo y para el país. Carlos Gaviria revolucionó la enseñanza del derecho en Colombia. Fue elegido decano de la Facultad de Derecho en la Universidad de Antioquia en 1968 y planteó allí el cambio fundamental que estremecería su enseñanza y su práctica. Para él, el derecho partía de una relación dialéctica entre los códigos y la historia de los casos concretos de la realidad jurídica. Por eso transformó la enseñanza universitaria del derecho. El profesional del derecho tenía que entender el país, su historia, las condiciones de la política, profundizar en la ética, mirar el mundo, conocer la sociología, reconocer la economía. Por eso en su plan de estudios sacó a los estudiantes sumidos sólo en los códigos, los metió en la concepción del derecho y en la realidad política y económica del país. Esa fue su revolución. Esta transformación produjo un terremoto en los círculos del establecimiento jurídico de Antioquia. Jueces, magistrados, penalistas, notarios y demás, organizaron una presión sobre la rectoría de la Universidad para destituir a Carlos. El Consejo Superior así lo hizo y le restituyó el poder al círculo tradicional de los abogados que controlaban la Facultad de

Derecho. No calcularon la reacción de estudiantes y profesores de todas las facultades y carreras. Fue la primera huelga que me tocó en mi carrera universitaria y fue la primera en que participaron profesores universitarios. No solamente el Consejo tuvo que devolverle la decanatura a Carlos, sino que produjo un cambio en los estatutos de la Universidad, fortaleció la organización de los profesores y dejó las bases de la organización estudiantil para las extraordinarias jornadas del movimiento del 71. Traté de defenderlo en una asamblea de profesores que había decretado el primer paro profesoral en la historia universitaria. La consecuencia fue mi expulsión fulminante como profesor. Pero el movimiento triunfó, restituyeron a Carlos a la decanatura y anularon mi destitución. Así se afianzó nuestra amistad. No le perdí la trayectoria a Carlos Gaviria. El gobierno nacional entró a saco en las universidades públicas del país y nombró en ellas rectores que quedarían para la historia con el título de “rectores policías”. El Departamento de Ciencias Sociales de la de Universidad de Antioquia fue desmantelado y todos los profesores fuimos destituidos. Fue para Carlos un período conflictivo que apuntó a desmontar esa transformación de la enseñanza del derecho en las universidades Nacional, Antioquia y Valle que él había liderado. Años después acudí a su colaboración en la Corte Constitucional de la que fue uno de sus primeros magistrados después de la Constitución del 91. Pero volví a encontrarme con él en la fundación del Polo Democrático Alternativo en su primer congreso. Fue elegido presidente del Polo. De allí salió para la campaña presidencial contra la reelección de Uribe. Nunca me imaginé que Carlos Gaviria se convertiría en el candidato presidencial de izquierda más votado en la historia del país. Fueron más de dos millones y medio de votos.

Carlos tendría que haber vuelto a presentarse como candidato en las elecciones siguientes contra Santos. No fue así, porque Petro le ganó a Carlos la elección primaria. En mis recuerdos esta fue la única derrota de Carlos en su vida. Nunca dejó de ser un profesor de derecho, de ética, de historia. Sus discursos políticos eran profesorales, didácticos, sistemáticos, profundos. Su concepción del derecho no estaba cimentada en códigos transitorios, sino que estos surgían de una concepción de la sociedad y de la historia nacional. Tenía que ver con una visión directa y profunda de la realidad que en la filosofía se denomina materialista. Así era, como una consecuencia directa de su percepción vital. No encuentro otra forma de atribuirle a algo diferente su concepción política. Por eso el derecho no podía ser para él un código muerto y estático. Para la transformación de su enseñanza lo arriesgó todo para sacarlo del formalismo escolástico que dominaba el derecho en las universidades colombianas. Una visión histórica de estas características fue lo que lo apartó de la tradición bipartidista que controlaba la política nacional de dos siglos. Fue eso lo que lo condujo a comprometerse con un proyecto histórico que le daría una visión trascendental a la política colombiana. También lo que lo llevó a comprometerse con el Polo Democrático Alternativo hasta llegar a su presidencia y a su candidatura presidencial. Ya Carlos Gaviria pasó a la historia y que ello contribuya a sostener su proyecto político para construir una Colombia independiente de toda dominación extranjera, de características democráticas y que su programa le sirva a la mayoría del pueblo.

*Historiador, escritor, profesor universitario, doctor en ciencia política de Claremont Graduate School en California, miembro de la Dirección Nacional del Polo Democrático Alternativo


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“Aquí estamos y estaremos siempre” El viernes 27 de febrero de 2015, en el teatro universitario Camilo Torres Restrepo de la Universidad de Antioquia, la Presidencia de la República, la Cancillería y la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, realizaron un acto de reconocimiento de responsabilidad del Estado colombiano por la muerte del abogado, profesor universitario y defensor de derechos humanos, Jesús María Valle Jaramillo. En memoria del connotado jurista, ALMA MATER publica el discurso que pronunció Valle Jaramillo en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia, el cual fue reproducido por el periódico El Colombiano, en un informe especial el domingo 1º de marzo de 1998.

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l pasado 25 de agosto, con ocasión del décimo aniversario del asesinato de Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur, el mismo día en que también cayó Felipe Vélez, el abogado Jesús Valle Jaramillo pronunció un sentido discurso en el que presentó dramático balance sobre la situación de los derechos humanos en Antioquia. Presentamos el texto de este documento. “Ha querido el Comité que rinda un informe sobre la situación de derechos humanos en nuestro departamento, y así lo haré, porque hay documentos serios, de plumas autorizadas que con severa investigación y fundamentación han hecho este escrutinio que consta ya en documentos publicados. En 1983, por primera vez en el departamento de Antioquia se presentó un plan de desarrollo, el cual fue elevado a canon de ordenanza con una mira: fijar directrices para todo el departamento, de modo que hubiera un proceso que vinculara a las regiones y los municipios en sectores importantes como la industrialización, ecológico, de modo que se respondiera a un desarrollo desigual que se traía.

