Un cartel para cada Domingo. Curso 2020-2021

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Lectura del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Palabra del Señor.

Señor, que en mi corazón haya una predisposición a acoger a mi hermano; así, si decido corregir o decido callar, será la mejor decisión, porque el amor nunca hace mal a nadie. Amén.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Corrección comunitaria


Señor, ayúdame a perdonar a los que me ofenden, para que pueda hacer vida la oración del Padre nuestro: “perdona nuestras ofensas como también nosotros personamos”. Amén.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Vivir la gratuidad Lectura del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste ¿no debías tener tú también compasión de un compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano». Palabra del Señor.


Señor, que sea capaz de pasar al ámbito de la gratuidad, de la gracia y la alegría, del regalo, de sentir a Dios como Padre generoso que desborda mis concepciones y me sorprende siempre con su generosidad. Amén.

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Ciegos para la gratuidad y el regalo Lectura del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: “Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido». Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña». Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”. Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos». Palabra del Señor.


Lectura del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero». Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero». Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis». Palabra del Señor.

Señor, yo también quiero decir sí a lo esencial de la vida de un creyente, es decir, cumplir lo que el Padre quiere; no obstante, si me equivoco, que sepa arrepentirme y cambiar mi opción. Amén.

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¿Quién de los dos hijos?


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: “Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’. Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’. Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Le contestan: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente” Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos». Palabra del Señor

Domingo XXVII del T. Ordinario 04 octubre 2020

«Arrendará la viña a otros labradores» Mt 21, 33-43

Oh Dios, nuestro Padre, tú eres bueno… eres amigo de todos los hombres. Tú nos confías tu Reinado y sin cesar nos manifiestas tu confianza. Pon en nosotros la fuerza para amar y permanecer fieles a tu alianza. Así daremos el fruto que tú esperas de nosotros, que somos la viña de tus desvelos. Amén.


(forma breve)

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales». Palabra del Señor

Domingo XXVIII del T. Ordinario 11 octubre 2020

«A todos los que encontréis, llamadlos a la boda» Mt 22, 1-10

Te agradecemos que enviaras a tu Hijo, Jesús, para darnos la buena noticia de que eres un Dios alejado de rigideces y lleno de ternura por esta humanidad que añora una vida mejor. Por eso te damos las gracias, porque, contigo, la vida pasa de ser un valle de lágrimas a una fiesta alegre. Haz que sepamos transmitir esa imagen de alegría y paz que tú quieres que tengamos. Amén.


En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?». Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto». Le presentaron un denario. Él les preguntó: «De quién son esta imagen y esta inscripción?». Le respondieron: «Del César». Entonces les replicó: «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Palabra del Señor

Domingo XXIX del T. Ordinario 18 octubre 2020

«Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» Mt 22, 15-21

Padre bueno, que estás siempre a nuestro lado para ayudarnos a elegir, concédenos que sepamos descubrir qué es lo mejor para que nunca dejemos de trabajar en la construcción de tu Reino. Amén.


En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas». Palabra del Señor

Domingo XXX del T. Ordinario 25 octubre 2020

«Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo» Mt 22, 34-40

Lo único que cuenta es el amor. El amor a Dios se manifiesta en la entrega a las personas, al prójimo, al pobre. Lo que le agrada a Dios no es el mero cumplimiento de unas normas o leyes, sino que el hombre viva. Amar a Dios significa, por tanto, ser fuente de vida para los demás y en especial para aquellos que viven sin lo más básico y necesario. Padre bueno, despiértanos el corazón y conviértenos por dentro haciéndonos instrumentos de tu Amor. Amén.


Mt 5, 1-12a

«Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo» Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo». Palabra del Señor

Señor, la gran asamblea de todos los santos viene hoy a testimoniar la verdad de las bienaventuranzas: fueron dichosos en la tierra, en medio de sufrimientos; y son plenamente felices en el cielo, sin mezcla de mal alguno. ¿Qué un día me cuente entre ellos!. Amén.

Solemnidad de Todos los santos 01 noviembre 2020


Mt 25, 1-13

«¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!» En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Qué llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora». Palabra del Señor

Señor, no pierdes ocasión de aconsejarnos, directamente o por medio de parábolas, que estemos siempre alertas. Ayúdanos a estar siempre en vela y preparados. Amén.

