Atletico de Madrid - 100 anos

Page 1

Ejemplar gratuito

www.as.com

SÁBADO, 26 DE ABRIL DE 2003. AÑO XXXVI.

1903 ESCUDERO

2003 COLLAR

PEIRÓ

RIVILLA

CALLEJA

MENDONÇA

ADELARDO

100 AÑOS SEGÚN 15 MITOS GÁRATE

PEREIRA

IRURETA

ABEL

FUTRE

PANTIC

TORRES

BURGOS


Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

2

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

El Atlético en su casa ALFREDO RELAÑO

El 8 de abril de 1903 se disputó en Madrid la primera final de Copa. Para más precisión, en el campo del Hipódromo, que ocupaba lo que hoy son los Nuevos Ministerios. Los finalistas fueron el Athletic Club, de Bilbao, y el Madrid. Ganó el Athletic Club, ante el júbilo de una buena peña de estudiantes bilbaínos, que cursaban en la capital carreras universitarias que entonces todavía no se podían estudiar en Bilbao. Ingeniería de Minas, por ejemplo, carrera a la que pertenecía el mayor núcleo de aquellos primeros hinchas, en muchos casos amigos de los propios jugadores.

querido, decidieron crear en la capital una sucursal del Athletic Club, un Athletic Club de Madrid. Durante años fue eso, una sucursal. Pero el curso del tiempo fue madrileñizando aquella iniciativa bilbaína, pero que tenía trazada en su destino una vocación distinta.

Eran tiempos en los que coexistían en Madrid bastantes equipos. Pero pronto aparecería el profesionalismo, como una dura prueba de selección natural que fue haciendo a los más pequeños víctimas fáciles de los mayores, y en particular del Madrid, el que por llevar en su nombre el propio nombre de la ciudad, más favorecido se vio desde el principio ante dificultades de todo orden. Eso desencadenó un proceso por el cual los antiguos jugadores o hasta seguidores de clubes que iban desapareciendo ante los usos y abusos del Madrid, decidieron buscar refugio bajo el paraguas del Athletic Club, cuya fortaleza básica residía en Bilbao y resistía mejor el abrasivo y creciente poder de los madridistas. Esa especie de emigración interior desde otros clubes al Athletic es lo que va madrileñizando

Entre ellos estaba un tal Eduardo Acha, abuelo de Bernardo Salazar Acha, el autor de la Enciplopedia del Atlético, que es la aportación de AS al Centenario. Lo digo para que sepan ustedes que esta historia que les ofrecemos está legitimada por el entusiasmo pionero de aquel hombre, y que ha heredado su nieto más devoto de aquella iniciativa. Porque el caso es que Eduardo Acha y algunos de sus amigos, arrebatados por el entusiasmo del partido y el título, y añorantes de su Bilbao

el club y le va dotando de una de sus señas más identificables: la rebeldía contra el poder establecido.

Yo trabé contacto con el Atlético de Madrid en 1960, el mismo día que trababa contacto con el fútbol y la televisión. Fue una final de Copa, ante el Realísimo, que acababa de ganar su quinta Copa de Europa consecutiva. Fue en casa de un amigo pudiente de mi padre, que tenía un mágico aparato llamado televisión, y definido como una radio que además se ve. Es decir, que además de escuchar un partido se veía. Y allí escuché y vi cómo el Atlético ganaba esa final, en el Bernabéu, ante Di Stéfano, Puskas, Gento y demás megaestrellas de la época, cuyo juego académico fue desbaratado por el fútbol más imaginativo, resuelto y vivo de un Atlético que terminaba en Peiró y Collar, el Ala Infernal. Collar, todavía con camisa abotonada, subió a por la Copa ante los ojos atónitos de mi padre y mi hermano (vengo de familia madridista) que me habían llevado en la seguridad de que me iniciaría al fútbol con una gran goleada blanca.

Sufrir cien años ha sido un placer La Casi Copa de Europa del 74 hizo más fuerte al Atlético ● La gesta ante el Celtic, la Intercontinental y el doblete del 96 lo han compensado todo MANUEL ESTEBAN LA OPINIÓN

D

escubrí al Atlético el mismo día que comprendí que Jerónimo era el bueno de la película y el general Custer, una milongada de los americanos. Formo parte de la generación de la Casi del 74. Los rojiblancos que nacimos bajo el complejo de la final de Bruselas. Mi vida cambió cuando el central alemán de nombre irrepetible y del que me quiero olvidar pronto nos quitó la Champions en el último minuto. Reflexioné y comprobé que la derrota tiene su misterio, su morbo. Que no es cuestión de sacar el historial a paseo. Vaya aburri-

miento ganar hasta en las chapas. No disfrutas. Te acostumbras al caviar y no a disfrutar del placer de un buen cocido casero. En mi Atlético hay algo que no perdonamos. Coquetear con los vencedores. Cuando nos sentimos más pisoteados, sacamos a relucir nuestra unión. ¡Qué preciosidad de Calderón lleno en el Infierno de Segunda! Una lección irrepetible. Desde pequeño mi padre me hablaba de las excelencias de Silva o Ben Barek. Se me grabó en el corazón que por encima del resultado estaba la genialidad y el paladar futbolístico. Gárate, Leivinha, Heredia, Pereira, Kiko, Vieri o Juninho son los caballeros de mi mesa redonda. Por eso nunca cambiaré mis plan-

PERDIMOS, ¿Y QUÉ? La final del 74 me reveló el morbo de la derrota.

teamientos. Las gestas ante Celtic e Independiente o el doblete son fogonazos imperecederos. Inconformistas, amantes de lo imposible, guerreros, amigos de nuestros amigos, soñadores y sobre todo expertos en sobresaltos del corazón son algunas virtudes que se cultivan cuando caes en la casa rojiblanca. Son nuestras señas de identidad. Ya somos centenarios y cada día ganamos más adeptos a la causa. Nos gustan las causas justas y somos los primeros abanderados en luchar contra las injusticias. El fútbol no sería lo mismo sin las grandes tarde o las enormes trastadas que jalonan nuestra historia. El Atlético, si no existiera, habría que inventarlo.

LOS COLUMNISTAS DE AS EXPLICAN POR QUÉ SON ATLETICOS

Gracias a mi padre y a mi hermano mayor

VICENTE CARREÑO

■ El fútbol se transmite a veces de padres a hijos, o de hermanos mayores a pequeños. Yo fui uno de esos niños, como dice la canción de Sabina, que un día llegué al Metropolitano de la mano de mi padre y de mi hermano mayor.

Me abrieron los ojos a un mundo fantástico, a un deporte apasionante y a una religión única como la rojiblanca. Es por ellos que acabé descubriendo que ser del Atlético es un privilegio. No hay razones para ser atlético, es genético.

Aprendí que uno es grande al caer y levantarse

JOSÉ RIBAGORDA

■ Ahora que cumplimos cien años es momento para reflexionar sobre una vida transcurrida, en parte, a lomos de los sobresaltos que proporciona este singularísimo equipo. Domingo a domingo, todo lo que representa el Atleti, jugadores y aficiona-

dos, me enseñaron a creer que con el esfuerzo todo se consigue, aprender que el ser verdaderamente grande consiste en caerse y levantarse y entender que hay que estar cuando a uno más se le necesita, es decir, en los peores momentos.


3

Diario

Luego traté al Atlético más de cerca. Viví las dos últimas temporadas del Metropolitano, donde impartían lecciones Ramiro y Mendonça, donde vi a Luis meter su primer tiro libre contra el Sabadell, donde Adelardo ya lo hacía todo bien y donde le tiraron sombreros al gran Ufarte. Y me hice socio ya en el Manzanares, a tiempo para ver el Atlético de Marcel Domingo, al que creo que fue Juan Manuel Gozalo quien apodó por entonces como el otro Ajax y donde Gárate empezó a enamorarnos.

Pero no es cuestión de que les cuente yo aquí la historia del Atlético. Eso está en la Enciclopedia y por la pluma de la persona más legitimada y con más conocimientos para hacerlo: Bernardo Salazar. Yo desde aquí solo quiero enviarles un saludo, desearles que disfruten el Centenario y recordarles que pase lo que pase el Atlético es de todos. Es un sentimiento colectivo, un depósito de memoria y de afectos cuya propiedad es común. Es un siglo de sucesos, sorpresas, sustos, alegrías inmensas, decepciones que dejan el ánimo lúgubre pero que dan paso a una inmediata recuperación de la ilusión. Un siglo caliente, que ahora puede usted tener en su librería para saber, para gozar, para ojear, para comentar. Para sentirse acompañado, para saber que cada día del año el Atlético está en su casa.

LA MEJOR AFICIÓN. En las duras y en las maduras, cuando los títulos eran el único objetivo y cuando se luchaba por el ascenso. La hinchada del Atlético nunca falla a su equipo.

