Octubre 13 Zona Fantasma

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Zona Fantasma en la Red SĂ­guenos revistazonafantasma zona_fantasma Zona Fantasma Revista Zona Fantasma




K

awaii Radio es una radio de internet. Todo el día J-Rock, Anime music y K-Pop. Además de Martes a Jueves de 08:00 a 09:30 (GMT – 6) hay transmisión en vivo. Síganlos por Facebook y sintonícenlos a través del siguiente enlace. ¡Disfrútenla!


Mes del Terror Uno de nuestros meses favoritos a llegado. Sí, y por muchas razones es nuestro favorito, no solo por ser el mes donde el miedo se respira, si no también por ser el mes en que nuestros amigos de Lanove cumplen años. Sí, ya cuatro años, pero claro, eso será algo en lo que profundizaremos luego. Tampoco hay que olvidar los otros aniversarios de nuestros amigos: Errror de Imprenta cumple tres años; y Kawaii Radio, un año. Este número está lleno de sorpresas, continuamos con las historias de siempre, pero claro que tuvimos muy en cuenta de lo que se trata Octubre. En estas dos páginas recordamos al anime Another, a quien dedicamos la portada de octubre del pasado año. ¿Lo recuerdan? También hay que hacer mención honorifica a quien hizo posible nuestra portada, sí, portada original creada por colaboración de Pumpkin. De la misma manera, sus colaboraciones, amigos ilustradores. Recuerda que estamos abiertos a propuestas serias, si eres escritor, ilustrador, articulista, crítico o simplemente quieres una alianza a fin de promocionar el contenido de tu Web, recuerda hablar con nosotros en nuestro correo: revistazonafantasma@gmail.com

¡Hasta más leer! Atte:

Fabian A. Ramos

(Dante Locke)


s a i c i t o

N

Temporada de Brujas

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as noches de octubre serán seguro acaparadas por la cadena FOX (y no por Cumbia Ninja que es otro tipo de «Horror»), con estrenos de nuevas temporadas tan esperadas como lo es American Horror Story: Coven. Esta nueva temporada, como bien no lo han hecho saber en los teaser que corren de la serie por el internet, abordará el tema de las brujas de Salem. Para ser más exactos, su extinción; trescientos años después de la quema de brujas en Salem, ahora en 1830 las brujas están a poco de desaparecer, puesto que extraños casos de asesinato reducen mucho más la ya pequeña cantidad de chicas con este don, lo que hace que envíen a estas a una escuela especial en Nueva Orleans para que aprendan a protegerse. Una de ellas es Zoe (Taissa Farmiga, quién interpretó a Violet en la primera temporada), que llega al lugar ocultando un terrible secreto. Además, alarmada por las recientes agresiones, Fiona (Jessica Lange, «Jude Martin» en la segunda temporada ), la por mucho tiempo ausente bruja suprema, decide volver al lugar para proteger a las suyas y que nadie se interponga en su camino.

Breckenridge, Jessica Lange, Sarah Paulson, Lily Rabe, Frances Conroy, Denis O'Hare y Taissa Farmiga. Además de las nuevas incorporaciones Kathy Bates, Angela Bassett,Emma Roberts, Patti LuPone y Gabourey Sidibe. En el primero clip subido a Youtube, que no llega ni a los veinte segundos de duración, lo único que aparece es una mujer con una enorme cola de serpiente sentada en una habitación leyendo junto a la ventana. Se trata de Marie Laveau (1974-1881), una mujer afroestadounidense, conocida por sus prácticas de vudú en Nueva Orleans. Sin duda será una temporada interesante, esperemos al nivel de lo visto en las pasadas temporadas.

@btrantor

En estos 13 nuevos episodios también volveremos a ver a Evan Peters, Alexandra

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#HoradeAventuras, una serie de dibujos que grandes y pequeños no deberían perderse. Más en nuestro último #podcast… http://


Más vivos que antes

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iempo que esperamos que volviera esta serie, The Walking Dead regresa con la esperada cuarta temporada. Muchas sorpresas nos aguardan, sobre todo decir que son realmente sorpresas. Después de tanto alejarnos de la serie de sucesos del comic, se dio noticia oficial de que el episodio 9 será el más cercano al comic luego del episodio inicial. Carl, hijo de Rick parece que ahora sí tendrá algo de merecida infancia, pues tendrá unos cuantos amigos de su edad provenientes de Woodbury. Hershel, el médico del grupo, se rumora que no pasa de esta temporada, pero por lo menos se adaptará a la nueva vida con una prótesis metálica que remplaza la pierna perdida por los zombis. Podemos encontrar algunos adelantos promocionales en internet, entre los que destaca una escena en la que Michone, es atacada y se encuentra en problemas serios con un par de zombis.

@EspadaenlaTinta

Editorial Hidra publicará “Las guerras del Loto”: Fantasía, steampunk y Japón feudal http:// #Libros

Para el 2014 continuaremos con la segunda tanda de la temporada, en febrero por supuesto. Además de que se ha confirmado, para el 2015, un spin-off de la serie. Aunque aún no hay datos oficiales, los fans de la serie ya comienzan a especular. Entre las hipótesis que me surgen, es que quizá veamos lo abarcado en las novelas, como el pasado del Gobernador, así como quizá el pasado de Daryl y su hermano. Tal vez la historia de las primeras horas y días de la epidemia o nuevas locaciones y aéreas de los estados unidos también afectadas. Sea como sea, el próximo 13 de octubre es día de The Walking Dead y no hay que perderse el estreno de esta nueva temporada que continuará los hechos. Aún hay muchas incógnitas en el aire y seguro que habrá historia suficiente para entretenernos un par de temporadas más.

@Zona_fantasma Nueva reseña, de otro clásico de la literatura #SoyLeyenda de #RichardMatheson, una novela que no te puedes perder http://ow.ly/p5GTn

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@Zona_fantasma


Historieta| Vanessa González

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na grata novedad en nuestra revista: Historietas. De manos de Vannessa Gonzáles, también conocida como Reke, traemos Lexa, una historia tétrica con un estilo que le queda perfecto al comic y a la revista de este mes. Disfrútenla y no olviden visitar el deviantart de la autora. Si ustedes nos ayudan, mes con mes estaremos presentando historietas diferentes. Si desean colaborar, contacten a nuestro correo (revistazonafantasma@gmail.com). Nos leemos.

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Microfantasma Pequeña sección de microrelatos Volvemos con esta sección de micro relatos. Quizá algo escueta está vez, pero lo disfrutarán, de eso no hay duda. Gran variedad, aunque con mira al tema del mes, por supuesto. Recuerden además que están todos invitados a esta sección. Para conocer todas las formas como pueden colaborar con nosotros, pueden visitar el siguiente enlace.

Reflejo

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ntristecía cada vez que se le acercaban. Se sentía transmutar; les imitaba con la intensión de provocarles desinterés y que le dejaran solo. Tanto tiempo fingiendo ser otra persona que había olvidado su imagen, su ser. Un día un hombre puso un espejo frente a otro, por fin se contempló a sí mismo; tan infinito y bello como nadie. Finalmente, se quebró.

Por: Dante Locke

Narán

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erca de la luna hay una cucaracha gigante. Cada noche en que la luna no brilla, esa cucaracha, llamada Narán por una tribu cuyo nombre ya no existe, suele visitar la tierra. ¿Para que la visita? Nadie lo sabe, pero siempre que lo hace desaparecen personas, apareciendo de nuevo hasta una noche de luna llena. No recuerdan que les pasó, la verdad es que no les pasa nada, simplemente se les otorga un don: el don de nunca enfermarse, pero ellos nunca notan ese obsequio, porque el don también otorga la mala suerte de morir dentro de 78 días. No por obra Narán, sino por la suya, en un torpe accidente. «Ellos nunca aprecian mis regalos».

Por: Henry T

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Promesa de Reunión

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e extraño. ¿Lo sabes?

Mis manos tapaban mis oídos para no poder escuchar nada más. Cuando me cansé de ello, tú estuviste ahí, sanando mis heridas con una humilde sonrisa en tú rostro. Era lo único que necesitaba, ¿sabes? Pero ese día, la noche y muchas hojas, cayeron sin detenerse. Tú no estabas aquí. Perdí el equilibrio y por poco caigo a la oscuridad. Caer y caer. ¿Alguien podría detenerme? Llegaste, tomaste mi mano antes de caer. ¡Era grandioso! Tú cálida piel rozando la mía con suavidad era como flotar en las nubes de azúcar que habías creado. Sólo para mí. Te agradezco. Sentí como mi sencillo mundo volvía a construirse, pedazo a pedazo, lentamente, hasta formar nuestro hogar, un lugar sólo para nosotros. Genial, ¿no? ¿No? ¿Qué quieres decir? Las escaleras que habías formado caían y caían, peldaño a peldaño. No tenía donde sujetarme y caí al vacío intermitente. Al abismo. Pero, ¿por qué? Tú también decías haber caído, y no quisiste tomar mi mano, ¿por qué?, ¿no querías tomar mi mano?, ¿o no pudiste tomar mi mano? Probablemente en este momento podríamos estar cayendo con nuestros ojos cerrados, y sonriendo. ¿Por qué no fue así? Caíste sólo, lentamente. Dejándome sola, desapareciendo en la oscuridad, a toda velocidad. ¿Por qué? «Estoy cayendo...». No tengo ojos para verte. No tengo oídos para escucharte. No tengo manos para alcanzarte. No tengo alas para salvarme.

Por: YuuiP


Frankie

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l cabo de una hora, el cuerpo reaccionó. Un pequeño espasmo y sus pulmones se llenaron de aire. Después, no dejó de retorcerse. La sangre fluía acelerada calentando sus entrañas y de su boca brotó un líquido negro junto a los primeros gruñidos de su voz. El alquimista vació el contenedor del resto de materia para examinar mejor su forma. Se veía estable, al menos. ―¿Cómo te llamaremos? ―dijo a la criatura―, ¿debería dejar que ella escoja? Se acercó con una manta y consiguió envolverlo sin rozar su frágil piel, una acción rápida para un acto desagradable. Solo le dejó visible el rostro, la parte mejor lograda, a su parecer. El niño lo miró un momento y supo que debía cargarlo. Acercó sus brazos con inquietud, sostuvo su peso y se sintió extraño. ¿Por qué había hecho eso? La vocecita gruñó más fuerte. Al volver la vista, se dio cuenta que el niño lo seguía observando. No era casual, era una acción consciente. No podía decir cómo lo sabía, pero en sus ojos había algo, una voluntad que quería ser cumplida. Entre sus pensamientos aparecería un mensaje, la orden que debía ejecutar. Apartó su vista del niño y caminó en círculos, tratando de distraerse, de no darle importancia. El niño temblaba, pero no lo miró. Se dirigió el sótano, con el pequeño revolviéndose impaciente en sus brazos. Estaba molesto, lo sabía. Necesitaba soltarlo, tirarlo lejos. Le dio un breve vistazo, tenía los ojos en blanco. Convulsionaba, su mente era demasiado para un cuerpo imperfecto. Respiró con alivio. De su bolsillo extrajo la llave del cuarto del fondo. Maritza se sorprendería un poco, pero siendo su esposa, sabría qué hacer con él.

Por: Sameq

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Retratos

―¿S

abes? En un pasado existió un pintor como ningún otro, su talento era más allá del humano y sus obras competían con las de los mismos dioses, o al menos eso se cuenta. No obstante sus obras tenían una trampa, porque no sólo se decía que tenían vida de manera figurativa, sino que en realidad tenían vida. El artista plasmaba el retrato de la bella dama que tenía enfrente de él con sorprendente talento, mientras la historia de un pasado perdido salía de su boca. Una pincelada, otra más. La chica estaba anonada, debía mantenerse quieta y era algo que lograba sin preocuparse al centrarse en las palabras que emitía el artista. ―Realmente era así. Tenían vida ―continúo el artista―, ¿su secreto? Oh, Dios, ¡qué bendito secreto podría permitir obras de tal magnitud! Su reputación se extendió por todo el mundo, siendo alabado en cada rincón y en cada país. Un día, una de sus modelos le preguntó su secreto, él mostró una sonrisa y siguió pintando: «¿Quieres saber mi secreto?», preguntó justo antes de acabar, la joven sonrío, ¿cómo no lo iba a querer saber? Tú, ¿quieres saber cuál era? ―Sí ―respondió la modelo con peculiar delicadeza. ―Sus modelos eran sus pinturas. Una pincelada más. Una hermosa joven dejó de existir aquel día y un cuadro de belleza sin igual ocupó su lugar en el mundo.

Por: MidnigthMoon


Un Fantasma Vive

«U

na lluviosa noche de octubre. Ha de ser este, sin duda, un gran momento para escribir una historia de terror», se dice Juan, sin terminar de comprender el porqué del movimiento brusco y repentino del reloj de pared. Aun así, con los pelos de punta, inicia su relato. Un hombre corre, sediento, a través de una calle de la que solo puede ver una delgada línea que prolonga su pánico. ¡No hay salida! A su alrededor, enormes paredes enaltecen y duplican la sombra que lo viene persiguiendo desde hace más de media hora. Su corazón agitado, su dificultosa respiración y las suelas de sus zapatos pegando contra el asfalto entran perfectamente en sus oídos como una tétrica melodía. Sus ojos nunca habían experimentado un manto tan oscuro como el que empezaba a envolverlo. De nada había servido correr tanto. Al final, la sombra de ese fantasma ―o quizás la sombra era el fantasma― siempre terminaría siendo más veloz que él. Su alma se desvanece y, ahora, como los demás, está listo para volver a ese lóbrego mundo de los vivos, donde aún tiene un trabajo pendiente, antes de poder partir para siempre. Juan mira el reloj, que no deja de moverse; el tiempo se ha detenido y una sombra empieza a cubrir su espalda…

Por: Carlos J.

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¡Kawaii Radio cumple un año! ¡Y nos traen un concurso! Solo debes de dibujar a tu personaje favorito, junto al logo de Envíalo por mensaje Kawaii Radio; tiene a su página de que venir firmado y Facebook, Facebook, tienes de preferencia hasta el 29 de coloreado. Octubre. Se harán votaciones públicas, el ganador se anunciará el 6 de Noviembre y tendrá como premio la oportunidad de dibujar a la nueva mascota de la radio, además de un código de regalo de Steam.

¡No te lo pierdas!


Arte


D

e lo más oscuro de la niebla surge una voz fascinante.

―Acompáñame a las oscuras profundidades del bosque. La espesa maraña de árboles parece engullirme mientras corro siguiendo la voz a través de la espesa humedad que se pega a mi ropa. El frío cala mis huesos y el aire me falta y no me deja avanzar con la rapidez que quisiera. ―Más rápido. Si no te das prisa las puertas se cerrarán. Mi pecho desborda temor y ansiedad, los árboles se cierran a mi paso en la oscuridad. Frente a mí una mansión se dibuja con sutiles trazos de carboncillo y se define con alborotadas líneas de sanguina y tiza. En la puerta un par de figuras. ―Ven, vamos a empezar con la diversión. Las puertas se abren a la oscuridad y me absorben. Mi cuerpo no responde. Las figuras parecidas a bocetos indefinidos de un autor frustrado sirven el té frente a mí. Sus movimientos son toscos por su anatomía confusa. ―Los ¿sabes?

lápices

son

varitas

mágicas,

do el blanco puro con colores. Ante mi tan solo oscuridad. No quiero más de esto. El deseo de movimiento hace que la venda de mis ojos caiga. ―La venda ha caído. ―Las figuras, más nítidas que antes, aparecen frente a mis ojos. ―¿Por qué tiemblas?, ¿tienes miedo? ―¿Quieres que te preparemos algo dulce? Huyo. El camino de carboncillo se tiñe de óleo blanco y azul a mi paso. La mansión vuelve a estar frente a mí y las dos figuras me observan. Sus cuerpos indefinidos alargan sus manos hasta agarrarme con fuerza. ―Ven dentro, se está más caliente ―pronuncian al unísono. ―Hoy no podrás escapar del sueño. ―Llevamos mucho tiempo olvidados. Dolor. En el pecho un lápiz clavado. Sangre de carbón. Clavan el pincel. El líquido se tiñe de color. Hunden la espátula. La herida profundiza y se abre. Agonía y desesperación. Caigo contra sus cuerpos. Me arrastran dentro de la mansión y se cierran las puertas. ―Hoy tú serás nuestra obra.

