gacelas para magdalena

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gacelas para magdalena josĂŠ manuel mateo

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para mar / porque siempre será / todavía la raíz triliteral semítica «gh-z-l», correspondiente a «gacela», es también común a la palabra «amante» y a la designación genérica, en la poética árabe y persa, de un poema de amor: un «ghazal» stephen reckert


gacelas para magdalena josĂŠ manuel mateo


ยกOh corazรณn que quieres buen amar!

jarcha mozรกrabe


Q algo tienes de alcohol. voy por las orillas, de tu mano, donde un cardumen se pierde como un niĂąo entre la gente. algo tienes de alcohol. de golpe de mar contra sĂ­ mismo, de niĂąa que ofrece con sus labios la casta corona del veneno. entras, con el paso blando de los vicios, con la seda interminable de unas piernas que no saben detenerse. algo tienes de alcohol, de alba marina, de hermana ocasional junto a la fuente. ahora no recuerdo ni tu nombre, nube o deriva, manzana o lirio.

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Q yo la toco y sรณlo pienso las primaveras nobles los jardines del pecho y el cabello como el humo meditativo como lรกnguido follaje donde me pierdo sin lรกmpara ella estรก en mi paladar y oscila conmigo en ese paso lento en ese trago amargo de buscarnos

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Q ¿y el montón de pétalos  bajo tus pies… y las huellas limpias de la melancolía? ¿y la sábana? ¿y la manzana verde hecha de sal y espuma?

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Q antes que el amor me trae tu boca lo inmediato de tu abrir de labios

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Q pienso en tu rodilla, trĂĄnsito breve y necesario de la lluvia, del agua vasta y persistente que llena las copas de un vino vegetal. me duelen tus raĂ­ces, el flujo de la savia, esa tu memoria de un reino distinto al de la carne. ĂĄnima pluvial, gozo del agua. tu rodilla me deja en la ribera del verano.

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Q el pan es la palabra y la forma exacta del cuerpo. para tomarlo se precisa la herida, el cuchillo ciego, la presencia infantil que reparte muerte con los dedos.

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Q esa niña me gusta. yo tenía cinco años y nada, ningún afecto ni tarea, logró torcer mi pensamiento. una vez, de frente, con sus ojos casi míos, me miraba. esa niña me gusta, dije, y ella volteó para ver cuál de todas me gustaba.

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Q nunca fuiste la joven la garrida la bella del cine la de pechos de paloma pero a cambio tus piernas son la imagen del amor que llega sin reclamos

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Q es presa la fe del amor al ciervo herido nada se parece tanto

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Q ¿quién corta la manzana? ¿quién hace con su herida la puerta de tu nombre? me dejas lo difícil el silencio de un jardín que nadie pisa la nieve de un lugar que desconozco si tu voz no se me ahogara si esta vez no fuese ira andaría contigo hasta el absurdo llevando de la mano una ternura que no es mía ¿quién corta la manzana? ¿y a dónde iré con ella, a dónde?

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Q quien toca el fuego 多se aparta? y el que se quema 多se duele? o humildemente se queda y es lumbre

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Q a veces sos ese rĂ­o corriendo debajo de mi sangre. tĂş, mujer argentina, que perdiste un hombre por ganar un amante.

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Q extraĂąa mĂ­a que fracase la sombra en tu lindo labio que sea tu boca mi tumba y tu lengua mi epitafio

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Q lo que digo de pie no tiene importancia por eso busco otra postura la cama y el sill贸n me dices garantizan certidumbre

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Q hermosa no me tortures en otras tuve que nadar 驴c贸mo entonces llegar a ti?

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Q yo me quedo con ustedes que no saben de la fe ni de la carne magra quiero ver su testimonio hecho de sangre y movimiento de hueso y simetr铆a yo me quedo en este viaje pues no hay dios que las conserve s贸lo un pu帽o de tierra s贸lo un cauce de negrura donde todos vamos conversando

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Q algunos sentimientos quedarán tendidos. habrá un olvido voluntario y tu edad será un surco prolífico y más que toda muerte. así estaba escrito y hoy palpo ese botón de dicha que madura con la tarde.

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Q ella sabe enamorarse en doble fila: no espera que la llamen, sabe que todos, alguna vez aunque lo nieguen, soñaron un circuito donde ella se interrumpe nada más para entregarles el vestido. cuando pone el primer pie sobre el asfalto, es pródiga y veloz, no creas que también caritativa. con el auto encendido, siempre hay uno que la espera, mientras fuma el último tabaco de su turno.

