Melancolía by Letras De Reserva

MELANCOLÍA XXXVII

Portada: HairMask Colaboradores:

La Reserva:

Aldo Vicencio Alus C. Tlahcuilo Dai Weird Hiroshima Monroe José Adrián Segura Paniagua Oscar Argueta Samuel Martinez Tania Espino

Inoniel Kuranes Ronin Ro Lis Frizia Guerrero Paco Nihil Ana Publinsky Isamar Pinales Blanco Danna

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MELANCOLÍA

CARTA EDITORIAL

Melancolía, ese estado que puede llegar a envolver todo un entorno, hacernos suspirar, con la vista nublada y nos hace entender la vida de otra forma. Basta con una canción, película, libro o imagen para catapultar éste sentimiento y sumergirnos en una atmósfera de tristeza.

Aprender a disfrutarla y sacar algo bueno, crear a partir de ello. Los autores dentro de éste tomo nos muestran que es posible y comparten el cómo viven su melancolía, nos cuentan historias, muestran su forma de percibirla para sumergirnos junto con ellos en éste estado taciturno.

HairMask es el autor de la imagen en portada; estudiante de la ENAP, pintor, ilustrador, con gusto por el video y lo grotesco, nos explica en entrevista su visión del arte y cómo es que inició en este mundo. Nos habla de los elementos involucrados en la portada, explica su visión de la Melancolía

Tomen unos pañuelos y entristezcan con nosotros mientras disfrutan: Melancolía, tomo XXXVII

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Bilis negra 5 Alus Melancolía 8 C. Tlahcuilo Frágil 9 Tania Espino Humedad 2.0 12 Hiroshima monroe Sin Título 13 José Adrián Segura

Retraimentos 16 Frizia Guerrero Hair Mask 18 Entrevista, por Paco Nihil Me escondo de ti 27 Aldo Vicencio En la mañana 28 Samuel Martínez Amor en siete partes 29 Dai Weird

Contenido

Vestigio de un recuerdo basado en algo 15 inexistente Oscar Argueta

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I Quién eres tú: Un cuento para niños los niños que nunca tuvimos al menos alguno al menos tú y yo y rezas al pasado para que no vuelva siendo tú

ALUS

BILIS NEGRA

una anciana que me da cuentos infantiles Eres una rosa, como tu madre marchita.

II Es el fénix de tu vientre la puerta que nunca cierro y olvido a mi paso la ceniza los mantos que descansan sobre mi rostro la ocasión para mirar al suelo derramar los poemas contenidos la escarcha en la ingle la decepción acumulada entre los dedos bajo la falda

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es mi presa el tiempo en tu boca comisura incierta de una vida que no es mía dientes anclados a un vacío un eterno fluido es lo que cae y derramar en el abismo mis manos mis ojos las piernas de mujeres que nos sonríen viejo en el abismo tus dedos los charcos el pan recién horneado en el ácido de los bares así paseamos resucitando de las cenizas escupidas por la gracia un trozo de polvo se muere por mis entrañas te excitas y la risa estrepitosa que me anuncia la quemada de un cigarrillo que no está dónde estaba la jaula pájaro ausente te vestías de negro el color del amor lo luminoso de una chispa que se ha consumido soy la cabeza que no viste llegar te arrancó los besos de puntillas la navaja que parte la vida entre los no nacidos los no muertos ambos con el rostro de los hombres en la máscara

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gemelos míos que no lloran viejo es tu risa en el pan con fango la pena de la poesía en el sexo el sexo en el interior entre las manos el primer fluido que me deja para ir contigo que vuelvas a partir con una hemorragia vuelvas a irte porque el fénix cae estoy oxidado no estoy porque no eres III Quién eres niña que sonríe al lugar que habitaron mis ojos tus mil colores me dicen que eras tú tus pasos me dicen tus colores mis ojos que están son piedras en vida que te quieren mandar de paseo ahí donde celebramos con cartas y billetes es mi escritura carta para un arlequín que me sonríe que le sonríe a mis ojos cansados y a los hombres muertos que en ellos se reflejan.