―El estar solo hace que la dulzura aumente. ―Echa azúcar al té. ―Olvida la amargura soñando. ―Lanza el té sobre mí. Una profunda somnolencia se apodera de mí y caigo dormido. ―Está bien ahogarse en una ilusión hipnótica. ―Pero es aburrido si no tienes los ojos vendados. ―Uno de ellos tapa mis ojos cuando intento despertar. ―Confíanos tu cuerpo y duerme. El inconfundible olor del aguarrás llena mis sentidos. El rasgar de un lienzo cerca de mi hace que mi cuerpo se tense. Las cerdas del pincel se escuchan sobre la tela de lino, de un lado a otro, manchan-

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Avant-Garde Orange


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is cumpleaños nunca son un evento importante. No soy muy de fiestas, pienso que reunir gente para celebrar que mi edad cambia es innecesario, lo único que quiero es que me den regalos; así de simple. Como toda familia, la mía tiene esas costumbre a las cuales te apegas aunque no quieras; una de estas es reunirse en días festivos y ocasiones especiales, siendo un cumpleaños una de estas. Bastante universal, ¿no es cierto? Es este tipo de cosas que la gente que se va del país extraña. Yo les preguntaría: ¿Por qué? ¿Acaso hay algo mágico en un grupo de gente que se reúne y habla de cosas sin importancia? Reuniones por mi cumpleaños habían sucedido dieciocho veces y nunca sentí algún tipo de calor dentro de mí a causa de los que me rodeaban. Incluso mi único cumpleaños que ha sido interesante ―el de hace cuatro días, cuando alcancé la mayoría de edad― no lo fue por la intervención de alguien, sino por un regalo que recibí: una naranja vanguardista. Un sábado gris como todos. Lo único que se escuchaba era gente charlando y el sonido de la Coca-Cola golpeando un vaso; y ni siquiera había mucha gente ni mucha bebida. El día era gris y todos conversaban sin ningún tema con un núcleo general; política, música, chismes, el presidente, etc. Un día tan latinoamericano que solo falta nombrar comidas típicas. Para el almuerzo había mote pillo. Los regalos eran de todo tipo; había videojuegos piratas, un poco de ropa y golosinas, nada que sobrepasara los cinco dólares. Oh, los regalos de cumpleaños de un chico latinoamericano, gran sorpresa. Lo que de verdad ansiaba era la llegada de una novela que había pedido por correo, comprada desde Amazon. He roto el ambiente latinoamericano, ¿qué he hecho? En fin, fui hacia la ventana a esperar que llegara el camión del correo, pensando en que la lluvia debía haber dificultado la entrega. Estaba mirando los charcos que exageraban el clima, cuando, en medio de la normalidad tan normal del día, no pasó nada. El día acabó.

Al día siguiente fui despertado por el timbre. Sonó varias veces y no escuché a nadie salir a ver qué era, así que tuve que levantarme e ir yo. Era el correo, que me entregó dos paquetes. Entré a mi casa y vi si había alguien, busqué a una de mis hermanas o a mi mamá; nadie. Tampoco habían dejado un mensaje o algo, simplemente habían desaparecido. Decidí abrir los paquetes mientras tanto. El primero tenía la novela que pedí, traída desde Estados Unidos, en todo su glorioso inglés. El otro paquete era más extraño, empezando por el hecho de que no tenía anotado el remitente; era cuadrado y adentro tenía una esfera suelta, golpeándose contra los lados. Adentro estaba una naranja. El correo en Ecuador es poco común y usualmente es usado solo para entregar estados de cuentas; esa naranja era la primera vez que recibía algo por este medio. La posibilidad de que haya sido enviada por Amazon era retrasado, pues era seguro que yo no había pedido una naranja por internet, ¿las venden online siquiera? Amarilla con tonalidades verdes en ciertas partes, una naranja inmadura. No tenía un sello y estaba sucia; su tamaño era normal. Era una naranja como las que no tenía en ese momento en mi casa, pero podían comprarse en el mercado en cualquier momento. Revisé la caja en la que vino y además de mi nombre tenía escrita: Avantgarde Orange. Estuve toda la mañana pensando sobre qué significaba, cuestionándome si debía abrirla o no. La había tocado y parecía tan suave y frágil como toda fruta; las uñas eran suficiente para pelarla. Pero, ¿y si algo malo sucedía? ¿Y si mi vida se había convertido en una novela de realismo mágico? Entonces actuar por instinto y sin mucho pensamiento no llevaría a nada bueno. Que más cosas raras pasaran no era muy emocionante. ¿Qué tal si mi familia se había convertido en la naranja? Abrirla con un cuchillo haría de esta historia una de noche de brujas.

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Por supuesto, jamás pensé esas cosas seriamente; ficción haciéndose real, ¿qué clase de universo permitiría semejante paradoja? Mi familia volvió en un par de horas, solo habían ido a comprar comida. Un desarrollo tan anticlimático era prueba que seguía en la realidad y no en algún cuento enfermo. Y aunque no había peligro alguno, no me animaba a hacerle algo a la naranja. Me comuniqué con «Correos del Ecuador», y con solo darles mi código reconocieron al remitente. El paquete había sido enviado desde mi propia casa, el día de mi nacimiento, por alguien de nombre Life. Soy demasiado mestizo para esto. Le pregunté a la operadora sí de verdad se podían hacer envíos para dieciocho años en el futuro; me respondió que no, que le parecía extraño que no hubieran votado el paquete. Recibí la Avant-garde Orange el día que cumplí dieciocho, enviada por Life cuando nací. Una situación increíble. ¿Por qué una naranja? Hubiera entendido un par de limones, habría hecho limonada y fin. Así como era posible que significara algo demasiado profundo para mí, podía ser también el primer objeto que la vida avistó, sin razón ni propósito. La naranja dada. Tal vez era una representación de todo en un estado común; sin carisma, simbolizaba todo aquello existía y debía ser. ¿Se supone que todos reciben algo así al cumplir dieciocho? Quizá yo era un elegido; no, yo había sido seleccionado por casualidad, azar. Recibí una representación de la vida misma, que aunque aparentaba ser tan ordinaria posible, debía ser lo más especial que existía. Con un cuchillo partí la naranja, y viendo que se veía normal por dentro, le di un mordisco. El arte, la vida, una materialización de todo aquello que da sentido a la vida del humano. Sabía igual que cualquier naranja, ni siquiera era muy dulce. Qué horrible moraleja.

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No olvides descargar el previo solo por


Pixel World: N

o, no voy a hacer esto, no voy a venir aquí a dar noticias después de que me echaran como me echaron… estúpido Dante conociendo mis secretos, hago esto porque me obligaron.

tivos que su editor, quien anunció su muerte, no quiso revelar. En todo caso, esto no detendrá ni a su editor, ni a Ubisoft de publicar las últimas obras en cuyo proceso de escritura estuvo presente.

Wii had a good ride

Poke-Poke-Pokémon

Bien, ahora que tenemos para darles este mes… bien, esto es interesante, pero primero una pregunta: ¿tienes una Wii? Pues esta es la noticia, después del mes que viene estarás en posesión de un artículo de colección. Pues Nintendo anunció que para finales de año cesará la creación de nuevos Wiis en su planta de producción principal en Japón. Ahora otra pregunta: ¿Nintendo, qué demonios? Por qué dejar de producir una de las consolas mejor vendidas en todo el mundo, capaz de reproducir no solo juegos suyos sino también de GC, solo para centrarse en producir la consola más incomoda, poco vendida y con menos juegos en su librería en todo el mercado actual. Way to go Nintendo, way to go.

Una semana mis amigos, una semana y el más épico juego de Pokémon hasta la fecha será lanzado. Y hasta la fecha leaks y anuncios no se detienen, estas más que todo tiene que ver con dos cosas, una: diseños o formas de Mega evoluciones (una de las nuevas mecánicas añadidas en estas nuevas versiones); y la gran noticia que ha encantado a todo el mundo, la nueva OVA de Pokémon, que será de más de una hora de longitud, hablará de la primera generación (aunque tendrá toques de la ultima) en Kanto y su protagonista, será ni más ni menos que Rojo, el prota de Pokémon Adventures, en lugar de Ash. No importa lo que se diga, esta OVA es una carta de amor a los fanáticos más viejos, será distribuida legalmente (y gratis) por la Nintendo Store de la 3DS, en los idiomas en los que el juego estará disponible, así que como fanático, como jugador y como amigo, te pido, ve esta ova legalmente. A ver, a ver un par de noticias para salir de Nintendo. Sega lanzara una serie de Sonic, nah, las predicciones de la Xbox One y la PS4 andan por las nubes, nah, Capcom despide a la mitad de sus empleados en Europa… Capcom, ¡ah, sí, eso me recuerda algo!

Juego póstumo Si eres un lector de cierto blog, cual fue el motivo del que trataran de echarme de la zona sabrás que recientemente el gran escritor Tom Clancy dejó este mundo por mo-

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El poderoso número 9 cumple su poderoso kickstarter El juego Migthy n.9 hecho por Kenji Inafune, que no es en absoluto parecido a Megaman y que por ningún motivo podría hacer que lo demanden por copyright, no solo ha cumplido su meta de $900,000.00 dolares sino que ha pasado todas sus metas en cuanto a recolección monetaria. Para los desentendidos esto significa que el sucesor del bombardero azul no solo aparecerá en Steam para PC, sino que también estará en todas las consolas que probablemente conozcas, y no solo en consolas de casa, sino que también en sistemas portátiles como la 3DS y la PSvita.

Ahora anuncian un revolucionario control táctil, totalmente programable, con el que podrás jugar lo que sea, pues se adaptará al juego que estés jugando. No sé cuánto costará, no se cómo conseguir uno, solo sé que mi cuerpo desea ese pedazo de plástico.

Valve aprende a contar hasta tres Para irnos de esta corta sesión de noticias con un broche de oro, les tengo algo que a los fanáticos de Valve les va a encantar, no tiene nada que ver con sus sistemas caseros. Pero sí tiene mucho que ver con una serie de juegos que los fanáticos llevan años queriendo ver continuada, para nuestro disfrute y emoción, Valve al fin ha registrado ese juego, al menos en europa. Así es, como lo piensas: ¡Left 4 Dead recibe tercera parte! Nah, estoy jugando contigo, eso es noticia vieja, pero sí, Valve ha registrado en Europa: Half (espéralo) Life (espéralo) ¡3! Con esta alegre noticia, despedimos esta corta edición de Pixel World, esperamos tener más y mejores noticias para el mes que viene, y también esperamos verte por aquí, que si no nos lees no comemos.

Valve toma el control Tras una reciente serie de anuncios, Valve finaliza esta semana con el Valve Controller. Ahora que están tratando de pasar de PC a sistemas caseros sin abandonar su inmensa librería de juegos, Valve ha anunciado un sistema para que puedas jugar en tu sala, pero, ¿no será incómodo jugar con mouse y teclado en tu televisor? La respuesta de Valve es: «¿esa cosa vieja?».

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Ten Fe


PARTE I:

¿C

Calamidad

rees en los ángeles? Para ello debes creer en Dios, o en algo parecido a las deidades. No he conocido una persona que no entienda el concepto de los ángeles. A veces piensan que es un ser puro, a veces que es un ser de lujuria; a veces un ser caído, a veces un demonio; o simplemente piensan en ellos como un concepto de belleza y perfección. Pero el ángel es solo un mensajero de Dios. Un portavoz de sus designios. Eso era el ángel que conocí. Y no quiero volver a toparme con ninguno. Jamás. Esperarás que esta anécdota te hable sobre la revelación divina, sobre luces cálidas y una sensación de paz. Mi historia no tiene nada de eso. Advierto de una vez que puede dejarte un profundo hueco. *** Era una noche de tormenta, llena de relámpagos como tambores y vientos de trompeta, parecía el anuncio del Apocalipsis. Dios dejando caer su divina furia sobre mi pequeña ciudad. Tan marcado día no se me podrá olvidar, porque fue la noche en que mis mascotas murieron. Fue la noche en que conocí al ángel. El pronóstico de la lluvia había sido anunciado desde días anteriores, pero no parecía algo serio. En una ciudad nadie se puede tomar eso en serio; el trabajo es lo primero. Unas pequeñas gotas de lluvias golpearon mi cara apenas bajé del transporte y torpemente llegué a cubrirme antes de que arreciara. Aplasté con dureza los charcos bajo mis zapatos mientras corría a mi seguro hogar. Era un día rutinario, con un poco de lluvia. Mi pequeña casa, heredada por madre donde nos alojábamos mi perro, mi gato y yo. Y nos alojábamos, porque los tres fuimos adoptados siendo pobres criaturas de las calles. Oh, sí, conocía los horrores de

las calles, la malicia, la codicia, la necesidad y el hambre brutal, la desesperación y la ansiedad, así como la permanente desolación mientras sientes que la muerte acecha cada esquina. Abrí el portón con brusquedad y entré corriendo hasta el marco de la puerta principal, mis amadas mascotas me recibieron entre efusivas y curiosas. El último recuerdo de ellos vivos. Primero mi perro se alteró, gruñó a la puerta, empezó a ladrar y rascar como si algo o alguien estuviera ahí. El pelaje de mi gato se erizó yendo a refugiarse bajo una silla. Expectante, presa del desconocimiento ante la evidente alteración en mis mascotas, me acerqué a la puerta y la abrí, tan solo para ver a mi perro salir corriendo y cruzar el pórtico abierto. Extraño, porque recuerdo haberlo cerrado, lo cerré, nunca dejaría el pórtico abierto. La lluvia se intensificó, si eso era posible, cuando salí tras mi mascota. Solo alcancé a tomar las llaves. A lo lejos, entre la lluvia, distinguí la silueta de mi perro. De repente, esta desapareció de mi vista. Nada en la lejanía, como si se hubiera desvanecido, con el corazón en la boca corrí tanto como pude. Pasé una coladera destapada y presentí lo peor. Me fijé en el oscuro hoyo donde solo el sonido del agua corriendo delataba la actividad abajo. No podía ser, no podía ser. No me lo quería creer. Probé a gritar y el sonido turbulento del agua fue la única respuesta. No quise creerlo e intenté recorrer la calle llamando a mi perro. No hubo respuesta. No, no podía ser que mi querida mascota hubiera caído. ―Acaba de morir. Sus pulmones han terminado de llenarse del agua sucia. Su cuerpo sigue siendo arrastrado, puede ser que lo encuentres en los desagües, pero puede que su cuerpo se deshaga. ―Una voz a mis espaldas me hizo girar. Estaba vestido todo de blanco y me hablaba oculto bajo el gran y negro paraguas. Su voz era calmada y ligeramente gruesa―. Está muerto ―declaró en un murmullo.

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Me pareció un transeúnte que había tenido el desfortunio de ver mi dolor y desesperación, así que lo ignoré. Pero eso no fue suficiente para él. ―Debes regresar a tu casa, o algo malo pasará. Fruncí el ceño y sonreí con sarcasmo. «¿Qué otro desastre podía surgir?». ―Tengo que llamar, tengo que llamar… ―me dije. ¿A quién podía llamar para intentar salvar a mi perro? Aunque en el fondo de mi ser, sabía con certeza que era inútil seguir de aquella manera. Era cierto lo que esa persona decía, mi perro estaba muerto. No quería creerlo, pero en mi interior sabía que así era. ―Debes regresar ―Insistió la persona. De repente, fui cubierto por la lluvia, y al alzar el rostro, me topé con los grises y turbulentos ojos de aquella persona. Fruncí el ceño mientras un ataque de dolor me atenazaba. ¿Quién se creía que era para decirme aquello? Sus ojos destellaron ante el intenso haz de luz que surgió a nuestro lado. El tronido que se escuchó fue penetrante; un relámpago había caído y se llevó con él toda la electricidad de la zona por unos segundos. Supongo que tuve suerte de no haber vivido las consecuencias de por estar debajo del agua.

En el charco, algo humeante como carbón reposaba, alargado y amorfo. Fruncí el ceño al notar que había un objeto metálico rodeando una zona de ese algo. Me incliné y miré detenidamente. No me tomó mucho entender, horrorizado, que eran los restos calcinados de mi gato. La cola estaba completamente estirada, las mandíbulas abiertas, su cuerpo tenso y sin nada reconocible en él. Quemado como nunca había visto a otro ser. Solo lo reconocí por aquel collar con la inscripción de su nombre. No, no, no podía ser. ¡Podía asegurar que había dejado cerrado el portón! ¿Por qué había sucedido esto? Giré a mirar a la persona que me había acompañado y en actitud amenazante me le quedé mirando. ¿Quién era? ¿Por qué había dicho que era tarde? ¿Por qué me había advertido sobre las calamidades? En un silencio furioso le exigí saber la verdad. Los grises y turbulentos ojos me miraron con una enorme calma. ―La lluvia puede escucharnos, entremos a tu casa ―murmuró suave. ¡Al demonio! Claro que no lo dejaría entrar. ―Debemos entrar o ellos vendrán por los dos. ¿Qué barbaridades estaba diciendo?

