Abril 14 Zona Fantasma

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Editorial


Te toca, Locke El título del día era una broma para que Locke escribiera aquí la bienvenida al a revista, al final tuvo problemas y me tocará a mí hacer esta labor, pero el título sonaba bien… ¡¿Qué?! No me culpen. Luego de un mes de ausencia estamos de vuelta, continuando las historias de siempre, aunque ahora con una pequeña gran ausencia. Sin embargo no todo es malas noticias: nuevas historias les esperan y una entrevista muy, muy especial. Este mes será de reestructuración y esperamos los siguientes meses estarles trayendo cada vez mejor material y siendo más exactos con los tiempos, mientras tanto les dejamos con este gran número que con tanto cariño hemos trabajo para ustedes. Además estamos trayendo un nuevo proyecto de Radio en Vivo, por si no nos han escuchado, ¿qué esperan? Lean, opinen y compartan, nos ayudarán mucho.

¡Hasta más leer! Atte:

MidnightMoon


¡Más Persona!

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tlus como siempre fiel a traernos más de su excelente serie de franquicias informó que este 2014 será un año que empezará con mucho contenido de Persona: Persona Q: Shadow of the Labyrinth (3DS), Persona 4 Dancing All Night (Vita) y Persona 4 Arena Ultimax (PS3/360) llegarán a Occidente, además de Persona 5, que se anunció para mediados del 2015 para la PS3. Por parte de Persona Q es una gran noticia para quienes tienen un portátil 3DS de Nintendo, pues lo más cercano que tenían era la serie Shin Megami Tensei, que aunque también es parte del universo Persona, no es tan popular como la línea principal. En el Trailer se deja ver que la acción transcurrirá como un RPG, al puro estilo de lo anteriormente presentado en la consola por Fi-

nal Fantasy III, muy estilo chibi, bastante

estilizado por las graficas que puede alcanzar la 3DS y cinemas que prometen entre escenas. Lo interesante es que combinará personajes de Persona 3 y Persona 4 entre los cuales podrás elegir un bando. La serie de sucesos dependerá de tus elecciones durante el juego, por lo que se presume claro, que llevará a diversos finales o eventos alternos cada vez que sea jugado. En el Festival de la Cultura que tiene lugar en Inaba (escenario de P4), suena una campana, que también es escuchada por los personajes de P3 , atrapándolos en Yasogami Highschool. Los dos grupos debe explorar la zona y luchar contra las «sombras», con el fin de recuperar los recuerdos de los personajes nuevos Zen y Rei, personajes que creen les llevarán a la libertad.

@CorrectorEditor

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¿de dónde sacan los #escritores a todos esos #personajes? Averígualo aquí http://ow.ly/tg2Ng

@MarianaEguaras

Conoce en qué consiste el asesoramiento editorial y los servicios que abarca http://goo.gl/7hcUuy y http://goo.gl/ n1JFcB


¡Estrena Adaptación!

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ntre las noticias interesantes del mes tenemos la adaptación de una novela online ilustrada por varios artistas que se van turnado. Ha cobrado cierta popularidad por ser publicada gratuitamente en la web momokyun.com desde el verano de 2012.

está adaptación no sea superada por el episodio parodia de esta leyenda que se dio en Kaichou wa maid-sama. ¿Lo recuerdan?

La cuenta oficial de Twitter de la novela digital de Momo Kyun Sword ha mostrado una nueva key visual de la adaptación animada de la misma. En ella se puede ver como lucirá la protagonista y el resto de personajes que dan vida a esta historia de acción y fantasía que debutará en la pequeña pantalla a lo largo de este mismo año 2014. La historia da comienzo con una versión femenina de Momotaro (personaje clásico en el folclore japonés). Momoko es una joven espadachina que nació dentro de un melocotón. Vive con sus compañeros de siempre: el perro dios Inugami, el dios mono Sarugami, y el dios faisán Kijigami. Un ejército de demonios invaden el paraíso donde vive y roban el preciado tesoro que protege la tierra de Momoko. Para recuperar el tesoro y salvar a las personas que allí viven, Momoko se lanzará a la aventura con sus tres compañeros. No somos pesimistas, pero esperemos que

@koinya

Reki Kawahara, autor de SAO y Accel World, publicará una nueva serie de novelas este verano http:// bit.ly/1krRXrt #koinya

@Zona_fantasma Colabora con #ZonaFantasma. #Relatos, #Ilustraciones e #Historietas. ¿Qué esperas? http:// www.revistazonafantasma.com/...

@zona_fantasma


Novedades Ligeras Alianza Accel World Vol. 04 Cap. 01

Estamos de nuevo por aquí trayendo más de este proyecto en conjunto con nuestros amigos de Chibi Chibi Fansub, a los cuales agradecemos su apoyo y en especial a Andy ya que ella fue la editora de estos capítulos, a pesar de no estar en el proyecto. Esto debió ser publicado hace algunos días pero por una razón u otra no pude hacerlo. En fin, como no he leído estos dos capítulos, hoy no les dejaré ninguna sinopsis, solo les diré que disfruten de la lectura y no olviden agradecer ya que esto es un trabajo de fans para fans.

Lanove Otaria Vol. 01 Cap. 01, 02 y 03

Kashiwada Naoki estaba decidido a llevar su vida de preparatoria sin que nadie sepa que él es un Otaku. Sin embargo, su bella compañera de clase, Koigasaki Momo, que se rumorea es una ramera, lo descubre. Ante el desesperado Kashiwada, ella dijo algo sin dudas sorprendente: «¿Acaso no eres un Otaku? ¡Entonces, conviérteme en una Otaku!». ¡¡La historia de amor de dos individuos unidos por un acuerdo de Otaku y Riajuu comienza!!

Lanove Unbreakable Machine Doll Vol. 02 También conocida como Unbreakable Machine Doll. Es una serie de novelas ligeras que lleva 12 volúmenes en publicación. Escrita por Reiji Kaitou y con ilustraciones de Ruroo. Se trata de una novela ligera de acción, comedia, fantasía y romance. En esta ocasión compartimos con ustedes el Volumen 2 completo. Traducción de Nahuel, corrección de Saitou y edición de Marck.

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Lanove Durarara! Vol. 05 Intermedio C Hola a todos, aquí una vez más con Durarara! y no espera-

ron mucho ahora... ya falta cada vez menos para terminar el volumen, solo falta el capítulo conector y estará terminado. Un vez más en los créditos tenemos a Sayu como traductora y a Nyx como correctora.

Lanove Waltrautes Vol.01

Buenas a todos, les traemos junto a los chicos de High Fox el volumen 01 recopilatorio de esta novela que fue amada por muchos. Hay que esperar para ver si habrá más o si es un volumen si final; pero eso lo dirá el tiempo. Como siempre este volumen tiene una nueva edición con imágenes de volumen completos. Buen provecho.

Lanove Zashiki Warashi Vol. 02 Cap. 04

¡Hola! Luego de un tiempo y con varios obstáculos por delante damos a luz este capítulo, el último del volumen 02. Una vez más gracias a Aster en la traducción y a Mobius en la corrección ortográfica. Este capítulo nos llega con el clímax del volumen, donde todo lo anterior cobra más sentido, esperamos que les agrade este capítulo e informamos que ya esta terminado el volumen 03, ya que consta de un solo capitulo de más de 200 páginas, ahora esta en corrección, y de marzo no pasamos para publicarlo.

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Hoja en Blanco L

uego de un mes de ausencia forzada (trabajos de la universidad), vuelvo con esta pequeña sección donde hablo de pequeñas inquietudes mías en forma de reseña. Fueron dos meses, conjunto con el mes que no hubo Zona Fantasma, así que no creo haya dificultad para llenar esta sección. ¡Disfruten!

Distant Worlds

La magia de la música de Final Fantasy

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n el mes pasado, vino por primera vez el evento Distant Worlds: music from Final Fantasy a México, para los que no sepan qué es, es un concierto orquestal de la música de Final Fantasy, y creo que no hay que decir que esta música es de la mejor en al mundo de los videojuegos. En general el evento fue sorprendente, y además estuvo el maestro Nobuo Uematsu haciendo un par de… bromas. Lo mejor creo que fue cuando tocaron Theme of Love, Darkness and Starlight y, por supuesto, One Winged Angel; que obvio no nos podían dejar sin ella. Un evento disfrutable.

Saga

¡Al fin en México!

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tra noticia local. En este mes la editorial Kamite comenzó a traer esta magnifica historia a México. Kamite, a comparación de Televisa (quien publica Marvel México), cuida mejor sus ediciones haciéndolas mucho más disfrutables.

Saga es una historia traída de manos de Brian K. Baughan así es, el mismo que nos trajo Runaways y, por supuesto, Y: The Last Man. Y con los grandiosos dibujos de una artista

que también ha tenido una gran trayectoria: Fiona Staples. Además este comic ya ha ganado muchos premios a los largo de estos dos años de publicación. Así que no se lo pueden perder si es que son de este país, y si no es así, pueden buscar los volúmenes en Book Depository.

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Monster & Madman

Cuando Frankie conoce a Jack...

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tra de comics. En este caso presentando esta historia que ya lleva un poco de un mes de publicación: Monster & Madman, escrito por Steve Niles un autor que nos ha traído algunos trabajos interesantes anteriormente, y del dibujante español Damien Worm, que se caracteriza por un arte oscuro. El primer número nos pone en el papel de Frankie (así le diremos de cariño al monstruo de Frankenstein) que se encuentra deambulando luego de los sucesos de la novela original. El guion va lento, pero nos logra adentrar bien en el personaje, y creo que esto es muy importante en este tipo de historias.

Samurai Jack: Director’s Cut No te lo puedes perder

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otra más de comics, en este caso hablando de este bello Director’s Cut. Seré sincero, no sigo el comic de Samurai Jack, publicado por IDW, sin embargo vi este volumen y no pude evitar comprarlo. En general habla sobre los sucesos que vemos en los primeros capítulos de la serie, pero relatados de una forma tan especial. El arte es sorprendente y hay unas viñetas que tienen tal dinamismo que seguro se quedarán grabadas en mi memoria por mucho tiempo. Al introducir toda la historia, es idóneo tanto para quienes vieron la serie, como para quienes no; tanto para quienes siguen los comics, como para los que no. A mi parecer, un gran volumen.

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Anime Review

Girls und Panzer

Las apariencias engañan y este anime es uno de ellos

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onocido también como Garupan, Girls und Panzer es uno de los animes más vendidos de la historia, ocupando el décimo séptimo lugar desde el año 2000 en ventas. La historia se da en un universo donde las mujeres participan en un arte marcial tradicional que se basa en operar y maniobrar tanques de combate, conocido como Sensha-dō. Bajo este contexto esta Miho Nishizumi una chica proveniente de un gran linaje de operadoras de este estilo conocido como Estilo Nishizumi, en una competición Miho decide cambiar la victoria por salvar a sus compañeras, esto deshonra a su familia, quienes tenían nueve victorias consecutivas a lo largo de los años, luego de esto decide cambiarse de escuela a una que no ha practicado este arte marcial por años, sin embargo, para su sorpresa, su escuela decide reiniciar las competencias de Sens-

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ha-dō y es obligada a participar en contra su voluntad.

Tras los continuos combates llegan las competencias y con ello es asignada como la comandante del equipo debido a su experiencia y con el tiempo llegan enemigos cada vez más fuertes por lo que Miho junto a sus amigas tienen que superar retos difíciles y al final enfrentar a su mayor contrincante, su hermana. Al principio este anime es engañoso, inicia como el típico anime loli con mujeres que parecen estúpidas, pero con el pasar de los capítulos la historia y el universo te atrapan a un punto que no puedes dejar la serie inconclusa, la evolución de los personajes es uno de los aspectos más grandes, es increíble ver el cambiar a chicas inmaduras que solo piensan en cosas lindas a disciplinadas guerreras que no dudaran en jalar el


gatillo para destrozarte. La atmosfera de la serie sin duda es excelente, consigue combinar seriedad y ternura como nunca antes vi en un anime, el combate de los tanques es sumamente emocionante, que incluso es comparable a las batallas en mangas y animes shonen populares, los tanques introducidos en la serie basados en la vida real están muy bien argumentados, la consulta de cada uno está bien construida de acuerdo a sus capacidades físicas reales. La animación hecha en combates con técnicas de Paneo, primera persona, desenfoque logra captar una gran emoción si usas una pantalla grande. La banda sonora es aceptable, va acorde a las escenas y sin duda alguna va mejorando con el pasar de la serie, llega un momento en el que te sientes parte de la batalla.

Opinión personal Cabe destacar que este anime lo vi por mero aburrimiento al principio, pues soy una persona que odia los animes donde solo aparecen chicas, sin embargo luego de varios capítulos la serie me atrapó, llegué a hacer cosas estúpidas por emocionarme cada vez que atacaban o derrotaban un tanque (cosa que es muy poco común). Este anime también me dio la oportunidad de ver una de las mejores peleas finales, que sin duda hicieron llorar a la producción, pues estos se tardaron más de lo debido y se aplazó el anime por varios meses, sin duda es un anime que recordaré con mucho cariño y sin más estoy seguro que veré la película.

Lierbex

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Anime Review

Ficha Técnica Género: Shonen Dirección: Keiichi Sato Estudio: Sunrise Episodios: 25 Año: 2011

La historia Hace cuarenta y cinco años personas con súper poderes, llamadas «NEXT», empezaron a aparecer y algunos de ellos se convirtieron en superhéroes. Cada uno de los héroes más famosos de la ciudad trabaja para una empresa patrocinadora, y sus uniformes contienen publicidad de los patrocinadores reales de la serie. Sus actividades heroicas se emiten en un programa de televisión: «Hero TV», donde acumulan puntos cuando salvan a alguien o capturan a un criminal. Cada temporada, el más puntuado recibe el título de «Rey de los Héroes». La historia se centra en el héroe veterano Kotetsu T. Kaburagi, conocido como Wild Tiger, a quien le asignan un nuevo compañero, un joven llamado Barnaby Brooks Jr. Sin embargo, Barnaby y Kotetsu tienen problemas trabajando juntos porque tienen diferente opinión sobre cómo un héroe debe actuar.

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Opinión personal No soy fan del género de superhéroes pero adoro este anime (Kotetsu~).

Tiger and Bunny sigue la línea de los clásicos héroes con poderes y de doble identidad, pero utiliza, a mi entender, un elemento interesante, que es convertir sus actos en un espectáculo. También, una gran parte de la serie se centra en la vida de los héroes, además de la trama central, algo que la dota de ligereza. Debo decir que la serie tiene un ritmo creciente y el final es genial aunque claramente abierto. De hecho, hay dos películas, aunque una de ellas es un resumen de la serie. En el apartado técnico debo decir que la animación es una maravilla. Mezcla animación tradicional con CG, muy bien llevado todo. Los diseños me gustaron mucho, fue una de las cosas por las que empecé a ver la serie. Estos corrieron a cargo de Masakazu Katsura (I’s, Zetman). Como conclusión, un anime muy recomendable: bonita animación, buena trama con final abierto (malditos) y personajes agradables. La OST también es buena, aunque todavía no la he escuchado detenidamente.

