Aテ前 2010 Nツェ 02
EDITORIAL Página 2
Contra viento y marea, dejamos atrás las tardes de ocio en que buscando el significado del ocaso y la vida nos preguntábamos, entre otras cosas, cuándo terminara el conteo sosegado de la ONPE, o si nuestras chicas podrían anotarle un match a Rusia, o si intervendrán la universidad, o si tal vez (sólo tal vez) por ahí los suecos hacen justicia con nuestro buen Varguitas. Y sucedió. La verdad fue esa noticia la que fungió de andamio para la construcción de esta segunda edición, es por eso que TAJO 2 es un homenaje (un merecido homenaje) al maestro Mario Vargas Llosa. Otorgándosele desde un especial sobre sus amores, una selección de cuadernos esenciales que más parece su bibliografía, y un estudio nada literario sobre Los Cachorros. Agradecemos las colaboraciones. He aquí las que pudimos rescatar entre poemas y cuentos (mención honrosa a Maynor Freire, Horazeriano hasta los huesos). También viene: Un Donoso acertado, un Robles Godoy en otra faceta, Recreo (con laminas para las tareas escolares), la muy aclamado sección erótica “A SOL LA BARRA” para los jeropas, y como novedad el VERSUS, creado
(especialmente) para despertar controversia y sacar a flote nuestros demonios internos, que a veces cogen bien el lápiz y se hacen un par de garabatos. Pero como diría Nietzsche “más allá del bien y del mal” que puede causar esta revista -que a veces se disfraza de Libro y por qué no de camiseta, para afrontar la vida- otra vez se trabajo con bajo presupuesto (cuiden su ejemplar porque no hay devoluciones) sin embargo las pautas siguieron siendo las mismas, las que bien dijo Juan Ramirez Ruiz: “Para editar una revista: júntense varios amigos, conozcan bien a dos o tres, entréguense confianza, asuman un papel de vanguardia, recuerden que toda idea, todo esquema es un medio, nunca un objetivo; manden a la mierda todo fin personalista, escupan a todo deseo de notoriedad, apunten bien y disparen.” ESPERO NUNCA LO OLVIDEMOS.
LOS TAJADORES
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Vargas Llosa y el Amor “ Yo le explique que el amor no existía, que era una invención de un italiano llamado Petrarca y de los trovadores provenzales” La tía Julia y el Escribidor.
muy español, que se vayan a tomar mar por culo. Es cosa de perogrullo que los gustos son relativos, pero me sale el indio cuando defiendo a Mario ¿será que le debo mis mejores lecturas? ¿Las lecturas más decisivas de mi vida? No creo en los milagros (luego de soplarme “EL ANTICRISTO” y descubrir escubrir que Jesús fue un idiota revolucionario que murió mudo y dejo obra, quede más laico que oficina de marxista), pero los milagros existen. Y si no fue milagro, que rayos fue esa gran noticia que me hizo saltar, como pogueando, toda la mañana, alzar en brazos a mi abuela (Julio, ya pues, pórtate bien, pórtate bien) y retozar como un idiota por toda la casa… ¡Era, pues, que Vargas Llosa, recibía el mejor premio, el más grande premio de la literatura! Quisiera hablar del lado más humano (o mundano) de
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Siempre les dije a mis amigos que Mario es Dios. Algunos, contraatacaban con otros nombres, aguando o mi fiesta: ¿García Márquez? Muy alucinoide, grande sí pero no seguible. ¿Cortázar? Pues, gran cuentista, de seguro el “Perseguidor” es una de los más grandes relatos que he leído en mi vida… ¿Donoso? Ah, el chileno se las trae, escribe sublime, pero no alcanza los castillos de Mario. En plan de exorcizarme de mi vargasllosismo crónico, algunos soltaban más agua bendita: “Vargas Llosa tiene buenas novelas, sí, pero su vida política es un desastre, fue marxista y ahora es neoliberal, ah y como es la cosa es ¿peruano o español? Prefiero a Arguedas” “¿Vargas Llosa, ese incestuoso que se caso con su tía y su prima? ¿Te parece el mejor escritor? ¿Y Uchuracay? ¿Y las elecciones del 90?“ Yo, ahora lo digo con más ganas, les decía,
Especial
(por Julio Barco)
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Vargas Llosa. No de sus obras, ensayos, cuentos o críticas. Hay buen y vasto material escrito al respecto. (Les recomiendo leerlos por los diferentes blogs, diarios. Y otros medios, tanto impresos como virtuales: Moleskine literario, La fortaleza de laa soledad, Escultural.com, etc. De lejos, la mejor reseña es la de Alberto Fuguet, visiten su blog!) Quiero referirme a sus amores. Porque, como dice la canción, el amor es más fuerte. Empecemos por omitir los rumores que circulan por el mundillo literario o nacional (o sea, en las cantinas, performances y en aulas universitarias) El primero cuenta que Marito, luego de tomar unas copitas de más, suele vestirse de mujer ¡Ojo, sin confirmar! El segundo nos revela que, ya en su vejez, alguien le escribe las novelas n (cosa que refutamos, porque, al menos yo, creo que su vena es fuego, o sea, inagotable, fuertísima); la última habla de que es un cocainómano, y si lo fuera ¿acaso mermaría su genialidad? Ahora bien, cuando pienso en Vargas Llosa, se me vienen vien a la mente ideas de formalidad,
disciplina, pulcritud y ternos bien planchados (quizá con goma, como los solía lavar mi abuelita) “Hay 99 por ciento de disciplina y 1 por ciento de inspiración”,, la frase, dicha alguna vez por un estadounidense revolucio revolucionado, le quedaría perfecta. Es cierto, Mario hizo de la escritura algo más que un pasatiempo, le dio el grado de profesión: todos esos escritores vagos, indisciplinados, bebedor acérrimos, potenciales suicidas y canallas quedan atrás (Henry
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18 años y un perfecto bigotito, hacen del mejor pupilo de Porras Barrenechea, un
muchacho guapo, simpático, gran conversador y entregado intensamente a sus sueños. “Sartrecillo valiente”, según sus dos grandes amigos Luis Loayza y Abelardo Oquendo, porque es un lector incansable de los existencialistas frances franceses (Malraux, Sartre y Camus, especialmente) Infiltrado, a demás, en las células del grupo marxista CAHUIDE. No muy atrás sonríe su bohemia, cuando trabaja en el diario LA CRONICA y se amanecía en chinganas, absorto por los relatos de los periodistas, alucinándose nándose en un café parisino, leyendo por primera vez las enredaderas de Joyce. Esos tiempos de putas y botellas nunca volverán. Ahora, según sus filiaciones políticas, las putas y el alcohol son resultados de la lucha de clases. “La primera vez que la vi no me llamó la atención, a penas la salude y me fui a leer… fueron los eventuales encuentros, las reuniones familiares donde pude conversar más con ella…” Y ella tiene vestido y un amor: Julia Urquidi, viuda sin lagrimas de luto, busca rehacer su vida en Lima, ima, donde sus familiares.
Especial
Miler, Kerouac, por mencionar dos de los miles) Cuenta Carlos Barral (su primer editor), que puso a prueba el estoicismo del escribidor. Estoicismo que ahora es leyenda. Hizo, muy socarrón, que desfilara una mujer desnuda por su habitación. Y Marito siguió tecleando duro ro su Remington de Luxe, indiferente a sus encantos. ¿Será que sin tías y sin primas Mario sería un feliz solterón? Hay, al menos, dos mujeres y un camino. Ese camino a Itaca que es la vida.
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-Que porquería se ha vuelto el amor entre los jóvenes hoy en día, Marito. Claro que conoce a Ma-ri-to (así le dice, con el cariño maternal) su sobrino de Cochabamba, el niño engreído de la familia Llosa. Ahora resulta que esta crecido, todo un hombre y quiere ser un escritor. Fíjate, ya hasta bigotitos tiene, que pícaro sobrinito, ya todo un hombrecito, ¿Cuando me llevas al cine sobrino? Mario no sólo la llevó al cine, sino a Chincha, fugándose de la familia y la irá de su padre. “Ya tienes bigotitos Marito eres todo un hombre” “Si tía, no me hagas roche, pues y firma el acta del matrimonio” “si hijito cómo no” Y se casaron en un pueblito que no figura en ningún mapa. ¡Con los hipopótamos no te metas! Es un animal lindo, delicado, y un ejemplo para el ser humano. No hace daño a nadie. Tiene una piel suave, una garganta chiquita y sólo ingiere libélulas y pequeños insectos. Su pasión es revolcarse en el barro, estar en las charcas y hacer todo el tiempo el amor con la hipopótama. ¿No es de admirar? Los adoro. Claro,
Marito entrego su amor a Julia como los hipopótamos suciamente se aman.
