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EDUCACIÓN Y ARTE. UNA EXPERIENCIA EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO Lucas Emanuel Hirch Valeria Ines Tivano Romina Cecilia Elisondo Instituto Ramón Menéndez Pidal. Universidad Nacional de Río Cuarto. RESUMEN Reflexionar sobre diversas experiencias permitirá construir nuevos contextos de educación. A partir de experiencias con lenguajes artísticos, es posible buscar articulaciones entre educación y arte que generen procesos innovadores de formación y práctica docente. En la presente ponencia se describe una experiencia innovadora en la que se vincula arte y educación en la formación del profesorado. Se trata de una experiencia de expresión teatral que se lleva a cabo desde 2007 en un Instituto de Formación Docente de la ciudad de Río Cuarto, Argentina. El Taller de Teatro es una experiencia en la que participan alumnos de distintas carreras del Instituto Ramón Menéndez Pidal. Interesantes aportes a la formación docente se han generado a partir de la experiencia mencionada. En la presente comunicación describimos los procesos desarrollados por los actores institucionales, los avances y reconocimientos logrados y los desafíos que orientan las prácticas actuales. Palabras Clave: educación; arte; experiencia; formación docente. EDUCATION AND ART. AN EXPERIENCE IN TEACHER FORMATION ABSTRACT Reflect on various experiences would build new educational settings. From experience with artistic expression, you may find links between arts education and to generate innovative processes of training and teaching practice. The present paper describes an innovative experience which links art and education in teacher training. This is an experience of theatrical expression that has been conducted since 2007 in a Teacher Training Institute in the city of Rio


Cuarto, Argentina. The Theatre Workshop is an experience involving students of different races of the Institute Ramón Menéndez Pidal. Interesting contributions to teacher education have been generated from the above experience. In this communication we describe the processes developed by institutional stakeholders, and surveys the progress made and challenges that guide current practice. Keywords: education; art; experience; teacher formation. INTRODUCCIÓN En el campo pedagógico ha habido en los últimos tiempos una discusión entre lo científicos que sostienen que la educación es una ciencia aplicada y los críticos que argumentan sobre la idea de que la educación es una práctica reflexiva (Larrosa, 2003). Este debate que marcó fuertemente el discurso pedagógico de las últimas décadas ha dejado de lado un tercer aspecto que atraviesa todo el ámbito educativo: la experiencia. Recuperar la palabra experiencia y asociarla al sentido que ésta pueda brindarnos permite pensar la educación desde otro lugar (Larrosa, 2003). Un lugar que no tiene porque ser del todo ajena a la ciencia y a la práctica, sino que, por el contrario, habilita a abrir un nuevo espacio de diálogo que enriquezca los saberes científicos y prácticos. En la presente comunicación se describe una experiencia innovadora que se desarrolla en un Instituto de Formación Docente. A partir de la expresión teatral se busca conocer cómo la experiencia artística dialoga con la práctica docente y con los saberes científicos; qué herramientas genera la experiencia artística para desempeñar una mejor práctica docente; cómo conversan, se cuestionan o se complementan el campo artístico y el campo científico; qué vínculo se establece entre el campo artístico y el campo pedagógico y cómo repercute esto en la práctica docente; cómo interpela, tensiona o problematiza la experiencia artística al campo pedagógico y científico. REPENSAR LA PRÁCTICA DOCENTE, REPENSAR LA EDUCACIÓN En la actualidad las instituciones educativas están atravesando un período de crisis (Fernandez, 1999; Donolo Torres, 1999), las viejas teorías parecen ya no echar luz sobre los nuevos problemas. En ese contexto es necesario re-­‐pensar la práctica docente. Esta nueva práctica impone construir un nuevo tipo de docente que tenga en cuenta las variables contextuales, ideológicas, políticas, históricas y sociales para resolver los distintos problemas que surjan en el transcurso de esa práctica. En esta línea teórica Achili define a la práctica docente “…como el trabajo que el maestro desarrolla cotidianamente en determinadas y concretas condiciones sociales, históricas e institucionales, adquiriendo una significación tanto para la sociedad como para el maestro” (1990: 03). Esta idea de práctica supone, por lo tanto, un docente reflexivo y crítico, ya que es necesario trabajar nuevas categorías teóricas que puedan resolver lo inédito. Una de las formas que permite construir saberes, que habiliten a solucionar los nuevos problemas de la educación, es la reflexión sobre la propia experiencia. Como sostiene Zeichner, “…el proceso de comprender y perfeccionar el propio ejercicio docente ha de arrancar de la reflexión sobre la propia experiencia…” (1993: 02).


