Coyote Sorge - Corrosión y Gracia

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fotografías: Coyote Sorge contacto: con.all.tra@gmail.com diagramación y diseño: Penumbra Producciones http://penumbranido.blogspot.com/ edición y distribución: D-Escritor Ediciones http://www.d-escritor.net/ 2009 - 2011, Santiago, Chile.




por Coyote Sorge


Ésta es la trascendencia de éstas palabras: no son parte de la corrosión, ni exclusivamente de la Gracia; mayores a la corrosión, menores a la Gracia, y su producto. No son carne, hálito, idea ni doctrina, no son esbozo ni roce, no sólo nada de ello, no son sólo el autor ni parte final en el lector, ambos morirán y seguirán siendo. Serán premiadas, elogiadas, recitadas y rezadas, vituperadas, ignoradas, calumniadas y menospreciadas, pero seguirán siendo, y tras el fin de todo lo conocido, ya habrán formado parte de muchos o yacerán en el abismo, pero ciertamente ya permanecerán en la memoria indemne del Absoluto.





“My body is a cage”*

I.

No cesa Tu llamado y hierve mi sangre por Tu presencia, sustantivo de mi vida que Te predica, viajando irrefutable en la luz matinal que me desayuna y la noche que también eres Tú, la verdadera noche que devora a infames, que evidencia al cobarde en su huida a los sueños. Tu me lloras por las calles, esperándome, y yo me asomo apenas agonizando lo que permitiste sucediera conmigo hasta el bendito día que grabaste a fuego en cada hueso mío, Tu memoria de bestia magnífica, indomable, regente y terriblemente sabia.

(*) ♫ Arcade Fire, "My body is a cage"


II.

¿llamas al nombre que custodia mi siniestra? No le conozco el rostro pero él me conoce de memoria Mi arma descargada ha hecho nacer nidos huecos en los cuerpos por los que se transmutó mi odio en túnel (mi madre aún apunta anhelos en esquelas con dibujos de Sarah Key) ya ve la luz mi adversario bienvenida al final del Túnel que es también adiós y de mí expurga la puerta cerrada yo también soy él y él en mi al tocar de campanas quizá confraternizados al ya nada más que decir (en el pasado se concilian


lo que fui y lo que me hicieron ser) no quedan mĂĄs balas y en mi silencio no hay pena (la llamada "inocencia" tambiĂŠn es una forma de coerciĂłn para resultar ser lo que se es una excusa para no seguir llorando y tragar la amarga saliva)


III.

escribir con el ritmo con que llega la ceguera cuando la letra es corrosión de la piel y sus rubores estirpe de calor y heridas flora de la memoria fauna de pálpitos idos en ésta figuración signada en páginas que nos sobrevivirán un poco más que ha nosotros escribir con el ritmo con el que se anuncia el derrumbamiento de nuestros cuerpos con la letra que es conmoción de los rieles y caminos que estampan la tierra con últimos pasos.


IIII.

hablar y reluce el latir que tú inspiras… Tu promesa y tu mirar que me jalan remolino de todos los elementos, pasando de una era a otra, esperando mi retorno – ponme tu anillo, las vestiduras que guardabas para mí, mi figura relucirá en tus lágrimas magnánimas de padre eterno padre. que es pura víspera de luz quemante de lo último que queda en tiniebla hambrienta en el verbo, en el silencio rajado semilla peregrina aquí, cuando mi alma es destilada nostalgia Tuya víspera apretada con brío anhelo ácido, imperativo de ser cada hueso mío, tu memoria de [bestia magnífica] (cuando mis palabras terminen rompiendo contras tus rocas en la orilla, faldas del desfiladero donde asoma tu faro, cuando me enmudezcas con infinito, será mi furia y mi angustia las que aúllen, filiales, monstruosas, a ti que nos pariste en luz – dentro de ti, sonriendo regente) hazme hijo tuyo! no soporto la sombra esquiva, inconclusa que Te sugiere, que relega al sesgo Tus benditos pensamientos sobre mí,


quiero voltearme y saber que allĂ­ podrĂ­a encontrarme Contigo, conciliados y marchitando al fin esta amnesia.

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Réquiem. I

calavera. Qué dirás entonces ante la negrura sino que fuiste inevitablemente estuviste la eternidad te recordará (si es que no te demolieron los dientes o te royeron hasta dentro triturado) (¿qué haría el cosmos sin tus despojos pulverizados sin un sitio una zona exacta donde despedirnos siempre?) vestido de blanco llegarás sonriente desde el primer llanto desde dentro sonriente hasta el último aliento.


II

ya sin hambre de sol apellido de hondura ganado entre balidos arrastrando el cosmos a mear y cagarse en los pantalones defecando y orinando con la mueca de los trasnoches y el cansancio en la cara hasta el borde de la cama los salarios y la decepción (¿caben tantas espinas en el cementerio?) toma de mi carne esa hambre tuya de lo áspero para irme registrando ya en tu existencia permanente que no es la mía, que se va no tengo hambre de sol ni la luna, que escupo ya no brillo


ÂĄHey Tiempo! me hago uno con mi espina habrĂĄs de recordarme, asĂ­, sediento y no de ti.


III

también te abrazo compartamos el pan, así sea lo último con que nos atragantemos. Yo también fallé - ¿más té?, aquí está el azúcar, ya va a hervir mi sangre, digo, el agua, sírvase, llore, le convido de mi mesa golpéela con el puño, pero que no le quede un muñón necesitará las manos, por último pa’ asestarle un puñetazo a la última muralla con su sombra a mí ya no me queda sombra sino fíjese, lo único que hallará será mi voz errante corrosiva en los palacios del tiempo y la mierda - por dentro voy de blanco y sonriendo.


IV

¿qué cielo benefactor? ¿qué tierra fecunda? aquí dentro me estoy diluyendo en Tu nombre que me rasco en lo interno – sí, ya lo dije me pica, y tengo que apagar las luces, ¿Quién dijo que habría que iluminarse? callar al mundo, desconectarse un rato, aplastar su joda tirándoles encima mis párpados que caen más pesados que sus calumnias y todo para Hallarte quien lo diría que no era mirar hacia arriba ni pensar en Ignorarte sino hacer caso omiso a obediencia por omisión a la desazón de dejarse de pavadas sin seguirle el cuento a todo lo que sol alumbra sino a Tu voz insistente entre el oscuro refugio que Te fuiste abriendo en mi pecho


mi noche mis habitaciones en mi palacio quedo de callarme Acariciarte hasta la última lågrima antes de volver pa’ la calle o las horas.


V

amanecer. Cuando se marchita el resentimiento también algunas sonrisas del implacable consuelo que muere y retorna – otro día machacado el hastío la desesperación, a fuerza del azul amanecer continuar el ciclo, que me obvia que a todos obliga me rindo. Atenazado el corazón entre tus dientes de amanecer recibo tu sangre brava serenidad de depredador exitoso me descueras del tiempo y mi carne, aún palpitante te exhibe su rostro vivo - ven, tómame, mi huella será nutrirte y mañana, mañana volveré otra vez.


VI

inventario antes de irse.

sangre ventana opaca a la profunda herencia red de gemidos y silencios de las edades acumuladas por la tierra que nos arrastra [] erraste en el precio: no era de agua sino de sangre. que tu aliento cifre la puntuaci贸n de este discurso arrollador al menos un intento de claraboya de antena en medio de la tormenta incesante que nos margina nos relega a murmullos


unirnos para resistir - no es tan inmensa la tarea sino que saber al enemigo

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La noche, vaho de escombros y el olor a maleza, incendios, una bella mujer que fuma y se desvanece en banalidad. Caballos de madera no traen en el vientre ninguna emboscada, nada mas que la melancólica sensación que no son más que eso: madera ha desbaratar por el combate impuesto por la humedad y la pudrición aunque el calor también mata, masticando, triturando, pero el combate mismo es un accidente luminoso en la noche cósmica que lo envuelve todo.

Sábado 20 a Lunes 28 de Marzo, 2010.


[ "sequía y sin verso..." ] sequía y sin verso caer hacia el silencio no hay nombre que ronde apenas un atisbo de deseo (la máquina aún está prendida, cómo no?) se dice ave cómo se dice despeñadero se dice camino como se dice hondura y mi quedar sin palabras es la mismidad de la ventana y la carne éste momento podría ser el último de no ser así, habrán verbos que insistir, en Silencio con seducción de aminorar de crear un margen para desplazar el derecho a duda y solemnidad

(mi indiferencia no tiene que ver contigo es la ventana por donde desplazo mi comunión)


Pesar de La buena vida.

llegó la calcinante luz de la Tarde y a la Tarde le pregunté por ti mientras escondía el rostro, insoportable su presencia pero necesaria – apreté los dientes, involuntariamente esperando la respuesta, y la Sombra compareció, y como la Tarde, me contó también de tus pasos cuando el último hueso tuyo cayó en la negrura, aún iban tus pasos aplacando el Olvido que amenaza, y a mi se me atochaban los días en la luz que golpeaba mi frente. ¿qué anhelo es este, malparido, atochado en sollozo inesperado? No hay respuesta subterránea, tuya, que responda a mi invocación oprimida. Tarde se fue, Olvido también, Sombra se escabulló, hubo una noche completa esperando encerrarse en mi mirada, en tu lugar vacío, en este desaire de tu desaparición.