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Q pienso en el bruto que soy cuando te apartas, y en un escándalo de miel sobre la tarde. años vendrán en que me digan no la busques y un proyectil dará el chasquido final entre los huesos. qué ganas verdaderas hoy terminan con la diestra en un ijar que desfallece

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Q palpo la ma帽ana, el doble destilar del buenos d铆as, y en tus hombros me detengo: hay un dos, una cifra que pendula entre los pares y me obliga a comenzar desde el principio: hay un metro con sesenta, una forma que gemina, pr贸diga y constante en su c贸digo binario. de los pies a tu corona prosperan los mellizos,

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dinĂĄmica turgencia del periodo que para colmo es bisiesto no hay correspondencia entre las partes, hay la identidad, la uniĂłn del uno con el cero, la fiel prolijidad de lo sencillo. hay un dos en todo esto, hay un signo que sabe replicarse, una llave, una seĂąal, hay un salto en el vacĂ­o y en tus hombros me detengo.

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Q ¿en torno a qué alrededor de quién cenamos esta noche? tú y yo somos los de siempre con un hambre que parece amor sed o bocado que no viene todavía pero llama llama con un golpe constante [hocico es la palabra que menos gusta al perro hocico le grito y el muy bestia me ladra desde el costillar vacío]

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no hay dicha de durar ni tañido que se pierda te digo a ti le digo al perro por eso el golpe suena y la puerta algo endurecida de esperar piensa todavía en cumplir con un destino —vámonos a fondo di [me grita el perro] vámonos a fondo los de fuera y un poco de alegría por lo que pase

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Q vamos a ver cartílago si sabes beber en esa copa si oler sabes quédate allí vamos nariz si hay memoria en esos genes piensa esa confusión es aparente vórtice nomás de ciertas hebras luces y cuantos que retienen los aromas vamos es turbia la galaxia en esa copa pero es

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Q la noche estĂĄ estrellada y no hay nadie que recoja los pedazos el girĂłn de unas alas arremolina el viento y unos granos de arena se atosigan con las horas no hay profundidad ni confiamos en el sueĂąo pero el aire llega todavĂ­a para echar una moneda en los muelles rotos del almaje

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Q ¿era rubia esa mujer? ¿si no por qué insisto en llamarla blanca? si es otro su color ¿por qué santa de voz con ese alrededor en las caderas es de un blanco que no entiendo? es buena la sombra es hierba para el corazón quemado es bueno ese andar a oscuras que tienen las palabras y esa negritud que corona los pezones es buena definitivamente

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Âżpor quĂŠ entonces claridad te necesito tanto asĂ­ para llamarla?

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Q es tu nombre nuestro pan tuyo y mĂ­o te lo digo no hay plural que valga para todos

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Q te alzas cuando todo termina y te quedas allí mirando. escucha: estoy diciendo nosotros y siento compasión por esos que nunca tocarán tu cuerpo. digo nosotros y creo que así en tu desnudez arde sólo el desamparo. vivo así, me consumo en tu presencia, tocado por un don que me destruye.

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Una música íntima no cesa… rlv


Q antes toda tú eras una con el agua que azotaba los toldos mientras la calle entera se desmoronaba mostrando su frágil condición de invento urbano repartías la dicha y la desgracia con ese quebrarte al pasar entre los coches como una vara lanzada por lo alto para convencernos de que dioses no hay pero sí poderes que nacen de los cuerpos más felices antes la lluvia te bañaba respetuosamente como en aquellos los primeros días del mundo: el agua en su caída era una constante flotación entre los magmas un aire irrespirable que ya anunciaba la vida el actual peregrinar entre lo humos mientras vamos procurando acelerar partículas para imitar lo inimitable

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eras la imagen viva del agua bordeando la corteza la confianza de asentar los pasos aunque nadie supiera caminar en serio te fui perdiendo por descuido me fui quedando atrás y no supe ser alegre me preocupé por los zapatos por la ropa tendida por las goteras por la caída de los rayos no vi que tú te iluminabas que poco a poco ibas cediendo ante la luz eras agua que no paraba de caer parecías líquida e irrevocable pero hoy me haces pensar que estuviste siempre a un punto de la sublimación mas no podías evaporarte

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única fuiste de golpe la radiación que desmenuza toda oscuridad el ángel de la posible comprensión y la negrura no te faltará distancia correrás mejor que entre los autos y serás más caudalosa después de los monzones lloverás dando lustre a la ráfaga brillante que incendia los cometas quizá pienses que voy también detrás de ti para afianzarte porque toda fuiste siempre la bondad pero soy un descreído, un ingrato ahora llueve fuerte medio planeta se oscurece y la sombra cala ahora

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Q algo no funciona en la ecuación pero digo en verdad que nunca tuve para mí bálsamo como éste y muy capaz de recrear la tarde con todo y su luz abrumadora. este volver a la vida no depende de profetas ni de ciclos inaugurales: corrieron hasta mí los aromas como las niñas que salen del colegio, liberadas del falso mapamundi de las revelaciones. es sana la belleza en ese impulso remotísimo que magnifica con su tacto las evoluciones del viento. oro glorificado este aroma plural que atrapo al vuelo cuando respondo preguntas sin que nadie las formule. y sí: neciamente caminé ciudad y olí mujer por todas partes.

