COLORÍN COLORADO

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COLORÍN COLORADO… ¡¡¡ESTOS CUENTOS HAN CAMBIADO!!!


Para todas las personas que trabajaron en el CEIP “Sierra Nevada “ durante el curso 2011 – 2012.


Ă?NDICE

El ratoncito presumido

1

Caperucita roja

7

La flauta de colores

13

El ratoncito cocinero

17

Blancanito y las siete enanieves 24 Rapunzel

31

Cenicienta

36

Hänsel y Gretel

43

Las dos cerditas, el cerdito y el lobo feroz

54

Los dos mellizos durmientes

62


AGRADECIMIENTOS

Es al alumnado de primaria y secundaria, así como a sus respectivos tutores, a quien debo agradecer este libro. Habéis sido vosotros y vosotras sus autores e ilustradores. Habéis sido vosotras y vosotros los que habéis hecho realidad una idea que surgió desde el Plan de Igualdad, allá por el mes de septiembre de 2011. A todos y a todas, gracias y hasta siempre.


crees tu propia historia, verás que todo lo que a veces

PRÓLOGO

piensas que es inalterable, no lo es. Diez historias para ver que no hay diferencias por

Sabía que leerías esta historia. ¡Hola, soy el prólogo!... Sí, ya sé que soy esa teórica parte del libro que muchos se saltan y otros leen lo más rápido posible para empezar a leer lo verdaderamente importante: el libro.

También imagino que a estas alturas habrás pensado que es la primera vez que te habla un prólogo. Entiendo que estés cuanto menos extrañado, pero es que este libro es diferente a los demás y, por tanto, yo soy diferente a los demás. Aquí vas a encontrar diez historias de toda la vida pero de una forma diferente a como te las contaron. Porque mi idea, bueno perdón, la idea de este libro es que no solamente leas lo que está escrito, sino que

ser diferente. Que ser diferente no es ni mejor ni peor, sino... simplemente diferente. Eso sí, te aseguro que cada una de esas historias te darán un punto para que tú y sólo tú consigas el diez. La matrícula de honor queda reservada para tu historia particular, no sé si mejor o peor... pero tuya. Al final, ya sabes, tan diferentes y tan iguales como dos gotas de agua. Disfruta de tu matrícula de honor. ¡Ah!, y como prólogo te diré que he estado encantado de conocerte y de que me hayas leído.


Érase una vez un ratoncito chiquitito muy presumido. Un día, barriendo la calle ("tralará...larita...barro mi casita") se encontró una moneda de oro. Al cogerla pensaba: - ¿Qué me compraré con esta moneda? ¿Un caramelo? No, no, no, que es muy dulce. Mejor otra cosa... ¡Un broche! No, no, no... que si me pincho me va a doler un montón... ¡Ya lo tengo! Me compraré un lazo para estar guapísimo. Se fue a la tienda y se compró un lazo. Al volver a casa pensó donde ponerse el lacito y, al final, decidió ponérselo en la cola. Le quedaba

“EL RATONCITO PRESUMIDO” (Adaptación del cuento “La ratita presumida” realizada por 1º A)

precioso. Se asomó a la ventana con su lacito en la cola para ver a la gente que por allí pasaba. Al poco tiempo se acercó una perra, que al verlo dijo:


- Ratoncito, qué guapo estás... ¿Quieres casarte conmigo?

Más tarde se acercó una gata que al verlo dijo: - Ratoncito, qué guapo estás... ¿Quieres casarte conmigo? A lo que el ratoncito contestó: - ¿Y por las noches qué harás? - ¿Yo? miau, miau”, - contestó la gata.

A lo que el ratoncito le contestó: - ¿Y por las noches qué harás? - ¡Guau, guau!”, -contestó la perra. - ¡Uy, no, no, que me asustarás! Vete, vete... Y la perra se marchó.

-¡No, no, no, que me asustarás! Vete, vete...


Y la gata también se marchó. Más tarde apareció una ratita que al verlo dijo: - Ratoncito, qué guapo estás. ¿Quieres casarte conmigo? A lo que el ratoncito le contestó: - Pero... tú por las noches ¿qué harás? - ¿Yo?, dormir y callar”,- contestó la ratita.

