Por bélgica gante socialista vida by Pep Vílchez

POR BÉLGICA. GANTE, SOCIALISTA (1) Pocos pueblos hay tan interesantes, desde el punto de vista histórico, artístico y democrático, como Gante. Pueblo que ha sido grande, que ha sido eminentemente libre, que ha estado luego sometido a la más denigrante de las tiranías, que levantó con orgullo su cabeza e hincó la rodilla con resignación fiera; pueblo que, en medio de sus desdichas, dio al Arte días de gloria … Lo ha dicho muy bien Juan José Morato: “Gante es para el estudioso todo un compendio de filosofía de la Historia”.

El Ons Huis y el Vooruit

Pero es un compendio cuyo estudio sería necesario hacerlo obligatorio en las modernas escuelas proletarias, porque él enseña, mejor que cualquier otro, lo que pueden la unión y la constancia de la clase trabajadora. ¡Qué historia más interesante, más educativa y más hermosa ésta, que nos muestra a los tejedores gandeses de la Edad Media en lucha desigual y cotidiana contra el feudalismo y contra la nobleza, por la defensa de los fueros y de las libertades de la comuna! En ella vemos cómo aquel obscuro tejedor, Pedro de 1

Coninc, a la cabeza de sus compañeros, trasportados por su elocuencia, logra, después de la victoria sobre Chatillon, en 1302, instituir los gobiernos revolucionarios. Y vemos también con qué ardor, con qué entusiasmo aquellos proletarios defendieron sus libertades contra la Monarquía hasta humillarla por completo en Courtrai con la derrota de Roberto de Artois. Sería necesario contar toda la historia del Condado si quisiéramos dar una idea del movimiento grandioso del proletariado flamenco en defensa de su libertad. Fue un español, nacido en Gante precisamente, el emperador Carlos V, el que en febrero de 1540 borró con su espada, con su mal humor y con su odio hacia los humildes, todas las libertades que el pueblo de Gante había sabido conquistar. Y aún cuando los tejedores volvieron a instaurar el gobierno comunal, apenas el sanguinario duque de Alba hubo sufrido las derrotas en Holanda y en Telandia, Gante no volvió a ser ya la ciudad revolucionaria y libre de la Edad Media. Carlos V mezcló la decadencia de Gante, que a comienzos del siglo XIX era una ciudad pobre y sin industrias y que sólo contaba con 58.000 habitantes. Pero así como en la Edad Media supieron vencer todos los obstáculos y a pesar de las derrotas en Mons-Puelle, en Cassel, en Rosebecque, en Grave y en Lieja tuvieron coraje para conservar la mayor parte de sus libertades, así, después de la tiranía feroz de los Austria, supieron acumular energías para vencer y ser libres de nuevo. Pues si en el siglo XV eran los ganteses modelo en Europa, no sólo por la defensa de su libertad sino por su instrucción, puesto que “casi todos los aldeanos” –dice Guicciardini- sabían leer y escribir y la mayor parte poseían principios de Gramática y Retórica”, en el siglo XIX han sido también modelo en la cooperación y la lucha democrática francamente socialista.

Su espíritu comercial, unido al amor ferviente hacia los ideales de libertad y democracia, los ha colocado, en el Continente, en primer lugar entre los pueblos que luchan por su redención. “En la Edad Meia –dice Taine- los flamencos fueron con los italianos los primeros que en Europa llegaron a alcanzar la prosperidad, la riqueza, la seguridad, la libertad y todos los bienes que hoy nos parecen propios de la Edad Moderna”. Esa prosperidad, esa seguridad y esa libertad ha sabido conservarla Gante a través de las miserias provocadas por las invasiones y por el despotismo, gracias a la energía de su buen sentido y a la fecundidad de su trabajo perseverante. Y es por eso por lo que hoy un querido compañero nuestro, Anseel, puede decir serenamente hablando de su gran obra de cooperación socialista: “Sí; en Gante la gran industria, las quintas, el mar, todo nos atrae. Somos comerciantes, vamos convirtiéndonos en industriales. Seremos un día grandes arrendatarios de tierras de cultivo, seremos armadores. ¡La bandera roja atravesará los mares e irá de Gante a Nueva York!”