Thrasher.*

para seguir, por entre los escombros mucho queda por doler, otro tanto más para sonreír, celebrar aún con los que quedan quiero decirte: quedan muros aún mi carne las va traspasando, sabe y quedan contusiones con las que te puedes hermanar un abrigo en común y más lluvia que nos disculpa y cae aún ¿nuestras sombras? espectros a los que hacer recordar “vamos de paso, vamos de paso” y cantar así que nos vamos deslizando desdelútero a lo negro y de vuelta alcanzando andamios que prometen el seno eterno del Cha-dai ennoblece mis lágrimas, estrechándome ven y agoniza que mi silencio también es nido quiero mirarte, antes de un posible


cataclismo, que también te haga sentir “se nos va la familia, se nos va…”

(*) ♫ Neil Young & the Crazy Horses, "Thrasher"


["Que este extraño otoño, no traiga consigo tu caída."] a Roberto A. T.

Que este extraño otoño, no traiga consigo tu caída no seas tú el que se pierde, sino una hoja anónima de esas de tantas calles y charcos, pero tú no. La que te espera ha aprendido el amor de nuevo, ese juramentado y arrojadizo, que echaste en carrera y le supiste dar otro brillo a esos ojos, que ahora te esperan. No, que no te trague por tanto tiempo el silencio lo secreto, las incertidumbres, vuelve, que te traigan de vuelta y mirando, vuelve a esos brazos que te esperan. Podremos perdonar un error o dos, pero no que el silencio lo secreto, las incertidumbres, te nos roben tan pronto que te veíamos, tan pronto te escuchábamos. vuelve, o que te devuelvan, mirando y escuchando.


El destello.

argucia del Amor para quebrar el fondo (¿quién dijo que era eterno lo hondo de lo oscuro? oropel, oropel de hostias abortadas – OFF) argucia del Amor, una respiración de faro (de anular el vuelo triste dentro las rocas apertura de un huevo milenario cáscara durísima y pesadumbres) el sol en el ojo del ave y su sombra rozando el camino, el consuelo del caminante. (perdón que corroe fósiles, hasta la perla de sonrisas una danza airosa – difuminación

edades paralizadas

crematorio cenizas mortuorias directo al corazón / calcinante de las estrellas)

[]


[ "El Tiempo no me quita la sonrisa..." ]

El Tiempo no me quita la sonrisa porque no creo en el cansancio del cuerpo sino en la vigilia perpetua del espíritu porque a la majadería del día duro a la noche y su moho persiste otro día otra noche la Duda que puede más conjeturas de perdón y tesón y que nadie duerme ni olvida a menos que una tajante renuncia a menos que la muerte que no creo en el horizonte que no creo en el cielo que no es azul es mayor y oscuro profundo y silente espasmos de estrellas y luz errante que creo con fe, no con contrato o sea con arrojo, no medroso que puede más el Misterio que el vivir calculando.


Entro en mi literatura pasada y aĂşn caen escombros.


[ "Te he de nombrar en medio del abismo."]

Te he de nombrar en medio del abismo de los que callan por fin, de los que duermen al fin cuando la noche se hace parte de mis palabras y la oscuridad el manto de mi mirada tocaré tu puerta, estrellada mi garganta con la vida y muerte que confabulan danza en mis palabras enterradas inmortales en los oídos del cosmos que escucha tocando tu puerta, oirás que las edades que se postran ante mi presente enroscan en mi fe sus guirnaldas y ofrendas para conminar tu quietud a escuchar quedo así oirás mi voz tras la puerta rapaz posada en tu ventana mi mirada retornada desde el cielo oscuro para decirte que despliegues tus alas despliega tus alas, despliégalas ahora que los demás callan su bulla muerta por una noche más su ajetreo agnósico y necio en sus ojos cerrados, cofres de


líquidos densos de tantos días apagados serenadas sus maldiciones con las cadenas que el agobio y sus labores ponen a su andar en descenso yo que puedo ser toda la noche, en breve silencio y guardar tras los párpados las promesas que el rayo terminará por coronar con el alba tu frente de madre tu frente de amiga, tu frente de amante.


Poema leve.

una pregunta rondando dando tumbos en los rincones hasta amanecerse sonámbulo de tanto despertar una palabra incierta un verso impreciso una desazón apretando el estómago, lengua seca sed sin saciarse hombre sin comer pared ósea contra la tiniebla acertijo crujiendo músculo dilatándose músculo retrayéndose inventario de metáforas estornudo de fragmentos lágrimas ahorcándose para repetir la mañana aunque avance y dispare sol el mediodía la tarde ese vagar reteniendo ese retener vagando dentro, y mirada perdida


hasta que el pie duele el ojo percata, se detiene respira, los rumores una conversación, desde lejos y el mundo adviene gravedad estoy caminando te estoy conversando mis huesos vibran mis músculos, su temperatura mi mirada la luz la lengua el labio el beso el viento la mano la nostalgia te advierto te recuerdo estás o no ya, no importa acá en el interior caso omiso al suelo que también es cielo remembranza divagar, tránsito.


Niña quieta.

a mi madre.

niña quieta te tengan paciencia los días que te miman con silencios que se apronte la sanidad de la herida, que la sombra no quiere ser más tu susto de la soledad de la que no es culpable la sombra tus sombras aunque tu voz se quiebre niña aunque a la madre la mengüe


las faldas humedecidas de lágrimas rincón y secreto y el lecho de la pausa. Sellada y vacilante capullo delicado cerrado y acechado por el invierno el invierno que invade tu dormitorio arropado de frío el capullo guarece sus pétalos como el silencio guarece las manos de una niña en su regazo quieto con huella de fuego y silencio, silencio que duele, aún – dice y se ordena la ropa se mira, en su encierro, como se miraría una muñeca, sin dueño, en la confidencia


de su pena jurada de sus simples y vulnerables alegrĂ­as. Esbozo de mujer.


Verso-Auxilio

a Suny.

quisiera escribir un verso que un día me diga “hasta luego” y se adentre en el bravo mar que como gran trozo de madera llegue hasta los brazos de un náufrago (escucha por mí verso amigo la serenidad de la profunda mar escucha por mí verso amigo la desesperación liberada de un hombre) que lo traiga hasta la orilla y yo lo mire prójimo que al extenderle la manta convidarle de mi fogata y cigarros negros me diga gracias


y yo “yo también estuve allí”


REMANENTE.

(su identidad exacta sigue sin conocer; algunos nombres ya están inscritos) dirán los diarios de la Gran Historia planetaria: “(eran el) sedimento precioso un destilado de los holocaustos sagrados zumo extraído del estrujar concatenado de la gran y pestilente masa bruta y extraídas de ella estas primicias pasará la masa a ser un montón de nombres al olvido consagrados al hambre de la Gehena las gemas escondidas silvestres, vocablos escondidos en los retoños de flores desconocidas anónimas al ojo profano con nombre signado en el corazón de Dios en medio de las habitaciones abandonadas de la escondida Babel restos preciosos


de las chispas que el viento petrificó de la espada encendida que rodeaba al Paraíso” y una voz sobreviviente aún recordará en medio de la melancolía menguante y de la alegría fatal, inmortal “yo iba por las calles las siluetas el sol dorado que despuntaba los insomnes los ciudadanos acicalados la somnolencia la prisa el sometimiento todo despertaba la ciudad la labor y la semana yo en mi pecho presentía el Fin pero también el infierno de que todo continuara igual”.

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Aficiones viles

clima de interferencias un renglón de separación como piso cubriendo globos inmensos de sangre gimiente antes del reventón profético producto de este lápiz aguja que cala la tierra y el cielo profanado hasta el corazón de la felonía endemia de afición a la muerte a pequeñas muertes insignificantes afición a irse sin dejar rastro y alimentar la vida de los que matan llorar por las calles sin grandes disgustos paliados en las estanterías y pantallas menguando la vida durmiéndola comprado ya el nicho vendida ya el alma ese hábito de lo menor lo vil saciando la calma sin llanto sin grito hábito de costumbres y comodidades de este pensante erecto de este inteligente parlante


a morir callado y saciado con nada grandes acontecimientos enredados en recorridos anónimos ultimados hasta el transitar sin nombre sólo una y poderosa ventura la de desaparecer, la de consumirse en lo consumido hasta lo último última gota que den las raíces secas, arrugada memoria de ascendientes borrados telúrica resonancia de las oquedades sembradas las últimas crónicas sin raíces secadas a la luz de la escritura remordido regazo que también las oscurece tragándolas última amargura.


