Boletín No. 17 Cultura política en Bogotá, Representación y Participación

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Observaciones

de Ciudad

Boletín Informativo del Observatorio de Culturas

Cultura política en Bogotá, representación y participación

17

Nº 2012


Observatorio de Culturas El Observatorio de Culturas hace parte del proyecto 786 “Construcción de conocimiento para la participación ciudadana” en el marco del Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana (2012-2016) y tiene como objetivos observar, medir, analizar, monitorear, investigar y comunicar acerca de las acciones, prácticas y procesos ciudadanos del ámbito cultural en Bogotá, para generar y gestionar conocimientos que contribuyan al desarrollo y perfeccionamiento de políticas públicas. Desde su creación en 1995, el Observatorio de Culturas se ha erigido como un proceso constante de consulta y participación ciudadana en democracia que permite la reflexión y aproximación de las personas y el Estado, además de reconocer a las diversas ciudadanías con su mayor o menor incidencia, información y calificación frente a los asuntos públicos. Ha aportado a las diferentes administraciones, la academia y la ciudadanía en general: conocimiento de los comportamientos, hábitos, valores, percepciones, actitudes, prácticas y preferencias de la ciudadanía capitalina; claridad en los conceptos de cultura ciudadana y democrática; exactitud en la generación de modelos de observación para análisis de información; formulación de líneas base, índices e indicadores para el monitoreo de políticas, planes y proyectos y experticia en la formulación y consolidación de otros observatorios de la ciudad y el seriado de seis Encuestas Bienales de Culturas. Web: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/observatorio/index.html Correo electrónico: observatoriodeculturas@gmail.com Redes sociales: http://www.facebook.com/ObservatoriodeCulturas; http:// twitter.com/observaculturas


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de Ciudad

Boletín Informativo del Observatorio de Culturas

Cultura política en Bogotá, representación y participación

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Nº 2012


Cultura política en Bogotá, representación y participación

observaciones de ciudad

Contenido I. Presentación 4 II. Introducción

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III. La cultura política democrática

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IV. El régimen democrático en Colombia: ¿representativo o participativo?

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V. Los preceptos mínimos de la democracia representativa

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VI. Cuestionamientos al régimen de democracia representativa

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VII. Recortes a los derechos de elegir y ser elegido 13 VIII. Recortes a la libertad de prensa, de expresión y derecho de asociación

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IX. Participación democrática y clientelismo

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IX.I Participación electoral

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IX.II Los espacios del Sistema Distrital de Participación

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IX.III La democracia callejera

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X. Las actitudes frente al clientelismo

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XI. La aceptación de los cambios constitucionales

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XII. Fichas técnicas

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XII.I Encuesta Bienal de Culturas 2011

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XII.II Sondeo participación en Bogotá

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XII.III Sondeo presupuestos participativos

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I.

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Presentación

E

l gobierno de la Bogotá Humana tiene como eje trasversal la participación de la ciudadanía entendida más allá del concepto político de mayoría de edad o de habitante de la urbe. En este justo sentido, los menores de edad, los campesinos, los indocumentados y los recién llegados también son ciudadanos del Distrito Capital. La construcción del Plan de Desarrollo, las decisiones presupuestales tomadas en cabildos territoriales, los encuentros ciudadanos y, en un futuro próximo, la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial han sido y deben ser motivos de encuentro, de debate, de libertad creativa y de inclusión para darle contenidos concretos a los ejes del programa de gobierno. Sin esa participación no va a ser posible la apropiación de los planes y sin esa apropiación ciudadana la ejecución de los mismos no es satisfactoria. La defensa de lo público necesita de una ciudadanía que defienda lo que le pertenece. El nuevo ordenamiento de la ciudad, alrededor del agua, requiere una nueva actitud del conjunto de la sociedad que impida la continua depredación de nuestros cerros, de nuestros humedales y de todo el ecosistema sabanero. Como lo ha dicho y repetido nuestro Alcalde Mayor, el agua, como la salud o la educación, no deben ser negocios. Tienen que ser derechos, asumidos, cuidados y protegidos entre todos y para todos. Superar la segregación socioespacial supone también el concurso de los distintos sectores y poblaciones que habitan y construyen los territorios del Distrito Capital. Superar los prejuicios que generan discriminación y segregación pasa por transformaciones culturales, nuevas relaciones en la forma de desplazarnos y habitar, en el modo de amar, discutir, trabajar, descansar, crear y divertirnos.


