bipolaire arquitectos

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Bipolaire + Partners T +34 963 476 566 F +34 963 476 626 bipolaire@bipolaire.net www.bipolaire.net

Edita: Bipolaire Arquitectos Autor: Miguel Arraiz y Bruno Sauer Textos: Bruno Sauer Fotografías: Noel Arraiz Diseño y maquetación: Estudio Menta www.mentagrafica.com © de los textos - los autores © de las imágenes - los autores © de los planos - Bipolaire + Partners © Bipolaire + Partners 2011 ISBN: 978-84-615-1114-3 Depósito Legal: V-9999-2011




índice Bipolaire / Tempura

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Reflexiones: La sostenibilidad como benchmarking. Empresa / Corto plazo

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Suelo no construido. Árbol / Bioclimatismo / Escala media

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El agua / falsa gestión. Multi-escala

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Materiales / complejidad. Escala media

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Urbanismo / urbanista. Renovación / Multi-escala

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Think Global, Act Local / La relatividad del cotidiano. Multi-escala

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Urban Shrinkage / El valor del vacío. Escala media

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Proyectos: Viviendas para jóvenes en Torrevieja

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Viviendas en Alicante

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Viviendas públicas en San Vicent del Raspeig

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Salón de actos del Grao de Gandía Pensamientos moleculares

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Proyectos: Edificio industrial en Villena

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Restauración del Palau Valeriola

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Vivienda en el centro histórico de Valencia

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Centro empresarial en Puçol

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Casa B.05 en Rocafort

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Perfil

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Tabla de proyectos 2002 - 2011

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BIPOLAIRE / TEMPURA Todos sabemos que escribir es una manera de aclarar las ideas. Pero a la vez es una limitación para el dialogo en el sentido que la palabra escrita es definitiva y absoluta, mientras la palabra hablada conlleva un tono de pronunciación que puede dejar la puerta abierta a interpretar el significado de la palabra o de la frase. Escribir es necesario pero a la vez es conflictivo. Cuando alguien se enfrenta a escribir sobre su propio trabajo, pues hace falta tener bien claro hasta qué punto cierras la conversación posterior o dejas abierto el debate sobre lo que se ha realizado. Es más enriquecedor escribir para aclarar y hacerlo de tal forma que se deja espacio y tiempo para la conversación. Por lo tanto, hemos optado para describir Bipolaire Arquitectos, parte 1, a través de conceptos que cada uno en sí es más fácil de definir mientras en su conjunto vuelven a añadir esa complejidad del trabajo diario. Una complejidad que va evolucionando cada vez se introduje un nuevo elemento. Los textos que se presentan en el inicio de este libro tratan temas que han vuelto regularmente en las conversaciones en el despacho. Son conceptos que han dominado los procesos de proyectar y de realizar. No siempre todos están presentes, tampoco todos estaban desde el inicio. Hemos intentado ser práctico, dejando la aproximación a las grandes teorías como tarea de documentación para el lector, bien a posteriori, bien a priori, según guste. El orden de los temas no es relevante, les hemos ordenado como las hojas que caen de un árbol: sin orden, sin pretender dar más valor a uno o a otro. Aconsejamos una segunda lectura en la cual se altera el orden de los temas.



reflexiones


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La sostenibilidad como benchmarking Empresa / Corto plazo “Las distintas velocidades de actuación en la “construcción sostenible” requieren seguimientos específicos que permitan a cualquier persona/empresa/administración seguir trabajando, investigando, desarrollando y aplicando sus conocimientos y avances a la vez que a otros empezar sin tener la sensación de que ya es demasiado tarde y de que “eso de la sostenibilidad” ya no es para ellos”. Esta reflexión surge ante la manera de actuar de nuestra sociedad en relación a aquello que se pone de moda. Somos capaces de vender una mentalidad o hacer marketing de algo que ni siquiera es un producto incluso sabiendo que esa comercialización impedirá a corto plazo cualquier intento de profundizar en su contenido. Todo el discurso actual sobre la sostenibilidad lo originó la preocupación de los primeros industriales globalizados de los años 60, quienes a través del Club de Roma expresaron su preocupación sobre un crecimiento insostenible, generado por las grandes diferencias entre la capacidad de obtención de los países ricos y su injusta compensación económica a los países en desarrollo. El idealismo de la industria de entonces choca frontalmente con el oportunismo de la industria actual, que utiliza el discurso sobre la sostenibilidad como un perrito caliente, y encima ¡vendiéndolo como si fuera un solomillo de alta calidad!. Actualmente, existen diferentes velocidades en la aproximación y/o la apreciación al lema “construcción sostenible”. Hay empresas, instituciones y técnicos que llevan entre 10 y 20 años incorporando criterios sostenibles en su trabajo. Hay otros que acaban de empezar o que aún no se han dado cuenta de que ciertos objetivos, planteamientos y procesos tienen que cambiar. Nos hemos equivocado colectivamente al aceptar que el debate sobre una construcción sostenible sea utilizado en premios, concursos, promociones, etc. Es un error lógico cuando se empieza a concienciar a la sociedad de repente, con urgencia y sin contar con un amplio grupo de gente que acumule y domine los conocimientos necesarios y suficientes como para liderar el debate. En muy poco tiempo todo el mundo ha buscado los instrumentos para ser sostenible o para poder decir si algo es sostenible o no. Y como ya es habitual en una sociedad racional e informatizada, la solución se ha

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encontrado en las estadísticas, las bases de datos, las simulaciones y los esquemas, a menudo lejos, incluso muy lejos, de un conocimiento amparado por el “sentido común”. Si hoy en día quieres ganar un concurso, tienes que presentar esquemas de ahorro (virtual) energético (de un mínimo del 60%), fachadas verticales verdes y planos de instalaciones de Aire Acondicionado con energía solar combinada con free-cooling y maquinas de absorción. De esta manera cualquier alcalde o concejal es capaz de entender que ese proyecto es el más sostenible. Con esta mentalidad hemos conseguido 2 cosas: Primera, nos hemos auto-engañado como sociedad, de tal forma que si alguien habla sobre una ventilación cruzada o una orientación correcta lo consideramos como un principiante y “buen chaval”. Mientras que en la práctica el ejercicio consiste en simplificar las cosas y volver al eslogan de los años 50 “menos es más”. Segunda, que la mayor parte del sector de la construcción, que no dispone ni de los medios ni del conocimiento, se siente excluida de la moda. De esta manera se conforma un anti-grupo, integrado por aquellos que consideran la sostenibilidad como una moda más y por tanto temporal, porque a la hora de la verdad la gente quiere colocar el aire acondicionado siempre, independientemente de que haya ventilación cruzada en todas las estancias. Esta segunda consecuencia es la peor porque resulta muy contra productiva. Hace un año se leía en un periódico que en un país nórdico se había prohibido a la industria del automóvil hacer publicidad utilizando el eslogan siguiente: que sus coches eran ecológicos porque sólo generaban 140 g. CO2/km. El gobierno dejó bien claro que 140 g. son demasiados para ser ecológicos. Es un ejemplo desgraciadamente demasiado habitual de cómo se intenta utilizar el discurso sobre la sostenibilidad para hacer negocio, y a la vez un ejemplo excelente de cómo un gobierno que realmente es consciente del problema actúa eficazmente. ¿Por qué no podemos hacer algo similar con la “venta” de la construcción sostenible?. “Es importante que empecemos a tratar el discurso sobre la sostenibilidad en la edificación como algo normal y habitual que es inherente a la buena práctica. Probablemente hará falta un esfuerzo muy grande para formar no sólo a los técnicos, también a los empresarios, a los industriales, a funcionarios de las administraciones, a los usuarios y la gente en general. Tenemos que evitar que la sostenibilidad se convierta más aún en un sostenibilismo”.

