Glosario Aguileño

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2012

GLOSARIO AGUILEÑO

Nicolás Robles Escámez Ceip Joaquín Tendero Proyecto “Cultura y Tradiciones de Águilas”


En primer lugar queremos aclarar lo que significa la palabra “Glosario”, en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua se define como “catálogo de palabras oscuras o desusadas, con definición o explicación de cada una de ellas”. Así y como la propia definición dice, existen muchas palabras en el vocabulario de los aguileños que se están perdiendo y debemos evitarlo. Por todo ello hemos decidido que nuestros alumnos tienen que conocer todas estas palabras y nos hemos puesto manos a la obra. Aprovechando el proyecto de innovación que se está realizando en el centro durante el curso 2011/2012, decidimos pasar a formato digital el libro escrito por Salvador Montalbán R. llamado “Glosario de Palabras autóctonas aguileñas” de la Editorial Librilla (2009). Con ello queremos trasladar a nuestros alumnos todas estas palabras como una forma de lectura diferente y un poco más animada. Queremos mandar desde aquí todo nuestro agradecimiento al autor del libro y a todas las personas que han colaborado en él, ya que su labor contribuirá, y mucho, a que todas estas palabras -que tanto han dicho, murmurado, gritado,…nuestros padres y abuelos- no queden en el olvido.

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A (página 6)

ÍNDICE C (página 12)

A pajera abierta A punta pala A reoso Abambao Abonico Aburrición Achantarse Acirolao Agarrao Agomitar Agüí Ajarapao Alapuntarriba Alferecía Angelicos al cielo, ropica al arca Apestillao Arda Ardiles Arrechuzarse Arregostarse Arza la malla Arza pilili Asobacao Atascarse Avío

B (página 10) Balaguero Bambalina Bardao Barro Barruntar Barruntar Bigardo Bistelico Boja Bojalagas Boquear Borde Boria Borneo Bregar Bueno de comer Bufes Bureo

Cabicotripa Cachis en Diegodelhorno Caire Calar Calimotazo Callacuezo Camiseta-espor Campelar Canguelo Cañadú Capiola Capuzón Careao Carlancúo Carracuca Cascabillo Cascarle Cascarria Casilicio Cataplasma Chafá Chamba Chambao Chambi Charreta Chaspío Chimilicuatri Chinchi monete Chino Chipichanda Chisparse Chorrá Chucha Chuchurría Chullica Chuminá Chunica Churriana Chusco Cieca Civirgón Clanco Clisao Cloca Clujío Coloraíllo

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Con muchas leyes Convidar Curiana Curiosa

Estar en peso Estijeras Estufío Esturrear

D (página 21)

F (página 29)

D`anca / a`nca Dar el descarte Dar una vuelta la sangre De bureo De la cepa Chuecos Deceomo Dejar en el sitio Dejarse caer Desanchao Desannao Desaparar Descambiar Desclarecío Desinquieto Desollón Dolamas

Fallito Faratao Faratute Fario Filo Flamenca Florío Floripondio Follón Follonero/a Fosca Freír monas

E (página 24) Ejargolao El culo`l cofre El espíritu de la golosina El jaique El pijo-once Embelesao Embotijonarse Empavonao Emperejilao Emperifollao Encarnarse Enchochao Endiñarla Enfollinarse Engurruñío Enjugascao Entapizarse Enterquecío Ereza Esaborío Esclavejío Escorzo Escuerzo Espiritual Esponta Estar berreando

G (página 31) Galguero Gamella Garbeo Giñarse Goler Gomitera Gorlita Guantá Guatis Guchillo Güérfago Gusarapo

H (página 33) Hacer el preguntao Hacer un traje Hartazón Hecho un leñal Helor Hincha

I (página 34) Inmao

J (página 34) Jalichao Jalichao Jalilla Jamelgo

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Janglón Jaquetona Jarciao Jardares Jardúa Jarpá Jarro de mear Jaspao Jaspe Jemequear Jenares Jierro Joder la pava Juagarzo. Juanamoyas Juarnillarse Jugar a las bolicas Jugar a las chapas Jumera

Más agua que el Maria Ramos Más listo que el hambre Más malasombra que una higuera negra Más mocos que una bandá pavos Más sacudió que las esteras del Casino Me la clujas Me s`afigura Me s`antoja Me suda la pescá Merva Miaque Mira Molestaciones Moniato Moraga Morralla Mostrá

L (página 38)

N (página 47)

La colla La curcusilla La ontura La voz tomá Lamparón Lapo Lefre Leñe Listo de papeles Llampando Llampo Llanda Longui Los mazos del tío Palomo Luegoaluego Lumbrerá

Negro como los huevos de un burro Niátole, mísole y sápole No estoy muy católico No me hagas No mesquiles Nulo

M (página 41) Maceta Macoco Mala Saura Malafollá Mandanga Mandao Mangar Manifacero Mariscar Martingala Marusa

O (página 48) Ocho que ochenta Ojosol

P (página 48) Paíña Pajizo Palomica "Para tomar un camino” Para "tomar un camino" Parejo Pareta Patatús Pedrá Pel-le Pelotillero Pera de la luz Perigallo Perrengue Pesahombre Pescozón 4


Picacera Pico-esquina Pinta Pintagüifi Poner un güevo Pote Prenda Présoles Privarse

Q (página 52) Quedarse caqui Quedarse en pollita

R (página 52) Rabolagartija Rajarse Rascullarse Raspa Raspi Rebolica Recalcá Recordarse Refilón Regomello Relente Removía/o Removío Retortijón Revenío

S (página 55) Saber más que los ratones coloraos Salsera Sargo de roqueo Sarpullío Satélite Semejante sitio Sentir Serapio que me troncho Siscao Solaje Subirparriba Surrí – surrá, pescao frito

T (página 57) T`esquilas Tabardillo Tallo

Tanmanillo Te voy a dar una patá en la brenca´l coño que te voy a remontar Tener el ángel cagao Tener el ángel lejos Tesante Tierno como l`agua Tío Saín Tocao Tócate la flor Tomar viento a la farola Tonto`l puto Tontoligo Tontuesco Toña Torrar Torzón Trabajar en el alambre Tracto Trastornarse

U (página 61) Un sinfuste Una churri Untao

V (página 61) Violetas Virulé Voltio Voto de la playa

Z (página 62) Zafa Zalamero Zamarro Zancajo Zanguango Zarpa Ziquitraque Zonga Zurrío

PALABRAS INFANTILES Chiche, Bubo, Chaché, Chacha

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A A pajera abierta: Expresión de incorporación inapelable a este glosario (y recibida desde Manila) que significa realizar algún acto con poca medida es decir sin miserias, a pajera abierta como dice la expresión. Normalmente, lo que mejor se hace a pajera abierta es cenar de gorra, como decimos en Águilas. Cuando un anfitrión nos informa de que nos invitará a cenar, le solemos preguntar si será a pajera abierta. De este modo dejamos hasta de desayunar ese día y él dejará de invitarnos en unos meses. Ello significa que la invitación se ha producido "a pajera abierta". Ej: "el Manolo hizo una despedida de soltero a pajera abierta..." A punta pala: Cuando decimos que de algo hay a punta pala queremos decir que hay en ingente cantidad. Lógicamente tiene un reflejo gráfico en el símil que se plantea con esta expresión. (Bot.)La pala es la hoja de la chumbera, como todos sabemos, pero no todos sabemos comernos la flor de la misma: el higo chumbo. Recuerdo una anécdota histórica que ocurrió a principios de siglo, en el que un inglés de los que vinieron a construir el ferrocarril, decía que los chumbos estaban muy buenos, pero que el sabor era un poco áspero. Al cabo de oírselo decir, un aguileño le indicó que en Águilas, normalmente nos los comíamos pelándolos primero... Ej: " en la boda del Felipe, el funcionario, había gildas del Enrique a punta pala..." A reoso: También se puede decir, más propiamente quizá, “a reosico”. Significa la ubicación de persona, animal o cosa que se encuentra a la "esponta”, o sea, al resguardo de lluvia, viento o sol. Su uso más propio es el que se refiere al sol, es como decir que está a la sombra, a la esponta del sol, o que le da el sol un poco, una cosa que no molesta. Ej: "Joer, lo facilico que es ponerse a reoso del sol y lo difícil que es ponerse a reoso de la boria, leche..." Abambao: Estado de la consciencia que suele ser habitual en muchos y circunstancial en otros aguileños. Los que sí suelen estar abambaos sistemáticamente son los guiris que vienen a beber nuestro vino y a comer nuestras paellas. Es sinónimo de toña, pampla, empanada, etc. Para esta situación mental tenemos decenas de sinónimos. Ej: " el hijo del Manolo también está abambao, igualico que su abuelo, que en paz descanse..." Abonico: término que los aguileños hemos sustraído (en Águilas nunca robado) del acerbo cultural común murciano. Pero en esta tierra costera tiene una gracia especial, como es lógico. Ej: "nenes, hablar abonico, que tu padre se va a quedar clisao un rato" Aburrición: término que existe en el resto de las lenguas del planeta, pero que en Águilas le damos un carácter especial. Se aplica como sumatorio final de una serie de características psicológicas no positivas de un aguileño o más bien, un visitante: "...qué aburrición de hombre, por Dios..." No es deseable, pues, que se nos defina como una aburrición de persona para un aguileño, por lo que el lector puede abandonar esta lectura en este mismo momento.

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Achantarse: Acción de retraerse a la llamada de la sangre. Cuando ésta indica que para defender el honor o el buen nombre de la familia es necesario ponerse "encendío" y atacar, algunos aguileños lo que hacen es achantarse. Se da más en los visitantes, creo. Hay versiones en caló: "achanta la muí, cumila carrasca..." que quiere decir algo así como calla la boca que te conviene... Ej: " el Felipe, le mentaron a la madre y fue a pegarle dos hostias pero luego vio lo enorme que era el tío y se achantó..." Acirolao: Otro de los muchos términos que empleamos para definir a un semejante de modo peyorativo. Un acirolao es como un bamba, un empanada, un toña, etc., etc., etc. Ej: "la verdad, no sé si estás más: acirolao o atoñao..." Agarrao: Agarrao es sinónimo, como todos saben, de paíña. En ámbitos de lenguaje más internacional, más cosmopolita solemos decir que tal o cual aguileño es un agarrao. Pero en realidad preferimos el término de paíña, como más genuino, hermoso y clarificador. Ej: "¿que el Felipe es un agarrao porque no da propinas nunca? de eso nada, es mucho más que eso, es un paíña” Agomitar: Agomitar es una clara deformación del término casi homónimo castellano. En Águilas lo aplicamos muy concretamente y no lo solemos emplear para la acción de sacar el alimento por donde lo introdujimos, sino para expresar la acción de devolver el dinero que a alguien le prestamos. Es un término, pues, económico, aunque no se escuchará en ninguna entidad bancaria, sino sólo en ámbitos amigables y coloquiales, entre particulares y amigos. Ej:"déjate de cuentos, Felipe y gomita los mil duros que te dejé el año pasado, que le echas mucha cara a la cosa..." Agüí: término sinónimo, pero no igual, de chimilicuatri, pero expresado con más familiaridad. Por ejemplo, un cuñado a otro no le dice eres un chimilicuatri o un chipichanda, para no enfrentarse abiertamente, es más propio decirle que es un agüí, que es lo mismo pero no lo parece, ¿no verdad? Ajarapao: Dícese de un aspecto más psicológico que físico, al que puede llegar un aguileño. Estar ajarapao es estar o sentirse acompañado de algo, y, a veces es estar o sentirse asolado o apartado. No sé si me explico. Esta es una definición en la que no estamos de acuerdo unos aguileños con otros. Para unos estar ajarapao es una cosa y para otros aguileños es otra. Sin discusión, amigablemente, pero cada uno con su pelleja y cuando llegamos a este punto es mejor que digamos aquello de "me zurran potes" Alapuntarriba: Otro término tan técnico y preciso como el anterior, pero que indica estatismo, mientras el anterior era de movimiento, claro y rotundo. Aquí ya no es necesario decir "subir alapuntarriba", porque sería una triple redundancia que no tiene justificación sintáctica. Dos sí, pero ya tres...son multitud. Ej: "cogí la bicicleta (de nuevo) y me subí alapuntarriba del Repetidor...” También existe, como era de esperar, su antónimo: alapuntabajo. No puede hacerse mayor precisión geográfica para localizar un punto concreto. Si decimos a la puntabajo, no se puede esperar un punto más bajo que ese en nuestra ubicación. Ni con GPS se puede definir tanto con tan pocas palabras. Como ejemplos autóctonos de estar en lapuntarriba, podemos mencionar a

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Paco Rabal, a Alfonso Escámez y a Alfonso Ortega (éste más en lapuntarriba, por lo de Dios). Otros que se pueden mencionar en "lapuntabajo" son El Jòliver, el Popeye o el Mingolo. No deseo hacer conjetura alguna de lo que es mejor llegados a este punto, si es más apropiado estar en la puntarriba o en la puntabajo. Alferecía: Dentro del apartado de desgracias, una alferecía es un estilo local peculiar de tener un ataque, bien sea de esto o de aquello, que no tenemos que discernir tanto los que no hemos estudiado medicina. Una alferecía es un importante altibajo en el estado saludable que nos impone nuestro clima y nuestra dieta alimenticia, sana, equilibrada y controlada, excepto en Carnaval, época en la que se desbordan los apetitos, las inhibiciones y las libertades, donde lo censurable deja de serlo y donde la señora nos autoriza a aquello que no habíamos ni pedido el resto del año. Ej: "mi mujer me dio permiso pa irme de marisqueo y por poco me da una alferecía de lo contento que me puse..." Angelicos al cielo, ropica al arca: expresión que pretende hacer el equivalente a la expresión, más vulgar y conocida: "el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. A nuestro modo la hemos resuelto con más gracia y socarronería. Debe tener, por lo que parece un componente religioso, ya que nada más confirmar que los angelicos se han esfumado para incorporarse al espacio celestial, entonces se puede echar mano de la ropa para guardarla en el arca. O algo así... Apestillao: Dícese de la manera o modo en que una persona o cosa está sujeta. Si algo está ligeramente cogido o asido se dice que se encuentra sujetado o agarrado. Si lo está tan firmemente como para faltarle la respiración o la unión entre el sujeto pasivo y el sujeto o cosa pasiva es tan íntima, se que está " apestillao". Es un término superlativo del verbo agarrar. Se puede tener "apestillao”: a un perro por el cuello si es que nos tememos que nos arree un "bocao", o se puede llevar "apestillá" a la novia en los paseos que ya hemos dicho se daban por la Farola. Ej: " fui a pescar con la caña, pillé un serrano robao y, si no lo apestillo bien se me escapa, el condenao..." Arda: El arda es un término técnico que nos define apropiadamente el lugar concreto del vestuario femenino que se ubica entre ambas piernas, a la altura de medio muslo y estando éstos cubiertos por una falda o delantal. Si no es así, se trata de otra cosa. En el arda se solía tener al nene aguileño para cambiarle de pañales o la fuente para pelar patatas o en el arda se recogen las almendras en la época de recolecta. Ej: "¿dónde se estará más agustico que en arda de una güena jaquetona...? " Ardiles: término que nos define a una cierta mayoría de aguileños. Cuando somos despiertos, espabilaos y captamos detalles que a los demás murcianos les pasarían desapercibidos, entonces nuestras madres dicen que tenemos muchos ardiles. Otra forma de aplicación de esta característica positiva donde las haya se produce cuando nuestra actividad se desarrolla casi frenéticamente, es decir que podemos producir más de lo esperado de nosotros, aunque no lo sea correctamente. Ej: "mira qué ardiles tiene esta

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mañana el hijo del Antonio. Y eso que anoche estuvo con la novia en la Farola..." Arrechuzarse: Otro término sinónimo de uno anterior: emperifollarse, pero con mejor sonido. Bueno, según se mire... Arrechuzarse y emperifollarse, con perdón, es arreglarse con mimo, con esfuerzo y con...exceso. Se puede delimitar geográficamente, tal como que emperifollarse se dice a los/las habitantes de la ciudad y arrechuzarse más a las/los propios de la campiña aguileña. Es una subdivisión totalmente libre. Ej: " los de la Cepa Chuecos, cuando bajan al pueblo van tós arrechuzaos..." Arregostarse: Significa un grado elevado de ir a la cama, o al catre, o al sofá, el que disponga de él. No es lo mismo "clisarse" acostao que arregostao. Es mucho más efímera, circunstancial y placentera esta última posibilidad, especialmente en las tardes de verano. Arza la malla: Expresión que solía emplearse en un juego infantil, similar al Escondite, en el que los niños se escondían unos de otros y cuando se producía el encuentro, era preciso decir en voz alta "arza la malla“, o lo que es lo mismo "asoma el morro que te he localizado". Como tantos otros, el lenguaje más adulto ha rescatado ese término para darle otro significado, tal como: arza la malla, que te he pillao la trola que me quería meter. Amistosamente siempre. Ej: "anda, cállate y arza la malla que te pillao en un renuncio, que eres más embustero que Tomás Julián..." Arza pilili: Locución que queda para los aguileños más antiguos, de edad superior a los 60, que la empleaban para mostrar su admiración o sorpresa por algún motivo, normalmente favorable y que alegraba el rato del que así se expresaba. Decir "arza pilili" (en según qué autores se habla de "arsa pilili”) era además una fórmula de estímulo para alentar al que provocaba dicha expresión. Asobacao: término científico que en la actualidad tiene mucho significado intrínseco cuando nos referimos concretamente a: situaciones de alto nivel de stress o de presión ambiental sobre la persona particular. Todo eso en Águilas es simplemente "estar asobacao" o "ir asobacao”. El lenguaje moderno e influido perjudicialmente por neologismos anglosajones ha incorporado a la lengua española una serie de términos para los que ya teníamos palabras y expresiones mucho más definitorias en Águilas: estar asobacao es tener mucho "stress", pero en Águilas. No tenemos por qué aceptar palabras nuevas para conceptos viejos, al menos en Águilas (punto). Ej: "... al moro aquel lo lleva asobacao el cura`l pueblo..." Atascarse: Atascarse es la peculiaridad de algunos aguileños, no de todos afortunadamente, por la que nos podemos empeñar en algo de manera tozuda y pertinaz. Es permisible tal circunstancia dada la gran cantidad de veces que solemos llevar razón. Ello nos hace pensar que la llevamos siempre...y nos atascamos. Tambièn se suele aplicar, menos figuradamente, a los que se tartajean un poco, es que se atascan... Ej: " eres más atascao que una piara chinos..."

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Avío: El avío (para otros autores: abío) tiene también una versión real y una figurada o coloquial. El avío es, técnicamente, el hatillo o paquete de alimentos que se hace el albañil o el jornalero cuando se va al tajo (apócope de trabajo). En Águilas tiene dos versiones gramaticales: el "atao" cuando es un albañil el que se empaqueta el bocadillo de morcón con una servilleta anudada por sus cuatro puntas; y la "cofa" cuando el que se prepara el bocadillo de morcillas es un pescador. Tenemos términos para todo. Podemos expresar hasta lo que no está escrito. En lo coloquial usamos el avío para expresar que un aguileño muestra un interés excesivo por lo suyo y por su familia, lo que no deja de ser legítimo. Cuando eso se produce, decimos que "...ese va a su avío...", como despreciándolo por ello.

B Balaguero: Una gran cantidad de cosas o personas es un balaguero. El viernes de Dolores (fiesta en Águilas) se junta un balaguero De gente en la Glorieta para ver a la Virgen de los Dolores (“mira, qué guapa va este año...”). También se puede decir de algunas tiendas, que tienen un balaguero de muebles, por ejemplo. Bambalina: Cuando queremos describir a un tonto, disponemos de multitud de términos técnicos, la mayoría de los cuales ya los he descrito más arriba. Este es otro de ellos, el bambalija es una forma jocosa de hacerlo, no hiriente, casi chistosa y equivalente desde luego a: tontolaba, bamba, apavao, abambao, torta, toña, tontolpijo, etc. Ej: "no pienso hacerle caso, ni escucharlo, ese es un bambalija...” Bardao: Otra expresión antigua para conceptos redefinidos por el Diccionario de la Real Academia. Estar profundamente agotado por un trabajo no habitual supone para el español un "exceso en los niveles de stress laboral". En Águilas decimos simplemente que estamos bardaos cuando queremos expresar que nuestro nivel de agotamiento físico está cercano a estar " quebrao ", sin llegar a ello. Ej: "mi nene, que listo es el jodío, estuvo anoche tomando el fresco en la farola con la novia y hoy está bardao el tío, no puede con su arma..." Barro: En cualquier parte del mundo que haga uso correcto del castellano, barro es una mezcla consistente de agua y tierra. Pues, mire por donde, aquí no. Barro es ese grano que le salen a las chicas aguileñas, o a los janglones, en la cara durante la pubertad, o sea desde los 12 hasta los 22 años, más o menos. Aquí, la pubertad y el resto de las características con ella aparejada son más largas que en zonas más frías, por ejemplo la edad del pavo en Águilas es extraordinariamente dilatada. Sin que ello sea utilizado peyorativamente, que no es eso. Sólo que la relajación que el clima y el carácter dan a nuestros mozos y mozas puede sostenerse en el tiempo más de lo que muchos padres aguileños querrían. En Cuba pasa lo mismo. Ej: "vaya una cara barros que tienes nena, entre la cara de tu padre, que es lo único que tiene duro, y tú, vamos aviaos..."

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Barruntar: Dícese de la facultad de muchos aguileños que sirve para presagiar lo que va a suceder, en sentido, habitualmente, negativo. Suele producirse, especialmente entre la etnia gitana, que tienen de por sí, la capacidad de barruntar lo peor para los payos, pero amistosamente. Cuando un aguileño dice de otro que barrunta cosas malas, ello se sucede de una disminución de amistades y compañías en el sujeto pasivo. En la mayoría de los casos, suele tener razón el que avisa del peligro. Ej: "Felipe, barruntas mal tiempo para mañana...si serás cenizo" Barruntar: Palabra que tiene connotaciones muy claras en otras lenguas del Estado Español. Aquí son las mismas. Sin más detalles. Bigardo: Un bigardo es posiblemente otra palabra que nos llega de allende los mares y las montañas. No existe un antes ni un después de bigardo. Sólo puede ser de origen extranjero ya que por el sonido y por la etimología no es posible encontrarle ni hermanos ni primos cercanos, así que la designaremos de origen desconocido. Técnicamente, el bigardo es un chico aguileño o visitante, un poco borde, un poco desvergonzado y descarado, un perverso en todas sus acepciones. Eso es un bigardo, un borde, eso es lo que es, un borde... Bistelico: Corte de carne, cocinado, asado normalmente, que suelen comer en Águilas locales y visitantes, en los excelentes restaurantes de la localidad. Ej: "Me he comido un bistelico estupendo en Cal` Luís, el Troque”. Boja: término que expresa una manera concreta de caer o estrellarse, por sí sólo o con vehículo terrestre o acuático. “Irse a tomar boja" es pegarse una hostia (con perdón de la parroquia) como la copa de un pino. Ej: "bajando la cuesta de Juan Rabal con la bici, pisé una bicha larga y me fui a tomar boja..." Bojalagas: Se aplica a los "primaveras". Sin más comentarios técnicos. Boquear: Verbo que se puede declinar en su totalidad, pero que en su uso coloquial sólo empleamos algunas de sus declinaciones. Por ejemplo la del gerundio. Cuando un aguileño está boqueando significa que está con las últimas orejas puestas, por algún pel-le, alferecía, perrengue o cosa parecida. A textos anteriores me remito. Ej: "si quieres despedirte del Antonio, date prisa, echa por el atajo, que ya está boquendo..." Borde: EL borde es el final de una cosa, el filo. UN borde es otra cosa muy diferente. Cuando un aguileño es perverso, mordaz, malpensado y más cosas, solemos resumirlo diciendo que es un borde, lo que debe significar que está muy cerca del filo... El borde es el colmo del mal aguileño. Cuando decimos a otro que es más borde que las naranjas de la Glorieta le asignamos una calificación difícil de superar. Y es que las naranjas las pusieron así para que nadie se metiera con ellas, pues a un aguileño, igual. Hay una exageración sobre este término, cuando decimos a alguien: eres un borde malnacío. Pocas probabilidades de reconciliación habrá cuando salen de una boca aguileña tal improperio. Pocas, pocas... Ej: "pues sí niño, sí, el tío Saín era muy malo, era más que malo, era un borde..."

