Sur editores Lomas de Zamora- Buenos Aires Consejo editor: Beatriz Palmieri Gabriela Migliano Carlos Rossetti Coordinador: Dámaso Manuel Martínez damasommartinez@hotmail.com Tapa: Beatriz Palmieri Gabriela Migliano Diagramación: Mariana Abalo
Martínez, Dámaso Manuel Antología surgente. - 1a ed. - Avellaneda : Amaru, 2011. 156p. ; 20x14 cm. ISBN 978-987-1795-06-2 1. Poesía Argentina. I. Título. CDD A861 - Fecha de catalogación: 29/11/2011 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 República Argentina Proyecto Cultural Sur Lomas- Bs. As.
Surgente - 2011 - Argentina - Sur Editores.
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A modo de prólogo Muchos opinan que una antología, no es más que un “rejunte” de bien intencionados, que solo pretenden dar a conocer sus creaciones. Que por dos o tres obras que publiquen no se puede evaluar el trabajo creativo. Que de buenas intensiones vive el hombre. No sabemos. Puede ser. Pero no es el caso a tratar en este tema. No vamos a la crítica literaria de cada autor. Pretendemos más. En esta antología “Surgente”, vemos una construcción unificada, con objetivos comunes que trasciendan más allá del acto creativo. Aún en las diferencias, que siempre serán bienvenidas. Esto es un acá estoy, enorme! Lleno de vocación de servicio y un voluntarismo de decir acá estamos. Un colectivo de intereses comunes en bien de la cultura. Esta antología, no es más que un puente de acercamiento, de los que pensamos que a través del arte, se unifican ideas, se unen pueblos, se crean corrientes de opinión. Se hace y no se declama. Se entiende la idiosincrasia de los pueblos, de otros semejantes. Construir el ser compañeros anhelados. El arte, la cultura son fértiles simientes de la paz, del acercamiento, del simple sentimiento primario del amor al prójimo. Es comprender nuestro tiempo, los valores que nos unifican, las luchas de cada día. En fin construir una idea de libertad, de opiniones que fluyen al mismo río, el cual alimenta la idea del hombre universal. Pcsur Lomas de Zamora – Buenos Aires
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Surgente Proyecto Cultural SUR Proyecto Cultural SUR es un espacio de autogestión cooperativa para la expresión de escritores y artistas de todas las disciplinas cuyos objetivos estén en correspondencia con la idea de apelar a la identidad, a la esencia del ser, a ese cúmulo de valores y experiencias que nos hace ser lo que somos. Apelamos a ella para la comprensión del fenómeno de las artes, la literatura y la actividad creativa en general. Mantener una cultura es conservar una identidad; es mantener el derecho a la diferencia. Es urgente la necesidad de conservar y transmitir nuestros valores esenciales, salvarlos en la continuidad de un mundo en constante cambio que busca estandarizar los gustos, globalizar mercados, haciendo desaparecer rasgos culturales distintos anulando la capacidad de discernir y hasta barriendo la magia de estremecerse ante un hecho profundamente humano. Como respuesta proponemos asumir juntos la defensa de lo que nos distingue. Nos pronunciamos por dignificar la vida del hombre, fundar un sueño, alumbrarlo y defenderlo. Este es un proyecto independiente, alternativo, que se define por la participación solidaria de sus miembros y colaboradores para garantizar su funcionamiento y la puesta en marcha de sus diversas líneas de trabajo. Es un proyecto que atiende todas las manifestaciones culturales, tales como: literatura, artes plásticas, teatro, danzas folklóricas, música, etc. generando recursos propios para su difusión. Ante la posibilidad de marcha hacia un mundo sin alternativas, asumimos la audacia de expresar lo que somos, emergiendo con un pensamiento propio, una creación alternativa, un camino digno de ser recorrido. Surge una respuesta, con más voluntad de cambio que poder real y se propone unir a los amigos de la diferencia, de soñar mundos posibles, de solidarizarnos con el dolor del otro; amigos de la mayor aventura que puede tener un ser humano donde quiera que se encuentre, en el norte o en el sur: preservar su identidad cultural.
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Surgente Tito Alvarado - Canadá
Fallujah* Con metales estridentes y bolas de fuego vienen los infieles dioses de occidente, imberbes nacidos ayer a la civilización revestidos en dura piel de indiferencia, nos acosan con iras y derrumbes. Sus fuegos como rayos de mil soles nos queman el aire y los pulmones. Tocan casas, edificios, la sagrada mezquita y nosotros adentro. Bajo el ruido de bombas cayendo como bombas cayendo. Y nosotros, con las bombas, cayendo al oscuro fondo de la fosa. Ruido, llamaradas, polvo, escombros, sangre, ardores en la carne y lamentos. Luego silencio de muerte. Decorados de muerte. Hedores de muerte. Odios de muerte. *Poema del libro inedito “de Reverbereos”
Tito Alvarado - Canadá
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PcSur Silencio de eterna muerte* Los dioses héroes bajo el peso de sus equipos añorando el ocio del humo de un Marlboro o la pelirrubia para sus fantasías de perro endemoniado, En la cúpula, en los paraísos alfombrados, los más dioses que ellos repasan las cuentas alegres del negocio. Nosotros aquí en este agujero sin nombre que es hoy Fallujah, solo resistiendo. Muerto voy cubierto de ruinas, viendo morir, muerto estoy envuelto en fuego, humo y alarido, escuchando morir, muerto soy acosado por la sangre derramada, sintiendo morir. Ellos en su miserable vida de invasores sin más razón que sus metales ardiendo, refugiados en potentes máquinas voladoras, como ángeles del infierno, nos queman con sus decretos, acorazados en portentosos aceros rodantes, como empresarios del mal, nos flagelan con sus odios, guarnecidos bajo 30 kilos de utilería mortal, como abanderados del progreso, nos entregan las llaves de la tierra arrasada. Si resisto me matan, si no resisto me mueren. Las casas en el suelo, los edificios en ruinas, pestilencia, derrumbes, vidrios rotos, cráteres donde estallaron las bombas, panorama unicolor de la destrucción. Estas son las razones de mi canto. *Poema del libro inedito “de reverbereos Tito Alvarado - Canadá
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Surgente Comunicado* A quien pueda interesar
Hoy a las dos de la mañana, de un ataque al sentir, he muerto.
Me quedé dormido sin que nadie pudiera despertarme. A las dos de una noche que no terminó, comenzó el proceso de la carne. Sucede que a cada instante alguien muere, ahora el instante me ha tocado con su manto de lento olvido, dicen que he muerto con los ojos cerrados, poco importa este detalle si ya no soy dueño de mis pasos bajo el sol ni de mis actos en los días de mi vivir. He muerto, he llegado a mi silencio, ya no habrá nuevos amaneceres o la alegría de un jacarandá en flor, quizá una lágrima que no he de ver o se levante la leyenda de que fui bueno. Anoche a la hora exacta de mi muerte, se me agotaron los proyectos de mañana, quien escribe ya no soy yo, soy otro bajo el mismo sombrero, otro parado en una esquina sin saber dónde ir, otro que escribe en papeles que luego tira, otro con la misma sombra y figura del que está muerto. Del libro inédito “Cajón de sastre”
Tito Alvarado - Canadá
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Canto tercero La del pañuelo rojo I en la Habana vive la alegre figura del pañuelo rojo, ella va, por entre los árboles en flor y el incesante calor del trópico, con su brisa de baile, su aire de misterio y esos ojos que me inundan. ¿Qué hacer cuando me mira? Decir trágame tierra, qué me acabo de morir, asísteme aire, qué tengo la piel mojada, tápame árbol, qué su mirada me asola. ¿Escudarme en una cerveza fría? O romper las ataduras del tímido y sacar mi mejor sonrisa para invitarla a enfrentar los murmullos que la noche trae. Del libro “el viento en el mundo”
Tito Alvarado - Canadá
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Surgente
Ángeles Mensajeros del que nunca habla, eso dicen los entendidos de lo que nadie entiende. Energías que animan las formas del movimiento. Contacto directo hacia lo intangible, eso dicen los temerosos entendidos. Punto de contacto entre los nadies y el todo. Alados invisibles, no vuelan y están en todo lugar, pues son prolongación y altura de la vida. Centro intermedio entre la ebullición y el vapor. Solamente pueden ser vistos si son llamados por aquellos que se conduelen del dolor ajeno. Del libro “Oda angélica”
Tito Alvarado - Canadá
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PcSur Soledad Ă lvarez
Soledad Ă lvarez
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Surgente Graciela Amalfi
Amaneceres… Día de ensayo.
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stán las tres historias enmarañadas en medio de instrumentos brillosos y expectantes.
Únicos. Con ganas de ser acariciados y saboreados por esas manos, por esos labios. Ninguno de los tres elige hablar. Prefieren entregarse a ella, a la música. Ella es quien puede reparar la mala relación con una madre, la rutina de los lunes a viernes y la falta de trabajo. Los acordes sobrevuelan por toda la sala, se agolpan en el medio, se zambullen, se inmolan. Con forma de mujer y escapando a un saxo satisfecho sale y se abraza con el trueno de un piano revolucionario para terminar en la alfombra con la percusión de los tambores, los triángulos, los cencerros y la caja también. Locas las notas, loca la música, locos ellos, loco el tiempo. El sillón negro observa con satisfacción semejante espectáculo y le guiña un ojo a la pared recién pintada que mira desorientada para todos lados. Los mosaicos crujen al compás de las melodías, crujen y saltan siguiendo un compás que se inventaron. La biblioteca los aplaude. Martín, Micaela y Alejo entran en un éxtasis frenético que los envuelve y acurruca y protege ante tanta incomprensión. La noche se hace eterna. Ellos ríen, se agitan, se marean. La música, sólo la música los lleva a ese nivel de entusiasmo. La pasión, la música. Sus oídos se llenan de colores que garabatean formas inusuales e inventadas, pero formas al fin. No pueden frenar. El show no quiere acabar.
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PcSur Desde la última butaca alguien grita un “bravo”, febril y embriagador. Los tres se alinean y saludan a ese público que supo penetrar su inmensidad. Ese público que supo comprenderlos más allá de una madre loca, un trabajo de todos los días y una ex-pareja complicada. Amanece, otra vez. Pena de tener que enfrentar la vida sin el saxo, el piano y la percusión que acompaña. Pena que hoy al reloj se le ocurrió marchar a tiempo. FIN
¿Por qué escribo?
Escribo porque las letras logran llevarme a un nivel de satisfacción inexplicable y me gusta leer mucho, aprendiendo de los grandes del mundo y de mis amigos escritores que tengo bien cerca. Graciela “boticaria” Amalfi gracielaamalfi@gmail.com. www.boticaria-graciela.blogspot.com
Graciela Amalfi
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Surgente Rúben Bello Traverso - E. E. U. U.
Poema VII La gente sabe celebrar sale a la lleca de a miles con carteles y amor con ganas y con tanta vaina acumulada y sabe armar quilombo también que un no contra la guerra que un no contra la muerte no a los nada por el liquido grone este ispa del norte tiene tipos oscuros de negocios oscuros en su gobernete siempre oscureli hasta cuando Y, uno pone todo y más que todo y masdetodocarajo tenemos que sembrar uniones y no pirámides poderaldope que vos querés aquello y yo lotro y vamo arriba que el planeta espera
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PcSur Poema XVIII Pibe o un botija o un gamín o un chamo o un garoto techo de cielo manos sucias el nombre se lo puso él no el cura que no saben ni el drepa que andá a saber ni la madre que lo parió y listo a la lleca como tantos que la vida esa que se vive anda suelta y es seria y no se ríe y qué es una familia che? Cómo se come eso? Guambia que viene aquel rajá de acá vos y tu madre y todos como vos hoy la paso acá este banco es mío esta plaza es mía esta ciudad no se pero el viento si y la lluvia y el sol y cuanta mosca en la basura hoy te fijaste dejáme ver que es eso loco que orto tenés un cacho de pan vo querés un poco gracias sos mi amigo mañana te cuento un cuento que aprendí y si querés lloro y si no querés no importa Cuántos años tenés? Todos por acá y todos por allá todos siempre son los míos y los tengo y preguntas cada boludeces mejor me voy que me espera nadie en ningún lado pero voy apurado chau che
Rúben Bello Traverso - E.E.U.U
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Surgente Poema XXIII Llueve desde siempre parece y hace poco las lluvias que amansan tardes amoran sueñes y amantan gentes lluvia que llueve mi casa suena a lluvia la vida huele a lluvia que cae fresca la tarde vive otra vida la vida lluvia la vida tarde lloverá pero lluvia no caigas de más donde no no caigas sobre el cerro frágil sobre las latas pobres que los gurises duermen aún y quieren despertar al rato pa vivir miseriosa vida de tiempos cortos de leche ajena lluvia no caigas brava ahí ahí no los viejos saben de vos y te temen fresca y todo dulce agua de cielo gris no caigas no sobre los ranchitos desprotegidos las mesas sin manteles y sin pan no te esperan aunque ciernes aguas mansas son aguas de dolor en pobre pesar de siestas y nochiegas lunas ausentes
“La forma perfecta siempre está en equilibrio áureo con el paisaje al que pertenece, mas allá de su forma en si y de su contenido” Rúben Bello Traverso Artista Plástico y Escritor www.rubenbello.com
Rúben Bello Traverso - E.E.U.U
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PcSur Zunilda Cañete
Argentina. Docente, Especialidad en Discapacitados Mentales. Especialidad en Informática Educativa.
Cuna del viento. Cuna del viento. Quieto velero, a ras del agua prueba tus fuerzas. Crea tus formas. Quizás con calma. Tal vez con furia. Quizás susurros. Tal vez …. Cuna de viento vas desatando furias guardadas. Tiernos mensajes cruzando el alma. Así transportas las emociones. Los pensamientos, hacia las rosas que te señalan. Luego, te pierdes, en el desierto, entre montañas. Y sólo sos: ¡un simple espectro! ¡Simple fantasma! Entre alimañas.
Zunilda Cañete
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Surgente
Juego y Amor El amor encendió con aquel fuego las miradas los abrazos surgidos, entre encerrados amores heridos, desatando a los cuerpos en el juego. Movimiento estático prendiste, el débil calor del trémulo invierno, tal cual luz, da vida al clamor tierno... Lograste renacer lo que perdiste. Besos profundos encierran miradas… Desatan solamente los sentidos… Simplemente adormecen los venenos. Sencillamente duermen a las furias, del caprichoso y fugaz torbellino, arrastrados por el esquivo tiempo
¿Por qué escribo?
Escribo porque las palabras hacen realidad el mundo de los sueños. Zunilda Cañete
Zunilda Cañete
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PcSur Daniel Chachi
Daniel Chachi
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Surgente Carlos Coronel
Avellaneda
Carlos Coronel
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PcSur Eduardo Cortese
Eduardo Cortese nació en 1959 en Buenos Aires, Argentina. En 1978 ya escribe para la revista “Tribuna Literaria”. En 2008 crea el foro Sabor Artístico, integrando a artistas, poetas y escritores de todo el mundo.
Existencia virtual Mi existencia es virtual, a penas perceptible, deambulo por la vida como si fuera un sueño... ...Lo no soñado es la realidad... Mi existencia es virtual, mi presencia es no saber si estoy en realidad en algún sitio y si de estarlo estoy estando ciertamente sin cuerpo porque soy virtual porque no soy ése, y quizás sea otro que no se conoce o que se conoce por sus palabras... Mi existencia virtual me da derechos me da torcidos y me da apariencias... ...Y de apariencias vivo porque la realidad no es más que una simple ilusión.
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Surgente Desde lo más hondo... Encantado en el tiempo que no encuentro muero por saber si puedo encontrarme. A través de tus ojos me disipo y disperso mis risas por el aire... No estoy igual, ni ahora, ni luego ni ayer que era joven y sonriente... Tengo los años pesados y el andar cabizbajo de un adulto feroz que se entrona en sí mismo... Me escondo en mis mares mis oleajes, mis palmadas a mí por estar vivo y mis sueños cumplidos y añorados... ...Y esa vaga costumbre de alejarme donde no me toque nadie donde tu risa no llegue para esconderme de todo porque temo al olvido y me dejo olvidar porque no ladro a tu costado como un fiel amigo ni acaricio tus sienes pues mis manos torpes ásperas no conocen más que la soledad del mundo en que se internan. Temo constantemente no ser el que esperabas y aunque no esperes nada quiero darte lo bueno lo concreto lo fácil de la vida Y sin embargo puedo sólo enmarañarme en mis adentros de silencios y penas de recuerdos y no puedo así ni dejar de pensarte.
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PcSur Delicadeza Delicadeza extrema entre los sauces el viento el cielo los pájaros andantes y el suspiro de Dios estremeciéndome desde una estrella... Delicadeza extrema que pulula del aire al ver las madrugadas o las tardes grises o las ansias del deseo embriagándose entre mi cuerpo... Delicadeza extrema me sale al brote de mis sueños desbordando la locura más allá de mi incomprensión y hasta aquí de mi conciencia... Delicadeza en palabras gestos sonrisas y por qué no en una gota de sueño derramándose por el aire.
