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PROGRAMA FAVELA-BARRIO La Alcaldía de Río de Janeiro crea el Programa Favela-Barrio como instrumento para la integración urbanística y social entre los cariocas, para revertir el cuadro de degradación urbana que generalmente acompaña, en las metrópolis de los países del Tercer Mundo, el asentamiento habitacional espontáneo de los grupos de baja renta. En el caso de Río de Janeiro - ciudad de 5,5 millones de habitantes -, aproximadamente un millón de cariocas viven en favelas y otros quinientos mil, en loteamientos irregulares y clandestinos. Por lo tanto, una parcela expresiva de la población habita en condiciones de precariedad ambiental y urbanística, sea en lo que se refiere a la unidad residencial en sí, como en cuanto a la escasez, en mayor o menor grado, de infraestructuras, bienes y servicios públicos que constituyen el estándar de la ciudad contemporánea. Según el Secretario Municipal de la Vivienda, Sérgio Magalhães, el cambio esencial que se establece en la década de los noventa, en las intervenciones de la Alcaldía, es contraponerse a la idea de subsanar únicamente el déficit habitacional existente, sustituyéndola por la noción de superación del déficit urbano a través de la "producción de la ciudad". Es decir, substituir la acción aislada de construir casas, por la organización de una estructura urbana, donde los estratos de población excluídos de los servicios públicos se integren a la dinámica funcional y vital de la ciudad "formal". El Programa Favela-Barrio es parte integrante de la Política Habitacional de Río de Janeiro, instituida en 1993. Su principal objetivo es la implantación de mejoras urbanísticas, incluyendo las obras de infraestructura urbana, la accesibilidad y la creación de equipamientos urbanos, con la finalidad de obtener resultados sociales, a través de la integración y transformación de la favela en barrio. Como objetivos complementarios a la realización del Programa Favela-Barrio, se crearon los Programas de Reglamentación de la Propiedad de la Tierra y de Generación de Rentas. Ambos se implementan con posterioridad a la ejecución de las obras en las favelas seleccionadas. Para alcanzar el objetivo de atender a 60 favelas y 8 loteamientos en 4 años, fue creado el Programa de Urbanización de Asentamientos Populares (PROAP-RIO), co-financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con la participación del BID, las inversiones ascienden a US$ 300 millones, 60% aportado por el BID y 40% como participación de la Alcaldía, beneficiando favelas y loteamientos irregulares, creando además, Programas de Educación Sanitaria y Ambiental y Desarrollo Institucional. Estas iniciativas abarcan a una población de 250 mil habitantes. Las principales acciones para integrar las áreas de favela al tejido urbano de la ciudad formal, son: a ) Complementar o construir la estructura urbana principal; b ) Ofrecer condiciones ambientales que permitan la lectura de la favela como un barrio de la ciudad; c ) Introducir los valores urbanísticos de la ciudad formal para su identificación como barrio: calles, plazas, mobiliario y servicios públicos; d ) Consolidar la inserción de las favelas en el proceso de planeamiento de la ciudad; e ) Implantar acciones de carácter social, construyendo jardines de infantes, incentivando programas de generación e incremento de renta y capacitación profesional, actividades deportivas, culturales y recreativas; f ) Promover la regularización urbanística y el otorgamiento de títulos de propiedad de los terrenos.


En 1994, al iniciar los trabajos, la Secretaría Municipal de la Vivienda organizó, en cooperación con el Instituto de Arquitectos de Brasil IAB/RJ, un concurso de metodologías para intervenir en 18 favelas. Constituyó una innovación la presencia de 15 equipos seleccionados, liderados por arquitectos-urbanístas que participaron del concurso de propuestas metodológicas, integrando tanto oficinas de jóvenes profesionales, como de arquitectos de prestigio, que por primera vez se dedicaron a proyectar para los estratos de menores recursos de la población de Río. Esta iniciativa promovió una nueva relación del saber técnico con las áreas pobres de la ciudad, permitiendo la utilización del conocimiento como un medio para introducir mejoras en la vida de estas comunidades. Otro hecho importante es que las transformaciones urbanísticas y arquitectónicas están acompañadas por una acción de contenido social que permanece en la favela. El primer elemento significativo de estas transformaciones es el Puesto de Orientación Urbanística y Social (POUSO), donde la Alcaldía está representada por un arquitecto y un asistente social, y cuenta con la colaboración de agentes comunitarios para orientar a los habitantes en las posibles intervenciones en los espacios públicos y privados. El segundo, es la creación de centros de formación profesional para artesanos y técnicos, y tele-aulas para la educación a distancia de jóvenes y adultos, como una forma de generar empleos en la favela, ambos coordinados por la Secretaria Municipal de Trabajo. El tercero, es el apoyo a la formación de cooperativas y locales para organizar el sector comercial de la comunidad. Con la regularización y titulación de la propiedad de los terrenos y la disponibilidad de infraestructuras, la favela dispone de servicios públicos que la identifican como ciudad "formal": educación, salud, deporte, saneamiento básico, recolección de basuras, teléfono, correos, agua, gas, etc. Historia de las Favelas Las favelas cariocas se originaron a partir de la ocupación de los cerros ( morros ) de Santo Antônio y de la Providência, en el área central de la ciudad. En 1897, soldados que regresaban de la guerra de Canudos - campaña militar en el nordeste del país - obtuvieron permiso para instalarse temporariamente en estos locales. El Morro da Providência recibió el nombre de Morro da Favela como referencia a un arbusto, abundante en el árido paisaje (sertão) de Canudos. En 1904, contaba con 100 chabolas. Ya en 1933, este número ascendía a 1.500. El Morro de Santo Antônio, en 1910, albergaba a 1.314 chabolas. En la década de los años veinte, las favelas se expandieron por los cerros de la ciudad: Morro dos Telégrafos, Mangueira, Morro de São Carlos, Vila Rica (Copacabana), Pasmado (Botafogo) y Babilônia (Leme). Esa expansión llega a las áreas suburbanas. El crecimiento de las favelas fue impulsado por la inexistencia de una política del Estado para solucionar el problema de la vivienda de los estratos más pobres de la sociedad. Las reformas urbanas de principios de siglo eliminaron los conventillos (casas de vecindad) del centro de la ciudad, donde, en 1890, vivían cerca de 100.000 habitantes. La población pobre, que también crecía con la inmigración desde la zona rural, intensificó la ocupación de los cerros, impulsada por la proximidad a las oportunidades de trabajo. El mismo proceso tuvo lugar en las áreas conectadas por las principales vías de circulación de la ciudad (las líneas de ferrocarril y posteriormente, las grandes avenidas), que comunicaban el Centro con la zona Norte, donde se asentaron los establecimientos industriales. En los años viente, ya una de las principales favelas suburbanas, se formaba cerca de la estación de ferrocarril de Madureira.


