Revista Voces de Hoy Marzo/Abril

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Con la única finalidad de promover la poesía y literatura en general

Edición: Josefina Ezpeleta

Dirección General, selección de obras y montaje: Pedro Pablo Pérez

Miami-Florida-EE.UU., 2009


Carlos Rodríguez Ferrara: La lucidez de la eternidad como destino estético Por: María Cristina Solaeche Galera “En la tristeza húmeda” (Extracto del ensayo para Voces de Hoy por Pedro Pablo Pérez) […] el viento dijo: Yo soy todo de estrellas derretidas, sangre del infinito. “Ritmo de otoño”, FEDERICO GARCÍA LORCA

Carlos Rodríguez Ferrara, desde su llegada al mundo el 24 de abril de 1962, en la Ciudad de los Caballeros, Mérida, Venezuela, hasta su lamentable muerte, la madrugada primaveral del 17 de marzo de 1983, en la misma población, nos deja una vida efímera y una voz poética, con apenas veinte años de recorrer su travesía. Vivió intensamente, sus viajes por Europa, Cuba, Colombia y su país natal Venezuela, la música clásica, la ópera y la literatura, y, estaba a punto de graduarse en la Universidad de los Andes, en Lenguas y Literatura Clásica. “Más allá de los espectros” (Premio Primera Bienal de Poesía “Francisco Lazo Martí” del Ateneo de Calabozo; junio de 1983), es su primer y único poemario, dueño ya de su propia personalidad, desdeñando el desborde, sin regodeos, donde cada palabra es escama de un caparazón que gravita en derredor del poema, capaz de sostenerlo sólo mientras transa consigo mismo, con la insoportabilidad de la conciencia y la instantaneidad del fugaz relámpago de la existencia, dejando su consternación en cada verso.


Bajo su cálido verbo la sensibilidad insistente en su sorpresivo decir: Ayer vi un camino descendente. Se oscurecía, goteaba hojas

Todo en él temblaba incluso hablaba lenguas muertas.4 Intensa convocatoria, texto que despierta desazón, afección y terneza en cada una de sus huellas, indelebles de una gran sensibilidad estético-literaria. Angustiosa metáfora existencial en la que nos queda, metamorfosearnos en sus tristezas y escucharlo:

Soy, desnudo por primera vez , quien presiente lo absurdo: ese desapego al horizonte de los ojos 5


Hacia atrás, peregrina en la infancia la mirada del niño: Mi infancia huele a jazmines en patios blanquecinos y “Leticias” en los pasos de flores aplastadas ….. Libros empolvados en esquinas como “sostenidos” de los pianos 6 Un profundo lirismo embebido en resonancias íntimas. Una confesionalidad indefensa en la agudeza de sus percepciones e intuiciones, con la posibilidad de escuchar genuinamente su voz interior, su inspiración, sin dejar de afirmar a que tiempo pertenece su alma, el murmullo de lo propio, su pathos, la culpa del vivir y los culpables. Presentes siempre la ausencia de la vida en la muerte y la traza continua y antitética de la muerte en la vida. Sin lamentos, sin quejidos, sin imprecaciones, sin histrionismo alguno, los versos se convierten en eslabones de esa cadena interior que crudamente espirala su ser; no hay rebeldía, el yo poético, ser sintiente, es espacio que alberga tormentos: Más allá de los espectros se sienten cosas: pesadez en el alma tristeza por lo hermoso. Las cosas no son.7


Su voz poética testimonia la oscilación de la subjetividad entre el miedo y el desaliento; esta incertidumbre sin embargo, intenta alcanzar la tierra firme de alguna certeza; si se pudieran acoger la culpa y la duda, acaso sería posible conquistar “cierta transparencia digna” en vez del ocultamiento culposo. Pero, el desaliento reclama como una posibilidad más inmediata, como un modo de leer el propio ánimo que implica no sublevarse, no rebelarse, y la posibilidad de la lectura se ve cuestionada y difícil. Es, el origen en la historia de su verbo emotivo, en la frágil experiencia frente al mundo como un desierto, un medio hostil, recorrido por seres que se siguen unos a otros, pernoctando en endebles y provisionales moradas del pneuma, y, sin una alternativa distinta, el poeta sigue a esa caravana errante; lo hace, abrumado, gravitando con sus cavilaciones, vigilias y fantasías, con su desamparo frente al infinito. Esa luz es la muerte que nos busca. Viene, traspasa cristales y se queda al lado nuestro.12 Tras los pasos dejo –cayendo, bailandomortalmente las hojas y en esa ausencia de colores pega en el alma tanto que duele.7