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Suelo no construido Árbol / Bioclimatismo / Escala media “Para explicar el significado del “sentido común” en el debate sobre la sostenibilidad en la edificación y la ordenación urbana, utilizamos a menudo un ejemplo de fácil ejecución pero que sin embargo resulta muy difícil de ser llevado a cabo. Suelo concluir diciendo que “falta sentido común para que se ejecute” aunque “es de sentido común aplicarlo”: Se trata de plantar un árbol. Muy sencillo a primera vista. Pero si realmente es tan sencillo ¿por qué no se hace más a menudo?. La naturaleza dispone de un instrumento que se llama árbol y que nos ayuda a luchar contra muchas cosas. El árbol evita una evaporación acelerada de la humedad de la tierra, nos protege contra el calor y el frío, absorbe CO2, evapora humedad, regula la ventilación del subsuelo, y genera un hábitat a otros organismos (incluido niños atrevidos). Si sabemos que en verano la temperatura por debajo de la copa de un árbol puede ser 15°C menor que la temperatura ambiental, ¿por qué no plantamos más árboles?. Contra el argumento de que un árbol requiere mucho mantenimiento no se puede luchar con normativas, ni obligaciones. Esta actitud generalizada sólo se puede cambiar mentalizando y concienciando a la población en general y a los políticos en concreto. La exigencia de “nada de mantenimiento” bajo el lema “no queremos perder confort adquirido” es incompatible con el debate sobre el giro hacia la sostenibilidad. ¿Cómo se puede medir el confort de la sombra contra el no-confort de quitar hojas en el suelo?. Otro elemento que determina tremendamente la ausencia de árboles es la normativa urbanística de aplicación en la mayoría de comunidades autónomas de este país, que regulan la ocupación sobre rasante, y permitiendo en muchos casos una ocupación del 100% bajo rasante. Es una realidad más compleja y con consecuencias indirectas, o mejor dicho que genera incompatibilidades. Una aproximación a la normativa urbanística exclusivamente desde el punto de vista de lo construido, no contempla la calidad del espacio no construido. Nuestra sociedad exige el mayor espacio posible de aparcamiento o almacenamiento junto al edificio y sin molestar al entorno urbano. Por tanto, agotamos la posibilidad de ocupar el subsuelo. Si pensamos de nuevo y por un momento en el árbol, entonces topamos con un problema. El árbol tiene un

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tronco, una copa y unas raíces que ocupan aproximadamente el mismo volumen que ocupa la copa. El aire que ocupa la copa no cuesta nada a nadie, pero el suelo que invaden los raíces sí que cuesta dinero, mucho, demasiado como para no ser rentabilizado. Desearíamos poder ver una normativa urbanística que reconozca las consecuencias indirectas de sus decisiones e imposiciones y que juegue también a favor de “lo blando” en lugar de proteger y favorecer exclusivamente “lo duro”. Este ejemplo puede resultar demasiado sencillo, incluso puede parecer simple para algunos. Pero no lo es. Indica claramente dónde están las preferencias y cómo una normativa urbanística y la mentalidad de nuestra sociedad impide a corto plazo mejorar nuestro entorno construido. A veces resulta más difícil reconocer que la solución está en una actuación sencilla que ir buscando aportaciones de alta tecnología que impactan positivamente en la opinión pública.

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El agua / falsa gestión Multi-escala “Actualmente, la situación es complicada: la gestión del agua está en manos de empresas públicas con cierta participación de capital privado y habituadas durante muchos años a subvenciones de la Unión Europea, la red de infraestructuras está obsoleta en gran parte de su trazado, el precio que pagamos no es un precio real (y por tanto resulta insuficiente para llevar a cabo una gestión correcta), y la legislación actual no deja mucho margen a la iniciativa privada para reutilizar y reciclar aguas a pequeña escala”. No creemos que en el ámbito de la edificación la gestión del agua resulte tan difícil de resolver puesto que los hechos y datos son conocidos, la materia base está controlada y el conocimiento científico y tecnológico está presente. Una toma de decisiones adecuada permitiría disminuir sensiblemente los resultados indirectos negativos y no deseados. ¿Qué estamos haciendo con nuestra agua?. ¿Cómo la estamos gestionando?. Para empezar es importante distinguir dos conceptos: la cantidad y la calidad del agua. El impacto de la edificación sobre la cantidad del agua consumida puede disminuirse fácilmente abordando principalmente dos áreas de trabajo. Primeramente procediendo a la revisión del modelo territorial teniendo en cuenta que un modelo de baja densidad y por tanto con redes extensas de infraestructuras conlleva un mayor uso de agua por las tipologías de edificación que propicia (riego y piscinas) así como una mayor posibilidad de fugas y pérdidas directas en la red de distribución. Y en segundo lugar, generando urgentemente un contexto legislativo para el posible reciclaje y reutilización de aguas domésticas. Discutir sobre la calidad del agua es algo bastante más complicado. Si no consideramos el uso del agua en la industria y consideramos exclusivamente el agua consumida principalmente por el parque residencial la gestión del agua puede interpretarse de la siguiente manera: compramos agua limpia de la red y devolvemos (pagando) agua sucia a otra red. He aquí dos calificaciones del agua: o es limpia, o es sucia. La primera es agua, la segunda es un residuo, y por tanto nuestra interpretación del proceso de gestión del agua, cuando pensamos que realmente estamos gestionando el agua, es errónea. En la primera fase efectivamente gestionamos agua (extracción, potabilización, venta) aplicando la legislación