Desconfío del valor supremo de la victoria

CARLOS LLAMAS

■ Para explicar por qué soy atlético he de apelar a varias sinrazones. Desconfiar del valor supremo de la victoria porque los que creen en ella acaban siendo falsarios o cayendo en la falsa humildad del perdonavidas. Y eso no lo

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

aguanto. Te tiene que gustar tener cierto grado de incertidumbre y correr ciertos riesgos. Luego está la fidelidad por encima de todo, sin pensar en la deserción. Somos indios y no nos gustan las ordenadas filas del Séptimo de Caballería.

Soy del Atleti desde antes de tener uso de razón

BERNARDO DE SALAZAR

■ Soy del Atleti desde que asistí a mi primer partido en el Stadium Metropolitano allá por octubre de 1947, con empate a un gol contra el homónimo bilbaíno. Me viene de familia, pero desde ese momento sentí el afán inextinguible de adquirir

y conservar todo lo que tuviese aroma rojiblanco madrileño, por conocer su historia y disfrutar o padecer con las actuaciones del equipo. Como bien dijo Pascal, el corazón tiene razones que la razón no puede comprender.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

4

■ En la noche del 25 al 26 de abril de 1903, una reunión para formar un equipo que sea sucursal del Athletic de Bilbao en la capital concluye con la elección de Enrique Allende, un abogado bilbaíno, como primer presidente de la sociedad deportiva, que llevará el nombre de Athletic de Madrid.

Enrique Allende, primer presidente

El primer partido del Athletic Club

HAN REALIZADO ESTE SUPLEMENTO: IÑAKO DÍAZ-GUERRA, AGUSTÍN MARTÍN, JUAN GATO Y F. J. DÍAZ

■ Esta imagen inédita pertenece al primer encuentro del Athletic Club, celebrado el 2 de mayo de 1903. En la misma se observa la completa uniformidad de los jugadores y la asistencia de unos pocos espectadores. El campo en el que se disputa el partido estaba junto a la verja de El Retiro, en la llamada Ronda de Vallecas. Este terreno, además, es el primer campo en el que disputaba sus duelos la sucursal athletica.

JESÚS GIL Y GIL Nació en Burgo de Osma el 12 de marzo de 1933. Fue directivo de Vicente Calderón y accedió a la presidencia tras las elecciones del 26 de junio de 1987. Cuando el club se convirtió en S.A.D., él pasó a ser máximo accionista.

El Atlético me cambió y me hizo una mejor persona uando se trata de sintetizar la historia de una entidad deportiva de cien años de vida, forzosamente tenemos que referirnos al ámbito general, porque se necesitan varios volúmenes para explicar con detalle la grandeza de uno de los clubes más queridos en el mundo como es el Atlético. Los clubes van celebrando sus Centenarios y cada uno tiene peculiaridades, virtudes y defectos diferentes a los demás, pero siempre hay algo que destaca sobre todos y en nuestro caso es fácil adivinarlo, el Atlético es el tercero de España, a pesar de tantas circunstancias adversas a lo que es meramente deportivo. Por derecho propio, tiene una implantación internacional (no es solamente regionalista, como la mayoría), porque tiene aficionados de todo el mundo. Desde 1903 son muchos los aconteceres deportivos transcurridos, buenos, mejores o peores, pero hay algo que persiste, la ilusión de cada año al ver a esas familias completas con las equipaciones atléticas, felices y contentas, que también marcan otra gran diferencia. Antes, cuando te

C

preguntaban de qué equipo eras, confesabas, como si de un pecado se tratase y en voz baja, “bueno, soy del Atlético de Madrid”, después llegaron lo de “Un año en el infierno”, “Papá, papá, ¿por qué somos del Atlético?”, y el último protagonizado por el Mono Burgos del “ya estamos

aquí”, eslóganes afortunadísimos de los que todos los atléticos estamos muy orgullosos, por eso ahora cuando nos preguntan ¿de qué equipo eres?, gritamos que somos del Atlético de Madrid. Interesa destacar también aquello que es inevitable en las conversaciones de los aficiona-

UN PRESIDENTE EN EL OJO DEL HURACÁN. A lo largo de su controvertida etapa presidencial, el Atlético ha alternado grandes éxitos como el doblete (1996) o las Copas de 1991 y 92, con fracasos como el descenso.

dos, unos del Madrid, otros del Atlético y otros del Rayo, al que no se debe olvidar, pero también con orgullo y reconociéndonos antimadridistas, pero en lo fundamental, no nos cambiamos por nadie, nos trae sin cuidado el devenir del eterno rival y no tenemos que hacer más comentarios. Preferimos nuestras alegrías, logradas con toda la modestia del mundo, que todos los honores conseguidos por influencias y talonarios. Estos pensamientos los guardamos en lo más íntimo del corazón y seguimos siendo felices, porque lo que nos importa es nuestro Atlético, que sigue siendo como la sangre “siempre acude a la herida sin esperar a que la llamen”. Debo confesar que desde que soy del Atlético de Madrid, ya hace años, cambié de forma de pensar, me hice mejor persona y mis afectos y amores son inquebrantables, es un sentimiento, es una forma de vivir, es una forma de sufrir también, lo reconocemos, pero es nuestro. ¡Viva el Atlético de Madrid!


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

6

Eduardo de Acha decidió legalizar el club

■ Unos meses antes de abandonar la presidencia, Acha decidió legalizar al Athletic de acuerdo con la Ley de Asociaciones de 30 de junio de 1887. Para ello, se redactó el nuevo Estatuto para presentarlo en el Gobierno Civil y obtener la personalidad jurídica que el club necesitaba. Conseguido su propósito, cesó voluntariamente el 20 de febrero de 1907, siendo sustituido por Ricardo de Gondra, que sería el máximo rector athletico hasta 1909.

Rojiblancos gracias a un encargo mal cumplido

■ El 22 de enero de 1911, este equipo formado por Muguruza, Cárdenas, Allende, Arango, Ruete, Mandiola, Elorduy, Belaunde, Garnica, Palacios y Smith vistió las nuevas camisetas rojiblancas contra la Gimnástica. El traje era de esoso colores debido a que Juan Elorduy, que debía de comprar 50 camisetas blanquiazules, dejó el encargo para el último día. Al no encontrar el número suficiente de zamarras blanquiazules, compró unas blancas y rojas.

JOSÉ EULOGIO GÁRATE Nacido en Sarandí (Argentina), el 20-09-44, llegó al Atlético en 1966 y hasta 1977 la afición rojiblanca disfrutó de uno de los mejores delanteros del fútbol español. En 327 partidos oficiales, marcó 136 goles y logró tres pichichis.

El atlético nace y se hace; yo siento el club como el que más legar al Atlético fue un sueño hecho realidad. Yo era un chaval de 21 años y fiché por un grandísimo club. Un equipo que acababa de ser campeón de Liga con una de las mejores delanteras de la historia del fútbol: Ufarte, Luis, Mendonça, Adelardo y Collar. Fue un poco impresionante para mí, pero tuve la suerte de integrarme rápidamente, ir jugando minutos y, al final, todos ellos se convirtieron en grandes amigos. Eran tan buenos, esos y muchos de los que llegaron después, que me cuesta quedarme con uno. Luis era especial, pero con ninguno me entendí jamás tan bien como con Armando Ufarte. Jugar a su lado era un auténtico lujo y una de las cosas de las que más disfruté durante mis 11 años en el Atleti. Entre todos mis recuerdos, los buenos y los malos, la Copa de Europa del 74 acapara los más intensos. Nunca viví una noche tan especial como la de aquel 24 de abril ante el Celtic, en la vuelta de las semifinales tras empatar a cero en Glasgow. El cambio del Metropolitano al Manzanares, ocho años

L

antes, había sido difícil. El nuevo estadio era un poco frío, pero aquel día se hizo mayor. Jamás había visto ese ambientazo, esa tensión... Salimos allí y nos dimos cuenta de que iba a ser un partido histórico. Ganamos 2-0, marqué yo un gol y Adelardo el otro, y nos clasifica-

mos para la final. Ese fue el día que más disfruté en un campo de fútbol. Pero también fue el origen de mi noche más triste: la final del 15 de mayo en Heysel. El Bayern nos robó la cartera en el último instante y ya no nos recuperamos. Esa Copa de Europa era nuestra. Después

EL GRAN ICONO DEL MANZANARES. Con sus goles, su elegancia y su calidad, el ‘Ingeniero del área’ fue fundamental en una de las épocas más gloriosas del club, que ganó tres Ligas, dos Copas y la Intercontinental.

de ese disgusto ni descansamos, ni dormimos, ni nada; y pasó lo que pasó. En el desampate nos dieron un repaso, pero nosotros no estábamos recuperados. No sé si alguna vez lo estaremos del todo. Ahora festejamos nuestro Centenario y estoy muy orgulloso de formar parte de la celebración. Muchos atléticos lo son de manera casi hereditaria. Va en sus genes. Pero este club va mas allá. El atlético nace y también se hace. Yo llegué de fuera y ni sospechaba lo que representaba el ser rojiblanco. Ahora siento este club como el que más. Disfrutaremos de esta fiesta que debe ser familiar. Lo que sucede es que la familia atlética es enorme. Nos reuniremos los jugadores actuales, los veteranos, los directivos, los empleados que han colaborado para convertir al Atlético en la gran institución que fue, es y será. Pero, por encima de todo, ésta es una fiesta para la afición, lo más importante de este club.


