AP2_2013_VIVIENDAS_CT2

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2013 1er. Cuatrimestre PUBLICACION DE LA CATEDRA ANALISIS PROYECTUAL II TALLER MOLINE FAP Y D UNR

CONJUNTOS DE VIVIENDAS CLASE 2 FASES DE ESTRUCTURACION

AUTOR: DR. ARQ. ANIBAL MOLINE COLABORADOR: SR. JOAQUIN MOLINE

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Clase 2 ABREVIATURAS: D: unidad de vivienda “duplex” EA: espacio abierto EAC: espacio abierto común EAP: espacio abierto público EI: espacio interior FIV: frente de iluminación y ventilación natural ME: masa edificada o edilicia NVM: núcleo vertical de movimiento PB: planta baja PP: profundidad de planta pp: patio privado PA: proyecto arquitectónico PU: proyecto urbano S: unidad de vivienda “simplex” SS: subsuelo UV: unidades o células de vivienda

CONJUNTOS DE VIVIENDA FASES DE ESTRUCTURACION 1. El proceso de diseño basado en fases de estructuración El método que en general hemos contribuido a desarrollar a través de la tarea académica y profesional, puede ser empleado para:  guiar la elaboración de los proyectos,  orientar el proceso de aprendizaje, y  analizar el proceso y los resultados. Se basa en abordar la naturaleza del problema a proyectar a partir de operaciones selectivas que aspiran a detectar y manipular los aspectos y componentes más relevantes del mismo. Ello por un lado supone considerar dichas actuaciones como un continuo proceso de aprendizaje -tanto para conocer la problemática como para formular las respuestas a la misma- y por el otro, implica desarrollar y explicitar un marco de valores que oriente y fundamente la búsqueda y la selección de determinadas opciones. El método se articula mediante una serie operaciones conceptuales y gráficas, que apoyada en el empleo recursivo de la secuencia concepto, esquema y anteproyecto, permite abordar los distintos niveles de abstracción y concreción que involucra el proceso proyectual, organizándolo según ciertos momentos claves de decisión a los que genéricamente se los denomina fases de estructuración. Para poder avanzar en el proceso que va desde el concepto a la forma, o expresado de otro modo, de la “idea al proyecto” es necesario contar con una serie modelos o imágenes, que en un grado similar de definición registren aquellos estados en que el conjunto y sus componentes ofrecen una cierta aptitud y 1 estabilidad para resolver las presiones consideradas, y por consiguiente deben ser consistentes y relevantes para el nivel o grado de decisiones proyectuales involucradas. En cada una de dichas fases, aparte de reconocer los componentes y sus relaciones, es necesario formular objetivos de comportamiento, y un marco de valores; de este modo, ya es posible generar una serie de esquemas alternativos -propuestas- y evaluarlos de acuerdo a los criterios adoptados. Para ello, se emplean gráficos, que corresponden a los estados de avance en el proceso que va de lo conceptual a lo concreto, o -expresado de otro modo- de la estructura a la configuración, y si bien registran un mínimo de componentes, quien los emplea debe conocer el rol, la función y la jerarquía involucrados códigos- en la índole de dichos elementos, como así también los criterios de valor que permiten elegir y fundamentar las decisiones adoptadas. Al mismo tiempo, dicho avance no es lineal sino recursivo. Sucede frecuentemente, que la incorporación de nuevos componentes, al ser considerados, pone en crisis la aptitud de los resultados obtenidos hasta ese momento, y se hace necesario volver a una de las fases precedentes a fin de ajustar su estructuración de acuerdo a las presiones generadas por la introducción de los nuevos elementos o conocimientos.

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Se emplea el término presiones porque consideramos que de un modo inclusivo abarca al conjunto factores que inciden en la configuración de las propuestas proyectuales, es decir: necesidades, requerimientos, expectativas, deseos, aspectos tangibles e intangibles, normas, limitaciones y posibilidades, etc.