- ¿Sí? - volvió a decir el ratoncito. - Pues contigo me he de casar. Se casaron y vivieron muy felices. Y colorín colorado, este cuento, se ha acabado


Érase una vez que se fue y que nunca volvió, una niña que estaba jugando al fútbol con sus amigos.

“CAPERUCITA ROJA” (Adaptación del cuento “Caperucita Roja” realizada por 1º B)

Cuando escuchó la voz de su papá diciendo: - Caperuza llévale esta sopita calentita a tu abuela que esta malita.


El lobo no se creyó lo que le dijo Caperuza, y fue a Y Caperuza salió a casa de su abuela con su chándal rojo y su gorra roja. Por el camino se encontró al lobo y le dijo: - ¿Dónde vas, Caperuza? - Y a ti que te importa Lobo Cotilla-dijo Caperuza. - Nada, es que me ha dicho un pajarito que tu abuela está mala. - No, está de vacaciones en la playa con sus amigas.

comprobarlo. Cuando llegó a casa de la abuela vio a Caperuza y a su abuelita tomando una sopa deliciosa.


El lobo rompió la puerta enfadado con ganas de comerse a las dos.

Así, acabó con tres dientes menos y pidiendo perdón a las dos.

Cuando se acercó a ellas, Caperuza le puso la zancadilla y la abuela hizo un triple salto con patada karateka y dejó al lobo inmovilizado viendo las estrellas.

El lobo creía que Caperuza y su abuela al ser mujeres se morirían de miedo al verlo, pero se equivocó.

FIN


Érase una vez que había una flauta de colores tirada en el suelo en medio de un frondoso bosque. Una mujer que por allí paseaba la encontró, la cogió, la tocó y dijo: - ¡Qué bien suena!

“LA FLAUTA DE COLORES” (Adaptación del cuento “El flautista de Hamelin” realizada por 2º)

Después, se fue con ella a un bonito pueblo donde había un enorme pantano y al lado del pantano había muchas ranas.

Cuando croaban todas juntas

molestaban a los habitantes del pueblo, que ya estaban hartos de tanta rana.


La flautista se ofreció a la alcaldesa para llevarse a todas las ranas del pueblo, aunque la alcaldesa dudaba de que la mujer lo consiguiera, aceptó. La flautista empezó a tocar la flauta mágica y todas las ranas la siguieron hasta otro pueblo. Pero en ese pueblo no había pantanos, ni ríos, ni ningún sitio donde las ranas pudieran mojarse. Entonces, ¿sabéis qué hicieron las ranas? Pues todas se metieron en las casas de los habitantes del pueblo, ocuparon las bañeras, los

haber agua. Los pueblerinos no podían bañarse, lavarse, ni fregar los platos… La flautista empezó otra vez a tocar la flauta mágica, pero esta vez las ranas no le hicieron caso, no querían irse porque el agua estaba muy calentita. La flautista toco y toco y toco hasta que por fin las ranas decidieron seguirla. Cuando por fin salieron de las casas, la flautista las llevó al bosque y allí se quedaron para siempre porque no molestaban a nadie. La flautista volvió al pueblo de Güéjar, que era donde estaba el pantano.

lavabos, los fregaderos y todos los sitios donde podía


Érase una vez, un ratoncito que era un estupendo amo de casa. Un día el ratoncito estaba barriendo su casita, cuando de repente en el suelo ve algo que brilla... una moneda de oro.

“EL RATONCITO COCINERO” (Adaptación del cuento “La ratita presumida” realizada por 3º de primaria)

El ratoncito la recogió del suelo y se puso a pensar qué se compraría con la moneda. - “Ya sé, me compraré caramelos... ¡uy!, no, que me dolerán los dientes. Pues me compraré pasteles... ¡uy!, no, que me dolerá la barriguita. Ya lo sé, me compraré un libro de recetas de cocina.” El ratoncito se guardó su moneda en el bolsillo y se fue a la librería. Una vez en ella le pidió al librero un


libro de recetas de cocina. Lo compró y volvió a su casita. Al día siguiente cuando el ratoncito se levantó se puso a practicar con su nuevo libro de recetas. Preparó muchos tipos de comidas diferentes, todas riquísimas, hasta que se convirtió en un magnífico cocinero. En eso que aparece una gallina y le dice:

- “No sé, no sé, ¿tú por las noches qué ruido haces?” Y la gallina le dice: - “Cloclocló”. - “¡Ay!, no, contigo no me casaré que no me gusta el ruido que haces”. Se fue la gallina y apareció una perrita. - “Ratoncito, ratoncito tú que eres tan buen cocinero, ¿te quieres casar conmigo?”. Y el ratoncito le dijo: - “No sé, no sé, ¿tú por las noches qué ruido haces?”. - “Guau, guau”.