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En el Sector Cultura, Recreación y Deporte hemos tenido la fortuna de contar con un sistema distrital, local y poblacional, que ha facilitado y estimulado la participación de sus diversos agentes y de todas las personas. El programa Ejercicio de las Libertades Culturales y Deportivas ha sido una creación de muchos y muchas. La exitosa participación de Cultura, Recreación y Deporte con programas como los de primera infancia y jornada extendida, solo será posible con la comprensión, el trabajo y la imaginación de miles de personas comprometidas con el cuidado y protección de niños y niñas y la formación de los y las jóvenes estudiantes. Deberá ser una participación inteligente, apasionada y amorosa con la infancia y la adolescencia. No ha sido ni será una tarea fácil. Como se podrá apreciar, a lo largo de la lectura de este boletín, el proceso de construcción de una cultura democrática es todavía incipiente en Colombia. Y a pesar de que Bogotá, como capital de derechos, ha marcado pautas importantes en la construcción de nuevas ciudadanías bajo los signos de la solidaridad, de la diversidad y de la participación, todavía queda mucho camino por recorrer. Con la Bogotá Humana nos estamos moviendo en la dirección correcta.

Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas


Cultura política en Bogotá, representación y participación

II.

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Introducción

L

a construcción de democracia en Colombia ha sido un camino tortuoso. La antigua Constitución Política de Colombia fue la consagración de la exclusión, del autoritarismo y del gobierno mediante el estado de sitio, del bipartidismo, del poder presidencial casi omnímodo y del desconocimiento de las regiones, de las etnias y de la diversidad. Ello, en lugar de construir una nación civilizada, generó un estado de barbarie permanente y un pesimismo generalizado sobre una supuesta propensión, de carácter genético, a la violencia entre las y los colombianos. La nueva Constitución Política de Colombia, más allá de su contenido normativo, es una apuesta esperanzadora y propuso, desde 1991, un cambio cultural. La diversidad, la pluralidad, la descentralización, la participación, la paz y la convivencia fueron las nuevas palabras de esa refundación nacional. Pero la inercia de las viejas costumbres es muy fuerte. Romper más de cien años de vigencia de un Estado que negó la soberanía popular no es fácil. Bogotá, más que cualquier otra agrupación humana del país, ha realizado esa ruptura. En Bogotá mucha gente asumió los derechos y los defendió a punta de tutelas. Ensayó gobiernos alternativos, por fuera de las opciones tradicionales, abrió las puertas a desafíos antes impensables y le cerró las puertas a los trajinados caminos de la violencia. Pese a esta posición de vanguardia, Bogotá no ha logrado consolidar aún una cultura democrática. La tentación autoritaria todavía tiene importantes espacios, los derechos consagrados no tienen la apropiación suficiente y las relaciones interculturales tienen aún el sesgo de viejas hegemonías. Algunos prejuicios, los que impiden relaciones fraternas entre personas diferentes, siguen generando


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discriminaciones. Y las discriminaciones segregan y rompen el tejido social. Pero Bogotá ha tenido la ventaja de reflexionar sobre sus desarrollos democráticos y ha construido herramientas de observación y análisis: desde el sector privado, los institutos de investigación creados por las universidades y el monitoreo al Gobierno, que realiza la Cámara de Comercio de Bogotá, y desde el sector público, los centros de estudios como el Centro de Estudios y Asesorías en Ciencias Sociales (CEACS) para examinar la situación de convivencia y seguridad o como el Observatorio de Culturas para atisbar el alma cultural de la ciudad a partir de lo que la misma ciudadanía piensa, siente y comunica. El Observatorio de Culturas, además de medir los eventos que produce el sector público de la Cultura, la Recreación y el Deporte, ha generado, desde 2001, una encuesta de ciudad, la llamada Encuesta Bienal de Culturas. En su última versión, aplicada a finales del año pasado, indagó, entre otros temas, sobre la cultura democrática. Construyó un índice con dos grandes componentes: la cultura política democrática y la cultura del respeto y la comprensión entre diferentes. El primer componente tiene que ver con el régimen político democrático basado en el pluralismo, la libertad, la solidaridad y la participación. El segundo tiene que ver con la convivencia creadora y respetuosa basada en el reconocimiento de la igualdad en una sociedad diversa. En este boletín brindamos un resumen de los hallazgos del primer componente.