Antecedentes históricos de las intervenciones en las favelas La favela, a lo largo de la historia de Río de Janeiro, fue considerada predominantemente como un componente indeseable de la estructura urbana. Es una visión que está presente desde principios de siglo, a partir de las intervenciones del Alcalde Pereira Passos (1903-1906), hasta el Plan Agache en los años treinta. Su importancia y participación en el contexto de la ciudad, era percibida y asumida únicamente para controlar la higiene pública y las epidemias. Asimismo, con motivo del desorden urbano y de la marginación de su población, las políticas de gobierno dirigidas a las favelas se orientaban hacia su erradicación de las áreas cercanas a la ciudad "formal". Cuando en los años cuarenta, la favela comienza a revelarse como un núcleo importante de oposición política, el Estado pasa a replantear sus propuestas y sus relaciones con ella. Es en esta fase que surgen algunos proyectos para la mejora de las viviendas y las condiciones higiénicas en los cerros, para prevenir epidemias y contaminaciones en los barrios de la ciudad "formal". Mientras tanto, la articulación de esta última con la ciudad "informal" (favelas), no existía. No se había puesto empeño en la mejora, desarrollo y transformación de los espacios públicos de la favela, que seguían siendo tratados a la manera de "ghettos", desvinculados de la ciudad. La política gubernamental en los años 60 y 70, basada en la creación de nuevos conjuntos habitacionales y erradicación de las favelas, no tuvo éxito. El programa de la Alianza para el Progreso, desarrollado con la ayuda económica de los Estados Unidos, tuvo un alcance limitado: se construyeron algunos ejemplos escasos de nuevos conjuntos residenciales. El intento de eliminación de las favelas de la zona Sur de la ciudad -ocupada por grupos sociales acomodados-, después de que la población de bajos ingresos fue utilizada como mano de obra en la construcción de edificaciones, y también como personal de servicio doméstico, resultó infructuoso. Se mantuvo la presencia de los favelados en los barrios nobles de Lagoa, São Conrado, Copacabana, Ipanema y Leblon. La Rocinha, una de las más grandes y mejor consolidadas favelas de la ciudad, tiene cerca de 100 mil habitantes y Vidigal, casi 10 mil. Ambas se asemejan a los grandes asentamientos habitacionales de baja renta de la zona Norte, como el Complexo da Maré y el del Alemão. Con el Programa Favela-Barrio, la propuesta de la Alcaldía es integrar la favela a la ciudad formal, y absorber a un millón de habitantes que están excluídos de los servicios urbanos, convirtiéndolos en ciudadanos de la ciudad. Esta población pobre, que sustenta valores, cultura y tradiciones eminentemente urbanas, no se diferencia de la población de la ciudad formal. Las estructuras urbanas y arquitectónicas que identifican las funciones sociales, no deberían ser distintas en la ciudad formal y en la informal. El Programa está fundado en la premisa de que la interacción de valores culturales y funcionales en el espacio urbano debe ser accesible a toda la población. El simbolismo y los significados formales y espaciales creados por el saber profesional contemporáneo, no pueden constituirse en un privilegio de las minorías que habitan la zona "noble" de la ciudad - más densa y más rica - asentada a lo largo de la costa, desde Flamengo hasta la Barra da Tijuca. Es también un derecho de los ciudadanos que ocupan el 80% del territorio interior de Río, anónimo, gris, la ciudad noir definida por los críticos sociales.


PROYECTOS DETALLADOS Mangueira Proyecto: Paulo Case y Luis Acioli, Arquitetos Associados Domicilios: 4.229 Población: 20.000 habitantes Inversión: 13 millones de Reais Área: 26.7 ha


Particularidad del entorno urbano: Es la tercera favela más antigua de Río de Janeiro. Con la progresiva eliminación de los cortiços (solares o conventillos) en el centro de la ciudad, la población de baja renta se vió obligada a encontrar nuevos espacios habitables próximos al trabajo: de allí la ocupación de los cerros centrales de Providência y Santo Antônio en 1897, seguidos por el Morro dos Telégrafos -Mangueira- en 1900. Acaecidas las transformaciones urbanísticas del Alcalde Francisco Pereira Passos (1903-1906), los cerros fueron aceleradamente ocupados por indigentes, especialmente en aquellos vinculados a los controles del Ejército, acción supuestamente facilitada para disminuir las presiones sociales. Éste controlaba el Morro dos Telégrafos, por su posición privilegiada, al lado de las líneas férreas que se expandían hacia la zona Norte y con una perspectiva directa sobre la Quinta de Boa Vista, residencia del Emperador. En el siglo XIX se instaló en el cerro una torre para las comunicaciones telegráficas, y a sus pies radicaba una de las primeras estaciones urbanas del ferrocarril. La configuración irregular del cerro, que alcanza hasta los 120 metros de altura, determinó una ocupación fragmentaria de su superficie, tanto en el punto más alto de un acantilado, como en el area baja -Chalé-, donde se había iniciado una urbanización en los años veinte. La población se fue incrementado a partir de los años treinta con la llegada de inmigrantes de los estados de Minas Gerais y de Ceará, en busca de trabajo en las industrias localizadas en esa región de la ciudad. Así quedaron definidas cuatro comunidades básicas: Telégrafo, Mangueira, Chalé y Candelária. Dentro de ellas se identificaron otros espacios con personalidad propia: uno de carácter cultural - el Buraco Quente - y otro caracterizado por su extrema pobreza: Vila Miséria. Por iniciativa de dos ilustres pobladores asociados a la cultura popular musical - Cartola y Carlos Cachaça -, fue creada en 1928 la Escola de Samba "Estação Primeira de Mangueira", que se convirtió en una de las principales protagonistas del Carnaval carioca. Su fama internacional, por mantener el espíritu del "samba" en su estado más puro, fue siempre promovida por grandes compositores, poetas, artistas ,y entre tantos otros, por las composiciones de Tom Jobim y Chico Buarque. Esto hizo que muchos visitantes destacados como el presidente Bill Clinton, en su viaje al Brasil (1997), hiciera una fugaz visita a la favela de Mangueira. Su significación cada vez mayor en el sistema urbano, fue motivada por la cercanía a las nuevas estructuras funcionales surgidas frente al cerro. Del otro lado de las vías del tren y del metro, en la segunda mitad del presente siglo se establecieron el estadio de fútbol de Maracaná y el campus de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ). En 1987, en terrenos cedidos por la red ferroviaria federal, se había creado una Villa Olímpica, con instalaciones deportivas utilizadas por niños y adolescentes de las comunidades pobres de esta área. Características del Proyecto: Dentro de una estructura tan diversificada y compleja, la opción de los proyectistas se basó en la definición de elementos integradores e identificadores de la comunidad. El proyecto tiene origen en la particularidad de los límites urbanos existentes: en la zona baja se enfatizó la avenida Visconde de Niterói, paralela al ferrocarril, donde se localizan diversos asentamientos industriales; en la cota máxima, había un magnífico acantilado de piedra, con vistas panorámicas hacia la ciudad. También se tuvieron en cuenta los fragmentos de urbanización “formal”, en el espacio situado entre Candelária y Chalé; el presidio y el área verde del Ejército, en el borde sur de Candelária. En base a estos elementos, fue planteada, además de las penetraciones peatonales para facilitar los accesos a las diferentes áreas, una calle principal que interrelaciona la zona alta, de extraordinario valor paisajístico, con las áreas bajas del tejido urbano. La Avenida Cartola, según Casé, sería una réplica de la Viera Souto de Ipanema, en su capacidad perceptiva del imponente panorama sobre la ciudad, usufructuada tanto por los pobladores como por los futuros turistas. La ancestral compacidad de las diferentes comunidades, hace difícil la inserción de funciones sociales y espacios libres para la vida social. De allí la concentración de las plazas, la escuela materno-infantil en los accesos desde Visconde de Niterói, a las favelas de Chalé