- “Ratoncito, ratoncito tú que eres tan buen cocinero, ¿te quieres casar conmigo?”. Y el ratoncito le respondió:

-

“¡Ay!, no, contigo no me casaré que ese ruido

me asusta”. Se fue la perrita y apareció una cerdita. - “Ratoncito, ratoncito tú que eres tan buen cocinero, ¿te quieres casar conmigo?”.


Y el ratoncito le dijo: - “No sé, no sé, ¿y tú por las noches qué ruido haces?”.

Y el ratoncito le dijo: - “No sé, no sé, ¿y tú qué ruido haces por las noches?”.

- “Oink, oink”.

Y la gatita con voz suave y dulce le dice:

- “¡Ay!, no, contigo no me casaré que ese ruido es

- “Miau, miau”. “¡Ay!, sí, contigo me casaré que tu

muy ordinario”. La cerdita desaparece por donde vino y llega una gatita blanca, y le dice al ratoncito:

voz es muy dulce.” Y así se casaron el ratoncito cocinero y la gatita blanca de dulce voz. Los dos juntos fueron felices y comieron perdices. Por supuesto unas perdices al horno buenísimas cocinadas por el ratoncito.

- “Ratoncito, ratoncito tú que eres tan buen cocinero ¿te quieres casar conmigo?”.


Fueron felices porque el ratoncito se encargaba de las tareas de la casa mientras que la gatita trabajaba de bombera apagando fuegos. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

“BLANCANITO Y LAS SIETE ENANIEVES” (Adaptación del cuento “Blancanieves y los siete enanitos” realizada por 4º A)


Había una vez en los tiempos de María Castaña

Blancanito

vivía en un continuo infierno, sus

un zagal guapo, chiquitajo y debilucho, llamado

padres adoptivos le hacían limpiar la cuadra, tenía

Blancanito. Vivía junto a su familia adoptiva en una

que lavar la ropa, todo esto, además de ir al colegio y

casita de campo. Tenían muchos animales pero su

estudiar.

favorito, era un ´´toperro`` de grandes orejas, patas

Llevaba tiempo rondándole una idea en la cabeza, escaparse de casa. Feliz conocía sus planes, pero no era la única, pues su padre biológico llevaba toda la vida buscándolo y observándolo por el espejo mágico.

Un día sus padres adoptivos decidieron comprar más ganado y viendo que le aumentaba el trabajo

cortas, pelo marrón, listo y de buen corazón. En el colegio había un grupo de siete amigas, se hacían llamar las siete enanieves: Sabia, Mocosa, Gruñona, Mudita, Perezosa, Feliz y Tímida.

era su mejor amiga a la que le contaba todos sus pesadillas, sus temores y miedos.

- Ha llegado el momento de irme de irme de aquí pensó Blancanito - no puedo aguantar más esta triste vida.

Blancanito tenía un secreto, que le gustaba Feliz, sueños, esperanzas e ilusiones, pero también

decidió marcharse.

sus

El joven zagal se marchó en busca de mejor suerte y al cabo de dos días llegó a Bosquealegre, un pueblo de montaña cerca de Granada.


compañeras de su antiguo colegio que habían ido de excursión. Enseguida buscó a ver si veía a las siete enanieves. Y sí, allí estaban, pero faltaba una.

Buscó dónde quedarse a vivir sin tener que gastar apenas dinero y encontró una casa deshabitada, pero suficientemente cómoda. Sus padres biológicos lo estaban contemplando sorprendidos. Aquella casa deshabitada era de… sus abuelos.