Cuatro tomos de 128 páginas con todo lo sucedido a lo largo de un siglo de historia rojiblanca

Los 26 presidentes, 69 entrenadores, más de 700 jugadores, nueve Ligas, nueve Copas, una Recopa, una Intercontinental y cientos de historias contadas al detalle por el mejor historiador del fútbol español

LLlleeggaa llaa m meejjoorr hhiissttoorriiaa ddeell

A Attleti

eessccrriittaa ppoorr BBeerrnnaarrddoo ddee SSaallaazzaarr

CON LA INTRODUCCIÓN DE JESÚS GIL... El presidente del conjunto rojiblanco introduce la enciclopedia que

Sólo con AS y a partir de hoy consiga, por 2,80€, el primer tomo de una obra indispensable para los aficionados al fútbol

...Y LA HISTORIA CONTADA COMO OCURRIÓ Cómo Rodríguez Arzuaga, mecenas del Athletico, organizó el primer

as | sábado, 26 de abril de 2003

Con la colaboración de:

7

Diario

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

8

Primer título futbolístico en la historia rojiblanca

■ Desde la temporada 1913-14 el Athletic Club perseguía ganar el Campeonato Regional. En 1921 llegó el primer título futbolístico de la historia rojiblanca, lo que le permitió participar en el Campeonato de España y llegar a jugar la final de Copa, que perdió ante el Athletic de Bilbao. En la imagen, una formación habitual de esa temporada. Arriba: Luis Olaso, Fajardo, Pololo, Sansinenea, Mieg, Tuduri, Triana y Escalera. Sentados: Durán, Olarreága y Olalquiaga.

Se construye y se inaugura el Stadium del Metropolitano

■ Los hermanos Otamendi construyeron un stadium en Madrid a imagen y semejanza de Wembley. La iniciativa fue un éxito y el 13 de mayo de 1923 se inauguraba con un encuentro entre el Athletic Club y la Real Sociedad, que concluyó con el triunfo de los primeros por 2-1. En un primer momento, la idea era que todos los equipos madrileños jugasen en él mediante un alquiler, pero el Real Madrid se desmarcó porque quiso ser el único titular.

ADRIÁN ESCUDERO Nació en Madrid el 24-11-27. Perteneció a la primera plantilla rojiblanca desde 1945 a 1958. En esos años disputó 324 partidos oficiales y marcó 170 tantos, cifra que le convierte en el máximo goleador de la historia del club.

La grandeza de este club no admite victimismo ni excusas veces pienso que mi destino era ser del Atlético, ya que por dos ocasiones escapé de las redes del Madrid. La primera fue cuando era un niño. Yo vivía en Cuatro Caminos, muy cerquita de Chamartín y, por proximidad,empecé a hacerme madridista, pero entonces un tío mío, que era rojiblanco, me hizo socio del Atleti. Empecé a ir con él a Vallecas, donde jugaba entonces, y ya fue irremediable. Todavía guardo aquel carnet. La segunda vez acabó con mi ingreso en el Atleti. Yo jugaba en el Mediodía, un equipo madrileño de Tercera que tenía un convenio con el Madrid, que, a cambio de una subvención, se llevaba a sus mejores jugadores. Pero, de repente, un día el presidente del club llegó con mi carta de libertad y me dijo que me iba al Atleti. Me sorprendió, pero firmé encantado. Años después, en una cena, don Santiago Bernabéu se acercó a mí y me explicó que aquel directivo del Mediodía se la había jugado y, por algún asunto que prefiero no conocer, me había traspasado a sus espaldas. Cómo sería

A

la cosa que, la temporada siguiente, se acabó la subvención y desapareció el Mediodía. Y por esas cosas de la vida, aquí estoy, como máximo goleador de la historia del Atlético. Pero, la verdad, a mí, que soy de otra época, esas cosas no

las tengo muy en cuenta. Entonces el fútbol era sólo un juego y cuando marcabas, te dabas la vuelta, sonreías volvías a tu campo y seguías jugando. De hecho, si por cada gol que logré me hubieran besado y abrazado tanto como lo hacen ahora, no

DELANTERO DE SEDA. Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero formaron en la temporada 47-48 la célebre ‘Delantera de Seda’ que le metió cinco al Madrid. Sin embargo, las Ligas no llegaron hasta el 50 y el 51.

hubiera llegado hasta hoy. Lo dicho, otros tiempos. Recuerdo una vez que me rompí la pierna y Helenio Herrera quería entablillarme en el vestuario para seguir jugando. Aunque los mejores momentos fueron los partidos decisivos en las dos Ligas seguidas que ganamos, me cuesta elegir uno concreto. Lo que viví en el Atlético fue todo inolvidable. Además, tuve la suerte de coincidir con algunos de los más grandes. Silva, Ben Barek, Juncosa o Collar. Todos eran artistas del balón. Y es que el Atlético siempre ha estado plagado de grandes estrellas y ahora que ha resucitado volverá a tenerlas. Por eso creo que don Vicente Calderón no estuvo afortunado con aquello del Pupas. El Atlético es un grande y ahí están los títulos para demostrarlo. Ese victimismo no se ajusta a la realidad y no podemos justificar así todo lo que nos pase. Este club debe aspirar siempre a lo máximo y no poner excusas. Esa grandeza es la que me hace sentirme tan orgulloso de pertenecer a él y poder celebrar tan especial Centenario.


Diario

9

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

‘El equipo de los caballeros’

■ Quico Marín, Tuduri, Luis Olaso, Cosme, Barroso, Palacios, Burdiel, Pololo, Triana, Alfonso Olaso y, sentado, De Miguel, fueron los principales artífices de los éxitos rojiblancos en los años 1925 y 1926. Con la aportación eventual de Flores, Fajardo, Méndez Vigo, Bustillo, Merediz, Elizalde, Luis Aguirre, Ortiz de la Torre y Fuertes de Villavicencio formaron el equipo conocido como el de Los Caballeros, llamados así por su comportamiento dentro y fuera del campo.

Chacho falla y condena al Atlético a Segunda

■ 19 de abril de 1936. Última jornada del Campeonato de Liga de la temporada. Faltaba saber qué otro equipo descendería junto a Osasuna (no se le daban opciones de ganar al Athletic bilbaíno en San Mamés) a Segunda. El duelo entre el Athletic de Madrid y el Sevilla depararía esa tragedia. Con 2-3 en el marcador, y faltando unos minutos para el final, Chacho dispone de un penalti para salvar a los atléticos, pero ajusta tanto el tiro, que éste acaba en el poste.

ENRIQUE COLLAR Este extremo izquierdo sevillano (2-11-34) marcó una época en el Atlético. Disputó 470 partidos oficiales entre el 53 y el 68, en los que marcó 104 goles. Fue 16 veces internacional absoluto con España y logró cinco tantos.

El Centenario supone mis bodas de Oro en el Atlético l Centenario del Atlético supone mis bodas de Oro en el club, pues hace cincuenta años que ingresé en la entidad rojiblanca. Estuve diecinueve temporadas en el Atlético, dos como juvenil y el resto en el primer equipo. Durante diez años fui capitán y gané tres Copas del Rey, una Liga y una Recopa, por lo que recogí estos cinco trofeos. Yo era seguidor del Atlético antes de jugar en el club. Ingresé en él y con 15 años Helenio Herrera me llevaba a entrenar con el primer equipo. Fue un técnico que me marcó como futbolista, pues siendo un chaval me llevó a entrenarme junto a jugadores de la talla de Ben Barek, por ejemplo. Este jugador fue increíble, de los mejores. Luego, ya en el Atlético, formé un buen ala con Joaquín Peiró, además un gran compañero. Como aficionado me deleitó Kiko. Pero, de joven, Ben Barek me marcó mucho. Lo tenía todo: rapidez, técnica, dominio de balón. Lo hacía todo bien. Yo nací en Sevilla y de muy pequeñito me gustaba el Betis, pero rápido mis simpatías fue-

E

ron hacia el Atlético. La FIFA obligaba entonces a tener un futbolista juvenil y me eligieron a mí. Recuerdo con mucho agrado los enfrentamientos ante el Real Madrid. Nos vimos las caras en un enfrentamiento de Copa de Europa y tuvimos

que jugar un encuentro de desempate en Zaragoza. El Atlético tenía un equipo grandísimo y podíamos haberles tumbado, aunque caímos. El equipo madridista era muy bueno. Dicen que el jugador de antes no podría jugar ahora, pero creo

