del proyecto miss Lupita
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del proyecto miss Lupita
Carolina Esparragoza MĂŠxico, 2012
Este documento se realizó con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales, emisión XXVII, 2012.
Realización: Carolina Esparragoza Palacios Colaboradores: María Eugenia Chellet, Carlos Derramadero Vega, Carlos A. Rovirosa Corrección y edición: Celina Salvatierra
Imagen de portada: muñeca de cartón de Celaya, Guanajuato; un juguete popular mexicano.
NOTA Imagen de la página 19: toda reproducción de imágenes de Monumentos Arqueológicos, Históricos y Artísticos y Zonas de dichos Monumentos está regulada por la Ley y su Reglamento, por lo que deberán tramitar ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el permiso correspondiente.
Gracias A mis padres, por su apoyo incondicional. A mis amigas, por fortalecerme con sus saberes. Y a todos los que creyeron y se involucraron en este proyecto.
Mu帽eca de cart贸n de Celaya. Imagen tomada de: DERRAMADERO VEGA, Carlos et al. Entre judas y calacas, esplendor artesanal de la regi贸n Laja-Baj铆o. H. Ayuntamiento de Celaya, 2009. Pag. 30.
Contenido Presentación
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Mitos e historias sobre las muñecas de cartón
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El juguete hecho a mano y su contracara
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El proyecto “Miss Lupita”
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El taller “Miss Lupita”
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Las exhibiciones
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Las historias de las nuevas muñecas
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La difusión del proyecto
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Un feedback alentador
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Exhibiciones en otros recintos
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Recursos que fueron necesarios para dar marcha al proyecto
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Los participantes
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Artesanos de Celaya que convierten el papel en arte popular
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Directorio de productores de muñecas de cartón
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Bibliografía
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Las “Lupitas” su magia y encanto
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Carlos Derramadero Vega La Lupe: de objeto popular a objeto de colección
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Mtra. María Eugenia Chellet La muñeca (aspectos históricos y sociológicos) Augusto Rovirosa
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“...el valor primordial del juguete popular no radica en mantenerse a la vanguardia tecnológica sino en su capacidad de establecer una relación social y cultural con quien lo usa...” Edilberto Ríos
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Presentación Este documento, denominado “memoria” busca compartir información acerca del proyecto Miss Lupita con toda una comunidad que nació alrededor de sus actividades y que fue extendiéndose a lo largo del desarrollo de la propuesta. El título, que hace referencia a una “memoria”, juega con la idea de caja del tiempo o de archivo, de un espacio donde guardar historias, relatos e información que son parte de un bien común y que pueden estar a la mano para suscitar nuevas creaciones y proyectos. Asimismo, se pretende reflejar parte del imaginario sobre las muñecas de cartón tradicionales que fueron disparadores de una idea inicial, pero también de las muñecas que posteriormente se hicieron en los talleres del proyecto.
Empezaremos diciendo que las ideas de lo que sería en el futuro el Proyecto Miss Lupita se volvieron más sustanciales durante el año 2008. Dos años después la propuesta dió como resultado cerca de doscientas nuevas muñecas, que conservarían en mayoría rasgos identitarios originales aunque a ellos se sumarían otros provenientes del imaginario urbano
Página 12: muñecas de Celaya, 17x11x43 cm, 2011.
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y actual de México, Japón y de otros lugares. Podría decirse entonces que se trazó un puente entre el pasado y el presente de las muñecas de cartón y que también se invocó al imaginario colectivo de las personas que habitan espacios urbanos tanto del Distrito Federal como de otras ciudades.
En estos talleres, que se planificaron como gratuitos y lograron serlo tras sumar adhesiones y voluntades, los participantes --de distintas extracciones sociales, niveles educativos y sectores de la ciudad-- vivieron la experiencia de reconocer una muñeca de cartón tradicional y trabajar sobre ella. A eso se agregó la oportunidad de exponerla para sus amigos y familiares y de contar una historia en el paso por la infaltable pasarela. El resultado final fueron en definitiva las primeras muñecas de cartón intervenidas de esta década, que se alejan un tanto del origen pero que vuelven a él gracias a la experiencia estética y lúdica, por medio de ese vínculo que establece quien moldea y trabaja con el objeto. Así, después
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del proyecto Miss Lupita hubo varias experiencias llevadas a cabo por artistas y cartoneros, como también por vecinos, retomando la idea de recuperar estas muñecas de cartón para explotar al máximo sus potencialidades.