Herramienta de paz

Ese plan se fijó una meta: que fuese un mecanismo en un proceso de paz, que lográramos vincular a todas las regiones y a todos los municipios, que tuviésemos un ciudadano más laborioso y participativo. También, de 1989 a 1993 mejoramos ese Plan de Desarrollo y miramos todos los sectores: el plan vial, eléctrico, educativo y en el campo de la salud. Y empezamos a vincular sectores poblacionales muy abandonados. Esas directrices que se fijaban allí tenían la mira de crear mecanismos de

paz. Y tras ese plan quinquenal, lo recuerdo bien hoy, el doctor Gilberto Echeverri Mejía, inició un proceso de pacificación en la región de Urabá, y con un alcalde con ideas democráticas logró levantar una infraestructura de importancia en esa región. Es decir, Antioquia estaba proyectando un desarrollo que penetrara más en lo regional y en el ente territorial denominado municipio. Y nos comprometíamos en ese plan de desarrollo con muchos sectores poblacionales e íbamos a los concejos, a las entidades comunitarias.

Ruptura

De improviso, en los últimos años, en forma abrupta, se rompió ese esquema que traíamos y surgió un plan de acabar con el movimiento guerrillero en ese lapso. Entonces aparecieron unos hombres armados en las regiones que cometían una serie de tropelías y asesinatos y hábilmente desaparecían de la zona; y se suscitaron las primeras masacres en zonas geográficas donde no había enfrentamiento entre partidos y fuerzas de izquierda. Y después esas fuerzas se fueron ubicando en los perímetros urbanos y generaban un estado de terror y de zozobra, y los campesinos caían asesinados; mientras, en las veredas y corregimientos se mataba a los dueños de las tiendas comunitarias. Eso ocurrió en el Norte, en Oriente, en Occidente. Se empezó a gestar como un plan macabro, donde el investigador no lograba penetrar qué estaba sucediendo, en qué zonas geográficas se cometían esas masacres y esos asesinatos masivos. Y nuestros ríos históricos fueron testigo de los cadáveres arrojados. Y en las carreteras, esas carreteras construidas con el esfuerzo antioqueño, los vehículos eran parados, los campesinos bajados de los mismos y asesinados arrodillados.

Fotografía tomada por el periodista que acompañó el féretro del defens Jesús Abad Colorado en la marcha or de derechos humanos inmolado. Zozobra

Un clima de zozobra empezó a desintegrar lo que habíamos construido durante muchos años. Y aquellos maestros que protestaron por esos asesinatos y masacres, fueron perseguidos, desaparecidos y asesinados. Entonces se empezó a desintegrar todo ese sistema educativo. Las escuelas se quedaron sin niños y maestros. Y los maestros eran perseguidos y la educación perdía calidad. Y los médicos que iban a las veredas y a los corregimientos a atender a los enfermos con mucho esfuerzo, también fueron perseguidos, intimidados, amenazados, desaparecidos, y el sistema de salud empezó a degradarse. Y los programas agropecuarios, las Umatas en Antioquia, cuando soñábamos cómo remplazar el café, cuando soñábamos con un dominio del paisaje y la agricultura, se desintegraron.

Concepto de autoridad

Aparecían fuerzas oscuras que remplazaban al alcalde… los comandantes. Eran paramilitares, Convivir, autodefensas. Y se fue tornando ambiguo ese concepto de autoridad pública: unos eran

amigos o enemigos de las Convivir, amigos o enemigos de los paramilitares, amigos o enemigos de la guerrilla. Y ese tejido social solidario del campesino, se fue desintegrando y se empezó a consolidar la zozobra al lado del temor, mientras se perdían los proyectos culturales, artísticos, artesanales. Es decir, ha habido un proceso de degradación en la relación del hombre con la comunidad, con su medio.

Meridiano macabro

Entonces, en este recinto puedo decir, a manera de inventario, que yo escuchaba decir que el meridiano de la cultura y la política pasaba por Antioquia. Hoy puedo decir que el meridiano de la violencia pasa por Antioquia. Estamos exportando, a través de una concepción equivocada del orden público, violencia para departamentos pacíficos como los de la Costa y Chocó. Estamos exportando violencia, a través de las Convivir, para todo el país. Lo que habíamos construido como base impositiva, a través del impuesto predial y del de industria y comercio, para fortalecer los aportes de la Nación y hacer programas de desarrollo educati-


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vo, lo hemos desintegrado porque hay que pagar cuotas a las Convivir, a las autodefensas, a los paramilitares. Y los paramilitares y las Convivir se confunden en los uniformes, en las sedes, en los vehículos que utilizan. Es decir, ya la Fiscalía tiene que pedir permiso a esos personajes que aparecen extrañamente en los municipios, para poder hacer los levantamientos de cadáveres. Y los inspectores que hacen esos levantamientos de cadáveres son asesinados para destruir la prueba, para impedir los sistemas de investigación judicial.

Sin odios

Esa es la situación hoy. Lo han visto mis ojos, lo he presenciado con gentes de mi pueblo, de mis veredas, de mis corregimientos. A esas personas que yo vi nacer, con esas personas con quienes escuché silbidos de miseria en las montañas, han sido asesinadas. Y yo he ido a todas partes invocando el derecho de petición para la población campesina, y no he recibido una respuesta positiva. Esa es la situación dramática que presenta hoy Antioquia y es el informe que puedo rendir con honestidad en este recinto, sin odios contra nadie, pero sí con una infinita tristeza de cómo se van perdiendo las vidas y golpeando a las personas.

El Consejero Presidencial para los Derechos Humanos Guillermo Rivera Flórez estuvo entre quienes presidieron el acto público de reconocimiento por parte del Estado colombiano de la muerte del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, ocurrida el 27 de febrero de 1998 en Medellín. En el acto también estuvo presente el exmagistrado Carlos Gaviria Díaz.