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La utilidad de un esquema, en tanto apoyo gráfico de una fase, se mide en función de su aptitud para adecuarse a una situación concreta y particular, es decir, en un determinado momento, lugar y terreno de aplicación. De allí la importancia de reconocer los aspectos y rasgos de un esquema teórico que pueden ser aptos para la naturaleza específica y contingente de un caso dado. Dicha aptitud no suele ser evidente, sino que requiere de una serie de operaciones que tiene por objeto adecuar la índole del esquema a la naturaleza del sitio de su aplicación. A medida que se avanza en las fases de estructuración, la índole del esquema se va definiendo y precisando a través de una secuencia gradual que va de lo abstracto hacia lo concreto, y en la cual se van incorporando los datos de la realidad empírica que se asumen como relevantes para esa instancia del proceso. El desarrollo del proceso proyectual puede asumirse como secuencias de acciones recursivas orientadas, tanto al reconocimiento y comprensión del problema, como a la elaboración de las soluciones. Dichas secuencias, se apoyan en el empleo de lenguajes gráficos, que en su carácter de recursos instrumentales permiten prefigurar y representar los objetos arquitectónicos en los diferentes estados de resolución del citado proceso:  nociones,  intenciones e ideas,  esquemas preliminares,  anteproyecto,  proyecto y  proyecto ejecutivo. Ello, implica un avance a través de operaciones, articuladas en áreas de decisión que van ampliando y profundizando los contenidos del problema, y en la formulación -como ya fuera expresado al comienzo- de 2 instancias claves de definición conceptual y formal, denominadas fases de estructuración y/o de configuración, según predomine alguno de los aspectos del par mencionado. Considerando que el trabajo de los alumnos se desarrolla a partir de un programa de requerimientos sobre un conjunto de viviendas, y de aplicar una operatoria basada en la elaboración de anteproyectos en varios terrenos urbanos, según una serie de esquemas de agrupamiento y de un repertorio de tipos de vivienda dados por la cátedra, la tarea se parece más a un proceso de selección, adaptación y ajuste de dichos esquemas y tipos a un sitio particular, que a un desarrollo proyectual puramente creativo. Como ya fuera señalado en la clase anterior, en esta ejercitación hacemos hincapié en tres instancias claves del proceso proyectual, y de las cuales se derivan los diferentes aspectos abordados:  el lugar,  el conjunto, y  la célula o unidad de vivienda. Con respecto al lugar, interesa conocer los rasgos que lo caracterizan y definen. Con respecto al conjunto, cabe señalar que éste resulta de operar proyectualmente sobre sectores vacíos o “blandos” de una manzana existente, lo que involucra el completamiento de la misma pero introduciendo otros criterios organizativos mediante la aplicación de esquemas de estructuración y parcelación alternativos. Con respecto a las unidades de vivienda, corresponde destacar que mediante la disposición repetitiva de éstas se integra al conjunto, según una distribución que además de responder a las características del sitio, a los espacios públicos existentes y a los nuevos ámbitos urbanos que el trazado incorpore como agentes ordenadores y vinculantes del conjunto, deberá potenciar los atributos y cualidades de los tipos de células adoptados. Por lo tanto, y a partir del lugar dado, el proceso de proyecto involucra una doble entrada recursiva, entre el conjunto y la célula, guiado por un principio generador que debe considerar tanto el orden interno de dicho conjunto como su correlación con el tejido de la manzana.

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Estas fases, pueden asimilarse a formas intermedias estables, que permiten el avance del proceso constitutivo, consolidando de ese modo un plano de progreso estratigráfico que permite el acceso a los niveles sucesivos correspondientes a los saltos de jerarquía de esa progresión proyectual. Dentro de este proceso de resolución, basado en una serie de variaciones sobre combinaciones de ensayo y error, orientado por un procedimiento de selección, donde una cierta heurística permite elegir los caminos a recorrer y las vertientes o ideas a explorar, los indicios de avance o respuestas claves parciales satisfactorias, cumplen un rol parecido a las formas intermedias estables en el proceso biológico evolutivo (H. Simon 1976).

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3

En la mayoría de los casos , el repertorio de tipos de unidades con el cual se opera, pertenece a la modalidad de viviendas individuales en contacto con el suelo. Varios son los motivos que han originado la elección de dicha modalidad habitativa para el desarrollo de esta ejercitación proyectual, y en la próxima clase abordaremos en detalle las ventajas que se derivan de su adopción. 2. Algunas consideraciones sobre el terreno base utilizado para elaborar los gráficos de avance 4 Está ubicado en el barrio Refinería, que es una zona urbana con posibilidades de transformación . Su posición coincide con el borde de este sector de la ciudad. Las huellas de las vías del ferrocarril y la presencia de edificaciones industriales en desuso, han producido un cambio de la traza de las calles y parcelas de esta parte de la ciudad. Hacia el norte, la calle es angosta y conserva un cierto carácter industrial, la del este es más ancha y arbolada. Es un terreno en esquina, en forma de trapecio cuyo frente mayor mira hacia el norte. La inclinación de dicho frente genera una diferencia en las medidas de sus lados este y oeste, lo que puede implicar la necesidad de conciliar dos direcciones a través de la disposición distributiva que se adopte para el proyecto. La serie de gráficos presentados, registra algunas de las operaciones previas de análisis e interpretaciones geométricas realizadas a fin de derivar rasgos que ayuden a orientar el proceso proyectual. En los gráficos 2 y 4 se explora dónde emplazar el área triangular, y en el 3 se ensaya el emplazamiento de retículas guías para un eventual ordenamiento de la parcelación. 3. Fases de estructuración Para avanzar gradualmente desde los conceptos hacia la configuración del proyecto, se recurre a una serie de imágenes, que como ya fuera expresado, registren en un grado similar de definición aquéllos componentes del conjunto y de la célula, que sean pertinentes para la decisión proyectual involucrada. Estas imágenes, constituyen el apoyo gráfico o espacial para cada fase de estructuración, y a medida que se avanza entre dichas fases, las imágenes van incorporando mayor cantidad de elementos, y por lo tanto no sólo se aumenta el número de contenidos proyectuales que se consideran y definen, sino que también, se incrementa el grado de complejidad que el operador puede asimilar y controlar.