DIEZ AÑOS COMO CAPITÁN ROJIBLANCO. Collar se siente orgulloso de haber sido durante diez años capitán del Atlético y tuvo el privilegio de recoger cinco trofeos que ganó con la camiseta rojiblanca.

que el buen futbolista lo haría en mi época y ahora. Y es cierto que a últimos de los años cuarenta y a principios de los cincuenta el Atlético era el más grande. Un equipazo. La afición es muy buena y se vuelca con el equipo y ya lo era en mi etapa como futbolista, aunque quizá entonces era algo más exigente. Sabían que había un gran conjunto y exigían jugar bien y ganar. También aplaudían mucho al equipo. Entonces había grandes equipos. Estaba el Real Madrid, el Barcelona, pero también el Athletic de Bilbao, el Zaragoza, el Valencia, el Sevilla. El Espanyol llegó a ser subcampeón. Era complicado ganar todos los partidos. Ahora sigo al equipo y considero que Fernando Torres es un futbolista muy aprovechable, Tiene condiciones para ser una de las figuras de nuestro fútbol pero el tiempo dirá lo que pasa y si progresa lo que todos esperamos de él. Los actos del Centenario serán muy bonitos para mí y para todos los aficionados del Atlético. Y yo nunca olvidaré los cincuenta años de relación con este club.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

10

Con Zamora de técnico llegan las primeras Ligas

■ El jugador más famoso del fútbol español se convirtió en un entrenador de prestigio al conseguir ganar dos Ligas consecutivas con el Athletic-Aviación Club. De esa manera, el conjunto rojiblanco pasaba del descenso de 1936 a la gloria de conquistar sus dos primeros títulos ligueros. Incluso estuvo a punto de conquistar un tercer título, pero las lesiones que padeció la plantilla rojiblanca y un poderoso Valencia impidieron esta hazaña.

‘La delantera de seda’

■ El 23 de noviembre de 1947, el Atlético recibe al Real Madrid, que luce números en la espalda por primera vez. En el ataque rojiblanco juegan Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero, una delantera hasta entonces inédita. El resultado es demoledor: 5-0, con tantos de Escudero, Campos, Juncosa (2) y Vidal. El ex madridista Úbeda, crítico en el diario Pueblo, les bautizó como La delantera de seda.

JOAQUÍN PEIRÓ Nació en Madrid (25-1-1936) y, tras una cesión al Murcia, actuó en el Atlético desde 1955 a 1963. En ese tiempo, jugó 219 partidos oficiales, marcó 129 goles y ganó dos Copas y una Recopa. Fue 12 veces internacional.

Siempre llevaré un pedacito del Atlético en mi maleta s bonito vivir el Centenario. Me encantaría poder acudir a los actos, pero mi profesión me lo impide. Así que tendré que disfrutarlo desde la distancia. Tengo muchos buenos recuerdos de mi etapa en el Atlético, la mayoría de ellos como jugador, pero no todos. La labor que hice en el filial, cuando metí 14 o 16 jugadores en el primer equipo en un año, tampoco estuvo nada mal, al igual que el ascenso a Segunda. Por supuesto, me acuerdo de mi Recopa y de quedar campeón de Copa dos años consecutivos. Además, tuve la fortuna de hacer goles clave como en las dos finales ante el Real Madrid o en las dos de la Recopa. Estuve ocho temporadas como jugador, cuatro como segundo entrenador y ocho como técnico del filial, y siempre estuve muy bien atendido y considerado. Al compañero al que más unido he estado siempre ha sido Adelardo, porque éramos compañeros de habitación y amigos dentro y fuera el campo. El Atlético es un equipo sufridor. Se machaca mucho al club con eso, que si el Pupas, que si el Atlético es otra cosa... pero

E

EL ALA INFERNAL Enrique Collar (izquierda) y Joaquín Peiró (derecha) formaron el mítico ‘Ala infernal’ del Atlético entre 1955 y 1963. Se entendían como pocos y formaron una de las bandas izquierda de ataque más temibles de la historia del fútbol español. Sólo la marcha de Peiró al Inter de Milán pudo detener a tan maravillosa sociedad.

es sólo un equipo que ha atravesado por diversos momentos en una larga historia. La afición ahora es diferente. Ha evolucionado todo y hasta han cambiado de estadio. Nací como futbolista en el Metropolitano. Pasé por allí hace poco y cuando vi esos edificios me invadió una sensación de malestar. Llevo un pedacito del Atlético en la maleta. En Italia, siempre pensaba en ello y recibía casi diariamente el AS para ver cómo se desarrollaba todo. Si no, llamaba a mis amigos para preguntarles. Estaba al día y seguía la actualidad, como ahora. Cuesta desengancharse de un club donde has nacido. Ahora, tanto Luis en el banquillo como Jesús Gil en el despacho encarnan muy bien el espíritu de lo que es el Atlético. El presidente sigue su línea y esperemos que las cosas le salgan bien. Pienso que encarno una parte de la historia, que he sido un gran jugador y que he cumplido con mis deberes siempre. No me considero superior a ninguno de los nombres de la historia colchonera, pero tampoco inferior.


11

FELICIANO RIVILLA

Diario

Nació en Ávila (21-8-36) y, tras tres temporadas cedido en el Plus Ultra y en el Rayo, se asentó en el Atlético durante una de sus épocas más gloriosas. Del 58 al 68, disputó 356 partidos, ganando una Liga, tres Copas y la Recopa.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Los sesenta fueron prodigiosos para nuestro club a primera anécdota que tengo en el Atlético es que me ficharon el 28 de diciembre, día de los inocentes. Me llamaron esa mañana y, como castellano que soy, les dije que me llamaran al día siguiente. Entonces sí me creí que el Atlético se interesaba por mí. Esa es la historia de mi fichaje por esta entidad. Luego, pertenecí al club 14 temporadas y gané tres Copas, una Liga y una Recopa. Tengo que decir que la década de los sesenta fue prodigiosa para nuestro club. Tuve un montón de entrenadores, todos muy buenos, y entre ellos a Helenio Herrera y Villalonga. Este último fue el mejor. La prueba está en que entrenó al Real Madrid y le hizo campeón. Entrenó al Atlético y también le hizo campeón y se hizo cargo de la Selección y fue campeona de Europa. Es la evidencia de lo buen técnico que era. De presidentes tuve la suerte de haber coincidido con Barroso y Calderón, dos gran-

L

des dirigentes. Cuando yo entré en el Atlético había elecciones y estaba una gestora. Luego ha habido muy buenos dirigentes. La hinchada del Atlético ha sido grande y el club es el tercero de España por títulos. Además, también es el tercero, por detrás de Real Madrid y Barcelona, por el número de telespectadores. Y el que más socios tiene después de madridistas y azulgranas. A mí, desde que era niño, me gustaba el Atlético. Y una de las cosas que más orgulloso estoy es de que paisanos míos de Ávila me decían que eran de este equipo por mí. Yo jugaba en el Atlético, me marchaban bien las cosas, y abulenses se hicieron del Atlético gracias a mí. Esto sucedió, sin ir más lejos, con el obispo que oficiará la misa de los veteranos. He contado que me ficharon el 28 de diciembre, pero la manera en que entré también es curiosa. Ojeadores del club fueron a Ávila a verme y me hicieron una prueba ante

el Real Madrid. En Navidad, y con fines benéficos, se jugaban partidos entre madridistas y rojiblancos y yo probé en este partido y me quedé. No creo que le suceda esto a todo el mundo. El partido se disputó en el Metropolitano. En mi época había grandes equipos, pero, para mí, Real Madrid y Barcelona eran los grandes rivales. Había un sistema de premios y siempre se primaba el ganar a estos dos equipos. Y había una tercera prima que, normalmente, se fijaba ante uno de los equipos revelación de la temporada. El Atlético tenía un gran equipo: Griffa, Collar, Calleja, Adelardo... Eran futbolistas de una calidad extraordinaria. Aquel conjunto planteaba mucha batalla al mejor Real Madrid de su historia. Y eso dice lo que era nuestro equipo. Uno de los mejores de la historia.

EL MEJOR HOMENAJE. El Atlético invitó al Santos de Pelé a la despedida de Rivilla. Se le impusieron la insignia de oro y brillantes del club y la medalla al Mérito Deportivo. El 1-3 final, lo de menos.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

14

‘La delantera de cristal’

■ Juncosa, Ben Barek, Pérez-Payá, Carlsson y Escudero. Este quinteto formó la línea atacante del Atlético de Madrid de principios de la década de los 50. De la mano de Helenio Herrera conquistaron un título liguero, pero los números cantan: en las dos temporadas, el Atlético marcó 167 tantos en Liga, de los que estos cinco magníficos anotaron 134, el 80%. Su gran pero estuvo en las lesiones que padecieron, por eso les llamaron de cristal.