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correspondiente. En la segunda fase, sin embargo, gestionamos un residuo que por tanto está sujeto a otra normativa. Consecuentemente, como ya hemos mencionado en el capítulo de residuos, los gestores no siempre coinciden en ambas fases. Considerando este contexto, resultaría interesante considerar nuevas fórmulas de gestión del agua que planteasen, no tanto comprar el agua, sino alquilarla. De esta manera sólo utilizamos el agua, no la poseeríamos, y la empresa que la poseyera la recuperaría, cobrando por su uso y su mantenimiento. Incluso se podría pensar en cobrar en función de la cantidad y calidad de agua solicitada y devuelta. No puede ser que una comunidad de vecinos que desee reciclar su propia agua residual para su posterior uso en el riego o relleno de cisternas tenga que pagar la misma cuota que una comunidad de vecinos que rellene la piscina con agua potable. Independiente de los aspectos técnicos y legislativos, existe un gran obstáculo para llegar a una gestión sostenible de este recurso. La elevada carga política que conlleva el tema impide abordar un debate científicamente coherente. Nuestro modelo de desarrollo no puede olvidar que el agua es un derecho humano y que por tanto debe contemplarse una “ética del agua”.

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Materiales /complejidad Escala media “Ya hace años que intentamos clasificar los materiales de la construcción según su grado de compromiso con la sostenibilidad. Y a menudo llegamos a la misma conclusión: es una materia demasiada amplia y compleja para poder ser resumida en una clasificación sencilla y práctica para el uso diario. La elección de ciertos materiales por parte de los arquitectos utilizando el argumento ecológico es quizás la mayor expresión del uso mercantil de la sostenibilidad por parte de los técnicos. Hay muchos libros e institutos que tienen sus propias tablas y clasificaciones, pero no hay ninguno que realmente sea aplicable a todos los materiales”. En nuestro estudio, solemos aplicar una pequeña lista de comprobación, sin entrar en tablas científicas, para poder valorar un material respecto a otro de manera ágil. Nos hacemos unas preguntas con respuesta de sí o no para ver si el material tiene un comportamiento ecológico y a continuación, para aplicarlo, aceptamos una diferencia en su precio de mercado de un 10% respecto a un homólogo menos ecológico. Las preguntas frecuentes en el debate sobre los materiales son preguntas sencillas y directas: ¿La materia prima es renovable o no?, ¿el material es reciclable o no?, ¿el material es reciclado o no?, ¿el material requiere mucha energía en su fabricación o no?, ¿el material tiene una composición de elementos sencilla o no?, ¿el material requiere mucho mantenimiento o no?, ¿el material tiene una colocación sencilla o no?. Cualquier otro sistema probado ha resultado complejo e igualmente discutible. Y cada vez estamos más convencidos de que el trabajo para mejorar nuestros hábitos de construcción no está en clasificar los materiales, sino en conocer las descripciones y características específicas de cada material, desarrollando un sistema de valoración propio basado en la experiencia y el oficio, además de la investigación, que depende de la situación y aplicación en el proyecto. En lugar de ir poniendo etiquetas de AA, A, B, C o D para clasificar los materiales y por lo tanto confiar ciegamente en un sistema comercializado de la sostenibilidad, creemos que debemos hacer un esfuerzo en aprender de nuevo una biblioteca amplia de materiales y en aplicar una valoración puntual en función del uso, de la escala, del territorio, de la ejecución, del presupuesto, de la forma, etc.

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Como todos los aspectos vinculados al debate de la sostenibilidad, la elección de un material u otro no es una decisión aislada. El material y su sistema constructivo están directamente relacionados con el debate sobre la gestión de los residuos, o del uso del agua o el consumo energético. Y si ni siquiera somos capaces de entender y aclarar los temas por separado, ¿cómo vamos a interrelacionarlos?.

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Urbanismo / urbanista Renovación / Multi-escala “Respecto al desarrollo del territorio, en este momento hay dos aspectos fundamentales por abordar, dos instrumentos para alcanzar un desarrollo de nuestro territorio más equilibrado. En primer lugar tenemos que apostar por una moratoria en el desarrollo de nuevo suelo urbano combinada con una apuesta radical por la renovación urbana; y en segundo lugar replantearnos el perfil de arquitecto-urbanista que estamos formando en las universidades”. La renovación urbana es una política duradera. El 80% de la superficie de nuestras ciudades se ha construido en los últimos 100 años, y un tejido tan grande y tan complejo necesita precisamente tiempo para formarse, para llegar a ser un tejido amado por sus habitantes. Los ensanches se han consolidado y por fin son lugares en los que la gente se siente cómoda, aunque probablemente su mayor reclamo sea la nueva vigencia de los principios de Cerdà, entre ellos, el tener un espacio para respirar en el interior de las manzanas. En cambio, casi la totalidad de la periferia urbana y suburbana son tejidos que requieren transformaciones, en ocasiones radicales y a todas las escalas: infraestructuras, viarios, edificios, parques, equipamientos. Es hora de abrir el tejido existente e implantar nuevas soluciones en lugar de seguir ampliando la ciudad con los mismos tejidos. Muchas áreas requieren un traslado de superficie construida para conseguir espacios verdes más amplios. La introducción de nuevas infraestructuras permite plantear cambios y generar nuevos centros o polos de atracción. Las revalorizaciones económicas de los barrios sólo tienen lugar cuando el espacio urbano y edificado realmente se transforma. Pero para poder acometer una política de renovación urbana real, hace falta cerrar una puerta que lleva abierta ya demasiado tiempo: la ampliación sin límites. El camino de la creación de nuevo suelo urbano como instrumento empresarial no es compatible con una política de renovación urbana, por la simple razón de que la renovación es un proceso mucho más complejo, lento y por lo tanto menos atractivo desde el punto de vista del beneficio económico. La renovación utiliza otros elementos para generar valor. Una diferencia fundamental es el aumento de interlocutores. En una operación de nueva creación contamos principalmente dos figuras: la administración local y el inversor privado. Para la renovación contamos con muchos inversores y con muchos departamentos de la administración que ya tienen sus “bienes” en la zona a transformar. Son

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procesos complejos pero en el fondo los únicos que aprovechan lo existente sin consumir nuevo suelo y los únicos que garantizan una mejora (para muchos) de una realidad obsoleta. El segundo instrumento que hemos mencionado es el perfil de arquitecto-urbanista que estamos formando en las universidades. Más que nunca la transformación del territorio y la gestión de la ciudad es un trabajo interdisciplinar en el cual el arquitecto debería tener un rol dominante. Pero esto sólo es posible si nos quitamos de encima la idea de que “cualquier proceso que no “produce formas” no es digno de los arquitectos”. Necesitamos un profesional que además entienda y domine los instrumentos fiscales, legales, administrativos y técnicos absolutamente, para que llegado el momento adecuado pueda defender la importancia de la forma. Pero si el arquitecto-urbanista sólo interviene a la hora de crear formas llegamos tarde, porque probablemente en ese momento todos los parámetros ya estarán definidos, incluyendo los parámetros de la sostenibilidad. Además, en un proceso interdisciplinar nos sorprenderá descubrir que muchos profesionales piensan y actúan más sosteniblemente que los arquitectos. Las competencias profesionales que otorgará el nuevo título tras la fallida revisión de los planes de estudios para adaptarse al Proceso de Bolonia, resultarán excesivas. No se ha abordado la reforma del título de arquitecto de manera integral, y ni siquiera se ha contemplado incorporación gradual al ejercicio profesional, por competencias adquiridas. Una vez más las escuelas siguen atascadas en el tiempo en lugar de adelantarse a él.