Miré a mi alrededor, con la suave música de las gotas acumulándose y la lenta restauración de la electricidad. Fue la eminente tranquilidad despertando los sentimientos de terror y ansiedad lo que me hizo regresar a mi casa tan rápido como pude.

―Confía en mí. ―Y sin esperar respuesta, pasó del portón.

Del cableado saltaban chispas, incluso de los postes.

―Es indispensable esconder nuestra charla de la lluvia. A través de ella, Dios y su contraparte nos oyen.

La persona me siguió, escuché su murmullo mientras se detenía a unos pasos de un charco. ―Es tarde. ¿Tarde para qué?

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―¿Pero qué crees que haces? ¡Eso es allanamiento! ¡Es una violación! ―Lo seguí y lo sujeté por el hombro. De inmediato, sentí ardor. Su hombro estaba frío como hielo.

¿Dios? ―Soy un ángel. Sólo entonces reparé bien en él.


Bajo aquel paraguas oscuro como la noche, la figura etérea y ambigua estaba cubierta por una túnica larga, como vestido, con un corte singular. Tenía un escote pronunciado en la espalda que dejaba al descubierto sus omóplatos, tres marcas circundaban los mismos como tatuajes en cicatrización. El «ángel» caminó hacia la puerta de mi casa sin girar a verme o esperarme, y entró a la misma sin expresión alguna en su frágil rostro.

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CAPÍTULO 7 El deber del último hijo

M

i padre era un demonio distante. Durante mi infancia hubo muy pocas ocasiones en las que hablamos, solo considero una o dos como importantes. Por esa razón, siempre me pareció una especie de presencia que se extendía por la Casa, más que un ser concreto de carne y hueso. Nunca tuve necesidad de buscarlo, estaba en algún lugar, vigilando la Casa y eso era suficiente. Ante ese tipo de naturaleza solo podía guardar distancia. Sin embargo, cuando Hannagi dejó la Casa tras celebrar su boda, creí que esa distancia tendría que romperse. Los eventos sucesivos confirmaron mis suposiciones. El día siguiente al festejo, mi padre me llamó a su gabinete para hablar de asuntos importantes. Su primer anuncio iba dirigido a mi condición dentro de la Casa, me dio a saber que a sus ojos ya no era un niño al que cuidar ni atender. Era tiempo de que comenzara a dedicarme al sustento de la Casa y eso significaba ocupar el lugar que la tradición establecía para mí. Las familias nobles tenían una noción muy clara sobre la disposición de los hijos, al primero en nacer se le encargaba la mayor parte del dominio pues su deber era mantener aquello heredado por los ancestros. Los siguientes hijos quedaban relegados a las decisiones del mayor, pero el último, independiente de cuán numerosa fuese la familia, siempre tendría en su espalda la carga de extender el dominio lejos del Abismo para asegurar un refugio a sus sucesores. Por esa razón, mi padre quiso que heredara los terrenos cercanos a la frontera, lugar donde habría de dirigirme al terminar mi instrucción en el ejército, para velar por el bienestar futuro de la familia, del mismo modo que habían hecho los ancestros que me presidieron. ―Será una búsqueda larga y extenuante, lo sé porque también fui el menor de mis

hermanos ―dijo mi padre―. Mi preocupación es que has tenido una vida muy cómoda, Arangi. ¿Cómo puedo confiar que no cederás ante el primer obstáculo que se te presente? ―No lo haré, padre. ―No lo sabes. Eres ignorante de los peligros devastadores del Mundo en que vivimos, prometer en la ignorancia no tiene peso ni valor. Tuve que callar, avergonzado. Mi padre dijo entonces que organizaría un viaje a las tierras del sur, donde terminaba el reinado de las Casas nobles, para que viera con mis propios ojos la extensión del Abismo y las deformaciones que generaba en nuestro Mundo. ―Debes preparar tu cuerpo y espíritu para ese día. De ahora en adelante vendrás a entrenar cada mañana al jardín contiguo a esta estancia, te alimentarás con austeridad y meditarás antes de dormir. Vigilaré personalmente que cumplas todo esto a cabalidad. Acepté su régimen y traté de llevarlo a cabo tal como lo había descrito. Pero estaba inquieto, la noticia del viaje me había impactado más de lo que podía reconocer. Aunque entrenaba, comía poco y meditaba, era incapaz de conciliar el sueño. Mi mente estaba revuelta con el recuerdo de todo cuanto había escuchado y leído sobre el Abismo, la forma en que el cielo se torcía y caía al agujero que arrastraba el Mundo a su oscuro interior. Durante mis meditaciones trataba de imaginarlo, pero las visiones se diluían. El Abismo seguía siendo un misterio inconcebible y aterrador para mí. El futuro que un día se tragaría nuestro Mundo. Débil y cansado, terminé un día quedándome dormido en el comedor, después de acabar mi escaso almuerzo. Ningún esclavo se atrevió a despertarme y así pasaron las horas. Quien me encontró fue Wei Binlang, mientras hacía una visita a mi madre. Su voz falseada y melosa me arrancó del descanso.

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―Ah, vaya, vaya. No es propio encontrarte con la guardia baja, jovencito.

Wei Binlang parecía divertirse con todo esto.

―Mi guardia estaba en alto ―dije, incorporándome.

―Ahora, solo para aclarar un poco las cosas, sería bueno que me acompañaras. Tenía pensado pasar a saludar a Roku. ¿Qué dices? Apuesto que es una buena oportunidad, tengo entendido que ha estado ajustando sus nuevas composiciones, seguramente vas a encontrar nuestra pequeña mascota con él.

Me miró evaluativamente, chasqueando la lengua en desaprobación. ―Luces terrible. Para alguien que se preocupaba tanto de su propia apariencia, mi atuendo de entrenamiento debía resultarle molesto y casero. ―Siento no estar más presentable, ohWei Binlang. ―No necesitas llamarme con esas distinciones, nadie en la Corte lo hace, ni Xiaoqin que es mi confidente. Pero descuida, dejaré de importunarte. Agitó su abanico con elegancia y se retiró del comedor. Yo me sentí mal de que hubiese reaccionado de esa forma, así que lo seguí para disculparme. Wei Binlang era difícil de tratar y casi siempre se comportaba de forma extravagante, pero siempre se preocupaba de nuestra familia y usaba su prestigio en la Corte a nuestro favor. Realmente no había querido ofenderlo, si es que eso había ocurrido. ―Está bien, sé que eres joven e imprudente. Por cierto, ¿tu madre te ha estado torturando? ―Un poco… ―Lo sabía. Estuviste muy cerca de ofender a nuestro amigo, pero él mismo le restó importancia. Aparte de eso, creo que nadie más se dio cuenta de lo que pudo pasar. Por supuesto que no, pues solo les interesaba reír a costa mía. La opinión que tuvieran los demás nobles sobre mí no me importaba realmente. En cambio, era la reacción de mi madre la que me resultaba molesta y ante la que no podía ser indiferente. Se había vuelto muy fría y cada vez que hablábamos trataba de hacer que me sintiera culpable o avergonzado por dejarme llevar el día de la boda y actuar fuera de la norma y etiqueta. Al contrario de ella,

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―¿Te refieres a Chiyo? ―Sé que Xiaoqin no ha querido decirte donde se reúnen, así que hoy serás mi invitado. Acepté de inmediato. Después de cambiar mi atuendo, nos dirigimos bordeando el Templo hacia las dependencias administradas por mi madre. En el camino le hice notar esto a Wei Binlang, pero él me indicó que no era algo tan extraño. Muchas Casas nobles tenían una dependencia especial para cierta clase de servidumbre, separada de aquella que solo realizaba labores domésticas. La única particularidad que veía el cortesano, era que mi madre controlara este tipo de cosas. Sin embargo, ambos sabíamos que era una cuestión de tradición familiar. Las matriarcas en nuestra familia siempre habían sido muy poderosas. Al llegar a los jardines interiores, ya se podía escuchar la melodía de cuerdas, repetida una y otra vez con leves variaciones en cada ocasión. Roku Siam, el Músico de la Corte, debía estar muy concentrado en la composición y quizás no quisiese recibirnos. Ya que Wei Binlang lo conocía un poco más, se adelantó a hablar con él y preguntar si era posible presenciar su genio en actividad. Siempre me impresionaba la forma en que el joven cortesano se expresaba, buscando las palabras adecuadas para caer en gracia de su interlocutor. Roku Siam estuvo de acuerdo en que nos quedáramos y le diéramos nuestra opinión, siempre y cuando respetásemos la confidencialidad de su obra. Con su aprobación, me acerqué también y le presenté


mis sinceros respetos. Nada exagerado como hubiese deseado Wei Binlang, porque no me interesaba adularlo más de lo que pudiera merecer. El Músico nos dejó ingresar a la habitación y nos sentamos a un costado para no estorbar. Al lado del guzheng había un pequeño bulto peludo, consecuencia de la obstinación de Hari Miya en que te inclinaras a ras de suelo cada vez que hicieras una reverencia. Cuando te levantaste, sin embargo, en ningún momento bajaste la mirada ante la nuestra, ese rasgo distintivo nunca nadie te lo pudo quitar. Wei Binlang te trató con mucho afecto y entre un montón de preguntas fue sacando con sutileza la inquietud de si mi madre se había molestado contigo, como había hecho conmigo. Aunque tus respuestas estaban limitadas a gestos y ligeros movimientos de asentimiento o negación, quedó claro que ella no había hecho nada en tu contra. No sé si Wei Binlag ya había hablado de esto contigo, Chiyo, porque era evidente que había sacado el tema a propósito de mi presencia. Podía imaginármelo, pensando: «jovencito imprudente, date cuenta de las posibles consecuencias de tus actos». Por fortuna, Roku Siam cortó rápidamente el progreso de la conversación, no tenía ninguna intención de que su práctica se convirtiera en una reunión social. Te hizo repetir la secuencia que habíamos escuchado en los jardines otras diez veces, sin detenerse más que para indicar cambios que luego anotaba en su composición, asignando números y líneas. Dejaron de prestarnos atención, como si fuésemos invisibles, completamente absortos en la forma que poco a poco adquiría el sonido. Muy pronto yo también dejé de prestar atención al resto de las cosas. El sonido se interrumpía, volvía a comenzar, cambiaba, pero siempre estaba presente. Llegué a olvidar el peso que sentía sobre el viaje y mi primer encuentro con el Abismo, esas cosas estaban lejos, tan lejos que aún no ocurrían. Lo único que había delante de mí era esa habitación, el sonido del guzheng, su hábil intérprete y el tiempo.

Roku Siam no nos dejó escuchar la pieza completa, pero parecía conforme con nuestra recepción. Le pregunté entonces si era posible volver a presenciar su práctica otro día. ―Aprecio su interés, joven maestro, ¿pero no sería más satisfactorio esperar hasta el día del concierto? Le aseguro que será una presentación de un nivel mucho mayor que lo que pueda escuchar aquí. ―Oh-Roku Siam, es que temo no estar presente ese día. Mi padre quiere que viaje al sur. ―¿Al sur? ―Sí, quiere que conozca el Abismo. El Músico se crispó al oír aquella palabra, incluso Wei Binlang se mostró tenso. ―Es una medida muy estricta para un último hijo ―comentó el cortesano―. ¿En cuánto tiempo más tendrás que partir? ―Aún me queda un mes. ―Comprendo ―dijo Roku Siam con solemnidad―. Puede venir nuevamente, mientras prometa que en su viaje olvidará todo cuando ha llegado a sus oídos. Wei Binlang se rió detrás de su abanico. ―Roku organizará un concierto especial para tu regreso, ¿verdad? El Músico lo miró con las cejas en alto. ―Es una posibilidad ―divagó. ―No es necesario ―dije. ―No, creo que lo haré. Una pequeña muestra, como una forma positiva de pensar en el regreso del joven maestro. ―¡Muy bien! ―dijo Wei Binlang―. Chiyo conoce el Abismo, ¿verdad? ¿Algún consejo para nuestro joven heredero?

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Acto primero La ciudad donde...

CAPÍTULO 1 Mi padre solía decirme que en la vida de todo hombre solo pasan, a lo sumo, tres cosas trascendentales: Su nacimiento. Su muerte. Y lo que va en medio. Me llamo Luca y tengo dieciséis años. Hasta aquí fácil, porque tener dieciséis es algo que le pasa a todo el mundo alguna vez en la vida, si es que no muere antes, lo cual también es fácil en mi sociedad. Hace muchos años, nadie recuerda cuántos, una organización conocida como El Sindicato tomó el control del país. Eran personas sin recursos económicos, pero armadas hasta los dientes, una especie de guerrilla formada por militares y policías veteranos descontentos que consiguió el poder suficiente para edificar una pequeña ciudad en las alturas, más allá de las oscuras nubes de polución, a la que llamaron Highlands. Desde entonces, las personas con más recursos, los ricos, los acaudalados, los famosos, vivimos abajo, muriendo a causa de la contaminación, las pestes y la violencia… y solo aquellos de escasos recursos, pobres y desgraciados consiguen desaparecer de aquí para ser llevados a la utopía de las alturas. Deshacerse del dinero es un problema. Quién lo diría. Y aquí es donde entra en juego mi amiga Roxanne. Es una persona complicada; reconozco que es difícil que no te deje marcas en muchos sentidos. Pero yo sé que me quiere. Solo necesita un empujón para demostrarlo más abiertamente. «¡El sindicato está aquí! ¡Bajan a llevarse a alguien!».

La gente grita y corre de un lado a otro. Cogen sus coches de alta gama, algunos hasta sus helicópteros. Cuando todavía era posible, la mayor parte de la sociedad renunció a sus recursos económicos para poder vivir mejor en las alturas, y así las pocas familias adineradas que quedaron se hicieron muy, pero que muy ricas, asquerosamente ricas… como mis padres. «¡Dicen que están en la plaza de la concordia!». «¡Yo! ¡A mí, señores de las alturas! ¡Llévenme a mí! ¡Este año he tenido pérdidas significativas!». «¡No, a mí, señores! ¡Seré un miembro productivo de la sociedad de Highlands! ¡Trabajo mucho sin cobrar nada!». Son tiempos difíciles. Cuando era niño, me empezó a gustar pasar las tardes junto a las columnas que sostienen Highlands. Son cuatro moles cilíndricas de piedra. Se necesitan unos cien hombres para rodear una. Están separadas entre sí por veinte kilómetros, así que se deduce que la ciudad tiene solo unos doscientos kilómetros cuadrados de superficie. No cabe mucha gente. A los pies de cada columna hay un merendero con mesas de madera para cuatro personas. Tiempo atrás se utilizaban para celebrar en son de burla que aquellos que habían permanecido en los suburbios se habían hecho asquerosamente ricos. Cuando el aire todavía era lo suficientemente respirable como para que se negara su irrespirabilidad, la gente venía aquí cada semana a tomar comidas, beber y cantar. Después las cosas cambiaron. Los merenderos quedaron abandonados a merced de la mala hierba, y el empedrado del suelo sucumbió a la fuerza de las raíces grisáceas de las plantas de aquí. De vez en cuando aún hay quien los visita, pero su mantenimiento se abandonó hace tiempo.