y Mangueira, definiéndose el Centro Comunitario "Nova Mangueira", al final de la calle Sayão Lobato, eje principal de Buraco Quente. Hasta el presente, las mayores intervenciones se desarrollaron en Candelária, debido a la disponibilidad de espacios libres. Está prevista, en la antigua fábrica de Cerámica Brasileira, hoy desactivada, la creación de un centro comunitario y de generación de renta, delimitado por la avenida perimetral Visconde de Niterói. Hacia el interior, se recuperó una antigua mansión convertida en escuela materno-infantil, y se localizó un conjunto de viviendas para los habitantes necesitados de ser relocalizados. El climax del proyecto es el campo de fútbol y las instalaciones deportivas, situadas a los pies del acantilado de piedra, monumental pared que define el espacio del área deportiva de la favela, complementando la preexistente Villa Olímpica. Con estas intervenciones, el asentamiento del Complexo Mangueira, adquiere una identidad propia, y al mismo tiempo se integra a los dos elementos básicos de la ciudad circundantes: la exuberante naturaleza y el tejido urbano.

Prazeres Proyecto: Santa Teresa Arquitetura Domicilios: 2.151 Población: 5.600 habitantes Inversión: 15 millones de Reais Área: 20 ha — Después que tuvo la primera fase del proyecto Favela Barrio aquí, todo el Morro dos Plazeres fue legalizado. O sea, después que el gobierno entró aquí pavimentando calles haciendo conexiones eléctricas y sanitarias, él legitimó la comunidad. Ahora Eduardo Paes y Cabral vienen a decir que el proyecto Favela Barrio no funcionó, pero funcionó sí. No fue adelante por causa del cambio de mandato. Eso es ridículo. Entra un intendente y dice que no quiere continuar el trabajo del mandato anterior. ¿Hasta cuando el lucro va a valer más del que la vida? — pregunta doña Elisa. Fuente: http://www.anovademocracia.com.br/edicion-en-espanol/125/2859-qel-estado-causa-mas-dolor-que-la-lluviaq

Particularidad del entorno urbano: Las últimas estribaciones de la Serra da Carioca, que contiene el punto alto del Corcovado, se desgajan en dirección a la playa de Flamengo, a través de los pintorescos barrios de Cosme Velho, Rio Comprido y Santa Teresa, conectadas por la calle Almirante Alexandrino. La proximidad al centro de la ciudad, la frondosa vegetación y las ligeras elevaciones que permitían inesperadas visuales paisajísticas sobre el tejido urbano, hicieron de ellos un sitio privilegiado para el asentamiento de aristócratas y nobles de origen europeo. A corta distancia se ubica la silenciosa y recogida plaza del Largo do Boticário y de dos grandes mansiones que también se integraron a la historia de la cultura carioca: la Chácara do Céu, hoy museo, de Raymundo Ottoni de Castro Maya y la casa de Laurinda Santos Lobo, convertida en Parque das Ruínas, restaurada para contener eventos culturales. En los deshabitados cerros de Santa Teresa y Río Comprido, existían fincas (fazendas) de propietarios alemanes, donde, a finales de los años veinte, lentamente se asentaron inmigrantes pobres que trabajaban en los barrios céntricos de la ciudad. Su presencia subrepticia, hizo que el primer asentamiento se denominara Escondidinho iniciado en la calle Barão de Petrópolis. Luego, como la favela seguía creciendo hacia la zona alta, se formó la segunda comunidad, con el nombre de Prazeres, separada de la anterior por la calle Gomes Lopes. Estas favelas no sufrieron la amenaza de erradicación frecuente en las políticas públicas de los años 60, ya que , con anterioridad,


con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno confiscó los bienes de los alemanes, y Getúlio Vargas consolidó la estabilidad de los pobladores en esas tierras. A pesar del alto nivel económico de las asentamientos circundantes, ambas comunidades presentaban serios problemas de accesibilidad, carencia de infraestructuras y de servicios, viviendas construídas en áreas de riesgo, destrucción de los espacios verdes en el cerro y acumulación de basuras a los pies de las colinas. En general, predominaba una fuerte degradación ambiental del conjunto, cuyos efectos negativos se irradiaban hacia los alrededores próximos. Características del proyecto: Aunque no se hayan completado todos los elementos componentes del proyecto, se percibe en la propuesta de los arquitectos, el deseo de romper con el aislamiento de los dos asentamientos, tanto en el eje vertical como en el horizontal. De allí que en la perspectiva homogénea creada por las viviendas sobre el cerro, ya predomine la fuerte línea de sombra creada por el viaducto que amplía la preexistente calle Gomes Lopes, y que unirá la calle principal de Santa Teresa - calle Almirante Alexandrino - con la calle que establece el límite inferior de Escondidinho: la calle Barão de Petrópolis, vía de conexión con el centro de la ciudad. La directriz diagonal del viaducto permitirá un fuerte flujo de tránsito vehicular y la accesibilidad a los diferentes niveles de ambas favelas, definitivamente integradas en una sola comunidad y al mismo tiempo dialogando con la estructura urbana circundante. Los proyectistas asumieron dos polos de concentración de las nuevas funciones sociales: el primero próximo a la entrada principal de Escondidinho; el otro, en el acceso desde Almirante Alexandrino, en el límite superior de Prazeres. La formalidad compacta de la calle Barão de Petrópolis, se continúa a través de un recorrido de rampas sinuosas hasta el espacio polideportivo, el centro comunitario y el jardín de infantes de Escondidinho. La arquitectura, establece una trama modulada de espacios semitransparentes, que se articulan entre sí, a través de un sistema de volúmenes y filtros en el que resuena el sistema formal complejo de la favela. El núcleo polideportivo de Prazeres, ubicado en una plataforma en lo alto del cerro, se abre hacia una plaza que permite las múltiples visuales a la magnificencia del paisaje. En el futuro, surgirán en las proximidades de este conjunto, un núcleo de viviendas y un campo de fútbol, colocado en la cima del cerro. Así, en los extremos distantes de la favela, se genera el efecto "ciudad", que luego irá penetrando paulatinamente en su estructura interior. Vidigal Proyecto: Escritório Planejamento Arquitetônico e Ambiental Domicilios: 2567 Población: 9.943 habitantes Inversión: 6 millones de Reais Área: 23,7 ha