Usted se sensibiliza porque aún cree tener un corazón. ¿Y qué si le digo que sus emociones todas son compradas, que usted las pone en arriendo, y efectivamente ya las tiene alquiladas cada día, que cada vez más expone sus sentimientos profundos a ser arrebatados por la algarabía arrasadora y constante de la hipermercantilización de emociones? Cree usted tener aún su corazón allí, ese un tapón para el hoyo que lleva ahí puesto tras los nervios y carne, tras la consistencia ósea, que traga y rumia nada más que ecos y sangrías de preguntas confrontantes sin contestar. Por eso usted lee. Se rasca la orilla de ese vacío, creyendo mantener aún esa picazón a la que le pone nombre. Su nombre.


Ya no hay niños.

cuántos fragmentos reunirás en tu corazón de hambre - 2 ojos en camino de brillo hoy opacos destila humo tu sangre apretada de apellidos cantando festín que destruye niños callados se comen a los niños se vuelven viejos, relativamente viejos casi si no fuera porque rejuvenece la infamia aunque su aliento huela a siglos alza de muros se venden a mejor postor que son los que ya están saciados ya no hay niños quedan lamentos no hay alegría entre los que se quedan


el devenir de lo inútil

el devenir de lo inútil a ser registrado en secuelas hematomas contusiones inexorables retorno inútil a la memoria herida del mercado de basura de usureros del llanto del silencio inutilizado el desfile de generaciones parcas arrellanadas en los faldeos de cerros de cúmulos de montones de pestilentes etcéteras un hacinado vencimiento el devenir de lo inútil la Historia sobre muertos es elocuente, copiosa y muy bien adjetivada, como las enciclopedias los libros de clases, las actas del sindicato somnoliento, de las guías telefónicas de los afiches rasgados en el muro en la esquina insistida, en lo inútil


en el muerto que no revive las mañanas incesantes la compostura, el marketing, la jaqueca la luz en el túnel, el boleto comprado el bostezo, el rezo, los besos rutinarios, la espalda encogida el libro subrayado, la utopía la enfermedad, el salario, la OLIGARQUÍA


¿Cómo ha de levantarse la revolución? sabiendo que ya no se puede temer perder más, pues ya todo se nos ha quitado, menos el fuego.

(la multitud nada tiene y aún así cree que algo puede tener y los pocos que creen lo tienen todo la Muerte los espera para desnudarlos)

(a propósito de la lectura del capítulo XI de Historia de la revolución francesa de Piotr Kropotkin)



[ "Effigy" ]*

cumplirá con su órbita la sangre, desde el puerto latente, desde el cuerpo candente, hasta la tierra sus tinieblas, el aire, sus gritos y susurros, y ahora la lluvia, la lluvia que cae, memoria transparente, memoria peregrina – la órbita de la sangre, el girar de los instantes bestiales.

(*) ♫ Creedence Clearwater Revival, "Effigy"



[ "la amargura no tiene nombre..." ]

la amargura no tiene nombre tiene fecha y va perfeccionando su mueca a medida que las noticias que las preguntas truncadas antes que la respuesta salga se impregne al labio la muerda y me saque sangre como la mala comida los nervios tensos la úlcera que vomita, sus onomásticos sus recuerdos amarillentos las monedas devaluadas (porque sé que antes de la escritura viene el padecimiento) se cumplirá el día se llevará el remordimiento por corazón por piedra, por negrura apretada la Historia escrita caducará desnudez a la canícula la Noche no esconderá a nadie y el Sol partirá todo


reseca la conciencia que interprete una amargura por explosivo , aguardando su segundo certero, de silencios chillando de dientes apretados de mirada seca


Helicópteros.

No hay cuerpos que caigan, que los elementos no recuerden. Que éstos permanezcan mudos no implica que no sepan. Acaso saben de los primeros clamores, como así también de las primeras maldiciones que no pidieron. Así, rasguños de silencio hay que no olvidan las nubes, ni el aire las manos atadas que lo rozaron… y el océano sabe que no inventó el Olvido… y la materia, que nada pierde, tampoco pierde gotas de gritos ni gramos de sangre; la Naturaleza no lleva inventarios de rencor, pero sí una hinchazón de dolores, hematomas que los crepúsculos afiebran… Todo lo contuso se enrosca en sílabas perdidas, en apellidos que florecieron en coral o se calcinan, inextinguibles y pálidos en el temblor del reflejo, la luz atochada en el ojo de la madre que recuerda. (Olvido, ¿qué olvido hay? – es un esfuerzo de la felonía por ignorar las acumulaciones, las indigestiones, los ayes del Universo) Cuando hay alguien de pie, frente a estos ataúdes azules, frente a ese océano incriminado, es que aparece el paisaje - y paisaje sólo hay cuando el ser se arroja a los límites de su expectación sin úteros, sin calzadas, sin puertas, sin murallas, cuando la contemplación o su abandono son el umbral al abismo más allá del crujir hipotético del horizonte. Entonces nos quedamos de pie frente a un paisaje por el que cruzaron alguna vez, las siluetas hendidas de


vértigo, de los que habían sido acallados antes de diluirse en el silencio, mal llamado Olvido; mas bien, amague de perdiciones, torpezas que el Silencio comete en el pasmo del horror. Algunos negros insectos, que la Naturaleza no parió, taparon el sol esporádicamente, como lo hacen algunas pestes o dedos o manos bañadas en sangre, que buscan la costra o acaso la santidad corrupta de sus propias justificaciones, como baluarte de la cizaña que se les dio a beber, como mala leche, como placenta petrólea, así fuera que se criaran de nuevo, nacieran de nuevo, por esfuerzo propio, como Caínes grises, como perros sin raza que lamieron las primeras maldiciones. Su lanudo orgullo sacó alas de avispa, alas de mosca, de águila tísica, de hombre abyecto, alas de helicóptero, con hélices de orgullo, con una suspensión en el aire de colibrí venenoso, con la absolución que la gravedad otorga a los que sabe destinados a peores abismos que los que él puede conflagrar. Cuando el Abismo prefiere abrirse con colores olvidados tras las espaldas de las urbes o acaso con los colores de las criptas que él mismo puede abrirle a la tierna y vieja Tierra, quizá los mismos colores con los que se enrosca en las cuencas de esos ojos cerrados a la fuerza… quizá el Abismo puede encontrar su propio perdón en no sellarse dentro de los arrojados, y quedarse sólo como consuelo transitorio, como una tibieza inmensa, como el último cariño al desconsolado grito de la víctima, abriendo su pecho como abre los murmullos del bosque, los rincones de las montañas, la claridad confidente del Desierto, para consentir en sus oleajes, en sus profundidades, en su azul monstruoso, no a los helicópteros, no a la infamia, sino al Destino que le confía esos tesoros de silencio, esas gotas


ácidas, a la copa del Juicio, donde irán a congraciarse, en el rebalse de la última ira, donde sus clamores por fin rajaran el cuello de la Historia que olvidó sus nombres, en ese entonces, no habrán bestias que vengan a beber de la sangre que se derrame, y la Historia se secará bajo el sol eterno de la Justicia cumplida.

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Niño bala.

huérfanos limpian los casquillos por dentro, sus deditos y la pólvora así cada agujero cada disparo tenían algo de niño, sin sonrisa, travesuras escondidas en la industria, con sonrisa espesa y con un hambre inmensa dando mordiscos al almohadón e imaginaban una hogaza de pan gigante que mamá había amasado Soñaban y en el sueño había bulla de martillazos pero creían que era un ángel aplaudiendo veían banderas negras como cortinas en las ventanas y creían… creían nada esos niños ya sabían lo que era la muerte y que papá no volvería Estos niños salían de noche a huir de los perros del barrio, el que los hiciera ladrar pagaba penitencia, eso sí, todos debían correr apenas meter bulla el ruido de tacos en el adoquín


en el charco, en la calle de tierra era para las botas y ellos odiaban las botas porque se comieron los pies de los esposos los padres los hermanos que recién habían aprendido a afeitarse El más bravo de los perros era el Apocalipsis del cual nadie podía huir y le mascó una mano al niño que después limpiaba guaipes con las señoras de la industria Cada manito entregaba elegante el casquillo para ser bala en 1 hora más y en 3 ya estar asignada al soldado el batallón el seguimiento la bandera por la cual perforaría el aire la historia el obituario la efeméride o sólo un número de víctimas con una señal secreta de niños


El Rey ha muerto 1 los muertos fueron muertos desde antes con una bala de silencio, el silencio de quienes no fueron oportunos – a los muertos se les reventó la cara mucho antes, a portazos, cuando los que se escondieron se cagaron en los pantalones, y volvieron a la diarrea fragante servil del peón azotado, (otra voz) a ver si entienden ahora y ponimos esto en orden pa’ los chuchitasdesumadre, a ver qué dicen ahora, YSEMECUADRAN antipatriotas de mierda! Los muertos habían sido muertos antes, cuando los casquillos se llenaron de locas saludando como solteronas en casorio sentadas en las ventanas de sus mercedes y siguen haciendo barbacoas los 11 luego que por fin se anunciaba la muerte, la victoria patronal, el miedo cojonudo, la joda que le metieron a los tullidos, a los que habrían de recibir LA GRAN OBRA, 17 años después.