Feliz estaba muy triste desde el día que él se fue y que desde entonces no quería hablar con nadie. Por eso

Blancanito ya no trabajaba tanto, pero se sentía solo. Un buen día, cogió su mochila y salió a pasear para conocer aquellos lugares y la vida le dio una grata sorpresa: se encontró con los compañeros

Él se acercó a hablar con ellas, éstas le contaron que

y

estaba sola sentada a los pies de uno de los árboles. Feliz vio a Blancanito y le propuso merendar juntos. Como Blancanito no había traído nada para comer, le preguntó a Feliz:


- ¿Tienes algo de comer? Feliz dijo que no. Entonces los dos cogieron una manzana que había en el árbol bajo el que estaban sentados.

Los abuelos de Feliz, la estaban buscando y se encontraron a las seis enanieves, ellas les dijeron que la habían dejado sentada en un árbol con Blancanito. Cuando encontraron a Feliz y a Blancanito, todos se fueron para la casa de los abuelos de Feliz. ¿Y adivinad quiénes eran sus vecinos?... ¡los verdaderos padres de Blancanito! Cuando descubrieron que los vecinos eran los padres de Blancanito, las dos familias se hicieron muy amigas y con los años Feliz y Blancanito se construyeron una casa donde vivieron juntos. Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO

Resulta que esa manzana era la manzana de la alegría y resultó que como los dos la comieron de la misma manzana se llenaron de alegría.

SE HA ACABADO.


Érase una vez un hombre que tras quedarse viudo y no sabiendo cómo cuidar a la hija de su mujer, decidió abandonarla. Rapunzel, que así se llamaba la niña, llamaba la atención pues tenía una larga melena, el cabello le crecía más que a cualquier persona pues cuanto más se lo cortaba más rápido le crecía. Rapunzel estuvo varios días vagando por el bosque, cuando de pronto una luz la envolvió y sin saber cómo, se encontró encerrada en un castillo con sus dos mascotas; un cocodrilo llamado “Patosín” y un tigre llamado “Rayitas”. Al menos no estaba sola. Los secuestradores eran unos seres extraños, se

“RAPUNZEL” (Adaptación del cuento “Rapunzel” realizada por 4ºB)

parecían a los extraterrestres de los cuentos, y no sabía cómo comunicarse con ellos. Rapunzel tenía poco que hacer, así que pasaba la mayor parte del tiempo asomada a la ventana peinando su larga melena.


Pasaron los años y un día vio pasar a un joven al que le pidió ayuda, pero los “extraterrestres” viendo las

soportar el dolor de cabeza que le ocasionaba el peso del joven, así que abandonaron esa idea.

intenciones del joven lo encerraron también.

A la noche siguiente intentaron el plan B: Patosín, el cocodrilo y Rayitas, el tigre, serían sus salvadores. Durante muchos días estuvieron pensando cómo escapar, pero la verdad es que la cosa pintaba mal. Por

Entre los dos mediante bocados y zarpazos excavarían un túnel por donde escapar.

fin, se les ocurrieron un par de ideas. El plan A era

Se aseguraron de que los vigilantes estaban bien

utilizar el pelo de Rapunzel como cuerda, dejándolo

dormidos y con mucho cuidado y silencio fueron

caer por la ventana primero descendería el joven y una

cavando. Necesitaron varias jornadas hasta que por fin

vez abajo bajaría Rapunzel. Pero Rapunzel no pudo

un día, próximo el amanecer, consiguieron salir lo


suficientemente lejos del castillo para que no los vieran los vigías desde las almenas.

Una vez libres se despidieron con un gran abrazo y se desearon suerte. Rayitas y Patosín se fueron con Rapunzel, que con el paso de los años se había convertido en una joven

“CENICIENTA”

valiente y decidida capaz de vivir por sí misma. Lo que sí tenía muy claro es que no volvería a querer saber nada de su padrastro.