Particularidad del contexto urbano: Por su localización Vidigal es una de las favelas más significativas de Rio de Janeiro. Se estableció en uno de los sitios más nobles de la ciudad - próximo a los conocidos barrios de São Conrado y Leblon, en la Zona Sur. El área se caracteriza por la proximidad y el fuerte contraste entre grupos sociales de altos ingresos y habitantes pobres, cada cual con sus propias áreas definidas, aunque en algunos casos, interrelacionadas. Con visuales privilegiadas, Vidigal se vuelca directamente hacia el mar, con perspectivas hacia los barrios de São Conrado, Leblon e Ipanema. Las favelas situadas en los cerros (morros) como también ocurre en la de Rocinha, permiten una evaluación de la relación ciudad/naturaleza muy particular. En el caso de Vidigal, la ubicación y importancia paisajística reiteran la necesidad de rescatar y recuperar el área, tanto para el uso de sus habitantes, como para el futuro desarrollo turístico de la región. Situada a lo largo del eje de la Avenida Niemeyer, bordeando la costa -zona residencial tradicional de los sectores de altos ingresos- posee algunos elementos importantes de referencia: el Hotel Sheraton, el conjunto de mansiones de Leblon, de São Conrado y de la propia avenida y los hoteles Intercontinental y Nacional, en São Conrado; éste último proyectado por el arquitecto Oscar Niemeyer. En la entrada principal de la favela, se localiza el Colegio Stella Maris, cuyos alumnos pertenecen a la clase media/alta carioca. En los años 60, con la política de erradicación de la población de baja renta de las areas "nobles" establecida por los gobiernos militares, se hizo un intento -sin éxito- de eliminar a Vidigal, con el fin de liberar terrenos para la especulación inmobiliaria. En 1967 se fundó la Asociación de Vecinos. La articulación entre los edificios residenciales ubicados a la entrada de la favela - destinados a una clase media de mayor poder adquisitivo -, con las viviendas precarias, establece una interacción espacial entre los diferentes grupos sociales. Componentes del Proyecto: Debido a la alta compacidad y consolidación de las construcciones de la favela, los proyectistas asumieron tres principios básicos para su intervención: a) Valorizar los límites entre la favela y el territorio circundante, y definir la importancia de los accesos por la Av. Niemeyer, eje definido a lo largo da costa. La entrada principal está caracterizada por la presencia de la terminal de ómnibus, por la Escuela Stella Maris y por los edificios de uso residencial. El nuevo acceso es realizado por la calle Eugênio Sales, con la propuesta de un teleférico que facilitaría tanto la circulación de las personas que habitan la zona alta como la presencia de turistas en el mirador de la favela. Se propone aún una faja verde a lo largo de la Avenida Niemeyer, destinado al disfrute de los moradores de la tercera edad. La alta densidad ocupacional de buen nivel arquitectónico y la presencia de estratos medios, además de la existencia de diversos usos y funciones, hacen posible la identificación del "barrio" gracias a la cualidad de la imagen del conjunto que bordea la Avenida Niemeyer. Para evitar la expansión de la


ocupación en los terrenos altos del cerro por nuevos habitantes, se creó un área de reforestación, que actúa como barrera, impidiendo, incluso, la fusión con la favela de Rocinha, localizada en la vertiente de São Conrado. b) "Penetrar" en la favela con un sistema viario que rompa la tradicional introversión del conjunto, facilitando las múltiples conexiones entre los nuevos espacios y funciones sociales, y permitir el acceso de vehículos a la zona alta. El aprovechamiento de los escasos espacios libres y la eliminación de algunas casas precarias, o localizadas en areas de riesgo, permitió el establecimiento de plazas, jardines de infantes, lavaderos de ropa. Se estableció un sistema de recogida de basura y fueron construídas escalinatas para la circulación de los peatones en la parte alta del cerro. c) Como la calidad de las construciones son mas precarias en los espacios periféricos de la favela, las nuevas intervenciones intentaron crear, en este espacio, un polo de desarrollo que rescate la calidad de la imagen existente a lo largo de la Avenida Niemeyer. Se establece así un eje de recualificación ambiental, iniciando en el espacio verde de la reserva ecológica - que tiene en anexo el centro de formación profesional -, pasa por el núcleo polideportivo y el área de viviendas de reasentamiento, y culmina en la Villa Olímpica, con las instalaciones deportivas y el campo de fútbol. Los arquitectos diseñaron edificios ligeros, casi pabellones, para reducir a la mínima expresión la presencia de la arquitectura, y, sobre todo, priorizaron el imponente marco natural. Estos deben transformarse en un “centro básico de la vida" en la favela. Otra importante expresión de la vida cultural de la favela surgió a finales de los años ochenta. El grupo de teatro "Nós do Morro", ganador de premios a nivel internacional, tendrá su sede en Vidigal. Serrinha Proyecto: M. Roberto Arquitetos / Manoel Ribeiro Domicilios: 420 Población: 3300 habitantes Inversión: 7 millones de Reais Área: 2.7 ha

Particularidad del entorno urbano: En la zona Norte de Río de Janeiro, el barrio de Madureira se convirtió en uno de los más populares de la ciudad por la concentración de comunidades negras y del Nordeste del Brasil asentadas en un conjunto de cerros que se desgajan de la Serra da Misericórdia: son los cerros de Sapé, Dendé, Serrinha y Juramento. Área de explotaciones agrícolas y ganaderas hasta el siglo XIX - la Fazenda do Campinho -, con la aparición del ferrocarril - Estrada de Ferro D. Pedro II (1858)-, comenzó a poblarse con el desarrollo de actividades comerciales y la presencia de una burguesía adinerada. Desde comienzos de siglo, la expulsión de los pobres del centro y la densificación de la población en los cerros próximos, favoreció la ocupación de los espacios libres de Madureira, que fueron delimitados por un denso sistema vial que los envuelve totalmente: citemos la Av. Edgar Romero y la calle Conselheiro Galvão. La persistencia de la cultura afrobrasileña, conservada por las comunidades negras, desarrolló la música, el baile, los rituales sincréticos que se desarrollan en la Piedra de Changó, un escenario cargado de simbolismo. Madureira es también el sitio de origen de las mas antiguas "escolas de samba" del Carnaval carioca: Portela, Tradição e Império Serrano. La presencia de la música resulta un fuerte elemento unificador entre la favela y el barrio, que se encuentran en la calle Becerra de Menezes, y luego se articulan hasta lo alto del cerro por medio del teleférico.


