Es hora de embriagarse, con poesía. Número 2-3

Page 79

EL DUEÑO DE LA FIEBRE La cálida tarde se recrea en calimas resecas, sol de agosto sin lástima que ahueca la vida, flamígero bochorno. Exánimes bajo el dorado manto, inermes a la ingrata caricia permanecemos. Mundo inmóvil, vertical que se sostiene sin sombra, silencio, ingravidez de las horas que rehúsan su medida, aliento en levedad. Avanza el fuego del astro despiadado. Sin nada que oponer nos detenemos que el tiempo de rondar caminos desdeña la tarde abrasadora, abdica el cuerpo en la pereza, sol de agosto poderoso, y nada aletea en la distancia entre el cielo y la tierra. Soberbio rey de la jornada no elude nadie tu conjuro, sol implacable. El dueño de la fiebre avienta el soplo incandescente.

ilustración por gsus bonilla

79


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.