Papel Salmón, marzo 9

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domingo 9 de MARZO de 2014

domingo 9 de MARZO de 2014

Inés. Recuerdos de una vida

Luisa Sossa Los hijos de Inés.

Una película basada en la historia que dejó una mujer en diez cuadernos manuscritos. Fue un proceso de sanación para la realizadora y su familia. Proyección. Luisa Fernanda Ramírez Gloria Luz Ángel* Papel Salmón

E

n el barrio La Macarena de Bogotá, los recuerdos de Inés y de Luisa Sossa se abren paso entre el frío de la noche. Inés, una mujer que vivió la violencia intrafamiliar que padecen muchas mujeres en Colombia. Luisa, una manizaleña que estudió Documental, quien a través de la historia de su bisabuela hizo un acto de sanación, no solo para ella, sino para toda su familia. Todo empezó cuando Luisa, antes de irse para Cali a estudiar Documental, se entera de que existen diez cuadernos de hojas amarillas donde a los setenta años de edad Inés escribió sus memorias a mano y que dejó como herencia a sus hijos, al menos a los que sobrevivieron de los veinte que tuvo. “A la tía que había pasado los manuscritos en computador y había hecho un libro para cada uno de sus hermanos, le insistí en que me lo prestara, pero ella se hacía la loca hasta que la cogí cortica, me lo dejó en la portería y le saqué una fotocopia. Me lo llevé para Cali y lo leí allá cuando hice el diplomado y ahí es cuando pienso que tenía que hacer algo con él. Creo que leerlo me cambió la vida, creo, no, estoy segura”. Inés muere en 1990 y en ese momento Luisa era todavía muy pequeña. “Inés escribe estos libros escondida de todo el mundo, nadie sabe que ella hace sus

memorias ya fuera del bien y del mal, y cuenta de una manera descarnada cómo su esposo la atacaba, la violentaba y cómo casi la mata. El día que muere, la niña que la cuidaba se los entrega a una de las hijas diciéndole que era una herencia de su mamá. Dicen que ellas duraron tres días leyendo y llorando. Leían y lloraban”. Luisa al leerlos tampoco paró de llorar porque para ella fue un golpe duro conocer la historia de una mujer de su familia. “Sabía que tenía una sensibilidad muy grande con respecto a la violencia contra la mujer, porque había hecho dos documentales y unas crónicas, y pensé que lo hacía porque tenía que ver con el género: ‘soy mujer, me solidarizo’. Solo cuando leí a Inés me di cuenta que ese dolor venía de mi familia, que estaba en mi sangre. Tuve muchas preguntas: ¿qué de todo esto llega hasta mí?, ¿qué pasa con esas generaciones y con las personas que viven en medio de tanta violencia?, ¿qué pasa con esos hijos de la violencia? Esas preguntas de alguna manera necesitaban ser resueltas”.

Un viaje al pasado

Inés escribió también sobre Andalucía (Valle del Cauca), el pueblo de su añoranza. “En el libro todo el tiempo tiene un imaginario tremendo sobre Andalucía donde vivió toda su vida y al que le escribe poemas, por eso yo quería conocer ese pueblo porque mis recuerdos de la niñez eran muy vagos. Mi tía iba a estar allí un fin de semana con dos hermanas. Pensé que era la oportunidad para hablar con ellas y grabarlas. Un amigo se consigue otro amigo con cámara y mi hermano, los recursos con qué iniciar el trabajo. Es mi primer contacto con ellas y les hago mil preguntas, me saco todas las

con su propia remembranza dudas que tenía. Ellas querían contar la historia por eso fuimos a la casa de Inés e hicimos un recorrido por el pueblo. Les hice las entrevistas una y otra vez porque la memoria juega mucho y ellas en una ocasión me decían que no se acordaban de nada y meses después me decían que sí. Para mí fue muy importante tener una cámara de por medio porque podía hacer preguntas que tal vez sentada frente a frente no hubiera sido capaz de hacer. De hecho una muy buena parte del documental termina siendo con esto que grabé de investigación”. El gran reto de Luisa era no juzgar a los personajes, que son su familia, y tener cuidado con los secretos que se fueron destapando, necesitaba saber hasta dónde llegar porque había situaciones que no le iban a hacer bien a nadie si se sacaban a la luz, por eso señala que el montaje fue muy complicado. “Al principio Inés era la víctima y después me doy cuenta de que no, cada quien es víctima de su propio destino, ella también se forja su destino. Pensaba que Peláez era el malo e Inés la buena, pero no era cierto, se cruzan, por eso me hacía muchas preguntas acerca de la infancia de él, de lo que había detrás para que fuera tan malo. Esa época de