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Boria: Fenómeno meteorológico que en otros rangos superiores del lenguaje se dice a la niebla. Se aplica también de manera verbal, en tiempos pasivos, cuando decimos " estar emboriao". También tiene empleo como palabra clave, entre aguileños, cuando decimos, ante un "guiri”: "hay que ver qué Boria hace..." mirando de reojo a algún visitante poco despierto. Ej.: "el Manolo, tó fue pasar la rubia aquella y quedarse emboriao..." Sinónimos de boria: toña, empanada, bamba, torrija. Borneo: Borneo no es necesariamente una isla del Océano Indico. También es sinónimo aguileño de paseo, voltio, garbeo...Darse un borneo es como un garbeo pero con el itinerario más definido, aunque no se confiese a la parienta. Un borneo siempre lleva a algún sitio concreto. Ej: "voy a darme un borneo...por la Farola, a ver si veo a alguna desprevenía..." Bregar: Este término es sinónimo de trabajar mucho, de padecer mucho haciéndolo, de esforzarse sobremanera. Eso es bregar. Se puede aplicar a un extremo que llegue al padecimiento o al sufrimiento inclusive, pero se briega bastante echando más horas que un reloj en un comercio, o fregando escaleras de una comunidad de vecinos un poco puerca...eso es lo que llamamos: "briega mientras friegas". Filosofía autóctona: "to`l día bregando, pa, al final morirse...”. Bueno de comer: Es lo que dicen las madres aguileñas cuando traen un manjar a la mesa familiar para incitar a ventilárselo a los respetados componentes de la familia o a algún invitado que "ha recalao”. Una cosa es que algo sea bueno simplemente o que sea bueno de comer. Si reúne esta última condición, no hay que evitar probarlo. Ej: "la virgen, qué bueno de comer está este atún de hijá" Bufes: Expresión imperativa que se incorpora al lenguaje coloquial para desestimar una opinión, o incluso a la persona que la expresa. Cuando le decimos a alguien " bufes" no merece la pena que siga hablando, ya que le hacemos muestra de muy poco respeto, sin ser nada personal, amistosamente... Bureo: Cuando un aguileño sale de marcha, o se va de copas, o va a alguna fiesta, normalmente por la noche, en la que los gatos aguileños son pardos, entonces decimos que "se va de bureo" irse de bureo marca el inicio de una noche de marcha, sin concretar nunca cómo va a acabar la misma. Ir de bureo es irse sin destino fijo ni horario que respetar, o sea, se sabe cómo empieza pero nunca cómo va a terminar, ni en qué estado, ni a qué hora. Ej: "nena, me voy de bureo, ve preparando los papeles del divorcio si ves que me retraso..."

C Cabicotripa: El cabicotripa es una palabra compuesta como se puede Comprobar con la más sencilla observación, de 1) cabico (o cabo, extremo, pequeño) y 2) tripa (sin detalles). O sea, que es el extremo de una tripa, el final, que ya no queda más tripa, que se ha acabado, definitivamente. La segunda e

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imprescindible parte de la explicación es que dicha palabra es empleada, vulgarmente, para definir al último hijo de una pareja. El que ha llegado al final y la madre considera que no van a venir más, ése es concretamente el "cabico tripa". En la actualidad, dadas las técnicas modernas, se deberá hablar del "cabicotubo". Cachis en Diegodelhorno: Expresión con múltiples variaciones, al gusto del que la emplea. Cachis ò mecachis, o mecago`n... es una locución que muestra desprecio o enfado con algo o alguien y que no tiene que ser necesariamente con aquel a quien se nombra. El ejemplo cogido no significa pues que nuestro desprecio vaya dirigido a Diego, el del Horno, ni mucho menos, pero así quedó acuñada y así permanece. Se sabe dónde está pero no de dónde viene. Caire: Preciosa palabra aguileña que tiene un significado en absoluto cercano a aquello que intenta expresar. Debe ir acompañada por un verbo concreto: coger. Así pues, "coger el caire" es el término correcto. Se emplea para definir una forma de entender algo por parte de un aguileño. Suele aplicarse a alguna cosa que conlleva una actividad física o psíquica por parte del aguileño, con la que muestra su habilidad, propia e innata. A veces... Ej: "llevo diez años jugando al tenis y ya empiezo a cogerle el caire a eso de la volea..." Calar: término con dos o más significados, según la persona y/o el contexto. En términos marineros, se dice calar cuando se tira la red al fondo para iniciar el bonito proceso de la pesca, cuyo fin último está en... Las Brisas, un poner. Cuando fondea una red o un sedal para la pesca, se dice que se cala. Es un arte. En otro ámbito, se dice calar cuando se quiere conocer a alguien. O se hace esfuerzo por recordar que su imagen le trae a la memoria algún recuerdo familiar. Este término forma parte de una expresión que sigue con la palabra de más abajo, forman "te he calao por la pinta...". Ello significa que el proceso de recuerdo o reconocimiento de una persona extraña por parte de un aguileño ha concluido felizmente. Puede existir otra acepción, más desafiante, que es " yo a ti te ya tengo calao...", lo que pone sobre aviso que si una vez le prestamos "mil duros", ya no lo hará más, porque el conocimiento de la otra persona ha implicado demasiado riesgo como para repetir. Que un aguileño tenga "calao" a otro no significa, pues, que lo fondee como un trasmallo, sino que lo conoce bien, casi en exceso. Implica un conocimiento casi perfecto de otro aguileño hasta un punto máximo. No se suele aplicar a no aguileños. Calimotazo: Estilo autóctono de tomarse una bebida alcohólica, bien sea larga, tal como un cubalibre, o corta, tal como un orujo. Se suele aplicar cuando la ingestión de la misma se ha repetido lo bastante a lo largo de la noche. Sirve tambièn para justificar, sin palabras malsonantes, cuando un aguileño está bebido, sin tener que decir que está "chispao como un piojo", basta con decir que " se ha pegao unos cuantos calimotazos…”. Con eso nos entendemos, y un madrileño, ni se cosca… Ej: " el Manolo se fue de bureo, se pegó dos calimotazos en lo del Pepe´l de la Poza, otros dos en C´anibal, otros dos en el Rincón de los valientes… y se chispó, el tontuesco…" Callacuezo: característica sociológica que suele acompañar a los juagarzos. Se suele dar, pues, entre los chicos aguileños que en su pubertad, son tímidos

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y recatados. Curiosamente, no se da en las chicas, por lo que no existe femenino de callacuezo. O sea, no existe la mujer callacueza. Sin comentarios. Ej: "vaya un zagal callacuezo que tiene el Manolo. Le dices que si tal o que si cual, y el tío amorra la cabeza y se calla como un puto..." Camiseta-espor: La camiseta–espor tiene su origen en el eclecticismo aguileño, en el que hemos dispuesto para nuestro albedrío, de un idioma inglés del que hemos deformado o modificado cientos de términos a nuestra conveniencia y lo hemos utilizado a nuestra conveniencia para componer expresiones únicas. Entre ellas, la "camiseta espor" es una belleza. Da nombre a la camiseta empleada por los jugadores del primer fútbol español, que conoció su origen en Águilas y en Huelva, y para el que los jugadores hacían uso de na prenda de ropa interior a falta de mejor vestimenta, ya que la temperatura solía permitirlo, a ingleses y a españoles. Anteriormente, pues, era simplemente la camiseta, o la muda, o la camiseta calá; ahora (allá por 1896) se empieza a hablar de camiseta espor. Y así celebramos el centenario reciente de este término tan innovador. Ej: "si te vas a la playa con la camiseta espor, te libras de un ojosol fijo..." Campelar: Verbo aguileño genuino, que representa un nivel máximo en el lenguaje propio que nos caracteriza, ya que podemos disponer de él en todas sus formas, desde el infinitivo hasta el pretérito pluscuamperfecto, incluyendo el subjuntivo y el condicional. Ej: "yo hubiera campelado, tú hubieras campelado, nosotros hubiéramos campelado, ellos hubieran campelado, etc. "Campelar viene de una acción tradicional aguileña: el acto de coger brevas. Cuando dos aguileños van "a por brevas", técnicamente, uno de ellos, más ágil, sube a la higuera y el otro, el más fondón, queda abajo para "campelarlas”, cuando el primero se las lance. Con esto se completa un proceso habitual entre los aguileños, y los visitantes más despiertos, que se sucede cada temporada veraniega. Una importante particularidad es que suele acompañar un tercer aguileño, con el fin de avisar cuando venga el dueño de la higuera. Se dice que el sabor de las brevas es mayor si son cogidas de este modo, que entre los aguileños no se puede decir robar nunca. Ej: "tírame la raja de melón, que yo la campelo..." Canguelo: Palabra equivalente a la expresión anterior y que se puede emplear indistintamente. Es similar estar en peso o tener un canguelo. Ej: " María, la del moño recogío tiene un canguelo..., resurta que su nene se le fue a la mili hace tres años y no ha vuerto…." Cañadú: Este sí es un término técnico que menciona claramente, sin lugar a dudas, la característica de una naranja. En un alarde de imaginación aguileña confundimos y encajamos la alta concentración de azúcar que hay en la caña que sirve para hacer el ron y otras cosas menos importantes que no recuerdo para mostrar que las naranjas aguileñas son dulces. Entonces decimos que son de cañadú. Ej: "las mejores naranjas son las robás, y si son de cañadú ya son el colmo de buenas..." Capiola: Estilo autóctono de lanzarse al agua entre los aguileños, que suele conllevar una gran zambullida, de cuerpo entero, en cualquiera de nuestras

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extraordinarias playas. No hay límite de edad para darse una buena capiola, al menos hasta los sesenta años. El estilo para proceder a un baño acertado aconseja las " capiolas " y recrimina los " panzazos”.Ej: " me voy al puente del Hornillo p`a pegarme una capiola” Capuzón: Este término es coloquial en una de sus acepciones y técnico en otra. Cuando se dice entre dos niños: "me he dado un capuzón desde el Peñón del Roncaor...", se demuestra cual es su acepción coloquial, además de concretar geográficamente dónde nos encontramos (sin necesidad de GPS). La otra acepción, más psicológica, se entiende cuando decimos que "...el Manolo, desde que se separó de la Antonia, ha dado un capuzón...". Obviamente no queremos expresar con ello que se haya tirado al agua, sino que, figuradamente, ya está sumergido en sus profundidades más abisales. Suele pasar que cuando un aguileño "da un capuzón", resulte irreversible. Hay claras diferencias entre la inmediatez de un "pel-le" y lo de final de un proceso que supone un "capuzón”. Sin embargo cuando uno "se da un capuzón" (a sí mismo), es otra cosa. Ej: "to fue enterarse que la Antonia le ponía los cuernos y dio un capuzón..." Careao: Dícese de una forma de estar especialmente libre para hacer uso del libre albedrío como estaba previsto antes de la creación de la mujer. Ahora se carea únicamente a los niños aguileños en la Glorieta del Casino para que se despanzurren jugando. Pero ya no se suele hablar de "hombres careados", está mal visto. Ej: "nene, no le muerdas al perro, que lo careo..." Carlancúo: Preciosa y sonora palabra aguileña donde las haya. Evidencia para los aguileños puros de la avanzada edad que ostenta aquel de quien hablamos, inclusive nosotros mismos. Diferente es cuando empleamos este término en 1ª persona o en 2ª. Si es para indicar que "ya soy carlancúo", lo hacemos con una misericordia infinita y con una cordialidad esperada de nosotros mismos. Pero cuando lo hacemos así como "ese es ya carlancúo...", entonces la dentadura destila unos espumarajos blancos y espumosos de rara procedencia, como quien no quiere la cosa. Ej: "fíjate si el Antonio es carlancúo que estuvo en la puesta de la primera piedra de la torre Cope..." Carracuca: Cuando un aguileño va a por algo, por ejemplo, púas, y se dirige a una ferretería en las afueras y se extravía, se puede decir que "está más perdío que Carracuca”. Pero en realidad el uso local del término es casi totalmente figurado. Cuando un aguileño está probadamente jaspao o listo de papeles, en lo económico, se dice que está más perdío que Carracuca. Es problemático entonces encontrarse a uno de éstos por la misma acera sin correr el riesgo de que te pegue un sablazo. No sé si me explico. Cascabillo: Cuando queremos definir algo que se encuentra en un estado con un claro déficit de humedad, que debiera acompañarle, decimos que "está seco como un cascabillo”. El autor no conoce más cascabillo que lo que dice la Enciclopedia Espasa: la cascarilla que envuelve al grano de trigo o cebada. Pues eso, así de seco. Ej: "mamá, no me puedo tragar este bocadillo sarchicha, está más seca que un cascabillo, joer..."

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Cascarle: Cascar es golpear, pegar, producir daño en otro. Es un verbo con todas sus formas, pero lo empleamos en imperativo cuando asistimos a una pelea callejera y nos ponemos de parte del paisano en la misma, y decimos: ¡Càscale, càscale, al inglés...! Una expresión habitual es: "cascarle la boina" cuando los golpes se ejecutan en la cabeza, preferentemente. Ej: "nene, o me estudias la tabla del ocho o le voy a decir a tu padre que te casque la boina..." Cascarria: Las cascarrias son un resultado habitual del esfuerzo, el trabajo del sudor y sobre todo del mucho tiempo sin lavarse. Cuando un aguileño se ducha cada mes y medio, ya sabe que no debe decir me voy a lavar, sino más apropiadamente: "voy a quitarme las cascarrias". Y si no lo dice, se lo recordarán los demás, sin duda y sin cortarse, amistosamente. Ej: "he estao en el campo tres días sin lavarme, voy a ver si consigo quitarme las cascarrias..." Casilicio: Dícese de una casa muy grande. Se aplica como superlativo del término casa, para el resto de los castellanos. Se utiliza esta expresión acompañada de sorpresa y/o admiración a partes iguales. Ej: "vaya un casilicio que se hicieron los marines, cuando tenían perras..." Cataplasma: Una cataplasma es un remedio casero para una enfermedad concreta, que desconozco, pero que se empleaba mucho en la antigüedad local. Figuradamente también le hemos asignado Otra función: una cataplasma es lo que tienen, de nacencia, muchos aguileños (bueno, no tantos) y que incluye añadidos como: torta, toña, emboriao, zumbao, etc. Chafá: Dícese del resultado que se consigue tras el aplastamiento de alimentos, normalmente patatas, para que un niño (o un hombre mayor de 65 años), se las coma sin rechistar ni forzar la mandíbula inútilmente. Es propio de las madres aguileñas, sobreprotectoras en su mayoría, que faciliten así el alimentar a los hijos (y a los abueletes) sin grandes complicaciones. Chamba: Tener una chamba es como tener una suerte increíble pero en éste término municipal. Se puede tener chamba cuando gana el Águilas F.C. fuera de casa, o cuando te toca la primitiva, o si un día ves a Demi Moore y te sonríe. Eso es chamba, pero para unas cosas más que para otras... Ej: " la tocao la Primitiva, más que suerte, ha tenido chamba..." Chambao: Construcción aún más simple que la del tanmanillo. Realmente supone un esquema del mismo, como un borrador, como un dibujo a mano alzada del proyecto de una casa. El chambao se hace para refugiarse del sol, normalmente en la playa, un domingo cercano al Día de la Virgen. Los mismos pescadores pueden hacer un tanmanillo en sus barcos, pero en la playa lo que hacen es un chambao, porque no se implican tanto en su elaboración, (total para que el cuñado, que es funcionario del Ayuntamiento, se coma sus sardinas y se esté tocando los cataplines…). Cuando un tanmanillo no es realizado con una lona y cuatro (4) palos, entonces estamos hablando, con propiedad, de un simple chambao. Ej.: "nena, ponte debajo el chambao si no quieres pillar un ojosol..."

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Chambi: Palabra que describe un tipo concreto de helado de crema. En la actualidad está en desuso ya que los niños aguileños, por un lado no lo son tanto, y por otro ya sólo comen helados industriales que anuncian en la tele (frigodedos, apolos, etc.). Es prácticamente imposible ver a alguien tomándose un chambi o un "corte". En cierta época, no tan lejana, quiero creer, se podía oír el grito del "chambilero" anunciando su artículo, que era de fabricación casera. Algunos heladeros guardan aún, después de muchos años, mala fama por ciertas elaboraciones "poco curiosas". Ej.: " cuando pase el Iceli, te voy a comprar un chambi de bergamota a ver si te atragantas, pesao..." (cariñosamente) Charreta: término despectivo que se lanza un aguileño a otro, entre los niños; y también entre algunos mayores lo que indica nuestro espíritu juvenil y jovial a las mil maravillas. Decir charreta a otro supone un bloqueo del sentido de la comunicación, o sea, que es mejor no contarle nada porque es rápido de lengua (figuradamente). En el idioma español el sinónimo sería chivato, palabra muy utilizada en los servicios secretos españoles. Ej.: "anda que te voy a contar algo a ti, que eres un charreta de m......" Chaspío: Este término es el equivalente al llampo, pero en lo sonoro, es decir es un relámpago entre la sierra Almagrera y la raya del horizonte. Chimilicuatri: término cuasi científico que expresa un grado más del acordado para el de chipichanda. El chimilicuatri es aún más pequeño y con menos espíritu para enfrentarse a su señora. Es todo lo contrario a un janglòn. Es lógico, pues, que los aguileños a los que aún no nos pegan las esposas, nos burlemos de ello. En definitiva, en lo físico es bastante menos que el chipichanda, pero en lo psicológico y con lo que llamamos carácter es equivalente, que ya era poco también antes. Chinchi monete: expresión cerrada que viene del vocabulario especifico de un antiguo juego de los niños aguileños. Hablamos de los niños que hoy tendrían, si viven, unos 75 añitos. Más tarde se cambió la terminología por otra más vulgar. El juego de referencia es el del salto de un niño sobre otro, puesto éste encorvado sobre sus piernas. La segunda parte de esta expresión, por si alguien quiere entrar en detalles es: “...salta y vete”. La rima como se ve es poco elaborada pero las palabras de una imaginación rica muy propia de nuestro espíritu alegre, libre y mediterráneo. Chino: Dícese del tipo de carne al que se refiere la palabra anterior. Técnicamente, aquí, el "bistelico" sería de cerdo, para el resto de los españoles. Ahora, en el campo de Águilas, "matar el chino" es el proceso de la matanza, habitual en los campos españoles durante el mes de Enero. Variante dicha con retintín: "Amarra el chino..." cuando se pretende poner sobre aviso un aguileño a otro por algún motivo personal adverso. Otra acepción de este término es la de calificación de las propiedades de limpieza de una señora habitualmente: "es más chino... que la Pelos". La Pelos era una señora de costumbres distraídas. No sé si era aguileña. A veces, entre nosotros mismos, puede haber una confusión, cuando vamos a cenar fuera y decimos: "vamos al

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chino de la Cigarrilla”. No significa que vayamos a cenar al restaurante oriental, exactamente. A buen entendedor... Chipichanda: Término técnico donde los haya, que fotografía a un ciudadano, de otra comunidad normalmente, y que no lo define positivamente en cuanto a apostura y galantería. Más bien lo retrata como un ser de poca presencia física y sobre todo psíquica, que circula por nuestras calles a diario y que para la mayoría no suele hacerse de respetar, básicamente porque tampoco lo ha conseguido de su señora. Chisparse: Este es un término técnico que indica el grado de alcoholemia que puede alcanzar un aguileño en alguna de las fiestas a las que acude. Cuando está rodeado de amigos y, normalmente alejado de la esposa, el aguileño da rienda suelta a su expresividad, a su vida interior, a su espíritu burlón y alegre, y entonces... se chispa. Significa pues un grado de apertura a los demás, y hacia sí mismo, que es propio a nuestra idiosincrasia portuaria. Es también el punto terminal de un proceso que empieza por hablar con manifiesta incontinencia, ponerse alegre y soltarse de ataduras, disparatar con la " colla " diciendo las burradas que jamás se dirían a la mañana siguiente, para acabar : "chispao como un piojo ". Es un proceso que solemos repetir a la mínima, pero que no suele ser conveniente para los higadillos. Casos extremos, entre los aguileños, podemos recordar al Jóliver (q.e.p.d.), al Dibujo (q.e.p.d.) y al Popeye en la actualidad. Chorrá: Palabra aguileña que lo es cuando es capaz de describir dos cosas totalmente diversas. Cuando va sin acento quiere definir, con cierta sorna, escarnio y humor al miembro sexual masculino. Cuando va con acento agudo, en la última a, quiere definir la cantidad que en exceso a lo esperado se incorpora a una medida habitual. Cuando un aguileño va a comprar a la tienda de un amigo lo más habitual es que le ponga la butifarra que le ha pedido y luego le eché una chorrá. Entendámonos y no compliquemos innecesariamente una forma del término con otra, que el ejemplo ha sido sin darme cuenta... Ej: " nene ves a comprar un kilo alpiste pa`l canario a lo del Bolicas, y dile que es pa mí, a ver si te echa una chorrá..." Chucha: Chucha es, para no perder más tiempo en explicaciones redundantes y evidencias manifiestas un maricón. Porque como le dijeron al paisano de la Cepa Chuecos: --el hijo del Felipe es homosexual. –Yo no sé lo que habrá estudiao ni lo que no habrá pero lo que sí se es que es un chucha como la copa de un pino. Chuchurría: Estado final en que se encuentra una persona o cosa cuando el tiempo no perdona su paso. Los turrones de un año para otro suelen quedarse chuchurríos, y las abuelas también cuando llegan a los 85 años, que dada la benignidad de nuestra temperatura es habitual, dadas las características de cierto microclima que nos conserva en tan buen estado, incluso si superamos los cuarenta. Ej: "si dejas las brevas en la higuera se chuchurren, es mejor que vayamos a jasparlas, campelándolas mismo..." A un lector poco ilustrado puede pasarle desapercibido tan subliminal mensaje, pero cuánto se ha dicho con esta frase.