Julia Urquidi, sonriendo de tristeza (o para no llorar) recuerda a su querido Varguitas. Y su recuerdo se materializo en “Lo que no dijo Varguitas”, respuesta a la novela “La tía Julia y el escribidor”. Y una mujer que amo no podrá olvidar, porque, “es tan corto el amor sin olvido” (citando mal a Neruda) y porque usted es la (el) culpable de todos mis pesares. “Mario me enseño cosas del hombre que nunca pensé conocer”, afirma la doña
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“La felicidad completa sólo la sienten los estúpidos” en palabras de Mario. Pero sé que algún retazo de jubiló tuvo cuando se reencontró con Patricia, su prima hermana. Permanecería unos días para terminar sus estudios del francés. Y esos días se volverían meses y acabose la relación con Julia –tras tras intentos de suicidio, problemas, una muerte y escándalos en la familia familiaPatricia era Piura. Y Piura eran el mejor año donde vivió Varguitas (según “El pez en el agua”), ), cuando le escribía poemitas a la niña Patricia y trabajaba en un diario y estudia poco pero leía mucho y organizo una huelga – inspiración eventual de los Jefes- y conoció “La casa verde” –un un puterío d donde la gente cenaba, bailaba y hacia todos menos tirar tirar- y montó su obra teatral La huida del Inca y fue feliz. Patricia, el sol de Piura calando en sus entrañas, reconstruyendo esos retazos de felicidad: sus ojos, su color, su piel alba. El amor. O mejor dicho: “Mi mujer me conoce mejor que yo mismo, por tanto no sé si le debo parecer hermético. Aunque si lo dice, por algo será”
Especial
y luego, muy seria, “mis otros matrimonios fueron un fracaso, en todos los hombres que ame sólo buscaba a Mario” Gracias a una beca, Mario y su tía –los esposos- se fueron al otro lado del charco: de p paso por España y finalmente Francia. Paris, La ciudad luz, el gran mar donde todos los grandes escritores, de esa época, tenían que bañarse. Casi por obligación, Julia alentó sus primeros escritos. Cosa que Mario, obediente, cumplió. En Lo que no dijo Varguitas rguitas, hay cartas, donde el escritor reniega de las dificultades de escribir (¿acaso como las famosas cartas de Flaubert?) Julia, amorosa, siguió a su lado. Ella era infértil y nunca le pudo dar un hijo. Por esos meses, alojaron al poeta Javier Heraud, hicieron amistad con Julio Cortázar (eterno solitario, jazzista y altísimo seño) y Carlos Fuentes (mexicano hijo de la chingadera) Pero, como diría el salsero, todo tiene su final, nada dura para siempre…lástima porque ellos se quería mucho y habían sido tan felices. Bueno, en rigor fueron medianamente felices ¿hay maneras de medir la felicidad?
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-Patricia, Patricia, acaban de llamar llamardijo Mario, colgando el teléfono, desde un cuarto en EE.UU.- dicen que gane el Nóbel… voy a llamar mar a los muchachos. Los muchachos son sus hijos Morgana, Álvaro y el nefelibata. Patricia, la mujer que cuidaba a sus hijos, mientras pasaban penurias en un cuartucho ingles, donde ratas del tamaño de ardillas desfilaban por los roperos, no sabe que responder. resp Incrédula, le dice: Hay que esperar Mario. -Hay -Si pues –enérgico, enérgico, meditabundo, Mario responde respondepuede ser un engaño, ¿recuerdas lo que le paso a Moravia? A Moravia le jugaron sucio: lo llamaron y le dijeron que había ganado el Nóbel. -Voy a prender la televisión. -Vamos. Y salen. Por las cartografías de…. Julia murió esté año en Bolivia, a los 84 años.
Gabriel García Márquez publico “Memorias de mis putas tristes” y vendió como cancha. Cortazar y Heraud murieron hace años. Fuentes ahora solo vende libros en México. Morgana es fotógrafa. Álvaro, periodista. El nefelibata, trabaja para la ONU. Mario Vargas Llosa ganó el premio Nóbel del 2010. Fujimori (ex presidente) se pudre –ya ya que tiene cáncer en la boca- en una cárcel de Lima: se lo acusa de corrupción y maltrato a los derechos humanos. Su hija se lanzará para la presidencia. Y, yo me pregunto: ¿en qué momento se jodio el Perú?
“No me gusta el escritor que observa en el balcón y no hace nada. Debe entrar en la candela”
TRES AL HILO DOS
Haber como te lo explico mamá… No tengo intención, fuerzas, ni brazos, ni piernas, boca, nariz ojos, alma… para buscar trabajo. Estoy de luto y mi uniforme es la bata que traigo puesta día a día, el luto son todas las horas que duermo, que no despierto. Mi luto es mi cama destendida y las botellas de ron q que no pienso recoger. Mis libros sobre mi cara que no quiero ver. Las veces que me niego con mis amigos y sus reclamos: No me dejan verte, me dicen por el auricular y yo les respondo: Créeme, yo tampoco quiero verme. Me dice Martin no seas cojonudo, que mierda te pasa que un buen trago no te pueda salvar, no te pueda embalsamar y les respondo con la mano en el pecho agujereado que tengo, por el que cojeo: Créanme, el alcohol sólo existe al lado de mi sonrisa, de una alegría que deje escapar.
No saben ben mi nombre. ¿No es así? Pues no interesa, ¿No lo creen? Saben quién soy. Y creo que es lo más importante. Tengo 101 años y ella 97. Ambos comemos tierra. ¿Es descabellado no? ¿Creen que es más descabellado, que la forma en que nos conocimos? Tengo 23 nietos etos y 42 bisnietos. Fue todo verdaderamente casual. Un día ella se cayó de cara en el jardín. Yo era muy juguetón, tanto como mi primer hijo, tanto como su perro. Jugábamos con la pelota y no medí mi fuerza,, Pavel no pudo atraparla, Mazzimo azzimo tampoco, es así como la esférica cayó en las posaderas de Misabel, mientras ella cortaba sus geranios y sus orquídeas. Dio un grito, como los que ella nada mas puede entonar y se trago un bocado de tierra. Yo corrí a verla, a recogerla. Le limpie la cara. Ella no decía ni palabra. Era porque se estaba comiendo la tierra. Sentados ya, en la cocina, me conto que, sintió un sabor familiar, era una mezcla de
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UNO
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(por Consuelo Solis)
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lúcuma y vainilla. Yo le dije: Estas demente. Y me objeto, mas demente que la forma en que nos conocimos. Es así que no o dije más. Pasaron diez años, y mi esposa seguía reluciente. No había pasado por la menopausia, no tenía arrugas, ni estrías. Era una bella, y delgada mujer que mantenía esa cintura que rodeaba con mis brazos. Al darme cuenta, de su claro estado saludable saludable, me dije: Ah no, no puede ser así! Mi vanidad no podía conmigo. Es claro que los hombres envejecen mucho después que las mujeres. Pero este no era el caso. Y no podía quedarme atrás. Tengo una fuerte voluntad y al final de seis meses, le agarre el gusto a la tierra.
TRES Cuando comencé a hablar, el invierno empezó a dolernos a todos. La lluvia se hizo constante y la neblina salía en vez del sol cada mañana, a esperarnos con su abrazo helado y confuso. Mi madre me conto que yo andaba muy feliz por la casa, gateando con los ojos frenéticos en la alfombra, persiguiendo algo que nadie más que yo veía. Creo que huía de mi propia sombra. Ya tengo 20 años y sigo huyendo por la vida. Pero ahora ya no sonrió. Ahora mi boca hace gestos, más precisos, mass marcados. Serio, burlón, sarcástico, llorón, excitado. La sonrisa se me fue cayendo, y también me fue jodiendo, como el puto dolor de espaldas que mantengo. Es irónico, MariaHelena, porque cuando follo el dolor se me va, mis músculos se relajan a tal grado do que siento que ya no tengo huesos. El cuello no me hincha las pelotas, duermo bien. A veces pienso que mis músculos son arrechasos y se engríen demasiado, que odian el frio y sienten cuando otra piel duerme rozando a la mía.