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III. La

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cultura política democrática

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a Cultura Política Democrática se refiere específicamente a la apropiación y aceptación de las instituciones del régimen democrático en general, por parte de la ciudadanía, así como su interés manifiesto por participar en los asuntos públicos. Una Cultura Política Democrática tendrá como parámetros la aceptación de las instituciones del régimen democrático, la participación electoral, el rechazo de prácticas contrarias al régimen democrático, la aceptación de la legitimidad del Estado y la apropiación de las normas del Estado de derecho colombiano. La Encuesta Bienal de Culturas indagó sobre estos aspectos. Los siguientes son los elementos conceptuales de esa indagación y los resultados.

régimen democráticoen : Colombia ¿representativo o participativo? IV. El

L

a democracia liberal o democracia representativa es el fundamento que estructura al Estado colombiano. Los espacios de democracia directa o democracia participativa, si bien hacen parte integral de la formulación del Estado colombiano,1 son complementarios. Algunos entusiastas han reiterado que la Constitución de 1991 derogó el antiguo régimen de democracia representativa para instaurar el de democracia participativa. Eso es falso. Lo que En el preámbulo de la Carta Política se establece que Colombia es un “Estado social de derecho, organizado en forma de República democrática, participativa y pluralista”. 1


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la nueva Constitución puso de relieve fue la insuficiencia del régimen representativo y por ello consagró la soberanía popular como el principio indeclinable de una utopía democrática que trasciende la esfera de lo representativo y de lo electoral. Como lo expresó la Corte Constitucional en la sentencia No. C-180/94: El concepto de democracia participativa lleva ínsita la aplicación de los principios democráticos que informan la práctica política a esferas diferentes de la electoral. Comporta una revaloración y un dimensionamiento vigoroso del concepto de ciudadano y un replanteamiento de su papel en la vida nacional.

Posteriormente, la Ley 134 del 31 de mayo de 1994 creó y reglamentó los mecanismos de participación: el referendo; la consulta popular del orden nacional, departamental, distrital, municipal y local; la revocatoria del mandato; el plebiscito y el cabildo abierto. El debate legislativo provocó una apasionada discusión sobre el tema que generó posiciones encontradas sobre si la ley había segado el espíritu de la participación planteado en la Constitución o le había dado cuerpo mediante un marco jurídico para su cabal ejercicio. En Bogotá, los diferentes sectores de la Administración Distrital impulsaron mecanismos de participación alrededor de los temas y campos de la acción pública. Para ordenarlos y orientarlos la Alcaldía Mayor promulgó, en el año 2007, el Decreto 448 mediante el cual creó el Sistema Distrital de Participación Ciudadana, concebido como […] un mecanismo de articulación entre la administración distrital, las instancias de participación, las organizaciones sociales y comunitarias y redes, asociaciones, alianzas-temporales

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y permanentes, con el fin de garantizar el derecho a la participación en las políticas públicas del Distrito Capital de Bogotá.

Su primer objetivo es “promover el fortalecimiento de una cultura democrática en la gestión de asuntos públicos y colectivos”. El desarrollo de esta participación articulada al Estado distrital ha enriquecido el debate. Hay quienes afirman que ese esquema de participación, en diálogo permanente con el Estado, termina cooptando a la ciudadanía y a sus organizaciones y hay quienes defienden lo contrario argumentando que la participación ciudadana, por fuera de las decisiones fundamentales del Estado, se vuelve estéril. Lo cierto es que desde las dos orillas del río, con distintos matices y enfoques, coinciden en un dictamen: la participación ciudadana ha estado muy por debajo del nivel de las expectativas. Por otra parte, el sistema político colombiano nunca estuvo al nivel de las condiciones mínimas planteadas por un régimen de democracia participativa. Todavía no lo está. Por esa razón el Observatorio de Culturas midió la cultura política democrática en Bogotá con el rasero de los mínimos y no con los estándares de la utopía.


