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Roberto Parra Ponce
Opalina Cartonera
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Roberto Parra Ponce Opalina Cartonera 2015 Edición a cargo de Jhon Bacanalés Diseño por Juan Canales Impreso en Santiago de Chile por Opalina Cartonera Primera edición
“Colección Poesía Inalámbrica” Contacto autor: r.parra94@gmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor
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Estas hojas son el soporte de la memoria, y cada verso constituye un trozo de algĂşn recuerdo. AsĂ sea el vehĂculo al pasado y el camino a que la vida no avanza en un solo sentido. El reloj de arena que gira sereno.
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Máquina del tiempo
La memoria que canta el tiempo Saltando en una brisa tendida Ahí están todos los cajones Donde creíste encerrar la vida Y la marea que te devuelve La alegría de nacer otra vez Los errores que creíste perdidos Siguen anclados en tu piel -El espejo cambia de pared Pero tu mirada será siempre la misma-
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Recuerdo del hombre en bicicleta
Baile silencioso, tú mismo De la mañana humeante Los ríos desenredados Y el corazón sonando Los relámpagos nacientes Gritando desde las entrañas Entre ruedas de aire Que esquivan sus oleajes Deja el mundo atrás Con un rastro engañoso Ritual del ocio insistente Y tu cuerpo pataleando Por lo demás, monta la vida Sin dejar tus pies en el suelo Si permites que el galope cese La ola te habrá ganado
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Vuelta al hábito pasional I
I Culpa de tu carne mortal Fue que nos probamos Y a través de mi carne teñida Te mezclaste
II Con cuanta elegancia entraste Bajo esta caliente noche de verano Dejando migajas dispersas Alrededor de esta lumbre III Y así quedó el amor Donde ya no quedamos
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No hay puerta/o a la realidad
El día me ofreció un abrazo de otoño Pero le cerré las cortinas en la cara Cambié mi horario para despertar a oscuras En la monotonía de hundirme entre siluetas textiles Y lados fríos de la almohada Vivo de andar contra mi tránsito Sabiendo que soy un hombre común igual que todos Haciendo lo opuesto a mis deseos Para después quedar sin pan Ni pretextos para arrepentirme
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El monte oscuro
Fuegos sosegados cubriendo la cabaña Y nuestras siluetas chocando a parpadeos Fuera de peligro y los cabales del querer Nuestra más grande casualidad Se creó de ese invierno de calidez boyante Único como no habrán más Y los mil latidos que estremecieron La tierra Los montes A ti y a mí en sincronía Y aunque hoy tu piel sonará a ausencia Gracias por los recuerdos
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Los durmientes
Eran días tenues, los doce Cuando dejábamos volar las ganas Sobre los muros grises Y entre barrotes de cartón Una ausente emigración Para vivir la vida que aún Se estaba presentando Cuantas realidades absurdas Pareadas dentro de un cajón -en una mano un libro, La otra en el bolsilloY el bostezo clínico Que cargamos con los años ¿En qué momento uno extraña Hasta lo que más odió? Nos quitaron los colores Y pusieron sus emblemas en nosotros ¿Cuánta gente vi pasar Sin recordar algún rostro? La inocencia de los días venideros Cuando aún habían suspiros que botar Hoy estoy libre y manifiesto Las máquinas que dejaron escapar Cuanta vida desperdiciamos Mientras esperábamos algo más
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A medio camino
Dejémonos capturar por la tierra Para despertar con aletazos de bosques pintados Y caminos carentes de un final Dejémonos elevar los gritos de júbilo Para tragar las nubes y contemplar Los rostros atentos del cielo abierto Dejémonos envolver en el eco de los peces Danzando entre corrientes subterráneas Que harán evaporar los ríos Dejémonos invadir por atardeceres silenciosos Impregnados de madera y olor a pan caliente Aun cuando mis ojos resbalen colina abajo Dejémonos beber por cafés en las mañanas Y sangre tinta de los valles en las tardes Armonizando los cuerpos al paraíso natural Dejémonos escuchar por latidos vigilantes Y lances de pureza que bailan frente a ti Quizás sea hoy nuestra única chance De vivir en tierra que no es gris, pues Pintémonos de mil colores Y respiremos el existir
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Globos Opuestos
Por sobre cualquier capricho Tenemos que entender Que sin duda alguna Somos de planetas distintos TĂş del planeta Martes Y yo un poco mĂĄs Domingo
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Para cuando despierte
No me basta confesar entre líneas Que me hubiera gustado contar con ojos en la nuca Para saber que reflejaba su rostro El momento que escapé de espaldas a ella Corrí pudriéndome en derrotas aletargadas Y me escondí entre los bolsillos del pantalón El techo se volcó encima una y otra vez Y mi garganta oxidada emanaba silbidos de media noche Pues dile que me deje dormir Para cuando despierte solo estará la niña invisible Que dejé ausente en algún lugar Y ya no puedo encontrar
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Al igual que un perro‌
Te atrape en un remolino Mientras fingĂa pillarme la cola
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Nunca jamás
Nunca tomamos en serio Que cada grito que lanzamos al viento Se echó a volar sin más Perdiéndose con los años -Aquí sigue cayendo la lluvia Cuando por allá el cielo se pinta rojo-
En algún punto nos alcanzará la luna A sabiendas que no tenemos miedo Pues no andamos esperando nada cuando tenemos El vértigo atrapado aquí en un sueño Dime si alguna vez memorizaste Tantos caminos al mismo sitio O abierto la jaula del corredor Donde guardabas tu alma resollaste Mírate al espejo y espera Ya no somos turistas de otros lugares Hoy te invito a mil risas como resorte Y versos alumbrados en permanente Todo puede parecernos normal Pero aquí los días son más largos Cuando apagues las estrella del techo Volarán mil tormentas de luciérnagas