Nota: 9 /10

Opinión extra Un punto que a muchos no les interesará pero yo no paraba de repetirme durante los veinticinco episodios del anime: «estos dos tiene un lío». Lo cual significa, exacto señoras y señores: yaoi. Sí, y quien diga que no, miente. Ok, no, pero una fan del boys love, como yo, no pudo evitar ver su amado género en este anime. Kotetsu y Barnaby, Bunny para su compañero, tienen mucha química. Hay fanservice, no es descarado, de hecho puede pasar por una bonita amistad, pero es fanservice al fin y al cabo. Tan solo os digo, final del capítulo 24, principio del 25. Ya me diréis.

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El Casillero de Dante ¿Escritor Solitario? Saludos a todos. Seguro los escritores extrañaban esta sección… ¿Qué? ¿Nadie? Pues vaya, eso es algo típico y que suele deprimir a muchos; sentir que escribes para nadie. ¿Será cierto que el camino del escritor es solitario? Realmente no lo es. Quizá haya autores que piensen lo contrario, no tengo duda, pero todos en algún momento tenemos la necesidad de obtener respuesta. No lanzamos nuestras obras en botellas al mar esperando que alguien algún día lo lea. No, realmente nos sentamos con la expectativa de que alguien nos comente, o ya mínimo, ver cómo crece el número de «lectores» en el contador de visitas de nuestro blog. Incluso en tiempos anteriores al ahora indispensable internet, los autores mantenían cartas entre ellos e incluso con sus editores. Sí, eso sin contar amigos cercanos o familiares a los que presentaban trabajos y borradores antes que a nadie. La labor de escribir siempre depende en gran parte a la respuesta que el autor obtenga a su obra. Así pues, se da el caso de grandes obras que llegan a ser lo que son por que obtuvieron opiniones objetivas que la fueron moldeando. Tomemos por ejemplo (aunque sonará extraño) a

Twich Pokemon. Sí, este juego online en el que

mediante el chat vamos moviendo al personaje por el clásico juego de Pokémon. Todo lo que se ha logrado en este juego se ha logrado por lo comentado por la gente. Si tú has comentado seguro has contribuido en los logros de este juego, ya sea moviéndote un poco, atacando o hasta atrapando a un poderoso aliado. Ahora voy al punto; imaginemos que los comentarios de la gente son las indicaciones que nos dan a nosotros como autores; lo que hacemos bien, lo que hacemos mal. De nosotros depende luego hacer caso o no a estos comentarios, todos valiosos. Ya que si logras dar gusto a más personas, imagina claro, que a muchas más personas les agradará tu obra.

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Siento que me desvío un poco del tema… Escribir en un lugar solitario es lo ideal, tranquilo y quizá con algo de música de fondo. Lo importante luego es buscar la retroalimentación; opiniones objetivas de que lo que estamos haciendo está bien, en qué podemos mejorar o cambiar.

¿Con quién hablar? Siendo un escritor demasiado creativo, quizá te topes con la necesidad de abrirte a alguien y contarle todas esas historias que llevas en la cabeza incluso antes de escribirlas. Ahora el problema es saber con quién hacerlo. Pues te diré que tu mejor amig@, tu herman@ o pariente que estimas es quizá la mejor opción. Ellos te escucharán con atención, se entusiasmarán tanto como tú o hasta te ayudarán y darán ideas. El caso es saber que tener opiniones del lado creativo es una cosa, pero la mayoría de las veces estas personas no serán objetivas a la hora de leer la historia en papel. Lo que significa que no podrás tenerlos como detectores de calidad en la mayoría de los casos. Pues seamos sinceros, lo más probable es que sean personas que no han leído más libros que tú o que no tienen más experiencia que tú en conceptos de ortografía, gramática y reglas de la lengua escrita.

narse cuando alguien muestra algo de interés en nuestra historia, terminaremos soltándole todo y cuando menos nos demos cuenta lo sobre saturamos y cansamos. Por lo que hay que ser cuidadoso, no poner demasiado de nosotros, que recordemos nuestro amig@ es también escritor y hay que mostrar también interés en lo que hace. Eso sería todo por mi parte, así que ya saben que no tienen por qué pensar que escribir es una labor solitaria, siendo todo lo contrario. No les canso de sugerir, entren a algún foro, busquen compañeros y comentarios que les ayuden a crecer como autores. ¡Hasta más leer! Síganme en mi página de Facebook (que espero poder ir actualizando con los avances a mis proyectos y artículos similares a estos.

Amigos escritores A veces nos toca la fortuna de encontrarnos un amigo con nuestras mismas aficiones y gustos, mayor suerte cuando se trata del arte de escribir historias. Claro, el internet facilita mucho ponernos en contacto con escritores como nosotros. Pero hay que saber tratarse los unos con los otros, para empezar hay que conocerse. Hablar no solo de libros o de sus historias, sino de la vida diaria. Una vez hecho eso ya pueden hablar de sus proyectos. Claro, debes saber cuándo detenerte e identificar cuándo o cuánto hay que hablar de cada cosa. Es fácil emocio-

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Música de Rol

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urante mis andaduras como master de rol (bastante cortas ya que tan sólo llevo dos años en ello) una de las cosas que más me preocupan al preparar las sesiones de juego, a parte de la trama, es crear una buena ambientación. Así que hoy os hablaré brevemente sobre algunos de los grupos, discos o temas específicos que no suelen faltar en mi mesa de juego de Dungeons & Dragons.

Two Steps From Hell La espectacular productora musical fundada por Nick Phoenix y Thomas J. Berguesen. La compañía se encarga de producir música para tráilers de películas, videojuegos y series de televisión. Se puede resumir la discografía en pocas palabras: asombrosamente envolvente, inspiradora y maravillosa. Adoro su trabajo, pero como es tan amplio que ocuparía toda una entrada sólo con ellos, simplemente os recomendaré algunos temas: United we stand, divided we fall del disco Archangel. Ocean Kingdom de Skyworld. Heart of Courage de Invincible. El disco completo de Two Steps from Heaven, una maravilla. Entre otras muchas de las que podréis disfrutar en el canal de Youtube de la productora.

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Nox Arcana Es un grupo de dark ambient que se especializa en hacer álbumes basados en conceptos de la literatura clásica de terror o la ficción gótica. En lo personal soy fan de sus temas aunque, a veces, termina resultando un tanto repetitivo entre melodías del mismo álbum y utiliza demasiado el sintetizador. Aun así, su trabajo es recomendable para crear suspense o terror.

Midnight Syndicate Por recomendación empecé a escuchar a este grupo americano de música gótica. Aunque todavía no he utilizado sus temas en ninguna sesión de juego, estoy deseando hacerlo. Al igual que Nox arcana está muy bien para crear ambiente de terror. Es mucho más orquestal, agradable y con más variación entre los temas de un mismo disco. Muy recomendable. El resto, en general, son temas sueltos que voy encontrando. Entre otros grupos estaría Audiomachine y compositores como Zack Hemsey. Además de todos estos también utilizo bandas sonoras de videojuegos como Final Fantasy o Dragon Age, de animes como Pandora Hearts (muy recomendable) o Blue Exorcist, al igual que de películas y series.


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Entrevista

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n busca de poner a prueba mi teoría de que acechar a gente «famosa» en las redes sociales es un método efectivo a la hora de buscar su atención, decidí probarlo con otra persona, alguien con más fama, alguien a quien le tuviera más estima. Pues mi mente explotó en 1264 pedazos distintos cuando me di cuenta de que esta persona no solo contesto mis mensajes desde la primera vez, sino que lo hizo alegremente. ¿Quién era esta persona? Ni más ni menos que Adam Burton, mejor conocido como Maxwell Atoms, creador de Las sombrías Aventuras de Billy y Mandy y un ídolo personal. Kenny: Antes de que tuvieras tu propia serie trabajaste en varias otras, ¿puedes decirnos cómo fueron tus inicios en la industria de la animación, y qué rol desarrollaste en esas series? Maxwell: Vine a Los Angeles para una pasantía en Film Roman. Ya sabes, los sujetos que animan Los Simpsons y Futurama. Mi primer trabajo fue en la segunda tempora-

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da de The Twisted Tales of Felix The Cat. La serie ya se había cancelado y estaba condenada a solo salir al aire en Alemania, así que tuve bastante suerte en hacer algo que ayudase a show. Eso solo duró un par de meses, luego dejé tempranamente el desarrollo de King of The Hill para irme a hacer diseño de personajes en una serie de Los Hermanos Caradura que nunca vería la luz del día. Cuando eso colapsó, mi verdadera aventura comenzaría en Cartoon Network. K: ¿De dónde sacaste la idea para Las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy? M: Hice un corto de Billy y Mandy cuando estaba en la universidad. Mandy solía sonreír bastante, pero también trataba de convencer a Billy de abrirse un hoyo en la cabeza. Así que supongo que lo nivelé. Siempre he dicho que Billy y Mandy representan lado opuestos de mi personalidad, lo creo ahora más que nunca, ¿por qué mi Mandy interior es tan mala conmigo?


K: ¿Hay algo que Cartoon Network no te dejase poner en TGAOBAM? M: Toneladas de cosas. Esa es la naturaleza de la televisión. Los estándares televisivos usualmente son un desastre bizarro y arcano, nacido de reacción, sobreactuación y negocio. Hubo un caso infame en el que no se nos dejo referirnos a una dona como «Bismarck*». Pon tu mente más sucia y trata de investigar el término. Pienso que fue tonto, pero perdí esa. Conceptualmente éramos libres de hacer lo que quisiéramos. Una vez dije: «quiero hacer un episodio sobre un culto de serpientes», y Cartoon Network dijo: «Eh. No. Sin cultos, por favor». Así que terminamos con el club secreto de la serpiente. Mucho más gracioso así. * Es parte de una jerga local norteamericana, dada la naturaleza de esta revista, no puedo dar la definición. Es una grosería. Búsquenlo en Urban Dictionary.

K: ¿Tienes un episodio favorito (de tu propia serie)? M: Tengo un lugar especial en mi corazón para el episodio «EctoCooler», cuando estás tan metido en la dirección de un de un show no sueles tener tiempo para hacer tus propios episodios. Así que este fue algo especial, además tiene a Lord Byron en él, así que ese es un plus. K: Las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy, ambas, la serie y sus películas, todas tienen algo de música de Voltaire. ¿Cómo nació la cooperación entre ustedes dos? M: Si mal no recuerdo un amigo y yo descubrimos a Voltaire a través de Napster. Una noche fuimos a verlo en un bar de local aquí en Los Angeles. Me presenté y resulta que él había visto Billy y Mandy, luego trató de beber mi sangre y el resto es historia. Creo que nos va bien juntos porque ambos somos fuertemente independientes.

K: Billy y Mandy tienen un gran seguimiento por parte de la comunidad gótica, ¿alguna idea de porque? M: No puedo ni imaginármelo. K: Se ha dicho que la película Underfist: Halloween Bash era un episodio piloto de una nueva serie en la que trabajabas. Si ese es el caso, ¿por qué la cancelaron antes de que siquiera llegase al aire? M: Eso pasó cuando un «nuevo orden» llegó a Cartoon Network. Habrás notado que virtualmente todos los que trabajaban en CN antes de 2007 ya no están allí. Eso es porque los nuevos dueños querían centrarse en hacer programas en Live Action más que animación, y no había nada que Underfist o Kraig MacKragen pudiese hacer para evitarlo. K: ¿Si CN decide traer a Billy y Mandy de vuelta al aire (como lo hicieron con Ed, Edd & Eddy y Dexter’s Lab), estarías dispuesto a regresar a la producción? M: Mis ojos siempre están centrados en el futuro, y amo hacer cosas diferentes. Así que aun si Cartoon Network decide traerme de vuelta a trabajar en Billy yMandy estoy seguro de que haría algo nuevo y mejorado con ello. Si va a ser algo divertido de trabajar y de ver, les diría que sí. Mientras tanto, estoy tratando de interesar a la gente en lo que estoy haciendo ahora. K: Por el internet ronda un webcomic llamado Grim Tales from Down Below, aparecen varios de tus personajes, ¿lo has leído? Y si es así, ¿qué piensas de él? M: Leí un poco. Bleedman es un artista insanamente talentoso. Ha hecho algunas cosas con los personajes que yo no hubiera hecho, ¿pero cómo puedo no sentirme alagado? Amo que el ame tanto a mis personajes como para darles un viaje tan movido.

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K: Recientemente se ha vuelto bien sabido que se le dio luz verde a Billy Mandy luego de que alguien en Cartoon Network viese un filme estudiantil en el que ya habías usado a esos personajes, ¿de qué iba este filme y existe alguna posibilidad de que se lo muestres al mundo? M: Aún lo tengo atrás en mi closet, realmente debería pasarlo a digital antes de que se lo lleven los aliens. Era de unos pocos minutos, era sobre Mandy tratando de convencer a Billy de que se taladrase un hoyo en la cabeza para dejar salir sus demonios. Era casi como un cartoon educativo de 1950. Grim todavía no estaba allí, pero si estaban dinosaurios. K: Uno de mis colegas te manda una pregunta: ¿Qué pasó con Evil with Carne?, ¿por qué se canceló? M: No se canceló, cuando separamos los cortos originales y los convertimos en su propia serie, con su propio cast, no nos dimos cuenta de que sería tanto trabajo. Así que decidimos hacer lo mejor pudiéramos hacer con la segunda y última temporada, antes de volver a centrarnos en Billy y Mandy. K: Aquí en la Zona Fantasma hablamos mucho de escribir en el medio impreso. Pero de tu experiencia, ¿qué tan diferente es escribir para un medio más grafico, como la televisión? M: En pocas palabras, quieres escribir más gráficamente. Pienso que un error que generalmente hacen los escritores de animación es llenar los guiones con diálogos de pared a pared. Usualmente con personajes hablando alrededor de una mesa, pero la animación se mueve rápido, así que generalmente quieres «mostrarlo, no decirlo». K: Después de que CN cancelara Billy y Mandy trabajaste en Chowder, y luego de dejar Cartoon Network fuiste a Disney y te uniste a la producción de un show llamado

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Fish Hooks. ¿Cómo fue tu experiencia con esos programas, y tienes algún peso de conciencia por haber trabajado para el eje del mal (Disney)?