Esta experiencia proviene, según el autor, de toda la carrera que las personas desarrollan en el sistema educativo, tanto en forma de alumno como de docente. La práctica docente no puede ser pensada más que en el marco de una formación integral para producir soluciones integrales que surjan de la experiencia acumulada, debatida y tensionada. Unas de estas experiencias que hacen a la formación integral es la experiencia artística. Rivera Bernal señala que “…el arte, como ejercicio intelectual y práctico es un excelente espacio para el denominado desarrollo integral de la persona humana, entre otras cosas porque se trata de uno de los campos de saber más completo y riguroso” (1999:9). La enseñanza, enmarcada en la práctica reflexiva, interviene y repercute en el proceso de aprendizaje de los alumnos. La intervención desde los lenguajes artísticos favorece un tipo de aprendizaje, por parte del alumno, más flexible y creativo (Read Herbert en Ros, 2007). La relación que se establece entre el sujeto y la realidad en el proceso de aprendizaje está mediada, en gran parte, por el lenguaje (Vygotski en Baquero, 1997). El lenguaje es el instrumento que regula el pensamiento y la acción; y posibilita el desarrollo de la persona. Si los lenguajes artísticos favorecen la movilidad, la creatividad, la reflexión se estará favoreciendo, en los alumnos, un pensamientos con estás características. En este sentido, Piaget ha destacado la importancia y relación entre movilidad y sistematización del pensamiento. La movilidad permite descentrarse, es decir, poder ponerse en el punto de vista del otro, cooperar, operar con otros, revisar los propios esquemas, relativizar el propio punto de vista, superar la unilateralidad (Piaget en Sanjurjo, 2003) Por otra parte, el lenguaje artístico, como todo lenguaje, tiene su origen social. En este sentido, si es el lenguaje el que posibilita el aprendizaje, no hay aprendizaje que no este en relación con otros. Desde este lugar, se hace necesaria la inclusión del arte en el proceso de aprendizaje, ya que a través de él el pensamiento individual se apropia de la cultura del grupo humano al que se pertenece y la acrecienta (Ros, 2007). El lenguaje artístico permite esta apropiación de la cultura sin perder las particularidades subjetivas, el aprendizaje y la experiencia artística, en el contexto educativo, constituyen una de las estrategias más poderosas para la construcción de ciudadanía en tanto favorece la diversidad cultural y el respeto con quienes son distintos (Arias y Jiménez en Marchesi, 2009). EDUCACIÓN, ARTE Y CIUDADANÍA: EXPERIENCIAS Y DESAFÍOS Según organismos internacionales como la UNESCO y la Organización de Estados Iberoamericanos, la búsqueda de articulaciones entre contextos educativos, arte, creatividad y ciudadanía es uno de los desafíos de la agenda mundial de la educación. Álvaro Marchesi (2009), secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos, sostiene que la educación artística tiene un papel fundamental en la formación integral de las personas y la construcción de la ciudadanía. Creatividad, autoestima, disposición para aprender la capacidad de trabajar en equipo y el desarrollo del pensamiento abstracto son aspecto vinculados a la educación artística que contribuyen a la formación integral de las personas.