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de preceptos mínimos la democracia representativa V. Los

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ichos preceptos son los que Robert Dahl propone para la democracia representativa. Este politólogo estadounidense ha afirmado que la democracia posible es la poliarquía, es decir, el gobierno de muchos y ha establecido dos condiciones para la existencia de la democracia. Según la primera condición, la ciudadanía debe tener el derecho de formular sus preferencias políticas, de expresarlas y la oportunidad de que sean consideradas. La segunda condición hace referencia a las garantías del Estado para hacer posible lo anterior y lo sintetiza en los siguientes preceptos que el régimen político colombiano ha adoptado en su totalidad: 1. Cargos electivos para el control de las decisiones políticas 2. Elecciones libres, periódicas e imparciales 3. Sufragio inclusivo 4. Derecho a ocupar cargos públicos 5. Libertad de expresión 6. Existencia y protección por la ley de variedades de fuentes de información 7. Derecho a construir asociaciones u organizaciones autónomas, partidos políticos y grupos de intereses2 De acuerdo con lo anterior, se construyeron preguntas que indagaron a la ciudadanía bogotana por su aceptación de todos y cada uno de ellos, a través de su acuerdo o desacuerdo con una serie de

Dahl, Robert, Democracy and Its Critics, Yale University Press, New Haven, 1989.

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afirmaciones que ponían en situación y contexto los siete preceptos propuestos por Dahl. Se exponen a continuación los principales resultados.

VI.

al régimen Cuestionamientos de democracia representativa Gráfico 1

El pueblo debería ratificar todas las decisiones públicas importantes (EBC 2011, P25a)

Acuerdo Desacuerdo

Gráfico 2

69,98% 27,03%

El buen gobernante debería poder prolongar su período cambiando las reglas electorales (EBC 2011, P25b)

Acuerdo Desacuerdo

51,24% 44,39%

D

e acuerdo con este resultado3, solo el 27,03% estaría de acuerdo con el régimen representativo, conforme con el precepto “Cargos electivos para el control de las decisiones políticas”. Es decir, esta respuesta muestra la poca confianza que tiene la ciuda-

Se omite, en este y en los siguientes resultados, el porcentaje de las personas que no contestaron la pregunta. 3


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danía en la democracia representativa. Subyace allí una aspiración a la democracia directa, pero no como espacio complementario a la representación sino como instancia última de toda decisión estatal. El riesgo de esta situación es el espacio de oportunidad que tienen los regímenes plebiscitarios o “Estados de opinión”, donde el caudillismo se puede llevar de calle toda la institucionalidad democrática y convertirse en dictadura. En este mismo sentido, el precepto “Elecciones libres, periódicas e imparciales” supone mandatos limitados de acuerdo con reglas preestablecidas. En la democracia es fundamental el axioma “reglas ciertas y resultados inciertos”, lo contrario es propio de satrapías. Como se observa, más de la mitad de las y los bogotanos no acoge estos preceptos democráticos (ver gráficos 1 y 2).

a los derechos Recortes de elegir y ser elegido VII.

E

l precepto “Sufragio inclusivo”, es decir, al derecho que tienen todos los ciudadanos y ciudadanas en Colombia, mayores de 18 años, para elegir no puede ser limitado por ningún prejuicio en cuanto a la “calidad” de la ciudadanía. Es un derecho que se ha ido ampliando y su ampliación es una medida de democracia. Las antiguas restricciones al proletariado, a las mujeres, a los analfabetas y a los indígenas son cosa de un pasado señorial que no debe retornar. Así, el derecho establece que todas las personas mayores de 18 años son iguales y libres para elegir. En su gran mayoría, la ciudadanía bogotana acoge este principio. Sin embargo, casi una


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de cada cuatro personas en Bogotá se lo niega a quienes no tienen un cierto nivel educativo. En sentido similar, el derecho a competir por el apoyo electoral, al que hace referencia el precepto “Derecho a ocupar cargos públicos”, no puede ser recortado más allá de lo que plantean la Constitución y las leyes; sin embargo, el 58,94% de las y los habitantes de Bogotá manifiesta su conformidad con recortar ese derecho. Solo el 39,13% reconoce que las personas sin título universitario pueden ser concejales. Es posible que se piense que la educación puede hacer mejores electores y mejores concejales, desconociendo otros factores que le dan valor a quien vota o a quien se postula como la probidad, la inteligencia, la vocación de servicio, el compromiso con lo público y otras virtudes que son independientes del nivel educativo (ver gráficos 3 y 4). Gráfico 3

El voto solo debe permitirse a las personas educadas (EBC 2011, P25c)

Acuerdo

27,85%

Desacuerdo

Gráfico 4

70,71%

Los candidatos al Concejo Distrital deberían ser profesionales universitarios (EBC 2011, P25d)

Acuerdo Desacuerdo

58,94% 39,13%


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a la libertad de Recortes prensa, de expresión y al derecho de asociación VIII.

