Edición 129 junio julio 2017

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Un pueblo organizado revive la esperanza Movilizaciones de maestros en todas las ciudades, manifestaciones multitudinarias en el Chocó y en Buenaventura, marchas carnaval en Ibagué, Armenia y otras localidades, y próximas Consultas Populares en territorios como Pijao, permiten asegurar que el pueblo organizado, está decidido a no perder la pelea por la defensa de sus derechos y sus territorios.

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20 de Junio - 20 de Julio / 2017 / Colombia / $2.000


EDITORIAL

Comunicación popular: un arte que transforma Periferia Prensa Alternativa es una publicación de la Corporación Periferia Director General Olimpo Cárdenas Delgado Equipo editorial Periferia El Flako, Diego Martínez Zapata, Julian Alvarán, Jazmín Grajales, Walter Salazar, Sara López, Miguel Ángel Romero y Pedro Lopera. Amigos y amigas colaboradores en esta edición: Jennifer Muñoz, Carlos Mario Marín, Valeria Urán, Pablo Oviedo, Cisca, Confluencia de Mujeres (Guaviare) Jorge Mario Vera, Erika Andrea Moreno, Renán Vega Cantor, Gina Spigarelli, Ramón Alcides Ávila, Átomo Cartún, Juan David Guerra, Zona Croma, Cristian Zuluaga, Andrés Idárraga, Simón Atehortúa y Eberhar Cano. Diseño y Concepto Gráfico Periferia Impreso Centro de Artes Gráficas Periferia Fotografía e Ilustraciones Archivo Periferia y amigos/as. Fotografía Portada Felipe Chica Registro Cámara Ccio. No. 21-008 338-21 v/ Colombia. Correo electrónico periferiaprensaalternativa@ gmail.com Sede Medellín Calle 50 # 46-36 Edificio Furatena - Of. 504 Teléfono: 2310842

Periódico fundado en octubre de 2004 Las opiniones, análisis y/o similitudes expresadas por los columnistas en sus artículos, fotos, gráficos o caricaturas son libres y de ellas son responsables sus autores.

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ace casi 13 años que se materializó la idea de Periferia como prensa alternativa, y con ella se avivó el debate por la necesidad de la comunicación popular como proceso para la formación de sujetos políticos, autónomos y transformadores. Una propuesta que aún la mayoría de las organizaciones sociales y políticas, y la izquierda en general, no ha podido o querido adoptar a pesar de reconocer y denunciar a los cuatro vientos el poder de los dueños de los medios masivos de comunicación, y su papel determinante en la orientación de la política, la economía, la forma de pensar y sentir, y en general de la ideología de casi toda la sociedad. Se ha dicho hasta el cansancio que en los medios masivos, especialmente en los audiovisuales, jamás informan de manera objetiva; que allí no salen las historias de los pobres y de las comunidades que luchan por sus derechos, menos las de sus líderes y lideresas; que en ellos se exaltan a los ricos y se protegen a los corruptos. Al contrario los grandes medios que son propiedad de poderosos grupos industriales o financieros, nacionales y extranjeros, banalizan y ridiculizan los procesos de transformación de los pueblos y los satanizan, les quitan su validez, los convierten en amenazas a la democracia, los condenan para que luego lleguen las demás instituciones a jugar su papel de judicialización o de criminalización. Por eso el asesinato o detención de líderes y lideresas sociales pasa desapercibido o es justificado para la sociedad. La comunicación nos pertenece naturalmente a todos y todas, porque nacimos con ese don; no le pertenece a los grandes medios y grupos económicos. Sin embargo la sociedad entera les ha cedido esa exclusividad a ellos, y le endosamos el fundamental papel de educar, formar, informar y divertir a nuestras familias. Y es obvio, porque los dueños de esos grandes medios nos entregaron la tarea de trabajar muchas horas y cansarnos al extremo, para que luego lleguemos a verlos y escucharlos, para que nos digan qué hacer, a quién querer y a quién odiar sin formula de juicio. Por eso son tan poderosos, por eso aunque nos manipulan terminamos abrazándolos y reconociéndolos como si estuvieran haciendo una gran labor. Por ello aunque odiemos los impuestos, la corrupción y la violencia, no conectamos a las clases políticas ni a la élite económica con el desastre social y ambiental de la Nación, y más bien señalamos en sentido equivocado, el que ellos nos señalan. La comunicación popular es núcleo de la autonomía, de la democracia. De la autonomía porque les da la herramienta a las comunidades para que se autorreconozcan, y para que valoren sus propios esfuerzos, sus luchas y sus propuestas sociales y políticas, para que se vean como protagonistas de su propio presente y futuro, y no como gregarios de las apuestas de otros. Y es clave para la democracia porque les permite a los sectores y regiones abandonadas, excluidas y segregadas por el Estado, plantear sus cosmovisiones, su diversidad, sus apuestas territoriales y sus problemáticas, vinculándolas a la lucha por el poder político, cosa que no va a hacer nadie sino las propias comunidades. Por eso no es poca cosa que un gran medio invisibilice los paros de Buenaventura y Chocó, y las acciones represivas de las fuerzas armadas y de policía contra los y las

manifestantes, mientras al desayuno, almuerzo y comida nos muestran las protestas de la oposición en Venezuela, y señalan y denuncian como graves las acciones de la guardia en ese país. ¿Qué diferencia, según los medios masivos, existe entre la violencia de la policía venezolana, y la brutalidad de los escuadrones antidisturbios colombianos, Esmad, que se llevan por delante ancianas, niños y niñas y habitantes de una región que todos sabemos que han sido abandonados y condenados a la miseria y la muerte? Ahí está el centro del asunto, si no nos apropiamos y desarrollamos nuestros propios procesos de comunicación popular, otros nos van a mostrar lo que se les ocurra y con el enfoque que quieran. Es cierto que las redes sociales podrían funcionar en estos casos para mostrar las injusticias, siempre y cuando cuenten con un importante nivel organizativo y se usen de manera leal, pero jamás servirán, si se usan de manera parcial o espontanea, para formar a esos sujetos políticos que interpreten y asuman un papel transformador de realidades, como por ejemplo la precarización de la labor docente que hoy viven cientos de miles de maestros y maestras y sus familias, y el sistema de educación en general. No obstante, algunos maestros aún no conectan su dura y difícil realidad con los responsables de esta, y hasta los eligen para que gobiernen. Hoy más que nunca la comunicación popular, que no es solo la prensa, los audiovisuales, la radio y demás, debe resaltarse y ganar un papel protagónico en las luchas que libra el pueblo colombiano. El arte en toda su dimensión también educa, forma y transforma y hace parte de la comunicación popular. Las organizaciones sociales y populares, los sectores democráticos y progresistas, se deben a sí mismos una reflexión profunda sobre la necesidad de vincular en todas sus apuestas, procesos y proyectos la comunicación como eje estratégico, pero la comunicación que camine hacia la construcción de una nueva hegemonía, una humanista, democrática, con valores solidarios, etc. No hay que perder el tiempo tratando de derrotar a los monstruos mediáticos a través de sus mismos juegos de engaño y posverdad; hay que hacerlo a través de propuestas creativas, nuevas, propias, honestas, que engrandezcan la condición humana de los más humildes y les dé su valor en esta tierra. Por lo tanto, mientras verdaderamente tomamos conciencia del papel de los medios y la importancia de adelantar proyectos de comunicación popular para nuestras apuestas y las comunidades con las que trabajamos, lo mínimo es apoyar aquellas que ya existen y le han brindado años de esfuerzos a esta difícil contienda, como Periferia, por ejemplo.

Periferia está cambiando: Les presentamos en esta edición el resultado de reexiones y debates que constantemente promovemos en Periferia. Un nuevo logo, que busca insertarse en las nuevas dinámicas grácas y digitales, y un nuevo tamaño, que permitirá una lectura más cómoda y amena. Esperamos su retroalimentación y así seguir construyendo este proyecto que cumple 13 años.


ESPECIAL

Historias detrás del papel

Por Miguel Ángel Romero

Durante 13 años de existencia, el periódico Periferia ha relatado múltiples historias que resaltan las luchas y resistencias de las personas de a pie y de las comunidades organizadas. Eso nos permite afirmar que la historia de Colombia, nuestra historia, se hace y se escribe en la periferia. Memoria en la tinta El 27 de abril de 2002 desapareció Luis Enrique Guerra, un taxista que se dedicaba a hacer transportes entre Cáceres y Tarazá en el Bajo Cauca antioqueño. Las versiones sobre su desaparición y asesinato señalan a las AUC como los autores, sin embargo, aún no existe claridad sobre los hechos y la verdad de su caso. David, hijo de Luis, salió para Medellín junto a sus dos hermanas después de este trágico suceso. Su madre, Lina María Cano, se quedó un tiempo en Cáceres, luego se reencontró en la ciudad con sus hijos, y allí comenzó a trabajar con organizaciones de víctimas como las Madres de la Candelaria en la búsqueda de respuesta a lo sucedido con su esposo. “Yo recuerdo que en mi casa había una hoja de un periódico que ya estaba como muy café, como desteñidita, y mi mamá andaba con unas carpetas con algunos documentos de la fiscalía, radicados de víctimas, un montón de cosas; en algún momento eso llegó a mis manos y junto con mis hermanas lo leímos”, recuerda David al referirse a uno de los artículos impresos de la edición de noviembre- diciembre de 2006 de Periferia, que acompañó a su familia durante varios años. Esta historia, escrita por Nelson Orrego, fue narrada desde la voz de Lina María, esta mujer que comenzaba a juntarse con otras mujeres y madres, que también habían atravesado historias de su misma magnitud. “Lo del periódico fue a los añitos, tendríamos por ahí 9 o 10 años, el punto es que yo reconstruí mi historia a partir de lo que decía ahí, ni siquiera por la voz de mi madre, por eso no la culpo, ni se lo recrimino, porque nosotros estábamos muy pequeños”, afirma David, quien ahora estudia periodismo en una universidad de Medellín. David creció leyendo esta historia hasta que desapareció el desgatado papel. Con el tiempo y al ver el ejemplo de su madre, David comenzó a interesarse por los temas del conflicto armado y la historia del país. Un día decidió buscar a Periferia a través de internet para tener una copia de la historia de su padre. “Lo volví a leer, se lo pasé a mis hermanas y las dos también recordaron que existió esa hoja, que ellas también leyeron, luego me nació el interés de publicar aquí mismo, donde había leído yo ese pequeño fragmento de mi vida”. Desde entonces escribe periódicamente sobre diferentes temas de interés nacional en el periódico, para él las coyunturas nacionales deben ser explicadas de manera pedagógica ya que estas tienen mucho que decirles a las vidas cotidianas de los colombianos. "Hay que hablar de los asuntos más desde lo legal, desde lo político, uno pensaría que por ser tan públicos se deberían conocer, pero en realidad son los más mal tratados por sus propias exigencias, fuera de eso son los más necesarios, es muy importante a mi parecer por ejemplo saber que va a cambiar el sistema político", sostiene este joven periodista.

Trotamundos de la periferia Saúl Peláez llegó a Periferia junto a Graciela Vélez y Giovanni Benavides en 2014 para denunciar la desastrosa organización y la cancelación de una de las pruebas principales del XVII Campeonato Suramericano de Atletismo Máster. Estos atletas lograron con su protesta hacer eco en los medios locales y posteriormente consiguieron la renuncia del presidente de la Asociación Suramericana de Atletismo Master.

En la edición 101 de Periferia se publicó la historia escrita por Olimpo Cárdenas, que más allá de denunciar aquel hecho en particular, mostró a través de las vidas de estos atletas las dificultades que tiene que afrontar un deportista en Latinoamérica, y sobre todo los de nuestro país, para salir a representar una bandera en los diferentes certámenes a nivel nacional e internacional. “Plastifiqué el artículo y lo pegué en una de las ventanas del tercer piso de mi casa”, recuerda Saúl, para quien las historias narradas en este periódico no eran nuevas, ya que desde 2009 compraba cada mes la edición del periódico en los bajos de la estación Parque Berrío del Sistema Metro de Medellín. Saúl volvió a Periferia nuevamente para solicitar solidaridad en un nuevo viaje que emprendería en 2016 al Campeonato Suramericano de Ruta en Chile, y desde entonces comenzó a llevar el periódico a cada lugar al que viaja, muy pronto no sólo llevaría el periódico sino que traería consigo historias de las múltiples periferias que visita en sus eventos deportivos. Fue así como comenzó a escribir diferentes artículos, por ejemplo uno sobre la problemática del agua en San Andrés, otro sobre el paro camionero, otro sobre San Basilio de Palenque, entre otros. “Lo que pasa con los periódicos tradicionales es que en la época de los 70 y 80 sí pasaban mucha información del atletismo con crónicas muy completas de carreras callejeras, de eventos de pista, inclusive de los locales, y hoy en día, sino es que porque “x” atleta tuvo una muy buena actuación en el exterior o porque le hicieron una entrevista especial a cierto atleta de cierto renombre que va a competir en el exterior, de resto no pasan absolutamente nada”. De esta manera también Saúl ha escrito sobre problemáticas que aquejan a los deportistas como lo es el caso de la pretensión de la privatización de los escenarios deportivos públicos en el país. Correr para Saúl es un espacio de alegría, y en este sentido los artículos que ha escrito han coincidido con circunstancias relacionadas con su vida deportiva.