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Jardinera de mi mente que vienes a sembrar flores opacas; mi campo está infestado del pútrido olor de la soledad. A los que invito a pasar jamás se quedan, tan sólo se marchan y dejan resquebrajado en el suelo el recuerdo agrio de su efímera estancia, dime tú ¿Quién se va a sentir cómodo en éste caos que has venido a plantar? Te has vuelto en el gemido roto que viaja por mis venas, te has adherido en mi parte vital. Ya no hay dulces melodías, ya no hay cantos de esperanza viajando por el viento, pasas a ser la orquesta ostentosa de mis silencios. Ya no me reconozco, el espejo no refleja mi cara; mis ojos: dos huecos llenos de neblina, entre mis pestañas están tejidas telarañas y en lo boca ni escombros de mi último beso enardecido. Te has llevado mi luz y la guardas en un baúl viejo que es consumido por polillas.

Melancolía

C. Tlahcuilo

Eres cruel, eres mi amiga con sutil mordacidad.

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Tania Espino.

Diana F+ Negativos de papel.

Frágil» (serie de Autorretratos) LETRAS DE RESERVA MELANCOLÍA

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Cuando puso el desarmador sobre la cabeza del tornillo, del mismo modo que las otras diecinueve veces, supo que no volvería atrás. La pierna derecha del mayordomo se desprendió al igual que la izquierda, como los brazos, uno a uno. Ella poco sabía de mecánica, robótica, electricidad y sexo, ignoraba que la fuente de poder estaba tan cerca del vientre de su víctima. Sabía que la electricidad y el agua hacen daño, pero no que ella se desarmaría a chorros. Ella le apreciaba. Él, frío, rígido y pesado, la había cuidado desde niña. Su madre lo compró como novedad allá por la primavera del 96, 2096. Era alto y argentinamente bien parecido. Y ahora tenía que desaparecer. La unión entre el cuello y el tronco del cuerpo carecía de tornillos y desprenderlo parecía un problema, su madre llegaría en unas horas y explicar que fue una explosión era más fácil que decir cómo le provocó un corto circuito. Mientras ella serruchaba, los movimientos en vaivén del arco le recordaron los propios que con las caderas ejecutaba momentos atrás.

humedad 2.0

—Te amé —.se despidió.

Hiroshima monroe

Ella lo había mirado al salir del baño, como todas las mañanas, cuando nadie estaba en casa él se hacía cargo de ella. Le acercaba toalla y pantuflas, no podía ingresar, queda claro, pues el contacto con el agua lo estropearía y ya lo dicen las reglas de la robótica: no obedecer ninguna orden que le pusiera en peligro. Ella lo miró. Ella había crecido como todas lo hacen en algún momento de esta vida, o casi todas. Al agradecer abrazó al quieto mayordomo, la reacción al contacto de la piel con el metal fue algo que ella no tenía contemplado. Sus senos y el hasta entonces inhabitado pubis despertaron. Sin más, le ordenó ir a la habitación. Había leído en algún sitio que así era el amor. Le ordenó que se acostara, que esperase. El robot no opuso resistencia, podía obedecer, sus sensores de peligro no se alertaron. Le pidió cerrar los ojos, mejor dicho, apagar su visión. Ella se sentó sobre él, el metal le erizó la piel y el primer choque eléctrico lo recibió ella, directo en el vientre, viajante de algún nervio en la entrepierna. Se movió, como se movía ahora al intentar desprender la cabeza del mayordomo que seguía tirado en la cama, o lo que quedaba de él. La cabeza cedió. Después del húmedo orgasmo él no regresó, el cálido interior de la chica hecho agua, se fundió con la fuente de poder de este y ardió, él también, por dentro. Ella recogió la cabeza que rodó una vez terminada la tarea. Ocultó el crimen, la pasión. Miró aquel rostro y le pareció más frío que de costumbre. “Lo siento”, dijo a la cabeza que sostenía entre las manos. Colocó los restos del robot en el suelo y con sus pequeñas manos tomó un martillo, había que hacer la escena real. Volvió a mirar la cabeza, la última pieza. En verdad le quería y tenía la conciencia tranquila de que por una vez se lo demostró.