A

ntes de seguir adelante es preciso aclarar que, en el formulario de la encuesta, no existía la pregunta: ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con la censura de prensa? Frente a una pregunta hecha de esa manera, casi seguro, la población encuestada hubiese manifestado mayoritariamente su desacuerdo. Se indagó entonces sobre el acuerdo o desacuerdo con la afirmación: “El Gobierno debería cerrar los medios de comunicación que dicen mentiras”. Es decir, nos acogimos, en la formulación de la pregunta, a uno de los pretextos más manidos por los gobiernos para justificar la censura de prensa. De esa manera, y de forma similar en las otras preguntas, pudimos examinar qué tanta convicción tenían las personas sobre derechos y libertades que, bajo cualquier pretexto, los gobiernos autoritarios tienden a negar, a prohibir o a recortar. El panorama no es muy alentador. Más de la mitad de las y los bogotanos estarían de acuerdo con la censura de prensa si el Gobierno estima que el medio al cual se le aplica está mintiendo. La libertad de expresión tampoco queda bien parada, como tampoco lo hace la protección de las y los periodistas a las fuentes de información. Igual pasa con los porcentajes de población que someten la libertad de asociación al arbitrio de los gobiernos (ver gráficos 5, 6, 7 y 8). Plantear las causas de tan alto porcentaje de personas que admite la posibilidad de regímenes tiránicos no es asunto de este boletín. Lo que sí es pertinente examinar es qué tanto la educación, que actualmente se imparte, agrega, en sus distintos niveles, a la


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formación de una ciudadanía democrática. Los análisis comparados que ha realizado el Observatorio de Culturas nos lanzan una alerta: la educación media o bachillerato no está contribuyendo a la formación ciudadana. Gráfico 5

Censura de prensa (EBC 2011, P25e)

Acuerdo Desacuerdo

Gráfico 6

58,97% 38,87%

Que el gobierno pueda recortar la libertad de expresión (EBC 2011, P25f)

Acuerdo Desacuerdo

Gráfico 7

Que los periodistas tengan que revelar sus fuentes (EBC 2011, P25g)

Acuerdo Desacuerdo

Gráfico 8

49,91% 47,99%

46,30% 51,62%

Que el gobierno pueda recortar la libertad de asociación (EBC 2011, P25h)

Acuerdo Desacuerdo

47,06% 49,01%


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Participación democrática y clientelismo IX.

IX.I Participación electoral La confianza en el régimen democrático de la ciudadanía bogotana, si se toma como indicador la participación electoral, también deja mucho que desear. En las últimas elecciones locales, hubo una abstención electoral del 52,6% para la elección de Alcalde Mayor, muy similar a las elecciones de 2007 (52,1%). Los fenómenos de participación más significativos en las elecciones para el Concejo Distrital fueron: la alta votación alcanzada por la lista de Progresistas (el movimiento político que fundó y acompañó al Alcalde electo, que logró 8 curules) y el voto en blanco (que alcanzó la cifra de más de 300.000 personas, un equivalente a 11 curules).4 Esta baja confianza, en el régimen democrático, puede explicarse por varios factores, pero, sin lugar a dudas, uno de los más fuertes es la percepción negativa que tiene la mayor parte de la ciudadanía acerca de la política, a pesar de lo ocurrido durante estos últimos 20 años con gobiernos independientes de los partidos tradicionales, como el de Antanas Mockus, o con opciones alternativas, como las del Polo Democrático Alternativo. Las percepciones negativas más fuertes se expresan como corrupción (43,77%) y engaño (23,55%), mientras las expresiones positivas con mayor nivel porcentual entre la población de 13 años y más son: gobierno (8,92%) y participación (8,57%). El total de percepción negativa alcanza el 71,48%, mientras que la percepción Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil.