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-No tengo más que dejar brotar las ideas Y agradecer la vida en éste mundo aparteFuimos, somos y seremos Los malogrados chicos perdidos Quienes sólo pueden hallarse a sí mismos Cuando están juntos
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Vuelta al hábito pasional II
I La nostalgia no la produce el pasto seco O las hojas muertas sobre tu jardín Las huellas marcadas en el lodo Que dejé a propósito II Nos despertamos sabiendo la hora Que no contaba dentro del reloj El día después los asientos vacíos Y la duda contenida en el silencio III El recuerdo fracturado Lo escribí entre estos versos Acumulando la sensación De que nadie llega para quedarse
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A la vida
Cálidos destellos de sabiduría Brotan por tus poros cuando te admites ser ignaro Pues brotemos de la tierra, amigo mío Seamos árboles sedientos de aire y de nidos De compases y bamboleos De lluvia y del frío Pero seamos
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Extranjero
Condenado a cadena perpetĂşa Y arrodillado bajo el mismo edificio El concreto me envuelve de pies a cabeza Pero no siento nada Resopla el viento sobre mis matojos Y las gotas rocĂan los harapos Viajero curioso de sensaciones Pero no siento nada Y mi mandĂbula sigue entumecida Bajo esta muchedumbre de ojos perdidos Canturreando chirridos de ausencia Pero sigo sin sentir nada
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Agonía
Estoy vivo y el mundo se ha muerto Me susurran desde las alcantarillas Sin dejarme acortar distancias Ni pasar mis latidos hacia el mar -Solo es verborrea gris y acuosa La que tenemos en nuestro horizonteEstoy vivo y el mundo se ha muerto Me dicen desde sus cementerios Vírgenes huyendo entre cruces de papel Y látigos santos de cloro y azufre Estoy vivo y el mundo se ha muerto Les grito por sus calles ausentes de tono Desvanecido bajo la niebla toxica Disparada desde los viejos carruseles Y de sus gastados pulmones No nos mintamos de pelo en pelo Ni hablemos en otras lenguas Este mundo murió hace tiempo y aún no sé por qué respiro Con los ojos abiertos y la cuchilla rota Un agujero espera en la tierra con la fatiga contenida Frente a todos nosotros
Estamos vivos, tú y yo -un secreto entre ignorantesLlama de la pobre desilusión Hoy nos arroparemos con sus diarios Y extensas líneas telefónicas 24
No habrá más nacer ni rostros por ver Será un día como cualquier otro A oídos tapados y venas abiertas El mundo está muerto y nadie lo quiere reconocer -seguramente quisiste, pero no pudisteEstoy vivo y el mundo se ha muerto Les escribo cobardemente desde aquí El rincón intemporal sobre cadáveres de viejos pueblos Donde no existe ya recuerdo en sus rostros de plata Será un trago amargo entre los transeúntes Que se abstienen de todos los ecos calcinados Dejen mis labios cerrados así como despiertan cada mañana Hoy ciegos, descenderemos al abismo que matamos Juntos
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Imagen recurrente de un invierno abolido
Cuando aún podíamos oír la lluvia Con otro ánimo en otro cuerpo Incendiados entre las calles La luna cayó Con las notas más difusas Y la luz altiva de la mañana Cargando las más prolongadas despedidas Sobre la nube de la que alguna vez colgamos Los dos
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Reversible
Mi tiempo seguirá entablado en las raíces del inconformismo Frente a los muelles de nuestra propia maquina temporal Como un verso rebelde buscando su indócil corriente Para echar vistazo a las mil memorias dejadas Almas en pena colgadas en marcos de papiro Donde hoy puedo subrayar los regocijos Los errores y las segundas versiones Despejando este sueño anubarrado De discurrir entre el pasado Para merced del mañana Éste reloj de arena Puente reversible Inagotable ¿Infinito? Inagotable Puente reversible Éste reloj de arena Para merced del mañana De discurrir entre el pasado Despejando este sueño anubarrado Los errores y las segundas versiones Donde hoy puedo subrayar los regocijos Almas en pena colgadas en marcos de papiro Para echar vistazo a las mil memorias dejadas Como un verso rebelde buscando su indócil corriente Frente a los muelles de nuestra propia maquina temporal Mi tiempo seguirá entablado en las raíces del inconformismo
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Índice
Máquina del tiempo
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Recuerdo del hombre en bicicleta
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Vuelta al hábito pasional I
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No hay puerta / o a la realidad
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El monte oscuro
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Los durmientes
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A medio camino
15
Globos Opuestos
16
Para cuando despiertes
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Al igual que un perro…
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Nunca más
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Vuelta al hábito pasional II
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A la vida
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Extranjero
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Agonía
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Imagen recurrente de un invierno abolido
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Reversible
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de Roberto Alejandro Parra Ponce se termin贸 de imprimir en el mes de agosto del 2015 en los talleres de editorial Opalina Cartonera www.opalinacartonera.blogspot.com
Tiraje inicial de 22
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ejemplares
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Los libros de la editorial opalina cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaci贸n, delicadeza y amor
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