¿Por qué escribo?
Escribo para dejar esbozada en el camino la señal de mi humilde paso por la vida… Eduardo Cortese ec1959@hotmail.com www.saborartistico.com Eduardo Cortese
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Surgente Teresa Dabul
Teresa Dabul
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PcSur Teresa Dabul
Teresa Dabul
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Surgente Yordanis Domínguez Báez - Cuba
Orbitamos en la vida Fotografía y Poema
Orbitamos en la vida como estructuras perpetuas que vaticinan señales y reflejos, como un espiral que es faro de un viaje inevitable. Y la vida, arraigada cual columnas que el tiempo bendice es una búsqueda interior y cada silueta dos mitades inexactas cada hoja una justificación para no perderla. Yordanis Domínguez Báez - Cuba
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PcSur Como estructuras perpetuas Fotografía
Yordanis Domínguez Báez - Cuba
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Que vaticinan señales
¿Por qué escribo?
Escribo porque es una de las mejores formas de canalizar mi energía interna. Yordanis Domínguez Báez kodamasuperior@hotmail.com htt://www.crisol.cult.cu/ahs - http://yorgoart.ohlog.com htt://www.antologiadelanuevapoesiacubana.blogspot.com
Yordanis Domínguez Báez - Cuba
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PcSur Nechi Dorado
Nechi Dorado es Periodista, Escritora y Poeta Argentina. Autora del libro de cuentos y relatos con fuerte contenido social “destapando el silencio”, Editorial Amaru, en el que pretendí rendir un homenaje a los seres que sufren la marginalidad y el olvido. No tengo premios más que de la vida, tampoco salí a buscarlos, apenas me atrevo a traducir lo que mi corazón siente en momentos en que el mundo arde y no de amor sino de espanto. Sostengo que quienes fuimos dotados por la vida para dar luz a las palabras, debemos convertirnos en eslabones de la gran cadena humana que intente modificar lo que pretenden, sea un destino señalado. Voy dibujando mis pasos por este maravilloso mundo de las letras, si soy buena o mala como poeta o escritora, corresponde lo juzguen quienes me lean.
Instigan al asesinato de la cultura, me niego a asistir a esas exequias, prefiero ser eslabón de la gran cadena humana que intente modificar lo que pretenden, sea un destino señalado… Http://textosnechidorado.blogspot.com - www.redescritoresespa.com Http://cultural.argenpress.info - www.haciendoalmas.cult.cu www.poetasdelmundo.com/verinfo_america.asp?Id=7197
Vaivenes de la vida
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odrigo salió de la empresa que había heredado de su padre. Sentía que la buena racha estaba de su lado, según las idas y vueltas de la economía que se marcan en zigzagueantes gráficos que a veces parecen querer devorarse todo. Tras la reunión con los asesores y contadores, parecida a un aquelarre donde se manejaban, además, los destinos de los trabajadores, Rodrigo se despidió de su secretaria. Cerró la impecable puerta de vidrio esmerilado que separaba su búnker del resto de los salones de encuentros. En el centro del hall una fuente con agua y nenúfares trataban de humanizar el lugar dando un aspecto de serenidad, zen tan de moda en esta era “New Age” promocionada para alcanzar la paz interior.
Nechi Dorado
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Surgente Columnas de cemento sostenían el verde parejo de las que trataban, infructuosamente, de parecer plantas desde su plástico trabajado, sin esbozos de vida natural aunque muy bien logrado el efecto. Amortiguaban la sensación de frialdad de los ásperos números que bailaban su danza fría y especuladora en el ambiente laqueado, brindando la imagen de un cónclave de reyes entronizados a los que se les rendía un culto especial. Cuadros con firmas auténticas convivían cuidadosamente sobre las paredes blancas, asépticas, huérfanas de calor humano. En una de ésas se lucía un ventanal interminable donde los cristales parecían ausentes de tan transparentes, permitiendo ver las primeras luces de la ciudad en ese atardecer frente a un río recuperado, en esa zona donde la economía debía mostrar su esplendor. Manos artísticas lograron expulsar su podredumbre de esas aguas hacia las zonas marginadas donde no deslucirían nada. La guardería de yates contenía las naves de la opulencia. Rodrigo desoyó el aviso de la secretaria –señor, tiene un llamado del sector cobranzas de la papelera. -Me fui, Yanina, respondió con un guiño, hoy fue un día magnífico y me gané un descanso. Si llama mi mujer decile que estoy en una reunión. Salió del lugar, esperó el ascensor que lo llevaría directamente al subsuelo donde una hilera de autos de alta gama esperaba por sus dueños, todos miembros del directorio. Atrás quedaba la pila de faxes, reclamos, cheques en rojo y cheques a cobrar, resúmenes de tarjetas de crédito sin límite y Yanina con su día similar al anterior y al siguiente. El hombre subió a su coche, se colocó el cinturón de seguridad mientras tarareaba una pegadiza canción que parecía indicadora de lo que viviera en ese día: “un pasito p’alante, María, un pasito p’atrás”. Así es la vida, pensó, nos
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PcSur da sobresaltos pero cuando llegan las alegrías uno se llena de cosquillitas en la panza. Y hablando de cosquillitas: Loli. -Qué buena tarde para festejar con ese bombonazo ¡qué mina, ninguna como ella en la cama, te hace volar la perra! Y la llamó para avisarle que iría hacia su departamento, mientras las cosquillitas aumentaban y el corazón latía desenfrenado. Afuera llovía, el frío estaba haciendo su aparición de a poco. Rodrigo manejaba por las calles selváticas donde las tarántulas se empachan de insectos. -Carajo, dijo, me comí el semáforo en rojo justo ahora que andan con las multas a dos manos. M’a sí, no pasa nada, quién será el cojudo que se anime con uno, pensó desde la inmunidad que salpica de soberbia empequeñeciendo la cordura. Estrenó su celular de última generación con una pregunta –hola Loli, mamita, no sabés cómo te pienso hace que se yo cuánto ¿cómo estás para recibir a tu eterno enamorado? -Voy para allá, prepárate porque hoy te mato a besos, agregó con la voz pastosa por el deseo. Cortó y giró en la avenida siguiente que le pareció cubierta por una capa de terciopelo. Imaginaba el encuentro, los momentos siguientes antes de volver al infierno de su casa donde lo esperaba su absorbente mujer y esos demonios a los que ella no sabía ponerles límites… -Hoy llegaré bien tarde, dijo para sí, por lo menos zafaré de su bochinche. No soporto a esos pendejos. -Con Loli se te acaban todas las penas, Rodrigo, se repetía mientras estacionaba su auto frente a una joyería para comprarle un regalito a la abnegada amante que lo único que tenía para con él, era amor alimentado por pilas de sí, inagotables.
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Surgente Unas cuadras más adelante entró en el estacionamiento del edificio que daba la impresión de haber escapado de un cuento de jeques. Esperó el ascensor que lo elevaría al cielo donde lo esperaba Loli. El lugar era también un regalito brindado unos años atrás a la muchacha. La atención suficiente como para que la amada siempre estuviera dispuesta para acceder a sus requerimientos. A lo lejos aullaba la sirena que marcaba el fin de la jornada para los trabajadores de la empresa. Tonio se despedía de sus compañeros diciéndoles –no me saco el mameluco, se me va a ir el tren y quién sabe a qué hora sale el próximo, este último tiempo andan con demasiada demora. -Este dolor de espaldas me está matando, encima hoy el tipo se fue temprano y no dejó depositada la quincena, ya tenemos dos días adentro, puta madre, que largo se hace. En una humilde vivienda del conurbano, Amanda esperaba a Tonio. Hacía falta comprar las zapatillas para el niño del medio y la leche para todos. –Ojalá hoy haya cobrado, pensaba. La espera, a veces, bailotea como los vaivenes de una ilusión que se va alimentando con las horas, los días, los meses, aunque luego se convierta en decepción, desalmada situación que hasta es capaz de cortarle el paso a la salida de las palabras que mueren atragantadas, dejando un gusto a acíbar en la boca y retorcijones en las tripas. -Pucha, se me fue el bondi, exclamó Tonio mientras daba una patada al aire, ese gas imprescindible capaz de tolerar hasta las reacciones más primarias cuando la bronca estalla, ahoga el grito que muere en la garganta y la oprime y la carga de resentimiento y te hace desear que la muerte se apiade y de una vez te recuerde.
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PcSur Cuando llegó el próximo colectivo trepó como gato enfurecido, quería llegar a su casa pero no sabía para qué con los bolsillos tan vacíos como seguramente estarían los estómagos de la familia. Al llegar a la estación de trenes, no se apuró para subir. Ya le daba lo mismo tomar ese que el otro que saldría una hora más tarde. Tonio sentía que no podía enfrentar los ojos de Amanda que le preguntarían, desde su profundidad: ¿Cobraste? Tonio se sentó en un rincón, la muchedumbre pasaba al lado suyo pero no podía distinguir si eran humanos o simples hormigas como él. En el impresionante departamento, las cortinas de voile importado parecían danzar al compás del ritmo de la pasión de Rodrigo y Loli. Todo era armónico en el lugar, el amor estallaba empapando el ambiente, mientras haces de luz tenue acariciaban la noche. En el lugar parecía que estrellas y luceros. Los candelabros titilaban y el viento mecía la llamita como si fueran lilas en el campo. Cuando Tonio llegó a su casa los niños ya dormían. Miró los ojos de su compañera, ella miró los suyos. No hacían falta palabras. -Tenés cara de cansado, te preparo unos mates mientras te bañás, dijo Amanda con esa comprensión amiga íntima de la miseria. Lejos de allí, en el cuarto espejado, entre el perfume de los aromatizadores y la explosión de color de las rosas rojas en jarrones de porcelana, Loli despedía a Rodrigo. -Sabés papuchi, estoy preocupada, aumentaron mucho las expensas, decía con la boquita redondeada que era su arma más convincente. -Mi amor, descansá tranquila ¿cuál es el problema? Mañana no faltes al gym que te hace muy bien. Cuando entenderás que trabajo como una mula para que no te falte nada.
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Surgente Amanda puso la pava y el mate sobre una mesa desvencijada. Rodrigo dejó un cheque sobre la mesita de ébano tallada finamente. Tonio preguntó a su compañera, si habían comido los niños. Loli hizo otro mohín y ronroneó como una gata, antes de acomodarse entre las sábanas de satén, mientras el amante la contemplaba admirado. Rodrigo salió de la habitación sin hacer ruido, subió a su auto y se colocó el cinturón de seguridad, encendió el estéreo desde el cual se escuchaba “ay amor que se rompe el alma…” Amanda pasó la yema de sus ajados dedos sobre sus ojos, recordando los agujeros en la suela de las zapatillas del niño. -Tranquilo Tonio, dijo suavemente, ya vendrán tiempos mejores. Tonio miró el mate tragando sus lágrimas La noche extendió su manto sobre la casa sin revoque con el piso de tierra apelmazada. Fin
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PcSur A mi niña paloma Apenas te imagino, niña paloma. Niña a la que no pude mecer su cuna, ni descifrar sus desvelos o besar su frente, iluminarme con su sonrisa de oro y sus destellos. ¡Niña paloma! Quisiera ser el viento a favor que eleve tu vuelo, la nube que te cubra si te asalta el miedo, la estrella que detenga el filo que te hiera la palabra concisa, que devele un misterio. Enroscarme en el aire, si sopla a contramano queriendo convocarte hacia la oscuridad, hacia el lamento. Quisiera ser tu manantial y tu desierto, la levadura de tu pan, la vianda de tu aliento. El brillo de tu luna, tu error, tu acierto. Si un día tuvieras hambre de palabras quisiera romper la huelga, llenar la ausencia, tapando cada agujero de tu alma. Encordelar el potro de todas tus tristezas para que nada te arrastre, hacia la mansedumbre, ni al despecho. Quisiera volverme olivo, senda de caramelo, almíbar de tu voz, brisa de lluvia guía de tu paso firme, al rozar tu suelo. Mi niña paloma, crece, agita tu vuelo que mis latidos te siguen hasta en la ausencia. ¡Enciéndanse tus soles, dancen luceros cuando tus alas vuelen libres, hacia el tiempo! Tal vez, entonces, ya pueda conocerte
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Surgente Griselda Dorado
BĂşsqueda
Griselda Dorado
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PcSur Clara Ferrando Juani
Me anuncian Me anuncian estrellas que desprende el cielo en noches muy, muy claras, que pronto encontrare a ese hombre, que no conozco aún y que me ama. Encienden con destellos ilusiones, que a este corazón tan bien le hacen, todavía no sé, no se su nombre, pero él llegará para quedarse. Te espero amor mío, porque confío en que existes así como existen las estrellas fugaces te confieso que guardo para ti mis suspiros que es tan solo por ti, que me hierve la sangre... Si supieras que sin tocarte, ya he sentido tus manos acariciando mi alma, y mi cuerpo que es tuyo sin saber como besas, ya he besado tus labios y he vivido cien siglos, con pensarte un segundo... Me anuncian esas gotas de rocío el canto tan ameno de las aves que él está llegando a mi vida que pronto él va a ser piel de mi carne. Me anuncian las olas que dominan el fondo de este infinito paisaje que el hombre que yo anhelo me imagina, así tal cual yo soy y viene a amarme. Porque cada mañana solo me habla de ti sé que debes ser tú, quien me causa desvelo la que puede encenderme con tan solo reír por quien cada nocturno, rezo y cruzo los dedos... Me acompaña la fe, la convicción de tenerte y la esperanza que llevo no conoce el final me aconseja el amor, yo le apuesto a la suerte y éstas líneas me dicen que algún día vendrás... Clara Ferrando Juani (bs as) - eduardo rosero porras (quito-ecuador)
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Que será de nosotros Que será de nosotros mi amor cuando te vayas y yo para olvidarte lejos marché también en ti habrá recuerdos pero no habrá esperanzas y en mi solo el silencio de no saber ¿por qué? Cuando algún pensamiento de tanto extrañarnos nos una con los versos que hablen de este amor que será de nosotros si seguimos deseando vivir de un loco sueño de una loca pasión cuando nuestras pupilas llorando se dilaten de dejarlas caricias perderse en un adiós que será de nosotros cuando veamos que nadie nos llenará el vacío que tendremos tú y yo cuando nos den las fuerzas para seguir viviendo pensando que algún día nos vamos a encontrar cuando nos demos cuenta que ha pasado el tiempo que será de nosotros si no nos vemos más que será de nosotros mi vida que sería si un día nos dejamos amándonos aún y nos necesitamos más que antes todavía y no logro encontrarte ni a mí me encuentras tú
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En esos dos segundos.... En esos dos segundos nada más podrías cambiar mi vida, y llenarme en tu vicio de ansiedad hasta curar mi herida y dejarme algo tuyo para mi para no estar tan sola, para escucharte al menos sonreír en otra hermosa boca, pero en esos dos segundos perdí el fruto fértil de esto y todo lo que dentro mío sentí eran solo otros sueños y ya no tengo más que resignar mi vida es una sombra y puedo oír tu risa nada más por día algunas horas y solo tendré tuyo en mi ser el deseo de amarte pero tan solo como una mujer jamás como una madre la madre de ese niño que pensé en dos segundos darte.
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Surgente
Sin límites te amé Sin límites te amé y hoy así te recuerdo aún siento que tu piel me cubre todo el cuerpo porque aprendí a vivir de este amor olvidando que no eres para mí porque te sigo amando. Sin límites te di el amor que tenía y de a poco aprendí a no estar tan vacía porque hasta el día de hoy como ayer te recuerdo para mi esto es amor, amor que hace silencio. Sin límites te hablé con palabras del alma y juré que mi fe no es más que una esperanza y aunque no renuncié a tenerte conmigo yo sigo y seguiré sabiéndote prohibido. Sin límite escribí y si leer pudieras los versos para ti que imploran que tú vuelvas pero aprendí a vivir sin posibilidades de que estés junto a mi, si no es recordándote. Sin límites te amé y aún lo sigo haciendo, aún siento que tu piel me cubre todo el cuerpo te dí, te hablé, escribí, para que estés al tanto de que nada cambió aquí estoy esperando.
Clara Ferrando Juani
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PcSur
Estas, estas, estas Si sólo pienso en ti, por qué me engaño tanto? Por qué insisto en fingir que estoy bien en sus brazos? Si hablo de ilusión, me veo sobre el mar volando con tu avión rumbo a la libertad. Si tengo que elegir mas de una canción tengo que recurrir al libro de este amor, lo otro esta de más, por hobby lo escribí lo nuestro fue verdad, son cosas que sentí. ¿Si sólo te amo a tí, por qué me encapricho en ser feliz con él, si no lo puedo ser? Nuestro amor puede más, me vence como un vicio, te trato de ocultar, pero estas en mi piel. Sólo sé, que te amo, que te llevo en el alma y que finjo en sus brazos, que sólo pienso en tí, que intento ser feliz, de una forma inhumana, yo sola me hago daño, pero ya te perdí, porque aún te recuerdo y en él, te busco a tí, pero solo te encuentro aquí, dentro de mí.