(por Roberto Bermúdez)
onoso nace junto con él, un Donoso día de setiembre (sí setiembre emociónense los virgo) Una historia total donde el tema principal no es precisamente el exilio. lio. La trama verdadera discurre escondida en una convulsión política, y la mano reacia de una dictadura. Allí latente, ensordecedora crece y se extiende cual cáncer una sensación perpetua esa que hiere hasta el lomo más fiero como dijo el ilustre Cesitar: estar en todos lados y no pertenecer a ninguna parte y tener que estar siempre como
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Hay novelas que nacen de una idea brillante. Otras, más humildes, perfumadas con los anhelos de una juventud impetuosa, irresoluta y mas fuerte todavía que un abrazo en navidad. Pero las hay también esenciales, magnas, de esas que no terminan erminan enrostrándole al lector la inmisericordiosa palabra fin, sino que se perpetuán con el día a día, en la calle, en los salones de baile donde se trazan lazos indestructibles y conviven todos los pasos que hay que aprender en la vida para andar derechos, os, y hacer de los tropiezos fiestas expectantes. Están ahí. Miren bien, en las pupilas de una muchacha enamorada de la vida o de un muchacho que como ella también ama la vida, esa que queda al otro lado de la calle y no se busca ojo- se encuentra- en el parque, en un café cuando uno crece y dice: tengo 15 años soy un hombre. El jardín de al lado de José
PARA TENER EN CUENTA
MI NOVELA FAVORITA
PARA TENER EN CUENTA
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dice mi abuelo (también ilustre) “como pal tiempo”. Así crece este animal que se alimenta de miedos frustraciones y sueños no resueltos, que a modo de vaivén, rebotan en los muros que contornan la ciudad.. Julio y gloria dos chilenos de toda la tierra porque los hombre no le pertenecemos a una sola generación ni aun pedazo de suelo al que llamamos país, sino al universo entero, a todas las edades pasadas y venideras. Desde la mirada de estos personajes desterrados, la ironía de la vida y la soledad se besan, muerden juntas el polvo, hacen el amor en un hotel cualquiera sobre una vieja cama de sábanas raídas, bajo el cielo de una ciudad inventada donde lo único que existe iste es el deseo constante de no ser nunca los mismos sino una mezcla de sangre y pasión, un puñado de flores de un jardín que crece a cada instante como la lluvia frente a nuestros ojos…
Miguel A. Urbizagastegui
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¿Quién no ha temblado ante la proximidad del amor? Es cierto, el amor gusta y vende. Hay mi miles de telenovelas, libros, películas, canciones, que afirman los fenómenos de esté sentimiento. Sentimiento de masas, quizá el más marqueteado y enlatado de los últimos siglos: ¿acaso alguien defiende la tristeza? Creo que fue Hildebrand quien hablaba de ese gustito que sentimos cuando atravesamos, así de golpe, los embates de la tristeza: el saberse débil, finito. Amor y paz fue el grito de miles de jóvenes ante las iniquidades de una guerra barbará, atroz. De amor nacieron los acordes de los The Beatles,, los temas más poéticos de Sanz y alguna película idealista (onda El club de los poetas muertos) “Amor, amor, ¿Dónde oí esa palabra antes?” entonaban, en los 80, unos pregoneros Prisioneros. Yo, sin ir muy lejos, nací por el amor desmesurado de mis jóvene jóvenes padres. Entonces, ¿por qué ir
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Amor, amor, amor. Ese sentimiento que los poetas del ayer, de hoy y de siempre, nunca se cansan de plasmarlo en poemas eternos; al igual que los músicos en sus canciones, los pintores en sus cuadros, etc. Pero, hacer un poema de amor o un acto que muestra este infinito es ser acaso, un cursi? Eran las ocho de la mañana cuando caminaba por la Av. Brasil y un conjunto de mariachis cantaban “las mañanitas” al frente de una casa. Una chica se asomaba a la ventana del segundo piso y miraba a alguien de abajo bajo que tenía un ramo de flores entre sus manos, era sin duda, su enamorado. Lo más curioso de esto es que ambos no pasan de los veinticinco, pero ese gesto tierno del chico es acaso cursilería? Yo diría que no, lo cursi es algo que pisa lo simple y llega a lo patético; esto, en cambio, es todo lo contrario. Qué locuras uno ha hecho por amor? Sería para no acabar este artículo, pero las diferentes formas de demostrarlo a veces nos dan la contra y otras pues, nos vivifican. Sin embargo, la manera de galan galantear a una mujer (como darle flores, piropos, poemas, canciones, peluches, etc.) tiene su origen remoto en los finales del siglo XVIII. Donde la primera corriente artística, política y literaria de la Edad Contemporánea invadía al mundo con el aroma del am amor (con sus causas y efectos) y la naturaleza hasta mediados del siglo XIX, teniendo ecos en el presente, y es pues el Romanticismo.
CONTRA LO CURSI EN LA LITERATURA (o buscando un amor salvaje)
Versus
AMARTE ES UN PLACER, MUJER (o buscando un amor ideal)
Julio Barco
Versus
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Y es que a qué mujer (excepto las machonas, claro está) no le gusta las rosas? A qué mujer no le gusta que le canten una balada, que su pareja le dé esos detalles que dan mucho de qué hablar? La elegancia en la sociedad se manifestaba en los hombres a la hora de enamorar a las mujeres (algo que a mi parecer se está perdiendo) gracias a las obras tan apasionadas y profundas que nos dieron a entender el sentido del amor poetas como Goethe, Byron, Bécquer, Hugo, Poe, Shelley, Espronceda, Whitman, Dumas, Zorrilla, Leopardi y no me atrevo a mencionar a latinoamericanos (muchos menos a autores light o de autoayuda) porque nuestro romanticismo (el sentimental, cabe decir) no se vivió con la misma intensidad y pasión que en Europa. Fuimos lamentablemente, una copia falsa de España; en especial, a las Rimas de Gustavo. Tuvimos que esperar el siglo XX para tener recién poetas nacidos con el corazón en la mano como Neruda, Buesa, Benedetti y porque no también mencionar a Vallejo citándolo con estos versos llenos de ternura: “que estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí”. Gracias a esa corriente (sobre todo por los ingleses) este feeling tiene su mes (febrero), su día (14) y sí que lo tiene bien merecido. Pues no cabe duda de que el amor nos cambia la vida. Qué sería del mundo sin amor? Es posible acaso que se celebre el día de la tristeza? De la angustia? Del odio? Solo citaré lo que dice Leibniz, algo que es muy real, por cierto: “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad”. Un dato muy curioso es que sólo en esa época (siglo XIX) la gente se casaba por amor, pues en el siglo de las luces (XVIII) eran los padres quienes decidían con quien casar a su hijo(a), algo que era por pura conveniencia, mejor dicho: por dinero; una de las consecuencias
contra el amor? La literatura, en sus raíces, fue la convulsión de los pueblos: las historias, sus vivencias, sus testimonios trasmitidos oralmente, por bardos y rapsodas. Las peleas, cruentas guerras y mitología inundaban esté mundo. Platón decía que, en los principios del mundo, las personas conformaban un TODO y nos separamos de pronto en dos mitades, por eso el afán de buscar la media naranja, la otra parte, el amor. En los tiempos de ocio griego, los filósofos cumplieron los rigores de reflexionar sobre el origen del amor (EL BANQUETE, por ejemplo) Y los siguientes años y siguientes movimientos y siglos sólo corroboran las fuerzas mugientes de esté sentimiento. Y, vuelvo a preguntar ¿Dónde quedaron otros sentimientos como la angustia, la nostalgia, la melancólica? Uno de los libros que más odie fue MARIA de Jorge Isacc, leído por gracias de un amigo y por curiosidad, imaginando que las páginas estarían preñadas de un amor desbocado, triste, “real” Lástima que encontrara todo lo contrario, escenas absorbidas
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por las pestes del Cali, evaporando todo rosé romántico, cayendo en la exaltación del panorama ¡Y de qué manera tan perra! ¡Tan aburrida! Otro libro que corrió la misma suerte fue“Por el camino de Ximena”, animado por la contraportada (donde hablaban de un tipo que se dedica a leer y escribir y luego de muchos años sale a buscar el amor) pensé que estaría llena de impulsos, desbordes. Uno de los problemas de la literatura latinoamericana, según Bryce, era que carecía de humor y amor. Los libros de los 60 – Vargas Llosa, Fuentes, Onettieran muy solemnes. Fue Julio Cortázar quién hizo que algunos críticos alzaran la voz al cielo y otros escritores, como el bueno de Bryce, escribieran con libertad: aquí quisiera hablar de lo cursi en la literatura y los cursis medios de comunicación y sus flácidas miradas al amor. Cortázar influyo con el humor y Echenique con el amor (que, a estas alturas, es más bien un amor, a demás y todavía, triste) Será cuestión de hablar de Bryce, entonces, para desentenderme de los libros de amor cursi ¿pero acaso “LA