Hay que aprender a leer Jhon Jairo Grisales es un hombre de habla pausada, pero también de afirmaciones contundentes. En la edición 122 de Periferia conocimos su historia como mecánico del barrio Alfonso López en la Comuna 5 de Medellín. En aquella oportunidad conocimos los ires y venires de su profesión y también algunas de sus reflexiones sobre el ámbito social del país. Su historia, escrita por Saúl Franco, fue publicada en l a s e c c i ó n d e Oficios de la Periferia, una recopilación de historias de vidas narradas a través de los diferentes trabajos que el pueblo colombiano realiza diariamente. Jhon Jairo afirma que fue una sorpresa salir en el periódico ya que desde el 2009 es un fiel lector de este, dice que le hace falta: “mes por mes espero encontrar otra cosita nueva que no se encuentra en los otros periódicos”. Después de conversar un rato con él confiesa que si por azares de la vida abandonara la mecánica, le gustaría montar una café para tertuliar sobre los temas del país. “Es triste decir esto, pero el 90% de los colombianos desconocemos la mayoría de los conflictos a nivel internacional y a nivel local”, y también considera importante que se visibilicen otras historias de la gente, no solo las de la corrupción de las élites. La esposa de Jhon Jairo tiene una peluquería, en esta aprovecha para dejar el periódico para que más personas lo lean, lo abre en los títulos más sugestivos con el objetivo de atrapar a las personas que puedan verlos, sin embargo, algunos lo ven, lo cogen y dejan tirado por ahí. Jhon Jairo insiste en que “leer no es juntar la M con la A pa' que diga MA, ni la P con la A pa' que diga PA, saber leer es tener un criterio definido acerca de un artículo. La diferencia que yo he visto en los periódicos rutinarios es que, en vez de contribuir a desapañar todo este pantanero, por el contrario, como en la torre de babel, confunden a la gente, la veces que uno los lee sabe que están en defensa de los mismos intereses que nos han tenido sumidos en tanta tristeza y tanta miseria a la vez”.

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AMBIENTAL

En Santa Rosa de Cabal habitantes reclaman derecho al agua Cabildo Abierto en Santa Rosa de Cabal. / Fotografía: Boris Fernán Granada

Por Jennifer Muñoz Villegas y Carlos Mario Marín Ossa

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n Santa Rosa de Cabal, Risaralda, se llevó a cabo el pasado 27 de mayo un Cabildo Abierto, promovido por una iniciativa popular en cabeza del Comité por la Defensa del Patrimonio de este municipio. El tema en debate fue un cuestionado contrato de venta de agua en bloque, realizado por la administración municipal y el gerente de la empresa pública EMPOCABAL, encargada de la prestación del servicio de acueducto, alcantarillado y aseo, con un privado de dudosa procedencia, sin experiencia en el servicio que pretende prestar, sin la infraestructura que para ello necesita, y cuya sede principal al momento de la firma del contrato era un almacén de zapatos.

Origen de la discordia La empresa EMPOCABAL fue creada en los años ochenta con un carácter estatal. Hasta ahora se ha encargado de la prestación del servicio de acueducto, alcantarillado y aseo, ostentando un monopolio natural público. De esto se deriva que su finalidad no es el ánimo de lucro sino, por el contrario, el ánimo de cumplir con una función social y garantizar un derecho. El 25 de febrero del año 2016 se constituyó con un capital de 10 millones de pesos la empresa Proactivos Inversiones S.A.S., cuyo propietario es el señor Alberto López y representante legal la señora Yudy López, familiar del propietario. El 9 de marzo del mismo año, esta empresa se registró en la Cámara de Comercio con un capital pagado de 100 millones de pesos. Posteriormente, el 26 de mayo de 2016 la asamblea de socios de Proactivos S.A.S. ordenó constituir la empresa Serviaraucarias, lo cual se hizo efectivo el 9 de junio de 2016, con un capital de 400 millones de pesos, siendo propietaria en un 100% Proactivos Inversiones S.A.S.. En agosto 31 del mismo año EMPOCABAL le concedió a Serviaraucarias un contrato para la venta de agua en bloque, de forma que entró a competir con el mismo objeto comercial de la empresa estatal.

Voces en torno al tema Para Aurelio Suárez Montoya, quien participó en el Cabildo Abierto en vocería del Comité Cívico, el contrato es ilegal, inconveniente e innecesario. Ilegal porque no se acudió a la figura de

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convocatoria y se entregó a dedo un contrato que disfraza realmente una concesión a una empresa sin idoneidad. Inconveniente porque EMPOCABAL renuncia a su objeto comercial en favor de una empresa privada, y de paso renuncia a expandir la empresa con la creación de 13 proyectos habitacionales que están proyectados en este municipio. Esto afectará, según Aurelio, la situación financiera de la empresa, por lo que seguramente terminará siendo privatizada. Innecesario, porque las finanzas de la empresa han mejorado con activos que superan los 52.000 millones de pesos, con importantes ganancias y una rentabilidad adecuada. Miguel Fernández Quiroga, representante de los trabajadores de EMPOCABAL, plantea que el contrato no se acogió a los parámetros de la Ley 142 ni de la Comisión Reguladora de Agua Potable. Así mismo, que la empresa Serviaraucarias tendrá que hacer una enorme inversión en planta de tratamiento para cumplir con el objeto social del contrato, lo cual significa además el marchitamiento de la empresa estatal, un perjuicio para el trabajo de los empleados, y un incremento de las tarifas para los usuarios, por cuanto lo que persigue esta empresa privada no es la prestación del servicio, sino la búsqueda de ganancia monetaria. Fernández plantea además que en esas condiciones se violenta el derecho fundamental al agua, porque será más costosa, y que no se garantiza su prestación en términos de calidad pues la empresa privada no tiene las condiciones para hacerlo. El sacerdote franciscano Bernardo Mesa también hace parte del Comité Cívico, y considera que el contrato conduce a privatizar el agua. Anota que este es a dedo y que presenta serias fallas. Aunque el contrato tenga una validez jurídica, no tiene una validez ética, enfatiza. Por su parte, algunos líderes que están a favor del contrato, como en el caso de los señores Albeiro Ríos y Nelsón Andrés Trujillo, consideran que Serviaraucarias mejorará la prestación del servicio, generará mayor empleo, se desprenderá de la convención colectiva de trabajo que se plantea como demasiado onerosa, y aprovechará los excedentes de agua con que cuenta el municipio, luego de perder como cliente en la

compra de agua en bloque al municipio de Dosquebradas.

Un debate entre el Gobierno municipal y los habitantes La administración municipal, principal opositora de la iniciativa del Cabildo Abierto y defensora del contrato con Serviaraucarias, argumenta que este tipo de contratos son permitidos por la ley, y que son necesarios para el municipio tanto como para EMPOCABAL, puesto que esta última se encuentra en una insolvencia económica cuya principal causa es la convención colectiva firmada con el sindicato de trabajadores, y de la cual le es imposible salir sin los recursos que ganarán a razón de este contrato de venta de agua en bloque. Sin embargo, el comité promotor y demás ciudadanos afirman que aunque es permitido por la ley, fue firmado a espaldas de la comunidad, sin su respectiva publicación, sin tenerse en cuenta a la junta directiva de la empresa y al Concejo municipal. Dicen además que tampoco se hizo un estudio previo, necesario para todo tipo de contratación que involucre servicios públicos, para garantizar la sostenibilidad económica de EMPOCABAL. Cuando el Cabildo Abierto ya había sido aprobado por la Registraduría municipal, el alcalde de Santa Rosa y el gerente de EMPOCABAL se reunieron nuevamente con la empresa privada, anularon el contrato y firmaron uno nuevo que medianamente intenta subsanar algunas de las quejas del pueblo: estableció cuatro puntos de conexión, clarificó un poco el asunto de las tarifas y cambió la multa de 5.000 SMLMV a 2.500 SMLMV. No obstante, un contrato donde se establece una multa de más de 1.500 millones de pesos para EMPOCABAL en caso de que incumpla, pero ninguna para el privado, deja serias preguntas en los ciudadanos, más cuando hay antecedentes de ser esta la fórmula de la privatización de las empresas públicas del país. En ese sentido, la postura más destacada dentro del Cabildo Abierto por parte de la comunidad fue su constante negativa a que en corto, mediano o largo plazo su recurso hídrico se encuentre manejado por un privado y no por su empresa pública.


AMBIENTAL

Campesino soy y pa'fuera las multinacionales Por Valeria Urán

Mi nombre es Carlos Julio Torres, crecí en medio de la cordillera central. Vivo en la finca familiar, que siempre ha recibido el nombre de El Billar, en la vereda La Playa del municipio de Pijao. Desde 1969 fue habitada por mis padres y hermanos, pero siempre fue propiedad de nuestros abuelos. Con azadón, palín, serrucho y bareque edificaron la casona y construyeron el lugar para el secado del café, también trazaron las filas para el cultivo de café y el sombrío. Ni antes, ni ahora se puede decir que se vive bien gracias al café, siempre es necesario cultivar otras cosas y tener un huerto en la finca. Pijao tiene paisajes de montaña, piedemonte y valle, y por eso tenemos dos senderos ecológicos: Bella Vista y Los Gavilanes. Tenemos dos grandes fuentes hídricas, pero el río Lejos es el que surte a todo el municipio de agua, junto con las quebradas El Inglés, La Española, Las Pizarras y Río Azul. Acá también hay muchas especies de aves, dicen que hasta 300. Además de la producción del café y de plátano, en los últimos años ha crecido el turismo rural, por los bellos paisajes y lugares que hay acá. Hace unos años nos dimos cuenta que el Gobierno le dio a esa empresa Anglo Gold Ashanti una licencia para explotar oro y otros metales en nuestro municipio. Por eso un grupo de campesinos nos hemos estado reuniendo y llegamos a la conclusión de que no permitiremos que multinacionales mineras lleguen al municipio y extraigan los minerales que se encuentran al interior de la montaña. Entendemos que podría verse afectado el río Lejos, las diferentes quebradas que también surten de agua a la comunidad, porque para sus actividades, estas empresas gastan y contaminan muchísimos litros de agua por minuto. Por eso no tendríamos cómo regar nuestros cultivos y darle de beber a los animales; esto solo nos traería miseria y desgracia. Entonces nos enteramos hace unos días que el tribunal administrativo del Quindío dejará que nosotros, los habitantes de Pijao, decidamos si queremos explotación minera en el municipio. Los medios anunciaron que “El municipio de Pijao bajo un fallo constitucional a su favor, podría hacer la realización de la consulta”. Supimos también que hubo varios inconvenientes para que la pregunta fuese aprobada, pero finalmente se logró. “Primero: Declárese constitucional el texto que se pretende elevar a la consulta popular en el municipio de Pijao (Quindío); Segundo, notifíquese esta decisión al Alcalde de Pijao (Quindío) y al presidente del Concejo municipal de Pijao (Quindío)”. La pregunta que quedó fue esta: “¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que en el Municipio de Pijao se desarrollen proyectos y actividades de minería de metales?”, y ya circulan los volantes por el poblado y eso nos llena de grandes expectativas,

seguramente vamos a lograrlo. Pero es importante entender que a la gente se le debe de explicar paso a paso y con detalle las implicaciones y afectaciones a la economía, y con ello a la actividad que desarrollamos. En cuanto a lo social, nuestros hijos ya no recibirían lo mismo de antes; la llegada de estos grandes proyectos casi siempre trae a mucha gente de afuera, con poco arraigo por el territorio, y ya lo hemos visto en otros lugares, que se agudizan problemas como la prostitución y la drogadicción. Han sido varios los vídeos que han proyectado los muchachos en las veredas a las comunidades para que escuchemos y veamos cómo ocurre en otros lugares y aquí mismo en Colombia. Y desde el componente político, también me atrevería a decir que si no manejamos todos el mismo discurso y lideramos cada uno en nuestra vereda nos quedaremos cortos. Los procesos de pedagogía ya iniciaron, y los grupos ambientales del municipio se han estado reuniendo para diseñarlos y para hacer la socialización con la comunidad; incluso, vendrán

muchachos de la capital del departamento a colaborar, porque necesitamos mucha gente conectada a esto. Me han contado también que se diseñó una cartilla que ayudará con el proceso, ¡eso es maravilloso! Unidos es mejor, y vamos a intentarlo el 9 de julio. Pero la contribución del campesino también será cada día, con labores sencillas como el cuidado de las quebradas que transitan cerca a la finca o la vereda, e intentando que los ingredientes que se mezclan para fumigar no sean nocivos para otras formas de vida. Sepan que estamos hartos de que no se nos pregunte qué hacer en el lugar que habitamos; estamos cansados de que se nos desaloje de la tierra; que nos indiquen cómo cultivar y a quién vender lo que producimos; de no ser reconocidos por lo que somos y de un país que nos olvida y pocas o nunca nos reconoce nuestra contribución al desarrollo de la Nación. Pero ya no más. ¡Que se vayan los saqueadores, que nos respeten!

Se levanta el paro de maestros

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inutos antes de ser cerrada esta edición, el Gobierno nacional y Fecode lograron un acuerdo para destrabar el paro que duró 37 días, y que mantuvo a los maestros y maestras movilizados por las calles de Colombia.

Aunque desde febrero pasado se había instalado una mesa de negociación entre este sector y el Ministerio de Educación Nacional, en la que lograron avanzar en diferentes temas, el punto que desató el paro fue el económico. El reclamo de los maestros era inversión al sistema educativo, y aunque el Gobierno se mantuvo reacio a este tema, el viernes 16 de junio el paro fue levantado con acuerdo entre las partes. Entre los puntos más importantes está llevar un proyecto de ley al Congreso, para reformar el Sistema General de Participación –SGP–, y buscar recursos para el sector educativo y una nivelación salarial de los docentes. El acuerdo también contempla una bonificación escalonada que en el 2020 llegaría a ser del 15%. También, entre 2022 y 2024 se abrirían los grados de Jardín y Prejardín, con los que se busca ampliar la cobertura educativa. Otros puntos del acuerdo se refieren a temas de salud, vivienda, prestaciones sociales, y garantías sindicales y de participación para los maestros.

