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Rolling Stones y un concierto único Ciro: De los piojos a carrera solista nro 15 27 de noviembre 2012

Andrés Calamaro y su “lengua popular”


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MÚSICA

Andrés Calamaro Una caja recopilatoria que lleva por título, simplemente, su nombre de pila, reúne más de cien canciones históricas de Calamaro, además de grabaciones inéditas y registros en vivo. En esta entrevista exclusiva, el músico habla de su actualidad y revisa una trayectoria que ya se ha convertido en influencia para el rock en español.


“No tengo un estilo fijo”, dice Calamaro, al tiempo que se confiesa reconciliado con todo el arte popular.

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n una arquitectura de perfectas simetrías, Andrés Calamaro abrió la década con un disco quíntuple (El salmón, del 2000) y anticipó su final con una caja de seis compactos (Andrés, del 2009). En el medio pasó de todo. Su encierro alucinado y altamente creativo en departamentos y hoteles de acá y de allá se esparció como un secreto a voces y los medios quisieron leer en esos días de reclusión una especie de apuesta conceptual. Los años siguientes estuvieron signados por cierta mitología del regreso: a la canción popular con El cantante y Tinta roja, a la colaboración, con El palacio de las flores, a los recitales masivos, con Made in

argentina, y a la canción pop de perfecta costura, con La lengua popular.Andrés tiene, por lo tanto, una rara inclinación a lo definitivo, como si viniera a clausurar una época que nunca se terminó, sólo por el placer vital e irrefrenable de empezar de nuevo. Es notable: la industria cultural moderna ha inventado mecanismos de canonización solapados y casi perfectos, que tienden a repetirse y que, sin embargo, no pierden su efecto. En el mundo de las artes plásticas están, por ejemplo, las retrospectivas. En la literatura existen los premios que consagran la obra de una vida y que después resplandecen como credencial en las fajas de las reediciones de los libros. Las cajas de discos o box sets se podrían pensar, quizás, en sintonía con ese universo. Agrupan una obra al mismo tiempo que la solidifican y le dan un marco contextual, para luego venderla a precios exorbitantes en el mercado. Sin embargo, la marca de lo moderno está en el músico que puede apropiarse de ese formato y hacer algo distinto. Usar

al mercado para seguir haciendo obra. Algo de eso tiene Andrés. Por un lado ofrece los discos de grandes éxitos, que despliegan, una tras otra, esas canciones que supieron tocar el nervio del imaginario popular; raros chispazos de genialidad que ya son un patrimonio nacional. Y, por el otro lado, los discos de inéditos, lados B, colaboraciones y reversiones. Los restos, o ese diálogo personal con los márgenes del canon que es la marca de fábrica de Calamaro.Visto en perspectiva, como si tuviéramos entre las manos un pedazo en miniatura de la vida de Calamaro, Andrés trasluce una tensión entre el centro y los márgenes, que es siempre una tensión vital y que define su música. Días atrás, cuando Calamaro circulaba por España presentando los discos y dando algunos conciertos, un diario ibérico publicó esta breve apostilla: “Una rueda de prensa de Andrés Calamaro es sinónimo de espectáculo. Empezando por su pose ante los periodistas: de pie, con el micro en la mano y contorneándose a un lado y al otro. Una mezcla entre Elvis y Cassius Clay”.


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Mientras tanto, entrevistado por email, Calamaro dice que la caja “es un balance de los años posteriores a los Rodríguez”. Agrega: “no decidí si cierra una etapa o si necesito un par de discos más... También es posible que exista una segunda parte de las ‘Obras Incompletas’... incluso más (partes)”.

pero suponíamos que teníamos suficiente para compaginar tres buenos discos “best of ” y tres de inéditos, inconseguibles, colaboraciones, etc.

Armar algo así implica internarse de lleno en la propia obra. ¿Cómo trabajó en la selección de las canciones?

En los últimos años colaboró con varios músicos, ya sea en el proceso de composición, de interpretación, de producción o de grabación; pasaron Javier Limón, la Bersuit, Cachorro López, Litto Nebbia. ¿Cuáles fueron los puntos altos de esos cruces?