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Think Global, Act Local / La relatividad del cotidiano Multi-escala Cuando alguien quiere actuar para mejorar conviene que sea consciente y calcule el impacto real de sus actuaciones. Es importante inculcar a nuestros hijos que no gasten demasiada agua en la ducha, pero con ello no resuelvo la falta de agua en otra región. Puede que consiga que sean conscientes del grave y mundial problema del agua. Es importante utilizar menos el coche y más la bicicleta, pero con ello no explicamos a nuestros hijos que si emitimos menos CO2 entre todos podremos frenar el calentamiento global. El contexto, los interlocutores y los objetivos nos determinan el actuar a una escala u otra y con un impacto mayor o menor. Cuando alguien es consciente de esa limitación, de esa relatividad de sus ideas y propuestas, huye de los extremismos, de radicalizar las posturas. El trabajo en el campo de la sostenibilidad (sea en la construcción o la enseñanza, en la industria cárnica o el turismo,) sólo es compatible con una actitud que acepta la relatividad de las cosas. La escala de sus actuaciones debe valorarse dentro de su contexto, y las medidas y/o expectativas tienen que definirse bien desde el inicio para no defraudar las expectativas. A menudo, en el estudio, explicamos a nuestros clientes que es importante optar por viviendas (en bloque) con una ventilación cruzada, sin embargo muy pocas veces conseguimos ganar la batalla económica de la relación entre núcleos de comunicación y número de viviendas por rellano. La ventilación y la iluminación son elementos básicos para poder proponer viviendas dignas y humanas. Resulta francamente frustrante tener que aceptar condiciones de partida in-sostenibles para acometer un proyecto. Sin embargo, intentas consolarte y convencerte de que la próxima vez el cliente sí reconsiderará tus argumentos. En un proyecto de viviendas habíamos previsto en cada patio de cada vivienda una pequeña franja de tierra para plantar un arbusto o una planta. Sin embargo, durante la ejecución se echaron hormigón en toda la superficie de los patios. Resultó imposible rectificar este error. El jefe de obra, el encargado de obra, el arquitecto técnico e incluso el cliente opinaron que tierra y hojas en

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el patio supondría un problema de mantenimiento y por lo tanto mejor dejarlo como estaba. De nuevo la pregunta “Qué hacemos mal para que no haya más sentido común?”. Estos dos ejemplos, muy concretos y de pequeña escala, demuestran lo que comentamos al inicio de este texto: si queremos avanzar hacia un desarrollo más sostenible, debemos concentrar tantos o más esfuerzos en mentalizar a la gente como en descubrir nuevas tecnologías, nuevos materiales o nuevas normativas. Si abres los ojos y te interesas por lo que ocurre en otros lugares, en otras sociedades, si haces el movimiento mental de Google Earth, alejándote de España para ver las cosas a más distancia. Si después haces un zoom hacia, por ejemplo, China, para ver qué ocurre por allí. Cuando vuelves a tu propio lugar en la tierra todo parece tan ridículo y de tan pequeña escala que te hace temblar. Koolhaas tenía razón cuando decía hace 10 años que el futuro estaba en China. No lo entendí entonces, pensaba en el futuro de la arquitectura. Pero no, a Koolhaas le faltaba una palabra: el futuro PROBLEMA está en China o en cualquier otro sitio de nuestro planeta que, de repente, en pocos años, se convierta en una potencia económica que consuma lo que consumimos nosotros pero incrementado exponencialmente, y que comience a exigir el mismo confort del que disfrutamos los “occidentales”. Nos ponemos nerviosos cuando sufrimos un periodo de sequía o cuando hay luchas políticas sobre trasvases, pero no queremos pensar en el momento en que todos los Chinos exijan que salga agua potable del grifo en su casa. Aunque para cuando llegue el momento ya serán accionistas mayoritarios en las principales empresas internacionales del sector.

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Urban shrinkage / el valor del vacío Escala media La ciudad como artefacto, como masa construida por el ser humano y al servicio de su propio confort y supervivencia, ha crecido a lo largo de la historia, con mayor o menor velocidad, principalmente porque las personas han deseado y desean vivir en ella. A partir del siglo XIX, el cada vez mayor contraste entre el confort de un hábitat en el campo y el hábitat en la ciudad industrializada provocó un incremento exponencial de migración hacia la ciudad. A menudo, la necesidad de alojar a un número creciente de habitantes se materializó en una mayor ocupación del territorio, lo que hizo necesario racionalizar su crecimiento. Las ciudades habían pasado de convivir con su entorno a dominarlo y destruirlo. En el siglo XX la práctica totalidad de ciudades consiguieron una huella ecológica negativa, es decir por encima del 1. En el inicio del siglo XXI no hace falta el cálculo complejo de una huella ecológica para constatar que nuestra sociedad, dominada por las ciudades y las infraestructuras, no es sostenible. El proceso de industrialización ha sido muy rápido y no hemos respondido ágilmente a las necesidades contemporáneas con los instrumentos de ordenación y planeamiento. El conocimiento de los arquitectos y urbanistas se basa en gran parte en la experiencia, propia o heredada, de la realidad. Una realidad en estos momentos caducada. La industrialización nos ha adelantado. La globalización y la internacionalización de las estructuras de nuestras sociedades han propiciado el traslado del proceso productivo, de la industria, motor de riqueza y confort, hacia el mundo en desarrollo. En consecuencia, nuestras ciudades industrializadas pierden parcialmente su actividad y surgen conflictos sociales derivados del desempleo y la pérdida de confort. El siguiente paso en ese proceso de degradación es la emigración de la ciudad en busca de una situación mejor. Este fenómeno lo podemos observar en algunas ciudades americanas y europeas, siendo la ciudad de Detroit un ejemplo de referencia. Una partida acelerada de gente de la ciudad hacia otras ciudades en otras partes del mundo, o hacia el campo, tendrá un efecto

