Pariodia idiomática

Page 1


CAPERUCITA ROJA (OTRA VERSIÓN) Bueno comencemos, no quiero comerme vuestro tiempo, como dicen,“el tiempo es oro”. Era una temprana mañana de otoño, Caperu estaba yendo al colegio. Hoy era algo especial porque ella estudiaba en su casa, no en el colegio. Mientras iba, vio a un niño corriendo con una gorra azul, una sudadera azul, un pantalón azul marino y unos zapatos azules. Miro su reloj y vio que iba tarde. -¡Ay no! ¡Me pasé toda la mañana vistiéndome y desayunando a la vez, creyendo que iba a matar dos pájaros de un tiro! ¡El tiempo pasa volando! Ella llegó por los pelos al colegio y entró justo a tiempo. La profesora estaba hablando por los codos con otra profesora y no se dio ni cuenta. Caperu entró a la clase y se sentó. Vio al mismísimo chico que se había encontrado cuando iba yendo de camino al colegio. Llevaba un flequillo azul saliendo de la gorra que la tenía hacia atrás, sus ojos eran azul cielo, una nariz chata, unas pequeñas orejas y unos finos labios terminaban con el último toque de su cara. Cuando la profesora pasó la lista, el chico se levantó al escuchar el tercer nombre:


-Jorge Blanco Rivera. -¡Presente! -José Luis Ferrer. -¡presente! -Lucas Herrera Azul. -¡Presente! La profesora siguió la lista y terminó. Pasaron tres horas y después de aquello tocaba irse al recreo. En el recreo jugaron al baloncesto todos los de su clase y Caperu decidió jugar también. Lo malo es que cuando acabó el recreo,término con el partido y la diversión, lo bueno es que no mordieron más el polvo, que eso es por lo menos una buena noticia. En clase les tocaba hora de matemáticas y les toco hacer un porrón de cuentas, por lo menos se pasó tres pueblos. Al día siguiente corrigieron todas las cuentas, aunque lo hicieron en un pis-pas. Lo malo es que Caperu le tocó la última y la más difícil. Cuando no le quedaba nada, se volvió loca porque no paraban de hablar los demás; más que un loro. Tenía la solución en la punta de la lengua, pero tardó demasiado y no pudo. ¿Queréis pasaros toda la parte de cuando Caperucita era una niña, verdad? Bueno, vale.


Al cabo de quince años Caperu se casó con Lucas, tuvieron una niña que vistieron con una capucha morada, pero eso ya es otra historia. Como os habéis saltado toda la historia de cuando Caperu era niña, me he quedado sin cuento,así que…¡ya sabéis! cuando queráis un cuento, decídselo a los autores de las frases: Alba Girona Menacho, Paula Moreno Zambrano y Pablo Román. Y de la historia: Alba Girona y Pablo Román. 6º B


AQUELLOS DÍAS DE VERANO Una tarde de verano, mi amigo y yo estábamos “como Pedro por su casa”, “el tiempo volaba”, pero nosotros seguíamos muy aburridos. Nos fuimos con Patry al parque a jugar al fútbol; perdimos, y yo dije: “Lo importante no es ganar, sino participar". De vuelta a casa vimos a una persona “más rara que un perro verde”. Nosotros por el camino íbamos perdiendo el tiempo y Patry dijo ese refrán: " el tiempo es oro", es decir, que corriéramos que había que hacer la tarea. A la mañana siguiente madrugué y me di cuenta que “no por más madrugar amanece más temprano”. Cuándo fui a comprar el pan “me dieron gato por liebre”. Cuando llegué a casa me dijo mamá que fuera reclamar y le respondí que iría mañana y ella me contestó: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Al llegar a la panadería, la dependienta estaba "entre la espada y la pared " porque no sabía qué hacer. Cuando llegué a casa me llamó Patry y me dijo: -¿Vamos al Telepizza esta noche ? - ¿A qué hora quedamos ? – A las 21:30. – ¡Vale! allí nos vemos guapa.


Por la noche llegué tarde y me dijo Patry: ¡Por fin llegas! y contesté: "Más vale tarde que nunca. Cenamos y nos lo pasamos muy bien en la cena.

Iván Jiménez González. Manuel Heredia Carrión. Ernesto García Ortega.


EL FANTÁSTICO ÁRBOL DE NAVIDAD Érase una vez un niño que se llamaba Adrián. Su familia estaba a dos velas y se acercaba la Víspera de Navidad. Estaban preocupados, pero ese año tenían la corazonada de que todo iba a cambiar. Ese año se pudieron permitir un árbol de Navidad, aunque les costó un ojo de la cara. A Adrián le gustaba mucho y lo cuidaron mucho cariño. Adrián, su hermana y sus padres decoraron el árbol de navidad juntos porque cuatro manos son mejores que dos. Cada noche, el árbol cobraba vida y adornaba la casa. Pero los padres de Adrián tenían la mosca detrás de la oreja. La Víspera de Navidad, mientras que Adrián dormía como un lirón, el árbol cobró vida por última vez. Contó las bolas que colgaban de sus ramas. Las hizo levitar y en esa misma sala aparecieron los quince regalos de Navidad. Cuando se levantaron, Adrián, con su vista de lince divisó


todos los regalos. Pero le prestó especial atención a uno que colgaba de su rama más alta. Seguidamente fue a avisar a sus padres. Le concedieron el honor a su hermana Susi porque estaba echando lágrimas de cocodrilo por abrir el regalo. ¡Era el cupón premiado de Navidad! Desde entonces hicieron borrón y cuenta nueva, y no tuvieron más problemas de dinero. Trabajo realizado por: -Marcos Carranza Marín -Marcos López Velázquez -Mario Calle Villena 6ºB


