iannina Reátegui dejó el rubro de la florería para seguir otros cursos que la pusieran a la altura de la situación. Ahora con cinco años de trabajo como wedding planner señala que su objetivo principal es dar confianza y seguridad a los novios, de esa manera ellos pueden explayarse en sus deseos a los que luego dará forma.
Momentos previos Para lograrlo días antes de la boda realiza una sesión de fotos con entrevistas a los futuros esposos en locaciones variadas de donde brotan ideas y su cuadro de recuerdos. Esta estrategia es afinada cuando se trata de llevar a cabo ritos de distintas religiones, en las que las diferencias saltan a la vista. “Por ejemplo, el ceremonial evangélico puede realizarse en el mismo local de la recepción. Son muy románticos los ritos con las velas que hacen”. DENOVIOS
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Rituales de amor El caso de los adventistas es distinto, pues reciben la bendición de rodillas e incluso el pastor también se arrodilla para impartirla. Los mormones no dejan entrar nadie a la ceremonia que no esté bautizado, además prohíben las fotografías porque las bodas son privadas y exclusivas para su congregación. Y dentro de las bodas católicas, la catecúmena se realiza en una ceremonia extensa, pero hermosa que remata con la conmovedora danza de agradecimiento llamada el Dayenú. Así como hay diferencias también surgen imprevistos que sólo la experiencia puede resolver. Como aquella vez que no llegó uno de los chef principales cuando ya se había iniciado el banquete. “Tuve que ingresar a la cocina para completar el equipo. Así logré salvar el momento sin que los novios se enteren de lo sucedido”, recuerda sonriente Giannina Reátegui.