Domingo XXXII del T. Ordinario 08 noviembre 2020 Día de la Iglesia Diocesana


Mt 25, 14-15. 19-21 (forma breve)

«Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor»

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”». Palabra del Señor

Señor, gracias por los talentos que hemos recibido, que los hagamos fructificar en beneficio de los que más necesitan una mano amiga o Domingo XXXIII una palabra de aliento que les del T. Ordinario conduzca a ti, que nos quieres. 15 noviembre 2020 Amén. Jornada mundial de los pobres


Mt 25, 31-46 «Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros» En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna». Palabra del Señor

Jesús es el Señor, el único Señor y REY DEL UNIVERSO. A Él corresponde devolver al Padre un mundo salvado y reconciliado. Señor, que sepamos abrirnos a las necesidades de los demás; reconocerte en el pobre y el Solemnidad de marginado; trabajar por un mundo más solidario, una sociedad libre y justa, abierta a Jesucristo, Rey Dios para, así, poder compartir su señorío y del Universo ser admitidos a tu derecha. Amén. 22 noviembre 2020


Domingo I Adviento Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa. Mc 13, 33-37

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

El Evangelio nos habla de la actitud de vigilancia a la Que nos invita a vivir Jesús, para no vivir adormecidos, sino en la responsabilidad de tener que abrir puertas al Dios que nos sale al encuentro en el hoy de nuestra vida, de nuestro tiempo, en el rostro concreto de los hermanos, especialmente los de rostros menos atrayentes.

29 noviembre 2020


Domingo II Adviento Enderezad los senderos del Señor.

Mc 1, 1-8

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Juan nos anuncia al que ha de venir con un bautismo que va más allá del perdón de los pecados, nos hace entrar definitivamente en la dimensión de los hijos amados del Padre. Esa es la experiencia que nos hace vivir el cambio a la confianza. Podemos descansar sabiéndonos amados y acogidos incondicionalmente en las manos del Padre.

06 diciembre 2020


Domingo III Adviento Gaudete

En la figura de Juan Bautista, tenemos al testigo, que no es la luz, pero que anuncia, señala la luz. Estamos llamados como Juan a ser testigos de la Luz, a dar un mensaje esperanzador y salvador para un mundo que parece estar invadido por la injusticia y la desesperanza. Como cristianos nuestra vida ha de irradiar alegría; la alegría que nace del gozo de sentirnos salvados y que genera paz donde hay guerra, amor donde hay odio, etc...

13 diciembre 2020

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

En medio de vosotros hay uno que no conocéis. Jn 1, 6-8. 19-28


Domingo IV Adviento Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.

La disponibilidad de María, su sí nos dispone a esperar el cercano Misterio de la Navidad. El temor de María - “No temas María” - pone nombre a nuestros miedos, cuando nuestra vida se debate en esa tensión nunca resuelta del todo: necesidad del Otro y de los otros que nos habiten, acompañen nuestro vivir, pero por otra, la dificultad de hospedar al Otro y a los otros, el miedo a perder y a perdernos… La anunciación se repite, porque Dios sigue necesitando de una madre que le acoja en su corazón y lo revista de carne. Dios nos sigue necesitando y espera nuestro “fiat” cada día. Ojalá que de una vez por todas podamos decir con María: “Hágase en mí según tu Palabra”.

20 diciembre 2020

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Lc 1, 26-38


Sagrada Familia: Jesús, María y José 27 diciembre 2020 Hoy nos encontramos con una invitación a vivir desde la sabiduría de nuestros mayores, a dejarnos iluminar por ellos en nuestro día a día; desde la experiencia que dan los años dejarnos interpelar.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Aunque la institución familiar es muy diversa y los modelos de familia han experimentado cambios significativos, que la familia de Nazaret nos ilumine con ejemplos y valores que puedan servirnos como familia hospitalaria para #AcogerADios

1ª lectura: Eclo 3, 2-6. 12-14 Quien teme al Señor honrará a sus padres. Salmo: Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos. 2ª lectura: Col 3, 12-21 La vida de familia en el Señor. Evangelio: Lc 2, 22-40 El niño iba creciendo, lleno de sabiduría.