Taller de tejido

oooooOooooo El ejemplo de los 28 admirables tejedores ingreses, the equitable pioneers of Rochdakem que en ese pequeño pueblo cercano de Manchester echaron en 1844 las bases del movimiento 3

cooperativista moderno, fue seguido sin éxito, como se sabe, en Francia y en Alemania. Veintinueve años más tarde, en 1873, 30 pobres tejedores, de esos tejedores cantados por Heine, descendientes de aquellos que resistieron a los condes de Flandes y a los reyes de Francia, reunidos en Gante, acordaron fundar una cooperativa panadera. Durante dos meses y medio contribuyeron, cada uno, con 50 céntimos semanales, y así llegaron a reunir el capital social de 150 francos. Con esa fortuna alquilaron un sótano, pagaron una artesa y un canasto y compraron a crédito un saco de harina. Tal fue el principio de los Vrije Bakkers (Panaderos libres), predecesores del poderoso Vooruit. El primer semestre, los Vrije Bakkers no consiguieron obtener beneficio alguno; durante el segundo semestre lograron ya economizar 6 céntimos por pan, y desde entonces el negocio empezó a prosperar. No tenía más finalidad la cooperativa de los Vrije Bakkers que la de proporcionar a sus asociados pan en buenas condiciones y a más bajo precio que en las tahonas particulares. Era una cooperativa burguesa en manos de trabajadores; y aunque la obra era meritoria, no respondía, sin embargo, a las ilusiones que algunos de sus miembros se habían forjado. Se quería una cooperativa, sí, pero que la mismo tiempo que diera el pan y otros artículos en condiciones ventajosas, proporcionara a la clase obrera el pan espiritual de su redención. No pensaban aquellos obreros, ciertamente, como un respetado maestro y querido correligionario argentino, que dice: “Hagamos cooperación por la cooperación misma, sin propósito partidista alguno, sin grandes segundas intenciones, simplemente para comprar mejores y más baratos nuestros artículos de consumo”. Pensaban aquellos admirables luchadores “que la cooperativa socialista, por lo que respecta a la gran masa de cooperadores –dice Víctor Serwy-, proporciona educación económica, sugiere hábitos de solidaridad e introduce la idea socialista en medios hasta entonces refractarios. Al comer nuestro pan sazonado con folletos y circulares se ingiere al mismo tiempo algo de nuestros principios”.

En 1889, Edmundo van Beveren, de imperecedera memoria, y 149 cooperativistas decidieron separarse de los Vrije Bakkers y fundar una cooperativa netamente socialista. La sociedad de tejedores les prestó, para gastos de instalación, 2.000 francos, y en 1881, esto es, pocos meses después, la cooperativa socialista Vooruit (Adelante) inauguraba su primer despacho en el local Zachens, de la calle St. Gilles. En 1884, dos años más tarde, el pequeño local Zachens resultaba ya demasiado estrecho: el Vooruit se vio obligado a comprar en el centro de Gante una antigua fábrica, en la que se instalaron la panadería mecánica, el teatro, el café, la biblioteca y las secretarías de diferentes Sindicatos. A partir de ese momento, la población obrera de Gante se adhirió en masa a la cooperativa, y el Vooruit no ha dejado de acrecentar cada vez más sus beneficios.

Biblioteca y salón de conferencias

Estas cifras darán una idea de la prosperidad del Vooruit : En 1881 se fabricaban 1.057 kilos de pan semanales; en 1885 llegó la fabricación a 17.500 kilos por semana; en 1890 a 50.000; en 1907 a 95.000 y actualmente pasan de 100.000 los kilos de pan que fabrica semanalmente el Vooruit. Las entradas de la panadería han sido: 1.030.326,26 francos en 1907; de 1.162.473,26 francos en 1908 y de 1.326.227,43 francos en 1909 (último balance).