(Adaptación del cuento “Cenicienta” realizada por 5º de primaria)


Cenicienta era una joven rebelde de un pequeño

Cada mañana al salir del trabajo y antes de entrar

pueblo, que decidió dejar los estudios. Sus padres, que

en casa, desayunaba en una cafetería cercana. Allí a

siempre habían deseado que sus tres hijas hicieran

diario coincidía con un muchacho, bastante atractivo

buenas carreras, decidieron buscarle trabajo, no

por cierto.

pensaban dejar que estuviera en casa todo el día jugando con el ordenador o chateando con las amigas. Por eso, como era la época de recoger la aceituna allá que la mandaron. Cenicienta estaba harta, nunca había imaginado que trabajar fuese tan duro así que en cuanto reunió el dinero suficiente decidió irse a América a ganar dinero. Había visto muchas películas y pensó que en Hollywood se podría hacer famosa. Pero la vida no es tan fácil como la pintan en las películas, así que estuvo

El joven se encontraba buscando trabajo, quería ser

un tiempo buscando trabajo hasta encontrar uno como

actor, era su ilusión, Todos los días miraba los

Disc Jockey (DJ) en una discoteca, eso sí, era una de las

anuncios de la prensa por si encontraba algún casting

discotecas más conocidas de Hollywood.

al que presentarse. Ya se había presentado a varios y había hechos sus primeros pinitos en algunos anuncios para la televisión, pero nada serio.


Un día en la discoteca de Cenicienta se iba a

Cenicienta pasó prácticamente toda la noche

celebrar una gran fiesta a la que acudirían muchas

intentando hacerse fotos con todo el que pillaba para

personas famosas y Cenicienta puso un cartel en la

subirlas al Facebook y así sus hermanas y todas sus

cafetería.

amigas del pueblo se murieran de envidia cuando las

El joven vio el cartel y pensó que podía ser una buena

oportunidad

para

contactar

con

gente

importante. La fiesta fue impresionante, acudió toda la jet:

vieran. Por su parte, el joven no dejaba de entregar tarjetas de visita a todo aquel representante de famosos que reconocía, a ver si alguno le daba una oportunidad.

cantantes, actores, deportistas…

La fiesta acabó a altas horas de la madrugada y fue de vuelta a casa cuando Cenicienta se dio cuenta de que había perdido el móvil. ¡TODAS SUS FOTOS!


Sentada en la mesa de la cafetería, más seria y triste que nunca, estaba tomando un café cuando se acercó el

todos los días, me había fijado en ti ya hace tiempo. Y lo tuve fácil.

joven que siempre se sentaba en la otra mesa. Y le preguntó: - ¿Puedo sentarme? Ella un poco asombrada, pues nunca antes le había dirigido la palabra, le invitó a sentarse. Pero su asombro fue aún mayor cuando él puso un móvil igualito al suyo encima de la mesa, y le dijo: - Creo que esto es tuyo. Ella no podía creérselo, era su móvil. - ¿Pero cómo ha llegado a tus manos? ¿Dónde lo has encontrado? - Anoche estuve en una fiesta, fui el último en marcharme y lo encontré. Me permití mirar las fotos y te reconocí en todas ellas. Sabía que desayunabas aquí

Desde entonces cada día los dos desayunaban juntos en la misma mesa.


Junto a un bosque muy grande vivía un pobre leñador con su mujer y sus dos hijos; el niño se llamaba Hänsel y la niña, Gretel. Estaba el leñador una noche en la cama, preocupado y dijo suspirando a su mujer: - ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada nos queda? - Se me ocurre una cosa – respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los niños para que nos ayuden en el bosque y así nos paguen más dinero por la leña que recojamos. A la primera luz del día, la mujer fue a llamara a los

“HÄNSEL Y GRETEL” (Adaptación del cuento “La casita de chocolate” realizada por 6º de primaria)

niños: - ¡Vamos, niños precioso, levantaos! Hemos de ir al bosque por leña-. Y dando a cada uno un pedacito de pan, les dijo:


- Esto es para el mediodía, pero no os lo comáis antes, pues no tenemos más.

- Poneos ahora al lado del fuego, chiquitillos, y descansad, mientras nosotros nos vamos por el bosque a cortar leña. Cuando hayamos terminado vendremos a recogeros. Los dos hermanitos se sentaron junto al fuego, y al mediodía, cada uno se comió su pedacito de pan. Y como oían el ruido de los hachazos, creían que su padre estaba cerca. Pero, en realidad, no era el hacha sino una rama que golpeaba a un árbol seco y que el viento hacía chocar contra el tronco.