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Un día, cuando tenía trece años, estaba sentado en los restos del empedrado caliente, con mi mascarilla puesta. Me lloraban los ojos. Tenía la espalda apoyada en una oquedad de la columna nordeste. No veía a más de tres metros de distancia de mí. Había demasiada bruma amarillenta. Y entonces sentí una mano sobre la mía. ―Dicen que si miras con mucha atención puedes ver la base de la ciudad a través de las nubes. ¿Cómo de alta crees que está? Era una voz ruda, pero al mismo tiempo curiosa. La voz de una niña y la mano de una adulta. Pertenecían a la misma desconcertante persona. ―Mi padre dice que a unos dos mil metros. ―Traté de mirarla, pero puso su mano en mi mejilla y me obligó a observar el cielo―. ¿Qué más da si podemos verla o no? Nunca llegaremos allí… —Quién sabe. —Suspiró. Y su suspiro me rozó la nuca. Así que, o estaba muy cerca de mí, o no llevaba mascarilla―. Yo tengo ideas muy buenas para deshacerse de la pasta. A veces he venido a enterrarla aquí. —¡Eso es muy peligroso! Podrían matarte si te pillan... ¿Cuántos años tienes? —Tengo catorce. ¡Y por eso no me van a pillar! —Se quedó callada por unos instantes. La imaginé sosteniendo un puchero infantil en los labios—. ¿Alguna vez te han besado? —¿Qué? ¡No! ¡Eso está prohibido! — Inmediatamente se mezcló en mi cuerpo un cóctel de terror y deseo. Una proposición así… Si es que era una proposición, también sería algo sin precedentes en mi vida—. Se pueden crear uniones improcedentes para el manejo del dinero y acab—Te sabes bien las normas, ¿eh? —me interrumpió remolona. Sentí sus manos en mis hombros. Después las llevó a mi cara y empezó a levantar la mascarilla. El aire me quemaba las vías respiratorias. Olía a azufre y cloro, como si

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respirara bajo el agua. Poco a poco fui ahogándome, incapaz, por mi debilidad, de defenderme. Al final cerré los ojos. Se puso frente a mí. Noté la sombra de su cuerpo a través de los párpados. Después un pulgar enjugó una de mis lágrimas. La carne suave de sus labios toco los míos, secos y manchados de tierra. Y me mordió. ―¡Qué diablos crees que estás haciendo! —grité apartándola de un empujón. Ella solo se reía. Al poco tiempo noté cómo me bajaba un chorretón de sangre por la barbilla. —¿De verdad creías que iba a besarte? —Se agachó y empezó a hacer un agujero en un trozo de tierra donde se había levantado una baldosa del empedrado―. Tú no has visto nada de esto, ¿eh? Si dices algo, ya sabes lo que puede pasarte… Mientras metía un saquito de dinero en el agujero, escupió algo de sangre de mi boca que había en la suya. —¡Voy a denunciarte a los Patricios! — grité. Sí, los… Patricios son un grupo minoritario de gente que sí quiere vivir en los suburbios y conservar su dinero. Ellos son quienes tienen las armas aquí abajo y quienes aplican las leyes… a su manera. Mantienen una lucha encarnizada con los de El Sindicato, que viven en Highlands, y que de vez en cuando se dejan ver por aquí abajo para llevarse a alguien a las alturas. —No te atreverás. Podría arrancarte algo más que carne del labio, niño rico. —¡Tú… tú también eres rica! ¡Y fea! Al decir yo esto último, la chica se acercó a mí y me tendió la mano con una sonrisa.


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KALOPSIA EMBOTELLADA POR ANDRÉ ESPINOZA María era una chica de secundaria que murió en un accidente, siendo la única testigo su mejor amiga. Tras un par de días, cuando el resto parece haber olvidado el suceso, aparece Doto, el chico enamorado que planea resolver el misterio de la muerte de María. En una ciudad desviada se desarrolla una historia de aberrantes y sentimientos distorsionados, sobre una belleza inexistente.

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¡ 4 Años de Lanove!

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n Zona Fantasma nos alegramos de festejar los 4 años de Lanove! Este sitio que se ha encargado ya por 4 años de no solo traducir, sino de adaptar a nuestro idioma obras de gran calidad que de otra forma no hubiéramos conocido, o quizá no de la misma forma. En serio, pongámonos a pensar, ¿qué son 4 años? Muchas cosas han pasado en este tiempo, muchas historias, muchas personas, muchas manos y muchos lectores que estamos agradecidos con esta comunidad de traductores, correctores, editores, editores de imágenes, extraordinarias personas que no solo efectúan un trabajo sin paga, sino que el mismo lo hacen «Por el amor al Arte». Fanáticos, lectores como nosotros que día tras día esperan leer más de esas extraordinarias historias. Lanove es una comunidad de lectores, ya sea que hayas llegado a ellos siguiendo la huella de tu historia favorita, no puedes dudar que la calidad te mantiene pendiente de su trabajo. En sus inicios, y esto ya lo hemos comentado antes, Lanove era una extensión a un proyecto. Desprendiéndose de Toradora Fansub, Lanove emprendió el peligroso viaje en solitario con miras a traducir una gran cantidad y variedad de novelas. Un camino lleno de dificultades, grupos que surgieron y causaron problemas, Lanove ha estado al

borde de desaparecer en más de una ocasión. Pero el apoyo incondicional de los lectores es mucho más fuerte. Lanove se convirtió entonces en un canal hacia la calidad, aliándose con otros grupos de traductores, y siendo compuesto Lanove mismo por grupos internos que funcionan todos como engranes de este proyecto llamado Lanove. Faltará mucho tiempo para que Lanove desaparezca, y eso será solo si se llegase por ejemplo a licenciar en español todas las novelas que traducen o traducirán. Algo que está muy lejos de pasar, pero que no es del todo imposible por lo menos con algunas de las novelas que manejan. Pero mientras tanto, Lanove sigue siendo de los lugares más conocidos y populares para obtener novelas ligeras en español, si no es que el más popular. Les dejamos aquí lo mencionado por Mark, quien a administrado a Lanove los últimos años: Mark: ¡Buenas a todos! Creo que muchos ya se acostumbraron a que escriba aquí en Lanove. Recuerdo ya hace cuatro años (otros miembros ya eran parte de un grupito de amantes de novelas en algunos foros de


Internet) que todo esto iba solo a ser un blog de dedicado a noticias sobre novelas. Con el tiempo algunos del antiguo staff decidieron probar suerte traduciendo novelas. De ese antiguo staff ya solo quedamos Shiro, Aster y yo... los tres tuvimos varias temporadas de inactividad durante estos años, pero al final reaparecimos. Lanove es uno de los sitios mas conocidos para encontrar novelas ligeras en español, esto pasó sin que nos demos cuenta, de repente tuvimos muchos usuarios y fans de Lanove que nos seguían por la calidad con la que entregábamos el trabajo... eso se llama: amor al arte. Muchos se quejaron de que éramos lentos, pero nunca se quejaron del trabajo que les dábamos con un toque especial. Nunca necesitamos tomar un proyecto popular para conseguir que más gente nos siga o nos dé likes jaja, ni tampoco chantajeamos nunca a los usuarios a que hagan alguna cosa, como dar likes o obligarlos a comentar. Lo hicimos con Toradora y SAO, pero creamos grupos VIP por la cantidad de trolls y flames que había en esa época (y ahora); aunque al fin y al cabo en el grupo VIP puede entrar y recibir el material lo antes posible cualquiera. Luego del primer año de Lanove recuerdo que mi tiempo se redujo bastante, ya en esa época mucho se habían ido, pasé de traducir y corregir a solo corregir, y luego pase de solo eso; a solo editar (aunque soy el editor de la mayoría de los proyectos). Fue una linda experiencia, me sirvió (entre otras actividades) a maneja bien mi tiempo y conocer gente variada con quienes trabajar. Lastimosamente este será mi último aniversario como administrador de Lanove, ahora me encuentro preparando varios staff para cuando me vaya (voy a estar máximo hasta abril del año que viene, si organizo todo antes, pues será antes de ese mes), aunque no me iré del todo; continuare haciendo los volúmenes completos y trabajando en los proyectos donde se encuentre Nahuel y Aster, pero del resto deberé pasar. Eso es debido a varios factores... no voy a desaparecer, pero no estaré activo

como antes, dependerá de el trabajo de cada staff que Lanove siga o se siga a pedazos. Gracias a todos los compadres del staff, a los lectores y a los enemigos que nos dan fama. ¡Gracias a los cerca de 2500 seguidores en FB, a los cerca de 500 usuarios parte del sistema VIP SAO, a los no sé cuantos seguidores en Twitter (Shiro se los dirá), a los 459 miembros de blogger o con cuenta google que están subscritos al blog y gracias por cerca de 2000000 de visitas! =D Dante: Ahí está, pueden leer los comentarios del resto del staff de Lanove (no todos, pero algunos): Desde este enlace. Entre otros temas interesantes pueden leer el tema del año pasado dedicado a los 3 año de Lanove: Octubre 2012. Y la conversación que tuvimos con Mark en noviembre del año pasado: Sobre Mark. Un buen año para las novelas ligeras y sobre todo para Lanove. De parte de Zona Fantasma: ¡Felicidades!

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ALIANZA:

Accel World Vol.2 Cap 3

En realidad a mí Haruyuki me sigue cayendo pesado... y pues ahora más... pues (y con perdón para mi público loliconero) Haruyuki no parece un simple personaje con una niña que lo persigue (lo digo por Saitou Tomoko) parece un depravado. ¿Y qué le pasa a esa niña? (aunque por ahora las de 12 años ya no son muy santas, saben cosas que yo me aprendí cuando fui adolescente)... ¡vamos!, una niña insinuándose demasiado va mas allá de mi simple e inocente pensamiento.

LANOVE:

Spice & Wolf Vol.02 Cap 4

Como todos saben hoy comienza el mes Aniversario y queremos celebrarlo a lo grande, así que preparense para recibir una tormenta de su loba favorita. Pasó un largo tiempo desde el último capítulo, es enteramente mi culpa, pero les aseguro que se verán ampliamente recompensados. Solo quiero destacar que agregamos a un nuevo corrector (Victor) que participó en este capítulo, otro eslabón más en mi plan de tomar por asalto Lanove.


LANOVE:

Silver Cross and Draculea Vol.1 Prólogo

¿Cómo reaccionarías si de un momento a otro tu vida diaria pasara de ser la de un estudiante normal a la de un estudiante que se ve obligado a hospedar en su casa a una enojona, violenta, orgullosa pero sobretodo muy hermosa chica vampiro que solo piensa en convertirte en su sirviente y chuparte la sangre cada día? Pues la vida de Kujou Hisui se convirtió en algo así; cierta noche una pelirosada chica vampiro tan bella como desconocida entró en la vida de Hisui con una simple mordida… solo para recordarle… que su vida en realidad nunca había sido normal.

Lanove:

Campione Vol. 1 Cap. 5

Hola a todos, continuando con nuestro aniversario (que apenas comienza) les traemos una interesante novela que muchos esperaban. Se trata de Campione!, con la cual los deleitaremos con un interesante capítulo que a más de alguno le será interesante. Espero tengan una grandiosa celebración de aniversario y no olviden estar siempre atentos, esto no termina aquí. Enjoy!

LANOVE

Zero no Tsukaima Vol. 9 Cap.2

¡Buenas noticias! Tenemos un staff renovado (2.0 si me permiten decirlo) y con él retomaremos a un ritmo constante la publicación de ZnT. Retomamos en el bosque de Westwood, donde luego de muchas lágrimas y penas finalmente Louise y Siesta lograron reencontrarse con Saito, y enterarse que no estaba muerto. Junto a esto, la tristeza de Saito y la incertidumbre al no saber qué sucederá con él, dado que perdió sus poderes de Gandalf...

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ยกParticipa en el concurso de Jรณvenes Escritores! Obras narrativas de tema libre de 6 a 12 pรกginas de longitud.

ยกTienes hasta el 15 de noviembre! Conรณcelos por su grupo de Facebook o directamente en el evento de su concurso. concurso.


ÂĄFelicidades a Errror de Imprenta por sus 3 aĂąos!

Sigan reescribiendo la historia, creando grandes historias. Y no olvides entrar a su blog que por su aniversario nos traen varias sorpresas Interesantes.


MOVIE REVIEW

C

uando mostraban en el cine los thrillers de esta película eran un ¡Wow! ¡Será cosa genial! Sin embargo, sacrificando parte del escaso tiempo que tenía me fui a ver está película y … Bueno, ya lo verán. Les comentaré primero de qué va la cosa, que con el thriller la verdad que no se deja ver gran cosa. En R.I.P.D. se nos cuenta la historia de un policía muerto que hace un pacto para seguir visitando la Tierra: se compromete a trabajar durante cien años a cambio de trabajar en el Departamento de Policía Mortal y así ganarse su hueco en el Cielo. Por que claro, siendo un policía, no se puede estar seguro si realmente se ha sido un santo. (Seguro que tenemos muchos Mexicanos en ese departamento, ok… no). Hará equipo con un sheriff forjado a la antigua, en busca de los más extraños monstruos que viven en la Tierra, escondidos con forma humana.

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Tenemos al genial Jeff Bridges en el papel de coprotagonista, haciéndola de viejo pistolero del oeste y experimentado miembro del departamento. Quizá el personaje que más me choca de la película, ¡porque simplemente no cierra la boca! Quizá funcione tanta charla en el comic del que está basado, pero verlo en pantalla es un… ¡ya cállenlo! Ryan Reynolds el «protagonista» no tiene un papel tampoco muy destacable. A decir verdad, es el personaje más plano que podamos tener. No lo vemos con más de dos expresiones que se repiten en toda la película. El director es un tal Robert Schwentke, que quiso hacer un copia patito de Men in Black. Se los juro, toda la película me quedé pensando que hubieran puesto a Will Smith y cambiarle el titulo a «Men in Black 4» y ya está, me gustaría más así. La historia es medianamente interesante, pero de lo más predecible desde el co-


MOVIE REVIEW mienzo, puesto que nuestro villano se revela desde el principio y es el mismo que desencadena los acontecimientos directos al final. Un desarrollo de lo más forzado que deja con ganas de preguntarse ¿Por qué no ahorrarse en efectos y contratar mejores guionistas? Malos chistes, actores sin gracia, escenas de acción con exceso de efectos y falta de inteligencia. Pequeñas cosas se salvan de mi desagrado. Como en toda película mala solo llega a haber algún personaje que llama la atención. Este fue el caso de Mary-Louise Parker quien hizo del papel de comandante de R.I.P.D. en Boston. Esta mujer es la única que salva la película en pequeñas intervenciones. Eso además de los «avatares» que usan los agentes en la tierra de los vivos; esa candente rubia y ese simpático anciano asiático, sus intervenciones son también cortas, pero de lo más graciosas. Quizá debieron darles más escenas. Por mi parte me fui molesto y con ganas de que me devolvieran mi dinero y mi tiempo. Si piensan ir al cine vayan a ver otra, que esta no me agradó para nada. Lástima que no me he leído el comic como para comparar, pero me huele a que solo me decepcionaría más aún de esta adaptación.

← En algo mucho más recomendable, te invito a leer la reseña de Hotel Transylvania, película reseñada por mi compañero Uroboros y que presenta en su blog.

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«La única verdad es la realidad» Isaac Asimov

Del autor de « Memorias Japón » y « Entre el Cielo y el Infierno » una obra que te enganchará si te atreves a descubrirla desde adentro.


CRÓNICA 1 Ataques

CAPÍTULO 4

L

Los renegados

a tarde empieza a caer, como se observa por el cielo anaranjado mientras un grupo de jóvenes camina por el bosque, usan caminos abandonados con pistas en extremo descuidadas para evitar llamar la atención. El mismo joven de lentes oscuros y pelo negro va a la cabeza seguido por la chica de pelo negro y ojos celestes, detrás van el joven de pelo blanco y el otro de pelo marrón avanzando silenciosamente mientras la luz del día se termina. ―Heatwave ―dice la chica―, ¿cuánto más tendremos que hacer esto? ―Killer Freeze ―dice el aludido sonriendo mientras se acomoda los lentes―, ¿es qué ya te sientes culpable? ―Para nada. Es solo que tenemos que ir a pie a todos lados… ―se queja ella ruidosamente―. ¿No podríamos tener un transporte o algo así? ―Llamaría mucho la atención. Además… ―responde Heatwave mientras señala al joven de pelo blanco y marrón respectivamente―. No veo que Lightning o BioDoom se quejen. ―Lightning se recarga con cualquier cosa eléctrica mientras que BioDoom… Pues… ¡él controla cada maldita célula de su cuerpo! ¡Claro que no se agotan! Yo sólo congelo. El sol termina de caer y con ello se pierde lo poco que hay de visibilidad. ―Bueno ―dice Heatwave mientras se quita los lentes―, hora de abrigarse un poco. Sus ojos brillan de un rojo ardiente y se percibe una ligera aura de calor emanando de su cuerpo como si caminara por un desierto mientras un ligero destello naranja ilumina el camino.

―Síganme ―dice mientras camina lentamente dejando aire ondulante a cada paso. ―¿Te has puesto a pensar que pasaría si usan detectores de calor? ―pregunta Killer Freeze con más fastidio que antes. ―Entonces usas tu poder para camuflarnos ―responde Heatwave con tranquilidad. ―¿Y si usan solo sus ojos? Ese destello naranja no te hace sutil en medio de la noche. ―Nadie transita por aquí. Ni siquiera saben que estamos aquí. ―De nuevo, ¿por qué seguimos haciendo esto? ―Porque nos pagan muy bien… Sólo nos quedan dos blancos más y acabamos. ―Esto traerá nuevos problemas a los nuestros. Los humanos nos atacarán a todos. Me gusta el dinero, pero… ¿crees que nos alcance tiempo para gastarlo? ―Wow. Nunca te vi tan filosófica. Pero, vamos, nadie sabe hasta ahora que fuimos nosotros destrozamos todo y no dejamos testigos. Todo fue limpio. Ahora solo tenemos que seguir y no saldremos al público en un buen rato. Y tras decir esto, ella parece rendirse mientras el resto simplemente se limita a seguirlo sin rechistar. ―Además ―comenta Heatwave mientras sigue su avance―. Somos muy poderosos en conjunto… ¿Quién en su sano juicio se atrevería a atacarnos incluso si nos descubren? No bien termina de decir estas palabras cuando el joven de pelo blanco empieza a hablar. ―Heatwave ―su voz suena muy calmada―, Quizás debas apagar tu poder un momento… Alguien podría realmente empezar a rastrear la zona con detectores infrarrojos. En especial alguien que sepa de ti.