Tiempo de Navidad. HOSPITALIDAD: Dejarnos iluminar para #AcogerADios


Domingo II después de Navidad 03 enero 2021

La mayor riqueza de los seres humanos es la comunicación, la capacidad de dar y recibir, de compartir y repartir, construyendo entre todos un mundo nuevo y mejor. Y en este proceso la palabra tiene un papel decisivo, dejémonos iluminar por ella.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

1ª lectura: Eclo 24, 1-2. 8-12 La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido. #AcogerADios es poner Él la Salmo: El Verbo se hizo carne y habitó entre confianza; con paciencia, bondad, nosotros. cariño, permitiéndole que nos 2ª lectura: Ef 1, 3-6. 15-18 Él nos ha alumbre. Y así, la luz de la Navidad destinado por medio de Jesucristo a ser sus eres tú, cuando iluminas con tu hijos. Evangelio: Jn 1, 1-18 El Verbo se hizo carne vida el camino de los demás. y habitó entre nosotros.

Tiempo de Navidad. HOSPITALIDAD: Dejarnos iluminar para #AcogerADios


Bautismo del Señor 10 enero 2021 Con el bautismo se abre la puerta al cambio, por ejemplo, a querer hacer un trabajo en común para ser luz en medio del mundo. Trabajar juntos para que nuestras luces brillen en todos los rincones: luces de amistad, de acogida, de estar pendientes los unos por los otros , y respetarnos como hijos de Dios.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Para #AcogerADios, nos ponernos bajo la acción del Espíritu Santo, le dejamos hacer, y todos, desde la #hospitalidad, iluminamos el mundo.

1ª lectura: Is 42, 1-4.6-7 «Mirad a mi siervo, a quien prefiero» Salmo: «El Señor bendice a su pueblo con la paz» 2ª lectura: Hch 10, 34-38 «Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo» Evangelio: Mc 1, 7-11 «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco»

Tiempo de Navidad. HOSPITALIDAD: Dejarnos iluminar para #AcogerADios


Domingo II del T. Ordinario 17 enero 2021

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)». Palabra del Señor

Señor, descúbrenos las maravillas de tu persona, la fuerza de tu Palabra y los encantos de tu seguimiento. Queremos ser tus discípulos fieles y entusiastas que contagiemos a los que viven cerca de nosotros. Amén.

«Vieron dónde vivía y se quedaron con él» Jn 1, 35-42

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Evangelio


Domingo III del T. Ordinario 24 enero 2021

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Evangelio

Palabra del Señor

Cuando los cristianos nos convirtamos a ti y seamos otros cristos, estaremos unidos, y el mundo descubrirá que estás vivo y puedes lograr lo que el hombre es incapaz de conseguir: el amor y la unidad. Señor, necesitamos de ti para hacer vida tus palabras “convertíos y creed en el Evangelio”. Amén.

«Convertíos y creed en el Evangelio» Mc 1, 14-20


Domingo IV del T. Ordinario 31 enero 2021

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús lo increpó: «¡Cállate y sal de él!». El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor

Señor, quiero dejar mi libertad en tus manos, condúceme con autoridad y dame la docilidad necesaria para que acepte tus órdenes, ¡Haz de mí lo que quieras! Siempre será lo mejor, aunque yo no lo entienda. Amén.

«Les enseñaba con autoridad» Mc 1, 21b-28

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Evangelio


Domingo V del T. Ordinario 07 febrero 2021

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca». Él les responde: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido». Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor

Señor, yo te busco como mi Dios y mi todo. La mayor desgracia de mi vida sería perderte. Quiero que mi vida sea un continuo buscar tu rostro, seguir tus pasos, oír tu voz. Amén.

«Curó a muchos enfermos de diversos males» Mc 1, 29-39

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Evangelio


Domingo VI del T. Ordinario 14 febrero 2021

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio». Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes. Palabra del Señor

Señor, si quieres, puedes limpiarme de mis impurezas, de mi falta de amor, de mi tibieza; pero, permíteme que, habiendo sido testigo de tu misericordia, hable bien de ti, que otros conozcan que eres el Único. Amén.

«La lepra se le quitó, y quedó limpio» Mc 1, 40-45

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Evangelio


Domingo I Cuaresma

Cuaresma 2021

I

PODAR

II

BROTAR

(Mc 1,12-15)

III

CUIDAR

IV

CONFIAR

V

DAR FRUTO

En este primer domingo de cuaresma se nos invita a ir al desierto, a introducirnos en el desierto de las luces y las sombras de nuestro caminar, de nuestro peregrinar al lado de Jesús, “está cerca el Reino de Dios. Convertíos”. Ha comenzado el tiempo del gran combate y de la gran alianza... en el desierto, porque ahí nos jugamos el futuro. En soledad, libres de mezclas extrañas, para poder levantar los ojos y descubrir la presencia de Dios. Aprovechemos esta oferta de gracia y este tiempo privilegiado para que con nuestra PODA se pueda crear el deseo de Dios. Tres criterios son básicos en la poda: • en la poda quitamos las ramas secas, ramas que ya han dado su fruto y no lo vuelven a dar. • quitamos las ramas que consumen mucha savia y nunca darán fruto, • y podamos aclarando, buscando que entre luz para que favorezca un mejor desarrollo del fruto.