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que dejaban los excesos del Racionalismo (piensa, luego existe). Hoy en día, (gracias también al liberalismo de los románticos de aquella época) cada uno decide con quien compartir el mismo cielo. Además, los casamientos que llegan a bodas de oro son muy escasos y por ello, son los más logrados en tener una vida de dos única y eterna. El tema del amor en el campo de la música (el único arte que llega a las masas) en nuestros días está muy globalizado y es a la vez muy simple y sin fondo. Cualquier cantante puede cantarle al amor en diferentes géneros pero, la letra y la voz separan a los galantes de los cursis. Por ejemplo: los cantantes románticos que escuchaban mis padres eran sin duda José José, Camilo Sesto, Leo Dan, Rafael y los demás que siempre lo repiten en la radio “la inolvidable”. Los de hoy son los famosos Alejandro Sanz, Luis Miguel, Chayanne, y otros solistas aunque no tengan voz pero sí buena letra (como tú, Enrique). También todos esos dúos o grupos musicales que siempre lo repiten en la radio “ritmo romántica”. No los vas a comparar a ellos con grupos como “chino y nacho” o “wisin y yandel”; sería algo inaudito. Te pregunto: ¿Qué canción le dedicarías a tu pareja? Supongo que elegirías una con buena letra (poema hecho canción). Los cantantes del futuro que le canten al amor, esos que escucharán tus hijos, seguirán conservando esa esencia que STURM UND DRANG dio a conocer en Alemania dándole un golpe entre las piernas al Neoclasicismo y que siendo un pequeño grupo de estudiantes rebeldes y bohemios, nunca se imaginaron que cambiarían al mundo entero. Yo, no soy un chico conservador. Al contrario, soy parte de esta generación perdida. No obstante, defiendo ese amor desenfrenado, ilimitado, desaforado; porque creo
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que el amor te da una cosa: todo o nada. Por otra parte, nadie puede decir que ha olvidado su primera ilusión, su primer beso, su primera noche de amor en la cama junto con su pareja hasta despertar con el canto del gallo por la mañana. Además, siempre encontrarás en los parques el manifiesto del amor bajo la sombra de algún árbol (capaz por ahí me ampayes) o en los balcones con vista al mar y la luna escuchando todo desde arriba. Pero en ambos lugares, no piensas que estás en la calle o que es tarde, o que tienes problemas que resolver o que tienes quehaceres importantes. Solo te importa pasar las horas de tu vida al lado de ella, pues dejas de pensar en ti para pensar en el presente y futuro de los dos. Como dice Ricardo, personaje de “Travesuras de la niña mala”: estaba templado de Lily hasta el cien, la forma más romántica de enamorarse. Experiencias que tuve con este sentimiento? Pues las últimas son que me atropelló un carro (felizmente salí ileso), casi me roban, me dejaron plantado. Pero no importan las malas pasadas si tienes una persona merodeando dentro de tu cuerpo, metiéndose en tu corazón y pensamiento cada vez más como un incentivo para recibir los días con alegría. De lo que me impresiona es que una rosa rosada que cuesta un sol en las afueras de cualquier cementerio, al dársela a una mujer, para ella tiene un valor sin igual. No se equivocó entonces Víctor Hugo al decir: “El hombre piensa, la mujer sueña”. Las parejas que saben volar, no vuelan rozando el asfalto, cerca de la cruel realidad, porque un carro los puede chocar; vuelan junto con las estrellas, cerca al firmamento, ¡buscando un nido en lo eterno!
VIDA EXAGERA DE MARTIN ROMAÑA”, o “NO ME ESPEREN EN ABRIL” no son, pues, libros repletos de ternura, amor, nostalgia? Claro, gracias al escritor de UN MUNDO PARA JULIUS, tenemos libros de buen amor. Donde los sentimientos cursis son graves y apasionados, porque se trata de amar con los cojones y los pantalones puestos. Amar hasta enterrar el pico: por ende, no depende de lo floreado y azucarado del lenguaje, sino de los huevos que uno le ponga. Amar es un acto de valor. Un acto de reconocimiento de la muerte: cuando sé ama, decía una escritora española, nos sentimos eternos. Defiendo ese amor: el amor más allá del bien y del mal, un amor que no se complace con boberías, ni se alimenta de suspiros, sino más bien de la calle, de los problemas, de las papas rellenas que me prepara la mamá de mi mamá todas las tardes, de los dolores del trabajo y la gastritis. Ese amor que duele, pero, “con sábanas que bueno, sin sabanas da igual” Un amor sin libros de autoayuda.
(por Erika Nolasco)
Porque naciste del miedo Sollozante y silente Odiando ando de mi vientre la expulsión Mamando nostalgia Arañando las entrañas De esta vida inerte Creciste bailando En círculos concéntricos Tejiendo capullos de telarañas Dulce pedazo mío Descansa sobre peste heredada Por luces fúnebres cubierta.
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(Darling, me escupes este silencio congelante y otorgante, no puedo ser malita, no hoy ni nunca) nunca)/ Enciende luces de bengala en esta casa/ derrama la tinta como llorando al amanecer/ (Déjame sola, no contestes, no me ames; porque yo tampoco sé amar y eso es terrible cariñito)/ Supuro tu voz por cada uno de mis poros/ y entre este par de piernas tontas./ (No me hagas llorar; porque puedo hacer ruido y despertarme a mí misma) misma)/ Reza y maldíceme impecablemente/ cuando a la onceava campanada/ esté tendida para ser devorada/ por mis labios y los tuyos. tuyos./ (La flor en vertiginosa descomposición)
A Casandra
Sólo POESIA Sólo
Usted sted no cuenta con saldo suficiente para realizar este tipo de llamadas.
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LA CASA DE ROBLES GODOY. (por Omar Livano) ocasionadas en un accidente Nunca es fácil vivir. Vivir automovilístico. No se escribiendo es memorable. pierda, después de los cortes Vivir escribiendo y haciendo comerciales, un completo cine es inefable. Pero vivir informe sobre la tacha de escribiendo y haciendo cine Kouri”. –Al Al mismo estilo del en el Perú: es Búho- Apague el televisor. extremadamente utópico. Aquel nombre se me hizo conocido. Y no me refiero a Hace algún tiem tiempo, Kouri. husmeando entre aquellos libros de sol (de sol por el precio; y por la insolación a la que son sometidos) me tope con “20 CASAS EN EL CIELO” La primera lectura, más bien ojeada, sólo me dejo un insípido conocimiento sobre su estructura, un flashback constante onstante y marcado en cada capítulo. No le preste demasiada atención en ese momento. Sin embargo uno de esos días mientras veía televisión: “Las butacas peruanas están de luto. Armando Robles Godoy, estandarte del cine nacional y autor de veinte casas en el cielo, muere a sus 87 años, por las secuelas
Tras leer “20 CASAS EN EL CIELO” queda una sensación: ansiedad. Nos deja con los
Nos demuestra, también, que no sólo se necesita un suspenso remarcado por descripciones caóticas para
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Un amante que sedujo y cogió por el culo desde San Marcos, cuando -por los 50’s- decide estudiar Literatura. Sí, sólo una amante, como Onetti. Porque para Armando su bobo era el cine. (Cabe mencionar también su compromiso con la cultura, todo esto le valdría un sitial en el mundillo intelectual limeño) Dicen que cansado de tanto: poto, teta y groserías; formulo una propuesta más surrealista: osó enfrenar la realidad del cine peruano. Pero dejemos ese lado para los cinéfilos. Aquí sólo literatura.
muñecos aquella escena del artista borracho en una fiesta de la elite más poderosa del país. De acuerdo, lanzarle las verdades como dardos venenosos, en la cara pelada, a un sujeto tan poderoso, es más que complicado en la vida real, ya que nadie es tan honesto, o tan atrevido. Atrevido, atrevido Armando.
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Arrastrado por mi lado sensacionalista no pude resistirme a esta lectura, la curiosidad me pellizcaba constantemente. Y todo empeoro cuando descubrí que la literatura –mi amor platónico- significo para el autor, sólo un amante de turno.