Conquista la Recopa tras derrotar a la Fiorentina

■ El único título europeo que tiene el Atlético en sus vitrinas llegó en 1962. El rival fue la Fiorentina, con la que tuvo que disputar un encuentro de desempate, pues en el primer partido empataron 1-1, con tantos de Peiró y Hamrin, para los italianos. El encuentro de desempate se jugó en Stuttgart, el 5 de septiembre. No hubo color y los madrileños ganaron 3-0, goles de Jones, Mendonça y Peiró.

ISACIO CALLEJA Una institución en la banda izquierda. Nació en Valle de Cerrato (Palencia), el 6-12-36, y jugó en el Atlético del 58 al 72. Disputó 425 partidos oficiales y marcó 7 goles. Logró dos títulos de Liga, cuatro de Copa y una Recopa.

Aquí viví mis años más felices y apasionantes o jugaba en el Guadalajara de Tercera cuando el Atlético me invitó a probar al final de la temporada 57-58. Les habían eliminado de la Copa y ya no se jugaban nada, así que aprovecharon para ver jugadores jóvenes. Fernando Daucik, que era el entrenador, me dijo que querían que después del verano me uniera al amateur y que me pagarían 3.000 pesetas al mes para mi manutención y mis estudios de Derecho. Dije que sí y me fui tan contento a mi pueblo para ayudar a mis padres durante la cosecha. Pero pasó el verano y nadie me llamó, así que cuando volví a Madrid para examinarme de Civil, que me la habían suspendido, me acerqué a las oficinas del club a ver qué pasaba. Me encontré a Daucik y me preguntó por qué diablos no había aparecido por allí. Cuando se lo expliqué, me llevó para dentro, hizo que me pagaran julio y agosto y me citó en el Metropolitano al día siguiente. Y allí me

Y

quedé, con 6.000 pesetas que no esperaba y tan feliz. Cuatro meses después debuté con el primer equipo en Oviedo, pero me ascendieron definitivamente después de un partido contra el Madrid en el que ellos se jugaban la Liga. Yo entonces jugaba de 10, pero en esa posición estaba Peiró, que era un fuera de serie. Así que Daucik me colocó de medio volante a marcar al gran Kopa. Me salió un partido redondo. Por mil veces que le hubiera marcado nunca lo hubiera hecho tan bien como aquel día. Pero ahí no quedaron mis reconversiones. En la 60-61, todos los laterales zurdos estaban lesionados y Villalonga me puso a mí. Le dije que era una mala idea, que ya lo había hecho una vez y que yo no sabía jugar ahí. Pero, mira... Ese ya fue mi puesto para siempre y, cuando me retiré, Kubala, que era el seleccionador nacional, dijo que, de haber continuado en activo, hubiera seguido convocándome para el lateral.

Precisamente el día de mi retirada fue el mejor momento de mi carrera. Ganamos la final de Copa al Valencia y, como capitán, recibí el trofeo. Me quedaba un año de contrato, pero entendí que había cumplido con mi misión en el fútbol. Se lo expliqué a Vicente Calderón y él entendió que quisiera dejarlo en lo más alto. Pero fueron 14 años increíbles. Los más felices y apasionantes de mi vida. Cada día era especial, el equipo aspiraba siempre a todo, con Peiró, Collar, Ramiro, Gárate... Y Mendonça. Era el mejor. Con una clase exquisita, esa elegancia, ese porte... Maravillaba a la afición con sus quiebros y contoneos. Los volvía locos. Es bonito recordarles a todos en este Centenario. Son casi mis hermanos y pensar en todo aquello sigue emocionándome. Y éste es también un homenaje a una afición diferente. La mejor del mundo.

LA LIGA DEL 70. Calleja no marcó muchos goles, pero un tanto


15

JORGE MENDONÇA

Diario

Tal vez el jugador más exquisito de la historia atlética. Nacido en Luanda (Angola), el 19-9-1938, permaneció en el club desde 1958 a 1967. Disputó 236 partidos oficiales, marcó 91 goles y ganó una Liga, dos Copas y una Recopa.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

El Centenario es el culmen de una historia brillantísima legué al Atlético con sólo 19 años y al poco tiempo entendí que tenía la suerte de pertenecer a una entidad con una personalidad propia que le hacía diferente al resto. Ese fenómeno de diferenciación se ha acrecentado con los años, porque la masa social es ahora más joven y entusiasta. Pero esto no quiere decir que la afición de mi época fuera peor. Ni mucho menos. Simplemente era menos ruidosa, pero siempre nos apoyaba... Qué voy a contar yo, si una vez me sacaron a hombros

L

del campo tras un partido. Evidentemente recuerdo con especial cariño todos los partidos que significaron títulos. Sobre todo la Copa del 61, que ganamos al Madrid en el Bernabéu y metí el último gol. Fue maravilloso. Sin embargo, otra final, la de la Recopa del 63, fue mi peor día como jugador. Cometimos demasiados errores y el Tottenham nos ganó 51. Fue humillante porque no eran tan superiores. Eso sí, como aficionado, no he vivido momento más traumático que el descenso.

Tuve la inmensa fortuna de compartir todas aquellas aventuras futbolísticas con jugadores de la categoría de Collar, Peiró, Ufarte, Calleja, Griffa o Ramiro. Y podría seguir nombrando hasta el infinito. Aunque uno se distancia con los años, sigo en contacto con casi todos. En aquel equipo se transcendió el mero compañerismo. Salíamos juntos, nos íbamos de vacaciones con nuestras familias... Se crearon unos lazos humano fortísimos que permanecerán siempre. Recuerdo que viajamos a Bolivia, que acaba-

ba de ganar la Copa América aprovechando que jugaba en altura, para jugar con el campeón local, el Strongest. La altitud obligaba a todos los equipos a utilizar oxígeno y nos conjuramos para no utilizarlo. Todos aventuraron que nos golearían y les metimos cinco. Fuimos la sensación en toda Suramérica. Por eso, reencontrarme ahora con todos ellos será extraordinario. El Centenario es un momento cumbre y el culmen de una historia brillantísima. La de uno de los grandes clubes del mundo. Disfrútenlo.

UNO DE LOS PREFERIDOS DEL METROPOLITANO. Mendonça tardó muy poco en ganarse a la afición rojiblanca. Sus quiebros, su elegancia y sus goles en partidos decisivos le convirtieron en uno de sus ídolos. Partidos como el que protagonizó en la Recopa ante el Dinamo de Zagreb, con tres goles, el último de ellos de auténtica antología, no hicieron más que agrandar su leyenda. Hasta compañeros suyos, como el mítico Isacio Calleja, reconocen que les hipnotizaba verle jugar.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

16

La primera Liga de Vicente Calderón

■ Vicente Calderón, presidente del Atlético de Madrid, e Isacio Calleja, capitán, levantan el título de campeón de Liga. Este es el primer título liguero que consigue Calderón, que llegó a la presidencia en 1964. Bajo su mandato (estará hasta 1980 y volverá al cargo en 1982 hasta su fallecimiento en 1987), el Atlético vivirá su época más dorada y gloriosa, con la conquista de otras tres Ligas más, tres Copas y la Copa Intercontinental.

Inauguración del nuevo estadio del Manzanares

■ El 2 de octubre de 1966, el Atlético de Madrid estrena su nueva casa: el estadio del Manzanares, que posteriormente pasaría a denominarse Estadio Vicente Calderón. El encuentro de la cuarta jornada de Liga entre el Atlético de Madrid y el Valencia es elegido para llevar a cabo la puesta de largo. Pronto, a los 19 minutos de juego, Luis Aragonés, quién si no, inaugura el marcador y consigue, con un remate de cabeza, el primer gol en el nuevo estadio.

ADELARDO RODRÍGUEZ El Atlético no se entiende sin él. Nació en Badajoz (26-9-1939) y vistió la elástica rojiblanca del 59 al 76. En 511 partidos, marcó 113 goles y ganó tres Ligas, cinco Copas, una Recopa y una Intercontinental. Fue 14 veces internacional.