M: Solo hice unos cuantos storyboards para Chowder. C.H. Greenblatt, el creador de Chowder fue un increíble artista de storyboards para Billy y Mandy, la voz (inglesa) de Fredo Dorofredo y un gran amigo, así que estuve feliz de trabajar en su serie. Fish Hooks fue una experiencia que cambiaría mi vida. A lo que Fish Hooks concierne, creo que hicimos un muy buen trabajo con ese show, fue campo bastante pequeño en el que jugar, pero creo que logramos algo realmente único con lo poco que teníamos. Por el resto de la experiencia Disney, fue algo realmente, increíblemente, pasmosamente estructurado. K: Si recuerdo correctamente, tú eres el escritor, director y actor de voz de uno de los personajes en una serie que tú creaste. Eso suena un montón como Seth Macfarlane, y ahora que lo pienso nunca los he visto a los dos juntos en la misma habitación. ¿Estás seguro que no eres solo Seth en un disfraz? M: Si lo fuera, juro que estaría en un avión a Taití ahora mismo. K: Un montón de gente ya sabe esto, pero para los que no. ¿De qué se trata esta serie en la que estás trabajando? M: Dead Meat es una serie web de comedia post-apocalíptica, de clasificación R, sobre un cazador de mutantes y su perro mutante en el yermo radioactivo que es Los Angeles. Es como una autobiografía. K: ¿Cómo podemos esperar que esta serie se vuelva ahora que estás trabajando en un entorno sin ninguna clase de censura y donde tienes toda la libertad creativa que puedas desear?


M: La libertad es fantástica, pero la falta de fondos y producción diaria lo hace bastante difícil. Aunque eventualmente todo se resolverá. Originalmente solo sería un tráiler de película falso, que haría en mi garaje, pero ahora se ha vuelto algo bastante grande, grande como Mothra. K: Esta pregunta te debe llegar bastante en lo que concierne a Dead Meat, pero, ¿por qué marionetas? M: Me gustan las marionetas. Básicamente es eso a lo que se reduce. Tengo una cubeta de ideas lista para vaciarla sobre el mundo. Casi siempre me seguía diciendo: «quiero hacer una película de acción de marionetas con un sentido del humor bastante jodido». Y me cansé de querer cosas y no recibirlas, algo tenía que hacer.

que menos. Pero es difícil cuando no es un trabajo a tiempo completo y el presupuesto es menos que el cuarto que el de un episodio de animación de once minutos. Menos que eso después de impuestos y las recompensas de Kickstarter. K: Bueno, parece que hemos terminado. ¿Algo que decirle a tu fans y lectores internacionales? M: Hueles a culo. Y te amo. K: Yo mismo no podría haberlo dicho mejor, ustedes vayan a su Tumblr por más noticias, y haced donaciones para apoyar el show. Mientras, aquí estaré yo, tratando de contener el resultado de este fangasmo masivo. Nos leeremos cuando acabe de limpiar.

K: ¿Hay alguna posibilidad de que veamos una aparición de Voltaire en Dead Meat? M: Es algo seguro, ya exigió mis lágrimas como pago. K: ¿C.H. Greenblatt o Mr. Warburton te ayudarán con este proyecto? M: Dead Meat es una bestia hambrienta. La otra noche me encontré a mi mismo haciendo vallas para reemplazar las verdaderas en las fotos que he tomado. Si tengo amigos que quieran ayudar, traje suficiente Dead Meat para todos. Así que tal vez. K: Ahora que tu Kickstarter ha sido completamente fundado muy misteriosamente en su último día (y siendo yo mismo un donador), tengo una pregunta. ¿Cuánto tiempo debe el mundo esperar para conocer Dead Meat? M: Ningún misterio, les tengo a mis fans una gran deuda de gratitud y una gran Serie Web. Espero que los episodios se empiecen a subir dentro de un año, si no es

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La Ninfa y el Ermitaño

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ierto día, en lo más profundo de la selva virginal, los espíritus y seres de la naturaleza acudieron a una asamblea para tocar un tema muy importante: El amor de la última ninfa: Munana. El primer ser en exponer su experiencia fue un sátiro, este díjose a los demás que la persiguió día y noche, por toda la primavera y aún así la ninfa no sucumbió ante sus encantos. El Sátiro la maldijo, y la pobre ninfa se perdió en las profundidades del bosque, y así andaba, sin compañía alguna.

tros no pudimos hacer? ―preguntaron soberbios y desafiantes el sátiro y el fauno.

El segundo personaje en hablar fue un fauno; éste estaba loco por no haber logrado cumplir su cometido, fue tanta su ira que le endureció las piernas como madera y la sentenció a tener un paso muy pesado y lento, pero aún así se dio cuenta que sólo la volvió mucho más hermosa, y Munana la ninfa sólo se dedicaba a tocar la flauta, su única compañía.

El ermitaño se fue, emprendió su viaje, pues debía perderse en las profundidades de la madre selva para encontrar a la ninfa ya que éste no tenía poderes ni mucho menos podía controlar los elementos, sólo tenía su determinación y su voluntad. Pasaron dos estaciones y cuando el exhausto ermitaño estaba por caer inconsciente hacia un precipicio sin fin, apareció la ninfa y extendió sus ramas ―crecidas desde la maldición del fauno―, y logró sujetar a tiempo al ya desmayado ermitaño.

Al escuchar esto algunos seres se quedaron estupefactos, otros incrédulos pues... ¿Quién podría rechazar a un sátiro, y más aún negarle el amor a un fauno? ―Yo iré ―dijo el único humano presente, el ermitaño del bosque, el verdugo de los durmientes. ―¿Estás bromeando, ermitaño?, ¿quién te crees para querer lograr algo que noso-

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―Sólo sé que puedo demostrar mis sentimientos de una forma diferente… ―respondió el ermitaño con una determinación que sorprendió a todos los asistentes a dicha asamblea. ―¿Te crees muy listo, pequeño humano?, si quieres lárgate y experimenta con tus propios sentidos el rechazo ―sentenciaron ambos.

Pasaron unos cuantos días cuando una dulce melodía activó los sentidos del pobre hombre asustado… Era la ninfa que tocaba con una flauta una melodía mágica, casi divina que le daba una sensación de paz a todo el paisaje,


los animales que se encontraban cerca danzaban efusivos al compás de la ninfa.

―Soy Munana, llevo mi nombre tatuado en mi espalda.

―¿Eres tú acaso la ninfa de la que todos hablan en los altos bosques?

―¡Magnífico, Munana!, gracias por dejarme platicar contigo.

―No lo sé, aunque me han venido a visitar un par de deidades, ya ves como me han dejado por no quererlos como ellos pedían…

―¿Tú no has venido a enamorarme? ―dudó la ninfa

Su piel estaba sucia, escamosa de tantas raspaduras por los viajes largos y lentos que daba y sus pies eran dos enormes raíces de las cuales se desprendían pequeñas ramas y otras le habían salido por las orejas, padecía un proceso de conversión hacia un árbol.

―No, desde que la he visto he caído enamorado, pero por lo que me cuenta usted al parecer ya tiene alguien a quien ama… ―¿Tú si lo has comprendido entonces? ―Creo que sí, sólo basta escuchar esa melodía y ver el brillo de sus ojos para ver el gran lazo que lleva en su ser. ―Entonces, ¿por qué has venido?

«Es hermosa…», se repetía a sí mismo el sorprendido humano.

―Fue mi voluntad el buscarla y tratar de comprenderla…

―Gracias por salvarme de tan sombría muerte… ―habló con tono nervioso.

El ermitaño se encorvó, un aura lo envolvió y luego de una destellante explosión el ermitaño no era más un humano, se había convertido en un ser mítico: Una especie de dragón, rodeado de una naturaleza pura…

―No tiene que agradecerme, unas aves me dijeron que te habían visto cerca de aquí y que estabas cerca a la muerte, así que decidí buscarte y ayudarte, nadie se merece vivir en tal soledad, nadie… ―¿Y tú, acaso no estás sola? ―Eso pensé por mucho tiempo, desde que recuerdo he vivido sola, rodeada de todo este verde, hasta que vino el sátiro y me empezó a espiar, me dio miedo pues nunca antes alguien me había observado tanto y decidí rechazarlo, luego se me presentó el fauno con obsequios y se comportó muy galante conmigo, pero sabía perfectamente que nada de lo que decía era natural, no le salía del corazón… por tal motivo me negué a darle mi amor. Y ambos me castigaron, y comprendí que no me amaban, y estuve perdida cantando día y noche esta melodía que la llevo en el alma… ―¿Que llevas en el alma?, ¿cómo es eso? ―No lo sé, siempre he sabido tocarla y le agrada mucho a todos los animales, y veo que a ti también. ―Sí, es muy hermosa, tú eres muy hermosa... ¿Podrías decirme tu nombre?

―¿Eres el Amaru del bosque? ―preguntó con voz atónita la ninfa. ―Sí, pero no temas: Tú eres la ninfa que escuché cuando me abandonaron en el bosque... Y siempre te sigo, disfruto escuchando tu melodía; te cuido mientras sueñas, y cuando le das vida a esta tierra con tus lágrimas… me enfurezco, exploto, me irrito. Hasta que veo el resplandor de tus ojos llenos de amor, tan puros como esta tierra. Yo seré tu centinela, tu eterno amante, ya no estarás sola, mi dulce Munana, y siempre cuidaré tus dulces pasos... Munana lo abrazó, se subió en su lomo, el Amaru se alzó en vuelo mientras las lágrimas de amor de ambos creaban lagunas y valles. El Fauno y el Sátiro y todos los espíritus y seres de la naturaleza contemplaban tan fantástico espectáculo y sólo lloraron arrepentidos y se inclinaron ante ambos, el Amaru cada vez más distante se envolvió en una llama que no quemaba a la ninfa, eran uno solo y desaparecieron en el cielo azulado.

Jorge Vargas

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El Último Circuito

L

a sesión de alimentación había concluido. V’kalak salió de la Nötriotl’m con las energías renovadas para regresar de vuelta a la labor que se le habían asignado ejercer y que, aunque no quisiera, seguiría ejerciendo por los ciclos que le restaban. Así era la vida de los s’llarecs, raza celeste, raza elegida; que había llegado hace ya muchos ciclos a ese planeta y que después de la guerra terrenal, ahora era la dueña de un mundo al que no pertenecía. Comenzó a andar usando tres extremidades hacia el S’bdutl’m, donde tendría que seguir transcribiendo hechos pasados, presentes y, en ocasiones, futuros. Los edificios se elevaban por todos lados del camino, construidos con ángulos inverosímiles, desafiando leyes que razas pasadas creyeron imposibles de desafiar. Bien pudo tomar el transporte directo, pero simplemente prefería caminar, cosa que tampoco estaba mal visto en esa sociedad. Entre zancada y zancada llegó al templo de la sabiduría, un edificio majestuoso que se elevaba dando bruscos giros de noventa grados varias veces. Traspasó la puerta de gel y una voz de inmediato le dio la bienvenida: «Esperamos tu mayor esfuerzo, V’kalak». Al momento siguiente fue rodeado por otro tipo de gel transparente, el cual lo lle-

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vó por el recinto hasta un oscuro cuarto; cosa que no importaba, puesto que los s’llarecs carecían de ojos y todo lo percibían usando un sonar, por la misma razón, sus escritos se hacían sobre una tabla de metal con los signos en relieve. Su tarea del día era transcribir un episodio de la era terrenal, cuando los humanos entraron en guerra con la legión, guerra que terminó involucrando a todo el planeta, dejando la parte inferior inhabitable, por una fuerte radiación que cubría cada rincón. Los s’llarecs ya habían construido la S’lltürw por arriba de las nubes, así que no fueron afectados. Interesante episodio, ya que algunos humanos buscando refugio habían llegado a la Torre Estelar, donde se habían ocultado hasta que, uno por uno, fueron encontrados y fusilados, la raza humana estaba extinta ahora. Siguió su rutina por varios girares más hasta que concluyó su periodo. Se dirigió a la salida para ir a su K’nne y suspenderse hasta el día siguiente, sin embargo, el llamado de su nombre en su mente, le hizo detenerse apenas saliendo del S’bdutl’m, los s’llarecs también carecían de boca y se comunicaban usando ondas radiales que transmitían sus ideas.


―V’kalak. ―Un compañero se acercaba usando cuatro extremidades para llegar lo más rápido posible. ―¿Qué sucede? ―¿Ya te vas?, vamos a un Otiotl’m para divertirnos, ¿te animas? ―No ―respondió de manera tajante. Él prefería la soledad, o más bien, le tenía miedo a las relaciones―, haré más labores de noche, disculpa. ―Entendido ―dijo desanimado y se retiró. Inició su camino hacia su hogar, una humilde K’nne ubicada en los suburbios. Tenía algo de prisa, así que uso cuatro extremidades para desplazarse y dos extras para ayudarse en los giros, llegando en poco tiempo a su destino. El edificio donde vivía no tenía curvas ni ángulos bruscos, lo que lo hacía menospreciado por las clases altas, aun así era cómodo. Subió hasta el cuarto piso, entrando a su habitación donde había un contenedor de gel morado donde, sin titubear, se metió. Varios ciclos pasaron en su típica rutina, saliendo del S’bdutl’m de nuevo para volver a toparse con su compañero, la misma cantaleta de siempre. Esa vez cometió un error: aceptó. Entre cwrvez y cwrvez festejaron todos, aclamando la salida de V’kalak, un ser que hasta el momento habían creído solitario. Se relajaron y rieron, él había consumido apenas la mitad de una cwrvez, sin embargo sus compañeros y los demás clientes ya estaban medio perdidos. Las extremidades se expandieron, una pelea comenzó. Él, que era un novato, quiso escapar del lugar, pero un manotazo lo hizo estrellar contra el metal de la pared, abollándolo. Conmoción. El golpe había revelado una verdad que ninguno esperaba, una verdad que devolvió la sobriedad a todos: V’kalak era un impostor usando un serie de artilugios para engañarlos y el que ahora estaba frente a ellos era

un miembro de la creída raza extinta: un humano. Se dio cuenta de lo sucedido y con una extremidad generada por su dispositivo de camuflaje terminó de romper la pared, para saltar por el hueco ante la mirada absorta de sus antiguos compañeros. Por fortuna, en esos momentos, aunque su dispositivo había sido dañado, desapareciendo el exoesqueleto general, aún podía seguir generando extremidades para poder emplearlas, bajó por la pared usando dos extremidades, mientras el silencio reinaba en el Otiotl’m, hasta que la conmoción se avivó, a la espera de empezar la caza. V’kalak sabía que si lo atrapaban era su fin, su mejor oportunidad era huir e ir a otro distrito, cambiando la configuración genética generada por su dispositivo de camuflaje para que no lo reconocieran. Comenzó a andar entre los callejones, buscando rutas seguras y poco pobladas. Estaba desesperado y frustrado, tantos ciclos había estado ocultándose para que, por un simple error, fuese descubierto. Silencio. Pensó que estaba a salvo, ahora sólo tenía que llegar a un lugar donde pudiese componer su dispositivo de camuflaje. Cantó victoria muy pronto, ya que cayó al suelo paralizado, sus esperanzas se desvanecieron al ser envuelto por un gel de color rojo; cerró los ojos. No sabía dónde se encontraba, estaba confundido, pero al abrir los ojos obtuvo la respuesta. La ley era muy clara: no había juicio para las razas «inferiores». Estaba en el centro de un cuarto del K’tsotl’m, despojado de su dispositivo de camuflaje, así como de sus prendas de vestir. Un s’llare entró por la puerta de gel y se dirigió a él sin emitir ningún ruido, una de sus extremidades estrujó su brazo obligándolo a gritar. ―¿Hay más como tú? ―preguntó y sólo recibió un silenció como respuesta. Estrujó el otro brazo, otro grito fuerte surgió de la boca del cautivo―. ¡Responde! ―Sonrió.