Ahora, en este momento de mi vida, desde el respeto, yo también necesito una poda que me ayude a formar, que me dé una forma nueva, que me estructure, y me permita estar abierto a recibir la mayor luz posible. Domingo, 21 de febrero de 2021

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores


Domingo II Cuaresma

Cuaresma 2021

I

PODAR

II

BROTAR

(Mc 9,2-10)

III

CUIDAR

IV

CONFIAR

V

DAR FRUTO

Seguro que más de una vez en nuestra vida hemos dicho aquello de ¡qué bien se está aquí!. Quizá contemplando una puesta de sol, empapados de la serenidad del ambiente y de la inmensidad del horizonte. Quizá oyendo una melodía, o conversando con las personas con las que especialmente sintonizamos. O en una vigilia de oración... y queríamos que ese momento se prolongase indefinidamente porque una ola de bienestar nos invade... ... En medio de este mundo competitivo y exigente, en una sociedad donde prevalece la desconfianza, la zancadilla y el “meter goles”, aquí y ahora, es bueno buscar la sencillez y la dulzura de las cosas bellas. El milagro del encuentro. Desde el respeto, arrimarse a Aquel que nos llena con su luz y que nos valora por lo que somos, y no estar apegados a la débil luz que suelen alumbrarnos normalmente. ¡Ánimo! ¡Inténtalo! En tu vida algo estará BROTANDO

Busca en ti la vida, aquello que está brotando ¿Qué es lo que te hace sentir vivo?. Domingo, 28 de febrero de 2021 Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores


Domingo III Cuaresma

Cuaresma 2021

I

PODAR

II

BROTAR

(Jn 2,13-25)

III

CUIDAR

IV

CONFIAR

V

DAR FRUTO

La actuación de Jesús en el templo de Jerusalén no es una acción de violencia gratuita y destructora, sino el gesto de un profeta que reacciona con indignación contra lo que pervierte el culto a Dios y destruye la convivencia fraterna. Vivimos en una sociedad un poco “encrespada”, y lo que necesitamos no son sembradores de violencias, sino hombres y mujeres que sepan reaccionar con indignación frente a todo lo que degrada al ser humano. El respeto, en ambos sentidos es importante. ¡Ánimo y adelante! Bien merece la pena reflexionar y CUIDAR estas cosas que nos van iluminando.

¿Cuáles son tus protestas y denuncias? ¿en dónde inviertes más esfuerzos? “La paz no se conquista en una manifestación… sino cada día” Domingo, 07 de marzo de 2021

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores


Domingo IV Cuaresma

Cuaresma 2021

I

PODAR

II

BROTAR

(Jn 3,14-21)

III

CUIDAR

IV

CONFIAR

V

DAR FRUTO

Si la Palabra va iluminando tu vida, notarás que te abre a horizontes insospechados. Se trata de CONFIAR. Sí, sí de confiar en el amor fiel de Dios. Este amor que hoy se nos manifiesta como Luz. Que nos desenmascara. Tengo que pedir más luz para que el Señor me haga ver su Gracia y mi fragilidad. Tengo que atreverme a entrar, con respeto, en el corazón de Dios. Ese corazón que tanto amó “al mundo que entregó a su Hijo único”. Necesito entrar y aprender también yo a amar, aquí y ahora, de la misma manera. Tengo que buscar sinceramente la luz de Dios, porque a quien la busca, Él le sale al encuentro.

Ya hemos pasado la mitad de este tiempo litúrgico y la Iglesia nos pide que incrementemos el gozo y la esperanza. ¡Confía, el Señor camina con nosotros y nos ilumina el camino! Domingo, 14 de marzo de 2021

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Domingo V Cuaresma

Cuaresma 2021

I

PODAR

II

BROTAR

(Jn 12,20-33)

III

CUIDAR

IV

CONFIAR

V

DAR FRUTO

Nuestra Cuaresma entra en su recta final y ya se apunta una primera aproximación a la Pasión. Tenemos que aprender que “llevar la cruz” no significa añadir a la vida nuevos sufrimientos y cargas. Quien quiere seguir a Cristo de verdad no se pone a buscar sufrimientos, sino que se dispone a desvivirse por los demás. La cruz le llega como fruto de una manera de vivir y como consecuencia de esa experiencia positiva de respeto, servicio y entrega.