Clara Ferrando Juani
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Surgente Julia galemire meseri - Uruguay
Julia galemire meseri - 1932 - Montevideo Uruguay Licenciada en Enfermería, Poeta. Directora revista cultural “La Tertulia”, Presidenta del grupo homónimo, Presidenta del Pcsur (Proyecto Cultural Sur) Uruguay y gestora cultural. Premios: fondos concursables a la revista cultural “La Tertulia” del mes (Ministerio de Educación y Cultura) y algunos premio en “Poesía édita”
yumba@adinet.com.uy Http://grupoculturallatertulia.blogspot.com/
Bibliografía Fabulares de la piedra 1989 La escritura del sueño 1991 Al sur del aire 1994 Diecisiete poetas uruguayos de hoy 1996 Fabular de la niebla 1997
Diez años 1999 La mujer y El Ángel 2000 Diario poético 2005 Fabulares 2009
La calle La calle el árbol azul jacarandá tatuado de horizontes pleno de hojas, de exhalaciones y palabras deshechas en alquimia de locura la calle el árbol azul comienza con su luz el espacio, espacio de límites distintos caminos por piedras azules donde moran los fantasmas Fantasmas de esquivos ojos de la patria vegetal miran estremecer la diástole y la sístole de las agujas de antiguos relojes ....... Miran marchitar el tiempo con sus viajes transitorios soportan el contrapunto de palabras y el germen de un sueño habita en el húmedo trayecto de los párpados
Julia Galemire Meseri - Uruguay
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PcSur
Alquimia de agua Que lugar es este andar de agua de ojos azules que retrae sus pĂĄrpados sobre la roca de algas y tiempo que lugar es este alquimia de agua donde la espuma tritura el rumbo de las olas sin poder crear las puertas del alma que lugar es este amarar de olas en el amanecer de mitos donde sopla transido el coro extraĂąo del viento primigenio que lugar serĂĄ este que ignoramos donde el horizonte se cierra y su sombra empuja hacia la fiebre del mar a su inmensa idealidad
Julia Galemire Meseri - Uruguay
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Surgente
El río Soy prisionera del río en su impasible voluntad de viajero sin descanso Todo aparece en la tarde como envuelto en una lejana teología Una tibia actitud de memorias pretende reinar en la orilla sin distancia En el aire la sencillez del tiempo es quizá como un suspiro lento La hechizada forma del agua dice palabras que se lleva la naciente arcilla del río En la playa a esa hora el corazón ritual del horizonte saluda a las barcas encalladas sin destino en la playa a esa hora los duendes despiertan y mastican collares de sueños que navegan por la luz
Julia Galemire Meseri - Uruguay
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PcSur
La casa La casa, nuestra casa antigua y numerada en un orden de estrictos cristales madera y cemento otros la albergan Intrusos recorren nuestro patio, nuestro espacio nuestra alcoba, nuestros cuadros y muerden las tempranas frutas sobre el olvidado mantel En los mediodías de luz o en las noches evocadas duermen nuestros latidos en certero misterio con inefable laxitud Era una casa donde los tiempos se juntaron y el tiempo con su aire murmuro pensamientos y ritos del antaño y del presente Supieron de señales que letra a letra devoro el viento en metafísicos fracciones e íntima metáfora La casa nuestra casa
Julia Galemire Meseri - Uruguay
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Surgente
Monólogo Te recuerdo como si estuvieras recluida para siempre en el marco de la tarde envuelta en un sol anochecido que cae con sus pétalos amarillos sobre un paisaje del verano Te recuerdo con la voz adolescente detenida en una ventana de cielos y eclipses crecida desde tus primeros años como si fuera yo misma, o tal vez fuera yo misma que regresaba desde una nave en llamas Un alegre rostro la sensación de sentirte plena de pensar en que el mundo el tuyo y el mío, estaban dominados bajo nuestra imperiosa voluntad de cambiarlo Todo ha transcurrido y solo acarician nuestras manos la ceniza del viento, las brumas lenta las palabras del amor joven la amistad y los sentimientos tu quedaste en un retrato de gastadas aristas en un territorio cualquiera mientras yo he permanecido en los andenes de la vida que pasan a mi lado con su corte de rumores, de formas de humo.
Julia Galemire Meseri - Uruguay
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PcSur Juan Carlos Gimenez
Juan Carlos Gimenez es Escritor y Periodista; Escribe cuentos, relatos, prólogos, ensayos, notas. Estuvo a cargo de la redacción de varios diarios y revistas. Director y fundador de la revista literaria “Amaru” y de la editorial del mismo nombre desde hace más de 35 años.
El dedo pulgar y la libertad
C
omo otras tantas veces, lo primero que sintió fue esa sensación de picazón en el pulgar de su mano derecha, mientras viajaba en el colectivo rumbo a su casa. Después pensó que no solo era una prolongación de su brazo derecho, sino parte del mismo cuerpo y especialmente de su cerebro; sin él, sentía que no podía coordinar pensamiento lógico alguno. El colectivo dobló por Belgrano, estaba ansioso por llegar y tenerlo en su mano y usar el pulgar. Cuando bajó del colectivo, caminó rápido por la vereda, metió su mano derecha en el bolsillo y apretó el dedo pulgar contra su pierna buscando lo que ahí no encontraría. Tenía que llegar: le faltaba el aire, se ahogaba, se llevó la mano izquierda a la frente, sudaba y la sien le latía, tenía pulsaciones. Entró a su casa y sin cerrar la puerta se dirigió al comedor diario y no lo vio arriba de la mesa donde estaba siempre; se fijó debajo de una revista de historietas, debajo de un mantel y nada. Se ahogaba, necesitaba aire, el cerebro no lo guiaba, se le nublaba la vista, buscó sobre la biblioteca, arriba de la tele, fue a la cocina, arriba de la heladera, “y si lo puse dentro del freezer, no, no puede ser “pensó y lo abrió. Nada de nada. Ahora sí, las pulsaciones eran más fuertes, llegó nuevamente al comedor y levantó una caja que estaba en el suelo, miró debajo y ahí estaba, lo aprisionó con su mano derecha y apretó con fuerza el pulgar. Ese pulgar que millones de años atrás, en el hombre de Nederland, el Homo Sapiens, marcaba la diferencia entre usar sólo cuatro dedos y la mano humana que maneja herramientas. Ese mismo pulgar presionó la tecla azul y sintió volver a la vida, podía respirar nuevamente, su cerebro le respondía. Era libre. Se encendió la pantalla. FIN Juan Carlos Gimenez
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Surgente María de Lourdes “Civetta” González
María de lourdes gonzález (civetta) Profesora de Lengua y Cultura Italianas. Co - Administradora del foro Sabor Artístico y miembro moderador del mismo, integrante del circulo de escritores de “Creadores argentinos”
Silencio Descendió la noche callada, fugando en omisión … Me enamoré de un tiempo simple, y fue mi amor, tan simple como ese tiempo, escuché tu voz en pendular figura que el viento se robó. Un sedimento encallado dejó recuerdos que quisieron volver y se aferró el olvido, dejé que se hicieran las doce. Entonces volví a mirar, las agujas que corrían impacientes ¿o eran mis ansias girando? Dejé que pasara el tiempo, obediente aventurero. Llegó el silencio disimulando versos y no encontré palabras que te dijeran… Se quedó muda el alma, callada de vos.
María de Lourdes “Civetta” González
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PcSur Nostalgia de Buenos Aires Hoy camino por tus calles y hace frío en mi ciudad, será por eso que se volvió gris la tarde. Será que en este tiempo como dice el polaco ya no hay lunas suburbanas. Y miro a través de la ventana tu imagen que emigra entre mi gente. Y se enfría mi café mientras intento escribir sólo palabras incoherentes, sueltas que ya no sienten. Llamo al mozo para que me traiga otro café mientras comienza a sonar el polaco cantando sur y este café que ya no sabe a vos. Será como dice el tango que mi amor ya no llega a tu ventana y se perdió… En ese beso que no fue. Ya no te encuentro en cualquier esquina me cambiaron las calles y no me reconozco. Termino mi café en este bar antes de que otra vez se enfríe y miro, sentada en cualquier esquina desdibujado tu rostro que pasa entre mi gente. María de Lourdes “Civetta” González
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Surgente Me conjugo en singular Mis manos son cauces de ríos que fluyen del silencio y van añejando en su andar el tacto sutil de tu epidermis. Los cauces te llevan, hacia lo inhóspito de mis adentros navegando lento. Tempestades de sueños caricias de viento vorágine que incauta el sentir de mi selva virgen, vértigo desafiante. Y me conjugo en singular a través del tiempo y de la historia en este espacio que ocupo. Cálida caricia sumergiéndose en el tiempo que se condensa desafiante, ingenuo, experto lejano… Tan cercano. Te amé en plural en mi inquietud, inocente y febril y en las locas madrugadas de impulsos oscuros, viajo lento… Al centro de mis entrañas hacia mi vientre que te anida, para volver en el silencio que te guarda.
¿Por qué escribo?
Porque amo la palabra desde la unidad mínima, formando mi existencia y en el compendio de morfemas existente puedo decir en cada trazo que he vivido. María de Lourdes “Civetta” González - mara26_65@hotmail.com María de Lourdes “Civetta” González
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PcSur Mónica Griolio
Implicancias Sospeché el exilio de mi insomnio cuando la cautela de tus manos enroscaron mis caderas. Incauté la morosidad de la libido por la justicia acometida entre la paginación de los segundos. Te sometí a mis deseos abruptamente y embauqué tu pasado a mis ojos. Abrí de nuevo tus rasguños y desangré tu herida agotada a la ilusión de mi carne. En la dimensión de una tregua, taimé mi pasión en un hálito de sierva. Y tuve la osadía de convertirte en mi hombre… En un trueque de cuerpos gastados, incinerados, describí con mis orgasmos el infierno infinito de cada acto. ************************
Sentencia de caracoles anuncia el laberinto en que la hoguera de mis fuegos estrangula tu aliento sofocado mítico de lengua serpiente que gira sobre su ápice para engullir el sudor rancio de los cuerpos, afuera lágrimas oceánicas mastican el polvo de tu ansiedad y la mía y entumecen la esencia lapidaria del acto en una confusión orgásmica profanada por estos espejos ************************
Afiebrado reverso opalino barniz de saliva humedad de claustro yace en el cuarto claroscuro la pirámide inversa de nuestros cuerpos balanceados peregrinos aureolados fertilizados por nuestras bocas
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Rasgan mis gemidos la intermitencia del lamento de una rosa apagada; Mónica Griolio
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Surgente cosecha en su corola una lágrima de rocío y la saborea en la plenitud del mediodía. Mientras, palabras, palabras, palabras se aparean en una cópula estrepitosa de lamentos siniestros. Tus supernovas, esas que maquillaste de tierra bendita dentro del páramo de mi alma, escupen verbos masacrados por el milagro de tu mirada. Mi sexo no abandona tus labios santificados en el altar pagano de mis caricias. ************************
Radiante rasguño tácita la espesura de tu pecho y escalo la cumbre de mi ardida indomable ostentosa líquida boca de áspid que rodea y pacta sella y contiene humedad de beso entre la lumbre mordida de tu mano que explora radical y firme hundido mi dedo en el panal de tu flexo de tu savia sabia genital que profana sabiduría en mi pezón erecto La poesía es el camino mediante el cual se asciende a la perfección, a la Creación. En el erotismo, el talento poético, consiste en poner en palabras el placer, el acto. ¿Quién marca las leyes del sentido? Si lo descubrimos, estamos condenados a morir. Mónica Griolio, - monigri@hotmail.com Mónica Griolio
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PcSur Judith Gruszka
Muelle pescador
Judith Gruszka
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Surgente Hugo Guido
Hugo Guido
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PcSur Hugo Guido
Hugo Guido
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Surgente Ramiro Guzmán - Uruguay Ramiro guzmán nació en Montevideo. Escribe desde muy niño. Ha publicado veinte libros. Además, se dedica a las artes plásticas y la música. Es uno de los artistas más destacados del Uruguay.
ramiroguzmanzuluaga.blogspot.com
El ángel chico Vuela y duerme el ángel chico luna, senda y sucaryl y la luna baila alivia los deseos del marfil. Árbol verde como pasto de lejano mar y cid. Vanina está bonita como ríos al parir. Árbol verde como pasto, árbol de un ir y venir. Mis lágrimas están fijas como ríos al parir.
Forlán Toro claro cincelando la ternura de la red abollándose sonriente, Diego, el Diego más valiente hermano de la lluvia pura. El hijo del país en que he nacido me ha puesto hoy las entrañas entrañables. Que sea el fin del gris para Ramiro la hora de los goles como sables en una pacífica partida de esgrima. El dulzor del país donde mi mamá me mima.
Ramiro Guzmán - Uruguay
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PcSur Canción de Mercedes Sosa India rubí del amor, voz ebria de linduras que me aletearon el alma cuando primeras poesías yo lloraba. Reina del nacimiento de la astrología con voz que sacude al viento, la vida. Eternas luchas los dioses, gorda carilinda, como el big bang del a veces, frutilla. La fe de los mirasoles escota en usted sus llamas mientras los camalotes la braman. Gracias a la india que ha cantado tanto.
Poesía “Tarda en llegar y al final hay recompensa” g. cerati Poesía es la creación de valor que practica Dios con el silencio a través de nosotros. Es el latido de la música en los dedos que la cultivan, como se cultiva un campo. La oda de amor a una gurisa y el canto criminal de las tribunas… Incierta, como la bandera de Estados Unidos en la luna, así me enamoró esa doncella caprichosa, tan puritana, tan acostadiza. Besarla me dejó abismado de horizontes. Y al final, nuestro destino se junta en un cuaderno, este cuaderno. Y mañana tendremos una cita, en el bar de la esquina, la poesía y yo. Sería bueno que sonase allí un disco de Soda Stereo Ramiro Guzmán - Uruguay
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Surgente Para Jaime Roos de Ramiro Perdieron la luna mis dientes de abajo, cansados de tanto bruxar contra el sol; la misma experiencia de tanta agonía ha vuelto precioso un rito de amor. Los dientes de un pueblo que grita su historia desde sueños, memoria y dolor del que quema el alma cuando lloro yo. Solo soy otro poeta, uno más de un pueblo que lloró, perdido en el viento rogando antifaces, ahí donde la literatura murió mi llanto es amargo como el del amigo que extraño y admiro, el señor Jaime Roos, hombre generoso que marcó el camino por el cual camino sin miedo al dolor.
Facundo Cabral
(Escribo triste. Como si todos los crímenes conspiraran contra uno. En este tiempo en que la vida no importa y hay que bailar por un sueño, mataron a Facundo Cabral. Hace un mes yo asistía a su último concierto en Montevideo y le escribía este homenaje. Seguro de la inmortalidad de su espíritu, he decidido no alterar el poema). Cine Metro, entrada cara, fiesta del alma. Dios recontrabaila en la música que balbucean las maravillosas palabras. Cine Metro, hoy teatro, fiesta de las aguas del mar insólito, un mar naranja. Dios anhelando el susurro de las cosas amadas. Dios escribiendo en el muro de las mujeres amadas. Ramiro Guzmán - Uruguay
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PcSur Milka Ibaez Sobrero - Uruguay
Nace en Montevideo. Se recibe de Meteoróloga e ingresa a la Dirección General de Meteorología, donde se desempeña profesionalmente durante veinticinco años. Cursa dibujo, pintura, grabado, vitro fusión e instalación. Expone en centros culturales del Uruguay y en Bienales de Europa, E. E. U. U. y América del Sur Recibe premios dentro y fuera del país. Sus relatos y poesías son publicados en Uruguay; Bs As, Argentina; Asociación de Escritores de Cartagena, Colombia; Sociedad de Escritores de Chile y en Revista “TO”, Marruecos. Integra Ateneo del Grabado de Montevideo, Proyecto Cultural Sur-Uruguay y Poetas del Mundo.
Milka Ibaez Sobrero - milra99@gmail.com Milka Ibaez Sobrero - Uruguay
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Surgente Liliana Infaz贸n
Personajes XXII
Acr铆lico y tinta Liliana Infaz贸n
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PcSur
Personajes XXI
Acr铆lico y tinta Liliana Infaz贸n
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Surgente Natalia Leali Nacida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 27 de octubre de 1981. Docente. Eterna reivindicadora de los derechos humanos y de la libertad y reconocimiento de nuestros pueblos aborígenes en la lucha. “El tiempo presente y el tiempo pasado, están tal vez presentes en el tiempo futuro y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado”.
