Estimación de pérdidas por sequía

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Ministerio Agropecuario y Forestal Dirección General de Políticas Agropecuarias División de Estadísticas

Estimación de pérdidas por sequía Epoca de postrera del ciclo agrícola 2009–2010

Noviembre, 2009


nos básicos y el potencial agravamiento de la seguridad alimentaria en los hogares de los productores. Por razones obvias, la cobertura de la encuesta fue limitada a un grupo de 36 municipios ubicados en, o en la frontera de, la faja de más bajas precipitaciones del país; a saber —cf. gráfica 2—:

Índice 1. Introducción

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2. Resultados 2.1. Información general del productor y de la finca . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Gravedad de la sequía . . . . . . . . . 2.3. Areas sembradas y pérdidas . . . . . . 2.4. Granos almacenados . . . . . . . . . .

3 . . . .

3 4 7 9

Departamento

Municipios

Nueva Segovia

Mozonte, Ciudad Antigua, Macuelizo, Santa María Somoto, Totogalpa, Telpaneca, Las Sabanas, San José de Cusmapa, San Lucas, Yalaguina, Palacaguina San Juan de Limay, San Nicolás, Pueblo Nuevo La Concordia San Isidro, Sébaco, Ciudad Darío, Terrabona Boaco, San Lorenzo, Teustepe Villa El Carmen,Tipitapa, San Francisco Libre El Jicaral, El Sauce, Achuapa, Nagarote, La Paz Centro, Santa Rosa del Peñón Cinco Pinos, San Francisco, San Pedro y Santo Tomás del Norte

Madriz

1.

Introducción

En los meses de agosto, setiembre y parte de octubre, la precipitación se redujo mucho más de lo normal en todo el país; tanto que en algunas zonas bajó a niveles calificados de sequía. La gráfica 1 muestra escenas ilustrativas de la evolución del promedio mensual de la precipitación en esos meses, y del porcentaje c.r.a la «norma histórica» en el periodo agosto-octubre. Ahí se ve que durante ese periodo la mayor parte del país recibió menos del 75 % de la precipitación media, cayendo en algunas zonas entre 10 % y 50 % del promedio. A finales de octubre y principio de noviembre algunas tormentas y el huracán IDA redujeron la escasez de lluvia, pero aún en la segunda semana del mes, los criterios del MFEWS clasificaban ciertas zonas del país en estado de sequía. Esta encuesta se hizo en el periodo comprendido entre el 18 y el 25 de octubre, con el propósito de obtener rápidamente una valoración, no exhaustiva, del efecto adverso de la sequía en la temporada de postrera; en particular, de las pérdidas de áreas sembradas de gra-

Estelí Jinotega Matagalpa Boaco Managua León

Chinandega

En la sección que sigue viene el análisis descriptivo de los resultados de la encuesta, y en el apéndice las tablas con los estimados relevantes, más algunas gráficas que ilustran su distribución espacial.

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vs. 11 %) y una menor concentración de la tierra (índice de Gini de 0,68 vs. 0,72), de lo que resulta un tamaño medio de finca de 28 mz versus la media nacional de 39 mz. En otros como la tenencia de la tierra, asistencia técnica, género y tamaño del hogar del productor, estos municipios dan estimados prácticamente iguales a los correspondientes promedios a nivel de país.

Esta investigación fue posible gracias al apoyo del Banco Central de Nicaragua, institución que proveyó los fondos necesarios para sufragar los gastos del operativo de campo y el procesamiento de los datos.

2.

Resultados

1. La cantidad estimada de explotaciones agropecuarias en los municipios cubiertos por la encuesta, es de casi 60 mil; lo que es alrededor de la cuarta parte de la cantidad estimada para todo el país. Entre todas administran 1,6 millones de manzanas, generalmente (94 %) bajo el régimen de tenencia propia. Mozonte y Sébaco son municipios en los que el régimen de tenencia es notablemente diferente del resto, debido a los derechos sobre la tierra que tienen las comunidades indígenas existentes ahí.