“La presencia del arte en la educación, a través de la educación artística y a través de la educación por el arte, contribuye al desarrollo integral y pleno de los niños y de los jóvenes (…) Es necesaria una revisión más profunda que tenga en cuenta la necesidad de ayudar a los estudiantes a percibir el arte como un elemento fundamental de la vida cultural y social, a encontrar un lugar para el arte en sus vidas y a comprender y valorar las contribuciones que los artistas y el arte hacen a las diferentes culturas y sociedades” (Marchesi, 2009: 126) Investigaciones y experiencias previas también han vinculado experiencias artísticas, formación docente y educación. Rosaura Navajas Seco1 y Catalina Rigo Vanrell (2008) presentaron una experiencia de fusión de lenguajes artísticos (arte plástico y expresión corporal) llevada a cabo en la Universidad Complutense de Madrid. Según las investigadoras ambos lenguajes posibilitan el desarrollo de competencias y habilidades personales y sociales. Parres Soto (2000) analizó el efecto de un taller de artes visuales sobre las habilidades para la representación visual y la epistemología personal en estudiantes universitarios. Entre los resultados más importantes, se observaron efectos positivos en las habilidades para la representación visual y cambios en las epistemologías personales. Cornejo (2007) presentó ejemplos prácticos de aplicación referidos a esta formación integral del docente de Ciencias Exactas y Naturales. Entre otras cosas, el autor demostró cómo el arte puede ser una herramienta eficaz para la comprensión y aplicación de nociones científicas. Según el investigador, el discurso exclusivamente racional que planteaba la modernidad debe ser tensionado por lo afectivo y por el pensamiento creativo y flexible, que posibiliten reestructurar formas nuevas de ver la realidad. La experiencia artística en la formación docente aporta a la construcción de un agente educativo con estos saberes en el marco de una educación integral. Este tipo de formación se reflejará naturalmente en una enseñanza también integral. Ros (2007) analiza las relaciones entre arte y educación y señala que deben ofrecerse a los alumnos oportunidades de conocer y aprender los distintos lenguajes artísticos, como lenguajes alternativos. El aprendizaje de los lenguajes artísticos, implica el conocimiento de sus facetas sintácticas, semánticas y pragmáticas. Este tipo de conocimiento contribuirá a alcanzar competencias complejas relacionadas al desarrollo de la capacidad de abstracción, a la construcción de un pensamiento crítico y divergente y a la apropiación de valores culturales. Importante contribuciones a la práctica docente y a la educación en general se han producido a partir de las experiencias innovadoras mencionadas anteriormente. Para la transformación de la educación es indispensable compartir y analizar experiencias, logros y desafíos. Bajo esta premisa, en el próximo apartado se describe una experiencia artística de expresión teatral que se desarrolla en un Instituto de Formación Docente.


UNA EXPERIENCIA DESDE EL LENGUAJE DEL ARTE: EL TALLER DE TEATRO “Hace cuatro años en una charla con alumnos y profesores del Instituto Superior Menéndez Pidal deslicé una idea: “Me parece que estaría bueno crear un taller de teatro en la Institución”. Los compañeros que estaban allí me miraron de diferentes formas. Percibí miradas de asombro, miradas de preocupación, miradas de indiferencia, miradas perdidas y muchas otras que manifestaban una leve inquietud. Me levanté de la silla en la que estaba reposando y volví a pronunciar la misma frase, pero esta vez con más fuerza: “Me parece que estaría bueno crear un taller de teatro en la Institución”. Las miradas inquietas fueron las primeras en manifestar la necesidad de la creación del espacio, apoyándome en la iniciativa. Las de preocupación comenzaron a indagar sobre la idea, mientras que las de asombro ya proponían formas de llevarla a cabo. Las miradas de indiferencia y las perdidas se apagaron bajo el cierre de los párpados y las personas que sostenían dichas miradas se retiraron del lugar. Así comenzó este proyecto, de una idea que afloraba desencajada en el contexto comunicativo de ese momento. (…) En los primeros días las palabras que conformaban las ideas del taller