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―No, soy el único. Qué más da el torturarme para decir esto, ustedes pueden saberlo sin dificultad, pero está bien, hablaré: Llegué a esta ciudad antes del inicio de la guerra terrenal, cautivado por su peculiar forma de vida. Me disfracé con este dispositivo hecho por mí, que me permitía engañar sus sensores. Lo demás es evidente, la guerra terrenal se desató y todo allá abajo terminó, yo me quedé tratando de sobrevivir aquí, ¿por qué razón? ―Rio―. No lo sé, quizá sólo le tenía miedo a la desactivación. ¿Es suficiente? ―Has declarado. Disfruta de tus últimos girares de vida, serás ejecutado al concluir el día. El s’llare salió y él esperó. Recordó con añoranza su vida en la tierra, en la grandiosa ciudad de Kernel con sus rascacielos electrónicos; un paraíso para sus similares. Se fue de ahí para conocer nuevos horizontes y quién le pudiera decir que acabaría así: en una ciudad que lo detestaba, siendo ejecutado para el gusto de una raza extraña.

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Los girares pasaron y llegaron por él, conduciéndolo por un pasillo hasta la explanada del K’tsotl’m, llena de seres que verían su ejecución. Caminó, mirando el cielo, el espacio se veía a través del domo de la ciudad; el negro infinito. Lo metieron en una capsula ubicada al centro de la explanada. Cerró los ojos, sabiendo lo que se avecinaba. Un gel amarillo llenó la capsula en un instante. Le gustaría poder decir alguna frase interesante, algo único, algo que quedara para la posteridad, algo como lo que había leído en ese texto arcaico, cuando todavía los hacían en hojas elaboradas de celulosa: «Por la gracia de Dios, encenderemos hoy en Inglaterra tal hoguera que confío en que nunca se apagará». Sin embargo no había nada, no podía decir nada, sabía que no cambiaría nada, que su raza había llegado a su fin. El gel se activó volviéndose ácido, reduciendo a la persona que en algún tiempo se llamó V’kalak a la nada. El último robot humano había dejado de existir.


ยกReescribiendo la historia! Entra, lee y vive. ยกNo te arrepentirรกs!


Conteo regresivo...

Conteo regresivo del final de una carrera exitosa PARTE II AB FATUM

N

o voy negar el total desconcierto que eso me causó. Acto reflejo pasé mi vista de ella al exterior por la ventanilla. No se veía nada, solo mi reflejo con el rostro inquieto. —No soy un suicida ―murmuré, despejando mi mente del desconcierto inicial—. A todo esto, ¿quién eres tú? A través del reflejo, la vi inclinarse sobre la pequeña mesa, abrir una gaveta oculta bajo la tabla y sacar algo de beber. Parecía licor, que paladeó antes de servir un buen trago. Con una sonrisa, me miró. Por un

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momento, pensé que ignoraba mi pregunta. —Soy lo que ustedes consideran… mmm… algo como un mensajero de la muerte. —Sonrió enigmática—. Pero eso poco importa ahora, por favor, Kale, concéntrate en el hecho de que estás yendo al infierno. Algo molesto por su respuesta esquiva, giré a verla. —No me veas así, Kale… Todos van al infierno. Niños, recién nacidos, adultos y viejos; buenos y malos; almas caritativas o asesinos en serie… incluso los animales. Todas las almas van al infierno, esa es la norma —concluyó. —Estás mintiendo —dije, impaciente. Ella se rió de mi reacción.


—Podría ser que te mintiera, sí. ―Aunque se escuchaba meditabunda, ella estaba muy relajada—. Pero ese no es el caso, conozco demasiado bien la situación, la jurisdicción, todo lo concerniente al submundo y te aseguro que no miento. ¿De qué otra forma explicarías tu situación actual? Estás en un tren muy extraño, espero que hayas notado, en un viaje de ida sin retorno al infierno. —Ella volvió a sentarse, cruzó la pierna y pasó el vaso de una mano a la otra—. ¿O en qué situación te crees estar? No pude decirlo. Todo me resultaba extraño, muy extraño. ¿En qué situación estaba? Aparte de saber por esta persona frente a mí que iba al infierno, no tenía otra idea de lo que ocurría. ¿Qué estaba haciendo antes de este tren? Me masajeé la frente y traté de meditar. Estuve en un accidente… ¿No es así? La cantarina risa de ella volvió a llamar mi atención. —Dime, Kale, ¿no sientes ni una pizca de curiosidad? ¿No deseas dar un vistazo al vagón? —Un brillo travieso cruzó sus dorados ojos, la sonrisa se extendió plena y algo ansiosa. Me sentí confuso, pero luego un poco curioso, como si de repente hubiera sido contagiado por ese sentimiento―. Adelante, eres libre… Todavía tenemos tiempo. —Me guiñó un ojo —¿Tiempo para qué? Ella se rió. —No hay tiempo para esas explicaciones, ya sabrás luego. —¿Tenemos tiempo, pero no hay tiempo para explicaciones? —pregunté desconcertado. Ella volvió a reír. —Ahora es tiempo de divertirse. Después, nos pondremos serios de verdad. ―Se levantó y con la cadera me empujó fuera del vagón. Aquella sonrisa despreocupada y plena no había desaparecido—. Ve y explora un rato, ¿quieres? Te aseguro que será divertido. Antes de que pudiera decir nada, me cerró la puerta del gabinete. Traté de abrir, pero ella echó el pestillo antes.

―Aprovecha ahora, Kale… Maravíllate de los caminos del infierno. —No es una jodida novela dantesca… por mucho que esté yendo al infierno ―repliqué a medio gruñido. Otra risa cantarina sonó en el gabinete. Con cierto disgusto, me acomodé la ropa y limpié el polvo inexistente. Entonces, lo noté. En uno de los bolsillos de la camisa, aunque no recordaba por qué estaba con ropa formal, había una pluma. Era de un negro lustroso, como la pluma de un cuervo. Además de grande, calculaba que tendría unos quince centímetros. Qué extraño. ¿Por qué tenía esa pluma? El retumbo del tren regresó de nuevo mi atención a los alrededores. No tenía tiempo para meditar sobre la pluma, ya le preguntaría a ella después. Esperaba que supiera algo. Con cautela puse especial atención en los detalles. Supuse, por la decoración, que estaba en una zona privada. Era la clase de gabinetes para ricos. Tapices hermosos alumbrados con tenues luces ámbar provenientes de lámparas en forma de lirios. Un largo pasillo se extendía a mi izquierda, mientras que a la derecha había una puerta de intercomunicación con otro vagón, pero su ventana estaba oscura. Caminé por el pasillo, abriendo cada gabinete y echando un rápido vistazo, todos estaban vacíos. Luego llegué a una puerta bellamente decorada con ribetes, flores talladas y unas palabras que leían:

Ab insomne non custodita dracone Soy sincero: no sé latín. Sin embargo, aquella frase se escuchaba imponente. ¿Debía pasar? ¿No debía pasar? —Bueno, ella dijo que fuera a explorar, ¿no? —Justifiqué mis acciones. Sí, un tanto cobarde. ¿Y? Iré al infierno lo haga o no, según entendí. Sujeté la perilla y con determinación la giré, esperando encontrarme… no sé, algo sorprendente, maravilloso, increíble, lo que fuera. Incluso cerré los ojos y dejé que mi pulso se acelerara.

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El monótono sonido de las ruedas girando sobre los rieles y encima de los durmientes no cambió para nada. El tren se movía igual, el vagón temblaba igual. Diría que aquella parte a la que entré era la misma composición, pero diferente en decorado. Un largo pasillo con asientos en pares a ambos lados. No había divisiones de gabinete.

que tocaba el cuerno de una diablesa! Que me culpen si alguien no tendría curiosidad. En esencia, no era para nada frío como pensaba, estaba tibio… Parecía vivo.

—Clase media —logré murmurar. De verdad, había estado en el vagón de ricos. Pero, a diferencia de aquel, éste tenía gente: Niños, adultos, viejos, de toda clase, edad y apariencia. Todos estaban profundamente dormidos. Caminé por el pasillo mirando a ambos lados. Sí, todos dormían y no daban señales de que fueran a despertar de un momento a otro, ni siquiera cuando tropecé con otro pie y estuve a punto de caer. Casi había llegado al final del vagón. Espantado, me fijé en el dueño de aquel zapato.

—El protocolo debe empezar… ―murmuró tallándose torpemente un ojo. Sintió mi presencia, obviamente. Yo me había quedado congelado—. ¿Por qué está despierto? —preguntó frunciendo el ceño. Se levantó con las manos a los lados y me examinó—. Señor, ¿por qué está despierto? Debe estar en su asiento, el protocolo… ―Ella se detuvo a mirar su reloj—. ¿Qué? Acaso… ¿Me quedé dormida? No puede ser.

Era un chico, que obviamente también dormía. Pero no era su lindo rostro lo que había hecho que lo mirara fijamente, sino lo que salía de su cabeza a altura de su frente: cuernos. Largos, torcidos, de color ocre y hueso, que terminaban en punta roma. Con la ropa de vestir que llevaba, era como un disfraz de Halloween. —Demonio —susurré sin pensarlo. Di varios pasos atrás, y choqué contra otro asiento. La persona en este no se despertó, pero apenas lo tomé en cuenta. Frente a mí estaba un demonio, ¿real? Lo observé a detalle. Unas pestañas espesas, un rostro fino, labios gruesos. Ciertamente, era muy bonito. Fruncí el ceño y solo entonces noté el pequeño bulto a altura de su pecho. Era ropa de pantalón, saco y camisa. El chico era en realidad chica—. ¿Diablesa? —me corregí. Aquello se estaba haciendo cada vez más raro, pero no podía negar que había cierta curiosidad. Llevado por mi tentación, estiré un dedo hasta tocar ligeramente uno de los cuernos de la chica. Lo deslicé ligeramente con la yema. Ella se movió incómoda. Ah, ¿es que era una zona sensible? Tragué un poco nervioso. ¡Era la primera vez

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—Así que nada de plástico. La diablesa frunció el ceño y sus párpados se abrieron. Dos ojos rojos como la sangre brillaron somnolientos.

La diablesa me miró desconcertada, como esperando que yo supiera algo, pero de inmediato supo que no. —Tú… ¿Cómo es que estás despierto y por qué yo dormía? Esto no está bien, necesito avisar a Rail… —Pero la chica se desmayó ante mis ojos, alcancé a escuchar un sonido hueco y algo haciéndose añicos. Ella estaba ahí, con los restos de algún objeto frágil entre las manos. ¿La acababa de golpear? —Le tocaste los cuernos, ¿verdad? ―preguntó la chica de ojos dorados, mirando a la diablesa en el suelo. —¿La mataste? —fue mi respuesta. Ella bufó. ―¿A una azafata? No, claro que no. No son tan fáciles de eliminar. ¿En verdad pensaba matarla? —Poner a dormir una azafata es complicado, pero no es como si no hubiera esperado que algo acabara mal si te dejaba andar —explicó, mientras se arrodillaba y cargaba con la azafata. La arrastró sin fijarse en los restos de lo que había roto, hasta dejarla sentada donde yo la había encontrado. Era como si nunca hubiera despertado.


—Espera. ¿Quieres decir que así fue como la dormiste? ¿Dejándola inconsciente? La rubia pareció pensarlo —Pues sí, algo así, más o menos. Intentando evitar la sensación «cómplice de un crimen», recorrí con la mirada todo el vagón. Pese al ruido hecho, la gente seguía durmiendo profundamente. —¿Quiénes son estas personas? ¿También quedaron dormidas con el mismo medio que… la azafata? —Mi preocupación era sincera. —No —respondió ella, enderezándose y arreglando un mechón de cabello dorado. Con las manos a los costados miró a su alrededor también—. Estas son almas del Limbo. No despertarán hasta que el protocolo inicie y de eso, aún falta tiempo. ―Ella se giró a guiñar un ojo. Limbo, protocolo. ¿De qué demonios hablaba? —Sí, lo sé, estás confundido, pero eso es normal, todos lo están al principio. ―Mientras hablaba conmigo, se preocupó por arreglarse las ropas, sacudirse las manos y poner su sonrisa de vendedora—. Para nadie es fácil aceptar que se va al infierno, y sin embargo, yo puedo ofrecerte cambiar ese destino.

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Argos ~Plus Bellum~


CAPÍTULUM I IGITUR

«¡D

ebo llegar a tiempo!», pensó Jean.

La verdad era que llegaría sin demasiados percances, lo que realmente le preocupaba era saber la condición en la que se encontraba Maya. No estaba angustiado ni por Dante ni por Clovis, ya que el primero estaba a cargo de la escolta del Sapias y el segundo no había llegado a tiempo a la batalla. Y hablando de batallas, en la ahora destruida ciudad de Saint Petersburg, alaridos, muerte, sangre, fuego y desolación era lo que les había dejado la operación. Los Bellatórum habían ganado, pero a un costo elevado, demasiado elevado. Las víctimas civiles eran escazas, solo los pocos inconscientes que se habían negado a evacuar, en su mayoría meros ancianos tozudos sin ninguna utilidad para el imperio; sin embargo, una quinta parte del ejercito Bellatórum había caído. Uno se preguntaría si realmente habían obtenido la victoria.

un soldado raso. ―¿Cuántos llevamos ya, hombre? A este paso se me quitaran las ganas de comer ―respondió un segundo hombre, acercándose mientras se ajustaba los guantes. ―Busca en su pecho, su placa identificativa debería estar ahí. El otro rebuscó con asco entre las ropas manchadas de sangre. Cuando un Bellatórum moría, su tatuaje desaparecía. Contaban las leyendas que en realidad el alma del soldado iba a reunirse con la de sus semejantes en el árbol de la paz, contradictorio. ―¡Puaj! Lo encontré, a ver… Piero Cromwell ―dijo asqueado, leyendo el nombre de la placa del sujeto. Una voz sonó a la distancia: ―¡Oigan chicos, déjenme verlo un momento! Aquella voz tan femenina era conocida por los hombres. Sin perder tiempo se levantaron, levantando en diagonal su brazo derecho y colocando el izquierdo en su espalda, se encontraban frente a un oficial de alto rango, concretamente, Anna Hawkeye, Vindicem Gladius de Siracusa.