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inmediato en el abandono de un porcentaje significativo de edificios. La masa construida será obsoleta no por una condición técnica sino social. La pregunta que surge es “¿cómo vamos a gestionar la pérdida de masa de ciudad?”. Cada ladrillo construido está considerado como un valor real, algo que puedes utilizar como aval bancario. Si nos enfrentamos a una masa construida en un entorno que antes tenía un valor económico, que ahora ya ni siquiera tiene un uso y que en el futuro podría no recuperar ninguna de esos tres valores, entonces… ¿qué hacemos con este ladrillo devaluado?, ¿sería posible que el valor del terreno, del edificio, se esfumara como las acciones en bolsa de los últimos años?. Si es así, entonces tenemos que empezar a revisar todo nuestro sistema de crear ciudad. El juego de la plusvalía urbanística para crear infraestructuras y edificios ya no sirve. Se acabó. ¿O somos capaces de dar un valor a un residuo, a un vacío?. Vamos a suponer que sí. Que nuestros economistas e inversores se inventasen un sistema que valorase el vacío dejado por la ciudad encogida. Un futuro “color de rosa” para nuestras ciudades.¿Podemos argumentar que “quitar densidad a la ciudad es ventajoso para la economía”?. ¿Puede la ciudad salubre, menos depredadora ser mejor que la ciudad expansiva?. Ese cambio de mirada sobre la ciudad nos va dar oportunidades para su transformación a muchas escalas. Desde el diseño de la pequeña escala del vacío generado por la desaparición de un edificio hasta la revisión del debate estereotípico de la ciudad compacta versus la ciudad difusa. Para resolver la pequeña escala vamos a tener que aprender a diseñar un vacio y para la gran escala entraremos por fin en un debate más complejo, menos extremo, con gradaciones del lleno hacia el vacio.

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proyectos


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viviendas para jóvenes en Torrevieja 40 viviendas 4.040 m2 construidos Realización 2004 - 2006 Alicante (España) Diseñar una vivienda social obliga a encontrar un equilibrio entre tres elementos: el cumplimiento de una normativa muy restrictiva respecto a las superficies, construcción con presupuesto muy limitado y máxima creación de espacio útil para el usuario. Las superficies y el presupuesto son imposiciones, la optimización del espacio útil depende del talento del arquitecto. En este proyecto, la ampliación del espacio útil sin aumentar la superficie construida se consiguió a partir de dos decisiones: la primera fue la elección de un sistema constructivo en seco que redujo el espesor de los muros al mínimo necesario. La segunda fue la creación de un patio privado exterior de 15m². El desplazamiento de la banda central de las viviendas creó el espacio necesario para esos patios tanto en la planta baja como en la primera.

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viviendas en Alicante 6 apartamentos 466 m2 construidos Realización 2004 - 2006 Alicante (España) Parte de la fuerza de un proyecto radica en saber aprovechar las oportunidades del lugar. En el caso de los apartamentos en Alicante, el lugar era muy difícil por su tamaño y ubicación al pie del monte, en el centro histórico de Alicante. Nuestro objetivo fue abrir cada apartamento hacia el mar, a sus vistas lejanas y a la brisa refrescante del verano.

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Viviendas públicas en San Vicent del Raspeig 24 viviendas 3.715 m2 construidos Realización 2005 - 2007 Alicante (España) A veces no hay más remedio que aplicar literalmente una normativa urbanística municipal para diseñar un edificio. En este caso, la normativa obligó a ubicar un espacio comercial en los primeros 5 metros desde la fachada a la calle. La primera planta tenía que retranquearse esos mismos 5 metros y tampoco estaba permitido invadir el espacio que superaba la línea imaginaria de 45º desde el vecino, para no generar sombras. Colocamos la planta baja con una ocupación máxima para poder ubicar el resto de las viviendas en un volumen lo más alto posible.

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Salón de actos del Grao de Gandía Auditorio 594 m2 construidos Realización 2005 - 2007 Valencia (España) El programa y el presupuesto nos permitieron diseñar una caja con una sola quiebra justo en el lugar donde hay movimiento durante los espectáculos: la subida y bajada de los actores entre el escenario y los camarines. El solar está hundido respecto a la ciudad y contrasta mucho con el cielo azul del entorno marinero del Grau. La materialización de las fachadas hace de conmutador: tierra oscura – hormigón rugoso oscuro – hormigón rugoso claro – cielo claro.

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Pensamientos moleculares Espuma de anchoas con paté La conversación tiene lugar a la hora de comer en un bar en el centro de Valencia, un lugar pequeño con escasamente 6 mesas. No hay carta de menú, los clientes saben lo que hay y las posibles variaciones. Una reducida biblioteca de productos naturales a disposición de cada uno para ser combinados a gusto de cada uno, en plato o bocadillo. Y como no hay precios fijos, todo depende del día y de la cantidad de humo en el bar, comes lo que necesitas y disfrutas de un momento de fácil elección.


¿Por qué?

Buena pregunta. ¿Por qué? Supongo que porque existe cierto equilibrio entre el sentido de responsabilidad y el amor propio, entre una visión crítica y las ganas de crear, entre la necesidad de poder vivir y el aprendizaje de nuestros propios errores. Tampoco sé por qué he elegido hoy la ensalada de canónigos y no la de atún con tomate. Sin embargo, hay que comer y continuar. Cada elección tiene consecuencias, cada día es un ejercicio constante de toma de decisiones que deben ser correctas, constructivas, y resultar un avance para un colectivo.

¿Hasta qué punto es posible volver hacia atrás y rectificar decisiones tomadas?

No es fácil, por no decir imposible. En cualquier caso, es mejor no hacerlo. La relatividad nos obliga a tomar cada decisión como un nuevo punto de partida que dará paso a nuevas posibilidades, de tal forma que sin modificar ningún paso anterior se puede llegar al punto deseado. Hay que ser consecuente con las decisiones tomadas, la vida caprichosa es para malcriados. Si de repente no me apetece comer la ensalada de canónigos, puedo no comérmela, un despilfarro de comida, o pedir otra pagando las dos, o hacer un esfuerzo y apartar mis gustos momentáneos, dado que hace 10 minutos sí tenía ganas de canónigos. El gusto es muy relativo y discutible, aunque creo que es importante reconocer los gustos, de lo contrario se vive en un mundo gris, un mundo de “todo me da igual”. Alguien que no sabe elegir no tiene ideas claras y avanza dificilmente.

Suena mucho a psicología, ¿no?

¡También es difícil de aprender!

