Ellas y el tejido social

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ellas y el tejido social

Una exposiciรณn de Blanco, negro y magenta comisariada por concha mayordomo y mareta espinosa



Nombrar para existir. Exponer para ser visibles. Apostar para poner en valor. Un museo debe ser plataforma, ser responsable en su modelo de gestión y en sus prácticas, ser espacio de encuentro entre la cultura y la sociedad en la que vivimos, transmitiendo y fomentando valores de igualdad y respeto. Porque un museo es un medio de comunicación con credibilidad al servicio de la sociedad y de su desarrollo, que difunde, conserva, investiga, comunica, expone o exhibe, con propósitos de estudio y educación. Y no se puede difundir, conservar y crear patrimonio si no se incluye a las mujeres, que suponen (suponemos) más de la mitad de la población. Hemos recorrido un largo camino de cambio, pero las estadísticas nos demuestran que las mujeres todavía están infrarrepresentadas en todo el sistema del arte en España, desde las exposiciones en museos, salas y centros de arte, la representación en galerías y ferias, la presencia en colecciones públicas y privadas, hasta la dirección de instituciones culturales. Y solo hay una forma de que estas estadísticas cambien de forma definitiva: la corresponsabilidad. Desde la dirección del MAC Florencio de la Fuente (formada por una presidenta y una directora) abogamos por la inclusión y la igualdad en cada uno de los proyectos que desarrollamos, suponiendo las mujeres artistas un 67% en nuestras exposiciones temporales y en nuestra asistencia a ferias nacionales e internacionales. Por eso es un orgullo y un honor materializar esta colaboración con la asociación Blanco, Negro y Magenta, acogiendo y exhibiendo la obra de un elenco brillante de artistas comprometidas, de la mano de dos magníficas comisarias, muy implicadas en el área de la igualdad, Mareta Espinosa y Concha Mayordomo. “Ellas y el tejido social” es una muestra multidisciplinar y multigeneracional que, estamos seguras, nos hará sentir y reflexionar. Gracias, por tanto.

consuelo chacón Presidenta de la fundación Paula cabaleiro directora de la fundación


Aline Part Amalie Leschamps Ana de Blas Blanca Prendes Concha Mayordomo Cristina Palmese Eva Rodríguez Leticia Reyero Lo Súper Mabel Martínez María Jesús Manzanares María Ortega Marta Albarrán Natalia Pastor Virginia Rivas Rebeka Elizegi Yolanda Lalonso ARTISTAS INVITADAS: Nieves Correa Paula Noya CON LA OBRA DE: Antonia Valero

ellas y el tejido social Una exposición de Blanco, negro y magenta comisariada por concha mayordomo y mareta espinosa


Desde el Ayuntamiento de Huete queremos sinceramente agradecer la iniciativa de la asociación BLANCO, NEGRO Y MAGENTA de exponer su obra en nuestro MAC Florencio de la Fuente. Es un hecho inapelable que el papel de la mujer a lo largo de la historia ha sido esencial para el progreso, especialmente en el campo laboral no siempre reconocido. Esta exposición visibiliza este papel de modo didáctico y reivindicativo. Tanto en el campo doméstico como en el industrial. La exposición reivindica el papel de la mujer en el mundo laboral y sirve como reconocimiento a su esfuerzo a lo largo de la historia. Es ya hora de reconocer el trabajo de la mujer en nuestra sociedad. Blanco, Negro y Magenta aporta una clara visión de ese papel a través de la obra que se expondrá en nuestra ciudad a partir del día 8 de septiembre. Sin duda que atraerá la atención de los optenses y servirá además como reconocimiento a su labor a lo largo de la historia. “Ellas y el Tejido Social” será con toda seguridad un gran éxito, enhorabuena por vuestra iniciativa. Manuel Olarte Concejal de Cultura de Huete


artista invitada

nieves correa El Primer Vestido 2010 242 fotografías 10 x 15 cm Maniquí de costura y vestido de algodón reconstruido con alfileres

El Primer Vestido está hecho de 242 días que comienzan el 20 de abril de 1960. El vestido se hizo, deshizo y volvió a hacerse en la performance El Primer Vestido, después volvió a deshacerse y en el nuevo proceso de reconstrucción se tomaron 242 fotografías de su montaje, una por cada día que lleva escrito el vestido. Algunos días se repiten, otros se omiten… el vestido no es exacto.



artista invitada

paula noya El vestido de novia 2009 12 pañuelos: tela bordada y puntillas 23 x 23 cm (c/u)