Entré en el Atlético y me dije: ya no me muevo de aquí l partido que recuerdo siempre es el de la final de la Copa de Europa frente al Bayern. Nunca se me olvidará. Por muy poquito no pudimos ser campeones de Europa. Es una circunstancia difícil de superar. Cuando yo jugué había grandes futbolistas y es complicado quedarse con uno. Sí tenía mucha admiración por algunos que jugaron antes que yo, como Silva y Ben Barek. No coincidí con ellos, aunque lo tenían todo. Yo le tengo un cariño especial a este club, pues me hice futbolista en él. Una vez que entré me dije: de aquí no me muevo. Y se cumplió. Los colores rojiblancos son muy especiales para mí. Estuve 17 temporadas en el Atlético y gané tres Ligas, cinco Copas, una Recopa y una Intercontinental. Empecé y me retiré en esta entidad y esto es algo muy bonito. Además, creo que he sido el tercer máximo goleador en la historia del Atlético. De juvenil siempre marcaba goles, lanzaba los penaltis y las faltas. Junto a jugadores de la talla de Luis Aragonés o Escudero he sido uno de los máximos goleadores de este equi-

E

po. Antes se jugaba más a hacer goles, se jugaba más al fútbol. Ahora es diferente y no se mira tanto la portería contraria. Una de mis mejores anécdotas viene del día de mi primer entrenamiento con el Atlético. Era la temporada 59-60. Ficharon a jugadores como Griffa, Jones,

Polo, Amador, Oriol... Éramos seis o siete nuevos, entre ellos yo. Entonces, los del primer equipo se vestían en la caseta local y en la visitante los que podríamos denominar como los del carro del pescado. O sea, los demás. Todos los nuevos menos Griffa, que venía como

EL QUE MÁS PARTIDOS HA JUGADO. Adelardo es el que jugador que más encuentros oficiales ha disputado con el Atlético: 511. De ellos, 401 fueron de Liga, 69 de Copa del Rey y 81 en competiciones europeas.

figura. A la hora de salir, lo hicieron todos los de la primera plantilla y yo, como no me dijeron nada, no salí. Mi padre, que estaba en la grada, tuvo que entrar a por mí. Recuerdo que me sacó de la oreja y no bajé al campo por el túnel, sino por la grada. Como nadie me había dicho nada, no salía al campo. El Metropolitano era un estadio simpático y eso lo saben bien todos los que fueron allí. Lo primero que hizo Vicente Calderón fue intentar rescatar la venta de este estadio. Tenía una salsa especial. Fue el presidente bajo cuyo mandato se ganaron más títulos en el Atlético. También recuerdo con cariño los partidos ante el Real Madrid. Al principio me marcaba Felo y luego me las veía con Velázquez. Éramos compañeros, pero había una gran rivalidad. Les ganamos dos Copas en su estadio y eso fue bonito. El club debe recuperar el cartel de equipo que gana títulos que quizá haya perdido. Pero sigue siendo uno de los mejores.


17

JAVIER IRURETA

Diario

Nació en Irún (1-4-1948) y llegó al Atlético en 1967. Jugó en el Manzanares hasta el 75, disputando 281 encuentros oficiales y marcando 36 goles. Ganó dos Ligas, una Copa y una Intercontinental. Fue 6 veces internacional.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Es como un hijo: te da alegrías aunque también disgustos l Atlético ha significado mucho en mi vida. Allí di el salto a profesional y me aportó la experiencia, la formación deportiva y humana. Pero este club es una especie de sentimiento. Es un equipo muy querido, y como un hijo o un familiar, te da alegrías pero también disgustos. Hay que entenderlo así. Por eso uno se siente atlético. Recuerdo que a la calle del antiguo Metropolitano le llamaban la ‘avenida de los elefantes’ porque siempre que perdían, salían los aficionados hombro con hombro diciendo: “este Atlético...”. Es un club que se mueve entre extremos, con mucha pasión y que arrastra a gente de toda clase social, pero que quizá se encuentra más identificado con gente acostumbrada a sufrir. Ocupó ocho años y pico de mi vida. Acababa de cumplir los 19 y la primera temporada ya jugué bastantes partidos. Yo había estado en el Real Unión de Irún y pasaba a un equipo de Primera que luchaba por ser campeón. Recuerdo que, con 17 años, el Real Unión me mandó a Madrid a la Mutua de futbolistas para poder jugar como profesional, al ser menor de 18 y no ser internacional. Y coincidió que allí estaba el Atlético haciéndose la revisión. Yo, cuando vi a aquellos futbolistas, como Mendoza, Adelardo, Collar, Griffa, Calleja... me sentí empequeñecido ante aquellos ‘monstruos’ y me decía: “¡Vaya jugadores!”. Y a los dos años me fichó el Atlético y estaba jugando con ellos.

E

GOLEADOR EN LA INTERCONTINENTAL. Irureta vistió la camiseta del Atlético durante más de ocho años, “los más importantes” de su vida. Formó con Adelardo una de las medulares históricas y vivió una de las grandes épocas rojiblancas, que culminó con un gol en la Intercontinental del 75.

Tengo muchos y muy buenos recuerdos: los títulos, la Intercontinental, la Copa... quizá destacaría mi debut, frente a Las Palmas, que perdimos 1-2 siendo líderes y tuve que recibir tres puntos de sutura en la cara. Pero un grato recuerdo que tengo es el compañerismo. Formábamos un grupo muy armonioso y fue una experiencia muy agra-

dable profesional y humana. El recuerdo más amargo es la final de la Copa de Europa, seguro. La derrota contra el Bayern en esos fatídicos últimos segundos. ¡Cómo no! Estábamos destinados como el Pupas. En mi opinión, Adelardo es la viva imagen del Atlético: trabajador, luchador, creador, goleador... y con toda una vida como

rojiblanco. Para mí también es un orgullo formar parte de estos cien años. Por eso, lo que desearía para este Centenario es que el Atlético siga siendo tal y como es, hay que aceptarle con sus virtudes y sus defectos. Y que estos cien años se conviertan en doscientos, en los que logre más éxitos para satisfacción de sus admirados hinchas.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

18

Pese al gol de Luis, la Copa de Europa se escapó

■ Triste experiencia la sufrida en la Copa de Europa de la temporada 1973-74. El Atlético de Madrid se mide al Bayern de Múnich. Tras acabar el tiempo reglamentario con un empate a cero, será en la segunda parte de la prórroga cuando Luis, al transformar una falta, adelanta a los madrileños. Pero en el último minuto, Schwarzenbeck lanza un durísimo disparo que bate a Reina, provocando un partido de desempate, donde los alemanes no dieron opciones.

Campeones del Mundo

■ Pese a no conquistar la Copa de Europa, el Atlético disputó la final de la Copa Intercontinental al no querer hacerlo el Bayern de Múnich. Así, los rojiblancos se midieron al Independiente. El primer encuentro se jugó en Avellaneda con triunfo de los locales, 1-0, con un gol de Agustín Mencho Balbuena. En la vuelta, Irureta igualó la eliminatoria y, a falta de cinco minutos para el final, Ayala marcó el gol definitivo. El Atlético se proclamaba campeón del Mundo.

LUIZ PEREIRA Su collar verde y sus quiebros en su propio área sedujeron a la afición desde 1975 hasta 1980. Nació el 21 de junio del 49, disputó 171 encuentros oficiales con el Atlético y, pese a ser defensa, marcó 17 goles. Logró una Liga.

El Atleti es el pueblo y acabé enamorándome de él e di cuenta de que el Atlético era diferente desde el día que nos ficharon a mí y a Leivinha. Habíamos viajado con el Palmeiras a España para jugar el Ramón de Carranza de 1975 y el homenaje a Ufarte. En Cádiz dimos una exhibición y ganamos en la final al Real Madrid. Ahí se acababa la historia y nos volvimos a Brasil. Pero en nuestro avión viajaban Santos Campano, entonces vicepresidente de Vicente Calderón, y el doctor Ibáñez. Ellos iban a cerrar el fichaje de Ivo, pero en el avión surgieron problemas con las negociaciones y el estado físico del jugador. Así que, allí mismo, encantados con cómo habíamos jugado en España, nos ofrecieron fichar por el Atlético. Todo en el aire y nosotros encantados, claro. Nada más llegar a Brasil el doctor nos hizo las pruebas médicas y regresamos a Madrid. Todo en dos días y con el visto bueno de Luis, que era el que de verdad tenía que decidir. Sólo lo lamenté por la hinchada del Palmeiras, que se tomó muy mal nuestra marcha. Luego entendí en muy poco

M

tiempo lo que representa este club. El Atleti es el pueblo. Cuando veo al niño del anuncio que pregunta “papá, ¿por qué somos del Atlético?”, yo le respondería que porque es algo distinto, es el corazón, el atlético siente los colores de una manera diferente al resto de

aficionados. Yo sentí muy rápido esa pasión y acabé enamorándome del Atleti. Recuerdo todos mis partidos como rojiblanco, pero hay uno que me supuso una alegría especial. Fue el 1-1 en el Bernabéu con el que nos proclamamos campeones de Liga en el

PEREIRA-LEIVINHA, LA SAMBA BRASILEÑA. Cuando el Atlético fichó a Pereira y Leivinha, la hinchada de Palmeiras montó en cólera. Luiz era un ídolo en Brasil. No en vano, vistió en 33 ocasiones la canarinha.

77. Fue una sensación maravillosa. Aquel equipo era impresionante. Intento destacar a uno de mis compañeros y recito la plantilla entera. Acabaron siendo como mis hermanos y formamos un grupo realmente especial. Todos seguimos llevando al Atlético en el corazón. El mayor disgusto de mi carrera fue irme. Me quedaba un año de contrato y tenía clarísimo que quería seguir en el equipo. Pero hubo unas elecciones, cambió el presidente, llegó el doctor Cabeza y tuve que marcharme por la puerta de atrás y no como yo había soñado. Ese fue mi día más triste. Pero ahora he tenido la suerte de volver al club y vivir desde dentro las celebraciones del Centenario. Hay que darse cuenta de su enorme importancia. Compartir esta alegría con la hinchada, reencontrarse con los viejos amigos que son la historia de este club. Una historia que hay que enseñar a los chavales para que la continúen. Será maravilloso.


