Romance de mi casita a la orilla de un recuerdo
A mis hermanas Aída, Elsa y Delmira Luz
Qué linda casita nuestra hecha de canto y silencio, con árboles a la vera del camino carretero. Clara de luz y alegría, ancha de pampa y de cielo, al alba con trino de oro la despiertan los jilgueros. El sol la besa en el día hasta arrancarle destellos y por las noches sin luna la alumbran dos mil luceros. Sus dos jardines respiran olor a menta y romero. La visitan los gorriones y unos dulces kellopescos. Nunca faltaron palomas bajo sus blancos aleros, ni rumor de brisa y canto por sus floridos senderos.
Luis Nieto
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