Especial Entrevista
Celsa Eva Callaú Chávez
Mama Congo
Soprano de Ensamble Moxos Una joven que nunca pensó dedicarse a la música, pero ahora es su pasión y todo lo que tiene. Callaú y Julia Chávez, soy la cuarta de ocho hermanos y la única que aprendió un poco de música “así con oído”, comenta con una sonrisa. Nos relató que ella era como tantas chicas de ese pueblo que lo único que tienen es ayudar en los quehaceres de la casa e ir a la escuela, no hay otra cosa. Pero esta afortunada joven tuvo la suerte de encontrarse con una monjita (María Jesús Echarry)-como lo dice ella-que tenía la ilusión de formar un grupo de jóvenes que se dedicaran a la música y fue así que empezó a ser parte de este proyecto que hoy es un orgullo de su pueblo, el departamento y el país. La bella ignaciana, nos muestra uno de Los jóvenes sin ningún otro los tantos reconocimientos recibidos. tipo de diversión sana, no tenían más que ir a ese grupo, allí aprendían n la capital folclórica del unos a tocar flauta, otros violín, piano y departamento del Beni, San otros el canto. Ignacio de Moxos, ciudad Así empieza su vida musical, se que goza de varios atractivos fundó la escuela y empezaron a llegar turísticos de orden religioso y cultural, profesores que en su mayoría eran tiene también la mejor voz del coro de extranjeros y lo hacían por muy poco la región, la Soprano Celsa Eva Callaú tiempo, así que había que aprovechar al Chávez. máximo sus enseñanzas, nos comenta la Visitamos su domicilio para conocer entrevistada. un poco más de cerca sobre la vida de Pero Celsa desde un comienzo sintió esta destacada mujer que ha traspasado que lo de ella era la música. “Yo tenía fronteras llevando la música barroca de profesores en la escuela y en algunos esta región del continente. periodos me dedicaban más tiempo, Una vez ya instalados en su domicilio, luego yo tenía que enseñar lo mismo a le preguntamos quién era Celsa Eva, los más pequeños de la escuela, así iba a lo que ella responde, “Soy una joven pasando mi tiempo”, comenta. nacida en San Ignacio, hija de Héctor “Mi vida se transformó totalmente,
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vivía entre los músicos quienes me trasmitían sus enseñanzas y así fui forjando lo que soy ahora, aunque algunos dicen que no se puede vivir de la música, yo ahora lo hago -lo dice sonriendo- porque pasó clases en la escuela y me pagan”. Celsa se siente muy agradecida por lo que un día le inculcó la Hna María Jesús Echarry, fundadora de la escuela y su profesora de canto, la argentina, Silvina Sadolí, personas que ella lleva en su corazón. Reconoce que la Escuela de Música le ha dado la oportunidad de traspasar las fronteras y estar en países que ni en sueños había imaginado conocer, sentir el cariño de la gente con sus aplausos, especialmente de fuera del país, “porque los extranjeros son los que disfrutan más nuestras presentaciones”, dice esta brillante ignaciana. Nos comenta Callaú que su formación no ha terminado, pero por el momento en Bolivia no hay profesoras, las que existen viven en el extranjero y el costo es muy elevado de una profesional de canto lírico, está entre unos 15 a 20 dólares la hora, costo que sería difícil asumirlo. Celsa Eva Callaú tiene 26 años, es soltera vive con sus padres, con una sonrisa picaresca nos dice que tiene novio pero por el momento no hay planes de formar una familia; se siente orgullosa se sus orígenes y ama a su pueblo. Nos dijo que ha recibido muchas ofertas para ser parte de coros del extranjero, pero nunca han formalizado las mismas, todas quedan en propuestas. Piensa ejercer su profesión de Técnica Superior en Turismo, ya que San Ignacio es una potencia en este campo y no está siendo explotada, cree que hacen faltas ideas y proyectos para desarrollarlo, buscará los medios y canales para incursionar en este campo. Celsa al lado de sus padres
Trinidad, martes 31 de julio de 2012
Monumento a Mama Congo
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orenza Congo Javivi nació en San Ignacio de Moxos el 10 de Agosto de 1882 y falleció el 29 de enero de 1988, sus padres se llamaban Mariano Congo Apace y Pilar Javivi Antelo. Mama Congo fue una mujer centenaria, que con 105 años de convivencia en su pueblo natal, conservó su título de Abadesa Mayor de Cristo al servicio de su rama indígena ignaciana, demostrando hasta sus últimos días una singular disciplina otorgada por su nativo señorío, extraído con orgullo de su raza pura, fecunda y activa. Esta Abadesa, que hacía el servicio en los arreglos de la Iglesia para la Fiesta Patronal, permanentemente lucía elegante como una garza blanca, con su ‘tipoi’ adornado de finos encajes y blondas que combinaban con rosarios valiosísimos, ensartados con libras esterlinas, oro y plata victoriana, ostentando a la vez, vistosos aretes con brillantes de altos kilates. Fue distinguida por las generaciones que supieron apreciar en ella un pasado suntuoso de bienes, reflejándose en su alma nativa una acrisolada sencillez, que con serenidad mantuvo a través del tiempo. Mama Congo fue apreciada y querida por su pueblo, que reconoció en ella las virtudes más relevantes que un ser humano puede ostentar, el de nacer limpio para volver en la misma forma, al seno maternal de la tierra. Esta nativa humilde siempre estuvo ligada a la dirigencia indígena, atendiendo también las necesidades de la gente, de su estirpe, con quienes compartía sus bienes. En honor a ella, por saber sobrellevar su pobreza en la ancianidad y por atender a sus hermanos indígenas, es digna de nuestro mayor respeto, por lo que le dedicamos esta nota. Lorenza Congo Javivi era propietaria de la casa que actualmente posee el señor José Santa Cruz “Don Chanta” en calle Ballivián esquina Montes de San Ignacio de Moxos.
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