La unidad que forma el poema es el verso, y en este poemario, sus linderos asoman sin invadir el blanco de la página, enmarcado en una realidad, la suya, el verso se fracciona, es la desilusión del poeta que imagina y razona, es aceptación estoica de su realidad, es indefensión frente al dejar de ser, que se apodera del texto, donde cada frase acoge con su vívida síntesis. Una sucesión de personajes reales, míticos o soñados, protagonizan los últimos poemas: “Madame Butterfly”, “Suor Angélica”, “Penélope”, “Ariadna”, “Apolo y Dafne”, “Minos y el Minotauro”; todos ellos enriqueciendo su código literario. “Suor Angélica”, poema inspirado en la ópera de Giacomo Puccini sobre un libreto de Giovacchino Forzano. La música de acentuada delicadeza y fina inspiración melódica; su acción se desarrolla en un convento italiano a fines del siglo XVII. Suor Angélica vive un exilio angustioso por órdenes de su familia, que desaprobó su relación extramatrimonial y trajo como consecuencia un hijo. Ella añora al hijo desconocido y aborrece a los causantes de su reclusión y el poeta, sabe ceñir la desesperación de la mujer por el hijo ausente, en un breve poema de solamente nueve versos: Suor Angélica Recoge hierbas mortales y canta Desea ver su hijo, reconocer su rostro entre fantasmas. (Hay quien dijo haberla visto caminar acompañada).18


El mito de Apolo y Dafne nutrirá alusiones al amor: Sentada come flores amarillas sin presentir su semejanza con la hoja ….. Después corre, acosada por el poseído de terribles niños, y bajo el puente queda ella -amadaDeshojándose.19 Recogido en sus poesías, el sentir de su existencia, al que el temperamento del autor se sincera totalmente expuesto en su sensibilidad, él, que vive más delicadamente acaso que muchos otros ese agotamiento de tanta conciencia de la muerte. Es Carlos Rodríguez Ferrara, un ser creado para respirar en un desasosiego elevado por sobre la crueldad del mundo, en un esfuerzo espiritual perpetuo para huir de todo aquello que impreca. Ese es el lugar y la posición de este poeta que sabe, cómo todo es incierto, confuso y velado en la eternidad.


Evolucionamos y dejamos atrás todo, incluso la piedad necesaria. Dejamos ideas, formas, para mezclarlas una y otra vez y así poder oír gotas pesadas; después, de la existencia. 21 Referencias bibliográficas: Extractos de poemas del poemario Más allá de los espectros de Carlos Rodríguez Ferrara. Segunda Edición, Centro Editorial Litorama C.A. Mérida, Venezuela, 2003.

Nota: En el año 1988, se otorgó el I Premio Mucuglifo de Literatura “Carlos Rodríguez Ferrara”, en su mención poesía, en homenaje a su memoria.


Dos Poemas de Francisco Muñoz Soler

Lo imposible es posible, los locos somos cuerdos JOSÉ MARTÍ

Como virgen en cofre por Acrisio encerrada a la espera de infinita posibilidad, escanciando la quietud del tiempo que ni los más voraces huracanes traspasa. Metáfora del iniciado camino de sus poetas origen de esperanza sin vértigo ni pausa, buceadores de lo remoto, taladradores de lo estrecho, macheteros de manigua que embosca los orígenes. Insularidad a Poseidón arrebatada en la aurora primigenio espacio de esplendor desterrado en abisales reductos de crisol de lumbres, Dánae pariendo fuegos germinadores de verticales luces fecunda semilla de arquitectura de mares y cobre, fértil limo de palmas y sinsontes, alabastro oriental de prístina luminosidad de senderos cuerdos de albas imposibles.


Sintiendo cómo el agua lo rodea por todas partes más abajo, más abajo, y el mar picando sus espaldas, siempre más abajo, hasta saber el peso de la isla. VIRGILIO PIÑERA

Esa circular circunstancia, latente instancia que exuberante mece sus monótonos atributos ondulación que no cesas en su rítmico cerco afirmando cerraduras, devorando presencias. Oleadas de succionadora claridad sin límites haces que alumbra el imponente vacío de ingrávida tristeza que se extiende hasta donde las sombras se reflejan en las ondas. Esa alegría de pupilas en lontananza que abona con sus mejores perfumes y colores la búsqueda de sus contornos jóvenes aún sin definir hasta saber su peso. Esa luz que mantiene a sus hijos desorientados en diáspora confusión extraviados en la certeza cegadora resaca que engulle sus dispersas esencias.