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Usted corre lejos de la herida que madera mi coraje La sensación de su llanto aéreo con tonos de mármol Ahí se haya usted las charcas de las calles duelo luto ceguera ahí se produce una ley dice la saliva de los torpes. ¿De dónde se provee de dolor la espina?

José Adrián Segura Paniagua

Pues usted con un toque de su lengua apenas si le da un montón de filo Usted no puede oír mi andrajoso llanto Tatuados en la superficie de mi hambre sus gestos de aguacate y buenos días de sus ecos envinados Doctrina de sangre que enseña a morir, usted que promete lo que no se puede creo que es Su abandono del tiempo que ha abandonado su abandono sobre mí Atorado tengo en la garganta de su funeral la sombra

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Me arrojo hacia el cielo y caigo en quieto palpitar de piedras sucio de sus carcajadas quedo Ha visto mi caída entre el yo y miedo abrir su época de azufre No le vi la edad No le puedo usted escribir cuya brújula dirigida por un marinero esquizofrénico en el teatro donde se lleva acabo el peor drama el reloj Como un indigente que pide pan de usted no sé qué pedirle me duele En golfos de miedo duermo los de usted porque yo no tengo voluntad propia para vivir más que la suya. Váyase a su telaraña y no vuelva.

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oscar argueta

De la serie: existir y no vivir

Vestigio de un recuerdo basado en algo inexistente» LETRAS DE RESERVA MELANCOLÍA

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Corolario de genialidades atávicas. Flotación de frondas: Árbol-escalera. Pretensión de revoloteos coreados. Contiguas

tumbas

fantaseadas.

Ascienden manos estropeadas: Con uñas negras -pistilos/almas-, engullidas por aves cada vez más raras.

Supervivientes: ¡Todos! de insinuaciones heréticas.

Plúmbea bruma exuda superficial hervor que penetra

Doce torsos de una misma bestia inmaculada.

Mar neblina traza médula. Sofocación

anillada

con

tendencias

Fruto incrustado en frenesíes y canturreos.

Ventana proxeneta divide al cielo en orla y reino. Psiquismos prendidos a derroteros liados.

viperinas.

frizia guerrero

fiera idea.

Retraimentos

Periferia estanque, sangre circundante.

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Boceto de bosque nuevo. Tachadura en arcaico acento. Ciclo de áspera búsqueda. Enmohecidos dedos con los que se surca la existencia. Análisis superfluo de semblantes superpuestos. Entendimiento precario.

Inmersión homicida: Cobertura al adentro de semillas y misterio.

Motivación desahuciada de flama escaldada. Acumulación de ausencias.

Mirador con pérgola/ Lucidez - Tiniebla (de ciudad interna) Inadvertida aldabilla que les extraería de la anodina supresión de su ataraxia. Celda errante. Vacilar constante hiere sin prisa suelo que no le espera.

Solera infecta: El vientre humano es un despeñadero de melancolías expertas. (Polígono incoloro del que despuntan vivencias grotescas)

Serenidades despegadas, figuradas. Alejadas e implícitas al desvarío heredado. Condensación porfiada, sordina interna. Desencuentros infames: Retraimientos.

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Hair mask p o r pac o n i h i l

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El trabajo de HairMask trasciende los términos estéticos para insertarse dentro de un parámetro epistemológico de identidad. Su principal afición es la observación de los rostros humanos, el acercamiento a la personalidad por medio de los lindes entre la belleza y lo grotesco. Por medio de sus ilustraciones podemos ser transportados a un mundo que supera las fronteras de lo común y ordinario, para situarnos en un sitio de filias, locura y de subversiva reflexión que hará titubear las convicciones reservadas más clásicas. HairMask lleva una lucha interna por encontrar el modo correcto de expresar todas sus interrogantes a través de la pintura y la ilustración. Se adentra dentro de un proyecto donde pretende interactuar con la gente, auto-explora su trabajo para encontrar una propuesta más sincera y que al mismo tiempo sea del gusto del público. Paco Nihil: ¿A qué te dedicas? HairMask: Soy egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. En lo que más enfaticé fue en la pintura. Pero hubo una combinación de intereses personales que tenía desde antes de entrar a la carrera. Siempre fui algo introspectivo como persona. Desarrollo la pintura y el vídeo que son dos disciplinas artísticas que me han permitido profundizar hasta cierto punto que hay en mí y en mi entorno.

