Un sueño español en el arco del triunfo

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Jos茅 Antonio Borrego en el hip贸dromo de La Zarzuela (Madrid) 1.977

My Mourne, uno de los protagonistas


Este pequeño relato ilustrado trata de plasmar con alguna que otra licencia, una historia real en el marco del premio Arco del Triunfo de Longchamp celebrado en 1972. Entre los protagonistas, uno muy cercano que muchos de ustedes conocen; seguro que otros no tanto. Circunstancia esta que me ha espoleado a releer revistas y programas olvidados, a preguntar directamente al personaje en cuestión y a escribirlo.

Idea original y texto de Marcos Carmena inspirado en los recuerdos del jockey José Antonio Borrego Dedicado a José Antonio Borrego y a Gonzalo Griñán Diaz-Portas Imágenes de : - Cedida por José Antonio Borrego - Revista La Zarzuela - Revista Gran Premio - L’Actualité Hippique - Courses & Elevage - Sábado Gráfico - Wikimedia Commons (Copyleft) - Hipódromos y Caballos Imágen de portada : Hipódromos y Caballos

Maquetación y retoques fotográficos : Hipódromos y Caballos

A las puertas de la celebración de una nueva edición de la prueba, nada me hubiera gustado mas que este escrito hubiese sido el origen de una tertulia hípica con ese tremendo aficionado que era Gonzalo Griñan. Pero se nos ha ido y no me ha dado tiempo a contarle esta historia. En todo caso, va por ti, Gonzalo. Espero que el texto pueda estar a la altura de tu demostrada pasión por el turf. “Maspalomas”, otro enorme aficionado, y quien esto escribe, hemos puesto nuestro corazón en ello. Marcos Carmena


Participantes : 1. Mister Sic Top - 2. Mejiro Musashi (JAP) - 3. Sharapour - 4. Card King (USA) - 9. My Mourne (IRE) - 10. Sancy - 11. Roberto (USA) - 12. Toujours Pret (USA) - 17. Rescousse - 18. San San (USA) - 19. Regal Exception (USA)

- 5. Parnell (GB) 6. Homeric (GB) - 7. Erimo Hawk (IRE) - 8. Snow Castle (ARG) - 13. Hard to Beat (GB) - 14. Boucher (USA) - 15. Steel Pulse (GB) - 16. Pleben (GB)

Entró en la pista portando la mantilla número nueve que le daba el privilegio de formar parte de aquella distinguida comitiva multicolor. Aquella hilera desfilaba majestuosa por delante de las nutridas tribunas del hipódromo de Longchamp, el escenario único y exclusivo del otoño parisiense. Sobre My Mourne, que así se llamaba el caballo, su jockey, enfundado en la chaquetilla amarilla y azul de Antonio Blasco, transmitía una suprema serenidad a pesar de que el desfile destilaba nervios por los cuatro costados. No en vano conocía bien el entorno, el turf galo y sus carreras, en las cuales nació y se había forjado profesionalmente hablando. Además, Jose Antonio Borrego no hacia ni siete días desde que en el mismo recinto firmase una brillante victoria en un lote de veintidós, un triunfo muy aplaudido por la prensa local, que le reafirmaba como un jockey capaz de codearse con la élite francesa. Todo ello a pesar de su emigrada actividad deportiva al sur de los Pirineos y a pesar igualmente, de haber venido al mundo en - 4-

Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

Foto cedida por José Antonio Borrego

el remoto Sanlúcar de Barrameda, allá donde el Guadalquivir, el sol y la sal entibian y dan gracia a las almas. Y es que a la gente le gusta la vuelta del hijo pródigo, aunque sea adoptivo; porque su aceptación no deja de ser una reafirmación de las propias creencias y modos de vida. Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

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En este caso, como una clara reafirmación de la salud y grandeza de un turf capaz de crear escuela y marcar su sello incluso en las almas foráneas, por muy lejos que hayan nacido.