Nacido en Málaga el 24 de Diciembre de 1957, ciudad que ha resguardado sus días. Es miembro de la Red Mundial de Escritores (REMES), del movimiento Poetas del Mundo, La voz de la palabra escrita y Militeraturas, también ha publicado en las Revistas de Literatura digitales Artepoética, Remolinos, Encontrarte, Cinosargo, Letras Nuevas, Palabras de Tramontana, Amigos de la Urraka, Divague, El Laberinto de Ariadna, Herederos del Caos, Perito,Urraka Internacional, Es hora de Embriagarse, Voces de Hoy, Almiar/Mar de Poesías, Letras, Ariadna-RC Laberinto La Rosa Profunda, Nevando en la Guinea, Espíritu Literario, Laberinto de Togoraz, Pensamientos Likidos, Dulce Arsénico, Contra la Oscuridad, Buracos Quentes, Carrollera, Sinalefa. Bibliografía: 2008- El sabor de las palabras. Poeta, como necesidad vital y regeneradora de si mismo, al menos hasta que la curiosidad siga alimentando sus sueños.


Un Poema de Teresa Coraspe

LO QUE DEJASTE Qué huella quedará en el paso del tiempo Qué mirada cuarteada en el perfil del mar al no saber si es realidad o ficción tu brazo alrededor refugiado en mi cuello y ella la ciudad extraña ante mis ojos difícil conocernos muchacho solitario y cabizbajo extrañamente también uno del otro borrándonos sin hallar qué decirnos en ese instante irrepetible y único fugaz como lo es todo


Mรกs sin embargo a veces suceden los enigmas el eco de tu voz en las arenas respiro y estรกs cerca tanto como el hilo indisoluble del recuerdo que nunca me abandona. A ti, como siempre, hoy 26 de Diciembre, 2008

Teresa Coraspe, poetisa venezolana


Mañana de Domingo….

De Gioconda Carralero Dominicis

La fría lluvia caía sobre la ciudad. Yo caminaba por el zócalo que se encuentra, al salir del Metro, traía mi paraguas dentro de la bolsa que cargaba sobre mi hombro derecho, pero me daba pereza sacarlo. Los domingos los comercios cerraban, y no tenía posibilidad de meterme en un lugar que me protegiera de la implacable agua. El frío penetraba en mi cuerpo a través de mi abrigo de gruesa tela. Sonreí y comenté en voz baja —tenemos el invierno de regreso. Miraba las vidrieras que contenían objetos disimiles: libros, cosméticos, playeras que promovían una marca. Cesó la lluvia, detuve mis pasos, frente a La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. La mágica colonia Roma una vez más me daba su bienvenida. Entré al recinto, se celebraba la misa de la mañana, me senté en una banca, oí las gratificantes palabras del sacerdote. Abandoné el sitio tranquila: convencida que nunca rompería mis lazos con Dios. Mi madre debía mirarme desde algún lugar, porque sólo ella pudo conducirme hasta el lugar que acababa de abandonar. Madre y sus plegarias, madre que nunca dejaría de interceder por sus hijos. Ya en la calle, me detuve a observar los carros que pasaban veloz, tal vez sus conductores buscaban un destino, o no. Salir en la mañana dominguera era una necesidad para algunos. Una vendedora de flores me ofreció una sonrisa. Un búho grandote de cerámica, presidía la entrada de una fonda, algunas tiendas exotéricas estaban abiertas, vendían amuletos para distintas cosas: amor, suerte, salud. Crucé la callé, llegué al edificio que buscaba, entré a la sala de espera, caminé hasta el patio interior, con plantas hermosas, olorosas a la lluvia que había acabado de caer. Ante mí apareció la escalera, subí lento, bajo mis pies crujía la madera, la fragancia del olor a incienso inundó todo el espacio.