Al comparar los resultados de esta encuesta con indicadores provenientes de otras fuentes —e.g el censo agropecuario del 2001, cifras catastrales o la extensión de los municipios dada por INETER— debe tomarse en cuenta que: a) por diseño, el marco de muestreo utilizado en la encuesta cubre algunos municipios «en exceso» y otros «en defecto», y por consiguiente el estimado de área en fincas puede ser mayor que la extensión del municipio; b) el márgen de error admisible fue establecido en 10 % («hacia arriba» o «hacia abajo») —este es un valor promedio y bien pudiera ocurrir que sea mayor para algunos municipios, sobre todo los más pequeños a los que se les asignó una muestra menor— y c) los datos fueron los declarados por el productor, y que en una situación como en la que se desarrolló la encuesta, no es extraño que esas declaraciones se hayan visto sesgadas en una dirección favorable a expectativas de apoyo gubernamental. 2.1.

2. El tamaño promedio de una explotación es de 28 mz, de las que alrededor de 5 mz son dedicadas a cultivos anuales. A nivel municipal, el tamaño promedio varía de 7 mz en San Francisco del Norte a 114 mz en San Francisco Libre, mientras que el área promedio dedicada a cultivos anuales varía entre 1 mz y 15 mz. Los municipios en los que se cultiva arroz de riego son los que dan los promedios más altos de tierra usada para cultivo anual.

Información general del productor y de la finca

3. La densidad promedio (i.e proporcional al inverso del tamaño de finca) es de 36 fincas por cada mil manzanas de tierra en fincas. Alrededor de este se colocan las densidades de Somoto, San Isidro, San Lorenzo y otros; y en los extremos, algunos como San Francisco Libre y Tipitapa con muy baja

Con respecto algunos indicadores promedios a nivel nacional, las explotaciones agropecuarias en los municipios investigados se caracterizan por una mayor proporción de área dedicada a los cultivos anuales (19 %

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es muy distinto de la media estimada a nivel nacional, pero en los municipios de Estelí, Madriz y León la frecuencia es consistentemente cerca del doble del promedio.

densidad, y Ciudad Antigua, Pueblo Nuevo y San Francisco del Norte, con las más altas. 4. El porcentaje de tierra dedicado a cultivos anuales en los municipios cubiertos por la encuesta (19 %) es más alto que el estimado para todo el país (11 %). Inclusive, algunos municipios son muy diferentes en este aspecto de los otros en el mismo departamento. Es el caso de Boaco, Matagalpa y Chinandega: los municipios incluidos en esta encuesta dan estimados del porcentaje dedicado a cultivos anuales, que son el doble de los estimados para todo el departamento.

8. El promedio de miembros por hogar es de 6, variando entre 4 y 9 según los municipios. En la mitad de los municipios la frecuencia está entre 4 y 5, siendo inferior al promedio de personas por vivienda estimado para el área rural en el censo del 2005 (5,4). 9. Cerca del 90 % de los miembros del hogar dependen del ingreso del productor. En los municipios de Nueva Segovia, Madriz y Managua ese porcentaje es llamativamente menor por causas que no fueron investigadas, pero que posiblemente están relacionadas con remesas familiares y oportunidades de empleo.

5. La frecuencia de los que recibien asistencia técnica (13 %) no es muy diferente del promedio que se ha estimado en otras encuestas de nivel nacional. Sin embargo, algunos municipios de Nueva Segovia y Madriz, notablemente aquellos donde los beneficiados por el PPA son más frecuentes, dan estimados tan altos como el 40 %. Las instituciones del Gobierno (INTA, IDR, MAGFOR) son las mencionadas con más frecuencia (62 %) entre las proveedoras de asistencia, seguidas de las fuentes privadas (37 %), entre las que se incluyeron las organizaciones de productores y casas comerciales expendedoras de insumos.

10. Una cuarta parte considera que el ingreso que obtiene de la actividad agropecuaria es suficiente para satisfacer las necesidades básicas del hogar. El estimado para algunos municipios como Las Sabanas y otros de Madriz y Nueva Segovia, es sospechosamente mucho más alto que el promedio. Es posible que eso se deba a que los informantes entienderon la pregunta en el sentido de la contribución de la actividad agropecuaria al ingreso familiar.

6. Los municipios donde los beneficiados por el PPA son reportados con más frecuencia, son Ciudad Antigua, Mozonte, San Lucas, San José de Cusmapa y San Juan de Limay.

2.2.

