Quién es?
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María Consuelo C hávez Con su chispeante sentido del humor y su peculiar manera de ver la vida, María Consuelo Chávez se levanta bien tempranito en las mañanas para cumplir su labor de “humilde madre trabajadora”. Sus quehaceres como profesional de la comunicación están estrictamente regidos por los horarios de sus hijos Manuel Andrés y Sofía, quienes son los principales motivos de su felicidad. Creció en un sólido hogar encabezado por su padre Manuel Chávez, un español de pura cepa y su madre Tila Molina. Un 25 de junio de un año “x”, puesto que ella jamás lo revelaría, nació la primera hija de este matrimonio. Llegó al mundo con un músculo facial paralizado, lo cual implicó que pasase gran parte de su infancia en fisioterapia. Esta afección conllevó a que padeciera de dislalia y dislexia, lo que le dificultaba un adecuado aprendizaje por su atropellada lectura. Sus padres, con mucho amor y paciencia lograron que la pequeña María Consuelo venciera estos trastornos y se convirtiera en una excelente estudiante. Después de esto afirma ser “la hija predilecta de Dios. Estoy muy
agradecida con la vida por haberme rodeado de ángeles terrenales. Yo soy un milagro de Dios y creo plenamente en ello”. Su relación con su hermano Juan Manuel, la describe como algo paranormal, ella piensa que son hermanos astrales y que es su mano derecha. Su hermano Manuel Alfonso con quien tiene una buena relación, es “su mano izquierda”, señaló entre risas. Él vive actualmente en España, país donde radican todos sus recuerdos de la infancia, lejos de las fisioterapias y consultorios médicos. Conforme fue pasando el tiempo decidió estudiar Comunicación Social en la Universidad del Zulia. En las mañanas tomaba clases en la mención Audiovisual y en las noches en Impreso, graduándose dentro de los mejores promedios de la escuela. Enseguida se casó perdidamente enamorada del padre de su primer hijo Manuel Andrés y después de cuatro años se divorció. Esta experiencia la define como “uno de los aprendizajes más ricos de su carrera profesional” y dice estar segura de que si hubiese seguido casada otra sería su historia.
“Constancia, dedicación...
Trabajó varios años como docente en el Instituto Universitario Monseñor de Talavera, LUZ y Urbe. Pero, aunque se sentía bien en las aulas deseaba trabajar en televisión. “Cuando empecé a tocar puertas nadie creía en mí. Hasta que me brindaron la oportunidad en los
estudios de Televisa. Comencé narrando el noticiero de las 6.00 de la mañana y posteriormente me rotaron por todas las emisiones”. Simultáneamente narraba las noticias del circuito radial CRB, perteneciente a la misma cadena. Un buen día, motivada por sus estudios de maestría en el área de creatividad en España y su interés por el cine decidió presentar su propio proyecto, Sala Siete. “Los noticieros me cansaron. Siempre me ha gustado ser muy yo y Sala Siete me brindó esa oportunidad que tanto añoraba”. Con el nacimiento de su hija Sofía decide dejar los salones de clases para dedicarse más a sus “chamos”, a Sala Siete y a su central de medios, a la cual llamó del mismo modo. Recientemente cambió el formato de su programa y pasó a micros de cinco minutos, transmitidos cinco veces al día de lunes a sábado. Y de lunes a viernes de 10.00 de la mañana a 12.00 del mediodía comparte junto a José Ramos su espacio radial Fifty Fifty por la señal de Clásicos FM.
Feliz 100 por ciento
Se describe 100 por ciento feliz, una mujer con suerte que entiende que hay que luchar por las metas sin dañar a nadie. “Lamentablemente se nos enseña a ser buenos y no felices. No me gusta la gente que tiene una vida tan aburrida que sólo encuentran diversión hablando de los demás. Como mi vida es tan divertida no me queda tiempo para estar pendiente de otros”.
“Soy un milagro de Dios” 41