A veces creo que somos más psicólogos que arquitectos. En nuestra profesión la comunicación y el entender a los demás resulta básico. Flexibilidad, creatividad y un continuo interés por entender a tu interlocutor son tres capacidades básicas para ser arquitecto. Si tu cliente te hace cambiar por tercera vez la propuesta, o bien no le has entendido desde el principio y tienes un grave problema para el futuro, o bien le has entendido pero es él quién no tiene claro lo que quiere. En este caso además de mucha flexibilidad en tu comportamiento necesitas una gran creatividad para mejorar la propuesta. Y por supuesto te enfrentas a otro gran problema: el control de gastos y la correcta transmisión de la situación a tu equipo. Algo de psicólogo sí que tienes que tener dentro, aunque esto no se aprende en la escuela. Si, es difícil. Además estas situaciones te cansan mentalmente. La arquitectura produce un conflicto interno continuo; la creatividad es casi siempre un acto individual, la solución del problema casi nunca es única, suele ser múltiple, y la ejecución de la solución es claramente un trabajo en equipo. Conseguir una coordinación fluida entre estos procesos, poder compartir el acto creativo, descartar rápidamente muchas aparentemente llamadas soluciones, contar con poca gente pero experimentada para realizar la opción elegida, requiere tiempo, mucho tiempo, y un equipo estable. En nuestra profesión hace falta saber crear equipo. En un equipo hay un delantero, un

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portero, varios que corren… cada uno está satisfecho con su tarea porque gana el conjunto. Ahora bien, me gustaría encontrar a gente joven que conocen sus talentos y sus defectos y que quieren jugar en equipo. El problema es que casi todos se creen ser el capitán y se niegan ser portero, pues si formamos así a nuestros colegas de profesión, pues veo difícil el poder formar equipo. ¿Qué prefieres un bocadillo con jamón y queso, o con paté y queso? ¿Y por qué aquí?

Da igual, escoge tú, además, después tomaré el otro. Hoy tengo hambre. ¿Me pides otro vino, por favor?.

Estar en este lugar tiene sus ventajas y desventajas, supongo que como en todos los lugares. Se está bien aquí, si buscas tu propio camino entonces te dejan explorarlo. Pero por otro lado, tampoco existe un debate abierto, no hay interés global en cuestionar ciertas cosas. Y los que se manifiestan en contra de la corriente, son ignorados o dejados de lado, justamente lo que no quieren. No hay manera de crear y mantener una plataforma de intercambio de opiniones. Si eres capaz de poner todo este contexto en su sitio, relativizarlo, te sientes mínimamente cómodo con la situación y no resulta tan difícil diferenciarte de los demás. Si tienes las ideas claras y actúas con coherencia, entonces puedes desarrollar tu propia carrera profesional. En la medida en que te muevas, los demás se moverán alrededor de ti. Y cuanto más se muevan los demás, más oportunidades tendrás de mostrar tus talentos. Es como en química: las moléculas en el agua caliente se mueven más que las del agua fría y hacen que las demás se mueven más. Son fuerzas físicas de atracción y repulsión. Siempre buscando un equilibrio entre dos o más polos. El lugar donde uno está puede considerarse como una restricción o como un trampolín, depende de cómo lo vivas: como un peso histórico o como un lago en el que pescar; como un entorno físico de calles y hogares o como una gran biblioteca con todo su contenido a tu disposición listo para consultar; como tu refugio seguro con un exterior peligroso o como una mancha vinculada con tu juventud que sólo puede crecer en la medida que vas explorando el mundo; como un recinto en el cual nadie más puede entrar o como algo que de vez en cuando te da seguridad y a veces te pide a gritos salir. Está claro que para nosotros es un trampolín que pisas, cada vez un poco más fuerte, vas y vuelves, y, cuando se ofrece una oportunidad, saltas. Lo importante es estar preparado para cuando llega la oportunidad, algo que ocurre cada día a distintas escalas. Es importante encontrar un buen equilibrio entre ser permeable a lo nuevo y tener un marco de referencia bien definido, algo casi sagrado e inamovible.

¿Sería posible pedir un bocadillo de anchoa con paté?

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Pues, supongo que sí, aunque probablemente te lo darán con una coca cola gratis diciendo sin palabras que eso no son combinaciones admitidas en el mundo del buen gusto. Son dos sabores dominantes que requieren un complemento suave. Pero bien, la pregunta no cuesta dinero e igual descubrimos un sabor nuevo.


¿Sabes que hemos hechos experimentos haciendo una paella con endivias, o una pasta con carne picada y fresas? No han sido los mejores platos, pero nos lo hemos comido y la verdad es que poco a poco y a través del tiempo, esos experimentos han transformado nuestro marco de referencias y nos han ayudado a poner en crisis lo estereotipado. Es importante saber reconocer fallos propios o mejor dicho, saber reconocer que la sabiduría del pasado a veces es más fuerte que el laboratorio para el futuro. ¿Hablando sobre el pasado, existen arquitecturas que os han servido como guión? Y ¿hablando sobre el futuro, dónde están las inquietudes?

Bien, antes de abordar este tema tan delicado, porque preguntas por el alma y el plan de empresa de bipolaire, vamos a pedir postre y café: tarta de requesón, flan de café o magdalenas valencianas. No te aconsejo el carajillo porque más tarde tomaremos una mistela. No hablamos sobre maestros, la profesión y su aprendizaje han cambiado y no es fácil desarrollar una relación de maestro y aprendiz. Sin embargo, sí que hay arquitecturas que se diferencian de las demás. La endless house de Kiesler sigue provocando una sonrisa, sólo pensando en la cara seria y a la vez triste de Kiesler junto a la maqueta de la casa, un volumen blanco y humano que invita a descubrir. O las primeras obras de Herzog & de Meuron, la inteligencia materializada, un juego tomado en serio. O la envidia mirando las fotos del despacho de investigación de Renzo Piano en Génova. O la constante irritación positiva de Rem Koolhaas, o ciertas obras de Craig Elwood, Paulo Mendes, o Eladio Dieste, son obras que te inquietan. Hay muchos ejemplos buenos. Lo importante es saber entenderlos y reinterpretarlos, liberarte de la imagen. Lo que echamos en falta en la arquitectura contemporánea, en el gran volumen construido hoy en día, es un factor humano. Un intento de construir bien, con un proyecto atractivo pero cubriéndolo con una salsa de humor. Devolver el edificio a la ciudad, a la vida diaria, al uso intensivo, quitar esta capa de maquillaje para convertirlo en un objeto autónomo, una caja limpia e intocable. No estamos hablando sobre “descuidar” la obra, sino sobre utilizar cualquier momento en la realización de un proyecto para relativizar los extremos. A veces lo encuentras en el uso de ciertos materiales, en la escala de la entrada del edificio, en la colocación de los árboles o en la posición de las ventanas que provocan un contacto entre vecinos. Lo que sea, pero algo que haga que la gente sonría. Hay un libro que abro regularmente desde hace ya casi 15 años, no tanto para leer sus textos, sino para disfrutar de ciertas imágenes que acompañan a la arquitectura. Es el libro “Lessons for Students in Architecture” de Herman Hertzberger, que lleva como subtítulo “Dejando Espacio, Creando Espacio”. Es un libro fácil de entender, con una estructura adecuada para un estudiante, pero ofrece además una segunda lectura, una composición escondida que levanta lo obvio a un nivel de calidad que te hace soñar con construir un edificio con el mismo efecto: una lógica construida que