GRAFICOS 1 -- 2 3 -- 4 5 -- 6 3

En los casos 16 al 21 de la clase 1 en función de la mayor densidad, todas las viviendas son departamentos, aunque un porcentaje de alrededor del 35% del total de las unidades del conjunto, posee la mayor parte de las características de las viviendas en contacto con el suelo. 4 En el presente, este sector está sujeto a un intenso proceso de transformación urbana.

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Fase 1, en ésta, las variables del problema a considerar son:  la forma y tamaño del terreno  la condición de sus límites  el área de espacio abierto común o eventualmente pública, y  el área privada a ser ocupada por las viviendas. En función de estos componentes, ya es posible generar una serie de esquemas de alternativas y ponderarlos de acuerdo a los criterios de valor que se adopten. Pero cabe aclarar, que para que los esquemas sean factibles también es necesario cumplir con otras condiciones que conciernen a dichos componentes; por ejemplo en este caso, que el ancho de las áreas esté en el rango de medidas admisibles para poder contener los integrantes de esos componentes, los que serán estudiados y desarrollados en 5 una fase posterior . De lo expresado se desprende que dichos gráficos registran un mínimo de componentes, pero el que los emplea debe conocer el rol asignado a estos últimos, como así también los criterios de valor que permitan evaluar y fundamentar las decisiones que se adopten. En esta fase, los criterios de valor aplicables se refieren a algunas de las ventajas urbanas derivadas del modo de agrupamiento y de relación de éste con la manzana, a saber:  acceso al conjunto y a las áreas privadas,  recorribilidad y continuidad de los espacios comunes y/o públicos,  consolidación de la forma de la manzana,  diferenciación entre áreas comunes o públicas y las privadas,  claridad e identidad del esquema derivadas de las cualidades configurantes del trazado,  preservación y generación de factores ambientales favorables, tales como el aprovechamiento de la orientación, visuales, condiciones climáticas, forestación, y de cualquier otro integrante positivo del lugar,  creación de nuevos espacios urbanos que den identidad y otras alternativas de utilización a sus usuarios, y  grado de aprovechamiento del suelo disponible.

GRAFICOS 7 -- 8 -- 9 El gráfico 5, es un primer intento de disposición de áreas públicas y privadas, y donde se introduce un nuevo espacio urbano que además de permitir el ingreso a la tira de viviendas interiores, opera como articulación entre las dos direcciones en que se organizan las áreas privadas resultantes de la forma del terreno. Al mismo tiempo, los gráficos 7 a 9 -en planta y corte- muestran algunos modos posibles de agrupamiento de las tiras de células, según el rango de dimensiones dentro del cual se inscribe la propuesta del gráfico 5. 5

Ver tabla de tipos de unidades de vivienda

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A través del apoyo que aportan estos diagramas puede apreciarse la doble entrada al proceso proyectual, desde el conjunto -en función de los integrantes a los cuales nos hemos referido- y desde la célula -en base a las dimensiones correspondientes al patio privado y a la masa edilicia, y que equivalen a la profundidad o largo de la parcela-. Fase 2, durante esta operación, las áreas privadas ocupadas por las viviendas, se desglosan en:  áreas abiertas  áreas cubiertas. Por lo tanto, en esta instancia, el esquema, si bien limitado al dominio bidimensional del plano, adquiere una cierta entidad volumétrica, la cual podría ser puesta de manifiesto mediante el recurso de graficar la sombra arrojada por la masa edilicia correspondiente a las áreas cubiertas. TABLA DE TIPOS DE UNIDADES DE VIVIENDA PARTIDO

PARCELA

TIPO

ME ANCHO

LARGO

PP

NIVE LES

FRENTES

AUTOS

DORM

SUP

OBSERVACIONES

3

112

INGRESO POR COCHERA

ILUM. / VENTIL.