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Chullica: Se dice chullica a una unidad de medida, de libre interpretación, que suele ser empleada en el mercado, básicamente en los puestos de embutidos y carnes. Una chullica es menos que la "mitadecuarto" y un poco más que una chispa. El sistema métrico universal no dispone de precisión suficiente para ponernos márgenes. Ej: "dame una chullica de sarchichón, Felipe, pá probarlo mayormente, que yo ya vengo almorzá, no te creas..." Chuminá: Una chuminá es sinónimo de poca cosa, de un valor menor en términos de cantidad o calidad. Una chuminá de trabajo es un trabajo que se desarrolla en unos 15 minutos. Una chuminá de perras es una cantidad irrisoria de dinero. Y así hasta el infinito. Ej: "vale, nene, voy a verte, pero si me haces ir hasta el Cabezo Molino pa una chuminá, te vas a acordar..." Chunica: Forma parte este término de un lenguaje dentro del lenguaje ya que es una acepción de uso infantil para aplicar a un momento de un juego típico aguileño, cuando decimos: "chunica doy, falle estoy" queríamos decir algo que no recuerdo dado el inmenso tiempo transcurrido. Churriana: término técnico-sanitario que implica una grave desarreglo intestinal. Es algo parecido a la diarrea, pero por debajo de la cuesta de Juan Rabal. Es de las pocas cosas que nos asemejan al resto de los humanos. Una panzá de caracoles en el Pimiento o una hartá de michirones con cuerva de la Poza nos producirá irremisiblemente una churriana. Cuando la cosa es a base de brevas, después de estar campelándolas, entonces no hace falta que bebamos ni cuerva. La churriana viene directamente. Otra expresión equivalente, pero más fina es "irse de hilo", pero en lo espartano de nuestro argot, vale con decir que tenemos churriana. Entre nosotros nos entendemos como dios. Ej: "me lié a comer chumbos y chumbos... y me entró una churriana que he perdío 3 kilos, oye..." Chusco: Ahora se llama ratón y cosas parecidas. En Águilas a ese trozo de pan, como una barra pequeñita, le llamamos chusco. Y posiblemente lo hayamos exportado al lenguaje coloquial castellano. Ej: "voy a comprarme un chusco para comérmelo con la merva que le quitao a mi cuñao el pescador..." Cieca: Este es un término importado del palabrero murciano, donde tiene mucho más uso ya que se trata de término técnico donde los haya, especialmente en la huerta entre Zarandona y Beniaján. En nuestra ciudad significa lo mismo, pero suele tener un sentido figurado, cuando se dice, como aviso: "a ver si te caes a la cieca" queriendo avisar de un posible tropiezo personal. Civirgón: Otra parada más en la serie sobre los chicos aguileños: Crío – Nene - Janglòn – Juagarzo – Civirgón. Es siempre masculino. No existen civirgonas, sólo de decirlo me hace daño al oído. Esta vez representa una cierta característica ambigua, ni mala ni buena, civirgón es como juagarzo pero en un grado más: grande y tosco, como el Talayòn. Ej: "que tu nene está grande. No hija eso no es grande sólo, tu hijo lo que está es hecho un civirgón..."

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Clanco: Un clanco es para los aguileños un cangrejo. A partir de ahí, cientos de expresiones y composiciones que alegran el idioma, tal como: "Un clanco pelúo”: sol-tera / o...de sol-era "Vai un clanco”: fea / o...donde los haya "Más patas que un saco clancos”: se dice de la persona que dispone de una piernas excepcionalmente largas. Clisao: Dentro de los términos provenientes de fenómenos meteorológicos, significa que una persona, normalmente la abuela, se ha quedado traspuesta viendo la tele o simplemente después de comer. Al decir: "la abuela se ha quedado clisá "lógicamente significa que un eclipse ha venido a anular esporádica y puntualmente a la abuela de la casa, habitualmente respetada en los hogares aguileños. Ej: "no me llames después de comer, que estaré clisao..." Cloca: Estado físico y psicológico en que se pueden encontrar las gallinas aguileñas en un momento de su vida. Cuando una gallina queda embarazada de un gallo aguileño empieza un proceso conocido por estar "cloca”. En los humanos también se suele dar este proceso, con características similares, con lo que podemos oír de un aguileño que tal o cual persona (mujer normalmente) está cloca. Ello incluye aspectos tales como candidez, laxitud, poca agilidad en respuestas reflejas...y paveo, mucho paveo. Ej: "nene, atácale a tu novia, que ma parecío que ahora está cloca..." Clujío: Este término es fonéticamente similar al correcto que Dña. Maria Moliner recoge en su diccionario de la lengua española: crujido (una horterada). Como es lógico, los aguileños no vamos a dejarnos llevar por la masa, por correcta que ésta sea. Nuestro carácter independiente y liberal nos ha llevado a modificar este término a nuestra conveniencia, así lo hemos dejado en " el clujío”. Técnicamente significa dos cosas diversas: 1) explosión o estruendo que algo da cuando se produce un choque o una ruptura cruenta. Por ejemplo, cuando se quemó " la conservera", se oyeron muchos "clujíos" 2) Cuando se golpea a un niño (no en la cabeza, que eso es pescozón) por haber hecho algo malo, como tirarle de los pelos de las orejas al abuelo, entonces se le da un "clujío" (normalmente en el culo, porque el hecho no reviste gravedad alguna y es sólo una travesura aguileña más) para que aprenda, hala. Coloraíllo: Se trata de un término no sólo técnico sino científico. El coloraillo supone un primer síntoma de una enfermedad. Empezar con el coloraíllo es mala señal, declara sin género de dudas que el sarampión empieza a hacer efecto en un niño aguileño. O en un adulto con un poco de retraso sobre el horario previsto...Ej: " que no voy a verlo, joer, que tiene el coloraíllo..." Con muchas leyes: Expresión que suele acompañar a la definición exacta de una persona, normalmente no muy estimado/a y del que se puede incorporar:"ese tiene muchas leyes...”, dicho con retintín y algo de despecho. No significa propiamente que la persona de la que se habla posea licenciatura en Derecho ni nada por el estilo. Se expresa cuando se desea poner a la defensiva al que nos escucha sobre las pocas posibilidades de llegar a un acuerdo con el tercero, ya que invariablemente, intentará darnos la vuelta con sus argumentos basados en su propia gramática parda, es decir sin base

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científica alguna. Hay muchos ejemplos de aguileños con muchas leyes, pero como ya dije anteriormente, evitaré mencionarlos para poder salir mañana a la calle sin que me apedreen. Sin embargo abundan más los que tienen muchas leyes entre los que nos visitan o se quedan con nosotros. Convidar: Convidar es igual que invitar pero con una palabra que parece darle más nivel a la acción de permitir que un aguileño coma y beba sin límite, a costa de otro aguileño. Es un verbo que se puede conjugar en todas las formas, pero que solemos preferir declinar en reflexivo: " yo me convido, tú me convidas, él me convida, nosotros nos convidamos, vosotros me convidáis, ellos me convidan”. Quizá la declinación no sea perfecta, pero la intención sí. Ej: "no tengo ni chispa hambre, pero si alguien me convida, seguro que me entra jalulla pronto..." Curiana: Una curiana es para nosotros, una cucaracha. No sé si para el resto de los españoles. No me interesa. Como al término anterior, lo aplicamos, en determinadas ocasiones, a las personas, si se lo merecen, como hemos visto antes. Aquí se hace con términos en negativo básicamente, tal como: "más marrana que las curianas”, cuando queremos fotografiar como con un flash a una señora "poco curiosa”. Ej: "y decía que era mu limpia, una leche, es más asquerosa que las curianas..." Curiosa: Este término se suele aplicar a las aguileñas, de ahí su predominancia femenina. Se dice de la cualidad de la inmensa mayoría de las amas de casa aguileñas cuando se quiere expresar que son limpias, en sus casas y en sí mismas. No se dice curiosa a una aguileña cuando se interesa por la vida de las demás (a eso se llama portera, maruja o chafardera, que son términos de la lengua castellana que reprobamos en esta tierra), se le dice cuando es extremadamente limpia y ordenada, consustancial con el espíritu local. También es un término definitorio de las características positivas de una mujer soltera aguileña, cuando se dice que es curiosa, se habla muy afirmativamente de ella, augurándole un futuro prometedor de hombres que han oído de sus cualidades. Ej: "mira que es curiosa la hija de la Juana, que tiene la bardosa de su calle como un jaspe”.

D D`anca / a`nca: Expresión de uso delimitativo, que detalla, sin lugar a interpretaciones nuestro lugar de destino o de origen. Tanto una como otra, que resultan equivalentes, significan hacia donde vamos o de donde venimos. Ej: "vengo d`anca la pitusa de comprar unos claveles preciosos..." Ej: "voy a`nca`l Mateo las barbas a comprar púas del 7..." Dar el descarte: Dar el descarte en el juego de cartas que lo permite es devolver a la mesa o a la banca las cartas que ya no necesitas, o sea, las que has descartado. La simplicidad en el uso del lenguaje llevado a un extremo. Pueden añadirse más interpretaciones.

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Dar una vuelta la sangre: Expresión que es fácil de entender pero que, según una de mis asesoras, debe decirse "dar un vuelco la sangre" y no "una vuelta". Ahí queda para los expertos lingüistas de nuestra tierra, que los tenemos. De bureo: Es una forma de irse. De irse de marcha. Cuando un aguileño, o aguileña se va de farra con los amigos/as, suele decir que se va de bureo. Ello significa en definitiva que se sabe a qué hora se va pero no a la que vuelve. Algunos se fueron de bureo hace 24 años y todavía le están esperando. Se trata, pues, de un estilo o nivel elevado de "marcha”, de juerga, de diversión. Lo más deseable para un aguileño es irse de bureo de vez en cuando. Más de vez en vez que de cuando en cuando… Ej: " me voy de bureo, ya vendré. Y si no vuelvo en tres días, no pagues ningún rescate que ya me escaparé…" De la cepa Chuecos: La Cepa de Chuecos es un espacio natural conservado que se encuentra en el antiquísimo camino a Mazarrón (y que aún hoy se conserva y se transita casi en su estado natural). En las inmediaciones del Campico López se halla la escarpada montaña conocida por Chuecos, llena de pinos y con sus pequeños surcos de agua límpida y cristalina. Terreno de árboles, barrancos y piedras, arisco y brutal. Como tantas veces el paisaje da las señas de identidad a los que componen el paisaje humano. Ello conlleva, pues, que los propios del lugar son un dechado de virtudes, pero con ademanes rudos y toscos. De ahí que exista una cierta leyenda entre los urbanitas de que los de la Cepa Chuecos son el colmo entre los campurrios. Por eso, en la parte figurada del término pasamos de sustantivo localizador geográfico a adjetivo calificativo peyorativo. Espero que los de la Cepa Chuecos no entiendan lo que estoy diciendo. Deceomo: término técnico que desarrolla un hábito en personas que no se preocupan especialmente de su apariencia personal. Gentes despreocupadas, libres como los pájaros aguileños, que no se obsesionan por su aspecto, suelen cosechar el calificativo de deceomos. También induce a calificar a una madre si a su hijo lo lleva hecho un deceomo. Ella pierde automáticamente, la condición de ser lo que más arriba llamábamos "curiosa". Hay momentos en los que se puede ir hecho un deceomo, pero otros no serían permitidos, como el domingo ir a misa de 12, que no se puede ir hecho un deceomo, sería motivo de excomunión. Ej: "mira la Juana, que lleva a su marido hecho un deceomo..." Dejar en el sitio: Cuando componemos esta frase también queremos suavizar la situación que se hace preciso definir, y que puede ser sangrienta Y normalmente resolutoria y concluyente. Cuando un gitano le pega un navajazo a otro, normalmente decimos que "le ha dejado en el sitio”. Si no muere el apuñalado, es que no se ha "quedado en el sitio “, afortunada y finalmente. También existen otras situaciones en las que podemos dejar en el sitio a alguien, por ejemplo, si estamos escuchando durante hora y media a un plasta y nos vamos alejando poco a poco hasta que deja de hablar, podríamos decir que le hemos dejado en el sitio. Pero el uso más generalizado y genuino es el primero, sin duda. Ej: "pa robarle los mil duros, le arriaron una puñalá trapera, que lo dejaron en el sitio..."

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Dejarse caer: Cuando un aguileño se encuentra cansado, físicamente sólo, procede a "dejarse caer", o "irse pa `l catre”, o a "tumbarse un ratico”: echar la siesta, a quedarse clisao en definitiva. Se puede decir sin incurrir en error alguno que "va a quedarse torrao”. Es de las pocas cosas que a los aguileños nos fastidia que alguien pueda alterar. Hay quien se "deja caer" con pijama y orinal... Otra acepción de esta expresión es la de ir de visita a algún sitio: cuando le decimos a un amigo "me voy a dejar caer por tu casa un día de estos" significa que no concretamos el día, pero que la amenaza ya está lanzada y que vaya preparando cervezas y empanadas de la Tahona, como mínimo... Ej: "me dejé caer por la lonja`l pescao a ver si me`ncarnaba..." Desanchao: Cuando un aguileño se convierte en un nuevo rico o es más chulo que un ocho, los demás decimos de él que es un desanchao. También empleamos este término cuando un visitante no quiere mezclarse con nosotros porque es de ciudad, cuando nosotros lo admitimos a nuestra mesa del mejor grado. Si se resiste, no hay ninguna duda de que es un desanchao. Es pues una prueba clave para que los aguileños nos comuniquemos unos a otros, en clave, que es...eso...y que le guardemos las formas....y le perdamos el respeto que a priori le ofrecimos. Nos fastidian mucho los desanchaos Ej: "S`a corrío la voz de que el Felipe se ha hinchao a ganar perras este verano y mira lo desanchao que s` a puesto..." Desannao: Cuando un aguileño se encuentra muy alegre, liberado de miradas de cuñados y suegras, desinhibido y feliz, los demás solemos decir que "está desannao”. Es un estado de felicidad no contenida que expresa a las claras nuestro carácter alegre y festivo, que nos es propio a la inmensa mayoría. Existen fechas concretas en las que nos desannamos con mayor facilidad, como en Carnaval, en el que con la cara tapada se procede a un desanne absoluto por la población, en claro contraste con aquellos más agrios que no se disfrazan. Otro punto de encuentro para desannarse es en las bodas, y mucho más en las despedidas de soltero, una vez que el alcohol ha empezado a subirse a la cabeza. Dessanarse es pues un estado deseable del aguileño, que no acaba de encontrar situaciones bastantes para hacerlo, desgraciadamente. Ej: "to es pegarse un golpe orujo y desannarse como un crío..." Desaparar: Dícese de la acción de separar a dos aguileños que se están peleando, lo que no suele suceder y si sucede, es amigablemente. El que desapara es un buen ciudadano, sin duda, ya que no permite que dos paisanos se enfrenten. A no ser que uno le haya mentado al otro a la madre o le haya avisado repetidamente con ese aviso que mencionaba antes: "no jodas la pava" y el otro no le haya atendido debidamente. Ej: "se liaron a guantás y el cabo la guardia civil los desaparó..." Descambiar: Dícese de la acción de cambiar...por segunda vez. Una cosa es cambiar y otra diferente es descambiar. Se puede cambiar de marido y de chaqueta, pero descambiar sólo se puede descambiar "...un jaique en lo de las pelis..." Desclarecío: término técnico que define una cosa o espacio que mantiene una amplitud o unas proporciones adecuadas, a nuestro corto entender. Cuando

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una habitación se encuentra poco llena de muebles, lo que no es en absoluto aconsejable, se dice que está desclarecía. La distancia de este término al de desangelada es mínima. Por ello conviene equipar convenientemente, sin miserias las habitaciones de: muebles. Obvio decir dónde los venden. Bueno, pues la diferencia, cuando hablamos de cosas, con enterquecío son claras. Si a estas alturas tengo que explicarlo, es que no han servido los 30 folios anteriores. Desinquieto: Se dice desinquieto a un niño, incluso a aun adulto, que es Inquieto-hiperactivo, es decir que no para un segundo. Pudiera parecer que quiere significar que quiere decir lo contrario, pero en Águilas no es así. Desinquieto es eso. Si fuera fácil ir a la Luna, ya hubieran ido hace 500 años. Pues eso, si fuera fácil entender nuestro argot, no sería necesario este Glosario. Ej: "qué hombre más desinquieto, por dios, no me deja parar ni un minuto pa ` ver escaparates..." Desollón: Cuando un aguileño tiene un accidente, puede: juarnillarse o, si la cosa ha quedado a nivel de epidermis, desollarse. No reviste, pues, la misma gravedad una cosa que otra. En Águilas optamos por desollarnos, si nos dan a elegir. Sin duda. Ej: "me puse a chulearme en el espigón, me pegué una costalá y me juarnillé un capazo huesos..." Dolamas: Término científico que suele darse en toda la Región de Murcia, pero que se repite en Águilas, con alguna característica propia, que este autor desconoce en el momento de redactar este tratado.

E Ejargolao: Suele aplicarse a una prenda, de ropa o no, que se lleva con gran desprendimiento de formas y tamaños, sobre el cuerpo normalmente. Se dice de algo, incluso en construcción, que se halla maltrecho o de proporciones inapropiadas. El culo`l cofre: El cofre ( vamos por partes ) es un mueble que antes era muy empleado en Águilas para ir metiendo en él las ropas, sábanas, mantas, toallas, camisones, etc. que la niña de la casa iba a llevar como dote el día en que se casara, si es que eso sucedía ( que no siempre era así ) . A lo largo de los años, las madres y las abuelas acababan consiguiendo un magro cofre que era la envidia de las vecinas. Por otra parte, el culo del cofre no necesita más explicación: era el fondo del mismo. Hasta ahí, bien. Algunas aun no han estrenado todo lo que el cofre contenía. Pues como quien no quiere la cosa, ponerse el culo `l cofre es vestirse con las ropas más lujosas o "rebuscadas" que uno tiene en su casa. Suele ser empleado entre admiraciones y con connotaciones positivas, en principio… Ej: " la Antonia se puso pa la boda el culo `l cofre. Anda que si llega a ser ella la que se casa..." El espíritu de la golosina: Se dice semejante expresión cuando queremos definir a una persona muy delgada sin ofenderla. Sin saber si lo conseguimos. Estar escuchimizados o muy delgaditos es ser el espíritu de la golosina.

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Curioso. Y gráfico... Ej: "nene, estás más chupao que la pipa un indio, pareces el espíritu de la golosina. Cuando seas grande, serás un auténtico chimilicuatri..." El jaique: Jersey o rebeca que se suele utilizar en alguna actividad veraniega por ejemplo, ir al cine o a una terraza, por la noche. Ej: "ponte el jaique que vamos al Capri esta noche", (da lo mismo que sea en la terraza o en la sala "refrigerada"). El pijo-once: Cuando por circunstancias ajenas dejamos de ser tan considerados como definía más arriba entonces damos libertad a la lengua y entramos en el terreno de la anarquía verbal y de la más libre expresión barriobajera. Decir el pijoonce equivale a mostrar una incredulidad agnóstica aguileña. Es como no creerse algo pero expresarlo en clave, para que no nos entiendan los que no están "en el ajo". Es una sutilidad más de nuestro argot, aunque no parezca que decir semejante palabra es algo sutil. Ej: "¿que me vas a decir tú a mí que el Jòliver era de Lorca...? el pijo-once. Era más de Águilas que la Gorriona." Embelesao: Situación cercana a la catatónica en la que puede quedar un aguileño cuando se cruza con una jaquetona de coge pan y sopa. Se trata también de un estado propio de los niños aguileños en su época escolar, en la que se suelen quedar embelesados con el paso fugaz y efímero de una mosca en una clase orientada al sol poniente a las cinco de la tarde. Algunos niños pueden llegar a la mayoría de edad embelesados, sin apercibirse del paso de los años. Con seguridad, esta opción tiene un claro componente genético. A, padres embelesados, niño embelesado fijo. Se trata en fin de un proceso que puede ser circunstancial o que puede acompañar toda la vida a un aguileño. Vuelven a mencionarse sinónimos como toña, torta, empanada, bamba, etc. Ej: "anda y pégate un guatis en el peñón del roncaor, que parece estás tol día embelesao..." Embotijonarse: Atracarse de agua, preferentemente. Suele suceder a los niños, que acuden al agua, tras un día de calor, de juegos en el patio o en la playa, al sol, o apedreando perros, amistosamente, desde luego. Empavonao: Palabra que se emplea para describir un estado especial, final de un proceso que puede desarrollarse por diversos medios, pero que acaba dejando al aguileño...empavonao. Se puede producir por hacer subido en bicicleta al Cabezo del Molino, o por haberse hecho el recorrido del Rocío hasta la Virgencica, en las Cruceticas. Pero también se puede producir porque uno sea excesivamente tímido (lo que no se suele dar entre los aguileños) y se "empavone" cuando le presentan a Claudia Shiffer en la puerta del Casino, que ha venido invitada por el concejal de Festejos para presentar, en alemán, la gala de elección de Miss Placetón. Otra variación de éste término puede ser la expresión: "subirle el pavo". Ej: "en cuanto vio de frente a la zagala que le gustaba, se le empezó a subir el pavo, y míralo, ahí está empavonao perdío..." Ej: "se me ocurrió irme a la Venta`l Cocón en bicicleta y llegué tó empavonao..."

