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Butlletí informatiu republicà. Abril de 2012
Frente a la crisis capitalista: III República, soberanía y tranformación social. La dictadura alemana sobre Europa El peso de una crisis sin salida aparente sigue marcando la coyuntura política y social. La Unión europea está sujeta a las imposiciones de la presidenta alemana Ángela Merkel, que transmite sus órdenes a unos gobiernos europeos convertidos en simples funcionarios de las necesidades de los llamados “mercados”, instaurando como nuevos dogmas sagrados el recorte del déficit público —lo que conlleva drásticos recortes sociales— y el respaldo a las cuentas de los bancos privados —lo que conlleva enormes transferencias de dinero público, el de todos los ciudadanos, hacia los bancos privados—. Nos hallamos pues ante una dictadura pura y dura del imperialismo alemán y de los “mercados financieros”, término que no es más que un eufemismo para esconder los nombres de los grandes accionistas de los bancos y las multinacionales que controlan la mayor parte de la economía mundial a costa del empobrecimiento de la mayoría de la humanidad. ¿ién puede creerse ya la ficción de la “democracia europea” o la “Europa social” cuando ante nuestros ojos, de la mano de Ángela Merkel, los bancos alemanes y franceses imponen
Huelga General: 29 de marzo de 2012
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gobiernos no elegidos por nadie, como en Grecia e Italia y al resto se le dicta las políticas a seguir? ¿ién puede creerse la ficción de la “participación ciudadana” cuando lo único que pueden y deben hacer los gobiernos es com-
Encuentro Estatal Cuba
(sigue en la página siguiente)
Movimiento estudiantil
(viene de la página anterior)
portarse como funcionarios del «eje franco-alemán» (otro eufemismo que esconde la dictadura de Merkel y la pugna de Sarkozy por ser su esbirro y segundón) para recortar drásticamente los gastos sociales e implantar reformas laborales salvajes? En el capitalismo en crisis son inevitables los recortes y las reformas laborales El llamado “Estado del bienestar”, presente en la vida de los ciudadanos europeos durante más de medio siglo, proporcionando servicios sociales públicos y gratuitos como la salud y la educación, vacaciones pagadas, derechos laborales, seguro de desempleo, jubilaciones, etc., que disfrutaban casi todos los trabajadores y sus familias. Este sistema de servicios y prestaciones públicas se fundamentaba en el miedo que tenían las clases dominantes occidentales al “peligro soviético”, en las conquistas del movimiento obrero y popular fruto de muchos años de duras luchas de clases, y en el reparto de los beneficios gracias a la despiadada explotación imperialista de los pueblos del tercer mundo —lo que generó entre los trabajadores occidentales un terrible nacionalismo imperialista y racista que los hace proclives a aceptar o a mostrarse insensibles ante las brutales agresiones de la OTAN contra los pueblos oprimidos—. Pero la crisis de un capitalismo al borde del abismo, la inexistencia del “mal ejemplo” soviético —desaparecido en los escombros del muro de Berlín—, y el despertar de unos pueblos como los latinoamericanos que han dicho “¡Basta!” a tantos siglos de expoliación, saqueo y esclavitud imperialista, ha reducido drásticamente la capacidad de maniobra de las clases dominantes occidentales —los grandes capitalistas, financieros e industriales, los grupos ocultos en los organismos de poder estatal, las grandes familias reales y aristocráticas europeas, etc.— que ya no están en condiciones de comprar la paz social: por una parte, la crisis provoca el cierre de decenas de miles de empresas y envía a millones de personas al desempleo, personas que ya no están en disposición de seguir consumiendo las mercancías que se fabrican, acelerando la espiral de crisis industrial y comercial y multiplicando el cierre de empresas que incrementa a su vez el número de desempleados y reduce los ingresos de los Estados, que reaccionan con nuevos recortes sociales. Por otra parte, la competencia entre los capitalistas para seguir estando presentes en unos mercados cada vez más reducidos presiona para fabricar y vender más barato, lo que en el contexto de economías débiles como la española, industrialmente atrasadas y basadas en bajos salarios, dominadas por el sector terciario —turismo, especulación financiera e inmobiliaria— implica para el empresario la necesidad de rebajar drásticamente los salarios de los trabajadores, flexibilizar el despido y alargar la jornada laboral al máximo: esto se traduce en reformas laborales y la supresión de los derechos sindicales. Finalmente, el aumento