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te sigue sorprendiendo cada día. Una de estas imágenes muestra a dos mujeres comiendo un bocadillo, sentadas en una mesa en la calle y encajadas entre dos coches aparcados por delante del bar. Están hablando, pero una de las dos mira al fotógrafo con una cara de pocos amigos, como diciendo “¿nunca has visto unas mujeres comiendo bocadillos?” Esta foto deja claro lo que es no tener espacio y crearlo. Resolver los problemas siendo prácticos aunque aparentemente parezca imposible. Crear tu propio mundo de referencia. Les han dejado muy poco espacio y sin embargo ellas se han creado su espacio. Con esta actitud puedes llegar muy lejos : dejamos espacio a los demás y creamos nuestro espacio como marco de referencia. Si alguien quiere compartir con nosotros la mesa es bienvenido, de lo contrario que nos deje satisfacer nuestras necesidades. Tengo una última pregunta, mientras nos tomamos la mistela. ¿Qué es lo que actualmente os inquieta más?

Salud, y hasta pronto.

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Intento que no sea algo vinculado con el trabajo o la arquitectura en general, porque el trabajo no lo merece. Me inquieta el día de mañana en todos sus aspectos: el bienestar de la gente en nuestro entorno, la comunicación entre los colaboradores, con los clientes, no dejar preguntas abiertas que dan pie a malas interpretaciones, resolver lo necesario. Disfrutar de lo pequeño para poder hacer cosas grandes. Trabajamos para vivir y no al revés. Es la manera más satisfactoria de vivir porque el objetivo de cada día es disfrutar y no competir. Si alguien quiere ser mejor que nosotros y además lo es, estaré igualmente feliz, y espero que él también lo sea. Deberíamos rezar de vez en cuando al Santo Einstein, el santo de la relatividad porque es el único santo que no ve las cosas blanco y negro, pero tampoco gris. Es como el dueño de este bar, según su humor y el día te cobrará 10 o 12 euros por el mismo menú que ayer. Y yo lo pago con gusto porque hemos comido sano y nos lo hemos pasado bien. Eso es lo que hace falta para recargar las baterías para seguir luchando contra la indiferencia y la incompetencia.



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edificio industrial en Villena Oficinas y almacén 4.788 m2 construidos Realización 2006 - 2007 Alicante (España) Descartamos la tradicional combinación de nave industrial con oficinas principalmente por el entorno agresivo de la autopista tan cercana y por la industria circundante. Planteamos ubicar las oficinas por encima de la nave porque de esta manera podíamos abrir varios patios y lucernarios que iluminasen y ventilasen ambas plantas. Esa misma composición nos permitió trabajar con dos materiales distintos en la fachada, uno más industrial y otro más noble.

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Restauración del Palau Valeriola Hotel, 60 habitaciones 3.102 m2 construidos Realización 2007 - 2011 Valencia (España) El tejido urbano de un centro histórico es un juego entre el vacío y el lleno. En el interior del Palau Valeriola se reproducía esta misma secuencia de abierto y cerrado y la hemos reforzado. La entrada desde la calle es oscura, la sucede un patio central con luz cenital, se atraviesa el edificio de nuevo para terminar en el luminoso jardín-patio con palmeras. En la dirección transversal existe esa misma secuencia: la antigua calle de la judería, el edificio antiguo del palacio y la continuación de una calle desaparecida que hemos recuperado en la entrada y salida del edificio anexo.

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Vivienda en el centro histórico de Valencia Restauración 126 m2 construidos Realización 2002 - 2003 Valencia (España) En las artes plásticas, en varias ocasiones, una escalera ha servido para generar un espacio fluido, como en los trabajos de Escher. En la reforma y rehabilitación de esta vivienda en el centro histórico de Valencia, la escalera es fija y singular pero funciona como el aglutinador de todos los espacios. Conecta arriba y abajo, izquierda y derecha, detrás y delante.

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centro empresarial en puçol Oficinas, lofts y centro comercial 22.500 m2 construidos Proyecto 2007 - 2008 Valencia (España) La complejidad del programa nos animó a trabajar con un sistema sencillo para organizar el proyecto. Se trataba de un complejo con oficinas para grandes empresas, oficinas-loft para pequeñas empresas, un gimnasio, un vivero de empresas, un centro comercial y varios pequeños comercios al servicio de las oficinas. Decidimos utilizar una retícula cuadrada como base para el proyecto, en la cual un eje fue dominado por el flujo de la gente y el otro por el flujo de la naturaleza: este-oeste para las zonas verdes, el viento y captando el sol, norte-sur para las pasarelas entre las oficinas, la piscina y el comercio.

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Casa B.05 en Rocafort Vivienda unifamiliar 341 m2 construidos Realización 2008 - 2011 Valencia (España) Durante los tres años invertidos en el diseño de esta casa unifamiliar, el proyecto se ha simplificado, quitándose de encima todo lo que podía ser un obstáculo para vivir y convertirlo en un hogar. La planta es un cuadrado que se apoya sobre el terreno. Deja libertad al usuario para vivirla hacia dentro o hacia fuera. Está rodeada de plantas y las vistas cercanas se alternan con las vistas lejanas. Cuatro ejes perpendiculares y tres tramos de una escalera estructuran el espacio y ofrecen infinidad de posibilidades para moverse y relacionarse. El resultado es un recorrido que nunca aburre.