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―¿Cómo se supone que viajemos entonces?―pregunta Heatwave, algo fastidiado. ―Aprendí a detectar ciertas fluctuaciones eléctricas cuando una persona se encuentra cerca de mí ―explica Lightning con calma―. Así que podemos navegar por la noche sin toparnos con invitados indeseados. Quizás podamos descansar un poco. ―¿Realmente es necesario? ―pregunta Heatwave mientras el resplandor en sus ojos disminuye un poco. ―No requiero más descanso del necesario, pero pienso un poco en mis compañeros ―contesta Lightning con algo de seriedad dando una mirada todos―. Ustedes deberían reposar un poco, ni tú eres de hierro amigo. El joven al que llaman BioDoom parece no estar preocupado, pero tanto Heatwave como Killer Freeze parecen darle la razón. Heatwave entonces apaga su brillo y a la solitaria luz de algunas pocas estrellas y una luna en cuarto creciente en medio de aquel lugar desierto se apresuran en avanzar. ―No sé quiénes podrían venir por nosotros, pero creo que buscar refugio no sería mala idea ―dice mientras gana distancia de sus compañeros quienes se apresuran en seguirlo―. Creo que más adelante está uno de los pueblos fantasma que quedó en la zona. Quizás haya una casa con un sótano o en el peor de los casos, haremos uno. Tras andar lo que parecen ser un par de kilómetros el grupo se topa con un grupo de casas derrumbadas. Aunque no se puede observar mucho los detalles por lo oscuro de la noche. Sin embargo no queda duda en que mucho del lugar ha quedado arrasado. ―Genial… Casas destrozadas ―comenta Killer Freeze―. ¿Cómo es que este lugar terminó así? ―Solía ser un pueblo agrícola ―responde Heatwave―. Luego llegó un

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joven con el poder de manipular el viento y entonces… ―entre los daños se pueden apreciar muchos vehículos al parecer insertados en los edificios―… todo se fue al diablo. ―«El Tornado» ―comenta ella al darse cuenta de a quien se refiere―. Sí, lo había olvidado. El que empezó toda esta locura… ―¿Creen que si él no hubiera venido a revelar los súper poderes en el mundo la cosa habría mejorado? ―pregunta de pronto el joven llamado Lightning―. Yo a veces me lo pregunto. Y creo que es por él que tenemos una mala fama. ―No creo que hubiera hecho mucha diferencia ―responde Heatwave mientras enciende ligeramente una pequeña esfera de calor para hacer una pequeña lumbre en las punta de sus dedos―. Él quizás nos puso en la mira del mundo, pero... eventualmente lo habrían sabido, mucho más con todos los que le siguieron. A la tenue luz de la esfera de calor se nota la desvencijada puerta de un sótano parcialmente tapado por un auto oxidado entero. ―Como nosotros ―comenta Lightning mientras enciende una chispa para iluminar mejor el lugar―. Además del grupo de Gear -Tek. ―Oh, Gear-Tek ―exclama Heatwave de pronto alegre mientras se prepara para cortar el auto con un rayo de calor―. Sí, él es el único que inspira verdadero temor a los gobernantes del mundo, ¿recuerdan hace un par de años cuando…? BioDoom se quita la camisa y la casaca que llevaba mientras tira los zapatos a un lado, en cuestión de segundos su cuerpo ha crecido algunos centímetros más y su masa muscular al menos triplicado, arranca el auto sin problemas y tira los restos oxidados a un lado.


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CAPÍTULO 1

A

Festival de muerte

quello era una pesadilla. Sí, lo más probable era que un fuerte golpe la hubiese dejado inconsciente y ahora su mente, tan vaga como siempre, se había dejado influenciar por el ambiente. La oscuridad era un miedo irracional, bien lo sabía. Pero había en esa aula una sensación maligna. Como cuando alguien te observa, pero de una forma tan intensa que los hombros te pesan y las piernas te tiemblan. Intentó contener el miedo aunque su corazón se aceleraba. Tanteó el pomo de la puerta y lo giró. Su esperanza desvaneció cuando este no cedió ni un poco. Aquella mirada se acercó por detrás. Sofía insistió con la puerta; agitando, golpeando. No quería ver atrás, más sin embargo, al sentir aquel frío aliento en su nuca, giró lentamente la cabeza. Solo se escuchó un grito en el pasillo, que a lo poco fue consumido por el silencio. Poco tiempo antes las cosas eran diferentes; Alex llegó a la secundaria mordiendo sus labios. Por todas partes veía a los estudiantes preparando felizmente las aulas para el festival escolar. A pesar de que solo habían pasado unos días, su mente se distraía con facilidad, había olvidado por completo la cosa. Claro, no era que le preocupara tanto, el año anterior tampoco había participado. Pero ese año era diferente por varias razones… ―¡Hasta ahora llegas! ―Sharón Valdez le miró con severidad desde la entrada. Sí, aquella chica era una de las razones. El chico no dijo nada. Sharon se le acercó con una mirada que intimidaba, tan pronto quedó a centímetros de distancia le arrebató la mochila y la abrió sin cuidado alguno. ―Tu disfraz, ¿no lo traes? ―Yo… lo olvidé ―respondió mirando a otra dirección.

―Eres un tonto. ―La chica suspiró mientras le devolvía su mochila ―. No esperaba menos de un friki como tú. Mi culpa por pensar por un momento que quizá te interesaría ayudarnos en esta actividad. La verdad era que realmente le importaba la actividad que haría su clase en el festival. Solo que era en verdad distraído y mientras jugaba a la consola de noche olvidó por completo que él festival sería aquel día. Una lástima, pues ese cosplay de Leon Kennedy era su orgullo. ―Por fortuna te daré el trabajo de los «efectos especiales». ―Sharon le mostró una sonrisilla que le espantó más que cualquier película de terror. ―¿«Efectos especiales»? ―Alex imitó aquellas comillas con sus dedos mientras Sharon apuntaba a una esquina del salón. Ahí, escondido detrás de un librero había un poco de todo; una pequeña máquina de niebla, un pedazo amplio de lámina metálica, además de otros instrumentos que le fue complicado identificar. Todos listos para desempeñar su trabajo de causar un ambiente propicio para el terror. Al final, entre una cafetería y una casa embrujada, las votaciones a favor de convertir el aula en el epicentro del miedo ganaron. ―¿Qué hay de los demás? ―preguntó Alex al notar que en el salón solo estaban Sharon, él y otros pocos compañeros. ―¡Aquí estamos! ―gritó Sofía entrando estrepitosamente por la puerta. Aquella Sofía era apenas reconocible. Su rostro era blanco y asemejaba la forma de un cráneo. Presumiendo un vestido naranja y negro que acentuaba su delgada figura. Justo frente a Alex posaba la más moderna Catrina que había visto. Detrás de ella un montón de zombis y criaturas de la noche llegaron arrastrando telas oscuras y telarañas. En poco tiempo y bajo la dirección de aquella Catrina de cabello naranja el aula se convirtió en una casa encantada, mucho más grande de lo que realmente era y por supuesto lo suficientemente tenebrosa.

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―¡Bien! Gran trabajo, Sofí. Sabía que podrías ayudarnos a arreglar este lugar. Sharon tachó algunas cosas de la lista que sostenía en las manos y se detuvo a mirar detalladamente a su amiga y felicitarla por su disfraz. ―Te tomaste muy enserio lo de tener que ser una anfitriona con clase. ―¡Lo sé, quería reservar este vestido para algo especial! Pero todo sea por vencer a esos odiosos de la sección B. ―¡Así se habla! Nos darán el premio de este año ―gruñó Kenny Franco desde la puerta. Su brazo derecho y su pierna izquierda parecían haber desarrollado pelaje a sobremanera, sobre su cabeza había un par de orejas caninas y de sus pantalones salía lo que parecía una cola. ―¿Eres… un perro? ―dijo Alex con cara de pocos amigos. ―No, no. Soy un hombre lobo ―respondió Kenny sin captar la indirecta. ―¡Kenny, tu disfraz es genial! ―Sí, adivinen quien saltó encantada al verle. ―No está mal, pero ya tenemos mucha gente actuando adentro. ¿Te parece estar de anfitrión junto a Sofía? ―Sharon seguía apuntando cosas en aquella lista. ―Ok, no hay problema. Pero una cosa, ¿qué hay de Frank? ―Oh, sí… ¿Dónde está él? ―cuestionó Sharon mirando el reloj de la pared ―. Ya casi es la hora. ―Aquí ―susurró el chico a espaldas de Sharon, tomándola de la manga. Sharon dio un salto, asustada. ―¡¿Cu-cuando has entrado?! ―Llevo un rato atrás de ti… ¿No me viste? El chico llevaba un jugo de fresa en las manos, lo sostenía de tal forma que lo hacía parecer aún más infantil, aunque no ayudaba mucho su mirada de aburrimiento ante todo lo que le rodeaba.

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―¿No traes disfraz? ―No… ―Eso se resuelve fácil ―pronunció Sofía con una sonrisa en su rostro. Se acercó al niño y apretujó aquel jugo de forma que todo su contenido salió por la pajilla derramándose sobre el pobre Francis. Toda su ropa y su cara quedaron empapadas de rojo. ―¡Qué ingeniosa! Ahora parece un pequeño asesino ―añadió Kenny entre risas al ver al chiquillo cubierto de jugo. ―En verdad tengo ganas de matarte ―masculló el niño seriamente mientras se alejaba. ―Bien, ya están todos. Solo falto yo ―dijo Sharon al ver la lista completa―. ¿Sofí, me ayudas con mi maquillaje? ―¡Por supuesto! ―Chicos, en un momento volvemos, asegúrense de que nadie entre hasta que yo vuelva. Empezaremos entonces. ―¡Entendido, presidenta! ―respondió Kenny junto a los zombis del aula. Sharon se le quedó viendo a Alex esperando su respuesta. ―Yo… iré a mi puesto. Alex se alejó hasta su rincón escondido luego de lo cual Sharon junto con Sofía abandonaron el aula. Kenny apagó las luces y conectó las luces navideñas; aquellas que Sofía había adaptado para que brillaran de una forma tan débil que apenas parecían pequeños destellos de vela. Los sonidos de truenos y risas macabras comenzaron a escucharse. ―Este lugar se ve muy bien ―escuchó Kenny a su espalda. ―¡En verdad! ―respondió el chico girándose. Ante él apareció la parca, aquel mensajero de los muertos con todo y una afilada guadaña. Con su capucha y toga mirándole tras un rostro cubierto en sombras.


―¡Asombroso! ¿Hiciste el disfraz tú mismo? ―De hecho me lo dieron ―respondió «La Muerte». ―¿Alex? Ya veo… Sharon consiguió algo de último momento. ―Sí… eso. ¿Podrías ayudarme en algo? ―¡Por supuesto! ¿Qué cosa? De esas enormes mangas Alex sacó un papel, una simple hoja de cuaderno, con un dibujo hecho en tinta roja. Algo más parecido a un garabato. ―Pon esto en alguna pared, Sharon dijo que sería un buen toque. ―Mmm… Si Sharon lo dice. Kenny tomó aquel papel y lo miró con extrañeza. No veía como un papel garabateado podía aportar algo a la escenografía. Pero claro, él no era el experto. ¿Era acaso aquello que Sharon rallaba en su libreta? Se acercó a la pared más cercana y colocó el papel sobre ella, adhiriéndole con algo de cinta adhesiva. ―¡Kenny, detente! ―gritó Pablo Rodríguez, quien jaló fuertemente del brazo de Alex, quien seguía en su rincón―. ¡Ese no es Alex! ―¿Eh? ―el rostro de la muerte sonrió al chico, mientras por la puerta entraban Sharon y Sofí. ―¡Comience la noche del miedo! ―gritó Sharon dando una palmada. ―¡Sí, que comience! Con un movimiento de su guadaña el universo pareció cortarse en dos tras un estruendoso destello. Un ruido atronador cubrió el aula junto al movimiento del suelo. Kenny escuchó con terror los gritos de sus compañeros y todo se desvaneció en un parpadeo.

taba estrujado entre cosas. Sus ojos no se acostumbraron a aquella penumbra, que en ningún momento pareció mejorar. Intentó mover sus brazos para tantear lo que le rodeaba; estantes, todos de madera y con cosas varias en ellas. Latas, botellas, trapos y herramientas. Era un armario de intendencia. So rostro rosó con un cable, o quizá una delgada cuerda, que colgaba. La estiró y algo de luz apareció sobre su cabeza. Por fortuna funcionaba aquella pequeña bombilla, aunque sus pequeños flasheos de ínfima duración entre cada segundo no le daban mucha confianza al chico. Abrió la puerta, mas no demasiado, lo suficiente para mirar por afuera. Solo oscuridad y un horrible silencio. Tanto silencio que podía escuchar palpitar a las paredes, sabiendo en el fondo que de él provenía tal sonido. Cerró la puerta del armario y se decidió no salir sin lo necesario. Tomó un par de linternas y el arma más efectiva que pudo encontrar; unas tijeras de jardinería. Sabía que podía estar exagerando. Pero algo en el ambiente le atemorizaba lo suficiente como para intentar defenderse. Salió despacio. Sus palpitaciones aceleraron con el chirrido de la puerta y más aún cuando al salir aquella se cerró sola de un portazo. Encendió una linterna lo más rápido que pudo, pero no vio nada extraño. ―Tranquilízate, hombre. Es solo tu imaginación. Corrientes de aire… Solo eso ―dijo tragando saliva e intentando contener su miedo. La escuela estaba a oscuras. ―Esto no tiene sentido alguno… ¿Será un fusible? Quizá me quedé dormido y ahora todo está apagado.

*** Alex volvió en sí. Todo estaba tan oscuro como si fuese de noche, quizá incluso más. El lugar en el que estaba ya no era su salón de clase, era más estrecho. Su cuerpo es-

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CAPÍTULO 8 Evil’s Root III: Judgement

―N su frente.

ada… No hay manera de encontrarle… ―Dejando escapar un suspiro, Hant Terrie se limpió el sudor de

Era más del mediodía. Desde hacía ya un buen número de horas, había estado buscando sin cesar al nieto del anciano con el que había viajado hasta la villa de Anoix, pero, por más que buscara, todo era en vano. El muchacho no aparecía por ninguna parte. Al principio había pensado que quizás se había quedado en casa de algún otro vecino, o que, dios no lo quisiera, se había caído en algún pozo o estaba atrapado en algún otro lugar y no podía pedir ayuda. No era impensable, después de todo; el niño era mudo de nacimiento. Sin embargo, a estas alturas le costaba seguir creyendo que estuviera cerca de ellos y aún no se hubieran dado cuenta. Demasiadas personas habían colaborado en su búsqueda como para que todavía quedara algún sitio de la villa sin revisar. Su esposa y su hijo mayor, el abuelo del desaparecido, Emanuel y Mara, incluso Fob y Nia. Si todos juntos no habían sido capaz de encontrarle, ¿qué esperanzas tenía de conseguirlo él solo? Suspiró de nuevo. ―Primero los hombres del Duque se llevan a Fob y Nia, y luego va el anciano y se esfuma sin avisar. Mara y Emanuel insistían en seguir buscando, pero se veían cansados, así que les convencí para que volvieran a su casa y descansaran un poco. Y no iba a dejar a mi esposa e hijo vagando solos por la villa con todas las cosas extrañas que están sucediendo, pero… ¿Qué se supone que haga ahora? Ya no quedan sitios por revisar, y aunque los hubiera, con sólo una persona esto es como jugar al gato y al ratón. Ese chico puede pasar por delante de mis narices y yo no darme ni cuenta… Maldición ―gruñó―. ¿Qué demonios sucede en esta villa?