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positiva sobre la política solo llega al 26,96%, es decir, que ni siquiera para el grueso de la población residente en Bogotá, que participa en los comicios electorales, la política tiene una connotación positiva. Gráfico 9

Para usted cuál de las siguentes palabras es la que mejor representa lo que es la política en Colombia (EBC 2011, P39)

Corrupción

43,77%

Engaño

23,55%

Gobierno

8,92%

Participación

8,57%

Futuro

4,80%

Servicio Traición

4,67% 2,91%

Rabia

1,25%

Ns/Nr

1,56%

IX.II Los espacios del Sistema Distrital de Participación Esta percepción negativa del mundo político nos llevaría a pensar que hay un amplio espacio para la participación política directa. Ello es posible pero hay un indudable desgaste en los sistemas locales y distritales de participación articulados con el Estado. Conocedor de esta realidad, el nuevo Gobierno distrital ha planteado la necesidad de convidar a la ciudadanía, que se rehúsa por diferentes motivos a participar en el marco de los sistemas de participación ya establecidos, a participar libremente, por distintas vías —incluyendo la virtual—, en los procesos ciudadanos para construir los presupuestos participativos y los planes de desarrollo de la actual


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Administración. El Observatorio de Culturas hizo una amplia encuesta entre las y los participantes de los ocho cabildos ciudadanos, que se realizaron como ejercicio piloto para los presupuestos participativos, y encontró que la gran mayoría (70,3%) de quienes asistieron eran personas “libres”, es decir, que no fueron inducidas a ir por una organización o por el influjo de un liderazgo en particular (ver gráfico 10). Gráfico 10 Motivo inicial de la asistencia a los ocho cabildos para definir presupuestos participativos5 Participar en el proceso: escuchar, discutir y ver que pasa Apoyar una organización o un lider que le gusta

70,3% 29,7%

Esto no quiere decir que los mecanismos de organización y participación comunitarios hayan perdido su validez. El 20,9% de la población encuestada dijo haberse enterado de la reunión por medio de la Junta de Acción Comunal y otro 18,3% se enteró por medio de la “organización a la que pertenece”, lo que nos da cerca de un 40% de personas que tienen vínculos con organizaciones comunitarias que les convidan a participar en estos procesos. Lo cierto es que la experiencia de los cabildos, para los presupuestos participativos, mostró también que los espacios de reunión de las juntas de acción comunal, en su gran mayoría, son inadecuados para realizar estos encuentros. En un sondeo realizado, en diciembre de 2011, por el equipo de mediciones del Observatorio de Culturas a 600 personas en seis Fuente: Observatorio de Culturas, febrero-marzo de 2012.

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puntos de la capital, se encontró que, pese a las decepciones y dificultades de la participación, existe un importante potencial en la mayor parte de la ciudadanía. Solo el 28% se mostró totalmente reacio a asistir a cualquier espacio de participación durante el primer semestre de 2012 (ver gráfico 11). Gráfico 11 ¿Usted está en disposición de sacar tiempo para acudir a ese(esos) espacio(s) de participación el próximo semestre? 6

Ns/Nr 2,87%

No aplica 27,99%

No 15,18% Sí 53,96%

En este mismo sondeo se les indagó, a quienes alguna vez habían estado en algún proceso de participación, sobre su disposición a volver a participar. La renuencia fue aproximadamente de un 4%, la disposición fue del 55% y la indecisión fue de 41%, como promedio de los distintos espacios. La evaluación de lo que, durante este año, se haga en cuanto a procesos de participación ciudadana dará nuevas luces sobre el capital que tiene la democracia participativa en Bogotá.

Fuente: Sondeo de opinión del Observatorio de Culturas, diciembre de 2011.