19

ABEL RESINO

Diario

Nació en Velada (Toledo), el 2-2-1960, y perteneció al Atlético desde 1982 a 1995. Disputó 304 partidos oficiales y, además de su famoso récord de imbatibilidad, su palmarés luce tres Copas y una Supercopa de España.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Ser de este club es contagioso, un sentimiento profundo i sentimiento rojiblanco es de nacimiento. Estuve 13 temporadas en el Atlético, 12 de ellas en el primer equipo, y eso no se olvida. Ser del Atlético es un sentimiento grande y profundo y, al final, es algo contagioso. Parece que a los jugadores de la casa siempre les cuesta más triunfar en los clubes donde se han formado, pero en mi época había muchos jugadores que salieron de las categorías inferiores. Quizá por este motivo la afición del Atlético me demostró un cariño especial. Yo batí el récord mundial de imbatibilidad y esto es algo que marca a un futbolista. Es un orgullo muy grande para todos los que formamos aquél equipo. Creo que es un título más para el Atlético. Recuerdo que el récord nacional lo batí frente al Betis, en el Villamarín, y el mundial, ante Osasuna, en Pamplona. La Liga fue nuestra asignatura pendiente. Teníamos un gran equipo, pero coincidimos con un gran Real Madrid, el de la Quinta del Buitre, y otro gran Barcelona, liderado por Cruyff. Esos equipos eran inaccesibles. Nosotros éramos buenos, pero ellos, un poco mejores. La final de Copa que ganamos en el año 91, al Real Madrid, en el Bernabéu es un recuerdo muy especial. La mitad del estadio era del Real Madrid y la otra mitad del Atlético. Tuvimos un gran día y creo que el Atlético sacó una casta especial en ese encuentro. Los choques contra el Real eran bonitos, pero los más espectaculares resultaban los que jugábamos ante el Barça. En mi época había grandes futbolistas, criados en la casa: Julio Prieto, Marina, Rubio, Pedraza, Mejías, Mínguez... Y luego hubo extranjeros magníficos, como Schuster, Alemao o Baltazar. Futre podía ganar el encuentro en una sola jugada. Tuve dos presidentes: Vicente Calderón y Jesús Gil. Yo llegué cuando la salud le impidió a Calderón ejercer todo lo que quería. Era emblemático para la afición, un abanderado del club. Gil es un enamorado del Atlético y un precursor en muchos aspectos del fútbol.

M

BATIÓ EL RÉCORD DE IMBATIBILIDAD El 17 de marzo de 1991, Luis Enrique, entonces en el Sporting, batió a Abel y rompió así su racha de 1.275 minutos sin recibir un gol.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

20

Gana la Liga y la Copa en una campaña inolvidable

■ Tras estar durante un par de temporadas rondando el descenso a Segunda División, Jesús Gil decidió apostar por Radomir Antic como nuevo entrenador. El resultado no pudo ser mejor: el Atlético de Madrid conquistó la Liga y la Copa. En la imagen, el entrenador serbio posa con Biagini (a su derecha), que sostiene el título liguero, y con Pantic (a su izquierda), que sostiene la Copa. Es el primer doblete en la historia del Atlético de Madrid.

El club es intervenido judicialmente

■ Finales de 1999. La parroquia rojiblanca se prepara para despedir el año cuando la noticia estalla sorprendiendo a todo el mundo: el juez García Castellón decreta la intervención del club rojiblanco y designa a Luis Manuel Rubí Blanc como administrador con plenos poderes. De esa manera, el Atlético de Madrid dejaba de estar en manos de Jesús Gil, al que también se acusaba de haberse apropiado de forma ilícita de 9.427 millones de pesetas.

PAULO FUTRE Nació en Montijo (Portugal) el 28-2-66 y, tras ganar la Copa de Europa con el Oporto, fue la gran baza electoral de Gil. Entre 1987 y 1993 disputó 215 partidos oficiales con el Atlético, marcó 52 goles y ganó dos Copas del Rey.

Me siento privilegiado por ser parte de un club irrepetible o soy de esos a los que les gusta echar la vista atrás, pero cuando jugaba y el público del Vicente Calderón gritaba mi nombre sabía que estaba viviendo algo inolvidable. Eso es un orgullo. Para mí fue un honor vestir esta camiseta. Y cada vez que piso este estadio siento algo distinto y especial. Algo que va muy, muy dentro de mí. Jugué en los tres grandes equipos portugueses y gané una Copa de Europa... pero jamás experimenté el sentimiento que tiene ser del Atlético. Desde el momento en el que llegué, en mi primer año, fue creciendo un sentimiento que siempre ha sido único. Yo he tenido la enorme suerte de ir al Atlético, el mejor destino posible. Aquí llegamos a tocar el cielo con el doblete, que es el éxito más reciente, o nos salió todo mal como en la final de Copa de Europa ante el Bayern o con el descenso al infierno de Segunda. Por eso este club es diferente a todos los demás. Me acuerdo sobre todo de la final de la Copa del Rey en el Bernabéu, ante el Real Madrid. Aquello fue increíble y muy es-

N

pecial para mí. Mucha gente me ha confesado que a raíz de aquel partido se hicieron del Atlético. Niños que entonces tenían 15 años, una edad en la que eliges lo que quieres, se convirtieron o escogieron esta camiseta. Y eso me llena de orgullo. Recuerdo aún el golazo

de Schuster, algunas jugadas espectaculares mías o el penalti que paró Abel. Lo tengo todo grabado perfectamente y no se me olvida por más tiempo que pasa. Mi paso por el Atlético ha estado impregnado, además, de una relación amor-odio con el presi. Nuestra forma de ser,

LA FINAL DE COPA EN EL BERNABÉU. Paulo Futre dio una lección a todos los madridistas con una exhibición de juego y con un golazo fruto de su calidad. El portugués fue feliz en campo enemigo.

nuestro carácter fuerte, hizo que nos enfrentáramos y que discutiéramos. Siempre lo hicimos porque no nos escondemos nada y nos decimos todo a la cara. A pesar de todas estas cosas, me he sentido un jugador privilegiado por pertenecer a un club único e irrepetible. La experiencia de vestir la camiseta rojiblanca es magnífica y diferente a la de estar trabajando dentro del club. También lo hice con pasión y con la idea de superarme a mí mismo y demostrarme que era capaz de afrontar otros retos. En el Atlético me hice un hombre y maduré en muchos aspectos. Han sido años intensos y muchas horas de trabajo y entrega, pero siempre dejando lo mejor de mí por y para este Atleti que llevo grabado en el corazón por todo lo que ha significado en mi vida. Este club me ha marcado y, aunque ahora no esté, siempre he dejado las puertas abiertas. No renuncié a él cuando peor estaba ,a las puertas de Segunda B, así que... volveré.


21

MILINKO PANTIC

Diario

Nació en Loznica (Yugoslavia), el 5-9-1966, y llegó de puntillas al Atlético para convertirse en emblema del doblete. Entre el 95 y el 98, jugó 137 encuentros oficiales y marcó 34 goles. Obviamente, ganó una Liga y una Copa.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Es impresionante: mis hijas están locas con este club i fichaje por el Atlético fue una bomba, una sorpresa, pues nadie me conocía. Venía de jugar en Grecia, en una Liga desconocida para el aficionado español, y gracias a Antic vine a España. Yo ya sabía lo que era el Atlético, pues el equipo rojiblanco había jugado partidos europeos contra el OFI de Creta y el Olympiakos. Pero no me imaginaba la grandeza de esta entidad. Tienes que estar dentro para saber lo que es el Atlético de Madrid. Es impresionante. Para mí

M

fue un orgullo y me siento un privilegiado de la vida por haber jugado en el Atlético. Tengo dos niñas y son más atléticas que yo. Están locas con este equipo. Dicen que la afición del Atlético puede compararse a la del Boca Juniors. Yo no lo sé. Pero sí sé que en Europa es difícil encontrar gente como el seguidor rojiblanco. Leo en la Prensa y oigo en la radio los motivos por los cuales los seguidores son del Atlético. Todo el mundo busca explicaciones. Y al final no hay ninguna en especial. Muchos han nacido del

Atlético. Otros han apuntado a sus recién nacidos como socios. ¿Qué se puede decir ante esto? Yo jugué en un equipo en el que todos estuvimos muy unidos. Con algunos mantengo el contacto, como con Vizcaíno, Toni Muñoz o Kiko. Con otros lo he perdido. Era un grupo maravilloso. Yo siempre me llevé muy bien con Vizcaíno, con el que compartía habitación. Siempre le he considerado como mi hermano. La final de Copa ante el Barcelona, el partido definitivo de la Liga ante el Albacete, los cuatro goles en el

MARCÓ DE CABEZA Y GANÓ LA COPA. El 10 de abril de 1996 el club madrileño derrotó al Barça y ganó su novena Copa. El tanto lo marcó Pantic y lo celebró como se merecía.