Edificios, casas, calles, parques y demás, inclusive tanto el fortín como las murallas internas habían caído. Escombros y pedruscos por doquier era lo único que quedaba, y en lugar de la brisa marina que siempre imperaba en aquel lugar, ahora eran reemplazadas por cenizas producto de la quema de los cadáveres.

―¡Señor! Digo… ¡señora! ―saludaron al unísono.

Una realidad cruel se daba a conocer, los soldados en muy contadas ocasiones recibían un entierro digno. En el mejor de los casos, y si ostentabas algún cargo importante, podías ser enterrado en una fosa común junto a otros diecinueve cadáveres. La peor parte se la llevaban los vivos, que debían trabajar incluso después de haber luchado tan fieramente. El sitio parecía una pintura hecha por el diablo mismo.

―Vaya, así que el viejo Piero murió ―suspiró melancólica―. Es una lástima, lo conocí hace un par de años durante unas prácticas en Argos. Era una buena persona. Vigilen que se le dé un entierro digno al Dux del 7mo escuadrón de Halberds.

―Aquí hay otro ―anunció un «Milites»,

La mujer solo soltó una risita. ―Descansen ―les ordenó―. ¿Serían tan amables de decirme ante quien nos encontramos? ―Un tal «Piero Cromwell», señora.

Los dos hombres no rechistaron, como bien pudieron, cargaron con el pesado cuerpo de camino a las colinas, el lugar donde eran enterrados los oficiales. La colina Peter, un lugar de reposo a las almas

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de los caídos. ―¡¿No me digas que vas a llorar?! ―exclamó alguien de entre los escombros. ―No seas ridículo, Edward. Solo me sentí algo turbada ―respondió sentándose en una rocas planas―. Mejor ya dime si terminaste tu parte. El sujeto se dio a conocer. Era un hombre joven, como de treinta años, no medía gran cosa, como mucho metro sesenta, lo único llamativo en él era su desordenada cabellera castaña y sus ojos, los cuales irradiaban furia. ―Por supuesto, me hice cargo de los tanques faltantes. ―Bien, entonces creo que ya todo… ―la mujer no pudo acabar la frase porque el hombre la interrumpió, incomodo. ―¡Espera! ¿Cómo decirlo?… mi brazo está… ―La verdad era que su extremidad no se encontraba en las mejores condiciones, de hecho, su brazo izquierdo estaba doblado en la dirección contraria. ―¡Santo cielo! ¿Qué voy a hacer contigo? Por eso te dije que te llevaras un par de Tremores, solo a ti se te ocurre pelear contra tanques con las manos desnudas ―lo regañó la mujer ―¿Qué querías que hiciera? No me agradan esos aparatos tan raros, además yo solo me basto para derribarlos ―replicó. ―Por esa arrogancia es que cada vez que sales a combatir se te rompe un hueso. Ven, voy a vendarte la herida, luego buscaremos a Willy. ―Diciendo esto buscó entre sus ropas un par de vendas que le quedaban. ―¿De qué hablas? William está justo detrás de ti ―dijo Edward, señalando con el dedo índice a las espaldas de la chica. Y era cierto, pues justo en ese momento una sombra se cernió sobre la pareja. Un hombre altísimo, como de dos metros y extremadamente delgado era el dueño de esa sombra. ―Willy, ¿cuántas veces te he dicho ya

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que no aparezcas por detrás de las personas? ―se quejó Anna. El hombre solo hizo gestos con sus manos, luego Edward tradujo. ―Dice: «la culpa la tienen los demás. Mis intenciones no son asustar a nadie». ―Ya, lo que no comprendo es como puedes entender el idioma de los mudos ―comentó perpleja. ―Es una larga y aburrida historia ―respondió encendiendo un cigarrillo―. De todos modos necesitamos un plan. No creo que Exos o como se llamen se retiren tan fácilmente. De una u otra forma invadirán Saint Petersburg, eso lo tengo claro, nadie sacrificaría tanto para solo marcharse con el rabo entre las piernas. No es que sea pesimista, pero entre los tres no haremos gran cosa y… ¡Rayos, como me duele la maldita mano! ―gritando de puro dolor, Edward liberó su ira golpeando una pared cercana, la marca de su puño quedó marcada en ella. ―¡Imprudente! Mira, te sangran los nudillos ―lo regañó Anna viendo como un hilillo de sangre le recorría el puño. ―¡Al diablo todo! Me voy a partirle la cara a todo el que se me atraviese ―replicó el de cabello castaño dándose la vuelta. Ciertamente hubiera cumplido lo que prometió, de no haber sido que William lo detuviera, apresándole brazos y piernas mediante una sorprendente llave de combate. En ese instante una humareda blanca se avistó a lo lejos en el océano, símbolo de que sus enemigos se retiraban. El humo era, tanto para los Bellatórum como para Exos, el único medio de comunicación a grandes masas. Existían tres colores: blanco, que significaba rendición; rojo, que era una señal de advertencia al enemigo y negro, que era para dar comienzo a las hostilidades.


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ยกNo soy yo, son ustedes!


CAPÍTULO 3

E

mbustera, eso era mi madre, una embustera ¿Cómo podía irse a una fiesta a la que ni quisiera la habían invitado? Y me daba una vergüenza ajena. Mi vieja estando con pendejos de mi edad y yo pudriéndome en el sofá. Como siempre, ella se iba a tontear dos o tres veces por semana mientras yo no podía soportar semejante… preocupación. Ok, no, tan solo no quería salir en el periódico como: «Guachita pierde a su mamita». Pero, eso era lo menor de todo porque, al parecer, lo principal para mi vieja era conseguirme un padre. ―¡Tú nunca me entiendes, eres mi hija, pero me haces infeliz! ¡¿Dios, por qué tengo una hija tan insensible?! ―«Por caliente, mamá», decía muy adentro mío―. ¡Espera! ¡Ya lo sé, siempre me pregunto lo mismo! ¡¿Por qué tuve que engañar a mi mejor amiga con su esposo?! ¡Dios, este es mi castigo! Señores, descuiden, estoy acostumbrada al mismo monólogo estúpido que ella tiene grabado en su cabeza como un grabadora. No hay día en el que ella no goce en recordarme que para ella soy su blasfemia. Pues bien, para mí ella es maravillosa… No, mentira, mi madre me vale, pero aun así vive conmigo y no vendrá a hacer lo que se le dé la gana. Así que como toda mujercita hace; puse condiciones. ―Si quieres lárgate, pero, cuando vengas, nadie te va abrir la puerta. ―Me dejé caer en el sofá, el cual era una porquería porque la semana pasada había comido un montón de comida y entre ellas papas fritas y chifles. ―¡Pues no me importa! Me quedaré en la casa de Mimí. ―Una amiga de mi mamá que me causaba gracia por los bigotes cerca de su boca. Mi madre era el tipo de personaje que odiaban porque era muy coqueta con los hombres, por eso su mejor amiga era

travesti. Bueno, al final, mi madre se fue y me quedé sola como una lombriz. La cosa es que toda la noche transcurrió en un vaivén de canales sin sentido, programas de viejas baratas que se hacían las inocentonas y que no querían aceptar que no tenían vida, haciendo festín con cada palabra que hablaban ciertas celebridades y cobardes, mendigos, llorones, corruptos…había de todo. La gente era tan estúpida que deseaba ver: sandias, melones, cocos y huevos… ok, eso no es una fruta pero, qué más da. Al final opté por un canal que en nada hubiera llamado mi atención de no ser por la humillación y la crueldad que lo hacían interesante: «El valor de la verdad». La verdad era solo una porquería que decían los que protagonizaban aquel programa. Yo creo que debió de llamarse: «El valor de la porquería», pero no, no quiso llamarse así, me quedé con las ganas de reír cada vez que escuchara el nombre del programita ese. Y mientras me cuestionaba si el nombre era perfecto o no, el timbre de mi casa sonó. ¿Quién podría ser un sábado por la noche? ¡¿Pues imagínense quién fue el demente?!… Pues, como la buena chica que soy, no tenía ni las ganas ni las intenciones de abrirle así que seguí pensando. Apagué la televisión para que fuera más fácil decir que no estaba y al contrario, los maricones de mis vecinos ―aquellos que andaban libres por toda ciudad y que en la madrugada iban corriendo con sus tacones de regreso a casa. Esos patéticos sobre todo uno: La «Chumichumi»― aumentaron el volumen de su radio corta venas. Me dio tantas ganas de salir y tirarle lo primero que encontrara. Mi dilema era entonces: Si salgo me encontraré con la persona que me busca y si no lo hago el maricón no parará con su musiquita. ―Eva, ¿estás ahí? ―escuché la vocecita afeminada de Enrique llamarme. Eso era lo peor, es decir, imagínense. Me iba a hacer una escenita de drama tal como la princesa de un cuento tipo Barbie. A veces pienso que Enrique debió nacer mujer y sufrir los estragos de la regla. Me ahorraría

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todo este drama de salir. Aunque muy por dentro estoy segura que es gay, ¡todo da indicios de eso! Tal vez está jugando conmigo, tratando de que le dé bola para que «aparente» lo que no es; o quizá soy yo la demente que está sacando conclusiones rápidas para sacármelo de encima, en cualquiera de los casos yo no saldría perdiendo. Debería decírselo, sería algo que me resultaría gracioso, incluso le presentaría a algunos de mis vecinos que le tiene ganas desde hace mucho. Ahora que lo pienso: ¿Por qué está aquí? ―¿Por qué estás aquí? ―¿Cómo estás? ―¿Por qué estás aquí? ―Ni si quiera me has dicho «hola»… ―¡¿Por qué estás aquí?! ―¡Tenemos una tarea! La fuerte música hacia que no le entendiera nada, solo consiguió traumarme más de lo debido y aumentar mi problema mental. Por si eso fuera poco; creo que había descubierto que tenía uno. Tan solo me le quedé viendo mientras él intentaba explicarme la tarea. ―¿Cuál tarea? ―Esa que nos dejó la maestra de Historia. ―¿Qué tarea de Historia? ―¿No lo recuerdas? No, no lo recordaba, solo tenía en la cabeza aquella estúpida canción corta venas Ya deja de ponerla ente de rarísimo origen… ―Esa tarea de la producción de la agricultura. ―Ah, ya…ya sé de qué hablas. ―Tenemos que hacerla hoy. ―No puedo, loco, mañana será. ―¿Qué? ¿Por qué no?

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―Mi mamá no está y planeaba dormir temprano. ―Pero aún son las siete, por lo menos avancemos una hora. Tenía unas ganas de gritarle por su musiquita, pero no podía deshacerme de Enrique; el cual hablaba y hablaba de muchas porquerías sin que yo lograra entenderle. ¡Cómo si fuera a entenderle bien! Entonces fue cuando la rudeza me ganó, saqué mi zapato y se lo tiré a su ventana. La rompí, sí, es preciso decirlo. Lo más chistoso de todo eso fue que Enrique abrió la boca del espanto al ver salir al vecino de esa casa. ―¡¿Quién fue el cojudo?! ―preguntó un pequeño y rudo hombre. Ambos no pudimos evitar reír. Era el nuevo inquilino… eso, si no me había perdido de las novedades, que era lo más seguro. La cosa es que Enrique fue el que salió perdiendo ya que aunque a mí me faltara un zapato, a Enrique lo creían más capaz de la travesura que a mí. ―Eva, dile que yo no fui yo ―dijo Enrique mientras el hombre lo tiraba al suelo. «Mmm…», pensé, mientras el hombre zarandeaba a mi amigo en el suelo. ―¡Maldito mocoso! ―amenazó el hombre quitándose la correa. Como dije, soy una insensible, pero a veces en mi chiquito y negro corazón hay un poco de compasión y ese fue un lapsus momentáneo. ―¡Espere! Fui yo quien te tiró el zapato ―dije aún riéndome―. Pero tú tienes la culpa. La música era muy fuerte y casi me descerebro.


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OCRE


CAPÍTULO 5 LA PARTE ESCOLAR INICIA

L

a calma que sentía hasta hace unos segundos es interrumpida por una sensación fría que recorre todo mi rostro.

―¡Fue un accidente! ―grito con desesperación mientras agito mis manos. El escenario donde me encontraba ha cambiado completamente, puedo notar cómo pequeñas gotas escurren de mi cabello, me encuentro sentado sobre un extenso pastizal, un gran árbol me cubre de los rayos del sol. ―Ya era hora que despertaras ―escucho una voz a mis espaldas. ―¿Dónde estamos? ―pregunto a la chica detrás de mí mientras giro mi cuerpo hacia ella. ―En el parque, a un lado de la plaza ―responde Paola. Poco después vuelvo a sentir como una gran cantidad de agua cae sobre mí. ―¡¿Qué demonios está pasando?! ―exclamo con desesperación mientras me levanto de un salto. ―Listo, se vació la cubeta. Fue un placer hacer negocios con usted señorita, aunque es raro que despierte a su novio de esa forma ―dice un hombre desconocido que se aleja con un balde de metal. ―¡No soy su novio! ―grito. Apenado, vuelvo a sentarme frente a la chica de nieve. ―¿Por qué estás sonrojado? El hecho que te alteres de esta manera por una simple confusión da a entender que sientes una atracción hacia mí; es asqueroso. ―¡Silencio! Además, ¿quién era esa persona y por qué me empapó con un balde de agua helada?