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de la soberanía de muchos países como Venezuela, Nicaragua, Ecuador, etc., sobre sus recursos naturales —petróleo, minerales— hace caer los beneficios de las multinacionales occidentales; el ascenso imparable de China —que no ha sido tocada por la crisis y tiene altísimas tasas de crecimiento económico— y, finalmente, la saturación del mercado mundial de mercancías que se amontonan sin vender en los almacenes, incrementa las contradicciones entre las diferentes potencias imperialistas que se lanzan a la conquista de otros mercados y países ricos en fuentes de energía, como pueda ser Libia, Siria e Irán, provocando guerras y destrucciones en los países refractarios a su dominio a través de la OTAN, el ejército mundial del imperialismo. Frente a la dinámica infernal del capitalismo: República del pueblo y ruptura con la Unión Europea Vivimos pues la época de la extinción inevitable del Estado del bienestar y del consenso político y social en el mundo imperialista, al menos durante muchos años, por lo que hay que buscar alternativas reales y no paliativos a los síntomas superficiales a un capitalismo que atraviesa una crisis profunda y que de la mano de sus partidos políticos acelera las propuestas que empobrecen a millones y multiplican los desastres sociales. Como militantes republicanos y de izquierdas —que para nosotros es la misma cosa porque República es avance social— frente a la dictadura alemana sobre los trabajadores de Europa y frente al inmenso poder de los grandes poderes financieros e industriales, reclamamos la transformación social y la soberanía del Estado y del pueblo. Y eso pasa por la unidad de todos los sectores sociales golpeados por el capitalismo y las diferentes expresiones de la izquierda que defienden la transformación social y la solidaridad internacionalista en torno a un proyecto alternativo: la III República, la República del pueblo, la República popular. La medida más urgente es la ruptura con el euro y con la dictadura alemana, es decir, con la Unión Europea —no con los pueblos de Europa, evidentemente— y, por supuesto, con esa maquinaria genocida que es la OTAN, para sentar las bases de una política de soberanía del país y de los pueblos del Estado. Esta ruptura puede ser rápidamente compensada mediante el acercamiento político y económico en condiciones de igualdad y respeto mutuo a los países progresistas latinoamericanos, a China, India, Rusia, a los países africanos y asiáticos, etc. La segunda medida, es la reconstrucción de las bases económicas y financieras del país mediante la nacionalización de los sectores económicos fundamentales (los bancos, las grandes empresas multinacionales, etc.) y su desarrollo puesto al servicio de los intereses del pueblo: el pleno empleo, la salud, la educación, la cultura, la ciencia, etc. Esta política de desarrollo económico, dirigido y planificado desde el ámbito de los poderes públicos debe contar con la partici-
pación popular, con los intereses de las diversas nacionalidades, y con el apoyo del Estado a sectores sociales que están en disposición de desarrollar ciertos ámbitos de la economía que, hoy por hoy, la actividad pública no puede hacer o le resulta altamente costosa: cooperativas, pequeños y medianos campesinos y empresarios, autónomos, etc., por supuesto garantizando los derechos laborales, salariales y sindicales de los trabajadores empleados en este sector privado. Finalmente, teniendo en cuenta que nos encontramos en un mundo completamente globalizado, las diferentes ramas de la economía que impulse el Estado deberían desarrollarse no en competencia con las de los países con los que la III República tenga relaciones preferentes y solidarias, sino desde la complementariedad y el intercambio equitativo y justo con las economías de esas naciones.
Frente a la brutal decadencia del capitalismo, que agoniza entre estertores de guerras genocidas y colonialistas, desastres sociales y ambientales, empobrecimiento generalizado y embrutecimiento masivo del pueblo, hoy están naciendo otras alternativas basadas en relaciones sociales y económicas justas y solidarias —como el bloque latinoamericano del ALBA— al servicio de los pueblos, que pueden ser un referente para la futura III República, una III República que estará en disposición de unirse a la corriente alternativa y plural de países que en diversas latitudes del mundo cuestionan cada vez más al capitalismo genocida y brutal y ensayan nuevas formas de desarrollo justas y solidarias.