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tener al lector con los pelos de punta, también vale un dialogo bien logrado como el de Julio, El Tesorero y el presidente, en el capítulo 20. Entre otras cosas la fluidez de la novela simula en el lector un ingreso tridimensional a cada una de las casas de la utópica ciudad, mientras la expresión oral y familiaridad de los personajes le permite enredarse con cada historia, algunas más creíbles que otras, pero -también se debe mencionar- solo fueron 4 casas las que tuvieron intervención en la novela. ¿Y las otras 16? Dos personajes opuestos: Pedro y Julio. Un nexo: Cesar, una historia transgresora que se deja leer. Un hombre: ARMANDO ROBLES GODOY, que amo los clásicos –con frenesí a Víctor Hugo- , que conoció a Borges, que dejo LA PRENSA y su buen sueldo para dedicarse a filmar una película y quién sabe, tal vez, también a escribir, ¿A ver
quién se atreve? Solo Pedro. Armando es Pedro. Me quedo con la imagen de ARMANDO borracho en la fiesta, en esta fiesta que es la vida, y que bien explican su texto: “Dentro de poco comenzare a encontrar belleza en esta fiesta nauseabunda. Pero… que se le va hacer, ya sea por medio del pisco, de los ideales, del arte o del amor, hay que encontrarle belleza a las cosas, o reventar.”
En alguna lguna calle de la ciudad, cerca de un charco, descansa un panfleto; apenas seco, poco legible, pero conserva las palabras suficientes para rescatar la idea de su existir. En cierta casa de la gran urbe, una mujer prepara la cena. Sabe que su muchacho lleg llegará en cualquier momento, después de un día cansado. En una avenida enorme, un camión del transporte público se marcha luego de bajar algunos pasajeros. Un chico comienza a caminar rumbo a casa. Las pequeñas gotas de lluvia lo obligan a caminar
cabizbajo. jo. Mira un papel tirado y lee unas palabras decisivas. Ahora sabe lo que tiene que hacer. Camina a prisa. Al llegar a casa, saluda a su madre y se dirige a su habitación. Dentro de una caja de libros toma una pistola .380. Sin meditarlo, lleva rápidamente el arma a su boca y dispara...
DESMADRE
La Noche
...En algún eco de la humanidad, se ha silenciado un palpitar joven. Una mujer espera que su hijo baje a cenar, un panfleto se deshace con la lluvia; y la civilización inexorablemente avanza. Nadie descansa en la ciudad.
Dizque poeta y cuentista. Estudia La carrera en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Comparte su obra a través del blog http://letreroloco.blogspot.com
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Juan Andrés Herrera Aceves (Cuernavaca, Morelos, México, 1990).
Cuadernos Esenciales Página 22
Conversación en la Catedral
La Ciudad y Los Perros
Historia de Mayta
La guerra del fin del Mundo
Travesuras de una Niña Mala
El pez en el Agua
COVER A BENEDETTI
¿Y Si Dios usara Armani? Pregunta Jaz sin inmutarse, vaya, vaya si Dios usara Armani es posible que socialistas y capitalistas no compráramos más con la cartera y si comparamos con la tarjeta. Tal vez si vistiéramos nuestra horrenda desnudez para usar la Master Card no de bronce sus mensualidades no de plata sus anualidades de no de oro sus créditos no de platino. Si Dios usara Armani lo abrazaríamos para arrancarlo de su lontananza y no habrá que gastar hasta que el dinero se nos acabe ya que seriamos ricos por antonomasia y en vez de comprar ADIDAS o Gran Emico nos recomendaría marcas para la inmortalidad.
Ay Dios mio, Dios mio si hasta siempre y desde siempre usaras Armani que lindo saco usaría que venturosa, esplendida, imposible, prodigiosa prenda tendría.
Fragmento (por Roberto Bermúdez) Debajo de los marcos de la universidad., en esta vieja casona de la que el júbilo hizo su patria dos jóvenes se besan, y el sabor de la nostalgia se recog recoge en cada paso que uno da. La pista de mi barrio no es tan ancha y en ella están regados casi por toda la cuadra desperdicios y trastes., -y eso que dicen que en los pueblos jóvenes esta situación es aún peor. Por encima de mí un avión se dirige al callao:: entonces, pienso… ¿debo escribir sobre la luna las flores las alturas el color del mar, separar lo bueno y lo malo de la vida, escribir y publicar en alguna revista? .No .El ruido de esas alas se aleja y con él, mi sueño de irme lejos. -Aquí Aquí me quedo quedorecogiendo la basura y poniéndola en un saco para llevarla despacio al otro lado de la ciudad.
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Si Dios usara Armani no compraría lejano en el Sears de la esquina, sino que nos llevaría a un Liverpool cerca de Palacio de Hierro con su crédito no cerrado
con su tarjeta no de rosa plástico y su tienda no en Los Àngeles
Sólo POESIA Sólo
(por Jahzeel)
RECREO
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Volver… (por Carlos Tolentino A. 19 de Octubre del 2010 2010) Inevitablemente volver al cole, visitar las aulas de algún colegio particular o estatal me transporta a una época que gustosamente volvería a vivir. A una época de rotundas derrotas, de terribles fracasos, de pruebas mil, de aprendizaje salvaje, de amor, locura y muerte en palabras de Quiroga. Mi paso por la primaria y secundaria en el Colegio Nacional V.M.T 7054 está aún fresca en la retina. Aún late, respira y tiene sucias las axilas después del futbol. No fui un estudiante sobresaliente, para ser más rigurosos y fiel a la verdad, fui un estudiante diante malo, pero no maldito. Simplemente no me gustaba el colegio. Esas sillas duras sobre las que había que sentarse horas de horas. Esa atmosfera enrarecida por la cantidad abusiva de alumnos en una misma aula. Esa pizarra infinita llena de jeroglíficos que había que transcribir velozmente sin
importar el dolor en los dedos. Ese profesor con pinta de carcelario adicto a la palmeta, o esos compañeros terribles que uno juraría que salieron de una correccional de menores; eran motivos más que suficientes pa para rebelarse contra el sistema educativo peruano, armar una revuelta o simplemente adolescencia a cuesta no estudiar. Años después, en mi timbiriche de profesor de literatura cual domador de fieras, látigo en mano, me descubrí estúpido tratando de calmar las as bestias del aburrimiento y el sinsentido. Avergonzado descubrí que yo no era el domador de fieras detrás del látigo sino el látigo. Y en un acto de valentía inusual en quien detenta algo de poder (el del profesor) decidí respetar el derecho a la desobediencia iencia del alumnado. La santa rebeldía. Comprendí que el deber del profesor es acompañar, provocar,
un joven y dijo ser poeta. Volver al cole hoy, fue visitar al colegio Soberana Orden Militar “Malta” y descubrir con alegría infantil que escolares, buenos, malos y malditos aun vibran con la luz terrible de la poesía.
RECREO
conmover, respetar los errores ajenos como si fueran los propios. Nunca es la misma piedra ni el mismo camino.
AQUÍ (por Julio Barco)
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Nunca fue más hermosa la rosa que cuando fue cortada. No es fácil salirse del libreto, no es fácil tomar partido y salir bien librado del dedo acusador. Volver al cole me recuerda que hice la promesa de nunca más volver a ejercer la docencia porque las condiciones no estaban dadas y por lo tanto saldría maltrecho y mal parado otra vez. Volver al cole inevitablemente me recuerda que un día entro a mi salón
Aquí donde no se mendiga la dicha donde crecemos en ignorancia y amamos a voz en cuello / a tientas Aquí donde se pronuncia la lluvia donde mi abuela inventa el almuerzo con cinco soles aprendo los cuidados los menesteres del hombre. Se crece a tumbos y huevos (huevos fritos de tristeza) usando condones evitando cicatrices se prende puchos y cae como muerta otra noche. Aquí donde propongo quedarme y amar mi hermana tiene un futuro y tu amor me contempla como si no existiera mejor suerte.