2

seamos egoĂ­stas: los muertos no son el problema somos los que quedamos los que no saben los que huyeron para pensionarse los que fueron a llorar la carta los que se quedaron de brazos cruzados primero, frustrados, luego, decepcionadĂ­simos, de los que volvieron sonriendo renovados, mercenarios, comerciantes de los que salieron de detrĂĄs del trono a apuntar con el dedo luego que las metrallas ya no apuntaban.


3

pero mi memoria no está allí (atrás no hay horizonte hay un muro panfletos rasgados no se lee en ellos palabra alguna apenas siluetas rabiosas calladas soberbias orgullosas) delante de mí hay una ranura rasguñada una fisura en el porvenir negro el autor, no fui yo ni el vecino fue alguien que no está quedó detrás, escucho como golpea el muro de eso sí me acuerdo, de eso sí guardo memoria

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Francisco Degolla parafrasea a G. W. F. Hegel para explicar su pseudónimo: “la cabeza ensangrentada del Yo”, aunque él prefiere “el cuerpo errante, vetusto y decapitado de la Razón”. [se presume la voz está haciendo lectura de citas destacadas en la página: ] “(el) Yo personal” “aquí, la cabeza ensangrentada” ¿Cómo era esa errancia del cuerpo decapitado, esa voz con gorgoteos agónicos, ese gorjeo matinal en intento de poesía? ¿esa pala que rebota sin cavar? ¿esa mirada que se prolonga sin crear atmósfera alguna, la que ahuyenta a las aves y dispara aviones contra el piso? El verbo no admite a pusilánimes.


LA POÉTICA O LA BASURA.


El poeta vestido con su hábito se apostó frente a la fundación literaria, su rostro inexpresivo, blanco porcelino, con copa y hoz en las manos, derramó el contenido de la copa en el umbral de la fundación y luego proclamó su mensaje.


en la negrura escucho los huesos crujir entre los molares del infierno de la poesía obsoleta de falsarios vanidosos y párrafos ociosos. No se contempla flama alguna sino bloques de hielo que empujan la carne hasta la necrosis y aún sin perder sensibilidad los cadáveres siguen sonriendo ante sus galardones inútiles. otra Poesía viene la de lava que pulveriza a su paso esta podredumbre zalamera piara de literatos maquillados y sus lloronas, caldo de cultivo de lamentos viciados sus delicadezas imberbes.


ROKHA

grande como la tierra que pisaban sus detractores se los traga y tritura en olvido los pilla hablando y entonces los atosiga con sus propias y ordinarias palabras con las vulgares con las rebuscadas con las frases zurcidas con histeria y complejidad falsa los alfilerea hasta hacerlos chillar y estas niñas delicadas entonces vomitan sus enfermizas palabritas sus cahuines sus murmullos flácidos y ponzoñosos entonces él se calla y no pierde más tiempo sumergidas sus pesuñas de toro degollado sangrante negro lustroso pesado y violento en los pastizales húmedos de la eternidad y sus ojos oscuros se beben las nubes negras acicalándose con el vendaval resoplando profundo y estremeciendo los árboles entonces un POEMA y las ciudades serían sepultadas el hombre se pudriría en su miseria y sería olvidado y hasta


el mismo POEMA ya no sería pronunciado ni soñado ni transcrito y aún así ya no importaría como los huesos sepultos e inútiles de la humanidad pero él seguiría eterno y necesario rozando la roca adherido a la roca siendo la roca moliendo la roca a trote haciendo temblar la tierra mugiendo y comiendo del Paraíso y bañándose en los inviernos negros conociendo el idioma de las aves transformándose en el idioma de las aves planeando oscuro magnífico besando la cordillera su blanco su roca su nieve su gelidez arriando su ímpetu por las angosturas reposando su grandeza ya sin palabras siendo su fuerza su mismo cuerpo su inercia la fragua la herrería de esos dolores únicos y de esa alegría terrible que entre chispazos calaron el aire con prístinos vocablos antes que toda la Historia


cuando la poesía hacía sudar y preñar matar y comer cuando la poesía decretaba cuando la cantaba el gallo cuando la degollaba solemne el hambre cuando se escribía en la prole cuando la humanidad era predador y universo cuando se miraba de frente a Dios cuando Dios nos arrullaba y arengaba a rostro descubierto

(así te quedas tus versos en los elementos en pleno cráter en pleno nido en el núcleo del océano y en las faldas del sol.)


♫ Primordial, "End of all times (Martyr's fire)"

la silueta de la palabra marcada en el primigenio albor del remecer candoroso en el pecho de los dioses y allí categórica fluye desde el corazón el decreto que esculpe geografías, besa y fecunda la oquedad tibia de los úteros el brote de los hijos y los campos los caminos el horizonte mordido las mujeres cantando los niños riendo la raza en furia y creadora la palabra que raja las nubes que tuerce el destino y vuelve vuelve a crear y tritura las esfinges calcina sus enigmas y va tomando el color de los alfabetos los matices de las edades y sobrevive a la felonía de las generaciones actuales, ordinarias, sin la miseria, que desconoce los mandatos la bendición la maldición - la poesía no es ocio ni pasatiempo de animales rastreros, sin trascendencia viene a raspar la indómita tierra


a ponerle apellido a la vida el registro para la sangre la llave para la conciencia el ritmo para encontrar el pálpito y esa palabra cala cuevas y se estrella imprimiéndose en la roca en la huella es el vórtice y se expulsa a sí misma desde el caudal salvaje del arrollador ímpetu que conquista y ama y se derrota pulverizándose, hasta más no poder y funda la Historia y la prescinde incinerándose y con ella todos sus escribas y los sacerdotes exonerados en la cobardía y el mimo de la sombra del regente, el moho de los rincones la palabrería sepultada la repetición sin manada… la palabra primordial se vulnera silvestre pequeña y susurro recuerda sus mártires y conoce el pasado como amanece sus mañanas nunca duerme más que en el extinguirse en el vientre de Dios de Sol de la Tiniebla muda y serena del cosmos y de paso al próximo ciclo y vomita las laxas disculpas de los insectos menores su arrogancia mortal, su caduca fortuna de nada.


♫ Bodychoke, "How much can you take" la ciudad pequeña se va palideciendo chillona y brillante las vitrinas olvidan los reflejos y los paseantes, también y eso forma su literatura caduca, azotada y suculenta imbécil y acumulada ¿te fías de ese seno partido su aliento infernal, repetitivo y sensual? exprimido el coraje hasta suspender los testículos y los ovarios en inercia sufragante televisada de yeso desnuda y en oferta (su sexo se hiela, como también se excita con premios) (las perras condicionadas, en órbita, y los perros en leva, babosos) fechas, y magistral memoria galardonada (del chiquero sale un jardín bien podado castrado marica histérico obseso y debilucho al mejor postor) El tesoro resucita


entre alaridos de parto. Cuando nace mueren: padre, madre, hermanos tíos, testamentos, deudas y propiedades todo se quema en el grito mueren entonces el bebé nace hablando, animal magnífico, recita miel recorre las mismas calles y los maniquíes, las lloronas, los proxenetas, sudan amargura y se arrugan se secan y berrinchan el bebé les ladra sin hambre, entretenido los expulsa a un gesto hoguera de dinero los arados los besos la poesía y la fe arrasan con los muertos brilla y los edificios arden el maquillaje de las farmacias tose y cae desplomada, su mala salud perfuma y firma volúmenes que el Fuego Último devora a carcajadas.


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Lo escuché decir en tono de agente de pompas fúnebres, o mas bien de médico forense: “arrojamos el poema a la página”.




