LO QUE APRENDI DEL CURSO TEOLOGIA DEL CUERPO EN ESPAÑOL… MERIDA ENERO 2011 IMPARTIDO POR AMOR SEGURO (Todos los derechos reservados)
Este más que un curso, fue y seguirá siendo una experiencia de vida que transformo mi visión sobre el amor; no basta un curso introductorio para comprender el alcance de la teología del cuerpo del papa Juan Pablo II, pero algo es cierto para comenzar a entender la TC se tiene que vivir y además permitirse conducir por un camino cuidadoso de profunda reflexión espiritual. Lo que ahora comparto son algunas notas personales, mi propio punto de vista sobre lo que viví, pero cabe señalar que estar en cuerpo y alma cuando te hablan del amor y la sexualidad desde esta perspectiva no se compara a leer simplemente algo sobre ella. El hombre está llamado a fundirse en un abrazo eterno con su creador, pero mientras ese momento llega puede alcanzar la plenitud en la tierra si transforma su vida para amar a los otros tal como somos amados por Dios. El hombre se encuentra roto por su historia de vida, porque sus experiencias le han aportado alegrías así como sufrimientos, pero si no comprende que es más grande que sus circunstancias, puede caer en una prisión donde su cuerpo y alma se sientan atrapados tanto que pierda conciencia de lo que es y comience a desordenar su sexualidad cosificando su mente y cuerpo dando paso al utilitarismo, el hedonismo, el egoísmo, la violencia, la manipulación y la mentira; donde busca equivocadamente sentirse bien, sentirse amado. Sin embargo el hombre es el único ser que puede volver sobre sus pasos y redimir sus actos si entiende su bien mayor y sana las heridas de su corazón; este camino de sanación es la comunión con el otro y para el otro donde el hombre y la mujer descubren la verdad de su propio cuerpo para acercarse al otro sin olvidar que en esa unión, también se unen con el fin y principio de todo. “Te necesito tanto que hay una sed de eternidad en mi que sólo tú puedes saciar”. (Gabriela Vega 2011). Sólo basta una mirada para cambiar la vida de otro, para tocar el alma de otro y comenzar a conocerlo. El hombre que veo y remueve toda mi historia me explica a mí como mujer y sólo él puede completarme porque no hay nada en él que yo no pueda tomar, lo recibo como es, lo amo como es y me fundo en él cuando él me acepta. María Evelyn Montaño Márquez.