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DESDE LA PERIFERIA

El día que desbarataron

el barrio

Por Pablo Oviedo

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uando a mi viejo le pagaron la liquidación de una empresa en la que laboró por mucho tiempo, pudo al fin comprar un ranchito, al suroccidente de Cartagena. Aunque fuera de madera, tablitas y láminas de zinc viejas, y piso de tierra, ya nadie nos podría molestar por el interminable y hasta humillante arriendo. Era la última casita del barrio y solo tenía luz, no había agua ni servicios básicos, ni siquiera una batería de baño. Los alrededores eran unos cerros o lomas altas, las necesidades se hacían al estilo gato: haga el hueco y luego tape. Al interior de la loma, como a cinco cuadras, estaba la única llave con que se abastecía de agua toda la comunidad y sus aledaños. Por un tanque de cinco galones o la lata se pagaba un peso. Eran unas filas larguísimas, pero uno de pelao era feliz en esas filas hablando con amigos y conocidos, pero al que se descuidaba le brincábamos el turno, y ¡se armaban unas trifulcas! A mi papa le regalaron una carretilla de esas antiguas, toda metálica, a la que con el tiempo y por el uso –y hasta el abuso– se le pudrió el platón hasta que se le cayó; quedó como una hormiga, solo varillas y tubos. La acomodamos de tal manera que fuera más liviana y fácil para cargar los tanques del agua, y la bautizamos la cibernética. Recuerdo que la cibernética recorría todo el barrio de casa en casa, los vecinos la prestaban para arriar el agua más fácil y cómodo. Era mucho mejor que usar las balanzas (un palo fuerte con dos ganchos a los lados que se cargaba en los hombros). Para los ranchos típicos de invasión, cada quien dividía su terreno con hilos de alambre de púa y estacones. Eran como pequeñas aldeas y todo era muy sano. Había muchos árboles de ciruelos y nos divertíamos recogiéndolos para comer. En medio de aquella pobreza y humildad éramos felices, muy felices, no existía el celular, ni Whatsapp, ni internet, y los juegos eran el trompo, el velillo, el quemao, entre otros, que hoy se han perdido en medio de la tecnología. Muy cerca había unas minas de arena que emergían de las lomas, y que los dueños de los terrenos explotaban artesanalmente para su sustento y el de sus

familias. Con el tiempo esas minas de arena atravesaban una de la lomas; eran como un subterráneo y nosotros jugábamos allí a policías y ladrones, sin saber que aquel túnel en el futuro sería el artificie de un desdén. Con el pasar de los días llegaron unas empresas constructoras y compraron esa loma donde estaba la mina de arena. En el barrio todos estábamos contentos, porque se construiría un barrio nuevo, el progreso vendría de la mano, y nos quedaría la pavimentación cerca. Se hicieron las adecuaciones y sobre aquella inmensa loma empezó a surgir un lindo barrio, mejor dicho, uno de los mejores, hasta con cancha y todo. Nosotros vivíamos en un lugar pobre, humilde y sano, y todos empezamos a transitar por las calles de ese nuevo sector que nos conectaba con la civilización. La constructora vendió las casas y los nuevos propietarios empezaron a arreglarlas con rejas finas, buenas puertas, cielo raso, finas baldosas y espectaculares ventanas. Sin embargo, con el pasar de los días se generó una falla geológica de hundimiento progresivo en el terreno, porque la construcción, justamente, se hizo sobre el lugar que antes fue una mina de arena. Las casas empezaron a agrietarse, y descontentos los propietarios le reclamaron a la constructora, quien los evacuó y reubicó por prevención, mientras realizaban los estudios de suelos. Aledaño a nuestro barrio había otros también muy humildes. Un día como a las 3:00 p.m. yo veía pasar un gentío con picas, palas, martillos, machetes, masetas, entre otros. Mi susto fue inmenso al observar aquella turba; pasaron de largo, había viejos, jóvenes, niñas, niños, señoras, mejor dicho, gente de todas las edades. Como a las tres horas regresaban cargando en la cabeza láminas de eternit, ventanas, puertas y hasta las rejas. Habían desvalijado aquel barrio. Pensé: “bueno, eso es todo”. Pero que equivocado estaba yo. Al día siguiente, como a las 5:00 a.m. se sintió el estropicio. Era de nuevo la misma gente; empezaron arrancando las tazas de los baños, los lavamanos, los adobes, las baldosas y hasta el sistema eléctrico. Mis ojos no daban crédito a lo que veían, solo exclamé: ¡Mierda, qué vaina! Al día siguiente la misma escena se repitió; arrancaron todo lo que pudieron. Pero nuevamente esta turba superaba mis expectativas, y yo en mi inocencia juvenil me preguntaba en silencio por qué seguían tumbando con macetas, si ya solo quedaban ruinas. Demolieron las vigas y bases para sacar el hierro y venderlo, y por último se llevaron hasta los tubos de desagües. En un dos por tres había desaparecido aquel barrio y solo quedaban escombros por todas partes, que luego la gente se iba llevando para rellenar las calles, las casas, o los patios. Días después se nos dio por visitar uno de los barrios vecinos, y el contraste que encontramos era entre mágico y chistoso. Se observaban unas casitas de tablitas con cartón, bolsitas plásticas, y piso de tierra, pero en su parte delantera, en la terraza, lucían rejas finas amarradas con alambre dulce a los maderos, y otras apuntaladas con clavos; otras casi cayéndose tenían sus láminas de eternit nuevas; otro rancho al que pudimos pasar tenía el baño hecho de tablas viejas, y la puerta era un trapo viejo con un roto, por el cual pude ver una taza de baño muy fina, y un lavamanos anclado a la tabla con clavos grandes.

Foto: Barrio Nueva Granada - Cartagena -

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Entonces comprendí que el mundo es así. Habían desbaratado un barrio completo, porque la necesidad no da tregua. Estos pobladores vieron en la situación una oportunidad para mejorar y hasta dignificar sus condiciones.


HOMENAJE

Un legado lleno de

esperanza Por Equipo de Comunicaciones del CISCA

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rascurrían las décadas de los 80 y los 90, un periodo histórico y convulso para la dirigencia social en el Catatumbo, región donde líderes populares de la talla de José Trinidad Torres brotan día a día de la mano de las comunidades. Trino como le llamaban quienes lo conocian, desde su corregimiento natal San Juancito, en Teorama, emprendió una carrera social, popular y campesina; carrera que era motivada por la esperanza de encontrar soluciones a las necesidades que historicamenete han azotado la región. Así, su lucha por el derecho a la educación, la salud, la recreación, la soberanía alimentaria, la comercialización de doble vía, se convirtió en la apuesta máxima de este dirigente. Trino Torres fue un dirigente sui géneris, de esos que nacen para dejar huellas de mucho valor para su comunidad; fue cofundador de tiendas comunales y de cooperativas, e impulsor del deporte, a través del cual fomentaba la unión, la integración de las comunidades y sobre todo la tolerancia y la convivencia pacífica. Estaba profundamente convencido que era con la lucha social y popular que se lograba el cambio, las transformaciones y el desarrollo para su pueblo.

Siempre batalló por superarse académica, política y socialmente, pues entendía la importancia, seriedad y exigencia que demanda el desarrollo del trabajo comunitario. Fue muy solidario, gran hijo, gran esposo, gran padre, y gran compañero, caracterizado por su buen sentido del humor. Así, él es un referente obligado para el momento actual que vive la región y las futuras generaciones que se están formando. Con su ejemplo nos dejó un gran legado donde nos resalta la importancia de ser constantes y perseverantes con el trabajo comunal y social, poniendo como principal sujeto al campesinado y su lucha por el territorio, las transformaciones sociales y el buen vivir.

Sus profecías se hicieron realidad Desde aquella época hasta nuestros días, la guerra fratricida en contra de los campesinos, campesinas e indígenas del Catatumbo no ha parado. Conociendo la historia y lo nocivas que habían sido para la región la explotación minera, y la profundización de monocultivos, Trino con mucha sabiduría y en compañía de otros dirigentes buscó el fortalecimiento del territorio, para resistir al contexto de agudización del conflicto armado, de la violencia y la barbarie inclemente de los grupos paramilitares, que querían desplazar a toda la población y apoderarse de su territorio. Dicha acción con el propósito de obtener nuevos títulos mineros para otorgarse a multinacionales, mediante el plan minero energético y extractivo planteado por el Gobierno nacional. Es de anotar que Trino no se equivocó en sus predicciones y lecturas de lo que se avecinaba para la región; a pesar de tan violenta arremetida y el desprecio del establecimiento hacia la población, estas aguerridas comunidades resistieron, y hoy el Catatumbo continúa sembrando las semillas de la esperanza que él emprendió, y ha sido a través de la resistencia, la organización, las movilizaciones, los paros, etc., que han logrado frenar tan oscuros propósitos dirigidos por el Estado para favorecer intereses foráneos, de multinacionales, terratenientes y empresarios de las agroindustrias. Con su ejemplo mostró que la solidaridad no tiene fronteras ni límites. Él seguirá siendo idea

de cambio y superación en cada uno de los campesinos y campesinas que siguen su legendaria lucha de transformación; demostrando que los sueños se hacen realidad cuando hay esfuerzo y dedicación. La dirigencia social y popular se hace al fragor de las luchas, el trabajo colectivo y productivo. Trino fue una de esas personas que se destacó por su particular forma de liderar los procesos organizativos. Así, dejó su legado a la región, a su Catatumbo que tanto amó y protegió, a su gente para que tuviera una vida digna llena de progreso. La mejor manera de honrar la memoria de José Trinidad es continuar la lucha social, popular y campesina iniciada por él, en compañía de las comunidades organizadas en el Comité de Integración Social del Catatumbo (CISCA) que siempre fueron su respaldo y apoyo real en todas sus gestiones y manifestaciones. Es decir, seguir emulando con su pensamiento, y construyendo paz y progreso auto-sostenible, donde el medio ambiente y la soberanía alimentaria en el marco de la protección del territorio sea el eje fundamental.

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Los múltiples oficios del hogar campesino Por Miguel Ángel Romero

Lidia atiende a sus hijos en las mañanas y luego junto con su esposo Omar, se prepara para la venta los pollos que luego sale a ofrecer por las veredas cercanas a La Capilla, en El Bagre. De igual manera Socorro se despierta muy temprano para despachar a sus dos hijos y marido, también arregla su hogar y apenas tiene oportunidad recolecta el café de su finca ubicada en la vereda Santa Ana, Granada. Como ellas Nilsa,Yurleny, Nohelia y millones de mujeres también trabajan a diario en el cuidado de sus familias y en las arduas labores que el campo requiere.

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Mujeres cocaleras del Guaviare: no hay tiempo para el silencio Por Confluencia de Mujeres – Guaviare

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para el autoconsumo. Las afrocolombianas del río Inírida, por ejemplo, guardan celosamente sus huertas de jengibre y achiote, el árbol de pan. Son mediadoras de conflictos y generan solidaridades entre ellas, enseñando a ser resilientes y propositivas en medio de la manigua.

andra vive en Caño Pescado, una vereda de San José del Guaviare desde que tenía ocho años, cuando llegó con su madre desde Cundinamarca. Desde entonces cocinan en promedio para veinte “raspachines”, solas en medio de los cultivos de coca. Durante todo ese tiempo, Sandra apoyó a su madre en las labores domésticas asociadas a la producción, pero también aprendió a raspar, a fumiguiar y a quimiquiar. Como Sandra, muchas mujeres con hijos también raspan y hasta “raspan más que los hombres, son unas berracas” nos cuenta ella. Sandra y su madre fueron empleadas de muchas chagras o cultivos, hasta que con su esposo comenzó a sembrar la coca en la finca y, en la división de las labores, ella cocinaba. Ella siente que no fue adecuada la distribución de las ganancias de la producción porque su esposo disponía del dinero de la finca y “la mujer y los hijos muy poco miran la plata”. Sandra considera que con la producción de coca también viene el consumo de licor y los conflictos, hay mucha zozobra. Recuerda ese momento con mucha nostalgia y afirma que “eso era como una esclavitud para mí”. La profesión de cocinera es dura porque “se está trabajando desde las cuatro de la mañana y casi siempre es una la última en acostarse a dormir, a las 8 de la noche… el trabajo de la cocina es el más desagradecido”, cuenta. La mayor parte de las mujeres que participan del cultivo lo hacen como cocineras, también lavando la ropa de los raspachines y muy pocas deciden sobre el proceso productivo y las ganancias. En las veredas donde prima la presencia de la coca se compra en gramos y las cosas cuestan el doble. El Censo Agropecuario del 2014 mostró que la mayoría de las mujeres trabajadoras rurales del Guaviare pertenecen al hogar donde trabajan, sin decir que solo el 0,1 de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) censadas pertenecen a mujeres responsables de la producción, y que entre menor la dimensión de la UPA –menos de 5 hectáreas– mayor es la participación de las mujeres productoras en la tenencia de la tierra. Las mujeres campesinas del Guaviare son de las más olvidadas por el Estado. Sandra y otras tantas mujeres, al sustituir el cultivo de la coca se dedican a la leche, los quesos, y a la ganadería, porque es muy difícil comerciar cuando se cultivan alimentos. Algunas con dificultad estudiaron ya

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que en el campo generalmente la oferta es hasta el noveno grado de educación, no hay infraestructura suficiente para cubrir la demanda y, de acuerdo a información de la Secretaría de Educación departamental, en todo el Guaviare las mujeres representan el 67% del analfabetismo, en uno de los departamentos más afectados por ello en el país. Este Guaviare rural no tiene acceso a agua potable ni al sistema de salud –en general, los prestadores de servicios de salud son auxiliares de enfermería que deben cubrir grandes zonas rurales sin acceso a medicamentos–, sumado a que la alimentación es deficiente porque desafortunadamente la coca le quitó espacio al cultivo de alimentos. Muchas de las mujeres han sido víctimas del cruento conflicto armado que desató la presencia del paramilitarismo durante finales de los noventas, y que se ha venido prolongando durante el tiempo en el marco de la confrontación con las FARC, por lo que muchas de ellas se declaran revictimizadas. A esto se le suma que en buena parte del área rural durante diferentes periodos, el acceso institucional es limitado por causa del conflicto y esto ha conllevado a la imposibilidad del acceso a la justicia en casos de violencia intrafamiliar o de género. Los contextos cocaleros por sí mismos construyen unos estereotipos machistas frente a las mujeres que dificultan la libre expresión y el ejercicio a decidir sobre sus cuerpos y su sexualidad. En manos de las mujeres campesinas, indígenas y afrocolombianas del área rural guaviarense han estado muchos de los pocos alimentos que circulan en esa zona, especialmente aquellos que sirven