mi bisabuela era muy diferente, sus oportunidades y posibilidades eran otras. Era una mujer completamente religiosa donde se casaban hasta el final de sus vidas, cedían sus bienes y hacían todo lo que ellos decían, en un machismo fuerte y arraigado. Ella no se separa hasta que el cura le dice: ‘señora, la van a matar, sepárese, saque a sus hijos de todo esto tan espantoso’. Lo hace en los años 50 y sale corriendo para Cali con cuatro o cinco hijos que son los que le quedan de los veinte que tuvo, con cero pesos porque los bienes estaban a nombre de su esposo a pesar de que fue ella la que trabajó todo el tiempo. Él era jugador”. Cuando Luisa comenzó a conocer a Inés encontró una mujer fuerte, inteligente, que no estudió bachillerato pero que

Foto/Mauricio Alvarado Lozada - Colprensa/Papel Salmón

Luisa Sossa al leer el texto de los cuadernos que dejó su bisabuela Inés se preguntó ¿qué pasa cuando los hijos leen estas verdades tan fuertes?, ¿ya lo sabían?, ¿no lo sabían?

termina escribiendo un libro sobre política, otro sobre su historia, estudia inglés y finalmente fue líder política. “Empecé a encontrar tanta riqueza en este personaje que mi gran pregunta era ¿por qué esta mujer permitió todo esto? Y claro, encuentro esos roces culturales y sociales en un pueblo que un siglo después

sigue super parecido”. Aunque fue difícil, Luisa intentó contar a través de los hijos, esa Inés de diversos matices.”Se contradecían mucho, pero me gustaba jugar con la memoria. Buscaba a Inés y encontré una distinta en cada uno, y yo tenía también una a partir del libro y de mi visita a Andalucía, entonces hago comparaciones con esos recuerdos y con mis imaginarios y empiezo con una Inés blanca que va teniendo diferentes tonos de grises”. En el camino de la realización de la película, Luisa tuvo tantos asesores con sus propios puntos de vista que llegaron a confundirla y tuvo que buscar el suyo propio. “Mi intención inicial era que el foco de la historia fueran ellos, mis familiares, pero hubo

Inés en sus años de juventud.

un momento en que la película volteó su foco hacia mí. Fue un camino largo, arduo y me confundí, era miedo a estar en pantalla, pero terminé apareciendo mucho más de lo que quería, empiezo y termino la película, pero ésta lo necesitó y fui muy abierta a lo que me iba diciendo. Las películas hablan, los documentales, también”.

Un proceso de autoconocimiento

Luisa se hizo las mismas preguntas que hacía en las entrevistas y se preocupó porque no recordaba su infancia, así empezó un proceso de autoconocimiento. “Terminé haciendo psicoterapia, constelación familiar, estudié la psicogenealogía. Era un asunto de raíces donde empiezo a ver repeticiones de violencia de generación en generación. Me cuestiono qué estaría repitiendo sin darme cuenta, entonces me siento con mis papás a preguntarles sobre mi infancia, mis raíces y hago el árbol genealógico. Empiezo a escarbar y a escarbar y a escarbar. Hay toda una película que hago de Luisa y por eso mi transformación interior es tan fuerte que se puede sentir un poco en el filme. Hubo momentos en que estaba tan atascada en el montaje que un asesor me dijo que yo ya había hecho mi película y que no era necesario sacarla al público, pero para mí era un reto muy importante sacar esto a la luz”.

Empieza un camino

Y esa necesidad de sacar esta historia a la luz fue lo que hizo que Luisa cambiara de proyecto a mitad del camino de sus estudios

de Documental. Entonces escribió una sinopsis, un tratamiento y todo lo necesario para que le aceptaran el cambio. Así empieza el camino de Inés. Aplicó en 2008 al Fondo Cinematográfico a título personal y no se lo gana. Vuelve a aplicar en 2009, pero ya a través de la productora Making Docs y se lo gana para realización. En este mismo año aplicó al Ministerio de Cultura a una residencia física y como ellos exigen irse a otro lugar a desarrollar el proyecto, se va a vivir a Cali y allá escribe Inés. Luisa llevó la película a Cuba, cuando todavía era un proyecto, a DocsBarcelona y ha participado con ella en foros y seminarios. “Es importante que empiece a conocerse desde que es un proyecto”. Las pocas veces que Luisa ha presentado a Inés, muchas mujeres se le han acercado a contarle su historia. “Al ver a Inés las personas me empiezan a contar historias de sus familias porque lo que le pasó a Inés se repite en la mayoría de las familias colombianas, es algo impresionante. Es muy valioso para mí cumplir la tarea de generar una reflexión acerca de este tema que se esconde normalmente. Por eso quiero hacer, además, la distribución de Inés en pequeño, llevarla a Andalucía, Cartago, Manizales, a esas zonas donde rodé la película. Para mí es muy interesante hacer ese trabajo de sentarme a conversar,