0

LINEAL

0.1

LINEAL

1

LINEAL

2

LINEAL

3

LINEAL

4 5 7a 10

4.80

18.00

12.00

2

2

SI

5.50

18.00

12.00

2

2

SI

4

125

INGRESO POR COCHERA

10.00

12.30/16.00

6.30

2

2

SI

3ó4

126/138

I DORM. SOBRE ESPACIO COMUN

9.40

13.60

7.60

2

2

SI

4

137

INGRESO POR COCHERA

7.70

15.50

9.45

2

2

SI

4

139

PATIO DE CONTRAFRENTE

LINEAL

7,15

18.40

10.80

2

2

SI

4

157

PATIO DE CONTRAFRENTE

LINEAL

6.40

19.70

12.00

2

2

SI

4

154

PATIO DE CONTRAFRENTE

L

13/14

15/18

6.00

1

3

SI

2 a 3

118/140

PATIO DE CONTRAFRENTE

15

LINEAL

8.70

16.80

4.80

2

3

SI

2

63

COCHERA SIN CUBIERTA

16

LINEAL

8.70

18.00

6.00

2

3

SI

3

75

COCHERA SIN CUBIIERTA

17

L

12.7/14.7

10.30

4.30

2

3

SI

3a4

134/150

PATIO SOBRE EL FRENTE

17.1

L

11.6/13.1

10.3

4.30

2

3

SI

3a4

120/145

PATIO SOBRE EL FRENTE

17.2

L

11.60

10.3

4.30

2

3

SI

3

115

PATIO AL FRENTE.

17.3

L

11.00

10.3

4.30

2

3

SI

3

111

PATIO SOBRE EL FRENTE

La tabla de tipos de vivienda, está organizada a fin de facilitar la elección de los tipos de vivienda que mejor se adaptan a las disponibilidades de suelo y al orden distributivo de los esquemas generados en las distintas fases. Fase 3, en ésta, la principal operación consiste en elegir los tipos de vivienda que ocupan las áreas privadas, a fin de verificar la cantidad de unidades que el esquema puede contener, y si dichos tipos se adecuan a las características del conjunto. Los aspectos principales que se consideran son:  si la forma y el tamaño de la parcela es compatible con la disposición adoptadas para las áreas privadas,  si las condiciones ambientales de las células son aceptables,  si se cumplen los requerimientos de ingreso peatonal y vehicular para cada unidad, y  si las dimensiones de los espacios abiertos tanto privados como los comunes y/o públicos satisfacen el marco de exigencias y valores considerados. Para esta fase, interesan algunos de los atributos consignados en las tablas de unidades de vivienda, a saber:  esquema o partido6  ancho y largo de la parcela  profundidad de planta, niveles y frentes de la masa edilicia.

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El esquema de las UV registra la disposición de la ME y del patio en la parcela; puede ser: lineal, en L, en U, en O, o mixto.

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Si bien las manipulaciones que se efectúan se apoyan en imágenes planas -plantas- que corresponden al trazado del conjunto y de las células, debe destacarse la importancia que tiene para el proyectista, la visualización y comprensión de las implicaciones espaciales que se derivan de este procedimiento. Para ello, es necesario completar estas aproximaciones gráficas iniciales con cortes, axonometrías y maquetas. Estas últimas operaciones tienen por objeto, definir y verificar los aspectos fundamentales del esquema en el dominio espacial, de modo que el proyectista no pierda de vista que esa es la condición esencial de su trabajo, por lo tanto, no olvidar que el espacio es el principal “material” que manipula.