Rl kilo de pan que en 1881 pagaban los ganteses a 36 céntimos y en 1885 a 27, lo obtienen hoy por 23, pues aun cuando les cuesta 32 céntimos la ficha (le jeton), a fin de mes, que es cuando se reparten los beneficios, el Vooruit abona 9 céntimos por ficha, o sea por cada kilo. El beneficio se entrega en bonos, y como en la cooperativa además de la panadería hay ultramarinos, carbonería, farmacia, mercería, etc., los cooperadores obtienen una ventaja positiva con ese dinero que no puede malgastarse. oooooOooooo Bien pronto el Vooruit tuvo ocasión de demostrar la necesidad de la cooperación netamente socialista y de hacer ver que no solamente se había colocado en teoría dentro del terreno de la lucha de clases, sino que aprovechaba las circunstancias dolorosas para probar su solidaridad con la caja abierta. Emilio Corrales Gante, julio 1910 VIDA SOCIALISTA Núm. 33, 14 de agosto de 1910 POR BÉLGICA. GANTE, SOCIALISTA (2) La cooperación socialista se había instituido, no tan sólo para que fuera “la vaca lechera del Partido”, según frase de Vandervelde, sino para ayudar a la clase trabajadora, sin distinción luego de partidos ni creencias (como se vio en la huelga de canteros de Quenast, hecha por obreros católicos a los que sostuvo la Maison du Peuple, de Bruselas) en su lucha contra la burguesía. En 1885 durante la célebre huelga de los mineros del Borinage, el Vooruit envió a los obreros en lucha 15.000 panes. Después (como se vio, por ejemplo, en 1902) no solamente ha contribuido con pan, sino con dinero, al sostenimiento de las huelgas. “Así es como deben obrar, en la medida de sus fuerzas –dice Maurice Lauzel- todas las cooperativas que se adhieren al Partido Socialista” y así es como se ha conducido y conduce este admirable Vooruit.

Pero los hombres decididos y valientes que están al frente del movimiento cooperativista gantés, quisieron mostrar de manera más palpable aún, hasta donde pueden llegar para la clase obrera, las ventajas de la cooperación socialista, inteligentemente conducida. Y en mayo de 1897 quedó constituida la Caja de pensiones gratuitas del Vooruit. Abseele, el antiguo tipógrafo hoy diputado y regidor de Gante, ese hombre admirable por su actividad, por su energía y por su inteligencia, fue el que propuso la creación de las pensiones. “Parece empresa quimérica y nada fácil –decía Anseele a la Asamblea-, pero ¿es que no estamos ya acostumbrados nosotros a la realización de cosas difíciles? ¿Habéis creído alguna vez, habéis pensado que fuera humanamente posible obtener una pensión dando a componer el calzado viejo comprando un litro de lecho o un kilo de pan? Pues bien, vais a verlo”. Y la clase trabajadora de Gante lo ha visto, ya perfectamente.

Fábrica de cerveza

Los miembros que forman parte de la cooperativa desde hace veinte años y han comprado en ella por lo menos 150 francos anuales, cobran a la edad de 60 años una pensión anual y gratuita de 120 francos. Los que han hecho en la cooperativa gastos mayores, pueden obtener una pensión de 300 francos como máximum. La viuda hereda la pensión del marido. 7

He aquí el cuadro de las sumas pagadas por la caja del Vooruit. A sus miembros. AÑOS 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908

Pensionados 42 49 50 52 66 75 116 118 153 190 215

Francos 4.574,76 5.075.08 5.377,76 5.630,27 7.417,04 8.148,44 11.443,50 12.759,15 16.914,60 20.597,72 24.323,12

Hasta 1908, por lo tanto, 215 pensionados habían hecho valer sus derechos. Veinticinco habían muerto ya en esa fecha: eran pues 190 ancianos los que, hasta hace dos años, gozaban de la pensión. En once años los pensionistas del Vooruit han recibido 121.961,44 francos. Además, los antiguos empleados de la cooperativa gozan de una pensión de 300 francos por año, pero ésta no debe confundirse con la que se paga a los compradores. ¡Qué obra tan hermosa la del Vooruit, qué potencia bienhechora la suya! “Al comprar jarabe o vinagre –dice Anseele- al echar medias suelas a los zapatos, al comprar un regalito para la mujer o para el marido, el aguinaldo para la abuela o el juguete para el chico, se trabaja para la pensión del padre .. ¡Esto es ennoblecer el comercio; uno de los lados hermosos de la cooperación; una de sus grandes cualidades moralizadoras! En caso de enfermedad, los miembros del Vooruit tienen derecho a la asistencia médica y a recibir gratis las medicinas necesarias y un 8