Velayos

My Mourne había entrado en la cita máxima del circuito europeo, el Premio Arco del Triunfo del 8 de octubre de 1972, después de haberlo ganado casi todo en su campaña clásica portando las sedas españolas de la poderosa Cuadra Rosales, tan rojiamarillas como la bandera patria. Bajo sus cascos cayeron de forma arrolladora el premio Velayos, el Gran Premio de Madrid y la Copa de Oro de San Sebastian.

Gran Premio de Madrid

Y lo que no ganó, se lo había cedido amablemente a su compañero de cuadra Narraly, quien portando los primeros colores del patio y bajo la conducción del gran Claudio Carudel, se había hecho con el Derby esa pasada primavera en La Zarzuela. Narraly en el Derby - 6-

Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

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Nacido en Irlanda y recriado en la Venta de la Rubia, el castaño cuatralbo mostraba una vez mas aquella soleada tarde en Paris, su potente físico, su “trapío”. Y falta le iba a hacer “au crack de l’Espagne” como decían los cronistas galos, ante los dieciocho contrincantes que buscaban la gloria y la bolsa de casi millón y medio de francos para el vencedor. Llegaba el momento de probar la verdadera valía del potro. Era un reto grande, muy grande, pero la ilusión de su cuadra, empujada por la de toda la afición española que había asistido a sus exhibiciones, superaba con creces a cualquier complejo de inferioridad. Jose Antonio conocía muy bien al caballo, y ambos, noble-bruto y jinete, habían preparado la prueba a conciencia durante el último mes en los establos de John Cunnington Jr localizados en Chantilly.

En cualquier caso, en el entorno de la Venta de la Rubia, lugar de entrenamiento madrileño del caballo, había grandes expectativas, y se soñaba con una colocación, tal y como habían atestiguado las declaraciones de Dina Villanueva, la secretaria de la Cuadra Rosales que había actuado de portavoz en los días previos. Sin duda, un objetivo ambicioso. My Mourne en la Venta de la Rubia - Imágen de Sábado Gráfico

El día previo a la carrera había llegado a Paris Fulgencio de Diego, el preparador español de My Mourne. Y las impresiones transmitidas por el jockey no podían ser mas positivas, aunque una sombra de duda planeaba en el horizonte. - 8-

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Ya en el poste de salida de los dos mil cuatrocientos metros, una vez a las órdenes del juez y con el Molino de Longchamp como testigo, los caballos se fueron introduciendo en los cajones. Allí se mostraban ilustres ganadores a punto de batirse el cobre, como el americano Roberto, “Derby winner” en Epsom con el extraordinario Lester Piggot y

Foto Wikimedia Commons - Copyleft - 10-

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ejecutor en fechas mas recientes del crack británico Brigadied Gerard bajo el mando del panameño Braulio Baeza, que repetía con él esa tarde. Hard to Beat, la opción de Lester, todo un ganador del Jockey Club francés favorito. Sancy, escolta del anterior en la misma carrera. Steel Pulse, vencedor del Irish Derby. Rescousse con el crack francés Yves Saint Martin en la silla, ganadora del Diane. Boucher, con otro panameño, Laffit Pincay Jr, vencedor del Saint Leger. El fondista tordo Erimo Hawk, Gold Cup winner. Pleben, Grand Prix de Paris. San San, entrenada por Penna Sr. y con Freddy Head por primera vez en sus lomos debida a la lesión de su habitual Cruguet, una triunfadora del Vermeille. El alazán Homeric, compañero de establos de My Mourne en Chantilly, vencedor del Maurice de Nieuil. El Aga Khan Sharapour, ganador del Dollar; la potra Regal Exception, vencedora del Irish Oaks, el campeón japonés Mejiro Musashi, etc. Una auténtica pléyade equina. Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