-Encontramos la forma de simplificarlo un poco. No pudimos escuchar el archivo entero, ni el de audio ni el de imágenes,

-La grabación de Alta Suciedad. La dinámica incendiaria de escribir y grabar Honestidad Brutal. Mi retiro voluntario para

explorar las profundidades de la música, la grabación doméstica y del universo amoral de los excesos y la libertad. Mi encuentro con la aristocracia flamenca y Jerry Gonzalez. Mi vuelta al pago y el regreso con gloria en 2005. Reunir una banda de nuevo. Cantar en América. El encuentro deseado con Nebbia y elegirnos con Cachorro (López) para grabar La Lengua popular. Hace un par de años editó un disco en vivo, y ahora recopila también algunas grabaciones en vivo. ¿Cómo fue cambiando su relación con los conciertos y el escenario en los años que abar-


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5 ca el recorte de “Andrés”? -Fuimos mejorando entre el 97 y 99, después me retiré de los “ruedos” por cinco años. Volví en 2005. En marzo y en diciembre ya estaba en mi mejor estado; después tocamos muy bien con Ariel (Rot), en 2007, volvimos a empezar y seguimos mejorando. En octubre llegamos a otro de nuestros mejores momentos. A la hora del revisionismo, hoy se habla de “Honestidad brutal” como un pico de creatividad en su carrera. ¿Cómo fueron en aquel entonces las primeras devoluciones de amigos y colaboradores?

-Estábamos todos muy animados, nos dábamos cuenta de que teníamos un material muy bueno, escribíamos y grabábamos en el estudio, había inestabilidad y diversión, no teníamos nada planeado; sabíamos que estábamos poniéndole sangre, era una de esas grabaciones donde puede aparecer alguien muerto dentro del bombo de la batería a la mañana siguiente. Cuando salió editado, las críticas estaban muy divididas entre horribles y buenísimas. El título de su último disco, “La lengua popular”, surge de una línea del tema “Mi Cobain”, pero muchos de los que escuchan sus discos

sienten que ahí se juega una verdad respecto de “lo popular”, en sentido amplio. ¿Cuál es su relación personal con las formas del arte y de las expresiones populares? -El arte y lo popular son asuntos antagónicos para una elite, el rock está en una zona intermedia, pertenece a un ghetto, o a varios, pero no esta considerado materia intelectual ni académica, ni arte con mayúsculas. Nací y crecí entre la crema de la música, la literatura, la pintura, el psicoanálisis y la política de los años sesenta, sin embargo heredé un sólido respeto por las culturas regionales, y terminé reconciliado con el abanico todo del arte popular.


Ya han pasado algunos discos desde esa famosa temporada de composición frenética y encierro de la que salió “El Salmón”. ¿Cuáles son los momentos inolvidables de esos días? -Supongo que son más interesantes mis olvidos que mis memorias. Pero créame que aquello fue más de lo que cualquiera pueda imaginarse; vivíamos en el ojo de la tormenta, dinamitando horarios y calendarios, expuestos a una permanente sobredosis de libertad. Hace un par de semanas escribió unas líneas muy elogiosas en su Web acerca del show que dio Radiohead el 24 de Marzo. ¿Cómo fue esa experiencia?

Pink Floyd, el sonido exquisito y un show de luces espléndido; probablemente sea el grupo inglés más original, y respetado, de los últimos quince años. ¿Y hubo alguna otra experiencia en cine, literatura o incluso en política, que le haya pegado fuerte en el último tiempo? -Petróleo sangriento, Cuna de gato, Extras de Ricky Gervais, Grizzlie de Herzog , la sexta temporada de The Sopranos, Zoolander, Rob Zombie, derogar las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Sandor,The Office version británica, Los videos de Peter Capusotto, Weeds,Alec Baldwin, Marcel Proust.

-Me sincero y le confieso que no soy de salir mucho, sin embargo fui a ver a Radiohead, a quienes apenas había escuchado, y me gustaron mucho; hacen que el escenario parezca la sala de ensayos de

ESTA LENGUA ES MÍA A diez años de Alta suciedad, el disco que le dio su merecido lugar en el Olimpo de los solistas del rock nacional, Andrés Calamaro volvió a un estudio para grabar un disco entero de canciones nuevas. Dos días antes de que La lengua popular llegue a las disquerías, el mismo Calamaro cuenta cómo nacieron estas doce canciones de notable eclecticismo con destino de himno. Aunque suene muy seguro en las entrevistas que le han hecho –y que le harán– a la hora de explicar la razón del nombre de su último disco,Andrés Calamaro confiesa que la duda alrededor del título duró hasta último momento. “Cuando llegó la fecha límite para encargarle el arte del disco a Liniers, aún no estábamos seguros”, recuerda. Según precisa Andrés, para el productor del disco –Cachorro López, su compinche musical desde la época de Los Abuelos de la Nada– era un nombre