De acuerdo a cifras del año pasado del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas, en Colombia para el 2016 habían 96 mil hectáreas de coca sembrada con fines ilícitos. Muchas de esas hectáreas se encuentran en territorios dispersos, inaccesibles, abandonados por el Estado o mejor dicho, donde la principal presencia del Estado es la represión. Ahí en esos territorios “macondianos”, hay mujeres que se disputan la posibilidad de existir en cada jornada diaria. Hoy ellas se disputan la posibilidad de ser incluidas en los procesos de paz, sea en la implementación de los acuerdos con las FARC o sea en la construcción de la agenda de negociación con el ELN. Ejemplo de ello es también el Encuentro de Mujeres Cocaleras del Sur de Colombia, que se realizó en Puerto Asís, Putumayo, el 17 y 18 de marzo, donde mujeres de diferentes regiones del país dialogaron y definieron seguir luchando por la no criminalización de sus labores, la participación efectiva en la construcción de la paz, el derecho a un territorio libre de multinacionales, el aseguramiento de la propiedad sobre la tierra y el acceso efectivo de las mujeres a la misma, la financiación de proyectos que permitan a las mujeres dirigir procesos productivos acordes a las condiciones de su entorno y el fortalecimiento de los procesos educativos para mujeres. Aunque a este encuentro no asistieron mujeres del Guaviare, fue un aliento que evidenció la necesidad de dialogar. Por eso, estas mujeres ahora proponen una Juntanza de Mujeres por la Paz el próximo 8 de julio, con el impulso de la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública del Guaviare, en la que pretenden hablar de las violencias y buscar mecanismos para enfrentarlas, y así mismo, construir juntas las posibilidades de transformar la región. En ese camino van las mujeres del Guaviare, y ellas, sobre todo ellas, ya tienen un terreno abonado: el de la lucha cotidiana por la dignidad y la vida.


ELECTORAL

“No somos amigos de la lucha armada ni de acabar con la propiedad privada” Por Equipo Periferia

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inutos antes de iniciar en la Asamblea Departamental de Antioquia el evento de apoyo a las listas del Polo Democrático Alternativo hacia las elecciones legislativas del 2018, dialogamos con el Senador y candidato oficial a la presidencia de este partido, Jorge Robledo. Nos contó su visión sobre la coyuntura del país, los temas principales que conformarían su propuesta de Gobierno, y cómo van las conversaciones para crear una coalición.

Periferia: Últimamente las comunidades han optado por las Consultas Populares, como un mecanismo para defender su territorio. ¿Qué piensa sobre eso? Jorge Robledo: Yo defiendo las consultas como posición de principios porque al final qué es lo que sucede... el Gobierno nacional toma decisiones y se las quiere imponer a las regiones con el cuento de que yo mando aquí. El caso de la minería es dramático, entonces qué dice el Gobierno nacional, el subsuelo lo representa el Estado, entonces podemos hacer lo que se nos dé la gana en el subsuelo, pero entonces resulta que la gente vive en el suelo, y si le destruyo el subsuelo a la gente le destruyo el suelo, entonces con razón la gente reclama y la Corte Constitucional ya dijo que el Gobierno no puede hacer lo que se le dé la gana en el subsuelo, sino que esto hay que concertarlo y hay que tramitarlo con los municipios y los departamentos y las comunidades. Entonces las consultas son una manera mediante la cual la gente opina qué es lo que va a pasar con el subsuelo y con su suelo, y yo soy de esa concepción democrática de las cosas.

P: ¿Qué piensa de los recientes paros cívicos que han ocurrido en el país en los últimos meses, como el caso de Buenaventura, Chocó, y también el paro de Maestros? JR: Yo he venido respaldándolos, incluso en estos días fui objeto de ataques por parte de algunos Santistas por eso. Yo antes de ser Senador fui líder social, por ejemplo de luchas cafeteras, yo sé qué es lo que es amanecer en una carretera defendiendo una idea, defendiendo por ejemplo a los cafeteros o a la gente del agro. Fui profesor universitario, y estuve en no sé cuántas marchas con las organizaciones sindicales de profesores de la Universidad Nacional de Colombia. Entonces mal podría yo que llego al senado en buena medida por mis luchas, una vez como senador, traicionar mis convicciones. No, yo sigo siendo más o menos el mismo. Y estoy respaldando, el Polo está respaldando, es la posición del partido, porque pensamos que son luchas justas, democráticas, pacíficas, no hay una sola razón para no acompañarlos.

P : E x i s t e n diferencias entre quienes han hecho parte del Polo. ¿Usted cómo lee la salida de estos diferentes líderes del partido? JR: No hay proyectos de seres humanos en donde alguien no se baje del proyecto. Tu montas alguna orquesta y en algún momento un músico dice, no, yo prefiero irme para otra orquesta. Y en política es lo mismo, eso no nos debe impresionar tanto, y esa es la vida, ahí sí como dice el proverbio oriental, caen las flores y qué le vamos a hacer. Yo preferiría que nadie se fuera, pero eso es imposible, y lo que ha sucedido con una minoría muy minúscula que decidió apartarse del Polo es que prefirieron seguir las orientaciones del presidente de la República, del doctor Santos, y nosotros fuimos creados como un proyecto político de ruptura con la política tradicional, entonces mal podríamos irnos hacia ese lado. Pero bueno, si a ellos les parece insoportable estar aquí porque no somos santistas, son decisiones, pero es una minoría muy ínfima, y cada vez más de quiénes estaban allá entienden nuestras razones y están acá. Yo diría que hoy el Polo, por ejemplo la bancada, estamos ya casi todos aquí, y uno que falta estoy seguro que va a estar aquí. En todas las direcciones departamentales el Polo está unido en torno al proyecto que estamos planteando

P: Si bien nos decía que apenas están construyendo las propuestas de Gobierno, ¿cuáles son los temas centrales? JR: Yo estoy hablando de unos ocho o nueve temas centrales que están en construcción, muy esquemáticamente. Somos el planteamiento contra la corrupción, por supuesto, eso es una cosa que he abanderado toda mi vida. El tema que en nuestro Gobierno se cumplan los acuerdos de La Habana. El problema de los sectores populares, o sea de las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados, su estabilidad laboral, pensiones, salud y educación como derechos, o sea reducir la desigualdad social. Al mismo tiempo, este no es un proyecto contra la empresa, no, este es un proyecto amigo de las empresas, de las pequeñas, de las medianas e incluso de las grandes, mientras estén generando riqueza y haciendo las cosas bien, somos partidarios de ella. Pensamos que el sector financiero debe ponerse al servicio del progreso del país, ahí hay mucho que trabajar, lo mismo que en el tema de servicios públicos, hay cambios que hay que introducir. El medio ambiente es un tema importantísimo en nuestra concepción. Vamos a hacer una campaña muy grande antidiscriminación; me irrita particularmente el maltrato a mujeres, a negros, a indígenas, a cualquier sector discriminado de la vida del país.

También hablamos de relaciones internacionales con todos los países del mundo, pero relaciones en las que Colombia gane, que no sea como el trompo de poner, el Estado vasallo. También democracia, defensa de la democracia, no a la lucha armada, monopolio del Estado sobre la fuerza. Y agrego estas tres cosas, que insisto, no somos amigos de la lucha armada, nunca lo hemos sido, no somos partidarios de acabar con la propiedad privada, nada tiene qué ver nuestra propuesta con eso, y no somos satélites de ningún centro de poder extranjero, de ninguno. Son cosas importantes.

P: ¿Cómo continuaría usted el proceso de diálogo con el ELN, y la implementación del acuerdo con las FARC? JR: Es difícil uno desde aquí sin conocer los detalles de adentro del proceso precisar las cosas, pero el Polo se crea con dos ideas: no a la lucha armada, y sí a un proceso de paz. Por eso hemos respaldado el de las FARC, y estamos respaldando el del ELN, y el día que yo sea presidente de Colombia se cumplirán los acuerdos de La Habana, y si el del ELN no se ha concluido, haremos los esfuerzos por concluirlo, para garantizar el monopolio del Estado sobre la fuerza. Eso es un punto bien importante, un país no puede salir adelante si el Estado no logra tener el monopolio sobre la fuerza, una fuerza, claro, democrática, civilizada, etc.

P: ¿Con quiénes cree usted que se debería hacer una coalición y con quiénes no? JR: Ya estamos en conversaciones y esa es parte de mi convicción, para crear una gran convergencia nacional. Ya estamos en conversaciones con el Partido Verde de Antonio Navarro y Claudia López, con Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo, y el Polo Democrático Alternativo, pero no son solo las personas, son las organizaciones. Ya estamos en la tarea de nombrar compromisarios que empiecen los trámites para definir programa y para definir la manera de escoger un solo candidato. Eso va muy bien, y lo que hemos visto es que lo mejor es avanzar nosotros y ya veremos por el camino cuánto más podemos incluir dentro de este proceso. Estos son procesos difíciles, entonces ahí sí como la vieja frase de Napoleón: vístame despacio que estoy de prisa. Aquí nos pasa lo mismo, esto es un tema que es bueno irlo adelantando con prudencia.

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AMBIENTAL

El Tolima y la lucha Por Jorge Mario Vera y Erika Andrea Moreno Fotografías: Miguel Hernández

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a implementación intensiva y extensiva de la denominada locomotora minero-energética a escala nacional, ha generado cambios significativos en términos políticos y sociales en las comunidades, quienes cobran cada vez mayor capacidad de organización, interlocución, movilización y acción política para frenar la implementación de dicha locomotora. Este proceso se evidencia en el surgimiento y consolidación de procesos organizativos como comités ambientales, de defensa territorial, de la vida, el agua, la soberanía y seguridad alimentaria, entre otros. Estos espacios reúnen diversas expresiones sociales y políticas que congregan a trabajadores, estudiantes, campesinos, indígenas, afrodescendientes, mujeres, movimientos y partidos políticos, académicos, ONG, diversas organizaciones de la sociedad civil, así como organizaciones internacionales de solidaridad con el pueblo colombiano, entre otros. Los escenarios son marchas carnavales, consultas populares, asambleas populares, cabildos abiertos, mingas de pensamiento, espacios de formación y coordinación, entre otros, que le han permitido al movimiento social acumular en diferentes ámbitos y obtener grandes victorias.

Las Consultas Populares El departamento del Tolima, además de ser uno de los departamentos más amenazados por el extractivismo minero-energético, se ha constituido, además, en importante bastión de lucha y resistencia. La realización de consultas populares basadas en la Ley 134 de 1994 ha sido una de las estrategias de acción política adoptadas por el movimiento social con importantes resultados favorables a las demandas populares. La primera experiencia se concretó en el municipio de Piedras, donde ciudadanos dijeron no al desarrollo de cualquier tipo de actividad minera en el territorio de este municipio. La segunda fue en el municipio de Cajamarca, donde tras la aprobación por parte del Concejo municipal, se realizó la Consulta Popular en la que 6292 ciudadanos dijeron no a la realización de cualquier tipo de proyecto minero en su municipio, frenando de esta manera, en la fase de exploración, el proyecto de extracción aurífera más grande del país. También, en febrero de 2016 el Concejo municipal de Ibagué aprobó la convocatoria a una Consulta Popular, la cual no se ha realizado debido a que el Consejo de Estado emitió una medida cautelar que frenó temporalmente su realización. Recientemente, el Alcalde de la ciudad presentó al Concejo municipal un proyecto de acuerdo para que se prohíba la ejecución de proyectos mineros a gran escala en el municipio, emulando la medida adoptada por el cabildo de Támesis, Antioquia. Luego del triunfo contundente en Cajamarca se ha desatado a nivel nacional una ola de optimismo, el cual se ha volcado hacia la convocatoria de consultas populares como mecanismo para expresar su rechazo a esta política minero-energética que genera impactos negativos en términos sociales, políticos, económicos, culturales, ecológicos y ambientales.

La Marcha Carnaval Además de las consultas populares, otra dinámica importante que se viene desarrollando tiene que ver con la movilización alrededor de la Marcha Carnaval que ha llegado a su novena edición y que desde el año 2016, cuando alcanzó los 100.000 marchantes, se ha constituido en la mayor movilización social en la historia del departamento del Tolima, y tal vez de Colombia.

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AMBIENTAL

por la defensa del territorio Esta manifestación, además de su rechazo al extractivismo minero-energético y reivindicación del cuidado del agua, la defensa del territorio y la vida (que constituyen su trasfondo político), cuenta con una gran riqueza cultural, palpable en las diversas comparsas que celebran la riqueza ambiental, la alegría y tradición cultural de la región. De igual forma, da cabida a las expresiones artísticas juveniles alrededor de la música, las barras populares del Deportes Tolima, la danza contemporánea y diversos performances, que, a diferencia del tradicional desfile del folclore en el marco de las fiestas del San Juan, no requieren autorizaciones de autoproclamados y encopetados comités organizadores. Este año además de los 120.000 carnavaleros que se movilizaron en Ibagué, se presentaron manifestaciones similares en 34 localidades a nivel nacional y tres movilizaciones a nivel internacional. Estos aspectos convierten a la Marcha Carnaval en una de las manifestaciones de la lucha ambiental y por la defensa del territorio más diversas, numerosas y permanentes en América Latina.

