VERSE BIEN ENTREVISTA “La ropa es una herramienta para proyectar lo que se desea que los demás sepan de ti.” Quien dice esta frase asegura que cada minuto que se pase escuchándole valdrá oro. POR: VERÓNICA LORA
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¿Cómo logra ser Jenny Polanco la diseñadora y a la vez la empresaria exitosa? Fui de las pioneras en montar una tienda, pero más que una tienda creo que soy la primera en trabajar con un criterio de negocio, no como una diseñadora de Alta Costura –que hace ropa por encargo– sino como la que hace una producción limitada. Sentí que era más profesional a los ojos de los otros que vas a una tienda, te identificas con ese vestido, lo pruebas, si te queda te lo compras y si no lo dejas.
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¿Cómo sobrevive la creatividad y la exclusividad de un diseñador ante la competencia de las importaciones y las franquicias extranjeras? Mi tienda estuvo muchos años en el mercado de Puerto Rico, al lado de Donna Karan, Calvin Klein y otras marcas. Era un mercado abierto, cada uno tiene su estilo, así me acostumbré a competir, estar y mostrar. La competitividad es relativa porque es una manera de crecer, de saber que hay otros que trabajan bien y que no te puedes descuidar.
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La economía mundial pasa por malos momentos, ¿cuál es la situación en cuanto al mercado de la moda en el mercado local e internacional? Fuera de aquí no sé cómo están, pues tengo alrededor de cinco años que no exporto. Pero por lo que puedo percibir, en viajes a Estados Unidos, es que el negocio está lento.
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¿Cómo cree que los clientes y los empresarios de la moda enfrentarán esta crisis? Los clientes siempre tienen que comprarse ropa, lo que creo es que serán más cautos al invertir su dinero. Tendrán en cuenta más la versatilidad de las piezas que compran, procura-
rán que se puedan combinar con otras piezas, alternar en diferentes ocasiones según los accesorios y tendrán en cuenta la calidad de la confección y de los tejidos que les ofrezcan durabilidad. Las dominicanas tenemos mucho criterio de lo que nos gusta y de las piezas que podemos adaptar al gusto y utilizarlas más, creo que reaccionaremos hacia esa tendencia porque la ropa es una inversión, pero no se puede descuidar.
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¿Por qué razón se retiró del mercado internacional? Debido a que no doy abasto en el mercado nacional… vamos a decir que “lo quiero coger suave”. Después de 30 años de trabajo no me quiero complicar con el proceso de exportación que conocí durante los 12 años que exporté.
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Con los cambios que ha dado el consumo, ¿le va bien a Jenny Polanco? Nos va bien, nos podría ir mucho mejor, pero entiendo que en los últimos tiempos se ha desarrollado un nuevo tipo de consumo en el que a la persona no le interesa tanto la calidad de lo que compra que cómo se ve. La juventud está condicionada a tener más novedad que una prenda que dure más. Eso me ha limitado porque no sabemos trabajar mal.
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Hay un rojo Valentino, ¿cuál es el color de Jenny Polanco? Pienso que es el blanco. Todo el tiempo me he identificado con este color como una manera de proyectar luz, nuestro trópico, como el que absorbe todo lo que está a su alrededor y armoniza con todo. La gente me identifica con la blusa blanca de lino, aunque no es lo único que hago, pero piensan en Jenny Polanco con la blusa blanca y los botones de ámbar, eso me agrada pues he sido una persona “problanco”.
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Su ausencia en DM08 se notó, ¿cuáles fueron las razones que la obligaron a no participar? Tuve un año un poco complicado, no digamos que difícil, con otros factores personales en mi vida y no me quise comprometer en presentar la colección pues no hubiera estado a tiempo. No obstante, disfruté la apertura con Gutiérrez y Marcano, me parece que son unos profesionales que merecen mi respeto. Me gustó mucho la creatividad de Adela Dore pero no sé si nuestro mercado ha creado el cliente con el criterio de lo que crea, pero me gusta mucho su trabajo. También Carla Carbonell trabaja muy bien. Todas tienen que mejorar sus terminaciones pero de alguna manera se comienza.
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¿Cree usted que los requerimientos de la moda local han creado ese mercado en el que se ha mantenido y que los diseñadores puedan tener sus líneas? Pienso que sí. Pero a la mujer latina siempre le gusta que le hagan cosas a la medida. Me fue difícil imponerme, hay que tener mucha fuerza de voluntad para no dejarte llevar. De todas maneras el cliente es nuestro aliado, sin él no podríamos subsistir, eso te hace cuestionarte hasta qué punto puedes mantener una posición sin complacerlo. Pero me costó, hay mucha gente enojada conmigo porque no les hago un traje a la medida. Un traje a la medida es muy limitado, porque tienes que trabajarlo en un cuerpo.
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¿Qué fue lo mejor de la colección de otoño de Jenny Polanco? Hice una colección de fiesta y usé telas de tapicería japonesa que mandé a confeccionar en Japón. Son estampados, algo que nunca había hecho antes, pero me gustaron n mucho, me enamoré la idea y me emocionó este nuevo trabajo. febrero 2009 ı mujer única ı 63