En medio de esa desolación, qué pienso. Qué pienso en medio de esa degradación del hombre. Con esperanza, miro tres aspectos positivos: Las madres de los soldados que levantaron la bandera unida para que les regresaran sus hijos, y obligaron que en un momento histórico del país el poder civil se colocara por encima del poder castrense e hiciera un proceso de pacto que llevara a la libertad de los prisioneros de guerra. Cuando se logra ese predominio del poder civil se pueden iniciar procesos de paz y democráticos. Ese aspecto positivo me da esperanzas de seguir luchando. Segundo: la sentencia de la Corte Constitucional, cuando fijó directrices jurisprudenciales para limitar el fuero. Allí hay un instrumento de pacificación que permite limitar desafueros, exigir responsabilidades, para que iniciemos un camino diferente. Y el tercero: es que con la muerte de Héctor Abad Gómez se querían silenciar unas ideas y principios. Y, por el contrario, ese símbolo moral, esa fisonomía espiritual de Héctor Abad Gómez permitió que fuesen creciendo los organismos y hoy los derechos humanos se debaten en la Universidad, en los sindicatos. Hoy hay semillas de libertad que con sacrificio y tenacidad siguen denun-

Fotos: Jaime Zapata

Una esperanza

ciando, señalando, impetrando, pidiendo, defendiendo los derechos humanos. Hay muchos organismos que con seriedad están en la lucha tenaz para que primen la vida, la dignidad, la alegría. Y eso es como un instrumento de fe y esperanza en los momentos de incertidumbre y de tristeza.

Hasta siempre

Por eso esta noche la presencia de todos ustedes, de la familia Abad, Betancur, del honorable magistrado de la Corte Suprema de Justicia (Carlos Gaviria), de los coordinadores del Comité, de hombres y mujeres, nos llena de alegría. Y en este recinto histórico

podemos decir hoy: Héctor Abad, Fernando, Carlos, Felipe, ¡aquí estamos! Podemos decir: Helí Gómez, personero de El Carmen; profesores perseguidos, víctimas, ¡aquí estamos y estaremos siempre, en el fragor de la lucha o en la quietud de la muerte!”. (El Colombiano, Informe, página 16ª. Domingo 1º de marzo de 1998)


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Grass y Galeano: rasgos de la escritura política Por SELNICH VIVAS HURTADO*

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oda escritura es un acto político, en menor o mayor grado. Sea porque se oculte o se resalte el papel de la representación poética en la intervención de la realidad, la escritura literaria participa, de acuerdo con la amplitud de su difusión y de su recepción, en la construcción de una opinión pública. Así lo asumieron Dante, a comienzos del siglo XIV, y Ungaretti, en la primera mitad del siglo XX. Dante puso en jaque las visiones religiosas y políticas de sus contemporáneos, a algunos de ellos los llevó hasta el infierno; Ungaretti, por su parte, cantó a la vida en medio del horror de la Primera Guerra Mundial. Por estos días la muerte puso en diálogo en las primeras páginas de la prensa mundial los nombres de dos escritores completamente disímiles: Günter Grass (1927-2015) y Eduardo Hughes Galeano (19402015). A primera vista tienen muy poco en común, a no ser su pertenencia al mundo moderno. Cada uno, en su contexto social, europeo

y latinoamericano, respectivamente, supo aprovechar y capitalizar el carácter político de su obra para educar a un público lector y construir con la ayuda de esos lectores una manera de argumentar, singular de los movimientos contestatarios del poder. Pero aunque se les caracterice por el compromiso político de izquierda, sus obras muestran, no obstante, caminos distintos, francamente irreconciliables, como si existieran al interior de la izquierda actual dos concepciones completamente contrarias. El rasgo estilístico es justamente reflejo de la forma de pensar. En una palabra se les podría agrupar: escritores comprometidos. Pero es evidente que la izquierda latinoamericana que representa Galeano no se emparenta ni de lejos con la izquierda alemana de la que participa Grass. De hecho Galeano proviene de una de las familias más adineradas de Uruguay, los Hughes, inmigrantes y terratenientes. El escritor uruguayo supo ocultar este parentesco en la carátula de sus libros, puesto que no convenía a su proyecto estético político, altamente latinoamericanista y crítico del capitalismo globalizado. Grass, aunque mantuvo en secreto hasta la publicación de sus memorias su participación en las tropas nazis, hizo de la mentalidad nazi durante la Segunda Guerra Mundial y después de ella el objeto de su crítica social. Grass venía de una familia pobre y provinciana en la que el catolicismo, el protestantismo y el ascenso del nacionalsocialismo pocas posibilidades de movilidad intelectual le dejaban a un joven artista. La convicción huraña, propia de Grass, lo lleva a mantener elevada la bandera de la crítica irrestricta, incondicionada. No importa que se tenga que enfrentar a los exaltados idealistas de la Alemania que lidera la Comunidad Económica Europea, no importa que tenga que enrostrar los residuos del

nacionalsocialismo en Heidegger o en los grupúsculos políticos de hoy, no importa que tenga que expresarse en contra del Estado de Israel. Es curioso que Grass haya sido víctima de los ataques de los gobiernos de Israel, de Alemania y de Estados Unidos por haber escrito un poema (Wasgesagtwerdenmuss, lo que tiene que ser dicho) en contra de la carrera armamentística incontrolada de Israel en el Mediano Oriente. Pocos poemas en estos días recibirán tal atención política y mediática como el de Grass. El escritor alemán duda de las virtudes humanas y para expresarlo rebusca en el repertorio más erudito y complejo de la expresión literaria. Si existe todavía una virtud de primer orden sería la duda sistemática en torno a todo lo humano. Grass duda del lenguaje, lo dinamita y cuestiona en su sistema más profundo: el sentido. El lenguaje es el síntoma mayor del auto engaño, de la pérdida de la conciencia. También duda de la técnica—jamás se permitió usar un celular o el internet—, de la razón y de la ciencia. Por fuera de su crítica no se quedan ni la religión ni la política ni el arte mismo. Ve con ojos entrecerrados los movimientos masivos alternativos y la supuesta capacidad transformadora del arte. Las obras literarias son “ohnmächtigeSongs”, cantos impotentes. Grass confronta y polemiza, nos arrincona con sus sobresaltos. La utopía exaltada propicia en Galeano una sensiblería efectiva, digerible y convincente. Quizá sea Galeano el autor que más ha influido en la educación política y sentimental de las jóvenes generaciones en América Latina. Su obra no resulta extraña a sus compatriotas, Mario Benedetti y José Mujica. Hay en sus obras una voluntad expresa por la transparencia de las ideas y por la efectividad calculada de la frase. Cuestiona el consumismo y la guerra y la ex-