Aromas y recuerdos El aroma a poleo inundó mi casa esta mañana. Con lentitud y entre bostezos me desperezo y voy a la cocina. Prendo una hornalla, busco el mate y enciendo un cigarrillo, mientras pienso en aquella frase que él me repite tantas veces: -Comé algo antes de fumar- y lo ignoro… Continuo con mi rutina suicida. El aroma a poleo me embriaga. Tomo unas hojas y las mezclo con la yerba. Me encantaría un pan con manteca y azúcar… Murmuro para mí. Y no tiene sentido, ni el pan, ni la manteca, ni el azúcar, tienen buen sabor si sus manos no me lo preparan. Una pájaro posado en el jardín desvía mi atención. Elevo mis ojos al cielo y no hago más que recordarla. El agua está lista. Si supiera cuánto la extraño. Siete meses de ausencia y duele tanto. Cebo un mate. El sabor a poleo inunda mi boca y todos mis sentidos. Una lágrima rueda por mi rostro, es un nuevo día, en el que no estás conmigo.
Natalia Leali
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PcSur
Sin cadenas Abuela, me harté de llorar a solas para acompañarte en tu viaje final hacia las estrellas. Con vos se fue una parte importante de mi vida. Quizás la más lejana en el tiempo pero también la más auténtica.
Esa cálida tarde desplegó sus alas, luego de años de estar encadenada. Sus frágiles y tibias manos se dispusieron para una última caricia. Para marcharse se vistió de gala, con su blusa y su cartera coloradas. Antes de partir entre suspiros pronunciaba: que sin rencores volvería con su mama. Nunca en mi vida olvidaré aquellas palabras las últimas que me ofrendó con su voz tierna y sagrada; ella era muy feliz de observarme “encaminada” y tomé entre mis manos ya sus manos cansadas. Una congoja inmensa me anudaba la garganta, y entre lágrimas le dije que era quien más amaba. Volví a ser niña en sus brazos, atesoré sus palabras, los recuerdos, las caricias y todas sus enseñanzas. No conocí en mi vida alguien que superara a todo lo que aprendía, con la abuela y sus miradas. Con el alma hecha pedazos, despedí a mi madre santa, como ella más quería, entonando aquella zamba.
Natalia Leali
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Surgente
Viejo sauce Querido compañero, despierta, conversemos. Tengo un nudo en la garganta, y fuerte dolor en mi pecho. Tal vez por tantos años, quizás tantos recuerdos, que vienen a mi mente después de tanto esfuerzo. Trabajé día y noche, bajo el sol o en invierno, labrando aquellas tierras, como peón u obrero. Supe formar la familia, que me inculcó el tano viejo; tuve una bella patrona, mi compañera de fierro. Construí con mis manos una casa de sueños. Fui fiel a mis paisanos y fiel a mis ancestros; a mi querida patria serví con tanto esmero; pagué tantos impuestos, sacrifiqué tanto!! Es cierto… Un día la patrona se volvió pa los cielos, y yo peiné mis canas y la abracé en silencio. Hoy mi cuerpo cansado, mi corazón ya viejo, y mis ojos nublados no distinguen de lejos. Viví tanta belleza, tengo tantos recuerdos, siento tanta alegría rebozante en mi pecho. Por eso sauce solo, hoy parto hacia los cielos, ya dejé la semilla, un nuevo camino emprendo, en tus ramas reposan los retoños pequeños, que nos han regalado nuestros amados nietos.
¿Por qué escribo?
Escribir es creer en el inmenso poder de la palabra, revolucionaria, reparadora, transgresora, es dejar mi pequeña huella, repleta de luz. Natalia Leali naty27leali@gmail.com
Natalia Leali
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PcSur Ricardo Leali Poeta argentino nacido el 20 de julio de 1958 en Pehuajó, Provincia de Buenos Aires. Actualmente radicado en el partido de Esteban Echeverría.
Debemos terminar Hoy la farsa de este amor se tiene que terminar, porque ni tú ni yo tenemos obligaciones de amar y es por eso que te digo que tenemos que marchar en dos rumbos diferentes hacia un distinto lugar, en el cual tú encontrarás quien te ame de verdad. Y yo se que encontraré, un amor que me amará. Quizás cuando pase el tiempo nos encontremos un día y echemos a caminar recordando los momentos, de este amor de fantasía… De este amor que no podría, de otra forma terminar.
Algunas frases “No juegues con el amor que es un juego traicionero; casi siempre te defrauda pero una vez es sincero” “No existe peor castigo para nuestro corazón que fingir cuando sentimos en el alma un gran amor” Ricardo Leali
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Surgente
Perdón Perdón si te causo daño con lo que yo te escribí, pero escribo lo que siento y al pensar, yo te sentí. Estaban tus ojos tristes y ahí fue cuando comprendí que tenías una pena y la ocultabas al reír. Recuerdo que en ese instante analicé mi sentir y vi que yo estaba triste porque tú estabas así. Desde entonces hasta ahora en mi conciencia admití que me importaba tu vida y te lo quise decir. Olvidándome de todo pero después comprendí que no se ocultan amores así nomás porque si. No se si esto es correcto o si un error cometí solo pido que comprendas ¡me he enamorado de ti!
Ricardo Leali
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PcSur
Triste flor Caminando por la vida muchas cosas yo aprendí. Caminando por la vida yo he ganado y yo perdí. De las cosas que he ganado se destaca, enteramente, que aprendí a ser prudente en las cosas del amor, y he aprendido que la flor tiene sus sí y sus no; porque a ella la entregamos como símbolo de amor. Y se entrega con dolor cuando termina una vida y en ese momento una herida, nos suele causar la flor.
¿Por qué escribo?
Escribo para perdurar el recuerdo de las expresiones que surgen en mi mente en distintos momentos de la vida. Naciendo de lo más profundo de mi corazón, dictados del alma, escritos con mis manos, evocando instantes que dejaron una huella en el tiempo y orgullo en mi vida. Ricardo Leali richartecnic@hotmail.com
Ricardo Leali
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Surgente Rosina Lemes - Uruguay
El lago
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e miraba en el espejo, el reflejo de sus ojos era nítido. Solo se empañaba su mirada cuando una lágrima involuntaria se escurría por su mejilla rompiendo el cristal. El solamente miraba ausente de lo que veía su imagen frente a él no era más que una sombra, en soledad y con la imaginación en un lugar muy distinto en donde él se encontraba estaba ahí quieto. Solo y rodeado por unas extrañas voces que apenas susurraban Su oído no distraía a su pensamiento, esa nube que apenas se acercaba a su cabeza para decir cosas. Veía la imagen perfecta en aquel paisaje sereno, aunque sin duda le faltó algo a cada dirección en que dirigió su cabeza. Le faltó el amor. Le faltó la presencia de aquella que siempre lo acompañaba en el espejo, le faltó el reflejo de su cara y la imagen de su abrazo en el nítido espejo de aquella laguna. Él nunca pensó llorar por alguien, por un amor. Las lágrimas que empañaban su paisaje le gritaban el amor perdido. Duele mucho más aún cuando se recuerda en un lugar donde se lo conoció algún día. Su guitarra esta vez no cantó, quedó serena como su entorno callada como el silencio, muda como él pensando en ella frente al espejo de la vida. Quizás no la encuentre nunca más allí. Quizás otro reflejo aparezca junto a él. Quizás un amor le esté esperando pero no será el mismo de aquella laguna. Perdido en su dolor con su alma hecha pedazos caminando
Rosina Lemes - Uruguay
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PcSur en esa orilla con sus pies descalzos buscando encontrar esa aroma a jazmín que su tierna piel de niña poseía. Así se lo ve desde hace ya varios años atrás. Deambulando en el mismo lugar sin poder salir, prisionero de un amor místico, espectral incomprendido. Invisible ante los ojos de muchos y tangibles a los de él. No lo arrancan de ahí extrañas manos No lo apartan de ese mundo palabras vanas. El escucha la voz más dulce de unos labios que le llaman le dicen amor, recuerdo mágico de quién más lo amó. Aquella muchacha de ojos serenos, mirada pura signo de la inocencia, icono de la pureza exótica. Aquella que aún con su ausencia siempre lo acompaña. Ahora él está ahí preguntándose ¿Dónde estarán las flores que coseché en el verano? ¿Dónde estarán tus besos que me saben tan amargos? ¿Dónde estará tu risa que a mis oídos endulzaron? ¿Dónde estarás tú o dónde estaré yo? Hoy estoy añorando aquel calor de tus manos. Quizás tú vivas en mí o yo quede en tu memoria. Nunca podré responder donde están aquellos tiempos en que fuimos como el río, uno solo, uno grande uno inmenso, que en sus miles de arterias fluían te quiero. ¿Dónde estarás tú vida mía? Que nunca encontré tu cuerpo pues nunca conocí tu rostro por ser que soñé despierto. FIN
¿Por qué escribo?
Escribo porque en mi se encierra el alma de un poeta. Porque no concibo un mundo sin la poesía. Y porque es lo más lindo que se le obsequia al mundo. Rosina Lemes de Uruguay, lemes.rosina@gmail.com Rosina Lemes - Uruguay
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Surgente Patricia López
El nido Vasto follaje esmeralda se extiende como abanico dando sombra a los corrales y aire fresco al vallecito. Suspendido de una rama como si hiciera equilibrio, escondido en su tibieza se oculta el dorado nido. Por las mañanas se oyen picoteos y chillidos: son pichones que reclaman alimento y más abrigo. Van creciendo y aprendiendo a volar, muy despacito, se animan, caen, recomienzan, hasta largarse al camino. De a poco se van más lejos buscando climas distintos. Abandonaron su casa... ¿Se olvidaron de su nido...? Y el árbol que lo protege se apiada de su destino, recordando la alegría de aquellos agudos trinos. El nido abandonado está solo y tiene frío. Allí llega un ave herida... “¡Ven aquí, yo te cobijo!”.
Patricia López
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PcSur El reencuentro
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e amaban desde siempre; se amaban tácitamente; se amaban sin decirse palabras de amor; se amaban a distancia. Soñaban el uno con el otro, vivían encuentros imaginarios, crecían en sus mentes fantasías de amor y de pasión, entremezcladas por el sabor amargo de lo irrealizable. Eran dos extraños, románticos y enamorados, separados por vidas y mundos diferentes, pero cercanos en el espíritu. El tiempo los fue separando y desviando hacia rumbos contrarios; lucharon desesperadamente por olvidarse del otro, y en un momento creyeron lograrlo, al conquistar nuevos espacios, al abocarse con esmero a sus tareas, al educar a sus hijos. El tiempo transcurrió... Pero las dos mitades tendían a unirse y a consumar aquel deseo loco, largamente presente en sus idilios de fantasía. Sus almas estaban ligadas por un hilo invisible y elástico, que no permitía su total disgregación, y vanamente trataban de escapar. La fuerza de ese amor parecía invencible; el interés, puro; la ternura, una bendición. Y volvieron a cruzarse sus caminos un día... Todos los esfuerzos que habían hecho para conseguir mantener en alto las barreras protectoras fueron inútiles. Ambos sabían que su unión era imposible: ya habían iniciado vidas propias, que excluían al otro y lo transformaban en un simple espectador. La razón y el deseo libraban una durísima batalla que ya iba extendiéndose demasiado... Los ojos de ella, brillantes de emoción, lo miraban con amor y como pidiendo perdón. Las manos de él, nerviosamente entrelazadas, le acariciaban la piel sin tocarla. Hablaban de sí mismos, de sus anhelos, de sus ideales, y se refugiaban en la compañía del otro, tan ansiada. Y las horas se hacían minutos encantados, llenos de promesas no pronunciadas. Al despedirse, se miraron con intensidad diciéndose Patricia López
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Surgente en silencio “siempre te voy a querer”, queriendo él que ella y ella que él comprendiera sin necesidad de palabras, creando una vibrante electricidad en su entorno, que resultaba imposible dejar de percibir. Ella partió sintiendo el eco de los latidos de su corazón, que llenaba su cabeza. Él la vio partir y suspiró, sabiendo que aunque sus caminos fueran distintos, nunca serían opuestos y que algún día sus almas, aunque quizás no sus cuerpos, permanecerían unidas por siempre. FIN
Luna llena Tras el surco del horizonte, los pájaros veraniegos acompañan el renacer del nuevo día aleteando... Majestuosos... De la noche solo queda un recuerdo de tus aullidos plañideros, de tu llamada sensual, invitación a una danza quimérica. Hombre lobo, extirpé tus garras, acaricié tu suave vello y te volví mi amante... Te volví desvarío... Pasión ciega... Hombre lobo, conjunción animal de calor y alto voltaje, sé mi dueño cada noche de luna llena, de luna eterna.
¿Por qué escribo?
Porque disfruto expresándome, porque es lo que amo hacer desde niña, porque siento que me crecen alas y mi imaginación toma vida propia, porque aprendí que lo más hermoso es compartir lo que se hace desde el corazón. Patricia López patricia_a_lopez@yahoo.com Patricia López
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PcSur Sandra Magne
Sandra Magne
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Surgente Carlos Martínez
Que harás Que harás, cuando llegue la noche y no me tengas en tus brazos, cuando el alba llegue y tus insomnes ojos vean el vacío, que harás cuando la lluvia golpee tu silencio, y notes que todo lo que te rodea, es ausencia, es hastío. Que harás, cuando la música llegue a tus oídos, y te des cuenta que ya no es música, es solo melancolía, que las estrellas perdieron su encanto y su belleza, no pensaste que todo eso algún día dolería. Donde irás cuando ya nada tenga sentido y el mañana sea igual que el ayer y no difiera del presente, que las sensaciones y los deseos a la angustia no sea diferente, y que ya no te quede nada, de todo lo que has querido. Piensa!!!! Yo estoy contigo, necesito de ti, no me apartes de tu camino, te seguiré donde vayas, tengo necesidad de cariño, mi cuerpo y mis ansias te reclaman, te desean, si me echas al olvido, piensa mi amor,
Carlos Martínez
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PcSur Dámaso Manuel Martínez Dámaso Manuel Martínez – 16 de enero, año del tigre, a las 0.10.hora de caza y acecho. Dios esta en la bruma del sol que veo cada día. Comencé allá por el 62. Publiqué sueltos por todos lados y leí donde el permiso me fue dado. Y donde no! Leí en la vereda de enfrente. Publiqué “Manifiesto de amor”, participé en “ El duende, la luna y yo”. Distinguido por mi trayectoria cultural por la asociación latinoamericana de poetas y escritores. (A.S.O.L.A.P.O.). Vecino participativo (2004) por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Culminación* Fiel a conquistar tu continente, refundar la vida, cada día. Recorro curioso, como niño. Tu vastedad de reflejos, ariscos y sensibles. Para hallar el lugar, de la respuesta exacta, intento y vuelvo atrás. Y recomienzo. El “todo” es suave melodía, que mi cerebro, acumula e investiga… Paso a paso, sin premuras. Nota a nota construyo partituras, el diagrama ascendente, repitiendo lo que siento y presiento, que te gusta… Insisto y estimulo. Hasta que estalles, en cantos, sopores y alegrías. Siento mi trabajo creativo. Pulir el arte, de hacerte mía… *Poema del Libro “Eros”
Dámaso Manuel Martínez
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Surgente
En mi cuarto* Contraluz en mi ventana, con un sol carmesí de ocaso. Tu mejor traje, el más suave y tibio. El más terso y cálido. El más deseable. Tu piel, solo tu piel… Que de mis yemas, mil agujas de fino acero al rojo vivo, estallan mi cerebro. Quién te ha vestido mujer, de maravillas…! Quién conjugó amor-deseo. Quién construyó pasión-anhelo. De rodillas en el altar de tu belleza, te recorro, te descubro, te conquistó. No hay pecado en dios y sus designios. Fiel y obediente. Cumplo. Amén, amén, amén… Este es, el tiempo. *Poema del Libro “Eros”
Dámaso Manuel Martínez
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PcSur Guernica Fue encendido el fuego, de la tragedia humana. La tierra sucumbe, ante tanta infamia. El dolor extremo, muerde casi el alma. Los llantos atroces, no se oyeron nunca, nunca las gargantas, se agotaron tanto, de llorar desgracias. Las manos dolían de impotencia dada. No existía un dios, a que las viejas aullaran pidiendo la gracia. De que el sol brillara. Cuantas Aves Marías desperdiciadas mientras a las vírgenes, se las violaba. Hay manos clamando. Manos al cielo, orando. Manos cortadas. Desperdigadas. Carne picada. Relinchos, revienta tímpanos. Jamás oídos.. El diablo existe. Grita benigno! Pájaros al viento, explotan contra la iglesia. Que se queda muda.. Como se queda siempre. Cuando clama el amo! Se encienden los fuegos. Se estrechan las filas, se acumula muertos. Como si fuera nada. Cada agujero. Tiene su nombre. Y lo grita el pueblo. Fue en lo de Paula! Corre el boticario Dámaso Manuel Martínez
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Surgente ya no queda nada. Y sus frascos vuelan, y su madre postrada. Los perros que ladran. Pasan de largo. A la perra alzada. La vaca riega sus tripas. En la vieja plaza. Pasa llorando, no entiende nada. Hay niños que lloran, madres que sangran. Hay niños muertos, madres que claman. Y una nueva oleada. La muerte presente, ríe a carcajadas. Que ha llegado ella, y por placer mata. Mata que mata. Cuenta que cuenta, contabilidad macabra. Y la Juana baila. Entre los escombros. Ella esperaba vendas, y le dan metralla. Y la Juana baila, ya no sabe ella; si esta viva o muerta. Ante tal maldad, sola entre las bombas. La Juana baila. Ojos sorprendidos. Ya la dan por loca. Cuando Juana canta! De entre el espanto, surgen voces nuevas, con el puño en alto. Y le hacen coro, a su claro canto! Guernica renace, mientras quede uno. Seguirá luchando!
