Manual de Psicoprofilaxis Perinatal

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Alimentación Medidas de bienestar que ayudan

La Academía de Pediatria de Estados Unidos presentó un informe en el que señala que los niños alérgicos a la leche materna podrían tolerar el pecho si sus madres eliminaran algunos alimentos de la dieta. En un estudio publicado en la revista Pediatrics, médicos señalaron que las madres de niños lactantes que reaccionan desfavorablemente a la leche deben abstenerse de ingerir huevos, pescado, maníes, nueces, almendras y leche. Sin embargo, advirtieron que esto implicaría incorporar suplementos para evitar deficiencias de minerales y vitaminas. Asimismo, los galenos señalan que las embarazadas con mayor posibilidad de dar a luz a niños con alguna alergia no deben preocuparse por modificar su dieta antes del nacimiento del bebé. En este caso, la única posible excepción es el maní. Estudios revelan que la leche materna contiene nutrientes que reducen los riesgos de padecer enfermedades respiratorias y evitan otros problemas de salud. Por lo tanto, la agrupación recomienda que las madres amamanten a sus hijos durante los primeros seis meses de vida, se estima que un tres por ciento de los bebés que nacen son alérgicos a una proteína presente en la leche materna y en la leche de vaca. Acido fólico La mayoría de los órganos del embrión se forman durante los cuatro primeros meses del embarazo, cuando quizás aún no conozcas tu nuevo estado. Por eso conviene que tomes ciertas precauciones desde el momento de la concepción. Una de las más importantes es asegurarte un aporte adecuado de ácido fólico (más conocida como vitamina B9), que desempeña un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y la médula espinal del feto. Está demostrado que un suplemento diario de ácido fólico (0,4 mg antes del embarazo y 0,8 mg en el primer trimestre) previene graves malformaciones como la espina bífida (defecto en el cierre del tubo neural) y la anencefalia (falta parcial del cerebro, el cráneo y piel) en el niño. La carencia de vitamina B9 también se ha asociado con abortos espontáneos y desprendimiento prematuro de la placenta. El ácido fólico se encuentra en legumbres, cereales integrales (pan, galletas, arroz), hortalizas de hojas verdes (lechugas, espinacas, acelgas) y frutas, sobre todo cítricas como la naranja, la toronja y los limones. Pero, como es difícil obtener el nivel necesario de ácido fólico con la comida, es aconsejable tomar un suplemento desde dos meses antes de la gestación hasta el final del primer trimestre, como mínimo. Si tienes alguna duda, consulta a tu ginecólogo. 10

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Psicoprofiláxis Perinatal


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