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Emperejilao: Otro término equivalente a los dos mencionados en el párrafo anterior. Cuando un/una aguileño/a se emperejila, se sobreentiende que se emperifolla y que se arrechuza. Nada menos que tres términos para un mismo concepto. Eso es riqueza lingüística. Si nos atenemos a la subdivisión geográfica, se puede deducir que lo de emperejilarse se dirige más a la huerta (a la del consejero). Ej: "la Juana que decía que no se iba a arreglar pa la verbena`l barrio `l Piojo y mírala, toa emperejilá..." Emperifollao: Emperifollao no quiere decir nada malo, ni mucho menos. Es un verbo que tiene uso preferente en el tiempo reflexivo. Emperifollarse no significa más que arreglarse mucho, casi en demasía, con motivo de alguna ocasión especial, como ir a la boda...propia. Entonces, las aguileñas se emperifollan muchísimo. También cuando se asiste a una fiesta de alta sociedad. No sé si aquí tenemos alta sociedad, porque casi todo somos bastante proletarios en mi pueblo. Ej: "nene, si vas a cenar de gorra, por lo menos emperifóllate tó lo que puedas, o cámbiate de calzoncillos, por lo menos..." Encarnarse: Dícese del proceso completo que lleva a un aguileño con un poco de cara que se va a la pescadería con una bolsa de plástico vacía en la mano a eso de las siete de la tarde. Lógicamente, al resto de los aguileños no pasa desapercibido que "va a encarnarse", es decir, (sin mala intención), que va a hacer patente, sin mencionarlo, que sus nenes esta noche quieren cenar sardinas, o jurel, o bonito, o merva, incluso boga si no hay otra cosa pero que ha de ser por el sistema de la gratuidad, o sea, de gorra. Un éxito claro es irse "parriba" con la bolsa llena de pescao fresco. Es muy difícil distinguir si es más fresco el pescao o el que se encarna... Este proceso se solía dar con gran asiduidad en guardias municipales y en guardias civiles, como cosa inherente a los Cuerpos de Seguridad. Por deformación, también se puede uno encarnar de jínjoles o de brevas. Enchochao: Cuando un aguileño más o menos madurito se queda prendado de una chica, más o menos joven, hasta el punto de perder un poco la noción de lo que está bien o está mal, puede decirse que "está enchochao”. Creo que la expresión se define por sí misma sin tener que entrar en descripciones anatómicas femeninas. Ej: " vaya una toña buena que ha pillao el Felipe, con la zagala esa que están güena, está enchochao perdío…" Endiñarla: Endiñar supone, incorporar deliberadamente una cosa o persona a otra persona...o cosa, con su permiso o sin él. Cuando le "endiñamos un mochuelo a nuestro cuñado", mostramos el aprecio que le profesamos, sin lugar a dudas. No se suelen endiñar cosas o personas que para nosotros quisiéramos, sino las que no nos interesan. Por ejemplo, nunca le endiñaríamos un Jabugo a otro cuñado. Si acaso un jamón muy salao, que es bueno pa la salú. Ej: "como me toque la cesta Navidad, se la endiño a mi primo...” Enfollinarse: Cuando un aguileño se molesta por algo, en contra de alguien, enfada y ello tiene varios grados: el más suave de ellos es el que nos ocupa, enfollinarse es enfadarse un poquico, ná más. Más adelante puede cabrearse

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como un energúmeno, pero la cosa empieza por ahí. Es más propio de novios aguileños, que se suelen pasar varios días enfollinados por un quítame allá esas pajas. Ej: "Ya sabes que como no me salga con la mía, me`n follino" Engurruñío: Dícese del estado en que queda algo o alguien tras un proceso de desgaste. Bien se puede deber al frío, al calor, al tiempo, o a otras condiciones, al final, el proceso en su posibilidad más extrema, puede dejar engurruñío un pescado, una fruta o a un aguileño. En ese estado no se está para na. Se trata de un término referido a lo físico mayormente. Ej: "la miiiigen, con este frío, me s`an engurruñío hasta las ideas..." Enjugascao: Se dice que un niño aguileño está enjugascao cuando piensa en jugar de manera compulsiva. Suele darse entre los niños de menor edad que se encuentran en casa ajena con juguetes desconocidos y estimulantes para ellos, llegando a quedarse durante horas, enjugascaos. También hay padres que están siempre "enjugascaos", pero que normalmente la esposa corta con un dolor de cabeza o algo así... Ej: "anda nene, ponte a trabajar, que estás to`l día enjugascao" Entapizarse: Enlapizarse es retomar el camino perdido circunstancialmente o bien abandonado de manera consciente. Volver al sitio en el que un aguileño se debe mantener y del que no debería haberse apartado es enlapizarse. La mayoría de los aguileños vamos o estamos como los demás esperan de nosotros, pero a veces nos desenlapizamos y entonces algún aguileño responsable nos llama al orden y, si recapacitamos, somos capaces de enlapizarnos de nuevo. Puede ser masculino o femenino. Ej: " mira nene, como no te enlapices, te voy a soltar dos guascas que te vas a mear..." Enterquecío: Dícese del estado en que acaba una cosa, nunca una persona (a no ser que sea inglés), después de un proceso de prolongada exposición al sol y la intemperie. Una camisa o camiseta puede quedar enterquecìa si se ha dejado al sol en el mes de Agosto durante dos semanas. Un inglés puede estar enterquecío nada más bajar del avión en Alicante. En ese proceso consiste, para las cosas, lo que este afortunado término quiere expresar. Contrariamente, el pantalón de un mecánico está perenne y sistemáticamente enterquecío, de manera, además, irreversible. Ej: "me quedé clisao en la playa del cigarro y pillé un ojosol que casi me muero, y, lo que es peor, la camisa se me quedó enterquecìa..." Ereza: Se aplica este término técnico a un proceso en el que se eriza la piel, de ahí su similitud fonológica, debido normalmente a la presencia de personas o hechos que pueden provocarlo, como pasar la uña por el yeso, la presencia cercana de alguna señora de buen ver, arañar una pizarra con tizas, etc. En otras comunidades autónomas se dan casos parecidos, como tiricia, lo que no deja de ser menos deformación que nuestra ereza. Esaborío: Apropiación de un andalucismo, con las mismas características fonéticas y gramaticales. Posiblemente también estén unidas sintácticamente. Y es que los de Cuevas y Pulpí son como nosotros, pero en basto...

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Esclavejío: Dícese de un estruendo, explosión producida por un impacto súbito e inesperado, que asusta a la concurrencia. Se trata de un desarrollo del término "clujío", con lo que la jerga de los aguileños resulta enriquecida notablemente, como se puede comprobar. Ej: "dio un esclavejío que se sintió en la cuesta de Juan Rabal..." Escorzo: Un escorzo es para un aguileño algo o alguien que corre a mucha velocidad. Decir: "vai un escorzo, ha sío visto y no visto..." hace evidente que su uso es algo parecido al que he descrito anteriormente. No tengo más datos. Escuerzo: Un escuerzo es algo así como un personaje característico de nuestro panorama, que implica delgado, nervioso, quisquilloso, intranquilo, etc. Lo que en el lenguaje profesional se dice hiperactivo en Águilas lo llamamos un "escuerzo”. Ej: "está chupao, se mueve más que la compresa una coja y no para de hablar, está hecho un escuerzo..." Espiritual: Cuando un aguileño llega a estar tan delgadito que hay que mirarlo con mucha atención para verlo, entonces decimos que está, o se está quedando, espirituao. Es algo así como la misma definición empleada para el "espíritu de la golosina". Realmente el espirituao es una reducción técnica y económica de la expresión mencionada, con todas sus delimitaciones. Ej: "yo no sé si tiene bulimia o pocas ganas de comer, sólo sé que s`a quedao espirituao..." Esponta: Constituye uno de los términos más empleados en nuestras latitudes. Significa, como todos los aguileños saben de sobra, una sombra bajo la que guarecerse en verano, normalmente, aunque también es habitual buscar una esponta del viento, durante el mes de Marzo. No se habla, sin embargo, de esponta del frío, básicamente porque aquí no lo hace casi nunca. Ej: "para subir al cabezo del molino, es mejor ir por la esponta" Ej: "echa por la esponta, que las mierdas al sol se derriten...”, amistosamente. Estar berreando: Los aguileños que no solemos pillar un ojo sol, podemos alcanzar, como máximo el grado de ponernos berreando, de calor, se entiende. Ej: "me he pegao una corría del castillo aquí a las cinco la tarde y me he puesto berreando..." Estar en peso: Expresión que debe ir seguida del motivo por el que se está en tan desagradable estado de tensión, de inquietud y de anhelo. Cuando una madre aguileña está esperando a su hija, de 15 años porque ha salido con los amigos y son las 2 de la madrugada, se dice que está en peso. Ello quiere significar que no toca el suelo con los pies, de la propia tensión inherente a la situación. Ej: "m´a salío mi nene con el amoto a dar un garbeo por el Cabezo de Cope y no ha vuelto, estoy en peso..." Estijeras: Deformación vulgar donde las haya, en la que alargamos innecesariamente, las hojas de la misma, haciendo estijeras de lo que debe ser simplemente tijeras. No merece más atención por lo que de falta de conocimiento del castellano supone. Constituye además una aberración, puesto que incorporamos un "es-" cuando en Águilas estamos exentos de

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pronunciar la "s", por designación divina, así que si la vamos a obviar para qué la añadimos innecesariamente. Estufío: Un estufío es lo que, normalmente, da un gato cuando se pone a la defensiva, cuando se enfada mucho con otro de su especie o con un perro, o con un niño borde aguileño. Pero figuradamente le asignamos el término a algo humano, como siempre. Así, un estufío es lo que nos da la parienta cuando llegamos tarde a casa, sea por motivos de distracción o de trabajo. Da igual. Lo primero que se encuentra un aguileño al volver después de las 12 de la noche a casa es un estudio. Como mínimo. Puede ser más... Si vuelve a las 3 de la mañana puede empezar con un estufío de grado 7 en la escala de Richter y después una demanda de divorcio, si es que los continuados estufíos no recomponen la armonía y hacen que el aguileño vuelva a casa más puntual. Ej: "das más estufíos que mi gato cuando ve al perro`l vecino”. Esturrear: término técnico que del que se hace uso cuando a un aguileño se le caen las cosas que acarrea o que intentaba, en vano, concentrar por o para algún fin concreto. Cuando un ciudadano local no organiza bien el material que intenta aglutinar, se le puede "esturrear”. Cuando a un aguileño le ha sucedido un accidente de tráfico y la suegra ha salido despedida del vehículo, y si la cosa ha acabado bien, se le suele decir: "vaya un esturreo guapo que has hecho, tío..." Nótese que la terminología es moderna en general, lo que indica que el término se encuentra en pleno uso en este final de siglo, aún. Es una palabra de la que estar orgullosos porque ha trascendido los años hasta llegar a instalarse como una palabra habitual del argot que nos caracteriza, y del que tan orgullosos debemos estar.

F Fallito: Cuando algo, o alguien, no consigue los resultados que buscaba o que por naturaleza o méritos le corresponden, entonces decimos que está falluto. Por ejemplo, cuando un huevo de gallina no consigue convertirse en un polluelo decimos que tal o cual gallina, sin ánimo de molestar, está poniendo los huevos fallutos. Igualmente trasladamos, en nuestra habilidad para equiparar conductas animales a los seres humanos, este término a los hombres sin necesidad de que se trate del mismo ejemplo sino que ampliando el espectro, lo asignamos a otras conductas que no han alcanzado los frutos perseguidos. Ejemplos...a cientos. Ej: "he contratao un peón de carga y... m`a salío falluto, es más gandul que la manta un guardia civil..." Faratao: Dícese del estado en que puede quedar algún objeto cuando recibe golpes o tejemanejes que desarticulan las partes o el todo de un producto. Se trata de términos estrictos, cuando se dice " me sá faratao el arao", como se puede comprobar es un término más común en la campiña aguileña. Como se puede apreciar es una degeneración del término desbaratar, del que no tenemos obligación en Águilas de sentirnos deudores. Asesores técnicos mencionan la versión "esfaratao" como correcta. A elegir.

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Faratute: Término sucedáneo del anterior, pero con especificidad técnica ligeramente diferente. No es lo mismo que a un aguileño le de un "pel-le" que le dé un "faratute" o un "perrengue". No hay color. Fario: Fario es (lagarto, lagarto...) algo que solemos emplear en negativo, más que nada para defendernos de lo inexplicable pero con malos indicios. Por eso hablamos de mal fario preferentemente. El mal fario lo tenía, por ejemplo, el Chamorro (lagartoooooo!!!) Defendernos del mal fario nos lleva una parte importante de nuestra vida. Pero eso también pasa en Sudamérica aunque allí se defienden de él con una cosa llamada vudú. Aquí no llegamos a tanto, pero preocuparnos sí que nos preocupa, oye... Ej: "Ha llegao un inglés al Carlos III y no me gusta nada la pinta que tiene, pa mí que nos va a traer mal fario..." Filo: Dícese del final de un objeto. Por ejemplo, cuando se dice: "mi mujer me tuvo anoche en el filo de la cama”, que quiere significar que la señora de uno le echó un rapapolvo de aquí te espero, por llegar tarde: "seguramente vendrás de chisparte como un piojo con los amigos, que en cuanto pasas por La Poza eres peor que tu padre cuando se metía en la taberna del Pavo”. (El Pavo fue una antigua taberna de vinos finos que se encontraba donde ahora está la sede de la Policía Municipal. En definitiva, siempre se ha trabajado poco en esa calle.) Aclaración: Se dijo siempre que el Pavo se tomaba un "mole", por cada uno que servia, en un acto solidario con el cliente donde los haya. Flamenca: Dentro de los apelativos descalificadores, está el presente. En Andalucía se habla de flamenca a todo lo femenino relacionado con el flamenco, como medio de expresión de la cultura de un pueblo. Pues bien, en Águilas, además de respetar lo que nuestros vecinos quieren expresar con ello, incorporamos el conocimiento de la experiencia de la vida y hablamos de una flamenca, mujer, a un putón desorejado. Una flamenca o una tía demasiado "flamenca" es eso: una puta como la copa un pino. Ej: "mira el Antonio, s`a traío una tía de Cuba que más que habanera la salío un poco flamenca, me paece a mí..." Florío: Se dice que algo se está floriendo cuando su proceso de pudrimiento ya se encuentra avanzado. Es decir, cuando salen al exterior una cierta vegetación que nace en el interior. Se aplica a los alimentos exclusivamente. Erróneamente, aún se pide en las tiendas de comestibles queso azul o Roquefort: "dame cuarto y mitad del queso ese florío que tienes allí..." O sea, tenemos buen gusto, pero no sabemos expresarlo. Los más leídos de entre los aguileños dicen "florecío", pero ese no es un término ni más apropiado, ni más fino, ni más aguileño, máxime cuando en el colmo de la finura hablan de "florecido". Si seguimos esos pasos, acabaremos perdiendo nuestras raíces y nuestros signos de identidad. Es necesario evitar torpezas como las mencionadas. Por nuestro bien. Por nuestros nenes. Por Águilas. Floripondio: expresión que se suele usar en negativo, o en sentido crítico, al menos. Empleamos el floripondio cuando no nos gusta el empleo de dichos elementos como decorativos, sea en una persona o en una casa, salón o acto social. Una cosa es hablar de las bellas flores que adornaban el salón de actos X y otra es comentar: "vaya un floripondio que llevaba la tía X en el traje..."

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Follón: Se pretende denominar con esta palabra al lío o maremagnum que se produce en algunos momentos, en determinadas circunstancias. Otras acepciones equivalentes son "lío", "pifostio" o "pelotera". También se suele designar, entre las capas sociales más inferiores, a una forma concreta de expeler un pedo, que se acompaña por los calificativos definitorios: silencioso, asesino, alevoso y traicionero. Ej: " vaya un follón que s`a soltao el jodío perro, el muy asqueroso..." Follonero/a: Es evidentemente un término válido para ambos sexos. Es más sus componentes femeninos suelen presentar mayor número de casos. Es un calificativo que describe perfectamente a la persona que se hace pesada, que se repite, que aburre a las piedras, que es capaz de ponernos para tomar un camino. Eso es una follonera o un follonero. También tengo muchos casos en la cabeza, pero ahora no me acuerdo... Ej: " parece que m` a cogío azogue el nene, la virgen qué follonero que s`a vuerto..." Fosca: Sinónimo fino de boria. Cuando un aguileño ha estado viviendo una temporada fuera del lugar que le vio nacer, puede llegar diciendo que hace fosca, pero en realidad quiere decir que hace boria. Ocurre que la boria, o fosca, le ha invadido la mente también, pero será momentáneamente, ya que los demás aguileños le llamaremos al orden en unos cuantos repasos... Ej: " en Madrid hacía fosca, pero aquí hace una boria que te c.... Freír monas: Cuando un aguileño se enfada con otro, pero no mucho, puede mandarle a varios sitios y en ese destino propuesto se puede valorar el grado de enfado o cabreo que tiene: el grado más alto es…a tomar por culo (cabreo máximo) el grado medio es…a tomar por saco (cabreo medio) el grado más bajo es…a freír monas (cabreo mínimo) Ej: " anda y vete freír monas. Y si me jodes mucho yo te mando rápidamente a tomar por culo, a mí no, ¡eh!…"

G Galguero: Persona a la que le gustan especialmente los dulces, en su más amplio espectro. Aguileño al que le cuesta mucho pasar por la confitería de Enrique sin zamparse una gilda, o por la Cafetería Aníbal sin tomarse un palo, o por lo del Lajarín sin comerse una breva (y no de higuera). Empezó su adicción pasando por el puesto del Leandro, después parando en el del Gitano y más después en la confitería de Diego (de tan grato recuerdo). Ej: "mira si será galguero mi nene, que se ha zampao tres kilos de durces y m´a dicho que m´aparte por si explota como un ziquitraque..." Gamella: término que define una cantidad concreta de alimento, por ejemplo. Cuando uno tiene jaluya, mucha jaluya, sólo se puede resolver su estado con una gamella de arroz, por ejemplo. La mayoría de los cuñados necesitan una gamella para calmar las ganas de comer de gorra que traen a nuestra casa el día que les invitamos. También pasa con las cuñadas. Ej: "fui a Marruecos de viaje y hasta que volví a Águilas y me comí una gamella de brevas no me apercibí de que había vuelto"

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Garbeo: Forma concreta de paseo aguileño, que solía producirse a lo largo del actual muelle comercial, desde la Escala Real (o Calica) hasta la Farola. Dar un garbeo por la Farola solía tener, en cierta época, muchas connotaciones erótico-festivas, entre los más jóvenes. La cosa no era como es hoy. Ej: "nene, anda corre y date un garbeo por la farola con tu novia, a ver si espabilas”. Giñarse: Tiene su equivalente en algo tan vulgar que debería obviar, pero no puedo evitar hacer uso del ejemplo para un buen entendimiento del concepto. Giñarse es " cagarse por la pataabajo”. Eso si somos escatológicos y realistas. Pero figuradamente también lo aplicamos, como adjetivo, a la persona, sea o no aguileña, que toma una decisión, se envalentona...y al final...se giña. Es decir, que se raja, que se echa para atrás, que se acobarda. Ej: "iba to`l día detrás de la rubia, to fue darse la vuelta y preguntarle la hora y se giñó...” Goler: Dícese del acto de oler, pero no textualmente, sino de manera figurada, es decir, cuando una aguileña, habitualmente, se da un garbeo por la casa de la vecina para ver cómo está, realmente va a goler si la hija s`a quedao preñá, como le han dicho en la pescadería. Si recaba la información suficiente para confirmar la primicia, se encargará de difundirla de modo más eficaz que el telediario de las tres. Si no la confirmara, siempre quedará la duda, por unos nueve o diez meses al menos. Eso es goler, técnicamente. Otra cosa es oler, que es el proceso natural por el que detectamos una impresión a través del sentido del olfato. Nada que ver. Lo que a los aguileños nos gusta es oler una sartená de gambas asás; pero lo que nos gusta goler es todo absolutamente todo, lo demás. Propio de nuestro espíritu curioso y juguetón... Ej: "estoy aburrío, me voy al Casino, a goler un poco..." Gomitera: Se trata de una deformación vulgar, bastante vulgar, de un término que habla del efecto de una chispera o de una panzá de comer. Tras un mal asentamiento en el estómago, éste procederá a lo que en los pájaros se llama regurgitar y en los humanos se llama: gomitar. También figuradamente solemos hacer chistes o exageraciones con estos términos tan técnicos, cuando decimos "vaya una tosera, acabarás gomitando la primera papilla”. También, en este terreno de lo impresionista, se puede gomitar hasta la primera leche que te dieron..." Gorlita: Este es un término técnico que quiere definir la vuelta desordenada que realiza una cuerda o cable cuando al manejarlo queda con un nudo que no corresponde. Ej: "nene mira cómo recoges la soga, no vayas a hacer gorlita" Guantá: Como resultado de una acalorada discusión, si finalmente no sólo no hay acuerdo sino que la cosa se complica y empiezan las palabras gruesas, se puede acabar a base de guantás. O sea, a tortas, a hostias, directamente. Es también término sinónimo de "guasca”. Debe haber alguna diferencia entre guantá y guasca, pero a no ser que una sea con la mano abierta y la otra sea con el puño cerrado, no recuerdo más detalles, que me voy librando, como puedo... Ej: " nene, como te arree una guantá vas a hacer palmas con las orejas..."

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Guatis: Deformación y adecuación aguileña de la palabra anglosajona "water", que suele indicar: baño en el agua, normalmente en playa, aunque con la modernidad y el incremento de la mejora del nivel de vida, se puede aplicar también a las piscinas, en el caso de aguileños pudientes. Guchillo: Peculiaridad de cierta palabra que como todos sabemos es cuchillo en su forma correcta. Lo sabemos pero utilizamos esa y otras muchas variaciones cuando nos viene bien. Otra peculiaridad aguileña. Güérfago: Aunque por el sonido similar pueda dar a equívoco que éste término se parece al de huérfano, nada que ver. Se trata de algo más prosaico, se define con esta palabra a un eructo, o sonido gutural emitido por la salida estrepitosa de gases propios del proceso digestivo (si son por la boca...) Si tales escapes de gases lo son por sitios menos nobles, se trata, sin duda, de follones o cuescos. Ej: " nenico, que los güérfagos entre los moros estará bien visto, pero aquí sólo lo hacen los más marranos..." Gusarapo: Dícese del bicho, larva o microbio visible a simple vista que se suele instalar en el agua o en el vino estancado. Consta como un inquilino mal incorporado a nuestras bebidas del que sólo hacemos desprecio, así como incorporamos a nuestro lenguaje entre los términos despectivos de animales, en principio, que orientamos a personas sin mucho esfuerzo.

H Hacer el preguntao: Otra aportación del estilo puro y redundante del empleo de la jerga local que de ella se hace en el campo de Águilas. Como era de esperar, se trata del equivalente a preguntar. Hacer el preguntao es, lógicamente, ejecutar la acción de preguntar, pero con estilo, con aplomo, con control de la situación, sabiendo lo que se va a preguntar y posiblemente lo que puede responder... Ej: "nene, a ver si eres sincero conmigo que te voy a hacer un preguntao...” Hacer un traje: Esta expresión no quiere, para nada, decir lo que dice. Curioso. Realmente lo que dejamos traslucir tras ella es que estamos criticando a alguien, que le estamos poniendo " bonico", que le estamos publicando, que estamos poniendo al día los archivos. Eso es hacerle un traje a un paisano o paisana, preferentemente. Se le puede hacer un traje a medida o que le venga grande... En estos casos, se agradece que cuanto más escaso le quede el traje, mejor parado queda el interfecto, amigablemente... Ej: " hoy que no ha venío el Manolo, le vamos a hacer un traje que lo vamos a dejar bonico..." Hartazón: Dícese de un estado psicológico de contrariedad o de animadversión hacia alguien que provoca un cierto cansancio o agotamiento mental. Al que lo sufre es el que dice: "qué hartazón, estoy negra ya contigo..." Suele indicar un estado de ánimo momentáneo así como un aviso para que el que provoca el hartazón regule más sus capacidades de cansar al prójimo (a). La señora de este modesto autor lo dice mucho, por cierto. Ej: "qué hartazón de tío, siempre pensando en lo mismo..."

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Hecho un leñal: término que me ha pedido incorpore a este glosario un aguileño, aunque no deseo apoyar en su integridad ya que no he oído esta expresión con la suficiente abundancia como para mencionarla más. Helor: Cuando en Águilas el termómetro baja de los 10-12 grados, empezamos a escuchar por las calles: vaya un helor que hace o qué helor ha hecho esta noche. Y es que no es propio que nos refresque tanto en este paralelo nuestro, más tropical que templado. Por ello supone una sorpresa siempre, a pesar del desmadre en los climas que hemos conseguido con tanta contaminación y con tanto agujero en la capa de ozono. Ej: " esta mañana me dao un vortio por la calle Triana y hacía un helor..., que me tenío que poner un zamarro encima..." Hincha: Este término no quiere significar que algo tiene un volumen superior al normal, sino que las relaciones entre dos personas pasan por un mal momento. Uno, por las razones que sean, le tiene una cierta manía, rencor o rabia a otro. Eso es tener hincha. Suele suceder entre profesor y alumno, cuando éste no va como su padre quisiera en el colegio, está claro que es que el maestro o la "seño" le tienen hincha... Ej: "esa maestra me tiene una hincha desde que le dije que parecía de Lorca, por el olor..."