P.N: ¿Empezaste desde pequeño a pintar y hacer vídeos? HM: Bueno, mi trabajo se ha centrado en la parte retratista y desde niño dibujaba caras. Siempre dibujaba a mis primos, mi hermana. A partir de observar algunas cosas en los rostros de las personas, era algo que me permitía conocer al otro. La cuestión de vídeo me gustó un poco más tarde, cuando me aficione al cine de arte o experimental.

P.N: ¿Entonces podemos decir que tu trabajo es más introspectivo?

P.N: ¿Cuáles son tus películas favoritas?

HM: No, lo introspectivo ha surgido como parte prima del trabajo. Considero que las piezas artísticas deben tener un contexto social, porque a fin de cuentas el arte es sobre la vida. Mi primer acercamiento fue cuando hacía esa introspección de lo que había dentro de mí. Eso mismo me llevó a ver mi entorno y generar una crítica y cierta visión.

HM: Hoy en día podría decir que lo que más me gusta de una película, es que mantenga una cuestión estética y la trama, claro, es un factor importante. Las películas de John Waters, tienen un contenido visual muy cargado, mezclado con su contexto social. Pero sobre todo, la forma en que él visualiza su entorno y hasta cierto punto muestra su identidad.

MELANCOLÍA P.N: ¿Cómo describirías en tus palabras los elementos estéticos? HM: Creo que todos tenemos experiencias estéticas, aunque a veces ni siquiera sabemos que se llaman así; yo lo aprendí hasta la prepa cuando empecé a estudiar arte. He tenido esa cuestión en que algo te remite a algo y estás generando una estética, también una sensibilidad.

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P.N: Da la impresión que desde muy chico ya estabas convencido de que ibas a dedicarte a arte ¿Qué tipo de dificultades tuviste para decidirte definitivamente a esto? HM: Pasé una niñez muy solitaria. Mi forma de estar en contacto con algo era dibujándolo. Recuerdo la primera vez que mis padres me regalaron un cuaderno con acuarelas Vinci, me gustó mucho y esa fijación se notó más en la secundaria, cuando lo compañeros me pedían dibujos. Al momento de expresarme, no me limito, pero me enfoco más en la imagen.

Si me preguntas qué tanto debe influir la academia sobre este desarrollo, siento que te ayuda a pulirlo un poco. Hay términos que yo no conocía y en ese aspecto la escuela me ayudo a orientarme. Pero ciertamente no todo se da en las aulas, mucho es lo que te da a P.N: ¿Qué tan profundo llega a ser tu vida. proceso creativo? HM: Se vuelve como una mimesis al final del día, la forma de externar algo. Cuando empecé a pintar, me preguntaba mucho el motivo de lo que hacía. Una vez que

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me afronté yo como ser humano, a hacer algo que tuviera que expresar algo, tuve un pequeño shock. Un pequeño bloque por intentar ver realmente que hay dentro de mí. Ahora he descubierto que cuando pinto requiero ese momento de meditación. Hasta cierto punto porque la pintura te vuelve una persona solitaria.

momento tienes que hacer las cosas para sobrevivir. Yo antes tenía un poco ese miedo de volverme comercial, o que mi trabajo se volviera ya completamente muy obsoleto. A final de cuentas, somos y estamos rodeados de imágenes, y a ser imágenes, aunque tengan un motivo comercial, pueden llegar a hacerle sentir algo a una persona.

P.N: ¿Cómo equilibras los dibujos que haces por gusto, a los que haces por P.N: ¿Cuándo haces una ilustración pedido, cómo afrontas lo comercial a lo propia, haz llegado a ponerle un detalle independiente? «para que venda»?