XII Encuentro de Solidaridad con Cuba Compañeros, compañeras, organizaciones, colectivos, grupos de solidaridad con Cuba y organizaciones políticas, juveniles y de vecinos que apoyan al pueblo cubano y su Revolución Socialista: Los días 22, 23 y 24 de junio se celebrará en Toledo (Castillo de San Servando) el XII Encuentro Estatal de Solidaridad con Cuba en el Estado español. Los colectivos organizadores del evento (Asociación de Amistad con Cuba de Toledo “Antonio Maceo”, SODePAZ, Colectivo de Juventudes Comunistas – CJC, Asociación de Vecinos del Polígono, Partido Comunista de los Pueblos de España - PCPE, Unión de Juventudes Comunistas - UJCE e Izquierda Castellana) los invitan a participar en este XII Encuentro, que servirá para reiterar al pueblo cubano y su Revolución el apoyo de los pueblos del Estado español con la obra que Cuba socialista viene realizando por más de 50 años a favor de todos los pueblos del mundo. Una vez más, convocamos a todas las personas con el llamado “Cuba no está sola”. Otro mundo mejor es posible.
Ciutadans per la Republica, organización amiga de Cuba y de los procesos revolucionarios y progresistas de América Latina vinculados al ALBA participará en este Encuentro apoyando y aportando en cada una de las comisiones intentando fortalecer a este digno movimiento en defensa de la Revolución cubana.
Si vols participar en la lluita per la III República no dubtis en posar-te en contacte amb nosaltres, totes les aportacions són benvingudes. ciutadansrepublicans@gmail.com
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«Cuando los trabajadores hacen huelga no es que no quieran trabajar, es que quieren hacerlo en mejores condiciones» Francesc Layret
Clamor en las calles por la huelga general del 29M 800.000 personas en Barcelona, 900.000 en Madrid, manifestaciones masivas en todas las ciudades de españolas en protesta contra la reforma laboral y las criminales políticas de recortes sociales del Gobierno ultrareaccionario de Rajoy en Madrid y Artur Mas en Catalunya. La huelga ha sido un éxito, la campaña desmovilizadora un fracaso. El pueblo derrota la campaña de resignación y miedo Desde el anuncio de la brutal reforma laboral, que desvirtúa los convenios y la negociación colectiva, abarata y facilita el despido, criminaliza y persigue a los parados con subsidio y a los enfermos con baja por IT, los trabajadores han salido a la calle masivamente, como se vio en las primeras manifestaciones convocadas por CCOO y UGT el 19F. En sólo una semana se convocaron manifestaciones masivas en todas las grandes ciudades con un éxito de participación que no se veía desde hace años. Frente al descontento social, el gobierno y la patronal iniciaron una campaña de miedo y resignación para hacer fracasar la convocatoria de la huelga general el 29M. Los “medias” se pusieron a corear el mismo discurso para justificar las salvajes medidas: “todos somos culpables de la crisis”, “todos tenemos que pagar”, las “medidas son necesarias”, porque hemos vivido “por encima de nuestras posibilidades”. Comentaristas y tertulianos repetían como loros: “la huelga no servirá” el “gobierno no cambiará nada”, sólo “perderéis dinero”. Y por si no era suficiente, la patronal amenazaba con despedir a los trabajadores que fueran a la huelga (más de 250 empresas han sido denunciadas). La acumulación de las luchas, del 15M al 29M… El éxito de la Huelga y las manifestaciones ha sido incontestable y ha resaltado por su gran connotación sociopolítica. No sólo ha sido una huelga sindical, sino también una huelga social, no es casual que la llamen huelga del 99%. La acumulación del descontento social, a lo largo del año pasado, ha salido a la luz con fuerza inusitada. El conformismo al inicio de la
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crisis, la aceptación e incluso justificación pasiva de los “ajustes” antisociales, se convirtió en indignación popular a partir del 15 de mayo del 2011. Indignación que estalló ante el empobrecimiento masivo, los recortes sociales y laborales… Todo mientras banqueros y grandes empresarios, políticos corruptos y mentirosos a su servicio, monarcas y curas defraudan, y/o roban, las arcas públicas en masa y encima reciben miles de millones del dinero de todos.