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perfil Bipolaire + Partners es el resultado de una colaboración intensa entre ingenieros, arquitectos y diseñadores gráficos que ofrece servicios de asesoramiento técnico y diseño a un mercado cada vez más exigente. El tamaño y la posibilidad de trabajar en campos específicos nos permiten dar respuestas concretas y ajustadas a las necesidades de los clientes. Este libro recopila proyectos destacados en el ámbito de la edificación. Una colección de proyectos de distintas escalas y programas que ilustran nuestra capacidad de respuesta a diferentes retos y con una exigencia de calidad equivalente. Detrás de cada proyecto existe un trabajo de investigación, tanto teórica como práctica, que se publicará en un segundo libro. Agradecemos a todos los que, de una u otra manera, han estado vinculados a nuestros proyectos, su aportación creativa y crítica: María Oliver Sanz, Rafa Mira Albero, Manuel Sanz Blasco, Carlos Valcárcel García, Judith Marín Cámara, Cristina Durán García, Oscar Marqués Dasí, Mónica Ibañez Paricio, Ingo W. Schneider, Bruno Bouissou, Mercedes Vidal Chafer, Eduardo García Soria, Noel Arraiz García, Andrea Faedda, Massimiliano Campus, Alfonso Ventura Martínez, Sergi Artola Dols, Eleonora Manca, Alessandra Caria, Giulia Tavera, Antonella Fois, Maria Piera Maciocco, Ana Blaya Rodríguez, Rafael Delgado, Olga Mayoral, Juan José Galán, José Sergio Palancio, José Miguel Navarro Coll, Alberto Castilla Cid, José María Arraiz Cid, Pilar Fariñas Morales, Josep Martí García, Pablo Morera Ballester y Luis López Silgo.

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Bruno sauer

Amberes 1971 Arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Amberes, continuó su formación en el campo de urbanismo y de arquitectura en la Universidad Politécnica de Barcelona. Después de varios años de intensa colaboración con PichAguilera Arquitectos, fundó junto con Miguel Arraiz Bipolaire Arquitectos en el año 2000. Profesor de la Universidad Europea de Madrid desde 2011. Profesor asociado en el Departamento de Urbanismo de la Universidad Politecnica de Valencia (2003-2011) ha impartido docencia en varias universidades en Europa (Artesis Amberes, Mimar Sinan Estambul, École d’Architecture Burdeos, ZHAW Winterthur). Director Técnico de Green Building Council España y Miembro del Foro de la Sostenibilidad de la Comunidad Valenciana. Editor y autor de varias publicaciones y libros, todos en el ámbito de la construcción sostenible. (Hacia una construcción sostenible I y II, Libro Blanco de la Construcción Sostenible en la Comunidad Valenciana).

Miguel Arraiz García Valencia 1975 Arquitecto por la Universidad Politécnica de Valencia, cursó el último año en el Politécnico de Turín. Ha centrado su formación en el terreno de la restauración y rehabilitación. Miembro de ARCHIVAL (Asociación para la Recuperación de los Centros Históricos de España), autor de diversos artículos y ponencias sobre intervenciones en Centros Históricos. En el periodo 2003-2009 fue responsable del área de cultura del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, impulsando principalmente tres áreas de formación. Sostenibilidad, Patrimonio y Arte. Organizador en el 2009 del IV Congreso Nacional de Arquitectos. Desde el 2010 es vicepresidente de TECNIMED (Asociación de consultoras de ingeniería, Estudios de Arquitectura y Servicios tecnológicos de la Comunidad Valenciana).

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2002 - 2011 1

2

3

4

5

6

2003

La Pobla de Vallbona

Ampliación fábrica

105 m

263

construido

2003

Benidorm

Gasolinera

555 m2

112

proy. ejecución

2003

Gandia

2003

Marines Viejo

Salón de actos

595 m

812

construido

Restauración vivienda

125 m2

331

construido

2003

Alcoy

Escuela de Artes Plásticas

5.573 m2

362

2º premio

2003

Valencia

Restauración viviendas

1.695 m2

442

construido

2003

Valencia

Viviendas públicas

5.573 m2

503

2º premio

2003

Marines Viejo

Restauración viviendas

50 m2

261

construido

2003

Ontinyent

Oficinas

230 m2

142

1º premio

2004

Alicante

Apartamentos

465 m

763

construido

2004

Valencia

Reforma vivienda

125 m2

266

construido

2004

Marines Viejo

Restauración viviendas

130 m2

391

construido

2004

San Vicente del Raspeig

Oficinas municipales

12.675 m2

300

2º premio

2004

Marines Viejo

Restauración viviendas

40 m2

260

construido

2004

Torrevieja

Viviendas públicas

4.080 m2

2321

construido

2004

Calasparra

Urbanización

18Ha

531

proyecto básico

2004

Madrid

Reforma vivienda

100 m2

432

construido

2005

Rocafort

Vivienda unifamiliar

160 m2

327

proy. ejecución

2005

Valencia

Residencia universitaria

16.649 m2

270

2º premio

112

2

2

2


1. Año de inicio 2. Lugar 3. Categoría

4. Superfície 5. Horas dedicadas 6. Estado actual

1

2

3

4

5

6

2006

San Vicente del Raspeig

Viviendas públicas

3.715 m2

3079

construido

2006

Finestrat

Vivienda unifamiliar

195 m2

1042

proy. ejecución

2006

Valencia

Apartamentos

595 m

1710

construido

2006

Lliria

Apartamentos

10.815 m2

669

1º premio

2006

Novelda

Apartamentos

1.045 m

821

construido

2006

Manises

Oficinas, piscina, hotel

53.350 m2

3069

proy. básico

2006

Villena

Nave industrial, oficinas

4.780 m

1337

construido

2006

Vinaros

Piscina

8.400 m2

104

2º premio

2006

L’Eliana

Apartamentos

3.400 m

1474

proy. ejecución

2006

Puzol

Oficinas, spa, comercial

22.500 m2

2710

proyecto básico

2007

Almenara

Apartamentos

10.950 m

2393

construido

2007

Ontinyent

Reforma fábrica en lofts

3.800m2

1215

proy. ejecución

2007

Alfara del Patriarca

Apartamentos

4.250 m

113

2º premio

2007

Rocafort

Vivienda unifamiliar

340 m2

543

construido

2007

Valencia

Urbanización

3,2Ha

301

construido

2007

Santomera

Recuperación cantera, centro de formación

7.545 m + 110 Ha

434

mención especial

2007

Denia

Piscina

3.680 m2

158

2º premio

2007

Paterna

Oficinas

3.650 m2

765

proyecto básico

2007

Valencia

Restauración Palau en hotel

3.100 m

2908

construido

2008

La Villa Joyosa

Urbanización, viviendas, centro médico

25.750 m2

560

2º premio

2009

Valencia

Tanatorio

3.350 m2

277

proyecto básico

2009

Alaquàs

Urbanización plaza

850 m2

169

construido

2010

Penaguila

Centro de día

2

495 m

609

construido

2011

Hondon de los Frailes

Auditorium

410 m2

430

construido

2

2

2

2

2

2

2

2

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* Textos publicados anteriormente en el libro “Cap un Habitat(ge)

Sostenible”, editado por la Generalitat de Catalunya, departament dee la Presidència, Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de Catalunya, coordinador Manuel Gausa, VVAA, p. 151-156 “Hacia una aproximación más sutil de nuestro hábitat”, ISBN 978-84-393-8748-0.

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