HM: Creo que hay un punto en que debes HM: Eso es algo que me ha costado, de aprender a saber qué momento pero siendo franco, ahorita tengo un puedes hacer lo que tú quieres, y en qué proyecto que se llama «Hair-Mask» que

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decidí abrir este año. En su momento, me rehusaba a enfocarme solamente en la ilustración o en la pintura, buscaba seguir una línea, desarrollarla bien y a partir de eso, ser más honesto conmigo mismo con lo que quería abordar.

sobre lo efímero y artificial. Por eso la mascotita es un muñeco arrancándose el cabello. Le puse el mono de la alopecia. Es un híbrido de varias identidades, pero que al final está construyendo su identidad.

«Hair-Mask» surge como plan B. Quería entrar a la maestría y me di cuenta de la realidad. Tanto a mí, como a muchos compañeros, no nos aceptaron. Aprendes a tomar este tipo de cambios en tu vida y justamente creo que ahora la forma en la que yo hago ilustración, es una forma en la que yo intento de ser feliz. Curiosamente cuando pinto o dibujo es cuando estoy más triste o es cuando mejor absorbo las temáticas que quiero manifestar, pero bajo un proceso introspectivo que te mantiene aislado. Entonces, con este proyecto, decidí darle una válvula de escape, para tener interacción con más personas y saber cuáles son sus intereses.

P.N: ¿De qué forma comunicas la identidad a través de tu trabajo, por ejemplo, en la serie de tu página donde juegas con los roles de género?

P.N: ¿Cuál es el objetivo de este proyecto «Hair-Mask»?

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HM: Es un proyecto que pretende conservar el aspecto pictórico en la ilustración. Por otro lado, la cuestión temática, es un tema que yo estaba abordando en mi protocolo de maestría, que era la identidad. Independientemente de todo el contexto social, es saber cómo tú mismo, como humano, te identificas o generas tu propia identidad. De manera temática, tiene muchos elementos y herramientas

HM: Bueno esa serie se llama «El consumo del dinero». Lo realicé en su momento porque hubo una convocatoria para una revista, al final no fui seleccionado, pero fue una reflexión interna de cómo se podría entender el género. Lo que enmarco ahí es el empleo del maniquí, que es una parte muy importante en la producción de imágenes que pretendo hacer. El maniquí tiene esta parte que intenta representar un ideal de un ser humano, es una escultura contemporánea para mostrarnos de qué manera debes lucir en tu apariencia. Lo abordé desde el maniquí porque te da la oportunidad de transformarlo. Ponerle piernas de mujer en un dorso masculino. Creo que todos somos así, somos una dualidad latente y tenemos la posibilidad de crearnos. P.N: ¿Qué es lo que más te influencia de otras disciplinas? HM: No soy bueno para mencionar un autor en específico, pero en corrientes antiguas me agrada mucho el prerafaelismo. Creo que mis inquietudes

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o gustos dentro de lo figurativo en la ilustración o en la animación, me remiten a Mike judge, creador de Beavis and Butthead, es algo que mantengo, porque fue de mis primeros acercamientos o John Kricfalusi, creador de Ren y Stympy, me gusta esta parte en que representa con tanta expresividad su línea para hacer sus figuraciones, que tienden a ser grotescas, pero plantean una belleza imperfecta.

P.N: ¿Cuál es la función del arte?

