Nov ‘11
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especial panamericanos
Bañados en oro Por Pablo Roy Layús
El seleccionado masculino de handball escribió una nueva página dorada en el libro del deporte argentino: tras derrotar en la final a Brasil por 26-23, se coronó campeón Panamericano y se quedó con la medalla más deseada, algo sin precedentes para esta disciplina en nuestro país. Como si eso fuera poco, el equipo conducido por Eduardo Gallardo obtuvo la única plaza en disputa para Londres 2012, en lo que será la primera participación albiceleste en Juegos Olímpicos en la historia de esta disciplina.
“S
oñaba con esto todas las noches, no lo puedo creer. Brasil siempre juega mejor en los torneos pero en el clásico es diferente y después de dos finales perdidas, esta vez nos tocó a nosotros”. Las palabras de Andrés Kogovsek, un símbolo de la selección argentina de handball, y las lágrimas en sus ojos son más que elocuentes. El triunfo del combinado dirigido por Eduardo “Dady” Gallardo se festejó con ganas, tantas que daba la impresión de que podía durar para siempre. Y no era para menos: vencieron a Brasil, el clásico rival, por un ajustado 26-23 y, además de tomarse revancha de las finales de Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, se coronaron campeones Panamericanos por primera vez en la historia. Como si esto fuera poco, sacaron boleto directo para Londres 2012,
lo que significará el debut del balonmano argentino en Juegos Olímpicos. Como era de esperarse, el partido fue durísimo. Argentina puso el corazón en la cancha, y su garra fue acorde a lo que estaba en juego. Pero enfrente no había un equipo cualquiera: el rival a vencer era Brasil, el bicampeón Panamericano, el archirrival eterno, el que siempre nos complica la vida. Y ante la pasión albiceleste, los cariocas opusieron su talento, lo que generó un desarrollo con mucha paridad y tensión durante todo el match. En el comienzo del encuentro Brasil fue con todo sobre Diego Simonet, la figura nacional, y Argentina salió a la cancha con una defensa mixta, que en el arranque no se mostró del todo sólida, lo que dejó el marcador 2-5 abajo. Pero en ese momento empezó a brillar el corazón albiceleste para darlo