De repente, escuchó el sonido de la hierba crujiendo a su espalda. Se volteó pensando que se trataría de su esposa, y al ver a la persona tras él, su expresión se tensó. ―¿Hant Terrie? ―dijo el recién llegado―.Venga conmigo, por favor. ―¿A dónde? ¿Qué es lo que quiere? ―preguntó el leñador. ―Lo sabrá muy pronto. Ahora sígame. Son órdenes del Duque ―y, con una sonrisa, añadió―: Su familia le está esperando. *** Fue aproximadamente a la una de la tarde cuando el mensaje del Duque de Anoix comenzó a propagarse como la pólvora por la villa. ―A todos los habitantes de la villa de Anoix, reúnanse en el juzgado en una hora. El Duque ha convocado una reunión de emergencia. Se requiere su presencia cuanto antes. Todos los detalles se revelarán en la reunión. Las voces de los mensajeros del tirano volaron por toda la villa como pájaros de mal agüero y, tan pronto llegaron a sus destinos, los atemorizados murmullos de los aldeanos comenzaron a crecer en número e intensidad. «¿Qué ha pasado?». «¿Qué quiere ahora el Duque de nosotros?». «¿Va a castigar en público a aquellos que le han desobedecido?». «¿Qué clase de tortura ha pensado esta vez para hacernos la vida aún más imposible?». Ese tipo de pensamientos se multiplicaron rápidamente al abrigo de la seguridad de sus hogares. Todos coincidían en una cosa: nada bueno podía resultar de ello, no viniendo del tirano Duque de Anoix. Y, sin embargo, nadie se atrevía a decirlo en voz alta. Igual que nadie en su sano juicio decidiría no acudir a la cita después de haber sido convocado. Obedecer al Duque no te libraría del sufrimiento, pero siempre era

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mejor que el castigo que esperaba a aquellos que le desobedecían.

―No pasa nada. Voy a ver quién es. Espérame aquí, ¿vale?

Esa era una enseñanza arraigada en los corazones de todos los habitantes. A pesar de que nadie sabía con exactitud lo que les sucedía a los que le desobedecían.

Con pasos temblorosos, se acercó a la puerta del recibidor y aguardó en silencio. Los golpes habían cesado. Por un momento, pensó que quien fuera que había estado aporreando a la puerta se había cansado y había decidido marcharse, pero se dio cuenta de que se equivocaba. El golpeteo se reanudó un segundo después y con más fuerza que antes.

Quizás el no saberlo… era lo que realmente les asustaba. Por eso, apenas diez minutos después de que el comunicado del tirano iniciara su camino alrededor de la villa, una opresiva atmósfera de terror se había apoderado hasta de la última piedra en la aldea. Los únicos que no cayeron víctimas del pánico hasta bien pasada la media hora fueron Emanuel y Mara, que, acostados en su habitación, recobraban fuerzas después de una búsqueda que había durado varias horas. A diferencia del resto, ellos no escucharon el mensaje hasta que, un poco antes de la dos menos veinte, alguien aporreó la puerta de su casa como si quisiera echarla abajo. No, siendo más precisos, debería decirse que fue cuando escucharon el mensaje cuando por fin se percataron del incesante golpeteo que había estado repitiéndose desde hacía rato. ―Cariño… ―murmuró ella, mirando a su marido preocupada. Había sido la primera en oírlo todo, y también la primera en entender qué significaba el comunicado del Duque. Emanuel se levantó de la cama de un salto y se puso apresuradamente la camisa. Estaba empapado en un sudor frío, y tenía la piel de gallina. Él también se había dado cuenta; el Duque planeaba hacer algo, algo grande. Algo les iba a pasar a Nia y a Fob. No, no sólo a ellos, Mara y él también estaban en peligro; lo presentía. No sabía de qué clase de peligro se trataba, pero no podía ser nada bueno. No obstante, a pesar del miedo, cuando se volvió hacia su esposa, lo hizo con una sonrisa confiada en el rostro. La acarició suavemente el pelo y, plantándole un beso en la mejilla, dijo:

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―¿Quién es? ―preguntó sin abrir la puerta. En respuesta, los golpes pararon. Sin embargo, nadie contestó. Eso le preocupó más, pero, al mismo tiempo, le enfureció. ―He preguntado que quién está ahí. No abriré la puerta hasta que me conteste ―exclamó alzando la voz. Por unos segundos, no escuchó nada. Entonces, cuando pensaba que no obtendría una respuesta, la persona al otro lado de la puerta contestó: ―Buenos días. Vengo a traer un mensaje urgente a Emanuel y Mara de parte del Duque de Anoix. ¿Podrían abrirme la puerta, por favor? Sólo será un momento. Una voz masculina, grave. Pero no pertenecía a Gaeffrei, el mayordomo del tirano, lo que le tranquilizó un poco. Aun así, no abrió de inmediato la puerta. Porque, ¿qué podía querer el Duque de ellos ahora? Podía ser que el mensajero simplemente viniera a comunicarles que se iba a celebrar la reunión de la que habían oído hablar apenas hace un par de minutos, pero ¿de verdad era sólo eso? ¿Hacía falta de que fueran repitiéndolo puerta por puerta cuando ya lo estaban gritando por toda la villa? No, no podía ser eso… ¿o sí? ―¿Puede abrirme, por favor? ―repitió el mensajero.




CAPÍTULO 7 I.- News

«A

ún no se sabe nada de los autores del atentado al palacio Real de Oslo, ningún grupo ha querido adjudicarse tal hecho, dejando serias dudas sobre el motivo del ataque. Se pueden contabilizar alrededor de treinta personas fallecidas, entre guardias de seguridad, empleados de la sede y nueve miembros de elite de la guardia real de la Reina Calanthe. Más allá de eso, tampoco se puede ignorar el hecho que fue su majestad en persona quien anuncio a sus sucesores, el príncipe heredero Eric Harald Hardråde, quien siguiendo la tradición había sido desterrado por lo que los últimos años según se dice residió en Estados Unidos, el otro enigma es su prometida Lucy Álfr, la bella mujer de cabello rubio y orejas en punta que acompaña al príncipe en todo momento. Muchas dudas son las que surgen alrededor de este asunto, todo está cubierto en un halo de misterio y tanto la casa real como su colaboradores se niegan a comentar algo al respecto, de momento solo podemos esperar un comunicado oficial de parte de la policía y de los mismos involucrados para poder esclarecer los hechos».

Extracto del diario “The Sun” 29 de Mayo de 2030 II.- Ascending ―No pareces para nada sorprendida Claire. ―La verdad es que me esperaba esto ―me responde ella indiferente. ―¿A qué te refieres? ―Raphael, hace ya muchos años cuando Lucy era una niña nos topamos con un grupo de gitanos, que protegimos en nuestro trayecto dado tanto ellos como nosotras nos dirigíamos hacia el mismo lugar. Como agradecimiento la líder de ellos, a la que

llamaban «El oráculo Cíngaro», nos leyó la fortuna. El vaticinio para Lucy fue que «Ella algún día será la Reina que gobierna con Temple de acero y mano cariñosa, será venerada por cada uno de sus súbditos y por su pueblo siempre al lado de su amado marido, aquel que desciende de leones y tigres». ―No me digas… ―Al parecer lo dicho ese día se ha cumplido casi a cabalidad ―dice ella mirando la televisión que justo en ese momento se hacía una toma en primer plano de Lucy. ―¿Y para ti? ―Silencio acompañado de una expresión de duda―. ¿Cuál fue tu predicción para el futuro? ―pregunto, ella de inmediato se pone roja, hasta las orejas y muy nerviosa solo mueve la boca tratando de articular palabra pero no emite sonido alguno. ―¡E-eso n-n-n-n-no te i-importa! ―grita, luego se levanta y sale huyendo despavorida hacia la cocina, que hasta ahora es su refugio. Lo que sucedió después del ataque dejo secuelas, desde entonces Claire no ha podido quitarse la armadura de largos cuernos y la lleva puesta todo el tiempo, aparte de ello el problema radica en que no puede comer o tomar un baño y cosas así, tampoco quiero ahondar más en los detalles sobre lo que no puede hacer dado que terminaría deshonrándola así que lo dejo a vuestra imaginación. Hasta ahora sigo preguntándome donde pudo haberse metido Henrietta, desapareció hace ya unas diecisiete horas luego de recibir una llamada, antes de que se fuera pude ver su rostro, estaba pálido y parecía muy perturbada. Otra cosa notable es que ha pasado la misma cantidad de tiempo desde que cayó un nuevo pilar de luz que destruyó un edificio entero y así mismo es la cantidad de tiempo que Claire ha estado metida en la cocina.

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III.- Tormento E Passione Han pasado veinte minutos desde la llamada que recibí de Bai Hua, desgraciadamente echó por tierra los planes que tenía para cuando me reuniera con Henrietta, corro lo más rápido que puedo hasta la dirección que me ha sido señalada, paso frente el ayuntamiento, además en mi camino me encuentro con la estatua del hombre amarillo, el amado hijo ilustre de esta ciudad y a pesar de llevar tanta prisa, no puedo evitar detenerme y tomarme una foto con él. Finalmente llego hasta mi destino luego de estar corriendo más de una hora, afortunadamente tengo una buena condición física, jadeo un poco pero con la mirada busco a los sacerdotes que Bai Hua menciono. ―¡Hey, tú, niña! ―escucho la imperiosa y potente voz de un hombre a mi espalda, me vuelvo rápidamente al sentirme sorprendida. ―Se mas considerado, Finn, ¿qué harás si la asustas? ―Perdón, señorita no quise ser grosero, es que desde hace un rato esperamos a alguien que llega con retraso ―dice el hombre vestido de sacerdote. ―¿De casualidad será usted la señorita Marion Wallace? ―Correcto, entonces debo suponer que usted debe ser Jake, el novio de Bai Hua. ―Exnovio… ―dice interrumpiéndome puedo notar que se ha puesto nervioso, el otro sacerdote le observa de manera suspicaz. ―Y yo soy Finn ―agrega cuando se cansa de observar a su compañero. ―Encantada de conocerlos ―respondo haciendo una reverencia, pero desde hace unos momentos me ha invadido la sensación de mal agüero, un mal presentimiento, los cuales para mi desgracia siempre que los siento, algo malo sucede, nunca se equivocan y en este momento como en ningún otro he sentido uno tan fuerte.

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―Pongámonos manos a la obra ―dice Jake sacándome de mis cavilaciones. ―Entonces, como siempre, tú por delante y yo los tomo por sorpresa. ―Señorita Marion, al ser recomendada por Bai Hua entiendo que sabe protegerse a sí misma, ¿es correcto? ―Claro ―respondo con prestancia la pregunta de Jake mientras les enseño mis espadas. ―Bien, comenzamos ―dice Finn al tiempo que nosotros tres observamos el imponente y sombrío que se alza frente a nosotros. IV.- Seis Horas Después… ―¿Cómo paso esto? ―pregunta la femenina y susurrante voz en medio de la tenue oscuridad que reina en el largo pasillo donde se encuentran refugiados todas estas raras gentes alrededor de una mujer que yace tendida ante ellos, hermosa e inmóvil, pero pálida como la luz de las estrellas. La voz pertenece a Henrietta Winters y de sus ojos no paran de brotar lágrimas, que lentamente recorren su rostro hasta caer al suelo. ―Ella murió protegiéndonos, a nosotros ―responde una mujer que se encuentra frente a ella, sus hinchados ojos delatan que hasta hace muy poco había estado llorando la suerte del ser querido que acaba de perder. ―¿Qué hacia ella aquí? ―pregunta Henrietta tratando de mantener los estribos a pesar de que su tono de voz delata la ira que crece cada vez más y más. ―Ella había insistido en ayudarnos ―mintió uno de los sacerdotes que se encontraba allí.




ESPECIAL DE TERROR 2013

H

Catherine ago sonar la puerta tres veces con un ligero golpeteo.

―¿Hanako, estás ahí? ―pregunto con fingida confianza, sé que sólo es una tonta leyenda, pero… oh, por favor, responde, me harías el día si lo hicieras. Silencio. Silencio.

Comenzamos a caminar mientras repasamos el plan de hoy. Ya son las nueve de la noche, la escuela se encuentra casi vacía y sólo permanecí tanto tiempo por este experimento que Rossana echó a perder. ―Te tengo una sorpresa que te hará alegrarte. Sé que estos días son muy especiales para ti, buscando fenómenos extraños y todo eso. ―La miro con ojos de ira y ella sólo sonríe―. Por eso mismo, mañana iremos a un pueblo cerca de la ciudad para pasar ahí el fin de semana. Hay muchas leyendas desperdigadas por ese lugar y ya conseguí una posada donde nos quedaremos, con suerte y al fin se te hace encontrar algo.

Es suficiente. Abro la puerta con lentitud, siento escalofríos. Vacío, como era de esperarse. Permanezco dentro por unos segundos, pensando. Por años he hecho ese tipo de cosas y nada, bueno, al rato lo intentaré con Bloody Mary, quizá tenga más suerte.

Guardo silencio. A pesar de que eso me emociona, aún sigo enojada con ella y sólo acelero el paso.

―¿Nos ponemos el chaleco rojo? ―escucho la pregunta con una extraña voz. No puedo decir nada, no quiero decir nada, sé lo que sucederá si trato de responder algo. Mi boca tiembla, sé lo que pasa, pero la emoción que causa el terror me hace responder:

―¡No me dijiste que ella vendría! ―exclamo teniendo a Sarah prensada a mi cuello.

―S-sí. La puerta se abre de manera abrupta, espero con emoción lo peor. Grito, pero al instante me silencio. ir.

―Ya deja esos juegos, nos tenemos que

Sólo es Rossana, burlándose de mí con esa sonrisa irónica. ―Sí, sí ―respondo tratando de mostrarme calmada. ―Eres tan linda cuando te quieres hacer la valiente. ―¡Calla! Sonríe la muy desdichada…

―¡Vamos, no hagas tu berrinche! ―me dice mientras camina detrás de mí. ***

―Si íbamos sólo nosotras dos no sería tan divertido, además César implica transporte gratis ―dice ella mientras con su dedo apunta a César que con ayuda de Tora, guardan cosas dentro de la camioneta. ―¡Ey! ―exclama él a modos de queja. ―Calma, que tú fuiste quien te ofreciste ―dice Iker mientras sale de la casa de César con un par de maletas más. ―¿Por qué me desprecias? ―me pregunta Sarah haciendo cara de puchero. Suspiro. Los minutos pasan y al fin terminan de guardar todo. Subimos a la camioneta: César de conductor, Tora de copiloto; Iker y Rossana se sientan en la parte intermedia y, aunque yo quería ir con ellos, Sarah me lleva consigo a la parte trasera. Es una camioneta grande, debo admitir; con facilidad caben entre ocho a diez personas. Parece que César es de una posición más o menos

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acomodada, aunque ya me habían comentado algo así.

―¡No estés bromeando, César! ―me quejo.

―Más importante, ¿por qué viajamos cayendo la noche? Ya son las seis de la tarde y en menos de dos horas oscurecerá ―expone Iker con algo de preocupación.

Sin respuesta. Él y Tora dicen algo en voz baja y descienden de la camioneta acercándose al capó, lo abren y comienzan a estudiar.

―¿No estamos en búsqueda de fantasmas? ¡Eso siempre es mejor de noche! ―afirma Tora de manera efusiva, a lo que César sólo se encoje de hombros.

―¿Qué sucedió? ―pregunto temerosa.

―Espero no nos ocurra un accidente… ―añade mientras enciende el vehículo. El viaje inicia y los minutos transcurren, primero por las avenidas de la ciudad, las cuales tienen algo de tráfico y después saliendo a la autopista donde el flujo era bueno. Platicamos, bromeamos y jugamos; algunos de ellos llevan consolas portátiles y tenemos partidas en interconexión. Soy mala con estos juegos, pero no permitiré que me ganen con tanta facilidad… Si no fuera por Iker, no hubiese agarrado el gusto a los videojuegos, de hecho no es que me gusten en realidad, sólo que jugar en compañía de los amigos es lo que lo hace divertido. ―¡No es justo! ―grito casi aventando la consola que tengo en mis manos, Sarah apenas logra rescatarla justo antes de salir disparada. ―Bien, es mi turno. ¡Iker, no me ganarás esta vez! La noche comienza a caer y nosotros seguimos por la autopista, tomando una desviación por un camino de sólo dos carriles. Ningún otro auto se ve a la redonda.