pansión del capitalismo apelando al sentimiento del público, a la identificación del lector con las situaciones más cotidianas, pero no necesariamente al debate o al análisis de las mismas. No cabe duda que Galeano popularizó una manera de entender la historia de América Latina, aquella que hizo posible llamar la atención sobre las mentiras de la historia oficial, sobre los engaños de los modos de narrar. Galeano confía en el poder del lenguaje repetitivo y en los recursos del mito, de la leyenda, de la palabra hablada. Galeano habla de cualquier tema para soñar con lo humano posible y generoso. Así como en la capacidad transformadora del afecto. Decirlo bonito como para que mueva al llanto y a la aceptación. Esta es su arma política, conmueve. Y bastante, aunque no se compartan sus ideales. En Galeano el derecho al delirio es fundamental para transformar el mundo, gracias a nuestra capacidad para fantasear “la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero”. Ambos desconfían de los beneficios de la democracia capitalista, responsable de la expansión y la reproducción de las guerras allí donde la tierra es entregada al comercio y a la explotación a gran escala. Ambos atacan la industria armamentística y el fascismo enmascarado de neoliberalismo y sociedad del espectáculo. No obstante, habría que ver en Grass a un escéptico por excelencia; y en Galeano a un soñador. El primero duda completamente de la virtud humana incapaz de alejarse del deseo de someter a otros; el segundo cree firmemente en la capacidad humana para soñar en un mundo mejor. *Docente Facultad de Comunicaciones, Área de Lingüística y Literatura

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La integridad del escritor

Por EUFRASIO GUZMÁN MESA

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bril es el mes de los escritores, por alguna clase de capricho del destino es notable el número de los buenos que han nacido por estas fechas y por razón igualmente extraña, pero no menos coincidencial, muchos también extraordinarios han muerto en este mes primaveral. Con los nombres podría llegar a llenar esta columna. Recuerdo a Cervantes muriendo en abril y a Shakespeare naciendo en el mismo mes. Hace un año murió García Márquez. En este mes han muerto dos buenos de manera casi simultánea, el alemán Grass y el uruguayo Galeano, ciertamente muy diferentes pero con interesantes puntos en común

que quiero resaltar. Y no los une el cáncer ocasionado por el tabaco, ni su éxito rutilante, ni el ser autodidactas y su escaso paso por la universidad: los dos fueron a ellas a recoger honores cuando ya estaban consagrados. Y si algo los diferencia hay que resaltarlo. Grass es de hondo calado y profundidad psíquica, se valió de mitos poderosos para pensar la condición humana, a diferencia de Galeano, nuestro popular autor de pocos libros y reencauchador de mitos algo endebles. Lo primero que vale la pena recordar es que ambos fueron reconocidos en sus géneros, el alemán conquistó el premio Nobel y fue destacado con el Príncipe de Asturias en 1999. Fue Grass un artista integral que se expresó no sólo con la escritura sino con la escultura y la pintura y trató en la escritura de unir lo lírico y lo narrativo. Nunca temió los riesgos. Tuvo a Goya como una suerte de talismán y su mayor interés fue integrar su mundo desperdigado en medio de la guerra y los conflictos de Europa. Eduardo Galeano con las más de 100 ediciones de su libro “Las venas abiertas de América Latina”, traducido a más de 20 idiomas y de un fuerte impacto en la propia visión que los latinoamericanos tenemos, recibió numerosos doctorados honoris causa y su éxito comercial lo obnubiló hasta volverse un poco su propio publicista. En mi mente y mi memoria lo que los une en realidad es su integridad como escritores y esto no quiere decir que rehuyeran las contradicciones, las revelaciones sorprendentes, los recursos variados, ni siquiera las alianzas de pareja: cada uno lo hizo por tres veces. Lo que me parece ejemplar es la manera como fueron leales a sí mismos y no a idearios políticos y partidos. Günter sorprendió a tirios y troyanos cuando confesó que en su primera juventud había

No hay mayor muestra de integridad en un intelectual, un escritor y un artista que en ser capaz de separarse de su propia obra y someterse a un implacable escrutinio, no a partir de los demás sino a partir de su propia conciencia crítica, alejado de las lisonjas de poder o apartado del fardo de los reconocimientos.

pertenecido a las SS y Galeano no dudó en desdecir parcialmente su máxima obra, un pequeño evangelio de la visión tercermundista que Apuleyo Mendoza, Vargas Llosa y Montaner tuvieron como referencia para escribir su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. Se requiere valor intelectual y coherencia artística para ser capaz de reconocer los errores juveniles o los desfiladeros del gran reconocimiento; así, quizás, la única fuente de valor es la propia integridad. Hay valor civil y vital para contrariar el mundo de las opiniones y hay valentía para reconocer sus errores o disparates. Galeano simplemente dijo que sus conocimientos sobre economía e historia eran insuficientes a la hora de escribir un texto que ha sido tan canónico que alguna vez Hugo Chávez lo puso en manos de Obama, como una revelación casi bíblica de los crímenes y sufrimientos afrontados por la dominación de clase y el sojuzgamiento político de las tierras latinoamericanas a manos de las fuerzas imperialistas. ¿Podemos imaginar a García Márquez reconociendo las precariedades estilistas de “Cien años de soledad” o reconociendo la esquemática

visión del mito que utiliza? Lo más lejos que llegó en este punto fue en reconocer sus escasos conocimientos de ortografía. La integridad como valor vital de Günter Grass está en reconocer esos años tempranos, de norte equívoco, en el momento en que toda la nación alemana había rasgado las vestiduras con tanta paciencia y desilusión como ritualidad y autocastigo. Pero no sólo enfrentó sus demonios juveniles sino que en “El rodaballo” de 1977 tuvo la valentía y el riesgo de asumir una crítica desde el mito a lo que era un vigoroso renacimiento del feminismo en Europa. El pez y la cocina se convierten allí en una metáfora que permite pensar la historia de la cultura y se atreve a preguntar por el destino que puede esperarse si las mujeres retomaran el poder. Juega en grande con el problema del sentido de la historia humana. Es un punto de convergencia en estos dos muy diferentes escritores esa capacidad de ir más allá de sí mismos y arriesgarse a quedar con las sobras de un banquete que ellos mismos sirvieron. No les importó. No hay mayor muestra de integridad en un intelectual, un escritor y un artista que en ser capaz de separarse de su propia obra y someterse a un implacable escrutinio, no a partir de los demás sino a partir de su propia conciencia crítica, alejado de las lisonjas de poder o apartado del fardo de los reconocimientos. Quizás sólo Kafka, ordenando a Max Brod quemar toda su obra, pueda superar los gestos de integridad de Grass y Galeano. Y valga la oportunidad de señalar entonces que es muy valioso en el ser humano, independiente de si es intelectual, político o artista, el no dejarse deslumbrar por nada, ni siquiera por los efectos superficiales de su trabajo, así sean ciudades, obras o extensos períodos en el poder lo que se le reconoce.