Afición por el Fin.

afición por el Fin dime tú ¿acaso quedan más palabras? creo en la malignidad arraigada en el hombre como también sus destellos de algo distinto creo en el poder de la voluntad tanto como en la explosión de la estupidez en la guerrilla de los pensamientos traducidos en gestos, besos y disparos y cuando digo creo, es porque lo siento estar y creer a veces no es un acto voluntario sino una convulsión desesperada por un poco de Sentido “usted está atado al Sentido discúlpeme, pero eso es lo que le pasa” una vez me dijeron “lo que pasa es que usted cree en Dios” y usted sigue respirando creo entonces en esa sed de reconocimiento


de los dientes sangrantes y ávidos de la misma de los ejércitos que abajo no piensan y arriba sí creo en esa dictadura como creo en la libertad de los mortales todos por igual y producto de lo mismo afición al Fin me dirá usted me pregunto si la ley de causa y efecto sabe de optimismos y pesimismos si alguna vez se creyó el cuento de la democracia o si los tiranos le surtieron algún tipo de ‘peso’ si las flores realmente se revolucionaron o las aplastó el invierno del acero inoxidable


Delirar del Óxido

fantasma, caracol fantasma, contorno de la ironía, con ojo punzante peor que aguja de reloj – porque el reloj es tu hijo, sin apellido, pero hijo al fin, sin tu baba pero constante como el padre. Aunque fantasma también sigiloso quizá peor que el fuego del sol que va y viene entre las noches. tú eres la piel del tiempo, una concha enroscada que murmura la espiral de las edades, el beso que burla cualquier soberbia. andas por el aire, y no creo haberte visto antes mas que raspándome la garganta y raspando lo que huela a muro. De eso tienes hambre, te cruje el vientre de colmena - es de límites por lo que tu nariz tuerce a rastrear por las calles suavizando, puliendo esquinas como lo has hecho con los párpados y ojeras de los silentes contendores de la niñez, los ancianos que se te arriman abrazando troncos con hileras de insectos voraces…

…las formas tendrán mi beso, triturando los puntos de unión, para esculpirlos, embajador adelantado al silencio cósmico que siempre arriba, yo que tengo un atisbar de culebra, y olfato viento rastrero. ¿Alguna vez pensaste en perderme? Yo que siempre llego a la conjura de días acumulados, terrores apagados en la espera que siquiera el optimismo prevé en sus amantes.


Maquillaje lento, honesto desde los horizontes, yo conocí a todos tus abuelos, mis hermanos también besaron a sus bebés y a los que vinieron antes, yo que era antes que las calles, yo machaqué piedras antes siquiera que dos manos supieran qué era una herramienta, pues yo soy herramienta, la más fina de la eternidad caída. Yo hago del yacer una meditación profunda, hasta aminorar las cópulas de los volúmenes al reducto de las fórmulas que olvidan sus propias letras y números, y quedan tan sólo idiotizados palpando el borde del olvido. Acuérdate de mí y alojaré respetuoso, en tu flujo sanguíneo que pasará a ser mío como tantas amantes que ya no recuerdo, pero que quedaron para siempre en silencio y torcidas, plegadas y roídas, coral en el océano de almanaques, repletos de nombres ya extraños y travesías que ni las pampas gélidas del sur archivaron. ¿A dónde vas apresurado si también llegaré a ese lugar? También me arrastro, estoy antes de que la serpiente emita su mordida.


[ "diseminar esta enclaustrada geometría..."]

diseminar esta enclaustrada geometría hasta la horizontalidad voraz de las hormigas que han de recogerme perderé lo más preciado del grito: mi yo, el instante ---------------------que me lleven a sus despensas descender, olvidándome. la tangencialidad sutil subterránea que me prescinde que me llama que me sosiega de límites pasada ya, la hora de aduanas y escondites

únicos que lo subterráneo me comparta sus madrigueras las que cobijo hoy en el pensar, que se irá conmigo y que juega hoy en los reflejos


ellos tendrán memoria muda, una que ondulará en mi corrosión, y ellos pasarán también, y el silencio nos conciliará en el mismo perímetro oscuro sobre la luz débil del núcleo su altura de palabras desconocidas.


After us – After the Reveal 1

como sospechosas diluciones de la luz en ciertas franjas equívocas parecidas al pensamiento Roberto Juarroz.

Lugares despojados de cotidianidad rareza de la estadía entre objetos sin constancia de díaadías chorreando el pasado y futuro hasta un fatuo hoy, un presente, que parece cuento algo leve, como la luz errante en el cosmos sin una orden entre un caos anónimo que quiere olvidar paraísos crueldades y bondades y que todos callen.


SUELOCIELO

hay un cielo para voces apolilladas un suelo inmenso una vastedad contusa donde sumergirnos sin estrellas un titilar sanguinolento donde secarse en eclipse perpetuo un sol negro un silencio apretĂĄndose

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Suelocielo, 2.

queden mis huesos suspendidos en el suelocielo en vuelo sepultado por las edades permanecerán mis dientes mi sonrisa perpetua mi talle blanco, preciso mi pecho, de enrejado sobre el vacío a mis ojos cóncavos caerá la tierra como nunca y siempre. Tú eres sepultura ornamentada para mis palabras, lector tú me rezas leyendo y muero luego consagrado al silencio y vuelo oscuro profundo témpano de raíces tal cual la tierra y sus bóvedas telúrica memoria aprenderé a danzar callado según el remecer de los continentes


y aún así muerto no moriré rama sonriente prensado con el celo de la gravedad complacido el suelocielo con mi devoción a ojos vacíos.


Elocuencias del Fin.

también sentí ese anuncio la calle me sacudía de sí y en los rincones y sus televisores me confirmaron que nos iríamos me pareció que ya era tiempo de empacar el horizonte y cerrar las cortinas para cenar lo que quedaba congelado y las frutas secas. Ayer un vecino me dijo tenía miedo lo abracé y le sonreí le mostré mis llaves y le bromeé amable “aún echo llave a la casa, pero pronto no habrá quien circule” “ven”, me dijo,


“esta noche cenaremos lo que queda” pero esa noche no abrieron ni nunca más ví luz dentro * no es que crea sus noticias es que desde hace mucho dejaron de serlo - no hay novedad para el desahuciado.


[ "Me lo dejó en una nota sobre la mesa..."]

Me lo dejó en una nota sobre la mesa, antes de salir, sabiendo yo haría lo mismo pero a caminar, intentando la mañana: y no te olvides de los pájaros que vuelan por el piso, iluminados sus ojos con el absoluto gris del silencio, reconocido su plumaje con las condecoraciones reales, alegremente coronados por fervorosas hormigas que a otras realezas también deberán comparecer. Estos pájaros, rodeados de séquitos de hormigas y moscas fieles que besan sus tendidas cabezas, se ciñen al cuerpo sus tullidas alas para el vuelo en picada directo a la convulsión de insectos hambrientos, que una mañana un sol resplandeciente también iluminará porque de mañana también hay muertos, sembrados de luz.


Dos blancos niños

Dos blancos niños pálidos como el irse se me acercaron diciendo no hay más querellas ha cesado la impiedad impávido el cielo ha hecho silencio ante la agonía atroz de los caídos sólo se escuchan latidos y respiraciones se han apretado las palabras hasta los confines para decir adiós los cuatro jinetes desfallecieron los arcángeles han depuesto sus espadas el último alarido se llevó la última lágrima


la victoria fue victima por un lapso de una nostalgia compadeciente fue triste por un momento cayó hasta después de nosotros nosotros ya no tenemos hambre el dolor dejó de palpitar. Menguaron las palabras en sus bocas por una sequía debida desde hacía centurias se fueron lento desvaneciendo ante mí.


IRNOS

el Gran Desenlace mascullado austero y hambriento en el interior de perros negros en las esquinas no una teoría: un mordisco lento.

perros negros merodeando cada vez más las esquinas, saben que nos sobrevivirán y otras pieles pardas y sucias también son expertas de posesionarse en silencio y lentamente de los sitios escupidos y besos apretados. La crueldad dejó de ser una especulación y violó desde el sesgo, a rostro descubierto las inermes protestas de las teorías críticas. Fría orfandad orgullosa,


con baba más que con discurso parco mordisco explícito cuando todas las páginas ya limpiarán todos los culos te digo: ya nos fuimos tan sólo una sombra una silueta esbozo de nuestro recuerdo se esconde en las últimas murallas no sabrías estar pero sí arrancar hasta desvanecerte la nube amarilla te diluiría yo también perdería el rostro respirándola pero de mí ya no quedan ni hijos una mancha de descendientes coagulada y dispersa como lo permitieron los depredadores que hoy también ríen marciales y frenéticos


en la hilaridad que los traga moliéndolos se irán pausada y ácidamente inesperados antes siquiera nuestros espectros atónitos lo sepan último maquillaje ceremonial de mi fresca pasión

musgo helechos canales serpenteando profetizando la cristalinización de las aguas nueva vida sin nosotros y te digo perros negros aúllan nuestra partida auguran


austeros serenos hambrientos nuestras últimas historias se deslizan hasta el alcantarillado de su nocturna memoria en ellos de nosotros después quedará sólo aullidos y noche idos, nos cantarán hasta que también se vayan


[ "versos para la extinci贸n." ]

versos para la extinci贸n fe en el Fin en la promesa de la derrota definitiva de lo que nunca pudo ser ser en plenitud plenitud de adi贸s desatar el saludo perpetuo a la eternidad luz luz, la victoria, el Misterio abierto Tu nombre y esta Historia, caducando.


