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Texto: Oriol Gracià Fotos: West Coast Railways
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TURISMO CULTURAL_ESCOCIA
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ESCOCIA EN EL TREN DE HARRY POTTER La escritora J.K. Rowling viajaba en tren cuando le llegó la inspiración e imaginó por primera vez el personaje de Harry Potter. Quizá por eso el tren aparece en todos los libros del aprendiz de mago más famoso del mundo. Lo que sí podemos asegurar es que el Hogwarts Express de las novelas es, en la realidad, un tren de vapor que aún funciona en el norte de Escocia, en las Hihglands, camuflado bajo el nombre de Jacobite Steam Train. El viaje ofrece la posibilidad de sentarse en el mismo vagón utilizado en las películas
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El verdadero Hogwarts Express atraviesa las bellas tierras altas escocesas, tirado por una antigua pero reluciente máquina de vapor que fue construida en 1937.
l trayecto (de poco más de 60 km entre ida y vuelta) une los pueblos ribereños de Fort William y Mallaig, pasa entre prados atravesados por riachuelos lentos y tortuosos, verdes colinas, lagos con monstruos legendarios y castillos fantasmagóricos. Pero el momento más emocionante llega al cruzar el viaducto de Glenfinnan, un puente espectacular que los fans de Harry Potter reconocerán fácilmente porque allí se rodaron algunas de las tomas más memorables de la saga. Aunque en la ficción el Hogwarts Express sale de la estación londinense de King’s Cross, nuestro viaje empieza en Fort Willliam, un pueblo de pescadores situado a la orilla del lago Eil, en uno de los rincones más pintorescos del norte de Escocia. Todas la mañanas (de lunes a viernes y también los fines de semana durante el verano) en la
estación de ferrocarriles suena el agudo y largo silbido de la locomotora.
largo pasillo y los compartimentos que aparecen en ellas. Desde Fort William el tren se adenSOÑANDO CON HOGWARTS tra en el Great Glen, un amplio valle El humo y el olor a carbón, los vagones que empieza al norte de la población pintados de rojo, las butacas de made- y se eleva hasta el sur del Ben Nevis, ra revestidas de terciopelo... todos los que, con sus 1.344 m, es la montaña elementos confluyen más alta del Reino Si tú también eres para recrear el priUnido, un imán para un aprendiz de mer viaje de Harry excursionistas, escalaPotter a la escuela mago, reserva plaza dores y amantes de la de brujos del castiBTT. Precisamente, el en el vagón D de llo de Hogwarts, un entorno natural y la lleeste tren, decorado viaje memorable, ya gada del tren de vapor como en las que allí conoció a a principios del siglo películas de la saga pasado consolidaron Hermione Granger y Ron Weasley, que Fort Wiliam como uno se convertirían en sus dos mejores ami- de los centros turísticos más importangos. Cada vagón ofrece servicios dife- tes de Gran Bretaña entre los aficionarentes, pero si eres un auténtico peque- dos al turismo activo y de naturaleza. ño mago reserva plaza en el vagón D, Además, la fama de películas como decorado como en las películas, con el “Braveheart”, “Rob Roy” o la saga de
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+datos Jacobite Steam ESCOCIA
Precio Entre 30 y 45 libras, ida y vuelta Webs www.steamtrain.info www.visithighlands.com/es
Harry Potter (todas ellas con escenas rodadas en el valle de Glen Nevis) han dado a conocer Fort William también a los cinéfilos. Mitómanos del séptimo arte y excursionistas, pues, son algunos de los pasajeros habituales del Jacobite Steam Train. Entre algunos niños vestidos como Harry Potter se confunden deportistas, con sus botas de montaña y los palos de trekking. Y aunque no hay ni aprendices de mago ni sombre-
a Arisaig. Seguimos un tramo de litoral repleto de pequeños islotes rocosos sin vegetación y playas de arena plateada que atraen los turistas durante las semanas mas calurosas del año. Mirando al océano, despuntan las islas de Rum, Muck, Eigg y Canna. El tren cruza el lago de Morar, uno de los lagos británicos más profundos, donde según la leyenda se esconde un monstruo que ha tenido la mala suerte de topar con
El robusto viaducto de Glenfinnan, con sus 21 arcadas y construido en el siglo XVIII, es el punto culminante del trayecto para los fans de Harry Potter ros puntiagudos, ni varitas mágicas, sí que existe el carro de los dulces que recorre los vagones repleto de los caramelos, los pasteles y los chocolates que tanto gustaban a Harry y sus amigos. EL VIADUCTO DE GLENFINNAN Después de dejar atrás las casas de Fort William, el Jacobite cruza el río Locky a la orilla del cual se conservan los restos del castillo de Ivenlocky, en ruinas, como tantos otros en los paisajes escoceses. El tren transita a lo largo del llano de Corpach Moss, entre prados con vacas, ovejas y pastores que se protegen de la lluvia persitente (y habitual) bajo los pequeños bosques de pinos. A la derecha, se estrecha el valle, decorado de fondo del viaducto de Glenfinnan, un puente robusto, de 21 arcadas, construido a mediados del siglo XVIII. Aunque las escenas de tren de las películas de Harry Potter también fueron rodadas en Londres y Yorkshire, éste es sin duda uno de los rincones más espectaculares por los que pasa el Hogwarts Express. Se puede comprobar en las memorables escenas de “Harry Potter y la cámara de los secretos”, “El prisionero de Azkaban” y “El cáliz de fuego”. A los pocos minutos, llega la primera parada del recorrido, en la diminuta estación de Glenfinnan, donde se puede visitar un museo sobre la construcción del viaducto. El viaje continúa entre paisajes solitarios cubiertos por espectaculares cielos. Pequeños lagos, montañas suaves y un mar salvaje nos acompañan de camino
la fama de Nessi (la criatura del lago Ness), mucho más popular, que le ha restado mucho protagonismo. LA ÚLTIMA ESTACIÓN Finalmente, el Jacobite Steam Train llega a Mallaig, una dinámica comunidad de pescadores y punto de acceso a la isla de Skye, la segunda isla más grande de Escocia, muy conocida por su interés natural. Mallaig es un buen sitio para degustar pescado fresco y marisco y, de hecho, es habitual entre los habitantes de Fort William subir al Jacobite Train Steam para ir a comer en algunos de los excelentes restaurantes de su puerto. En las novelas de Harry Potter, el Hogwarts Express llega hasta el castillo de Hogwarts, situado en algún rincón desconocido de Escocia, solamente accesible para los humanos con sangre de mago. Pero en el mundo real, lamentablemente, el Jacobite no transporta ningún pasajero con destino a la mítica escuela de artes mágicas. Aun así, los pasajeros se conforman fácilmente con la contemplación de los increíbles paisajes o con alguno de los souvenirs que se pueden adquirir en la tienda del tren: desde una réplica en miniatura del Hogwarts Express hasta pósters o juegos de mesa. Es así como el viaje se convierte en una magnífica forma de pasar el día gozando de la belleza de las tierras altas escocesas entre parajes tocados por la magia de Harry Potter, que ya forma parte del imaginario colectivo.