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El extraordinario potencial popular, asambleario y de base del movimiento 15M (expresión del cambio de estado de ánimo de parte importante del pueblo contra la creciente desigualdad social, la falta de democracia y la corrupción generalizada) puso en contacto a miles de personas, de diferentes edades y experiencias, y fue transformándose en multitud de pueblos y ciudades, a través de diferentes luchas e implicando a muchos sectores sociales, en el instigador del combate contra los brutales recortes de sanidad y educación, para organizar a vecinos contra los desahucios (PAH), a universitarios y estudiantes, (los casos de las impresionantes huelgas de la comunidad universitaria o los estudiantes valencianos de secundaria que fueron duramente reprimidos por la policía nacional, etc.) Esta huelga refleja un grado de unidad sindical sin precedentes en este país. Es muy significativo que 32 organizaciones sindicales secundaran esta convocatoria de Huelga
General. Ya no es sólo una convocatoria de CCOO y UGT, sino de muchas organizaciones sindicales de todas las tendencias y tipos, desde anarcosindicalistas hasta sindicatos de la policía, de sectoriales a nacionalistas. Con ello ha ganando extensión la movilización de la clase obrera y los trabajadores al desactivarse, en gran medida, el discurso antisindical de los grandes poderes económicos. El revés electoral en Andalucía y Asturias La derechona retrógrada creyó sus propias mentiras. El PP corrupto y neofranquista, al igual que sus socios de la derecha catalana de CiU (que no tiene nada de “civilizada” y sí mucho de rancia y delincuente), pensaron que su victoria en las elecciones generales del 20N era la expresión de la derrota y la sumisión del pueblo y los trabajadores ante sus políticas de “ajuste” salvaje y criminal. Creyeron que con un poco de propaganda y demagogia dosificada, arrasarían en las elecciones andaluzas y asturianas en lo que llamaban la “marea azul”. Los resultados fueron una sonora bofetada contra sus políticas antisociales y un aliento para las protestas a pocos días de la Huelga.
También lo fue para el PSOE, que también ha recibido, en estas elecciones y sobretodo en las generales, un severo castigo por sus políticas antipopulares y neoliberales. Es cierto que, al estar en la oposición, los socioliberales activaron a buena parte de sus bases sindicales para desgastar al PP y que eso benefició el éxito de la huelga. Pero no hay que olvidar que comparten el mismo proyecto europeo
pro alemán y atlantista, que forman parte de las estructuras de dirección y de las decisiones políticas que toma la troika (UE, FMI y BCE) en contra de los pueblos y de la clase obrera.
La respuesta del gobierno y la patronal… la represión. El éxito del 29M ha dejado claro que el pueblo va a luchar por sus derechos y que protestará masivamente contra su política injusta y antisocial. Tiemblan porque su propaganda para narcotizar al pueblo ha fracasado y ahora quieren amedrentarnos con la represión y recortando las libertades. Las declaraciones del jefe de los patronos Joan Rosell y del reaccionario Duran i Lleida sobre “regular el derecho de huelga” inician la campaña de criminalización y persecución de los huelguistas y contra el derecho de huelga. Utilizando los disturbios en Barcelona se han lanzado a una caza de brujas contra otros derechos democráticos como el de reunión y manifestación. Las declaraciones del hooligan neofascista Felip Puig no dejan lugar a dudas: “Necesitamos un sistema judicial que dé miedo a los manifestantes”. Es toda una declaración de guerra. Al tiempo que anuncian leyes de excepción, encarcelan a 3 estudiantes catalanes en régimen de prisión “preventiva” sin tener pruebas, fueron detenidos por la mañana y acusados por los disturbios de la tarde, los mantienen en prisión sin tener anteceden-
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tes mientras dejaron en libertad y sin fianza al empresario agresor, que apuñaló a la compañera Maria Luisa Elguero, en un piquete informativo de Torrelavega. Es un juicio político y una clara advertencia a los sectores de la izquierda política y sindical, a los jóvenes, estudiantes y universitarios (son militantes de AEP) o a aquellos que quieran luchar por sus derechos. Les encarcelan por luchar por nuestro futuro, los condenan por estar organizados política y socialmente, una cobarde venganza por el éxito de la huelga y un intento de amedrentarnos. El futuro nos pertenece Esta huelga, y las movilizaciones de estos últimos meses, también se han caracterizado por la entrada en escena de miles de jóvenes al combate por su futuro. Jóvenes que se habían mantenido al margen de los conflictos sociales de clase, que desconocían la larga tradición de lucha y los tremendos sacrificios y restricciones, que costaron los actuales derechos sociales y laborales a nuestros padres y abuelos. Para muchos trabajadores
y jóvenes, esta huelga ha sido la primera experiencia que han vivido como clase, la primera demostración de fuerza que han sentido, los trabajadores unidos podemos paralizar el país, y eso, no es fácil de olvidar.