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Luisa Sossa Desde el 2001 se ha dedicado a estudiar diferentes áreas de la cinematografía en Colombia y Cuba. En el 2004 trabajó en RCN realizando cerca de 100 crónicas de viaje por el mundo. Desde el 2006 hasta el 2009 trabajó como realizadora independiente para OXfam, ACNUR (ONU) y el Observatorio de Mujer y Género de la Presidencia, con cortometrajes relacionados con temas sociales. Ha sido parte de producciones en 35mm como el cortometraje Amaranta, y dirigido dos cortometrajes como estudiante: Pinocho y Vaya Consuelo. Desde el 2009 viene desarrollando su primer largometraje documental Inés. Recuerdos de una vida. Ha sido invitada a participar en el seminario Iberoamerican Films Crossing Borders en La Habana (Cuba), en el marco del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en el II taller de Pitch de Documental, en el marco de la sección Encuentros Cartagena del 51º Festival Internacional de Cine de Cartagena -FICCI- y en Doc Meeting Buenos Aires 2011. Trabaja como productora ejecutiva de Making Docs y tiene a su cargo la producción del largometraje Marímbula de Diana Kuellar , el cortometraje Juntas de Laura Martinez y Nadine Marquisio ganadores del Fondo Cinematográfico de Colombia 2012 (FDC). También trabajó como Productora y guionista del cortometraje documental El mal del olvido de la productora Caja Negra para Discovery Channel. Actualmente trabaja en RCN en el proyecto “Misión Impacto”.

desde el arte obviamente, porque no soy ni psicóloga, ni socióloga. Me encantaría estar acompañada en un conversatorio con alguien que tenga estos conocimientos y sepa de género”.

Un acto de sanación

Para escribir la película, Luisa leyó a Simone de Beauvoir, vio las películas familiares y cómo las han hecho, hizo un poco de investigación en este ámbito. Por otro lado, tenía una necesidad grande de sanación, de buscar caminos para ella y su familia, por eso decidió hacer un acto de sanación que puso en la película. “Al regresar de Cuba me encontré en el aeropuerto con un señor que resultó ser experto en psicogenealogía y psicomagia y le conté mi proyecto sobre Inés. Durante hora y media, de las dos que dura el vuelo La Habana-Panamá, me interrogó acerca de mi familia y de Inés. Luego de hacerme la entrevista más tremenda que me han hecho en mi vida, me dijo que yo necesitaba sanar varios aspectos y hacer el acto psicomágico de ir a la tumba de Fotos/Cortesía Luisa Sossa/Papel Salmón mi bisabuela, haAfiche de la película Ines. Recuerdos de una blarle, compartir un vida.

postre con ella y decirle: hasta aquí, sanemos esto ya”.

Cartagena y otros caminos

Inés. Recuerdos de una vida es la ópera prima de Luisa Sossa y la presentará en Cartagena dentro de la competencia de cine colombiano. “Ir a Cartagena me parece un logro maravilloso y creo que más que ir a buscar ganar o no, mi expectativa es mostrarla, que Inés se vea. La competencia está impresionantemente dura, hay unas películas buenísimas. Allí hay conexiones importantes, va gente de muchos países a ver películas, a festivaliar y para mí eso es lo más importante, que se vea. Creo que ya el hecho de estar en Cartagena, para mí es un gran logro”. La idea de Luisa, luego del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias es seguir mostrándola en foros y seminarios, ir a diferentes lugares y hacer como un paquete de los dvd para entregar a fundaciones que estén trabajando el tema en un aspecto un poco más académico. Así con la historia de Inés y de la película que lleva su nombre, realizada por Luisa Sossa, terminamos esta entrevista con la idea de verla en Cartagena, de que sea ganadora y de que llegue a muchas mujeres colombianas que has sufrido y sufren la violencia intrafamiliar *luisafernandacine@gmail.com gloria.angel@lapatria.com


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