El proceso organizativo y sus retos Todas estas dinámicas han sido gestadas desde un escenario de confluencia de diversos actores denominado Comité Ambiental en Defensa de la Vida, el cual cuenta con expresiones locales en muchos municipios del Tolima y cuyo liderazgo ha sido fundamental para el desarrollo de todos estos procesos, además de una serie de escenarios de formación masiva e intensiva a través de diplomados, talleres y conferencias, entre otros, que se han adelantado en Ibagué y en más de 15 municipios del departamento. La experiencia de estos actores ha servido de referente y acompañante para diversos procesos en los que las comunidades han optado por la movilización en defensa de la vida y el territorio. Es momento, tal vez, de dar el salto hacia la confluencia en un escenario nacional que aglutine todas estas dinámicas, de manera que se consolide un gran movimiento ambiental que ponga sobre la mesa la discusión sobre el modelo extractivista y que reivindique un ordenamiento y gestión sustentable del territorio, de manera que los fines egoístas de actores económicos nacionales o extranjeros, no menoscaben la base ecosistémica de los territorios, ni las cosmovisiones y proyectos de vida de las comunidades que anhelan y luchan por una paz con justicia social y ambiental.

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“Causa justa”, otro crimen de los Estados Unidos en nuestra América Por Renan Vega Cantor

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l lunes 29 de mayo de 2017 murió el ex dictador Manuel Antonio Noriega, quien se convirtió en el primer gobernante en ser, al mismo tiempo, derrocado por una invasión militar de los Estados Unidos, capturado en forma ilegal, juzgado y condenado por un tribunal de la primera potencia mundial. Como si fuera poco, la invasión que sufrió Panamá el 20 de diciembre de 1989 se constituyó en la piedra inaugural del nuevo desorden mundial, tras la caída del Muro de Berlín, un hecho que había acontecido semanas antes. Para derrocar a Noriega, los invasores de Estados Unidos llevaron a cabo la operación denominada “Causa Justa”, por parte del gobierno de George Bush I, quien ordenó la invasión de Panamá, que fue también la de toda nuestra América, aunque de eso no exista mucha conciencia. A raíz de la muerte de Manuel Antonio Noriega vale la pena recordar la invasión de 1989, el hecho principal que debería subrayarse, pero que no se menciona o se señala como algo anecdótico, para quedarse en chismes secundarios sobre la vida de Noriega que ocultan las verdaderas razones de la acción criminal de Estados Unidos. Manuel A. Noriega era un militar común y corriente, formado en la Escuela de las Américas (la fábrica anticomunista de dictadores de los Estados Unidos), que hizo parte de la nómina de agentes secretos de la CIA, cuando esta era dirigida por George Bush, quien luego fue presidente de los Estados Unidos y el encargado de dar la orden de invadir a Panamá. Noriega no se diferenciaba de los militares formados en los Estados Unidos para servir al “mundo libre”, hegemonizado por el imperio del norte, en labores de contrainsurgencia. Cometió el error, no de meterse en el negocio del narcotráfico, porque eso en verdad poco le interesa a los Estados Unidos, sino de distanciarse de sus antiguos amos y asumir una postura independiente, sobre todo en lo relativo a los procesos de paz de América Central a finales de la década de 1980. Esto disgustó profundamente al Gobierno de los Estados Unidos, que planeó su derrocamiento para entronizar en su lugar a un títere incondicional, cuyo nombre no vale la pena recordar, y asegurarse el control del Canal de Panamá.

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Para realizar la invasión se esgrimió el pretexto de que Noriega era un dictador –como si eso le importara a los Estados Unidos– y estaba involucrado en negocios de narcotráfico, en alianza con el cartel de Medellín. Se adujo textualmente, con todo el cinismo del caso, que la invasión a Panamá se hacía para "proteger las vidas de los ciudadanos estadounidenses presentes en el país, defender la democracia y los derechos humanos, combatir el narcotráfico y asegurar la futura neutralidad del canal". Para lograr su captura, Estados Unidos organizó una sangrienta invasión en la que participaron unos 25 mil militares, en la mayor campaña llevada a cabo en el mundo por los Estados Unidos, luego de la guerra de Vietnam. Las tropas de asalto que venían de las bases militares de Estados Unidos solo tuvieron que realizar un corto recorrido para ocupar el territorio soberano de Panamá. Portaban armas contundentes y experimentaron con nuevos artefactos bélicos, como aviones, helicópteros, ametralladoras, cañones, vehículos de asalto –que luego van a usar en Irak, Yugoslavia, Afganistán…–, arrasando con lo que encontraban a su paso. Su devastadora acción dejó una cifra de siete mil panameños muertos, de los barrios más pobres de Ciudad Panamá, como aconteció con El Chorrillo, que fue bombardeado en forma inmisericorde. Tras la invasión brutal y a medida que caían los reductos militares que enfrentaban a los ocupantes, quedó en evidencia que Noriega no contaba con respaldo popular, por lo que en últimas se vio obligado a refugiarse en la sede del Nuncio Apostólico. El Vaticano, encabezado por Juan Pablo II, no le concedió asilo y lo entregó finalmente a las tropas de los Estados Unidos en los primeros días de enero de 1990, como muestra del “sentido humanitario” del papa anticomunista. Noriega, que era pusilánime y cobarde, no enfrentó a los invasores hasta sus últimas consecuencias, ni tampoco tuvo la valentía de suicidarse como lo hizo, por ejemplo, Salvador Allende. En razón de esa cobardía se convirtió en el botín que justificaba la invasión a los ojos de Estados Unidos.

Noriega cayó en manos de los Estados Unidos en una forma relativamente fácil, sin mucha resistencia, aunque el costo humano de la invasión haya sido terrible para los panameños, puesto que dejó miles de muertos y heridos, así como la destrucción de barrios enteros de la capital panameña. Noriega fue capturado por los invasores, trasladado a los Estados Unidos, donde fue juzgado como narcotraficante y condenado a 40 años de cárcel. Permaneció en prisión durante 20 años en las cárceles de los Estados Unidos, luego de lo cual fue entregado a Francia y por último a Panamá. Con este proceder quedó establecido un grave precedente a nivel mundial en términos de derecho internacional, puesto que un país –los Estados Unidos– no solamente se arroga el proceder arbitrario y unilateral, que le da su fuerza y su poder, de condenar por anticipado al mandatario de un país al que considera como su enemigo, sino que dispone invadir un territorio, masacrar a sus habitantes y destruir su infraestructura, con el pretexto de capturarlo. Luego de que lo hubo logrado puso en lugar de Noriega a un títere incondicional, y juzgó y condenó a su antiguo socio de la CIA, en un juicio secreto, para que nadie escuchara las posibles denuncias de Noriega sobre sus vínculos poco santos con los estadounidenses. Estados Unidos, actuando como el sheriff del oeste, cumplió la función de ser acusador, dictar sentencia y ejecutarla a su antojo, sin el más mínimo respeto por el derecho internacional, a pesar de que actuó contra un antiguo miembro de la CIA, lo que demuestra que Estados Unidos nunca tiene amigos sino intereses. Un antecedente funesto que debe recordarse en la actualidad, para referirse a los acontecimientos de Venezuela, y cuando las acusaciones y mentiras de los medios de desinformación contra el Gobierno legítimo y constitucional de ese país lo catalogan como una “dictadura”, y el Comando Sur de los Estados Unidos recomienda su derrocamiento. Esto indica que los acontecimientos de Panamá, a finales de 1989, fueron la antesala inaugural de lo que ha sucedido en las últimas tres décadas, cuando la primera potencia del mundo se ha convertido en un régimen criminal e ilegítimo, un peligro para cualquier país soberano e independiente.


INTERNACIONAL

Las tensiones aumentan con Trump en la Casa Blanca Por Gina Spigarelli

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n los pocos meses de su presidencia en EEUU, Trump ha logrado tensionar las relaciones con líderes y administraciones a nivel mundial, con sus discursos confusos y comentarios impulsivos. Simultáneamente ha desregulado normas y leyes al servicio del pueblo estadounidense a través de órdenes ejecutivas. Para citar solo unos ejemplos de su “diplomacia” internacional: el presidente criticó al alcalde de Londres (Inglaterra) después del ataque en esta ciudad donde murieron ciudadanos del país aliado, en lugar de expresar simpatía, solidaridad o reiterar la alianza entre los dos países; así mismo tomó un tono condescendiente frente a la OTAN y las decisiones de sus otros países integrantes en términos de sus presupuestos para la defensa militar; felicitó regímenes criticados por derechos humanos como el del presidente filipino Rodrigo Duterte, cuya guerra contra las drogas usa asesinatos extrajudiciales, y el del presidente turco Recep Tayyip Ergrodan, después que ganó el referendo para implementar más poderes presidenciales a su favor. A nivel nacional ha anulado regulaciones para el sector privado a costa del pueblo, los derechos humanos y el medio ambiente; económicamente su política de impuestos ha favorecido a los ultra ricos y las mega industrias con resquicios legales. Su plan general militarista, nacionalista y neoliberal sigue sin temblar.

en sus iniciativas para salvar el planeta: “Aunque esta administración se junta con unas pocas naciones a rechazar el futuro, estoy seguro que nuestros estados, ciudades y negocios van a seguir el camino (de los acuerdos)”. Trump miente sobre los efectos del pacto en la economía estadounidense; dentro del país el Acuerdo no solo tiene el respaldo de activistas y ambientalistas, sino también de los sindicatos obreros quienes están al tanto de que el carbón no es la energía del futuro, y el sector privado en su gran mayoría, que reconoce el potencial económico de invertir en otros métodos de energía con el resto del mundo y no estar dejando atrás esta industria.

El proceso de destitución Los Acuerdos de París La decisión unilateral del presidente de salir de los Acuerdos de París, pese a la oposición de su propio partido, el pueblo estadounidense en su mayoría, y hasta el sector privado con quien trabaja, ha causado aún más confusión al interior de EEUU. Su razonamiento por la decisión está basado en cifras desacreditadas, y aunque los medios de comunicación masivos lo respaldan, esa posibilidad queda más y más estrecha. Después de anunciar la decisión de sacar a los EEUU del Acuerdo, en una mentira flagrante afirmó su decisión de renegociarlo. Los líderes de varios países europeos sacaron una declaración justo después de la decisión, reiterando que no se puede renegociar el Acuerdo unilateralmente, ni por la petición de un país aislado. Esto es exactamente lo que hace Trump: aislar a su país del mundo. El ex-presidente Obama escribió su propia declaración en la cual trató de animar a los gobiernos locales y empresas privadas a seguir

Aparentemente Trump está tratando de liderar el país como un gran negocio propio, y como le ha funcionado en su historia laboral, pretende hacerlo con impunidad completa por parte de la justicia. La pregunta que tiene el pueblo estadounidense en este momento confuso de uso abierto del sector gubernamental para el beneficio del sector privado es: ¿Será que lo logra? La amenaza para Trump este año es el proceso de destitución que han empezado gracias al mismo descuido discursivo que le define. Se ha implicado a sí mismo en obstrucción de la justicia por su propia boca descuidada, algo que la mayoría de políticos estadounidenses no hace. El hecho que se condena fue su decisión de despedir a James Comey, el ex-director del FBI, quien estaba investigando otros asuntos ilegales de la administración que potencialmente implicaban al presidente. En su testimonio después de ser destituido, Comey acusa al presidente de pedir lealtad personal por encima de la justicia. Esto ha generado la activación por parte de unos demócratas de iniciar el proceso de destitución. Al

Green de Texas y Brad Sherman de California, anunciaron que están escribiendo los artículos para empezar el proceso. Refiriéndose al caso, Green dijo: “La cuestión no es si el presidente obstruyó la justicia, la cuestión es si lo puede hacer con impunidad”. El proceso de destitución depende mucho del Partido Republicano, que por el momento controla el Congreso tanto como el Senado. Aunque hay protestas en el país y constante organización por parte de activistas en contra de la administración, falta un proceso a favor de destituirlo, y por la personalidad del presidente es muy poco probable que renuncie a su cargo, como lo debió hacer Richard Nixon cuando su destitución parecía inevitable por el escándalo de Watergate en los 70's. La autora y activista canadiense, Naomi Klein considera a Trump y su presidencia como el “producto de una cultura empresarial que tiene fetiche por los que hacen sus fortunas ignorando flagrantemente las leyes y regulaciones”, y por cómo ha actuado hasta la fecha, ella tiene toda la razón. La pregunta va a ser si el pueblo estadounidense deja que esta fusión de lo público para el interés del privado, que ha llegado a su culminación con Trump, se siga aguantado, o si va a tomar la decisión de luchar masivamente contra ello. La decisión sobre el Acuerdo de París en conjunto con el proceso de destitución tiene a EEUU en una encrucijada, pero este proceso solo toca la punta del iceberg en la política del país norteamericano; no es solo esta administración, y mucho menos este sujeto: la política estadounidense necesita reformas radicales y cambios estructurales para proteger el bien común del territorio, sus ciudadanos y el planeta, y los necesita ya.