HM: Es muy curioso porque cuando tomé el curso para entrar a la maestría, la persona que lo impartía nos decía que debíamos tener en cuenta que el arte no sirve para nada. Fue una idea que de momento a mí me marco. Posiblemente no tenga una función como el diseño industrial, pero creo que sí tiene una parte funcional que va de la mano del humanismo. Permite zafarte de toda P.N: ¿Cómo entiendes esta parte de lo esta continuidad, para ver eso que no grotesco? te agrada desde la visión de una pieza artística. Abordas una idea desde HM: Lo grotesco está casado con las tu perspectiva y desde parte de tu sensaciones. Retomar una experiencia individualidad, como en este caso con la estética que no es tan agradable, pero melancolía. a final de cuentas si me preguntas qué es la belleza, puede resultar igual de P.N: ¿Hay alguna postura política que subjetivo. Hay un fotógrafo que satura manejes al momento de trabajar? de tanta belleza sus fotos que hasta cierto punto se vuelven grotescas. HM: Mi trabajo no ha sido tan directo como P.N: ¿Ya sea grotesca o bella, qué hace a el de los desaparecidos de Ayotzinapa, la pieza de arte, ser arte? que es un caso que se viene dando desde tiempo atrás. No he abordado esta parte HM: Que contenga un discurso, que activista del arte, porque tampoco he tenga una concepción de la sociedad. estado tan ligado. Sin embargo, es algo Si no estás abordando nada de la vida, que no me es indiferente, ni me puede de lo que vives como individuo, no dices pasar desapercibido, porque es algo nada. que vivo a diario, y al final de cuentas ubicarlo en tu entorno, te hace sentirte P.N: ¿Crees que el arte debe ser social? involucrado. Quizá en este momento no HM: Creo que todos vivimos en sociedad, le he abordado de manera directa, pero si el arte es sobre la vida, es porque somos sí puede desarrollarse. seres sociales. Estamos conviviendo con seres sociales y estamos descubriendo Mis trabajos pueden ser considerados como un medio pasivo para el espectador, que hay alrededor de nosotros. porque se quedan estáticos. Al menos

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en la pintura, pero con «Hair- Mask» he permitido que se vuelva más activo. Por ejemplo, los stickers dan la posibilidad de pegarlos donde se te antoje. Me agrada también esta modalidad del fanzine, en que abordas cualquier temática, pero se mantiene activa. P.N: ¿Tu forma de trabajar es planeada o es más dispersa y espontanea? HM: A veces soy un poco disperso. Pero generalmente, en mis dispersiones encuentro cosas que me funcionan, puedo ir por la calle y de repente en el trayecto algo que me llama la atención me enriquece. Soy de la idea de que es necesario planificar las cosas, una base sólida sobre la que abordar el tema. Creo que una pieza artística ya de manera formal e íntegra, tiene que estar bien sustentada pero dentro del proceso creativo. Si me preguntas en un horario intento aprovechar la luz del día, pero de noche, llego a sentirme más conectado con lo que estaba haciendo. El arte a veces te ayuda a escapar de la realidad, y no porque debas evadirla, pero te permite visualizar desde otra perspectiva. P.N: ¿Crees que el arte pueda tener una cualidad de sanación? HM: Claro. Puedo decir que es hasta terapéutico. No desde una perspectiva romántica. El arte te puede ayudar a muchas cosas y debe ser visualizado de esa manera, como el humanismo y el medio que te va a permitir crecer como individuo y desarrollar esta belleza

interna. Tomar lo que hay afuera para que se enriquezca lo que hay adentro, como un intercambio. P.N: ¿Qué relación hay entre lo natural y lo artificial? Puede haber un maniquí con una belleza muy natural, y una mujer con una belleza muy artificial. HM: Lo artificial es una respuesta a una necesidad que el hombre se ha planteado a lo largo del tiempo. Aquí interviene el factor de la mano del hombre, cuando modificas la estética, entra lo artificial. Pero está fijación en la naturaleza tiene que ver con este planteamiento sobre la belleza, como un ideal que nos generamos y que también es un ideal impuesto. P.N: Sobre la portada qué nos comentas: HM: Mi proceso generalmente es análogo y luego lo digitalizo. Mi intención fue representar la melancolía. Fue curioso sacarlo de esta forma, porque tuve algunos percances en el trayecto que me facilitaron un poco este tema. La imagen muestra un cuerpo inerte, un maniquí, que no tiene una sexualidad fijada. Retomo este simbolismo sobre el mar, porque en lo personal me deja mucha inspiración. Abordarlo desde la melancolía remite a la bilis negra, por ello pintar un mar monocromo, un mar oscuro. Creo que la melancolía te deja en este momento de muerte simbólica.

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PH: Tus palabras finales: HM: Un agradecimiento a quienes ven la entrevista y a Letras de Reserva por este espacio y ojalá muchos más se animen a esta experiencia de realizar una portada.