―No te preocupes, no pasará nada ―dice Rossana mientras se inca en su asiento volteando hacia nosotras. ―Sí, ¿qué es lo peor que puede pasar? ―pregunta Sarah. ―Ya sabes… una sombra extraña se acercará a la ventana y la golpeará, haciéndonos gritar del susto. Luego se escucharán los gritos de Tora y César que están afuera… lo normal ―expone Rossana con una sonrisa de burla. ―¡Calla! ―grito a manera de queja. Un golpe en la ventana. Grito con fuerzas, poniendo mi cabeza entre mis piernas y cerrando los ojos. Silencio… Comienza reír. ―Sólo es Tora, Neko, no te asustes. ―Vamos, tenemos que bajar ―dice Rossana mientras me empuja un poco. Alzo la cabeza, haciendo caso y comenzamos a descender. Primero bajan Iker y Rossana, luego Hedda, cuando estoy a punto de descender escucho un ligero grito… es de César, sin pensar me aviento al asiento y con la cabeza boca abajo. Escucho a Iker y a Rossana correr a la parte frontal del carro; Sarah por su parte se vuelve a meter al lado de mí.

―Esto parece el escenario de una de esas películas de terror ―comienza a decir César―. Ya saben, un grupo de amigos que salen juntos, se desvían a un camino desértico y su auto se detiene justo a mitad del camino…

―Eres una miedosa ―me dice burlándose a pesar de que ella también se nota preocupada por su tono.

Un sonido extraño, ¿es la camioneta? ¡No! Porque dijo eso… César apenas logra sacarla de la calle antes de que se detenga en su totalidad.

Descendemos y nos acercamos a la parte frontal, ahí estaban todo, pero había una persona más. Un joven de casi treinta años, con mirada amable y una cabellera negra

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―¡Todo está bien! ―grita Iker para animarnos a ir con ellos.


corta, vestido de una manera bastante casual. ―Ya veo ―escucho que dice. ―¿Quién es? ―le pregunto en voz baja a Iker que estaba enfrente de mí. ―Quién sabe, acaba de llegar por el camino. ―Bueno, me presento ―comienza a hablar―. Soy Fabián, soy el dueño de una posada que está por este camino. ―¿Y cómo podemos llegar a Sombra Luz? Sigo diciendo que ese nombre es demasiado contradictorio… ―Pues está a cerca de una hora caminando por este camino, pero ya es de noche y no es muy recomendable caminar por esos rumbos estando tan oscuro. Hay un mecánico que podría venir, es amigo mío, pero hoy no lo encontré en su local abierto y al ir a visitarlo a su casa, me encontré con que estaba enfermo. No creo que pudiese venir por ustedes. ―Oh, lástima ―dice César―, ¿no tienes su número para probar? ―Lo siento, no lo tengo apuntado. Pero si lo desean se pueden hospedar en mi posada, está a menos de diez minutos caminando. No confío en él. Se ve sospechoso. ―Creo que tenemos que hablarlo un poco entre todos, nos das unos minutos ―Tora toma la palabra, Fabián asiente y se aleja un poco. ―No podemos confiar en él ―digo tratando de ocultar mi miedo. ―No tenemos de otra ―expone César algo molesto por eso.

―Lo que sucede es que tú eres muy confiando ―afirma Tora―, pero lamentablemente no tenemos otra opción. ―Cierto, de todas maneras somos seis contra uno ―dice Sarah. ―Si tiene intenciones maliciosas, no creo que esté solo, así que ese argumento no da tanta seguridad ―refuta Rossana con la mirada pensativa. ―Hay que someterlo a votación ―concluye César―. ¿Quién vota por ir con él? Una, dos, tres, cuatro manos se alzaron. Los únicos que no votamos a favor fue Rossana y yo, pero la mayoría es la que cuenta. ―¡Bien, Fabián, iremos contigo! ―grita Tora y el aludido se acerca. ―Entiendo su preocupación, sin embargo no se preocupen, no tengo intenciones maliciosas. ―Está bien ―digo aún preocupada. Comenzamos a caminar por un sendero que nos llevó un poco adentro del bosque que nos rodeaba. Tora estaba hablando con Fabián hasta adelante mientras César venía cerca de nosotras dos. ―Qué gran camioneta tienes, para que se detenga a medio camino ―expone Sarah en forma de burla y César sólo sonríe. ―Ya sabes que no es mía, no sé qué le habrán hecho, la verdad. ―César, disculpa la impertinencia ―comienzo a hablar―, tu familia se ve de clase alta y con buenos bienes, sin embargo no pareces tener la típica arrogancia que tienen la mayoría de las personas como tú.

―¿Qué le sucedió a la camioneta? ―pregunta Sarah. ―No lo sé, todo se ve bien, pero no quiere arrancar. ―Yo creo que la mejor opción será ir con él ―dice Iker―, no se ve mala persona.

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“Sueños…. Sueños cumplidos… Sueños grandes… Sueños pequeños… Sueños rotos…

CAPÍTULO 7 «Ken… anoche, cuando me preguntaste si yo había pedido mi deseo, te diré que la respuesta es que sí, sí lo hice, y ese deseo se cumplió, pero jamás pensé que fuera el mismo que el tuyo… ¿Qué cuándo me di cuenta? Jeje, espero que recuerdes bien lo que sucedió hace seis años…». ―¡No puedes estar hablando en serio! ―se oye gritar a un hombre de mediados de los treinta años, de tez oscura y cabello negro con tonos violetas―. ¡No podemos encontrar a un reemplazo en cinco minutos! ―Lo siento, señor Kalos, pero la comida de hoy en la mañana me enfermó y no puedo hacer el acto… ―dice un joven latino, mientras se toca el estómago con ambas manos. ―Está bien, Gustavo, no voy a presionarte para que aparezcas en el escenario y, debido a tu condición, lo mejor será que te vayas a tu casa.

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―Gracias por su comprensión, señor Kalos… ―dice el joven mientras toma la salida de emergencia del escenario y se dirige a un auto que lo está esperando. ―¿Es cierto lo que escuché? ―se oye a Mia acercándose a toda prisa a Kalos―. ¿La función de hoy será cancelada? ―¡Kalos! ¡No puedes cancelar la función de hoy! ¡Ese no es el único acto que tenemos! ―Anna… yo no… ―dice Kalos volteando a ver a una chica de cabello morado caminando furiosa hacia él, Kalos pone sus brazos al frente, intentando detener el inminente golpe de Anna, pero esta es detenida por la mano de un joven de cabello blanco. ―Anna, Kalos es el dueño del escenario y si él dice que la función es cancelada no podemos contradecirlo ―dice el joven de cabello blanco mientras suelta a la chica y dirige la mirada al dueño. ―Yo nunca dije que iba a cancelar los demás actos ―dice Kalos aún con nerviosismo―, pero debemos estar preparados


para el peor de los casos si no encontramos un sustituto… ―¿Es tan difícil encontrar un sustituto entre el personal del escenario? ¡Estoy más que segura de que alguien quisiera tener el papel de Don Juan! ―Estás olvidando el detalle de que no todo el personal puede ejecutarse perfectamente en el escenario ―dice el peliblanco con total seriedad. ―Ese no es ningún problema, Yuri, el papel puede adaptarse a nivel de suelo, como el de un actor de teatro… pero lo que es más importante es encontrar a alguien que se aprenda el guion de memoria en cinco minutos. Dicho esto, el grupo comienza a decepcionarse, mientras Kalos y Anna comienzan a pensar en opciones.

«¡Oh! Sí, bellísima Inés, espejo y luz de mis ojos…». ―¿Escucharon eso? ―dice Anna mientras intenta adivinar de donde proviene la voz. ―¿De dónde proviene esa recitación? ―pregunta Mia desconcertada. ―Creo que viene de la bodega de utilería ―dice Kalos mientras se dirige por el pasillo central de los camerinos hasta una escalera, el resto del grupo lo sigue a la misma velocidad.

«escucharme sin enojos como lo haces, amor es…». ―¿Sora? ―dice Kalos sorprendido, mientras observa a la actriz principal del escenario, escondida detrás de una caja de madera. ―¿Qué haces aquí? ―pregunta Mia mientras se acerca a su mejor amiga, quien está escondida tras una caja de madera―. ¿No deberías estar en el escenario?

sono, mientras se agachan a toda velocidad y se esconden tras la misma caja que Sora. Todos enfocan hacia el fondo de la bodega, donde un joven rubio vestido en un pantalón café, camiseta blanca y una chaqueta azul, con ninguna otra herramienta del escenario más que unos audífonos y una escoba a modo de acompañante está recitando un pasaje de Don Juan Tenorio, haciendo algunas pausas entre líneas para hacer algunos ademanes con la escoba:

«…mira aquí a tus plantas, pues, todo el altivo rigor de este corazón traidor…». ―No lo puedo creer… ―dice Mia restregándose los ojos―. ¿Es ese Ken? ―¿Cuánto tiempo lleva haciendo eso? ―pregunta Anna, anonadada ante lo que está observando. ―Lo hace todo el tiempo antes de cada función… ―dice Sora sonriendo sin apartar la mirada de Ken―, como Ken es mi manager, no solo está pendiente de mis actos y de la utilería, también es mi compañero de ensayos. ―…que rendirse no creía adorando, vida mía, la esclavitud de tu amor. ―Al final

de este párrafo, Ken se inclina junto con la escoba y la besa durante unos segundos―. Como me gustaría que fueras la verdadera Sora… ―murmura Ken, pero sus pensamientos son interrumpidos por unos aplausos. ―¡Bravo, Ken!, ¡jamás pensé que fueras tan buen actor! ―dicen Mia y Anna con total algarabía. ―Hmph, veo que no eres solo un chico débil que no hace más que papeleo inútil… ―dice Yuri cruzado de brazos, pero con una sonrisa.

―¡Shhh! Bajen la voz que no me dejan escuchar a Ken… ―¿Ken? ―preguntan los cuatro al uní-

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Zeta Highschool, es una parodia de… ¿nosotros?, hecha por nuestro compañero Ed-Kun, en esta ocasión nos trae un especial del día de brujas.


ZETA HIGHSCHOOL SPECIAL

N

Funny Nightmare

oche de brujas. Desde tiempos inmemoriales es una fecha idónea para los aficionados al susto. Demonios, brujas y fantasmas asustan a las personas. Hoy en día, los espíritus siguen rondando por esas fechas, buscando caramelos y dulces. La esencia de la festividad ha cambiado, pero no por eso las criaturas de la oscuridad han dejado de atormentar a los vivos. Solo esperan una oportunidad para darse a conocer al mundo… *** —¡Bienvenidos chicos y chicas, y que pasen una aterradora noche de brujas! ―saludaba alegremente una persona disfrazada de vampiro en la entrada de un gran salón. Como todos los años la prestigiosa Zeta Highschool daba su tradicional fiesta de noche de brujas. Para ello utilizaban el salón de eventos, un espacioso recinto de unos cincuenta metros de alto por sesenta de ancho, con una capacidad de más de dos mil personas. El edificio había sido adornado conforme a la ocasión: Grandes calabazas con un rostro tallado colgaban por doquier, en las ventanas murciélagos de juguete custodiaban bastones de caramelo de un extraño color verde, frente a la entrada, un caldero rebosante de una sustancia amarrilla resplandecía con particular fuerza, los arboles estaban llenos de apetecibles manzanas con caramelo, y un fantasma holográfico ―cortesía del club de informática― asustaba a los imprudentes que se acercaban mucho a los dulces que estaban desperdigados en pequeños montículos por doquier. «¡Increíble!», era lo único que se escuchaba decir a los adolescentes cuando entraban al salón. Si el holograma del fantasma era muy realista, esto definitivamente le ganaba, y por mucho. Haciendo gala de la

más alta tecnología, un panteón de espíritus chocarreros flotaban por doquier, como si hubieran demolido un cementerio y las almas en pena hubieran escapado. Y no solo eso, haces de luces de colores psicodélicos le daban un excelente toque de horror a la fiesta. Además estaba la comida, en una larga mesa estaban colocados los alimentas más espeluznantemente deliciosos que se podían consumir, había: una fuente de ponche que simulaba ser de sangre, un pastel de chocolate con adornos de insectos y gusanos recorriendo su superficie, un tazón lleno de gelatina con ojos de caramelo flotando en ella, unas hamburguesas en las que el pan estaba cubierto de telarañas comestibles y la clásica calabaza llena de caramelos, entre otras muchas delicias algo extrañas. Para finalizar, una banda tocaba música rock especial para la tan divertida noche. El vocalista parecía escupir con cada palabra que decía, poniéndole un sentimiento y una energía que iban perfectas con la melodía oscura. —Uf, estoy hecho polvo ―suspiró el cantante bajando de la tarima para descansar un momento. Seis canciones de ese tipo y seguidas cansaban a cualquiera. Luego de despedirse de los otros músicos ―que fueron directo a la mesa de aperitivos― el chico decidió ir a saludar a sus amigos antes de volver al escenario. Los primeros en aparecer fueron sus profesores. El estricto Mid, vestido de Frankestein, coordinaba que todo saliera perfecto. ―Hola, profe Mid ―saludó el rubio al atareado maestro. Este se limitó a devolverle el saludo y dar media vuelta para seguir con sus deberes, dando a entender que no tenía tiempo para charlar. ―Déjalo, Ed, está muy ocupado ―se escuchó decir a una voz muy masculina. Se trataba de Dante, disfrazado del señor de las tinieblas Drácula. Ed lo saludó impresionado por la cantidad de detalles que tenía su disfraz, incluso un murciélago salió de su traje, por no decir del par de colmillos que se asomaban de su boca, estaban ro-

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jos―. ¿Y cómo te lo estás pasando? ―Oh, pues supongo que bien — respondió medio asustado. Notó que el profesor cargaba una copa con jugo de tomate, así que por eso sus colmillos eran tan rojos, por un momento pensó que se trataba de… ―Sangre ―dijo Dante como leyéndole la mente. El director soltó una alegre carcajada que hizo que los dientes postizos se salieran un poco de su posición―. No te preocupes, son de mentira, ¿ves? —explicó mostrándole su dentadura―. Bueno, espero te lo pases bien. Me tengo que ir, también tengo trabajo. Mientras el maestro se marchaba, Ed pudo notar que de sus pies salía una misteriosa neblina. Podía ser solo un efecto del traje, aunque también… Sacudió su cabeza para sacar esa tonta idea de su mente, simplemente era una locura pensar que el director fuera un hombre murciélago. Siguió buscando con quien conversar. Encima de una tarima, un grupo de hombres le tomaba fotos a una despampanante súcubo, por supuesto no podía ser otra que la diva de la escuela, la profesora Sol. También pudo ver a una extraña criatura apoyada en una pared mientras fumaba, era blanca de pies a cabeza, tenía la nariz larga, y usaba un bastón y una chistera. No había que ser un genio para saber que aquel sujeto disfrazado era K, simplemente era el único de los profesores que fumaba, y efectivamente, apenas Mid se dio cuenta de la escena, fue a regañarlo como de costumbre. —Oh, lo siento —se disculpó el rubio después de chocar con una extraño monstruo peludo. La bestia elevo los brazos como aceptando las disculpas, y procedió a quitarse la cabeza, dejando ver que era el profesor Fredy. —No hay problema, simplemente ten más cuidado ―dijo sacando un pañuelo y limpiándose el sudor. Llevar aquel traje le debía de dar un tremendo calor. ―¿Puedo preguntar a qué se debe ese disfraz?