“¡Dios mío, dame tu Espíritu! ¡Quiero DAR FRUTO!” Domingo, 21 de marzo de 2021

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Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

reflexión Como los discípulos, como los niños y niñas de Jerusalén, hoy nosotros aclamamos a Jesús. Y queremos acompañarle en su camino de amor hasta la muerte, porque creemos que este es el camino de la vida y la esperanza para siempre.

oración Señor, desde la #hospitalidad, quiero estar esperando tu venida, aguardando tu llegada, pero siempre, y no únicamente el #DomingodeRamos

MISA DE LA PASIÓN 1ª lectura: Isaías 50, 4-7 «No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado» Salmo: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» 2ª lectura: Filipenses 2, 6-11 «Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo» Evangelio: Marcos 14, 1--15, 47 «Pasión de nuestro Señor Jesucristo»


Domingo de Pascua de Resurrección 04 abril 2021

Evangelio

Oramos

«Él había de resucitar de entre los muertos» Jn 20, 1-9

Dame, Señor, unos ojos y un corazón nuevos para comprender bien los signos de tu presencia, de tu bondad, de tu amor. Dame valor para correr hasta ti; para conseguir una vida más llena de alegría. Dame la capacidad de ver y de creer. Amén

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El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.


Domingo II de Pascua 11 abril 2021

Evangelio Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto». Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Oramos

«A los ocho días, llegó Jesús» Jn 20, 19-31

Jesús viene y trae su paz. Viene, incluso con las puertas cerradas. Viene a dar la paz aunque estemos llenos de dudas y egoísmos. Él se acerca siempre, y trae gozo y entusiasmo. Señor mío y Dios mío, ven, Incluso cuando mis puertas estén cerradas. Ven a traer la paz y la alegría a mi vida. Abre mi corazón a tu esperanza. Amén

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Palabra del Señor.


Domingo III de Pascua 18 abril 2021

Evangelio En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros». Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?». Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».

Oramos

«Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día» Lc 24, 35-48

Gracias, Señor, por contar conmigo. Tú, mejor que yo y que todos, conoces mi fragilidad, mis pasos vacilantes, la dificultad para comprometerme. A pesar de todo, insistes en contar conmigo…; sé que, gracias a tu fuerza, podré dar testimonio de ti, a pesar de mi pobreza y fragilidad. Amén

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Palabra del Señor.


Domingo IV de Pascua 25 abril 2021

Evangelio En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Oramos

«Fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios» Mc 16, 15-20

Conocemos la voz del Señor Jesús. Su voz no se confunde con la de los mercenarios y vendedores de ilusiones. Él viene para amarnos. Él viene para darse. Quiero aprender a reconocer tu voz. Quiero confiar toda mi vida en tu Palabra. Tú, Jesús, que eres mi buen pastor, Condúceme por senderos de vida. Amén

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Palabra del Señor.


Domingo V de Pascua 02 mayo 2021

Evangelio En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Oramos

«El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante» Jn 15, 1-8

Quiero quedarme contigo, Señor Jesús. Quiero permanecer en tu amor. Quiero abrir la vida y el corazón al amor incondicional que me ofreces. A un amor que supera todo. Hasta mi infidelidad. Amén.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Palabra del Señor.


Domingo VI de Pascua o Pascua del Enfermo 09 mayo 2021

Evangelio

Oramos

«Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» Jn 15, 9-17

Ser tu amigo no es fácil. Seguir tus mandamientos es exigente, Tú me pides algo imposible: que siga fielmente tus caminos; que lleve con coraje la cruz, en tu compañía, que ame a mis hermanos como tú me enseñaste. ¡Tu compañía me ofrece lo imposible! Amén

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros». Palabra del Señor.


Ascensión del Señor 16 mayo 2021

Evangelio

Oramos

«Fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios» Mc 16, 15-20

Anunciar la Buena Noticia del Reino por todo el mundo es la gran misión de todos los que quieren vivir como seguidores de Jesús. Señor, que sepa realizar esa misión con palabras y con gestos, siguiendo tu estilo y haciendo viva tu presencia en medio nuestro. Amén.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor.