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IX.III La democracia callejera A pesar de que no existe una fuerte tradición de “democracia callejera”, en Bogotá hay signos alentadores de su vigor y de sus alcances. La protesta estudiantil frente a la Ley de la Reforma de la Educación logró un importante resultado para una discusión más abierta y clara en la participación del sector privado en la educación superior. Las multitudinarias manifestaciones contra el secuestro también tuvieron unas consecuencias importantes en la deslegitimación del uso de la violencia. La Plaza de Bolívar y el trayecto que hay entre la misma y la Plaza de Toros, por la carrera Séptima, han sido habitualmente escenarios de esas manifestaciones de “democracia callejera”, frente a temas que concitan la expresión de multitudes o de grupos de presión. Pese a lo excepcional que son y deben ser estas expresiones populares, en Bogotá una cultura democrática no se entendería sin este ingrediente. Por eso es tan importante conservar, de alguna forma, estos espacios territoriales del centro de la capital como los escenarios más emblemáticos para su ejercicio. El haber permitido la Marcha Patriótica, pese a las fuertes sospechas de infiltración guerrillera, es un signo de respeto del actual Gobierno de la Bogotá Humana a esa democracia callejera de carácter pacífico. Pese a este panorama, la construcción de una cultura política democrática más vigorosa en Bogotá tiene unos puntos de partida muy importantes. El rechazo al clientelismo y a la violencia como formas de ejercicio político (65,3% y 67,06%, respectivamente) tiene un nivel lo suficientemente alto para consolidar una cultura política que rechace de manera tajante esas prácticas.

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X. Las

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actitudes frente al clientelismo

L

a Encuesta Bienal de Culturas indagó, con el estilo del Observatorio de Culturas para evitar las respuestas políticamente correctas, si las personas justificaban las relaciones clientelares y la compraventa de votos. Los resultados son alentadores. El rechazo a la compraventa de votos fue alto (81,36%), aunque un menor porcentaje de población rechaza las prácticas clientelistas (ver gráficos 12 y 13). Gráfico 12 La pobreza justifica que la gente venda el voto (EBC 2011, P33a)

Acuerdo

16,23%

Desacuerdo

81,36%

Gráfico 13 La política, como todo en la vida, se debe regir por el pago de favores (EBC 2011, P33c)

Acuerdo Desacuerdo

32,57% 65,29%

Esas mismas actitudes examinadas por grupos etarios nos indican que la población con mayores porcentajes de aceptación a estas malas prácticas políticas es el grupo etario entre 13 y 17 años. Otra alerta para los programas de formación ciudadana en bachillerato (ver gráficos 14 y 15).


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Gráfico 14 La pobreza justifica que la gente venda el voto (EBC 2011, P33a). Según rango etario

más de 50 años Grupos etarios

36-49 años 27-35 años 18-26 años 13-17 años 0,00%

20,00%

40,00%

60,00%

80,00%

100,00%

Porcentajes de cada grupo etario Desacuerdo

Acuerdo

Gráfico 15 La política, como todo en la vida, se debe regir por el pago de favores (EBC 2011, P33c). Según rango etario

más de 50 años Grupos etarios

36-49 años 27-35 años 18-26 años 13-17 años 0,00%

20,00%

40,00%

60,00%

Porcentajes de cada grupo etario Desacuerdo

Acuerdo

80,00%

100,00%


Cultura política en Bogotá, representación y participación

XI. La

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de aceptación los cambios constitucionales

L

a Encuesta Bienal de Culturas 2011 además de indagar por el reconocimiento y aceptación de las instituciones democráticas en general, también lo hizo por las específicas del Estado colombiano, consagradas en la Constitución y en la ley. Indagó por la apropiación de la pluralidad de expresiones políticas partidarias; la separación de poderes; la garantía y protección de las libertades individuales por parte del Estado; la libertad de culto; la responsabilidad de quienes son representantes, en cargos de elección popular, para con quienes representan y el papel del Estado como garante de derechos. Con estos resultados podríamos deducir que la mayoría de las y los bogotanos asumen el cambio constitucional; pero también que el porcentaje de personas, que aun no ha asimilado plenamente la Constitución de 1991, representa una gran preocupación y por ello un gran reto para un Gobierno en clara sintonía con el espíritu de la Carta Magna, como lo es el de la Bogotá Humana.