Emprendieron los cuatro el camino del bosque. Cuando estuvieron en medio del mismo, dijo el padre: - Recoged ahora leña, pequeños. Os encenderé un fuego para que no tengáis frío. Hänsel y Gretel reunieron un buen montón de leña menuda. Prepararon una hoguera, y cuando ya ardió con viva llama, dijo la mujer:

Al cabo de mucho rato de estar allí sentados, el cansancio

les

cerró

los

ojos

y

se

quedaron

profundamente dormidos. Despertaron cuando ya era noche cerrada. Entonces Gretel le dijo a Hänsel: - Vamos a esperar un poco a que brille la luna para encontrar el camino de vuelta a casa. Y cuando la luna estuvo alta en el cielo, los niños sin ningún temor comenzaron a andar. Pero por más


que andaban no encontraban su casa. Entonces Gretel y Hänsel decidieron dormir en una cueva tapándose

A la mañana siguiente, Gretel fue a pescar a un río que había cerca y Hänsel preparó la comida.

con hojas que encontraron, esperando a que llegara el nuevo día.

Por la tarde vieron un hermoso pajarillo, blanco como la nieve, posado en la rama de un árbol; y cantaba tan dulcemente, que se detuvieron a escucharlo. Cuando hubo terminado, abrió sus alas y emprendió el vuelo, y ellos lo siguieron hasta llegar a una casita, en cuyo tejado se posó. Y al acercarse vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar. - ¡Mira, qué bien! - exclamó Hänsel. – Yo comeré un pedacito del tejado. - Pues yo probaré la ventana que parece estar muy rica – dijo Gretel.


Se encaramó el niño al tejado y rompió un trocito para probar a qué sabía, mientras su hermana mordisqueaba en los cristales. Entonces oyeron una voz suave que procedía del interior: - ¿será acaso la ratita la que roe mi casita? Pero los niños respondieron: - es el viento, es el viento

que

sopla

violento-.

Y

siguieron

sin

desconcertarse. Hänsel que encontraba el tejado sabrosísimo, desgajó un buen pedazo y Gretel sacó todo un cristal redondo y se sentó en el suelo, comiendo a dos carrillos. Entonces la puerta se abrió y salió una mujer bellísima que les dijo: - Hola pequeñines, ¿quién os ha traído hasta mi humilde casita? Entrad y quedaos conmigo un rato.

Y cogiéndolos de la mano, los introdujo en la casita donde tenía servida una apetitosa cena: leche con bollos azucarados, manzanas y nueces. Después los llevó a dos camitas con ropas blancas, y Hänsel y Gretel se acostaron en ellas. La joven era muy buena, se llamaba Ágata.


A la mañana siguiente llegó un ladrón muy

Al despertarse los niños, Gretel le dijo a su

buscado por la justicia, que había oído hablar de esa

hermano que algo raro estaba pasando porque la joven

casita de caramelo, para esconderse. Entró en ella,

no estaba en la casita, y entre los dos idearon un plan

despertó a Ágata y la encerró en una habitación de la

para rescatar a la dueña de la casa.

casa que era toda de chocolate. El ladrón no vio que los niños estaban allí.

Gretel era muy fuerte y rompió la pared de chocolate amargo, mientras Hänsel ayudaba a Ágata a salir de su encierro. Los tres se escondieron en la cocina mientras volvía a entrar en la casa el ladrón que traía un gran cofre lleno de joyas y monedas de oro. El ladró quiso ver cómo estaba la joven y cuando abrió la puerta saltaron sobre él y lo encerraron. El ladrón sintió frío y decidió encender la chimenea. Pero no se acordaba de que la habitación era de chocolate y que con el calor se iba a derretir. Así fue como murió el ladrón. Días después los niños se marcharon de la casa de Ágata con el cofre del tesoro para dárselo a sus padres.


Y así pudieron vivir todos felices y comer muchas perdices.

LAS DOS CERDITAS, EL CERDITO Y EL LOBO FEROZ (Adaptación del cuento “Los tres cerditos” realizada por 1º de ESO)


En una gran pradera vivían dos pequeñas cerditas y un cerdito, muy diferentes entre sí; mientras el hermano y la hermana más pequeños se pasaban el día jugando y cantando, la hermana mayor, por el contrario, era más seria y trabajadora. Un día la hermana mayor dijo: - Estoy muy preocupada por vosotros, porque no hacéis más que jugar y cantar y no tenéis en cuenta que pronto llegará el invierno. ¿Qué haréis cuando lleguen las nieves y el frío? Tendríais que construiros una chabola para vivir. El pequeño y la pequeña agradecieron el consejo de la hermana mayor y se pusieron a construir la chabola. La más pequeña de los tres, que era la más juguetona, tenía pocas ganas de trabajar y se hizo una chabola de chucherías.