Sobre recortes del traje nupcial de mi madre, bordo frases y refranes que han educado el imaginario femenino de mi infancia y adolescencia y que moldean a las mujeres generación tras generación. Sin tomar partido, el espectador puede reflexionar y valorar estas consignas. El blanco en la teoría óptica no es un color sino la suma de todos los colores, es el color de luz, es el color que representa la pureza, la castidad y el bien. Por otro lado, el vestido de novia representa el comienzo de otra vida, donde empieza una nueva vida en pareja, el matrimonio. Con esta obra me apropio del vestido de novia de mi madre para representar mi propia transición a la vida adulta bordando los refranes y canciones que ella me contaba cuando era pequeña. Esta obra homenajea tanto el tiempo de la infancia como su transformación en la edad adulta.



“El tejido social”. Amas de casa, lavanderas, bordadoras, esparteras, modistas, zurcidoras… ¡Cuántas mujeres con un trabajo infravalorado! Sin ellas el tejido, físico y social, no sería posible. La asociación Blanco, Negro y Magenta quiere hacer un recorrido por estas trabajadoras del tejido, con una mirada de respeto y admiración que convierten su trabajo en arte.


La asociación de mujeres artistas Blanco, Negro y Magenta tiene como prioridad la visibilidad y puesta en valor de las mujeres en los diferentes modos en los que participan en la sociedad, a veces invisibles y otras despreciadas en su capacidad y utilidad, y lo hace de la manera que mejor sabe: a través del arte, como así consta en sus estatutos. El trabajo femenino a lo largo de la historia se ha desarrollado en tres apartados: el doméstico, el artesanal y más recientemente el industrial, y los tres están principalmente relacionados con la indumentaria. Son labores que por su virtuosismo tradicionalmente se han realizado por manos delicadas, como es el caso de los bordados, encajes… o bien otros que por su escasa retribución económica también han sido ejercidos por mujeres, como el de las lavanderas o las planchadoras. Esta exposición tiene la intención de reconocer además la aportación socio-económica a través de ellas mismas, o a través de los trabajos de madres, abuelas, tatarabuelas... y poner ante los ojos el trabajo callado, abnegado, desvalorizado, poco o nada remunerado, que las mujeres han realizado básicamente para sus familias. Y también para que ser conscientes de las dificultades de todo orden que continúan teniendo las mujeres en un mercado laboral, en el que a pesar de todos los logros legales, todavía son discriminadas en calidad del empleo y en salario. Con la exposición “Ellas y el tejido social”, el colectivo quiere rendir su particular homenaje a todas cuyo oficio aparece representado en las obras, así como a las que implícitamente forman parte del tejido social. concha mayordomo y mareta espinosa comisarias de la exposición


1947-2018: siempre en nuestro recuerdo

antonia valero Instantes blancos, como hace años, una mujer en el balcón toda envuelta en una manta blanca. Un rostro pálido y sus grandes ojos profundos y castaños, llenos de agua, mirando impotentes a una niña de tres años. El tiempo suspendido y blanco, apenas una leve sonrisa, un gesto con la mano, casi imperceptible. La ropa muy blanca, planchadísima, con el agua blanquecina de almidón. Los bordados blancos en relieve y las perfectas vainicas horadando la tela de lino. Geometrías marcadas en blanco. Secretos que sólo ellas conocían, alfabetos ocultos, puntos de cruz, que eran lavados y metidos en lejía para borrar las manchas, para dejarlos otra vez inmaculados. La ropa era puesta en remojo, como los garbanzos, para ablandarla, y el jabón blanco de sebo y sosa se frotaba insistentemente sobre ella haciendo soltar una espuma de color chocho mono que teñía las aguas enturbiándolas. Luz solar, blanca, cegadora. Las telas puestas a blanquear. Y los tendales blancos de ropa blanca secando al exterior. Armarios grandes llenos de pliegues blancos y entre ellos blancas bolas de naftalina. Baúles enteros de ropa, metida en fundas blancas, conservada con bolas perfumadas de alcanfor. La estancia blanca, la cama blanca, blancas las iniciales y el vaso blanco. El aire seco y frío también era blanco todo se unía por un momento en una lógica cósmica del universo que me envolvía y me transportaba a un instante profundo y absoluto de gran seguridad. No puedo dejar de recordar las épocas blancas del hospital. La cantidad de gasas dobladas a mano minuciosamente y mecánicamente. Grandes estancias alargadísimas ocupadas por camas blancas a ambos lados, con las esquinas en ángulos rectos que poseían una belleza escultórica innegable, de muy difícil descripción. La luz de los grandes ventanales se filtraba por las blancas cortinas y se fundía con todos los blancos que allí había. Cuando las cortinas se extendían, el espacio quedaba inundado de una luz lechosa que llenaba las estancias. El espacio envolvía mi cuerpo, perturbaba mis sentidos y el olor blanco me producía una pena infinita, un estado solidario, de entrega total hacia todo, un desprendimiento e interés hacia todos los seres que pueblan el universo. En esos momentos, todos los blancos del mundo me pertenecían.