GRAFICOS 10 -- 11 -- 12 13 -- 14 -- 15 4. Generación de esquemas A los fines de abordar esta parte del proceso se proponen dos modalidades de generación, a partir del trazado del conjunto, y en base al agrupamiento de unidades modulares. 4.1- A partir del trazado del conjunto La serie de ilustraciones que va del 10 al 21, adopta como base, para la aplicación de los conceptos y gráficos correspondientes a las fases de estructuración 1, 2 y 3, el terreno emplazado en Riobamba y la prolongación de Esmeralda. A través de la observación de la secuencia utilizada, es posible apreciar algunas de las relaciones y condiciones que se establecen entre la elección del tipo de unidad y el esquema de agrupamiento del conjunto. El gráfico 11 muestra la disposición habitual del loteo de las áreas privadas, y en la que se observa una superficie residual en el ángulo noroeste del terreno. El gráfico 12 correspondiente a la fase 1, muestra un esquema resultante de disponer dos franjas destinadas a vivienda, una adosada a la medianera norte y otra sobre el frente sur, que flanquean un espacio abierto común con ingresos en el extremo este y otro en el ángulo suroeste del terreno. Dichas 7 franjas están constituidas por UV tipo 3, -gráfico 15- con masa edilicia lineal , de profundidad de planta apta para albergar una doble tira de locales habitables. Los gráficos 19, 20 y 21 pertenecientes a la fase 3 del agrupamiento anterior, muestran los conjuntos resultantes de emplear las UV tipo 22 -gráfico 19-, tipo 3 gráfico 20-, y una combinación de tipos 20.1 y 3 -gráfico 21-. Los gráficos 13 y 16, también pertenecientes a la fase 1, muestran un esquema resultante de disponer tres franjas destinadas a vivienda, una adosada a la medianera norte y otras dos, espalda contra espalda, sobre el frente sur. Las primeras dos franjas, flanquean un espacio abierto común, de trazado similar al del gráfico 8 12, pero de menor ancho . Los gráficos 14 y 17 corresponden a la fase 2 en la cual las áreas privadas se 7

Se denomina lineal ya que los locales de las UV de vivienda se acoplan constituyendo una franja continua de desarrollo en línea. Para el tipo 3 la disposición interna es en doble línea, una sobre el frente y otra sobre el contrafrente, por esta razón, en este caso la profundidad de planta de la masa edilicia corresponde a dos locales habitables. 8 En general para los conjuntos de vivienda de dos niveles se adopta la medida de 6 metros como ancho mínimo del EAC. Esta dimensión permite la maniobra del automóvil para ingresar y salir a las unidades, y además asegura una

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desglosan en cubiertas y abiertas. Las tres franjas de viviendas se resuelven con unidades tipo 17.2, con masa edilicia en “L” y de profundidad de planta apta para albergar una sola tira de locales habitables. El gráfico 18 corresponde a la fase 3 de la propuesta, y en ella están individualizadas cada una de las 9 viviendas integrantes del conjunto .

GRAFICOS 16 -- 17 -- 18 19 -- 20 -- 21 Dar vuelta la esquina La esquina es el lugar urbano donde se articulan dos direcciones, y como podrá apreciarse a través de la práctica proyectual, constituye un problema que no es fácil resolver cuando se opera con estrategias de repetición de unidades. El problema tiene tres respuestas posibles:  operar con dos frentes distintos, es decir, no dar vuelta la esquina;  mantener la continuidad de los frentes en el dominio urbano; y  mantener la continuidad tanto en el frente urbano como en el contrafrente del dominio privado. Para cualquiera de esas opciones, la elección del tipo de célula condiciona la solución. Las unidades de gran profundidad de planta, cuando cambian de dirección, requieren la incorporación de un patio -gráfico 22- el que inevitablemente interrumpe la continuidad de la masa edilicia, produciendo un vacío entre una cara y la otra de la manzana; problema que deberá ser considerado desde el punto de vista de la composición volumétrica y del tratamiento de las envolventes. Además, los patios de las viviendas de las esquinas no pueden englobarse como los restantes. Las células de escasa profundidad de planta -gráfico 24- aquéllas que alojan en su masa edilicia una sola tira de locales habitables y que rodean un patio, facilitan el dar vuelta la esquina manteniendo la continuidad del volumen edificado. Además, los patios resultan englobados, lo que mejora las condiciones ambientales. Para dar vuelta la esquina, también es posible adoptar una solución mixta, disponiendo en una de las caras las unidades de mayor profundidad de planta, y en la parcela de la esquina y subsiguientes correspondientes a la otra cara, emplazar unidades de menor profundidad de planta y masa conformando patio -gráfico 23-. Esta solución resuelve la continuidad exterior del cuerpo edilicio, pero en el interior de la manzana, los patios no se pueden englobar, situación que se agrava cuando la orientación es desfavorable.

condición aceptable de iluminación y ventilación natural, ya que el ancho de dicho espacio equivale a la altura de los dos niveles de la edificación. Dicha medida supera en más de un 50% a la exigida por las reglamentaciones vigentes. Para los patios privados de las UV y también por razones ambientales y de uso, se adopta esa medida de 6 metros, que es casi el doble de la medida reglamentaria mínima. 9 Cabe destacar que en los esquemas de fase 2 y 3 que se presentan, siempre hay una cara de la ME –frente o contrafrente- que da hacia el norte. Este resultado se debe a que en general las UV adoptan la doble orientación, es decir frentes de iluminación en ambas caras de la ME, recurso que asegura que por lo menos una de las orientaciones será adecuada, y además, hace posible la ventilación cruzada.

