Málaga, 5 de octubre de 2014 Dictado: La tienda de Nassan Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que le rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tenía ninguna duda: era su amigo Nassan.
FIN
Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que le rodeaba. En un hombre reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: erasu amigo Nassan.
La tienda de Nassan Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
La tienda de Nassan Nassan invito a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego , mientras conversaban con un humeante té entra las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
LA TIENDA DE NASSAN . Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofrecío a Bat . Luego, mientras conversaban con un humante té entre las manos ,el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón ,víslumbró el retrato de un
hombre joven a caballo ,ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo ,pero Bat no tuvo ninguna duda : era su amigo Nassan .
Nassan invito a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego ,
mientras conversaban con un humeante té entre las manos , el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba . En un rincón , vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo , ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda : era su amigo Nassan .
La tienda de Nassan
Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfonbras cabrían en el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. Era difícil reconecerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda:era su amigo Nassan.
La Tienda de Nassan
Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un
montón
de
acogedoras
alfombras
cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se le ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las
manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que le rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo,
ágil
y
fuerte.
Era
difícil
reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan .
El mayor tesoro
Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedores alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
La tienda de Nassan Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversabancon un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo roideaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era dificil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
Dictado La tienda de Nassan Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
La tienda de Nassan Nassan invito a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego , mientras conversaban con un humeante té entra las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que lo rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
LA TIENDA DE NASSAN Nassan invitó a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo dió a Bat. Luego, mientras conservaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que le rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.
LA TIENDA DE NASSAN Nassaninvito a Bat a su tienda.Alli dentro,un monton de acogedores alfombras cubrian el suelo. El ancianotomo un comodo cojin y se lo ofrecio a Bat.Luego,mientras conbersaban con un humeante te entre las manos,el muchacho miro con curiosidad el espaceo que lo rodeaba.En un rincon, vislombro el retrato de un hombre joven a caballo,agil y fuerte. Era dificil reconocerle,pero Bat no tuvo ninguna duda era su amigo Nassan.
La tienda de nassan Nassan invito a Bat a su tienda. Allí dentro, un montón de acogedoras alfombras cubrían el suelo. El anciano tomó un cómodo cojín y se lo ofreció a Bat. Luego, mientras conversaban con un humeante té entre las manos, el muchacho miró con curiosidad el espacio que le rodeaba. En un rincón, vislumbró el retrato de un hombre joven a caballo, ágil y fuerte. Era difícil reconocerlo, pero Bat no tuvo ninguna duda: era su amigo Nassan.