Camp Nou... ¡Qué grandes momentos! No me quedaría con ninguno en especial, aunque marcar un gol en una final de Copa del Rey y llevarte el título nunca lo puedes olvidar. Hice cinco goles de cabeza en mi carrera deportiva y uno fue ése. El más importante.Tuve mérito, pues me anticipé a la defensa rival. Es curioso que marcara con la peor arma que yo tenía como futbolista. Pero es verdad que el fútbol es así. Lo más bonito es ver disfrutar a tantos miles, millones de personas. Todos tuvieron momentos muy fe-

lices gracias a ese equipo atlético. Luego, seguro que en Barcelona no olvidan los cuatro goles que hice allí en Copa. Al final no valieron para nada. Seguro que esa racha, que un jugador haga cuatro goles en un estadio como visitante y pierda, durará muchos años. Lo que yo quiero es que la gente no recuerde tanto el doblete, porque eso significará que hemos vuelto a ganar otro título. Seguro que la próxima temporada salimos con grandes posibilidades. La afición rojiblanca tiene hambre de títulos.


CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Diario

as | sábado, 26 de abril de 2003

22

Lamentable colofón a una aciaga temporada

■ Una pésima gestión unida al descontrol existente tras la intervención judicial se transformó en el descenso del conjunto rojiblanco a Segunda División. El último partido jugado en el estadio Vicente Calderón enfrentó al Atlético y al Sevilla. El resultado acabó en empate (1-1), pero la imagen fue la de un desolado Toni recibiendo una lluvia de huevos procedente de la grada. Era el lamentable y penoso colofón a una aciaga temporada para todos los atléticos.

El renacer del sentimiento atlético dos años después

■ Con un día de retraso, el Atlético de Madrid volvió a Primera División. Todo estaba preparado para que se produjese en el encuentro ante el Nàstic de Tarragona el 27 de abril de 2002. Pero los nervios pudieron al corazón. Sería el domingo 28 de abril, cuando el Leganés facilitaría el ascenso a los rojiblancos, al derrotar al Recreativo de Huelva en la capital onubense, provocando el resurgir del sentimiento de todos los aficionados atléticos.

FERNANDO TORRES La última perla atlética nació en Madrid el 20 de marzo de 1984. Debutó con el primer equipo el 27 de mayo de 2001, con sólo 17 años, y desde entonces ya ha disputado 69 encuentros oficiales y ha marcado 21 goles.

De niño ya soñaba con ser el estandarte de este club ecuerdo que el primer partido que fui al Calderón fue un AtléticoCompostela, en la temporada 94-95. Marcaron Abadía y Valencia. Al año siguiente entré en el alevín del Atlético y prácticamente acudí a presenciar todos los encuentros en el año del doblete. Hubo algunos que coincidieron con mis encuentros en el alevín y no pude asistir, pero la mayoría, sí. Lógicamente, me acuerdo del partido frente al Albacete, el último de Liga, donde quedamos campeones, y también de la final de Copa. Pero el choque que más me impresionó fue uno, en la antepenúltima jornada, frente al Salamanca, en el que estaba el estadio a rebosar. El Valencia venía apretando mucho por detrás y me quedé impresionado. A los de la cantera nos daban los pases en las filas de abajo y no veíamos nada, por lo que nos subíamos unas filas más arriba para poder ver los encuentros. Y los de seguridad nos decían que no podíamos estar ahí, en los pasillos. Mi padre es gallego y siente mucho cariño hacia el Deportivo, pero ahora todos son del Atlético.

R

Hay uno de la familia en el club y todos se vuelcan conmigo y con el equipo. También me acuerdo del día en que probé con el Atlético, con 10 años, en el Parque de las Cruces, de Madrid. Todos éramos niños, estábamos muy nerviosos y cada uno iba a lo suyo. Es algo difícil

de explicar, porque no conoces a nadie y te mandan vestirte y salir a jugar. Luego llegaron más pruebas, pero sobre todo me acuerdo de la primera. Yo ya he dicho que no me importa ser el abanderado de la afición del Atlético. Me ha tocado a mí y sólo espero no defraudar a la

EL JUGADOR QUERIDO POR LA AFICIÓN. Torres es el ídolo de los aficionados rojiblancos. Él se fijó en Kiko y ahora muchos ponen sus ojos en él. Ley de vida y Torres lo sabe. Espera no defraudar.

afición. Como cualquier chico de la cantera, de niño ya soñaba con ser el estandarte del club. Yo siempre he manifestado mi admiración por Kiko, un delantero que no se parece nada a mí, pero que me gustaba mucho. Me encantaba su juego de espaldas, sus pases, y le imitaba cuando estaba en los alevines y en los infantiles. Lógicamente, la gente me ha hablado de futbolistas como Gárate, Ufarte... Hugo Sánchez también fue muy bueno. A él sí le vi jugar, ya en su última etapa, en el Rayo Vallecano. Futre, Schuster... El Atlético ha tenido siempre jugadores muy buenos. Lo de la afición rojiblanca es increíble. Bajamos a Segunda División y siguieron animando como siempre. Y muchos jugadores han querido venir a esta entidad estando en Segunda. Esto es algo diferente, algo que no se puede explicar. Ojalá que se olvide ya lo del doblete y nosotros podamos conquistar títulos y dar grandes éxitos a nuestros aficionados.


23

GERMÁN BURGOS

Diario

A este bonaerense (16-4-1969) le han bastado dos temporadas para ganarse a la hinchada rojiblanca. Fue el guardameta del ascenso (2001-02) y ha disputado 48 partidos oficiales en el Atlético. Internacional argentino.

as | sábado, 26 de abril de 2003

CENTENARIO DEL ATLÉTICO

LOS MITOS DEL CLUB COMPARTEN SUS RECUERDOS

Mi encuentro con el Atleti es una historia de imanes l Atleti y yo estábamos destinados a encontrarnos. Siempre lo he creído así. Mi encuentro con este equipo y este club, que ya considero mi casa, me parece que es una historia de imanes. Los dos nos sentimos unidos por una atracción fatal. Y esa atracción ha calado hondo, muy hondo en mí. He formado parte de la historia de un club enorme en mis dos primeras temporadas con esta camiseta, pero la historia no se detiene. Continúa. Se cumplen cien años de vida del Atlético, algo muy gran-

E

de, pero llegarán otros cien más. Y yo pretendo seguir formando parte de este club hasta cuando pueda, porque me siento plenamente identificado con estos colores. Me gustaría un montón extenderme en el Atlético muchos años más. Porque ahora ya percibo claramente que la gente se ha acostumbrado a mí. Lo repetí desde que llegué aquí: “Déjenme que les enamore”. Eso era lo que quería lograr, aceptando tanto al que me quiere como al crítico. Después de la operación, que es algo que está por enci-

ma del fútbol, lo he percibido más todavía. Y eso es lo que rescato de mis vivencias en el Atlético de Madrid. Yo no me creo un icono de este club, para eso tengo que hacer mucha más historia. En mi trayectoria siempre me ha gustado sobresalir y eso es lo que pretendo en el Atlético. Mi vida ha estado ligada a este club desde hace dos años y lo bueno que rescato es ver que la entidad, pese a todos los problemas que afectaron al presidente, siguió funcionando. Nosotros también lo hemos vi-

UN FUTBOLISTA FUERA DE TODA NORMA. Fuera del campo, locuaz, comprometido, accesible y cantante de rock. Sobre el césped, espectacular y nada ortodoxo. Siempre carisma, el ‘Mono’ Burgos es único.

vido en carne propia, pero precisamente eso es lo grande: que el Atlético continuó funcionando como club y eso es maravilloso. La afición estuvo siempre ahí, junto a su equipo, y eso es muy grande. Ahora me estoy encontrando con la historia centenaria del club y como voy conociendo lo que significa, veo a Luis Aragonés como reflejo de este club. Él es el estandarte, la bandera del Atlético. Cuando el barco se movió, porque los problemas acuciaban a la entidad, él fue nuestro capitán y en él recayó la respon-

sabilidad de dirigir la nave. Me siento muy bien en el Atlético, en mi casa. No me arrepiento de nada. ¿Cómo voy a hacerlo? Si después de perder un partido en el Vicente Calderón un seguidor fue capaz de regalarme ¡un melón! habiendo perdido ante nuestra gente. Lo del Atlético es increíble. Yo elegí esta opción y lo hice estando el equipo en el infierno, así que todo lo que venga de aquí en adelante es la gloria. Entonces había que ascender de categoría y se logró. Por eso quiero seguir mucho más tiempo aquí.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.