Un tiempo fue y que tiempo fue. Fue un tiempo de inocencia un tiempo de confidencias. Hace mucho tuvo que ser, solo tengo una fotografía preservando tus memorias es todo lo que me queda de ti. Bookends
Roser Bru. Óleo sobre Tela
Simon and Garfunkel
Tenerife, 1 de septiembre antes de viajar a Chile.
Jueves 17, estoy en Chile y ayer tarde noche toma TERREMOTO. 25 años en España sin ellos.
Ir de Pinturas o cómo mirar un cuadro
A
l final todo es como andar en bicicleta, los terremotos también. Vuelven rápidamente desde la memoria olvidada. Me dijo un Poeta hace unos días en Valparaíso (hermoso puerto), cerca de las tres de la madrugada, somos un país con una genética telúrica, o sea, con el movimiento de la tierra heredada por generaciones. Para escribir esto escucho a Joan Jett, por congruencia una rockera en esta noche llena de réplicas que parecen algunas un nuevo terremoto, otras una mecedora para engañar al personal con que se mueve solo un poquito, que no es nada, solo un suspiro. A las seis de aquí, me despierta una llamada de González (no le respondo, que la llamada está cara, le envío un guasap dándole las gracias por su preocupación). Había hablado con Myriam Parra de Galería Casa Verde en 28 Más Mujer Canarias
Viña del Mar, para quedar con Roser Bru, pintora chilena ganadora del Premio Nacional de Arte 2015, pero ya no sé. Los terremotos por estos lares son como las antiguas confesiones. Borran los pecados y los compromisos del día después. Podrían borrar también una parte de los políticos, no a todos que es peligroso para la democracia. Todo se mueve y no es un raconto intelectual, es literal, mientras escribo cada ciertos minutos el piso se mueve, en un séptimo y con la suerte que regresó la luz, bendita luz. Para acercarse a la experiencia de estos grandes registros de la naturaleza, han de saber que comienzan avisando, con unos pequeños movimientos, que se pueden luego diferenciar en Temblores, hasta grado 4, solo eso y si es más y más, Terremoto (este con mayúsculas 8,4) cuya diferencia es que todo se mueve cada vez
más fuerte y hasta muy fuerte y entonces no eres más que una hormiga y de las pequeñas. Como pasa con los amores que terminan de la misma manera, comienzan las llamadas réplicas, y entonces (perdón… se está moviendo todo de nuevo) a llamar para saber de familiares y amigos, que es lo primero, corte de luz incorporado y si un vecino tiene radio a pilas –que antigüedad más efectiva- a enterarse dónde ha sido y qué ha pasado. Alerta de Tsunami, los móviles pitan, con mensajes oficiales por guasap, sistema incorporado para avisar que se busque refugio en las partes altas. La tecnología puesta al servicio de las hormigas frente a la naturaleza. No somos nada. Regresamos al arte, vamos Roser Bru que lo que queda es seguir pintando. Raúl Eberhard Pintor