Manual de Autor para la lectura y escritura de la imagen digital

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Desde siempre el hombre es consciente de que la realidad no es solamente lo que percibimos. Y el deseo de aprehender los fenómenos invisibles es tan fuerte como el deseo de hacerlos comunicables Costa 1998

a.blas con imágenes a.blas se escribe sin «h»

E

studio visual sobre la creación de «otras» realidades a partir de las conocidas. La edición intencionada de imágenes Lego ® encontradas en la web, que permite a partir de la incorporación de la tecnología de textos, conformar nuevas realidades discursivas.




Lo

dicho se convierte en texto, entonces las palabras dibujan una forma que captura la expresi贸n


De

este modo, la escritura se convierte por un lado, en la representaci贸n gr谩fica de una expresi贸n hablada o pensada, y por otro en un medio para la reflexi贸n.




En

ambos casos, la comunicación se define a partir de representaciones que irán conformándose en patrones de significación que muestran la relación entre la realidad y la expresión que la representa.



Nos

importa colocar en foco todas aquellas expresiones visuales que han sido creadas, diseñadas o más bien, por así decirlo, escritas sobre las pantallas digitales. Cuando hablamos de “escritura” de la imagen, aunque no sea un término exacto, queremos hacer referencia al proceso de su composición, cuyo objetivo apunta análogamente con el trazo de signos en la escritura de palabras.



Estas

pantallas muestran la imagen que resulta como propuesta formal de la traducción y adaptación de algún mensaje al soporte digital. Esto quiere decir que estas pantallas digitales, contienen configuraciones gráficas que responden no solamente a la representación formal del mensaje, sino también a la adecuación o configuración de cada uno de sus elementos al soporte que permitirá su visualización.





Cuando

se habla del mundo visual, la mayoría de las veces se piensa en todo aquello que potencialmente es aprehensible por el sentido de la vista. Así que aquello que se haya visto, mirado, observado se convierte en un indicador de la realidad percibida y a su vez ayuda a dar forma al imaginario personal de cada ser humano. Tal pareciera con ello que el sencillo y natural acto de ver fuera suficiente para comprender el mundo que nos rodea, y la realidad visual el único parámetro del que se dispone para organizar y discriminar el entorno cambiante. Esto no es del todo cierto ya que la realidad se constituye a partir de dos grandes universos de percepción visual, y aunque ambos se presentan como uno solo, son entre sí sustancialmente diferentes en su naturaleza y función. Primeramente, existe el universo conformado por todos aquellos elementos que se encuentran en el entorno, la realidad de las cosas dadas: el cielo, un árbol, una casa.



Todo

aquello que estĂĄ allĂ­ y que por el simple y natural deseo de verlo forma parte de la experiencia cotidiana.



Pero

asimismo se encuentran las realidades no visibles, todas aquellas contenidas en el universo de los fenómenos, es decir: “códigos invisibles de lo visible que definen un estado del mundo, una cultura” (Debray, 1994), y que para hacerlas visibles han requerido no solamente de un proceso mental sino de la ayuda de medios técnicos que permitan traducirlas con el único fin de hacerlas comunicables.



Cada

vez más la educación ha venido aprovechando la creciente difusión que tienen las tecnologías digitales y el uso que le damos en los contextos socio-culturales para facilitar la representación, visualización e intercambio de la información visual que transformamos en conocimientos.



Ya

sabiendo diferenciar la informaci贸n de la realidad directamente percibida del conjunto de im谩genes que muestra la informaci贸n de una realidad, podemos esbozar las primeras ideas sobre a.blas.



A.blas

promueve una cultura enfocada en la alfabetización digital. Aprender a leer y escribir con imágenes permite conformar espacios visuales discursivos que muestren nuevas realidades. Conocer los medios. La pantalla digital. Ser conscientes de cómo reaccionamos ante la forma visual que se nos presenta como observadores activos del mundo visual. Qué posibilidades tenemos para elaborar propuestas conceptuales a partir de la imagen. Nos enfrentamos a una realidad mediatizada. En este marco, hacemos referencia a la mirada atenta y educada que permite la lectura crítica de un discurso visual. Mirar diferente para escribir diferente.



Cuando

escribes, dibujas una realidad. Seleccionas los objetos gráficos y textuales que te ayudan a conformarla. Los gráficos se visten de forma, color, escala, posición, se alejan o se acercan de la forma textual. Comienza la relación. El diálogo entre cada uno de los objetos. El discurso visual se define a partir de la relación que se establece entre los elementos contenidos en el espacio digital. Los espacios en blanco son definitivos. Los acentos, las pausas adquieren otra dimensión en el espacio visual. Eliminamos lo accesorio. Cada objeto tiene su misión discursiva, de no ser así, no formaría parte del sistema sígnico propuesto.



Cuando

lees, miras una realidad. Buscas el signo, identificas su forma, color, escala, posici贸n, lo contextualizas. Estudias las relaciones que se establecen. Te haces preguntas sobre la composici贸n, sobre la est茅tica propuesta, buscas en tu imaginario. El mensaje es inteligible si los signos utilizados son monos茅micos. La imagen textual complementa el mensaje. Lo resuelve.



Estar

atentos. Mirar. Solo sabiendo leer podremos ser capaces de escribir. 多Comenzamos?



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