Características del Proyecto: La favela de Serrinha resultó paradigmática respecto al logro de un equilibrio entre participación comunitaria; relación de los diseñadores con la población para canalizar al máximo sus deseos y aspiraciones, y transformaciones físicas del entorno. El primer objetivo planteado fue el intento de cohesionar y relacionar entre sí tres grupos sociales que alcanzaban cierta identificación dentro de la favela: la comunidad negra, más estructurada, consolidada y con mayores recursos económicos; los inmigrantes del Noreste, provenientes en su mayoría de un mismo pueblo de Ceará, que ocuparon la parte alta del cerro y un grupo de asentamiento más reciente, y de escaso nivel económico. El segundo, mantener vivas y fortalecer las tradiciones culturales locales, vinculadas al sincretismo religioso, la música y la danza de la herencia afro-brasileña, manifiestas principalmente en las fiestas anuales del Carnaval carioca. El arquitecto Manoel Ribero resultó ser una pieza-clave al llevar adelante una intervención proyectual, expuesta y discutida permanentemente con los habitantes de Serrinha. Debido a la fuerte pendiente del cerro, que sube aceleradamente hasta la cota de 140 metros, uno de los problemas agudos era la dificultad existente en la vinculación entre las partes altas y bajas; entre la zona más consolidada, próxima a la ciudad formal y el área carente de infraestructuras y servicios de la cima del cerro. El esquema esencial del proyecto consistió en generar una "costura" entre la favela y el pequeño barrio urbano de baja clase media, situado al frente, por medio de una calle - Bezerra de Menezes - jerarquizada por la presencia de comercios e instituciones culturales y en concreto, una escuela, que será reestructurada para actividades de la comunidad. La calle Bezerra de Menezes se extiende a lo largo de todo el frente de la favela, y, en los domingos y días festivos, se cierra para el uso de los peatones, al igual que el Aterro de Flamengo, en la zona Sur. Luego, esa vía genera una serie de penetraciones, con trazado de peine, hacia el interior de la favela, siendo la más importante de ellas la calle Balaiada, que une Bezerra de Menezes con el teleférico. La instalación del teleférico, para lograr el rápido acceso a la parte alta del cerro, no resultó fácilmente asimilada, ni por los habitantes, ni por las autoridades municipales, debido a su carácter innovador dentro del proyecto Favela-Barrio. Finalmente aceptado, facilita la movilidad de los pobladores de la zona alta y al mismo tiempo permite el acceso a las funciones sociales creadas por los proyectistas: un área polideportiva y una "casa de baile", para la realización de fiestas y actividades culturales, no sólo de los habitantes de la favela, sino también de los residentes en la ciudad "formal". El flujo de visitantes será significativo para la valorización del sitio simbólico de los rituales religiosos, identificado por el "altar" natural de la Piedra de Xangô. Además del valor paisajístico de este espacio y las espectaculares vistas sobre Río de Janeiro, los diseñadores definieron los límites de la favela por medio de un "sistema verde", que desde la cima se desgaja hacia la ladera, surgido del proceso de reforestación del área, y rescatando la vegetación casi perdida por el proceso de ocupación del territorio. Acompañando la creación de las infraestructuras básicas, de los múltiples accesos, vías y escaleras, de pequeñas plazas situadas a lo largo de las circulaciones, fueron construidas viviendas para reasentar a los pobladores con casas precarias, situadas en las áreas convertidas en espacios sociales, o en aquellas de alto riesgo por la fuerte pendiente. Los arquitectos asumieron, desde una posición contextualista, la tipología de la "casa vagón", presente en la favela, constituida por una unidad volumétrica continua de tres o cuatro unidades, distribuyéndola en diferentes puntos del asentamiento y diluyendo las nuevas edificaciones dentro del conjunto. Finalmente, fueron refuncionalizados varios edificios a lo largo de la calle Bezerra de Menezes que contienen las actividades culturales de la comunidad. Ahí funcionan la Escola de Samba "Império do Futuro" -que es un desgarramiento de Império Serrano- y las instalaciones de una ONG "Projeto Re Creare", para la educación de jóvenes adolescentes y su formación artesanal y musical relacionada con las actividades del Carnaval. El rescate de Serrinha ha significado la recreación de un espacio urbano humanizado, cuya profunda artisticidad, surge más de la cotidianidad de la vida social que de las innovaciones arquitectónicas.


Ladeira dos Funcionários Proyecto: Fábrica Arquitetura Domicilios: 927 Población: 5.154 habitantes Inversión: 2.8 millones de Reais Área: 5.1 ha

Particularidad del entorno urbano: La fisonomía bucólica del barrio de Caju en el siglo XIX, resultó brutalmente alterada en el siglo XX con la modernización de las estructuras portuarias de Río de Janeiro. Integrado al verde barrio de São Cristovão, que contenía la residencia imperial - la Quinta da Boa Vista y sus frondosos jardines -, prolongaba la línea costera del centro que provenía de los barrios de Saúde y Santo Cristo. Constituía un ondulante territorio cubierto de vegetación tropical, caracterizado por la Fazenda Real de São Cristovão perteneciente a la Compañia de Jesús. La escasez de asentamientos habitacionales lo hicieron propicio para la localización de varios cementerios - el mayor, São Francisco Xavier- y hospitales: en el de São Sebastião permanecían en cuarentena los inmigrantes que llegaban al país. La pureza de las aguas de la bahía de Guanabara hizo que el emperador Dom João VI y su hijo Pedro I, tomaran baños de mar frente a una pequeña edificación construida en 1817. A lo largo de la costa se establecieron posteriormente varias comunidades de pescadores, que aún perduran. En la década de los años cuarenta con la apertura de la avenida Brasil, el barrio de Caju quedó separado de São Cristovão, concentrando las instalaciones portuarias, los depósitos de containers, los astilleros navales y la población vinculada a las actividades portuarias. El principal eje de penetración - la calle Carlos Seidl - unifica todo el barrio en su extensión. Allí surgieron fábricas y almacenes, además de un gran centro procesador de basura, que lo despojaron de sus atributos bucólicos. Trabajadores de escasos recursos de astilleros y hospitales comenzaron a construir sus viviendas precarias en los cerros cercanos, conformándose en la década de los cincuenta las favelas de "Ladeira dos Funcionários" básicamente, empleados del hospital - y de "São Sebastião", ocupada inicialmente por obreros portuarios. En los años setenta, al quedar desactivado el hospital provincial "Clemente Ferreira", sus pabellones fueron ocupados por trabajadores del hospital Sao Sebastião, que los transformaron en viviendas propias, consolidándose como la favela "Vila Clemente" en la década de los ochenta.

Componentes del proyecto: Ladeira dos Funcionários Una de las características esenciales de este grupo de favelas es su introversión respecto a la ciudad, en parte debido a la inexistencia de "barrios" residenciales en el área que las contiene. De allí que el objetivo básico de los proyectistas fue invertir esta situación; acabar con la estructura "de embudo" de los asentamientos y abrirlos hacia la vía principal de Caju -la calle Carlos Seidl- generando una nueva socialidad urbana. En la Ladeira dos Funcionários, primero se establece una calle de acceso vehicular que circunvala el conjunto y se facilita la penetración en la trama por medio de circulaciones peatonales secundarias y pequeñas dilataciones espaciales. En una de ellas, se construyó la escuela materno-infantil.


El énfasis del proyecto se concentra en la creación de un "portal", de un acceso identificando a la favela, desde la calle Carlos Seidl, formado por una plaza abierta y un playground. Estos se integran con el centro comunitario, instalado en una vieja nave metálica reacondicionada, herencia de la Segunda Guerra Mundial. En contraposición al carácter agresivo de la intensa circulación de vehículos pesados por el eje principal de Caju, se configura un ambiente acogedor, un remanso, utilizado para las actividades festivas de la comunidad. Al otro lado de la calle, se implantaron nuevas viviendas organizadas en una estructura lineal con locales comerciales, protegidos por una galería contínua en la planta baja. La calle existente, cuya dureza funcional y formal rechaza toda posibilidad de uso peatonal o habitacional, constituye un embrión de la vida social de la comunidad, para la futura dinámica transformadora del barrio. La favela establece el punto de partida del rescate de la forma urbana.