muy academicista, casi cervantino. “Le sonaba a declaración de principios refundacionales. Una cosa ya habitual en mis títulos”, se resigna y sorprende Calamaro, que pasa a enumerarlos sintetizando en uno los dos primeros de su lista: “Alta honestidad, El cantante, El salmón, El regreso”. La lengua popular, tal el título de su flamante álbum, es en realidad apenas un fragmento o una esquirla, al decir de su autor, de “Mi Cobain (Superjoint)”, último tema del disco y que dentro del mismo es, aclara, “una canción periférica, algo distinto”.A más de medio año de aquellos cabildeos alrededor del nombre, La lengua popular ya tiene su teoría y explicación. “Ya sea estética o meramente conceptual”, arranca Andrés. “La lengua como músculo sano que necesita acción, como primordial del idioma, de la canción, del verso. Y como símbolo stone.


Vivo de la mĂşsica, el rock me dio todo y yo le di demasiado. No espero mucho mĂĄs.


L

os Stones vuelven a tocar en su casa: Inglaterra es su cuna.Aquí, en un O2 londinense repleto, hay fans de todas las generaciones.Y no es un show más, porque BillWyman, el bajista original, está nuevamente en escena, con su distinguido e inimitable sonido de bajo.Y también, Mick Taylor (el de los discos más sucios de los ‘70). Para su regreso, el Arena 02 de Londres fue el lugar elegido. Un predio de unas 20.000 personas que será testigo del inicio de este tour 50 & Counting . El escenario es pequeño, al menos comparado al de sus otras giras. La simple escenografía exhibe la lengua en dorado y una única pasarela en semicírculo que es acompañada por otras dos a cada lado. Afortunadamente, no hay parafernalia lumínica ni fuegos artificiales o bombas de estruendo. Son ellos y su rock marca Rolling Stones. Antes del momento esperado, hay mensajes desde la pantalla de los personajes más diversos: desde Iggy Pop, AngusYoung o Elton John hasta Pete Townsend, Nick Cave o Johnny Depp. Al salir la banda, a las 20:30 hs, el centro se convierte en una enorme pantalla. Se apagan las luces, un grupo de percusión, con caretas de gorilas (la imagen de GRRR... su nuevo disco), irrumpe entre el público con la intro de Sympathy For The Devil . Acto seguido, aparecen los Stones. Charlie Watts tiene remera blanca; Jagger, traje gris, con corbata plateada, pantalón negro

RECITALES

Anoche, ante 20.000 personas, en el O2 Arena de Londres, el cuarteto que lideran Mick Jagger y Keith Richards dio el primer show grande por sus 50 años.

ROLLI

EN CO


y sombrero gris; Ron Wood está de negro, y Keith Richards, con campera verde, pantalón negro, vincha roja y pañoleta plateada. Arrancan con I Wanna Be Your Man , tema de Lennon-McCartney como una suerte de homenaje al rock británico todo. Los cuatro Stones son acompañados por Darryl Jones al bajo y Chuck Leavell en teclados. En un perfecto túnel del tiempo, le siguen Get Off Of My Cloud e It’s All Over Now , que son acompañados por imágenes en blanco y negro desde la pantalla. Paint It Black , con Jagger absolutamente de negro, es la canción que sigue. Los ingleses no son muy demostrativos, pero disfrutan el show a su manera, entre cervezas y nachos. Los coristas, Bernard Fowler y Lisa Fischer, se suman en el escenario para Gimme Shelter , que es por otro lado el puntapié inicial para la lista de invitados, ya que Mary J. Blige se suma a la voz de Mick en los estribillos del clasico de Let It Bleed, mientras Keith se luce en el solo con su infaltable Telecaster color madera. La primera pausa llega a través de Wild Horses (Tim Ries en teclados), pero tras el descanso, vuelven a subir decibeles con All Down The Line , al que se suma el eterno saxofonista Stone Bobby Keys. Es uno de los highlights del concierto, que es apoyado con un merecido tributo en pantalla mediante imágenes de sus maestros bluseros (Muddy Waters, Chuck Berry, Etta James, B.B. King, Elvis Presley y