de teatro no se disipaban sino que, por el contrario, daba la sensación de que se habían alojado en las paredes, en las puertas. (…) Luego el tiempo nos demostró que el proceso constructivo para la creación de un espacio teatral no es continuo como parecía ser en los primeros días. Había momentos en los cuales parecía que se abría el taller, otros en los que estaba lejos de concretarse y hasta a veces daba la sensación de que nunca había existido tal idea, ni siquiera algo parecido. (…) Otra característica importante a resaltar es la diversidad de actores institucionales que intervenían en este proceso constructivo: los alumnos con sus necesidades, los docentes con las suyas, los administrativos con sus intereses. (…) El marco organizador que sugerí para desarrollar este tipo de práctica fue el de un taller, en tanto es una modalidad de trabajo cuyo eje es la producción, ya sea material o intelectual. (…) El tiempo fijado llegó y aparecieron cinco personas, alumnos de la institución. Algunos entraron con un aire tímido, indeciso, como pidiendo permiso; mientras que otros estaban más dispuestos, lanzados a esta aventura incierta” (Hirch, 2010: 10-­‐12) Para concretar el desarrollo de la experiencia se planteó un trabajo desde diferentes ejes, a saber: las dificultades de la desinhibición y la imaginación; el código verbal; y actividades basadas en la utilización de diferentes objetos. Se eligió como marco organizador al taller en tanto modalidad de trabajo cuyo eje es la producción. Alonso y Sanjurjo (2008) sostienen que el aspecto destacable en esta modalidad es que la producción y el aprendizaje se articulan, como dos caras de una misma moneda. Es decir, la teoría y la práctica no son procesos separados sino que son articulados por el aprendiz insertado en la producción. Bajo esta modalidad, aparte de aprender procedimientos y conocimientos se aprenden modos de relación con los otros, con la tarea, con el conocimiento, con el mundo.


En una primera parte, se abordó principalmente el problema de la desinhibición y la imaginación, recurriendo a técnicas de expresión corporal en forma individual y grupal. Entre las técnicas utilizadas, se trabajo con telas, con la imaginación de escenarios, situaciones, momentos permitiéndose expresar todo a través del el cuerpo, a través de la relajación y la imaginación de lugares. Igualmente, se trabajó sobre la lectura de una poesía o la observación de una pintura invitando, por medio de esto, a que cada integrante del grupo improvisara un personaje para que, posteriormente, los distintos personajes creados se relacionaran entre sí. Entre los recursos más utilizados se cuentan la música, algunos objetos y la palabra. Tanto la desinhibición – que paulatinamente fue dejando de ser una dificultad – como la imaginación y el trabajo de expresión corporal se aplicaron directa e indirectamente en todos los encuentros. Posteriormente se realizó un trabajo sobre el código verbal, la estructura de las distintas situaciones de una “realidad teatral”, la secuencia, el argumento, el tema, el mensaje, el texto escénico, entre otras cosas. Para estas actividades se utilizaron diferentes recursos tales como poesía, cuentos, canciones, pintura, etc. Estas artes funcionaron como generadores y disparadores para la imaginación, la creatividad y la memoria. También, a partir de las mismas, se practicó la improvisación y la situación dramática: tiempo, momento, espacio, lugar, rol, personaje, características, objetivo, conflicto, multicausalidad, acción, reacción. Se propusieron actividades con distintos tipos de objetos, que fueron utilizados como elementos expresivos. Además, se planteo la práctica de la expresión oral y verbal, que permitió incursionar en diferentes tipos de técnicas narrativas. Así, se organizaron talleres para toda la Institución con distintos profesionales (profesores de teatro, profesores de circo, maestros de música, etc.) que enmarcaron su especialidad en la misma línea de teatro y educación. Desde la segunda mitad del primer año se inició el trabajo sobre dos obras de teatro por medio de la creación colectiva. La primera: “El Círculo”, se expuso en 2007 en la propia Institución y en septiembre de 2008 se presentó en las Olimpiadas Federales de Teatro, en la ciudad de Las Varillas, provincia de