La Malcriada Página 26
Despierta (por DNZ) Hoy desperté, ¡Felizmente! ¡Felizmente!/ Todavía siento tus manos delgadas/ Recorriendo mí jodido cuerpo. Borracho aun estoy estoy/ Y veo las sobras del carnaval que inundo el monocromo piso/ Bajo del catre, calato, y piso el vomito que fue el final histriónico de una ruidosa y obscena noche de pasión. pasión./ Voy al baño, recordando las elásticas poses que te hice, y recuerdo que tengo un merecido dolor en la a espalda, nunca me gusto tanto un dolor./ Vomito, sonrió y soy feliz, feliz,/ Porque mirando estas paredes plomas,/
Usando este pequeño jabón, que estaba/ junto unto al papel higiénico colorido/ De este desconocido baño baño/ Me doy cuenta! cuenta!/ Que estas ahí! More Morena!/ Durmiendo, hermosa!, entre entre/ laa botella de vino de seis cincuenta./ Entre ex-puchos puchos y palitos de fósforos/ Ahí, cubierta con la económica sabana, del económico Hostal de escasas estrellas./ Y no me quejo porque te mire, otros días más, dormida y despierta./
“Porque Porque un camino equivocado, también es un camino camino” Washington Delgado
(por Maynor freyre) Lima, 1977 De avisar, si, me habían avisado. Me dijeron: “Esta noche parece que se van a dar una vueltecita. Bórrate mejor”. Pero cuando se tiene mujer y dos hijos, es bravo decidirse a dejarlos solos. Además, en estos casos, uno piensa: “también están los libros”; a los cuales uno quiere, y así compre otros, porque se los llevaron o porque los quemaron, o los rompieron, o los mancharon, uno quiere a esos, dadores de tantas cosas ignoradas das y nuevas. Así es uno. Que se le va a hacer.
¡Pluf!, se me reventó el sueño, cuando mi mujer me dijo: “Oye, te buscan, pero parecen no ser trabajadores, se vienen con terno y corb corbata y sobretodo”; me lo dijo pro esta intuición latente en ellas, no muy conocedoras de estas cosas, pero que te apoyan en los tiempos de huelga, guardándote la comida caliente; y mi primera visión fue verla arropando a los niños, como protegiéndolos contraa los malos vientos.
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Tocaron a la puerta, cuando esa noche había tenido un sueño, bonito, donde la gente andaba feliz por la calle y gritaba: “Viva la vida carajo”; porque entonces en el sueño: porque entonces en el sueño valía la pena lanzar ese grito lindo, sin que nadie a uno lo
reventara; en el cantar como sólo he visto hacerlo entre cholos de nuestra sierra: tomados del brazo, con una música que se repite y se repite… Pero nueva cada vez, en eso soñaba, con ese baile y con on mis pies que zapateaban polvo, cuando…toc, toc, toc… tocaron fuerte a la puerta, parecían nudillos de gente de mando.
CUENTA, Conmigo
Papá, llévame contigo a Lima
CUENTA, Conmigo
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Era claro lo que sucedía. Maldije mi falta de decisión para esconderme, pero no me quedo otra alternativa que salir y decirles: “Pasen”, ellos respondieron: “Venimos a cumplir órdenes, apúrese”, y se abrieron los sacos dejando ver claramente ramente las canchas de sus revólveres. El mar de enfrente mando una de esas tufaradas que se huelen en Chimbote cuando la marea esta movida. El rojo humo de la siderúrgica empezaba a teñir el cielo. La Land-Rover, Rover, ploma, con su faro pirata, alumbro entonc entonces entre la neblina de las cinco y tantos de la madrugada y mientras me sentaba en medio de los dos gruesos policías secretos, y los otros tres se acomodaron seriamente, mi mujer alcanzo a sacar a mis dos hijos emponchaditos y antes que arrancase la “celular” ar” pude todavía escuchar la voz chillona de los muchachos, gritando con esa inocencia propia de ellos: “Papáaa, llévame a Lima, Papáaa…”
Atiné a responderles para que no se me vayan a ir en llanto: “En el próximo viaje, hijos, en el próximo viaje…” ***** Meses después, encontraría un poco largos, algo flacos.
los más
Ya eso fue cuando me dieron la provisional. Hablo de la libertad.
Me gusta mirarte a cada momento para descubrir todas las formas en que puedo mirarte. Me gusta mirarte Porque te quiero Y porque sin mirarte No podría estar mucho tiempo. Me gusta mirarte porque te amo. Porque encuentro en la profundidad de tu mirada la respuesta que busco todas las mañanas. Me gusta mirarte y ver el horizonte en tus ojos al mirarme. Me gusta saber que te pones nerviosa cuando te miro porque me gusta también ponerte nerviosa.
Me gusta ver que me mires que busques ciertas respuestas y ver que frente a frente nuestro mundo florece.
Lineal, esbelta, pausada; ahí, aquí, así tu sonrisa, se mueve, e, cosquillea y expresa, lo que sientes y no pesa, no cobra ni engaña ¿qué es tu alegría, mas no tu tristeza? Un juego de peluches, servicio buffet, chocolates y torta y postres con miel, de compra lleve atuendos de pie, cabello ondule y pa´ la foto pose. Cuadrada, en apuros; aquí, así tu sonrisa, extravía su "son" y halla su "risa", un chiste le contaron, de Jaimito seguro. No me hagas reír, pues ya te reíste y celebremos que mis ojos, culpados espías están en libertad.
Te escribo en la medianoche medianoche. (por Miguel A. Cabanillas) Para Yuly, por supuesto. Tu naricita es como el botón de mi camisa, Bajo las ruedas brillantes que al mirarme me atropellan. Tu servilleta desearía ser Para deslizarme en tus labios de miel. Ese moño que se aferra, incondici incondicional, a tus cabellos, El lápiz labial que se muere dándote besos, Los aretes que te muerden las orejitas; Y yo, tocándote con la mirada. Los días pasan y lentamente te vas con ellos. Yo me iré también, pero cuando tu voz sólo sea parte de mis sueños.
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Me gusta saber que te quiero y sentir ese viento que produce tu amor al tocarme, y perderme en tu silencio y por un hechizo extraño, el mundo me parece más bello.
(por Erick Daniel)
COMO QUIEN NO QUIERE LA COSA.
Me gusta Mirarte (por Alex Alejandro Vargas)
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Te Extraño (por Piplinio Gutierr Gutierrez) Fumaba el ultimo cigarrillo de la noche… la mesa era como esta, lo único que le cubría era un hule de florcitas, el frio en mi piel de mujer caliente, mujer de la selva, no se adaptaba a las noches tan heladas que cerraban esos cielos altos de la sierra, quería acostarme en una cama, tirar rápido con el ultimo cliente, darle la espalda para que haga lo que tenga que hacer, y dejar que después se vaya, para dormir caliente hasta mañana. Ya no tenía donde quedarme… Y te pude ver… Te mirabas en el espejo pejo que había detrás de la barra, saludabas a tu imagen con tu salud levantando un vaso y sorbías un trago más, tu gabán sucio y tus zapatos recién lustrados me invitaban a descubrirte. Y antes de levantarme tú lo hiciste. Pusiste tu botella en mi mesa de hule y solo dijiste “Quiero un completo, contigo hasta mañana” ibas directo al grano y me ofrecías una cama para lo que quedaba de esa noche fría
“¿Y si te digo que no hago el completo?” te respondí con coquetería y escudo de ingenuidad “Igual te la met meto, yo no perdono ningún hueco” y me sonreíste con esa mirada de arrecho seguro, de arrecho ganador. Noche fría y dura, como tu pene. No me dejaste invicta, me arriesgue contigo y desde que nos desvestimos todo fue a pelo me inundaste en mi boca, en mis nalgas, gas, en mi vientre, no me seducías no había tiempo
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pagármela, a cambio de chupársela todas las noches, para que a los 15 minutos vuelva con su mujer y sus 4 hijos. Contento, a seguir con su tonta vida. Los otros clientes que encontraba solo servían para pagar mis cuentas y sentirme al fin libre. Sin que nadie me mangonee. De a pocos reconstruía mi rompecabezas llamada vida. Después de 4 años al fin podía darme el lujo de tener mis propios clientes. Ya no tenía un cabrón que me quitara lo que ganaba. Mataron al Piki Sulca que me trajo desde Tarapoto a este pueblo de la sierra que detestaba por su frio. Al fin estaba sola. Me compre una radio, un reloj y abrí una cuenta en el banco de la nación; ya no tenía que cumplir una cuota, ahora mis cosas me pertenecían. Al fin estaba sola, no como las otras que aun temían a su cabrón. Las tardes eran para mí. Sola podía ir a donde quiera y con quien quiera, pero en la noche, eso sí, tenía que cumplirle a mi ingeniero. Te vi con una rubia, parecía extranjera te mordía la oreja y tu le agarrabas por una nalga y se la pellizcabas. Me moría de
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para eso. Todo era tan carnal con presura y desesperación; celeridad por tu lado, permisiva y cumplidora por el mío. Metiste en mi boca todos tus dedos y cuando se te bajaba me obligabas a que te lo armara nuevamente… lo hacía con gusto de golosa, de mujer ardiente, insaciable. Llego el sol… tocando con discreción la ventana; para convencernos de apagar la luz, cerrar las cortinas de una ventana llena de sudor, juntar nuestras pestañas y quedar dormidos completamente ompletamente cansados. Te fuiste… Te llevaste mi celular, mi reloj, mis 20 soles y la necesidad de hacerlo otra vez. Me dejaste la cuenta del hotel (lo salde con un polvo asqueroso de media tarde con el administrador) un moretón en mi cuello, un desgarro en un pliegue del orificio más pequeño que no dejaste invicto horadándolo. Tu esperma seco en mi piel y tu olor en mi cabello y en mis manos. Pero te quería encontrar…si, otra vez. Conseguí una habitación en otro hotel, me encontré un tonto ingeniero que podía
