El modelo chileno de acreditación de la educación superior

Page 53

51

Recién a partir de 1990, alrededor de 60 países del orbe –salvo Estados Unidos y algunas naciones europeas, que habían comenzado antes– vieron la necesidad de institucionalizar mecanismos de aseguramiento de la calidad en la educación terciaria, implementando sistemas nacionales de acreditación. Por lo general, estos se han regido por un mismo esquema, que contempla primero la definición de estándares o criterios; luego, el desarrollo de procesos de autoevaluación; y, después, una evaluación externa –en la que participan pares académicos, representantes gubernamentales y del sector productivo– para determinar si la institución, la unidad o el programa cumplen con los estándares y criterios establecidos. Estados Unidos fue el país pionero en el mundo en acreditación de la educación superior. Allí, la acreditación institucional se realiza mediante agencias regionales interuniversitarias y la acreditación de carreras vía agencias especializadas y profesionales. Al mismo tiempo, la habilitación profesional es determinada por los Estados, con participación de las asociaciones profesionales respectivas.

LA EXPERIENCIA LATINOAMERICANA A nivel mundial, la experiencia latinoamericana en acreditación es reconocida como una de las más sistemáticas. Entre otros destaca el caso de Colombia, que en 1992 ideó y comenzó la ejecución de un plan acreditativo de alta calidad para programas académicos. Así, con la puesta en marcha del Consejo Nacional de Acreditación, de naturaleza académica, y de un Sistema Nacional de Acreditación, ya se adelantaban procesos de evaluación institucional. Este sistema debe garantizarle a la sociedad que tanto las instituciones de educación superior como sus programas cumplen los exigentes requisitos de calidad, ajustándose a los propósitos y objetivos que han declarado. También tiene el cometido de orientar, organizar y fiscalizar los procesos acreditativos, entregando luego sus recomendaciones al Ministerio de Educación, que determina finalmente si se otorga o no la certificación. En Argentina, la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) comenzó sus actividades en 1996, a cargo de evaluar los proyectos institucionales de los establecimientos superiores nuevos, sean estatales o privados. Se le encomendó, además, la acreditación de carreras de pre y posgrado reguladas por el Estado y de los procesos de reconocimiento de las entidades privadas de evaluación y acreditación universitaria. En México se optó por un sistema de “acreditación de acreditadores”. Con el objetivo estratégico de promover la evaluación externa del sistema de formación terciaria, la Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación Superior (Conpes) impulsó, en 1991, la creación de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (Ciees), organismos no gubernamentales que se concentraron en el diagnóstico de programas

La experiencia de la CNAP _ CNAP 1999 - 2007


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.