I Inmao: término cuasi murciano, incluso huertano, que se usa en cierto momento en Águilas. No le tendremos pues el aprecio que le tenemos al resto. Dícese de una forma concreta de apoyar la espalda contra una pared. Ahí está la diferencia: cuando se dice en Águilas nos referiremos a una pareta. Ej: "Mira pa` llá, el hijo del guardia es el que está inmao en la pareta, es más gandul que un trillo..."

J Jalichao: Término que define, exactamente, a una persona que no lleva su aspecto exterior cuidado ni siquiera visible sin troncharse de risa. Una aguileños jalichao era el que llevaba los jardares fuera y la camisa llena lamparones, debajo de un jaique raído y con los pantalones colganderos. De esos ya no existen, y es que...se está perdiendo tó... Jalichao: Término sinónimo de otros anteriores, y es que para lo negativo parecemos contar con más expresiones y giros que para lo positivo. Equivale pues, a jarciao, agüí, chimilicuatri, pero sin perder cada una de estas palabras su propia identidad, su rasgo peculiar definitorio y excluyente. No sé si me explico. Se puede ser un janglòn jarciao, pero es difícil, los ejemplares deben ser raros especimenes. Sí se puede ser un janglòn algo jalichao, pero siendo poco habitual, es más probable que la primera propuesta. Lo que no se puede ser de ningún modo es una jaquetona jalichá. El contrasentido es evidente y manifiesto. Si algún aguileño habla de una jaquetona muy jalichá, atentos paisanos: NO es aguileño. Ej: " la virgen, nene, vas más jalichao que un lorquino con los zapatos cambiaos de pie..." 34


Jalilla: Es esa característica con la que suele llegar el cuñado a la hora de comer, especialmente si hay gambas. Jalulla (o jaluya) es tener apetito, incluso hambre en un grado incontinente. El que tiene jalulla se come a Pavía, o se puede comer a dios por una pata, si se pone. Es circunstancial, nunca inherente. Ej: "nos fuimos a hacer costillicas asás al campo y a las tres teníamos todos una jalulla..." Ej: " m´a venío mi nene con una jalulla de la mili, que se me come hasta los moniatos asaos con manteca cerdo..." Jamelgo: Jamergo o jamelgo (según autores) es un burro, con perdón. No aporta ninguna novedad al lenguaje español, puesto que ya Sancho Panza lo empleó en 1605. Pero vuelve a tener una particularidad en nuestra ciudad cuando lo aplicamos a personas como casi siempre, con carácter negativo o crítico. Ej: "vai un jamergo, es más gandul que un trillo..." Janglón: Muchachote aguileño de gran porte, no necesariamente en las proporciones, sino en tamaño y que indica cierto desgarbamiento en las formas y en las maneras. Ej: " el hijo del Julio pesa ya 85 Kg., está hecho ya un janglón”. Jaquetona: término aguileño genuino donde los haya. Sirve para definir las características de una chica o señora, en clave, para entendernos unos aguileños a otros. Jaquetona reúne casi todas las características positivas de una señora, alta, grande, hermosa, guapa, buena (en sentido físico) y quizá hasta complaciente. Cuando un aguileño dice a otro, ante la visión de una visitante: "mira, que tía más jaquetona...”, sólo un buen entendedor captará la fina ironía, que dice mi amigo Daniel (que es de Albudeite). Podemos entender, si lo deseamos que es el término femenino equivalente a janglòn (que ya dijimos no se puede decir janglona), pero el de jaquetona conlleva más aspectos positivos que el anterior, donde va a parar... No existe el masculino, es decir no hay jaquetones, creo. Jarciao: Sujeto, puede ser o no local, que no desprende gracia alguna. Suele producir una cierta repulsión en el contacto con él, así como no suele ganarse grandes simpatías entre los aguileños. Entre el colectivo gitano de Águilas se puede producir una interesante variación fonética, quedando el término en " Jraciao", con el mismo sentido que el mencionado para el colectivo payo. Ej: " ayer me dio la tabarra un tío más jarciao...". Ej:" mira el payo éste, qué jarciao que es que no me da 20 duros..." Jardares: Parte de la camisa o jersey (nunca jaique ni rebeca) que suele sobresalir de los pantalones, alojados dentro de los cuales (y fuera de los calzoncillos) debe ir, y que por puro despiste o desenfado de jóvenes aguileños, o de pescadores poco respetuosos con su aspecto exterior. Técnicamente es una camisa que debe ir dentro de los pantalones…y no va. Jardúa: Una jardúa es claramente una asignación subjetiva aplicable a una señora, normalmente visitante, y con más probabilidades que sea extranjera o "forastera”. Una jardúa es una señora que ha conseguido poco respeto entre nosotros. No es bueno que a una le digan jardúa. Cada maestrillo tiene su librillo... Ej: " anda que... vai una jardúa que nos ha llegao de fuera..."

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Jarpá: Término menor dentro de la trilogía que con éste se completa, que supone un refrigerio de agua en la cara, a donde es llevada con las palmas de las manos ahuecadas para acaparar más cantidad de agua fresca. Se dice, figuradamente, de una forma de despabilarse con este sencillo sistema. Ej: " me eché una jarpá de agua después de dormir la mona”. Jarro de mear: Lo que en el resto de España es un orinal, aquí ha sido siempre, es decir, de "to la vida dios“, un jarro mear. La descripción se termina aquí por no entrar en cuestiones escatológicas, que no es mi estilo. Ej: "yo cuando me voy a echar la siesta, siempre me llevo un buen libro y el jarro mear, por si acaso..." Jaspao: Palabra genuinamente aguileña y que define por sí sola, sin necesidad de más calificativos, a una persona, normalmente un hombre, que suele darse a vivir a la "buena de Dios", es decir, con más cara que billetes. Cuando a uno le van mal los negocios, se dice que se está quedando "jaspao". Si ya está en bancarrota se puede decir que ya está "jaspao", directamente. Y para calificar a alguien de quien hay dudas de su situación económica, la libertad que nos concedemos hace decirnos unos a otros: "este es un jaspao". Ej: como alteración de una famosa frase histórica, se podría decir, en Águilas: "prefiero morir, o ser un jaspao, antes que vivir de rodillas”. Jaspe: Significa un grado superlativo de limpieza. Propio de las amas de casa aguileñas "dejar la casa como un jaspe", equivale a " como una patena", en el argot del resto de los españoles. Ej: "mi mujer me ha dejado el bolsillo como un jaspe...” Jemequear: expresión onomatopéyica que quiere simular el llanto de un niño recién nacido aguileño. No es lo mismo llorar a moco tendido que jemequear. En el segundo caso le solemos prestar menos atención al bebé, porque sólo pretende llamar la atención y atender al menor jemequeo es propio de padres primerizos que se verán obligados por el niño ya toda la vida. El otro extremo es el de los padres que dicen: "déjalo, a ver si se desgañita..."Ni una cosa ni otra. Jenares: Jenares es una definición concreta de una característica psicológica de un aguileño o visitante. Decir de alguien que es un jenares no dice mucho en su favor. Más al contrario, es tremendamente negativo. Es un compendio de características psicológicas que pueden definir a alguien por sí solo. Y no es nada bueno que digan de uno que es un jenares. Supone, pues, tantas cosas que es más que un agüí y más que un chipichanda y más que torta... Ej: " no hagas mucho caso de lo que dice ese tío de la Cuesta Gos, que creo que es un jenares…" Jierro: Pieza básica de la terminología y el herramental pesquero. En Águilas un jierro es un ancla. También tiene acepciones coloquiales, como cuando decimos "echa el jierro, Manolo" si queremos avisar a Manolo (si es aguileño) de que se está pasando, bebiendo, hablando u otra de las muchas cosas en las que un aguileño se puede exceder, amistosamente. Ej: "me fui con la bici a la

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cuesta del capitán y bajando iba flechao. Si no echo el jierro me pego una costalá..." Joder la pava: Expresión que sólo sienta mal a los aguileños auténticos. Se nos pueden decir muchas cosas, pero si se nos "deja caer”: no jodas la pava, se nos pone de frente a nuestras mayores causas de respeto. La pava, para los que no conocen nuestros símbolos, es la pava en Águilas es un signo de identidad, una referencia obligada. Cuando un aguileño que está fuera de su patria muchos años se encuentra a un paisano lo primero que le preguntará es como esta la pava de la balsa. Si está bien, todo está bien (“ende gut, alles gut“, que diría un aguileño en Frankfurt). Pues bien, sabido esto, si a una persona se le dice eso de "no jodas la pava, supone que aquello que estamos haciendo no va por buen camino, no es aconsejable y no será aceptado por el que ha proferido el aviso. Y aguileño que avisa no es aguileño traidor. Ej: "¿que no me vas a prestar los veinte mil duros?, vamos hombre, no jodas la pava..." En resumen, se pueden herir otras cosas sagradas, pero atacar a un aguileño con esta frase no debe quedar sin castigo. Veinte mil duros, por ejemplo, no valen exponerse a esa amenaza. Juagarzo: Este término también tiene un único género, el masculino. No se puede decir juagarza sin caer en un grave error lingüístico aguileño. Juagarzo sí se puede considerar complementario o continuador del término janglòn (del mismo género), pero le añade alguna característica psicológica más enriquecedora. Un juagarzo en un janglòn vago, un perro como decimos entre nosotros, amigablemente. Suele ser un chico joven, que debiera ser activo pero no lo es, que debiera hacer deporte pero no da palo, que debiera ser más responsable pero no lo es. A los que se tiran hasta los 35 años en casa de los padres se les dice en toda España que no han sido captados por el mundo laboral, aquí decimos que es un juagarzo, sin más. Ej: "¿has visto al hijo del Manolo?, empezó siendo poquica cosa, luego se convirtió en un janglòn y ahora está hecho un juagarzo...”. De este modo se puede apreciar el proceso habitual que un joven aguileño Ejecuta, sistemáticamente, a lo largo de sus primeros 25-30 años, lo más gráficamente que he sabido hacerlo. Juanamoyas: Término aguileño proveniente de un nombre propio, vulgarizado en calificativo sustantivizado. Vaya tela. Decir de alguien que es un "juanamoyas" (algunos autores sostienen "juanamollas"). Supone casi un insulto, porque acarrea una serie de calificaciones implícitas, como pusilánime, calzonazos, etc. Lo que no tiene que aplicarse siempre y de manera sistemática, ya que en muchos casos se trata de una expresión de nuestro carácter acomodaticio, tranquilo, sosegado y contemplativo que nos da esta tierra y su clima, el flamear de las hojas de las palmeras, el discurrir del agua por el cuello de la pava de la balsa, las olas rompiendo con musical suavidad en el peñón del roncaor, el sol poniéndose sobre el "puente´lhornillo”, y tantas cosas más... Decir "juanamoyas" a un aguileño por poseer esas características tan honrosamente ganadas no es de recibo. Ni amigablemente. Ej: "vaya un juanamollas, la mujer le pega un estufío, el hijo le arrea pescozones y la hija le sale puta, y él...tan tranquilo..."

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Juarnillarse: Un accidente en las piedras del espigón acaba para los aguileños menos despiertos (un 0’5 %) y para todos los visitantes en un resultado de huesos juarnillados, bien partidos, bien luxados. “El caso es juarnillarse, me dan ganas de pegarte una hostia, encima”, le dice la madre amorosa al niño aguileño cuando le traen a casa con la pierna rota por cinco sitios. Jugar a las bolicas: Es eso exactamente, desarrollar un juego que se lleva a cabo con bolas de cristal, pequeñicas, lo que son bolicas, sin ir más lejos. De ahí han salido incluso apodos que en la mente de todos están. Jugar a las chapas: También lo expresa la misma palabra. Es jugar con piedras planas a catear o golpear unas con otras, a distancia, con habilidad y certera puntería, con mala intención y con cierto riesgo. Si eres hijo de ferroviario las chapas podían ser de hierro. Jumera: Una jumera es en Águilas el resultado final de una ingestión prolongada, intensa y excesiva de alcohol (sea vino, cerveza o cuerva). Todos los aguileños hemos cogido una jumera en alguna ocasión y el que esté libre de pecado que tire la 1ª piedra. También la podemos mencionar por el sinónimo: chispera. La difícil separación cuantitativa entre chispera y jumera hace pensar que la cuestión diferencial está más en lo cualitativo. Pero seguro que no es lo mismo chisparse que jumerarse. Solemos decir que uno se está chispando en el momento de la acción propiamente dicha y que, finalmente, llega "jumerao" a su casa. O sea, el presente de indicativo y el participio pasivo. Otra versión sinónima es: piparse, cuando le queremos imprimir inocencia o permisividad al acto propio de chisparse como un piojo. Grandes aguileños han hecho su fama por este medio.

L La colla: Grupo de personas, formalmente amigos y compañeros en farras y diversiones habituales de las salidas festivas, suele ser compuesto por un grupo homogéneo de personas bastante conocidas entre sí, incluso parejas de hecho. Ej: "fuimos toda la colla a La Cigarrilla, a hincharnos a sardinas" La curcusilla: Término técnico también que indica una parte concreta de la anatomía humana, justo donde la espalda pierde su digno nombre. Se trata del coxis, en concreto, pero cuando nos caemos "de culo", los aguileños decimos que nos hemos dado en la curcusilla, dolor que suele durar varios días, en Águilas y en el resto del mundo. Ej: " se resbaló en el espigón de la Colonia y se dio en la curcusilla..." La ontura: término técnico que significa la aplicación de una crema, preferentemente biosaludable, a una persona que lo precisa, bien por dormir una mala postura, por "haberse quebrao trabajando" o por cualquier otra causa justificada. Las onturas sólo pueden ser aplicadas por especialistas, incluidos los curanderos, de los que en Águilas estamos plenamente abastecidos, dedicando una parte de ellos a la exportación de sus habilidades a otros ciudadanos menos afortunados.

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La voz tomá: Cuando a un aguileño le da por cantar como Pavarotti (que podemos, si queremos, ¿eh?), puede acabar: con la voz tomá. No significa que haya cogido la voz del eminente tenor, sino que se le han "trastornao" las cuerdas vocales. O sea, que se ha quedado afónico, que ha perdido su tono musical y su timbre de voz. Qué bonita acepción, evitar la vulgaridad de la afonía para describir ese problema circunstancial como "tener la voz tomá”. Ej: "me puse a hacerle la competencia al Puche, cantándole a la Virgen el Viernes de Dolores y mira ahora, tengo la voz tomá..." Lamparón: Dícese de una mancha de grasa o aceite inserta en una camisa o chaqueta. Normalmente se aplica a una prenda superior. Si un aguileño ostenta varios lamparones en su atuendo, se le puede decir, con propiedad, que es un chino. Ej.: lo de la srta. Lewinski en el vestido eran lamparones, y ella una guarra (en EEUU), o una china, o poco curiosa (en Águilas). Cuando uno va a comer sardinas y ensalada a la Cigarrilla es más que probable que se ponga perdío a lamparones de aceite, demostrando una simbiosis con los hules del lugar. Cuando una prenda, p. ej., de un ferroviario va íntegramente llena de lamparones ya no debe ser usado este término. Eso ya es otra cosa. Lapo: Un lapo es otra manera fonológica de expresar algo tan desagradable como un escupitajo. En Águilas podemos adornar algunas palabras para hacerlas más agradables al oído, aún significando lo mismo que las que están escritas en el Diccionario de la RAL. Es una cuestión estética de la que nos podemos vanagloriar. Ej: "no sé si estaba malo ya, pero lo último que hizo antes de morirse fue echar un lapo verde…e hincar el pico…" Lefre: Cuando un aguileño o aguileña quiere expresar contrariedad u otra cosa más fuerte y si es que no quiere ser mal hablado/a, entonces dice lefre, en lugar de leche, que tampoco se puede decir que sea una palabrota, pero es más considerado para el interlocutor. Y es que somos educados hasta la médula, y procuramos no molestar a nadie, a no ser que sea lorquino. Leñe: Cuando una mujer (u hombre) aguileña no quiere expresarse con vulgaridad, lo que es habitual entre nosotros, emplea vocablos que le sirven de sinónimos para aquello que realmente se queda con ganas de decir. Por eso cuando quiere decir leche y quiere evitar lo malsonante (¿¿??) de la palabra interjeccionada, entonces hace un ejercicio mental y dice: leñe. Que queda bastante mejor y confunde mucho de las intenciones originales del interlocutor. Listo de papeles: Expresión que mantiene su sentido cuando va encadenada como se muestra. Se dice que un aguileño está "listo de papeles" cuando se quiere expresar, amistosamente como siempre, que...eso, que está "listo de papeles“; faltan al autor palabras de lenguas bárbaras que puedan definir mejor esta expresión con la contundencia y claridad que lo hacemos en Águilas. Llampando: Verbo que se pronuncia en gerundio sólamente, pero que es nuestro en todas sus formas. Creo que nadie más lo usa. Estar llampando que es la forma autóctona correcta significa tener mucha hambre, o mejor muchísimo apetito, que hambre es en otros lugares, desgraciadamente. Cuando un aguileño está llampando se come a pavía..., o a Dios por una pata,

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o se puede pegar una pechá de brevas...En definitiva, y para buscar conexiones en nuestro lenguaje, se puede decir que es como tener una jalulla tremenda, pero en un grado superior. Un aguileño llegará llampando a un bautizo, porque sabe que después de echarle las aguas al zagal el padre tiene obligación de hinchar a comer a unos 200 aguileños más. Si los invitados no saben cómo se llamará el niño no importa, lo que no debe faltar es un plato de hueva con almendricas torrás (otra conexión). O sea, para guardar las formas, se puede estar llampando para poder hincharse el p... de gorra, pero eso no se reconoce nunca públicamente, no se puede decir en voz alta, porque siempre hay algún amigo que te puede publicar. Lo sé, que conozco a varios... Ej: " no me hables de magra con tomate, que estoy llampando, me como esta noche un chino entero, con patatas" Llampo: Palabra más fonética que otras, que suele significar relámpago. Con esta palabra se expresa mayor efecto de sorpresa en el fenómeno meteorológico del que se trata. También, libremente, se puede aplicar al padre, que le pega un "llampo" al niño por portarse mal. Ej: " para ya de joder con la pelota, nenico, que te voy a soltar un llampo que te vas a cagar por la pata abajo..." Llanda: Recipiente muy llano que sirve para hornear, en Águilas, las empanadas y las tortas de sardina y las de manteca. Suelen ser negras, aunque no en su origen lo fueron. Es una base de trabajo habitual en hornos profesionales. Ej: "nene, corre y tráete la llanda de toñas que le`ncargao al Gasero” Longui: Característica propia de un aguileño cuando no desea prestar atención a lo que le dicen o le cuentan. La buena educación y la extraordinaria habilidad para no enfrentarnos entre sí, manteniendo un ambiente amigable y cordial, hace que nos hagamos lo que llamamos "el longui", mientras escuchamos. O sea que supone una desconexión absoluta del nervio auditivo que tenemos la capacidad de hacer una vez el sonido atraviesa la oreja, pero que evitamos hábilmente que pase de ahí. Es una mejora de nuestro sistema defensivo ante injerencias y ataques externos que pueden dañar nuestro organismo o poner nuestros excesivamente tesantes. Supone voluntariedad, es decir, no se hace de modo reflejo, a no ser, que como el perro de Pavlov, el estímulo provoque una respuesta automática y refleja. Entre los aguileños suele ocurrir ante los estímulos más evidentes, como el pesado, el plasta, el sablista o la señora. Ej: "vai un caradura, cada vez que le pido 50 duros, se hace el longui la mar de bien..." Los mazos del tío Palomo: La ubicación histórica concreta de los mazos del tío Palomo no es conocida por el autor, pero lo que fuera, no debían ir nada bien, ya que lo que de ellos ha quedado es un recuerdo poco favorable, haciendo uso de esta expresión desde hace más de 50 años para mostrar que algo no funciona regularmente, que un reloj retrasa o que los periodos no van acompasados...por algo...Ej: "la virgen del pompillo, el reloj de la Iglesia va peor que los mazos del tío Palomo..."

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Luegoaluego: Cuando un aguileño pretende explicar las razones más esotéricas sobre un evento, poco explicable con datos reales y medibles, entonces acude a expresiones como " luegoaluego" u otras equivalente. Es como decir algo sin decir nada. O viceversa. Ej: " no sé cómo decirte...luegoaluego...no sé explicarme..." Lumbrerá: La lumbrerà es lo que se hace en la noche del 23 de Junio en toda Águilas. Una cosa es hacer fuego con algún fin utilitario, aunque sea grande y otra es hacer una lumbrerà. En las lumbrerás se aprovecha en Águilas para pegarle fuego a todo lo innecesario, a lo inútil o a lo inservible. Más de una vez se ha sacado del fuego a algún cuñado en última instancia. En el fuego colaboran todos los vecinos, que posiblemente no vuelvan a dirigirse la palabra en el resto del año, pero el espíritu de colaboración es manifiesto en las lumbrerás y en ir a campelar brevas, pocas veces más.