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Olaya Peláez, Decano (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Fabio Giraldo Jiménez, Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • María Carolina Laverde Velásquez, Directora de Relaciones Internacionales • Daryeny Parada Giraldo, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Heiner Castañeda Bustamante, Director de Comunicaciones.


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Serenidad frente a las puertas que se abren a la paz Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO*

Muchos colombianos tienen la idea que un el proceso es una ruta inflexible, una guía prefabricada y lista para el uso, una especie de mapa que nos llevará a conseguir la paz de manera segura. Abril nos mostró, por el contrario, que el camino de la paz es una especie de laberinto, muy flexible, en el que todos los días se abren y se cierran puertas.

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ara los colombianos, abril fue un mes trágico. La muerte de 13 combatientes (11 soldados y dos guerrilleros) y 17 heridos por el ataque de las Farc al Ejército Nacional, el 14, en Buenos Aires, generó tristeza y desconcierto. Este hecho, además de opacar el apoyo que se brindó al proceso de paz con la celebración del Día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas el nueve de abril, fracturó seriamente los avances en la construcción de paz en el país. A pesar del balance negativo, abril sirvió también para recordarnos un asunto fundamental sobre la paz. Nos trajo de nuevo a la discusión lo que significa un proceso de paz. Muchos colombianos tienen la idea que un el proceso es una ruta inflexible, una guía prefabricada y lista para el uso, una especie de mapa que nos llevará a conseguir la paz de manera segura. Abril nos mostró, por el contrario, que el camino de la paz es una especie de laberinto, muy flexible, en el que todos los días se abren y se cierran puertas. Estas puertas nos muestran posibilidades, nuevos senderos que nos pueden, incluso, hacer retroceder y volver hacia el punto de partida. Un ejemplo evidente lo constituyoó el ataque en Timbío; este suceso abrió una puerta, que fue utilizada para retroceder y no para avanzar como se desea. Los hechos del Cauca, tan comunes hasta hace un par de años, sirvieron para mostrar que los colombianos, a pesar de cincuenta años de conflicto armado, no se han acostumbrado a la guerra. Esta aún crea miedo y destruye su contraparte, la confianza. La muerte de los combatientes redujo ese activo social tan importante para la convivencia y el avance hacia la paz.

El portal que se creó en abril, además de generar miedo, provocó que el gobierno reanudara los combates y bombardeos a la guerrilla, lo cual constituye un retroceso para el país. Recordemos que el cese al fuego unilateral decretado por las Farc había provocado una reducción en los índices de violencia política en el territorio. Los informes del Centro de recursos para el análisis del conflicto (Cerac) evidencian cómo “los niveles de victimización atribuibles a las Farc son los menores observados en la historia del conflicto armado interno”. Sin embargo, ese camino elegido desde diciembre de 2014 sufrió un giro en abril. En los minutos que duró el ataque se destruyó todo el trabajo que se había realizado durante más de cinco meses, entre la guerrilla de las Farc y el gobierno, para aumentar la confianza en el proceso de paz. Hay que prepararnos para afrontar las situaciones que el futuro nos depara. Circunstancias similares a las de abril podrán ocurrir en el futuro próximo, tanto en la etapa de la negociación como en el posconflicto. Otro hecho trágico, por ejemplo, podría provocar que los negociadores en La Habana se levantaran de la mesa; o que una vez firmado el acuerdo y dejadas las armas, los desmovilizados de las Farc desearan retomar la vía armada. Tenemos que trabajar todos para que una vez aparezcan nuevas puertas no se elijan aquellas que nos hacen retroceder. Es necesario actuar con prudencia y serenidad. Recordemos el pasado: hace 25 años el país estaba atravesando por una situación similar en las negociaciones con el M-19. Los atentados a los negociadores de la guerrilla estuvieron a punto de romper los diálogos, y la muerte de su líder y candidato a la Presidencia de la República,

Carlos Pizarro, el 28 de abril de 1990, también hizo tambalear el proceso. Sin embargo, lo que algunos deseaban, no sucedió. Las negociaciones no se detuvieron y los excombatientes no volvieron a la guerra. La apuesta que hizo el M-19 por la paz se mantuvo a pesar de los desafortunados hechos. Fue una decisión sabia: en ese momento histórico, en lugar de retroceder, se supo avanzar en el camino de la paz. Los hechos de abril sirvieron también para recordarnos a los colombianos que estamos transitando por el camino de la paz. Que en estos momentos nos encontramos en la fase de negociación, con la cual se busca pactar la desmovilización definitiva de la guerrilla de las Farc. Luego le seguirá la refrendación y la implementación de lo acordado; y esperemos que en poco tiempo se llegue a la fase del posconflicto. En este sentido, debemos ser conscientes que el camino de la paz es largo y que el proceso de paz con las Farc es tan solo una oportunidad para resolver el conflicto armado por vía de la negociación política. El eventual acuerdo final será el primero de varios pasos que habrá que dar para construir la paz. En definitiva, los hechos de abril sirvieron para recordarnos a los colombianos que estamos transitando por en el camino inicial de la paz; él cual busca pactar la desmovilización definitiva de las Farc. Y para advertirnos que en el futuro, lo más seguro, también se nos abrirán otras puertas, que nos mostrarán otros caminos; allí que tendremos que actuar con serenidad para saber qué vía tomar, con el fin de aprovechar las oportunidades positivas que ofrece el sendero complicado de la paz. *Profesor Instituto de Estudios Políticos