Ante tamaño expectativa el trabajo de recopilación incluye expresiones testimoniales, datos concretos sobre la gestión y coordinación del proyecto, además de textos de personas que por estar relacionadas de alguno u otro modo, permiten reflexionar en torno a la producción artesanal, sobre su reutilización en el campo del arte y sobre un fundamento histórico y social. Finalmente, se consideró indispensable esbozar una lista con nombres de artesanos que siguen haciendo muñecas tradicionales en sus talleres de Celaya, Guanajuato.
Carolina Esparragoza realizadora del proyecto
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Mitos e historias sobre las muñecas de cartón
muñecas de cartón. Era el 5 de enero de 2010 y entonces, tras hacer consultas en la localidad llegué al taller “La Piñata”, donde se abrieron las puertas a mis interrogantes. Ahí pude dialogar con sus integrantes,
H acer
un acercamiento a un objeto o
quienes me contaron parte de la historia del
a un tema que nos interesa implica entre
juguete, sobre su realización en Celaya y su
otras cosas, descartar mitos e ideas pre-
circulación en una zona de influencia. Ho-
concebidas sobre el mismo. De ese modo,
ras después regresé a la ciudad de México
para poder hacer ese recorrido hasta las en-
con varios consejos y tips sobre cartonería
trañas de un oficio, de una práctica artesa-
y con las primeras historias recopiladas que
nal y de un objeto resultante, emprendí un
se referían precisamente a la memoria so-
primer viaje a Celaya, Guanajuato, ya que
bre los hacedores de muñecas de cartón y
en principio tenía la esperanza de encon-
sus problemáticas.
trar un mercado de juguete popular y allí dialogar con quienes contestaran mis pre-
Hecho este vínculo con el taller, pude
guntas. No obstante, para mi sorpresa, y
conocer y comprender porqué los artesanos
a pesar de que era Día de Reyes; no hubo
del juguete en general podían ser considerados guardianes de tradiciones y costum-
Página 16: muñecas de Celaya, 13x10x25 cm, 2010.
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bres, más allá de las condiciones estructu-
pero ya en la Ciudad de México, donde se les
rales que hacen que quienes se dedican a
conoce con el nombre de Lupitas.
hacer muñecas como forma de vida sean
como en ese mismo año, en Semana Santa,
cada vez menos. Con toda esa información,
(fecha en que tradicionalmente se venden
de igual manera pude completar un cuadro
Judas y muñecas de cartón) fuí al Mercado
sobre lo que ocurre en dos sitios del país
de Sonora (en la Delegación Venustiano Ca-
(Celaya y D.F.) con relación al juguete, al
rranza) siguiendo un poco mis recuerdos,
rastrear también su circulación y venta:
en los que los artesanos cartoneros acos-
mientras que unos dedican buena parte de
tumbraban vender sus productos en ese es-
su vida a aprender a hacer una muñeca,
pacio en el marco de esa fiesta religiosa.
cada vez es más difícil comercializarla, y si
Nuevamente, lo encontrado fue una signifi-
esto ocurre, todavía es más al azar la posi-
cativa merma en la asistencia. Alguien me
bilidad de encontrar quienes las valoren por
dijo: “ya no se ponen tantos como antes.
su valor simbólico y artesanal más que por
Antes, ahí en Fray Servando estaba lleno”.
el costo de sus materiales.
Esto implicó que en 2010 al auditorio del
Así fue
Mercado de Sonora sólo llegaran tres famiHabiendo conocido distintos aspectos de
lias de artesanos-vendedores. Un año antes
la producción artesanal de muñecas y sus
habían sido cinco en total, pero se recuerda
antecedentes, decidí continuar la búsqueda,
que ese año las ventas fueron pocas a lo
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Hombre vendiendo muñecos de cartón. Archivo Casasola, ciudad de México, 1920-1925. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. (Ver nota de la página 6)
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que se sumó el fallecimiento de una artesana y el hecho de que su familia eligiera no participar ni continuar la venta.
De hecho, yo no fui la única que se percató de lo que estaba ocurriendo: Mariano González Sánchez–quien es coleccionista de muñecas mexicanas—me dijo que año tras año los puestos de venta de muñecas fueron desapareciendo en la Ciudad de México. Su relato se complementa con el de Terry Holiday –-quien participó en uno de los talleres del proyecto-- y a quien también le apasionan estos juguetes. Terry asegura que en Iztapalapa ya no es fácil encontrar vendedores de muñecas de Celaya, aunque durante va-
Imagen tomada de: DOMÍNGUEZ AGUIRRE, Carmen y LEÓN GONZÁLEZ, Enriqueta. Mi libro de primer año. Comisión nacional de los libros de texto gratuitos, México, 1960. Pag. 9. Cortesía de Ivonne Guevara.