After us – After the Reveal 2

Ingravidez envoltoria por fin una universal redención en el Silencio un pasmo de luz total y beligerante una anulación de la memoria en la caducidad de los hechos acaecidos no hay playa orilla o bahía ni marea ni rocas ni bendiciones o maldiciones ni sonrisas ni aullidos Silencio y luz errancia absuelta de la Oscuridad Adiós.





[ "porque no es la heredad." ]

porque no es la heredad y su patrimonio ojeroso, sino lo que quede la huella y su revés… pero yo. Escindido de anoche o mañanas por fin, sin un día a rastra viento en el cristal alrededor de la telaraña ya no en ella, consciente del colibrí y su sombra de su vuelo y el atisbo de la serpiente comiendo la sombra, la silueta y la luz el nicho, los escombros… pero yo errante o al revés.


[ "En el decir de lo mismo." ]

en el decir de lo mismo vibraré tras las palabras perdido en la sombra de lo mismo lo dicho y sólo en el sentir mudo quedará, singular, mi patetismo mi nombre, mi único decir lo mismo, que los genios, que los inéditos lo mismo que el que contempla que el que lo dice


[ "significado tras significado." ]

significado tras significado y andando en las palabras te hallaré, poema, palpitando rozando los párrafos la página, este sentir una y otra vez a morir cáscara del tronco que acumula anillos, joven dentro, joven una y otra vez a vivir savia blanca carne verde de la tierra al tacto telúrico atisbo diametral significado tras significado de suelo en suelo te hallaré, prójimo, palpitando


titubeando una promesa, una omisiĂłn un temblor, esta tibieza una y otra vez a vivir vestido de la desnudez que posa hĂĄlitos, gorgoteos confesores, hĂĄlitos una y otra vez a morir corteza oscura alma rama de la copa a la mirada aĂŠrea mesura tangencial.




“Le he leído como cuando me he puesto frente a una ola en invierno: luego de apostarme así frente a la mar, lo demás es entre el planeta y mi callar”.


[ "¿En qué medida, la caída de un escombro..." ]

¿En qué medida, la caída de un escombro es también mi permanecer en el dormir? Entonces, de ser así, ¿habría de morir en pleno sueño si la ciudad al fin se desmoronara? ¿y todo aquello de lo que guardo memoria, que la mantiene fresca mientras aún atestiguo Historia? He de perder un poco de alma con cada muro que caiga cual la composición del espíritu cercano al aire, a los vientos perpetuos a su errancia a la cual somos prescindibles o también tiene algo de reptil un poco de mamífero un poco de árbol renuevo de escamas pelos cortezas


seré uno mismo con la vida propia de aquí a la muerte tantos que también soy ciudad viento reptil mamífero árbol quizá el que hoy escribe mañana será muerto por el mismo que asumirá su nombre cuerpo y cansancio.


Sopor de la Máquina – I, capilla de ánimas

Si para el Tiempo ya estamos muertos los relojes nos confiesan en detrimento Si en los Caminos porfiamos el Tiempo, Sin parar, no nos llevarán sin Recorridos. Si en pleno camino del detrimento, se nos accidenta la terca sonrisa, animita nos tendremos a la vera Si suelo hincarme, acurrucarme y enrollarme en los días capilla de ánimas somos al regazo de losdíaspasar


El autor teme dormirse ahora bajo el hastío de mañana despertar a LO MISMO El cuerpo le dice “¿Cuántas veces no le hemos hecho frente?” entonces respira hondo y sabe que vivir no es sólo respirar.


Sopor de la Máquina – II, piano. ♫ Hans Otte, Das burch dor Klänge part 1

martillando el Tiempo está piano el Tiempo, sonando está el Tiempo, su timbre, son adioses el timbre del Tiempo, son adioses, martillando el Tiempo está melodiando adioses, el Tiempo está el timbre de los adioses, el Tiempo piano.


En el meollo de la vulnerabilidad

en el meollo de la vulnerabilidad estaba la estirpe de las fisuras conspiración de enredaderas contra las máscaras quedaban atrás las traiciones el momento decisivo para hacerse de la armadura y arremeter rostro contra las murallas buscando el destello o de sumergirse en la lluvia buscar el vuelo cayendo y acariciar todas las calles los valles, surgir hasta la orilla la marea en arrullo y su reventar decir sí a los caminos el perdón arrollando las moles fúnebres anulando los mausoleos y salir a aullar y comer cortar el viento y ser por fin ser.


El alma no omite, acumula

el alma no omite, acumula en el silencio forzado por el chirriar de la Historia ella misma esconde su ruido de origen ella misma nació apretando dolores que hoy son pulsión ella misma es disciplina de silenciamientos el alma aprendió a ser rincón se eriza, se hunde oceánica perdurable remordida le otorgo alivios que sonrían su vejez que me devuelva su aliento infantil olvidado, su primera expectación atisbo de Memoria


de cuando el ser era chispazos flamas esporádicas efervescencia de novedad y no hoguera triste de utopías y necesidad cuando el alma aún no era cuando no la rodeaban colisiones cuando aún al dolor no se le interrogaba sino que se le mordía cuando su risa asustaba antes que compadecer volverá esa risa cuando tu fibra no la invada el tiempo espinoso


Precario y profundo se mueve el hombre. []




[ "dicen que eran estrellas en retiro..." ]

dicen que eran estrellas en retiro pero eran los ojos de las vacas las cuencas vacías el sudor mugiente los toros jadeantes los lomos el látigo la espera amarilla, canicular a la orilla de los progresos progresivos del progreso que profesa progresar nombrando a sus zares con condecoraciones apuntaladas ajustadas por sastres de hilo invisible finísimo condicionante en decorados grandiosos como de ganado pasar por la carretera * No era el lugar de la carne sobre el asfalto sino el lugar del hombre cuando se prende fuego el último fuego que irá esparciendo como último gran grito – “Dónde!” se escucha por entre el retorcer agónico de las células que se calcinan “dónde! dónde!” donde van a parar estas palabras crepusculares donde irán a depositarse éstas palabras de


destello meteórico cuál el cielo que las pulverice conjugándose en el roer centelleante del verbo del caer – si el silencio pantanoso se iba amarrando a los pies con el nudo que forman los zapatos en los pies secos de los abuelos los ancianos sin hijos los hijos que abandonan la moneda que cae entre los dedos la palma cóncava los cayos de la soledad del olvido renqueante – se trata de los ojos y el hambre los dientes que rechinan mil veces en la orilla de la noche el agua azotada contra la roca mascando la roca y la espuma el silencio las caídas y los gritos secos en la garganta noria las caras las miradas fijas las que se estremecen y quiebran su pausa casi de sol casi de nube casi se seca casi le cae la lágrima cuando la palabra el prójimo la mano que se posa interrumpe ese trance la sintonía con los objetos roídos por el calor el óxido y las estaciones que pasan que ruedan por los techos las ventanas selladas las antenas caídas los ladrillos el adobe resquebrajado las calles el polvo el polvo el polvo quedando fuera de lo útil los últimos diseños de lo vano las frágiles cumbres conquistadas por los gritos recién teñidos pasaderos actuales estornudos fugaces en malestar sin memoria con ojos clavados en los mástiles de un naufragio alegre eufórico desencantado sin suelo sin mañana elevado y agobiándose hasta lo tieso lo blanco lo yerto lo estupefacto reciclándose cediendo sumiso sin palabras apenas atochadas cuando es tarde y el relevo de lo mismo llega con el renombre de lo que se impone acicalando errores (¿qué sucede cuando la vida se atocha en los labios? amenazando con saltar o gritar; reservando el grito para el que aún se aferra, el silencio del salto para una solemne renuncia. Pero no querer renunciar, compelido por un furor cardíaco que insiste el circular, que hace insoportable hasta


la idea de la quietud, habiendo perdido la práctica del grito, la vida misma comienza a partir los labios acumulando el sol y el frío a intervalos desesperados por una oportunidad de arrebato) hay músicas con el mismo vibrar de los crímenes concebidos, en una magnética, Magnética, de drenar los ácidos, de llamarlos fuera con atracción ominosa, drenar los ácidos de rancias digestiones, en un llamar recíproco, de haber estado perdidos el uno del otro, reaccionando al llamado acordado cuando uno y otro temían ya que los separasen, en esos tiempos de hostigamiento y los rincones ocultos eran el próximo destino para un emigrar anatema.


verso kamikaze. el testimonio no es la prioridad EL COSMOS NO NOS ESCUCHARÁ ESTO DUELE AQUÍ


[ "arribó el Vacío." ]

arribó el Vacío. nada veía, mas mi cama desaparecía, sentía mis sesos revolcarse, no hallando palabra. cuento esto de puro sobreviviente porque el Vacío se escapó de mí escuchándome un latido, que procuré proteger pensando me robaría el corazón también. me rayó el piso, recién encerado como lo tenía. cuando caí, sin cama ya, el vacío se había robado mi reflejo, empañando el piso con las hilachas caídas de cuando royó mis ropas, que también se robó. como vino, así se fue, sin darme cuenta a qué minuto ni a qué alba. sólo sé que desperté turbado - sólo sé lo robado. ¿a cuántos el Vacío tocó esa noche? dicen que de un calendario a otro, parpadeos y estaciones varias, vecinos desaparecieron, ni los gritos se sintieron, pues es lo primero que el Vacío se traga. quedé por varios días sin pelos, rubores y lágrimas, caminando sin saber de nombres ni referencias cardinales, caminaba sobre la luz o la luz me llevaba a cuestas y las sombras entonces demarcaban mi tropezar sin permitirme caer más allá, donde dicen que no llega la luz ni sombra. no entiendo lo que quiere decir eso. el Vacío también me robó vértices, sumas, rincones y temblores. no quedan muros y mis ojos no hallan reposo. esto me pasó cuando arribó el Vacío. todavía sigue sonando el teléfono, y no reconozco voces si quiera el apellido de quien se asoma a mis espejos.