Parque São Sebastião Aunque el Parque São Sebastião quede físicamente adosado a la Ladeira dos Funcionários, conformando un conjunto unitario, posee su propia identidad, basada en su orientación y acceso, relacionados con la línea ferroviária y el cementerio de São Francisco Xavier. La generación de espacios públicos fue posibilitada por la dilatación de los límites externos: primero, el eje de entrada y la circulación principal, antes reducido a un sombrío callejón apretado por un muro continuo de hormigón, fue ampliado gracias a la cesión de una faja de tierra por la empresa ferroviária – RFFSA -. Se creó así la Plaza J. Manoel Rodrigues, seguida por Largo de Alfama, que, en conjunto, organizan la circulación vehicular y peatonal. En la parte alta de la favela, la disponibilidad de terrenos (producto de un acuerdo con el Hospital São Sebastião) facilitó el establecimiento de un núcleo para actividades deportivas y el conjunto de viviendas para la relocalización de los habitantes cuyas casas interferían en el desarrollo del sistema de circulación. Mientras que en la Ladeira dos Funcionários, el asentamiento habitacional se abría hacia en la parte baja en la calle Seidl, en São Sebastião, la conexión urbana se establece en el punto alto con el hospital del mismo nombre. Allí, la forma pura y cromática del rojo depósito de agua, una de las principales demandas de la comunidad, define el "monumento" identificador de la favela, cuya perspectiva es visible desde el espacio libre de los campos deportivos y el playground infantil.

Vila Clemente Ferreira En su início las primeras viviendas de esta favela se construyeron sobre las estructuras de los pabellones del Hospital Clemente Ferreira, sin alterar sus dimensiones originales, generando una característica muy marcada, relativa a su asentamiento. Esta proviene del respeto a la estructura existente, donde cada casa ocupaba un fragmento del espacio interior del edificio. Posteriormente esa regularidad del espacio fue transgredida por la ocupación arbitraria de las casas de nuevos pobladores que utilizaba el espacio de circulación interna. Con ello, la población se incrementa y la infraestructura e los servicios se hacen insuficientes, lo que afectó el funcionamiento interno de la comunidad. . En el proyecto, además de la creación de un sistema de abastecimiento de agua, luz, gas, desagues, etc., se definieron como objetivos esenciales, la identificación del acceso principal y el rescate de la organización vial, originaria de los pabellones del hospital. Su existencia (del hospital), aún presente en los muros cabezales de piedra de los edificios, fue valorizada por el diseño de una pantalla de hormigón, que establece el vínculo simbólico entre la tradición y la modernidad. Esta relación dinámica queda reafirmada por el nuevo núcleo cultural surgido en la parte alta de la favela: las construcciones cupulares de la escuela de circo que conforma el conjunto de la


"Fábrica dos Sonhos". El tratamiento cromático de la antigua enfermería transformada en jardín de infantes, y el reacondicionamiento del necrocomio, próximo a la calle Carlos Seidl, establecen la definición de la entrada principal, cuyo acceso hacia la plaza arbolada, enmarca la perspectiva lineal del conjunto de pabellones.

Parque Boa Esperança Proyecto: Fábrica Arquitetura Domicilios: 1.600 Población: 4.860 habitantes Inversión: 7 millones de Reais. Area: 8.6 ha

Particularidad del entorno urbano: Con posterioridad a la década del cuarenta, con la apertura de la Avenida Brasil se dividió el barrio de São Cristovão: surgió entonces el barrio de Caju, concentrando las instalaciones portuarias, depósitos de containers, astilleros navales y la población vinculada a las actividades portuarias. Además de estos límites existía también la línea de ferrocarril, los viaductos del puente a Niterói y con posteridad la autopista "Línha Vermelha", que sirvieran para concentrar y enclausurar todavía más el barrio dentro de un sistema vial de intenso tráfico. El principal eje de penetración del barrio - la calle Carlos Seidl - unifica todo el área. Allí surgieron fábricas y almacenes, además de un gran centro procesador de basura, que lo despojaron de sus atributos bucólicos. Trabajadores de escasos recursos de astilleros y hospitales comenzaron a construir sus viviendas precarias en los cerros cercanos, conformándose en la década del cincuenta las favelas de "Ladeira dos Funcionários" - básicamente, empleados del hospital - y de "São Sebastião", ocupada por obreros portuarios. En los años setenta, al quedar desactivado el hospital provincial "Clemente Ferreira", sus pabellones fueron ocupados por trabajadores del hospital Sao Sebastião, que los transformaron en viviendas propias, consolidándose como la favela "Vila São Clemente" en la década del ochenta. Finalmente, obreros industriales e inmigrantes de las areas rurales, formaron la más extensa favela de Caju: el "Parque de Boa Esperança". A diferencia de las restantes favelas localizadas en Caju, Boa Esperança es totalmente plana. Carecía de cualquier contacto con el tejido urbano, siendo definida por un agresivo sistema circulatorio: la autopista "Linha Vermelha", cuyo viaducto creaba una insuperable barrera a uno de los lados. En el borde opuesto al viaducto, los terrenos del procesador de basuras de la COMLURB (Compañía Municipal de Limpieza Urbana), constituían otro límite intransponible. Otros obstáculos son visibles en el paisaje: un canal de aguas servidas, cruzando el asentamiento perpendicularmente en toda su extensión, y un viaducto para la línea de ferrocarriles. En la época de lluvias el canal desbordaba, haciendo el asentamiento intransitable. A la dureza física del entorno, se sumaban los problemas surgidos de la carencia de infraestructuras y servicios. El único atisbo de humanidad y cultura ambiental radicaba en el cercano Centro Integrado de Enseñanza Pública -CIEP- diseñado por Oscar Niemeyer.

Características del Proyecto:


Como ocurrió en las demás áreas, los diseñadores asumieron las normativas establecidas por el Programa Favela-Barrio, respecto a la creación de infraestructuras y servicios: pavimentación del sistema vial interno, construcción de bloques de viviendas para los habitantes que requerían realojamiento, ubicación de jardines de infantes y playgrounds, apertura de plazas y espacios verdes. En términos conceptuales, los objetivos básicos del proyecto fueron los siguientes: a) Ordenar el sistema vial interno jerarquizando sus diferentes elementos componentes; b) dilatar y caracterizar los principales accesos desde la ciudad "formal"; c) lograr el máximo distanciamiento del abrumador movimiento vehicular de la autopista "Linha Vermelha"; d) aproximar la favela a la calle Carlos Seidl, eje principal del barrio de Caju. La disponibilidad de terrenos vacíos frente a la calle Carlos Seidl, permitió crear una entrada caracterizada por las instalaciones deportivas, los bloques de viviendas con espacios comerciales en la planta baja y una vía que recorre la totalidad de la favela siguiendo el curso del canal, y culmina en el espacio público de una plaza, en el encuentro con la Linha Vermelha. A lo largo de ésta, se creó un paseo arbolado, con la intención de separar al máximo el elevado de la favela, así como atenuar el ruido imperante por medio de la pantalla verde. En los extremos opuestos, el desplazamiento de los muros limítrofes, transformó los apretados corredores de acceso, en calles peatonales y vehiculares. La eliminación de las viviendas adosadas al canal y al elevado del ferrocarril, dilató el espacio público y creó un orden formal y espacial en la favela. Se señala que o ejemplo de lo observado en otras intervenciones del Programa FavelaBarrio, resulta sorprendente, al producirse la cualificación del entorno, la inmediata reacción de los habitantes en los trabajos de mejoría de sus propias casas.