Para finalizar nos muestra sus blocks de trabajo, donde guarda decenas de dibujos con distintas técnicas, todas tocando aspectos grotescos, jugando entre lo natural y lo artificial. Nos confiesa que «Hair- Mask» nace como un bestiario, y nos devela dibujos impresionantes sobre las criaturas que habitan en su cabeza. Habla de sirenas y explica algunas filias que se presentan constantemente en sus obras. Nos muestra algunos de sus stickers, nos habla del mar, de la melancolía, permitiéndonos conocer a la persona detrás de HairMask.

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Me escondo de ti,

Aldo vicencio

me escondo de ti

como el Sol a la lluvia, como las estrellas a la maĂąana. Lejano, tu aroma se pierde, como la balsa en la mar, como el peregrino en el bosque Una dalia nos sostiene es nuestra delicadeza que se quiebra. La hiedra nos abraza es el tormento que no cesa. Huyo de ti, como el ciervo a la bala, como el viejo al tiempo. Opacos, tus ojos se apagan, como la risa en la soledad, como la dicha en la orfandad. Ausentes estamos, escondidos nos amamos.

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«En la mañana»

Samuel Martínez

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dai weird

amor en siete partes

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Primera parte. Lo vi pasar. Caminar solo hacia el ocaso, con ese paso taciturno que tanto adoro. Le miré lejanamente, para no romper el encanto de su andar. Y al verlo supe aquello que había dudado tanto tiempo. Era agradable conocer al próximo dueño de mis sueños.

“Considero que verlo por 10 segundos, es suficiente razón para sonreír 24 horas.”

Segunda parte. La cuarta vez que soñé contigo supe que me había enamorado. No esperé verte de nuevo en vigilia y me conformé con un gesto de amor onírico. Fue la cuarta vez, no la tercera. Porque la tercera habría sido la última en la vida, pero no fue así. De cualquier forma, ese día tuve la revelación que necesitaba, que tanto anhelaba. El cariño que tenía hacia a ti crecía. Ahora era capaz de soñarte por el resto de mi vida y tú no tendrías siquiera que enterarte.

“Te quiero, como se quieren pocas cosas en la vida, libremente y sin restricciones.”

Tercera parte. Se siente bien extrañarte y enterarme que aún puedo sentir algo. Me gusta la angustia que experimento al esperar tu regreso, sentada en la ventana pasada medianoche. La agonía que

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sufro el día que no he de mirarte, siquiera de soslayo, por el lugar que frecuentamos. Se siente bien extrañarte, mirarte a lo lejos tan radiante, tan divino. Recordar el brillo en tu mirada, el aroma de tu cuello. Me encanta extrañar cada remanso de tu alma, cada nota de tu voz y el ligero cariño que nos tenemos. Esas son las sensaciones que me gustan. El dolor malsano de querer lo inalcanzable, de amar sin ser amado, de vivir a expensas de la felicidad ajena. Pero aún con viento en contra, decido quererte. Guardar para ti mi sonrisa más brillante, la risa más alegre, la mirada más amable. Lo decido y hago porque la vida es una incertidumbre constante, un ir y venir de decepciones, porque la única certeza es la muerte. Por eso mantengo firme mi deseo y expongo a ti mis sentimientos. Te quiero. Te quiero como no he querido desde hace tiempo. Y esa pasión vibrante, esta certeza vivida, es por ahora el único motor que necesito para seguir adelante.

Cuarta parte. Al parecer tú siempre caminas en dirección opuesta a la mía. Es una suerte que el mundo sea redondo, y tan pequeño.

“Porque tú eres mi último pensamiento y la primera imagen que invade mi mente, por eso sé que vale la pena.”

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Quinta parte. Suspiros que se vuelven verso, que se vuelven llanto. Que mueren en silencio, en tu dulce amor callado. “¿Algún día habrá entre nosotros, algo más que este tortuoso silencio?”

Sexta parte. Usted me ha decepcionado de tantas formas, que es injusto pensar que ha sido muy bueno en ello.

Séptima parte. El amor, esa experiencia fantástica que describen los soñadores, se termina justo antes de comenzar. Y duele, como duele.