Blanco sobre blanco. 2001. Técnica mixta sobre madera

Y los del autoclave con sus vapores blancos resbalando en hilos húmedos sobre el blanco de la pared azulejada, sofocando la estancia de blanco, desdibujando todos los perfiles que allí había. Me reconozco en esa nebulosa, en esos blancos vaporosos especiales e irrepetibles que me acercan a seres lejanos que nunca veré. Más adelante el tiempo se detuvo en cuatro momentos de un blanco existencial. Todos los humores, mi carne y mi alma entera eran de un enorme valor blanco momentos de luz blanca. Experiencias de un blanco libertario donde sólo se puede ser y sólo se es sin que nada ni nadie lo remedie. Situación extrema blanca de gran intensidad. Otra vez todo blanco. Minutos detenidos, detenidos para mí y para lo que iba a venir. Felicidad blanca. Otra mujer envuelta en blanco, esta vez para alumbrar, llena de temor y de esperanza blancos. El dolor blanco no duele tanto, no es tan intenso como la felicidad, luego se olvida. Y ese blanco desaparece cuando cesa el paroxismo. Cuando cierro los ojos, en ciertos momentos, otros blancos de diferente intensidad están unidos de alguna manera a los primeros tiempos blancos, o por lo menos me hacen recordarlos.


foto: rafael roa

Colectivo

bendita mujer

Aline part / Charo corrales

De corazón a corazón. 2016 Video de duración variable Performance que duró dos horas en la Juan Gallery, Madrid. Las artistas vestidas de novia, sentadas una enfrente de la otra, cosiéndose con hilo rojo una a la otra de corazón a corazón. Esta performance pone en relieve el apoyo entre mujeres. Una experiencia visual que ilustra de manera plástica el concepto de sororidad (la sororidad se refiere al apoyo, solidaridad frente a los problemas sociales entre el género femenino). Esta performance es una ilustración de una experiencia vivida por las dos artistas, las dos madres solteras han tenido que apoyarse.


amalie leschamps Greca. 2018 Técnica Mixta. Fotografía digital, pintura acrílica y textil. 80 x 62 cm La moda de gorgueras es traída a España por el séquito de Carlos I. Entrado el siglo XV se extiende su uso con medidas desproporcionadas, conociéndose como lechuguillas. Estos trabajos dependían de los gremios de oficios, liderados por hombres en su totalidad, pero que usaban clandestinamente, desde bien temprana edad, las manos de quinceañeras costureras. Tanto el personaje, la técnica y su autor son reconocidos mundialmente, pero del trabajo impoluto de esas jovencísimas anónimas costureras no existe rastro alguno. Tapo el rostro del renacentista caballero, la mano y su espada, para resaltar dicho trabajo mediante una aplicación en textil. A veces pienso en la obra sin la puñeta y la gorguera ¿Te atreves a imaginarla?


ANA DE BLAS Hilos perdidos. 2018 Reportaje gráfico. 24 fotografías 25 x 25 cm Hilos perdidos son cosas anticuadas, en desuso. Mi abuela Luisa era de Pastrana, al final se le iba la cabeza y perdía el hilo del ganchillo, se le enredaba en las manos. Se le iba la vida y eso se veía en su labor, como un texto sin sentido. La abuela de María vive en Palencia, se llama Brígida y aún le borda manteles, se ha pintado las uñas, se deja hacer muchas fotos. En la isla de La Palma, ajuares como ése duermen en el museo, lienzos para Josefa, para Casimira. Aquí lavaba la ropa la abuela Adelaida, en Ourense, en este lavadero rodeado de azulejos rotos, donde el caño mana agua caliente de las Burgas. Las niñas me siguen y no entienden por qué hacemos fotos de cosas que ya no usan más que ancianas como Luisa, Brígida y Adelaida, que cuando pierdan los hilos, cuando pierdan la cabeza, nadie sabrá lo que ellas supieron.