pan diario; todo durante un año y por el sólo hecho de haber pagado ¡0,05 céntimos semanales! La clínica de la mutualidad socialista Bond Moyson –llamada en homenaje a un célebre médico socialista- está ubicada en el Marché au Fil, en el mismo terreno que ocupó, en 1884, el segundo domicilio del Vooruit. Ese viejo local fue derribado en 1903 para edificar la clínica. La construcción, que es sencilla, dispone de toda clase de comodidades. Las salas de cirugía, en las que se hacen de 30 a 40 operaciones diarias –gratis para los miembros del Vooruit-, están dotadas de los más recientes y perfeccionados aparatos. En caso de alumbramiento, la familia recibe gratuitamente, durante una semana, carbón, pan y comestibles, calculado por el término medio de la compra semanal. Además, la confitería del Vooruit regala un gran gateau. Existe en la gran cooperativa gantesa una Caja de Ahorros. En ella se da un interés de 3, ½ por 100. Son 3.000 los cooperadores que imponen sus ahorros en la Caja socialista. Las sucursales de la Sección de comestibles del Vooruit tiene en Gante, son 20; las de la zapatería, 4; las de la Sección de tejidos, 3. Las farmacias del Vooruit son 7. Posee además una carbonería, dos cafés y una magnífica fábrica de cerveza.

Local para fiestas

Las entradas de la carbonería, en 1909, fueron 427.849,80 francos; las de la cervecería, desde diciembre de 1908, en que se inauguró, hasta el mes de agosto de 1909, se elevaron a 35.225,19 francos; la entrada total durante el ejercicio de 1908 a 1909, en los veinte despachos de comestibles, fue de 984c017,90 francos. El café de ka Casa del Pueblo tuvo una entrada de francos 41.609,52. La participación de los miembros en la panadería solamente, fue en 1909 de francos 245.619,79. En la Sección de tejidos, muebles, etc., francos 26.204,43. He querido dejar constancia de las anteriores cifras para dar a los lectores de VIDA una idea de la importancia social y comercial de la gran Cooperativa socialista de Gante. Pero para que la idea sea más aproximada no estaría de más copiar el activo del último balance del

Vooruit número uno, es decir, el edificio de la plaza Marché du Vendredi. Helo aquí:

Caja Banco, fondos públicos, diversos créditos Muebles 386.228,26 Edificios 1.953.819,14 Máquinas 180.479,46

Francos 3.135,91 1.927.011,86

2.520.526,86 723.030,93 5.173.705,56

Mercaderías TOTAL

El capital de reserva y fondos de amortización era en 31 de agosto de 1909l de un millón 635 mil 922 francos con 57 céntimos. “Este capital –dice el balance-folleto de donde saco el datoconstituye la fortuna de la Cooperativa Vooruit”. La Cooperativa gantesa sostiene el diario Vooruit –órgano socialista de lengua flamenca-, la Federación socialista, la orquesta – considerada la mejor de Gante-, el Orfeón, de uno y otro sexo, Hijos del Pueblo (que hace un viaje anual de dos semanas al Extranjero), los Círculos dramáticos, las secciones gimnásticas, las Juventudes socialistas, la biblioteca; en fin, subvenciona todo aquello que contribuye a elevar las condiciones morales e intelectuales del proletariado gantés. No han querido tan sólo los hombres que están al frente del movimiento hacer cooperación para disminuir el precio del pan y aliviar un poco la miseria de la clase obrera; han querido también iluminar su conciencia de clase oprimida, desarrollar su inteligencia y hacer, en fin, de cada militante un hombre inteligente, decidido y fuerte para que ocupe su puesto con honor y provecho en el ejército de la Revolución social. ooooOoooo 11

Los dos edificios de la cooperativa en la plaza del Mercado del Viernes, son de construcción reciente. Uno, el Vooruit, fue inaugurado en 1899; el otro, Ons Huis (Nuestra Casa), ha sido edificado en 1900-1902. El arquitecto, Fernando Dierkens, ha levantado un monumento con esos dos palacios suntuosos, de líneas elegantes y detalles llenos de vida. Palacios que contrastan en el espacioso marco de la gran plaza, que los echa luz a grandes bocanadas por la inmensas ventanas de sus fachadas –con las estrechas y pequeñas casitas flamencas, cuyos ladrillos piden lastimosamente una piqueta bienhechora. El Vooruit. Como ya se ha dicho, estuvo ubicado al principio, en 1881, en el local Zachens de la calle St.-Gilles; en 1884, a consecuencia de su desarrollo comercial, se instaló, con la panadería mecánica, en un especiosos local del Mercado del Ailo; pero, y a pesar de los ensanches que cada año se efectuaban, y a pesar también de que en 1888 la panadería se trasladó al edificio construido ex profeso en el bulevar de la Industria, en 1894 tuvo que adquirir una gran casa burguesa del Mercado del Viernes para instalar cómodamente sus secciones. Un incendio destruyó el inmueble en 1897, y entonces el Vooruit construyó el actual palacio en el mismo sitio, inaugurándolo en 1899. En el Vooruit, que es un suntuoso salón en cuyo centro se destaca una soberbia escalera adornada con plantas, están instaladas las secciones de tejidos, confección, zapatería, mueblería, etc. En los talleres de confección, las máquinas de coser son movidas por la electricidad. Las planchas se calientan también eléctricamente. Las costureras cobran de 12 a 15 francos semanales. Todos los obreros y empleados del Vooruit trabajan ocho horas. El sueldo mínimo de los panaderos es de 4,50 francos día. Dato curioso: Anseele, el alma de la cooperativa, que durante tantos años ha sido el Administrador del Vooruit, no ha ganado nunca más de 40 francos por semana. El Ons Huis (Nuestra casa o Casa del Pueblo)