otros). Jeff Beck es el segundo invitado de honor, quien se suma al festejo con un duelo de guitarras en el tema I’m Going Down . El sonido de guitarra de Beck estremece al estadio; Keith y Ronnie lo siguen, demostrando que no son mejores, pero juntos en un entretejido de violas son los mejores. Keith prende su primero de tres cigarrillos en toda la noche, Ronnie en cambio parece haber cambiado de hábitos y no fuma. Out Of Control es el tema que escogen para que Mick se luzca por primera vez con su armónica. Keith brilla, ahora con chaleco negro, desde su Gibson. Es el momento de los temas nuevos, así que pegan las dos flamantes incorporaciones al catálogo Stone: One More Shot y Doom And Gloom . Bill Wyman es invitado a sumarse al banquete en una frenética versión del clásico It’s Only Rock’n Roll y de la contagiosa Honky Tonk Women , que es secundada por dibujos que muestran a una bomba morocha trepando al Empire State, en una parodia a King Kong , que termina con el gorila -motivo de tapa del último disco-, estrellándose en su avioneta entre los pechos de la señorita.Wyman agradece tímido los aplausos del público, muy escudado en su bajo de cuatro

cuerdas.Tiempo de presentaciones: es el turno de las dos canciones infaltables de Keith, que llegan con Before They Make Me Run y Happy , con Ronnie en steel guitar . A su término, viene el momento blusero de la velada, cuando Mick Taylor es invitado a escena para una infernal versión de Midnight Rambler .Taylor muestra sus habilidades al por mayor en un duelo apasionante entre su guitarra y la armónica de Jagger, quien termina bailando en forma endemoniada, participando al público del festín. De pronto, Londres se impregna de Club 54 con los primeros compases de Miss You . El estadio se convierte en una enorme discoteca neoyorquina y Darryl Jones demuestra por qué toca con los Stones desde el ‘94. La masa se conmueve con el riff inoxidable de Start Me Up , que abre la puerta a la catarata de súper hits. El propio Big Ben parece acelerarse con Tumbling Dice , Brown Sugar y Sympathy For The Devil . La primera fecha de los 50 años comienza a bajar la persiana, aunque, por supuesto, faltan los bises.Y la banda regresa, pero no precisamente sola: dos grupos integrados por una docena de coristas ponen la voz a la introduccion de You Can’t Always Get What You Want : otro de los momentos fuertes del show, que, acto seguido, conduce a Jagger y a Keith, al centro de la escena. Se apagan las luces una vez más, y se encienden lucecitas y corazones para el último tema. La despedida es con el imbatible riff de Jumpin’ Jack Flash que dispara Keith desde sus cinco cuerdas.Vemos a los músicos por ultima vez en la noche por la pasarela, para regocijo de todos. Si bien todos los fans esperábamos un disco nuevo -y no tan sólo dos temas nuevos en otro compilado de grandes éxitos (y van...)-, la banda está en forma, y el 2013 va a deparar una gira mundial, quizás no maratónica como las anteriores, pero sí gira al fin.Y un nuevo trabajo de estudio... Quizás.

La simple escenografía exhibe la lengua en dorado y una única pasarela en semicírculo

ING STONES

ONCIERTO


SUMARIO 02-07

ENTREVISTA

10-11

AGENDA CULTURAL

16-17

GRABACIONES

20-21

TEATRO

Andrés Calamaro presenta su “lengua popular”

Lecciones de bandoneón: Rodolfo Mederos en el Coliseo

STAFF DIRECCIÓN Roberto Ortiz / rortiz@hotmail.com Luis Blanco / luisblanco@yahoo.com.ar DIRECCIÓN DE ARTE Luciano Matra / lmatra@hotmail.com Silvia Laroque / silvial@hotmail.com DISEÑO Marcelo González / mgon@hotmail.com Sandra Urrutia / sanurru@hotmail.com EDICIÓN GENERAL Matías Veloso / mativelo@hotmail.com REDACCIÓN Juliana Gómez / jgomez@hotmail.com Patricio Rodriguez / pator@hotmail.com Hecho en Argentina Impreso en Imprenta CID S.A (Av. Congreso 1847 Piso 1) Edición nro 15 - Noviembre 2012

Ciro Martínez, en la era de los solistas

Gaby Goldman, las melodías del teatro


RECITALES

08-09

Rolling Stones en Londres: “Una fiesta que dejó con la boca abierta”

LANZAMIENTO

12-15

Soundgarden regresa con “King Animal”

TRIBUTO

18-19

“Los tekis”, tributo del folklore al rock

CINE

22-23

Cuando el cine es una fiesta - Festival de Cannes


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