―No lo sé, simplemente le pagué para que te trajera hasta aquí y te despertara. ―¿Traerme hasta aquí? ―Por mi mente regresa la escena antes de perder la conciencia, no hay duda, nuevamente fui víctima de esa chica temperamental―. Cierto, ¿pero cuál fue el motivo esta vez para recibir una patada? ―La acosaste sexualmente ―contesta Paola, con una tonalidad sincera. ―Cierto, la acosé sexualmen… ¡¿Qué? Es imposible que yo hiciera algo así! ―Claro que ocurrió, de hecho yo lo vi todo. Perseguías a esa chica a toda velocidad como un animal salvaje, la joven entró al parque mientras tú le pisabas los talones. Cuando estuviste a cierta distancia te abalanzaste sobre ella como una fiera en celo y desaparecieron entre unos arbustos, después de unos minutos ella salió corriendo y tú estabas inconsciente. ―¡Eso no fue mi culpa, tropecé con algo! ―Recordando la escena, intento defender mi inocencia con desesperación―. ¡Además, no sabes lo que en verdad pasó y… No soy un violador ni nada por el estilo! ―Por favor, mantén la distancia o lo consideraré otro de tus ataques en busca de satisfacción carnal. ―Es la respuesta que recibo ante mis palabras. ―¿Qué clase de escoria crees que soy? ―digo con frustración. Después de unos segundos de silencio continúo la conversación―. ¿Y bien? ―¿Qué? ―¿Dónde se supone que estabas? Estuve buscándote por todas partes. ―E-eso es bastante… obvio ―contesta Paola cabizbaja y sonrojada. Intento comprender el significado de sus palabras hasta que recuerdo mi encuentro con Brenda y Nicolás. ―No me digas que te escondiste al verlo. ―Al parecer mis sospechas son correctas; la chica de nieve solo observa el pasto mientras su cara se torna más roja. Suspi-

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ro. ―¿Y bien? ―pregunta Paola después de un breve tiempo. ―¿Qué? ―respondo. ―¿Qué clase de perversiones le hiciste a aquella chica? ―No hice nada. ―Entonces, ¿de dónde la conoces? Casi contesto a la pregunta con sinceridad, pero evidentemente ella me consideraría un completo loco si le dijera: «Es mi amiga imaginaria de la infancia». Simplemente omitiré una palabra en esa frase: ―Es mi amiga de la infancia. ―¿Esa persona no era la otra chica de pelo castaño? ―No, bueno sí. Conocí a ambas hace tiempo, pero dejé de ver a Erika cuando tenía cinco años. ―¿Erika? Así que ella es la famosa Erika Guerrero. ―Espera, se supone que ya sabías eso. ―Sí, reconozco el nombre, pero no sabía cómo era físicamente; cuando te seguí hasta tu departamento únicamente pude escuchar los gritos por la ventana. ―¿La ventana? Pero, vivo en un piso alto. ¿Cómo pudiste…? ―Tengo mis ases bajo la manga, ¿cómo crees que conseguí las cartas? ―dice orgullosa―. Supongo que sientes una atracción por ella. ―Realmente no ―respondo con naturalidad―. Es decir, cuando éramos niños me gustaba, pero no pudimos seguir viéndonos y... El día que nos separamos. El último recuerdo de aquella niña agradable y linda con la que jugaba; mi única amiga. ―¿Por eso la acosas sexualmente? ―Rompe mis pensamientos la chica de cabello blanco. ―No, ¿por qué te cuento esto a ti en pri-

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mer lugar? ―Porque te gusta aquella joven. ―Te dije que no. Al final de nuestra conversación, Paola decidió terminar la misión por el resto del día. Ella dijo que continuara con mis actividades normales y cuando el tiempo llegara me contactaría de nuevo. ―Vaya desperdicio de día libre ―exclamo con enfado mientras llego a la escuela. Cruzo la entrada del edificio principal y camino por el corredor hacia las escaleras. Subo al primer piso y sigo por el pasillo hasta el fondo. Al entrar al salón veo que soy el primero en llegar. «Bueno, es un poco temprano. Supongo que divagaré en mis pensamientos mientras llegan los demás». Recargo mis brazos en el pupitre y comienzo a recordar todo lo que ha acontecido desde que ingresé a la preparatoria. Lo más memorable de todo es esa problemática chica. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella? «Porque te gusta aquella joven», Paola se equivoca. No negaré que Erika siempre me ha parecido linda, incluso ahora es hermosa físicamente. La pequeña niña que ahora ha crecido y obtenido una complexión corporal atlética y atractiva, de hecho su estatura casi iguala a la mía ―pero recuerdo que de niños ella ni me llegaba al hombro―. A pesar de todos sus cambios, su rostro permanece casi igual: nariz pequeña y adorable, cejas finas pero notables, mechones lacios de cabello que ocultan su frente, sin embargo, lo más cautivante es su mirada, sus grandes ojos de color esmeralda...


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The Highlands


ACTO TERCERO DESVANECIMIENTO

CAPÍTULO 6

T

eníamos la costumbre de deshojar las ramas verdes de los árboles. Las pocas que quedaban, claro. A veces Roxanne traía dos o tres manojos relativamente frescos y entonces dedicábamos la tarde a arrancarles la vida mientras reflexionábamos en lo insultantemente metafórico que resultaba. La busqué insistentemente durante cuarenta y nueve descensos; un total de dos años y tres semanas. Aprendí a entrar en el fragor de la batalla sin apenas resultar herido. Contraté a un tipo, un tal Kardian, que hacía las veces de mayordomo, médico y preparador físico. Con el tiempo llegamos a hacernos amigos y él me ofreció seguir cuidando de mí sin necesidad de recibir dinero de su parte. No tuve éxito en la búsqueda de Roxie. Al parecer fueron lo suficientemente inteligentes como para mantenerla alejada de mí. Quise pensar eso, y no que le había pasado algo malo. Y tampoco vi a mi hermano. Hasta el descenso número cincuenta de mi cuenta. —Sé que te escondes dentro de ese traje. No quieras que lo descubra después de haberte matado. Lo tenía arrinconado. Sujetaba con fuerza el cañón de mi revólver Magnum contra la visera de su casco completo. —Te has hecho mayor, ¿eh, saco de huesos? —respondió con cierta entrañable simpatía. De todas maneras lo golpeé en la nuca, provocando que cayera al suelo inconsciente. Lo despojé de su traje y, con la ayuda de algunos de mis escoltas, me lo llevé a mi casa.

Yo la llamo casa porque me gusta pensar que aún queda en mí algo de ese chico de escasos recursos al que todos veían como un candidato ideal para ser llevado a las alturas. Y no es que yo quiera ir. Si Roxanne dijo que es un sitio horrible, yo le creo. Pero haría lo que fuera por volver a encontrarme con ella. Mi «casa» es más bien un conjunto residencial compuesto por un par de mansiones, una casa de servidores, un patio laberíntico, varios hangares para vehículos voladores, cientos de metros cuadrados de sótanos y una gruta que antes era una mina de carbón. Ahora es solo un escondite perfecto para el tipo de cosa que traigo hoy. Mi hermano. —Sí que se parecen —comenta Kardian, mientras lo contempla tumbado en la camilla de la enfermería. —Somos hijos de la misma madre y del mismo padre —respondo con seriedad—. En eso no hubo engaño. —¿Qué quiere que haga con él? —No vamos a hacerle daño. Pero sí quiero que me diga todo lo que sepa sobre Rox, y si no quiere, vamos a forzarle hasta cierto punto. Suspiro y le miro atentamente el rostro. Me invade una cierta nostalgia al recordar las pocas veces que se portó como un hermano atento y protector conmigo. Verme ahora es como verle a él hace cinco o seis años. Kardian mantiene la melancolía de su gesto. Es un tipo más bien maduro, entrado con cierta sutileza en la senectud. Es por eso que me interesa mucho tenerle cerca: tiene la experiencia de alguien que ha sobrevivido a cientos de descensos; prudencia, conocimiento y, sobre todo, mi confianza. Su cuerpo pálido y desgastado no aguantaría las vicisitudes de la vida actual sin mi

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protección, de la misma forma que mi cordura no duraría mucho sin la suya. —Avísame cuando se despierte —le digo en despedida—. Aún no ha terminado el descenso. Regreso al lugar de la batalla montado en la moto de color azul marino que adquirí como premio por una apuesta en un combate de boxeo. Tiene la potencia de un vehículo de competición y carece de las limitaciones impuestas por cualquier tipo de norma de tráfico. Cuando llego a la calle quinta con vigésima, la nave de El Sindicato está despegando. Los Patricios arrojan las últimas ráfagas de sus ametralladoras sobre quienes se resisten a desalojar el lugar. Pero las cosas han cambiado mucho. Ahora los soñadores están especializados en soñar. No se dan las carnicerías de los tiempos de la década anterior, hasta hace un año y medio, más o menos. En aquel entonces la gente que quería ser llevada a las alturas era inocente, estaba cargada de mitos y acudía a los descensos con la única esperanza de encontrar una vida mejor o, en su defecto, una muerte rápida. Sin embargo, no hace muchos meses ocurrió algo que cambió el curso de esta historia suburbana. Ahora los habitantes de aquí abajo son en su mayoría auténticos guerreros preparados para colarse en la nave. Y parece ser que hay algo en todo esto que a El Sindicato le gusta mucho. Parece ser que disfrutan viendo luchar a la gente, y a menudo eligen, ya no solo a los más pobres, sino también a los más fuertes. Cada vez queda menos gente. El dinero se está acumulando en las manos de unos pocos, como yo, que si no recuerdo mal estoy en la posición número 4 del ranking de personas más acaudaladas de los suburbios, según La Gaceta Patricia. Realmente no sé cómo hacen esas mediciones, pero no deben de andar desencaminados.

diferenciadas aquí abajo. Dejando a un lado a El Sindicato, que sigue bajando de Highlands para llevarse a la gente que según ellos lo merece, en los suburbios convivimos Los Patricios, violentos represores del sistema ávidos de ganancia económica; los ciudadanos convencionales, la mayoría de los cuales están adiestrados para perseguir el propósito de llegar a vivir en Highlands; y los Ideócratas, que es como nos llaman a quienes hemos amasado grandes fortunas sin pretenderlo, no tenemos aspiraciones de llegar a las alturas, pero tampoco nos codeamos con Los Patricios ni reflejamos sus ansias desmedidas de acumular. La opinión general es que somos rebeldes sin causa que se toman las cosas con filosofía, y en algunos casos esto no es del todo erróneo. Cuando termina el descenso, con más víctimas que rescatados ―de hecho no he visto que El Sindicato se lleve a nadie en su nave―, se anuncia por megafonía el lugar y hora del evento por el que me interesaba volver aquí. «¡¡La subasta de bienes del descenso anterior tendrá lugar en la sala de plenos del ayuntamiento dentro de veinte minutos!! Repetimos. ¡¡La subasta de bienes…!!». Desde hace unos meses, cuando las víctimas mortales de los descensos son identificadas, una facción de ciudadanos convencionales se adueña de todas sus pertenencias y las subasta a la manera de aquí: Patricios e Ideócratas acudimos para que nos den dinero a cambio de llevarnos los objetos más preciados de la gente fallecida; así los ciudadanos se deshacen de algo de sus recursos y los demás engrosamos nuestras fortunas. Pero no solo eso…

Ahora existen tres facciones claramente

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Eliand Xander



Hijos de Sëele

DESOLACIÓN


-5-

V

anties Alexandra abrió los ojos lentamente. Estaba tumbada en una cómoda cama de un sitio familiar, su habitación en Zur’kari. Se incorporó observando todo a su alrededor, los objetos estaban difusos como si una niebla los ocultara. Le dolía el cuerpo y sus brazos ardían por las quemaduras que su padre le había causado. Se levantó intentando llegar al mueble con las medicinas pero este se alejaba entre la niebla. Parpadeó. Ahora estaba en las calles del barrio bajo y junto a ella Ledar. Ambos sonrieron. Los labios del muchacho se movieron, pero su amiga no llegaba a escucharlo. El muchacho continuaba repitiendo la misma frase una y otra vez pero Alexandra no conseguía escucharle. ―Ledar no consigo escucharte. ―Se acercó a Ledar, pero seguía sin poder entender lo que trataba de decirle. De repente todo se volvió negro y Ledar cayó entre sus brazos, ensangrentado, salpicando de carmín el rostro aterrorizado de la muchacha que sostenía el cuerpo inerte de su amigo que yacía atravesado por una fina espada. Ante ella apareció Carlo y extrajo su arma de un solo movimiento. ―No pudiste salvarlo, eres una inútil. ―No… ―Inútil. ―¡No! Se despertó incorporándose repentinamente en la cama. Por un momento se sintió desorientada y asustada. Su cuerpo temblaba, otra vez habían comenzado las pesadillas. Ni siquiera en sus sueños podía ayudar a Ledar, quizá el Carlo de sus sueños tenía razón y tan solo era una inútil. Observó a Shizns dormir con el pequeño Shion que todavía no despertaba. Suspiró, ¿Cuánto habría dormido? Cuando llegó a Nixas amanecía y ahora era totalmente de noche. Se levantó sin hacer ruido y salió al

pequeño balcón tras una puerta creada con las hojas del propio Allure. ―Despertaste. ―Riedd montaba guardia cerca de la puerta, descansado sobre el borde del mirador―. Tuviste una pesadilla, ¿verdad? ―¿Cómo lo has sabido? ―Se acercó hasta él. ―Tu mirada, estás asustada. Y supongo que los hermanos notan esas cosas. ―Se encogió de hombros mirando a la chica. ―Es cierto que somos hermano, ¿no? ―La muchacha no parecía creerlo del todo. ―Así es, aunque tan solo por parte de madre. ¿Puedo preguntar de qué trataba la pesadilla? Hablando sobre ello quizá se solucione. ―Las pesadillas no se solucionan tan solo están ahí. ―Puede ser, pero las pesadillas son la manifestación de nuestro cuerpo ante situaciones de miedo que no hemos superado. Si solucionas el problema, tus demonios se marcharán. ―Este no tiene solución. Dejé morir a mi amigo a manos de mi hermano. ―Rozó con los dedos la cicatriz de su garganta―. Tan solo gané esto y una pesadilla constante, siempre la misma. ―¿Siempre la misma? Quizá eso signifique algo. ¿Qué sucede en tu sueño? ―El ask’zaris parecía tomarse verdadero interés en su reencontrada hermana menor―. Madre me enseñó sobre interpretación de visiones, aunque tan solo lo más básico. ―Despierto en mi cama del castillo de Zur’kari, herida. Intento alcanzar los ungüentos, pero es imposible y me envuelve una extraña niebla. De repente aparezco junto a mi amigo. Él habla pero no consigo escuchar nada de lo que dice. Al final todo se vuelve negro, mi amigo cae muerto entre mis brazos ensartado con la espada de mi hermano que aparece, la saca y dice: «No pudiste salvarlo, eres una inútil». Eso es todo.

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―Ya veo… ―se quedó pensativo durante un momento observando los árboles danzar por la suave brisa nocturna―. Quizá no tienes que escuchar. ―¿Qué? ―Alexandra se sorprendió. ―Si no puedes escuchar, lee. ―Miró a su hermana―. Si tu amigo no tiene voz intenta leer sus labios. Seguro que lo que intenta decirte es importante. Incluso quizá esté comunicándose contigo. ―No lo había pensado… ¿Comunicarse conmigo? Está muerto, eso no es posible. ―Quién sabe, el mundo es misterioso y mucho más sus fuerzas y los poderes que lo rigen. Mírate, eres el claro ejemplo de que cualquier cosa puede pasar en esta época de conflictos. ―Puede que tengas razón. ―Las suaves luces de algunos árboles atraparon su mirada haciendo que una descabellada idea pasara por su mente. ―¿Pensaste sobre la propuesta de Vanties? ―Riedd desanudó un saquito de su cinturón y comenzó a comer unos pequeños frutos que había dentro. Le ofreció a la chica que los aceptó. ―No demasiado pero no voy a dejar que nadie más termine como Ledar, muerto a manos de mi padre o de algún otro que haga el trabajo sucio. Salvaré Sëele aunque me cueste la vida ―dijo con la mirada llena de determinación. Riedd sonrió gentilmente y dio unas palmaditas cariñosas en la cabeza de su hermana.

anchos, cubriéndole parte del antebrazo. Y, ante el asombro de la chica, se camuflaron con su piel. ―¿Para qué sirven? ―Para entrar al templo de Meltard bajo La Mina. Mantenlos en secreto, aunque tu amigo es de confianza tiene demasiada estima a Vanties. Madre no confiaba en ella para esos brazales. ―Confía en tu corazón no en tu razón, eso me dijo Silvan. ―La razón es un gran aliado depende para que quieras usarla. Pero, en el momento que te lo dijo era un buen principio a seguir. ―Sí, es ―Sonrió.

verdad.