blanca Prendes Nido ComĂşn. 2018 Objetos. 14 x 7 cm El espacio domĂŠstico y el cuidado de la familia han creado momentos comunes donde las abuelas, las madres, las tĂ­as, las vecinas se juntaban en los descansos para zurcir y charlar. Este encuentro llenaba las vidas y borraba los umbrales de las casas.


concha mayordomo Retrato de la costurera Josefina Manresa. La novia de Miguel Hernández. 2010 Técnica mixta sobre madera. 95 x 95 cm Tras la nulidad legal del matrimonio civil celebrado en 1937 en Orihuela, el 25 de febrero de 1942 comenzaron los trámites para la boda religiosa que finalmente se celebró el 4 de marzo, veinticuatro días antes del fallecimiento del poeta. La ceremonia fue oficiada por el capellán del Reformatorio de Adultos de Alicante y firmaron como testigos del Acta Matrimonial dos compañeros de la cárcel. Esta obra quiere poner el foco sobre el trabajo que millones de mujeres realizan en los periodos de guerra y que son el auténtico motor que mantiene la vida, tanto en los medios rurales como en las ciudades. Tanto en el campo de batalla, como en lugares que se mantienen suficientemente alejados y en los que han sido arrasados.


Cristina palmese Tessiture. 2018 Vídeo: Cristina Palmese. Música: José Luis Carles. Duración: 2,30 minutos Mujeres: hilos que unen, hilos que sostienen, hilos que se rompen, hilos que se enredan y desenredan, hilos que tejen memoria y construyen futuro.


eva rodríguez Bordadoras - Invisibles. 2018 65 x 43.x 30 cm Mujeres en el silencio del convento han consagrado su vida a la meditación y oración, dedicando parte de las horas del día a bordar prendas de gran exquisitez y altura artística, la autora de la realización de la obra pasa a ser realizada por la orden a la que pertenezca, nadie sabrá quién está detrás. Creadoras INVISIBLES.


leticia reyero Tears. 2014 Resina de poliéster policromada. Doce piezas, aprox. 30 x 20 x 25 cm Unas lágrimas, unas gotas de sudor, unos esfuerzos. Vuestra interpretación es importante, si son de alegría o de tristeza, de risa o impotencia. Nosotras lloramos, nos implicamos, en silencio.


lo súper Las Camiseras. 2018 Collage. Cuadríptico 2,50 x 1,21 m Este cuadríptico está dedicado a todas las mujeres que trabajaban el 25 de marzo de 1911 en la fábrica de confección de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. En ese fatídico día se declaró un incendio en la 8ª planta, murieron 129 mujeres y 17 hombres.Las uniones sindicales de todo el mundo pidieron que se proclamara un Día Internacional de la Mujer en recuerdo del sacrificio de estas trabajadoras.Los collages de este cuadríptico, formado por ventanas, están realizados con fotografías de las verdaderas mujeres que sufrieron este día. Supervivientes: Pasqualina Russo de 19 años que salto desde la azotea a otro edificio, Rose Rosenfeld Freedman, Sarah Cammestine. Víctimas: Catherine Maltese, Daisy Lopez, Dinah Greenberg, Pauline Horowitz. Soundtrack: https://soundcloud.com/user-949275193/las-camiseras


mabel martínez Pilar Buendía, la Picaora. 2018 Escultura. Escayola, esparto y madera 100 x 70 x 15 cm En la Región de Murcia, la creación de fábricas de esparto entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, supuso la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar. Las durísimas labores que las mujeres llevaban a cabo esta industria –muy especialmente las picaoras– se realizaban en pésimas condiciones, a cambio de un salario precario y muy inferior al de los varones, los ganadores de pan. Testimonio de esos penosos trabajos son las manos de la nonagenaria picaora Pilar Buendía Aroca, que presentamos en esta exposición.


maría jesús manzanares Sedimentos. 2015-2018 Collages, bordado y pintura sobre costales de lino antiguo. 60 x 230 cm Dejad mi Aguja en la costura Donde yo misma la dejé Puedo hacer puntadas en zigzag Rectas - cuando esté fuerte Hasta entonces - soñando que yo coso Traedme la costura que perdí Más cerca - para que así pueda - en el sueño Imaginar que coso todavía. Emily Dickinson