fue construido por la cooperativa “Albañiles Unidos” que también ha construído el Vooruit, la panadería, la fábrica de cerveza, la “Imprenta Popular”, etc ., y que ha ejecutado ya trabajos, sólo para el Vooruit, por valor de 2 millones y medio de francos. El Ons Huis, que es propiedad del Vooruit, consta de seis pisos. En la planta baja está instalado el café, hermoso salón decorado con pinturas alegóricas y adornado con exquisito gusto. Alrededor de sus mesas pueden tomar asiento, cómodamente, 350 personas. En el segundo piso está la biblioteca. Es un espacioso y cómodo salón lleno de luz; en sus estantes hay 10.000 volúmenes. Esta abierta el domingo por la mañana y los lunes y jueves de cinco a ocho de la tarde. La biblioteca es pública y gratuita. Los libros se prestan siendo lector inscrito; para serlo basta con adquirir una tarjeta, que sirve para siempre y que sólo cuesta 5 céntimos. Los libros se pueden tener en casa durante quince días; para tenerlos un mes hay que pagar 2 céntimos. En el reglamento de la biblioteca hay un artículo, el 8º, que dice: “Cuando en una familia hay enfermedad contagiosa, el lector debe informar inmediatamente el bureau; las obras prestadas se busarán a domicilio y serán desinfectadas.” La biblioteca, que está administrada por el “Club de Propaganda”, presta 27.000 volúmenes por año, término medio. En el cuarto piso del Ons Huis está la gran sala para asambleas, conferencias, fiestas, etc, En los demás pisos están instaladas la Secretaría del Partido Socialista y las de todas las Sociedades Obreras de Gante. Los secretarios retribuidos son diez: ocho, pagados por Sociedades gremiales, y dos, por el Partido Socialista. Para formar parte del Vooruit se pagan sólo 25 céntimos, al tiempo de inscribirse, y esto en pago de la libreta que lo acredita socio. Al primer reparto de beneficios se retira de la cantidad total un franco, como cuota-parte del nuevo miembro en el capital social. oooooOooooo

En 1884, poco tiempo después de haber sido creada la Cooperativa, el Partido Socialista Belga sintió la necesidad de poseer un órgano en Gante, y empezó a publicar el Vooruit en lengua flamenca. Un año más tarde el Partido instaló la “Imprenta Popular” –que es donde se imprime el diario- y una librería. En 1901, el diario Vooruit, que ha marchado siempre al mismo paso de la Cooperativa y del movimiento sindical y socialista gantés, en la necesidad de instalarse cómodamente, compró la antigua casa de la Corporación de los Plateros y montó en ella una imprenta modelo. En 1908, en vista de la asombrosa prosperidad de la “Imprenta Popular”, hubo necesidad de comprar la casa inmediata con objeto de ensanchar los locales. La Volksdrukkerij (“Imprenta Popular”), de Gante, es, sin exageración de ninguna especie, realmente un modelo en su género. Sus talleres, especiosos y aireados, reciben la luz por las inmensas claraboyas que constituyen el techo; la higiene, la limpieza que en ellos se observa es netamente flamenca, que es tanto como decir casi exagerada –suponiendo que exista exageración cuando se trata de la higiene. En esos talleres, dotados de máquinas de los tipos más nuevos y perfeccionados, se imprimen, además del Vooruit y De Werker (El Obrero) –diarios socialistas-, cuatro semanarios socialistas agrícolas, la revista socialista De Waarheid (“La Verdad”), seis órganos de otros tantos Sindicatos e infinidad de libros sociales, científicos o literarios en francés y flamenco. En 1903, y esto dará una idea de la prosperidad creciente de la imprenta socialista, puso en circulación millón y medio de folletos; en 1905 la cantidad pasó de tres millones; en 1907 imprimió más de cuatro millones, y actualmente son cerca de cinco millones de folletos los que la Volksdrukkerij pone en circulación. El personal de la “Imprenta Popular” se compone de 80 individuos entre obreros y empleados.