M Maceta: La maceta para los españoles por encima de la cuesta de Juan Rabal es un recipiente en el que alojar una planta, un geranio, p. ej. , en esta isla no separada del continente que es Águilas, una maceta es dos cosas: lo mismo que en el resto de España, pero para poner gitanas, p. ej. . Pero además, es un cucurucho de pasta de galleta para plantar una o varias bolas de helado. Afortunadamente, es una palabra que permanece, porque hemos tenido los aguileños el buen gusto de incorporarla al acerbo lingüístico de nuestros hijos. Ej: " nene, anda, corre y cómprate una maceta de turrón, a ver si nos dejas a tu madre y a mí, que tenemos que tratar de un asunto durante un cuarto de hora, más o menos..." Macoco: Palabra que muestra un gran interés etnográfico. Sin duda, hace posible que pensemos en las primeras poblaciones de Águilas, más allá de los romanos incluso, se puede deducir con cierta soltura histórica, que en un momento de la historia, un pueblo africano nos invadió y de ello sólo quedó alguna forma lingüística. Y ante ella nos encontramos. “Macoco" es un término que proviene del swuahili, o del tanzano arcaico, y con ello querìan definir "fruta del lugar en estado de comer", como por ejemplo las brevas aguileñas de antes de C... Esa palabra tan correctamente aplicada a una situación tan definida se ha mantenido a lo largo de los siglos, siendo común en zonas tan dispares y alejadas geográficamente. En el mismo punto de maduración se encontrará un coco en la palmera en el Ngorongoro como una breva en la Majá del Moro, si se habla de macoco o macoca, que ésta sí tiene los dos géneros. También se puede aplicar a personas cuando queremos definir el estado lamentable al que la edad suele hacer llegar a los aguileños/as, aunque nos pese. Ej: "tú, más que carlancúo, ya estás macoco, abuelo..." Mala Saura: Si queremos definir a una persona, que no tiene por qué ser Aguileño, que reúne las peores condiciones de relación con los demás porque es un borde, un sátrapa o un jarciao, entonces solemos decir que tiene "mala saúra”. Es, pues uno de los grados más elevados de maldad que se resume con esa palabra que proviene de un origen sin relación alguna con lo que

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solemos expresar con ella. La "saúra" es como el lector sabrá, la asadura, la parte del cerdo que se hace directamente después de la matanza, allá por Enero, y que se comen con deleite los menos escrupulosos. Se supone, pues, que la saúra no es la parte más noble del animal. De ahí su deformación coloquial para llegar a simbolizar un tipo de carácter poco o nada noble. Ej: "si será borde el tío que le está sacando las perras a la vieja, si tendrá mala saúra..." Malafollá: Persona de mal carácter, que no tiene por qué ser aguileño de antepasados comprobados. Se suele aplicar al que se le " ha calado" recientemente como portador de dicho carácter agrio y desabrido. Como se puede comprobar, el término se define por sí solo cuando lo diseccionamos etimológicamente: mala + follá: Sin comentarios. Pero vale recordar un dicho propio del campo de Águilas: " un hombre bien comío, bien bebío y bien follao...no se sabe lo que puede dar de sí..." Como refrán autóctono vale un 10. Existe un referente que la experiencia y la historia han determinado en Águilas. Ej: "tienes más malafollá que el Pupas”. (Sin referencias de "el Pupas"). Mandanga: Este término supone otra descalificación en la persona que resulta acreedor de la misma. Suele ser por suscripción popular, como la de juagarzo, curiosa, paíña, etc. por lo que la asignación es libre. En tanto que Janglòn, Jaquetona, etc. lo hacen las evidencias, por la edad o por la complexión atlética. Así, tenemos términos subjetivos y objetivos, con lo que la incorporación de unos u otros no es aleatoria en el lenguaje aguileño. Por cierto, un mandanga es alguien (masculino normalmente) que trabaja realmente poco, sin ocultarse en absoluto, incluso recreándose en ello, según los casos. Si uno es más gandul que "la manta de un celador”, se puede decir que es un auténtico mandanga. Ej: " nene, tú lo que eres es más que gandul, tú eres un auténtico mandanga..." Mandao: Un mandao es una obligación que un aguileño tiene de motu propio, o que le ha impuesto alguien de rango superior: la madre, el jefe, la suegra o el director de su banco. Cuando un aguileño tiene algo pendiente de hacer dirá siempre que tiene que hacer un mandao, si es que no desea dar excesiva información. Es un medio, pues, de salir del trance o de " irse de rositas " sin detallar lo…que a nadie le interesa. Con el paso del tiempo y con el añadido de nuestra habitual socarronería, se ha convertido en una excusa genial para justificarse cuando no se quiere hacer o decir algo. Ej: "no te puedo contar más de la historia con aquella rubia, es que tengo que hacer un mandao..." Mangar: Mangar no es la acción de un japonés haciendo dibujos. Se trata de un acto de latrocinio, es decir robar, chorizar. Ej: "ten cuidao con los hijos de la Dulce no te vayan a mangar el reloj..." Manifacero: Decimos y le endilgamos el título de manifacero al típico aguileño o visitante, que pretende realizar un trabajo o función para el que no está técnicamente cualificado. Por ejemplo, cuando un aguileño se pone a cambiar enchufes en su casa porque "se ha ido la luz" (extraordinaria forma verbal) y no da pié con bola, porque realmente no sabe lo que es un polo, y menos si es negativo o positivo. Entonces hablamos propiamente de un "manifacero", pues

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para eso está Antonio Carvajal, que sí sabe de eso. Nos encontramos, pues, ante un término muy "técnico". Mariscar: Dícese de un término técnico de la profesión del pescador. Es una palabra con su reconocimiento íntegro en el resto de las lenguas nacionales, pero en Águilas, como era de esperar, tenemos otra acepción para "mariscar“: Dícese de la actividad que suelen realizar uno o varios hombres solteros aguileños cuando salen de marcha, no sé si me explico. Este tipo de mariscar puede realizarse, como el otro, con redes, con potera, con curricán, al chambel o al volantín si la pieza es de "roqueo". Un asesor técnico menciona la variación "marisquear" como la correcta. Martingala: Una martingala es un artificio intelectual por el que se pretende alcanzar un fin, más o menos confesable. Una especie de montaje o teatro por el que esperamos conseguir algo, o alguien. Una buena martingala la puede organizar un aguileño cuando lo que le interesa tiene gran importancia., si no la martingala es de poco nivel y se puede desmontar con poco esfuerzo. Hay martingalas que duran años y años. Sin más comentarios... Ej: "vai una martingala que ha montao el hijo la Juana pa encontrarse a solas con la novia..." Marusa: Un marusa es lo que vulgarmente se denomina en el resto de España un maricón. En Águilas hemos mostrado una mayor capacidad de absorción de orientaciones sexuales de toda índole y lo hemos llamado de un modo más suave y cariñoso así pues un marusa en un maricón que es de Águilas o que viene a visitarnos. De todos modos, hay barrios donde no aconsejo que uno se defina por marusa, por muy delicado que sea. Ej: "dicen que el nene del Manolo l`a salío marusa, vaya novedad, pos igual que`l padre..." Más agua que el Maria Ramos: Como casi todos los aguileños de más de 60 años saben, el barco Maria Ramos era un transporte que zarpaba de Águilas como punto de salida habitual para dirigirse a Barcelona, adonde llevó muchos aguileños en busca de una vida mejor. En su última época, el María Ramos estaba muy viejecito y cochambroso pero cuando llegó a ser hundido, entonces se estableció la idea de que cuando un aguileño no cumplía con lo que se había comprometido, se le increpaba con esa evidencia real: "pierdes más agua que el Maria Ramos..." Más listo que el hambre: Adjetivo compuesto, que constituye una oración en sí mismo. Pretende designar a un joven, básicamente a un niño o niña, que muestra con claridad ser un aguileño/a especialmente despierto, como en el caso evidente de la hija de este autor, cuando decimos: "la Marina es más lista que el hambre”. No significa que el cuerpo de Marinería española sea, en su totalidad, inteligente, sino que la niña Marina Montalbán es excepcionalmente despierta, o "espabilá ", como para despuntar. Existe una acepción equivalente: "más lista que Piján“, sin que el autor disponga de datos biográficos que avalen esta frase genuina nuestra. Más malasombra que una higuera negra: Otra expresión que incorpora cualidades no humanas a algunas personas que no merecen calificativo mejor.

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El símil aquí es evidente. Una higuera da normalmente una excelente sombra especialmente en verano, en que se agradece. Pero no es la calidad la que se discute, sino la cantidad. La segunda premisa para entender esta oración es que aplicamos la relación entre mala- y -sombra para definir a un malafollá en su presencia, sin que se moleste o para que se moleste lo menos posible. Silogismo: Higuera = sombra; Higuera negra = sombra grande. De ahí a lo que la expresión completa: más malasombra que una higuera negra, la cosa la he puesto fácil, creo. Más mocos que una bandá pavos: El moco es para nosotros algo más que el desecho sólido ò líquido del proceso por el que la nariz actúa de filtro para el aire que respiramos. Pues bien, también se conoce por moco a la cresta invertida que poseen los pavos bajo el pico. Eso es de uso más generalizado. Un aprovechamiento lógico y original de dicho término, con tantos componentes peyorativos, hace que el aguileño emplee dicho término para expresar una cantidad elevada de mucosidad en un niño o adulto, en época de resfriados o de alergias. Tener más mocos que una bandá de pavos es uno de los síntomas más evidentes a los que debe atender un médico de atención primaria, en Águilas, desde luego. Ej: "anda nene, suénate con la sábana matrimonio que tienes más mocos que una bandá pavos..." Más sacudió que las esteras del Casino: Esta expresión sí tiene su base bien documentada y perfectamente basada en la experiencia y en el conocimiento que los aguileños tenemos de nuestro edificio más popular (aparte del Ayuntamiento, que no es Popular...). Antaño, en que el uso del centenario edificio de la Plaza de Robles Vives, era exclusivamente para el juego y la lectura, y servía de albergue para decenas de aguileños con horas ociosas que acudían diariamente al Casino para charlar, beber, jugar o leer (en este orden) . Pero como antaño las calles no estaban asfaltadas, pues ocurre que el polvo se acumulaba en las alfombras del Casino con el ir y venir de los socios (de los que habían conseguido dos bolas blancas en el comité de ingreso). Y como también antaño los empleados eran más baratos de mantener que ahora, pues estaban todo el día sacudiendo las alfombras o esteras del Casino. De ahí tan bella expresión, que solemos aplicar a los aguileños con más desparpajo y abiertos, amistosamente siempre. Ej: "que te digo yo que esa es una flamenca, que está más sacudía que las esteras del Casino..." Me la clujas: Expresión proveniente de una palabra anterior (clujío) Y cuyo significado no puedo desvelar por pudor. El cierre de una conversación, que pudo ser agradable e incluso constructiva, tendrá su punto y final cuando un aguileño le diga al otro: ¡¡me la clujas...!! . No habrá más que decir desde ese momento. Pero también es verdad que se dice en términos de amistad, no textualmente, que aquí no nos gustan esas cosas...No se si me explico. Me s`afigura: Esta expresión es equivalente a la anterior, pero con mayor componente de duda incorporado. A una vieja se le puede antojar algo evidente como el ejemplo puesto anteriormente, pero si lo que quiere afirmar es más dudoso aún, entonces dirá que “se l`a figurao”. Es como si Felipe, el funcionario, agachara el lomo y a la vieja le pareciera que además no se quejaba por ello... Lógicamente menos cercano a la realidad pocas cosas hay,

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salvo que Dios no existe. Ej: "¿pos no se m`a figurao que echaba humo la chimenea la Loma...? Me s`antoja: Me s`antoja dicen las mujeres mayores en Águilas cuando no están seguras de algo. No significa, pues, que lo que tengan sea un antojo, más propio de otras edades y circunstancias, sino que supone otra particularidad de nuestra forma de expresarnos. Si a una vieja se l`antoja que ha visto al Felipe, el funcionario, agachando el lomo, lo más posible es que no sea cierto, pero como ella sabe, a su edad, que eso es muy extraño, entonces dirá siempre que se "l`antoja”, porque se trata de algo extraño y que pocos aguileños van a creer. La prudencia no la dejará afirmar tal hecho de manera rotunda. La prudencia y la cruda realidad.... Ej: "me s`antojao que m`an soplao dos mil duros por una docena de gambas cabezonas en Las Brisas, ¿es posible?..." Me suda la pescá: Otra expresión absolutamente vulgar que hubiera preferido evitar pero que una de mis asesoras me propone como imprescindible (se trata de la misma colaboradora de: la patá en la brenca… y de más negro que los h…). Dentro de la terminología más barriobajera de Águilas, se puede escuchar a una aguileña cuando quiere expresar que lo que le estás proponiendo le da absolutamente igual, no le importa en absoluto. En términos femeninos, desde luego, pero existe una variante masculina, como no podía ser menos: me suda la p… Creo que es más conveniente dejar el tema aquí. Merva: Deformación del nombre científico de un pez habitual de nuestras costas. En castellano vulgar se le denomina melva, pero puesto que se trata de un pescado, nada de pez, apreciado en Águilas, se le incorpora un cierto nivel de importancia cambiando la l por la r, a las características alimenticias conocidas de la "merva".En las clases más bajas de la ciudadanía aguileña, existe un símil de este pescado con cierto órgano anatómico masculino, sin más explicaciones. Ello suele llevar a ciertos malentendidos, con gran intencionalidad por parte de comentaristas de hechos o sucedidos familiares o amistosos. Ej: "le dio con la merva en el..." También existe otra variación sobre este término, que puede conllevar intencionalidad según quién y cómo la diga. Ej: "abierto, como las mervas" normalmente dirigido a una forma superlativa de apertura. Otra variación sobre este término es el muy conocido "panzamerva", que se aplica a aguileños con todo el cariño, pero barrigones, y familiarmente. Un uso inapropiado, más por lo hiriente del que escucha que por la expresión aplicada a la realidad, pero no por ello menos extendido es el sexual, cuando se dice: "dejó a su mujer, en la cama, abierta como las mervas". Miaque: Se trata de una expresión que muestra un claro ahorro en el lenguaje coloquial. Con la curiosidad de que al igual que no ahorramos nada en la célebre y popular expresión: ¡¡¡mira!!! , sí que lo hacemos en la que debería ser: "mira que...”, pero conseguimos otra huella identificativa propia aguileña al reducirlo en el modo expresado. Asimismo, puede o no ser componente de una frase más significativa, pero tampoco es necesario cuando una mujer mayor dice " miaque " puede significar que algo pudo ser y no fue. Y más cosas... Ej: "con tó lo que hay en el pueblo, va el Manolo y se trae a una jaquetona de Cuba, miaque..."

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Mira: Expresión breve donde las haya, pero que nos define desde hace siglos. Ya los centinelas del castillo decían "¡¡¡mira!!!, cuando estaban de espaldas a la costa, si algún compañero decía algo sorprendente. Que un aguileño diga "¡¡¡mira!!!" es algo tan natural, espontáneo y propio que no tiene por qué significar nada más que sorpresa, en cualquiera de sus grados, en positivo o en negativo. Es decir, la palabra "mira" significa tanto para nosotros que " no se pueden poner puertas al campo". Mira para los aguileños lo es casi todo. Es una muletilla que empleamos continuamente, en el contexto o fuera de él. Es nuestra mayor aproximación a la libertad y a la anarquía que nos caracteriza. Molestaciones: Cuando un enfermo se encuentra molesto, quejumbroso , etc. si quiere mostrar que la cosa es más de lo que realmente es, entonces no dice que tiene molestias, que eso lo tiene cualquiera, sino que tiene molestaciones, que eso es más exclusivo, dónde va a parar... Moniato: Un moniato es claro un término que se conoce en el lenguaje castellano como boniato. Pero como es un producto típico de nuestra tierra, pues lo llamamos como queremos. Ej: "Se pegó una panzá de moniatos y míralo, está colorao y a punto de explotar como un ziquitraque..." Moraga: Moraga es una forma concreta de cocinar las sardinas. Se suele llevar a cabo en la playa, en verano. Se pueden asar muchas cosas en la playa, pero si son sardinas, entonces hablamos con propiedad de una " hermosa moraga”. Y lo demás son tonterías. Aunque se pueden comer sardinas asás en la Cigarrilla, ello no es propiamente una moraga, es...otra cosa... Así, vemos con sorpresa que estamos ante un término perfectamente definitorio de una costumbre y un estilo de vida. Ej: "oye, cuñao, ¿vamos a hacer una moraga en el Fraile? Venga, tú pones las sardinas y yo enciendo el fuego..." Morralla: La morralla es otro de los términos más genuinos y sonoros con que contamos. Técnicamente, la morralla es la masa de pequeños pescados que salen en la red junto con el pescado que en su principio se buscaba y que no tiene gran valor ni alimenticio ni monetario. Se habla de morralla siempre en términos despectivos. Pero figuradamente, la cosa es más despectiva aun. A un aguileño que le comparan con la morralla del pescado le quedan pocas salidas dignas, desde que prohibieron los duelos a espada. Formar parte de la morralla de los ciudadanos es de lo peor que se puede decir a un aguileño. También se aplica, menos intencionadamente, pero figuradamente a la calderilla, a las monedas, con poco valor que se suelen llevar en el bolsillo y que suele molestar más que resolver. Eso también es morralla. Creo que ha quedado claro. Nunca le digas a nadie que es una morralla, si no tienes datos fundados para ello. Ej: "que te digo que yo no soy de la jet-set de Águilas, que soy más bien de la morralla, a mancha honra..." Mostrá: Una mostrá es una medida de cantidad, de volumen y de peso combinada. Es una cualidad más la de poder definir en un mismo término la combinación entre peso y volumen para poder definir exactamente lo que una persona acarrea o entrega a otra. Una mostrá es además, una cantidad inespecífica. Para concretar más, una mostrá es exactamente lo que cabe en el hueco de la mano de una persona, ni más ni menos. Suele ser objeto de

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medición habitual entre aguileños de confianza, entre los que no existen más que buenas y amigables relaciones. Lo habitual... Una mostrá con chorrá es ni más ni menos que lo que cabe en el hueco de dos manos. La generosidad es algo que nos define. Ej: En la pescadería: " no si no quiero mucho, échame sólo una mostrá de sarmonetes, pa que los prueben los nenes..."

N Negro como los huevos de un burro: Frase hecha que me proporciona una colaboradora cuyo conocimiento de los testículos de dicho animal debe ser elevado. En base a tales datos anamórficos se justifica tal frase que viene siendo empleada desde tiempo inmemorial en nuestra ciudad, y que se define por sí misma. Cuando queremos definir a alguien especialmente por lo moreno que es podemos hacerlo comparándolo con tales atributos o diciendo que es negro como un "agüí”. A elegir…En alguna ocasión concreta se llegaba a aproximar el tema a un animal específico: el burro del Belele. Ej: "vaya un zagal feo que ha tenío la tía Maria, es más negro que los huevos de un burro…" Niátole, mísole y sápole: Otras serie de palabras propias de un juego de niños de nuestro pueblo, del que el autor no tiene más datos. Pero como se puede ver sigue la tónica establecida en la expresión de más arriba. No estoy muy católico: No estar muy católico en Águilas no significa, desgraciadamente, no pertenecer momentáneamente a la religión mayoritaria (la cual convive con varios cientos de religiones tan verdaderas), significa concretamente que el sujeto que utiliza tal expresión no se encuentra en su mejor momento de salud.....física (que es la única que se reconoce en público). Debe tener, obviamente, connotaciones con la cuestión religiosa, pero no acabo de encontrar el origen de tal símil. En ello estoy. Solicito colaboración. Abstenerse creyentes. Ej: "ayer me bebí doce cuervas en la Poza y esta mañana... no estoy mu católico..." No me hagas: Expresión cerrada, a la que no le falta ni le sobra nada, aunque lo Parezca. Se hace uso de ella cuando se quiere expresar sorpresa O algo parecido, que la misma da mucho de sí. Es un auténtico Comodín que se puede meter como fin de muchas frases. Ej: "¿que te casas con la hija la Juana?, no me hagas..." No mesquiles: Este término es como otros que recuerdo, pero no puedo explicar lo que significa. Lo sé pero no puedo ponerlo por escrito. Vaya. Ej: "que el Felipe el guardia es un gandulazo, no me esquiles, eso ya lo sabia yo...” Nulo: Decimos que "está nulo" cuando queremos decir que no está el Sol. Nuestro apego a los días soleados, tan habituales para nosotros, nos hace aplicar un sobrenombre como nulo a esos días, cuando para el resto de los españoles significa algo parecido, pero no igual. Nulo es como la nada. Pues eso es un día nublado para nosotros, como la nada. Por lo que suele provocar un día nublado para los aguileños en su estado de ánimo es por lo que le

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asignamos, de mutuo acuerdo, el calificativo de NULO. Ej: "hoy, como está nulo, no iremos a la playa del Hornillo..."

O Ocho que ochenta: Expresión que para ser correcta debe ir acompañada de un verbo: importar. Cuando un aguileño dice que le da igual ocho que ochenta es como decir que le zurran potes. Todo esto ya está desarrollado más arriba. Así que me da igual 8 que 80... Ej: " yo como caliente todos los días, a mí me da igual ocho que ochenta si por ahí se pasa hambre..." Ojosol: Forma superlativa de captar el sol, principalmente en la espalda. Se dice que un guiri ha pillado un "ojo sol" cuando su descolorida piel ha subido de intensidad en color y en grados centígrados. Los aguileños estábamos, hasta que se hizo el agujero en la capa de ozono, exentos de pillar ojo sol. Ahora ya no tanto. Hay, de todos modos, medios en la medicina alternativa para quitar el ojo sol, por ejemplo con un paño empapado en vinagre. Ej: "mira el gelipollas del inglés, qué ojo sol ha pillao en la Higuerica"

P Paíña: Especificidad de un calificativo tan habitual como poco deseable. Se dice paíña a una persona que gasta en invitar a los amigos lo mismo que un ciego en novelas. Es el antónimo de desprendido y espléndido, que es lo que más se da entre los aguileños (creo). Esta palabra no se dice, sino que se lanza. Que un aguileño le diga a otro "paíña..." es un ataque difícil de zafar y supone un calificativo que suele acompañar hasta años después de cruzar el camino de los "calistros”. Se incorpora a la base de datos de una persona de manera indeleble y definitiva. Da igual que se muera, se dirá entonces que s`a muerto... equis, el "paíña..." Este término sí se puede aplicar libremente a los no aguileños. Ej: "...la Virgen, qué paíña es el Manolo, s`a comprao unos zapatos en el mercao porque creía que le salían más baratos..." Pajizo: Dícese de persona o cosa que ha perdido el color habitual, que suele reflejar salud o buen estado, sólo puede acontecer entre personas aguileñas o al menos de la costa, porque los ingleses ya vienen pajizos de su tierra y aquí les empieza a coger un color saludable. Las cosas también pueden ponerse pajizas, como los periódicos puestos al sol. Eso es pajizo, exactamente. Ej: "me he tirao un mes en Madrid y he vuelto pajizo...” Palomica: Una palomica es una paloma pequeña. Podría ser. Pero en Águilas, como no podía ser menos, una palomica es también una bebida alcohólica propia de la época navideña y propia de las personas más ancianas que no se meten en los niveles del whisky, etc. Una palomica es, pues, una mezcla de anís dulce y agua fresca, que, siendo en su origen, ambas transparentes, se tornan opacas al reaccionar juntas. Así ocurre con las viejas de Águilas, que siendo translúcidas originalmente, dejan de serlo cuando se pegan tres o

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cuatro "palomicas". Ej: "ay, nene que sofoco tengo, anda hazme una palomica pa que me recomponga..." "Para tomar un camino": Esta es una expresión cerrada, compacta, que se ha de decir tal como está escrita, sin desglosarla ni alterarla. Es un nuevo verbo de nuestra jerga. No se debe separar ni alterar el orden, ya que el producto no sería el mismo. Para "tomar un camino" es propio de los aguileños a partir de una cierta edad, y preferentemente entre las mujeres. Es muy propio oír a una mujer de unos cincuenta y tantos decir: "me tienen harta..., estoy para tomar un camino..." que suele significar que los hijos o el marido la tienen un poco cansada. Ej: en el comercio: " tantos clientes a la púa me tienen para tomar un camino..." Parejo: Otro término técnico, empleado por los albañiles, incluso los "Albañiles Titulados", que se emplea para indicar que algo está realizado con la mayor aproximación al plano horizontal. También se emplea para expresar que algo está homogéneo, que ha quedado bien. Ej: "mira qué parejo s`a quedao el campo del Rubial, sin baches ni ná..." Pareta: construcción profesional, de albañilería, realizada en Águilas y que en términos estrictos no llega a ser una pared. Lo que parece pero no es, es una pareta. Además se refiere siempre a paredes exteriores y divisorias, normalmente a la que separa una calle (o bardosa) de un solar (o estercolero). La pareta en Águilas ha sido durante muchos años lugar de encuentro, sitio de referencia para citas, en el mejor sentido. Ej.: " a la Mari, su novio la puso caliente en la pareta del Bolicas..." lo que no significa que el novio de la señorita Maria le hiciera malas cosas, sino buenas... En Águilas no les pegamos a las mujeres, los aguileños nos conformamos con que no nos peguen ellas. Cariñosamente. Patatús: Otro forma de ataque contra la salud habitual, sucedido a un aguileño, inesperadamente siempre, pero que tiene conceptos técnicos de superior rango a los anteriores, englobándolos como un todo a sus partes. Pedrá: Dícese del acierto pleno de una piedra o guijarro en la cabeza, habitualmente, cuando un niño aguileño le tira a otro, sin querer, amistosamente. Una pedrá suele acabar con un hermoso chichón, palabra también muy nuestra, creo. Una buena pedrá puede " saltar el ojo “, pero no es muy habitual al menos ahora. Antes sí que eran pedrás, cuando hacíamos la guerra a pedrás los del cuartel contra los del barrio `l piojo. Eso eran guerras sucias y no las del Vera. Los objetos a lanzar eran entonces las piedras gachas, de las que había montañas al final del Charco, justo donde este autor vive ahora, recuperando un lugar que tantos recuerdos tiene. El charco, el barrio, los hiladores, la Chimenea la Loma.... Ej: "vaya una pedrá que le pegao al hijo `l guardia, se ha ido pa` su casa con el ojo en el borsillo...y llorando encima..."