María ortega Black Out, Stars. 2009 Técnica mixta, imágenes digitales y cosido con hilos de nylon. Organza de seda rústica, hilo de nylon y caja de metacrilato. 20 x 20 x 20 cm La búsqueda de nuevos horizontes creativos es la que me lleva a reflexionar sobre la materia. A partir de ahí la “creación textil” se manifestó como un punto de partida ineludible. La serie Black Out comenzó en 2006 con el planteamiento de una reflexión sobre las dependencias humanas. Un apagón que dejó en plena oscuridad a media Europa me hizo reflexionar lo indefenso que el ser humano es. La propuesta revela una complejidad abierta de múltiples miradas.


marta albarrán Urdimbre. 2018 Técnica Mixta. Fotografía y objetos. Tríptico formado por tres sartenes 32 x 10 x 53 cm (c/u) Urdimbre es el conjunto de hilos que se colocan en el telar de forma paralela para pasar por ellos la trama y formar el tejido (Diccionario del uso del español de María Moliner).


Natalia pastor Serie Impactos”, 2010 Tinta sobre papel La serie Impactos surge como continuación de las siluetas de mujer que están presentes en la serie Dérmicos, en la que los cuerpos con vestidos rojos, exhaustos por la lucha cotidiana, se estiran y tensan hasta pender de un hilo, estableciendo un diálogo entre lo social, a través del denso paisaje industrial, y el universo de la vivencia personal. En esta serie de dibujos el fondo fabril desaparece, quedando al desnudo el paisaje interior, donde el cuerpo y otros objetos domésticos se convierten en el parapeto sobre el que impactan toda suerte de agresiones externas, remitiendo a una condición femenina que soporta la opresión de un entorno adverso, agudizado por un sistema que intensifica las ataduras inherentes a la condición de ser mujer.


virginia rivas Oler a lluvia. 2015. Acrílico y grafito sobre tela 220 x 100 cm Oler a lluvia es un homenaje a las tejedoras de tapices. Un trabajo que –como dice Estrella de Diego– no siendo colectivo, se desarrolla en comunidad y siempre en gerundio: hacer haciendo –de eso sabemos mucho las mujeres–. Pintado sobre tela sin bastidor a modo de tapiz se acerca a la naturaleza para mostrar como nuestros sentidos activan la memoria, tejiendo una imagen inesperada al sentir el olor de la tierra mojada tras un día de lluvia.


rebeka elizegi Dermis. 2015. Técnica mixta. Reproducción de collage hecho a mano sobre tela de arpillera, madera envejecida, tachuelas, cáncamos 110 x 170 cm Forma parte de una serie de 8 piezas que simula un trampantojo, ya que muestra mujeres y hombres superpuestos sobre fragmentos de paredes, a modo de mural urbano o graffiti, siendo en realidad una serie de pequeños collage de papel hechos a mano. En cada una de las imágenes, se potencia la actitud de los personaje a partir de alguna parte de su anatomía descubierta: esqueleto, músculos, pulmones, corazón, cerebro, etc. A su vez, las paredes y muros de fondo aparecen desconchados, envejecidos, dejando aflorar sus imperfecciones y su debilidad, al igual que los personajes dejan ver una parte vital de su interior, que se vuelve frágil cuando queda al descubierto. En el caso de la mujer trabajadora, la costurera, el órgano destacado es el cerebro, un motor que piensa y hace funcionar el mundo, a la vez que la protagonista y su máquina se integran en el muro pasando a formar parte de él, de su fortaleza y de su fragilidad.


yolanda lalonso Hilo y Hueso. 2018 FotografĂ­a en papel perlado sobre cartĂłn pluma. 60 x 42 cm En esta imagen la protagonista no es invisible.


otras obras en la exposición: Concha Mayordomo Hilanderas hoy. 2010 Novia Invisible (retrato de una madre). 2007 Mabel Martínez La mesa de Laura Pérez. 2018 Patente e invisible. 2018 Antonia Valero Sin título. 1998 Sin título. 1998 Trémulo. Natura de amore. 1997 Sin título. 1993 Yolanda Lalonso Reunión de bolillos. 2010


ellas y el tejido social Del 8 de septiembre al 10 de noviembre de 2018 Museo de Arte Contemporáneo

Florencio de la Fuente Monasterio de la Merced (Huete, Cuenca) www.macflorenciodelafuente.es

blanconegroymagenta@gmail.com 655189989 / 609179773 catálogo blanco, negro y magenta diseño gráfico ana de blas


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