Pentecostés 23 mayo 2021

Evangelio

Oramos

«Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo» Jn 20, 19-23

Después de su resurrección Jesús continua enseñando a sus discípulos. Los prepara para que continúen su misión cuando El vuelva junto al Padre. Señor, danos el Espíritu Santo, la fuerza de Dios que me guíe para que viva según tus enseñanzas. Amén.

Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Palabra del Señor.


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Solemnidad Santísima Trinidad 30 mayo 2021 «Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»

Mt 28, 16-20

Evangelio

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». Palabra del Señor Oramos

Esto es lo que significa Trinidad: la realización total del amor perfecto. El secreto de Dios es éste: hay tres personas. Pero no hay mío ni tuyo, ningún egoísmo. Ojala seamos capaces cada uno de nosotros de vivir desde esa comunión, sin egoísmos. Amén.


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Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo 06 junio 2021 «Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre»

Mc 14, 12-16. 22-26

Evangelio El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?». Él envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí». Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios». Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos. Palabra del Señor

Oramos

Comprendo bien que tú eres «el Verbo de la vida» y que, por eso, sólo en la medida en que me adhiera a ti será verdadera mi vida, porque estará llena de ti. Tú me dices: «Si alguien se alimenta de mí, yo estoy en él y él en mí»: cómo quisiera trabajar-pensar-hablar permaneciendo en ti. Amén.


Pastoral de la Salud Área Personas Mayores

Domingo XI T. Ordinario 13 junio 2021 «Es la semilla más pequeña, y se hace más alta que las demás hortalizas»

Mc 4, 26-34

Evangelio En aquel tiempo, Jesús decía al gentío: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra». Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. Palabra del Señor Oramos

Padre, de quien procede todo don, que sigues sembrando y haciendo crecer tu Reino de paz y amor entre nosotros, haznos colaboradores de esta obra tuya a través de la fe que suscitas en nosotros. Haz que seamos siempre conscientes de que no son nuestros medios ni nuestras fatigas los que difunden en el mundo el Evangelio de tu Hijo, que lleva al hombre a la salvación. Amén.


Pastoral de la Salud Área Personas Mayores

Domingo XII T. Ordinario 20 junio 2021 «¿Quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!» Mc 4, 35-40 Evangelio

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!» El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!». Palabra del Señor Oramos

Padre, manifiéstanos tu rostro de bondad y libéranos de nuestros miedos. Concédenos una fe sólida incluso en los momentos de tempestad, a fin de que seamos capaces de poner nuestra confianza no en los medios del poder humano, sino en ti, que estás presente junto a nosotros. Amén.


Pastoral de la Salud Área Personas Mayores

Domingo XIII T. Ordinario 27 junio 2021 «Contigo hablo, niña, levántate» Evangelio

Mc 5, 21-24. 35b-43 (Forma breve)

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él y lo seguía mucha gente. Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe». No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta; está dormida». Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor

Oramos

Jesús “contagia” su pureza, entrega vida y salud, a los “intocables” de su tiempo. ¿Quiénes son los “impuros”, los marginados, en nuestra sociedad? Señor, que seamos capaces de llevarles vida, dignidad, integración. Amén.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«No desprecian a un profeta más que en su tierra»

Evangelio Mc 6, 1-6 En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?». Y se escandalizaban a cuenta de él. Les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa». No pudo hacer allí ningún milagro, solo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Palabra del Señor.


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«Los fue enviando»

Evangelio Mc 6, 7-13 En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Palabra del Señor.


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«Andaban como ovejas sin pastor»

Evangelio Mc 6, 30-34 En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a solas a un lugar desierto. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«Mi cáliz lo beberéis»

Evangelio Mt 20, 20-28 En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed»

Evangelio Jn 6, 24-35 En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». Respondió Jesús: «La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado». Le replicaron: «Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”». Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».

Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo»

Evangelio Jn 6, 41-51 En aquel tiempo, los judíos murmuraban de Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?». Jesús tomo la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes»

Evangelio Lc 1, 39-56 En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá». María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” —como lo había prometido a “nuestros padres”— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna»

Evangelio Jn 6, 60-69 En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?». Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen». Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede». Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Palabra del Señor.


Pastoral de la Salud. Área Personas Mayores

«Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres»

Evangelio Mc 7, 1-8. 14-15. 21-23 En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas). Y los fariseos y los escribas le preguntaron: «¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?». Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres». Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».

Palabra del Señor.


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