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rios años acostumbraron ofrecerlas en algu-
acercaría a ellas
nos puntos clave de la populosa delegación.
para hacer la primera
Surgieron entonces dos interrogantes.
propuesta
de exploración y
¿Se convertirán las Lupitas en un objeto que
de
sólo vivirá en el imaginario colectivo?
sobre
¿Podría servir un proyecto artístico y cultu-
diseñando
ral como incentivo para el cambio?
de
intervención el
cartón, series
estereotipos;
cirqueras, animaLa performancera María Eugenia Chellet
lias, y otras.
es una de las personas que se ha involucrado
Carmila, Dama de la noche. De la serie “De las Lupes a las Robóticas”, Ma. Eugenia Chellet, 1991.
de igual manera en el tema. Chellet cuenta
Cristina Espi-
su acercamiento a estos objetos como mu-
noza Domínguez y
chas otras personas, es decir, a partir de
Griselda
sus recuerdos. Así cuenta que cuando era
son mujeres de 72
niña jugaba con muñecas de plástico y de
y 58 años de edad respectivamente, asis-
porcelana importadas y que se eclipsaba por
tieron a los talleres Miss Lupita y en ese
las de cartón aunque no había podido lograr
contexto se emocionaron con la posibilidad
que le obsequiaran una. Años después se
de construír una muñeca de cartón ya que
Abundis
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tampoco habían podido
les que giran en torno a las muñecas de
tener una en su infan-
cartón y también, en esas charlas y diálo-
cia. Luego de partici-
gos aparecen los mitos. Uno de ellos es el
par en el proyecto,
que presenta a la muñeca como justiciera
Griselda convocó y
matrimonial: cuando una esposa se sentía
coordinó
taller
agraviada por infidelidad, escribía el nom-
de muñecas de car-
bre de la amante de su marido en el vientre
tón en su comuni-
de la muñeca para que éste supiera que ya
dad, Municipio de
sabía sobre su aventura. Un tanto menos
Chimalhua-
simpática pero igual de llamativa es la re-
cán, Estado
presentación que le atribuyen como prosti-
de México.
tuta. Ya que se cuenta que formaban parte
un
de la decoración de alguna casa de citas en De
este
el Distrito Federal, y que a cada trabajado-
m o d o ,
ra sexual se le asignaba una muñeca, por
emergen
lo que si estaba exhibida significaba que la
m u c h a s
dueña se encontraba disponible.
historias persona-
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Muñeca de cartón realizada en el taller de la familia Lemus Martínez en Celaya, Guanajuato, 11x7x25 cm, 2011.
Lo que es cierto es que la muñeca sirve
Ese efecto que las muñecas de cartón de
como disparador de un componente narrati-
Celaya ejercen en quienes interactúan con
vo que nos unifica, y, lo que puede deducirse
ellas, implica también el deseo de conocer
fácilmente es que no representa precisamen-
más sobre este objeto.
te a una niña, sino que su aspecto pareciera encajar en el canon de la figura femenina
De esa forma comencé a reunir material
adulta de la segunda década del siglo XX.
bibliográfico que siempre sigue nutriéndose
Esto es por su maquillaje y su vestimenta,
con información sobre otro tipo de juguetes
que pareciera ser un bañador de una pieza o
populares mexicanos. Hace 82 años, en la
malla usada en el circo.
primera publicación mexicana dedicada al tema, el artista Gabriel Fernández Ledesma
De manera independientemente a estos
escribió: “El juguete mexicano, rudimenta-
atributos; su esencia de cartón, la armonía
rio y deficiente en sus aplicaciones científi-
de sus materiales, y diseños florales de ori-
cas, pone en juego, no el ingenio físico, sino
gen otomí * crean un objeto con particula-
el
ridades específicas que despiertan distintas
la materia, supeditados siempre a un puro
reacciones en quienes las conocen.
concepto de belleza.” **
como aclaró la Mtra. Virginia Hernández Crisanto, * titular de la Coordinación de Culturas Populares y Preservación del Sistema Municipal de Cultura de Celaya.
FERNÁNDEZ LEDESMA, Gabriel. Juguetes Mexica** nos. Instituto Cultural de Aguascalientes. Segunda edición, México, 2006. pag. 20.
dominio y habilidad manual respecto a
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