HH.

1. HH ave despeñándose en el silencio conjetura la caída del conjunto de los seres que sientan su caída (sentir es testimonio de las vibraciones) todos somos niños ante la edad del universo que nos traga (cuántas frecuencias configuran el latir?... “padre abrázame, no encuentro a mi madre… estos ruiditos en mi corazón son ausencias”) todos somos aves de vuelo sepultado de vuelo ideal de zambullirse en la identidad y la memoria ("madre, ¿porqué ha de arrullarme la mar y no tus brazos?") Como el pronóstico de lo que promete


la carne que en la memoria es lo mismo que cae de revés o al margen que guarda palabras en océano a partirse La Gravedad completa nuestras frases hasta lo mineral la continuación de la sombra las alas que los caminantes depositan en la oscuridad sellada que pisan hasta zambullirse en ella nuestro ruido se lo comen las estrellas …

Entonces la agresión se vuelve parte de la comida [hasta] que se nos priva de total movimiento aunque nunca fuera nuestra la pausa apenas contener una fatiga ya en esencia imposible porque un fotón disparada contra conciencia es parirla su seducción consumada nada más voraz que un yo despertando


por mínimo, nada se detiene “morir es imposible” lo que muere es el yo


2.

Rumor a nivel de la cáscara algo atrapado entre habitación y habitación algo que se consuela con ser fragmento algo que quiere quedar algo a nivel del cambio delicada como la piel vieja la que yace en el suelo, la despojada de lo que ya cayó de lo que queda la memoria de lo mutable una honestidad de serpiente el hábito que muda hábito filigrana tras filigrana rastro reptil un mamífero que arroja pelos memoria de pelaje aroma a corteza camino y manada una piel vieja que necesita cuerpo que es fantasma entre los escombros


me dirá el trozo de caída la porción de contundencia donde aterrizar la instancia de impacto la fisura de luz contra el úteroscuro el paso antes de tocar suelo que en el mudar lo que queda es la desnudez un leve frío leve frescor leve jadeo un leve paso una leve imagen que persiste y no es la del mundo que no es uno (sólo de considerarlo la multitud se nos allega para colmarnos el cuerpo para pujar la memoria renga) lo que no calla es el viaje aunque mengue el vibrar del cambio de estaciones el susurro de pasar de un paso al otro que vuelva el silencio proscrito los que van a mutar le saludan.


3.

suelo sobre suelo muralla tras muralla persiste el Deseo ni el horizonte sino el camino ni la memoria remendĂĄndose sino el caminante bendito el suelo que no permite una caĂ­da eterna bendita la generosidad de la gravedad que permite el caminar bendita la noche que apacigua a los despiertos benditos los despiertos que doman la noche

|†|


“En la entera dureza de su ausencia de Dios.” Hegel. I. roca nuestros espíritus fosilizados (esta perpetuidad nuestra ciencia) oh vendas! se secaron nuestros ojos… viernes santo - (leer lento: ) especulativo – conquista las páginas permanece detenido todo el pensar ahora es funeral.


II.

horadación en el horizonte sesgado (sirena canto voraz) escuchamos la letanía de los caducos puerta hambrienta allí convergemos llenos de melodía última oquedad nombrada abandono y aniquilación - (grito último: ) ¡ELÍ ELÍ


LAMA SABACTANI! … horadación en el horizonte sesgado gran viernes santo perpetuo invocamos el Olvido. Ya no ya no sonrisa fatua última Gracia libertad de anulación


III.

mis apellidos mis parientes mis ancestros de la casa dinástica Hundimiento yo camino para clausurar su heredad de luz ida en mi ansia ácida de sombras hijos superiores de la erradicación campante.

|†|

referencia: “Teología de la esperanza”, Jürgen Moltmann, p. 219.


[ "sino hay un corazón sobre el abismo..."]

sino hay un corazón sobre el abismo o un arrodillarse sobre el firmamento frente que resista al viento o grito que elija callarse ¿dónde el hombre? ¿dónde el gesto frágil de permanecer de asumir el endeble puente la resistencia de los caducos? La eternidad de su señal en la roca o un signo con que la arena pueda hermanarse el hijo que rastree a sus padres en su sombra (y en lo secreto) o busque su propia imagen en la gran laguna de sus días. claraboya, dije, faro también frágil muelle, satélite, herrumbre en el espejo una sílaba flotando, un pronombre tácito, ser, cosmos, hombre ahí tenuemente.




Alba.

nos queda tan poco para seguir diciendo “Te necesito� disfrutar este regalo concedido de correr a Ti de vivirte migrando


[ "qué hace latiendo..." ]

qué hace latiendo este corazón sobre el Abismo esqueleto en la mar un sueño en medio del sol 1 letanía por ojo que se abra 2 rezos matinales por pies que se posen sobre el suelo 1 réquiem cada vez de un adiós 1 alabanza por cada respiro Ven que te siento te siento venir, ven no demores, paraíso convicto de mis amnesias por que soy mucho más en Ti.


(cita de un guión cinematográfico)

Poncio Pilato refiriéndose a Jesús: "Él nunca dijo una palabra como si no hubiera oído"*

(sin la coma y en español adquiere dos sentidos la frase) (*) En el original: "he never said a word, as if he hadn't heard"


JUDAS Vi a uno entre las flamas que crecían que se inclinaba sobre sí mismo taciturno, oscurecida mirada, sin ira entre los dientes seco sin lágrimas mudo ante la aplastante Verdad. Su maestro había perdonado a todos en oportunidad para que se arrepintieran ante El que concedía perdón pero esta figura en un solo perdón se habría ahorrado la horca En la erosión final hay un rincón de silencio apesadumbrado. Entre el Juicio verdadero, como lo hubo antes, el juicio falso que condenó al inocente. Judas se consume y guarda silencio entre el bullicio airado.


[ "Despeñada como mi alma fue..." ]

Despeñada como mi alma fue desde el infinito a amargura de sapiencia sagrada del último hilo de voz que estrangula lo que queda de Historia Atiendo a Tu Voz como la roca que no evita ser iluminada por el amanecer ni el amanecer ser luz a resguardo del calor tierno en medio del frescor Pienso en los que van quedando en los que insisten con estar donde logro permanecer, por las palabras también se van racionando – y mi silencio se afila contra el acecho de los que van camino a tu matadero, justo, justo como Tú sólo Eres.


[ "pa' tirarme por esa orilla..."]

pa’ tirarme por esa orilla en el ruedo de ser Tu predicado (en la mañana dentro del bus por la ventana en silencio y sin complicidades en medio de la rutina las palabras errantes la vanidad) Sé, en medio de la noche mi arenga máxima mantente terrible y magnífico agazapándote en el cieloscuro inmenso con viento de mis euforias trázame trázame en tu vientre mudo.


Aurora.

sólo la Vida de la vida el fin de los finales el adiós a la muerte lo Último germinando el Comienzo la Vida anunciada el goteo deslumbrante de Su llegada el vaso de barro su vacío devoto el silencio y la melodía íntima de la victoria la mañana el primer respiro y Su nombre Aurora.