“a la Juana, mi madrina” enfermera de Guernica.
*Poema del Libro “Maldigo la Poesía” Dámaso Manuel Martínez
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PcSur
Enajenado* ¡Y si estoy loco…! Que vengan a por mí los carceleros, les esputaré en sus rostros. Lo que siento… ¡Y si asesino por esto! Que vengan a por mí los verdugos, no habrá suplicio que calle. Lo que siento… ¡Y si ofendo por esto! Que vengan a por mí los jueces, no habrá ley que prohíba. Lo que siento… ¡Y si escandalizo por esto! Que vengan a por mí las mujeres pías, les haré vibrar y transpira, con lo que siento… Este ardor, este fuego, esta pasión. Este amor… ¡Es lo que siento! *Poema del Libro “Manifiesto de Amor”
Dámaso Manuel Martínez
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Surgente
Mi dueña Carimba, carimba, mi frente… Carimba, carimba, mis sienes… Carimba, carimba, mi cuello… Carimba, carimba, mi pecho… Carimba, carimba. Carimba. Mi cuerpo todo. Carimba mis ojos. Carimba mis manos. Carimba mi alma. Carimba, carimba, mi amada carimba, carimba, me recorre a besos… Carimba: marca de los esclavos Hierro con que se los marca.
¿Por qué escribo?
“Solo soy lo que escribo”.
Dámaso Manuel Martínez damasommartinez@ hotmail.com
Dámaso Manuel Martínez
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PcSur Dionicia Delia “Deos” Martínez Dionicia Martínez es argentina. Nació el 5 de diciembre de 1989 en la ciudad de Esquina, Provincia de Corrientes. Cursó sus estudios primarios en el colegio Divino Salvador IP 19 y los secundarios en el Instituto Divino Salvador 31. Paralelo a esto cursó la carrera de Inglés en el Instituto de Idiomas Esquina | prof. 49. Actualmente es estudiante de abogacía en la extensión áulica de la UNNE en Esquina y Profesora de inglés en la Escuela N° 405 del Pueblo Libertador. Escribe en varios foros literarios y edita a través de creadores argentinos su poemario “Brújula de quimeras” a principios de 2011. Antologías en las que publicó sus obras:
Antología de Sabor Artístico Sueño ecológico El sabor de las palabras Pasos atemporales
¡Tienes magia mi bella Esquina! Estás hecha de huellas y por las noches las estrellas junto a los ríos son la cuna de los juegos de la luna. Y por los días el perfume de las flores, hacen olvidar dolores al mezclarlos con el ocaso… ¡Tienes magia mi bella Esquina! Una bondad que no mezquina por eso no me parece extraño, que aunque cumplas doscientos cinco años los que te conozcan mi tierra querida no deseen una partida.
Dionicia Delia Martínez
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Surgente
A la escuela nº 405 “María Josefa Ferreyra de barrios” Libertador - Esquina Corrientes Camino de ripio y colores aromos iluminados con flores, de espíritu trabajador ¡mi pueblo libertador! En cuya cuna nació la escuela nº 5, ahora nuestra querida 405. Rodeada por miradas curiosas, sonrisas ansiosas, engalanada por guardapolvos y garabatos, cómplice de tantos arrebatos en un mundo de papeles. Alzándose hoy entre laureles por flamantes generaciones que alimentan ilusiones…
Dionicia Delia Martínez
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PcSur
Pasajes del tiempo El mutismo de la hoja en blanco, es tan solo un simple espejismo, perfume de la compuesta sonata, lumbrera del páramo borrascoso. Al acecho por la hiel de mi alma, cubren letras un jirón de retamas, ahuyentando el canto de sirenas relámpagos se alojan en la playa. Nubes, un embrión de sal marina desayuno conjuntos de silencios, embriagante jugo de mil lluvias evidencia de algunos naufragios. Ante los ojos un papel amarillo, mientras se levantan las ciudades, sus calles encharcan por muertes y las vivencias encienden faroles. Se advierten horas en los relojes que aún no encuentran caminos falleciendo días sin estaciones, intentando renacer la esperanza.
Dionicia Delia Martínez
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Surgente Gabriela Migliano
Tríptico Perdí la noche entre los dedos de la lluvia, el tren acelera las distancias y por la ventanilla llena de brisa se espían las casas bajas que sueltan sus musas aromadas de glicinasmadrugada embebida de rocío y la niebla pesada opacando a la luna. Me pierdo en los senderos de tierra y cada paso marrón renueva la sangre; una fogata incipiente de hojas secas convoca sensaciones y estrellas únicas; las historias se alejan de nosotros y el corazón le pertenece al olvido – la música nocturna es un crepitar delicioso y cómplice: la noche se me pierde en miradas del ayer, el pasado huele a cenizas de incienso – fantasmas de humo espían mi cuerpo, la luna se incendia sólo con mirarla, el desvelo abarca mi totalidad: la memoria se inunda de campanillas violetas que quedaron atrás por el camino – las miradas arden con el fuego: perdí porciones de corazón en cada ida y vuelta y esta noche no quiere desaparecer; la hojarasca se resiste a quemarse del todo – la noche es cómplice del momento; una llave reposa en mi mano abre la fuga hacia la avenida vacía, o cierra la melancolía con el rumor de un beso.
Gabriela Migliano
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PcSur
Fondo Silencio de caverna, parches de tules grises en el aire enlutando el latido... Oquedad de lo no dicho donde los espacios son un despeĂąadero donde ĂĄngeles y hechiceras liberan los secretos de relojes de arena Sacrificio de promesas, cripta de hojas ocre donde se guarecen los lamentos: resaca de las velas donde agonizan emociones trituradas, pensamientos ahogados de brea, sombras de esperanzas que se suicidaron en tenebrosas aguas de alcantarilla Muda la inocencia espĂa entre las almohadas; muda la inocencia se viste de ocasos, muda la inocencia es un naipe danzando en lo incierto... Es veloz el destello de la dicha, solamente quedan los suspiros tras el incendio de cada escena: cenizas esquirlas del pasado, ruinas de la fantasĂa, gris... Polvareda de alas que descienden al olvido.
Gabriela Migliano
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Surgente Delitos Vuelan las plumas de las palabras que nos identifican con sus roces de fuego… Tiembla el espíritu cuando escucha el adiós tan próximo y tan doliente; dan ganas de quemar las cicatrices del amor junto a los relojes del encuentro… Porque nada queda tras quebrarse la felicidad prestada, los colores son una falsa máscara que subyugaron con su embrujo a un corazón desprevenido, nada queda por rescatar cuando el final es un puñal, no queda nada que recordar cuando el dolor habla de ausencia – se evaporan las caricias, es un delito la espera en compañía cuando el pasado no es pasado; es un delito ilusionar sin entregar nada, es injusto lo pasajero del amor… Un vidrio roto se parece al alma, astillas de pasión que se deja atrás; esta vez no fuimos invitados al banquete del encuentro: la despedida fue la condena para que el hambre nos mate.
¿Por qué escribo?
Escribir, una sensación en el aire, una descarga de ideas y emociones... Escribir como traducir lo pensado en escrito, lo sentido en dibujo de palabras... Escribir para releer lo que pienso y asimilar lo que se siente y compartirlo; escribir : la dicha de saber que alguien cuando me lee tal vez sienta lo mismo... Escribir, un lazo de alma a alma Gabriela Migliano.
Gabriela Migliano
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PcSur Carolina Montrasi
Carolina Montrasi
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Surgente Irene Morack
Irene Morack
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PcSur Irene Morack
Las palabras crean Mundos
TĂŠcnica Mixta - 2011 Irene Morack
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Surgente Alejandro Mujica Olea - Canadá
El Cisne No quiero ser como el cisne que canta al morir. Yo quiero cantarle a la vida y al amor. Ahora llegan los sesenta y cuatro años, sin sol, solo lluvia helada, como el hielo de la soledad, con vientos huracanados del aislamiento. Solo con mi soledad, solo con mi poesía, solo con mi arte, solo en la puerta de los años viejos. Oh que desprecio a tantas horas de trabajo, creando poesía, que soledad cuando uno cruza los sesenta y cuatro años en el ocaso de la vida. El sol dorado de la juventud, fue bueno, estuve estudiando, trabajando, conduciendo los destinos de una nación y soñando una metafórica poética de revolución. Soy el cisne en su último canto poético. Pocos reconocimientos he tenido poco cariño de todos he tenido de los latinos y de los canadienses.
Alejandro Mujica Olea
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Como me duele la soledad en esta primavera de Vancouver. Hoy todo esta nublado o lloviendo solo las flores dan alegría. No quiero ser como el cisne que en su último poema de amor cantado deja la vida.
Alejandro Raúl Mujica Olea, nació en Santiago, Chile, el 8 de agosto de 1947. Llegó como refugiado político a Edmonton, Canadá en 1975. Se nacionalizó canadiense en Alberta en 1980. En 1973, los militares dieron un golpe de estado causando miles de muertos y el asesinato del Presidente Salvador Allende Gossens. Alejandro fue detenido, torturado y condenado a ocho años de cárcel. Mujica es fundador junto con Ariadne Sawyer, de Las Series de “El mundo de la Poesía” en la Biblioteca Pública de Vancouver y más tarde “El mundo de la Poesía en un Café”, en La Radio Cooperativa 102.7 FM, en ambos programas han participado más de 500 poetas de todas las nacionalidades. El Proyecto Cultural Sur Vancouver, le concedió La Medalla de Plata “Gonzalo Cantón Santelices” y Poeta del Año 2003. Además cuenta con diferentes diplomas, medallas, trofeos, placas recibidos de parte de consulados, radios, organismos literarios. Es el Poeta Laureado de la Iglesia Santo Tomás, en sus 100 años de vida.
mujicaolea@yahoo.ca. | www.worldpoetry.ca
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Surgente Delia María Mustacato
El Patio
Técnica: Tinta sobre Papel - 2004 Delia María Mustacato
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PcSur Angélica Nieto Apraiz
Deja la jaula y vuela Deja la jaula y vuela, no estas preso, entre las rejas de tu jaula dorada; ya tienes tu libertad tan anhelada, remonta el vuelo y márchate lejos. Pájaro herido, es hoy mi corazón, quiere volar, pero aún no ha aprendido, que encontrará calor en otro nido y olvidará por siempre su prisión. En libertad absoluta para volar, te quedas dando vueltas en el lugar; vuela corazón, vuela, vuelve a soñar. Ya sabes que a tu herida, corazón, la cerrará la ternura del amor; deja la jaula y vuela, a tu salvación.
Angélica Nieto Apraiz
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Surgente
Un poco de ilusión: Parece que el perfume de mil rosas quedaron flotando en el aire cuando me llamas por teléfono, entonces desearía que la distancia fuese una paloma regresándote a mi encuentro, porque te escucho hablar y olvido mi entorno, olvido el mundo y anhelo verte. Apareces y te pierdes como si fueses un duende, las circunstancias, la vida, juegan a veces haciéndonos beber de lo que creemos es la copa rebosante de la dicha, en cambio, lo bebido fue tan solo un poco de ilusión; rara vez el destino te entrega todo lo que te pertenece, te endulza, te atrapa y en el menor de los descuidos, organiza su fiesta de carcajadas, burlándose de ti. Y ahí quedas con el alma rota y mil preguntas sin respuesta. A veces creemos que alguien nos salva del mar embravecido nos sentimos seguros y felices hasta que despertamos giramos la cabeza y nos damos cuenta que solo fue un sueño imaginario, creado por la soledad de nuestro corazón que espera día a día: Una luz en el cielo para su oscuridad.
Hombre, si existes, yo quiero encontrarte para que juntos caminemos por la vida, te regalaré el cofre de todas mis ternuras a cambio de sentirme, por siempre querida. Un hombre que busque el tiempo Para disfrutar entre ambos¡
Angélica Nieto Apraiz
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PcSur
Valió la pena! 16 Horas de una tarde llena de sol. Le escribo a las más grande entre las grandes… Alfonsina Storni Alfonsina, regálame cada día una sonrisa, para poder seguir creyendo en la mentira, que mi alma por creerla ya agoniza, se alimenta del absurdo, soñando ser querida. Ella explora los jardines, libando sin permiso la rosa, juega a ser colibrí, entre las flores escondida, buscando ese elixir que al fin la haga dichosa, desfallece por hallar el amor de su vida. Tú, Alfonsina, conoces el sueño de mi alma, porque otrora tu alma, soñó un amor perenne. ¡ No ! … Poeta del amor, cuanta bondad, cuanta calma, en los brazos vacíos del que a nada se adviene. Indícame poetiza, que palabra le diré al amado, para que al amor reconozca en mi ser breve, porque esconde mi alma todo el amor guardado, para este único hombre que así al amor se entrega. Tú, querida Alfonsina, que lees mi verso desde una estrella, ilumíname el camino que me traerá la armonía y será la vida, devolviéndome los sueños: sin quererlo, entonces sabré: que valió la pena, tanta agonía.
¿Por qué escribo?
Escribo porque soy una romántica incurable y busco en la palabra el remedio para mi alma. Angélica Nieto Apraiz
Angélica Nieto Apraiz
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Surgente Carolina Orozco - Colombia.
“A Rómulo Bustos” El poeta está siempre lleno de fantasmas. Hay dos corazones ocultos en un hombre: uno que cuelga del cielo; otro que escala desde el averno. Cuando el primero cierra los ojos, el segundo ensaya sus vuelos y si a éste osado le gana la locura, el primero aprieta los puños para no caer. Proeza inmensa la de aquel jinete que cabalga entre obsesiones; la imaginación lo envuelve y como un dios desesperado dibuja con el contorno de las palabras realidades incompletas. Se vuelve ángel, se vuelve demonio y en cada susurrar del verbo despierta otro que aún no era..
Carolina Orozco - Colombia.
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PcSur Lucy Ortiz - El Salvador Salvadoreña canadiense. Es una mujer con anhelos de hacer de este pequeño espacio terráqueo un lugar donde vivir sea agradable y digno, con la esperanza de cambios sociales que no sólo beneficien a unos cuantos, en donde no sea posible tolerar las medidas injustas que algunos seres aplican a sus semejantes.
Alas de mi cuaderno En las hojas de mi cuaderno deposité mi tristeza, abrazándome en sus páginas quise llorar callada desafiando la inmensa duda, pero me asalto de pronto la queja que yo ignoraba. Te volcaste como pájaro con tus alas de cuaderno, con tus ojos de puntos negros, eran comas que yo escribía para que me dieras pausas y suspirar por alcanzar mi estrella Con manos beligerantes te escribí cosas más serias te puse más puntos negros y fulgor de lunas llenas, pobre de ti mi cuaderno que siempre ves nacer mi angustia, mi tristeza y mi alegría, que siempre estás a mi lado sin importar lo que escriba, con tus alas de blanco pájaro te posas frente a mis penas...
Lucy Ortiz - El Salvador.
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Surgente
Tus manos Hay en tus manos inagotables esperanza de nuevos amaneceres, ahora le pregunté al cielo si tus siglos son pequeños, y se derritió en tormenta señalando tu grandeza y tu equilibrio. Hay en tus manos santas humedad de días fértiles, de limpios sueños cantos de mariposas y blancas rosas de lo que tú eres dueño Abrí mi vida para ver tus manos esas manos profundas de sentir sincero, tan extendidas cual azul banderas con turgentes dádivas para los viajeros. Veo tus manos y me estremezco de amor por ellas, son dos palomas en raudo vuelo, no hay tierra extraña si voy con ellas, tus manos de arpa, preñadas de sueños dos alas blanca de cinco dedos, tus manos santas yo las venero
Lucy Ortiz - El Salvador.
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PcSur Beatriz Palmieri
Vida
Beatriz Palmieri
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Surgente Posgrado
¿Por qué pinto?