FÁBULA: EL LEÓN Y EL MONO Estaba tan tranquilo el león, echando una siesta, y llegó el mono, tan escandaloso como siempre, y gritó con todas sus ganas: -“¡A quién madruga, Dios le ayuda!” - ¡Ay que susto!- Gritó el león muy asustado. -Bueno, nos vamos ¿o qué? - pregunta el mono. - ¡Anda mono, que como te coja te enteras! - dijo el león muy enfadado. - Anda, anda..., “perro ladrador poco mordedor”. Vayámonos ya hombre.- dijo el mono tan tranquilo Iban caminando por la selva, cuando se toparon con la madre del mono. - ¡Anda hijo! ¡Justo iba caminando a tu árbol para darte un regalo! - dice la madre. - ¿Aaah si? Pues dámelo ya – dice el mono muy ilusionado. - ¡Toma!.... es ….¡una tarta de plátano! - ¡Ah vale!, gracias. - De nada hijo, es que “un pajarito me dijo” que te


encanta la tarta de plátano. Mientras los dos amigos caminaban, Mono dice: - ¡Vaya tela!, ¡si a mí no me gustan las tartas! - “A caballo regalado no se le mira el diente”- contesta el león. - Vale, vale... En ese mismo instante empezó a aparecer mucha niebla. León se queda con la boca abierta, Mono le tira de la barba y le dice: “En boca cerrada no entran moscas” El león con la boca dolorida dice: “Anda, vayámonos que ya sabes el refrán: “La neblina del agua es madrina”. Y los dos amigos se despiden y se van cada uno a su hogar.

IRENE TORRES LARRAONDO CARMEN MARIA VALERO QUIRÓS 6º B


LOS REFRANES DEL ABUELO Como todos los años, una semana del verano iba a pasarla en casa de mi abuelo. Él cada día me decía un refrán, a cada rato…, como ayer, que me despertó muy temprano y dijo: ¡“A quien madruga Dios le ayuda”! Hoy le estaba contando que mis amigas se fueron al parque y no me lo habían dicho y él me soltó: “Más vale solo que mal acompañado”.

Está tarde me dolía un poco la cabeza y se lo dije a mi abuelo y él me contestó: “Más vale prevenir que curar”; tómate una pastilla.

En la cena se me cayó comida al suelo y mi abuelo se la comió y me dijo: “Lo que no mata engorda”, y me dio mucho asco.

Ayer me caí y mis amigas se rieron de mí; mi abuelo las vio y dijo con una mirada de asesino: “Quien ríe ultimo, ríe mejor”.

Esta mañana estaba intentando abrir un tarro y vino mi abuelo y lo abrió y me dijo:


“Más vale maña que fuerza”.

Mañana ya volveré a mi casa y más tarde haré mis maletas, pero mi abuelo me ha dicho: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”; y he

tenido que hacer ya mis maletas. Hoy es el último día que estoy en casa de mi abuelo, al llegar mis padres “se me rompió el corazón” por tener que irme. Mis padres me dieron a elegir entre quedarme con ellos, o con mi abuelo. Yo pensé: “Me han puesto entre la espada y la pared”.

Entonces, yo decidí que mi abuelo se fuera a vivir a casa de mis padres. Realizado por: Pilar Villanueva Magán Marta Villanueva Magán Elena Romero Arcila Sheila Sociu Héctor Del Real López CEIP TARTESSOS 6ºB


HISTORIA DE UN NIÑO ENFERMO Una familia de un padre, una madre y un hijo, estaban preocupados por la enfermedad de su hijo. La madre no supo superarlo y se fue de casa, dejando al padre y al hijo solos. Pensó la madre: "ojos que no ven corazón que no siente". Al cabo del tiempo, el niño creció, y la madre volvió. El padre tenía “el corazón roto” y dijo:"dos no pelean si uno no quiere". La madre rencorosa se quiso llevar al niño, ya que el padre había cuidado de él durante mucho tiempo. La enfermedad del niño, era muy dura, le quedaba poco de vida y el padre dijo" el tiempo es oro". La madre le contestó: mejor pasar el tiempo que nos queda con el niño antes de que fallezca. Disfrutaron del presente y fueron felices como perdices.


Por eso, el niño superó la enfermedad con el amor de sus padres. Trabajo realizado por: Álvaro García Oñate. Ana Mª Fernández Herrera. Martina Navarro García. Raúl García Espinosa. 6º B


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.