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Pel-le: Se dice, en términos médicos estrictos, a un ataque que le da a un aguileño en el desarrollo de sus actividades de vigilia. Si se produjese durante el sueño, estaríamos hablando de un "perrengue" o "faratute". Dentro de la trilogía de ataques, el "pel-le" es el de grado más elevado, y suele ser irreversible. Cuando a un aguileño le da un "pel-le“, se dice también que "tiene las últimas orejas puestas", de manera amistosa. Pelotillero: Sinónimo de advenedizo o de adulador, pero con un término más hiriente. Decir a un aguileño que es un pelotillero es dejarle a la altura del betún, es ponerlo donde se merece, por chupatintas y lameculos. Se podrían añadir más cosas. Ej: "no te fíes un pelo del Manolo, que es un pelotillero..." Pera de la luz: En otros lugares, p. ej. el resto de España y casi toda Hispanoamérica se dice bombilla. Aquí decimos la pera y nos entendemos perfectamente, oye. Si vas a una tienda de electrodomésticos o a una ferretería y pides una pera y no te entienden, puedes irte de allí porque no son de Águilas. Vete a lo del Cabezapavo, al Lloret o a lo de Mateo de las barbas y no pierdas el tiempo. Ej: "tó fue aflojar la pera la luz y quedarme a oscuras..." Perigallo: Palabra que define, de modo jovial, un tipo concreto de escalera. Cuando es pequeña y manejable se le dice perigallo. Sin conocimiento alguno de la etimología exacta del término perigallo. Perrengue: Forma específica de alteración súbita de la situación física de un aguileño. Detalles técnicos pueden ofrecer los médicos si son de sangre pura aguileña. Ej: "al Antonio le ha dao un perrengue por el susto que la pegao su nena cuando le ha dicho que sa´ quedao preñá..." Pesahombre: Tener un canguelo, si se mantiene en el tiempo, pasa a ser: una pesahombre. Que se dice así, con artículo femenino pero con un término masculino. Otra más de nuestras peculiaridades. Se puede tener una pesahombre por no haber hecho lo conveniente en un momento determinado o por un disgusto mantenido en la mollera durante largo tiempo. Ej: "tengo una pesahombre..., he ido al cine Capri y no me han dejado entrar por estrecho de pecho..." Pescozón: Esta palabra, con similitud fonética a la anterior, no tiene nada que ver con ella. Se dice de la acción de golpear a un niño aguileño en la cabeza, normalmente con cariño, para avisarle de que su conducta no es la de un buen aguileño. Se reparten varios millones de pescozones al año, aquí. Ej: "nene, te voy a pegar un pescozón que te voy a mandar a la chimenea de La Loma..." Picacera: término importado del murciano, por lo que no precisa de explicaciones suplementarias ni para ni por un aguileño. Pico-esquina: Expresión geográfica muy concreta que empleamos los aguileños para definir la ubicación exacta de algo. Se puede aplicar de modo figurado, como cuando decimos: "cuñao, estás más salío que un picoesquina..." En la realidad tangible hablamos del borde de una esquina, lo que une el final de una bardosa con otra que viene en sentido opuesto con un grado

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de 90º, exactamente. Ej.: " pues me acuerdo que el Gitano tenía el quiosco pipas en aquel pico-esquina, exactamente..." Ej: "me recuerdo yo que la tienda del Leandro, el cabezón, estaba en el pico-esquina la plaza, concretamente..." Pinta: Segunda componente de la expresión relacionada anteriormente. La pinta tiene, a su vez, dos acepciones, complicando de modo importante, el control de nuestro argot para los no iniciados. El manejo de esta expresión supone un dominio casi profesional de nuestro característico lenguaje, sólo en zonas aledañas al Cabezo del Molino, por las Picaeras o en el pie del castillo, se consigue tan completo dominio del idioma. En el Barrio del Piojo, también. Ej: "la pinta del guiri ese tiene una panzá (o pijá) de reír…" Otra segunda acepción de este término es más peyorativa. Implica un calificativo, no explicito, de pícaro, canalla, chorizo, etc. Cuando decimos " ese, el hijo de la Antonia, es un pinta de mucho cuidado...", nos ponemos sobre aviso unos aguileños a otros sobre el elemento mencionado, amistosamente. Ej: "macho, tu nene me ha chorizao el bonito que tenía secando en el barcòn de mi casa, tu nene es un pinta de cuidao..." Pintagüifi: Es equivalente a chimilicuatri. Con una variante más chocante pero con el mismo sentido y la misma intención. Ej: " no me gusta que vayas con ese zagal, que su padre era un pintagüirfi bueno…" Poner un güevo: Cuando un aguileño, avanzado, inteligente, agudo, perspicaz e intuitivo consigue acertar en algo que para otros aguileños, que tienen esas mismas características pero en un grado superior, entonces unos nos decimos a los otros que "has puesto un huevo" lo que equivale a dar por bueno el comentario que el primer aguileño hizo. Es una confirmación del acierto, pero realizada con la sorna que nos es propia. Se supone que una gallina pone un huevo al final de un largo proceso de incubación. El aguileño que da en el clavo tras duras introspecciones mentales, también podemos decir que, finalmente, "ha puesto un huevo”. Ej: --"pa mí que la Claudia Shiffer está más güena que la Florinda Chico”. – "pues has puesto un huevo, tío” Pote: El pote es allí donde todo cabe. O casi todo. Echar cosas al pote se puede hacer ilimitadamente, ya que el pote no suele tener fondo, figuradamente siempre. Cuando nos suceden cosas que no nos preocupan, nos las echamos a la espalda...o al pote. Pero cuando queremos abarcar algo que nos sale muy barato o gratis, entonces también acudimos al pote para llenarlo sin que rebose nunca. También forma parte este término de la expresión conocida y más arriba valorada de " que me zurran potes...”. Prenda: Dícese de un chico o chica aguileños que están de buen ver, al menos para su madre. Es habitual que una madre aguileña diga que su nena es una prenda, pero los más observadores sabemos quién tiene razón y quién no .también se hace uso de este término en negativo, o al menos en "dubitativo" , cuando decimos: "con to lo que había en Águilas, el tío se ha traído de Alicante una prenda..." Ej: " Antonia, tienes una prenda de nena, me he puesto a hablar con ella y es toda una vieja..." Al parecer decir vieja a una niña quiere mejorar su condición ante otros, pero no siempre se consigue. Depende de las viejas...

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Présoles: Los présoles son los guisantes. Parece que hay que decirlo todo. Cuando las cosas son tan evidentes, resulta deshonrosa la labor del recopilador, a poco meticuloso que sea. Ej: "Paquico, dame una borsa cuartomitad présoles pal arroz..." Privarse: Palabra que suele ser utilizada para sí mismo. Significa que se está contento por algo, que se está extraordinariamente contento y alegre. Se está "privao" cuando a uno le ha tocado la primitiva, o cuando ha ido a pescar y ha sacado 25 atunes de 3 Kgs... O incluso cuando se tiene el primer hijo (aunque sea en Lorca). Estar " privao" se dice cuando la alegría es incontenible, suprema, máxima. El colmo de la felicidad para un aguileño se demuestra cuando está "privao”. Ej: "al Antonio, le han hecho a su hijo funcionario del Ayuntamiento y está privao..."

Q Quedarse caqui: Cuando los ojos pierden, además de su paralelismo, su eficacia habitual y esperada, entonces decimos que tiene los ojos cuqui. Cuando un aguileño está en medio de dicho proceso, le decimos, sin maldad, que se está quedando cuqui, que está en las cercanías de ponerse a vender cupones, vamos. Ej: " de tanto mirar a mi vecina, se me están quedando los ojos cuqui..." Quedarse en pollita: término técnico que forma parte de un juego que en Águilas cuenta con eminentes practicantes: el futbolín. (Sinon. vulgar: "furbolín"). Cuando hay fiestas, en verano y en el muelle ponen los futbolines, los auténticos, los de jugadores de hierro colao y grasa en las barras, los aguileños nos volcamos con ese juego que desarrolla tanto los reflejos como las Nintendo y otras mariconadas. Pues bien, cuando un aguileño pierde por X a 0, tiene la obligación de reconocer que le han dejado en pollita. Las cosas son así. La vida infantil puede ser cruel Unas veces se gana y otras se pierde. Pero se puede perder y se puede quedar en pollita. Pocas cosas tan humillantes para un juagarzo que lo deje su primo, el hijo del cuñado de su padre, en pollita. Como si fuera mejor, el nenico, vamos...!!!

R Rabolagartija: Cuando un aguileño está sumamente delgado se dice que es un chimilicuatri. Cuando además no tiene el menor peso específico en su casa, se dice que es un chipichanda. Cuando ni su cuñado lo respeta, estamos hablando de un agüí .pero en la expresión "rabolagartija" lo que se incorpora es una nueva imagen, que manifiesta las características propias de un aguileño, asemejándolo a una cola de una lagartija cuando la separas, de un esparteñazo, del resto del cuerpo original. Así, representará las características de movilidad y delgadez de manera evidente y gráfica, como el término quiere expresar. Ej: "nene, para ya que me tiene nervioso no sé si tengo tres zagales o es que eres nervioso, vaya un rabolagartija..."

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Rajarse: Este es otro verbo que se puede declinar, por macho o hembra y en todos los tiempos, pero por pasiva: yo me rajo, tú te rajas, él se raja, nosotros nos rajamos, etc. Significa que hemos cambiado de opinión y que ya no haremos aquello a lo que nos comprometimos. No suele pasar entre aguileños, pero algún caso se ha dado. Puede suceder que un grupo de amigos acuerden hacer una paella en el campo y uno de ellos se raje (“me dejaré caer por allí a eso de las dos, para comer, si acaso..."). Es decir, su intención es mantener su palabra, y por eso prefiere colaborar aunque sea al final del proceso... Algunos aguileños (1) acarrean este verbo como adjetivo, a lo largo de los años, como Mateo "el rajao”. Y así será por los años de los años. Amén. Rascullarse: Acción de resbalarse, patinar sobre superficie excesivamente lisa, provocando, habitualmente, la risa de otros aguileños, que suelen ver el acto accidental como error importante en el autocontrol que nos caracteriza. Por eso el colmo del pitorreo es si se rasculla un visitante. Raspa: término técnico que concreta la parte del pescado (explicación para los no aguileños) que no se come. Sin más detalles. En otras comunidades se dice espina. Pero para los que no tienen un vocabulario rico, como nosotros, es un término que ya recoge el Diccionario de la Real Academia. Raspi: Dentro de la clasificación alimentaria aguileña, supone acción para alimentarse muy básicamente, de modo muy ligero y frugal. Acto que se suele hacer en ciertos bares con tapas, como el antiguo Bar Alhambra, el Túnel o el Bar de Pedro, en la antigüedad y en la actualidad, salvando las distancias. Ej: "me voy a tomar un raspi en c`Anibal, que estoy desmayao..." Rebolica: Lío o rifirrafe que se produce por algún motivo, vale cualquiera, y en el que se aglutinan, o mejor apelotonan, gran cantidad de aguileños. Normalmente la rebolica se produce por motivos de alarma social o porque el alcalde haya dimitido (cosa que no recuerdo haya pasado en los últimos 40 años) sin recibir presión social de ningún tipo. En esas circunstancias, se forma una "rebolica" en el pueblo de cierta relevancia. Normalmente, las rebolicas no llevan a nada, dado nuestro espíritu tranquilo e indolente, sufrido y pacífico. Ej: "la virgen, la rebolica que se ha formado en la glorieta cuando han dicho que se ha ido la Pepi con la hija del sargento de la guardia civil..." Recalcá: Cuando una aguileña, o aguileño, es especialmente bajita/to se dice que parece que está recalcá (textualmente: recarcá). Ello quiere expresar gráficamente lo que entendemos por una estatura mínima, sin llegar al enanismo, pero acercándose peligrosamente. En otros contextos se suele emplear cuando a un aguileño le duele la muñeca por algún golpe, o por un exceso en el trabajo (o en las aficiones nocturnas inconfesables…), entonces decimos que tiene la "muñeca recarcá…”, y el médico seguramente nos entenderá, si tiene apego a la tierra. Ej: "¿cómo que la Antonia es bajita?, pero si está recalcá...” Recordarse: Una vuelta de tuerca al lenguaje nos autoriza a hablar de recordar como despertar. Se emplea en reflexivo, cuando decimos: "me recordao"

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cuando queremos decir que nos hemos despertado, es un término más propio del country aguileño. Sin menosprecio. Refilón: término estricto que supone un detalle de la situación por la que transcurre algo. Significa que algo no ha "dado de lleno", que "se ha acercado peligrosamente". Es una palabra que nos indica de qué modo exacto se ha producido un contacto. Ej: "esta tarde, he visto a la Antonia de refilón...”. Lo que significa que ha visto a una conocida "con la cola del ojo", pero que la ha visto, sin duda y de modo fehaciente. También se puede tener otro tipo de contacto más carnal, pero si es de refilón, ni es contacto ni es ná... Regomello: Dícese de una palabra o acción que se ha quedado en la "buchaca", es decir que no se ha sacado a la luz cuando debió hacerse. Produce en el aguileño una gran inquietud, por lo francos que somos siempre. También se permite decir "reconquija", que es equivalente. Ej:"la Antonia se ha quedao con regomello por no haberle dicho a la Paca todo lo que se dice de ella en el pueblo..." Relente: Efecto o parte del proceso que suele suceder en verano, durante las agradables noches que traen una cierta humedad. A eso es a lo que llamamos los aguileños, exactamente, el "relente", o la humedad nocturna, que suele fastidiar a las personas de cierta edad propensas a enfermedades reumáticas, vulgarmente llamadas por nosotros "la reuma". Ej: "pues anoche me fui al Capri, y con el relente, casi pillo un torzón..." Removía/o: Cuando una aguileña está soltera muchos años o divorciada hace unos pocos meses, se dice que está removía. Cierto que es un término que se suele aplicar a las bestias de carga, pero por extensión se llega a aplicar a las mujeres. Sólo en términos figurados, desde luego. En el caso masculino se suele decir que tal o cual aguileño está "más salío que una esquina”. Ej: "cuando quieras ver a un par de removías, date una vuelta por la glorieta y te vas a quedar…prendao…" Removío: Dícese del aguileño que está "sexualmente propicio". O bien, sin caer en lo hortera, que está "más salio que una esquina”. Significa que aquel al que se atribuye el adjetivo precisa de una hembra a la mayor cercanía posible, en tiempo y espacio. Ej: "nena, ten mucho cuidado que el Antonio, desde que ha venío de la mili, está removío..." Retortijón: término científico que supone la trastienda, es decir lo que viene después de una mala comida o de un exceso de vino. Ej: "me tomé una ensaladilla en el chiringuito de la Carolina y he estado con retortijones tó la noche..." (nótese que hablamos de locales situados en la comunidad autonómica andaluza). Se trata de un desarreglo intestinal que produce movimientos violentos espontáneos e incontrolables del estómago, y órganos adjuntos, que finalmente, se resuelven con "la taza”. Revenío: Dícese del final de un proceso de oxidación o de putrefacción tras el cual un alimento pasa a estar en un estado no apetecible. Se trata éste término de un verbo con pocas formas, pero muy explícitas, p. ej. se puede revenir una

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empanada atún, pero un bonito "oreao" , no. Ej: "dejé una barra pan en el barcòn al relente y s`a revenío..."

S Saber más que los ratones coloraos: Para descomponer esta frase hecha, es preciso conocer algo más sobre los llamados "ratones coloraos”. Pero como el autor de letras, no controla más información sobre dicho roedor. El caso es que se hace evidente que se trataba de animales con una gran capacidad de incorporar experiencias vividas a situaciones nuevas, adaptándose al medio con mayor aprovechamiento que otros miembros de la misma escala animal. De ahí a hablar de los ratones coloraos en positivo, casi en superlativo, hace meridianamente clara tal expresión, aplicada normalmente a los niños aguileños, que también se adaptan mejor al medio que los de ciudades vecinas, como Lorca, por ejemplo. Bien pensado, puede ser lo que he dicho o puede ser que no existan los "ratones coloraos" y toda la expresión sea un simbolismo. No sé, no sé... Ej: " mi nene sabe más que los ratones coloraos. Le digo que venga conmigo...y él: viene o... no viene... Salsera: En Águilas una salsera no es un recipiente con vertedera para repartir salsa por los platos. Ni muchísimo menos. Una salsera es una mujer que gusta de estar bien informada. Sólo se declina el femenino. Es mejor no ir más allá. La salsera gusta de estar metida en todos los platos, también. Ejemplos de salseras hay sobre medio millón en Águilas, pero no recuerdo el nombre de ninguna ahora mismo. Ej: "mi tía Pepa es una salsera, ya se ha empapado de quién se ha juntao con el Felipe, y en 5 minutos, oye..." Sargo de roqueo: Un sargo de roqueo es una especia genuina y propia sólo de nuestras costas, y especialmente, de tierra adentro, que es donde mejor se desenvuelve. Parece raro expresado así, pero un sargo de roqueo posee unas características de habilidad, destreza en la lengua, saber estar, saber perderse, dar esquinazos, y medrar cuando la situación se le pone a tiro, excepcionales. Conoce su medio y lo controla a su conveniencia, estudia al enemigo, valora al adversario, estudia sus posibilidades de victoria y entonces actúa para llevarse el trofeo a casa. Ej: "va el tío haciéndose el tonto to`l día, pero es un auténtico sargo de roqueo..." Sarpullío: Como expresión es de significación conocida, a nivel general. Pero como en Águilas no nos gusta molestar ni ofender, decimos "sarpullío" a un individuo pequeño y nervioso, insignificante y molesto. Eso es un sarpullío, en clave. Para nuestro uso... Ej: "este tío es peor que una mosca cojonera, es un sarpullío” Satélite: El término satélite en Águilas no se aplica necesariamente a los chismes que dan vueltas a la Tierra. Es más aplicable a un niño aguileño que sea omnipresente, plasta, puñetero e insistente. Eso es un satélite y no el Sputnik.

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Semejante sitio: Cuando otra mujer mayor, incluso algún hombre aguileño, dice "semejante sitio" podemos traducir simultáneamente, si posibilidad de error que trata de definir el aparato genital que convenga, masculino o femenino, respectivamente. Es una forma sutil de nuestra jerga para evitar palabras malsonantes. Hoy se encuentra en desuso en el lenguaje popular, se dice directamente lo que se quiere decir. Se están perdiendo la sutilidad y las formas. Ej: "como no me digas quién m`arreao la pedrá, te voy a dar una patá en semejante sitio..." Sentir: Esta es una palabra común para todos los españoles, pero que no nos vale como tal. Nosotros le damos una nueva acepción: sentir para los aguileños es hacerlo por el oído: es oír. Ej: "perdona nene, cuéntame otra vez lo de tu luto, que no he sentío ná..." (No significa que la abuela no acompañe en el dolor al que cuenta, sino que no le ha oído o que no le ha escuchado, porque, como ya dijimos, se había quedado clisá varios folios más arriba). Serapio que me troncho: Expresión propia de un grupo social con diferencias sexuales significativamente diferentes a las de la mayoría. Cuando un miembro de este grupo social, no minoritario en la actualidad, quiere significar que se va a "partir de la risa", puede decir: 1) " que me meeeeeeeeo..." ò 2) " ay, Serapio, que me troncho..." Ambas sirven, pero avalan una base cultural diferente. La vulgaridad de la primera muestra un graduado escolar, más o menos. La finura y la ambigüedad de la segunda hacen más posible que el usuario se trate de un universitario. Pero no siempre... Casi es más propio de un graduado escolar con pérdida evidente de aceite... Siscao: Palabra que tiene sus sinónimos en el castellano: estar con miedo, estar acoquinado (más vulgarmente estar acojonado). Si un aguileño está siscao debe de ser por algo muy gordo, ya que pocas cosas nos asustan (como por ejemplo: ir de boca en boca por el pueblo). Cuando se produce una amenaza muy concreta que ponga en riesgo el habitual fluir de la vida, se puede siscar a un aguileño. Ej.: "tó fue decirle que su nena se quería casar de prisa y corriendo y se siscó..." Solaje: El solaje es el resto que queda de una bebida tras haber bebido la mayor parte de ella. Por las causas que sean, si un vino deja solaje puede ser porque sea peleón o hecho a base de polvos, con perdón. Si la que deja solaje es el agua, es porque no es del Taibilla ni de "la Pilica”, es de dudosa procedencia. Si el solaje es del café...es muy natural, si no es de sobre. Y así, cada solaje tiene su explicación para un aguileño. Ej: "m`a cuerdo yo de lo bueno que era el vino del Pavo, con tres tientos te se iba la perola, y dejaba un solaje que pa qué..." Subirparriba: término preciso donde los haya que indica, sin posibilidad de confusión para el que escucha, hacia dónde nos dirigimos cuando le estamos exponiendo nuestra ruta: Existe, lógicamente un término antónimo a éste que es, como cualquier aguileño sabe (incluso algunos visitantes se imaginan) "bajarpabajo”. La estructura lógica pero precisa de nuestras mentes sencillas pero en la vanguardia del pensamiento moderno, hace manifiesto y evidente que esto sea así. Subirparriba y Bajarpabajo son evidencias de ello.

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Surrí – surrá, pescao frito: Esta es una locución en manifiesto desuso, por antigua y porque ya los aguileños menores de sesenta años no sabemos lo que significa. Repasando los libros de historia, suponía un reto. Decir surrí-surrá suponía incitar a alguien a hacer algo bajo amenaza de algo similar al "voto de la playa". Falta documentación técnica al autor.