Porque es inevitable. Las imágenes se quejan si tardo mucho en dejarlas salir de mi mente y de mi corazón. Reclaman nacer y mostrarse al mundo. Yo las alumbro y ellas se van adaptando a las críticas, se independizan y vuelan… Mientras tanto otra, está esperando en la fila para saltar del trampolín de mi imaginación. Beatriz Palmieri - palmieribeatriz@hotmail.com Beatriz Palmieri
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PcSur Norberto Palmieri
Arboleda Paciente
Norberto Palmieri
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Surgente
Bellezas Surgentes
Norberto Palmieri
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PcSur Roberto Palomino - México Roberto Palomino, Cantautor, Poeta, Músico y Escultor del monumento sopa sur. Nació en el estado de Durango, México.
Maíz Haber nacido y crecido siendo amado, siendo libre, nos hace soñar aún más en el terruño, porque es la tierra, y los frutos de la tierra que nos siguen dando vida maíz, fruto prodigioso.
Diva Dedicado a Gabriela Rojo Luces de escenario, rincones fabulosos, mágicos, donde el tiempo pareciera detenerse con el vaivén de la bailada, cediéndote paso Gabriela diva, acompañada de las musas con sus notas musicales de guitarra y percusión, dándole vida al tango que nos llena de emoción, serenándonos las noches con tu bendita vocación.
Roberto Palomino - México
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Surgente Vientos Las ráfagas de viento rasgaban los negros nubarrones que a su frágil contacto parecían erupciones de volcanes. Reflejando su luz boreal en miles de colores que iluminaban los caminos de los seres que se aman, entre borrascas de pasión y letargos sin final.
Te busqué Una y mil veces te busqué ya rayaba el horizonte cuando al fin yo te encontré pálida yacías, empolvada por tiempo inerte y solitaria. Mirándote en silencio una lágrima rodó y con euforia de sentirte mía te cobijé en mis brazos lleno de alegría. Hasta sangrar mis manos para darte vida, una y mil veces te toqué, para grabar mi nombre en tu corazón abierto muy juntito a ti. Una y mil veces te busqué
Roberto Palomino - México
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PcSur Silvia “Leny” Pereiro Silvia (Leny) Pereiro – Argentina – Mi profesión de bióloga y docente de nivel medio y superior, quizás, poco tiene que ver con mi mayor afición: escribir… O tal vez sí… Y se haya convertido en la manera más contundente y saludable de exorcizar mis demonios… leny_pereiro@hotmail.com
E
oír.
Constitución l tren de las seis llegaría en cualquier momento y los pasos apurados que achican el retraso cotidiano se volverían a
Lucho Menéndez esperaba, balanceando la silla de ruedas de la que colgaba la medalla de condecoración; regalo y reconocimiento de su actuación en Malvinas. A su derecha, la caja de madera donde caían las monedas, el cartelito de ex-combatiente y el mate. Sabía que pronto algún amigo se sentaría a charlar con él. En la estación todos conocen a Lucho, y él los conoce a todos. Por eso, le extrañó la chica pelirroja y solitaria, sentada en un banco alejado del andén. Después de tanto tiempo había logrado identificar a muchos de los que viajaban en las líneas de trenes urbanos y algo le decía que la muchacha, aunque no fuera distinta de tantas otras, nunca había andado por ahí. Pedro, el vendedor de café, se acercó al muchacho y le preguntó adelantando el mentón: — Che... ¿La viste?... — ¿A vos también te parece raro? — Y... Un poco. Hace rato que no se mueve ¿estará bien?— Volvió a interrogar.
Silvia “Leny” Pereiro
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Surgente — No creo. Para mí está quebrada... ¿Por qué no te acercás y le ofrecés un cafecito? Así sabemos... — ¿Vos pensás que…? Lucho lo miró impaciente. — Bueno, pruebo. El viejo se alejó haciéndose el tonto pero cuando llegó, siguió de largo. Volvió corriendo y armando batifondo con el carrito de los termos. — ¡Está dormida o muerta! —Dijo asustado y asomando las encías desdentadas. — ¿Sos boludo? ¿Cómo va a estar muerta y sentada en un banco? — ¿No viste en las películas? ¡Cuántos hay que los tocan y ¡paf! Se caen redondos! — Contestó golpeando palma contra dorso y con los ojos en blanco. — ¡Si serás…! Yo voy a ver —dijo Lucho. — Antes de que llegue Santoro y se la lleve; la cana nunca está cuando se necesita, pero en este caso mejor. Por lo menos por ahora. Lucho rodó su silla hasta unos metros del banco. Y desde allí la llamó: — ¡Chisst!... Señorita —no respondía. Se acercó un poco más y la volvió a llamar. Nada. Decidió tocarle el hombro, pero antes de que lo hiciera, ella giró su cabeza y lo miró a través del pelo enmarañado. — ¿Qué querés? —Le preguntó con tono arrastrado. — Por hoy no trabajo más… A Lucho las putas no le llamaban la atención; mucho menos los porreros. Él mismo lo había sido en medio de sus fantasmas. Pero esos ojos verdes, jóvenes para tanto odio y dolor, lo conmovieron extrañamente.
Silvia “Leny” Pereiro
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PcSur — Lamento desilusionarte, pero no soy un cliente. — Contestó. Ella miró la silla. — Claro…— La velada ironía no le molestó tanto como el desprecio. — ¡Para che!... No te confundas, ¿eh? ¡Amputado, no castrado! — ¿Y para qué molestás, entonces? —Escupió ella. — ¿Por qué no te vas y me dejás descansar? — ¡Lindo lugar te elegiste! Mirá piba, uno de los trenes está por llegar y esto va a ser un kilombo... — ¿Me dejás en paz?— Insistió ella. — ¡Quiero estar sola! — ¡Eso te digo! Éste no es el mejor lugar para eso. Además en cualquier momento viene Santoro y te va a llevar a la comisaría. No le gustan mucho las... Este… Las... — ¡Putas! ¡Decilo!… —La voz le tembló. Al oírla, Lucho tuvo una revelación. El corazón se le aceleró y sintió la terrible necesidad de sacar a esa chica de ahí. De hablarle, de entretenerla. (La bocina del tren se acercaba...) — Yo preferiría llamarte por tu nombre... ¿Cuál es? —Se apuró a preguntar. — ¿Y para qué querés saber? — Yo me llamo Lucho. Y soy héroe de Malvinas — respondió él, acariciando la medallita. — ¿Héroe vos? — El sarcasmo sonaba decididamente grosero. (Más cerca...) — Sí, aunque no lo parezca. — Continuó, ignorando la ironía— perdí las dos piernas por una granada que explotó Silvia “Leny” Pereiro
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Surgente a destiempo. La perfección no era una cualidad de nuestros equipos... — No me interesa... —Sus ojos se dirigieron a las vías. — Me ayudó un amigo de Corrientes. Habíamos ido juntos a la primaria... (Demasiado cerca...) — ¡¿Qué parte del no me importa no entendés?! —Chilló la muchacha cuando intentó levantarse. Pero Lucho se anticipó y logró sujetarla. — ¿Adónde vas, nena? La vida siempre da revancha, ¿sabés? ¡Siempre! — Gritó desesperado sin dejar de aferrarla. — ¡Mirame a mí! ¿Tenés idea de las veces que pensé lo mismo que vos? Ella intentó zafarse, pero esos brazos acostumbrados a empujar la silla la retenían tenazmente. — Tenía dieciocho años cuando esos forros me convirtieron en la mitad ¡dieciocho! Y ya perdí la cuenta de cuántos hace que ruedo por esta estación con la medallita colgada para no metérmela en el culo, ¿entendés?... ¿Creés que es fácil? La muchacha lo miró, distante, perturbada; pero la fuerza de Lucho era mucho más que física. Con los ojos, aún vacíos, buscó las vías en un último y desesperado intento y dejó de resistirse. Se desplomó en el asiento con un llanto de palabras indescifrables. — Vení... Tranquilizate… ¿Cómo me dijiste que te llamabas? —Preguntó él sin soltarla todavía. — Laa...U...Ra... —Moqueó ella. — Laura... ¡Lindo nombre! Dale… Vamos que allá tengo el mate… Si querés charlamos un rato y te cuento como sigue esto. Pero eso sí, empuja la silla, porque me duelen los brazos. (El tren se había detenido...) FIN Silvia “Leny” Pereiro
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PcSur Miguel “Yuelze” Perez
Canciones de acá y ahora Pero los humanos La mariposa sabe cambiar dejando atrás al gusano, y los horneros hacen su hogar sin hipotecas y sin bancos. Van las hormigas a trabajar sin gremio ni sindicato, corren las liebres sin tropezar y no les falta el alimento... Ah, pero vos y yo todavía estamos sin llevarnos bien, hay tanta estupidez, que nos olvidamos cómo ser humanos. La golondrina sabe partir cuando el verano termina, y los delfines saben reír aunque los usan en el circo Hasta los perros pueden cuidar a quien les da una caricia Los peces tienen respeto al mar y no pretenden ir al cielo... Ah, pero vos y yo todavía estamos sin saber vivir ah, porque los humanos no sabemos nada de lo que arruinamos. Pero, pero vos y yo algún día vamos a querernos bien ah, porque los humanos tienen que aprender cómo ser humanos. Miguel “Yuelze” Perez
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Surgente
Canto del día Cómo cantar con la vida cada palabra para ir al compás de las voces que da el universo y encontrar ese canto escondido en la maravilla. Cómo cantar con la vida cada palabra para tocar tu ventana con cada nota, para ir con la clave del sol y la gran armonía, y aprender con el canto del día que sabe del ritmo y de la fuerza. Canto de grillos y lunas de árboles y pichones, cielo y mar, canto de polen y viento de amores y nacimientos, tierra y luz, canto de hornero y trabajo, canto de la dignidad de los pueblos, canto de lucha y victoria siempre creciendo en el despertar, grita en mi corazón. Cómo cantar con la vida para la vida, como lo hacen las aves sin más razones que adornar con su parte pequeña la fiesta del todo festejando el grandioso regalo que es recibir un nuevo día.
Miguel “Yuelze” Perez
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PcSur Calles, caras y casas Tiene calles y calles, tiene un catarro en su aire industrial, bares y estaciones, un tango, una zamba y un blues, mate, radio y gol que se van mezclando... Tiene caras y caras, unas de afuera y otras del interior, un abuelo gringo y un chango en su corazón, aunque olvida el ser sudamericana. Puerto y ciudad, cuánto ha venido desde el mar, y qué poco mirar hacia acá donde en nuestra historia, siguen pariendo otro día más los que hicieron y no están, los que vienen a empezar. Tiene casas y casas unas muy grandes y otras sin terminar, torres millonarias, que no espejan la realidad, con un toque cruel, como dar la espalda. Calles, caras y casas, nadie pensó cuánto se iba a juntar, grandes basurales, no alcanzan el gas ni la luz, tanto celular, tanto nervio en coche. Puerto y ciudad, cuánto ha venido desde el mar, y qué poco mirar hacia acá donde en nuestra historia, siguen pariendo otro día más el poder y no querer y el querer y no poder.
Miguel “Yuelze” Perez
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Surgente Pablo Poliak
(In memoriam George Harrison)
Sweet lord
Contemplamos el nudo despegar de tu ceniza al viento… Subirás a abrazarte en el misterio de una eternidad en sombras Mientras la parca acuna cada vértigo instantáneo de yoes pequeñitos tras otro semejante y tan desdeñoso tú--Un arcángel de la ubicua nada honrará en visita exclusiva - Puntualmente a cada cual y al fin se llevará a todos
Pablo Poliak
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PcSur El barco jamás Un patio amaba a un sauce bajo bosques de estrellas A aquel patio lo arrolló un tranvía y el sauce escapa ahora hacia los mares A los mares partí buscando una mirada que no se asemejara a espejo alguno fatigado de ser la exacta réplica de charcos asomados a mi cara Mi cara de doméstico fantasma que a nadie asusta y huye de si mismo es madre y es abuela de otra cara que siempre añora y que no vio jamás Jamás llegará el barco Jamás zarpará de puerto alguno ni habrá puertos en donde alguien lo aguarde: ni bravos almirantes con medallas ni gitanas toreras de la suerte ni tristes novias de un ramo de hortensias Ni habrá gaviotas para perseguirlos ni marineros jamás levando anclas Ni habrá timón ni habrá cordajes ni habrá cubierta ni salvavidas ni habrá salvas ni habrá vidas Pues jamás el barco jamás habrá existido Pablo Poliak
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Surgente
Espejo Oh luz vuelves a mí como un callado pájaro que ante la inmensidad de los astros impávidos llevara esquirlas de luna en su pico o cartas del rocío en su plumaje, para amasar después a solas una hostia inclemente arrastrando en su vuelo éste mi rostro secreto: migaja de celeste panadero que alza lentamente al sol un fiel retrato de la nada ---
Pablo Poliak
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PcSur Amelia Prieto Amelia Prieto, nacida en Madrid (España). Pintora realista con exposiciones colectivas en Ávila, Toledo y Barcelona. Participante como prosista en “Antología I” y Antología Argentina “Al sabor de las palabras” del foro Sabor Srtístico, así como en las antologías “El milagro de la palabra”, “Capítulos de vida” y “Pasos atemporales” de creadores argentinos.
Mientras... La sombra de mi presencia te perseguirá mientras un rayo de luz ilumine la senda de tu vida. Tu interior permanecerá virgen mientras no desees que mis ansias por amarte invadan tu ser, cerrado al sentimiento más puro del amor. No pienses, déjate llevar por la pasión del momento, mientras comparto mis ilusiones y te hago partícipe de mis sueños. Vivamos una existencia feliz. No te apures por lo que fue. Alégrate por lo que está siendo. No te preocupes por lo que será. Vive. Disfruta. Continúa adelante, con las tristezas y alegrías que nos brinda el momento. Toma la mano que te tiendo. Caminemos juntos. Mientras, la felicidad nos aguarda...
El colchón Portaba un colchón al hombro, ya usado, con señales inequívocas de que sus anteriores dueños le habían sacado buen partido. Para en el cruce, pasan varios autos, y continúa su marcha, con el que será su descanso, por no se sabe cuanto tiempo. Observo que el colchón está cortado longitudinalmente. Me mira. ¡Para qué un king size si en la puerta del banco sólo hay hueco para un individual!
Amelia Prieto
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Surgente Y sigues siendo... El olor a hierba recién cortada invade mi espacio y en la madrugada el rocío dejaba sus gotas sobre tus blancos pétalos. Déjate llevar por la suave brisa que te invita a bailar. Uno, dos y tres. Uno, dos y tres... De pronto, un fuerte viento te despoja de los pétalos con el que vestías tu corola, sin tiempo para jugar al si o no, ante mí te plantaste tal cual, sin adornos, sin vestiduras, sin aditivos, sin máscaras. Y sigues siendo margarita.,
El rellano Caty había luchado duro desde su niñez, en la que quedó huérfana de madre, y tuvo que componérselas con un padre, al que las faldas y las botellas de licor le gustaban a partes iguales. Consiguió a duras penas acabar sus estudios primarios para ponerse a trabajar como chica para todo, en aquel almacén de materiales de construcción. Caty fregaba; Caty servía los cafés; Caty... Sí, también, satisfacía los instintos de aquellos hombres, que pasaban media vida allí metidos descargando camiones y cargando furgonetas. Pero Caty tenía sus sueños. Sabía que, algún día, tendría su propio negocio. Y así fue, cómo al cabo de los años, había arreglado coquetamente su lugar de trabajo. Unas lindas cortinas, un jarrón con flores frescas cada día y una cama con sábanas de raso. Y allí estaba ella, Caty, en el rellano, entre el último piso y la puerta de acceso a la azotea, de aquel edificio en ruinas.,
Quiero seguir ¡Déjame en paz! ¡No me persigas más! Sigues mi estela por caminos y encrucijadas, estrechas callejuelas y me abocas a callejones sin salida, consiguiendo esquivar tus golpes de guadaña quiero seguir viviendo, quiero seguir queriendo, quiero seguir escribiendo mis dos palabras favoritas: ¡te amo!, Amelia Prieto
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PcSur Agostina Rabitti
Agostina Rabitti
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Surgente Adrián Repún
Adrian Repún
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PcSur Patricia Rey Patricia Rey: escritora nacida y residente en San Martín, Gran Buenos Aires. Profesora de lengua y literatura. Su seudónimo es Heroína Solitaria, tiene 28 años. Ha publicado anteriormente en 4 antologías.
patriciarey1983@hotmail.com
No todos los hombres son iguales Me abrazas con fuerza apoyándome contra tu pecho y aferrándote a mi figura como un naufrago a la orilla. Me abrazas como el viento a las olas de un mar sereno y enigmático, como el sol a los dorados trigales en la primavera. Me besas y me miras con la ternura de un animalillo libre y entusiasmado, como nunca antes lo habían hecho. Me enseñaste que a veces las palabras sobran, cambiaste mi monotonía con caricias sorpresivas y me devolviste la confianza con tu certeza de que no todos los hombres son iguales.
