Narrativa2014

II

VIRGEN DEL CERRO

III CERTAMEN DE NARRATIVA

Curso 2013-14

Alumnos de infantil y primaria

[A単o]

CALLE

MOHERNANDO,

1

28038

M A D R I D

1º premio del primer ciclo EL COMIENZO DE UNA AMISTAD Había una vez una niña con muletas, se le rompió una y cayó al suelo camino a casa.

Se llamaba Carla.

Carla intentó levantarse, pero no podía. Una niña que pasaba por allí le ayudó a levantarse y le preguntó si se había hecho daño. Carla le dijo que no y le dio las gracias.

La niña le dijo adiós y se marchó. Entonces Carla se dio cuenta de que no le había preguntado su nombre. Cuando se dio la vuelta para preguntárselo a la niña, ya no estaba.

Se fue a casa y le contó a sus padres lo sucedido. Su madre le dijo que si quería saber su nombre que volviera al mismo sitio a ver si la volvía a ver. Y así lo hizo.

Cuando regresó al mismo sitio, allí la encontró. Sentada en un banco estaba la niña. Carla se acercó y sin perder tiempo se le preguntó. La niña le dijo que se llamaba Laura y le dio un beso. Le preguntó cómo se encontraba. Carla le dijo que bien y más ahora que ya sabía su nombre.

Se pusieron a hablar y así surgió una bonita amistad. Y desde ese día fueron las mejores amigas.

Sara H. 1º B

Diploma 1º ciclo primaria

LA MULETA ROTA Había una vez una niña con muletas. Se le rompió una y se cayó al suelo. Se hizo mucho daño, pero corrieron a ayudarla los que la vieron. La ayudaron a llegar a su casa y su mamá luego de consolarla fue al médico y le dijo: - Doctor, ¿tiene una muleta por ahí.

- N, habrá que pedirla –dijo el doctor.

A la niña se le ocurrió una idea: repararla con pegamento especial, pero no funcionó. Tuvo que esperar un par de días y recibió su muleta. También se recuperó y pudo caminar y correr sin muletas ni nada.

Aprendió a tomarse las cosas con paciencia y que debemos ayudar siempre.

Eduardo G. 1º B

Diploma 1º ciclo primaria

LAS MULETAS DE NATALIA Había una vez una niña con muletas, se le rompió una muleta y un niño le dijo te voy a ayudar y Natalia se sintió con alegría porque tenía un amigo. Vamos a ir al médico a que nos preste una muleta, dijo Juan y le pareció buena idea a Natalia.

Y cuando fueron le dijeron que no tenían y Natalia tenía tristeza y Juan la animó y le dijo venga, no pasa nada, seguro que podemos hacer algo y se pusieron a pensar.

De pronto, Natalia pensó que podrían hacer una obra de teatro y así le darían dinero para la muleta. Y la hicieron y Natalia estaba muy contenta porque Juan la visitaba todos los días y no se aburría y jugaba con ella y su juego favorito era el escondite. Y como Natalia no quería tener muletas por eso Juan la ayudaba a andar sin muletas.

Un día Natalia fue tan valiente que anduvo ella sola y ya podía jugar a todo.

Yaret 2º B

Diploma 1º ciclo primaria

UNA NIÑA CON SUERTE Había una vez una niña con muletas, se le rompió una muleta. Se llamaba Paula. Paula estaba muy aburrida en su casa. La abuela le dio una silla de ruedas y se puso muy alegre y Paula fue a jugar con su hermano Nico al baloncesto.

Echaron un partido. Cuando terminaron vino su prima un poco triste, pero Paula y Nico no sabían qué le pasaba y se fueron a casa, le ofrecieron un montón de juegos: ajedrez, parchís, etc. De repente, vino su madre aburrida del trabajo que tenía, que es profesora de guardería con tantos niños. Se llamaba Nuria. Nuria descansó un poco mientras Paula, Nico y su prima Bea merendaban. De repente se puso a llover, con rayos, con nubarrones y truenos.

Al final, Paula recuperó sus muletas, pero Paula quería la silla de ruedas y vivía muy feliz, así que se pusieron a hablar y se quedó con su silla de ruedas.

Lucas 2º B

1º premio del segundo ciclo CLAUDIA Y PABLO Un día Claudia, como siempre, estaba paseando por los pasillos y escuchó que un niño nuevo iba a venir a su clase. Él era espacial, no podía andar, iba con muletas, se llamaba Pablo. Se alegró mucho de tener un niño nuevo.