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales de la señora MARGARITA MARÍA LONDOÑO PULGARÍN fallecida el 13 de febrero de 2015. Se han presentado a reclamar el señor EVER ALONSO COLORADO RUEDA en calidad de compañero permanente y en representación del menor JUAN JOSÉ COLORADO LONDOÑO y la señora LAURA CAROLINA PULGARÍN LONDOÑO en calidad de hija. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor JAVIER DE JESÚS MARTÍNEZ MEDINA fallecido el 29 de enero de 2015. Se han presentado a reclamar la señora MARGARITA MARÍA ACEVEDO VÁSQUEZ en calidad de cónyuge y los señores MAURICIO MARTÍNEZ ACEVEDO y SEBASTIÁN MARTÍNEZ ACEVEDO en calidad de hijos. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor FRANCISCO GRAJALES ZULUAGA, quien falleció el 15 de febrero de 2015. Se ha presentado a reclamar la señora CANDIDA ROSA VANEGAS JARAMILLO en calidad de cónyuge. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.


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Ahí estará pues el desafío del posconflicto: no en terminar las enemistades, las diferencias, sino en excluir la violencia y la guerra como formas válidas para definirlas y afrontarlas

¿Qué es eso del posconflicto? Por WILMAR MARTÍNEZ MÁRQUEZ*

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antiago Montenegro, director del Departamento Nacional de Planeación del primer gobierno Uribe, escribió hace una par de meses una columna titulada Ya estamos en posconflicto (El Espectador: 08.02.15). Su argumento era sencillo: “el conflicto armado jamás abarcó todo el territorio nacional”. Por ello, hoy el posconflicto es una realidad en muy buena parte del país. Según Montenegro, después de firmada la paz en La Habana, la tarea es llevar ese posconflicto del cual han gozado grandes sectores del país allá donde no existe. Por esto, termina, es equivocado pensar en el posconflicto “como un momento estelar en la historia de Colombia, como un punto de quiebre, como una refundación de la patria”. Esta posición minimalista, contrasta con el frenesí gestado en muy buena parte por el gobierno nacional sobre lo que nos aguarda después de terminada la guerra. Programas y campañas de todo tipo resumidos en la pregunta de cómo afrontará el país los nuevos retos del posconflicto, hacen pensar en éste como un escenario en el que una sociedad distinta tendrá que vérselas con desafíos diferentes, nunca vistos. Creo yo, sin embargo, que ninguna de estas posturas se acerca a lo que nos espera. Ni el de una sociedad nueva, ni el de una sociedad estable. La profesora María Teresa Uribe nos enseñó que la guerra más que desestabilizar el régimen político y sus estructuras, los ha mantenido (2001), bloqueando mecanismos fundamentales para su transformación: el movimiento social y la acción política democrática. Acudir a la figura del enemigo y la necesidad de preservar el orden público, permitió a varios de los gobiernos del país deslegitimar y desvertebrar los movimientos campesinos, estudiantiles o de trabajadores, en momentos decisivos de nuestra historia política. Además, la defensa y puesta en práctica, por parte de

la insurgencia, del nefasto método de la combinación de las formas de lucha, terminó imponiendo sobre la protesta pacífica la imagen de que ésta era un instrumento de la guerra: llevó al escenario bélico lo que de por sí era una expresión civil, ciudadana. El paramilitarismo, a su vez, haría lo propio con la cooptación y el uso de escenarios públicos de deliberación y decisión pública. Terminó imponiendo sobre la política la imagen de que gobernantes y legisladores son otro recurso en la confrontación armada. El resultado de todo esto fue que la persecución de la protesta adquirió la legitimidad que necesitaba, y la política el descrédito que le faltaba. Protesta y actividad política devinieron entonces en actividades de alto riesgo. La transformación democrática del país quedó así truncada. Con el fin de la guerra, es previsible que el miedo de quienes protestan y la coartada para criminalizar sus luchas, sufran alguna transformación. O que las reservas ciudadanas frente a los escenarios institucionales de la política y los intentos de su instrumentalización por los actores armados, tengan otra intensidad. En este escenario se abrirá la posibilidad de que las demandas de solución a los problemas que han lastrado grandes sectores de la sociedad colombiana irrumpan de nuevo en la esfera pública de donde fueron sacados hace mucho, a empellones, por la acción de los guerreros. O que irrumpan por primera vez en esa misma esfera, donde nunca habrían llegado, ni a empellones. El posconflicto será un momento de entrada a una gran conflictividad política y social. Y los acuerdos logrados en La Habana potenciarán esta condición. Su puesta en práctica generará más conflictos. Es lógico que ocurra. Se trata de un escenario más o menos parecido al que décadas atrás truncó la violencia: calles agolpadas de campesinos, trabajadores, estudiantes y otros sectores sociales más exigiendo respuesta a sus demandas. ¿Se repetirá también la historia de la violencia armada? Aquí tenemos el reto de la política en la demo-

cracia; el desafío de disputar con el otro sin acabarlo. ¿Cómo lograr esto? El filósofo británico John Gray brindó la respuesta: no necesitamos valores ni verdades comunes para vivir juntos en paz. Necesitamos instituciones comunes en las que muchas formas de vivir puedan coexistir. La clave estará entonces en la fortaleza que exhiba el Estado y sus instituciones, y en el correlato de esto, su legitimidad y aceptación por parte de la sociedad. ¿Tendrán nuestras instituciones políticas la capacidad para dar respuesta a las distintas demandas que surgirán una vez termine la guerra? ¿Tendrán la capacidad para desestimular la violencia, perseguirla con total decisión, independientemente de quienes

la produzcan? Pero sobre todo, ¿tendrán las fuerzas políticas y sociales la capacidad de aceptar derrotas? ¿Admitirán el triunfo de proyectos diversos que sean estimados por los ciudadanos como más adecuados para responder a sus demandas? Michael Foucault hizo célebre la expresión, “la política es la continuación de la guerra por otros medios”. Esta presentación de la política como algo tan precario, sería sin embargo, en el caso de nuestro país, un logro mayúsculo. Ahí estará pues el desafío del posconflicto: no en terminar las enemistades, las diferencias, sino en excluir la violencia y la guerra como formas válidas para definirlas y afrontarlas. * Profesor Instituto de Estudios Políticos