Gravedad de la sequía

Un grupo de preguntas en el cuestionario estaba enfocado en valorar la percepción de los productores acerca de la gravedad de la sequía, y de sus consecuencias en

7. En promedio, cerca del 15 % de las explotaciones son administradas por mujeres. Este porcentaje no

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ción es relativamente bastante menor que el promedio: Sébaco en donde hay relativamente más facilidad y el uso del riego es más frecuente, y, en el otro extremo, San Francisco y Santo Tomás del Norte, en donde los periodos de escasez de agua son recurrentes.

el sustento del hogar y la sobrevivencia de los animales. De las respuestas se puede afirmar que es casi unánime la consideración de que la actual sequía es más grave que las sufridas en el pasado reciente, y que la incertidumbre acerca del abastecimiento de granos para la alimentación es por mucho, la principal preocupación de los productores.

3. Los tres problemas de mayor importancia o preocupación surgidos de la sequía, que se le pidió enunciar a los entrevistados, fueron clasificados en 7 grupos:

1. En promedio, el 70 % de los productores estaba informado antes de la siembra de postrera, de que se produciría un periodo más seco de lo normal. Los municipios de Matagalpa (excepto San Isidro) dan estimados mucho menores del promedio, y los de Madriz (excepto Palacaguina) y Jinotega, bastante más grandes. Aunque no es posible obtener de la encuesta una indicación de cuánto influyó ese conocimiento en el porcentaje del área que no fue sembrada, es previsible que no fuera determinante por el hecho de que la principal motivación de la siembra de granos básicos en los municipios cubiertos por la encuesta, es el autoabastecimiento de alimentos.

alimento Los relacionados con la escasez de alimento, almacenamiento de granos, alza de precios de los alimentos. sequía Pérdida de cosecha, bajos rendimientos, escasez de agua, prolongación de la sequía, y otros similares. dinero Los relativos al ingreso y capacidad económica para satisfacer necesidades: pérdidas económicas, falta o pérdida de empleos, emigración, ...

2. La opinión generalizada es de que la sequía de este año les afectó adversamente más que en el pasado reciente. Este estado de opinión, si bien no deja lugar a dudas de cómo han percibido los productores los efectos perjudiciales de la actual sequía, debe ser moderado por el reconocimiento de que, en situaciones como estas, los entrevistados tienden a sesgar su opinión hacia extremos que en cierta medida favorecen el logro de sus expectativas de recibir apoyo del Estado o de otras organizaciones.

ganado Aquellos referidos al ganado: escasez de alimento o agua para los animales, precios bajos del ganado o de los productos lácteos, abigeato y otros del mismo tipo. insumos Escasez de semilla para la siembra, alza de precios de los insumos, falta de financiamiento y otros. comercio Los referidos a la comercialización de los productos. otros Los que no caben en los anteriores.

Es interesante que en tres municipios esa percep-

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ja frecuencia en los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Boaco (y también en San José de Cusmapa) podría estar relacionada con las oportunidades de empleo que genera el corte de café, aunque eso no es consistente con los estimados para los municipios de Nueva Segovia, en donde la producción de café (o la de los municipios en su vecindad) es relativamente importante.

Los cuatro primeros grupos fueron los más votados y por eso fueron los únicos que se tabularon. a) En promedio, cerca tres de cada cinco ven a los del grupo alimento como uno de los problemas más graves. En 19 municipios la frecuencia de esta opinión es mayor que el promedio, y en unos pocos (San José de Cusmapa, San Francisco y Santo Tomás del Norte) extremadamente baja. Sin embargo, debe notarse que en estos municipios la frecuencia de los problemas puestos en el grupo dinero, está muy arriba del promedio correspondiente, lo que es, simplemente, otra manera de expresar la preocupación reinante sobre el abastecimiento de alimentos.

d) Los problemas o preocupaciones incluidas en ganado fueron los menos votados de los incluidos en los cuatro grupos, con una frecuencia promedio de «1 de cada cuatro». El hecho de que el riesgo de perder animales en el corto plazo por los efectos de la sequía no es tan grande como en el caso de los cultivos, explica parcialmente este resultado. Por otro lado, la diferente importancia relativa que tiene la ganadería en los diferentes municipios se refleja en los estimados municipales, y es evidente en los agregados a nivel de departamento.