Patricia Rey
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Surgente Luis Eduardo “Napoleón” Rosero Porras. - Ecuador
Amor de estudiantes Me esperaba un pupitre que aún no había estrenado los cuadernos, mi clase, y la voz de mis libros hasta que tú apareciste como por arte de encanto y con tan solo mirarme, me presentaste a cupido... Y entre la clase de inglés y geografía universal sacrificaste el recreo, y me enseñaste a besar... Pues nos bastaba estar juntos para reírnos de todo de las tareas erradas, del profesor y su enojo... Era yo tu “consulta”, tu “deber” olvidado mi lección preferida el sabor de tus labios... Y el amor nos llevaba, de la clase fugados... Me gustaba mirar tu carita de niña y tus ojos traviesos cuando estabas celosa tu uniforme testigo de caricias prohibidas y ese tímido hoyuelo que adornaba tu boca... Y nos daba lo mismo tu maestra enfadada o si tu padre venía con diez mil guardaespaldas... Entre los símbolos patrios me llenaste de besos yo ante la vieja pizarra, te juré amor eterno... Pues solo tú me dejaste el corazón encendido y yo por eso te espero encadenado a suspiros... Tu, mi amor de estudiante, mi recuerdo infinito...
Luis Eduardo “Napoleón” Rosero Porras - Ecuador.
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PcSur
Nunca me faltes Que me falte el sol de cada mañana que se cansen mis manos de escribir versos que se olviden de mi, los que dicen que me aman y que me excluyan del club donde están “los más buenos”... Pero que nunca me falte tu tierna mirada ni el valor que me das con tus sabias palabras... Que jamás me haga falta el calor de tus manos ni los besos sagrados que me obsequian tus labios... Y que no me arrebaten la alegría de tu sonrisa ni las bromas que me haces para verme optimista... Que tú nunca me faltes, que sin ti no habrá vida... Y que me roben también hasta el último sueño que se multipliquen por mil todos mis enemigos que se rían de mí, aquellas novias que tuve y que me quiten los sesos con que a veces me inspiro... Pero que nunca me falte el poder de tu abrazo ni tu hombro de acero, donde muere mi llanto... Que jamás me hagan falta tus dulces ocurrencias ni los sabios consejos de tu añeja experiencia... Que no me falte el privilegio de saber que me amas y ni aquel sobrenombre con que siempre me llamas... Que tú nunca me faltes, porque tú eres mi alma... Con todo el amor, a mi madre
Luis Eduardo “Napoleón” Rosero Porras - Ecuador.
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Surgente
Fuiste Fuiste noche de luna en mi cielo cuarteado ¡que niña tan tímida! Parecías al verte pobre iluso, que tonto fui no en vano ninguno se atrevía a quererte... Y dejaste que vuelen las gárgolas de mis manos hacia el desván de tu figura sedienta era tu juego, tu capricho de niña y me amarraste al anzuelo de tu boca siniestra... Fuiste una casa de muslos abiertos fuiste santuario, y fuiste burdel desvestí mis deseos en tus caderas talladas que le hacían honor a tu fama de cruel... No era yo quien buscaba tus besos era tu boca que se ataba a la mía... Bañaste de luz a mis besos funestos nunca fui yo, solo fue tu manía... De jugar al amor e inspirarme éstos versos...
¿Por qué escribo?
Escribo porque creo en la vida, el amor y la paz, y por la eterna memoria de mi hermano José Napoleón… Luis Eduardo Rosero Porras - Ecuador luigiedu1@gmail.com – luigiedu83@hotmail.com
Luis Eduardo “Napoleón” Rosero Porras - Ecuador.
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PcSur Carlos Rossetti Poeta argentino nacido el 26 de enero de 1961, reside en Lanús, Bs. As. Partidario de la reivindicación de los derechos de los Pueblos Originarios y de la unidad de toda la América Latinoamericana.
joantarres@hotmail.com
Historia de otoño Él esperaba impaciente en el banco de aquella plaza. Cuando ella llegó; majestuosa como siempre; se sentó a su lado. Él le dijo: “te necesito tanto...”; Mientras en sus pupilas celestes, las de ella, se reflejaba el último rayo de sol de la tarde que moría irremediablemente. -“Hagamos que este momento sea para siempre”, dijo él, tomando sus manos; las de ella; entre las suyas, percibiendo así, esa suavidad y ese calor inigualables. Todo parecía perfecto aquella esplendorosa tarde de abril, pero: -“se hace tarde, debo irme”, dijo ella; dejando en su mejilla derecha; la de él; un último toque de primavera con la flor carmesí de sus labios. Y se fue lentamente, perdiéndose entre los árboles, que la saludaron cubriendo con hojas sus huellas; las de ella; a modo de postrero tributo. Él se quedó solo. De sus ojos se desprendieron unas lágrimas que rodaron hasta el suelo confundiéndose con el rocío que se descolgaba del cielo bautizando la tierra sedienta. Su corazón; el de él; también se fue cubriendo con hojas. El otoño, se le había colado en el alma. Carlos Rossetti
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Surgente
Resúmen de cuentas Cuando me hallaba transitando la peligrosa senda del espanto y la locura, recibí el llamado de una tierra mística que con una energía ancestral, mineral y salvaje limpió de mi ser el dolor y el desengaño y fue allí donde yo, que ya nada creía, recuperé la fe, supe que aún se podía. Poco tiempo después, y de improviso, hizo su presencia la magia, y un fuego que no quema comenzó a entibiarme la cara; una luz blanca y pura iluminó mi senda, aparecieron las manos de amigos que antes, parecía no existían y yo, el que ya nada sentía, emprendí la emoción de volver a vivir cada día. Finalmente cuando un ángel renunció a la eternidad de su soledad para tomar condición humana y entibiar la frialdad de mis sábanas, aprendí a volar sin alas. La nueva señal me llegó directa al alma de una forma en que no fueron necesarias las palabras. Desde allí, aprendí lo que antes desconocía; aprendí lo que era el amor y a tener el corazón rebozante de alegría. Por ella, todo tiene ahora verdadero sentido la fe, las ansias, el deseo de vivir, la risa y el llanto. Así voy llegando al final de esta historia de amor sin fin en la que yo, que nunca tuve sueños, me encuentro viviendo en uno de ellos, donde intento, y creo que es posible, amarla un poco más cada día.
Carlos Rossetti
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PcSur Ruego Rescátame de mí; inyéctame tu elixir de eterna primavera, transformando así en sangre pura, sangre verdadera este líquido viscoso y carmesí que hoy corre por mis venas. Rescátame de mí: cobíjame en tu tierno abrazo y déjame dormir allí, en la paz de tu regazo, al arrullo benefactor de tu canto para soñar mañanas, cielos sin nubes, ojos sin llanto. Rescátame de mí; ilumíname el alma con tu risa, esplendor de alborada, bendice mi piel con un toque de ternura, será como tener invencible espada en mi desigual batalla contra la locura. Rescátame de mí, llévame hacia ti; la magia de un segundo a tu lado me salvará de esta humillante, mortal y melancólica eternidad de andar y andar buscando sin encontrarte. Rescátame de mí porque aunque dejes tu adiós colgado del viento y yo pase a ser el que te amó y perdió al no poder derrotar al tiempo, imploraré rescate a tu dulce recuerdo, reina de todos los reinos, soberana de mis sueños.
¿Por qué escribo?
Escribo porque muchas veces los diálogos son imposibles de realizar. Porque (como dice una de mis poesías), mi corazón no habla. Carlos Rossetti
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Surgente Susana Ruggiero Susana Ruggiero: Coord. En rec. Expresivos, psicodrama y corporeidad. Buenos Aires, Argentina.
P
Uei paesano…
epa, la vecina de al lado, vivía en una casa que tenía las paredes sin revocar, pero estaba construída de ladrillos y cemento aunque padecía al igual que muchos de la calle de tierra donde aparcaban los lecheros, sifoneros y la panificadora en sus carros tirados por caballos. ¡Qué buen fertilizante para las plantas resultaba la bosta de caballos! Una fría tarde de otoño el viento levantó la polvareda, mientras doña Pepa tomaba mate con mamá en la cocina de madera con techo de chapa. La pava se calentaba en la hornalla de la cocina a querosén, al mismo tiempo que en otra hornalla, en una olla enorme, se comenzaba a preparar el caldo para la sopa de esa noche. Los vapores que emanaban chorreaban en las paredes verde oscuro coloreadas con restos de pintura al aceite. Sobre la mesa rectangular cubierta con el mantel de hule a cuadros yo tomaba la leche con cascarilla y comía pan con manteca espolvoreado con azúcar al regreso del colegio. Al lado del tazón de aluminio, mi cuaderno de tareas forrado en papel araña azul. De fondo, se escuchaba la radio. Cantaba Nicola Paone, el ídolo de mis abuelos italianos. Veía cómo ellos, con una emoción entrañable, subían el volumen del aparato y entonaban esas canciones que por un momento los devolvía a su tierra lejana. Ue paesano, ue uei paisano/ uei paesano come stà/l’italia è
Susana Ruggiero
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PcSur piccolina, c’è gente in quantità/e questa è la rovina che non si può campar’1 El caldo se iba espesando con un poco de verduras, cuerito de chancho, patas de gallina, las cáscara del queso de rallar y alguna yapa de mortadela que me regalaba el almacenero. El viento seguía soplando, moviendo las desteñidas cortinas de cretona floreada, impregnadas del olor de la comida. Iba terminando yo las cuentas de sumar y multiplicar que tenía de tarea. Me faltaba hacer la composición tema: “mi cepillo de dientes” y repasar un poco de lectura antes que llegara papá de trabajar. FIN 1 Eh paisano, eh eh paisano/ Eh paisano ¿cómo estás?/ La Italia es pequeñita, hay gente en cantidad / Y esto es la ruina que el campo no crezca.
¿Por qué escribo?
Escribo como posibilidad de resignificar obstáculos y porque siento la necesidad de expresarme a través de la palabra. Susana Ruggiero susanaruggiero@gmail.com
Susana Ruggiero
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Surgente Rubén Sada
Mariposas en tu espalda Caliento el placer con que te meces con suaves cosquillas en tu espalda, mis manos, tu piel gélida escaldan, presiento, te gustará con creces. Si el metro de tu pasión midiese, y deudas de amor tu cuerpo salda, pondría mariposas en tu alma, el doble de las que tú me ofreces. Verás como el tallo reverdece, y es todo color verde esmeralda, tu áurea pintarás como guirnalda con bello color resplandeciente. Tu piel de gallina te estremece, y tiembla tu piel bajo tu falda. Viramos en ruedos cual giralda, mareados por brisas bahienses. Cosquillas del dorso hasta tu frente te harán resplandecer al alba, seré mariposas en tu espalda... Tratando de llegar hasta tu vientre. http://rubensada.com
Rubén Sada
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PcSur
El corazón al sur Se ríe hoy de nosotros el imperio, no hay buena vida que alcance y los conforte: vienen al sur a saquearnos, los del norte, y el asunto se va poniendo serio. Nos someten a pobreza y vituperio, y no hay ley que su conquista aborte. Cambiarnos vidrio por oro es su deporte, y empobrecen diariamente a este hemisferio. Nos prometieron libertad, y ¡no cautiverio! Y es la economía, una pesada cruz. Latinoamérica es un pobre cementerio... ... Pues falta educación, seguridad, salud. ¡Administren los recursos con criterio! ¡Pongan también el corazón mirando al sur!
Rubén Sada
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Surgente Roberto Salazar
Una ciudad en alpargatas, arrastra su desamparo. Una multitud de pies, sin pasado, la ofenden. En el horizonte mudo, un colectivo transpira gente. Un subte embarazado, trabaja de hormiga. El reloj inquisidor te delata. El asiento hostiliza tu trasero. Tu jefe ladra en inglés. Tus compañeros sin olor bostezan ideas. Papeles ajenos te insultan. La máquina de escribir, fusila palabras. El teléfono gruñe, mientras un recreo salvador, deja que se estiren tus ajadas piernas. Gambeteas el hambre, con un nostálgico pebete con jamón y queso. Un recatado vaso de vino, completa el banquete. El reloj te envía de vuelta al tobogán. Nuevos papeles sentenciosos, bailan frente a tu mirada sin persianas. Oís un ejército de quejas, sin poder cerrar tus puertas. Un café de Manolo te rescata del caos. Ya la máquina esconde sus letras, a tus dedos sin dibujos. Por fin el timbre, saca tu aburrimiento a pasear. Final de un round, de una pelea, que vos jamás ganarás.“
“Cada día, cada noche”
Roberto Salazar
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PcSur Retrafría = (La radiografía de mi retrato.) A veces, mi soledad aprieta tanto, que dejo de estar solo. Un ramillete de soles, nacen detrás de las cuencas de mis ojos. Camino hacia algún punto del día y me enrosco en mis tristezas, que cuelgan de mí como bufanda enamorada. Me convierto en ave fénix y el aire besa mis mejillas. Descubro la sonoridad de un amigo y quedo suspendido en sus más espléndidas sonrisas. Siento a mi vida jugar entre bastidores y canto, canto, mal como siempre, pero le canto al canto. En ese intransferible momento, vuelvo a creer en la inmortalidad del día. En el pegoteo del mañana, en la sensualidad del momento y beso tu frente atravesada por la sabiduría de sus arrugas creo en tus manos, fértiles y ansiosas y bebo en las palmas de tu afecto. Luego de violar tu historia, descanso. Miro el cielorraso silencioso, acaricio la hermandad de mi almohada y me cubro con la voluptuosidad de mi manta. Cierro los ojos y paseo por el laberinto de mis tripas. Soy como un caracol jugando en la profundidad del silencio. Tal vez necesite descubrir en mi espejo el color de mi espalda y que unas manos con olor a jazmines la dibujen de nuevo. O abrazar mi más estrepitoso fracaso y besarlo en la boca. Mientras duermo un tropel de ángeles eróticos me invitan a conocer la piel de las estrellas. ¿Me pregunto cuantas veces escuché la música de mis lamentos?. Tantas que ya pesan demasiado. Tal vez sea éste mi último desencuentro. Pero sé que ya no soy Más aquel joven que hacía gritar a sus zapatos, para descubrir El perfil del sol Roberto Salazar
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Surgente Marta Susana Salinas
¿Por qué pinto?
Pinto porque es algo visceral desde mi niñez, a pesar del estudio de años con reconocidos maestros, arquitecto Oscar Azpiri, Claro Bettinelli, Carlos Cañas y además es la satisfacción de la praxis, alegría de vivir, el intelecto y vivencias hasta hoy en día. Marta Susana Salinas
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PcSur Mabel Haydeé Segurado Mabel Haydeé Segurado: Escritora latinoamericana de ensayo de poesía y crónicas de viaje. Nació y reside en la Ciudad de Buenos Aires, Licenciada en matemática pura, en ciencia y tecnología. Maestra Normal Nacional con Mención de Honor. Profesora de Física y Cosmografía. Master sobre Didácticas Matemáticas. Toxicomanía. Dirección. Resolución de Conflictos. Calidad de vida. Integra la Comisión Investigadora de Robótica, Computación y Cibernética. Recomendada por el INTI, (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) para la Dirección del Instituto de Perfeccionamiento Siglo XXI.
seguradomabel@hotmail.com
CANTO A LA TÉCNICA
El Divino Maestro puso ingenio Como la flor al alcance de los hombres Para ocupar sus noches y sus días En deshojar misterios. Como dote Les dio piedra, madera; les dio todo, Arcilla, arena, estaño, fuego, cobre… Y los puso en el tiempo, con las manos, Para hacer artificios en su nombre. ¡Eureka! Varias veces exclamaron, Pacientes a lo largo de los milenios, El error y el acierto se eslabonan En la causa de todos sus desvelos. Ufanos se les ve lanzar el reto A los ríos, las cumbres y los vientos, Horadar las entrañas del planeta Y pulir sus antiguos implementos. La magia de sus manos todo cambia, El paisaje, la ciudad y la montaña ¡La historia rumorea en los talleres Prolíficos enigmas del mañana! Dedicado a los maestros de enseñanza técnica, a la formación profesional y a los profesorados e institutos pertenecientes a la rama.