Chácara del Castilho Proyecto: Arquitraço Cooperativa Domicilios: 644 Población: 2. 532 habitantes Inversión: 2 millones de Reais Área: 2.7 ha

Particularidad del entorno urbano: Esta favela está situada en la zona Norte, suburbio de la ciudad de Río de Janeiro, entre los barrios Del Castilho y Maria da Graça, en un espacio caracterizado por la alta concentración industrial y la presencia de un nudo de comunicaciones, vial y ferroviario. Área tradicionalmente rural - de chácaras y fazendas - durante el siglo XIX, se transforma a partir de la primera línea de ferrocarril de la Central do Brasil establecida en 1858, luego seguida por las líneas de Rio D'Ouro (1883); Leopoldina (1886) y la Línea Auxiliar (1893). En 1898 se abrieron las estaciones de Vieira Fazenda, Barros Filho y Del Castilho, ésta última próxima al espacio de asentamiento de la favela Chácara Del Castilho. Posteriormente, en el presente siglo se construyó la línea de Metro. En la década de los años veinte, comienza el proceso de expansión industrial. Allí se instala una de las principales fábricas de la región la Companhia Nacional de Tecidos Nova América (1924) -, en coincidencia con la General Electric (1921); Cisper (1917) y Marvim (1921). A su vez se forma el barrio Maria da Graça, con una trama urbana sinuosa de "Ciudad Jardín", con pequeñas casas individuales para los


trabajadores de la empresa de electricidad Light. El incremento de la población y de las actividades fabriles, generan el posterior trazado vial: las Avenidas Suburbana (con el viaducto Emilio Baumgart) y Automóvel Clube, constituyen los principales ejes de comunicación entre la zona Norte y el centro de la ciudad, complementados por la reciente autopista "Linha Amarela". En la década del cincuenta comenzó la ocupación de tierras libres situadas a lo largo de la línea del tren por trabajadores humildes de las industrias cercanas e inmigrantes del nordeste del país. Sus condiciones de habitabilidad, hasta los años ochenta, resultaban muy precarias, carentes de infraestructuras, con callejuelas de barro y tierra, intransitables en los días de lluvia y frágiles casas de madera y zinc.

Características del Proyecto: La favela está situada en un terreno triangular de escasa pendiente, prácticamente "ahogada" por altos muros que la aislaban del exterior: el límite con el ferrocarril, el terreno de una fábrica aledaña y las casas del barrio Maria da Graça. Con una sola entrada ubicada frente al viaducto Emílio Baumgart, era atravesada por una calle de trazado irregular, cuya fuerte compacidad en la ocupación de los terrenos, anulaba toda disponibilidad de espacios libres. Constituía un "ghetto" de pobreza, ajeno a la vida y los servicios de la inmediata ciudad "formal". El primer objetivo de los proyectistas fue eliminar el aislamiento, la marginación de la favela respecto al mundo exterior. Se transformó el carácter de embudo que tenía la entrada única frente al viaducto bajo el cual se aglomeraban improvisadas construcciones para actividades comerciales. Liberado dicho espacio, se convirtió en un área de juegos infantiles y fueron construídos quioscos para el uso social de la comunidad. La entrada resultó expandida al desaparecer las viviendas adosadas a las vías del ferrocarril y desplazarse el muro limítrofe, creándose una nueva vía de acceso a lo largo de este eje. En el extremo opuesto, la mutua negación entre los habitantes de la favela y del barrio de Maria da Graça, quedó superada al abrirse una "puerta" de comunicación con la calle Domingos Magalhães, articulación básica en la nueva comunicación creada entre diferentes grupos sociales. La tercera conexión con la ciudad "formal" surgirá al integrarse a la favela un campo deportivo creado en el anexo terreno cedido por la fábrica de pilotes Franki, integrado a la favela por una calle que se desprende de Maria de Fátima, principal sistema circulatorio que recorre todo el asentamiento. La densidad de ocupación del terreno por las viviendas, dificultó la creación de nuevas edificaciones en su interior: el POUSO (Centro de Orientación Urbanística y Social) quedó instalado en la calle Maria de Fátima, en una construcción rehabilitada. Además de la organización del equipamiento infraestructural básico - agua, desagues, electricidad, etc. -, fueron pavimentas las calles y surgieron múltiples pequeñas plazas para contener las actividades sociales de la comunidad. La mejoría del espacio público impuso rápidamente las acciones individuales para mejorar las viviendas. Por otra parte, la creación de una nueva dinámica social y económica entre los pobladores, elevó el nivel de vida de los habitantes de la favela. Esto se manifiesta en el uso del paso peatonal sobre la vía del ferrocarril para facilitar el acceso al Shopping Nova América, instalado en los edificios de la desactivada fábrica de tejidos. La participación de los habitantes de Chácara del Castilho al mundo del consumo demuestra que éste ya no es un privilegio exclusivo de los miembros de la ciudad "formal".

Parque Royal Proyecto: Archi 5, Arquitetos Associados Domicilios: 1063


Población: 4.146 habitantes Inversión: 3,4 millones Área: 7,10 ha

Particularidad del contexto urbano: La favela Parque Royal se ubica en la Ilha do Governador, zona norte de la ciudad, en el barrio de la Portuguesa. Hasta los años treinta, la mayoría de los edificios del área eran de uso militar. La construcción del puente que une la isla a tierra firme y la proximidad de los principales ejes de comunicación con la ciudad - la Avenida Brasil, el ferrocarril y recientemente la autopista Linha Vermelha determinaron un rápido crecimiento poblacional. Después de los años setenta, la favela se desarilló a partir de un asentamiento de pescadores seguidos de inmigrantes del nordeste del país, empleados en la construción del Puente Río-Niterói y del Aeropuerto Internacional. El área quedó limitada por éste, la Bahía de Guanabara, dos canales y la carretera de Tubiacanga. Posteriormente se desarrolló un asentamiento urbano regularizado para la clase media con casas para funcionarios y militares. La especulación inmobiliaria, introdujo el esquema sinuoso de las "ciudades-jardín". Estas configuraciones de la ciudad "formal" surgieron en las inmediaciones de la favela original, cuyas palafitas de madera, levantadas sobre los bordes de la Bahía de Guanabara, se desplazaban com la creación de nuevos terraplenes de relleno, en la búsqueda de dilatación de la costa. Hasta el inicio de las obras del Programa Favela-Barrio, todavía existían 500 familias habitando en palafitas.