Córdoba. En este encuentro se obtuvieron tres premios en la categoría de nivel superior: 1º Premio de Mejor Director a Lucas Hirch, 1º Premio al Mejor Trabajo Grupal y 1º Mención por Coreografía. La obtención de tres premios en la Olimpiadas Federales tuvo una fuerte repercusión no sólo en el interior del Instituto Menéndez Pidal sino, también, en la ciudad de Río Cuarto donde el medio gráfico de mayor importancia publicó una nota mencionando el acontecimiento y en la radio de la Universidad Nacional de Río Cuarto realizaron una entrevista al director teatral de la obra. La participación en esta Olimpiadas, más allá de los reconocimientos que funcionaron como un motor para seguir trabajando, sirvió para consolidar al grupo, permitiendo a todos, relacionarse con otras personas que viven el teatro y para compartir experiencias con otras instituciones educativas que trabajan con este arte. La segunda obra, “La Muerte: Tótem, Tabú, en definitiva tan absurda como algunas vidas”, fue presentada durante 2008 y 2009 en diferentes escenarios y espacios educativos de la ciudad, con una gran repercusión en el público asistente. Las obras fueron construidas en forma colectiva. Los textos fueron escritos por el


director y los demás integrantes trabajaron en la construcción de los personajes, el vestuario, la escenografía, el maquillaje, los aspectos técnicos y estéticos. Se trabajó en 2009 en la construcción de una tercera obra: “Casi un Show”. Ésta no ha sido presentada en ningún escenario y forma parte, junto a este ensayo y a un corto cinematográfico, de los tres proyectos enviados al concurso “Nos-­‐Otros y la participación” organizado por el Ministerio de Educación de La Nación. Para el presente año, el taller contará con dos días para su dictado. En uno de ellos se trabajará la construcción de obras teatrales que serán presentadas en diferentes escenarios y escuelas de la ciudad y la región. En el otro, se trabajará en talleres enfocados, principalmente, a los estudiantes ingresantes. Además, se invitará a otros especialistas para recibir su aporte y conocimiento. También se inaugurará un nuevo espacio denominado “Seminarios del pensamiento límite”. Estos seminarios tendrán como objetivo no sólo la formación sobre aspectos teóricos, ideas o reflexiones relativas al teatro y la educación, sino también funcionarán como un espacio de producción intelectual. Estas producciones consistirán en la defensa escrita de una idea propia sobre nuestra línea de trabajo por parte de los asistentes. Otro de los espacios que se inicia en 2010 pero que será presentado en 2011 lo constituye una sección denominada “Diálogos”. Esta sección consistirá, en una primera parte, en la producción escrita de un diálogo entablado entre dos personajes sobre algún tópico central (Por ejemplo: la locura, el amor, la risa). Estos diálogos serán puestos en escena en las instituciones educativas, para luego generar un debate. Para finalizar, se puede mencionar que el taller se encuentra en un proceso denominado “territorialización del teatro”, en donde se busca expandir el taller al territorio. Esto consiste en llevar la experiencia y saber vivido a los barrios, las villas y los pueblos aledaños a la ciudad donde esta actividad es prácticamente escasa o nula. Además de los reconocimientos externos, que se hacen visibles en los premios y las distinciones obtenidas, se observan impactos positivos de la experiencia a nivel subjetivo, grupal, institucional y comunitario. En estudios e indagaciones previas se observó que las experiencias en el taller de teatro les permiten a los alumnos (futuros docentes) interactuar con lenguajes diversos y expresarse a través de diversas formas de comunicación. Los alumnos también manifiestan utilizar herramientas del arte diseñar y llevar a cabos sus prácticas docentes. Mejorar la comunicación con los demás, superar la timidez y aumentar el autoestima, también son impactos positivos de las experiencias artísticas no solo en la formación de los alumnos sino también en su desarrollo personal y social (Hirch, 2009; Elisondo, 2010). Múltiples proyectos y desafíos configuran el campo actual y futuro de la experiencia descripta. Nuevos actores, nuevos territorios, nuevos lenguajes, nuevas experiencias, nuevas ideas indican que el show recién comienza.