El repiquetear de las campanas, llamaba a otra misa. Me esperaba, sus manos estrecharon con suavidad mi cuerpo, nos besamos en las mejillas. Breves comentarios. Nos tomamos de las manos, y decidimos caminar por las angostas calles de La Colonia. Visitamos tianguis, los dueños colgaban con sabiduría ancestral las mercancías, bolsas tejidas con vivos colores, traídas de Chiapas, inciensos, collares y pulsos de cuarzos. Tiendas de marcas construidas, tras las fachadas ardet coo, de viejas casas restauradas. La avenida Álvaro Obregón, también nos complació con sus exhibiciones sabatinas y domingueras. Sobre mesas, o tapetes puestos en el suelo los anticuarios y pintores locales ofrecían ventas: joyas, heredadas tal vez de algún antepasado o compradas a alguna familia, que había perdido su dinero, y se despojaba de ellas, cuadros pintados al óleo o cartulinas envejecidas con dibujos. Piezas sueltas de cristales finos, o porcelanas que habían pertenecido a alguna vajilla. Luego mi amigo, me llevó a comer a un restaurante español, ubicado en la misma colonia, durante la comida hicimos comentarios sobre la familia, arte o alguna situación común. Fluía la magia, ahora los muchachos la llaman química. Intentaba atraparla, pero se escapaba y se perdía tal vez entre el follaje de los árboles del parque cercano, o un duende burlón nos observaba de alguna parte, y la halaba a través los hilos dorados del sol que tenuemente penetraba por un cristal. La tarde cayó sobre la ciudad, lluviosa, obscura. Me metí en el metro.


Gioconda Carralero Dominicis 3 de Enero de 1945 Holguín, Cuba. Estudios realizados: Magisterio- Literatura y Español- IPE- Holguín. Secretariado- Academía Milá y Lavernia- Holguín. Publicaciones: Sexo, Muerte y Estrellas, Editorial Vuelo Libre, Mérida, Yucatán, México. Cartas a Daniel, Editorial José María Heredia- México DF. Atardecer en Cuba, Editorial EDAMEX, México, DF. Hugo: Revista Literaria "El Espejo del Perro"- Madrid- España. Leo: Revista www.Letralia.com


Estoy en pleno campo de verdes alumbrados siguiendo el surco de mínimos pasos. Buscando el agua de un rio extraviado. Soplando mariposas entre flores muertas. Pero entonces tu voz hace eco de mi empeño, y junto a ti, Thaormine, recupero el equilibrio. PPPS Cuando leí el libro Thaormine la culpable, la sensibilidad llegó a flor de piel. Una confusión de varios sentimientos, se aglomeraron sobre la almohada de mis lecturas. Compasión y orgullo prevalecieron subrayando cada renglón de su lectura. Thaormine se mostró por dentro y por fuera, sin tapujos y sin compromisos éticos a una posible censura. Su voz de dolor y clemencia fueron calando mi visión sobre una enfermedad muy mencionada, pero en mi criterio no tratada con el respeto y seriedad que la misma requiere. Thaormine me condujo por senderos no transitados por mí, y aportó una indiscutible sabiduría del ser humano. Estrella Fresnillo-Díaz, autora de este libro, es capaz de presentar a una mujer que bebió de su propio fango, dejando sus partes más íntimas expuestas a un huracán de vivencias que añoraban la bonanza. Perturbación de infancia, desorden sexual y un falso ego, llevaron a Thaormine a saborear un primer trago, que luego se convertirían en una fuerte cadena difícil de romper. Solo la voluntad y la búsqueda de ayuda, fueron capaces de mostrarle una nueva luz en su camino.


Pero Thaormine la culpable. Diario de una alcohólica no es solo un libro de autoayuda, para todos aquellos que padecen del alcoholismo, es también un libro que nos lleva a la reflexión. Nos traza un espacio en la búsqueda de Dios, nos brinda una serie de aspectos considerados en el programa de Alcohólicos Anónimos, que nos ayudarán a enfrentar momentos difíciles de nuestras vidas. Un color esperanza queda en la memoria de cada lector del libro, un brillo en la distancia se mueve entre las aguas cristalinas de una nueva fuente, que puede surgir de las tierras más movedizas del subsuelo del ser humano, cuando somos capaces de tocar sobre la puerta correcta. Cuando como Thaormine, vomitamos al mundo nuestras miserias y pedimos con humildad la ayuda.