FURIBUNDOS ANIMALES DE DIOS

¿cuántos animales habemos persiguiendo Tu estela divina? ¿cuántos de nosotros husmeamos Tus vestidos y recordamos Tu olor cuando salimos a explorar y acechar? ¿a cuántos de nosotros mimaste en silencio sonriente desordenaste el pelaje y nosotros descansábamos complacidos en vísperas de las matanzas las jornadas de cacería o el huir de los disparos prometiendo nuestras fauces a los cuellos de la cobardía exhibiendo nuestros colmillos como maldiciendo? Con un ademán Tuyo movilizaremos la caravana la gallardía y el salvajismo honesto, osado a un sólo resplandor Tuyo el día indicado en medio de las apestosas ciudades de los malogrados campos nos pondremos de pie, en las 2 patas


los que se llamaron "humanidad" reconocerán la baba que expelen de siempre destrozarán sus caracoles morirán sin comer en medio de la canícula y los terremotos

y pronunciaremos recitaremos clamaremos las primeras frases, como los primeros hombres nos haremos del idioma original y volverá el decreto y la poesía al Paraíso seremos piel al sol rubor, frescura de nube noche tierna albor con hijos...

éste es el destello que degüella la decadencia desde nuestros aullidos hoy y la penumbra y la luz de las mañanas conoce la música que expele nuestras correrías y procesiones rapaces.


NADA QUE NO NOS RESULTE EN UNA INTENSIDAD HA DE TENER VALOR




plan de acción nº 71: asunto: - el calibre de la poética - accidente premeditado efecto espontáneo o gaje de la inconsciencia: provocar oscilación gramaticalizada en el compendio de concatenaciones universales. nota: estará el recalcitrante escrito en muros inexorables o en eximias costras: “NO NOS IREMOS SIN HACERNOS RECORDAR!”.

CUADERNOS PARA EL DESARME fragmento restaurado nº 71 Fraternidad de Los Umbrales.


Punto y fuga.

un clima propicio para la sílaba fértil, fragmento eterno, expresión anacrónica y onomatopeya de una inflexión de tiempo y grito, un nacimiento por entre la extensión engañosa del horizonte un punto de convergencia de calles y azoteas, de la techumbre incauta – de la pasión, insolencia y desenfado de puerta abierta y con manojo de llaves negras, carbonizadas, negras de recuerdos incinerados, nombres anatemas, corazones en reparación, enjambres de motores arrumbados por unas alas insertas en las sienes parlantes una tangencia en retirada fuera de la figura infame de un mal pasar, sustraerle el área a su vaho insano, en fuga de apuesta, quebrados los volúmenes de certezas desmentidas, fétidas, de cementerio, de antigua candidez avinagrada clima canicular de calcinar el viejo ego, el renqueante, láminas de vieja piel y dormir interrumpido, de viejos pánicos e insomnios trizados - hender a calor esta enfermedad con el horno de manos apresuradas de agarrar la maleta como al viento que revuelve los velos del polvo desértico, un clima propicio para arrinconar la maravilla a su sitio de oasis amante y procurarle el sol intenso y la sequía a la maleza del corazón convaleciente


un clima fluvial con coronas de gotas lluvias cristales relucientes a empañar la frente encomendada y ungida al rezo de fluir de la marcha sobre adoquines atajos avenidas de besos y el amor arrinconado, copioso en las ventanas, perfilando la herrumbre, opacando el concreto, desparramando perdón frente al espejo, los prójimos, los próximos y los muertos, empantanando el núcleo denso deloquesefué, y ser, y ser esa resistencia transparente donde vendrá a cantar el rayo la nube y el torrente habrá que depredar los límites y desangrar el Miedo, que entre alaridos nos haga su confesión pa’ librarnos de este luto y comenzar a empañar la Paz con los colores que nos debía geometría de fuga, simetrías de encuentro, conjuntos anulados pa’ la cura, gramáticas de conciliación, los viajes la muerte las estadías los abrazos los tiros de gracia necesarios para esculpir el camino de la luz que se traga al tiempo que se traga esta vejez y hasta la juventud, para una edad eterna saber poner el punto como el dormir, la coma como la excepción, el guión disidente, la tilde como el juramento y el pecho el cuello la espalda la lengua de papel inflamable explosivo medicina pausada y la palabra sentida y el silencio cobijados frecuencia arrolladora del alma que se hace decir, vector disparado desde la luz interna, para atravesar las paredes, sintonizar la lógica de los caminos y los abrigos con la desnudez de la sangre y las manos abiertas, retumbando el corazón atmosférico, ¡retumbando!, plegando y desplegando faunas sobrevivientes, con el honor de su honestidad feroz,


hasta preĂąar a la trascendencia con embestidas de perseverar, perseverar los caminos.


[ "Sé qué me sobrevivirá." ]

Sé qué me sobrevivirá sé qué se irá conmigo lo que le reservo y confidencio a mis despojos lo que en fragmentos acapares de mí Voy sin retraso a despedirme de mi carne porfiando y corriendo los tiempos de mi Destino Voces que convergen a mi camino para traducirle mensajes al Olvido Mirar directo a los ojos de mujeres fortuitas estrechar la mano a hombres peregrinos el Abismo no está hecho para mí pero en su codiciarme me envía señales porque me sabe testigo.





Lo único inédito es lo no-nominado, todo lo demás está publicado en alguna vibración. Sobre ella sólo disfraces, pseudónimos, simulacros y reflejos, lo cierto son las intensidades y temperaturas. Onomástica de carnes parlantes, onomatopeyas de condicionamientos milenarios. La Raza yuxtapuesta al Silencio, lo salvaje y el tiempo de los ciclos. Metáforas, astronomía y topografía de sobrevivencia y especulaciones. Religión y Física. Cadáveres e intentos de no serlo. La quinta pata y la farándula inútil, los burros de carga y el excedente de los caminos. Los Pronombres.

CUADERNOS PARA EL DESARME fragmento restaurado nº 129 Fraternidad de Los Umbrales.


[ "búsqueda..." ]

búsqueda de la canción su portavoz intolerable brío a la voz, que no se olvide de la noche refugio que resiste a infames y cobardes anonadando el aullido del corazón de encarar la muerte a rostro descubierto preciso en el gesto, inapelable, como merece del disparo esperando tu palabra contenida calibre de humillaciones, dignificándose a mordiscos.


[Decíamos entonces] de aquella poesía, cuyas pro[piedades] [texto ilegible] que abandone las aglomeraciones cobijada como espina y luego como panal resplandeciente en el pecho de quien la aguante

CUADERNOS PARA EL DESARME fragmento restaurado nº 23 Fraternidad de Los Umbrales.


[ "imperiosa se hace la fabulación." ]

imperiosa se hace la fabulación de una geometría iniciática, con tópicos y tintes de puerta cósmica, una que dirija por coordenadas sigilosas la luz hasta una letra, erigir con profundidad y anchura volúmenes del Destino para el tacto de la piel tímida del nacer de albas – allí donde se quedan varados los hablantes sin palabras y llenos de sueños. una aplicación porcentual de lo que es cobijado en el corazón sobre las superficies pulcras conquistadas y gobernadas, hasta ahora, por los cálculos calcificados. aunque la óptica sanguinolenta de una gota de ello en el ojo, perturbe el ronde lineal y acostumbrado de la narración, en párrafos y arados por imprentas, cuando hay escritores que imponen al caos padecido y su nostalgia hasta el ronde comulgante que usted lee, por supuesto que lee


LO QUE USTEDES LLAMAN “ESOTERISMO” YO LO LLAMO “EXOTERISMO”: SE QUEDARON FUERA DEL TEMPLO, ESPECULANDO, PLAGIADO, OSCURENCIENDO LA VERDAD. RETORNEN AL TEMPLO, PURIFIQUEN SUS ROPAS Y CONFIESEN SUS VIDAS, ACCEDAN A LA INICIACIÓN QUE LES ABRIRÁ LAS PUERTAS AL SER Y A TODO MISTERIO: JESUCRISTO ES EL SEÑOR Y SALVADOR, Y VIENE EN RETORNO GLORIOSO Y TRIUNFANTE. AMÉN.


plan de acción nº 33: Confección de evangelio apócrifo instructivo para profetas incendiarios hito de anuncio del Fin. Reclutamiento de ex poetas para vocación de transmutaciones y [texto ilegible] tres veces amén.

CUADERNOS PARA EL DESARME fragmento restaurado nº 33 Fraternidad de Los Umbrales.


[ "no busco versos." ]

no busco versos los sintonizo cuando marchitadas ya las antenas quedan los últimos en pronunciarlos sé que culminaremos y habrá algo nos sobreviva y ese canto habrá de ser el definitivo.


la prima crueldad adjetiva la ferocidad conquistadora del verbo entonces lo humano. Lo mortal el fuego consume Lo inmortal el fuego forja lo demรกs es letra muerta.


YA ES TARDE OPTE VĂ?A ANGOSTA (se cerraron las alamedas)




ESTE LIBRO TRASCENDERÁ LA SUBLIMACION, AL AUTOR Y AL LECTOR SE HARÁ SANGRE, PÁLPITO, ENCRUCIJADA, LLAVE Y ALIENTO ESTE LIBRO SERÁ RECORDADO CALCINADO ASÍ COMO TODA LA ZONA, Y HA DE QUEDAR ALGO DE TODO ESTO EN EL ALMA REDIMIDA.



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