b) La frecuencia promedio de los que ubican la pérdida de la producción entre sus preocupaciones más graves, es «dos de cada cinco». Los estimados a nivel de municipio dan un mensaje en apariencia inconsistente —p.ej. los altibajos en algunos municipios de Nueva Segovia y Madriz— pero cuando estos se relacionan con las pérdidas de área sembrada , emerge un patrón que les da coherencia: en municipios en donde prácticamente se perdió todo, el grupo sequía pierde relevancia, mientras que en aquellos en donde todavía había esperanzas de que los cultivos se recuperaran, el grupo es relativamente más importante.

e) El 60 % de los productores que tiene ganado bovino dice no disponer de alimentación para los animales en el verano1 . En realidad, la actual sequía sólo ha venido a incrementar el riesgo de este problema recurrente, aunque las lluvias de finales de octubre y principios de noviembre pareciera que lo han disminuido. Los frecuencias más bajas de disponibilidad se dan en los municipios «ganaderos» de León y

c) La falta de ingresos para la satisfacción de necesidades es votado, en promedio, por cerca de «1 de cada 3». La relativamente muy ba-

1 Cabe

recordar que, en su oportunidad, las asociaciones de ganaderos manifestaron ante los medios de comunicación pública la relevancia y potencial gravedad de este problema.

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Chinandega, y aquellos de Matagalpa y Boaco en donde la trashumancia es relativamente más costosa —p.ej. el municipio de Boaco vs. los de Teustepe y San Lorenzo—. La consideración simultánea de la disponibilidad de alimento para el verano y la disponibilidad de agua para los animales, permite destacar a dos grupos de municipios. Por un lado el de Santa María, Palacaguina, San Nicolás, Santo Tomás del Norte, San Isidro y Ciudad Darío, en los que la disponibilidad es baja en esos dos insumos; y por otro, el de El Jicaral, La Paz Centro, Nagarote, Teustepe y San Lorenzo, en los que la disponibilidad de alimento es baja pero la de agua es comparativamente más alta, obviamente porque (excepto Teustepe) tienen costa en uno de los dos lagos del país. Es llamativo el hecho de que productores en municipios donde la disponibilidad de agua es aparentemente mejor, consideren el riesgo de falta de disponibilidad de alimento en verano tan alto, como el de otros donde las fuentes de agua permanentes son más escasas.

2.3.

Areas sembradas y pérdidas

Un resumen de los estimados de área sembrada en postrera, porcentaje de área perdida y valor monetario de la pérdida asignada por los productores, es el siguiente: cultivo frijol maíz sorgo

área mil mz 58 41 18

pérdidas % millón C $ 80 65 40

93 52 15

En concordancia con la gravedad de la sequía percibida por los productores, las pérdidas de áreas sembradas en los tres cultivos (ignorando que hay áreas de cultivos asociados) llegan a un poco más de 80 mil manzanas, y son valoradas por los productores en 160 millones de córdobas. Con base en los estimados de esta encuesta, un cálculo simple pero conservador del valor de las pérdidas por la producción no lograda, sólo en maíz y frijol, da como resultado 395 millones de córdobas. 1. La producción de frijol fue la más afectada. Globalmente, para todos los municipios, se puede decir que 1 de cada 5 manzanas que había intenciones de sembrar, no fue plantada, ya sea por temor al riesgo de pérdida o porque la falta de lluvia no lo hizo posible; y 4 de cada 5 que fueron sembradas, se perdieron por efecto de la sequía. Suponiendo que se hubiera sembrado lo que se tenía de intención, un rápido cálculo conservador de la producción que fue perdida, asumiendo 30 % de pérdida de área — uno de los promedios más altos en los últimos años

f ) El agregado en los municipios de Chinandega, de la percepción de suficiente disponibilidad de agua en la finca para el consumo humano, es el más bajo entre los departamentos; en tanto que el promedio en Nueva Segovia, Madriz y Boaco, está arriba del promedio. En algunos municipios este indicador señala una amenaza importante; tal es el caso de Santa María, Palacaguina, Yalaguina, San Francisco del Norte, San Isidro y San Francisco Libre.

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3. Sólo en 17 de los 36 municipios se espera obtener una producción significativa de frijol, la que sumará cerca de 100 mil quintales. Se espera un rendimiento promedio 9 qq/mz, aunque en Ciudad Antigua y San Juan de Telpaneca pudiera estar en el rango de 11–15 qq/mz.

en esos municipios— y un rendimiento de 9 qq/mz —calculado con los estimados de este año, con la sequía—, resulta en un poco más de 330 mil quintales; lo que significaría una pérdida de alrededor de 165 millones de córdobas al precio promedio que actualmente se está pagando al productor el quintal de frijol (500 C$/qq).