En clase Claudia decidió ayudarle a Pablo a moverse las piernas.

Poco a poco pudo andar sin las muletas, consiguió dar unos cuantos pasos. Ella sabía que no iba a poder andar. Pero si Pablo estaba alegre ella era feliz.

Después de dos días en el recreo a Pablo se le rompió una muleta. Aburrido porque ese día no había venido Claudia.

Triste porque estaba en el suelo y nadie lo quería. Una niña lo vio tirado en el suelo y ella no tenía fuerza para levantarlo, luego un niño la vio en el suelo y los dos intentaron levantarla. Como no tenían fuerza suficiente, con los pasos que le enseñó Claudia, consiguió levantarse y estuvieron jugando todo el día al escondite con Pablo. Al llegar a casa le contó a su madre que había hecho dos amigos nuevos. Su madre se puso muy contenta y desde ese día todos se dieron cuenta de que aunque tuviera un problema era igual que todos.

Andrea B. 3º B

Diploma 2º ciclo primaria

UNA EXCURSIÓN DULCE. Jane se levantó nerviosa porque era su primer día como guía al parque natural de Aragosa. Mientras desayunaba pensaba en todo lo que iba a enseñar a sus visitantes. Iba camino del centro de información del parque natural y se llevó una sorpresa al ver que los excursionistas eran discapacitados. Se conocieron y Jane se enteró de que María y Olly venían para conocer todos los secretos del pueblo de Aragosa y del río Dulce donde Jane los llevaría y les explicaría todo. Empezaron la visita por el pueblo y Jane les dijo que en esa zona se podían ver buitres negros, leonados y también alimoches.

Se lo pasaron muy bien y Jane les aclaró todos los animales, rocas y costumbres que allí se daban. Por la tarde se fueron a comer y después fueron a una tienda de recuerdos y se llevaron un souvenir precioso de unas tres en raya. Después fueron al centro de interpretación del parque y María y Olly le contaron a Jane sus discapacidades. Jane se había dado cuenta antes de que María era muda y Olly le dijo que no tenía sentido del gusto y también que su nombre venía de Oliver, pero Jane ya lo sabía. Se despidieron y se hicieron muy buenos amigos. Por la noche Jane pensó en sus nuevos amigos y en que era más divertido de lo que creía estar con discapacitados.

Alba P. 4º A

Diploma 2º ciclo primaria

EL TRISTE Y EL COJO Había una vez en una pequeña casa de paja un niño de chocolate que se llamaba Jorge. Todos se reían de él porque era de chocolate. Él todos los días se iba al parque, pero una ver que fue se encontró con Ángel, un niño cojo.

Empezaron a charlar y le contó que también se reían de él porque no podía correr como los demás. Desde entonces siempre quedaban en el parque a las tres.

Diego, el chico que más se reía de ellos, se hizo un esguince y tuvo que llevar muletas. Como no podía jugar con sus amigos, lo dejaron solo. Y sintió lo que les había hecho él a Jorge y a Ángel. Cuando Ángel y Jorge vinieron, le perdonaron y Diego se dio cuenta de lo que era la verdadera amistad. Érica, una chica encantadora con la que Jorge jugaba siempre, se hizo su novia. Y Dora, la chica guapa con la que Ángel jugaba, se hizo novia de él.

Alba L. 4º B

1º premio del tercer ciclo EMPATÍA Y LECCIONES Había una vez una niña con muletas. Se le rompió una y no tenía con qué desplazarse. Lo pasaba muy mal encerrada en casa sin poder salir, mientras veía a otros chicos y chicas de su edad jugando fuera y saliendo a la calle.

Un día, como siempre, estaba asomada a la ventana cuando vio a un niño en silla de ruedas. Ella pensó que seguramente él también estaba solo, pero de repente, vio que cuatro chicos se acercaron al niño y estuvieron hablando y riéndose juntos sin importarles la dificultad que tenían. Incluso hacían carreras y el niño corría con la silla.

La niña se sorprendió mucho al ver que, en realidad, el niño estaba bien acompañado y que sus amigos le ayudaban a subir y bajar bordillos, a desplazarse más rápido,…

Después de observarlos un buen rato, se perdieron del alcance de la vista de la niña. Ella se quedó pensativa, recordando lo que había visto.