CONSIDERACIONES FINALES Compartir una experiencia fue el propósito de la presente comunicación. Solo a partir del dialogo entre educadores y alumnos y la puesta en común de experiencias valiosas para los sujetos, las instituciones y las comunidades será posible pensar transformaciones educativas. La búsqueda de articulaciones entre arte, formación y práctica docente implica pensar a la educación en el plano de la complejidad. Es necesario conocer las particularidades y profundidad de las relaciones que se tejen entre los diferentes lenguajes para proyectar futuras intervenciones en el campo educativo que favorezcan el desarrollo de la autonomía, la reflexión, la responsabilidad, el compromiso, la solidaridad, la colaboración, el trabajo colectivo en docentes y alumnos. Para finalizar este relato es importante señalar algo fundamental: apropiarse del lenguaje de las artes permite descubrir un nuevo rumbo en la enseñanza, que ya nunca se abandona. El lenguaje del arte parte de la idea creativa, que se siente, y se vivencia no en el plano individual sino grupal. Por esto es necesario crear y recrear en las aulas día a día un escenario donde permitirse actuar, para otros y con los otros. BIBLIOGRAFÍA Achilli, Libia Elena (1990) La Práctica Docente: Una Interpretación Desde Los Saberes Del Maestro. Buenos Aires: Paidos. Alonso, Felipe; Sanjurjo Liliana (2008). Didácticas Para Profesores De A Pie. Propuestas Para Comprender Y Mejorar La Práctica. Buenos Aires: Edit. Homosapiens. Baquero, R. (1997) Vigosky Y El Aprendizaje Escolar. Aprendizaje. Madrid: Editorial Visor. Cornejo, J (2007) Formación Integral Docente En Ciencias Exactas Y Naturales. Revista Iberoamericana En Educación, 2. http://www.rieoei.org/deloslectores/1864Cornejo.pdf (07-­‐07-­‐10). Hirch, L. (2010) Teatro del hueco. Una experiencia antipedagógica. Inédito. Río Cuarto. Donoso Torres, Roberto (1999) Mito Y Educación. El Impacto De La Globalización. En La Educación En Latinoamérica. Buenos Aires: Espacio. Fernandez, A. (1999) Instituciones estalladas. Buenos Aires: Edudeba. Elisondo, R. (2010) La creatividad en personas comunes. Potencialidades en contextos cotidianos. Tesis de presentada para acceder al grado de Doctor en Psicología. Universidad nacional de San Luis. Larrosa, J. (2003) “Las experiencias y sus lenguajes”. Disponible en www.me.gov.ar/curriform/publica/oei_20031128/ponencia_larrosa.pdf (07-­‐07-­‐ 10). Marchesi, A (2009) Las Metas Educativas 2021. Un Proyecto Iberoamericano Para


Transformar Al Educación En La Década De Los Bicentenarios. Revista CTS. http://www.revistacts.net/files/marchesi_metas_educativas_2021.pdf (07-­‐07-­‐10). Navajas Seco, Rosaura y Catalina Rigo Vanrell (2008). La Fusión De Contribuir En La Formación Docente. Arte Y Expresión Corporal: una Fusión Para Contribuir En La Formación Del Docente. Arteterapia. revistas.ucm.es/edu/18866190/articulos/ARTE0808110189A.PDF (07-­‐07-­‐10). Parres Soto, Ramón Eduardo (2009). Cambios En Las Habilidades Para La Representación Visual Y En La Epistemología De Los Estudiantes Universitarios Que Participan De Un Taller De Artes Visuales. 148.204.73.101:8008/jspui/bitstream/123456789/562/1/67.pdf (07-­‐07-­‐10). Sanjurjo, L; Rodríguez, X (2003). Volver A Pensar La Clase. Las Formas Básicas De Enseñar. Argentina: Homo Sapiens Ros, Nora. (2007). El Lenguaje Artístico, La Educación Y La Creación”. Revista Iberoamericana De Educación. www.rieoei.org/deloslectores/677Ros107.PDF (07-­‐ 07-­‐10). Zeichner, Kenneth (1993). El Maestro Como Profesional Reflexivo. Argentina: Cuadernos De Pedagogía.


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