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AMBIENTAL

Mineros S.A.: nefasto y amargo legado para Nechí Por Ramón Alcides Ávila Peralta

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n la región del Bajo Cauca antioqueño existe uno de los negocios más rentables a escala mundial: el oro. Pero también existe una amenaza progresiva y silenciosa causada por el mercurio. Más de 100 toneladas de este letal veneno se vierten cada año al río Cauca y Nechí. Los ríos proveían proteína suficiente para el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños, pero la compañía Mineros S.A. cambió la historia. Mientras esta empresa extrae el oro, la población de esta región transcurre en una espiral de pobreza y riesgo sanitario. Más de un millón de personas han sido afectadas por esta compañía. Según el Ministerio de Ambiente y el Ideam, así como la Agencia de Protección Ambiental –EPA–, 8.485km2 de esa región de tierra feraz del Bajo Cauca, compuesta por seis municipios (Caucasia, El Bagre, Nechí, Tarazá, Cáceres y Zaragoza) hacen parte de la zona más contaminada del planeta, y sus ríos ocupan el tercer lugar en la escala de contaminación del mundo. El mercurio liberado por la Compañía Mineros S.A., es transportado por estos dos grandes ríos, por lo que ha dañado la dinámica de los humedales, y envenenado regiones próximas, como La Mojana, una de las zonas más ricas en peces y cultivos de arroz en el país. Pero el daño ha sido más agresivo. A este ritmo de exterminio químico, Mineros S.A. en corto tiempo acabaría el 78% de las especies presentes en el país: 42.75% de las especies de aves; 16% de los anfibios y 21% de los reptiles que habitan ecosistemas venenosos. Reporta Corantioquia que el 55.5% de los anfibios, el 23% de especies de reptiles, el 19% de aves y mamíferos están bajo categoría de endemismo. Según estudios de Corpoica, los inmensos hatos de ganado están también contaminados con mercurio. Después de las inundaciones cíclicas de los ríos Cauca y Nechí,

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los cultivadores de maíz, arroz, sorgo y otros cereales, cultivan sus extensas plantaciones sobre terrenos inundados y envenenados. De estos ríos contaminados con mercurio llegan a las centrales de abastos de Medellín nueve toneladas de pescado mensual. Otros pescados llegan congelados a los mercados de Bogotá. Las autoridades ambientales consideran que por cada gramo de oro extraído, se vierte medio gramo de mercurio al entorno ambiental. El proceso degenerativo a causa del mercurio se inicia cuando este se acumula en el cerebro, afectando el sistema nervioso y neurológico de las personas. Produce insuficiencia cardiaca, renal, respiratoria, dermatitis e impotencia sexual, aborto y malformación fetal. Refiriéndose a los estudios de la Universidad de Antioquia y Corantioquia, la Contraloría sentenció: “Estos resultados sugieren que la población que consume este producto en la región de La Mojana puede estar en riesgo”. En el Bagre y Nechí operan cinco dragas mecánicas y cinco de succión. En condiciones normales, cada 24 horas las dragas mecánicas excavan 72.000 mts cúbicos de material granítico. Las operaciones de Mineros S.A. afectan cuencas hidrográficas que surten de agua al 60% de los habitantes de estos municipios. El vertido de mercurio, cianuro y basura a los cuerpos de agua se suma a toneladas métricas de material estéril y residuos químicos industriales transportados por el río Medellín –Porce–, un río de montaña de aguas cristalinas, transformado por el poderío industrial en cloaca “máxima”. Mineros S.A. no ha cumplido con las expectativas esperadas en los sectores de trabajo, educación, salud, acueducto, y alcantarillado, y no genera riqueza en los municipios. El Bagre y Zaragoza, área donde Mineros

S.A. centra sus operaciones, son municipios pobres, y la enorme operación minera apenas deja pírricas regalías que no se reflejan en calidad de vida, pero sí en una inmensa miseria y desolación ecológica que durará varias generaciones en reparar. A este ritmo depredador, las marismas, importantes para la vida salvaje, se extinguirán de manera irreversible en poco tiempo. En Antioquia, según la edición 110 del periódico de Mineros S.A., Notas de Oro, las exportaciones de oro hacia el mercado de Estados Unidos se incrementaron en 106,7% en los últimos tres años, producto de la extracción en la región de 100mil onzas de oro anual, tranzadas en el mercado bursátil a 1.268.8 dólares onza troy. Mineros S.A. prevé producir anualmente 500.000 onzas de oro al arribar 2020, y un valor de mercado superior a los 400 millones de dólares. Estas ganancias van en detrimento de la población, que se encuentra en extrema miseria y hambre, expuestos a una pobreza mucho mayor y sin alternativas de superarla. La continua pérdida del caudal del río Nechí trajo como consecuencia que los transbordadores de gran eslora que llegaban al terminal portuario de Nechí y de El Bagre, dejaron de prestar servicio hace muchos años. La deficiente planificación y la protección inadecuada de las áreas naturales, ponen en duda que el río Nechí fluya para siempre. Ejemplo clásico: cada riada o desbordamiento de los ríos Cauca y Nechí causa tragedias humanitarias, consecuencia de millones de toneladas métricas de material granítico generado por la empresa Mineros S.A. La presencia de este metal en peces y ganado genera una sospecha, confirmada por algunos estudios: nechianos y población general de La Mojana presentan acumulado de este material venenoso, el legado más letal y peligroso que les ha dejado Mineros S.A.


MOVIDA SOCIAL

Por Átomo Cartún Sin presupuesto

La “locomotora educativa” Sin cupos

Sin infraestructura

Sin condiciones

Sin dignidad

Sin gratuidad

Sin rumbo

Sobrecarga

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ELECTORAL

Institucionalidad, partidos, y financiación: tres frentes para mejorar la democracia Por Juan David Guerra Cano

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a Reforma Política y Electoral nace del punto de participación política del Acuerdo de Paz realizado entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. Fue radicada el 17 de mayo en la Cámara, recogiendo gran parte de las propuestas elaboradas por la Misión Electoral Especial (MEE). Sus tres focos son: las mejoras a la institucionalidad electoral (el CNE), el sistema y la manera de escoger, y la financiación de las campañas. Entre varias de sus creaciones institucionales –como la Fiscalía General, o la Corte Constitucional–, la Constitución de 1991 creó el Consejo Nacional Electoral, el organismo que se ha encargado desde entonces de regular lo relacionado con los comicios y con los partidos políticos. La MEE propuso encargar de todo lo relativo con el sistema político-electoral, a tres entidades: la Registraduría, el Consejo Electoral Colombiano (CEC) y la Corte Electoral (CE). La primera, que ya tiene funciones electorales (organiza, planea, y ejecuta los eventos de índole electoral del país), mejoraría sus funciones con el uso de plataformas tecnológicas. El CEC asumiría el grueso de las funciones del Consejo Nacional Electoral. Y la Corte Electoral, que fue lo más novedoso y controversial de las propuestas, sería una nueva alta corte para la Rama Judicial, y se encargaría de resolver demandas y procesos de pérdida de investidura, separación de cargos, nulidad de elecciones, pérdida de personería jurídica de los partidos, y emitiría sanciones disciplinarias. Algunos analistas y académicos se mostraron a favor de la propuesta de la MEE. Como el ex fiscal, ex procurador, y ex ministro en el Gobierno de Juan Manuel Santos, Alfonso Gómez Méndez, para quien esta propuesta, que implica serias reformas y reconsideraciones de orden constitucional (como quitarle el poder electoral a las Sección Quinta del Consejo de Estado para

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dárselo a la Corte Electoral), es “un mecanismo en la dirección correcta para corregir las fallas que hoy todos estamos comentando en temas de partidos, listas y financiación de campañas”. Otros, de entrada, rechazaron la propuesta, como el exsenador Juan Lozano, quien es más cercano a las toldas uribistas: “como si no fuera ya suficiente la carga burocrática que debemos asumir con los impuestos de los colombianos, crear una nueva supercorte. La supercorte electoral, como si ya no tuviéramos suficientes cortes, altas cortes, consejos superiores, cortes especiales, consejos nacionales y tribunales”.

¿Cómo quedó este punto en el proyecto radicado? No se acogió la idea de crear una corte o tribunal electoral. Se propuso la creación de una nueva institución, el Consejo Electoral Colombiano. Este órgano electoral, además de todas las tareas que hoy cumple el CNE en cuanto a regulación de elecciones y partidos, tendría más dientes para corregir irregularidades, como en el caso de las inhabilidades o los fraudes electorales, en los que actuaría –y este es un planteamiento que hizo la MEE- antes de las posesiones, evitando así la realización de jornadas electorales atípicas. Tendrá más presencia regional, y contará con funciones de policía judicial para controlar la financiación ilegal. Además, con el fin de “despolitizar” al Consejo y de garantizar una verdadera autonomía, los consejeros no serán nombrados por el Congreso (como ocurre con los magistrados del CNE); la elección de nuevos integrantes se hará por el método de “cooptación” (los miembros antiguos nombran a los nuevos). A la Registraduría se le exigirá llegar a las zonas donde antes había confrontaciones armadas, facilitar las votaciones en las zonas rurales (ofreciendo el transporte, por ejemplo), y mejorar sus procesos de contratación, para hacerla más transparente y eficaz.

Remodelación del sistema electoral ¿Una oportunidad para tener verdaderos partidos? “Con la mejor intención de acabar el bipartidismo, los constituyentes del 91 prácticamente acabaron con los partidos. Hoy, solo tenemos siglas o nombres cuya principal función es repartir avales”, expresó el ya citado Alfonso Gómez Méndez, en una de sus columnas. Y precisamente a corregir esta situación, la falta de partidos serios, se enfocaron las recomendaciones de la MEE, así como lo acogido de estas por el Gobierno. Se continuará con la circunscripción nacional de 100 senadores, pero no con voto preferente, sino con lista cerrada y bloqueada, lo que quiere decir que cada partido ofrecerá una lista de candidatos enumerados, los ciudadanos no votarían pensando tanto en personas, sino en el partido, y en la lista que este acomoda luego de procesos internos de escogencia. Reformular el sistema de partidos de esta manera, es convertirlos en centros políticos democráticos y con agendas programáticas serias. Sería una oportunidad para formar partidos estructurados, con democracia interna, y sobre todo, con diferencias ideológicas marcadas. Es común, por ejemplo, ver en un solo partido, en las plenarias del Senado, un conjunto de posturas distintas, y a veces contradictorias. Pocas diferencias ideológicas y programáticas pueden haber, por ejemplo, entre el Partido Conservador y el Liberal (en este último se han hecho propuestas que van más allá de lo conservador, como limitar la posibilidad de adoptar a un concepto de familia cerrado, y excluyendo a las parejas homoparentales). Y ya se ha escuchado a los mismos senadores –incluso a Claudia López– que no es si quiera imperativo tener una constante interacción con sus respectivos partidos. “Yo puedo volver por la dirección del Partido Verde en cuatro años y no pasaría nada”, expresó la senadora en un debate sobre la Reforma al Equilibrio de Poderes en el 2014.


MOVIDA SOCIAL

Además, para conformar el Senado los aspirantes compiten con campañas costosas (el máximo autorizado en las elecciones de 2014 eran 740 millones, pero según estudios, como el realizado por la firma Cifras y Conceptos, en promedio cada campaña costó alrededor de 3.000 millones, y algunas llegaron casi hasta los 12.000). Esto también se reduciría, porque el Estado aumentaría su financiación, y esta se haría de manera más directa y organizada (gracias a la lista cerrada), con los partidos. La lista cerrada, propuesta que ya había estado sobre la mesa en las reformas políticas anteriores (la del 2003, la del 2009, y con la del Equilibrio de Poderes del 2014), es un gran avance. Así se corregirá la aguda atomización de los partidos, que desde la creación de la Carta Política se ha querido revertir.

Más financiación pública Se aumentará la financiación pública, en busca de disminuir la privada (lo que ayudará a reducir la dependencia y la filiación que tienen muchos políticos con sectores económicos o particulares). Esta será directa hacia los partidos, tanto antes como después de los procesos electorales, y de manera indirecta (con el transporte de los electores y el acceso a los medios de comunicación). Será de obligación legal la entrega de rigurosa información contable, que será revisada y auditada por una unidad especializada. Se aumentará el control y la regulación en relación con financiación de propaganda electoral, transporte y movimientos monetarios, y se prohibirá a las campañas y partidos la entrega de donaciones, dádivas o regalos a los ciudadanos. Se estimulará, con incrementos en la financiación estatal, a los partidos donde se dé más espacio a las mujeres y los jóvenes.

La pugna política ya comenzó La reforma toca de manera directa a los partidos políticos y sus integrantes, incluyendo a los congresistas que serán quienes le darán el visto bueno. Esta fue radicada faltando un poco menos de un año para las elecciones legislativas y presidenciales. Los congresistas ya están calculando sus movimientos. Por otro lado, las reglas de juego, ahora que se están implementando vía legislativa los Acuerdos de Paz, ya son otras: con una votación que quedó 5-3, la sala plena de la Corte Constitucional tumbó literales del denominado “Fast-Track”. Ahora la votación de cada proyecto para implementar los Acuerdos se hará artículo por artículo, y no se tendrá que contar con el aval del Gobierno para que se hagan cambios a las propuestas. ¿Pasará, de manera integral, esta reforma en el Congreso, ahora que el trámite legislativo es otro, y teniendo en cuenta que es un tema que toca de manera directa a los mismos congresistas? Varios partidos ya aclaran sus posturas. Las listas cerradas, que es el tema que más toca a los congresistas, está pensada a partir de 2018, pero es probable que, ni si quiera los congresistas más afines al Gobierno acepten cambiar las reglas de juego tan apresuradamente. El temor a que sea más difícil regresar al Capitolio, por cuenta de que no hay mecanismos democráticos claros para que sus partidos los postulen en la lista, ya se siente. Además temen que estos, aun teniendo esos mecanismos, los dejen en puestos de lista tan altos que les sea más difícil alcanzar una curul. Hernán Andrade, presidente del Partido Conservador, afirmó que su colectividad aprobaría la propuesta, “pero para 2022”. Jorge Enrique Vélez, presidente de Cambio Radical, más radical aún, afirmó en entrevista para El Tiempo que en su partido no van “a votar la reforma política, ni un solo artículo, y no lo haremos por las listas cerradas, que son una improvisación”. Una de las principales cabezas del Polo, el hoy presidenciable Jorge Enrique Robledo, también expresó su desacuerdo con la propuesta: “Nos quieren vender ahora el cuento barato de que cerrando las listas se evita la corrupción en la política”. En conclusión, es probable que la propuesta pase, pero no para las elecciones que vienen. En cuanto a los otros puntos, que no tocan de manera tan directa a los congresistas, no ha habido tanto rechazo. El punto de financiación les conviene, y el de mejorar el sistema institucional no les preocupa tanto.