Componentes del Proyecto: Como la estructura de la favela es extremadamente compacta y sus límites están bien definidos por la avenida de acceso, dos canales, y las orillas de la Bahía de Guanabara; los proyectistas establecieron dos ejes para la planificación "urbana": uno a lo largo de la avenida de acceso y el otro en el sentido perpendicular, integrando la avenida con la costa de la Bahía, que se valorizó paisajísticamente con la eliminación de las palafitas y la construcción de una ciclovia para el paseo de los habitantes. Eso estableció un límite definitivo para el avance sobre la Bahía, y preservó también la naturaleza del manglar, hoy en proceso de regeneración. Algunas intervenciones en la favela son percibidas a lo largo de la avenida de acceso: el edificio del centro polivalente y de formación profesional - donde también existe un campo de fútbol-, el edifício residencial con locales comerciales en la planta baja - destinado al realojamiento de los pobladores que habitaban en palafitas -, el jardín de infantes y un centro deportivo perteneciente al Parque Royal Esporte Clube. En el eje interno, establecido por la calle principal que comunica la avenida con la Bahía, se localizan el centro comunitario y el centro de salud, frente a las nuevas plazas, definiendo espacios para uso de la comunidad y actividades de recreación, deporte y locales para el comercio local. Hasta entonces, la favela tenía como ambientes privilegiados y viviendas mejores, la referencia de las áreas próximas a la avenida de acceso, mientras que las casas más pobres eran las palafitas a lo largo de la Bahía. Ahora, con la implantación de la ciclovia, el surgimiento de nuevos valores paisajísticos creados a lo largo de la bellísima vista que ofrecen las orillas del mar, la presencia de


funciones sociales - tiendas, bares, restaurantes -, y la nueva utilización como área de recreación, se producirá un significativo cambio en la estructura urbana de Parque Royal. La calidad de las intervenciones arquitectónicas, la creación de infraestructuras y servicios públicos - correo, teléfonos, recolección de basura, etc. -, y los nuevos equipamientos sociales, dinamizaron el desarrollo social y económico de la favela. En los dos años de la intervención, por las mejorías citadas, tuvo un incremento de aproximadamente 300 nuevas viviendas, además del establecimiento de un comercio regular a lo largo de las calles principales, que ya presentan la imagen característica de ciudad "formal".

Fernão Cardim Particularidad del entorno urbano: Favela ubicada entre los barrios de Méier y Engenho de Dentro, en la zona Norte de la ciudad. Se consolidó en los años 50, en el terreno bajo de una hacienda ganadera, que más tarde se convirtió en zona industrial. Los primeros sin-techo que ocuparon el área, se instalaron a lo largo del Río Faría, que en la época de las lluvias, inundaba toda la región aún después de los rellenos realizados por los propios habitantes. Posteriormente, las construcciones se desarrollaron en una zona más alta. Las condiciones urbanísticas y el nivel de los barracones fueron totalmente precarios durante varias décadas. Los habitantes obtuvieron la ayuda de la Iglesia a través del Cardenal Jaime Câmara, que apoyó su permanencia en la área. Como homenaje a los primeros religiosos de la época colonial, denominaron Fernão Cardim al asentamiento. La presencia de un denso sistema vial, definido por algunos de los principales ejes de circulación de la ciudad - la Avenida Suburbana, el ferrocarril y más tarde, de la autopista "Linha Amarela" - y la proliferación de fábricas, almacenes e instalaciones comerciales, hicieron la zona poco propicias para la presencia de viviendas. Sin embargo, los habitantes la eligieron por la disponibilidad de puestos de trabajo. Importantes vías de comunicación de la ciudad circunscriben la favela. El acceso principal se hace por la Avenida Suburbana, y el límite posterior se define por la línea del ferrocarril y el elevado de la "Linha Amarela". Como el terreno es plano, y parte de la ocupación de los nuevos habitantes fue organizada, el sistema vial interno tiene una cierta regularidad, sobretodo en el area posterior de la favela, así como en la estrecha franja que bordea la línea del ferrocarril. Al frente, cerca de la Avenida Perimetral y a lo largo del Rio Faría, la localización de las viviendas era muy irregular por causa de las constantes inundaciones. Un elemento significativo del entorno asumido por el arquitecto en el diseño de las viviendas, fue respetar el ordenamiento de un grupo de casas obreras construidas en los años cuarenta, en la época de Getúlio Vargas. En años recientes, con el desarrollo económico del área, fue creado un importante shopping (Norte Shopping, en la Avenida Suburbana), con un supermercado (Carrefour) y frente a la favela un enorme McDonald's. Este conjunto de elementos definió una mejoría del nivel de la renta del barrio y tuvo, con las intervenciones posteriores, una incidencia positiva en la población local.

Componentes del Proyecto: Contrastando con la malla de la favela, que mantenía una estructura coherente y semiregular, el eje de desarrollo del proyecto fue el recorrido irregular y curvilíneo del Río Faría, aunque en las épocas de la lluvias se convertía en un mar de lodo. La canalización completa


del río y la creación de una avenida-canal arbolada, fueron los elementos básicos de la transformación de la favela, tanto por la nueva significación espacial del paseo, como por la localización de los equipamientos sociales al largo del eje: el edificio de los departamentos (que alberga a las familias procedentes de las orillas del río), el campo de fútbol, el jardín de infantes y el Puesto de Orientación Urbanística y Social - POUSO. La cualificación arquitectónica establecida por los nuevos edificios originó, de inmediato, una participación de los vecinos, quienes a lo largo del paseo comenzaron a mejorar la calidad de sus casas, al punto de transformar la tradicional identificación de "favela". En los bordes del canal, las fachadas se renovaron totalmente. Antes de la intervención, constituían los patios traseros de las casas, orientados hacia el inhóspito ambiente creado por las frecuentes inundaciones. Como complemento del principal espacio público del conjunto, en dirección a la entrada relacionada con el Norte Shopping, fue creada la Plaza de las Tamarineiras, lugar de encuentro de la comunidad, con equipamientos para los niños, articulándose con el espacio del "barrio" próximo a las viviendas "formales". En el proyecto, se atribuye una particular significación a la entrada de la favela, que se diferencia de las otras ocho, creadas con el proyecto. La plaza en la Avenida Suburbana contiene locales comerciales para emprendedores de la favela, además una escultura - cuya forma hace alusión a la industria textil, tradicional actividad generadora de empleos en el área, que constituye un contrapunto a la banalidad del anuncio del McDonald's. El inicio del paseo y la plaza, son dos elementos urbanos importantes para el vínculo con la ciudad, creando la imagen de lo "urbano" que se continua hasta el final del eje que culmina en la línea férrea, y se expande por las calles recién urbanizadas, en el interior del asentamiento. Las articulaciones eliminaron la diferencia entre la favela y el barrio. Antes, el acceso se hacía por un único punto, y prácticamente toda la favela era como un cul de sac. Hoy son nueve los puntos de acceso. Fernão Cardín logró alcanzar una continuidad en su imagen: el día seis de mayo de este año, un Decreto del Alcalde de Río de Janeiro, transformó Fernão Cardim en barrio.


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