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GRAFICOS 22 -- 23 -- 24 Algunas reflexiones sobre el proceso gráfico – conceptual desarrollado De la serie de esquemas que se presentan es posible formular consideraciones útiles para guiar la tarea proyectual, y para detectar cuales son los aspectos que tienen una injerencia significativa en la configuración de las soluciones. Índole del esquema Cada esquema, tiene una serie de atributos que son propios y específicos de su trazado distributivo y que contribuyen a constituir lo que llamamos la “índole del esquema”, y que se manifiesta a través de la estructura geométrica. Esta, organiza la disposición de las distintas áreas, la posición de los ingresos y el trazado de los recorridos circulatorios; define también, la localización y extensión de los frentes de ataque y de los bordes de acoplamiento, y además, determina la forma y posición de la masa edilicia, de los patios y de los espacios comunes. La índole del esquema resulta de la lógica interna del mismo y puede ser evaluada de acuerdo a sus condiciones de simplicidad, claridad, flexibilidad, accesibilidad, fraccionabilidad, eficacia en el aprovechamiento del suelo y de las condiciones ambientales, como así también en función de los valores espaciales que puede aportar. Al mismo tiempo, la utilidad de un esquema se mide en función de su aptitud para adecuarse a una situación concreta y particular, es decir en un determinado lugar de aplicación. De allí se deriva la importancia de reconocer los aspectos y rasgos de un esquema teórico que pueden ser aptos para la naturaleza específica y contingente de un caso dado. Dicha aptitud no suele ser evidente y directa, sino que requiere una serie de operaciones que tiene por objeto adecuar la índole del esquema a la naturaleza del sitio de su aplicación; que es lo que se intenta realizar a través de la generación de las distintas propuestas en las fases 1, 2 y 3 que aquí se presentan. Los gráficos 25 a 33 muestran dos alternativas de disposición de un conjunto de viviendas para un terreno irregular y pasante -Italia y Cochabamba- desarrolladas en las tres fases, y en las cuales se puede apreciar la distinta naturaleza de los esquemas adoptados, en función del modo de emplazamiento de las áreas de vivienda, del trazado del espacio abierto común, de la cantidad y tipos de unidad, los que pueden ser ponderados en función de los criterios de valor anteriormente mencionados. Por otra parte, a medida que se avanza en las fases de estructuración, la índole del esquema se va definiendo y precisando a través de una secuencia gradual que va del concepto a la configuración, y en la cual se van incorporando los datos de la realidad que son relevantes para el proceso. De modo, que la coherencia de ese desarrollo queda sujeta al grado de adecuación de las decisiones que sucesivamente se adoptan. Puede afirmarse que cuando se hace referencia a la claridad y pertinencia de una propuesta, ello significa que las sucesivas concreciones operadas en cada una de las fases han considerado y respondido satisfactoriamente a las circunstancias específicas del caso abordado, y que además, lo han hecho sin contradecir los atributos genéricos del esquema, sino que estas cualidades aparecen exaltadas en el proyecto.

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GRAFICOS 25 -- 26 -- 27

GRAFICOS 28 -- 29 -- 30 Los gráficos 31, 32 y 33, muestran la disposición de un conjunto de viviendas para un terreno irregular en esquina -Dorrego y Pasco- desarrolladas en las tres fases, y que alberga 9 unidades. La decisión de adosar la masa edilicia hacia el frente sur sobre Pasco permite mejorar las cualidades ambientales al englobar el espacio abierto común al “collar” de patios privados que lo rodean por el sur. Los gráficos 34, 35 y 36, muestran la disposición de un conjunto de viviendas para un terreno irregular en esquina -Montevideo y Colón- frente al parque Urquiza y que consta de 10 unidades. La decisión de adosar la masa edilicia hacia la medianera oeste permite mejorar las cualidades ambientales apelando a un recurso similar al del caso anterior, pero con orientación hacia el este. La tira de viviendas sobre calle Colón, tiene los patios privados sobre la línea de edificación debido al retiro reglamentario vigente en esa zona frente al parque Urquiza; recurso que además de aprovechar al máximo las dimensiones de la parcela, le otorga mayor privacidad a las viviendas con respecto a dicho parque.