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Q nada como tocarse la perfumada boca la metafĂ­sica frente del sonido nada como el gesto con que vamos diciendo sexo como un ensalmo

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Q amar/ amar/ sin ti/ amor me dejo amar/ sin ver/ el sol/ líquido y lento amargo/ sin amor/ de amor sediento tornar/ sin ti/ sin mar/ malos consejos amar/ así/ amor/ suma de espejos sumar/ la sal/ del mar/ núbil intento me trae/ vaivén/ azul/ boca del viento se va/ sin mí/ sin dar/ besos de lejos y en esta saciedad donde me creces amor te vas también como ese extraño merodear de cabalísticos peces que en estos cielos líquidos del baño me abrieron en canal nuevas bahías para embeber de sal catorce días

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Q selva oscura fui antes de la mar: ella me arrebató de la espesura, del inocente umbral de la locura, del enjambre que vuela sin sonar. llegó como una cifra, me interroga a cada instante y no le da ninguna tregua a mis disfraces; una por una sus palabras son mi pan son mi droga. yo solo sé que la toqué y ardí: como el cigarro negro que consume o la eureka que en sí misma perfila. ¿puedo algo contra el signo en que nací? la mar se queda en mí como el perfume que en dísticas porciones aniquila.

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Q el cuerpo se cumple cada vez que se aleja de nosotros son instantes que pulsamos frente a frente distancia breve pero suficiente para entregarnos la conciencia un aleteo superior en la garganta (manos que piensan de costado reclinadas por debajo del cabello oscuro en su ondulaciĂłn itĂĄlica) distancia la del cuerpo como ĂŠsta que puede medirse en cuartas

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Q porque no se puede en otra vida no destruyas en ĂŠsta lo que tu mano hizo no me niegues el perfume que vas dejando como un canto no detengas el viento ni la caricia de la nube que va confiada en las montaĂąas no me niegues esta luz de las cuatro de la tarde y pĂ­deme un beso en la paz de tu hermosura

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Q toda esta manía de pensar que te circundo que son mis manos las que perseveran en el paisaje nocturno de tus vértebras todo este cruzarse como en el aire la dulce maquinaria de las nubes no traerá felicidad que pueda repartirse todo este quemarse como el rumor de una tela que va rozando tus piernas la ola de tus piernas que toman rumbo capaz de hacer jardines con la materia insulsa de la calle no será la aurora si acaso el alba que nos mira

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piadosamente para darnos el adi贸s con mano divina nula ser谩 la inquietud por repartir lo que s贸lo puedo ver cuando me dejo hundir en este r铆o como si la carne meditara y las manos fueran el follaje de la lucidez

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notas 1.la primera parte de gacelas para magdalena fue escrita entre 2003 y 2004,mientras fui becario del fondo nacional para la cultura y las artes, en el programa jóvenes creadores. maría baranda y eduardo hurtado fueron los tutores en tal momento. mi agradecimiento para ella y para él, y también para los compañeros de entonces por sus comentarios. 2. la segunda parte de este volumen se escribió entre 2005 y 2008, más o menos. 3. entre adiciones y supresiones es muy probable que persista en la glosa de juan gelman, david y efraín huerta, pablo neruda, max rojas, césar vallejo, ramón lópez velarde, además de los poetas árabes y hebreos que iluminaron el mundo hispánico con las jarchas o jaryas. espero que ni vivos ni muertos me lo tomen a mal, pues, como escribió gil vicente haciendo lo propio, todo ha sido «por mirar al ruyseñor/ cómo cantabá».


texto, edición y tipografía de josé manuel mateo , sobre un diseño de andrés mario ramírez cuevas. en la portada: dibujo basado en el motivo central del jarrón de las gacelas (1301-1400) que se conserva en el museo de la alhambra. © obranegra 2010 cordillera central 361-c, colonia lomas cuarta sección, 78216, san luis potosí, méxico. obranegra@yahoo.com isbn 978-607-00-xxxx-x gacelas para magdalena se imprimió en los talleres de offset rebosán, con domicilio en avenida acueducto 115, colonia huipulco, tlalpan, 14730, méxico, d.f., en el mes de abril de 2010. en la composición se empleó la familia filosofía en 11/16 puntos y la tirada fue de 500 ejemplares. éste es el duodécimo volumen de obranegra, y el segundo que se edita fuera de la ciudad de méxico. así sea.



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