4. Las áreas sembradas de maíz se perdieron en un porcentaje significativamente menor que las de frijol, debido a la mayor tolerancia al estrés hídrico de este cultivo; pero en las siembras no realizadas (85 %), los estimados para los dos cultivos son prácticamente iguales. Con una argumentación similar a la de líneas atrás para el caso del frijol, un cálculo conservador de la pérdida de producción —con una tasa de pérdida de área de 30 % y un rendimiento de 14 qq/mz— resulta en 280 mil quintales, para una pérdida monetaria de C $ 70 millones, suponiendo un precio promedio pagado al productor, de 250 C$/qq.

2. En 13 municipios se perdieron prácticamente todas las áreas sembradas de frijol, y en 21 fueron de 80 % o más. Solamente en Ciudad Antigua, Las Sabanas, San Juan de Limay, San Pedro, San Francisco y Santo Tomás del Norte, más Villa El Carmen, los niveles de pérdidas declarados no fueron tan elevados. Es posible que la costumbre de sembrar variedades de ciclo corto como una estrategia de «escape» a los periodos recurrentes de escasez de lluvias, en algunos de esos municipios sea una explicación de la reducida tasa de pérdida. En otros la orografía fue determinante. Es el caso de las pérdidas en los municipios de Las Sabanas (25 %) y San Lucas (75 %), que son colindantes. Obviando el hecho de que el área sembrada en el primero es sólo la décima parte que la del segundo, una explicación basada en las observaciones de campo es que las siembras de frijol en Las Sabanas son más frecuentes en las laderas orientales y la cima de la cordillera de montañas que atraviesa el municipio, mientras que las de San Lucas se encuentran en los terrenos más bajos que se ubican al occidente de dicha cordillera. De ahí que reciban menos descarga de agua de lluvia y en consecuencia el mayor nivel de pérdidas.

5. En 11 municipios la pérdida estimada del área sembrada es prácticamente de 100 %, y en 17, de por lo menos 80 %; sólo en 7 el porcentaje es inferior a 50 %, sobresaliendo entre ellos los municipios vecinos de San Juan de Limay, San Pedro, Santo Tomás y San Francisco del Norte. 6. En parte debido a la sequía, el rendimiento promedio esperado de maíz es de 14 qq/mz, el cual, si bien es bajo, no es inusual en estos municipios en la época de postrera. Sólo en La Paz Centro el rendimiento podría estar alrededor de 22 qq/mz. 7. Como es de esperar, los niveles de pérdida en fri-

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Parece consecuencia natural de la mayor distancia a los mercados de Managua o de la peor calidad de la red vial, que la frecuencia de fincas con granos almacenados sea generalmente mayor en los municipios de Jinotega, Matagalpa y los de la región de Las Segovias.

jol son similares a los correspondientes en maíz, con algunas excepciones: Ciudad Antigua y Villa El Carmen en donde la pérdida en maíz es mucho mayor que la de frijol, y San José de Cusmapa y Boaco en donde se estima lo contrario. 8. A pesar de que el cultivo de sorgo es más tolerante a la sequía, el nivel de pérdida promedio es de 40 %, llegando en algunos municipios a, prácticamente, el 100 %. Sólo en 9 de los 26 municipios en los que se reporta siembra de sorgo, el porcentaje de área perdida es inferior a 50 %.

2. En casi todos los municipios, menos de la tercera parte de los que tienen granos almacenados dicen que lo que tienen es suficiente para satisfacer sus necesidades. De hecho, en 21 de los 36 municipios esa frecuencia no supera el 10 %, y en los 4 de Chinandega, más Mozonte y Achupa, es prácticamente igual a cero. El estimado en algunos es tan alto y discordante (San José de Cusmapa, El Jicaral) que provoca desconfianza.

9. El rendimiento promedio (incluyendo los tres tipos de sorgo) se espera sea de unos 32 qq/mz, aunque en municipios como Nagarote, donde no se reportaron pérdidas y se cultiva sorgo rojo, se espera un rendimiento de 55 qq/mz. 2.4.