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GRAFICOS 31 -- 32 -- 33

GRAFICOS 34 -- 35 -- 36

GRAFICOS 37 -- 38 -- 39 – 40 Un claustro hacia el interior y una tira o hilera hacia la calle, generan un patrón distributivo mixto, que además de brindar las ventajas ya señaladas, ofrece un fuerte rasgo de identidad al conjunto. Los gráficos 37 a 44 muestran dos alternativas de disposición de un conjunto de viviendas para un terreno bastante regular en barrio Alberdi, desarrolladas en las tres fases, y en las cuales se puede apreciar la distinta naturaleza de los esquemas adoptados, en función del modo de emplazamiento de las áreas de vivienda, del trazado del espacio abierto común, de la cantidad y tipos de unidad. La primera alternativa al adoptar un patrón de agrupamiento en torno a un claustro interior, y emplear el tipo 17.2 -masa edilicia en L y de profundidad de planta correspondiente a un solo local habitable- permiten una solución con valores espaciales más apropiados a la forma del terreno y con un mayor aprovechamiento del suelo, debido a que la estructura que guía su trazado se adapta mejor a la geometría de la parcela, que la segunda alternativa.

GRAFICOS 41 -- 42 -- 43 – 44 Un callejón peatonal sin salida, junto con el empleo de unidades de doble profundidad de planta, constituye el eje ordenador del conjunto

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La utilización de la “perspectiva cavallera” –técnica de ejecución muy simple- incorpora una referencia a lo espacial que facilita la comprensión de una propuesta como objeto tridimensional y como totalidad, como puede apreciarse en los gráficos 40, 44, 46 y 48.

GRAFICOS 45 -- 46 -- 47 – 48 4.2- Agrupamientos en base a unidades modulares “cajas” A los fines de ampliar y enriquecer el procedimiento explicado en 4.1, incorporamos otra modalidad de abordaje propositivo, basada en la ejecución de agrupamientos de unidades modulares en el espacio. Éstas, representan a las células de viviendas y mediante operaciones de “apilamiento” es posible generar una gran variedad de conjuntos, en los cuales la condición espacial es una de las características esenciales de los agrupamientos resultantes. Esta modalidad operativa requiere el empleo de maquetas. Para ejecutar estos agrupamientos ha sido necesario establecer los siguientes requisitos: las dimensiones de dichas unidades y su cantidad en función de la superficie del terreno disponible. A continuación presentamos los datos de base empleados para efectuar los agrupamientos que ilustran este apartado. 1. Unidad modular 1: PP 5.00 – largo 7.10 – alto 3.00 2. Unidad modular 2: PP 6,50 – largo 6.20 – alto 3.00 3. Cantidad de UM por superficie de terreno: 1 UM cada 23m2 a 27m2 de superficie de terreno, con una tolerancia 10% en menos o en más

TABLA DE TIPOS DE UNIDADES DE VIVIENDA TIPO

PARTIDO

PARCELA ANCHO

ME LARGO

PP

NIVELES

FRENTES

AUTO

DORM

SUP

OBSERVACIONES

*CADA 2 UV 1 DE 3 DORM

ILUM. / VENTIL. A1

LINEAL

7.10

17.00

5.00

2

2

NO

2-3*

70

A2

LINEAL

7.10

17.00

5.00

2

2

NO

2

70

A3

LINEAL

12.30

17.00

5.00

1

2

NO

2

62

A5

LINEAL

12.30

17.00

5.00

2

2

NO

3

122

Hemos introducido las plantas de las UM y las tablas de UV a los efectos de corroborar la viabilidad de las UM que las representan, y al mismo tiempo observar la incidencia de la variación de la profundidad de planta de la masa edilicia en el largo de las mismas, ya que a los efectos de las operaciones a realizar en esta instancia, no es necesario abordar su ordenamiento distributivo específico. Luego, y para regular las condiciones de iluminación natural de los conjuntos se han incorporado las dimensiones de los espacios abiertos en función de la altura de los volúmenes edilicios.