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―Por supuesto. El silencio reinó entre ellos dos, dándole a entender a Ed que si no formulaba la pregunta no conseguiría una respuesta. En ocasiones los profesores eran tan tontos. —¿A qué se debe ese disfraz? ―preguntó comenzando a perder la paciencia. ―Ya te tardabas. Mid me hizo usarlo porqué dijo que varios niños nos visitarían esta noche —explicó el profesor. Al mencionar la palabra «niños» Ed recordó a cierta personita que buscaba con insistencia. —¿Por casualidad no sabrá donde se encuentra Drake? ―dijo sabiendo que donde se encontrara el galán de seguro estaría la niña. El profesor volvió a colocarse la cabeza de monstruo y señaló hacía la derecha, en dirección a un abultado grupo de chicas, algo bastante obvio. Ed se despidió y salió corriendo en aquella dirección, más pronto se detuvo al escuchar un grito bastante familiar. Se trataba de la voz de una pequeña niña y de un chico disculpándose. Volteó a ver de donde provenían las voces. Un tumulto de gente observaba divertida como una pequeña niña le lanzaba patadas a un joven de cabello negro. El chico llevaba una apariencia de lo más despreocupada, con una playera blanca y un pantalón azul, además andaba descalzo y con el cabello desordenado. Pero lo más llamativo era la niña, usaba un disfraz de brujita de lo más adorable, junto con un sombrero de punta y una escoba que era usada para lanzarle golpes al chico. Ed no pudo resistir la tentación de saltar hacía la pareja. ―¡Pequeña Mei! —¡Te he dicho mil veces que no me llames pequeña! ―reclamó la niña interceptándolo con un escobazo y dejándolo tendido en el suelo. ―Por algo dicen «él amor duele» — recitó Ed desde el suelo con una sonrisa de oreja a oreja. Luego detalló la facha de su amigo y le preguntó―: ¿De qué vas disfra-


zado, Ermit? ―Pues soy L de Death Note, ¿no es obvio? ―¿Enserio? Creí que venias con tus ropas de siempre ―se burló el rubio. A su lado, la pequeña Mei carraspeaba con su adorable vocecita para tratar de atraer la atención de los dos chicos. ―Oh, este… Sí, Mei, tú disfraz es muy bonito ―dijo Ermit no muy convencido ante la clara necesidad de atención de la pequeña. Está se limitó a asentir con la cabeza y a pedirle al pelinegro algo de beber. Ermit solo pudo suspirar, cuando la niña pedía algo había que cumplirlo como fuera. Así que se dirigió a la mesa de refrigerios pensando que aquella noche no había sido muy afortunado―. ¿Eh? ¿Un congelador? Frente a él se encontraba uno de esos congeladores que la gente normal usa en su casa. Lo extraño era que hubieran comprado un aparato como ese para una «simple» fiesta. Con lo estirado que era el profesor Mid con el presupuesto era verdaderamente imposible. Además había otro detalle que no cuadraba, el aparato no usaba ninguna clase de cable para suministrarse de energía eléctrica. Era como si funcionara con baterías, algo poco probable pero no imposible considerando los antecedentes de sucesos que desafiaban la lógica que a menudo ocurrían en la escuela… —¡Quítate del medio, no me dejas pasar! —se escuchó decir a una voz que lo sacó de sus pensamientos. Miró para todos lados en busca del dueño de la voz pero no vio a nadie―. ¡¿A quién buscas estúpido?! —¿Qui-quién habla? ―preguntó Ermit nervioso mientras empezaba a pensar que escuchaba voces. Así sin más, la tapa del congelador se levantó sola y al final pudo ver que era Hen, disfrazado con el armazón de la máquina. ―Cielos, con la prisa que llevo y se te antoja atravesarte en mi camino, ¡Quítate de una buena vez! —reclamó poniendo sus puños en una torpe posición de ataque, el

traje debía de ser por demás de incómodo. Hen percibió que el chico lo miraba raro así que dijo―: Tú no puedes hablar mucho. Mira que disfrazarte de vagabundo. Justo cuando Ermit se disponía a corregirlo la luz del recinto repentinamente se fue. Como en una típica película de horror un rumor general recorrió el lugar. Un grito fue lo que inició todo, un grito que daría la señal de inicio para el cruento juego final. Una ráfaga de viento azotó con especial fuerza las puertas del edificio, cerrándolas y dejando a todos los presentes anclados al suelo. Finalmente, la electricidad regresó, aunque ofreciendo una tenue luz. En los altavoces podía oírse una musiquita macabra, una cosa era segura: aquella melodía no era de este mundo. —¡Bienvenidos, damas y caballeros! — anunció una voz desde los mismos altavoces, mientras la música seguía sonando. Era una voz extraña, como si tomaras los sonidos de un perro, una niña pequeña, y alguna especie de narrador de novelas nocturnas y los mezclaras―. ¡En esta noche, sus almas son mías! —carcajeó de una manera diabólica, aunque de una manera algo familiar. —¿Ken? —preguntó en voz baja Ermit. Hen los escuchó y respondió a su pregunta. ―Está debajo de la mesa, dijo que tenía algo que hacer —dijo señalando a la mesa de bocadillos. Cuando levantaron el mantel vieron como el bromista, usando una computadora y un aparato mezclador de voz, generaba aquel terrorífico sonido. —¡¿Qué significa esto?! —Oh, pues veras. No sabía de qué disfrazarme, así que me puse el smoking y la corbata de moño del Dr. Who, además, mi short es el de patricio estrella ¿Qué tal? ―respondió mostrando su extraña apariencia.

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ENTREVISTA CON

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Dante: Realmente agradezco que hayas aceptado esta entrevista, a pesar de que me hubiese gustado hacer algo más elaborado como una entrevista en Podcast o quizá decirte con más tiempo de esto. Sin embargo últimamente hemos tenido el tiempo encima todos los del Staff de la revista. Yo te sigo desde un tiempo y tu trabajo me parece de lo más interesante. Así que si nos perdonas que te robemos un poco de tiempo para que, con toda la calma del mundo (pero no demasiada), contestes las siguientes preguntas que les servirán tanto a nuestros lectores como a los futuros escritores que están atentos: Háblanos un poco de ti. ¿Quién es Juan José Díaz y cuál es su profesión? Juan: Soy un malagueño de cuarenta y cuatro años al que, entre otras muchas cosas, le encanta escribir. En cuanto a mi profesión, es un poco complicado. Por estudios, soy Diplomado Universitario en informática. Me he dedicado desde siempre al diseño web y la creación de dibujos animados. Los últimos diez años de mi vida he trabajado como orientador laboral informático, ayudando a las personas desempleadas a que usen Internet para encontrar empleo. Y ahora estoy inmerso en el fascinante mundo de la escritura. Todo un hombre del Renacimiento. O como se dice en Málaga, que «sirvo igual pa’ un roto que pa’ un descosío». Dante: ¿De qué manera han marcado tus vivencias a tu manera de escribir? Juan: Siempre hay algo del escritor en sus personajes. En mi caso, como en el de cualquier escritor, las cosas que me pasan en el día a día acaban teniendo reflejo de un modo u otro en lo que pasa en mis novelas. Sin embargo, mi vida es muy normalita. Gracias a Dios no me cruzo muy a menudo con asesinos, demonios o seres extraños

que susurran detrás de las puertas. Dante: Tu última novela: «La Habitación 352», plantea una historia surrealista que nos llena de suspenso, terror y fantasía; todo en un mismo paquete, trascurriendo en la ciudad de Málaga, ¿de dónde surge el interés de desarrollar la trama en Málaga? Juan: Bueno, desde siempre he leído literatura de terror estadounidense, y me apetecía mucho escribir historias en las que los protagonistas no se llamasen Mike, John o Edward. Supongo que no hay que investigar mucho para descubrir que me encanta como escribe Stephen King, quería hacer una historia que rezumase Stephen King, pero ambientada en la ciudad en la que he nacido y he vivido toda mi vida, de ahí el interés por ambientarla en Málaga, con personajes con los que te puedes cruzar en cualquier esquina.

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Dante: Tu estilo es fresco e ingenioso en esta obra. Se ve madurez en lo escrito (Sí, una afirmación). Juan: Bueno, muchísimas gracias. Realmente la historia se ha publicado casi por casualidad, de hecho lleva escrita muchos años, pero nunca pensé siquiera en enviarla a una editorial para que la valorase. Siempre he escrito para mí, pero ni en mis mejores sueños podía llegar a imaginar que gustasen a tanta gente. Un día se me ocurrió desempolvarla y enviarla a varias editoriales, a ver qué pasaba, entre ellas Planeta, y tuve la inmensa suerte de que ellos se pusieran en contacto conmigo para publicarla. Cuando recibí su mensaje en el correo electrónico creí que se trataba de una broma, pero veis que no, que iba en serio. Dante: ¿Qué hay de Juan José Díaz en nuestro protagonista: Jaime? Juan: Tengo que dar gracias a Dios de contar con mi Gloria particular, mi mujer María Jesús, con la que llevo más de veinte años, y como Jaime, sería capaz de poner el hotel patas arriba para encontrarla. Por lo demás, pocas coincidencias, salvo que ambos intentamos ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta. Dante: Esta genial historia, de la que ya he hablado en una reseña para el blog, se consigue solo en E-book. ¿Crees que los ebook remplazarán a los libros físicos o qué punto de vista tienes hacia los e-book? Juan: Una de mis profesiones es informático, así que aunque simplemente sea por deformación profesional, me encantan los ebooks. No creo que el libro en papel desaparezca, ni de hecho creo que tenga por qué ser así, son formatos totalmente distintos que convivirán a un tiempo. No me veo llevándome el ebook a la playa, o a una presentación para que me lo firme el autor, sin embargo, cuando estoy esperando en la consulta del médico o cuando tengo que hacer una gestión, mi lector de ebooks siempre va conmigo. Sin embargo, pienso

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que en algunos casos los precios de los ebooks invitan a que no se venda ni uno. Depende del libro o de la política de la editorial que lo pone a la venta. Dante: Para los escritores que nos leen justo ahora: ¿cómo fue tu primer acercamiento a la escritura? Juan: Lo primero que intenté escribir fue una historia, que ahora me da vergüenza leer, y que se llamaba «Un mundo en mi armario» (os aseguro que no había oído nunca hablar de Narnia). Tenía poco más de veinte años. Era una historia para niños, que presenté al concurso Barco de Vapor y que, evidentemente, no ganó. Luego hice «Llamada desconocida» una historia de terror (podíamos decir que de «pseudozombis», ahora que están tan de moda), y que tras el éxito de «La habitación 352» me decidí a reescribir y mejorar. Ahora la están valorando en Planeta, ojalá volvamos a hablar sobre ella, sería buena señal. Dante: ¿Algunos consejos para quienes quieran publicar en editorial? Juan: Suena un poco a argumento manido, pero a mí me ha funcionado lo siguiente: escribo lo que me gustaría leer. En mi caso, parece que he tenido la suerte de que lo que a mí me gusta escribir, la editorial considera que puede tener salida comercial. Estoy harto de escuchar por ahí que enviar manuscritos a editoriales no sirve para nada, porque la mayoría ni siquiera los lee. Bueno, yo envié mi manuscrito a un buen montón de editoriales. Algunas me contestaron diciendo que les gustaba pero que no les interesaba, otras intentaron cobrarme por corregirla, y las más ni siquiera me respondieron, pero Planeta directamente contactó conmigo para publicarla, así que mi consejo es que nunca hay que rendirse en este aspecto. Y paciencia, muchísima paciencia.


Dante: La crítica te relaciona con Stephen King, ¿qué opinas de esto? Juan: Solo nos hemos visto un par de veces, y no hay nada serio entre nosotros. Naaa, es broma. Para mí es todo un orgullo. Ojalá llegase algún día a la mitad del nivel al que escribe el Rey. Creo que no se puede negar que Stephen King, con sus pros y sus contras, es LA referencia en la literatura de terror contemporánea. No creo que haya nadie en el mundo que no haya tenido pesadillas al leer uno de sus libros o ver en el cine alguna adaptación de ellos. Lo que más me gusta de su forma de escribir, independientemente de su estilo, es su rebosante imaginación, la originalidad de sus historias. Sin entrar en su absorbente manera de escribir, la forma de interrelacionarse de sus personajes… en fin, se nota que me gusta, ¿no? Dante: En tu blog podemos ver avances de tus próximas historias. Pero quisiéramos saber más concretamente: ¿Cuál es tu siguiente proyecto? Juan: Actualmente en Planeta están valorando la posible publicación de «Llamada desconocida» y de «El juego del diablo». Tengo un par de historias abiertas, de las que podéis leer algún fragmento en el blog, tituladas Punto Hell y La Pausa. Actualmente estoy trabajando en una obra que quiero presentar al premio Minotauro de este año. No puedo dar título ni demasiadas pistas, pero está un poco en la onda de La habitación 352, una historia en la que los acontecimientos parece que van en un sentido, para luego dar un giro de 180 grados y que descubramos que nada es lo que parecía ser. Dante: Con peligro de revelar un poco de la trama de La Habitación 352 considero yo que tiene un final de lo más atrevido y arriesgado. Lo mencioné hace ya tiempo en la reseña, un final que raya en lo fantasioso y atípico de este género. ¿Tenías esté final en mente desde el principio?, ¿alguna ins-

piración en especial? Juan: Quería hacer algo que tuviese un final sorprendente. Me encanta hacer eso, llevar al lector por el camino que me interesa para luego decirle: «Eh, que todo lo que te has imaginado no es así. Esto es lo que está pasando en realidad». Normalmente suelo adivinar los finales de las películas o los libros, por eso me encanta cuando alguien hace algo al estilo de El sexto sentido y te deja con la boca abierta. Algo así es lo que quería conseguir en La habitación 352. Y parece que no ha ido mal del todo. Dante: Antes de la última pregunta, ¿qué se esconde tras este número casi místico en la narración, el 352? Juan: Imaginaba que me harías esa pregunta. Me gustaría haber tenido algo preparado al estilo de «mi fecha de nacimiento combinada con el último dígito de mi documento de identidad dividido por siete» o algo así, y de hecho al poner el título pensé en forzar algo que tuviese un significado especial para mí, pero… ¡no es así! Es el primer número que se me vino a la cabeza. Como curiosidad, coincide con el de la habitación en la que, mucho después de haber escrito la historia, apareció muerto el actor David Carradine. Esa casualidad ha hecho que mucha gente que curioseaba en internet acabase llegando a mi página de rebote. Dante: Finalmente, ¿consideras que ya has escrito tu obra maestra? Juan: ¡Espero que no! Si fuese así, mi vida sería muy aburrida de aquí en adelante. Ojalá escriba algún día una obra maestra, con eso me conformaría. Aunque tengan que pasar muchos años. Eso sería todo. De verdad muchas gracias por tus respuestas. Como siempre, todo el staff te deseamos mucho éxito.

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- Staff Dirección Editorial Dante Locke (Fabian Ramos) Edición André Espinoza Midnigthmoon (Dario Carazo)

Autores

Arte Lunática (Marta Navarro) AvantAvant-Garde Orange André Espinoza Ten Fe Julliet Rivera

La niña que tocaba el guzheng Sameq The Highlands Jean Hathaway Ilustrador: Eliand Xander Delta City (Crónicas) «Drake Epsilon» ¡Ponme Atención! Dante Locke (Fabian Ramos) One More Time «Eliand Xander» Tiferet Murder Inc.

Zeta Highschool EdEd-Kun

Articulistas

Dante Locke (Fabian Ramos) Kenny Uroboros

Colaboraciones Microfantasma

Dante Locke (Fabian Ramos) HenryT YuuiP Sameq Midnigthmoon (Dario Carazo) Carlos J.

Historietas

Lexa Reke (Vanessa González)

Ilustradores Caratula The Big Pumpkin

Portada Antología y Página 76 DunyaDunya-lunlun-chan a.k.a. Lunática (Marta Navarro)

Es una Promesa Midnigthmoon (Dario Carazo)

Staff tomoOrrow

Kaleido Falling Star «The Death Shadow»

Nuestra pasada edición

La revista de Septiembre. Trayendo los ganadores de la 2da Ligth Time Cup. Regresa ¡Ponme Atención!, continuamos Tiferet, Es una promesa, One More Time, Kaleido Falling Star y Delta City; además de un par de relatos cortos. ¡No se la pierdan!

Agosto: 10593 + 214 Descargas


Créditos Imágenes 屋根裏部屋で (Páginas 2-3) Arte por honghong

ボトル Ib (Página 44) Arte por kyoykaraa

halloween (Páginas 4-5) Arte por ★~雙魚の公主~☆

Risa (Página 45) Arte por あさひろ

Playing music! (Página 23) Arte por めふぃすと提督

きっと。 (Página 46) Arte por tigaa

Paranoia -1- (Página 24) Arte por Tokkitogepi

秋読書 (Página 50) Arte por めぐむ

ロリコン紳士 (Página 25) Arte por ヴァージス

秋と読書と (Página 51) Arte por Aurora/上手くなりたい

Orange (Página 26) Arte por Quakeulf2 日暮れ (Página 28) Arte por 無気力 雨も。 (Página 35) Arte por ゆりりん 夜明けのメロデー (Página 43) Arte por くろのくろ

雨上がりの交差点 EU63 (Página 54) Arte por Piumu 天空の城ラピュタ (Página 57) Arte por ハラダミユキ 不思議の国のアリス (Página 87) Arte por おにねこ


Página Final MidnightMoon: Al fin se ha terminado un número más. Octubre viene, mes del terror y más para mí (evaluaciones).

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Ciertamente es demasiado pesado preparar la revista el final de cada mes y mezclarla con tus actividades personales, pero al final, al ver que les gusta a ustedes, nuestros lectores, nos damos cuenta que el esfuerzo vale la pena. Bien, esperamos hayan disfrutado este número, más de lo que nosotros disfrutamos haciéndolo. Ya están comenzando a llegar más colaboraciones a nosotros y esperamos que más ilustradores y escritores se animen a colaborar con nosotros. También estamos terminando de preparar nuestra primera (y esperamos no última) antología de cuentos (próximamente en Bubok). Me despido, no sin antes invitarlos a nuestro blog, a nuestro foro y, por supuesto, a compartir esta revista con todos sus amigos y conocidos, créanlo que eso nos haría muy grato el día. Nos estamos leyendo.

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