Edita la imprenta socialista la biblioteca Germinal, obra de propaganda eminentemente popular. Germinal –que se publica separadamente en francés y flamenco- da 20 folletos anuales de 40 o más páginas por 1 franco, cuando se paga en una vez. Abonándose a los vendedores del Vooruit, se pagan 2 céntimos semanales. Esto, en Gante; por 2 francos anuales Germinal se envía al Extranjero. Los folletos de la biblioteca Germinal tratan de todos los asuntos y se refieren a todas las ramas del saber humano. Socialismo, Filosofía, Pedagogía, Religión, etc. Están escritos por autores de renombre universal, por ejemplo: Jaurés, Vandervelde, Destrée, Luis Bertrand, etc. A Germinal están suscritos más de 20.000 miembros del Partido. Los Sindicatos, Cooperativas y grupos políticos, han abonado de oficio a sus socios. oooooOooooo El Palacio de las Fiestas, de Gante, es también una prueba del poderío de la gran Cooperativa socialista Vooruit. Ese palacio, de construcción relativamente reciente y que está situado en el centro de la ciudad, fue edificado por la “Real Sociedad de Coros”, llamada también Dervinne. Durante mucho tiempo ha sido el punto de reunión más elegante de la alta burguesía liberal de Gante. Arruinada y deshecha, a pesar de todo, la aristocrática Sociedad, el Vooruit compró en 1896 el magnífico inmueble, haciendo de él un Palacio de Fiestas para la clase obrera. En ese palacio hay una biblioteca, bastante rica; un teatro, que resulta ya demasiado pequeño; un especioso café y un jardín capaz para 7.000 personas. oooooOooooo

Una de las obras importantes que el Vooruit ha contribuido a formar, es la Cooperativa “Tejedores Unidos”. Esta Cooperativa posee, desde 1903, telares para la fabricación de géneros de algodón, El personal se compone de 90 obreros. En 1907 la cifra de negocios se elevó a 800.000 francos. “Los principios –dice un informe que tenga a la vista- fueron duros; pero el éxito ha coronado ya los esfuerzos, y los socialistas ganteses esperan, que en fecha no lejana, se fabriquen en la Cooperativa todos los tejidos, de hilo y de algodón, necesarios al proletariado belga”. No es sólo, como ya hemos visto, el mejoramiento económico del proletariado gantés lo que preocupa a los admirables directores de ese movimiento tan interesante y tan hermoso, sino también su elevación física y moral en todos los órdenes de la actividad humana. El ejercicio de los derechos políticos, es estudio de las cuestiones sociales, la contemplación de las bellezas artísticas, los deleites del arte musical, todo, en fin, hasta la gimnasia, que proporciona energías corporales y espirituales, está sabiamente combinado en Gante. ¡Obra grande, trabajo admirable, profundamente educativo e intensamente revolucionario! Si la cooperación socialista es el embrión de la sociedad colectivista –según la frase de Vandervelde-, el Vooruit de Gante es el germen de la transformación social. Yo quisiera hablaros de la educación política de estos obreros ganteses que envían a un Municipio de 39 miembros 12 representantes suyos y 2 diputados a la Cámara sobre los 11 que elige el distrito; y todo esto a pesar del régimen de “las cuatro infamias”, que concede un voto al obrero y cuatro al burgués. Yo quisiera hablaros del sentimiento artístico de estos trabajadores, que al ir a comprar pan pasan por el Estudio de los artistas Van Biesbroeck –gloria de Gante- para contemplar las producciones que han de volver más tarde con medallas de oro, de París o de Munich.

Son los mismos que resistieron a los condes de Flandes y a los reyes de Francia; son los Jacques del siglo XIV; son los sometidos altaneros de Carlos V; los que dejaron solitarias las calles de Gante para ir a morir en defensa de la libertad ante el fan谩tico, cruel y sanguinario duque de Alba. Son los mismos de siempre, que no luchan hoy con las armas homicidas, pero que se organizan en Cooperativas de producci贸n y de consumo preparando el momento de la Revoluci贸n social. Emilio Corrales Gante, agosto 1910 VIDA SOCIALISTA N煤m. 34, 21 de agosto de 1910