Al final, llegó a la conclusión de que un problema de movilidad no tiene por qué impedir disfrutar de la vida ya que, por lo menos, la lesión de la niña era pasajera y se le

curaría, pero lo que tenía el niño le duraría de por vida. Era para siempre. Y aún así no le importaba verse con las piernas inmóviles y a sus amigos tampoco porque, al fin y al cabo, para eso son los amigos. Sólo les tiene que importar su personalidad. No cómo seas de aspecto ni si eres rico o pobre. Tampoco tiene que importarles lo que tengas o lo que no tengas. El regalo más bonito que puede ofrecerte alguien que no lleva tu sangre es la amistad, una amistad verdadera, duradera y, sobre todo, desinteresada.

Al mes de todo aquello, la niña ya volvía a correr, a saltar, a caminar,… Y cada vez que veía una silla de ruedas o unas muletas, le entraba una dulce sonrisa y recordaba la valiosa lección que aprendió. La de que hay que olvidarse de problemas que te detengan y centrarse en la felicidad de uno mismo y la de los demás, poniéndote “en la piel del otro” y averiguando lo que puede sentir.

Nerea R. 6º B

Diploma 3º ciclo primaria

Había una vez una niña con muletas, se le rompió una muleta y desde entonces no quería salir a la calle.

Empezó a sentirse con mucha tristeza, porque echaba de menos el colegio, a sus amigos y amigas.

Cuando sus amigos y vecinos se enteraron, quisieron ayudarla, pero no se dejaba ayudar para no entorpecer a nadie.

Un día se reunieron todos los vecinos y tuvieron la gran idea de darle una sorpresa y entre todos hicieron una colecta y reunieron el suficiente dinero para comprarle unas muletas nuevas.

Y aquel día fue el más feliz de su vida.

Sergio P. 5º A

Diploma 3º ciclo primaria

TODOS CONVIVIMOS Había una vez una niña con muletas que se rompió una pierna. Y claro, si estaban con ella en el patio no podían correr, saltar, ir de un lado a otro… y por ello nadie quería estar con ella. Menos una niña llamada Martina.

Desde entonces, Martina y la niña de las muletas, llamada Emma, se habían hecho muy amigas. Ellas nunca se habían llevado ni muy mal ni muy bien. Pero al estar ellas solas se empezaron a conocer y a ser muy amigas.

Los demás niños y niñas se fijaron que se lo pasaban muy bien. Entonces se acercaron para ver qué hacían para pasárselo tan bien. Simplemente jugaban a juegos verbales o juegos con las manos.

Algunos niños querían jugar y Martina les dijo: - ¿No pensabais que jugar sin correr, saltar,… era un aburrimiento?

Ellos contestaron: - Sí, pero os lo estáis pasando tan bien que queremos jugar, ¿podemos?

Emma dijo: - Claro que sí, cuantos más mejor.

Y así todos aprendieron que convivimos todos juntos.

Nerea del T. 5º A

Diploma 3º ciclo primaria

EL VIAJE DE NADINE Había una vez una niña con muletas, se le rompió una y se disgustó mucho.

La niña se llamaba Nadine y era de un pequeño pueblo de Montenegro llamado Yatrovika, el pueblo estaba casi destruido por la guerra yugoslava. A Nadine se le rompió una muleta por una bomba que cayó cerca de su casa. Ella corría y corría para que no la matara la bomba y logró escapar, pero por el camino se le cayó la muleta y la destrozó la bomba.

A Nadine nadie le podía ayudar, pues su padre estaba luchando en la guerra y su madre había muerto por una bomba. Entonces Nadine sabía que en Dinamarca era uno de los países europeos que no estaban en guerra. Y decidió ir hacia allí. Tuvo que atravesar andando y con esfuerzo y también en camión: Croacia, Serbia y Hungría. En el norte de Hungría vio un río en el cual había una barca, se montó y remando atravesó Checoslovaquia, la cual al año siguiente se convertiría en Chequia y Eslovaquia. Lo cruzó hasta llegar a Austria, ahí cogió el tren hasta Berlín, donde estaba su tío que también había huido de la guerra de la guerra y le pagó un avión hasta la isla de Copenhague en Dinamarca. Ahí fue al hospital y le dieron una nueva muleta y la adoptó una señora llamada Kasey.

Al final Nadine fue feliz, fue al colegio, pudo aprender, tenía comida en el plato todos los días y lo más importante: tenía una nueva madre, Kasey.

Daniel B. 5º A