T T`esquilas: De procedencia lógica, del verbo esquilar, o pelar ovejas, el uso que en Águilas hacemos es el mismo que haría una oveja cuando ve a otra que el pastor coge para afeitar. T`esquilas es como decir: te fastidias, te j..., pero mucho más refinadamente. Cuando a un aguileño le ha sucedido algo, no especialmente grave, los otros le decimos que s`esquile, que se lo ha buscado o algo equivalente, depende del bagaje cultural de quien lo dice. Tabardillo: Un tabardillo es una suerte de abrigo ligero, más que una rebeca pero menos que un zamarro, con perdón. Supone una prenda de vestir, abrigada pero ligera, acorde con el clima que nos acompaña habitualmente. Nunca usamos el tabardo. Ej: "nene, échame el tabardillo que voy a cazar pájaros al Paso, mañana tempranico, en la Chimenea la Loma..." Tallo: Tallo es una parte de la planta. Eso es en el resto del mundo, en Águilas tallo es sinónimo de churro. Pero no figuradamente ni de modo peyorativo. Churro: masa de harina frita en aceite hirviendo. Cuando un madrileño con un pisico en Fransena va a comprar churros, en cambio este autor es enviado (mandao) por su señora a por tallos. Ej: "anda Salvaorico, vete a por 300 pesetas de tallos pa´ los críos..." Personaje típico de Águilas es p. ej., Pepe el de los tallos, podemos deducir fácilmente su calificación profesional. Tanmanillo: (Sin.: Tambanillo) Dícese de una construcción básica que se realiza con cuatro palos y una lona o plástico. Se aplica a las instalaciones que los pescadores hacen en los barcos pequeños (o "cabeceros") para protegerse del sol durante la jornada de pesca en la mar. Cuando decimos que a uno se le han caído "los palos del sombrajo" es que el tanmanillo se ha desmoronado, o ha perdido su precaria verticalidad. En términos estrictos, el tanmanillo es un "chambao" bien instalado. Ej.: "nene, pégate una corría y trae la sandia de la orilla la playa pa`l tanmanillo, que ya estará fresquica..." También se hace uso de este término cuando el desconcierto se apodera de nosotros, cuando la reacción de una persona nos supone una grave alteración del concepto que del mismo tenemos. Ej: "con el Manolo, últimamente, se me están cayendo los palos del tanmanillo..." Te voy a dar una patá en la brenca ` l coño que te voy a remontar: expresión de una vulgaridad casi insultante que se puede oír aun en ciertas zonas y barrios de Águilas. Se puede producir cuando existe algún enfado o enfrentamiento tribal entre dos o más marujas aguileñas, el verbo se pone grueso y la cosa empieza a desbarrar. Este es uno de los sentidos en el que puede ir la cosa. Puede ir en otros, pero ya es cosa de llamar a los esbirros del

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Carmelo, perdón, eso era antes. Ej: "si me sigues hablando mal, te voy a dar una patá en la brenca del coño que te voy a remontar por encima`l castillo…" Tener el ángel cagao: Tener el ángel cagao es una evidencia que no necesita más explicación. Supone, desde luego, una aberración en el sentir religioso más ortodoxo. Lo que es propio de nuestra libertad para entender lo que las religiones nos quieren influir...y no siempre consiguen. Se supone, según los libros sagrados, que todos tenemos un ángel que nos protege, que nos acompaña en la vigilia y en el sueño, en la adversidad y en la riqueza. Pero puede ocurrir que algún aguileño sea propicio a desgracias, a traspiés y a otras cosas peores, entonces hablamos de que "tiene el ángel cagao”. Puede ocurrir que el ángel que debe estar "de guardia" haga zonga o se despreocupe de su protegido por algún designio divino o porque el aguileño no es merecedor de tal atención por parte del altísimo. Este proceso se suele dar entre los ateos, mal que nos pese. Ej: "tengo una mala suerte... No sé si tengo la suerte del quebrao o tengo el ángel cagao..." Tener el ángel lejos: Equivalente a la expresión anterior, refleja una situación parecida, pero no tan grave. No es lo mismo tener al ángel que nos debe acompañar lejos, momentáneamente que tenerlo cagao. Esta posibilidad es mucho más complicada e irreversible. Los profesionales de la religión suelen colaborar con el que lo tiene lejos, pero pasan olímpicamente del que lo tiene cagao... Ej: "lo tuyo, nene, no sé si es que tienes el ángel lejos o es que siempre has sío así de feo..." Tesante: Palabra que "choca" a ciertos visitantes, cuando en términos técnicos no se emplea con propiedad. Quiere decir que algo se encuentra tenso, en términos medibles, como algo cuantificable, no figurado. Puede aplicarse a algo que está a punto de desgarrarse. Ej: "tengo los nervios más tesantes que una cuerda de los Mori” Tierno como l`agua: Cuando un ama de casa aguileña quiere decir que la comida que primorosamente ha preparado está en su punto, puede decir, por ejemplo, que las patatas están tiernas como el agua. A tanta evidencia sobran más explicaciones. Sólo resaltar la facilidad en el aprovechamiento de la imagen como una incorporación al lenguaje autóctono del que debemos jactarnos a la menor oportunidad, compañeros y paisanos. A las barricadas... Ej: "nene, cómete ese purpo, que m`a salío tierno como el agua, vaya un asao purpo que t`e hecho hoy qu`es tu santo, ¿eh?..." Tío Saín: Cuando las madres antiguas, y algunas abuelas en la actualidad querían imponer una instrucción en los niños, acudían a un personaje como el tío Saín. Cuando lo hacían las madres hace más de treinta años, tenía su efecto: acongojamiento, miedo, pavor y diarrea por la pata abajo en algunos casos. Pero cuando las abuelas trasnochadas lo hacen en la actualidad con sus nietos, el efecto no sólo es nulo sino que los tiernos infantes suelen reírse creyendo que se trata de un chiste de Lepe. Han cambiado mucho las cosas y los niños aguileños están al día en cuestión de monstruos, diablos y brujas en este trozo de la historia que les ha tocado vivir. Esas cosas sólo perduran en lugares como Estados Unidos donde los niños siguen siendo tan idiotas como

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hace 30 años, pero en Águilas, el tío Saín es un personaje de leyenda que no ha superado el paso de los años. Pero cierto es que iba por las calles de Águilas ,de noche, cuando estaba muy, muy, muy oscuro con un saco en el que iba metiendo a los niños que se portaban mal y no se dormían a tiempo para que los padres fueran a la pista popular a bailar el Bayón de Ana ( el del negro zumbón). Con esos datos, muchos aguileños recordarán conmigo lo borde que era el tío Saín, los malos ratos que nos hizo pasar y lo mal que lo recordamos todavía. Mira que si existió de verdad... Tocao: Se dice que algo está tocao cuando sin que esté necesariamente tomando contacto con otra cosa, ha sufrido sus consecuencias. Esto dicho así no se entiende, pero si ponemos el ejemplo de una manzana sana que está en un cesto con otras podridas, al final diremos en Águilas que está tocá, es decir que está podrida o en trance de hacerlo en breve, que es irreversible. Me he extendido un poco porque esta acepción se puede aplicar a las personas, con el mismo sentido. Es decir que si a un aguileño se le ha detectado una grave enfermedad o que sus males lo están afectando gravemente, los demás decimos, amistosamente, que está tocao. También podemos decir que tiene las últimas orejas puestas. En diplomacia y en palabras con doble significado no nos gana nadie. Somos así y al que no le guste, que se vaya Ej: " pues me han dicho que la tía Lola, la vieja, está tocá, con una enfermedad mala, lagarto, lagarto..." Tócate la flor: Esta expresión la decimos los aguileños, con todo el cariño, cuando no queremos ser groseros o malhablados, que no es nuestro estilo ser excesivamente vulgares. De la Venta San Felipe para allá se dice " tócate el c...”, pero aquí no nos gusta tener el c... en la boca todo el día, sólo lo justo. Nuestra delicadeza innata nos permite mencionar a dicho instrumento de "distracción" con un apelativo tan bonito como la flor, que según el caso puede ser una amapola... o un cardo... Si continúo, me pierdo. Ej: " anda y tócate la flor, reinaaaaaa..." Tomar viento a la farola: Expresión coloquial que se podía utilizar como positivo, pero que normalmente se hacía en negativo. Cuando un visitante se le ponía pesado a un aguileño, lo menos que podía hacer, siendo educados, es: "mandarlo a tomar el viento a la farola...", cuando se le podrían indicar cosas peores. Tonto`l puto: Calificativo en forma de expresión cerrada que se emplea para un caso muy concreto de persona (aguileña o no). Supone un grado mayor que el de callacuezo. Es decir, aquel individuo (suele ser masculino, si no el juego de palabras puede llevar a confusión) que se aprovecha de una situación sin abrir la boca, que se planta a comer de gorra a la menor oportunidad, que está viéndolas venir y cuando llegan es el primero en arrimarse. Suele ser un individuo callado, comedido y prudente como la serpiente, pero astuto como el zorro. El tonto `l puto siempre saca ventaja allí donde está, sin decir esta boca es mía. Supone no sólo una manera de comportarse sino un modo de vida, en sí mismo. Ej: "al Felipe le han soltado la mitad de la primitiva que le tocó a su cuñado, porque dice que él fue a echarla, el tonto`l puto..."

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Tontoligo: Este es otro término equivalente al anterior, pero queriendo ser más hiriente, más incisivo, ya que relaciona la situación mental del individuo definido con la misma parte física femenina a la que tanto recurrimos (en unos casos para estas cosas, y en otros casos para otras…mejores). El tontoligo es algo como el tontolpijo, pero se quiere ofender más cuando se hace uso de tal término. Según quién, desde luego. Tontuesco: Dícese de un visitante (puede ser un aguileño, pero como se han dado pocos casos, no generalizaré) que es: tonto en grado máximo. Cuando uno supera el grado de tonto, pasa de largo por el de imbécil y consigue superar el de idiota, entonces pasa a ser un tontuesco, en Águilas y en el resto de la "bolica´l mundo”. Aunque no figura en la clasificación normalizada de la Psicología Clínica Mundial, nosotros sabemos quién es un tontuesco y quién no lo es, o lo es inmerecidamente, porque el componente de aprecio suaviza esta definición de manera ostensible. Ej: "vaya un hijo tontuesco que tiene el Felipe, que se fue a Londres, le dijeron no se qué de corner y se fue a la portería a rematar..." Toña: Producto local de alimentación, propio de cualquier época, que se realiza, con mucho mimo, en las panaderías locales y que se compone de una masa tierna en su principio, pero que se torna una destructora de dentaduras en sólo un par de días. También tiene un sentido figurado, como es de esperar, en la que expresamos, amistosamente, la falta de reprís de un visitante. Difícilmente decimos de un aguileño que " tiene una toña...", a no ser que el tema sea muy evidente e imposible de obviar entre nosotros, o la falta de reflejos sea inocultable y evidente. Al autor se le ocurren algunos nombres, pero no desea molestar, pero seguro están en las mentes de todos algunos toñas conocidos... Panaderías especializadas en este suculento y poco digestivo manjar son: la del Fanegas, la del Perula, y la del Asensio. Las toñas (psicológicamente) pueden ser pasajeras: "vaya una toña que ha pillao el Manolo con la hija la peluquera..." o bien pueden ser definitivas: "vaya una toña que tiene el hijo del Felipe, el funcionario del Ayuntamiento” Torrar: Este es un verbo que tiene en Águilas dos acepciones. Una es la de tostar excesivamente. Pero por extensión, ya que el resultado final suele ser ese, cuando se piden unas tostadas en un bar, se le pide al camarero (si no es magrebí) unas torrás, directamente. Nosotros sabemos lo que son. Quizá en Marrakech o Rabat, no. La otra acepción tiene que ver con ésta, pero figuradamente. Se trata del estado psicológico en que se encuentra un aguileño cuando se molesta con algo o con alguien, que todo puede pasar. Es como las tostadas, que si te pasas con ellas, se ponen negras, pues así nos pasa a los aguileños. Aguantamos mucho, lo que no está escrito, pero si nos queman mucho, nos torrarán. Así, cobra valor otra expresión típica nuestra: " anda y que te peguen fuego...”. Dos y dos = cuatro. Ej: "no te acerques al Manolo, que s`a torrao con tu cuñao..." Torzón: Forma típica de resfriarse un aguileño. Pillar un "torzón" es, técnicamente, coger un resfriado repentino, que se puede alargar en el tiempo, aunque se refiere estrictamente al inicio del proceso, a "coger el torzón”, sin más retórica. Ej: "el Antonio ha pillao un torzón por dormir con el culo al aire..."

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Trabajar en el alambre: Ese debió ser en cierta época uno de los trabajos más duros que un aguileño podía realizar. Ya nadie se acuerda de para qué se hacía alambre en Águilas, pero debió ser un trabajo muy duro y posiblemente mal correspondido. Por eso nos dejamos caer con algún aguileño que si trabaja duro le preguntamos si está trabajando en el alambre. Ej: "en todos los trabajos se fuma, que parece que estamos trabajando en el alambre..." Tracto: Se llama tracto, no a las primeras 6 letras de un vehículo industrial sino a un palo de regaliz, que aquí nos permitimos llamar tracto. No existe razón científica alguna que nos autorice a ello, pero tampoco la hay para que el Popeye se chispe como un piojo... Trastornarse: Cuando un aguileño entra en trance sanitario o psicológico negativo, es decir, cuando se "pone malo" de cuello para abajo o de la chaveta para arriba, se dice que " está trastornao". Cuando la mujer no quiere el acoso del marido durante la siesta, dice invariablemente, que "está trastorná”, ello puede significar que le duele la cabeza, o que está con el periodo, o cualquier excusa vana que consigue, al final, el mismo resultado. Existen casos concretos de trastornos permanentes, que lo son tanto que pueden acompañar al nombre de una persona hasta el final, incluso dejar huella en los herederos, p. ej: Lorenzo "el trastornao", conocido aguileño. Se puede asumir que esta palabra existe en el castellano, incluso en otras lenguas, como la inglesa, pero aún no se conoce que sea famoso ningún inglés como "Lawrence, the trastornate”. De aquí nuestra peculiaridad.

U Un sinfuste: Esta palabra puede ser empleada como adjetivo o como sustantivo. Cuando va acompañada de artículo deter- o indeterminado, se tratará de un calificativo dirigido a alguien que no aporta gran cosa a la innata capacidad de aprendizaje y sorpresa con la que nacemos como bagaje todos los aguileños. Se suele aplicar a los visitantes, como se puede deducir. Pocos aguileños sin fuste, pero algunos hay, me comentan... Ej: " eres más sinfuste que un crío de teta de más parriba de Ramonete..." Una churri: Palabra aguileña que no puede ir sin artículo por la izquierda. Y ha de ser indeterminado (el artículo), y también femenino. Como todo aguileño sabe, supone clara aberración decir: el churri ò un churri. Eso no es nada y tampoco dice nada de nuestro lenguaje ni de nosotros mismos. Y una churri es también eso: la nada, el cero absoluto, el insondable vacío del universo. Cuando un aguileño o visitante nos cuenta una aventura con todos los detalles y de ella no le creemos absolutamente nada, nos arropamos de autoridad para decirle claramente y en los morros: ¡¡¡una churri!!! O sea que del asunto que nos quiere colocar, nanay, que no nos tragamos ni las comas, que es un trolero y que vaya con el cuento a otra parte que a un aguileño no se le toma el pelo. Todo eso quiere y consigue resumir simplemente: una churri. Untao: término que quiere expresar, pues eso, lo que dice, que se está untao, o sea, que se está manchado, posiblemente por "haberse quedao un rato

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inmao a la pareta que la señá María acababa de darle cal, por que es muy curiosa...". Un mecánico, que no sea de RENFE, suele volver muy untado a su casa. Hasta el punto de llegar "enterquecío", incluso.

V Violetas: Otra versión muy particular de un producto conocidísimo en alimentación. Lo que para el resto de los españoles son palomitas y para los americanos son los "pop corn”, para nosotros son violetas. Las violetas son las palomitas aguileñas. Pocas definiciones como ésta, la de "jaquetona" y la de "tócate la flor" pueden representar tan bien nuestra habilidad en el lenguaje coloquial y casi poético que nos caracteriza. Ej: "me fui al cine Calablanca el domingo por la mañana y me compré cinco duros de violetas en lo de la Rosa, la del camión..." Virulé: Situación en la que se encuentran los ojos de un aguileño. Dicha situación supone un detrimento de la horizontalidad y la verticalidad propia de los ojos. Tenerlos a la virulé es tenerlos bizcos o estrábicos. O al menos tenerlos uno para el Castillo y el otro para el pico de l`aguilica, visto desde la estación del tren... Voltio: Este término deja de ser una unidad de fuerza electromotriz para pasar a ser una apropiación indebida aguileña de un término técnico empleado en ciertas profesiones relacionadas con la electricidad y con la electrónica, para querer significar meramente, en Águilas: "dar un garbeo", o un paseo, una vuelta. Ej: "nena, espérame que ya vengo, voy a darme un voltio por ahí...." Voto de la playa: No es una expresión, es todo un concepto. Cuando un aguileño le decía a otro "te voy a echar el voto la playa" significaba que en caso de no acercar posturas o llegar a un acuerdo, se podía llegar a la ejecución del voto de la playa, lo que suponía una alteración grave en las relaciones de por sí amistosas que concurren entre nosotros, habitualmente. Supone, como se puede sobreentender, una amenaza grave que no debía ser desoída ni desatendida, en absoluto.

Z Zafa: La zafa es un recipiente metálico que sirve para uso exclusivo personal, es decir para el aseo de los miembros de la familia. No tiene otra función, la zafa no sirve para lavar patatas, ni para salar la melva, ni para echar boquerones en vinagre, sólo sirve para lavarse la cara... etcétera. Antes era habitual en las casas, pero ahora que hay agua corriente sólo se puede ver en las casas de campo más alejadas de la ciudad (¿?). Ej: " nene acércame la zafa que tengo que lavarme el..., que esta noche viene tu padre de la mili... Zalamero: Cuando un aguileño o aguileña es especialmente cariñoso, o cariñosa, se dice que es un zalamero, o zalamera. Creo que se emplea

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también en el resto del idioma castellano. Sin interés. Ej: "hay que ver lo guapa que es la zagala del Manolo… y qué zalamera que es la jodía…" Zamarro: Término técnico que en el resto de España suele significar una prenda de abrigo de cierto grosor, es decir caliente (...). En el glosario aguileño significa estricta y técnicamente: mujer de costumbres distraídas. Ser una "zamarro" es formar parte de una de las peores clasificaciones morales que se pueden recolectar en Águilas para una chica o mujer hecha y derecha. Ej: "no vayas con esa tía, nene, que es una zamarro, se la han tirado todos los del edificio menos el portero, que es automático..." Zancajo: Se trata de algo, no medible que se da, que no se coge, ni se regala, sólo de puede: "DAR el zancajo”. Es una forma de expresar, poco amistosamente, que se va a dar un garbeo, una vuelta, un voltio. Cuando a una persona a la que tenemos poco apego la vemos dando un paseo, le decimos a otro aguileño que la hemos visto dando el zancajo. Es una manera peyorativa de hacer tal observación, a la que no resulta fácil encontrarle parte negativa alguna. Pero seguro que...alguien se la encuentra. Ej: "Mírala, por ahí va, cabezo arriba, cabezo abajo, tol día dando el zancajo, qué estará buscando la mu guarra..." Zanguango: Es un calificativo hiriente, pero que se administra con cariño. Un zanguango es el hijo del vecino o el propio hijo si cumple los requisitos mínimos: grande (janglòn) tendencia al desgarbamiento (juagarzo) y un poco lento de reflejos (bamba). Así, llamaremos con propiedad zanguango al chico, menor de 20 años, que no tenga previsto quebrarse trabajando ni acabar bardao moviendo ladrillos. Ej: "vaya un par de zanguangos que tenemos, les he dicho que vamos a pescar caramel de la barca y dicen que ellos no piensan remar..." Zarpa: Además de constituir uno de los tipos de pez que existe en mayor cantidad en nuestra costa, especialmente en nuestro puerto también le asignamos una forma verbal. Decir a alguien "zarpa" es decirle claramente que se esfume, que largue amarras, se compre un mapa y se pierda... La terminología marinera ha llegado a nuestro lenguaje más coloquial. Decir a la parienta que está sentada en el sofá que zarpe, no significa que queremos que se embarque para muy lejos marcharse, simplemente que desaloje el sofá, que dos no caben... amigablemente. Ej: " anda nene, suelta amarras y zarpa..." Ziquitraque: Otro término casi científico que dice con sonidos lo que no se puede expresar por escrito. Dícese del resultado de una explosión o reventón. Figuradamente se asigna al peligro que conlleva estar cerca de una persona de grandes volúmenes intestinales, cuando se dice: "apártate, que ese va a explotar como un ziquitraque después de la pasá que se está dando de minchirones..." Nótese la afluencia de términos técnicos aguileños que intervienen en esta oración. Existen ejemplos de aguileños que explotaron como ziquitraques, como fueron los tristes y recordados casos de Felipe "Enrea" y la tía Magina. El efecto de explotar como un ziquitraque produce un gran "esclavejío".

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Zonga: Cuando un niño hace lo que en tierras de toros llaman novillos, aquí se dice, directamente, que hace zonga. La falta de asistencia al colegio, por parte de los alumnos, se llama, pues, zonga. Cuando el que no asiste es el profesor la cuestión se llama baja temporal o días de libre disposición, términos que, en definitiva, son lo mismo, que el profesor hace zonga, sin tanta mariconada. Ej: "mi nene dice que no va a la escuela de las monjas porque la calle Dr. Fleming es muy peligrosa, si tendrá cara, lo que inventan los zagales para, al final, hacer zonga..." Zurrío: Porque empieza con z y porque me sabía mal acabar con la vulgar expresión anterior, quiero hablar del zurrío. Un zurrío es un ruido desagradable. Cuando un aguileño quiere explicar a otro que ha oído una especie de ruido que le ha extrañado o asustado, suele darle más énfasis diciendo que se trata de un zurrío. Debe tener su base onomatopéyica, sin duda, ya que imprimimos misterio y sobrecogimiento a nuestra frase. Otra palabra parecida, pero que no quiere decir lo mismo es: zumbío. Eso es otra cosa. Y ahora que recuerdo, hay aguileños que ostentan estas palabras como motes incorporados indeleblemente a sus familias: existe "el Zumbío" y existe "el Zurrío”. Ej: "estoy completamente acojonao, he oído un zurrío muy raro en la casa mi suegra. Ya no voy más. Es lo mejor…"

PALABRAS INFANTILES Otras palabras, más o menos autóctonas pero que se emplean para hablar a los niños de manera especial, como si fueran tontos, aproximadamente. Por su sonoridad, se justifica el empleo meramente infantil y son tales como: Chiche: Carne, molla de carne (nunca se refiere al pescado) Bubo: término técnicofonético que se refiere al demonio, a un monstruo que obliga a los niños a dormirse o a comer cuando no les apetece hacerlo. Si queremos concretar más nos podemos referir al Tío Saín, del que ya hemos hablado más arriba. Chaché, Chacha: Se refiere al tío o tía carnal, en primer grado. Por extensión se puede referir a un familiar más lejano pero del que se tiene mayor contacto que con los carnales

Nicolás Robles Escámez Ceip Joaquín Tendero Proyecto Cultura y Tradiciones

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