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Historias biográfico-narrativas de la educación especial: un balance a contracorriente

as reformas educativas de la educación especial, la integración académica/educativa y la educación inclusiva han sido disímiles en América Latina. Desde finales de la década de 1950 hasta mediados de 1970, se inauguraron políticas educativas de diferenciación de la educación especial, con la pretensión de responder a las necesidades educativas de grupos poblacionales históricamente excluidos de los subsistemas sociales, entre ellos los sujetos en situación de discapacidad. En la actualidad, se puede identificar claramente que en Argentina, Brasil y México, por ejemplo, existe la educación especial como modalidad educativa estatal en articulación con la educación común, con los procesos de integración y con la educación inclusiva. Por otro lado, existe la experiencia de Colombia, en donde se ha desestatalizado la atención en centros de educación especializada y se ha concentrado en la educación inclusiva con calidad en los establecimientos educativos comunes. Desde hace poco más de una década, la literatura utilizada para la formación de educadores especiales planteó contundentemente que la educación especial había “fracasado” como servicio institucionalizado. Esta perspectiva se oficializa en la medida en que se naturaliza como verdad en la formación inicial y continuada de maestros y en la investigación en el contexto de la educación inclusiva, por no mencionar el discurso escolar oficial. Los resultados de nuestra investigación muestran cómo desde una polifonía narrativa de subjetividades singulares sobre las reformas a la educación de sujetos con discapacidad y excepcionalidad, se pueden contraargumentar algunos de los principales supuestos construidos alrededor de la “idea de fracaso” por el régimen de verdad sobre el que se edifica la legitimación discursivo-institucional de las alternativas de integración/ inclusión en América Latina entre 1980 y el 2000. En este sentido, nuestra hipótesis apunta a señalar la distancia entre los discursos educativos estatales y oficializados (en conexión con lo internacional) y las significaciones singulares construidas desde las experiencias heterogéneas de un colectivo de maestros y maestras de Medellín. Desde los organismos internacionales y el agenciamiento operado por la “función experto”, se esperaría que la educación especial en Colombia hubiese sido objeto de un diagnóstico que derivase en un conjunto de medidas para

remediar su crisis o estado deficitario (tal como se intenta hacer desde principios del siglo xx con la pedagogía de anormales). No obstante, lo que se evidencia es un continuum de reformas aceleradas, verticalistas, descontextualizadas y sin diálogo de saberes con los actores-maestros. En esta dirección, las voces de los sujetos que fueron vistos como objetos o piezas secundarias en el proceso de reforma a la educación especial, se erigen para narrar otra historia, una contrahistoria que intenta desnaturalizar las miradas occidentales que asumimos en la formación de maestros y en el campo de la educación especial (en general). Una historia que se abre a la pluralidad de sentidos y construcciones de micropolíticas educativas que tienen sus lenguajes, prácticas y modos de subjetivación. Una contrahistoria que deja entrever una contradiagnosis de nosotros mismos desde otro prisma. Desde esas voces, se pueden definir cuatro contraargumentos, entre varios posibles, a partir del proceso de análisis colectivo de las narraciones y los grupos de discusión en los que participaron los narradores: 1. Crítica a la segregación, separación, exclusión: perspectiva económico-política y presencia de la pedagogía Los procesos de implementación de la integración educativa en Europa y Norteamérica, por ejemplo, han planteado que los servicios de educación especializada se convirtieron en “archipiélagos de exclusión” o en instituciones estigmatizantes que reducían las posibilidades de educación de los sujetos con discapacidad. El señalamiento de informes de organismos internacionales, de investigaciones y de un sector del movimiento de padres y de

personas con discapacidad (v. g. Inclusion International), planteaba la inminencia del cierre de las escuelas y aulas especiales, en tanto la segregación y la exclusión institucional vulneran los derechos a lo común de todo ciudadano. En Colombia no se han hecho procesos sistemáticos de evaluación de las políticas educativas que atienden a las poblaciones en situación de discapacidad/excepcionalidad. En este sentido, hemos obtenido de varias fuentes otros significados (vividos en el interior del lugar donde la reforma apunta directamente: la escuela) sobre el supuesto fracaso de la educación especial, pues otras voces antes excluidas de las transformaciones sociales se han unido para activar la memoria colectiva y plantear que la educación especial no fracasó. En las narraciones es posible visualizar los sentidos que se han atribuido al cierre de las escuelas especiales y las aulas especiales, voces que contienen argumentos pedagógicos, ya no para decir que la opción viable, eficiente, necesaria y “natural” era el cierre de estas espacialidades escolares,

sino para resaltar la importancia de los procesos que allí se llevaban a cabo y que en la actualidad no tienen continuidad desde el Estado. En lugar de la idea de fracaso como justificación de la reforma a la educación especial, aparecen argumentos económicoadministrativos que señalan la erosión, la dilución, el desmonte y la fusión de las institucionalidades de la educación especial en Medellín. Con las experiencias y narraciones de los maestros se puede comprender la fuerza que tenía la educación especial, lo que impedía que fracasara. […]

Tomado de: Narrativas de la educación especial en Medellín: Una reconstrucción polifónica, 1966-2004, Víctor Alexander Yarza de los Ríos, Myriam Ramírez Ramírez, Lina María Franco Mejía, Nancy Catalina Vásquez Zapata, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, 2015. Obra seleccionada en el marco de la Convocatoria 2014 para la publicación de libros derivados de proyectos de investigación en la Universidad de Antioquia.