El Pacífico no se rinde carajo Por Zona Croma

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érdidas millonarias, desabastecimiento, población afectada, desmanes, saqueos. Todas estas palabras aparecieron una y otra vez en los titulares de los noticieros durante los 17 días que duró el paro en el Chocó y los 22 en Buenaventura. Medios como Caracol y RCN hicieron énfasis en las consecuencias negativas que estaba dejando la protesta de los habitantes de esta parte del Pacífico. Sin embargo ellos salieron a las calles para hacerse escuchar y exigir sus derechos más básicos, y demostraron una vez más que el Gobierno solo pone atención a los ciudadanos cuando se organizan y movilizan.

Chocó En agosto del año pasado, mediante la movilización, los habitantes del Chocó lograron comprometer al Gobierno nacional con la inversión de $720.000 millones para arreglar las principales vías del departamento: Quibdó – Pereira, Quibdó – Medellín. Además de $37.000 millones para un construir un hospital de tercer nivel e intervenir el San Francisco de Asís de Quibdó y otros puntos más. Sin embargo, estos acuerdos no fueron cumplidos, razón por la cual los chocoanos volvieron a las calles para exigirle al Gobierno que cumpliera su palabra. Sus 17 días de movilización dejaron como resultado que el Gobierno se comprometiera a dar una partida inicial de $440.000 millones para continuar con la pavimentación de las vías de acceso al departamento. Otro de los puntos que se estaban peleando los chocoanos en esta ocasión fue Belén de Bajirá, un corregimiento de Riosucio ubicado en la cuenca del río Atrato, al sur del Urabá, y que se disputan los departamentos de Antioquia y Chocó. Según la Ley 13 de 1947, que da nacimiento al departamento chocoano, y un estudio realizado en 2014 por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), este corregimiento es parte del Chocó. Luego del paro y gracias a la presión que ejerció la movilización, los habitantes lograron que el IGAC publicara este mapa. Sin embargo, Antioquia, en cabeza de su gobernador Luis Pérez, propone que la disputa se resuelva mediante consulta popular. El motivo de esta pelea son las riquezas con que cuenta el corregimiento.

Buenaventura Desde el 16 de mayo el puerto quedó paralizado por 22 días. Las razones de la protesta no eran muy diferentes a las de los chocoanos. Salud, educación, servicios públicos y acceso a la justicia. El Gobierno se comprometió, luego de que la población resistiera los abusos del ESMAD, a presentar un “proyecto de ley que contendrá un plan de desarrollo social especial a 10 años para el distrito de Buenaventura cuyos proyectos, programas e iniciativas serán financiadas a través de un patrimonio autónomo”. Estos recursos ascienden a 1.5 billones de pesos, los cuales se distribuyen así: $165.000 millones para vivienda, $53.000 millones para productividad y empleo, $34.000 millones para ambiente, $251.000 millones para agua y saneamiento básico, $30.000 millones para energía, $170.000 millones para educación, $18.000 millones para deportes y $62.000 millones para acceso a la justicia, protección y víctimas. Es de resaltar que estos dos paros fueron apoyados por diferentes sectores sociales, pero especialmente por sus “paisanos” del pacífico en el Cauca y Nariño; en el norte del Cauca se realizó una movilización en apoyo que pasó por poblaciones como Puerto Tejada, Guachené, Caloto, Villarica; en Cali las comunidades negras también marcharon. El mensaje fue claro: si el abandono que históricamente ha tenido el Estado colombiano a la región del Pacífico sigue, parece que esa chispa de inconformidad seguirá encendiendo este territorio y movilizando a sus habitantes para que se garanticen los derechos más básicos, porque se cansaron de las mentiras, la corrupción y la pobreza.

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Foto Reserva-Tomas-Van-der-Hammen /Tomada de contagioradio.com

CIUDAD

El modelo de ciudad

en el centro de las agendas urbanas Por Equipo Periferia Bogotá

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os diferentes procesos de revocatoria de mandato que se desarrollan por estos días en Ocaña (Norte de Santander), El Copey (Cesar) y Bogotá son unos de los 107 procesos de este tipo que se adelantan en Colombia. Esto no solo pone de manifiesto la inconformidad de importantes sectores de la sociedad con sus administraciones, sino que permite identificar lo complejo de pensar, construir y proyectar las ciudades en la actualidad. Para entender a qué responden las formas en que se organizan las ciudades, se necesario ver a los centros urbanos como espacios de disputa política entre actores, con diferentes formas de concebir y de actuar sobre los mismos. Hoy por hoy, uno de los escenarios en que se hace más evidente la tensión entre los diferentes sectores políticos y económicos por la consolidación de un modelo de ciudad es Bogotá, y el marco de referencia para la discusión se encuentra en el proceso de revocatoria que se desarrolla contra la administración de Enrique Peñalosa, pues ha posibilitado que se expongan y confronten en forma abierta los modelos de ciudad que se movilizan desde los diferentes sectores. La visión de una ciudad que se configure alrededor de la dignidad y calidad de vida de sus habitantes, y no sobre presupuestos exclusivos de producción y consumo de servicios, ha sido desarrollado por un importante conjunto de organizaciones sociales. Por ejemplo, la Cumbre Urbana y la articulación de procesos urbanos del movimiento social y político Congreso de los Pueblos han delineado una propuesta en la que expresan esta concepción del modelo de ciudad popular, contraria a modelos de ciudad concebidos por la administración Peñalosa, e inclusive, dista de concepciones que se reclaman progresistas, como la expresada por el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro. Este modelo comprende que las ciudades son lugares donde existe una incomprensible exclusión y marginalización de los y las empobrecidas, de allí que plantee que las ciudades deben planearse y estructurarse de manera que no deterioren el medio ambiente; así mismo, que el acceso y disfrute de lo público debe ser imperativo, los ciudadanos deben gozar de

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servicios públicos y acceso a la vivienda digna, y que el ejercicio de participación política activa de los ciudadanos es una prioridad. Esta concepción de una ciudad dinamizada por sus pobladores, en la que haya participación política, amabilidad con el medio ambiente y administración democrática del espacio, está en contradicción a un modelo en el que el espacio se considere como un privilegio al que un pequeño grupo de personas tenga acceso, y esto es sin lugar a dudas la visión del alcalde Peñalosa. Este modelo de ciudad, contenido en el “PLAN DE DESARROLLO DE BOGOTÁ 2016-2020 BOGOTÁ MEJOR PARA TODOS”, presentado por Peñalosa, trabaja sobre tres pilares: 1. Igualdad de Calidad de Vida; 2. Democracia Urbana; 3. Construcción de Comunidad y Cultura Ciudadana. Este se ve reflejado, por ejemplo, en la pretensión de construir sobre la reserva natural Van Der Hammen, que funge como un refugio ambiental para los bogotanos. También en episodios como el desalojo violento de más de trescientas familias en la localidad de Suba en el mes de abril del año en curso. Sobre este hecho, Elvira, vocera del asentamiento de Bilbao (Suba), en entrevista con Contagio Radio, manifestó irregularidades en el procedimiento de desalojo: “a nosotros nunca nos habían dicho que teníamos que desalojar. Había como 90 niños, mujeres embarazadas (…), los niños están afuera, la gente está en la calle, hay heridos, yo soy una de las voceras que acá había, he ido a la alcaldía, había pedido que por favor nos escuchara, acá nunca hubo una entidad (…), no tenemos para dónde coger y la mayoría de gente se resiste”. Otro ejemplo es la constante persecución de Peñalosa hacia vendedores informales desde el inicio de su mandato, con acciones como el desalojo de 200 vendedores de la calle 72, el 26 de enero del año 2016, bajo el supuesto de “recuperar espacio público de la ciudad”. Jhon, integrante del gremio de vendedores ambulantes aseguró a Contagio Radio, que “fuera de los 230 vendedores que desalojó de la calle 72 el día 26 de enero, el alcalde Peñalosa desalojó 130 de la carrera séptima, el viernes siguiente desalojó 280 de la 19 con cuarta, a los cuales no les ha dado solución. Él sale a decir a los medios de comunicación con

bombos y platillos que se le está dando soluciones. Aquí en la calle 72 estamos haciendo un acto simbólico mostrando que es mentira lo que él dice, (…) quiero invitar a la nueva ministra de trabajo a que inste al alcalde de Bogotá a que antes de seguir haciendo operativos de desalojo y de recuperación de espacio público, construya la política pública a favor de los vendedores informales e instale la mesa de concertación distrital”. A su vez, la disminución de políticas sociales es el resultado de la priorización del gasto, por el cual se transfirió mayor presupuesto a la empresa Transmilenio, que actualmente se encuentra colapsada por el incremento de usuarios y la baja frecuencia de las rutas. A esto se suma la privatización de lo público como la enajenación de las acciones de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), argumentando que el mercado de telecomunicaciones es de competencia internacional, lo cual deja sin maniobra a las empresas públicas de operación nacional, al tener un bajo número de usuarios con relación a la empresa multinacional. Estas son algunas de las manifestaciones de la manera de administrar la ciudad desde un modelo que sobrepone el interés privado a las problemáticas de la sociedad, como la atención a la pobreza. En ese sentido, el modelo de ciudad se encuentra en el centro de las agendas de organizaciones y partidos políticos de todas las naturalezas; esto puede resultar sumamente provechoso para la ciudad, en tanto sus habitantes reconozcan estas tensiones y se hagan partícipes de la discusión. Congreso de los Pueblos, Marcha Patriótica, COMOSOC, como espacios de organización social se han trazado el reto de construir ciudad desde el movimiento urbano. En el año 2014 se realizó en la ciudad de Medellín el primer Foro Social Urbano Alternativo y Popular que pretendía trazar una ruta para la construcción de propuestas en las ciudades. En la actualidad, estos espacios también han aportado a procesos como la revocatoria en la ciudad de Bogotá, y a la movilización social en la ciudad de Popayán, Cali y Medellín. Con todo esto, queda recordar que el ejercicio de pensar la ciudad pasará por la comprensión de las necesidades del ciudadano sobre las necesidades del crecimiento económico, que en lo real han generado la segregación y el aumento de la pobreza en las grandes ciudades de Colombia.


OPINIÓN

El “campo campesino” en la implementación del Acuerdo Final Por Cristian Zuluaga

“Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará de aquí. Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando”. Nos han dado la tierra, Juan Rulfo.

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ulfo caminó sobre las amarguras y las alegrías mexicanas que son también latinoamericanas: la (in)credulidad y el esoterismo, la migración al norte, las violencias en el abandono, la esperanza en el milagro, la acostumbrada a espera al otro día que será mejor, la enorme soledad en y del campo. A cien años del nacimiento de este importante escritor para la literatura latinoamericana del siglo XX, la lectura de sus cuentos de El Llano en Llamas reubica y actualiza sus narraciones, haciéndonos sentir que son sucesos que viven hoy en los territorios, siendo conscientes que los abandonos de ahora tal vez sean los de siempre. Como lo dice Nelson Fredy Padilla, Rulfo, un muerto que habla.

marcha de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial –PDET- en 170 municipios de Colombia y la creación del Programa Nacional Integral de sustitución de cultivos de uso ilícito. A partir de lo contemplado en el Decreto Ley 902 de 2017 “Por el cual se adoptan medidas para facilitar la implementación de la Reforma Rural Integral contemplada en el Acuerdo Final en materia de tierras, específicamente el procedimiento para el acceso y formalización y el Fondo de Tierras”, se pueden formular dos preguntas: ¿Existe allí un proyecto de campo para campesinos y campesinas? ¿Cómo conversa esto con los proyectos de la agroindustria en el país? Lejos de estar en frente de una reforma socialista en Colombia, el decreto resalta, a mi modo de ver, tres elementos centrales: primero, la mujer rural y cabeza de familia es el sujeto de acceso a tierra y formalización a título gratuito que más garantía tiene para acceder a tierra, incluso, el literal b) del artículo 14 menciona que en el Registro Único de Solicitantes de Tierras –RESO- habrá mejor calificación si la solicitante es una mujer campesina; segundo, el enfoque de género se complementa con el enfoque étnico del campo, indígena y afro, que también adquiere prelación en todo el proceso de solicitud de acceso a tierras, cumpliendo con lo acordado en La Habana;

Colombia una normativa de rango constitucional que reconozca al campesinado como sujeto de derechos y garantice que sus particulares modos de vida permanezcan en el territorio. Finalmente, el decreto evidencia un exceso de concentración en las funciones en la Agencia Nacional de Tierras –ANT- y que poco o nada conversan con las entidades municipales y departamentales, por ejemplo, en la identificación de los predios productivos, la vocación de los suelos, los destinados a la conservación, entre otras funciones donde las entidades territoriales deberían tener más intervención ¿tendrá la ANT la capacidad institucional que el decreto le asigna? La reducción de las inequidades en el campo pasa el reconocimiento de la familia campesina y de su pequeña y mediana agricultura, por el fortalecimiento de medidas que aseguren su permanencia en el territorio (sus saberes e historia cultural) y por el acompañamiento técnico y económico en su proceso productivo. Este decreto y demás normativas, si bien son una posibilidad para una nueva mirada al campo en el mejoramiento de las condiciones de vida, no dejan ser el producto de un acuerdo de paz que se pugna con políticas estatales que fortalecen la agroindustria (ZIDRES), que fomentan el extractivismo de los bienes comunes y que ha