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¡Y se dio la largada…! Jose Antonio sintió el golpe seco de las puertas de los cajones al tiempo que My Mourne se impulsaba con decisión, hasta tal punto que jinete y caballo se vieron en cabeza del nutrido pelotón. El jockey sabía lo que era correr una clásica de nivel en Francia, como lo atestiguaba su segundo puesto de la Poule de 1964 y en los primeros trancos aquello pintaba bien. Recordaba fugazmente, como solo se puede recordar en unos momentos tan intensos, el último trabajo de su caballo en el verde de Chantlly : Siete caballos de Cunnington, en pelotón, como en una carrera, haciendo la distancia de menos a mas; My Mourne, con nuestro protagonista y Homeric con Maurice Philliperon, un viejo conocido de los tiempos de aprendiz, situados en el seno del grupo; transcurridos los primeros cientos de metros, se va acelerando progresivamente y en la recta a mas, a mas… Homeric y My Mourne, muy superiores, se van, se destacan, pero My Mourne, imponente, desarrollando su tremendo tranco habitual, se va aun mas, dos, tres, cuatro cuerpos… ¡Increíble! El caballo “español” demuestra que puede tener una primera opción por cómo ha dejado a un serio candidato al Arco como Homeric. Cunnighton no se lo cree, pero lo acaba de ver con sus propios ojos y Jose Antonio, por naturaleza flemático, cabeza fría, una virtud en su profesión, se entusiasma y enciende su alma quizás mas de la cuenta. Hay espacio para soñar. Al tiempo que estos fugaces pensamientos volaban en la mente del jockey, el panameño Braulio Baeza se acoplaba sobre Roberto y solicitaba a su caballo a la americana, dejándole galopar raudo hacia la punta. - 12-

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El pelotón había empezado a estirarse ante los bestiales parciales del Derby Winner a ritmo de 47” 40/100 en los primeros ochocientos metros. ¡Todos corriendo detrás de Roberto!

Ante el tremendo ritmo, My Mourne perdía posiciones. La vencedora del Vermeille, San San, tranquila, iba ultima, pero pronto relevaba en su puesto al caballo de Blasco, a quien Jose Antonio tenía que empezar a acompañar. Las sombras de duda del jinete antes de la carrera, comenzaban a materializarse. El caballo había hecho un gran trabajo, colosal diríamos, pero después no había comido bien y parecía que lo estaba acusando. Umm… ¿y si nos hemos dejado nuestra probabilidad en el ultimo galope? Mientras tanto, Roberto continuaba su ritmo trepidante y marcaba 59” 25/100 al kilómetro. Un ritmo suicida. Tras el, en este orden, galopaban Snow Castle, Regal Exception, Boucher, Parnell, Sharapour, Hard to Beat, Homeric y el resto, cerrando Rescousse, San San y My Mourne. Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

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En la gran curva no había grandes cambios pero en “la descente” se producía un reagrupamiento y se apreciaba el movimiento progresivo de Freddy Head sobre la yegua San San, que a pesar del

My Mourne iba cogiendo otro aire, parecía que entraba en acción y Jose Antonio progresaba con él. El pelotón, en pleno proceso de compactación, le obligaba a galopar por fuera y así

fuerte paso, no había hecho un aparente esfuerzo; mientras, Homeric ya estaba a la grupa de Roberto junto a Regal Exception con Joe Mercer por los palos y Boucher con Pincay, este último con síntomas de irse apagando.

entraban en la falsa recta, quien sabe si aun con posibilidades de cazar algo, porque sus posiciones habían mejorado considerablemente. En la punta, a Roberto le quedaba poca gasolina pero no tiraba la toalla, abriéndose sin embargo hasta una quinta calle.