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rabia. a. Quería que esa nalga fuera mía, y esos dientes y esa lengua, que sentían tu sabor… míos. Te seguí de lejos; mi pelo ahora corto y teñido de un color oscuro, no llamaban tu atención, te seguí y a tus espaldas podía ver los os besos que le diste a esa rubia, que sin recato te lo agarraba, (ese paquete que me pertenecía, yo sabía su sabor) lo agarraba con unos dedos sin tino. Entre a una pollería frente al motel donde entraste con la rubia. Permanecí 4 horas hasta que apareciste. ste. Con tu gabán sucio, tus zapatos brillantes y tu soledad. Volví a seguirte con temor, tu soledad me asustaba. Temía por tu manera de caminar, sentía que por seguirte hacia algo prohibido, algo que no debías perdonarme, pero… Te seguí Llegaste al hotel Barcelona sacaste un llavero inmenso e ingresaste subiendo de frente. Sin decir nada al administrador. Decidí volver después. Te encontré Sus 15 minutos del ingeniero se convirtieron en menos de 10. Se corrió rápidamente. Y salí con
la misma, para buscarte (no alcance a lavarme los dientes. Necesitaba verte) Bajabas por las escaleras justo cuando yo entraba al hotel. Después de una eternidad, me reconociste “tengo hambre, si me invitas a cenar te puedes quedar esta noche conmigo” tu conchudes y tu segurid seguridad me obligaron a obedecerte, pasaste tu brazo por mi cintura y me hiciste salir del hotel contigo a mi lado. La noche nos dio de golpe con su frio. Huaraz de noche es una ciudad helada. Mi casaca me protegía bastante bien; tu apenas llevabas un jeans, tu tus zapatos lustrados, un polo negro Tommy Hilfiger y tu sucio gabán negro; pusiste un cigarrillo encendido en mis labios mientras caminábamos. No sabía que decirte y solo quise acercarme para sentirte y sentir tu olor que nuevamente me demostraba que estab estabas vivo “¿Tú crees que te debo algo? Si es así, mejor nos despedimos ahora, pero si quieres pasar la noche conmigo, dame de comer y mañana cóbrame lo que quieras” me dijiste mientras apretabas mi cintura “yo también tengo hambre” te dije con timidez.
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Sentado en el suelo de la ducha con tu polo lleno de sangre y una herida en tu cuello que parecía cía una boca semi semi-abierta, como una maldita sonrisa con la sangre a medio coagular. La hoja de afeitar aun en tus dedos descansaba en la loseta del piso, tus ojos abiertos veían a la muerte que te acababa de encontrar antes que yo. Caí sentada sintiendo eel frio del suelo en mis nalgas desnudas, quería llorar y no podía. Estática, tratando de memorizar todos tus rasgos, tus ojos, tu nariz, tu cabello. Cuando empecé a reaccionar se me habían adormecido mis piernas, apenas pude pararme, pero lo hice. Me vestí lo más rápido que pude, abrí la puerta de la habitación, estuve a punto de salir, y recordé tu nota, regresé por ella; volví a ver tu gabán en la silla, la tome en mis manos… me lo puse. Huaraz, a las 6 de la mañana, el frio es más fuerte que en la noche, las calles están casi desiertas, tu gabán y tus cigarrillos amargos me acompañan. Ya no te extraño.
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No quería uería dormir, trate de mantenerme despierta toda la noche, pero me quede dormida en algún momento de la noche y soñé. Soñé con Tarapoto, estaba en la plaza de armas, era una niña que seguía a las hormigas, y te vi en una de las bancas con una gringa besándote dote hasta que me vistes, te levantaste dejando a la rubia en la banca. Acercaste tu boca a mí y en un susurro solo dijiste “Yo soy el malo… soy el tunche, ponte tu calzón y vete a jugar a otro lado mocosa” me desperté asustada, con ganas de llorar. Estaba sola nuevamente… Desapareciste. Me dejaste una nota, “SE QUE ME VAS A ENCONTRAR, Y CUANDO LO HAGAS ESTA VEZ SERA PARA SIEMPRE… EN VERDAD TU SI, CONTIGO SI, GRACIAS POR ESTOS ULTIMOS INSTANTES. RAFO” otra vez empecé a odiarte, pero al ver en la habitación descubrí tu gabán negro en el respaldo de la silla. Me levante. Al pisar el suelo sentí tu ropa interior y se me acelero el corazón. Corrí al baño. Te encontré…
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EL CACHORRO INOCENTE (por Omar Livano) “Pero sé que eres bueno y que algún día encontraras un corazón a la altura de tu inocencia”. Así concluye, Oswaldo Reynoso, con un pequeño fulgor de esperanza, Los inocentes. Libro donde recoge magistralmente de las barriadas de Lima, a cinco muchachitos que llevaban consigo, cada uno, una historia distinta bajo el brazo. Esta patota de adolescentes, que ahora bien podríamos tildar de pirañas o tirapiedras, no carecen de sentimientos, sufren por la humillación y lloran sus amores no correspondidos. Son engañados, dejados de lado. Digámoslo así: descubren un mundo, tal y como el mundo se dejo descubrir por ellos. Unos años después un novel escritor -sin la idea remota, aún, de algún día ser Nobeldibujo a su modo con una narración más estructurada o
compleja, al sexto inocente, al último integrante de la pandilla. Al jale más aclamado de la mancha. Lo sacaron de Miraflores, del Champagnat, de Los Cachorros. Pichulita Cuellar llego al barrio.
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al PRÍNCIPE. Detrás llega llegaba CARA DE ÁNGEL sudando, a con una botella de pi pisco, jugando domino: OSWALDO Y MARIO vieron con dulzura la escena de sus pequeños. Disculpen por haber salido de lo estrictamente concreto (a veces no se puede evitar). Si bien es cierto, los mundos que fluctúan en estos libros son distintos y opuestos. P Por un lado LOS CACHORROS describe un sector limeño pudiente, donde la vida para los amigos de Cuellar parece ya establecida, como lo describe Vargas Llosa en sus últimas líneas “Eran hombres hechos y derechos y ya teníamos todos mujer, carro, hijos que estudiaban udiaban en el Champagnat, La Inmaculada o el Santa María, y se estaba construyendo una casita para el verano en Ancón, Santa Rosa o las playas del sur…”” El pan siempre estaría en la mesa. El dinero no faltaría. En LOS INOCENTES en cambio la situación es in inversa, como lo establece Reynoso en las últimas líneas “Si en algo has
De Mala Gana
CARA DE ÁNGEL lo miro, lo invito, tomando su distancia, a una partida de cachito. PICHULITA acepto. Pero dirigiéndose a la cantina del japonés, la madre de CARA DE ÁNGEL lo intercepto y lo envió por un recado al mercado. COLORETE y CARAMBOLA rieron al verlo regresar al nido con la cabeza gacha, “María Bonita” le gritaban desde lejos. Surgió la desconfianza en las miradas hacia CUELLAR, él inteligentemente les ofreció unos Chesterfield. esterfield. Complacidos lo llevaron a “La Estrella”. Una mesita con Carambola, como para lucirse frente al Choro Plantado. Pichulita tiraba su taco, y no fue fácil. Desde la puerta asomaba la voz de chiquillo irrespetuoso de Rosquita: “EL PRÍNCIPE se escapo”. o”. Las ojeras y cuellos grasientos giraron hacia la puerta, EL PRÍNCIPE emplazo: “Aquí estoy”. Nadie respondió. El silencio fastidio a CUELLAR. COLORETE soltó una carcajada, abrazo
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fallado allado ha sido tu familia, pobre y destruida: por tu Quinta, bulliciosa y perdida; por tu barrio, que es todo un infierno y por tu Lima…. Y el dinero. Sobre todo el dinero, que hay quee conseguirlo como sea.” Pero Pichulita Cuellar tenía dinero, cierto. Sin embargo el accidente con Judas le quitaría algo más preciado. Algo que para LOS INOCENTES era el eje fundamental de su existencia. La virilidad, el deseo de ser hombres. Así pues pongo ongo a Pichulita Cuellar, como uno más de la banda, un adolescente afligido que escapa de todo lo que su contexto le otorga. Lo mismo que, según Reynoso, necesitaban sus chicos: FAMILIAS, BARRIOS TRANQUILOS Y DINERO. Pichulita fugo, sin dejar cartas ni mensajes sajes al Facebook,, escapo para crecer por su cuenta. Como Cara de ángel. Huir del cuidado de mamá que lo
hacía ver más cojudo. Intento refugiarse como maleante al igual que EL PRÍNCIPE, para eso no era necesario robar, solo forjar la máscara de maldito. Tan an huraño con las mujeres como COLORETE era PICHULITA que también se enamoro, y también lo atrasaron. Engañado como CARAMBOLA. Y con un niño por dentro como ROSQUITA. No hay duda Pichulita Cuellar es tan INOCENTE, tan inocente como nosotros, cuando leíamos os estos libros y creíamos que la rebeldía adolescente era solo parte del momento, y no perfilamos nunca nuestras miradas hacia lo que esconden, hacia lo que se sitúa detrás de los actos escabrosos de la edad.