El otro cerdito juguetón trabajó un poco más y se hizo una chabola de tela y chocolate. La mayor se hizo una bonita chabola de ladrillos, cemento y nubes del cielo.


pequeña de los hermanos, decidió capturarla y comenzó a perseguirle. La juguetona y rosada cerdita se refugió en su casa temblando de miedo. El lobo, al ver la chabola de chucherías, comenzó a reírse. - ¡Ja, ja! Esto no podrá impedir que te agarre gritaba el lobo mientras llenaba sus pulmones de fuego. El lobo comenzó a echar el fuego con tanta fuerza que las chucherías salieron quemándose y volando. Al ver esto, la pequeña corrió hasta la casa de su hermano. Como era una chabola de tela y chocolate, se sentían un poco más seguros creyendo que el lobo no podría hacer mucho - ¡Ji, ji! Esto tampoco podrá impedir que os agarre, enanos - volvió a susurrar el malvado lobo. El ansia le lleno y se comió el chocolate. Todas las Pasó por aquella pradera el lobo feroz, que era un animal muy malo con los cerditos. Al ver a la más

telas salieron por los aires, mientras el cerdito y la cerdita huyeron muy deprisa a casa de su hermana mayor.


- No os preocupéis, todo tiene su recompensa, he trabajado mucho en esta casa para estar segura - afirmó la mayor El lobo se colocó ante la casa y llenó, una vez más, sus pulmones de aire.

su panza estaba llena y cayó al pozo que había al lado de la casa de la mayor. Desde dentro de la casa se podía escuchar cómo cantaban las dos cerditas y el cerdito de felicidad: - ¿Quién teme al lobo feroz, al lobo, al lobo? ¿Quién teme al lobo feroz? - cantaban alegremente. Esta canción enfureció muchísimo al lobo, que intentó salir del pozo para comérselos y al final lo consiguió. Las dos cerditas y el cerdito reían dentro de la casa pues no sabían que había salido, tanto que el lobo se puso muy rojo de enfadado que estaba. Fue entonces cuando, al malvado animal, se le ocurrió una idea: entraría por el único agujero de la

Sopló y resopló, pero la casa ni se movió. Volvió a

casa que no estaba cerrado, por la chimenea. Cuando

hinchar sus pulmones hasta estar muy colorado y luego

subía por el tejado el pequeño y la pequeña tenían

resopló con todas sus fuerzas, pero no logró mover ni

mucho miedo, pero la hermana mayor les dijo que no

un solo ladrillo de todo el chocolate que había comido

se preocuparan, que darían una gran lección al lobo.


Pusieron mucha leña en la chimenea y le prendieron fuego. Así consiguieron que el lobo huyera. El cerdito y la cerdita aprendieron después de esta aventura una gran lección que:

SI PONES EMPEÑO PUEDES CONSEGUIR LO QUE TE PROPONGAS

“LOS MELLIZOS DURMIENTES” DURMIENTES” (Adaptación del cuento “La Bella Durmiente” realizada por 2º de ESO)


Érase una vez... una reina que dio a luz unos

terrible condena. Al pincharse, en vez de morir, los

mellizos muy hermosos, un niño y una niña. Al

muchachos permanecerían dormidos durante cien

bautizo invitó a todas las hadas y magos de su reino,

años y sólo los besos de unos jóvenes nobles los

pero se olvidó, desgraciadamente, de invitar al mago

despertarían de sus profundos sueños.

más malvado. A pesar de ello, este mago maligno se presentó igualmente en el castillo y, al pasar por delante de las cunas de los pequeños, dijo despechado: - "¡A los dieciséis años os pincharéis con un huso y moriréis!"