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San San, quien por arte de magia se había infiltrado a través del pelotón, galopaba ya fácil a su izquierda, a la espera del golpe final a dar por su jinete Head, muy acoplado a su yegua con su estilo de estribos ultracortos. Homeric se resistía a su lado dispuesto a todo, mientras que Regal Exception, con sus blinkers, se pegaba al raíl y peleaba como una

Entrada la recta final, por fuera, Jose Antonio pedía un último esfuerzo a My Mourne. Unos fustazos por la izquierda, pero no hay mas, porque ya se habían gastado las fuerzas en el acercamiento previo.

jabata. Desde atrás no parecía venir nadie mas. Hard to Beat con Lester, había ido bien colocado pero llegada la hora de la verdad, no definía. Del resto, poco, salvo la potra Rescousse, que con el zorro Saint Martin, venía a buen tren en el momento oportuno. También, desde el fondo del pelotón, remataba Card King, un futuro semental que sería bien conocido por la afición española.

Un último esfuerzo del castaño que se veía acompañado por el de otros contrincantes como Erimo Hawk, al que se le quedaba corta la distancia, así como por el de Sancy y el de Steel Pulse, todos irremediablemente batidos.

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En la delantera, San San aceleraba una vez mas en cuanto quiso su jinete y se despegaba con soltura de sus rivales, llegando a la meta en un nuevo tiempo record (2’28” 30/100) e inaugurando el serial de recitales de grandes yeguas en tan magna prueba tras muchos años de sequia para el mal llamado “sexo débil”. En efecto, la potra de la Condesa Batthyany había roto un maleficio que duraba desde el año 1953, año de la último victoria de una yegua. Detrás de ella, otra tres años, Rescousse, se hacía con la plata por delante de Homeric, el compañero de establo de My Mourne que se viera tan inferior en el ultimo galope, y hoy tan gigante, mas aun al saberse después que había terminado gravemente lesionado. Cuarta, con una tremenda actuación, pues siempre fue situada de los primeros, aguantando el esfuerzo de haber seguido a Roberto, Regal Exception, la hija de Ribot,; quinto Card King y sexto el Aga Khan Sharapour. Roberto terminaba hundido pero aguantaba la séptima posición. La carrera había sido para los que habían sabido guardar las fuerzas y habían aplicado una buena punta de velocidad final.

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En ese momento, lejos de allí, en La Zarzuela, el desencanto entre la afición era mayúsculo. No tanto por el resultado, en aquel instante desconocido para el gran público, sino por el hecho de que se había anunciado a bombo y platillo que TVE iba a retransmitir en directo la carrera, que podría ser visualizada en televisores instalados al efecto en el hipódromo. Y se retransmitió, si, pero en diferido, con las frustraciones correspondientes. Además, no todos los televisores del recinto funcionaron bien.

My Mourne cruzaba el poste de meta en la cola del pelotón, pero sin perder contacto con el grupo, superando tan solo a dos participantes que llegaban fuera de carrera.

El pequeño turf español aterrizaba el sueño y se hacía incluso crítico en la boca de unos pocos por la arriesgada experiencia. ¿Había desencanto?... Si. ¿Tristeza?… También. Ya se podía suponer de antemano una brecha importante entre un crack español y la flor y nata europea. Pero para los pocos que vivieron ese fabuloso galope en Chantilly y soñaron en una posible tarde de gloria en Longchamp, quedaron con la sensación que aquel sueño podría haberse hecho perfectamente realidad. Pasados los años, que gran recuerdo para ese fino jockey español, el único, si nadie dice lo contrario, que ha montado en el Arco del Triunfo de París al lado de la élite mundial: Jose Antonio Borrego. Marcos Carmena (Entre otras cosas, gentleman-rider)

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Un sueño español en el Arco de Triunfo, por Marcos Carmena

Foto Hipódromos y Caballos

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28Mar10 El jockey José Antonio Borrego y el autor del reportaje, Marcos Carmena en el hipódromo de La Zarzuela de Madrid

Foto Hipódromos y Caballos

© Marcos Carmena - Hipódromos y Caballos 2.015


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