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TABLA DE TIPOS DE UNIDADES DE VIVIENDA TIPO

PARTIDO

PARCELA ANCHO

ME LARGO

PP

NIVELES

FRENTES

AUTO

DORM

SUP

OBSERVACIONES

ILUM. / VENTIL. A6

LINEAL

6.20

18.00

6.50

1

2

NO

1

40

A7

LINEAL

9.30

18.00

6.50

1

2

NO

2

61

A8

LINEAL

12.40

18.00

6.50

1

2

NO

3

81

A10

LINEAL

6.20

18.00

6.50

2

2

NO

2

81

A11

LINEAL

9.30

18.00

6.50

2

2

NO

4

121

ALTERNATIVAS DE AGRUPAMIENTO EN PLANTA

ALTERNATIVAS DE APILAMIENTO – CORTES Altura máxima: 4 niveles / masa edilicia expuesta a 2 orientaciones (ventilación cruzada)

13


PATIOS Medidas mínimas en relación a la altura de la masa edilicia

GENERACIÓN DE ESQUEMAS A partir del agrupamiento de unidades modulares PRESENTACIÓN DE CASOS

Estos casos de agrupamiento son el resultado de ejercicios abstractos, donde las consignas eran la medida de las unidades, la cantidad de las mismas y el número de niveles. Los tres casos que a continuación se ilustran son propuestas de anteproyectos resultantes de una síntesis, relativamente articulada, a través del empleo de las dos modalidades de agrupamiento explicadas, la generada mediante el trazado del conjunto y la derivada del empleo de unidades modulares.

Conjunto 16 Brun Casaccia - 2012

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Conjunto 18 Miñon Ragni - 2012

Conjunto 21 Fared Querzola – 2012 5. Algunas consideraciones sobre los aspectos gráficos del proceso Creemos necesario formular algunas consideraciones sobre el sentido, que a nuestro juicio adquieren los medios gráficos como instrumentos para conocer, concebir y operar en el dominio de la problemática proyectual, en particular aquéllos que hemos empleado en este trabajo. Conviene recordar que dichos instrumentos nos proporcionan una noción o pre - imagen del problema y de la respuesta proyectual; pre – imagen que surge de seleccionar los rasgos más significativos del objeto que se manipula en este proceso recursivo de análisis e ideación. Por lo tanto, es necesario que dichos gráficos registren con la mayor simplicidad y economía posible, aquellos componentes con los que se opera y que son esenciales para la instancia decisional que se está abordando. Como podrá apreciarse durante el aprendizaje, los esquemas no sólo registran atributos físicos, sino que también, intentan representar otros factores que son el resultado de las interpretaciones del proyectista sobre como la gente usa y valora los edificios y los lugares. De este modo, queda planteada la doble naturaleza, objetiva y subjetiva, que tienen dichos instrumentos; objetiva en tanto pueda detectarse una correspondencia casi unívoca entre los rasgos del objeto y su representación; y subjetiva, en tanto responda a la selección valorativa e interpretativa que efectúa el operador. Pero cabe aclarar, que estos rasgos subjetivos deben ser trasmitidos a otras personas, por lo cual deben ser formulados dentro de un código que pueda ser leído y comprendido. La dialéctica entre objetividad y subjetividad debe ser permanentemente considerada, especialmente en el presente, donde la disponibilidad y capacidad de los medios digitales para ampliar y reducir imágenes se ha multiplicado hasta límites insospechados, ocultando muchas veces que la selección de un atributo, o la adopción de una alternativa, no es sólo una cuestión técnica, sino que en esencia es una cuestión de decisión humana basada en el conocimiento de la problemática involucrada y en la conciencia de los motivos, intereses y valores que se persiguen. Por consiguiente, cuando en este caso, en el cual el proceso proyectual implica un avance a través de fases que van ampliando y profundizando los contenidos del problema, los gráficos conceptuales no son una simple reducción o ampliación gráfica del objeto en el cual se está operando, sino que son imágenes en las cuales el proyectista selecciona concientemente los contenidos en función de su grado de conocimiento y de compromiso con sus finalidades. También, corresponde efectuar una consideración acerca del rol expresivo que deben tener los gráficos. Dado que en su mayor parte se trata de esquemas bidimensionales en planta o en corte, conviene no olvidar la naturaleza espacial del objeto al cual se refieren. De esta manera y con el menor número de elementos, tratamos de enfatizar expresivamente, el adentro y el afuera, lo público y lo privado, el espacio cubierto y el abierto, lo penetrable, lo trasparente y lo opaco, entre otras categorías que son necesarias para captar y apreciar la índole del objeto que se proyecta. Por último, cabe señalar un valioso atributo que pueden tener estos diagramas en tanto factores desencadenantes de nuevos modos de configuración. Durante la búsqueda proyectual y dada la acción sugerente y a veces con algo de la autonomía analógica que tienen ciertos rasgos, trazados y figuras, es frecuente encontrar ideas o vertientes anteriormente no consideradas, de modo que dichos gráficos no sólo son útiles para concretar y verificar opciones, sino que también pueden tener una cualidad generativa en el dominio heurístico, que los convierten en recursos instrumentales que enriquecen el proceso de ideación.

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