Y habla hoy a Colombia cuando en la agenda nacional se hace más fuerte el regreso al tema de la tierra, el territorio, a la búsqueda de equidad y justicia social, a las reformas para el campo, ¿es esa la tierra suficiente y fértil para la transformación del campo? ¿Cuál es el sentido de la entrega y formalización de las tierras? En septiembre pasado, días de álgidas discusiones sociales previas al plebiscito, distintas voces manifestaron que la refrendación era solamente un eslabón para el cierre exitoso del acuerdo, y que tal vez no habría sido necesaria la convocatoria a un plebiscito para refrendarlo. Lo cierto, es que en medio de ese debate social y ciudadano se reconoció que el fin de las negociaciones y la firma del acuerdo era, a su vez, el inicio de un proceso de construcción de paz que involucraba al Estado pero también a diferentes expresiones sociales. Durante este año se ha observado con más fuerza los retos y posibilidades que implica la implementación del Acuerdo Final entre el Estado colombiano y las FARC-EP, entre los que resalta el contexto político de polarización frente a la salida negociada al conflicto armado, el histórico incumplimiento del Estado a los acuerdos que llega, la expectativa por la construcción conjunta Estado-Sociedad de la paz territorial y la posibilidad de cerrar muchas brechas sociales y económicas que hay en el campo. Dicha implementación también requiere de modificaciones jurídicas e institucionales, una de ellas agrupadas en la reciente expedición de más de 20 decretos a finales de mayo por parte del Gobierno nacional. Estos decretos que se ocupan, entre otros temas, de la regulación de los pagos por servicios ambientales, un programa ambicioso para la electrificación rural, el mejoramiento de la educación rural, los lineamientos para la puesta en

tercero, el decreto es una de las acciones más importantes para el desarrollo de la reforma rural integral, el histórico olvido del Estado para redistribuir la tierra, y contempla que habrá más agilidad este proceso, disminuyendo los tiempos y garantizando la formalización. Sin embargo, de otro lado hay una lectura de ser una reforma capitalista. Primero, no en vano, el inicio del decreto deja claro, e intentando calmar a los sectores de derecha, enuncia en su primer renglón que Colombia es “un Estado Social de Derecho en el cual se garantiza la propiedad privada, libre competencia y la libertad de empresa y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes vigentes”; como queda claro, no se tocarán las tierras del latifundio. Segundo, si bien los sujetos (campesinos/as, indígenas, afro) están definidos en el decreto, sigue existiendo en

estado adormilada, sin voluntad real, para iniciar una transformación del campo profundo y del campo de nuestras grandes ciudades. Tendrán pues que seguir estando activas las movilizaciones por la defensa del campo campesino, que doten de sentido la implementación social del acuerdo que es sí o sí un asunto de participación, y que estén a la altura del momento histórico donde volvemos a revisar lo que en Comala y Macondo tampoco se pudo resolver. Pueda ser que en pleno festejo del nacimiento de estos pueblos, seamos capaces de seguir encarando nuestros propios espantos y ahuyentar sus fantasmas con la recuperación del sentido político de lo colectivo y lo público, para que vivir en el campo sea una experiencia de derechos.

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CINE

Tercera clase: las primeras películas Por Andrés Idárraga y Simón Atehortúa

H

ablar de las primeras películas del cine implica sepultar a las que no sobrevivieron a causa del olvido o el óxido, implica desconocer la historia como una telaraña de procesos y creer que algunas películas, icónicas por no perecer, representan el devenir real de la evolución del séptimo arte (la evolución del ver y el ser visto). Por eso a manera de introducción hay que advertir que eso que llamaremos “las primeras películas” tiene por subtítulo “que quedan”: “las primeras películas que quedan”, y es que la cantidad de cintas fílmicas que murieron en los primeros años a causa del desinterés, el desconocimiento tecnológico, la apatía y el olvido es tan enorme que reconocemos un enorme sesgo, las primeras películas que quedan no son poca cosa, pero existen porque tuvieron un valor cultural, político y artístico válido para aquellos que contaron con los medios para preservarlas, y quienes han contado con los medios para preservar su arte, su cultura, su política y sus creencias, son unos y no otros, ¿cuántas primeras películas de la periferia murieron para siempre? Seríamos necios y radicales si no reconocemos en películas como “El acorazado Potemkin” (Sergei Eisenstein, 1925), “El hombre de la cámara” (Dziga Vertov, 1929) de Rusia o “El nacimiento de una nación” (D.W. Griffith, 1915) de Estados Unidos un avance estético, una narrativa política y una evidencia cultural de la época (aunque solo sean pistas en forma de gestos, de vestuario o palabras); pero no escribiríamos aquí si solo nos quedamos con esos orígenes, y no con los periféricos, con esas pocas películas que quedaron de unos países todavía hoy olvidados (por sus propios habitantes), como Colombia. La primera película conocida realizada en Colombia es “La María” (basada en la novela homónima de Jorge Isaacs) de los directores Máximo Calvo Olmedo y Alfredo del Diestro en el año 1921, de ella solo quedan 25 segundos en la Fundación Patrimonio Fílmico y algunos fotogramas; sin embargo, la primera película colombiana, conocida y completa es “Bajo el cielo antioqueño” (Arturo Acevedo Vallarino, 1925), fue financiada por el magnate Gonzalo Mejía reconocido por impulsar la aviación, la construcción de carreteras desde Bogotá a Turbo y el “desarrollo” de Urabá. “Bajo el cielo antioqueño” es una película de un amor prohibido en el marco de una familia burguesa con los paisajes antioqueños de fondo. En 1926 otra película muy diferente a las anteriores, fue hecha por PP. Jambrina, “Garras de oro” (1926), nombrada como la primer película anti-imperialista de la historia Ambientada en 1914, narra de manera

explícita pero también usando la metáfora y la personificación de los valores norteamericanos encarnados en el Tío Sam, la toma del canal de Panamá (disponible en YouTube).

Película: Garras de oro: conocida como la primera película anti imperialista de la historia, allí se narra la toma del canal de Panamá

Cuando en Colombia el cine apenas estaba naciendo, en otros países de la región, como México, uno de los más cinematográficos, ya se habían hecho algunos cortos como “El grito de dolores o la independencia de México” (Felipe de Jesús Haro, 1097), “El san lunes del valedor” o “El san lunes del velador” (Manuel Noriega, 1906), o “El aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart” (hermanos Alva, 1912). Cortometrajes comúnmente cómicos influidos por los estilos franceses. Durante la revolución la producción paró pero con la finalización oficial del conflicto en 1917 hubo un auge del cine mexicano con películas que recrearon el conflicto y las realidades políticas del país, fue la antesala de lo que se conoció como la época de oro del cine mexicano, un país con una industria tan fuerte como la de Francia o incluso Estados Unidos. En Argentina, otro país con una industria fílmica notable “La nobleza gaucha” (Humberto Cairo, 1915) es la historia de un secuestro por parte del patrón a una pobre mujer, la película se desarrolla entre el campo y la ciudad, lo que permite hoy en día reconocer la geografía y las costumbres de una parte de aquel país. Otra película icónica argentina es “Flor de durazno” (Francisco Defilippis Novoa, 1917) protagonizada por el joven Carlos Gardel. Estos tres países, aunque no alcanzan a abarcar (no pueden hacerlo) todas las realidades de la región, expresan un común denominador: sus primeras películas reflejaron las prácticas de la burguesía, los movimientos políticos y los valores culturales de sus regiones. Todo registro visual y en especial el cine (pues sus creadores han reconocido en esta forma de arte una inmortalización del tiempo), evoca la manera en cómo se configuraban las prácticas sociales de determinado territorio, aunque no se ve cine viejo solo para estudiar el pasado, sino porque es tremendamente emocionante (cuando se estimula la mirada) y actual, los dramas narrados en el pasado por lo general son historias que se repiten en nuestros tiempos, son los conflictos prototípicos de la humanidad: guerras, tierra, alimento, sexualidad. Son temas que no cambian tanto en las sociedades, más

Película: Bajo el cielo antioqueño, un drama de gente rica

bien se transforman y adquieren otras dinámicas. El cine del pasado es una pista de cómo somos aun cuando no nos demos cuenta. Lo que grabamos hoy (no tiene que ser una película, los videos “caseros” hechos con celulares o cámaras compactas también son material audiovisual del presente) tiene una fuerza inimaginable en el futuro, la tecnología que abarata y facilita el almacenamiento y la grabación de imágenes audiovisuales, se ha convertido en un medio de registro que aunque manipulable y subjetivo, puede expresar con firmeza las realidades de una situación (mención especial al camarógrafo de noticias UNO que con gallardía y responsabilidad ética registró el autogolpe del subsecretario del Senado Saul Cruz, además de sus movimientos descarados haciendo lobby por su candidato a la Corte Constitucional). Hay que ser conscientes de la fuerza narrativa de las imágenes, utilizarlas para contar nuestras historias y estudiarlas para interpretarlas y entenderlas. El cine no es la única pista de lo que fuimos (y lo que somos), especialmente porque antes era difícil preservar correctamente las cintas y se necesitaba un gran presupuesto para hacerlo. El arte en general, la literatura, la pintura y el teatro también mantienen vivo el fuego de la humanidad, las historias de las cavernas alrededor de la fogata.

Película recomendada del mes : X-500 En algunos cines del país sigue en cartelera X-500, tres historias de tres países conectadas por eso que nos une a los humanos y sus pueblos, la migración, la juventud y la muerte. Y como siempre los cineclubes siguen prendidos todo el año, en ellos se descubre el cine que no suele aparecer en las carteleras de cine de centro comercial y las conversaciones que se dificultan en los almacenes de ropa.

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HOMENAJE

François Houtart: un ejemplo de amor eficaz Por Eberhar Cano Naranjo

DESLEGITIMAR EL CAPITALISMO. RECONSTRUIR LA ESPERANZA”. Así titula uno de los 70 libros de quien fuese maestro y amigo de nuestro Camilo Torres y de quien profesaba la Teología de la Liberación por todos los pueblos del mundo. Al amanecer del 6 de junio del 2017, falleció en Quito Francois Houtart, el teólogo, filósofo y sociólogo de la liberación de los pueblos, aquel que llevó la consigna de este encabezado en lo más profundo de su corazón y lo hizo plausible en todos los territorios donde pudo llegar. Prácticamente pocas cosas se le escaparon a su inquebrantable compromiso evangélico y liberador; diferentes pregrados en ciencias sociales y políticas, su doctorado en sociología, secretarías de investigaciones socio-religiosas, comisiones o direcciones de revistas y centros de estudio, etc., fueron parte de su extensa hoja de vida y conocimientos que siempre estuvieron al servicio de los desposeídos y que lo llevaron desde Bruselas, Chicago, Malta, Sri Lanka, India, Vietnam, hasta Camerún, Tanzania, Zaire, África del Sur, Colombia, Brasil, Nicaragua, Cuba, Corea, Pakistán, Bangladesh, Filipinas, Tailandia…, y otras tantas naciones más. Para Houtart, ninguna lucha era extraña, ningún territorio era más difícil que otro, al contrario, y desde el sentimiento más solidario posible acompañó en cada rincón donde la injustica quiso hacer de las suyas a quienes resistían ante la opresión, y se permitió convertirse en un ejemplo de amor y compromiso para muchos pueblos. Como buen ciudadano del mundo, o trotamundos como decimos en el adagio popular, podría estar en unos cortos tres días dialogando en Brasil con campesinos, para luego estar en Sri Lanka dictando conferencias y marchando con los isleños. No puedo evitar recordar aquel noviembre de 2015, en el que muchos procesos sociales y la arquidiócesis de Cali nos encontrábamos preparando la conmemoración ecuménica preparatoria para el cincuentenario de Camilo Torres Restrepo. En la salsera ciudad, compartimos hotel con el maestro durante unos tres días, cada mañana los desayunos eran compartidos y nos daba tiempo de contar historias y uno que otro chascarrillo, eso sí, el viejo (como lo nombrábamos de cariño) era quien nos actualizaba de la situación política nacional y mundial; a nuestro desayuno de las

8:00am llegaba con su lento pero firme caminar ya con unos siete periódicos leídos y con toda una sonrisa enorme para ponernos el debate. Houtart siempre dejó claro que un verdadero compromiso social –y por qué no, evangélico–, debía estar del lado de quienes han sufrido los descaros de un sistema corrupto que domina hasta lo más sensible de la vida de cualquier ser humano, su apuesta inclaudicable siempre fue por los de abajo. Siempre tuvo las palabras y las reflexiones precisas para ejemplificar ese amor eficaz que tanto necesita nuestra sociedad. Para el viejo, no se puede andar por el mundo así como así, viendo como la cantidad de pobres y las distancias sociales alcanzan su cumbre, es nefasto no desenmascarar cómo estamos ante una perversa y progresiva destrucción de la naturaleza, de los pueblos, naciones, y del ser humano. Durante los últimos años, su principal trabajo se materializó en lo que él llamó el Bien Común de la Humanidad, una apuesta anhelante y esperanzadora que nos pone a pensar-nos nuestro papel en la tierra, nuestro quehacer en la comunidad, el barrio, la vereda. Una apuesta gigante que podría llevarnos por un camino opuesto a la competencia, a la preocupación de uno mismo por nada, y que nos pone en el camino de lo comunitario como una respuesta a la crisis mundial que afecta a centenares de millones. Así, y con el mensaje del Jesús histórico, ese Jesús de los empobrecidos del que tanto nos enseñó, se dio en la palestina del primer siglo, Houtart se convierte en un referente más para quienes sueñan –y soñamos– por un mundo mejor y más justo. Podría tal vez haber escrito una reseña sobre su vida y todo su acumulado teórico, práctico y de resistencia, pero tal vez su ejemplo de compromiso y amor incondicional me llevó a traer un recuerdo que sirva de pretexto para homenajear al maestro, el mismo a quien nuestro Camilo conoció y aprendió, aquel que sigue y seguirá recorriendo caminos y sembrando esperanzas. Convencidos y convencidas entonces de que la experiencia y ejemplo del maestro Houtart, seguimos tras su sueño de una comunidad universal, libre y justa, acudimos a su legado con el firme propósito de continuar tras su senda, la de nuestro Camilo y todos aquellos y aquellas que como el viejo son un ejemplo de amor eficaz.

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François

Houtart (1925 - junio de 2017)

“El bien común debe prevalecer sobre el bien individual, cuando en el capitalismo, es el bien individual que prevalece sobre el bien común”. Houtart


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