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Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia Por OSCAR ROLDÁN ALZATE*

Foto: Ángela Agudelo

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ada sociedad se define a partir de sus hábitos, de la forma como ritualiza su devenir, de los mitos que soportan sus creencias y de las prácticas que permiten que el contacto que propicia la palabra reemplace cualquier conflicto. Las artes en general, a través de las letras, la pintura, el cuerpo (en sus múltiples manifestaciones), las formas asibles y penetrables y últimamente de la producción audiovisual y los mass media, son la estrategia más expedita para materializar todo aquello que llamamos cultura, la que a su vez es nuestro refugio, el lugar donde encontramos cobijo, pues sabe devolvernos nuestra imagen, una que se ha construido por medio de una lógica propia, con valores éticos y consistencia estética que nos brinda la tranquilidad de lo confiable, porque de alguna manera ya lo conocemos y nos pertenece. La cultura es algo así como el patio central de la casa de los abuelos, o la manta tersa de la primera infancia. Los artífices de la delicada tarea de hacer visible lo invisible, audible lo inaudible, palpable lo impalpable, los que nos permiten la entrada a sensaciones que dan sentido a los sentidos, son los artistas, seres dotados de una extraordinaria sensibilidad que permite mediar entre el universo de las ideas y el de la forma; son aquellos a quienes debemos la belleza y lo sublime, los que se preguntan lo que los demás obvian, y se detienen donde los demás seguimos de largo. Los que formulan las preguntas más inverosímiles sobre lo que es real y cuestionan la manera como vivimos esa realidad. El sentido de sociedad se termina de definir por el reconocimiento que hace de estos mediadores, de sus artistas, de todos aquellos que como si se tratara de un espejo, devuelven a sus congéneres reflejos de todo cuanto ocurre en los espacios de la vida de esa comunidad. Aquí es donde precisamente se ubica la sabia decisión de la Universidad de Antioquia de tener una política institucional dirigida al reconocimiento público del quehacer cultural y ar-

tístico de los creadores, un trabajo meritorio que hace posible entendernos como comunidad ampliada, como sociedad de derechos donde cabemos todos los que habitamos el cerco al que llamamos nación. Los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia remontan su origen a 1968, casualmente el mismo año del mayo francés, memorable por las luchas nacidas del pensamiento, de las ideas que buscaban una sociedad más justa, una que brindara oportunidades amplias a los desiguales. Este año el Premio está en su versión 47 y se ha repensado, replanteado y reforzado para dar un mayor alcance a sus objetivos. Como novedad los premios han incrementado sustancialmente la cifra que entregan en las cuatro modalidades convocadas. El Premio Nacional Universidad de Antioquia a las Artes y las Letras, que resalta la vida y obra de un autor o autora colombianos de amplia y reconocida trayectoria, pasó de 35 salarios mlv a 50. Además la 10ª versión del Premio Nacional de Artes por primera vez convoca la modalidad de Performance y Artes Vivas; 12ª edición del Premio Nacional de Comunicaciones convoca la modalidad ensayo en crítica de Arte y Cultura, y el 33° Premio Nacional de Literatura, la modalidad dramaturgia. Estos tres últimos pasaron de 22 smlv a 30. *Jefe del Departamento de Extensión Cultural

Cierre de postulaciones: 30 de junio de 2015 Informes: www.udea.edu.co/premiosnacionalesdecultura Teléfonos: 2195177 y 2198178

“(…) Vuelvo a mirar con gratitud a un premio instaurado por una universidad que ha dado en materia editorial la lucha por dos géneros absurdamente excluidos del mercenarismo editorial: el cuento y la poesía que son, precisamente, los dos espacios más vigorosos en Colombia”. Juan Manuel Roca, Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia (1979) y Premio Nacional de Cuento Universidad de Antioquia (2000).

“(…) este galardón premia la discreta y silenciosa vida de alguien dedicado con total lealtad a tejer el espacio de las horas, el sueño de un mundo más limpio y más amable para el hombre”. Víctor Paz Otero, poeta y ensayista, 7 de noviembre de 1982. Primer Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento 1982 a Luis Vidales.

“Tengo una identificación absoluta con estas raíces (las antioqueñas) y este premio (Nacional de Poesía Universidad de Antioquia 1983) toca mis fibras afectivas; es como si se lo dieran a mi mamá, Susana Ángel de Jaramillo, mi abuela y el juicio crítico de los antioqueños (…)”. Álvaro Mutis. Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento 1983.

“(…) El Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia me satisfizo por varias razones: por ser de Medellín, por ser de la Universidad de Antioquia y por la coincidencia por el reconocimiento al maestro Álvaro Mutis”. Jaime Jaramillo Escobar, Premio Nacional de Poesía 1983.

“Ese Premio es singular. No encontramos otro en el país con ese carácter de exaltación de la cultura. Eso quiere decir que los que hemos sido distinguidos con ese premio somos afortunados. Para mí, es uno de los motivos que me hacen sentir orgullosa de haber escrito. Y que haya sido la Universidad de Antioquia la que tuvo el gesto generoso de entregarme tal distinción, es un motivo de satisfacción porque siento que no he trabajo y que no he escrito en vano. (…) Yo quiero mucho a Antioquia, a Medellín, a sus gentes”. Meira Delmar. Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento 1995.

“(…) Este es un premio que para mí es sumamente importante, es un gran honor, porque es un premio que está a la altura de los mejores de Latinoamérica. Lo recibo con gran afecto por esta institución y por todos aquellos que lo recibieron antes”. Giovanni Quessep. Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento 2007.

“Que una entidad tan importante como la Universidad de Antioquia se dedique a destacar personalidades a mí me parece que eso debe calar en la mente de las personas y darse cuenta que la cultura es importante”. Maestra Beatriz González, Premio nacional de Cultura por Reconocimiento 2014.


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Carnelevarium

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asta junio estará la exposición Carnelevarium en el hall del Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo, un reporte gráfico de los carnavales de Barranquilla y Riosucio.

El autor de Carnelevarium es el fotoperiodista colombiano David Estrada Larrañeta, quien se formó como fotógrafo en Europa, trabajó como reportero gráfico y fundó la agencia Bluephoto. Su interés como fotógrafo apunta a las prácticas culturales auténticas y diversas del continente latinoamericano. A través de su lente ha consignado una tradición fascinante y marcada, en este caso, de dos de los cuatro carnavales más importantes de Colombia.

Durante la última jornada del carnaval se despide al diablo en un rito fúnebre cargado de ironía.

El carnaval es una herencia. Las nuevas generaciones aprenden a homenajear un demonio que, además de misterio, trae alegría y hermandad.

Carnaval es sinónimo de desborde, exceso, diversión y unión, pero también de cambio y renacimiento.


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