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Gráfico 16 Mantener el bipartidismo (EBC 2011, P34a)

Acuerdo

41,67%

Desacuerdo

54,64%

Gráfico 17 Subordinación de la justicia al poder ejecutivo (EBC 2011, P34b)

Acuerdo

61,64%

Desacuerdo

36,78%

Gráfico 18 Acuerdo con el estado de sitio para gobernar por encima de los derechos fundamentales (EBC 2011, P34c)

Acuerdo

33,24%

Desacuerdo

63,56%

Gráfico 19 Mantener el Estado confesional (EBC 2011, P34d)

Acuerdo Desacuerdo

34,96% 62,85%


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XII.

observaciones de ciudad

Fichas técnicas XII.I Encuesta Bienal de Culturas 2011 Período de recolección:

Octubre y noviembre de 2011

Lugares de recolección:

Muestreo probabilístico multietápico en fases, estratificado por nivel socioeconómico, grupo etario

Cobertura:

Zona residencial urbana de Bogotá (19 localidades)

Tipos de instrumentos aplicados: Encuesta semiestructurada Población objetivo:

Personas de 13 años o más residentes en la zona urbana residencial de Bogotá

Tamaño de muestra:

13.453 (Encuestas efectivas)

Confiabilidad de la información:

95%

Error de muestreo (CVE):

Para estimaciones del 50%, con respecto al total, el error de muestreo es del 1,01% Estimaciones inferiores al 1,05% tendrán errores superiores al 10%


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XII.II Sondeo participación en Bogotá Período de recolección:

3 y 4 de diciembre de 2011

Lugares de recolección:

1. Portal Transmilenio Calle 80 2. Autopista Sur, con avenida 68, Puente Venecia 3. Carrera 15 con calle 127, C.C. Unicentro 4. Carrera 7ª con calle 45, U. Javeriana 5. Carrera 4ª con calle 19, sector de Las Aguas 6. Avenida Boyacá con avenida Primero de Mayo, C.C. Plaza de las Américas

Metodología utilizada:

Interceptación aleatoria. Muestreo no probabilístico

Tamaño de muestra:

593 personas

Tipos de instrumentos aplicados: Encuesta semiestructurada Población Objetivo:

Población de 13 años y más


Cultura política en Bogotá, representación y participación

observaciones de ciudad

XII.III Sondeo presupuestos participativos Período de recolección:

21, 22, 23, 24 y 29 de febrero, 1 y 3 de marzo

Lugares de recolección:

1. Kennedy, El Amparo 2. Puente Aranda, Muzú 3. Suba, Lisboa 4. Engativá, Las Ferias 5. Ciudad Bolívar, Vista Hermosa 6. Santa Fe, Las Cruces 7. Teusaquillo, Pablo VI 8. Usme, El Destino

Metodología utilizada:

Interceptación aleatoria. Muestreo no probabilístico

Tamaño de muestra:

3.187 personas

Tipos de instrumentos aplicados: Encuesta semiestructurada Población objetivo:

Población de 13 años y más


© Alcaldía Mayor de Bogotá © Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte Gustavo Petro Urrego Alcalde Mayor de Bogotá Clarisa Ruiz Correal Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas Alejandro Florez Jefe Oficina Comunicaciones César Pinzón-Medina Coordinador Observaciones de Ciudad Mauricio Silva Osorio Asesor Observatorios de Cuidad 17 Edilneyi Zúñiga Avirama Estadística Observatorio de Culturas

Dirección y redacción Observaciones de Ciudad Carrera 8 No 9-83 Tel. (0571) 3274859 Página de Internet www.culturarecreacionydeporte.gov.co Correo electrónico observatoriodeculturas@srcd.gov.co Coordinación editorial: María Bárbara Gómez Diseño de portada y armada electrónica: David Reyes Fotografías: Archivos Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y Observatorio de Culturas Impresión: Subdirección Imprenta Distrital DDDI Impreso y hecho en Colombia ISSN: 2145-2067 Todos los derechos reservados, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio magnético o electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros sin el previo permiso escrito de los editores.


La Encuesta Bienal de Culturas es fruto de un proceso participativo: 13.453 ciudadanos y ciudadanas confiaron su información personal para dar cuenta de las múltiples culturas que habitan nuestra ciudad. Gracias a ellos Bogotá cuenta con información útil y confiable para seguir los derroteros de la actual administración. La Encuesta Bienal de Culturas es una gran consulta ciudadana que nos muestra cómo somos sin adjetivos ni valoraciones instrumentales o economicistas. Es una consulta ciudadana útil para gobernar.


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