Gracias,

Riedd.

―No ha sido nada, eres mi hermana menor, es mi deber ayudarte. ―La rodeó con uno de sus brazos―. Y recuerda que siempre estaré a tu lado. Ahora vuelve dentro. Alexandra volvió a acostarse pero sin llegar a dormirse, los pensamientos no se lo permitían y lo agradecía. Miro a Shizns, quizá él podría aclararle algo sobre el presentimiento que tenía. No quería que la chamán lo supiera, Riedd no confiaba en ella porque su madre tampoco lo hacía. Alathea era sabia aunque era joven y si pensaba así, seguramente, tendría buenas razones.

Aquella idea absurda de antes no dejaba de dar vueltas en su mente, difícil de creer pero en lo más profundo de su corazón es―Eres una buena chica aunque no peraba estar en lo correcto y que el suequieras verlo. Algún día te darás ño fuera simplemente eso, un sueSígueme cuenta de que no eres ninguna ño. en Twitter: inútil. Pero antes de irte de nuevo La mañana llegó sorprendiendo a a descansar toma esto. ―Le Alexandra que se había quedado mostró un par de brazaletes pladormida de nuevo. Una joven teados repujados con motivos ask’zaris de aspecto amable hanaturales―. Eran de nuestra mablaba con Shizns y Shion continuadre, prometí que te los daría ba durmiendo aunque con mejor cuando llegara el momento. aspecto que la noche anterior. Alex cogió los brazaletes y se los puso. ―Buenos días ―saludó el slizsinth―, Con un leve brillo ambos se adaptaron a nos han traído ropa nueva. ―Señaló las sus muñecas volviéndose ligeramente más

@lunatica yaoi

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prendas bien dobladas sobre los pies de su cama.

―Por salvarme, por cuidar de mí todos estos años. Por todo. ―Sonrió.

―Gracias. ―La muchacha hizo una pequeña reverencia a la joven que sonrió.

―No ha sido nada, eres tú después de todo. ¿Cómo podría no ayudarte? ―Le revolvió el pelo con cariño.

―Es un placer servir a la hija de la sacerdotisa. Si necesitan algo no duden en llamarme. Bajen al salón banquetes, el consejo les está esperando. ―Se marchó. ―¿El consejo? ―preguntó desconfiada―. ¿Qué quieren de nosotros? ―Seguramente algún trato o alianza. Les conviene tenerte a su lado. Cámbiate, rápido. ―Le dio la espalda a la chica.

―Ahora que el hechizo de mi madre se ha desvanecido puedo recordar todo. Nico siempre ha estado ahí… me duele no haberle dicho que le apreciaba. ―Él lo sabía, no te preocupes. Vamos o vendrán a buscarnos.

―Sí. ―Comenzó a desvestirse―. Shizns, ¿estás bien? ―¿Por qué debería no estarlo? ―Bueno… ―Dudó―. Por el tema de Nico, ya sabes, su muerte. ―El slizsinth se tensó y bajó el rostro ligeramente. ―Estoy bien. Él no ha muerto, solo… se ha ido. ―Sonrió levemente mirando a la chica que ya había terminado de cambiarse. ―No creo que haya muerto ―dijo seriamente― llámalo instinto pero no lo creo. Todavía noto algo en el colgante aunque no se mueva, es la unión que mi madre creó entre ambos. ―No, tan solo es magia residual. Terminará desvaneciéndose. ―Posó una mano sobre el hombro de la muchacha sonriendo melancólicamente―. Pero ojalá estés en lo cierto. ―Me preocupa Shion. No despierta. ―Sospecho que no es lo que aparenta ―murmuró―, parece que ha gastado mucha magia. Dejémosle dormir mientras hablamos con el consejo. ―Después debo hablar contigo sobre algo que me contó Riedd y sobre mis pesadillas ―dijo la muchacha―, y, Shizns, gracias. ―¿Por qué? ―La miró confuso.

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Delta City (Crónicas) «La única verdad es la realidad».

Isaac Asimov

Del autor de « Memorias Japón » y « Entre el Cielo y el Infierno » una obra que te enganchará si te atreves a descubrirla desde adentro.


CRÓNICA 1 ATAQUES

CAPÍTULO 9 MANO AMIGA

L

os soldados que estaban a la entrada solo pueden dar silenciosamente las gracias de que los recién llegados han captado toda la atención de sus atacantes, pero luego se percatan de que no faltará mucho para que un combate quizás aún más devastador ocurra. —Bueno, Mario, te aconsejo rendirte. Es lo mejor para todos—pide Powermind con calma, con su grupo respaldándole—. Esto no debe terminar con violencia. Retírate y yo lidiaré con este lugar. —No lo creo —dice Heatwave, cargando los rayos de calor en sus manos con rapidez. Genki es el primero en moverse, se mueve al frente tan rápido que se puede sentir el aire desplazándose cuando lo hace. Los rayos de calor impactan en su cuerpo casi de inmediato, chamuscando las zonas de impacto. Pero las ropas no se incendian, ni parecen siquiera empezar a arder. De hecho, Genki ni retrocede por el ataque, incluso sigue avanzando, algo pesadamente, mientras los rayos fallan en causarle más daño. Al poco rato todo su cuerpo parece emitir un aura rojiza y su paso se acelera. —Yue, Oni, retengan a BioDoom —dice Powermind al ver que la intervención de Genki ha ocasionado que el mencionado dé media vuelta para unirse al combate—. Recuerden que es virtualmente indestructible, no escatimen la fuerza. Los compañeros de Genki saltan a la acción sin esperar una segunda orden mientras el gigante monstruoso usa sus numerosos tentáculos con espinas para atacarlos. Esquivando cada golpe ágilmente, Yue junta sus palmas como si fuera a rezar pero,

cuando las separa, varios anillos de luz se dispersan tomando a cada uno de los tentáculos y extremidades del monstruoso BioDoom, sometiéndolo. Su compañero da un salto y lo golpea en la cara, lo cual provoca que retroceda, aunque al instante gira con una tétrica risa. Cesa cuando un anillo de luz se forma alrededor de su cuello y torso, tirándolo contra el piso. Oni le lanza una onda púrpura de sus manos que lo deja inmóvil momentáneamente. Solo entonces BioDoom para de reír y empieza a debatirse como un animal atrapado. En ese momento, Heatwave finalmente decide cesar su ataque y atacar al piso, haciendo que se derrita en una sustancia ardiente. Genki evita el terreno y recorre la distancia que los separa en un parpadeo. Heatwave intenta golpearlo, pero Genki es más rápido y le propina un fuerte puñetazo en el estómago que lo deja sin aire. Cuando el joven pirómano intenta reaccionar, recibe un golpe en el cuello, rápida y precisamente, haciéndolo caer inconsciente. —Se terminó —declara Powermind, mientras se acerca a ver los dos capturados. BioDoom sigue paralizado con los anillos y el aura púrpura oscura, pero le devuelve una expresión feroz e intenta abrir su boca deforme hasta que un anillo la recubre también a modo de malla. El gobernador ni se inmuta—. Tengo que hablar con el comandante, manténganlos a raya mientras tanto. Sin decir más, camina hacia la puerta que por fin se abre. Los soldados que quedaban afuera corren hacia el interior al tiempo que el comandante Castillo y sus dos agentes salen. El comandante aún carga el arma similar a una bazuca y sus dos agentes restantes poseen grandes rifles que apuntan a todos afuera. —Alto ahí, Powermind —ordena el líder. —¿No va a dispararme con eso, verdad? —pregunta el aludido sin mostrarse para

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nada intimidado. —Creo que sería una de las pocas formas infalibles de matarte —comenta el comandante levantando la bazuca, sus compañeros ahogan una risa. —No hay tiempo para esto, creo que los otros dos están dentro. —De ser así, seguro quienes envié allí ya tienen todo bajo control. —Quizás, pero debería dejarme a mí y mis agentes ir a cerciorarnos. Ya vio cómo controlamos la situación aquí. —No, te quedas allí. —El comandante le apunta con su arma—. Yo me cercioraré… si no te molesta. El teniente Tadeo Cicerone aún apunta fijamente a KillerFreeze, quien todavía tiene las manos levantadas. De pronto, la voz de su compañero de equipo suena de su radio. —Agente Igras, responda, ¿tienen algún sospechoso bajo custodia? —Deberías contestar —comenta el teniente. La agente se mueve detrás de él y cambia la carga de su arma al mismo tiempo que abre el canal de radio. —Cain, tenemos a dos intrusos. Uno está incapacitado, el otro está a punto de ser arrestado. —Manténganlos allí, los dos aquí afuera ya fueron detenidos, vamos de inmediato. ―Llega una respuesta. —De acuerdo—responde la agente antes de cortar la trasmisión. —¿Sabían de esta prisión? —pregunta KillerFreeze con calma. —Mejor no te mueves o tendrás una bala en medio de los ojos —le advierte el teniente Cicerone. —Lo sabían entonces… —Que te quedes allí —advierte la agente Igras mientras le apunta con su arma.

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—Un arma de agua no es precisamente su mejor opción contra mí. —Esta no es precisamente un arma de agua —le advierte ella—. Así que mejor obedeces. —Tienen gente aquí encerrada para que el mundo no sepa lo que en verdad hacen con el mutágeno. —Y ustedes hicieron volar instalaciones gubernamentales, mataron guardias de seguridad. ―Eso nos hace mejores que ustedes ―dice el teniente—. Esta gente, por otro lado, es un peligro para sí mismos y los demás. Yo mismo arresté a uno de ellos. Si los tenemos aquí es por su bien. —Supe de tanta gente que quiso encerrarme «por mi propio bien» y te diré… ―KillerFreeze baja las manos—: Ya me cansé de estar bajo ellos. —Quieta o… —¿O qué? ¿Me disparas? —le interrumpe ella mientras da un paso—. ¡Hazlo! Dispara si tienes las agallas. Y en un acto de total desafío da un paso más y levanta las manos en donde un vapor azul se empieza a formar. Un disparo resuena en todo el lugar seguido por el grito ahogado de la agente Igras. Frente al comandante Castillo el joven gobernador no se ha movido, el agente de pelo corto cuelga su radio y da un paso al frente apuntando su rifle. —Señor, vaya adentro, me encargaré de él —le pide mientras avanza un poco.


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¡Ponme Atención!

CAPÍTULO 4 MI REALIDAD (PARTE 3)

A

quel chico no se soltaba de Alex. Su otro yo, a quien Pablo había apodado como «Chico Antifaz», por razón evidente no quería dejarlo ir luego de escuchar la solución a sus problemas. —Tú mismo lo has dicho; desapareceremos si no salimos de aquí en dos semanas. —¡Solo he dicho algo que puede pasar! Tienen veinte por ciento de posibilidades de sobrevivir. —¡Prefiero estar completamente seguro! Pablo solo se reía mientras Alex trataba de avanzar rumbo a la secundaria. A duras penas recorrió dos cuadras con su doble sujeto de una de sus piernas. Claro que nada lo detendría, ni siquiera el peso extra. —Y… ¿qué harás cuando lleguemos a la

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secundaría? No debería haber dos Alex. Aquella observación de Pablo era realmente cierta y provocó que Alex se detuviera en seco. —Cierto. —Se giró para mirar directo al chico antifaz con una mirada de furia que pocas veces había mostrado—. ¡Tú desaparecerás ahora mismo! —¡No me iré! Sigues siendo yo, y no quiero que cometas un suicidio como el meterte con Sharon Valdez. —Eso además de que sabe más de esta dimensión que nosotros —añadió Pablo con una sonrisa, a lo que el chico antifaz respondió mirándole agradecido. —No digo que no lo necesitemos… pero tampoco pueden vernos juntos. —La solución es sencilla. —Pablo le recordó los tres celulares que llevaba en la mochila; de diferentes colores y modelos. —Había olvidado esos… ¿Por qué cargas tantos?


—Solo uno es mío. Esos otros son de Frank y Kenny, insistí en que me dieran sus teléfonos. Frank no quería estar para nada separado de Kenny, ya viste como se puso en el camión. —Sí, lo recuerdo. Entonces usaremos los teléfonos para mantenernos en contacto. —Frank tiene a Kenny con llamadas ilimitadas, así que me quedaré con ese. Toma los otros dos. —¿Y yo qué? —reclamó el chico antifaz. —En esta tierra no hay celulares, de nada te serviría un artefacto que no conoces. —Ok… —¿Aún funcionan aquí? —Los probé hace rato. Quizá funcionan con las antenas de radio y televisión, pera será mejor no arriesgarnos y no alejarnos mucho. —De acuerdo. —Alex se guardó los celulares en su mochila. —Me mantendré con el chico antifaz. Investigaré un poco por ahí. Llámanos si pasa algo. Dicho aquello Pablo tomó al chico antifaz de los hombros y lo arrastró a la fuerza a un arbusto cercano. Alex parecía estar solo, aunque sabía que Pablo y el otro chico solo se ocultaban. —Diablos, eso explica tantas cosas… —¡Perfil bajo! —gritó Pablo a lo lejos. Pablo era todo un experto a la hora de ocultarse, casi tanto como un espía experto, tal y como esos de las películas. Alex continuó el camino habitual a la escuela; las mismas calles de siempre, aunque el ambiente era extrañamente limpio y pintoresco. Con autos de los setenta y anuncios coloridos en las tiendas. No tardó en llegar a la secundaria, sorprendido al notar los extravagantes peinados y accesorios que adornaban a las chicas uniformadas. Por el lado de los estudiantes varones la cosa no era muy diferen-

te; cabellos brillantes repletos de vaselina, calcetas de colores, mangas arremangadas, trenzas triples, mechas de colores y cortes en formas extrañas. Él era quizá el más normal, y eso, una vez más le volvía el más extraño. Caminó algo asustado, directo a su casillero. Tan pronto dejó sus cosas y volteó hacia su salón se topó con ella. Quizá un poco más alta que la Sharon original, aquella chica de cabello largo le miró por un momento. Esos ojos café nunca le había visto con tanto despreció, ni siquiera cuando Alex la sabía muy enojada la había visto con semejante mirada. Se aterró por un momento, pero al mismo tiempo se alegró un poco, ya extrañaba ver a Sharon con el cabello largo. Caminó despacio, cuidando su distancia de la chica y entró al aula. Era evidente que Sharon acaparaba las miradas, incluso el habitual ruido de las pláticas entre amigos se extinguió de pronto ante su presencia. Todos se quedaron callados, como si la chica fuese alguna clase de cruel dictador. Sharon les sonrió complacida, le agradaba ser temida y respetada. Caminó hasta el último pasillo hasta el asiento más recóndito del salón, lugar que era habitualmente ocupado por Alex, pero en aquella dimensión era ocupado por una chica; de cabellos anaranjados que le cubrían parte del rostro. La pobre temblaba con cada centímetro que Sharon se acercaba, no había que ser adivino para saber que le daba un miedo atroz. —¡Cuatro ojos! —gritó Sharon golpeando al mismo tiempo la mesa de la pelinaranja—. Espero que tenga lista mi tarea. Alex no lo notó hasta que esa Sharon lo mencionó de aquella ofensiva forma: detrás de todo el cabello que cubría su rostro, Sofía Rodríguez ocultaba unas enormes gafas. Lentes demasiado anticuados hasta para una abuela; de armazón tosca y metálica, sosteniendo unos gruesos cristales que dentro de ellos llevaban otros lentes. Aquellos eran lentes bifocales, el problema de Sofí en cuanto a visión parecía incluso más grave que el de Alex.