Pasaron los años y los principitos se convirtieron en el muchacho y la muchacha más hermosos del reino. El rey había ordenado quemar todos los husos del castillo para que los príncipes no pudieran pincharse con ninguno. No obstante, el día que cumplían los dieciséis años, el príncipe y la princesa acudieron a un lugar del castillo que todos creían deshabitado, y donde un viejo sirviente, desconocedor de la prohibición del rey, estaba hilando. Por curiosidad, los muchachos le pidieron al hombre que les dejara probar. - "No es fácil hilar la lana"- les dijo el sirviente, “mas si tenéis paciencia os enseñaré." La maldición del mago malvado estaba a punto de

Un hada buena que había cerca, al oír el maleficio,

concretarse. Los príncipes se pincharon con un huso y

pronunció un encantamiento a fin de mitigar la

cayeron fulminados al suelo como muertos.


- "¡No morirán! ¡Puedes estar segura!" - la consoló- "sólo que por cien años ellos dormirán". La reina, hecha un mar de lágrimas, exclamó: - "¡Oh, si yo pudiera dormir!" Entonces, el hada buena pensó: - “Si con un encantamiento se durmieran todos, los príncipes al despertar encontrarían a todos sus seres queridos en su entorno.” La varita dorada del hada se alzó y trazó en el aire una espiral mágica. Al instante todos los habitantes del castillo se durmieron. Médicos fueron llamados a consulta. Sin embargo, ninguno logró vencer el maleficio. El hada buena sabedora de lo ocurrido, corrió a palacio para consolar a su amiga la reina. La encontró llorando junto a la cama llena de flores donde estaban tendidos los príncipes.

- "¡Dormid tranquilos! Volveré dentro de cien años para vuestro despertar" - dijo el hada echando un último vistazo al castillo, ahora inmerso en un profundo sueño. En el castillo todo había enmudecido, nada se movía con vida. Péndulos y relojes repiquetearon hasta


que su cuerda se acabó. El tiempo parecía haberse

las riendas, entraron, y cuando vieron a todos los

detenido realmente. Alrededor del castillo, sumergido

habitantes tendidos en las escaleras, en los pasillos, en

en el sueño, empezó a crecer como por encanto, un

el patio, pensaron con horror que estaban muertos,

extraño y frondoso bosque con plantas trepadoras que lo rodeaban como una barrera impenetrable.

estaban dormidos.

Con el transcurso del tiempo, el castillo quedó oculto entre la maleza y fue olvidado por todo el mundo. Pero al término del siglo un joven caballero y una joven dama de familia noble, que perseguían a un jabalí, llegaron hasta sus alrededores. El

animal

herido,

para

salvarse

Luego se tranquilizaron al comprobar que sólo

- "¡Despertad! ¡Despertad!"- chillaron una y otra vez, pero en vano. Cada vez más extrañados, se adentraron en el castillo hasta llegar a la habitación donde dormían los

de

sus

perseguidores, no halló mejor escondite que la espesura de los zarzales que rodeaban el castillo. Los

príncipes. Durante mucho rato contemplaron aquellos rostros serenos, llenos de paz y belleza; sintieron nacer en sus corazones el amor que siempre habían esperado.

nobles descendieron de sus caballos y, con sus espadas,

Emocionados, se acercaron a los príncipes,

intentaron abrirse camino. Avanzaban lentamente

tomaron sus manos y delicadamente las besaron... Con

porque la maraña era muy densa.

aquel beso, de pronto el príncipe y la princesa se

Descorazonados, estaban a punto de retroceder cuando, al apartar una rama, vieron un puente levadizo que estaba bajado. Llevando sus caballos sujetos por

desperezaron y abrieron sus ojos despertando del larguísimo sueño.


El encantamiento se había roto. Los príncipes se Al ver frente a ellos a esos fantásticos nobles, murmuraron: - ¡Por fin habéis llegado! En nuestros sueños acariciábamos este momento tanto tiempo esperado."

levantaron y tendieron sus manos a los nobles. En aquel momento todo el castillo despertó. Todos se levantaron mirándose sorprendidos y preguntándose qué era lo que había sucedido. Al darse cuenta,


corrieron locos de alegría junto a su príncipe y su princesa, más hermosos y felices que nunca. Al cabo de unos días, el castillo, hasta entonces inmerso en un profundo silencio, se llenó de cantos, de música y de alegres risas con motivo de sus bodas. Y colorín colorado este cuento también se ha acabado.


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