TONEANDO BAJO LA LLUVIA Me habíaa dedicado de llleno a someter mi menospreciado tiempo a culminar esa tarea: Una Monografía. a. La elabore a mano, la trabaje con mucho ahincó cuidando severamente de la caligrafíaa y la pulcritud, la decore con plumones de todos los colores, me entregue de lleno en la caratula. la. Pero como toda esta monada me consumirí consumiría una buena cantidad de horas decidí,, desde el inicio, copiar el texto de Wikipedia. Total: el profe no lo leerá,, y si lo lee, no leerá Wikipedia. No hay pierde.
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Llego el viernes seguido de un cielo espeso (amen (amenaza la lluvia) que revoloteaba por detráss de la cabeza de la virgen, que desde alláá arriba nos veía: a: grupo de universitarios intranquilos. Mientras se dice para ssí misma: Otra vez las elecciones. El cráneo neo brillante de Haya parece buscar la palma de la mano no para golpear sobre su frente y mover la cabeza, en señal al de arrepentimiento. Junto con la señora ora de limpieza (Margarita) -que que hoy
resopla la inmundicia que dejo el certamen de belleza interno: Donde la ganadora demostró otra vez al p público que no hace falta ser la m más bonita, ni (mucho mucho menos menos) la máss inteligente inteligente- son parte de los prisioneros isioneros de esta guerra; los espectadores que só sólo presencian la masacre, y ven con pena las banderas colgadas de cada escuadr escuadrón: 7, 8, 9… 19, 20, 21. En esta ocasió ocasión se formaron alianzas que amenazan con hacer sucumbir a sus rivales. Los eternos monarqu monarquitas se cogen de las trenzas de sus intocables dioses del decanato.
VILLARRELAX
(por Omar Livano)
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Los profesores ofesores tambié también participan, dejan de lado su pobre entrega acad académica, para acomodarse los cascos y esconderse, por entre las lianas incrustadas alrededor de la plataforma, y desde aahí con disparos certeros amenazan el lado susceptible del enemigo: Las notas. Las mismas caras de siempre, en los partidos, bombardeando de manera abrupta la dignidad de sus adversos, utilizando el arma que la internet y el correo electrónico nico les ha proporcionado. Desde fuera, en colmena, los muchachos presencian la batalla. Existen dos bandos en la calle, los que arengan la continuidad de la miseria armada, y los otros: Los inexorables, sí,, los que hartos de las partiduras partidarias, pretenden unir todo o en una sola fuerza. Los mismos, que hicimos la tarea, y que pretendemos unificar las corrientes polí políticas contrapuestas, los que sabemos que eso es m más complicado, que una pelea justa entre nuestros amigos políticos. ticos. Los que, en el peor de los casos, deseamos eamos un versus de todos en esa
plataforma que harta de miss Villarreal y Danzas, exige hoy una contienda limpia. No sucederá,, lo digo con el mayor y mejor bienaventurado positivismo. Sin embargo aquí estamos con el folder manila bajo la axila, mirando de desde lejos, esperando, mientras la lluvia enjuaga nuestra marcha. Seguro que terminada la contienda, ontienda, cuando las puertas se abran, veremos por las escaleras que dan al paraninfo bajar cuerpos machacados, ensangrentados, viejos profesores de la universidad qu que camuflan su permanencia infé infértil entre los años os de servicio, y otros profesores jjóvenes cuya vocación n desemboca en la zozobra. Pero aquí estoy con la tarea mojada, hablando con Margarita, presenciando la lluvia de dimes y diretes. Creyendo, muy estrechamente, hamente, que lo mejor que podemos hacer en estos casos es bailar, y bailar entre los cañonazos onazos y los misiles, o bailar aquí afuera, donde todo es máss claro, m más rico. Aquí toneando bajo la lluvia lluvia.
(por Renzo Quiroz)
El miedo interioriza en mí ser, Tengo que enfrentarlo, Ser capaz de sacármelo de la cabeza – no, no puedo me siento tan agobiado. - Es cuestión de concentración, es algo abstracto – pero como que abstracto, ¡tú no me entiendes! El miedo me invita a descabellarme por completo, descabellarme por completo, a cohibirme corporalmente, a soñar despierto, a descomponerme mentalmente – acaso me vuelvo loco, me duele la cabeza ¡que pasa! – no es nada tonto te digo que es abstracto, todo está en tu mente. El miedo cada vez me lleva a la locura, me sugestiona, no paró de llorar, el cuerpo me tiembla la mayor parte del día, tengo mucho frío, en realidad no tengo noción del tiempo, ni del espacio - ¿acaso no existo? – no tonto, es que acaso ¿no te das cuenta?, si piensas, existes. – pero ¡¿Por qué me pasa esto?! – no te pasa, tu lo haces surgir. El miedo va desapareciendo, creo que no va volver más, creo que no va a volver más, mis heridas sanan, mi cara cambia de expresión, solo era un mal sueño, solo eso – si es eso entonces ¡¿Por qué no puedo despertar?! – estas despierto, estas stas jugando con tu mente, todo a tu alrededor existe, igual que tu, igual que aquel anaquel con libros, igual que aquel folleto de autoayuda, igual que el aire, el sol, o las muchachas muchachas de las esquinas todo es real. El miedo se fue, solo me queda convencerme de ello, estoy lucido, pero aun me duele un poco la cabeza – creo qu quee ya me recupere, pero ¿Quién respondía todas mis interrogante? – Eso no importa tonto, te recuperaste
Prosa para ser leída, en combi
EL MIEDO SUMERGIDO EN LA MENTE
– dime ¡¿Dónde estás?! ?! (Mira a su alrededor, y no ve a nadie), ¿Por qué me haces esto? – concéntrate, ya viste que eres real, que todo a tu alrededor también, ahora mira hacia pie del balcón ¡¿qué ¡¿ quieres que haga?! – si no crees que es real, tírate, ábrete paso y comprueba que tengo razón. El miedo vuelve, miro por debajo del balcón, me paro sobre él, cierro los ojos, me tambaleo de forma repentina, , pierdo estabilidad - ¡¿Por qué me está pasando esto a mi?!
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El miedo siempre va estar ahí, solo tengo que sobreponerme. Bajo del filo del balcón, me siento estable, con lágrimas en los ojos, pero al fin estable, apretó el paso hacia abajo, palpando cada instante la baranda de la escalera, enciendo un cigarrillo – que más real que este humo que exhalo y boto por la boca – claro tonto, no estás loco, solo que tu mente tiene arranques fuertes contigo - ¡¿de nuevo la voz?! Que me pasa, creí que todo estaba en orden – lo está, te aseguro que lo está.
CONVOCATORIA
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