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La pelinaranja ni siquiera respondió y con timidez extendió un cuaderno a Sharon. Ella se lo arrebató de las manos con brusquedad, sonriendo con malicia al mismo tiempo: —¡Bien, te lo llevarás también hoy! Escuché que habrá mucha tarea. —Ok… —Apenas y se escuchó un susurro salir de los labios de Sofía, moviéndolos apenas un milímetro mientras su cabeza seguía abajo. Alex no supo reaccionar ante aquello. Ver una Sharon brabucona, a pesar de que ya le habían comentado sobre ello, tratar así a su mejor amiga, era algo que no podía comprender. Algo anti- natural. Tan increíble como los ovnis… bien, quizá no tan increíble, pero en definitiva extraño. Sharon se alejó de Sofía aún con su villana sonrisa, sentándose justo en el centro del aula, donde una silla, curiosamente desocupada, le esperaba. Alex se decidió entrar luego de eso, caminando hasta el asiento justo delante de Sofía. Dejó su mochila a un lado y tomó con fuerza la mano de la chica de lentes. Sofí chilló en voz baja, aquel repentino agarre la había sorprendido, o quizá la lastimó. Aunque eso no importaba a Alex en lo más mínimo, quien llevaba a jalones a la chica fuera del aula. —¿Pasa algo, Ale? —preguntó tímidamente Sofía una vez libre de su brazo. —Eso debería preguntártelo yo a ti. ¡¿Por qué le haces la tarea a Sharon?! —De… ¿De qué hablas? —Parecía que además de problemas de vista, aquella Sofí también tenía problemas de modulación o volumen bocal. Sus casi susurros al hablar comenzaban a fastidiar a Alex. —Sabes de que hablo. ¡Ella no debería tratarte así! —Pero… Ale, tú me dijiste que debía obedecerle. Ella es mala… Ella te… —¡No me importa! —gritó el chico, molesto. Era un fastidio darse cuenta de que

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su otro yo era mucho más cobarde que él mismo—. No me hagas más caso, ¿sí? No es nada bueno seguirle el juego a esa. —Pero… hermanito… —¡Pero nada!… Espera, ¿Qué has dicho? Sofí dio un respingo de espanto. —¡Cierto! Disculpa, Aleito… Olvidé que aquí no debo decir que somos hermanos. Solo que has sido muy amable conmigo hace un momento. El rostro de Sofía se sonrojó ligeramente, ladeando su cabeza para que Alex no pudiera verle. —¡Hermanos! Eso es imposible… —Oh, entiendo, me he pasado. Pero no tienes que negarlo tan feo. —La pelinaranja de lentes entristeció―. Jmm, olvídalo. Tengo cosas que hacer en la biblioteca, nos vemos, Aleito… —Sí, ve. Sofía lo miró con algo de temor, Alex se había congelado en una pose pensativa. Luego se separó un poco de él y se alejó caminando por el pasillo. ―Hermanos —pronunció Alex cuando Sofí ya había desaparecido. —Hermanastros, más bien —respondió Pablo apareciendo a un lado de Alex. —Ya ni me sorprende que aparezcas de la nada… —agregó Alex con desgana—. De hecho, me alegra. —Solo soy sigiloso, y tú muy distraído. — Sonrió Pablo—. Apenas te has enterado, Sofí y tú son hermanos en este lugar. —Eso explica las fotos que no reconocí en mi casa. ¿Cómo es posible eso? —No hay mucha ciencia, de hecho. Los padres de Sofí están aquí divorciados desde hace bastante. Tu madre está… bueno…



ยกPAPTO!


CAPÍTULO 6

―¡Y

o quiero ir con Kenny! ―gritó el pequeño Frank, golpeando al mismo tiempo a Pablo.

―Disculpa, Franky, irás con Pablo un rato. Seguro que no te darás cuenta si duermes en el camino. ―Kenny se dobló un poco para tenerlo a la misma altura y le habló como a un niño. Frank miró al presidente con desprecio y subió al camión. Sofía también finalmente se resignó y subió al camión directa a su asiento. Pablo y Alex fueron los últimos en subir; el chico de lentes más por temor que por otra cosa. Aunque en el pasillo la mirada de Sofía se perdía con ira hacia la ventana, tan pronto como Alex tomó asiento junto a ella, la chica cambió: Sofía. Algunas filas más atrás se encontraba Sharon buscando su respectivo asiento, el cual apuntó en un papel para no olvidar el número. Finalmente, lo encontró con un pequeño sobre con su nombre sobre el sillón. ―Hola, Sharon. ―Le sacó de sus pensamientos una suave y muy conocida voz para ella, al sentir sus nervios crisparse, no pudo evitar elevar la mirada hacia su compañero de asiento―. Tal parece que seremos compañeros de viaje… ―No, tú no… ―dijo la joven de cabello negro observando frente a sí a Soto, el joven más guapo y codiciado de toda la escuela―, cualquiera menos tú. ―¿Por qué tanto miedo, señorita? Cualquiera de sus amigas mataría por tener el privilegio de tener un asiento junto a mí. ―¡Tú no puedes ser mi compañero! ―dijo de manera abrupta mientras revisaba la lista que ella elaboró―. ¡Mira! ¡Aquí dice claramente que me tocó sentarme junto a Pablo! ―Creo que deberías de leer la nota que te dejaron ―respondió el joven señalando al sobre que tenía Sharon en la mano.

Este sobre poseía su nombre y una especie de carita dibujada a mano, con las manos a los lados de la cabeza y la lengua fuera en señal de burla. Dentro del mismo sólo encontró un papel con idéntica letra y una advertencia: «La próxima vez que quieras irrumpir en la oficina del Presidente y alterar los archivos de su computadora, pídele permiso primero o hazlo cuando tú tengas el cargo». ―¡Rayos! ―maldijo Sharon mientras se dejaba caer en el asiento junto a su compañero. Pablo estaba dando las últimas instrucciones antes de partir. ―Olvidé por completo que ese tipo tiene cámaras por todas partes ―comentó antes de doblar la nota en una bola de papel y aventándola por la ventana. ―¿Quieres saber cómo terminamos en el mismo asiento? ―No, no quiero ―Sharon cortó la conversación de manera tajante, mientras intentaba acomodar su asiento para intentar dormir. ―Bien, porque yo tampoco quiero conversar tanto, quiero guardar mis energías para el ajetreado día que tendremos hoy ―respondió el rubio mientras inclinaba su asiento y cerraba los ojos intentando conciliar el sueño. No pudo evitar sonreír. Durante un momento logró recordar la escena del día anterior cuando iba acompañando a Pablo a su oficina. ―¡No puedo creer que alguien haya entrado a mi oficina sólo para alterar una lista! ―gritó el presidente estudiantil mientras revisaba su computadora una y otra vez pensando―: ¿Cómo adivinaron la contraseña? ―Tal vez no habrían cambiado nada si la contraseña no fuera «contraseña» ―contestó Soto intentando contener la risa mientras Pablo le dirigía una mirada de «no me estás ayudando»―. Está bien, lo siento, ¿y por qué no revisas las cámaras de seguridad para ver quién es el perpetrador?

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―Ya me adelanté ―dijo Pablo mientras abría el archivo de video y veía como en la pantalla aparecía una joven de cabello negro corto que se acercaba con cautela a su computadora―. A pesar de que Sharon logró inmiscuirse en mi oficina, no fue muy sutil ni inteligente a la hora de usar la computadora. ―¿Qué harás ahora? ―Puedo volver a cambiar las listas con facilidad, algo que ella no tomó en cuenta; pero sé perfectamente que hay una razón por la cual lo hizo por lo que tampoco puedo volver a alterarlas. ―¿Y si sólo la cambias de lugar a ella? ―¿Piensas en alguien en especial? ―Bien, según he visto en la lista ella quedó junto a ti y yo quedé con un tal Frank… ¿Rodríguez? ―dijo Soto confundido ante el apellido que el joven de pelo parado tenía―. Familiar tuyo, supongo. ―Yo estoy más confundido que tú, ese tipo es la viva imagen de mi tío, pero aun así jamás lo había visto en mi vida. ―Vaya, que pequeño es el mundo. ―Dime de nuevo tu idea. ―Sólo cambiemos de asiento, ve tú con quien supongo es tu primo lejano para formar lazos familiares y yo me quedaré con Sharon; tengo algunos asuntos pendientes con esa chica. ―No me importa con quién quede, pero no puedo dejar que ella salga de ese viaje sin ser castigada. ―No se preocupe, Señor Presidente, que yo ya tengo todo planeado ―dijo Soto con un poco de sarcasmo mientras tomaba una hoja de papel y una pluma del escritorio de Pablo y comenzaba a escribir una pequeña nota. ―Yo no quería esto ―dije mientras contenía las ganas de voltearme, mientras observaba a varias mujeres pasar junto a mí, unas cuantas riendo y otras como si tuviera

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algo horrible en el rostro. ―¡Quédate ahí! ―gritó Sofía con pánico―. ¡Esto es horrible! «Por favor, que esté hablando de Sharon ―pensé mientras tragaba saliva con nerviosismo ante la posibilidad de lo que Sofí pensase que era horrible―. ¡Dime que está hablando de Sharon!». ―¡No encontraremos a Sharon a tiempo! ―Pudiste hablarle por el móvil ―le respondí mientras recuperaba la compostura e intentaba sonar serio, al menos no me salió un gallito. ―¿Crees que no lo intenté? ¡No hay señal en este lugar! ―Bueno, pensé que sería un parque, pero esto es casi un safari. ―¡Lo sé! No debí venir en primer lugar. ―¿Ya terminaste? ―pregunté desesperado de tener que estar en un solo lugar. ―¡No! Una mujer entró y lo vió con extrañeza. ―A ella… le da pena ―dije intentando justificar mi posición, a lo que la mujer sólo contestó con una mirada de asco y desprecio. «¿Cómo rayos terminé como puerta en el baño de damas?», pensé mientras intentaba nuevamente no voltear el rostro hacia el baño ocupado por una chica de cabello naranja. Aquellos baños eran sitios sin puerta, lo que Sofía más detestaba. En otras circunstancias seguro que hubiese llamado a Sharon, pero no tenía idea de dónde estaba desde hace horas. «¿Cómo pude aceptar alejarme tanto del grupo?». Los guías del parque de diversioneszoológico-safari habían puesto a todos en dos grupos, separando de tal forma a Kenny de Sofí. Algo que claro, ella no podía tolerar.


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Staff Dirección Editorial Dante Locke (Fabian Ramos) Midnigthmoon (Dario Carazo)

The Highlands Jean Hathaway Ilustrador: Eliand Xander

Edición Alba Bengoechea Elaine Rose MidnightMoon

Hijos de Sëele Marta «Lunática» Navarro

Autores

Delta City (Crónicas) «Drake Epsilon» ¡Ponme Atención! Dante Locke

La Ninfa y el Ermitaño Jorge Vargas

El Último Circuito MidnightMoon

¡Ponme atención porque te odio! The Death Shadow Ider Original: Dante Locke

Conteo regresivo del final de una carrera exitosa Juillet Rivera Argos ~Plus Bellum~ EdEd-Kun ¡No soy yo, son ustedes! Elaine Rose Odio las Comedias Románticas Escolares KyoKyo-kun

Articulistas

Dante Locke Kenny Uroboros Lierbex Marta «Lunática» Navarro

Nuestra pasada edición

La revista de Febrero del 2014, estrenamos nueva historia: No soy yo, Son Ustedes. Entrevista con Jean Hathaway, Autor de Res Arcana y de Autor invitado a Lucía Lemes con una historia romántica.

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Colaboraciones Marta «Lunática» Navarro (Deviantart)

La ilustradora oficial de la revista. Creadora de promocionales y portadas, como la imagen de la Primea Antología de Cuentos. En este número vemos la ilustración en la hoja de staff, la portada del mes, así como la publicidad para unirte al Staff de la revista.

Maxwell Atoms (Tumblr)

Dibujante, escritor y animador creador de la afamada Las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy, que para este número accedió a cedernos una entrevista en donde nos habló de sus proyectos pasados y presentes.

SSQ (Deviantart)

Ilustradora autora de La niña que tocaba el guzheng. En este número colaboró con la ilustración de la página del staff.

Créditos Memorial of the past (Páginas 2-3) Arte por Vitkusan

Railway Dread (Página 35) Arte por tristipen

ぐっじょぶ! (Páginas 4-5) Arte por るるon

Unknown (Página 40) Arte por おぐち

春の精とサクラの精 (Página 6) Arte por 七原しえ

Whitescape (Página 44) Arte por H.A

2014 spring (Página 7) Arte por TOHA 彼女が見た景色は (Página 18) Arte por 黒田 森 (La Página 26) Arte por キヨスケ

Risa (Página 47) Arte por あさひろ 雨上がりの交差点 EU63 (Página 56) Arte por Piumu 天空の城ラピュタ (Página 59) Arte por ハラダミユキ

穴都市 (Página 28) Arte por alex

秋読書 (Página 67) Arte por めぐむ

メカニカルシティー巨大中央通路ー (Página 30) Arte por Rapt

不思議の国のアリス (Página 71) Arte por おにねこ


Página Final MidnightMoon: Bueno, con esto llegamos al final del número de marzo-abril de Zona Fantasma, estuvimos cerca de traer el de Marzo, pero ya no fue posible, así que esperamos que con esta revista hayan quedado satisfechos.

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Grandes historias siguen y otras llegan, este proyecto sigue creciendo y todo gracias a vosotros. La verdad yo descuidé la Zona por dos meses, debido a la universidad, pero espero que con esta reestructuración que estaremos haciendo en estas semanas, poder cumplir todo a la perfección para brindarles nuestros mejores proyectos todo sea por el amor al arte. Nos estamos leyendo.

Búscanos en revistazonafantasma.com o contáctanos al nuestro correo: revistazonafantasma@gmail .com, únete a nuestra comunidad de escritores o síguenos en las redes. Todos los derechos reservados a los autores del contenido de la revista.



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