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Ya anuncian nuevas agresiones: recortes socia-
les, laborales y de libertades civiles, subidas de tarifas de la luz, gas, agua, combustible y transporte, aumentos de impuestos para los que vivimos de nuestro trabajo, bajada de salarios, pensiones, subsidios… A los trabajadores nos condenan a la miseria, mientras las empresas del IBEX–35 aumentan sus beneficios, a la banca y la gran empresa les
inyectan miles de millones de euros públicos (110.000 millones a los bancos en los últimos 4 años), a las grandes fortunas les conceden amnistía fiscal, pagan menos impuestos (si los pagan) y como premio, les dan puestos de consejeros a dirigentes políticos en sus empresas y salen impunes de casos de corrupción, (tanto si son del gobierno, de la casa real o de la iglsia). Una maquinaria de dominación y explotación llamada capitalismo. Empiezan a vislumbrarse respuestas sociales y políticas tanto en España como en muchos países de la UE. La izquierda y el movimiento sindical se recuperan porque se proletarizan y clarifican tras el largo letargo institucionalista y electoralista. Poco a poco se rescatan las señas de identidad, la historia y el discurso, las prácticas colectivas, críticas y participativas, la cultura popular y la solidaridad de clase. Empezamos a verlo en las elecciones generales y las andaluzas. Muchos sectores de la clase obrera y el pueblo se vuelven a reconocer como clase, empiezan a tomar conciencia de que su
solución individual depende del conflicto social y del colectivo. A nivel europeo empiezan a extenderse las luchas rápidamente, a la heroica resistencia del pueblo griego, se suma la del portugués, el belga, el francés, el español y el 13 de abril la huelga general llega a Italia. Los próximos meses y años serán importantes para los trabajadores, nuevas movilizaciones están por venir —14 de abril republicano y antirepresivo, 1º de Mayo, aniversario 15M…— porque la lucha no será fácil, ni corta… Gracias a todos y a todas los que habéis hecho realidad
este día de huelga. Nos hemos reivindicado como clase, llenando de silencio estruendoso las empresas, escuelas, hospitales, oficinas… y de ruido ensordecedor las calles. Hemos plantado cara a los patronos y a sus gobernantes lacayos, enfrentándonos a sus amenazas y discursos de resignación, para hacerles entender que como ayer, estamos determinados a luchar por nuestros derechos y contra la esclavitud asalariada. Muchas páginas de dignidad obrera quedan por escribir en la historia, llenas de heroicidades cotidianas, porque el futuro nos pertenece a los trabajadores.
Me gustan los estudiantes… Acababa ya el mes de febrero cuando las durísimas imágenes de las cargas policiales contra estudiantes de Educación Secundaria en la ciudad de Valencia corrieron en casi todos los medios de comunicación del Estado español y también, fuera de sus fronteras. La brutalidad de las “fuer-
muestra clara de ideología, de un abusivo ejercicio del poder para imponer lo que con la excusa de la crisis se anda buscando establecer, la destrucción de servicios básicos como la Educación pública: su privatización.