Mabel Haydeé Segurado
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Surgente Luís Sepúlveda Castro - Chile Blogger, Escritor y Poeta, Gestor Cultural en su pueblo, Los Vilos, Antologado en 2010 en el libro, “Antología de poetas y escritores de Los Vilos”. Estudió Licenciatura en Artes Plásticas en la U de Chile y Administración en la U de La Serena, Sostenedor de Colegio junto a su esposa Rossana, Educadora de Parvulos. Sus escritos y poesías abordan temáticas en torno al amor, la naturaleza y lo social, especialmente sobre su pueblo de la provincia.
http://fishflounder.blogspot.com
Veinteañera Ahora que la luz se extingue, que los silencios lentamente, van cubriendo la noche, mi pensamiento viaja a los territorios hollados de un tiempo ido, territorios transitados de la mano, a veces sin tocarnos, espacios que iluminamos con nuestras aureolas al avanzar sin prisas bajo el cielo estrellado, territorios de mi pueblo sin nombre que acogieron nuestros cuerpos desflorando inocenciaslugares que, en el día, fueron el paraíso de juego de los niños, lugares que las estaciones cambiaban de color, del verde al oro viejo, de húmedos a soleados, el fulgor del verano, los grises del invierno y su pozo de lágrimas. Territorios, bautizo a los senderos instintivos, esos que transitamos tropezando, cogidos de la mano o como dos unidades, territorios que emergen de las sombras como ríos de luz en pasos vacilantes, en suspiros de aventura que surgen de lo hondo. Ruta infantil, de día; de amantes en la noche, así el espacio en la hierba, dibujando tu espalda relajada, con tus ojos bañándose en estrellas y mi cuerpo escondiéndote del mirar de los búhos.
Luís Sepúlveda Castro - Chile
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PcSur Ese espacio que llenaste de pasión, que ni el amanecer logró que se enfriara. Lo recorro de día, ocultando mi mirada ante las flores que me observan, semiaplastadas, desde el suelo. Pobrecillas las flores, pobrecita la hierba que tu cuerpo aplastará. Pobre yo, avergonzado de amarte ante el cielo estrellado, pobre el frío ignorado en la agónica noche. Casi al alba logramos lo que los dos queríamos. Te perdí casi al alba. Y te extraño, y quisiera que la noche no acabará, que la hora no alcanzará el amanecer desde la noche, y no puedo olvidarte. Odio el sol que me inunda los ojos, odio los ruidos diurnos, su chirriar mañanero, los colores difusos del despertar temprano, y el sonido distante del ladrido nocturno, el golpear sostenido de la mar burbujeante. Ahora, ya tarde, recordarte me alienta, y los versos precisos me dibujan tu rostro, veinteañera…. Veinteañera te llamo por tu cuerpo duro y la ágil sonrisa, por tu clara mirada y tus manos pequeñas. Que simple es recordarte ¿será que mañana alumbrarás mi noche con aromas y estrellas, acunarás mi ansia con tus suaves suspiros, o quizás, besándome en el rostro me amarás en mis sueños? No lo se veinteañera. Hoy solo me responden las hierbas al quebrarse.
Luís Sepúlveda Castro - Chile
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Surgente Gustavo Sosa
Gustavo Sosa
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PcSur Santiago Vásquez - El Salvador Santiago Vásquez, nació en el departamento de Ahuachapán el 28 de julio de 1961, realizó sus estudios de primaria en el grupo escolar Isidro Menéndez, Tercer Ciclo Básico Alejandro de Humboldt, Colegio Ahuachapaneco de Comercio; ha realizado estudios de lenguaje y literatura a nivel universitario y estudios de comunicación obteniendo su autorización como Comunicador en el año de 1986, ha realizado labores como locutor de radio desde 1984 hasta la fecha, ha laborado como docente en diferentes instituciones de educación a nivel primario, secundario y universitario, impartido diferentes ponencias sobre literatura y como formador de docentes. Dentro de su producción ha escrito los siguientes libros de poesía, “La querencia de la montaña”, “Desde los ausoles a la patria mía”, Rostros bajo los escombros”, Mía entre penumbras”, “Puño, tinta y letra”. Actualmente labora como docente en el centro escolar “Cantón los magueyes” y como tutor en programas de educación a distancia para jóvenes de educación media.
Voces de unidad Un pueblo se levanta para decir su nombre desgarrando sus venas para oxigenar su sangre. Sueña, vive y muere al terminar la tarde y una estampa se queda colgando en los portales. Madrugadas llenas de miedo amanecen llorando junto a las mujeres untadas de luto. Niños correteando, ignorando el hambre, mientras elegantes cumbres se celebran lejanas. Pueblos que se levantan para gritar su nombre; cuenten también conmigo para gritar unidos. Santiago Vásquez - El Salvador
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Surgente
Portales y esperanzas Se duermen cobijando los portales envueltos en pedazos de papeles, sirviéndoles de cama los carteles de anuncios de tarjetas creditales. No tienen un lugar donde acudir, pasean sus miserias por las calles; ignoran las vitrinas con detalles de ofertas, resignándose a pedir. Son hombres y mujeres olvidados, viajeros con total indiferencia; motivos de una magna conferencia dictada sobre seres explotados. ¿Cómo puede existir tanto indigente en un país tan bien desarrollado? Si es cierto que en justicia se ha avanzado? ¿Por qué tanta pobreza de la gente? Mendigos de un país dolarizado, un día nuevo, ¡pronto llegará! Y tu pobreza al fin terminará antes de haber ¡mendigo! Agonizado.
Santiago Vásquez - El Salvador
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PcSur Rhomina Vidal
C
“Soñé que era verdad, no es más que otra típica historia de amor”
aminaba por una calle muy transitada, gente que iba y venía, se chocaban entre sí, se insultaban, de pronto, por la vereda de enfrente te ví, con ese andar tan particular, con tus lentes oscuros como si ya hubieras perdido noción de si era de noche o de día. ¿Cuántos años habían pasado?, Diez, quince o tal vez un poco más y como atraído por un imán me clavaste la mirada, en un primer momento frunciste el ceño, como si millones de recuerdos perturbadores inundaran tu mente, luego, esbozaste una sonrisa, cruzaste sin prestar atención al tráfico, te quitaste los lentes, me miraste profundamente, acariciaste mi rostro y me dijiste: -¡Años soñando con este encuentro!-. Te acercaste para besarme y bruscamente me desperté, ¿me desperté?, Pero, pero, ¡fue tan real!. Decepcionada y enojada con el despertador me levanté para ir a trabajar, mientras me preparaba para salir, recordaba el sueño, me reí de mi imaginación, me enojé conmigo por mis recuerdos y así sumergida en mis pensamientos salí de mi casa. Así pasaron los días, tal vez meses y olvidé aquel sueño. Un día de invierno estaba sentada en el banco de una plaza disfrutando de los tibios rayos del sol, distraída en mis pensamientos escuché unos pasos, levanté la mirada y te vi pasar frente a mi, no me viste, pero reconocí tu forma de andar, me levanté y corrí para alcanzarte, puse mi mano en tu hombro, te diste vuelta y te dije: –Hola-te miré fijo. –Hola, ¿te conozco? – Me respondiste. Rhomina Vidal
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Surgente ¿Qué?, Impactada por la respuesta me desperté, ¿me desperté?, ¡Otra vez la misma historia de hace un tiempo!, Pero, ¿qué pasa conmigo?, ¿Me estoy volviendo loca?. Ya empecé a preocuparme seriamente por mi estado mental, ya tenía demasiados problemas como para sumarle una locura más, me consolé a mi misma diciéndome que estaba muy estresada y que tal vez sería bueno tomarme unas vacaciones. Sí, definitivamente eso hice, me debían muchos días así que me los tomé, emprendí viaje hacia Palma de Mallorca, ahí vivía mi tío y hacía años que no lo veía. Pasé unos quince días maravillosos de sol, mar, descanso, mucho descanso, me olvidé de mis sueños y me felicité a mi misma por la decisión de tomarme las vacaciones. Emprendí mi viaje de vuelta, otra vez a la rutina, pero feliz, ya en el aeropuerto de Buenos Aires, retiré mis valijas y me fui a tomar un taxi, tan distraída iba que choqué contra una persona que pasaba, con tanta mala suerte que lo tiré al piso y la valija más pesada cayó sobre él. -Perdón señor!, Fue mi culpa, fue…- Levanté la vista y era él, me miró con furia y yo me quedé sin aire. -Tené cuidado, un día vas a matar a alguien- me dijo furioso y se fue. No pude decir una palabra, quedé paralizada, atiné a pensar si “esto era una broma del destino o ya ni con las vacaciones zafé de la locura”, me repuse, junté mis valijas y salí lo más rápido posible del aeropuerto. Ya en mi casa y más tranquila, reviví lo sucedido, no entendí nada, ¿cómo podía ser que no se acuerde de mi?, Lo insulté por su maltrato, me enojé conmigo por ser tan distraída y llegué a la conclusión de que fue una buena experiencia, evidentemente yo había amado de verdad y él no, esa fue una buena forma de cerrar esa historia. Rhomina Vidal
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PcSur Ya mis días de adolescente habían terminado, era hora de continuar con mi vida y mirar hacia el futuro. Así pasó el tiempo, mucho tiempo en el que me volví una mujer nueva, renovada, más madura, decidí al fin dedicarme a mi pasión, la escritura, pero no dejé mi trabajo y los ratos libres los dediqué a escribir, cada tanto venía a mi mente todo lo sucedido, pero eran fugaces. Terminé mi primer libro y lo publiqué, la presentación fue hermosa, vinieron todos mis familiares y amigos, fue realmente inolvidable y así cumplí mi sueño, fui feliz y ya no tuve más sueños imposibles. Fin ----------- O---------Bueno, al fin lo terminé!!!, Me voy a la casa de mi amiga editora para que me lo revise. Salgo a la calle, ¡hoy sí que hace calor!, Pero vale la pena el esfuerzo. Parece que todo el mundo usa taxi hoy, de pronto, siento que me miran, me hago la tonta, la calle está tan insegura, sigo sintiendo la mirada sobre mi, me incomodo cada vez más, bueno, más vale miro, a pesar de tener lentes oscuros es tan fuerte el sol que no logro ver bien, cuando acomodo la vista, me llevo la sorpresa de mi vida, en la vereda de enfrente lo veo, mirándome fijamente, ¡no lo puedo creer!, Cruzó sin mirar a los autos que venían, frente a mi se quitó los lentes, me miró con ternura infinita y me dijo: -¡Tantos años soñando con este encuentro!-. Acarició mi rostro, me tomó de las manos y me besó. No, no es un sueño, esta vez es realidad, el hombre de mi vida, está frente a mi, es de carne y hueso, tantos años de recuerdos, dolor y soledad se esfumaron y a diferencia del
Rhomina Vidal
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Surgente relato donde lo concluí diciendo que yo sí amé y él no para cerrar un ciclo en mi vida, hoy tengo que reconocer con felicidad que me equivoqué, que nunca dejamos de amarnos, la vida solo nos separó por un tiempo y hoy nos vuelve a unir. “Soñé que era verdad y hoy este sueño es realidad”. Ahora si… Fin FIN
¿Por qué escribo?
Amo escribir desde siempre, en mi adolescencia escribí muchos poemas, después la inspiración se tomó unas largas vacaciones.
Hace un tiempo volvió con todas sus fuerzas y decidió quedarse a mi lado, a veces se toma un descanso pero nunca se aleja de mi. Me susurra poemas, reflexiones y relatos que son como canciones de amor, de vida y de libertad. Rhomina Vidal. rmnvidal2@gmail.com
Rhomina Vidal
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PcSur Catalina Zentner
Soneto a la receta salvadora Contarte que se nublan mis momentos que todo en derredor se ha vuelto denso y se escapan los versos cuando pienso que ya no me hacen mella los lamentos. Escudarse en la trampa de anarquista persistir en receta salvadora inventarse el azul en cada aurora desdeñar el laurel de la conquista. Y así me cabe el sayo y el cintillo alabarda y blasón, troquel y anillo sin sonidos vibrantes de campanas Alerta el corazón y el alma entera intentando regar la sementera en el vano trajín de la mañana. un día de algún mes del año 2008
Fragmentos del alma I Cuando me abrazas El mundo se reduce a un meridiano Donde el delirio es liviandad del aire Gotas de claridad fuente y responso Un arco iris solamente mío Aletear de azules mariposas Vendaval de espumas agoreras. Si me falta tu abrazo. No distingo fatal empuñadura Una daga se clava en la costera De mi río sediento de tu nombre Y quedo suspendida entre peñascos Guardándome la sed hasta que vuelvas.
Catalina Zentner
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Surgente Eduardo Zimermann
Ausencia
Lรกpiz, pastel y tinta sobre papel Eduardo Zimermann
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PcSur Eduardo Zimermann
El gancho
Lรกpiz, pastel y tinta sobre papel Eduardo Zimermann
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PcSur Contenido A modo de prólogo Proyecto Cultural SUR Tito Alvarado - Canadá Fallujah* Silencio de eterna muerte* Comunicado* Canto tercero La del pañuelo rojo Ángeles Soledad Álvarez Sin Título Graciela Amalfi Amaneceres… Día de ensayo. Rúben Bello Traverso - E. E. U. U. Poema VII Poema XVIII Poema XXIII Zunilda Cañete Cuna del viento. Juego y Amor Daniel Chachi Sin Título Carlos Coronel Avellaneda Eduardo Cortese Existencia virtual Desde lo más hondo... Delicadeza Teresa Dabul Sin Título Sin Título Yordanis Domínguez Báez - Cuba Orbitamos en la vida Como estructuras perpetuas Que vaticinan señales Nechi Dorado Vaivenes de la vida A mi niña paloma Griselda Dorado Búsqueda Clara Ferrando Juani Me anuncian Que será de nosotros En esos dos segundos.... Sin límites te amé Estas, estas, estas
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Surgente Julia galemire meseri - Uruguay La calle Alquimia de agua El río La casa Monólogo Juan Carlos Gimenez El dedo pulgar y la libertad María de Lourdes “Civetta” González Silencio Nostalgia de Buenos Aires Me conjugo en singular Implicancias Judith Gruszka Muelle pescador Hugo Guido Sin Título Sin Título Ramiro Guzmán - Uruguay El ángel chico Forlán Canción de Mercedes Sosa Poesía Para Jaime Roos de Ramiro Facundo Cabral Milka Ibaez Sobrero - Uruguay Sin Título Liliana Infazón Personajes XXII Personajes XXI Natalia Leali Aromas y recuerdos Sin cadenas Viejo sauce Ricardo Leali Debemos terminar Algunas frases Perdón Triste flor Rosina Lemes - Uruguay El lago Patricia López El nido El reencuentro Luna llena Sandra Magne Sin Título Carlos Martínez
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PcSur Que harás 77 Dámaso Manuel Martínez 78 Culminación* 78 En mi cuarto* 79 Guernica 80 Enajenado* 82 Mi dueña 83 Dionicia Delia “Deos” Martínez 84 ¡Tienes magia mi bella Esquina! 84 A la escuela nº 405 “María Josefa Ferreyra de barrios”Libertador - Esquina Corrientes 85 Pasajes del tiempo 86 Gabriela Migliano 87 Tríptico 87 Fondo 88 Delitos 89 Carolina Montrasi 90 Sin Título 90 Irene Morack 91 Sin Título 91 Las palabras crean Mundos 92 Alejandro Mujica Olea - Canadá 93 El Cisne 93 Delia María Mustacato 95 El Patio 95 Angélica Nieto Apraiz 96 Deja la jaula y vuela 96 Un poco de ilusión: 97 Valió la pena! 98 Carolina Orozco - Colombia. 99 “A Rómulo Bustos” 99 Lucy Ortiz - El Salvador 100 Alas de mi cuaderno 100 Tus manos 101 Beatriz Palmieri 102 Vida 102 Posgrado 103 Norberto Palmieri 104 Arboleda Paciente 104 Bellezas Surgentes 105 Roberto Palomino - México 106 Maíz 106 Diva 106 Vientos 107 Te busqué 107 Silvia “Leny” Pereiro 108
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Surgente Constitución Miguel “Yuelze” Perez Canciones de acá y ahora Pero los humanos Canto del día Calles, caras y casas Pablo Poliak Sweet lord El barco jamás Espejo Amelia Prieto Mientras... El colchón Y sigues siendo... El rellano Quiero seguir Agostina Rabitti Sin Título Adrián Repún Sin Título Patricia Rey No todos los hombres son iguales Luis Eduardo “Napoleón” Rosero Porras. - Ecuador Amor de estudiantes Nunca me faltes Fuiste Carlos Rossetti Historia de otoño Resúmen de cuentas Ruego Susana Ruggiero Uei paesano… Rubén Sada Mariposas en tu espalda El corazón al sur Roberto Salazar “Cada día, cada noche” Retrafría = Marta Susana Salinas Sin Título Luís Sepúlveda Castro - Chile V e i n t e a ñ e r a Gustavo Sosa Sin Título Santiago Vásquez - El Salvador Voces de unidad Portales y esperanzas
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PcSur Rhomina Vidal “Soñé que era verdad, no es más que otra típica historia de amor” Catalina Zentner Soneto a la receta salvadora Fragmentos del alma Eduardo Zimermann Ausencia El gancho
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Este libro se termin贸 de imprimir en el mes de Diciembre de 2011 en Editorial Sur Editores