Estrella Fresnillo-Díaz: La Habana, Cuba. Periodista, escritora y crítica de Arte. Ha recibido premios y menciones en Concursos Literarios y de Periodismo. Trabajó en periódicos e hizo radio y televisión. Tiene seis libros publicados, dos de testimonio —En otras tierras del mundo y Soñador de Libertades—, tres de narrativa: Thaormine la culpable, (autoayuda), Cuentos de La Habana, su traducción al inglés. Stories of Havana, y Perdida en el tiempo. Reside en Miami, Florida, Estados Unidos desde el 2005. Es fundadora del sitio web cheveremiami.com y es Directora de la revista digital Picatuero Insomne. Trabaja como Asesora y Crítica Literaria en la Editorial en línea Voces de Hoy.


Miradas

ESGUARDS

Me miras, te miro Me cubres, te cubro mientras la espuma flota en ese mar de nuestro ombligo azul en delicia de nuestra noche de otoño.

Em guaites, et guaite Em cobreixes, et cobresc mentre l'espuma flota en la mar del melic blau en goig de la nostra nit de tardor.

Traducción al catalán de “Miradas”, que ha realizado Pere Besso, poeta y lingüista valenciano.

Julia del Prado Morales de Peña, limeña, de ancestros arequipeños universales. Escritora, Periodista y Docente. Bibliotecaria titulada de la antigua Escuela Nacional de Bibliotecarios, Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En Medellín, Colombia, se especializó en Bibliotecas Escolares y Literatura Infantil en la Universidad Nacional de Antioquia, becada por la Organización de Estados Americanos. Recorrió Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Guatemala, Panamá, Ecuador, Argentina y Chile, países de nuestra América, alimentándose de su naturaleza y realidad. Ha publicado varios libros.


20 arena de placer y zafiro el tiempo aquel cuando las amapolas florecían sin permiso y los gránulos oscuros de sus semillas rodaban con la libertad de los sueños. no había días / ni noches. en la ventana nunca anochecía quedaba en ella polvo de luz. 56 Silvia Loustau (Mar del Plata) onduladas callejuelas de Valparaíso Escritora, traductora y profesora mar de dunas de inglés. En 1973 gana el filigrana de escarcha Primer Premio de Narrativa del remolinos de tu voz Centro Editor de América Latina. horizonte de infancia David Viñas es uno de los viento de banderas jurados. Sus narraciones son perfume de jazmines publicadas por la editorial robin hood mencionada. todo está guardado Ha colaborado en revistas en el metabolismo de mi lagrima. y periódicos nacionales e 23 internacionales. Colabora el sabor verde de la lluvia en varios sitios web. viste el día de nostalgias Corresponsal en Argentina el viento empuja un pez de nácar de la revista virtual a través del ojo de una nube. Artesanías Literarias. y una cascada de triste locura Dirige su propio blog: se desliza por los mudos cristales silvialoustau.blogspot.com sobre el rumor de días idénticos syllous@yahoo.com.ar


Ernesto Jorge Ferriol Pérez (Holguín, 1971) Pintor y Dibujante “Al analizar mi obra plástica, confieso que esta se alimenta de una fe profunda en el problemático ámbito de la pintura como lenguaje. Comunicar desde ella, con una conciencia estética, es para mí un proyecto con sentido, a pesar de los criterios contradictorios existentes en el panorama del arte actual.” Así define su pintura el joven pintor cubano Ernesto Ferriol, radicado actualmente en Japón. En Voces de Hoy podremos conocer algunas de sus obras de carácter erótico, y otras vertientes de su actual pintura.



Cuando quieras publicar tu poesĂ­a de un modo diferente, o hacer un regalo que marque la diferencia, la Editorial Voces de Hoy te brinda esa posibilidad. Te mostramos algunos de nuestros trabajos.


Eduardo Hughes Galeano

nació en Montevideo, Uruguay, en 1940. Fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. En Buenos Aires fundó y dirigió la revista Crisis. Vivió exiliado en Argentina y España. A principios de 1985, regresó a Uruguay. Es autor de varios libros, traducidos a más de veinte lenguas y de una profusa obra periodística.

Esa mujer es una casa secreta. En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas. En las noches de invierno, humea. Quien en ella entra, dicen, nunca más sale. Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En esa casa seré habitado, en ella me espera el vino que me beberá. Muy suavemente golpeo a la puerta, y espero.

La A tiene las piernas abiertas. La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno. La O, círculo cerrado, te asfixia. La R está notoriamente embarazada. - Todas las letras de la palabra AMOR, son peligrosas comprueba Romy. Cuando las palabras salen de la boca, ella las ve dibujadas en el aire.


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