Editorial
Música i poble Editorial
C
on este número, la revista “Música i Poble” sufre un punto de inflexión en su historia, ya que, después de algunos meses de incertidumbre en su publicación, motivada por los impagos del Consell, se ha tomado la decisión de editarla en formato digital, al menos por el momento, a la espera de que las aguas vuelvan a su cauce o de que la experiencia confirme que este nuevo formato de la revista servirá para incrementar su difusión e impactos en el global de la población. Es una consecuencia más de este “viaje de vuelta”, es una consecuencia más de la aplicación de las nuevas tecnologías al campo de la comunicación, es una consecuencia más de la necesaria “viralización” de la información y el conocimiento, es una consecuencia más de la aplicación del “social media” a nuestra vida cotidiana y de la masiva entrada de los dispositivos móviles en nuestra actividad personal y profesional. Así, este número ya podrá consultarse a través del banner de la propia revista en el portal web de la FSMCV i del Boletín semanal “A tempo”. Asimismo, podrá ser descargado en formato .pdf en la misma página de consulta a la par que será enviada en este formato a todas la direcciones de correo electrónico disponibles en la FSMCV. Con todo esto se espera una mayor difusión de esta publicación, así como la rotura de las barreras que generaba la utilización más personalista de los ejemplares de la revista en papel, que acaban en la casa particular de los directivos de la SSMM o en archivos de publicaciones no abiertos a la pública consulta. Y todo esto en un contexto de recesión económica e incertidumbre, en donde está más presente la prima de riesgo que la prima hermana, en donde todo cambia y nada es inamovible, pues para algo bueno puede servir también esta situación caótica, y cuando creo que existe una lejana esperanza de que, después de las cenizas en que todo esto se está con-
6
virtiendo, pueda renacer como ave fénix una nueva actividad adaptada al nuevo contexto, con visos de futuro y que sea capaz de ilusionar a las personas involucradas en su desarrollo y mantenimiento. Por otra parte, la reciente asamblea general de la FSMCV, convocada con carácter extraordinario para informar al colectivo sobre la grave situación provocada por el retraso en el pago de las ayudas por parte de la Generalitat Valenciana, nos ha transmitido un mensaje de madurez asociativa por parte del colectivo, que con buena actitud y ante el anuncio del pago de las ayudas “después del verano” por parte del Conseller de Governació, no aprobaba la financiación del programa de intercambios y sí lo hacía con la necesaria financiación de las actividades de la FSMCV, cruciales para las sociedades musicales en el momento en que estamos. Y todo ello a pesar de algunas intervenciones oportunistas que, a la vista de la situación, han querido rentabilizar posturas que no se han sabido canalizar a través de los numerosos mecanismos democráticos que nuestra entidad ofrece para garantizar una pluralidad responsable y no la persecución obsesiva e inconsciente a un equipo gestor en tiempos de vacas flacas. Como todo el mundo sabe, el tiempo pondrá las cosas en su sitio, o las organizará de otra forma, mejor que como estaban, para adaptarse a los tiempos que corren. Lo que sí parece bastante cierto es que, cuando todo esto acabe, lo que permanezca no se parecerá mucho a lo que siempre existió. Quedamos emplazados para verlo.