3. A nivel municipal, la cantidad almacenada de maíz está generalmente en el rango de 2 000–10 000 quintales. Los que tienen menos de 1 000 qq son muy pocos, y son (con algunas excepciones) los que tienen menos fincas (e.g Mozonte, Las Sabanas, y otros). En el caso del frijol, la mayor parte dan estimados en el rango de 1 000–5 000 quintales, y naturalmente, hay menos en los municipios que dedican menos área a su cultivo.

Granos almacenados

Cuando se hizo la encuesta, solamente un poco más de la mitad de las fincas tenían granos almacenados, y en cantidades que suman 140 mil quintales de maíz, 62 mil quintales de frijol, y un poco menos de 5 mil quintales de sorgo, destinados casi todos (más de 80 %) para el autoconsumo (humano o animal). El promedio por finca con granos almacenados es de 8 qq de maíz, 4 qq de frijol y 10 qq de sorgo. Incluyendo a todas las fincas, los promedios se reducen a 2 qq de maíz, 1 qq de frijol y menos de 50 lb de sorgo.

4. La mayor parte de los 140 mil quintales de maíz y de los 62 mil quintales de frijol almacenados, están destinados para el autoconsumo. Si se acepta la referencia de que en el país el consumo percápita por año de maiz es de 130 lb, y el de frijol, 36 lb, las cantidades almacenadas serían suficientes para satisfacer (ignorando que una parte se destina para semilla de siembra o la comida de los animales) las

1. En promedio el 55 % de las fincas tenían granos almacenados, en cantidades que sólo el 17 % considera suficientes para satisfacer sus necesidades.

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necesidades de maíz de más de 100 mil personas, y, en el caso de frijol, de casi 180 mil. Si bien la comparación es irreal y de poco sentido, a modo de ejercicio vale señalar que la encuesta da un estimado de aproximadamente 350 mil personas en los hogares de los productores, y que por tanto el grano almacenado es suficiente para satisfacer el consumo de 6 meses de frijol y de 3 meses de maíz, de esa población. 5. La media de la cantidad almacenada de maíz es 8 qq. Contrario a lo esperado, la variación entre municipios es relativamente alta, con un grupo de 13 que tiene promedio de 10 qq o más. A primera vista no se encuentra una explicación de ese hecho, pero hay que notar que los promedios altos parecen estar ligados con una fracción más alta de lo que se tiene destinado a vender. Esa es la tendencia que se ve en los municipios de Macuelizo, Santa María, La Concordia, San Lorenzo y otros, desaparece en Terrabona, Ciudad Darío. 6. Para compensar la falta de granos, los productores tienen varias estrategias que fueron clasificadas en cinco grupos no mutuamente excluyentes: comprar el producto, vender activos de la finca, buscar empleo, pedir prestado y emigrar. En promedio 18 % ve la emigración (interna y fuera del país) como una estrategia para satisfacer sus necesidades. Esta se manifiesta en los municipios de Madriz en un estimado que es el doble del promedio, y en particular en San José de Cusmapa, en donde practicamente se considera la única alternativa.

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Figura 1: Escenas de precipitaci贸n

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The USAID MFEWS Weather Hazards Impacts Assessment for Central America November 12 – November 18, 2009 ƒ Tropical activity in the Atlantic and Pacific basins have caused localized floods, landslides and damages to infrastructure across

Nicaragua, Honduras, El Salvador, and Guatemala in the last seven days. 4) In addition to enhanced rains in southern Guatemala in the past two weeks, the development of tropical low in the Pacific brought heavy rainfall affecting parts of Guatemala, El Salvador and western Honduras. These rains have caused numerous floods, landslides, damages to infrastructure, fatalities, and thousands of displaced people across central El Salvador. 5) Tropical storm Ida brought significantly heavy rains during the last 7 days. This has resulted localized flooding, landslides, and some damages to infrastructure for many local areas in coastal Nicaragua and Honduras. Additionally moderate to heavy precipitation is expected to continue for parts of northeastern Honduras in the next seven days. 1) Precipitation deficits have resulted in poor crop conditions and local crop failures for a number of departments across central Guatemala. 2) Inconsistent and below-average rainfall throughout the primera season and into postrera season have led to insufficient soil moisture in central Honduras. Low rainfall totals are expected to continue through November. 3) Since August, poor rainfall accumulations have led to insufficient soil moisture and reduced water availability along the Pacific coast of Nicaragua.


Figura 2: Precipitaci贸n media anual y municipios seleccionados

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