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zas de seguridad” para imponer el orden y el silencio a los y las jóvenes estudiantes nos recordaron a otros y otras, ya no tan jóvenes, años pasados de pura represión fascista. A otras personas, menos memorionas, la contundencia utilizada contra adolescentes que clamaban porque sus centros de estudio se habían convertido en neveras, sin tampoco medios para trabajar (papel, tiza…), pareció despertarles de esta calma chicha en que se había estado desarrollando tímidamente la resistencia a la aniquilación del Sistema Educativo Público que llevan adelante los gobiernos autonómico y estatal, siguiendo las directrices del FMI, el Banco Mundial, la OCDE. Las imágenes vivas de libros, cantos y manos abiertas contra porras, patadas, insultos, detenciones, gases lacrimógenos…, resultaron un revulsivo en la conciencia colectiva y las muestras de solidaridad en el resto del Estado español se dieron automáticamente. La declaración pública del responsable de la actuación policial que, descuidadamente, llamó “enemigo” al díscolo alumnado que protestaba en las calles, fue clarificadora. No fue un lapsus sino toda una
El alumnado valenciano encendió la mecha de la lucha que se está llevando hoy contra la política de recortes. Los y las jóvenes de la ESO de Valencia, parecían pasar la mano por la cara al profesorado, aquel que tendría que haber sido quien iniciara la protesta madura y consciente contra la destrucción de sus condiciones laborales, de sus derechos conquistados, de la dignidad de sus tareas pedagógicas… Sangre joven contra inercias acomodadas. Y es que ¿acaso los y las docentes no fueron estudiantes? Claro que sí, pero fue hace tanto tiempo… Es posible que, aunque en las aulas no se les haya facilitado información suficiente sobre las características del modelo de producción neoliberal o capitalista, este alumnado rebelde y contestatario haya sabido buscar en otras fuentes las causas de la penuria creciente en sus aulas e institutos. Es posible también, casi seguro, que hoy por hoy mucho de este estudiantado rebelde tenga ya claro que la Educación como Derecho Humano sólo estará
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garantizada en una sociedad más justa y realmente democrática: aquella que garantice una repartición equitativa de la riqueza, sin explotación de unas personas sobre otras, sin subvenciones públicas al negocio privado de la Educación concertada; aquella sociedad que base el conocimiento transmitido en las aulas a las nuevas generaciones en un método científico, alejado radicalmente de las supersticiones religiosa. Una sociedad basada en la cooperación mútua y la solidaridad… Sirvan estas líneas como homenaje a los y las estudiantes rebeldes ante las injusticias sociales y los abusos, con conciencia y madurez competencialmente demostradas en las calles de Valencia y en todas las calles. Y aquí, unos versos de Violeta Parra, musicados en innumerables ocasiones, en las incontables luchas que la juventud estudiosa seguirá protagonizando:
Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de animal ni policía. Y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría. Caramba y zamba la cosa, qué viva la astronomía!
cuando les meten al oído sotanas y regimientos. Pajarillos libertarios igual que los elementos. Caramba y zamba la cosa, qué vivan los experimentos! Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho cuando les dicen harina sabiéndose que es afrecho. Y no hacen el sordomudo cuando se presente el hecho. Caramba y zamba la cosa, el código del derecho! Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura. Para la boca del pobre que come con amargura. Caramba y zamba la cosa, viva la literatura! Me gustan los estudiantes que marchan sobre las ruinas, con las banderas en alto.
Me gustan los estudiantes que rugen como los vientos
L’analfabet polític. El pitjor analfabet és l’analfabet polític. No escolta, no parla, no participa dels esdeveniments polítics. No sap que el cost de la vida, el preu de les mongetes, del pa, de la farina,
del vestit, de la sabata i dels remeis, depenen de decisions polítiques. L’analfabet polític és tan ase que s’enorgulleix i eixample el pit dient que odia la política.
de la seva ignorància política neix la prostituta, el menor abandonat i el pitjor de tots els bandits que és el polític corrupte, manefla i servidor de les empreses nacionals i multinacionals. Bertold Brecht.
No sap, l’imbècil, que
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